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Jeremías 15:19 

  Por tanto, así dijo Jehová: Si te convirtieres, yo te restauraré, y delante de mí


estarás; y si entresacares lo precioso de lo vil, serás como mi boca. Conviértanse ellos a ti, y tú no te
conviertas a ellos.

NTV Esto responde el SEÑOR: —Si regresas a mí te restauraré para que puedas continuar
sirviéndome. Si hablas palabras beneficiosas en vez de palabras despreciables, serás mi vocero. Tienes
que influir en ellos; ¡no dejes que ellos influyan en ti!

  Contexto: Jeremías cuyo nombre significa Jehová se levantará, fue llamado por Dios


siendo muy joven a ser profeta. Su padre Hilcías era sacerdote lo cual nos revela
varios conflictos:

– Al ser llamado al oficio de Profeta, Jeremías tuvo que rechazar el oficio de sacerdote
que le tocaba por descendencia lo cual lo pondría en conflicto con su padre y con el
resto de sacerdotes.

– Su ministerio profético fue específicamente dirigido a reprender al pueblo por haber


abandonado a Dios, por buscar ayuda de Egipto y dirigido también a los sacerdotes y
reyes por el mal uso de sus ministerios.

Jeremías, además del conflicto de rechazar el ministerio sacerdotal que le tocaba por
parte de su padre, se enfrentó al conflicto de tener que denunciar a los sacerdotes de
los cuales su padre formaba parte y a los reyes. Todo esto sumado a la fuerte
reprensión de Dios hacia el pueblo y el mensaje de que se dejaran llevar cautivos
para salvar sus vidas, llevó a Jeremías a sufrir grandes persecuciones,
encarcelamientos, vituperio, ser lanzado a cisternas llenas de lodo, insultos, etc.
Cada vez que Dios hablaba a Jeremías, la Palabra tan dulce se volvía amarga en su
estómago hasta el punto de desear no volver a hablar en su nombre por un lado por el
sufrimiento personal que suponía el ser perseguido y amenazado y por otro lado por
el sufrimiento que Dios advertía hacia el  pueblo que Jeremías tanto amaba.

El Cap 15 de Jeremías nos pone en contexto de una advertencia más que Dios hace
hacia su pueblo durante el  reinado de Manasés, quien es considerado como el peor
rey de Judá y cuyos pecados hicieron traer el juicio de Dios sobre su pueblo: (2 R
21:1-11, 2 R 21:16; 2 R 21:12-15; 2 R 23:26-27; 2 R 24:3-4)

El verso 10 registra lo que sería hasta aquí el Tercer lamento de Jeremías. Jeremías
cae en un desaliento por causa de su ministerio, de la persecución, de la ofensa y
decide no hablar más, desistir de su ministerio profético, y es ahí cuando Dios le
entrega su Palabra de manera personal: Si te convirtieres, yo te restauraré, y delante de mí
estarás; y si entresacares lo precioso de lo vil, serás como mi boca. Conviértanse ellos a ti, y tú no te
conviertas a ellos.

En la Palabra que Dios le da a Jeremías hay algo que Dios quiere hablarte hoy:
– Primero, Dios está pidiendo una verdadera Conversión, un Volverse a Él. Para
algunos esto significará abandonar sus pecados de una vez, nacer de nuevo, salvar
su vida de la condenación. A otros Dios les llama a convertirse con el mismo
significado que para Jeremías, un volver al primer amor, a renovar el pacto, el
compromiso que hicieron con Él, el llamado que recibieron de servirle, el ministerio.
– Segundo, Dios te dice, Yo Te Restauraré. Dios está queriendo restaurar vidas,
dones, ministerios, matrimonios, relaciones. Es tiempo de restauración, pero como
fruto de una verdadera conversión.

Vamos a analizar paso a paso las Palabras de Dios a Jeremías y discernir lo que 
Dios nos quiere hablar hoy y en este tiempo.

1. SI TE CONVIRTIERES
Como ya hemos señalado, Dios le está diciendo a Jeremías que vuelva a la esencia
de su ministerio como cuando fue llamado. Que se comprometa a ser fiel, obediente,
que no rechace la Palabra, el llamado.

La palabra usada para CONVERTIRSE es una palabra hebrea “shub” usada 1038


veces en el A.T., y significa principalmente Volverse.  Esta misma palabra se usa en
versículos como:

Pro 1:23  Volveos a mi reprensión; He aquí yo derramaré mi espíritu sobre vosotros, Y os haré saber
mis palabras.

Jer 4:1  Si te volvieres, oh Israel, dice Jehová, vuélvete a mí.

