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EL PODER DE LA HUMILLACION

3DE ABRIL 2020


LA IGLESIA DE DIOS DE LA PROFECIA EN SAVICA, IGLESIA CENTRAL,
PASTOREADA POR EL OBISPO VICENTE JIMENEZ
EN ESTA HORA LES PRESENTAMOS LA HORA DE NUESTRO SERVICIO DE
DAMAS. SOY ALFONSA DE LA ROSA
SALUDANDO Y DANDO GRACIAS POR LA INVITACION A LAS LIDERES
ENMANIEL DOGNE Y MAYRA POUERIET
ESTAMOS AUSENTES DEL TEMPLO DESDE QUE ANUNCIARON LA
CAURENTENA POR ESTA PANDEMIA QUE AFECTA AL MUNDO
ADOREMOS CON ESTA CANCION DE MARCOS SWIT CON EL TEMA SANA
NUESTRA TIERRA

OREMOS

EL PODER DE LA HUMILLACION
, poder». «Exousia» significa «autoridad delegada, derecho, privilegio»,
jurisdicción, libertad, potestad. Algo que es fuerte y perdura.

Poder y autoridad.
En el Nuevo Testamento hay varias palabras griegas que se traducen como
“poder”, “autoridad” o “potestad”. ... Esta palabra, que aparece unas 118 veces en
el Nuevo Testamento, describe la capacidad para hacer algo, es decir, para llevar
a cabo una tarea, ya sea en el campo físico, político o espiritual.

Humillar- Es hacerse humilde- Aquella actitud que reconoce lugar propio bajo la condición
de criatura de Dios, opuesta a la presunción, afectación u orgullo. La persona humilde
reconoce su dependencia de Dios, no busca el dominio de sus actos o pensamientos sobre
sus semejantes, sino que aprende a darles valor por encima de sí mismo.
Según el diccionario de la Real Academia Española, la palabra humillar significa: Postrar,
bajar, inclinar una parte del cuerpo, como la cabeza o la rodilla, en señal de sumisión y
acatamiento. Abatir el orgullo y altivez de uno. Hacer actos de humildad. Arrodillarse o
hacer adoración.

Humillarse es decidir obedecer la Palabra de Dios y vivir de conformidad con su voluntad


en cada pequeño aspecto de nuestras vidas. (Levítico 26:18-19)
 
También es reconocer que todo lo que tenemos proviene de la misericordia y la provisión
de Dios y que no lo merecemos por nuestros propios méritos.

“si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado,


y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos
caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus
pecados, y sanaré su tierra” 2 Crónicas 7:14
2 crónicas 7:14  “Si mi pueblo, que lleva mi nombre, se humilla y ora,
y me busca y abandona su mala conducta, yo lo escucharé desde el
cielo, perdonaré su pecado y restauraré su tierra. NVI.
En esta nueva versión Internacional dice, “Si mi pueblo, que lleva mi
nombre”. Estas palabras no son dirigidas para todo el mundo, ni tampoco
están dirigidas a los líderes de la iglesia solamente, mucho menos a los que
no pertenecen al pueblo de Dios. Dice “Si mi pueblo”. Estas palabras
estaban siendo dirigidas al pueblo de Israel en su tiempo y ahora están
dirigidas a nosotros el Israel espiritual hoy. Estas palabras están siendo
dirigidas para mi y para ti.
Estas 4 condiciones si las cumples podrás recibir
las bendiciones de Dios:
Estas 4 condiciones si las cumples podrás recibirás bendición:
• Si te humillas
En la cultura actual, se promueve una actitud arrogante y soberbia. El
querer hacer las cosas a nuestra manera es simplemente un acto de falta
de humildad. Al pensar que tenemos todo bajo control, que no necesitamos
de ninguna persona para resolver nuestros problemas estamos
demostrando que en nuestro interior hay una gran falta de humildad.

