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coordinoción de

¡,¡,ÓNICA SZURMUK Y ROBFRT MCKEE IRWIN

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1t-'oiloiaz&trricidad'"oottlflf*o
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SUBALTERNISMO / SUBJETIVIDADES

Statement", en John Beverley et al. (eds.), jeto -y su proyección reflexiva, La rumnuuuuln'


The Postmodemism Debate in Latin America, dad- ha sido definido como "suiro w',
Durham, Duke University Press, 1995, pp. 135- no", unÍvoco y certero, de üú[ulbi
14ó; Mignolo, Walter, "Colonialidad del poder (aparentemente) decibles y verifi@drñi, ürl
y subalternidad", en Ileana Rodríguez (ed.), función del paradigma que le di€ramm,r
Convergencia de tiempos: estudios subabemos/ y legitimidad teórica.
contexto s latinoamericanos : estado cultura, sub - La perspectíva posestructualista ¡,uri'urttrt
akemüüad, Amsterdam/Atlanta, Rodopi, 2001, bates sobre la posmodernidad y la nrusoüu'
pp. 155-184; Moreiras, Alberto, "Hegemonía nialidad hicieron estallar esos presqfüros
y subalteridad" en Ileana Rodríguez (ed.), planteando una mirada no afi¡mrom unl
Convergencia de tiempos: estudios subaher- respecto a las subjetividades: en r@u
nos/contextos latinoamericanos: estado cuhu- poniendo en cuestión la noción Di@ui ü
ra, subalterni.da.d, Amsterdam/Atlanta, Rodopi, "sujeto" y su capacidad de signific-m,. 1lbn,
2001, pp. 91-102; Prakash, Gyan, "La impo- ese sentido, la reflexión sobre las s¡úñüurrl'
sibilidad de la historia subalterna", en Ileana dades desplazadas, heterogéneas, Fs?@$ "

Rodríguez (ed.), Convergencia de tiempos: es- toda definición reduccionista, entr@rlü[


tudios subahernos/contetctos latinoamericanos : la ensayística latinoamericana de laf¡
estado cukura, subaltemidad, Amsterdam/ mitad del siglo xx y con las miradr m&
Atlanta, Rodopi, 2001, pp. ó1-70; Rodríguez, desde la crltica literaria y la sociolo¡n
'u
Ileana (ed.), Convergencia de tiempos: estudios la cultura, comenzaron temprana@,¡¡
s ubaltemo s/conteteto s latinoamericanos estado colocar en primer plano la experimr r¡r'
cultura, subaltemidad, Amsterdam-Atlanta, culiar del continente. No obstante. tmu
Rodopi, 2001; Spivak, Gayatri Chakravorty, señala Gayatri Spivak, "parte de l¡ ,¡'¡nm"'lú'
The Spitak Reader: Selected Works of Gayatri más radical que surge en Occidente üq,,
Chakravorty Spivak, Nueva York, Routledge, te los años ochenta es el resultado ü mn
199ó; Verdesio, Gustavo (ed.), I-atin American interés en conservar al sujeto de Oanmm
Subahern Studies Revisited. Dispositio, nitm. o al Occidente como Sujeto. I-a tem¡ ru
52, vol. xxv, 2005; Williams, Gareth, The hacer plurales los 'efectos de sujeto' h mt,
Other Side of the Popular: Neoliberalism and con frecuencia una cubierta a este srjo,,Q
Subalternity in Latin Ameica, Durham, Duke conocimiento. A pesar de que la higrn'.u
University Press, 2002; Zevallos, Juan, "Baile, Eüropa como Sujeto se ha hecho D¡üünn¡
comida y música en la construcción de una en la ley, la economía política y la ifuru,
identidad cultural subalterna andina en el exi- gía de Occidente, este Sujeto oculto pro,'
lio norteamericano", en lleana Rodríguez (ed.), de 'no tener determinaciones geopoliuon,
É Convergencia de tiempos: estudios subalternos/ De este modo, la crítica al sujeto sobtmlrr
contextos latinoamericanos: estado cultura, a la cual se le ha hecho tanta publirwu"
t subalternidod, Amsterdam/Atlanta, Rodopi, en realidad inauguraba un ¡uevo Sqpolr
E
2001, pp. 3ó5-380. ("Historia": 759).
Este problema -que excede los lí¡¡m,
E [nraNe noopJcuez] disciplinares y los debates de campo- üu,
sido, también, una de las preocupa.úG
E
centrales de los estudios culturales &ru
subjetiüdades sus inicios, en el marco de las revisiam
f de la teola marxista clásica en viruú ñ
r
! La cuestión del sujeto y la conformación de su falta de adecuación teórica y em¡imr,,
subjetividades es una preocupación de larga Ya en su llbro The Uses of Literacy (l9.!l{/.,
F
data; problema teórico, filosófico, epistemo- Richard Hoggart alude a la cuestión d¿ m,
lógico, que reúne subjetividad, identidad y subjetividades populares estableciendo m
F
alteridad en intentos de definiciones totali- definición identitaria a partir de una pur'
n
t
zantes. Articulado en Ia tradición humanis- ción binaria nosotros-ellos, que defomul
ta, la razón ilustrada y la experiencia de la también uno de los modos de automr'
modernidad (como "proyecto incompleto" o nación y autorreconocimiento. Concep*qr
i como logro universal, siempre desde una deudora, empero, de cierta dicotomía i¡ü¡o
F perspectiva occidental y etnocéntrica), el su- tidad-alteridad que tarrto constituye la 4r'
l
SUBJETI'VIIDADES 261

