Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
en Venezuela
RESUMEN
(INTRODUCCIÓN)
Las redes sociales se han convertido en una parte natural de la vida diaria en los
seres humanos principalmente de la juventud, por ser perfectas para conocer
personas, realizar actividades sencillas, compartir y ser un lugar idóneo donde obtener
información; sin embargo los peligros de las redes sociales pueden ser varios, según
el tipo de red social, la condición y la edad de la persona que la utilice.
En general, el peligro más común es la sobreexposición de la intimidad y la
excesiva forma de presentación de los usuarios, llegando a considerarse como un
producto a ser mostrado, la información facilitada suele ser excesiva y casi nunca se
tiene la certeza del uso dado a la misma.
En este sentido, la figura de las de las redes sociales se caracterizan por su
novedad y originalidad, se encuentran estrechamente relacionadas con el nacimiento
de un campo de posibilidades para los delincuentes modernos. Es así como, el mal
uso de la web es un fenómeno reciente que no había sido previsto por la mayor parte
de los usuarios y de los creadores de este sistema de redes.
Dicho de otro modo, se les ha facilitado a los delincuentes llevar a cabo sus
acciones observándose por ejemplo como las “inofensivas” redes sociales, creadas
pensadas en expandir el abanico de las comunicaciones e interacción entre las
personas, se han convertido en el auxiliar preferido de los secuestradores y
extorsionadores al momento de seleccionar a sus víctimas y ejecutar la novedosa
figura de secuestro virtual.
De hecho, a criterio del reconocido abogado criminalista venezolano Marmol
García (2012), el secuestro virtual se establece en el país como consecuencia de la
sensibilidad experimentada por la ciudadanía por la innumerable cantidad de bandas
delictivas que operan un territorio venezolano, lo cual conlleve a una predisposición
por parte de la sociedad a ser víctima de esto, y por lo tanto caer en este tipo de
extorsiones.
Así mismo, el criminalista afirma que en gran parte de los casos se trata de
recursos, a quienes les hace falta lo más importante para cometer un verdadero
secuestro, la movilidad y la ejecutoria de su acción, por ello, tienen un campo de
acción muy limitado, y solo se basa en el método teléfono extorsivo o virtual.
Evidentemente, todo aquello involucrado en las redes sociales siendo inocente
puede convertirse en la victima perfecta para que el delincuente ejecute su plan. Para
los secuestradores, extorsionadores, ladrones, acosadores, pedofílicos, violadores,
entre otros, las redes sociales son la mejor base de datos en la cual pueden localizar a
sus víctimas, por ser sitios públicos donde la mayoría de usuarios no activan la opción
de privacidad que el sistema ofrece. Sin embargo, muchas veces estas medidas, no
son suficientes para prevenir ser víctima de estos hechos, generalmente “el hackeo” o
robo de una cuenta es uno de los primeros pasos para la extorsión o amenazas a través
de las redes sociales.
Sucede pues que, a nivel mundial son muchos los grupos de delincuentes
intentando pasar por desapercibidos, a través de un equipo de computación con
acceso a internet, los delincuentes examinan cada uno de los sitios que pueda
ofrecerles datos de la víctima elegida, ya sea sobre su trabajo, estatus económico,
posibles viajes, información que alerte al delincuente de estar en presencia de una
víctima potencial.
(IMPORTANCIA)
(CONTEXTO Y RELACIONES)
A sus inicios el internet era una especie de tabú, una herramienta diseñada
exclusivamente para ser usada por los estratos altos de la sociedad, sin embargo hoy
en día la sociedad venezolana goza de las posibilidades de tener fácil acceso a estos
mecanismos, tanto de la comodidad de sus hogares como de los teléfonos celulares,
los cuales constituyen a otra fuente nada despreciable de conexión y acceso a internet.
Todo esto ha generado un repentino incremento de los vínculos con el internet, y con
lo también de los delitos asociados a ese medio.
En el secuestro virtual, los datos y números telefónicos adquiridos en las redes
sociales le otorgan la posibilidad al delincuente de comunicarse con los familiares de
la supuesta víctima y hacerles creer que la misma se encuentra secuestrada y de no
pagar el rescate le ocasionarán daños mayores; El engaño está en que la persona en
realidad no está secuestrada y los extorsionadores se basarán en datos públicos
tomados de internet, específicamente de la información que los usuarios colocan en
sus redes sociales.
(EVIDENCIAS)
Los primeros secuestros mas mencionados del país se hacen notar en (1976),
siendo el primero de ellos el empresario William Niehouse, seguido por el de Alfredo
Pardy Dávila, y Ricardo Lopez Sanchez. Ya a finales de los años setenta (70) es
llevado a cabo el primero secuestro de la frontera Venezolana, en la población de La
Victoria, del Distrito Alto Apure, del cual fué víctima el productor ganadero
venezolano Nemecio Escalona
Así mismo, la organización antes mencionada señala que a raíz de estos sucesos,
tanto secuestros como la extorción en Venezuela comienza a agarrar espacio
incrementándose cada vez más, siendo los ganaderos y productores agropecuarias sus
principales víctimas, en este sentido el secuestro ha venido afectando cada vez en
mayor profundidad a la población venezolana, dirigiéndose ya no solo a los puntos
fronterizos del país o sectores rurales donde se encuentra el mayor número de
haciendas, sino incluso a las grandes ciudades, en los cuales estos hechos no son
llevados a cabo, solo en los sitios de trabajos, sino también en las propias residencias
de las víctimas, con estrategias aun más elaboradas.
Los padres ocupan un papel clave en la prevención de los problemas relacionados con
las tecnologías de la información y la comunicación (TICS), dado que la prevención
es en esencia un proceso educativo en el que los padres y otros agentes sociales como
los profesores, otros familiares, etc., facilitan a los adolescentes conocimientos,
destrezas y habilidades que les ayudarán a enfrentarse con mayor o menor éxito a los
retos y dificultades de la vida cotidiana.
Es importante, no sólo para las conductas adictivas relacionadas con las nuevas
tecnologías, sino para cualquier comportamiento que se considere desajustado,
que los padres sean capaces de desarrollar con sus hijos un modelo educativo de
apoyo basado en el establecimiento de normas que regulen la convivencia familiar y
se favorezca una relación basada en la comunicación y en el diálogo.
Algunas medidas pueden reducir el riesgo de que los jóvenes desarrollen conductas
adictivas en relación con las nuevas tecnologías:
Regular espacios y tiempos donde sea posible el uso de las nuevas tecnologías,
tratando de llegar a un acuerdo mutuamente beneficioso, negociando con los
adolescentes si es necesario. Pero además, es sumamente importante dialogar con los
más jóvenes sobre las ventajas y desventajas de las nuevas tecnologías, acostumbrar a
los hijos a que no utilicen el móvil, ordenador, etc.
Los padres o tutores deben aprender a utilizar todos los recursos de control que
ofrecen también las nuevas tecnologías, como los múltiples sistemas de protección
disponibles para evitar el acceso a páginas no apropiadas para menores.
(DEMOSTRAR RELEVANCIA)