La mayoría de las veces tenemos problemas y en vez de buscar del Señor,


decidimos resolver con nuestras propias fuerzas, y a nuestra manera.
Muchas veces decidimos simplemente “ignorar” a Dios y tomamos una
actitud de autocompasión. Piense en esta simple pregunta ¿Cuántas veces
dejamos que las circunstancias nos derriben y nos hagan sentir derrotados?
La actitud que debemos tener es de postrarnos antes Dios para
(humillarnos) y así depositar en él toda nuestra ansiedad, preocupaciones,
dudas, enfermedades y circunstancias difíciles, y creer en su palabra,
porque él tiene cuidado de nosotros. El Señor nos dice que no debemos
inquietarnos por nada, que más bien, en toda ocasión, con oración y ruego,
presentemos nuestras peticiones a él dándole gracias en todo momento.

• Si oras
El Señor dice: Los ojos del Señor están sobre
los justos y sus oídos atentos a nuestras
oraciones.
• Si me buscas
Estamos viviendo tiempos en que la maldad se ha multiplicado y el amor de
muchos se a enfriado. Vivimos en una época donde el egoísmo prevalece
en el ser humano. Buscando la forma de crecer profesionalmente, adquirir
una mejor posición laboral, una prosperidad material, y muchas otras cosas
más. Sin embargo, quiero que este claro que ninguna de estas cosas son
malas, lo que esta mal es que se le dé el primer lugar en buscar dichos
logros, cuando el primer lugar debemos dárselo es a Dios.
No buscarlo para ver que nos puede dar, sino buscar su rostro para
conocerle, al buscar conocerle aprenderemos a ser como él. Que es el quien
nos da la paz que sobrepasa todo entendimiento y la que necesitamos,
quién nos provee lo que necesitamos y quien nos fortalece en tiempo de
dificultad.

Buscar su rostro no permite descansar con la seguridad de que el va a


proveer nuestra necesidad espiritual, emocional y física. Buscar de la
presencia de Dios y su rostro nos va a permitir experimentar todos y cada
uno de los atributos de Dios. Él nos llena de su gracia para que donde
habitemos el more en nosotros.

• Si se convirtieran de sus malos caminos


Nuestra conducta es la manera de comportarnos o las acciones que
tenemos hacia las demás personas. La conducta se refiere al estilo de vida
de cada ser humano. Cuando Dios dice “Si mi pueblo abandona su mala
conducta”, se refiere a que si cada persona se convierte a él de corazón, y
se aparta de todas las iniquidades y los pecados que podemos tener
ignorando su palabra, él te bendecirá, ¿De que manera te bendecirá el
Señor si dejaras tu mala conducta? Haciéndote libre de acuerdo a tu
búsqueda hacia él.

.Naamán, general del ejército del rey de Siria, era varón grande
delante de su Señor, y lo tenía en alta estima, porque por medio
de él había dado Jehová salvación a Siria. Era este hombre
valeroso en extremo, pero leproso..” (5:1)
Naamán (‫" נַ ֲעמָן‬Agradable") El Sirio, es un personaje del Antiguo Testamento bíblico, mencionado
en el Segundo libro de los Reyes. De acuerdo al relato era el General de los ejércitos del Rey Ben-
Adad II en tiempos de Joram, Rey de Israel.

Mire, ya desde el comienzo se ve la humillación, Naamán pertenecía al ejército del rey de


Siria, y dice la Biblia que era un grande delante de su Señor, y que el rey lo estimaba mucho.
Aquí hay una palabra con respecto a Naamán que a lo mejor no le damos mucha importancia,
pero que tiene un valor muy grande: “..porque por medio de él había dado Jehová
salvación a Siria..” ¿Cómo puede ser esto? No pertenecía al pueblo de Israel, pero Dios lo
había usado. De alguna manera la gracia de Dios estaba sobre Naamán.
Tenia lepra
lepra
Enfermedad infecciosa y crónica, causada por una bacteria, que se caracteriza por
lesiones y heridas en la piel, las mucosas y el sistema nervioso periférico.
"la lepra es una enfermedad contagiosa