Lam 5:21  Vuélvenos, oh Jehová, a ti, y nos volveremos;  Renueva nuestros días como al principio.
Dios usa esta palabra en los 39 libros del A.T., pero donde más en Jeremías con 106
veces.

El mensaje de Dios es claro, directo, contundente y lleno de amor y compasión: SI TE


CONVIRTIERES.

Es una palabra que Dios está usando hoy para decirnos de una manera amorosa,
tierna y directa: Conviértete a mí, Vuélvete a mí. Si te volvieres, si te convirtieres, si te arrepintieras,
si cambiaras de parecer, si decidieras enderezar tu camino, si dieras un giro,   si recapacitaras; si
respondieras a mi llamado, si decides retroceder hasta el día en el que te llamé, si decides venir a mí,
  Hay personas que  necesitan tomar seriamente estas palabras, necesitan volver al
llamado que Dios les hizo y que abandonaron  por circunstancias diversas. Vuelve a
tu llamado.

Hay personas aquí que necesitan tomar esta palabra como un llamado a abandonar
sus pecados y entregar sus vidas a Dios, a Cristo el Salvador.

Hay personas que con el paso del tiempo sustituyeron su relación con Dios, su vida
de oración y tiempo de disfrutar de la Palabra por una religión vacía, sin pasión ni
devoción. Dios te está diciendo: SI TE CONVIRTIERES, SI VOLVIERAS AL PRIMER
AMOR.

Todo comienza con un reconocimiento de nuestra condición: He abandonado el


llamado, he dejado de sentir pasión por Dios, por las almas, por la Palabra. Orar se
me hace pesado. No puedo dejar de pecar.
– Si se humillare mi pueblo sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se
volvieren de sus malos caminos… (2ª Cr 7:14) esto es la voz de Dios diciéndonos: SI TE
CONVIRTIERES.

– Vuélvenos a ti oh Señor, y nos volveremos… (Lam 5:21) esto es la voz de Dios, su deseo


puesto en el profeta quien clama por una restauración. Es un clamor manifestando a
Dios: ¡¡Señor, deseamos volvernos a ti, pero nuestro pecado nos lo impide, Vuélvenos
tú, pon el querer como el hacer!! ¡¡Haz que nos volvamos a ti!!

– Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados… (Hch 3:19)  son las
palabras de Dios clamando una vez más por la gente a la que ama.

SI TE CONVIRTIERES, SI REGRESAS A MÍ (NTV) si abandonas lo que te separa de


mi, si decides dejar atrás aquello que te daña y no me glorifica, si te propones no ser
un simple oidor, si propusieras en tu corazón comenzar a dar pasos, a abandonar la
tibieza, el pecado, la comodidad. Dios te está hablando en este día.

Heb 3:7 Por eso el Espíritu Santo dice: «Cuando oigan hoy su voz, no endurezcan el corazón como lo
hicieron los israelitas

2. YO TE RESTAURARÉ
Es interesante que Dios use la misma palabra “shub” que significa convertirse o
volverse, para hablar de Restauración. Esto implica que la Conversión a Dios, el
Volverse a Dios de todo corazón, a las sendas antiguas, al primer amor, el volver a
Cristo, a su Palabra, al llamado siempre trae como consecuencia o fruto una
Restauración.

Dios quiere restaurar, sanar, transformar y por eso te dice: Yo te restauraré, si se


convirtieres a mí, si te vuelves a mí.

Cuando Dios nos pide que nos convirtamos está pensando en restauración. Cuando
Dios pide que nos volvamos a Él, piensa en Restauración, de vidas, de llamados, de
dones abandonados, de matrimonios dañados, de relaciones entre hijos y padres.

YO TE RESTAURARÉ fueron las últimas palabras de Dios a Salomón cuando le dijo:


– Si se humillare mi pueblo sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se
volvieren de sus malos caminos, entonces yo oiré desde los cielos (¿para qué?) y perdonaré sus pecados
y sanaré su tierra.(2 Cr 7:14). 
Cuando Dios nos habla es para Restauración, para bendición, pero tenemos que
responder a su llamado.

Cuando Dios hizo clamar al profeta: Vuélvenos a ti y nos volveremos…

 fue con el propósito de Restaurar porque esta oración finaliza diciendo: Y renueva
nuestros días como al principio.(Lam 5.21) O como dicen otras versiones:
Conviértenos a ti y nos convertiremos… haz que nuestra vida sea lo que antes fue; devuélvenos días
como los antaños.
  YO TE RESTAURARÉ. Fue el deseo de Dios cuando Pedro predicaba: Así que,
arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia
del Señor tiempos de refrigerio, (recuperar el aliento, revivir). Hch 3:19

  Restaurar: Poner una cosa en el estado o estimación que antes tenía.

