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TRIBUNAL FEDERAL DE JUSTICIA

ADMINISTRATIVA.

EXPEDIENTE: 1342/18-22-01-6.
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ACTOR: ANTONIO FÉLIX SARIÑANA.

MAGISTRADO PONENTE: JULIO ALBERTO


CASTAÑEDA PECH.

SECRETARIO DE ACUERDOS: CARLOS IVÁN


MARTÍNEZ HERNÁNDEZ.

Victoria de Durango, Durango, a dieciocho de agosto


de dos mil veinte. - Vistos los autos del expediente en que se
actúa para dar estricto cumplimiento a la ejecutoria dictada por
el Cuarto Tribunal Colegiado del Vigésimo Quinto Circuito dentro
del juicio de amparo directo número 311/2019, esta Sala
integrada por el Magistrado JULIO ALBERTO CASTAÑEDA
PECH, como Instructor del presente juicio, adscrito a la Tercera
Ponencia de esta Sala de conformidad con el Acuerdo
G/JGA/27/2020, emitido por la Junta de Gobierno y
Administración del Tribunal Federal de Justicia Administrativa, en
sesión de veintisiete de febrero de dos mil veinte, y en términos
del artículo 48 de la Ley Orgánica del Tribunal Federal de Justicia
Administrativa, y las Magistradas ROSA ANGÉLICA NIETO
SAMANIEGO, en su carácter de presidenta de esta Sala y
LILIANA EUGENIA TERÁN TERRONES, Primer Secretaria de
Acuerdos en suplencia por falta definitiva de Magistrado Titular de
la Primera Ponencia, de conformidad con el Acuerdo
G/JGA/26/2020, emitido en sesión de fecha veintisiete de febrero
de dos mil veinte, por la Junta de Gobierno y Administración del
Tribunal Federal de Justicia Administrativa, ante el Secretario de
Acuerdos que actúa y da fe CARLOS IVAN MARTÍNEZ
HERNÁNDEZ, con fundamento en los artículos 49 y 50 de la Ley
Federal de Procedimiento Contencioso Administrativo, en relación
con el artículo 192 de la Ley de Amparo, Reglamentaria de los
artículos 103 y 107 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, se procede en los siguientes términos y;

R E S U L T A N D O:

1°.- Mediante escrito ingresado en la Oficialía de Partes


de esta Sala Regional del Norte Centro III el quince de junio de
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dos mil dieciocho, el C. ANTONIO FÉLIX SARIÑANA, por su
propio derecho, compareció a demandar la nulidad de la
resolución contenida en el oficio número 500-23-00-06-01-2018-
05056 de veintisiete de abril de dos mil dieciocho, emitido por la
Administración Desconcentrada de Auditoría Fiscal de Durango
“1” del Servicio de Administración Tributaria, por el cual se le
determinó un crédito fiscal en cantidad de $2´011,305.86
******** (son dos
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millones once mil trescientos cinco pesos 86/100 M.N.) por
concepto de Impuesto Sobre la Renta, recargos y multas, así
como un reparto de utilidades en cantidad de $141,422.26 (son
******** ***************

******************** ********************* *************** ************** ************** *************


ciento cuarenta y un mil cuatrocientos veintidós pesos 26/100
M.N.).

2°. - A través de auto de veinte de junio de dos mil


dieciocho, se admitió a trámite la demanda de nulidad precisada
en el Resultando inmediato anterior, mientras que por acuerdo de
dos de agosto de dos mil dieciocho, se ordenó correr el
traslado respectivo a la autoridad demandada para que formulara
su contestación a la misma dentro del término de ley, lo cual ésta
realizó por oficio ingresado en la Oficialía de Partes de esta Sala
el día tres de septiembre de dos mil dieciocho, según quedó
acordado en auto de nueve de octubre de dos mil dieciocho,
mismo en el que se concedió a las partes el plazo legal para que

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formularan sus respectivos alegatos, derecho que no fue ejercido


por ninguna de las partes.

3º. - Una vez concluido dicho plazo y habiendo quedada


cerrada la instrucción del juicio por ministerio de ley, de
conformidad con el artículo 47 segundo párrafo, de la Ley Federal
de Procedimiento Contencioso Administrativo, con fecha diez de
junio de dos mil diecinueve se dictó sentencia definitiva en la
que en sus puntos resolutivos se decretó lo siguiente:

“I.- La parte actora en el presente juicio, no probó su pretensión.

II.- Se reconoce la legalidad y validez de la resolución


impugnada, misma que quedó descrita en el Resultando 1º de
este fallo, por los motivos expuestos a lo largo de esta sentencia y
con fundamento en el artículo 52 fracción I, de la Ley Federal de
Procedimiento Contencioso Administrativo.

III.- NOTIFÍQUESE a las partes.”

4º. – Inconforme con esa resolución, la parte actora


promovió juicio de amparo directo, el cual quedó radicado bajo el
número 311/2019 del índice del Cuarto Tribunal Colegiado del
Vigésimo Quinto Circuito, quien lo resolvió mediante ejecutoria de
cinco de marzo de dos mil veinte y en la que en su único punto
resolutivo estableció:

“ÚNICO. - La Justicia de la Unión ampara y protege a Antonio *********


*************************
Félix Sariñana, en contra del acto que reclama de la Sala Regional
del Norte-Centro III y Cuarta Sala Auxiliar del Tribunal Federal de
Justicia Administrativa en el Estado de Durango, consistente en la
sentencia de diez de junio de dos mil diecinueve, dictada en el
juicio contencioso administrativo 1342/18-22-01-6.”

5º.- Con motivo de lo anterior, mediante acuerdo de


diecisiete de agosto de dos mil veinte, esta Sala dejó sin
3
efectos la sentencia reclamada de diez de junio de dos mil
diecinueve, procediendo en este acto a dar cumplimiento a los
efectos señalados por el Tribunal de Alzada en la Ejecutoria de
veintiocho de febrero de dos mil veinte antes mencionada, ello
con base en los siguientes:

C O N S I D E R A N D O S:

PRIMERO. - A fin de dar debido cumplimiento a la


ejecutoria dictada por el Cuarto Tribunal Colegiado del Vigésimo
Quinto Circuito con fecha cinco de marzo de dos mil veinte, en los
autos del amparo directo 311/2019, es importante conocer los
fundamentos y motivos que dieron lugar a la concesión del
amparo solicitada por el ahí quejoso.

En ese tenor, del Considerando Octavo de la ejecutoria


que se cumplimenta se observa que el Tribunal de Alzada estimó
procedente conceder el amparo y protección de la justifica federal
al quejoso hoy actor por dos motivos, a saber:

1) Que dentro del Considerando Octavo del fallo


reclamado, esta Sala Responsable sostuvo que del arábigo 42,
fracciones II y III, del Código Fiscal de la Federación, los
visitadores no solo tienen atribuciones para requerir la
contabilidad de los contribuyentes visitados, sino también otros
datos, documentos o informes, como fue lo atinente al correo
electrónico, teléfono fijo y móvil del aquí disidente, lo cual se
dijo es contrario a derecho pues las atribuciones de la entidad
exactora al realizar una visita domiciliaria, tienen una finalidad
claramente delimitada, es decir, se circunscriben a verificar el

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cumplimiento de las disposiciones fiscales, de manera que, no se


puede pedir información diversa de la contabilidad al sujeto
pasivo, sino tiende al objeto de comprobar el acatamiento de las
leyes tributarias, aspecto que no fue debidamente observado.

En ese tenor, el Tribunal de Alzada determinó


procedente conceder la protección constitucional solicitada, para
el efecto de que en el considerando octavo del fallo reclamado, al
analizar el tercer concepto de nulidad se parta de la base de que
el arábigo 42, primer párrafo, relacionado con su fracción III, del
Código Tributario Federal, señala que las facultades que se les
confiere a los visitadores, es comprobar el cumplimiento de las
disposiciones fiscales, determinar contribuciones o créditos,
comprobar la comisión de delitos o proporcionar información (a
otras autoridades fiscales).

Hecho lo anterior, esta Sala deberá determinar, con


libertad de jurisdicción, si el requerimiento efectuado al ahí
inconforme tiende a esa finalidad o no, ello en la inteligencia de
que si llega a estimar que los visitadores carecen de competencia
material para requerir esa información, deberá prescindir de
aplicar el párrafo segundo, inciso d), del numeral 51, en relación
con sus fracciones II y III, de la Ley Federal de Procedimiento
Contencioso Administrativo, en estricto acatamiento a la
jurisprudencia 2a./J. 174/2011 (9a.), la Segunda Sala del Alto
Tribunal del país de título y subtítulo: “COMPETENCIA DE LAS
AUTORIDADES ADMINISTRATIVAS. INAPLICABILIDAD DE
LOS SUPUESTOS PREVISTOS EN EL ARTÍCULO 51,

5
SEGUNDO PÁRRAFO, INCISO D), DE LA LEY FEDERAL DE
PROCEDIMIENTO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO”.

2) Ahora bien, como segundo motivo que dio lugar a la


concesión del amparo solicitada por el ahí quejoso respecto de la
sentencia de diez de junio de dos mil diecinueve, lo fue que en
dicho fallo esta Sala Responsable estimó que si bien era cierto
como lo sostenía la parte actora en el juicio natural, que los
visitadores valoraron los documentos aportados por el accionante
(en el acta parcial de inicio, así como la última acta parcial), sin
tener facultades para ello, también lo era que esta situación
resultaba insuficiente para viciar el procedimiento, porque ellos no
determinaron el crédito fiscal, sino que fue una autoridad diversa
quien decidió en definitiva la situación tributaria del inconforme,
realizando la calificación de los hechos asentados por los
visitadores en el acta final, con el arbitrio de justipreciarlas o no
para motivar la liquidación respectiva; señalándose además en el
fallo reclamado que aun si se llegara a estimar que el actuar de
los visitadores al sólo valorar las pruebas aportadas por el
visitado, sin determinar un crédito fiscal constituyera un vicio de
procedimiento, ello no generaría per se la ilegalidad de la
resolución impugnada, en tanto, el cardinal 51, de la Ley Federal
de Procedimiento Contencioso Administrativo, es categórico al
establecer que se declarará que una resolución administrativa es
ilegal cuando se demuestren -fracción III-, vicios del
procedimiento siempre que afecten las defensas del particular y
trasciendan al sentido de la resolución impugnada.

Determinación que el Tribunal de Alzada estimó es


violatorio de los derechos fundamentales de legalidad y seguridad

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jurídica, consagrados en los ordinales 14 y 16 del Pacto Federal,


en relación con el precepto 217 de la Ley de Amparo, ya que las
irregularidades en la competencia de la autoridad administrativa,
no pueden ser objeto de aplicación del dispositivo legal 51,
segundo párrafo, inciso D), de la Ley Federal de Procedimiento
Contencioso Administrativo, en términos de la jurisprudencia
2a./J. 174/2011 (9a.), anteriormente señalada.

Así, ese H. Cuarto Tribunal Colegiado del Vigésimo


Quinto Circuito estableció que considerando que al ya haber
reconocido esta Sala que los visitadores valoraron los
documentos en las actas descritas, además de que en la
jurisprudencia 2a./J. 1/2015 (10a.), de la Segunda Sala del Magno
Tribunal de la República Mexicana, se estableció que no es
facultad de los visitadores valorar los documentos, libros o
registros, que como prueba exhiba el contribuyente para
desvirtuar irregularidades, pues solo les compete detallarlos y
hacer constar hechos u omisiones en las actas circunstanciadas,
lo procedente era conceder el amparo solicitado para el efecto de
que al abordar el sexto concepto de nulidad del escrito de
demanda, esta Sala se pronuncie sobre la aplicabilidad o no de
dicha Jurisprudencia.

Lo hasta aquí expuesto quedó debidamente delimitado


en el Considerando Noveno de la ejecutoria de cinco de marzo de
dos mil veinte, en los términos siguientes:

“NOVENO. Efectos del amparo. En tales condiciones, con


fundamento en el arábigo 77, fracción I, de la Ley de Amparo, se
impone conceder el amparo, para que la Sala responsable:

7
1. Deje sin efectos la sentencia reclamada.

2. Emita otra en la que:

a) Reitere lo razonado en los considerandos primero


(competencia), segundo (existencia del acto impugnado), séptimo
y la parte conducente del noveno en el que reconoció que los
visitadores valoraron los documentos aportados por el quejoso.

b) Conforme a los lineamientos de este fallo, al analizar el tercero


concepto de impugnación de la demanda inicial, parta de la base
de que el numeral 42, primer párrafo, relacionado con su fracción
III, del Código Tributario Federal, señala que las facultades que se
les confiere a los visitadores, es comprobar el cumplimiento de las
disposiciones fiscales, determinar contribuciones o créditos,
comprobar la comisión de delitos o proporcionar información (a
otras autoridades fiscales).

Y sobre esa línea, con libertad de jurisdicción analice si el


requerimiento efectuado al quejoso tiende a esa finalidad o no.

c) Al abordar el sexto concepto de nulidad del libelo primigenio,


estime acorde con los lineamientos de esta ejecutoria si es
aplicable o no la jurisprudencia 2a./J. 174/2011 (9a.), de la
Segunda Sala del Alto Tribunal del país, relativa a que las
irregularidades en la competencia de la autoridad administrativa,
no pueden ser objeto de aplicación del cardinal 51, segundo
párrafo, inciso d), de la Ley Federal de Procedimiento Contencioso
Administrativo.

3) Resuelva lo que en derecho corresponda.”

Conocido lo anterior, se señala que respecto del efecto


señalado en el numeral 1 anterior, esta Juzgadora ya dio cabal
cumplimiento al mismo a través del acuerdo de fecha diecisiete de
agosto de dos mil veinte, en el cual se dejó sin efectos la
sentencia reclamada de diez de junio de dos mil diecinueve, tal y
como se precisó en el Resultando 5º de esta resolución.

Así, el cumplimiento de los efectos identificados en los


numerales 2, incisos a), b) y c) y 3, de la ejecutoria anteriormente
referida se atenderán en los Considerandos siguientes.

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SEGUNDO. – En estricto cumplimiento a la ejecutoria de


cinco de marzo de dos mil veinte, dictada en los autos del juicio
de amparo 311/2019, se procede a reiterar lo señalado en el
Considerando Primero del fallo reclamado de diez de junio de
dos mil diecinueve:

“PRIMERO. - Esta Sala Regional del Norte-Centro III y Cuarta


Sala Auxiliar, es competente para resolver el presente juicio, de
conformidad con los artículos 3 fracciones II, 6, fracción III, 28,
fracciones I, II y IV, 29, 30, 31, 34, 36 fracción VIII, 40 y 41 de la
Ley Orgánica del Tribunal Federal de Justicia Administrativa;
artículos 21 fracción XXII, 22 fracción XXII, del Reglamento Interior
de este Órgano Jurisdiccional, -aplicable al presente asunto de
conformidad con lo dispuesto por el artículo quinto transitorio,
párrafo tercero, del Decreto por el que se expide la Ley General
del Sistema Nacional anticorrupción; La Ley General de
Responsabilidades Administrativas, y la Ley Orgánica del Tribunal
Federal de Justicia Administrativa, publicado en el Diario Oficial de
la Federación el 18 de julio de 2016-1; en relación con los diversos
49 y 50 de la Ley Federal de Procedimiento Contencioso
Administrativo.”

TERCERO. – En seguido cumplimiento a la ejecutoria de


cinco de marzo de dos mil veinte, dictada en los autos del juicio
de amparo 311/2019, se procede a reiterar lo señalado en el
Considerando Segundo del fallo reclamado de diez de junio de
dos mil diecinueve:

“SEGUNDO. - La existencia de la resolución impugnada se


encuentra debidamente acreditada en autos, de conformidad con
lo previsto en los artículos 15 fracción III y 46 fracción I, de la Ley
Federal de Procedimiento Contencioso Administrativo, en relación
con los diversos 129 y 202, del Código Federal de Procedimientos
Civiles de aplicación supletoria en el juicio contencioso
administrativo federal, en términos del artículo 1° de la ley citada
en primer lugar, con la exhibición que de la misma realizó la parte

1
Cabe destacar que, a la fecha del presente fallo, resultan aplicables los artículos 48 fracción XXII y 49
fracción XXII, del Reglamento Interior del Tribunal Federal de Justicia Administrativa, derivado de su
publicación en el Diario Oficial de la Federación el diecisiete de julio de dos mil veinte, ello de
conformidad con sus artículos Primero y Segundo Transitorios.
9
actora, así como con el reconocimiento expreso que en tal sentido
efectuó la autoridad demandada.”

CUARTO. – Ahora bien, esta Sala Juzgadora estima que


en el caso concreto también es procedente reiterar los motivos y
fundamentos expuestos en los Considerandos Tercero, Cuarto,
Quinto, Sexto y Décimo del fallo reclamado de diez de junio de
dos mil veinte, pues si bien es cierto que ello no se determinó
expresamente por el Tribunal de Alzada en la ejecutoria que se
cumplimenta, también lo es que las consideraciones ahí vertidas
no fueron materia de pronunciamiento en la misma ni dieron lugar
a la concesión del amparo solicitado por el ahí quejoso.

Se arriba a lo anterior, considerando el criterio contenido


en la Jurisprudencia 2a./J. 9/2016 (10a.) de la Segunda Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, la cual es consultable en
la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Libro 27,
febrero de 2016, Tomo I, de la Décima Época, página 832, cuyo
título, subtítulo y texto disponen:

“SENTENCIAS DE AMPARO. SU CUMPLIMIENTO DEBE SER


TOTAL, ATENTO A LOS PRINCIPIOS DE CONGRUENCIA Y DE
EXHAUSTIVIDAD. Acorde al nuevo sistema en materia de
cumplimiento de sentencias de amparo, establecido por el
legislador en la Ley de Amparo vigente a partir del 3 de abril de
2013, dicho cumplimiento debe ser total, sin excesos o defectos;
por tanto, tratándose del pronunciamiento de sentencias o laudos,
éstos deben contener la declaración de la autoridad en relación
con la solución integral del conflicto conforme a los principios de
congruencia y de exhaustividad, que obligan a dirimir todas las
cuestiones litigiosas, entre las que se encuentran tanto las que
son materia de ejecución de la sentencia de amparo, como las que
quedaron definidas o intocadas por la propia ejecutoria; de ahí que
la autoridad debe reiterarlas en la sentencia o laudo que
cumplimente.”

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Bajo ese tenor, a continuación se procede en los


términos ya indicados:

REITERACIÓN DEL CONSIDERANDO TERCERO DEL


FALLO RECLAMADO DE DIEZ DE JUNIO DE DOS MIL
DIECINUEVE:

“TERCERO. – Al ser la competencia de la autoridad que emite el


acto administrativo una cuestión de orden público y estudio
preferente, este Cuerpo Colegiado procede al análisis de los
conceptos de impugnación identificados como quinto y
séptimo del escrito inicial de demanda, en los cuales la parte
actora manifestó lo siguiente:

Quinto concepto de impugnación del escrito de demanda:

Que la resolución impugnada es ilegal, toda vez que la


autoridad que llevó a cabo su emisión no fundó debidamente su
competencia territorial conforme al Acuerdo de Delimitación
Territorial de las Unidades Administrativas Desconcentradas del
Servicio de Administración Tributaria, Anexo Primero, publicado en
el Diario Oficial de la Federación el 17 de noviembre de 2015, en
la parte relativa a “El Estado de Durango”, vulnerando en su
perjuicio los artículos 16 Constitucional y 38 fracción IV, del
Código Fiscal de la Federación.

