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OREMOS
EL PODER DE LA HUMILLACION
, poder». «Exousia» significa «autoridad delegada, derecho, privilegio»,
jurisdicción, libertad, potestad. Algo que es fuerte y perdura.
Poder y autoridad.
En el Nuevo Testamento hay varias palabras griegas que se traducen como
“poder”, “autoridad” o “potestad”. ... Esta palabra, que aparece unas 118 veces en
el Nuevo Testamento, describe la capacidad para hacer algo, es decir, para llevar
a cabo una tarea, ya sea en el campo físico, político o espiritual.
Humillar- Es hacerse humilde- Aquella actitud que reconoce lugar propio bajo la condición
de criatura de Dios, opuesta a la presunción, afectación u orgullo. La persona humilde
reconoce su dependencia de Dios, no busca el dominio de sus actos o pensamientos sobre
sus semejantes, sino que aprende a darles valor por encima de sí mismo.
Según el diccionario de la Real Academia Española, la palabra humillar significa: Postrar,
bajar, inclinar una parte del cuerpo, como la cabeza o la rodilla, en señal de sumisión y
acatamiento. Abatir el orgullo y altivez de uno. Hacer actos de humildad. Arrodillarse o
hacer adoración.
• Si oras
El Señor dice: Los ojos del Señor están sobre
los justos y sus oídos atentos a nuestras
oraciones.
• Si me buscas
Estamos viviendo tiempos en que la maldad se ha multiplicado y el amor de
muchos se a enfriado. Vivimos en una época donde el egoísmo prevalece
en el ser humano. Buscando la forma de crecer profesionalmente, adquirir
una mejor posición laboral, una prosperidad material, y muchas otras cosas
más. Sin embargo, quiero que este claro que ninguna de estas cosas son
malas, lo que esta mal es que se le dé el primer lugar en buscar dichos
logros, cuando el primer lugar debemos dárselo es a Dios.
No buscarlo para ver que nos puede dar, sino buscar su rostro para
conocerle, al buscar conocerle aprenderemos a ser como él. Que es el quien
nos da la paz que sobrepasa todo entendimiento y la que necesitamos,
quién nos provee lo que necesitamos y quien nos fortalece en tiempo de
dificultad.
.Naamán, general del ejército del rey de Siria, era varón grande
delante de su Señor, y lo tenía en alta estima, porque por medio
de él había dado Jehová salvación a Siria. Era este hombre
valeroso en extremo, pero leproso..” (5:1)
Naamán (" נַ ֲעמָןAgradable") El Sirio, es un personaje del Antiguo Testamento bíblico, mencionado
en el Segundo libro de los Reyes. De acuerdo al relato era el General de los ejércitos del Rey Ben-
Adad II en tiempos de Joram, Rey de Israel.
Entonces podemos preguntarnos: Si Dios estaba con él, ¿Por qué estaba leproso? Yo
entiendo que era una circunstancia que Dios estaba enviando sobre Naamán para que
entendiera su necesidad y conociera realmente el poder de Dios. Esa humillación en su carne
le llevaba a estar tremendamente necesitado. Era valeroso, tenía capacidades y talento, tenía
las cualidades de un grande y aún Dios había dado salvación a Siria por medio de él, pero era
leproso, y estaba en gran manera humillado, porque un leproso no podía salir más a la guerra.
A pesar de todas las condecoraciones que podía tener Naamán, de las medallas que tendría
como gran general, no podía salir más a la guerra. Y quizás usted se pregunte ¿Cómo puede
ser que a un hombre que Dios había usado para traer salvación a toda una nación, ahora el
mismo Dios permita que caiga en una enfermedad tan vergonzosa? Pero, ¿Sabe una cosa?
Había un propósito de Dios en todo esto, y usted pensará ¿Cómo lo sabe?