Entonces podemos preguntarnos: Si Dios estaba con él, ¿Por qué estaba leproso? Yo
entiendo que era una circunstancia que Dios estaba enviando sobre Naamán para que
entendiera su necesidad y conociera realmente el poder de Dios. Esa humillación en su carne
le llevaba a estar tremendamente necesitado. Era valeroso, tenía capacidades y talento, tenía
las cualidades de un grande y aún Dios había dado salvación a Siria por medio de él, pero era
leproso, y estaba en gran manera humillado, porque un leproso no podía salir más a la guerra.
A pesar de todas las condecoraciones que podía tener Naamán, de las medallas que tendría
como gran general, no podía salir más a la guerra. Y quizás usted se pregunte ¿Cómo puede
ser que a un hombre que Dios había usado para traer salvación a toda una nación, ahora el
mismo Dios permita que caiga en una enfermedad tan vergonzosa? Pero, ¿Sabe una cosa?
Había un propósito de Dios en todo esto, y usted pensará ¿Cómo lo sabe?
Vamos a San Lucas capítulo cuatro, 27: “..Y muchos leprosos había en Israel en tiempo
del profeta Eliseo; pero ninguno de ellos fue limpiado, sino Naamán el sirio..”

LA HUMILLACION DE LA MUCHACHA ISRAELITA


Ahora, vamos a ver la humillación de una jovencita, por eso le digo que es todo nuevo.
Leemos en 2do de Reyes capítulo cinco, verso: “..Y de Siria habían salido bandas armadas,
y había llevado cautiva de la tierra de Israel a una muchacha, la cual servía a la mujer de
Naamán. Esta dijo a su señora: Si rogase mi señor al profeta que está en Samaria, él lo
sanaría de su lepra. Entrando Naamán a su señor, le relató diciendo: Así y así ha dicho
una muchacha que es de la tierra de Israel..” (7) Esta jovencita fue secuestrada, pero no
para pedir dinero por su rescate, sino que se la llevaron como esclava. Fue arrancada de su
tierra, de su familia, de su hogar, de sus seres queridos. De pronto pasó un carro de guerra,
lleno de soldados, la separaron de su familia y la llevaron muy lejos diciéndole “..ahora vas a
ser una esclava..”  Seguro que hubo quebranto y lágrimas en esta chica. No se fue sonriendo
ni festejando, y aunque en el mejor de los casos la trataran bien, ella estaba humillada.
¿Cómo estaríamos nosotros en su lugar?
Escuche hermano, ¿Cuál es nuestra actitud frente a la prueba y la humillación que muchas
veces Dios permite? Esta joven podría haber dicho: “..Bueno, yo me olvido de todo, me
olvido de Dios, de su ley, de su Palabra. Me olvido de todo porque Dios está
permitiendo que viva cautiva en este lugar..” Sin embargo, no había amargura en su
corazón. Por eso, Dios usó a esta joven para testimonio a Naamán y a toda Siria del gran
poder de Dios. Si no hubiera estado allí aún con lágrimas y quebranto, Dios no la hubiera
usado para su gloria, porque a pesar de estar humillada no se enojó contra Dios ni cerró su
boca.

Hermano, anímate en tus luchas a levantar tus manos y a confesar que Dios tiene
poder. “..Dios tiene a un profeta en Israel, y él le puede sanar de su lepra..” le dijo a su
señora. ¡Estaba esclava y humillada y sin embargo seguía proclamando que Dios tiene poder!
Era jovencita pero habían llegado a sus oídos las maravillas que Dios obraba a través de
Eliseo. Esta joven no resistió la voluntad de Dios, porque por cómo se dieron los hechos
puedo decir que estaba en ese lugar por voluntad de Dios. Esta muchacha, aún sin entender
muchas cosas, aún con sus luchas y batallas, se humilló bajo la poderosa mano de Dios y
testificó a esa familia ¡Dios tiene poder! Yo le hago una pregunta: ¿Lo hacemos nosotros?
Y le dijo el rey de Siria: Anda, ve, y yo enviaré cartas al rey de Israel. Salió, pues él,
llevando consigo diez talentos de plata y seis mil piezas de oro y diez mudas de
vestidos. Tomó también cartas para el rey de Israel, que decían así: Cuando lleguen a ti
estas cartas, sabe por ellas que yo envío a ti mi siervo Naamán, para que lo sanes de su
lepra. Luego que el rey de Israel leyó las cartas, rasgó sus vestidos, y dijo: ¿Soy yo
Dios, qué mate dé vida, para que éste envíe a mí a que sane a un hombre de su lepra?
Considerad ahora, y ved cómo busca ocasión contra mí..” Observe ahora la humillación
del rey “..Cuando Eliseo el varón de Dios oyó que el rey de Israel había rasgado sus
vestidos, envió a decir al rey: ¿Por qué has rasgado tus vestidos? Venga ahora a mí, y
sabrá que hay profeta en Israel..