Que en virtud de lo anterior, el Administrador Desconcentrado


de Auditoría Fiscal de Durango “1”, no fundó debidamente su
competencia territorial para emitir la resolución determinante
impugnada, al no advertirse así de los preceptos que citó en dicho
acto.

Bajo ese orden de ideas, sostiene la parte actora que al haber


sido omisa la autoridad demandada en fundar y motivar
debidamente su competencia territorial al emitir la resolución
impugnada, dicha resolución debe considerarse jurídicamente
inexistente, y no emitida como consecuencia de ello, por ende,
que se hubiese vulnerado en su perjuicio lo dispuesto en el
artículo 50 del Código Fiscal de la Federación, al no haberse
emitido legalmente dentro de los seis meses que dispone ese
numeral.

Séptimo concepto de impugnación del escrito de demanda:

Refiere la parte actora, que la resolución impugnada es ilegal,


toda vez que la autoridad que la emitió no fundó debidamente su
11
competencia material para fincarle el crédito fiscal controvertido, al
no haberse citado la fracción I del artículo 7 de la Ley del Servicio
de Administración Tributaria, siendo que era dicha fracción la que
facultaba al Servicio de Administración Tributaria, de la que era
parte la Administración Local de Auditoría Fiscal de Durango, para
recaudar los impuestos federales, como lo era el Impuesto Sobre
la Renta e Impuesto al Valor Agregado (sic) y sus accesorios que
se liquidaban en dicha resolución.

Señaló la parte actora que si bien en la resolución impugnada


se citaron algunos preceptos reglamentarios en donde se
facultaba a la autoridad para determinar el Impuesto Sobre la
Renta, así como sus accesorios, también lo era que en respeto al
principio de jerarquía de leyes, el reglamento no podía conceder
mayores facultades que aquéllas que provenían de la misma ley,
de ahí que si el artículo 7 de la Ley del Servicio de Administración
Tributaria, establecía la facultad de la enjuiciada de determinar los
impuestos omitidos como parte de la competencia material del
Servicio de Administración Tributaria, y este no fue citado en la
resolución impugnada, dicho acto debía declararse ilegal.

Por su parte, la autoridad demandada, al formular su contestación


a la demanda, sostiene la legalidad y validez de la resolución
impugnada, señalando que los agravios formulados por la pare
actora son infundados, en primer lugar, porque el Acuerdo al que
hacía referencia ya no se encontraba vigente a la fecha de la
emisión de la resolución impugnada, y en segundo término,
porque en dicho acto se citaron las disposiciones que le daban
competencia por razón del territorio para llevar a cabo su emisión,
entre otros, los artículos 2 primer párrafo, apartado C, y segundo,
5 tercer párrafo, y 6 primer párrafo, Apartado A, fracción IX, inciso
a), del Reglamento Interior del Servicio de Administración
Tributaria, los cuales le daban competencia para actuar en todo el
territorio nacional.

Asimismo, refirió la autoridad demandada que, contrario a lo


expuesto por la demandante, en la especie se citaron
expresamente los numerales que constituían el fundamento y
motivo para la emisión de la resolución impugnada, sin que
resultara necesaria por tanto la cita de la fracción I del artículo 7
de la Ley del Servicio de Administración Tributaria, pues no podía
exigírsele mayor abundancia que la expresión de lo estrictamente
necesario para que se comprendiera el argumento.

Una vez analizados los argumentos expuestos por las partes, a


juicio de este Órgano Resolutor los conceptos de impugnación
formulados por la parte actora devienen infundados.

Ello es así, pues la pretensión de la parte consiste en demostrar


que la autoridad que emitió los oficios anteriormente mencionados
fue omisa en fundar debidamente su competencia por razón del
territorio, al no haber citado en ellos sendos preceptos del

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Acuerdo de Delimitación Territorial de las Unidades


Administrativas Desconcentradas del Servicio de
Administración Tributaria, publicado en el Diario Oficial de la
Federación el día 17 de noviembre de 2015.

Sin embargo, tal y como refiere la autoridad demandada en el


presente juicio, dicho Acuerdo fue abrogado mediante Decreto
publicado en el Diario Oficial de la Federación el día 17 de octubre
de 2017, mismo entró en vigor a partir del día siguiente, esto es,
del 18 de octubre de esa misma anualidad, según su único artículo
Transitorio.

Lo anterior, tal y como se observa de la transcripción que de dicho


Acuerdo se realiza a continuación:

ACUERDO POR EL QUE SE ABROGA EL ACUERDO DE


DELIMITACIÓN TERRITORIAL DE LAS UNIDADES
ADMINISTRATIVAS DESCONCENTRADAS DEL SERVICIO DE
ADMINISTRACIÓN TRIBUTARIA Y SU ANEXO (DOF 17 DE
OCTUBRE DE 2017)

“Al margen un sello con el Escudo Nacional, que dice: Estados


Unidos Mexicanos.- Secretaría de Hacienda y Crédito Público.-
Servicio de Administración Tributaria.

OSVALDO ANTONIO SANTÍN QUIROZ, Jefe del Servicio de


Administración Tributaria, con fundamento en lo dispuesto por los
artículos 16 y 17 de la Ley Orgánica de la Administración Pública
Federal; 2 y 7, fracción XVIII, 8, fracción II, 14, fracciones I, II y IX
de la Ley del Servicio de Administración Tributaria; 1, 5, penúltimo
párrafo, 8, primer párrafo y fracción XVII, y 10 del Reglamento
Interior del Servicio de Administración Tributaria, publicado en el
Diario Oficial de la Federación el 24 de agosto de 2015, y

CONSIDERANDO

Que a raíz de la eliminación y adición de diversas atribuciones


conferidas a las unidades administrativas del Servicio de
Administración Tributaria a través del Reglamento Interior de este
órgano Administrativo desconcentrado, vigente a partir del 24 de
agosto del 2015; se concedió a las unidades administrativas
desconcentradas la facultad de ejercer sus atribuciones en todo el
territorio nacional, en consecuencia fue publicado en el Diario
Oficial de la Federación el 17 de noviembre de 2015 el "Acuerdo de
Delimitación Territorial de las unidades administrativas
desconcentradas del Servicio de Administración Tributaria y su
Anexo", cuyo objetivo era facilitar la operatividad de las mismas,
ante esto y en virtud de que el mismo cumplió su fin, aunado al
hecho de que actualmente resulta innecesario para la operación de
las administraciones desconcentradas de este Órgano

13
Administrativo Desconcentrado, se hace necesaria su abrogación;
motivo por el cual he tenido a bien expedir el siguiente:

"ACUERDO POR EL QUE SE ABROGA EL ACUERDO DE


DELIMITACIÓN TERRITORIAL DE LAS UNIDADES
ADMINISTRATIVAS DESCONCENTRADAS DEL SERVICIO DE
ADMINISTRACIÓN TRIBUTARIA Y SU ANEXO

Único. - Se abroga el Acuerdo de Delimitación Territorial de las


unidades administrativas desconcentradas del Servicio de
Administración Tributaria y su Anexo, publicado en el Diario
Oficial de la Federación el 17 de noviembre de 2015."

TRANSITORIO

Único. - El presente Acuerdo entrará en vigor al día siguiente


de su publicación en el Diario Oficial de la Federación.”

(Énfasis añadido)

Lo que provoca que el argumento expuesto por la enjuiciante


resulte inocuo e inoperante, y por ende infundado, para demostrar
la ilegalidad de la resolución impugnada en este juicio.

Máxime, que la autoridad demandada sí fundamentó debidamente


su competencia por razón de territorio al emitir la resolución
impugnada, pues para ello citó en dicho acto los artículos 2 primer
párrafo, apartado C, y segundo, 5 tercer párrafo, y 6 primer
párrafo, Apartado A, fracción IX, inciso a), del Reglamento Interior
del Servicio de Administración Tributaria, los cuales le otorgan
competencia para actuar en todo el territorio nacional, tal y
como se desprende de la transcripción que de tales preceptos se
realiza a continuación:

“Artículo 2.- El Servicio de Administración Tributaria, para el


despacho de los asuntos de su competencia, contará con las
unidades administrativas siguientes:

(. . .)

C. Unidades Administrativas Desconcentradas, y

(. . .)

Las administraciones generales estarán integradas por sus


titulares y por administradores centrales, coordinadores,
administradores, administradores desconcentrados,
administradores de las aduanas, subadministradores, jefes de
departamento, enlaces, supervisores, auditores, ayudantes de
auditor, inspectores, abogados tributarios, ejecutores,
notificadores, visitadores, verificadores, oficiales de comercio
exterior, personal al servicio de la Unidad de Apoyo para la
Inspección Fiscal y Aduanera y demás servidores públicos que
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ACTOR: ANTONIO
********************FÉLIX SARIÑANA.
**************** ******************************

señala este Reglamento, así como por el personal que se requiera


para satisfacer las necesidades del servicio.

(. . .)”

“Artículo 5.- Las administraciones generales y las


administraciones centrales, así como las coordinaciones, las
administraciones y las subadministraciones adscritas a éstas,
tendrán su sede en la Ciudad de México y ejercerán sus
atribuciones en todo el territorio nacional.

(. . .)

Las unidades desconcentradas a que se refiere el apartado C


del artículo 2 del presente Reglamento tendrán la sede que se
establece en el artículo 6 de este ordenamiento y ejercerán
sus atribuciones en todo el territorio nacional.

(. . .)”

“Artículo 6.- El nombre y sede de las unidades administrativas


desconcentradas del Servicio de Administración Tributaria será el
siguiente:

A. Administraciones Desconcentradas de Servicios al


Contribuyente, de Auditoría Fiscal, Jurídicas y de Recaudación:

(. . .)

IX. Con sede en Durango:

a) Durango “1”;

(. . .)”

Por otro lado, es de establecerse que tampoco le asiste la razón


a la parte actora en cuanto a que la resolución impugnada es
ilegal, toda vez que la autoridad que la emitió no fundó
debidamente su competencia material para fincarle el crédito fiscal
controvertido, al no haberse citado la fracción I del artículo 7 de la
Ley del Servicio de Administración Tributaria, que según lo
considera , es dicha fracción la que facultaba al Servicio de
Administración Tributaria, de la que era parte la Administración
Local de Auditoría Fiscal de Durango, para recaudar los impuestos
federales, como lo era el Impuesto Sobre la Renta e Impuesto al
Valor Agregado y sus accesorios.

Se dice lo anterior, pues si bien es cierto que la demandada no


citó el artículo 7 fracción I, de la Ley del Servicio de Administración
Tributaria, el cual establece que el Servicio de Administración
Tributaria tiene entre sus atribuciones la de recaudar los

15
impuestos, contribuciones de mejoras, derechos, productos,
aprovechamientos federales y sus accesorios de acuerdo a la
legislación aplicable; lo cierto es también que dicho precepto
no establece la competencia por razón de materia de la
autoridad demandada para emitir resoluciones como la hoy
impugnada, sino que ésta se encuentra contenida en el
artículo 22 fracción XII y XXXVI, en relación con el diverso 24
fracción I, inciso a), ambos del Reglamento Interior del
Servicio de Administración Tributaria, los cuales disponen
literalmente lo siguiente:

“Artículo 22.- Compete a la Administración General de


Auditoría Fiscal Federal:

(. . .)

XII. Determinar los impuestos y sus accesorios de carácter


federal que resulten a cargo de los contribuyentes,
responsables solidarios y demás obligados, así como los
derechos, contribuciones de mejoras, aprovechamientos y
sus accesorios que deriven del ejercicio de las atribuciones a
que se refiere este artículo;

(. . .)

XXXVI. Estudiar, requerir a los promoventes y resolver las


objeciones que se formulen respecto a la participación de los
trabajadores en las utilidades de las empresas y dictar las
resoluciones que procedan en esta materia, así como cuando se
desprendan del ejercicio de las facultades de comprobación
de las autoridades fiscales;

(. . .)”

En efecto, en términos del artículo 22 fracciones XII y XXXVI, del


Reglamento Interior del Servicio de Administración Tributaria, es
competencia de la Administración General de Auditoría Fiscal
Federal determinar los impuestos y sus accesorios de
carácter federal que resulten a cargo de los contribuyentes,
responsables solidarios y demás obligados, así como los
derechos, contribuciones de mejoras, aprovechamientos y sus
accesorios que deriven del ejercicio de las atribuciones a que se
refiere este artículo; así como dictar las resoluciones que
procedan respecto de la participación de los trabajadores en
las utilidades de las empresas, incluidas aquéllas que se
desprendan del ejercicio de las facultades de comprobación
de las autoridades fiscales; atribución que puede ser ejercida
por la autoridad demandada en de conformidad con lo
dispuesto por el artículo 24 fracción I, inciso a), de la
disposición reglamentaria en comento.

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ADMINISTRATIVA.

EXPEDIENTE: 1342/18-22-01-6.
********************** ************************** ********************
ACTOR: ANTONIO FÉLIX SARIÑANA.

Sin que lo anterior implique que el Reglamento Interior del Servicio


de Administración Tributaria vaya más allá de lo establecido en la
propia Ley del Servicio de Administración Tributaria, pues no debe
desconocerse que la disposición reglamentaria en comento tiene
su origen en la facultad reglamentaria del Poder Ejecutivo Federal
contenida en el artículo 89 fracción I, de la Constitución Federal, la
cual se refiere a la posibilidad de que dicho poder provea en la
esfera administrativa a la exacta observancia de las leyes, como
en el caso lo es la Ley del Servicio de Administración Tributaria.

Sirve de apoyo a lo anterior, la tesis de Jurisprudencia P./J.


79/2009, emitida por el Tribunal Pleno de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, consultable en el Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta de la Novena Época, Tomo XXX, Agosto
de 2009, página 1067, que dispone:

“FACULTAD REGLAMENTARIA DEL PODER EJECUTIVO


FEDERAL. SUS PRINCIPIOS Y LIMITACIONES. La Suprema
Corte ha sostenido reiteradamente que el artículo 89, fracción I, de
la Constitución Federal establece la facultad reglamentaria del
Poder Ejecutivo Federal, la que se refiere a la posibilidad de que
dicho poder provea en la esfera administrativa a la exacta
observancia de las leyes; es decir, el Poder Ejecutivo Federal está
autorizado para expedir las previsiones reglamentarias necesarias
para la ejecución de las leyes emanadas por el órgano legislativo.
Estas disposiciones reglamentarias, aunque desde el punto de
vista material son similares a los actos legislativos expedidos por
el Congreso de la Unión en cuanto que son generales, abstractas
e impersonales y de observancia obligatoria, se distinguen de las
mismas básicamente por dos razones: la primera, porque
provienen de un órgano distinto e independiente del Poder
Legislativo, como es el Poder Ejecutivo; la segunda, porque son,
por definición constitucional, normas subordinadas a las
disposiciones legales que reglamentan y no son leyes, sino actos
administrativos generales cuyos alcances se encuentran acotados
por la misma Ley. Asimismo, se ha señalado que la facultad
reglamentaria del Presidente de la República se encuentra
sujeta a un principio fundamental: el principio de legalidad,
del cual derivan, según los precedentes, dos principios
subordinados: el de reserva de ley y el de subordinación
jerárquica a la misma. El primero de ellos evita que el
reglamento aborde novedosamente materias reservadas en
forma exclusiva a las leyes emanadas del Congreso de la
Unión o, dicho de otro modo, prohíbe a la ley la delegación
del contenido de la materia que tiene por mandato
constitucional regular. El segundo principio consiste en la
exigencia de que el reglamento esté precedido de una ley,
cuyas disposiciones desarrolle, complemente o detalle y en
los que encuentre su justificación y medida. Así, la facultad
reglamentaria del Poder Ejecutivo Federal tiene como
principal objeto un mejor proveer en la esfera administrativa,

17
pero siempre con base en las leyes reglamentadas. Por ende,
en el orden federal el Congreso de la Unión tiene facultades
legislativas, abstractas, amplias, impersonales e irrestrictas
consignadas en la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos para expedir leyes en las diversas materias que ésta
consigna; por tanto, en tales materias es dicho órgano legislativo
el que debe materialmente realizar la normatividad
correspondiente, y aunque no puede desconocerse la facultad
normativa del Presidente de la República, dado que esta
atribución del titular del Ejecutivo se encuentra también
expresamente reconocida en la Constitución, dicha facultad del
Ejecutivo se encuentra limitada a los ordenamientos legales que
desarrolla o pormenoriza y que son emitidos por el órgano
legislativo en cita.”

(Énfasis añadido)

En ese mismo sentido, resulta aplicable en la especie la


Jurisprudencia 2a./J. 68/97 de la Segunda Sala de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, consultable en el Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, de la Novena Época,
Tomo VII, Enero de 1998, página 390, cuyo rubro y textos son los
siguientes:

“REGLAMENTOS. LA FACULTAD DE EXPEDIRLOS INCLUYE


LA DE CREAR AUTORIDADES Y DETERMINAR SU
COMPETENCIA. El presidente de la República tiene la facultad
reglamentaria que le otorga el artículo 89, fracción I, de la
Constitución, facultad que incluye la de crear autoridades que
ejerzan las atribuciones asignadas por la ley de la materia a
determinado organismo de la administración pública; igualmente,
se encuentra dentro de dicha facultad determinar las
dependencias u órganos internos especializados a través de los
cuales se deben ejercer las facultades concedidas por la ley a un
organismo público, pues ello significa proveer a la exacta
observancia de la ley reglamentada. Además, al tratarse de un
organismo que forma parte de la administración pública, aun
cuando sea un órgano descentralizado, es precisamente el
presidente de la República, el titular de esa administración, quien
constitucionalmente está facultado para determinar los órganos
internos que ejercerán las facultades otorgadas por la ley, a efecto
de hacer posible el cumplimiento de ésta.”

Sobre esa base, los argumentos expuestos por la parte actora, en


los cuales controvirtió al competencia material de la autoridad
demandada para emitir el oficio determinante hoy impugnado
también devienen infundados, pues como ya se evidenció, dicha
competencia se encuentra establecida en el artículo 22 fracción
XII y XXXVI, en relación con el diverso 24 fracción I, inciso a),
ambos del Reglamento Interior del Servicio de Administración
Tributaria, los cuales se citaron en la liquidación hoy impugnada.

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EXPEDIENTE: 1342/18-22-01-6.

ACTOR: ANTONIO FÉLIX SARIÑANA.