Vamos a San Lucas capítulo cuatro, 27: “..Y muchos leprosos había en Israel en tiempo
del profeta Eliseo; pero ninguno de ellos fue limpiado, sino Naamán el sirio..”
Hermano, anímate en tus luchas a levantar tus manos y a confesar que Dios tiene
poder. “..Dios tiene a un profeta en Israel, y él le puede sanar de su lepra..” le dijo a su
señora. ¡Estaba esclava y humillada y sin embargo seguía proclamando que Dios tiene poder!
Era jovencita pero habían llegado a sus oídos las maravillas que Dios obraba a través de
Eliseo. Esta joven no resistió la voluntad de Dios, porque por cómo se dieron los hechos
puedo decir que estaba en ese lugar por voluntad de Dios. Esta muchacha, aún sin entender
muchas cosas, aún con sus luchas y batallas, se humilló bajo la poderosa mano de Dios y
testificó a esa familia ¡Dios tiene poder! Yo le hago una pregunta: ¿Lo hacemos nosotros?
Y le dijo el rey de Siria: Anda, ve, y yo enviaré cartas al rey de Israel. Salió, pues él,
llevando consigo diez talentos de plata y seis mil piezas de oro y diez mudas de
vestidos. Tomó también cartas para el rey de Israel, que decían así: Cuando lleguen a ti
estas cartas, sabe por ellas que yo envío a ti mi siervo Naamán, para que lo sanes de su
lepra. Luego que el rey de Israel leyó las cartas, rasgó sus vestidos, y dijo: ¿Soy yo
Dios, qué mate dé vida, para que éste envíe a mí a que sane a un hombre de su lepra?
Considerad ahora, y ved cómo busca ocasión contra mí..” Observe ahora la humillación
del rey “..Cuando Eliseo el varón de Dios oyó que el rey de Israel había rasgado sus
vestidos, envió a decir al rey: ¿Por qué has rasgado tus vestidos? Venga ahora a mí, y
sabrá que hay profeta en Israel..
Estas son palabras de Jesús, ilustrando a Israel no solo de la fe de Naamán, (un gentil) sino
también del propósito soberano de Dios en esa lepra, para que él primeramente y luego el rey
de Siria conocieran el poder de Dios, que está mas allá de todos los prejuicios humanos.
Hermano, habrá cosas que te humillan y te quebrantan, pero cuando Dios te saque de eso, su
nombre va a ser exaltado y vas a tener una nueva revelación del poder del Señor. ¡Qué
desesperación para Naamán! Ahora el gran general estaba condicionado, ya no podía ser el
que salía a la guerra fuerte y valiente. ¡Estaba leproso! ¡Estaba humillado a pesar de ser tan
valeroso!
Hay problemas en nuestra vida que se levantan, que nos condicionan y que nos hacen pensar
que no vamos a salir de eso, que no vamos a poder servir mejor al Señor, problemas que nos
tienen por tiempo luchados y batallados, pero los ojos de Dios están sobre sus hijos, y a su
tiempo, si confías en el Señor, verás la bandera de victoria que El levantará.
¡Qué condiciones había en Naamán! Pero ahora estaba humillado, la lepra había tocado su
cuerpo. Estimado hermano, vamos a creer que lo que hoy te condiciona mañana el Señor lo
puede limpiar. ¡Levanta tus manos! Al diablo no le gusta que lo hagas porque es una señal de
victoria, porque estás mostrando esperanza y confianza, que nuevas son sus misericordias
cada mañana, que grande es su fidelidad. Vuelvo a repetir, hay cosas que nos quebrantan, y
que casi destruyen nuestro entusiasmo, pero son permitidas por Dios. ¿Para qué? Para que
aprendamos en carne propia esta Palabra: “..Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de
Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo..”
2 Crónicas 34:27
porque se enterneció tu corazón y te humillaste delante de Dios cuando oíste sus
palabras contra este lugar y contra sus habitantes, y te humillaste delante de mí, y
rasgaste tus vestidos y lloraste delante de mí, ciertamente te he oído--declara el
SEÑOR.