r.*re logocéntrica como el archivo crítico especial, un modo de concebir al sujeto que
r literario con eI que Hoggart trabaja, no ya no admite posiciones esencialistas o in-
rüxtante, presenta la ventaja de plantear la manentes.
:rbjetividad como noción (y percepción) En la tradición de miradas latinoameri-
:cnstruidas en el discursot en las prácticas. canas, son los estudios coloniales lois que
t:simismo, llama la atención sobre aquellos trabajaron de forma privilegiada el proble-
modos del habla que funcionan como cifra ma de la constitución de nuevas subietiü-
,c la identificación y la diferencia, enfati- dades (inéditas, conflictivas, cambiantes) a
-ndo lo que de activo hay en dichos usos. partir de la experiencia de conquista y el
Esaa concepción no complaciente (aunque orden colonial posterior. Haciendo un apro-
Empoco exenta de nostalgia) de las subje- vechamiento de la distancia que separa al
u¡¡idades populares, tiene especial eco en investigador de su objeto, dichos estudios
rm trabajos de Stuart Hall, quien retoma y capitalizaron la alteridad radical a la que los
mplía el problema (véase, p. ej. "Notas"). textos coloniales nos enfrentan e intersec-
Fall es particularmente persistente en sus taron las refledones en torno al sujeto con
decturas de las categorlas marxistas de Ias reevaluaciones de las nociones de discur-
*rlase"
o "cultura", así como en el planteo so, texto, contexto, auto4 estilo, género. En
& que los modos estructurados de concep- este marco, de la mano de las propuestas de
aiin de la subjetividad (popular) eliden el Homi Bhabha ("The Other") y Peter Hulme,
,mflicto, la resistencia, la negociación y la retomadas por Rolena Adorno, se arriba a la
reptación, siempre vinculados a los dis- definición de "sujeto colonial", vinculada a la
;wsos hegemónicos y a la experiencia de la teoría de la enunciación, al análisis discursi-
rbigualdad. Esta instancia de los estudios vo y a una "descripción densa" de los textos
,xlturales percibe la subjetividad en térmi- (Geertz), que tiene en cuenta el entramado
m heterogéneos, plurales, no autónomos; cultural y social en el que éstos se confor-
cx deci4 de modo relacional. En trabajos man. La noción de "sujeto colonial" enmar-
posteriores, se arriba a una concepción de ca entonces al colonizado y al colonizador y
q'"hjetividades difusas o en constante redefi- define, de modo privilegiado, una situación
nición, vinculadas tanto a la etnicidad como de enunciación que escenifica la percepción
l desplazamientos y migraciones (Hall y du de la alteridad tanto como la desigualdad
Gar¿ véase también razaletnicidad, en este en el acceso al espacio (textual) de quien
mlumen). enuncia. Si bien estos estudios parten de
Este punto, crucial en la definición de una concepción binaria de la identidad y la
h 'subjetiüdad" como categoría, vincula alteridad -tal como se concibe en el siglo
h estudios culturales con la perspectiva xr¿-, el análisis detallado de cartas, cróni
pcolonial (véase poscolonialismo en este cas, relaciones, descripciones geográficas y
mismo volumen). Así, aunque con tradi- todo tipo de textos de orden legal, jurídico
cbnes teóricas diferentes -aunque no por o histórico muestra entramados discursivos
impleto disímiles-, desde mediados de los (y culturales) en los cuales la subjetividad se
fu setenta se instala en la agenda de las conforma de manera cambiante y compleja,
rfucusiones académicas la concepción de a veces entre distintos textos, a veces al in-
h subjetividad "fuera de lugar" (Said, Out terior de cada uno de ellos. En este sentido,
wf Place);del "entre lugar en el discurso los textos coloniales escenifican sujetos en
hino¿¡¡s¡ig¿no" (Santiago, Entrelugar); la desplazamiento teritorial y textual, ilumi-
reión del "sujeto heterogéneo" (Cornejo nando una zona de clivaje en la producción
l&r, Escribir). En definitiva, en distintos de subjetividades, que tanto tiene de conti-
,,qrpos culturales (véase campo cultural en nuidad con imaginarios anteriores como de
¡¡úe mismo volumen) se atiende a subjetivi- rupturas y constitución de nuevos órdenes.
&des entre mundos, en constante despla- También desde los estudios coloniales
,miento con respecto a definiciones y an- -pero en una perspectiva que acentúa la lla-
drF de sentidos. Por supuesto que ingresa mada "semiosis colonial"-, Walter Mignolo
+rí la reflexión sobre las migraciones y los propone el análisis de los "sujetos dicentes"
mvimientos territoriales en el ámbito de la y sus roles sociales, es deci4 aquellos aspec-
¡bbalización, pero también se conforma, en tos que hacen "al decir (al sujeto dicente), lo
SUBJETIVIDADES