******************************* **************** **************************

Resulta orientadora a la determinación anterior, la tesis


XXI.2o.P.A. J/42, emitida por el Segundo Tribunal Colegiado en
Materias Penal y Administrativa del Vigésimo Primer Circuito,
consultable en el Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta, de la Novena Época, Tomo XXXI, Junio de 2010, página
860, que dispone:

“SERVICIO DE ADMINISTRACIÓN TRIBUTARIA. PARA


CONSIDERAR DEBIDAMENTE FUNDADA LA COMPETENCIA
DE LA AUTORIDAD ADMINISTRATIVA, BASTA LA CITA DEL
ARTÍCULO 22 DEL REGLAMENTO INTERIOR DE DICHO
ORGANISMO Y DE LA FRACCIÓN CORRESPONDIENTE, SIN
EXIGIR LA DE SU PRIMER PÁRRAFO. El artículo 22 del
Reglamento Interior del Servicio de Administración Tributaria,
publicado en el Diario Oficial de la Federación el 22 de octubre de
2007, con una adecuada técnica legislativa se subdivide, para su
mejor comprensión, en párrafos y fracciones, lo que hace más
fáciles su lectura y manejo, así como la ubicación de los
supuestos o hipótesis en él contemplados; por ende, para
considerar debidamente fundada la competencia de la autoridad
administrativa, basta la cita del señalado precepto y de la fracción
correspondiente, sin exigir la de su primer párrafo, pues lógica e
implícitamente se refiere a éste por ser el que precede y/o
encabeza a las fracciones que lo conforman.”

De igual forma, resulta orientador a la determinación anterior el


criterio contenido en el precedente VII-P-1aS-541, sustentado por
la Primera Sección de la Sala Superior de este Tribunal,
consultable en la Revista que edita dicho Órgano Jurisdiccional,
de la Séptima Época, año III, número 22, de mayo de 2013,
página 159, que señala:

“AUTORIDADES FISCALES, FACULTADES DE LAS.- De


conformidad con el artículo 7 fracción XVIII, de la Ley del Servicio
de Administración Tributaria, el órgano desconcentrado al que
regula, tendrá entre sus facultades las contempladas en el
Reglamento Interior del Servicio de Administración Tributaria y
demás disposiciones jurídicas aplicables, a fin de llevar a cabo las
obligaciones y potestades previstas por la ley respectiva. Por
tanto, al ser la Ley del Servicio de Administración Tributaria la que
contempla una coordinación entre esta y su Reglamento, es
inconcuso que las autoridades fiscales contempladas en dicho
Reglamento Interno, se encuentran reconocidas como tales por la
Ley del Servicio de Administración Tributaria, y por ende revisten
todas y cada una de las facultades otorgadas al propio órgano
desconcentrado que regulan.”

Ahora bien, no se soslaya por este Cuerpo colegiado que la parte


actora, en los agravios en estudio, manifestó que si la autoridad
demandada fue omisa en fundar y motivar debidamente su
competencia territorial al emitir la resolución impugnada, dicha

19
resolución debía considerarse jurídicamente inexistente, debiendo
tenerse como no emitida, y por ende, que se hubiese vulnerado en
su perjuicio lo dispuesto en el artículo 50 del Código Fiscal de la
Federación, al no haberse emitido legalmente dentro de los seis
meses que dispone dicho numeral.

No obstante, dicha manifestación deviene del todo inoperante,


pues como ya quedó evidenciado con anterioridad la autoridad
emisora de la resolución determinante hoy impugnada sí fundó
debidamente su competencia al llevar a cabo su emisión.

Robustece la determinación anterior, la Jurisprudencia


XVII.1o.C.T. J/5 (10a.), emitida por el Primer Tribunal Colegiado
en Materias Civil y de Trabajo del Décimo Séptimo Circuito,
consultable en la Gaceta del Semanario Judicial de la
Federación, de la Décima Época, Libro 14, Enero de 2015, Tomo
II, página 1605, que dispone lo siguiente:

“CONCEPTOS DE VIOLACIÓN INOPERANTES. LO SON


AQUELLOS QUE TIENEN COMO SUSTENTO UN POSTULADO
NO VERÍDICO [APLICACIÓN ANALÓGICA DE LA
JURISPRUDENCIA 2a./J. 108/2012 (10a.)]. La Segunda Sala de
la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la jurisprudencia en
cita, determinó que los agravios cuya construcción parte de
premisas falsas son inoperantes, ya que a ningún fin práctico
conduciría su estudio pues, al partir de una suposición no
verdadera, su conclusión es ineficaz para obtener la revocación de
la sentencia recurrida; principio que aplica a los conceptos de
violación cuyo sustento es un postulado que resultó no verídico;
de ahí que sea ocioso su análisis y, por ende, merecen el
calificativo de inoperantes.”

Máxime, que del análisis realizado a los autos que integran el


presente juicio, se desprende que, contrario a lo manifestado por
la parte actora, la resolución impugnada fue emitida y notificada a
la hoy parte actora, dentro del plazo previsto por el primer párrafo
del numeral 50 del Código Fiscal de la Federación, que dispone lo
siguiente:

“Artículo 50.- Las autoridades fiscales que al practicar visitas a


los contribuyentes o al ejercer las facultades de comprobación a
que se refiere el artículo 48 de este Código, conozcan de hechos u
omisiones que entrañen incumplimiento de las disposiciones
fiscales, determinarán las contribuciones omitidas mediante
resolución que se notificará personalmente al contribuyente o por
medio del buzón tributario, dentro de un plazo máximo de seis
meses contado a partir de la fecha en que se levante el acta
final de la visita o, tratándose de la revisión de la contabilidad
de los contribuyentes que se efectúe en las oficinas de las
autoridades fiscales, a partir de la fecha en que concluyan los
plazos a que se refieren las fracciones VI y VII del artículo 48
de este Código.

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ACTOR: ANTONIO FÉLIX SARIÑANA.


******************************** ********************** ***************

(. . .)”

Lo que redunda en lo infundado e ineficaz de los argumentos


expuestos por la parte actora en los conceptos de impugnación
que se analizan.

Mismo criterio se adoptó por los integrantes de esta Sala al


resolver los juicios de nulidad números 5514/16-22-01-6 y
4774/16-22-01-6, lo cual se cita como un hecho notorio idóneo
para efectos del presente fallo, en términos del artículo 50 de
la Ley Federal de Procedimiento Contencioso Administrativo.

REITERACIÓN DEL CONSIDERANDO CUARTO DEL


FALLO RECLAMADO DE DIEZ DE JUNIO DE DOS MIL
DIECINUEVE:

“CUARTO. - Este Cuerpo Colegiado procede al análisis y


resolución de los agravios formulados por la parte actora en su
noveno concepto de impugnación del escrito de demanda, en
el que esencialmente manifestó que la resolución impugnada era
ilegal, toda vez que encontraba sustento en una orden de visita
domiciliaria en la que no se señaló de forma precisa que dentro
del objeto de fiscalización se encontraba materia alguna
relacionada con la participación de los trabajadores en las
utilidades de la empresa, esto es, que la autoridad excedió el
objeto precisado en la referida orden.

En relación con lo anterior, la autoridad demandada sostuvo que


los argumentos formulados por la actora son infundados, ya que la
fiscalizadora no tenía la obligación de fundar precepto alguno en el
la orden de visita controvertida que la facultara para verificar para
determinar un reparto de utilidades, pues dicha figura constituía un
acto incierto que podía o no actualizarse, siendo que de ser el
caso derivaría de las facultades de comprobación establecidas en
el artículo 42 del Código Fiscal de la Federación.

Expuestos que han sido los argumentos de las partes, a juicio de


esta Sala el concepto de impugnación propuesto por la parte
actora resulta infundado, toda vez que contrario a lo que adujo, la
autoridad demandada no se encontraba obligada a fundar en la
orden que emitió para efectos de la visita domiciliaria que le fue
incoada, su competencia para, de ser el caso, determinar o
modificar la participación de los trabajadores en las utilidades
de las empresas.

Ello es así, pues el objeto de las órdenes como la antes


mencionada, lo es el verificar el debido cumplimiento de los
contribuyentes, responsables solidaros o terceros con ellos
21
relacionados, de las disposiciones fiscales a las cuales se
encuentran afectos, por lo que la autoridad que efectúe su
emisión únicamente se encuentra compelida a fundar su
competencia para desplegar las facultades de comprobación
que para tal efecto prevé la legislación tributaria, sin que ello
implique que una vez que se concluyan dichas facultades de
comprobación, como lo es la prevista en el artículo 42 fracción III
del Código Fiscal de la Federación, consistente en la visita
domiciliaria, la autoridad demandada se encuentre imposibilitada
para determinar, de ser el caso, el correcto reparto de la
participación de los trabajadores en las utilidades de las
empresas.

En efecto, la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la


Nación al resolver la contradicción de tesis 318/2010, estableció
que al resolver el amparo directo en revisión 2056/2009 en sesión
de 9 de diciembre de 2009, se determinó que la intervención de la
Secretaría de Hacienda y Crédito Público en la repartición de las
utilidades obedece a que conoce cuál fue la renta gravable que
consideró el empleador al pagar el impuesto sobre la renta anual y
puede revisar su cálculo, pues posee los datos suficientes para
verificar si ese aspecto, que trasciende tanto al ámbito fiscal
como al derecho de los trabajadores estuvo correctamente
determinado, e incluso, puede comprobar que el porcentaje
aplicado haya sido el fijado por la comisión nacional y, en general,
cualquier otro aspecto que pudiera incidir en la debida
participación de los trabajadores en las utilidades del patrón-
contribuyente.

De ahí que a través de las facultades de comprobación que se


establecen en el artículo 42 del Código Fiscal, puede verificarse el
derecho de los trabajadores en la participación de las utilidades
multireferidas, lo cual tiene repercusiones tanto en el ámbito
laboral como en la materia fiscal, porque si la utilidad fiscal
estuvo mal calculada se le determinará un crédito fiscal al
contribuyente y a la par se ordenará el reparto adicional de
ese beneficio constitucional.

De ahí lo infundado de las manifestaciones expuestas por la


parte actora en el concepto de impugnación en análisis.

Lo hasta aquí resuelto encuentra fundamento en la Jurisprudencia


y tesis que a continuación se transcriben:

Época: Novena Época


Registro: 162779
Instancia: Segunda Sala
Tipo de Tesis: Jurisprudencia
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo XXXIII, Febrero de 2011
Materia(s): Administrativa, Laboral
Tesis: 2a./J. 4/2011
Página: 774
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ACTOR: *****************************
ANTONIO FÉLIX *******************
SARIÑANA.***********

“PARTICIPACIÓN DE LOS TRABAJADORES EN LAS


UTILIDADES DE LAS EMPRESAS. LA RESOLUCIÓN QUE
DETERMINA VARIACIÓN EN LA RENTA GRAVABLE Y POR
TANTO UNA VARIACIÓN EN EL REPARTO DE UTILIDADES
PRODUCE CONSECUENCIAS TANTO FISCALES COMO
LABORALES. La resolución en la que se determina el cálculo de
la renta gravable del patrón-contribuyente, así como el reparto de
las utilidades trasciende tanto al ámbito fiscal como al derecho de
los trabajadores, pues es a través de las facultades de revisión
fiscal que la autoridad tributaria verifica el cumplimiento de las
obligaciones fiscales del contribuyente, pudiendo, en su caso,
variar la renta gravable y, por tanto, el derecho de sus
trabajadores al reparto de utilidades. De lo anterior se sigue que si
la utilidad fiscal se calculó mal se determinará un crédito fiscal al
contribuyente patrón, y a la par se ordenará el reparto adicional de
ese beneficio constitucional. Esto es, la autoridad tributaria actúa
al mismo tiempo como autoridad laboral y fiscal cuando constata
que el reparto sea correcto, en virtud de que el ejercicio de las
facultades de comprobación fiscal fue diseñado para inspeccionar
que los particulares cumplan con sus obligaciones fiscales, y en
atención al marco constitucional y legal que rige a la participación
de los trabajadores en las utilidades de las empresas, no sólo es
congruente con él, sino que es idóneo el procedimiento de revisión
fiscal para realizar esa atribución con efectos fiscales y laborales.”

Época: Novena Época


Registro: 165497
Instancia: Segunda Sala
Tipo de Tesis: Aislada
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo XXXI, Enero de 2010
Materia(s): Laboral
Tesis: 2a. II/2010
Página: 326

“PARTICIPACIÓN DE LOS TRABAJADORES EN LAS


UTILIDADES DE LAS EMPRESAS. LA SECRETARÍA DE
HACIENDA Y CRÉDITO PÚBLICO, EN SU CALIDAD DE
ÓRGANO REVISOR, PUEDE AVERIGUAR TODO TIPO DE
IRREGULARIDADES EN SU CÁLCULO. Del artículo 123,
apartado A, fracción IX, inciso e), de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, se advierte que la Secretaría de
Hacienda y Crédito Público interviene en el reparto a los
trabajadores de las utilidades de la empresa porque conoce la
renta gravable considerada por el patrón para efectos del pago del
impuesto sobre la renta anual, por lo que posee los datos
indispensables para verificar, en los ámbitos laboral y fiscal, si fue
correctamente determinada dicha renta e, incluso, puede
comprobar oficiosamente que el porcentaje aplicado por la
empresa haya sido el fijado por la Comisión Nacional para la

23
Participación de los Trabajadores en las Utilidades de las
Empresas y, en general, cualquier otro aspecto que haya afectado
a la debida participación. Lo anterior es así, porque si la Secretaría
se limitara a responder las objeciones formuladas por los
trabajadores o a revisar el cálculo de la renta gravable declarada
por el empleador, en términos de los artículos 122 y 985 de la Ley
Federal del Trabajo, no se tutelaría adecuadamente ese derecho
constitucional, antes bien, podría disminuirse indebidamente, ya
que basta que el patrón, por descuido o desconocimiento, aplique
en el reparto de utilidades un porcentaje menor al fijado por la
Comisión Nacional o que en la utilidad fiscal se introduzcan
elementos ajenos, para afectar a los trabajadores, lo cual debe
verificarse y corregirse. Luego, la Secretaría de Hacienda y
Crédito Público puede averiguar irregularidades en el cálculo de la
renta gravable, por inexactitudes en los ingresos gravables o en
las deducciones efectuadas; en la aplicación del porcentaje fijado
por la Comisión Nacional o al introducirse en la mecánica un factor
que no puede tomarse en cuenta para determinar el monto final de
la utilidad que será distribuida a los trabajadores.”

Época: Novena Época


Registro: 204828
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Tipo de Tesis: Aislada
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo II, Julio de 1995
Materia(s): Administrativa
Tesis: VI.2o.7 A
Página: 269

“REPARTO DE UTILIDADES. AUNQUE LOS TRABAJADORES


O SU REPRESENTANTE LEGAL NO REALICEN OBJECIONES
A LA DECLARACION ANUAL DE LA EMPRESA, ES UNA
FACULTAD POTESTATIVA DE LA AUTORIDAD FISCAL. El
artículo 121 de la Ley Federal del Trabajo, que se refiere al
derecho de los trabajadores de formular objeciones a la
declaración anual del impuesto sobre la renta, que presenta el
patrón ante la Secretaría de Hacienda (para los efectos del reparto
de utilidades); ya que en la fracción II de dicho numeral establece
el término "podrá" siendo una facultad potestativa para los
trabajadores hacer sus observaciones, pero ello no implica que
aunque en el supuesto que los trabajadores o su representante
legal omitan realizarlas, la autoridad en uso de sus facultades
pueda ejercer sus atribuciones de comprobación fiscal a fin de
cerciorarse de que los contribuyentes han cumplido con las
disposiciones fiscales a su cargo.”

Mismo criterio se adoptó por los integrantes de esta Sala al


resolver los juicios de nulidad números 5514/16-22-01-6 y
4774/16-22-01-6, lo cual se cita como un hecho notorio idóneo
para efectos del presente fallo, en términos del artículo 50 de
la Ley Federal de Procedimiento Contencioso Administrativo.

24
TRIBUNAL FEDERAL DE JUSTICIA
ADMINISTRATIVA.

EXPEDIENTE: 1342/18-22-01-6.

ACTOR: ANTONIO FÉLIX ******************


*************************** SARIÑANA. ******************

REITERACIÓN DEL CONSIDERANDO QUINTO DEL


FALLO RECLAMADO DE DIEZ DE JUNIO DE DOS MIL
DIECINUEVE:

“QUINTO. - Refirió la parte actora en su primer concepto de


impugnación del escrito de demanda que la resolución
impugnada es ilegal, toda vez que la última acta parcial de visita
domiciliaria que le antecede fue levantada por un funcionario
público que carecía de competencia para tal efecto, pues refiere
que en la orden de visita domiciliaria la autoridad demandada fue
omisa en citar los artículos 24 párrafo primero, fracción I, inciso a),
en correlación con el diverso 22 fracción III, ambos del
Reglamento Interior del Servicio de Administración Tributaria, los
cuales precisamente facultaban el levantamiento de esa
última acta parcial.

La autoridad demandada por su parte refiere que es infundado el


concepto de impugnación propuesto por la parte actora, pues a
través de la orden de visita no se desplegó específicamente la
facultad para dar a conocer los hechos y omisiones conocidos con
motivo de dichas facultades de comprobación, de ahí que
resultara suficiente con la cita del artículo 42 fracción III, del
Código Fiscal de la Federación, para estimar que dicho acto es
legal.

Los suscritos Magistrados consideran que el argumento formulado


por la parte actora deviene infundado por inoperante, pues
contrario a lo que ahí manifiesta la autoridad demandada no se
encontraba obligada a citar en la orden de visita domiciliaria la
facultad para llevar a cabo el levantamiento de la última acta
parcial de visita domiciliaria, y en su momento, darle a conocer los
hechos y motivos que se conocieran durante la fiscalización de la
cual sería objeto, pues lo cierto es que en dicho acto solo
estaba obligado a fundar su competencia para desplegar la
facultad ejercida a través del mismo, esto es, para ordenar la
práctica de una visita domiciliaria, lo cual si aconteció en la
especie, pues para ello la autoridad sustentó su actuar en los
artículos 24 párrafo primero, inciso a), en relación con el diverso
22, párrafos primero, fracción XXIII y último, numeral 8, del
Reglamento Interior del Servicio de Administración Tributaria, los
cuales disponen lo siguiente:

“Artículo 24.- Compete a las administraciones desconcentradas y


a las subadministraciones desconcentradas de auditoría fiscal,
ejercer las atribuciones que a continuación se señalan:

25
I. A las administraciones desconcentradas de auditoría fiscal,
conforme a lo siguiente:

a) Las señaladas en las fracciones I, II, III, IV, V, VI, VII, VIII, IX,
X, XI, XII, XIII, XIV, XVI, XVII, XVIII, XX, XXI, XXII, XXIII, XXIV,
XXV, XXVI, XXVII, XXVIII, XXIX, XXX, XXXI, XXXII, XXXIII,
XXXVI, XXXVIII, XXXIX, XL, XLI, XLV, XLVI, XLVII, XLVIII y XLIX
del artículo 22 de este Reglamento;
(. . .)”

“Artículo 22.- Compete a la Administración General de Auditoría


Fiscal Federal:

(. . .)

XXIII. Ordenar y practicar visitas domiciliarias, auditorías,


inspecciones, actos de vigilancia, verificaciones, verificaciones de
origen y demás actos que establezcan las disposiciones fiscales y
aduaneras, para comprobar el cumplimiento de tales
disposiciones por los contribuyentes, responsables
solidarios y demás obligados en materia de contribuciones,
incluyendo las que se causen por la entrada o salida del territorio
nacional de mercancías y medios de transporte,
aprovechamientos, estímulos fiscales, franquicias y accesorios de
carácter federal, cuotas compensatorias, regulaciones y
restricciones no arancelarias, inclusive normas oficiales
mexicanas, y para comprobar de conformidad con los acuerdos,
convenios o tratados en materia fiscal o aduanera de los que
México sea parte, el cumplimiento de obligaciones a cargo de los
contribuyentes, importadores, exportadores, productores,
responsables solidarios y demás obligados en materia de
impuestos, inclusive en materia de origen; comunicar a los
contribuyentes la sustitución de la autoridad que continúe con el
procedimiento instaurado para la comprobación de las
obligaciones fiscales y reponer dicho procedimiento de
conformidad con el Código Fiscal de la Federación;

(. . .)