Luego que Naaman es recibido no acepta el mandato de Eliseo de entrarse al rio


Jordan por su grandeza.
“..Y vino Naamán con sus caballos y con su carro, y se paró a las puertas de la casa de
Eliseo. Entonces Eliseo le envió un mensajero, diciendo: Vé y lávate siete veces en el
Jordán, y tu carne se te restaurará y serás limpio. Y Naamán se fue enojado,
diciendo: (9) (Y observe qué orgullo tenía, que aunque estaba leproso, se paró con sus
caballitos y su carro en la puerta de la casa de Eliseo. Quería ser sano pero no quería
humillarse) “..He aquí yo decía para mi..” (Eso es lo que nos pasa cuando estamos en
soberbia, queremos que las cosas se hagan como a nosotros nos parece) “..Saldrá él luego,
y estando en pie invocará el nombre de Jehová su Dios, y alzará su mano y tocará el
lugar, y sanará la lepra..
Así que, Naamán estaba terriblemente necesitado pero todavía tenía una posición altiva.
No estaba dispuesto a “bajarse del carro” ¡Cuántas veces, y a pesar de nuestra necesidad,
estamos montados en nuestra soberbia, en nuestra arrogancia, y en nuestras propias
justificaciones! Cuando escuchó la palabra del profeta, Naamán se fue enojado, ¿Conoce a
algunos creyentes que se enojan? Naamán había sido usado por Dios, pero ahora se fue
enojado. En su corazón había soberbia, arrogancia y orgullo. Estaba leproso pero no quería
“bajarse del carro”. Escuche hermano, porque esto viene de parte de Dios, y es profético,
muchas veces nos recibimos una bendición de Dios porque venimos a él con una actitud
negativa, pero su Palabra dice que al corazón quebrantado y humilde Dios no lo despreciará.
Hasta a veces nos cuesta recibir un mensaje, y decimos para nosotros mismos “..Esto le
vendría bien al hermano tal o cual..” pero cada palabra la tenemos que recibir en nuestro
corazón y decir ¡Amén Señor! Te bendigo y te alabo.

Estas son palabras de Jesús, ilustrando a Israel no solo de la fe de Naamán, (un gentil) sino
también del propósito soberano de Dios en esa lepra, para que él primeramente y luego el rey
de Siria conocieran el poder de Dios, que está mas allá de todos los prejuicios humanos.
Hermano, habrá cosas que te humillan y te quebrantan, pero cuando Dios te saque de eso, su
nombre va a ser exaltado y vas a tener una nueva revelación del poder del Señor. ¡Qué
desesperación para Naamán! Ahora el gran general estaba condicionado, ya no podía ser el
que salía a la guerra fuerte y valiente. ¡Estaba leproso! ¡Estaba humillado a pesar de ser tan
valeroso!
Hay problemas en nuestra vida que se levantan, que nos condicionan y que nos hacen pensar
que no vamos a salir de eso, que no vamos a poder servir mejor al Señor, problemas que nos
tienen por tiempo luchados y batallados, pero los ojos de Dios están sobre sus hijos, y a su
tiempo, si confías en el Señor, verás la bandera de victoria que El levantará. 
¡Qué condiciones había en Naamán! Pero ahora estaba humillado, la lepra había tocado su
cuerpo. Estimado hermano, vamos a creer que lo que hoy te condiciona mañana el Señor lo
puede limpiar. ¡Levanta tus manos! Al diablo no le gusta que lo hagas porque es una señal de
victoria, porque estás mostrando esperanza y confianza, que nuevas son sus misericordias
cada mañana, que grande es su fidelidad. Vuelvo a repetir, hay cosas que nos quebrantan, y
que casi destruyen nuestro entusiasmo, pero son permitidas por Dios. ¿Para qué? Para que
aprendamos en carne propia esta Palabra: “..Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de
Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo..”