34:1-33 Buen reinado de Josías en Judá. - A medida que los años de la infancia no
pueden ser útiles a nuestros semejantes, nuestra primera juventud debe ser
dedicado a Dios, para que no pierdas el poco espacio que queda de vida. Feliz y
sabios son los que buscan al Señor y prepararse para ser útiles a una edad
temprana, cuando los demás están persiguiendo los placeres pecaminosos, la
contratación de los malos hábitos, y formando conexiones ruinosas. ¿Quién puede
expresar la angustia impedido por la piedad temprana, y sus efectos benditos?
Auto-examen y vigilancia diligente nos convencerán de el engaño y la maldad de
nuestros corazones, y el pecado de nuestras vidas. Estamos aquí animamos a
humillarnos delante de Dios, y para buscar a él, como lo hizo Josías.
Dios iba a enviar su juicio tal como había prometido. Sin
embargo, Él tenía un mensaje personal para el rey Josías.
Y la profetisa dijo en los versículos 26 al 28 lo siguiente.
"Pero al rey de Judá, que os ha enviado a consultar al
Señor, le diréis así: El Señor, el Dios de Israel, ha dicho
así: Por cuanto oíste las palabras del libro y tu corazón se
conmovió, te humillaste delante de Dios al oír sus
palabras sobre este lugar y sobre sus habitantes, y te
humillaste delante de mí, rasgaste tus vestidos y lloraste
en mi presencia, yo también te he oído, dice el Señor. Yo
te recogeré con tus padres, y serás recogido en tu
sepulcro en paz, tus ojos no verán todo el mal que yo
traigo sobre este lugar y sobre los que habitan en él. Y
ellos refirieron al rey la respuesta".
Dios iba a juzgar a ese pueblo, pero no lo haría hasta que
el rey Josías ya no estuviera en el trono. Y dicen los
versículos 29 al 31:
"Entonces el rey hizo reunir a todos los ancianos de Judá
y de Jerusalén. Subió el rey a la casa del Señor, y con él
todos los hombres de Judá, y los habitantes de Jerusalén,
los sacerdotes, los levitas y todo el pueblo, desde el
mayor hasta el más pequeño; y leyó a oídos de ellos
todas las palabras del libro del pacto que había sido
hallado en la casa del Señor. Y puesto en pie el rey en su
sitio, hizo delante del Señor pacto de caminar en pos del
Señor y de guardar sus mandamientos, sus testimonios y
sus estatutos, con todo su corazón y con toda su alma,
poniendo por obra las palabras del pacto que estaban
escritas en aquel libro".
Ahora, estimado oyente, quisiéramos hablar de una
manera muy directa. Creemos que en el día de hoy
podemos tener una renovación. Pero en primer lugar la
gente tiene que regresar a la Palabra de Dios para
averiguar lo que Dios quiere que nosotros hagamos.
Luego, creemos que habrá y debe haber una entrega
total, comprometida, por parte del pueblo de Dios hacia
Dios. No podemos continuar haciendo las cosas a medias
como a veces suele ocurrir. No se puede contemporizar
con los sistemas del mundo, aceptándolos sin
contrastarlos con la Palabra de Dios, y al mismo tiempo
pretender recorrer el camino en una relación de
compañerismo con Dios. Tiene que haber una dedicación
clara, bien definida, del corazón y de la vida a Dios. Y
cuando eso ocurre, creemos que el Espíritu de Dios tiene
libertad para actuar.
Lucas 14:11
Porque todo el que se ensalce, será humillado; y el que se humille será ensalzado.
Lucas 18:14
Os digo que éste descendió a su casa justificado pero aquél no; porque todo el que
se ensalza será humillado, pero el que se humilla será ensalzado.
Santiago 4:10
Humillaos en la presencia del Señor y El os exaltará.
Conclusión
oracion