La Administración General de Auditoría Fiscal Federal estará a


cargo de un Administrador General, auxiliado en el ejercicio de sus
facultades por los servidores públicos siguientes:

(. . .)

8. Administradores Desconcentrados de Auditoría Fiscal:

(Énfasis añadido)

Aunado a lo anterior, cabe mencionar que la última acta parcial de


visita domiciliaria fue levantada por la C. Ana Laura Salazar
Arenas, en su carácter de visitadora adscrita a la Administración
Desconcentrada de Auditoría Fiscal de Durango “1”, quien fuera
26
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****************************** **************** *********************
ACTOR: ANTONIO FÉLIX SARIÑANA.

autorizada para tales efectos a través de la orden de visita


domiciliaria contenida en el oficio número 500-23-00-02-001-2017-
3370 de 13 de marzo de 2017, notificado legalmente a la parte
actora el día 14 de marzo de 2017 (hecho sobre el cual no existe
materia de controversia entre las partes y por tanto goza de valor
probatorio pleno de conformidad con el artículo 46 fracción I, de la
Ley Federal de Procedimiento Contencioso Administrativo); de ahí
que a consideración de quienes esto resuelven la última acta
parcial de visita domiciliaria sí fue levantada por un funcionario
legalmente autorizado para tales efectos, y por tanto, son de
desestimarse por infundados los argumentos expresados por la
parte actora en su escrito de alegatos.

REITERACIÓN DEL CONSIDERANDO SEXTO DEL


FALLO RECLAMADO DE DIEZ DE JUNIO DE DOS MIL
DIECINUEVE:

“SEXTO. -Los Magistrados que integran esta Sala Regional del


Norte Centro III del Tribunal Federal de Justicia Administrativa,
proceden al análisis del segundo concepto de impugnación que
hace valer la parte actora en su escrito de demanda, en donde
esencialmente adujo en esencia que la autoridad excedió sus
facultades comprobatorias, pues realizó sin competencia legal
alguna, desde el inicio de la visita, un cateo a sus instalaciones,
una verificación física del bien inmueble, tal como se desprende
del acta parcial de inicio de fecha 14 de marzo de 2017, en la que
se hace constar que los visitadores realizaron un recorrido físico a
las instalaciones del domicilio fiscal del contribuyente visitado;
siendo que para hacer tal recorrido y revisión a las instalaciones,
la autoridad debía contar con las facultades y competencia para
justificar su proceder, citando en específico la fracción VI del
artículo 42 del Código Fiscal de la Federación, cuestión que no
aconteció, por lo que la autoridad fiscalizadora sin ninguna
facultad y fuera del objeto de la orden respectiva realizó un
recorrido físico de las instalaciones quebrantando el principio de
inviolabilidad domiciliaria y que, si bien el artículo 45 del Código
Fiscal de la Federación, establecía la obligación de los visitados
de permitir a los visitadores el acceso al lugar en el cual habría de
realizarse la visita, ello no implicaba que pudieran realizar
recorridos físicos a los inmuebles, ya que no era lo mismo permitir
el acceso físico al lugar y permitir un recorrido físico del lugar.

Consideraciones las anteriores que la parte actora pretende


sustentar en lo sustentado por la Segunda Sala de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación al resolver el amparo directo en
revisión 2808/2012, del cual derivó la tesis aislada número 2a.
XI/2013 (10a.).

27
Al respecto, la autoridad demandada al contestar la demanda
sostuvo la legalidad de la resolución impugnada y del acto que la
origina, manifestando que la parte actora pasa por alto que la
autoridad demandada, en la orden de visita domiciliaria que da
inicio a las facultades de comprobación, fundo su actuación de
conformidad, entre otros, en el artículo 45 del Código Fiscal de la
Federación, acorde al cual los visitados deben permitir la
verificación de bienes y mercancías, y si fue realizado un recorrido
a las instalaciones, es correcto el proceder de la autoridad.

Analizados que han sido los argumentos de las partes, esta Sala
Juzgadora considera que el concepto de impugnación que plantea
la parte actora devienen infundados, ello en virtud de las
siguientes consideraciones de hecho y de derecho:

En primer lugar, se establece que la litis a dilucidar se


circunscribe en determinar si los visitadores que llevaron a cabo la
práctica/levantamiento del acta parcial de inicio de visita
domiciliaria se encontraba facultados con motivo de la orden de
visita domiciliaria emitida con fundamento en el artículo 42 fracción
III, del Código Fiscal de la Federación, para realizar “un recorrido
físico al lugar visitado”, o si al haber actuado en ese sentido, ello
conlleva a que hubieran actuado más allá del objeto de esa
facultad de comprobación, y por ende, que la resolución
impugnada sea ilegal.

Para resolver lo anterior es importante tener presente que de


conformidad con el artículo 31 fracción IV, de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, es obligación de todos
los mexicanos contribuir para los gastos públicos de la Federación,
como de los Estados, de la Ciudad de México y del Municipio en
que residan, de la manera proporcional y equitativa que dispongan
las leyes.

En correlación con dicha obligación nace la facultad de la


autoridad administrativa para practicar visitas domiciliarias, a
efecto de cerciorarse que se han cumplido los reglamentos
sanitarios y de policía, y en lo que interesa, para comprobar que
se han acatado las disposiciones fiscales, siempre que exista
mandamiento escrito de autoridad competente, que funde y motive
la causa legal del procedimiento, exprese el lugar que ha de
inspeccionarse, la persona o personas a las cuales se dirige y
precisar el objeto de la visita, ello tal y como se advierte del
undécimo y antepenúltimo párrafo del artículo 16 de la
Constitución General, mismo que para su ágil conocimiento se
transcribe a continuación:

“Artículo 16.- Nadie puede ser molestado en su persona, familia,


domicilio, papeles o posesiones, sino en virtud de mandamiento
escrito de la autoridad competente, que funde y motive la causa
legal del procedimiento. En los juicios y procedimientos seguidos
en forma de juicio en los que se establezca como regla la oralidad,
bastará con que quede constancia de ellos en cualquier medio que
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ACTOR: ****************************
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SARIÑANA.*********************

dé certeza de su contenido y del cumplimiento de lo previsto en


este párrafo.

(. . .)

En toda orden de cateo, que sólo la autoridad judicial podrá


expedir, a solicitud del Ministerio Público, se expresará el lugar
que ha de inspeccionarse, la persona o personas que hayan de
aprehenderse y los objetos que se buscan, a lo que únicamente
debe limitarse la diligencia, levantándose al concluirla, un acta
circunstanciada, en presencia de dos testigos propuestos por el
ocupante del lugar cateado o en su ausencia o negativa, por la
autoridad que practique la diligencia.

(. . .)

La autoridad administrativa podrá practicar visitas


domiciliarias únicamente para cerciorarse de que se han
cumplido los reglamentos sanitarios y de policía; y exigir la
exhibición de los libros y papeles indispensables para
comprobar que se han acatado las disposiciones fiscales,
sujetándose en estos casos, a las leyes respectivas y a las
formalidades prescritas para los cateos.

(. . .)”

Aunado a lo anterior, al establecer el artículo antes mencionado


que las visitados domiciliarias deberán “sujetarse a las leyes
respectivas”, ello implica que la orden de visita domiciliaria que al
efecto se emita, deberá cumplir además con lo dispuesto en el
artículo 38 del Código Fiscal de la Federación, que señala lo
siguiente:

“Artículo 38. Los actos administrativos que se deban notificar


deberán tener, por lo menos, los siguientes requisitos:

I. Constar por escrito en documento impreso o digital.

Tratándose de actos administrativos que consten en documentos


digitales y deban ser notificados personalmente, deberán
transmitirse codificados a los destinatarios.

II. Señalar la autoridad que lo emite.

III. Señalar lugar y fecha de emisión.

IV. Estar fundado, motivado y expresar la resolución, objeto o


propósito de que se trate.

V. Ostentar la firma del funcionario competente y, en su caso, el


nombre o nombres de las personas a las que vaya dirigido.

29
Cuando se ignore el nombre de la persona a la que va dirigido, se
señalarán los datos suficientes que permitan su identificación. En
el caso de resoluciones administrativas que consten en
documentos digitales, deberán contener la firma electrónica
avanzada del funcionario competente, la que tendrá el mismo valor
que la firma autógrafa.

(. . .)”

Bajo ese contexto, la orden de visita domiciliara que se emita en


apego a las disposiciones antes mencionadas, faculta a la
autoridad administrativa para introducirse en el domicilio del
contribuyente auditado a efecto de verificar el cumplimiento de
las disposiciones fiscales, lo que conlleva la facultad de la
autoridad para exigir la exhibición de los libros y papeles
indispensables para conseguir ese objetivo, en donde la
autoridad administrativa incluso estará facultada para
verificar o inspeccionar físicamente el interior del domicilio
auditado por ser éste en donde se llevan a cabo las
actividades empresariales, de prestación de servicios o donde
se encuentran las administraciones de los negocios de los
contribuyentes, a fin de constatar o advertir la existencia de
cualquier irregularidad que pueda dar lugar a algún
incumplimiento de las obligaciones tributarias.

Corrobora lo anterior la circunstancia de que la indicación dirigida


al visitado de permitir a los verificadores el acceso al domicilio a
verificar, constituye uno de los deberes que el contribuyente
debe cumplir, por ser necesario para el desahogo de la visita,
que se funda en el artículo 45 del Código Fiscal de la
Federación que dispone literalmente lo siguiente:

“Artículo 45.- Los visitados, sus representantes, o la persona


con quien se entienda la visita en el domicilio fiscal, están
obligados a permitir a los visitadores designados por las
autoridades fiscales el acceso al lugar o lugares objeto de la
misma, así como mantener a su disposición la contabilidad y
demás papeles que acrediten el cumplimiento de las disposiciones
fiscales de los que los visitadores podrán sacar copias para que
previo cotejo con sus originales se certifiquen por éstos y sean
anexados a las actas finales o parciales que levanten con motivo
de la visita. También deberán permitir la verificación de bienes y
mercancías, así como de los documentos, discos, cintas o
cualquier otro medio procesable de almacenamiento de datos que
tenga el contribuyente en los lugares visitados.

(. . .)”

(Énfasis añadido)

En virtud de lo hasta aquí expuesto, la litis fijada en este


Considerando se resuelve en el sentido de que los visitadores se
encuentran legalmente facultados con motivo de la orden de visita
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domiciliaria que al efecto se emita, para introducirse e incluso


inspeccionar físicamente el lugar señalado en dicho acto y,
por tanto, la actuación de los visitadores en el caso concreto
durante el levantamiento del acta parcial de inicio de la visita
domiciliaria no puede considerarse ilegal –mucho menos provocar
la ilegalidad de la resolución impugnada en este juicio-, pues se
encontraban habilitados para tal efecto en virtud de la orden de
visita domiciliaria de 113 de marzo de 2017 que refiere la parte
actora, misma que cumplió a cabalidad con lo dispuesto en los
artículos 16 Constitucional y 38 del Código Fiscal de la Federación
–ello sin que en el caso se haya demostrado lo contario-; acto en
el que además cabe destacar, se citó el artículo 45 del Código
Fiscal de la Federación, antes referido y se le hizo saber a la
parte actora que debía permitir a los visitadores el acceso al
lugar señalado en dicha orden, lo que resulta en que no pueda
considerarse que el actuar de los visitadores se efectuó más allá
de lo previsto y fundado en la multicitada orden de visita
domiciliaria.

Sirve de apoyo a lo anterior, el criterio sustentado por la Segunda


Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en la tesis 2a.
XI/2013 (10a.) que es consultable en el Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta de la Décima Época, Libro XVII, Febrero
de 2013, Tomo 2, página 1170, que dispone:

“VISITA DOMICILIARIA. EL ARTÍCULO 45 DEL CÓDIGO


FISCAL DE LA FEDERACIÓN, AL ESTABLECER COMO
OBLIGACIÓN DEL CONTRIBUYENTE QUE PERMITA EL
ACCESO AL LUGAR O LUGARES OBJETO DE AQUÉLLA A
LOS VISITADORES DESIGNADOS, NO VIOLA EL PRINCIPIO
DE SEGURIDAD JURÍDICA. El artículo citado, al obligar a que los
contribuyentes sujetos a una visita domiciliaria permitan el acceso
de los visitadores al lugar o lugares objeto de aquélla, no viola el
principio de seguridad jurídica contenido en el artículo 16 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, pues no
implica la práctica de actos que van más allá del objeto de la visita,
ya que establece con precisión los elementos que podrán ser
motivo de la inspección, al señalar que el visitado debe mantener
a disposición de aquéllos la contabilidad y demás papeles que
acrediten el cumplimiento de las disposiciones fiscales. Además,
de la interpretación armónica de dicho numeral con el diverso 42
del Código Fiscal de la Federación, deriva que la finalidad de la
visita domiciliaria es la revisión de todo lo relacionado con la
detección de irregularidades en el cumplimiento de las
obligaciones tributarias del visitado, de manera que éste tiene la
seguridad de que, al acceder al lugar o lugares objeto de la visita,
el representante de la autoridad debe actuar dentro del ámbito que
implique obtener la comprobación en el cumplimiento de sus
obligaciones tributarias; y en caso de que el visitador no se ajuste
a los lineamientos indicados en la orden de visita, dará lugar a que
se denuncie su actuar arbitrario y, en su caso, a que sea

31
sancionado por la responsabilidad administrativa o penal
correspondiente.”

Ahora bien, no pasa desapercibido para esta Sala el que la parte


actora haya sustentado sus manifestaciones en las
consideraciones emitidas por la Segunda Sala de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación al resolver el amparo directo en
revisión 2808/2012, del cual derivó la tesis aislada número 2a.
XI/2013 (10a.) anteriormente transcrita, las cuales fueron –en la
parte que interesa- las siguientes:

(. . .)

Es fundado el agravio de la empresa recurrente, toda vez que


como lo señala, si bien es cierto que el Primer Tribunal Colegiado
del Decimoquinto Circuito, se ocupó de analizar el concepto de
violación relativo a la inconstitucionalidad del artículo 45 del
Código Fiscal de la Federación, (fojas 164 a 166 de la sentencia
emitida en el amparo directo D.A.**********), también lo es que lo
hizo sin atender eficazmente al planteamiento de dicho concepto.

En efecto, la entonces quejosa señaló que la palabra “acceder” va


más allá del artículo 16 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, ya que permite que los auditores realicen
recorridos físicos, sin que el contribuyente tenga pleno
conocimiento del límite de sus atribuciones, y de qué buscan, qué
pretenden, qué necesitan o qué quieren encontrar además de la
contabilidad, es decir, al amparo de una frase se practica una
inspección de las instalaciones cuando eso no es parte de la visita.

Sin embargo, el Tribunal Colegiado sólo se pronunció en relación


con que es correcto que la autoridad fiscalizadora cuente con la
facultad de acceder al lugar o lugares objeto de la visita, y señaló
que la cita en el acta relativa del dispositivo tildado de
inconstitucional satisfacía a favor del contribuyente su derecho de
fundamentación y motivación previsto en el artículo 16
constitucional.

De lo anterior, se infiere que el Tribunal no analizó el tema relativo


a la supuesta violación al principio de seguridad jurídica con
motivo de que la palabra acceder contenida en el párrafo primero
del artículo 45 del Código Fiscal de la Federación permite a las
autoridades hacendarias realizar una inspección de todo el lugar y
de objetos que no son materia de la visita respectiva; por lo que en
términos del artículo 91, fracción I de la Ley de Amparo esta
Sala se pronunciará en cuanto al tema que omitió ocuparse el
Tribunal de origen.

Al respecto, cabe precisar que la Suprema Corte de Justicia de la


Nación ha establecido en diversos precedentes, que el principio de
seguridad jurídica contenido en el artículo 16 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, es respetado por las
autoridades legislativas cuando las disposiciones de observancia
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general que ellas crean, por una parte, generan certidumbre en los
gobernados sobre las consecuencias jurídicas de su conducta y,
por otra, cuando, tratándose de normas que confieren alguna
facultad a una autoridad, acotan en la medida necesaria y
razonable esa atribución, en forma tal que se impida a la
respectiva autoridad actuar de manera arbitraria o caprichosa en
atención a las normas a las que debe sujetarse al ejercer dicha
potestad.

Asimismo, esta Segunda Sala ha fijado los alcances del principio


de seguridad jurídica, en la jurisprudencia siguiente:

Registro No. 174,094


Localización: Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XXIV, Octubre de 2006
Página: 351
Tesis: 2a./J. 144/2006
Jurisprudencia
Materia(s): Constitucional

“GARANTÍA DE SEGURIDAD JURÍDICA. SUS ALCANCES.

(Se transcribe)

Ahora bien el artículo 45, párrafo primero del Código Fiscal de la


Federación dispone lo siguiente:

(Se transcribe)

De dicho precepto se desprende que será obligación de los


visitados, sus representantes, o la persona con quien se lleve a
cabo la visita en el domicilio fiscal, permitir a los visitadores
designados por las autoridades fiscales el acceso al lugar o
lugares objeto de la misma, así como mantener a su disposición la
contabilidad y otros papeles que comprueben el cumplimiento de
las disposiciones fiscales.

De lo anterior se constata que contrario a lo manifestado por la


quejosa, la palabra acceso no permite una actuación arbitraria de
la autoridad, toda vez que ésta sólo hace referencia a que se debe
permitir la entrada al lugar objeto de la visita, siendo que en el
propio numeral se establecen con precisión los elementos que
podrán ser motivo de la inspección, al señalar que deben
mantener a su disposición la contabilidad y demás papeles que
acrediten el cumplimiento de las disposiciones fiscales.

Ello se corrobora al advertir que al tratarse la visita domiciliaria de


un mecanismo previsto por el legislador para obtener la
información necesaria a fin de pronunciarse sobre la regularidad

33
de la situación jurídica de un particular frente a los deberes que le
imponen las normas fiscales, tiene un objetivo específico y el
actuar de los visitadores está encaminado solamente a esa
finalidad.

Además, no debe perderse de vista que todo precepto normativo


debe interpretarse armónicamente y no de manera aislada, pues al
pertenecer a un sistema jurídico, necesariamente ha de vincularse
a él para que su contenido adquiera sentido y precisión. Por tanto,
el numeral impugnado debe entenderse en armonía con las
normas legales que regulan las visitas domiciliarias, entre las que
destaca el artículo 42 del Código Fiscal de la Federación, que a la
letra dispone:

(Se transcribe)

De lo anterior se deduce que el objetivo de la facultad de


comprobación de practicar visitas domiciliarias está orientado a
verificar que los contribuyentes, los responsables solidarios o los
terceros con ellos relacionados han cumplido con las disposiciones
fiscales y, en su caso, determinar las contribuciones omitidas o los
créditos fiscales, así como para comprobar la comisión de delitos
fiscales y para proporcionar información a otras autoridades
fiscales.