Dios quiere restaurar vidas, llamados, ministerios, capacidades, pero es necesario


Convertirse a Él, Volverse, tomar una decisión valiente, humilde y contundente.

Los golpes de la vida, desengaños, desilusiones, abusos, relaciones rotas, el


cansancio, malos entendidos, tentaciones, caídas, etc dieron lugar a la apatía, al
abandono, a la religiosidad, a la frialdad, a la pereza, comodidad, al pecado.

Dios te dice en este día: Si te convirtieres, Yo te restauraré. Volverás a ser quien fuiste,


volverás a sentir la pasión, la ilusión, el llamado, el deseo. Todo comenzará a tomar
lugar, el fuego comenzará a ser avivado, los dones fluirán, el gozo volverá
sustituyendo la amargura. Pero si te convirtieres, si te volvieres.

Cuando nos volvemos a Dios de todo corazón, cuando determinamos cambiar cosas,
prioridades, abandonar pecados o malos hábitos, comenzar a dar pasos, cuando el
altar personal y familiar es restablecido, ¡¡Prepárate para la Restauración, para las
nuevas cosas!!

Es posible tener matrimonios bendecidos, si nos volvemos a Dios.

Es posible vivir con gozo, con una continua pasión por el Evangelio, cuando nos
volvemos a Dios.

Es posible ver como nuestros hijos se vuelven a Dios y son restaurados, cuando nos
Volvemos a Dios.

Es posible experimentar un avivamiento personal, dones que son manifestados, ver


como Dios nos usa para salvar, restaurar, sanar, transformar, cuando respondemos a
la voz de Dios: SI TE CONVIRTIERES…

YO TE RESTAURARÉ, vendrán tiempos nuevos, el rio volverá a fluir en el interior, el


fuego volverá a arder, recuperarás el contacto con Dios, la sensibilidad a su
presencia. SI TE CONVIRTIERES DE TODO CORAZÓN.

CONCLUSIÓN
Dentro de la promesa de Restauración, Dios incluye la promesa de que estarás
delante de Él o como dice la NTV: Podrás continuar sirviéndole.

 Jeremías 15:19  Por tanto, así dijo Jehová: Si te convirtieres, yo te restauraré, y delante de mí


estarás; y si entresacares lo precioso de lo vil, serás como mi boca. Conviértanse ellos a ti, y tú no te
conviertas a ellos.
NTV Esto responde el SEÑOR: —Si regresas a mí te restauraré para que puedas continuar
sirviéndome. Si hablas palabras beneficiosas en vez de palabras despreciables, serás mi vocero. Tienes
que influir en ellos; ¡no dejes que ellos influyan en ti!

Dios nos llama a cambiar, cambiar nuestra conducta, cambiar nuestras palabras,
comenzar a abandonar todo aquello que no nos edifica a nosotros ni a la Iglesia y que
por supuesto no le glorifica a Él.

Dios nos llama a dar un giro, a tomar decisiones que repercutirán en bendición,
restauración, avivamiento personal y del hogar. Es tiempo de dejar de jugar con Dios
y con nuestra salvación. Es tiempo de echar abajo la fachada religiosa, de quitarse la
máscara de cristianos y decirle humildemente a Dios: ¡¡Conviértenos a ti y nos
convertiremos!!

Nos arrepentimos de nuestros pecados, de nuestro abandono, de nuestra pereza, de


no tomar en serio la Cruz, la Salvación y el llamado recibido.
Es tiempo de comenzar a vivir diferente y disfrutar de la Restauración que Dios quiere
traer a la Iglesia, a las Familias, a las relaciones, a tu vida.

Iglesia, es tiempo de Dios para ti. Volvámonos a Dios, atendamos su voz,


obedezcámoslo y comencemos a disfrutar de Él y su presencia.
La restauración del Hijo Pródigo comenzó al reconocer su condición:

Y volviendo en sí, dijo…en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre. Lc
15:17

Continuó con una confesión: Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el
cielo y contra ti.

Y terminó en Restauración: Sacad el mejor vestido, y vestidle; y poned un anillo en su mano, y


calzado en sus pies. Y traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta; porque este mi
hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado. Y comenzaron a regocijarse.

  SI TE CONVIRTIERES, YO TE RESTAURARÉ… Dios ha dado el primer paso


mostrándonos su deseo de Restaurar, ahora nos toca a nosotros dar el siguiente,
¿Habrá alguien que decida hoy Volverse a Dios de todo corazón?

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