cual trae consigo las funciones o papeles so- analizado con mirada crítica (Said, El ¡loln'
ciales (quienes están en condiciones de de- do)- de los modos en que los discursos ..n¡"¡
cir qué) y de las formas de inscripción (cuál figuran subjetiüdades e instalan al orrc ¡rL
es la materialidad en la cual se inscriben una alteridad que es tanto exotismo m{
los actos dicentes)" (Mignolo, "Decires"). mito, diferencia y desigualdad en las q¡ru:r
Las distintas textualidades actualizan y con- se legitima el proyecto imperialista. Emn
forman múltiples modos de la subjetividad sus numerosos aportes, Said reformul¡ ru'
dicente, entrecruzando las modalidades del noción de canon al advertir sobre la cm
decir: el "poder decir" estrechamente vincu- cepción que la cultura occidental (angürm"
lado al "saber decir", como advierten mu- na) ha planteado en torno a otras cultur':aa ,,

chas crónicas en prólogos, dedicatorias y sus mecanismos -siempre etnocéntrico* ¡u


cartas, entre el tópico y el reconocimiento construcción discursiva de identidade 5u
de jerarqufas. Esos papeles sociales, inscri- lectura crítica y su apuesta metodolos¡¡
tos en la discursividad, muestran también recuperan una tradición que incluye lo m
el esfuerzo de los sujetos coloniales por cidental junto a otros archivos, en consumlu
organizar nuevos modos de la identidad articulación con la concepción del int¿
en un orden colonial temprano, en penna- tual como sujeto "fuera de lugar" (Said- f¡u
nente reacomodamiento. En ese esfuerzo, of Pl,ace). Esta extemporaneidad, esta g¡rr
los sujetos colonizados proponen una sín- tividad desplazada, funciona como merá.frrm
tesis de posiciones sociales, de acuerdo con y condición de posibilidad de la produocrm
cosmovisiones autóctonas en las que pre- de conocimiento: capitalizar o producü 'm
domina la implicación antes que la expli- distancia que permita leer al objeto ¡¡{5 ¡lr¡,
cación (Johansson); la inclusión antes que de significados obüos o de usos canónicuri¡
la diferencia (León-Portilla, "Imágenes"); la Contra las perspectivas binarias con qrE r&
síntesis antes que el despliegue. Esas estra- razón ilustrada ha concebido lo diferemm*
tegias de percepción del otro, funcionales y Said aboga por una acercamiento al ot-: u
de enorme posibilidad de adaptación en los partir del conocimiento de la cultura a:nns,
primeros momentos de las "sociedades frac- en una lógica que propone una compleja ar'
tales posconquista" (Gruzinski y Bernard), ticulación entre lo simbólico y lo social
redundaron empero en una menor eficacia Entrecruzado con esta lectura y con irm
en la resistencia ante la desigualdad (prác- propuestas de los estudios de la subaltes-o-
tica y simbólica) que el orden colonial im- dad -tal como son planteadas por Ranam
ponía (Klor de Alva). Dichos modos de la Guha, por ejemplo (véase, en este volt'rrsr:
subjetividad, marcados por el conflicto, la subalternismo)-, se configura la defi¡úcr:n
disidencia, la negociación, la pérdida, ini- del sujeto subalterno. Este aparece entorr.=i
cian la definición diacrónica en.términos de como "múltiplemente articulado" (Ilr*
sujetos fuera de lugar, "entre lugar" (nepan- Rodríguez: 254, en este Diccionario): enuo*
tla), migrantes, desplazados. dido desde el conflicto (Guha, "Prefacic,'
La primera noción de esta enumera- como metáfora de la imposibilidad del saig
ción nos remite a los estudios poscolonia- y del decir (Moreiras, Exhaustion); cnry:n¡
les tal como fueran planteados por Edward espacio (textual y simbólico pero tamboa
Said, y a sus inflexiones latinoamericanas. material) donde leer la colonialidad del ;¡
Para centrarnos sólo en uno de los lextos ber y del poder (Mignolo, Historias locale:
más conocidos, recordemos que el térmi- Ingresa también aqul la eterna preguril¿
no "orientalismo" tiene múltiples articula- de los estudios culturales sobre el hab¡
ciones y define tanto una "invención", una del subalterno planteada, desde diferen:,e*
imagen sobre el otro, wn imaginario, como presupuestos teóricos, disciplinares y epe.
un modo discursivo de configurar el mun- temológicos, por Michel de Certeau (Cubu,x
do, en estrecha relación con la expansión en plural) y por Gayatri Spivak ("Can'.r
imperialista (Said, Orientalismo). Con esto Subaltern Speak?").
como premisa, Said da cuenta -a través de La segunda noción nos remite a la rracii
análisis textuales basados en el abordaje fi- ción de la ensayística latinoamericana, cln
Iológico-histórico y comparatístico, es deci4 la cual los estudios culturales entroncaf,. i
en tradiciones caras al mundo occidental, discuten, y en la que abrevan. En la prime:
SUBJETWIDADES