Esto es, la finalidad perseguida con la visita en el domicilio del


sujeto obligado por las normas fiscales, es la revisión por los
visitadores de todo aquello relacionado a la detección de
irregularidades en el cumplimiento de las obligaciones tributarias
del visitado, y de ninguna forma con la palabra acceso se pudiera
entender que la autoridad tuviera la facultad de extenderse a otros
elementos que resulten innecesarios para ese cometido.

Así las cosas, el contribuyente tiene la seguridad de que al


acceder al lugar o lugares objeto de la visita, el representante de la
autoridad estará sujeto a actuar dentro del ámbito que implique
solamente a lograr el objeto que pretende el fisco, esto es, la
comprobación en el cumplimiento de sus obligaciones tributarias.

Ahora bien, si la autoridad actúa sobrepasando esa facultad,


entonces resulta aplicable lo señalado por el Tribunal Colegiado
en el sentido de que si la acción del visitador no se ajusta a los
lineamientos indicados en la propia orden de visita, dará lugar a
que se denuncie su actuar arbitrario y, en su caso, sean
sancionados por la responsabilidad administrativa o penal que
según corresponda.

Sin que pudiera llegarse al extremo que pretende la quejosa, en


cuanto a que el numeral debatido debe prever que la sanción a los
visitadores no constituye una restitución de la afectación que
puede sufrir al ser inspeccionado su domicilio; puesto que en ese
caso, estaríamos en presencia de una situación de facto que no
está aprobada por la ley, al ser el visitador el que excede en sus
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atribuciones pero de ninguna manera amparado por la norma, lo


cual deriva en una sanción sobre él, pero de ninguna manera
pudiera repercutir en la inconstitucionalidad de la porción
normativa.

Derivado de lo antes expuesto, el concepto de violación de la


quejosa es infundado.

(. . .)”

En esa inteligencia, se puede observar que la Segunda Sala de la


Suprema Corte de Justicia de la Nación al resolver el amparo
directo en revisión número 2808/2012, en ningún momento señaló
que la autoridad fiscalizadora se encontrara imposibilitada
legalmente para realizar recorridos físicos al domicilio en el cual se
practique una visita domiciliaria como pretende hacerlo creer la
parte actora; sino que por el contrario, esa H. Sala consideró que
la finalidad perseguida con la visita en el domicilio del sujeto
obligado por las normas fiscales, es la revisión por los visitadores
de todo aquello relacionado a la detección de irregularidades
en el cumplimiento de las obligaciones tributarias del
visitado, y que de ninguna forma con la palabra acceso se
pudiera entender que la autoridad tuviera la facultad de extenderse
a otros elementos que resulten innecesarios para ese cometido,
pues para tal efecto deberá estarse a lo señalado expresamente
en el objeto de la orden respectiva, esto es, la Segunda Sala de
la Suprema Corte de Justicia de la Nación estableció que si en
la orden de visita domiciliaria se precisa cual será el objeto de
la misma, como en el caso lo es permitir el acceso al lugar
visitado, ello conlleva a que dicha actuación quede amparada
por la norma correspondiente, en el caso por los artículos 42
fracción III y 45, del Código Fiscal de la Federación.

Lo anterior se robustece en tanto la Segunda Sala de la Suprema


Corte de Justicia de la Nación, en las consideraciones apenas
transcritas, no estableció de forma alguna que el actuar del
visitador que resultara más allá de lo establecido en la orden
provocara per se la ilegalidad de la propia orden de visita
domiciliaria, pues ello únicamente pudiera dar lugar a la
responsabilidad penal o administrativa de ese funcionario por su
actuar irregular.

En tal virtud, al no haber concluido la Segunda Sala de la Suprema


Corte de Justicia de la Nación en los extremos que pretende la
parte actora, ello provoca que su argumento resulte infundado,
pues como ya resolvimos, los visitadores se encuentran
legalmente facultados con motivo de la orden de visita domiciliaria
que al efecto se emita, para introducirse e incluso inspeccionar
físicamente el lugar señalado en dicho acto.

35
Estimar lo contrario sería tanto como afirmar que la autoridad
exactora, en el transcurso de la visita domiciliaria no puede
constatar, por ejemplo, la efectiva realización económica del
contribuyente o advertir la concurrencia de algún ilícito, lo cual
contrariaría los criterios aislados y jurisprudenciales del Poder
judicial de la Federación que permean actualmente sobre este tipo
de temas.

Finalmente, tampoco le asiste la razón a la parte actora en donde


señala que la autoridad demandada estaba obligada a citar como
fundamento de la orden de visita controvertida la fracción VI del
artículo 42, del Código Fiscal de la Federación, pues pierde de
vista que al efectuar una visita domiciliaria contenida en la fracción
III de esa misma disposición legal, la autoridad fiscalizadora se
encuentra facultada para verificar no solo la contabilidad, sino todo
tipo de bienes y mercancías de los contribuyentes, de ahí que
dicha manifestación también resulte infundada.

Es orientadora a la afirmación anterior, el criterio contenido en la


tesis XX.1o.61 A del Primer Tribunal Colegiado del Vigésimo
Circuito, misma que es consultable en el Semanario Judicial de
la Federación y su Gaceta de la Novena Época, Tomo XXII,
septiembre de 2005, página 1463, cuyo rubro y texto disponen:

“FACULTADES DE COMPROBACIÓN. EL ARTÍCULO 42,


FRACCIÓN III, DEL CÓDIGO FISCAL DE LA FEDERACIÓN,
QUE PREVÉ LAS VISITAS DOMICILIARIAS PARA REVISAR LA
CONTABILIDAD, BIENES Y MERCANCÍAS DE LOS
CONTRIBUYENTES, NO CONTRAVIENE EL PÁRRAFO
DÉCIMO PRIMERO DEL NUMERAL 16 DE LA CARTA MAGNA.
De una interpretación integral del párrafo décimo primero del
artículo 16 constitucional, que establece que las autoridades
administrativas tienen facultades para ordenar visitas domiciliarias
y "exigir la exhibición de libros y papeles indispensables para
comprobar que se han acatado las disposiciones fiscales", y de su
concatenación con el diverso 31, fracción IV, de la invocada Ley
Suprema, se llega a la convicción de que el legislador le otorgó a
la autoridad fiscal amplias atribuciones a fin de que ésta ejerciera
con eficiencia sus facultades de comprobación; por ende, debe
estimarse que el texto "libros y papeles indispensables" alude en
forma amplia a la contabilidad, misma que se integra por los
sistemas y registros contables, papeles de trabajo, cuentas
especiales, libros y registros sociales, por los equipos y sistemas
electrónicos de registro fiscal y sus registros, por las máquinas
registradoras de comprobación fiscal y sus registros, equipos de
control volumétrico, la documentación comprobatoria de los
asientos respectivos y los comprobantes de haber cumplido con
las disposiciones fiscales, así como los bienes y mercancías que
respaldan las operaciones efectuadas por los contribuyentes; en
consecuencia, el numeral 42, fracción III, del Código Fiscal de la
Federación que prevé la facultad de la autoridad hacendaria de
revisar bienes y mercancías, no rebasa la norma constitucional,

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ANTONIO FÉLIX SARIÑANA.
******************** *****************

sino en todo caso provee al exacto cumplimiento de la disposición


constitucional.”

De igual forma, resulta aplicable al caso la Jurisprudencia 2a./J.


174/2008 de la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia
de la Nación, que se encuentra publicada en el Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XXVIII, diciembre de
2008, página 280, bajo la voz:

“ORDEN DE VISITA DOMICILIARIA PARA VERIFICAR EL


CUMPLIMIENTO DE OBLIGACIONES EN MATERIA DE
EXPEDICIÓN DE COMPROBANTES FISCALES. LA
SUSTENTADA EN EL ARTÍCULO 42, FRACCIÓN V, DEL
CÓDIGO FISCAL DE LA FEDERACIÓN, RESPETA LA
GARANTÍA DE FUNDAMENTACIÓN, POR LO QUE ES
INNECESARIO QUE CITE, ADEMÁS, LA FRACCIÓN II DE
DICHO PRECEPTO. El artículo 42, fracción V, del Código Fiscal
de la Federación establece que las autoridades fiscales a fin de
comprobar que los contribuyentes, los responsables solidarios o
los terceros con ellos relacionados han cumplido con las
disposiciones fiscales y, en su caso, determinar las contribuciones
omitidas o los créditos fiscales, así como para comprobar la
comisión de delitos fiscales y para proporcionar información a
otras autoridades fiscales, podrán practicar visitas domiciliarias a
fin de verificar el cumplimiento de obligaciones en materia de la
expedición de comprobantes fiscales. Ahora bien, debe estimarse
que la facultad de verificar el cumplimiento de dichas obligaciones
lleva inmersa la de revisar la documentación de la que se
desprenda si éstas se han cumplido o no y, por tanto, la de
requerir dicha documentación, así como los datos e informes
necesarios a la persona con quien se entienda la diligencia, a fin
de poder llevar a cabo el objeto de la visita, sin que la norma de
que se trata pueda interpretarse en el sentido de que sólo faculta a
la autoridad para realizar la visita en el domicilio del particular,
pero que no tiene el alcance de permitirle que requiera a éste los
datos, informes y documentos necesarios para verificar el
cumplimiento de las obligaciones fiscales objeto de dicha visita y
que, por ende, para ese efecto la autoridad deba invocar normas
diversas, pues la finalidad de las visitas domiciliarias en materia
fiscal no es en sí la intromisión en el domicilio de los particulares,
sino la revisión del cumplimiento de sus obligaciones fiscales. En
esa medida, tratándose de órdenes de visita domiciliaria
tendientes a verificar el cumplimiento de obligaciones en materia
de expedición de comprobantes fiscales, basta invocar la fracción
V del artículo 42 del Código Fiscal de la Federación, para
considerar que se fundaron debidamente las facultades de la
autoridad no sólo para introducirse en el domicilio del gobernado,
sino también para realizar la verificación de que se trata,
requiriendo al visitado los datos, informes o documentos
relacionados con dichas obligaciones; siendo innecesario que

37
citen, además, la fracción II de dicho precepto, máxime si se
sustentaron en el artículo 45 del mismo ordenamiento legal.”

Pronunciamiento invocado, que si bien es cierto se dirige de


manera particular a las órdenes de visita domiciliaria para verificar
la expedición de comprobantes fiscales prevista en la fracción V
del artículo 42 del Código Fiscal de la Federación, se estima que
también resulta aplicable tratándose de las ordenes de visita
domiciliaria previstas en la fracción III del citado numeral -que
corresponde a la facultad ejercida en el acto de molestia analizado
en esta instancia-, atendiendo que de la ejecutoria que origina la
jurisprudencia se desprende que las consideraciones del Alto
Tribunal en la Nación para las conclusiones sentadas,
atienden a las visitas domiciliarias en general y por tanto
dicho pronunciamiento alcanza a las órdenes de visita
previstas en la fracción III del artículo 42 referido.

En relatadas consideraciones, se consideran infundados los


agravios planteados por la parte actora en el concepto de
impugnación que se analiza.

Idéntico criterio se adoptó por los integrantes de esta Sala al


resolver los juicios de nulidad números 5151/16-22-01-9 y
5842/16-22-01-6, lo cual se cita como un hecho notorio idóneo
para efectos del presente fallo, en términos del artículo 50 de
la Ley Federal de Procedimiento Contencioso Administrativo.

REITERACIÓN DEL CONSIDERANDO DÉCIMO DEL


FALLO RECLAMADO DE DIEZ DE JUNIO DE DOS MIL
DIECINUEVE:

“DÉCIMO. - Finalmente, se procede al estudio de los conceptos


de impugnación identificados como octavo y décimo del
escrito de demanda, en virtud de encontrarse estrechamente
relacionados entre sí, en los que el enjuiciante argumenta
medularmente:

Octavo concepto de impugnación. - Refiere la parte actora que


la autoridad demandada, omitió fundar debidamente su
competencia material al realizar la determinación en concepto de
utilidades para los trabajadores de la hoy parte actora, dado que
no citó de manera exhaustiva el párrafo, apartado, fracción, inciso,
subinciso o punto en el cual fundaba dicha competencia,
contraviniendo con ello lo dispuesto en los artículos 16
constitucional y 38 fracción IV del Código Fiscal de la Federación.

Aunado a que niega lisa y llanamente que sus trabajadores


hubieran formulado a la autoridad demandada objeciones respecto
de la participación de los trabajadores en las utilidades, por lo cual
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ACTOR: ANTONIO FÉLIX SARIÑANA.


********************************************** ******************** ********

no le resultaba aplicable lo dispuesto por el artículo 22 fracción


XXXVI, del Reglamento Interior del Servicio de Administración
Tributaria citado por la autoridad en la resolución impugnada, lo
que sustenta en lo resuelto en el juicio de nulidad número 441/13-
05-02-9 por la Segunda Sala Regional del Norte Centro II de este
Tribunal como hecho notorio.

Décimo concepto de impugnación.- Que es ilegal la resolución


determinante aquí impugnada por indebida fundamentación de la
competencia material de la autoridad hacendaria demandada, ya
que dicha autoridad no citó el artículo 20, Apartado A, fracción XV
del Reglamento Interior del Servicio de Administración Tributaria,
como precepto que le otorga competencia para realizar cualquier
revisión y/o actuación relacionado con la participación de los
trabajadores en las utilidades de la empresa actora.

Por su parte, la autoridad demandada sostuvo la legalidad y


validez de la resolución impugnada, manifestando que en ella
se señaló el fundamento legal de su facultad para dictar las
resoluciones que procedan en materia de participación de los
trabajadores en las utilidades de las empresas, sin que en el caso
concreto hubiese sido necesario la objeción que al respecto
hubieren formulado sus trabajadores, ya que dicha determinación
podía desprenderse del ejercicio de las facultades de
comprobación de las autoridades fiscales como aconteció en la
especie, por lo que los argumentos que al respecto formuló la
parte actora resultaban infundados.

Conocidos los argumentos de las partes, este Órgano Resolutor


estima que los conceptos de impugnación planteados por la parte
actora devienen infundados, en virtud de las siguientes
consideraciones de hecho y de derecho:

En primer lugar, es de establecerse que la litis a dilucidar se


constriñe en:

a) Determinar si era necesario que existiera objeción alguna por


parte de los trabajadores de la persona moral hoy actora, respecto
de su participación en las utilidades de la misma, a efecto de que
la autoridad fiscal se encontrara facultada para determinar, a
través de la resolución impugnada, el correcto reparto o
modificación de la misma.

b) Dilucidar si la autoridad demandada fundó debidamente su


competencia material para determinar a la hoy actora un reparto
adicional de utilidades a los trabajadores de la parte actora.

Bajo esa línea de pensamiento y en relación con la litis fijada en el


inciso a) de este Considerando, es menester precisar que el
procedimiento de objeción de los trabajadores, es autónomo y
diverso de la visita domiciliaria que permite a la autoridad

39
determinar la participación de los trabajadores, por lo que contrario
a lo manifestado por la demandante, no era necesario que
existiera denuncia alguna por parte de sus trabajadores respecto
de la correcta determinación de su participación en las utilidades
de aquélla, pues como se expuso con anterioridad en este fallo, la
revisión de la distribución de las participaciones a los trabajadores
puede dimanar del ejercicio de las facultades de revisión
fiscal que corresponden al Servicio de Administración
Tributaria como órgano desconcentrado de la Secretaría de
Hacienda y Crédito Público y aplicador de disposiciones de
trabajo, sin que deba mediar objeción alguna que al respecto
formulen los trabajadores, al así haberse instituido en el
artículo 122 de la Ley Federal del Trabajo, al señalar en su
segundo párrafo lo siguiente:

“Artículo 122.- El reparto de utilidades entre los trabajadores


deberá efectuarse dentro de los sesenta días siguientes a la fecha
en que deba pagarse el impuesto anual, aun cuando esté en
trámite objeción de los trabajadores.

Cuando la Secretaría de Hacienda y Crédito Público aumente


el monto de la utilidad gravable, sin haber mediado objeción
de los trabajadores o haber sido ésta resuelta, el reparto
adicional se hará dentro de los sesenta días siguientes a la
fecha en que se notifique la resolución. Sólo en el caso de que
ésta fuera impugnada por el patrón, se suspenderá el pago del
reparto adicional hasta que la resolución quede firme,
garantizándose el interés de los trabajadores.

(. . .)”

Máxime, que la intervención de la Secretaría de Hacienda y


Crédito Público en la repartición de las utilidades obedece a que
conoce cuál fue la renta gravable que consideró el empleador al
pagar el impuesto sobre la renta anual y puede revisar su
cálculo, pues posee los datos suficientes para verificar si ese
aspecto, que trasciende tanto al ámbito fiscal como al derecho
de los trabajadores, estuvo correctamente determinado, e
incluso, puede comprobar que el porcentaje aplicado haya sido el
fijado por la comisión nacional para la participación de los
trabajadores en las utilidades de las empresas y, en general,
cualquier otro aspecto que pudiera incidir en la debida
participación de los trabajadores en las utilidades del patrón-
contribuyente.

De ahí que a través de las facultades de comprobación que se


establecen en el artículo 42 del Código Fiscal, puede verificarse el
derecho de los trabajadores en la participación de las utilidades
referidas, lo cual tiene repercusiones tanto en el ámbito laboral
como en la materia fiscal, porque si la utilidad fiscal estuvo mal
calculada se le determinará un crédito fiscal al contribuyente
y a la par se ordenará el reparto adicional de ese beneficio
constitucional, tal y como aconteció en la especie.
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ADMINISTRATIVA.

EXPEDIENTE: 1342/18-22-01-6.

ACTOR: ANTONIO FÉLIX********************


*************************** SARIÑANA.***************

Siendo ello el motivo por el que los agravios formulados por la


parte actora al respecto resulten infundados.

Bajo ese orden de ideas, se procede a resolver la diversa


precisada en el inciso b) del presente Considerando, consistente
en dilucidar si la autoridad demandada fundó debidamente su
competencia material para determinar a la hoy actora un reparto
adicional de utilidades a los trabajadores de la parte actora.

En ese tenor, esta Juzgadora estima que la autoridad


demandada sí fundamentó debidamente su competencia para
determinar a la hoy actora un reparto de utilidades a sus
trabajadores, pues teniendo a la vista el oficio determinante hoy
impugnado, se advierte que la autoridad sustentó su actuar, entre
otros, en los artículos 24 párrafo primero, fracción I, inciso a), en
relación con el artículo 22, párrafo primero, fracción XXXVI y
último, numeral 8, y artículo 24 último párrafo del Reglamento
Interior del Servicio de Administración Tributaria, los cuales son
del contenido literal siguiente:

“Artículo 22.- Compete a la Administración General de Auditoría


Fiscal Federal:

(. . .)

XXXVI. Estudiar, requerir a los promoventes y resolver las


objeciones que se formulen respecto a la participación de los
trabajadores en las utilidades de las empresas Y DICTAR LAS
RESOLUCIONES QUE PROCEDAN EN ESTA MATERIA, ASÍ
COMO CUANDO SE DESPRENDAN DEL EJERCICIO DE LAS
FACULTADES DE COMPROBACIÓN DE LAS AUTORIDADES
FISCALES;

(. . .)