2 Crónicas 34:27
porque se enterneció tu corazón y te humillaste delante de Dios cuando oíste sus
palabras contra este lugar y contra sus habitantes, y te humillaste delante de mí, y
rasgaste tus vestidos y lloraste delante de mí, ciertamente te he oído--declara el
SEÑOR.
34:1-33 Buen reinado de Josías en Judá. - A medida que los años de la infancia no
pueden ser útiles a nuestros semejantes, nuestra primera juventud debe ser
dedicado a Dios, para que no pierdas el poco espacio que queda de vida. Feliz y
sabios son los que buscan al Señor y prepararse para ser útiles a una edad
temprana, cuando los demás están persiguiendo los placeres pecaminosos, la
contratación de los malos hábitos, y formando conexiones ruinosas. ¿Quién puede
expresar la angustia impedido por la piedad temprana, y sus efectos benditos?
Auto-examen y vigilancia diligente nos convencerán de el engaño y la maldad de
nuestros corazones, y el pecado de nuestras vidas. Estamos aquí animamos a
humillarnos delante de Dios, y para buscar a él, como lo hizo Josías.
Dios iba a enviar su juicio tal como había prometido. Sin
embargo, Él tenía un mensaje personal para el rey Josías.
Y la profetisa dijo en los versículos 26 al 28 lo siguiente.
"Pero al rey de Judá, que os ha enviado a consultar al
Señor, le diréis así: El Señor, el Dios de Israel, ha dicho
así: Por cuanto oíste las palabras del libro y tu corazón se
conmovió, te humillaste delante de Dios al oír sus
palabras sobre este lugar y sobre sus habitantes, y te
humillaste delante de mí, rasgaste tus vestidos y lloraste
en mi presencia, yo también te he oído, dice el Señor. Yo
te recogeré con tus padres, y serás recogido en tu
sepulcro en paz, tus ojos no verán todo el mal que yo
traigo sobre este lugar y sobre los que habitan en él. Y
ellos refirieron al rey la respuesta".
Dios iba a juzgar a ese pueblo, pero no lo haría hasta que
el rey Josías ya no estuviera en el trono. Y dicen los
versículos 29 al 31:
"Entonces el rey hizo reunir a todos los ancianos de Judá
y de Jerusalén. Subió el rey a la casa del Señor, y con él
todos los hombres de Judá, y los habitantes de Jerusalén,
los sacerdotes, los levitas y todo el pueblo, desde el
mayor hasta el más pequeño; y leyó a oídos de ellos
todas las palabras del libro del pacto que había sido
hallado en la casa del Señor. Y puesto en pie el rey en su
sitio, hizo delante del Señor pacto de caminar en pos del
Señor y de guardar sus mandamientos, sus testimonios y
sus estatutos, con todo su corazón y con toda su alma,
poniendo por obra las palabras del pacto que estaban
escritas en aquel libro".
Ahora, estimado oyente, quisiéramos hablar de una
manera muy directa. Creemos que en el día de hoy
podemos tener una renovación. Pero en primer lugar la
gente tiene que regresar a la Palabra de Dios para
averiguar lo que Dios quiere que nosotros hagamos.
Luego, creemos que habrá y debe haber una entrega
total, comprometida, por parte del pueblo de Dios hacia
Dios. No podemos continuar haciendo las cosas a medias
como a veces suele ocurrir. No se puede contemporizar
con los sistemas del mundo, aceptándolos sin
contrastarlos con la Palabra de Dios, y al mismo tiempo
pretender recorrer el camino en una relación de
compañerismo con Dios. Tiene que haber una dedicación
clara, bien definida, del corazón y de la vida a Dios. Y
cuando eso ocurre, creemos que el Espíritu de Dios tiene
libertad para actuar.

Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte


cuando fuere tiempo;
1ª Pedro 5:6
Filipenses dos lleva por título: Humillación y exaltación de Cristo, y
dice: “.. Por tanto, si hay alguna consolación en Cristo, si algún
consuelo de amor, si alguna comunión del Espíritu, si algún
afecto entrañable, si alguna misericordia, completad mi gozo,
sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo
una misma cosa. Nada hagáis por contienda o vanagloria; antes
bien con humildad, estimando cada uno a los demás como
superiores a él mismo; no mirando cada uno por lo suyo propio,
sino cada cual también por lo de los otros. Haya, pues, en
vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual,
siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa
a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma
de siervo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de
cruz. Por lo cual Dios también lo exaltó hasta la sumo, y le dio un
nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de
Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la
tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo
es el Señor, para gloria de Dios Padre..”
Este es un capítulo impresionante. El apóstol Pablo está destacando el sentir que
generó el Espíritu Santo no sólo en Jesús, sino también en él mismo y en los otros
apóstoles. Como dijo Pedro: “..Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de
Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo..” (2) Así que, hay un proceso
de Dios en nuestras vidas. Ese proceso nos lleva a someternos a su voluntad.
¿Sabe que esto es difícil? Pero nos lleva a considerarnos unos a otros, por eso,
dice el apóstol: “..Sintiendo una misma cosa. Nada hagáis por contienda o por
vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como
superiores a él mismo..”
Mire, creo que si hay algo difícil para nosotros es poder estimar a otro hermano como superior
a nosotros mismos. ¡Cuesta mucho trabajo! Generalmente tenemos una tendencia a pensar
que valemos más de la cuenta, pero ¡Cuidado hermanos! Porque Dios no quiere que nos
subestimemos, pero sí anhela que nos mantengamos en El y en su proceso en nuestras
vidas, que es de humillación constante. Es un proceso de quebrantamiento hasta las últimas
consecuencias. Dios quiso quebrantarlo a Jesús (Isaías 53) y lo quebrantó, a pesar de que no
hizo maldad, a pesar de que no hubo engaño en su boca, igual Dios quiso quebrantarlo y lo
sujetó a padecimiento, pero no lo hizo en vano, porque había un propósito eterno en ese
quebrantamiento. Por eso declara el profeta: “..Verá el fruto de la aflicción de su alma, y
quedará satisfecho; por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y llevará
las iniquidades de ellos..” (3) Gracias al Señor, hay un proceso de humillación y un proceso
de exaltación.
Nosotros, por lo general anhelamos la exaltación. ¡Queremos que nos aplaudan! ¡Que nos
brinden todos los reconocimientos! Y yo quiero decirle que todo esto llega si sabemos
descender. Es como construir un edificio. Cuanto más alto es el edificio, más abajo deben
llegar sus cimientos. Los cimientos de una vida victoriosa en el Señor son los cimientos de la
humildad, sin embargo, nos cuesta entender esto, y hasta tenemos la tendencia de enojarnos
con el Señor, con la iglesia, con su palabra. ¿Por qué? Porque nos estimamos demasiado.
Pensamos: “..no merezco que me pase esto, no merezco tener esta etapa en mi
vida..” pero debes saber esto: Esas etapas de lucha y batalla son para quebrantar nuestro
ego, para que luego de ese descenso, Dios nos levante a una vida gloriosa de victoria.

Lucas 14:11
Porque todo el que se ensalce, será humillado; y el que se humille será ensalzado.
Lucas 18:14
Os digo que éste descendió a su casa justificado pero aquél no; porque todo el que
se ensalza será humillado, pero el que se humilla será ensalzado.
Santiago 4:10
Humillaos en la presencia del Señor y El os exaltará.

Conclusión
oracion

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