La Administración General de Auditoría Fiscal Federal estará a


cargo de un Administrador General, auxiliado en el ejercicio de sus
facultades por los servidores públicos siguientes:

(. . .)

8. Administradores Desconcentrados de Auditoría Fiscal:

(. . .)”

“Artículo 24.- Compete a las administraciones


desconcentradas y a las subadministraciones desconcentradas
de auditoría fiscal, ejercer las atribuciones que a continuación
se señalan:

41
I. A las administraciones desconcentradas de auditoría fiscal,
conforme a lo siguiente:

a) Las señaladas en las fracciones I, II, III, IV, V, VI, VII, VIII, IX, X,
XI, XII, XIII, XIV, XVI, XVII, XVIII, XX, XXI, XXII, XXIII, XXIV, XXV,
XXVI, XXVII, XXVIII, XXIX, XXX, XXXI, XXXII, XXXIII, XXXVI,
XXXVIII, XXXIX, XL, XLI, XLV, XLVI, XLVII, XLVIII y XLIX del
artículo 22 de este Reglamento;

(. . .)

Las administraciones desconcentradas de auditoría fiscal estarán


a cargo de un Administrador Desconcentrado, quien será auxiliado
en el ejercicio de las facultades conferidas en este Reglamento
por los subadministradores desconcentrados de auditoría fiscal
“1”, “2”, “3”, “4”, “5”, “6”, “7” y “8”, jefes de departamento,
coordinadores de auditoría, enlaces, supervisores, auditores,
inspectores, verificadores, ayudantes de auditor y notificadores,
así como por el personal que se requiera para satisfacer las
necesidades del servicio.”

Tal y como se puede observar de los preceptos anteriormente


transcritos, será competencia de las administraciones
desconcentradas de auditoría fiscal, como la hoy demandada,
dictar las resoluciones que procedan respecto a la
participación de los trabajadores en las utilidades de las
empresas, incluso cuando se desprendan del ejercicio de las
facultades de comprobación de las autoridades fiscales,
facultad que originariamente corresponde a la Administración
General de Auditoría Fiscal Federal, pero que les es conferida a
aquéllas en términos de lo dispuesto en el artículo 24 párrafo
primero, fracción I, inciso a), del Reglamento Interior del Servicio
de Administración Tributaria.

Así, dichos preceptos son suficientes para estimar que la


autoridad demandada fundó debidamente su competencia para
emitir la resolución impugnada respecto del tópico en comento,
esto es, para determinar la correcta determinación de la
participación de los trabajadores en las utilidades de la empresa
hoy actora; sin que obste para concluir lo anterior el que la parte
actora refiere que al no haber mediado objeción alguna de sus
trabajadores, no resultaba aplicable lo dispuesto por el artículo 22
del Reglamento Interior del Servicio de Administración Tributaria,
en su fracción XXXVI, pues como acabamos de resolver., ello no
es requisito sine quan non para que la exactora proceda a verificar
este tópico en particular.

Tampoco es cierto como lo afirma la parte actora, que la autoridad


demandada se encontraba obligada a citar en el cuerpo de la
citada resolución, el artículo 20, apartado A, fracción XV, del
Reglamento Interior del Servicio de Administración Tributaria, pues
cabe hacer notar que esta disposición regalmentaria establece
facultades para la Administración Central de Operación Aduanera,
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ACTOR: ******************************
ANTONIO FÉLIX SARIÑANA. ************************** ****************

la Administración Central de Apoyo Jurídico de Aduanas, la


Administración Central de Investigación Aduanera, la
Administración Central de Atención Aduanera y Asuntos
Internacionales, la Administración Central de Modernización
Aduanera, la Administración Central de Equipamiento e
Infraestructura Aduanera, la Administración Central de Planeación
Aduanera y para la Administración Central de Procesamiento
Electrónico de Datos Aduaneros, todas de la Administración
General de Aduanas, no así para las administraciones
desconcentradas de auditoría fiscal como la hoy enjuiciada, lo
que torna inoperante la manifestación que esgrime la parte actora,
de conformidad con la al tenor de la Jurisprudencia 2a./J.
108/2012 (10a.), de la Segunda Sala de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, de rubro “AGRAVIOS INOPERANTES. LO
SON AQUELLOS QUE SE SUSTENTAN EN PREMISAS
FALSAS.; así como de la diversa XVII.1o.C.T. J/5 (10a.), emitida
por el Primer Tribunal Colegiado en Materias Civil y de Trabajo del
Décimo Séptimo Circuito de rubro “CONCEPTOS DE VIOLACIÓN
INOPERANTES. LO SON AQUELLOS QUE TIENEN COMO
SUSTENTO UN POSTULADO NO VERÍDICO [APLICACIÓN
ANALÓGICA DE LA JURISPRUDENCIA 2a./J. 108/2012 (10a.)].”
transcritas con anterioridad en el presente fallo.

Ahora bien, no se soslaya el que la parte actora señale como


hecho notorio lo resuelto en la sentencia de 02 de agosto de 2013,
dictada por la Segunda Sala Regional del Norte Centro II de este
Tribuna, pues, además de que ese criterio no resulta vinculante
para esta Sala por no establecerse así en el artículo 79 de la Ley
Federal de Procedimiento Contencioso Administrativo, lo cierto es
que la sentencia a la que hace alusión la parte actora tampoco se
encuentra agregada en el banco de sentencias que se ubica en la
página oficial de este Órgano Jurisdiccional, por lo que no es
posible considerarlo para efectos de este fallo en términos del
artículo 50 de la Ley Federal de Procedimiento Contencioso
Administrativo.

Sobre esa guisa, es evidente que, contrario a lo manifestado por la


parte actora, la autoridad demandada sí fundó debidamente su
competencia material para determinar a la hoy actora un reparto
adicional de utilidades a sus trabajadores y, por ende, sus
manifestaciones deben desestimarse por infundadas.”

QUINTO. – Continuando con el debido cumplimiento a la


ejecutoria de cinco de marzo de dos mil veinte, en específico al
efecto señalado en el numeral 2, inciso b), esta Juzgadora estima
oportuno precisar que del análisis integral a dicho fallo se advierte

43
que si bien el efecto señalado en el referido numeral se precisó en
los términos siguientes:

“NOVENO. Efectos del amparo. En tales condiciones, con


fundamento en el arábigo 77, fracción I, de la Ley de Amparo, se
impone conceder el amparo, para que la Sala responsable:

(. . .)

2. Emita otra en la que:

(. . .)

b) Conforme a los lineamientos de este fallo, al analizar el


tercero concepto de impugnación de la demanda inicial, parta
de la base de que el numeral 42, primer párrafo, relacionado con
su fracción III, del Código Tributario Federal, señala que las
facultades que se les confiere a los visitadores, es comprobar el
cumplimiento de las disposiciones fiscales, determinar
contribuciones o créditos, comprobar la comisión de delitos o
proporcionar información (a otras autoridades fiscales).

Y sobre esa línea, con libertad de jurisdicción analice si el


requerimiento efectuado al quejoso tiende a esa finalidad o no.

(. . .)”

Del análisis integral al Octavo Considerando de la


multicitada ejecutoria, se observa que lo resuelto en el fallo de
diez de junio de dos mil diecinueve, respecto del tercer concepto
de impugnación del escrito de demanda, se confirmó por el
Tribunal de Alzada al declarar infundados por una parte e
inoperantes en otra los conceptos de violación que al efecto hizo
valer el ahí quejoso, tal y como se puede advertir a fojas 13 a 30
de la misma.

Por otro lado, el efecto señalado en el numeral 2,


inciso b), derivó de las consideraciones que esta Sala vertió
al resolver el cuarto concepto de impugnación del escrito de
demanda, tal y como se puede observar a fojas 30 a 32 de la
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********************************* ************************* **************

ejecutoria de cinco de marzo de dos mil diecinueve, contenido de


las mismas que para su ágil consulta se transcribe a continuación:

“(. . .)

En otro contexto analítico, en su tercer motivo de disenso, el


impetrante del amparo se duele de lo resuelto en el apartado
octavo del acto reclamado, relativo al concepto de impugnación
cuarto del libelo inicial, consistente en el exceso de
facultades por parte de la entidad hacendaria para requerir
información personal al contribuyente.

Alega, que la Sala responsable le dio un tratamiento diverso al


efectivamente planteado, pues el análisis que se efectuó, versó en
si la fiscalizadora puede solicitar ese tipo de información.

Por ello, después de transcribir el concepto de nulidad en


comento, adujo que lo realmente esgrimido fue si los visitadores
son autoridades competentes para exigir información personal y
privada que no tiene que ver con la contabilidad ni con el
cumplimiento de obligaciones fiscales.

Que la Sala resolutora, justificó esa ilegalidad con la cita del


precepto 42, fraccion II, del Código Fiscal de la Federación, del
que se desprende que las atribuciones a que refiere el mismo,
están supeditadas a cuestiones relacionadas con la contabilidad y
el cumplimiento de las normas tributarias, no así en forma general
y sin limitación alguna como pretende hacer ver la entidad
responsable.

Es esencialmente fundado el motivo de disenso.

(. . . )”

(Énfasis añadido)

En ese tenor, en aras de dar efectivo cumplimiento a lo


ordenado por el Cuarto Tribunal Colegiado del Vigésimo Quinto
Circuito, y en observancia al principio de congruencia que debe
respetar las sentencias que emite este Órgano Jurisdiccional, esta
Sala Responsable procede a reiterar las consideraciones vertidas
en el Considerando Séptimo del fallo de diez de junio de dos mil
diecinueve, y acto seguido, procederá a resolver conforme a

45
los lineamientos otorgados por el Tribunal de Alzada el
cuarto concepto de impugnación que hizo valer la parte
actora en su escrito de demanda, para con ello acatar lo
efectivamente ordenado en el numeral 2, inciso b), del
Considerando Noveno de la ejecutoria de cinco de marzo de dos
mil veinte, dictada en los autos del juicio de amparo directo
311/2019.

I) REITERACIÓN DEL CONSIDERANDO SÉPTIMO


DEL FALLO RECLAMADO DE DIEZ DE JUNIO DE DOS MIL
DIECINUEVE:

“SÉPTIMO. – A continuación, los suscritos Magistrados proceden


a resolver los argumentos formulados por la parte actora en su
tercer concepto de impugnación del escrito de demanda, en
donde esencialmente adujo que la resolución impugnada es ilegal,
toda vez que del análisis que se efectuara al acta parcial de inicio
de visita domiciliaria se podría advertir que los visitadores se
tomaron atribuciones de requerir, sin ser autoridad competente ni
estar facultados para ello, información diversa a la que integra la
contabilidad, como lo era la relacionada con sus bienes intangibles
(concerniente a propiedad industrial –sic-).

Que aunado a lo anterior, en la orden de visita domiciliaria no se


señaló en momento alguno el artículo 42 fracción VI, del Código
Fiscal de la Federación, ni algún otro precepto de la Ley de
Propiedad Industrial.

Al respecto, la autoridad demandada señaló que los argumentos


expuestos por la parte actora son infundados, ya que esa
información formaba parte de su contabilidad, y por tanto, se le
podía solicitar tal y como lo señala el artículo 42 fracción III, del
Código Fiscal de la Federación, al establecer que la autoridad,
podrá solicitar no solo la contabilidad, sino también otros
documentos e informes que se le requieran.

Conocidos los argumentos expuestos por las partes, los


Magistrados que integran esta Sala Regional del Norte-Centro III y
Cuarta Sala Auxiliar del Tribunal Federal de Justicia
Administrativa, consideran que el concepto de impugnación que
plantea la parte actora es infundado e inoperante, tal y como se
procede a explicar.

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************************** SARIÑANA.***********************

El análisis del argumento formulado por la parte actora debe partir


de la base consistente en que este motivo de ilegalidad se
encuentra dirigido a demostrar la actualización de un vicio
acaecido durante el procedimiento que dio origen a la resolución
impugnada.

En ese sentido, se debe saber que para que esta Sala pueda
declarar la nulidad de la resolución impugnada por ilegalidades de
este tipo, es necesario que el promovente del juicio de nulidad
acredita cabalmente:

a) La existencia del vicio del procedimiento que dio origen a la


resolución impugnada;

b) Que este vicio afectó sus defensas, y;

c) Que a su vez la ilegalidad advertida trascendió al sentido de la


resolución impugnada.

Ello con la correlativa obligación de verificar justamente que con el


vicio de procedimiento advertido se afectaron las defensas del
particular, y que además ello trascendió al sentido de la
resolución2.

Lo anterior, por así disponerlo expresamente los artículos 50,


segundo párrafo y 51 fracción III, y segundo párrafo, de la Ley
Federal de Procedimiento Contencioso Administrativo, los cuales
disponen lo siguiente:

“ARTÍCULO 50.- Las sentencias del Tribunal se fundarán en


derecho y resolverán sobre la pretensión del actor que se deduzca
de su demanda, en relación con una resolución impugnada,
teniendo la facultad de invocar hechos notorios.

Cuando se hagan valer diversas causales de ilegalidad, la


sentencia de la Sala deberá examinar primero aquéllos que
puedan llevar a declarar la nulidad lisa y llana. En el caso de que
la sentencia declare la nulidad de una resolución por la omisión de
los requisitos formales exigidos por las leyes, o por vicios de
procedimiento, la misma deberá señalar en que forma afectaron
las defensas del particular y trascendieron al sentido de la
resolución.

(. . .)”

2
Sirve de hecho notorio que puede ser invocado por esta Sala para efectos de esta resolución de
conformidad con el artículo 50, de la Ley Federal de Procedimiento Contencioso Administrativo, lo
resuelto por el Pleno de la Sala Superior de este Tribunal en la contradicción de sentencias 328/12-
16-01-7/YOTRO/440/13-PL-10-01, de la cual derivó la Jurisprudencia VII-J-SS-84 de rubro “REVISIÓN
DE GABINETE. FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN DE LA ORDEN QUE LA CONTIENE”.
47
“ARTÍCULO 51.- Se declarará que una resolución administrativa
es ilegal cuando se demuestre alguna de las siguientes causales:

(. . .)

III. Vicios del procedimiento siempre que afecten las defensas del
particular y trasciendan al sentido de la resolución impugnada.

(. . .)

Para los efectos de lo dispuesto por las fracciones II y III del


presente artículo, se considera que no afectan las defensas del
particular ni trascienden al sentido de la resolución impugnada,
entre otros, los vicios siguientes:

(. . .)”

En esa inteligencia, si bien la parte actora pretende demostrar la


ilegalidad del acta parcial de inicio por aludir a requerimientos que
considera “ilegales”, lo cierto es que es omisa en señalar
debidamente como fue que, a su consideración, tales ilegalidades
afectaron sus defensas y trascendieron al sentido de la resolución
impugnada, lo cual -per se- genera la insuficiencia y, por ende, la
inoperancia de su agravio, pues la omisión de tales requisitos
provoca que no sea posible declarar la nulidad del acto aquí
impugnado, al no satisfacerse los presupuestos procesales que
condicionan la causa de nulidad prevista en el numeral 51 fracción
III de la Ley Federal de Procedimiento Contencioso Administrativo,
antes transcrito.

Es aplicable a la determinación anterior, mutatis mutandis, la


Jurisprudencia VII-J-1aS-157 de la Primera Sección de la Sala
Superior de este Tribunal, la cual es consultable en la Revista que
edita dicho Órgano Jurisdiccional de la Séptima Época, año VI,
número 54, de enero de 2016, página 43, que dispone:

“VIOLACIONES NO INVALIDANTES. DEBEN CONSIDERARSE


ASÍ, AQUELLAS ILEGALIDADES QUE NO AFECTEN LA
ESFERA JURÍDICA DEL PARTICULAR Y NO TRASCIENDEN
AL SENTIDO DEL FALLO.- De conformidad con lo previsto por el
artículo 51 fracciones II y III, de la Ley Federal de Procedimiento
Contencioso Administrativo, se declarará la nulidad de la
resolución controvertida cuando: 1) exista omisión de los
requisitos formales exigidos por las leyes; y 2) se configuren vicios
del procedimiento, respectivamente, siempre que en ambos casos
la violación aducida afecte las defensas del particular y
trasciendan al sentido del fallo. En ese tenor, si la parte actora
señaló que la omisión de la autoridad enjuiciada de requerirle
autorización para publicar sus datos personales le causó
afectación en su esfera jurídica, necesariamente se
encontraba constreñida a acreditar cómo fue que la violación
aducida afectó sus derechos y trascendió al sentido del fallo,
por lo que al no haber acontecido así, tal omisión de la
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autoridad debe ser considerada como una violación no


invalidante al no satisfacerse los presupuestos procesales
que condicionan las causas de nulidad aludidas.”

(Énfasis añadido)

En ese mismo sentido resulta orientadora la Jurisprudencia I.4o.A.


J/49 del Cuarto Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del
Primer Circuito, misma que es consultable en el Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta de la Novena Época, Tomo
XXVI, Agosto de 2007, página 1138, que dispone:

“ACTO ADMINISTRATIVO. SU VALIDEZ Y EFICACIA NO SE


AFECTAN CON MOTIVO DE "ILEGALIDADES NO
INVALIDANTES" QUE NO TRASCIENDEN NI CAUSAN
INDEFENSIÓN O AGRAVIO AL PARTICULAR (CÓDIGO
FISCAL DE LA FEDERACIÓN VIGENTE HASTA EL 31 DE
DICIEMBRE DE 2005). Si la ilegalidad del acto de autoridad no se
traduce en un perjuicio que afecte al particular, resulta irrelevante
tal vicio, en tanto que se obtuvo el fin deseado, es decir, otorgarle
la oportunidad para que ofreciera pruebas y alegara lo que a su
derecho conviniere. En consecuencia, es evidente que no se
dan los supuestos de ilegalidad a que se refiere el artículo
238, fracción III, del Código Fiscal de la Federación, vigente
hasta el 31 de diciembre de 2005, si no se afectaron las
defensas del particular, por lo que al no satisfacerse las
condiciones legales para la eficacia de la ilegalidad en
comento, resulta indebido declarar la nulidad, cuando la ratio
legis es muy clara en el sentido de preservar y conservar
actuaciones de la autoridad administrativa que, aunque
ilegales, no generan afectación al particular, pues también
debe atenderse y perseguir el beneficio de intereses
colectivos, conducentes a asegurar efectos tales como una
adecuada y eficiente recaudación fiscal, lo que justifica la
prevención, clara e incondicional del legislador, en el sentido
de salvaguardar la validez y eficacia de ciertas actuaciones; y
es así que el artículo 237 del mismo código y vigencia, desarrolla
el principio de presunción de legitimidad y conservación de los
actos administrativos, que incluye lo que en la teoría del derecho
administrativo se conoce como "ilegalidades no invalidantes",
respecto de las cuales no procede declarar su nulidad, sino
confirmar la validez del acto administrativo. Luego, es necesario
que tales omisiones o vicios afecten las defensas del particular y
trasciendan al sentido de la resolución impugnada y que
ocasionen un perjuicio efectivo, porque de lo contrario el concepto
de anulación esgrimido sería insuficiente y ocioso para declarar la
nulidad de la resolución administrativa impugnada.”

(Énfasis añadido)

49
No obstante lo anterior, y en aras de cumplir con el principio de
exhaustividad que rige en el dictado de las sentencias que dicta
este Tribunal, se dice que el concepto de impugnación que plantea
la parte actora es infundado, toda vez que el Pleno de la Sala
Superior de este Tribunal, ha determinado vía jurisprudencial que
las autoridades fiscales sí se encuentran facultadas para
requerir documentos e información relacionada con bienes
muebles o inmuebles e incluso intangibles –como aconteció
en la especie- que sean propiedad del contribuyente, ya que el
requerimiento de la citada información y documentación, así como
su revisión se encuentran implícitos en el ejercicio de la facultad
de comprobación prevista en la fracción III del artículo 42 del
Código Fiscal de la Federación citado como fundamentación en la
orden de visita domiciliaria, origen de la resolución controvertida;
ello al emitir la Jurisprudencia VI-J-SS-79, consultable en la
Revista que edita dicho Órgano Jurisdiccional de la Sexta Época,
Año IV, número 38, de febrero de 2011, página 25, misma que
resulta de aplicación obligatoria para esta Sala Regional en
términos de lo previsto en el artículo 79 de la Ley Federal de
Procedimiento Contencioso Administrativo, que dispone:

“REQUERIMIENTO DE DOCUMENTACIÓN E INFORMACIÓN


EN LA ORDEN DE VISITA.- ES SUFICIENTE LA INVOCACIÓN
DE LA FRACCIÓN III DEL ARTÍCULO 42 DEL CÓDIGO FISCAL
DE LA FEDERACIÓN, SIN NECESIDAD DE CITAR LA
FRACCIÓN II, DEL PROPIO CÓDIGO.- La fracción III del artículo
42 del Código Fiscal de la Federación, establece las facultades de
la autoridad fiscalizadora para practicar visitas a los
contribuyentes, los responsables solidarios o terceros
relacionados con ellos y revisar su contabilidad, bienes y
mercancías. En esa virtud, la facultad de verificar el
cumplimiento de dichas obligaciones lleva inmersa la de
revisar la documentación de la que se desprenda si éstas se
han cumplido o no y, por tanto, la de requerir diversa
documentación e informes relacionados con la contabilidad, a
fin de poder llevar a cabo el objeto de la visita, sin que pueda
interpretarse que sólo faculta a la autoridad para realizar la
visita en el domicilio particular, sin el alcance antes referido y
que, por dicha situación, para ese efecto la autoridad deba
invocar la fracción II del artículo 42 del Código Fiscal de la
Federación en comento. En consecuencia, tratándose de
órdenes de visita domiciliaria, basta invocar la fracción III del
artículo 42 del Código Fiscal de la Federación, para
considerar que se fundaron debidamente las facultades de la
autoridad, no sólo para introducirse en el domicilio del
gobernado, sino también para realizar la verificación de que
se trata, y requerir diversa documentación e informes
relacionados con la contabilidad.”

Bajo dicho contexto, se evidencia que para revisar la


contabilidad, bienes y mercancías de los contribuyentes,
responsables solidarios o terceros con ellos relacionados, la
facultad de verificar el cumplimiento de sus obligaciones
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************************* SARIÑANA.
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fiscales, lleva inmersa la de revisar la documentación de la


que se desprenda si éstas se han cumplido o no, y por tanto,
la de requerir dicha documentación, así como los datos e
informes necesarios a la persona con quien se atiende la
diligencia, a fin de poder llevar a cabo el objeto de la visita, pues la
finalidad de las visitas domiciliarias en materia fiscal, lo es la
revisión del cumplimiento de sus obligaciones fiscales, motivo por
el cual la facultad contenida en la fracción II, del artículo 42 del
Código Fiscal de la Federación, se encuentra inmersa en la
diversa contenida en la fracción III del mismo dispositivo legal, de
ahí que tampoco resultara necesario como lo pretende hacer creer
la parte actora, que la autoridad estuviera obligada a sustentar su
actuar en la Ley de Propiedad Intelectual.

Sirve de apoyo a lo anterior, lo determinado por la Segunda Sala


de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en su
Jurisprudencia 2a./J. 174/2008, publicada en el Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XXVIII, diciembre de
2008, página 280, bajo la voz:

“ORDEN DE VISITA DOMICILIARIA PARA VERIFICAR EL


CUMPLIMIENTO DE OBLIGACIONES EN MATERIA DE
EXPEDICIÓN DE COMPROBANTES FISCALES. LA
SUSTENTADA EN EL ARTÍCULO 42, FRACCIÓN V, DEL
CÓDIGO FISCAL DE LA FEDERACIÓN, RESPETA LA
GARANTÍA DE FUNDAMENTACIÓN, POR LO QUE ES
INNECESARIO QUE CITE, ADEMÁS, LA FRACCIÓN II DE
DICHO PRECEPTO. El artículo 42, fracción V, del Código Fiscal
de la Federación establece que las autoridades fiscales a fin de
comprobar que los contribuyentes, los responsables solidarios o
los terceros con ellos relacionados han cumplido con las
disposiciones fiscales y, en su caso, determinar las contribuciones
omitidas o los créditos fiscales, así como para comprobar la
comisión de delitos fiscales y para proporcionar información a
otras autoridades fiscales, podrán practicar visitas domiciliarias a
fin de verificar el cumplimiento de obligaciones en materia de la
expedición de comprobantes fiscales. Ahora bien, debe estimarse
que la facultad de verificar el cumplimiento de dichas obligaciones
lleva inmersa la de revisar la documentación de la que se
desprenda si éstas se han cumplido o no y, por tanto, la de
requerir dicha documentación, así como los datos e informes
necesarios a la persona con quien se entienda la diligencia, a fin
de poder llevar a cabo el objeto de la visita, sin que la norma de
que se trata pueda interpretarse en el sentido de que sólo faculta a
la autoridad para realizar la visita en el domicilio del particular,
pero que no tiene el alcance de permitirle que requiera a éste los
datos, informes y documentos necesarios para verificar el
cumplimiento de las obligaciones fiscales objeto de dicha visita y
que, por ende, para ese efecto la autoridad deba invocar normas
diversas, pues la finalidad de las visitas domiciliarias en materia
fiscal no es en sí la intromisión en el domicilio de los particulares,

51
sino la revisión del cumplimiento de sus obligaciones fiscales. En
esa medida, tratándose de órdenes de visita domiciliaria
tendientes a verificar el cumplimiento de obligaciones en materia
de expedición de comprobantes fiscales, basta invocar la fracción
V del artículo 42 del Código Fiscal de la Federación, para
considerar que se fundaron debidamente las facultades de la
autoridad no sólo para introducirse en el domicilio del gobernado,
sino también para realizar la verificación de que se trata,
requiriendo al visitado los datos, informes o documentos
relacionados con dichas obligaciones; siendo innecesario que
citen, además, la fracción II de dicho precepto, máxime si se
sustentaron en el artículo 45 del mismo ordenamiento legal.”

Pronunciamiento invocado, que si bien es cierto se dirige de


manera particular a las órdenes de visita domiciliaria para verificar
la expedición de comprobantes fiscales prevista en la fracción V
del artículo 42 del Código Fiscal de la Federación, se estima que
también resulta aplicable tratándose de las ordenes de visita
domiciliaria previstas en la fracción III del citado numeral -que
corresponde a la facultad ejercida en el acto de molestia analizado
en esta instancia-, atendiendo que de la ejecutoria que origina la
jurisprudencia se desprende que las consideraciones del Alto
Tribunal en la Nación para las conclusiones sentadas,
atienden a las visitas domiciliarias en general y por tanto
dicho pronunciamiento alcanza a las órdenes de visita
previstas en la fracción III del artículo 42 referido.

Así mismo, contrario a lo manifestado por la parte actora, la


información relacionada con bienes muebles o inmuebles que
sean propiedad del contribuyente, sí forma parte de la
contabilidad.

En efecto, el Diccionario Jurídico Mexicano3, define a la


contabilidad como:

“El conjunto de sistemas y métodos que los contribuyentes están


obligados a utilizar, para la clasificación, ordenación y registro de
los actos o actividades que producen movimientos o
modificaciones en su patrimonio y que son tomados en cuenta por
las leyes fiscales para el pago de impuestos.”

De lo anterior, se deduce que la contabilidad comprende todos


aquellos elementos que integran los movimientos o
modificaciones en el patrimonio del contribuyente, para el
cálculo y pago de los impuestos. Siendo el caso que uno de
dichos elementos es el activo, el cual comprende los bienes y
derechos que un contribuyente tiene para realizar sus
operaciones, a su vez el activo se divide en activo circulante y no
circulante, y este último está representado por los inmuebles
adquiridos, construcciones, maquinaria, mobiliario y equipo de

3
Diccionario Jurídico Mexicano. Instituto de Investigaciones Jurídicas. Universidad Nacional
Autónoma de México. Editorial Porrúa, México 2011, Página 813.
52
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ADMINISTRATIVA.

EXPEDIENTE: 1342/18-22-01-6.

ACTOR: ANTONIO
******************* FÉLIX SARIÑANA.
********************* ********************

transporte, que representan la inversión de los contribuyentes para


la realización de sus operaciones.

Bajo dicho contexto, se concluye que la información relacionada


con los bienes muebles e inmuebles e intangibles, sí forman
parte de la contabilidad de conformidad con lo dispuesto por el
artículo 28, párrafo cuarto, del Código Fiscal de la Federación, al
establecer que: “En los casos en que las disposiciones fiscales
hagan referencia a la contabilidad, se entenderá que la misma
se integra por los sistemas y registros contables a que se refiere
la fracción I de este artículo, los papeles de trabajo, registros,
cuentas especiales, libros y registros sociales señalados en el
párrafo precedente, así como por los comprobantes fiscales o
documentación comprobatoria de ingresos y deducciones y,
en su caso, las máquinas registradoras de comprobación fiscal,
los equipos o sistemas electrónicos de registro fiscal y sus
respectivos registros, además de la documentación comprobatoria
de los asientos respectivos”, de ahí que la relación de bienes
muebles, inmuebles e intangibles propiedad de la actora durante
el ejercicio revisado forma parte de la contabilidad, pues
constituye una parte del activo con que contaba en dicho ejercicio,
lo que deriva en que el agravio formulado por la parte actora, en
todo caso, resulte infundado.

En tal virtud, los argumentos formulados por la parte actora en los


conceptos de impugnación que se analizan se desestiman por
infundados, pues el requerimiento efectuado a la demandante no
se hizo fuera de lo establecido en la propia orden aquí combatida
como pretende hacerlo creer.

Idéntico criterio se adoptó por los integrantes de esta Sala al


resolver los juicios de nulidad números 5151/16-22-01-9,
5514/16-22-01-6, 4774/16-22-01-6 y 5842/16-22-01-6, lo cual se
cita como un hecho notorio idóneo para efectos del presente
fallo, en términos del artículo 50 de la Ley Federal de
Procedimiento Contencioso Administrativo.”

II) EFECTIVO CUMPLIMIENTO A LO ORDENADO POR


EL CUARTO TRIBUNAL COLEGIADO DEL VIGÉSIMO QUINTO
CIRCUITO, EN EL NUMERAL 2, INCISO B), DEL
CONSIDERANDO NOVENO DE LA EJECUTORIA DE CINCO
DE MARZO DE DOS MIL VEINTE, DICTADA EN LOS AUTOS
DEL JUICIO DE AMPARO DIRECTO 311/2019.

53
A continuación, se procede al estudio y resolución del
cuarto concepto de impugnación del escrito de demanda, en
donde la parte actora manifestó que existe violación al principio
de seguridad jurídica, en virtud de que las visitadoras que llevaron
a cabo la práctica del acta parcial de inicio le requirieron
información que no formaba parte de la contabilidad y que
además no eran autoridad competente para solicitar, al tratarse
de información de carácter personal y privado que nada tenía que
ver con la contabilidad, como lo fueron su correo electrónico,
teléfono fijo y móvil, lo cual no se justificaba por el hecho de que
esa información se hubiera solicitado para efectos de lo dispuesto
en el último párrafo del artículo 42, del Código Fiscal de la
Federación; por lo cual se extralimitaron en su facultades de
comprobación y por consiguiente dicho requerimiento de
información fue ilegal.

Por su parte, al formular su contestación a la demanda,


la autoridad demandada sostuvo que el concepto de
impugnación planteado por la parte actora deviene infundado,
pues para efecto de revisar el debido cumplimiento de las
obligaciones fiscales a las que se encuentra afecta, la autoridad
fiscal puede requerirle diversa documentación, tal como el
teléfono móvil o fijo del contribuyente o de su representante legal,
al encontrarse frente a una facultad discrecional, sin que haya
limitación al respecto conforme al artículo 45 del Código Fiscal de
la Federación; máxime, que dicha solicitud se efectuó en aras de
dar cumplimiento a lo ordenado en el quinto párrafo del artículo 42
del citado código.

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EXPEDIENTE: 1342/18-22-01-6.

ACTOR: ANTONIO FÉLIX************************


*************************** SARIÑANA. *******************

Una vez analizados los argumentos formulados por la


parte actora y en estricto cumplimiento al numeral 2, inciso b),
del Considerando Noveno de la ejecutoria de cinco de marzo
de dos mil veinte, las Magistradas y Magistrado integrantes de
esta Sala Regional, estiman que el concepto de impugnación en
estudio es fundado y suficiente para desvirtuar la presunción de
legalidad de la que goza la resolución impugnada, ello conforme
las consideraciones que se exponen a continuación:

En el caso concreto, encontramos que el reclamo de


ilegalidad que hace valer la parte actora, deriva de que los
visitadores que llevaron a cabo la práctica de la visita domiciliaria
que le fue incoada, al efectuar el levantamiento del acta parcial de
inicio de catorce de marzo de dos mil diecisiete le requirieron
información de carácter personal y privado que nada tiene que ver
con la contabilidad, tales como nombre, Registro Federal de
Contribuyentes, correo electrónico y número de teléfono fijo y
móvil.

Lo anterior, se puede corroborar de la digitalización que


de la parte conducente del acta parcial de inicio que se realiza a
continuación, misma que obra agregada a folios 212 a 225 de
autos y cuyo valor probatorio es pleno de conformidad con el
artículo 46 fracción I, de la Ley Federal de Procedimiento
Contencioso Administrativo:

(. . .)

55
(. . .)

En ese contexto, el requerimiento así formulado por los


visitadores a la parte actora en el acta parcial de inicio deviene
ilegal, toda vez que no existe precepto legal que les permita
requerir a los contribuyentes información de carácter personal,
como puede ser el correo electrónico del contribuyente o su
teléfono fijo o móvil.

En efecto, si bien es cierto que en términos del artículo


42, fracción III, del Código Fiscal de la Federación4, las
autoridades fiscales están facultadas para practicar visitas a los
contribuyentes, los responsables solidarios o terceros
relacionados con ellos y revisar su contabilidad, bienes y
mercancías, también lo es que esa atribución se circunscribe
a comprobar el cumplimiento de las disposiciones fiscales,
determinar contribuciones o créditos, comprobar la comisión

4 “Artículo 42.- Las autoridades fiscales a fin de comprobar que los contribuyentes, los
responsables solidarios o los terceros con ellos relacionados han cumplido con las
disposiciones fiscales y, en su caso, determinar las contribuciones omitidas o los créditos
fiscales, así como para comprobar la comisión de delitos fiscales y para proporcionar
información a otras autoridades fiscales, estarán facultadas para:

(. . .)

III. Practicar visitas a los contribuyentes, los responsables solidarios o terceros relacionados
con ellos y revisar su contabilidad, bienes y mercancías.”
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************************* ********************** **********************
ACTOR: ANTONIO FÉLIX SARIÑANA.

de delitos o proporcionar información (a otras autoridades


fiscales).

Lo anterior no acontece respecto de la información


relacionada con el correo electrónico o teléfonos fijo o móvil del
contribuyente, pues no se advierte de que forma esta será
utilizada para tales fines, esto es, para comprobar el
cumplimiento de las disposiciones fiscales, determinar
contribuciones o créditos, comprobar la comisión de delitos
o proporcionar información (a otras autoridades fiscales).

Se sostiene lo anterior, sin que pase desapercibido el


argumento de defensa formulado por la autoridad demandada, en
cuanto a que dicha solicitud se efectuó en aras de dar
cumplimiento a lo ordenado en el quinto párrafo del artículo 42 del
Código Fiscal de la Federación, pues del análisis que se realiza a
dicho precepto no se desprende que la autoridad fiscal ni
mucho menos los visitadores que llevan a cabo la práctica de
una visita domiciliaria, se encuentren facultados para
requerir al contribuyente sus datos personales tales como
correo electrónico, número de teléfono móvil o fijo, tal y como
se advierte de la transcripción que de dicho precepto se realiza a
continuación:

CÓDIGO FISCAL DE LA FEDERACIÓN

“Artículo 42.- Las autoridades fiscales a fin de comprobar que los


contribuyentes, los responsables solidarios o los terceros con ellos
relacionados han cumplido con las disposiciones fiscales y, en su
caso, determinar las contribuciones omitidas o los créditos
fiscales, así como para comprobar la comisión de delitos fiscales y
para proporcionar información a otras autoridades fiscales, estarán
facultadas para:

57
(. . .)

Las autoridades fiscales que estén ejerciendo alguna de las


facultades previstas en las fracciones II, III y IX de este artículo y
detecten hechos u omisiones que puedan entrañar un
incumplimiento en el pago de contribuciones, deberán informar por
medio de buzón tributario al contribuyente, a su representante
legal, y en el caso de las personas morales a sus órganos de
dirección por conducto de aquel, en un plazo de al menos 10 días
hábiles previos al del levantamiento de la última acta parcial, del
oficio de observaciones o de la resolución definitiva en el caso de
revisiones electrónicas, el derecho que tienen para acudir a las
oficinas que estén llevando a cabo el procedimiento de que se
trate, para conocer los hechos y omisiones que hayan detectado.”

(. . .)”

(Énfasis añadido)

Y si bien el último párrafo del artículo 42 del Código


Fiscal de la Federación dispone literalmente que: “El Servicio de
Administración Tributaria establecerá mediante reglas de carácter
general, el procedimiento para informar al contribuyente el
momento oportuno para acudir a sus oficinas y la forma en que
éste puede ejercer su derecho a ser informado”; también lo es
que de la Resolución Miscelánea Fiscal para el año de dos mil
diecisiete –vigente a la fecha del levantamiento del acta parcial de
inicio y del requerimiento tildado de ilegal-, específicamente de la
regla 2.12.9, tampoco se desprende la necesidad, mucho menos
la facultad del visitador para requerir los datos personales
anteriormente mencionados.

La regla 2.12.9 de la Resolución Miscelánea Fiscal para


dos mil diecisiete, dispone lo siguiente:

“Información de seguimiento a revisiones

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*********************************** ***************************** ********

2.12.9. Para efectos del artículo 42, quinto y último párrafos del
CFF, las autoridades fiscales informarán, a través del buzón
tributario del contribuyente, a su representante legal, y en el caso
de las personas morales a sus órganos de dirección por conducto
de aquel, el derecho que tienen para acudir a sus oficinas,
indicando, en su caso, el lugar, fecha y hora, a efecto de darles a
conocer los hechos u omisiones detectados en el procedimiento
de fiscalización, que pudieran implicar el incumplimiento en el
pago de contribuciones.

En el supuesto en el que no se ejerza el derecho a que se refiere


el artículo en comento, las autoridades fiscales continuarán con el
procedimiento de fiscalización, asentando en las actuaciones la
inasistencia de los interesados para ejercer este derecho.

CFF 17-K, 42, 134”

De ahí que los argumentos de defensa expuestos por la


autoridad demandada se desestimen por infundados.

En las relatadas consideraciones, el actuar de los


visitadores al levantar el acta parcial de inicio de la visita
domiciliaria que le fue incoada a la parte actora deviene ilegal y
contrario al principio de legalidad imperante en nuestro sistema
jurídico, derivado del primer párrafo del artículo 16 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, conforme
al cual las autoridades sólo pueden hacer aquello para lo que
expresamente los faculta la ley, al haber realizado un
requerimiento de datos personales tales como correo electrónico,
teléfono móvil o fijo, sin tener competencia para ello y, además,
que de ninguna forma tiene como finalidad comprobar el
cumplimiento de las disposiciones fiscales, determinar
contribuciones o créditos, comprobar la comisión de delitos
o proporcionar información (a otras autoridades fiscales).

59
Lo que se afirma sin que esta Sala soslaye que con
fecha diecisiete de agosto de dos mil veinte, la autoridad
demandada presentó oficio ante la Oficialía de Partes de esta
Sala Regional a través del cual invoca los razonamientos
expresados por el Cuarto Tribunal Colegiado del Vigésimo Quinto
Circuito en el amparo directo 240/2019, para demostrar que el
vicio aquí advertido no puede afectar la legalidad del acto
combatido; sin embargo, los mismos son insuficientes para
demeritar la conclusión aquí alcanzada, pues cabe recordar que
en el caso concreto, el Tribunal de Alzada determinó que el
requerimiento de información personal al contribuyente –correo
electrónico, teléfono móvil o fijo- es contrario a derecho pues la
autoridad fiscal solo está facultada para requerir la información y
documentación que conlleve a comprobar el cumplimiento de las
disposiciones fiscales, determinar contribuciones o créditos,
comprobar la comisión de delitos o proporcionar información (a
otras autoridades fiscales); de ahí que la obligación de esta Sala
es observar lo estrictamente ordenado en la ejecutoria que se
cumplimenta.

En las relatadas consideraciones, la ilegalidad advertida


constituye un vicio de carácter formal que no puede ser
convalidado de ninguna forma, en términos de la Jurisprudencia
2a./J. 174/2011 (9a.), de la Segunda Sala del Alto Tribunal del
país, misma que es consultable en el Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta de la Novena Época, Libro V, febrero de
2012, Tomo 2, página 835, que dispone lo siguiente:

“COMPETENCIA DE LAS AUTORIDADES ADMINISTRATIVAS.


INAPLICABILIDAD DE LOS SUPUESTOS PREVISTOS EN EL
ARTÍCULO 51, SEGUNDO PÁRRAFO, INCISO D), DE LA LEY
FEDERAL DE PROCEDIMIENTO CONTENCIOSO
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***************************** ********************* ******************

ADMINISTRATIVO. Conforme a los criterios sustentados por este


Alto Tribunal, la falta, indebida o insuficiente fundamentación de la
competencia de la autoridad que emite un acto administrativo,
incide directamente en su validez, toda vez que esas deficiencias
impiden que el juzgador pueda pronunciarse respecto a los
efectos o consecuencias jurídicas que dicho acto pudiera tener
sobre el particular, obligándolo a declarar la nulidad del acto o
resolución en su integridad, por lo que la nulidad decretada en
esos casos constituye un supuesto en el cual la violación formal
cometida no resulta, por regla general, subsanable. Ahora bien, el
párrafo segundo, inciso d), del artículo 51 citado, en relación con
sus fracciones II y III, dispone que no afectan las defensas del
particular ni trascienden al sentido de la resolución impugnada los
vicios consistentes en irregularidades en los citatorios, en las
notificaciones de requerimientos de solicitudes de datos, informes
o documentos, o en los propios requerimientos, siempre y cuando
el particular desahogue los mismos, exhibiendo oportunamente la
información y documentación solicitados. Sin embargo, debe
entenderse que estos supuestos son inaplicables tratándose de la
omisión, indebida o insuficiente fundamentación de la competencia
de las autoridades administrativas, pues ello constituye un vicio
que no es análogo a los referidos supuestos legales, además de
que tal disposición no puede interpretarse extensivamente porque
atentaría contra el principio de legalidad previsto en el artículo 16
de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Esta
interpretación se confirma con lo establecido en la fracción I del
propio artículo 51 que establece como causa de ilegalidad de una
resolución administrativa la incompetencia del funcionario que la
haya dictado u ordenado, o tramitado el procedimiento del que
deriva dicha resolución, interpretado armónicamente con el
contenido del antepenúltimo párrafo del precepto legal en
cuestión, que establece que el Tribunal podrá hacer valer de
oficio, por ser de orden público, la incompetencia de la autoridad
para dictar la resolución impugnada o para ordenar o tramitar el
procedimiento del que derive y la ausencia total de
fundamentación o motivación en dicha resolución. Así, al haberse
establecido por separado dicha causa de ilegalidad, no puede
analizarse a la luz de los supuestos de excepción previstos en el
párrafo segundo, inciso d), del referido precepto legal, los cuales
constituyen requisitos formales exigidos por las leyes, diversos a
la fundamentación de la competencia.”

Y que por sí mismo conlleva la ilegalidad de la resolución


determinante impugnada, por ser un acto que se encuentra
viciado desde su origen que no puede afectar válida y legalmente
la esfera jurídica del hoy actor, ello de conformidad con el artículo

61
51 fracción I, de la Ley Federal de Procedimiento Contencioso
Administrativo que dispone:

“ARTÍCULO 51.- Se declarará que una resolución administrativa


es ilegal cuando se demuestre alguna de las siguientes causales:

(. . .)

I. Incompetencia del funcionario que la haya dictado, ordenado o


tramitado el procedimiento del que deriva dicha resolución.

(. . .)”

Ahora bien, toda vez que se encuentra pendiente de


acatar el efecto señalado en el numeral 2, inciso c) de la
ejecutoria de cinco de marzo de dos mil veinte, dictada por el
Cuarto Tribunal Colegiado del Vigésimo Quinto Circuito en el
juicio de amparo directo 311/2019, la declaratoria de nulidad se
precisará en la parte final del siguiente Considerando.

SEXTO. – A continuación, esta Sala Juzgadora da


cumplimiento al efecto señalado en el numeral 2, inciso c) de
la ejecutoria de cinco de marzo de dos mil veinte, antes
mencionada y, para ello, se procede a analizar el sexto concepto
de impugnación que esgrimió la parte actora en su escrito de
demanda, en donde sostiene que la resolución impugnada es
ilegal, pues las visitadoras, sin estar facultadas procedieron a
realizar la valoración de su contabilidad, señalando como
ejemplos el acta parcial de inicio y última acta parcial de visita
domiciliaria; siendo que a éstas solo les era competente hacer
constar la exhibición de dicha documentación, levantando el acta
circunstanciada respectiva.

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ACTOR: ANTONIO FÉLIX


************************ SARIÑANA.
************************* *****************

La autoridad demandada sostiene que los argumentos


que expresa el demandante son infundados, pues del análisis que
se realice a las actas de inicio y última parcial de visita
domiciliaria, se podrá advertir que los visitadores en ningún
momento están valorando los documentos, libros y registros
aportados por la contribuyente.

A juicio de quienes esto resuelven el argumento


planteado por la parte actora es fundado y suficiente para
desvirtuar la presunción de legalidad de la que goza la resolución
impugnada, ello en base a las consideraciones que se exponen:

En primer lugar, resulta menester imponernos del


contenido de la Jurisprudencia 2a./J. 1/2015 (10a.) de la Segunda
Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que se
encuentra en la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación –
misma en la que incluso la parte actora sustenta sus
manifestaciones-, de contenido siguiente:

“VISITA DOMICILIARIA. LOS DOCUMENTOS, LIBROS O


REGISTROS, QUE COMO PRUEBA EXHIBA EL
CONTRIBUYENTE PARA DESVIRTUAR IRREGULARIDADES,
NO PUEDEN SER VALORADOS POR LOS VISITADORES,
PUES SÓLO LES COMPETE DETALLARLOS Y HACER
CONSTAR HECHOS U OMISIONES EN LAS ACTAS
CIRCUNSTANCIADAS. El artículo 46 del Código Fiscal de la
Federación no establece, como facultad de los visitadores, valorar
las pruebas que el contribuyente ofrezca durante la práctica de
una visita domiciliaria con la finalidad de desvirtuar irregularidades
detectadas en la última acta parcial, pues sólo les compete hacer
constar su exhibición, levantando el acta circunstanciada donde se
asiente la existencia de los documentos aportados por el
contribuyente, ya que como auxiliares de las autoridades fiscales
sólo están facultados para asentar los hechos u omisiones que
observen durante la visita, pero dentro de sus atribuciones no
se encuentra la de determinar créditos fiscales, a través de la

63
valoración de los documentos, libros o registros que como prueba
exhiba el particular.”

De la voz anterior, se extrae que el Alto Tribunal en la


Nación, determina que de acuerdo al artículo 46 del Código Fiscal
de la Federación los visitadores no tienen facultad de valor las
pruebas del contribuyente que ofrezca durante la práctica de la
visita con la finalidad de desvirtuar las irregularidades detectadas
en el acta última parcial, estableciendo que a los visitadores sólo
les compete hacer constar la exhibición de esa documentación
levantando el acta circunstanciada en que conste la existencia de
los documentos aportados.

Dicha consideración de acuerdo a la propia voz, deriva


del postulado específico consistente en que dentro de las
atribuciones de los visitadores no se encuentra la de
determinar créditos fiscales a través de la valoración de los
documentos, libros o registros que como prueba exhiba el
particular.

Lo anterior, nos permite identificar nítidamente que el


pronunciamiento jurisprudencial del Alto Tribunal, tiene
como alcance establecer que los visitadores no pueden
valorar los documentos que exhiba el particular en la visita y
en base a esa valoración determinar créditos fiscales.

Bajo ese contexto, encontramos que en el caso concreto


lo anterior no fue observado por los visitadores que llevaron
a cabo el levantamiento de las actas parciales de visita
domiciliaria, procedieron a valorar la documentación exhibida

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ACTOR: ANTONIO FÉLIX SARIÑANA.


************************************* **************************** *****

por el contribuyente hoy actor, respecto de lo cual ya hemos


dilucidado carecen de competencia.

La afirmación anterior queda demostrada con el análisis


que esta Sala Resolutora realiza a la última acta parcial de visita
domiciliaria, la cual obra agregada a folios 355 a 423 de autos,
cuyo valor probatorio es pleno de conformidad con el artículo 46
fracción I, de la Ley Federal de Procedimiento Contencioso
Administrativo, y de la cual se desprende que los visitadores
determinaron: a) ingresos presuntos, salvo prueba en
contrario, por actividades empresariales referentes a la
**********************
enajenación de terrenos con la asociación civil “En Confianza
entre Amigos ES
***************************** mEJOR,
************** A.C.”, mediante contratos de
*************

cuatro de noviembre de dos mil doce y siete de mayo de dos


mil once, en cantidad de $6,264,488.00
*********************** (son seis millones
***************** *************

********************************* ******************* **********************, ***************** ******************


doscientos sesenta y cuatro mil cuatrocientos ochenta y
************ ******************** *****************
ocho pesos 00/100 M.N.), cuya integración se encuentra
desglosada en el acta parcial que se analiza y que fueron
conocidos de la revisión efectuada a la información proporcionada
por la última de las contribuyentes mencionadas, mediante
compulsa realizada bajo la orden e visita COM5500017/17 con
número de oficio 500-23-00-02-01-2017-3237 de dos de junio de
dos mil diecisiete; b) ingresos presuntos salvo prueba en
contrario por depósitos bancarios en cantidad total del
$1,761,525.01
****************** (son un**********************
********************* millón setecientos sesenta
************************* y un mil
*********************

quinientos veinticinco
***************************** pesos
******************* 01/100 M.N.),
******************************* que conocieron del
análisis a los estados de cuenta de la cuenta bancaria
19602206099
*********************** a nombre del contribuyente hoy actor en la
******************************************
institución bancaria Scotiabank Inverlat, S.A. correspondientes al

65
ejercicio fiscal de dos mil quince, c) ingresos acumulables en
cantidad $954,300.00 (son
************************* novecientos********************
************************* cincuenta y cuatro mil
**********************

trescientos
********************** pesos 00/100 M.N.),
*************************** ********** provenientes de remanente

distribuible por parte de la contribuyente “En Confianza entre


************************************

Amigos es Mejor, A.C.”.


**************************************

Siendo importante destacar que este tema ya fue


dilucidado por el Tribunal de Alzada en la ejecutoria que se
cumplimenta, al establecer como uno de los efectos que esta Sala
debe cumplir: “a) Reitere lo razonado en los considerandos
primero (competencia), segundo (existencia del acto impugnado),
séptimo y la parte conducente del noveno en el que reconoció
que los visitadores valoraron los documentos aportados por
el quejoso.”

Ahora bien, en estricto cumplimiento a la ejecutoria


dictada por el Cuarto Tribunal Colegiado del Vigésimo Quinto
Circuito en el juicio de amparo 311/2019, se debe aclarar que la
violación antes advertida es suficiente para declarar la nulidad del
acto impugnado, al actualizar la causa de ilegalidad prevista en el
artículo 51 fracción I, de la Ley Federal de Procedimiento
Contencioso Administrativo, considerando que la misma radica
en la valoración que realizaron las visitadoras respecto de la
documentación que les fue proporcionada por el
contribuyente hoy actor en la etapa de fiscalización, no
obstante de carecer de competencia para ello, lo que no puede
convalidarse de forma alguna de conformidad con la
Jurisprudencia 2a./J. 174/2011 (9a.), de la Segunda Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, de título y subtítulo:
“COMPETENCIA DE LAS AUTORIDADES ADMINISTRATIVAS.

66
TRIBUNAL FEDERAL DE JUSTICIA
ADMINISTRATIVA.

EXPEDIENTE: 1342/18-22-01-6.
************************* **************** ****************************
ACTOR: ANTONIO FÉLIX SARIÑANA.

INAPLICABILIDAD DE LOS SUPUESTOS PREVISTOS EN EL


ARTÍCULO 51, SEGUNDO PÁRRAFO, INCISO D), DE LA LEY
FEDERAL DE PROCEDIMIENTO CONTENCIOSO
ADMINISTRATIVO.”, transcrita con anterioridad en este fallo.

Finalmente, debemos destacar que no pasa


desapercibido para esta Sala que con fecha diecisiete de agosto
de dos mil veinte, la autoridad demandada presentó oficio ante la
Oficialía de Partes de esta Sala Regional a través del cual invoca
los razonamientos expresados por diversos Tribunales
Colegiados de este Vigésimo Quinto Circuito (Primero, Segundo y
Tercero) para demostrar que el vicio aquí advertido no puede
afectar la legalidad del acto combatido; sin embargo, los mismos
son insuficientes para demeritar la conclusión aquí alcanzada,
pues cabe recordar que la presente resolución se emite en
estricto cumplimiento a la ejecutoria dictada por el Cuarto Tribunal
Colegiado del Vigésimo Quinto Circuito en el amparo directo
311/2019, en la que éste estableció la obligación de verificar la
aplicabilidad de la Jurisprudencia 2a./J. 174/2011 (9a.), de la
Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación antes
mencionada, en virtud de la cual dicha ilegalidad no se puede
convalidar de forma alguna como ya expusimos.

En las relatadas consideraciones y ante las ilegalidades


advertidas en el Apartado II del Considerando Quinto de esta
sentencia, intitulado “EFECTIVO CUMPLIMIENTO A LO
ORDENADO POR EL CUARTO TRIBUNAL COLEGIADO DEL
VIGÉSIMO QUINTO CIRCUITO, EN EL NUMERAL 2, INCISO B),

67
DEL CONSIDERANDO NOVENO DE LA EJECUTORIA DE
CINCO DE MARZO DE DOS MIL VEINTE, DICTADA EN LOS
AUTOS DEL JUICIO DE AMPARO DIRECTO 311/2019”; así
como en el presente Considerando, lo procedente es declarar la
nulidad de la resolución determinante impugnada, con
fundamento en el artículo 52 fracción II, de la Ley Federal de
Procedimiento Contencioso Administrativo.

No habiendo más cuestiones por resolver, por lo hasta


aquí expuesto y con fundamento en los artículos 49, 50, 51
fracción I y 52 fracción II, de la Ley Federal de Procedimiento
Contencioso Administrativo, en relación con el artículo 192 de la
Ley de Amparo, Reglamentaria de los artículos 103 y 107 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, es de
resolverse y se resuelve:

I.- En estricto cumplimiento a la ejecutoria dictada por


el Cuarto Tribunal Colegiado del Vigésimo Quinto Circuito con
fecha cinco de marzo de dos mil veinte, en los autos del amparo
directo 311/2019, por acuerdo de fecha diecisiete de agosto de dos
mil veinte, se dejó insubsistente la sentencia dictada el diez de junio
de dos mil diecinueve.

II. - La parte actora probó su pretensión; por lo que,

III. – Con fundamento en los artículos 51 fracción I y 52


fracción II, de la Ley Federal de Procedimiento Contencioso
Administrativo, de la Ley Federal de Procedimiento Contencioso
Administrativo, se declara la nulidad lisa y llana de la resolución
impugnada por los motivos expuestos en los Considerandos Quinto
apartado II y Sexto de la presente sentencia.
68
TRIBUNAL FEDERAL DE JUSTICIA
ADMINISTRATIVA.

EXPEDIENTE: 1342/18-22-01-6.

ACTOR: ANTONIO
****************** FÉLIX SARIÑANA.
****************** ****************** ***************

IV. – En vía de informe, mediante atento oficio que al


efecto se gire, remítase copia de la presente resolución al Cuarto
Tribunal Colegiado del Vigésimo Quinto Circuito, en testimonio del
cumplimiento dado a la ejecutoria de cinco de marzo de dos mil
veinte, dictada en el juicio de amparo 311/2019.

V. - Notifíquese.

Así lo resolvieron y firman por unanimidad de las


Magistradas ROSA ANGÉLICA NIETO SAMANIEGO, en su
carácter de presidente de esta Sala y LILIANA EUGENIA
TERÁN TERRONES, Primer Secretaria de Acuerdos en
suplencia por falta definitiva de Magistrado Titular de la Primera
Ponencia, de conformidad con el Acuerdo G/JGA/26/2020,
emitido en sesión de fecha veintisiete de febrero de dos mil
veinte, por la Junta de Gobierno y Administración del Tribunal
Federal de Justicia Administrativa y el Magistrado JULIO
ALBERTO CASTAÑEDA PECH, adscrito a la Tercera Ponencia
de esta Sala de conformidad con el Acuerdo G/JGA/27/2020,
emitido por la Junta de Gobierno y Administración del Tribunal
Federal de Justicia Administrativa, en sesión de veintisiete de
febrero de dos mil veinte, y en términos del artículo 48 de la Ley
Orgánica del Tribunal Federal de Justicia Administrativa, ante el
Secretario de Acuerdos Licenciado Carlos Iván Martínez
Hernández, quien autoriza con su firma y da fe.

JACP/CIMH
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