r:rad del siglo xx, el problema de la defini- tanto un "desborde de sentimientos" como
.:,in de subjetividades se manifestó a través la posibilidad de la autorreflexión y la auto-
:el ensayo de interpretación (Weinberg), en nomía, lo que se encuentra en la cultura
r-scripciones textuales que buscaban confi- latinoamericana, sin embargo, es "un sujeto
l:rar una problemática identidad latinoa- complejo, disperso, multiforme" (Cornejo
rericana, atenta a la mezcla y a la hetero- Polar, Escribir), concebido en un eje diacró-
eneidad. Empero, estos ensayos -entre los nico que incluye (pero excede) la razón ilus-
::¡:rles destacan las aproximaciones de Eze- trada. Por lo tanto, leer las representaciones
¡¡iel Martínez Estrada, José Vasconcelos, y los discursos también implica analizar los
uf,onso Reyes o Pedro Henríquez Ureña- modos en que este sujeto heterogéneo se
:rncebían aún la subjetividad de forma to- configura en ellos, así como sus evidentes
¿ijzante, y buscaban un espacio de síntesis contradicciones.
' armonización de las contradicciones, en Esta compleja noción de la subjetividad,
nrciones como Ia de "mestizaje", por ejem- vinculada fuertemente a la experiencia lati-
no (véase cuerpo, en este Diccionario). A noamericana, se acentúa y complejiza con
prtir de los años sesenta, estas perspectivas el concepto de "sujeto migrante" al que
ueron revisadas, en especial desde la crítica Cornejo Polar arriba en sus últimos traba-
irsaria; allí se puso en cuestión dicha bús- jos. Como señala Raúl Bueno, "la idea con-
ureda armonizadora y comenzó a abogarse comitante es que dicho concepto, elaborado
mr un acercamiento que iluminara conflic- por el autor durante los últimos años de su
'qsvcontradicciones. En esa situación, una vida, es el resultado de la evolución natu-
E las voces críticas más lúcidas es la del ral de su pensamiento sobre la categoría de
Fuano Antonio Cornejo Polar. En una pro- la heterogeneidad. Bien visto, consiste en la
n¡esta diacrónica de análisis de objetos lite- incorporación de la heterogeneidad en un
rios y culturales, Cornejo Polar piensa las mismo sujeto, como consecuencia del acto
¡mnicas de la conquista del Perú pero tam- de migrar. El sujeto, así, es entonces inter-
fiÉfl toda la literatura peruana desde una namente heterogéneo" ("Sujeto": 173; cur-
uncepción que ve en la multiplicidad y el sivas en el original). Así, la experiencia de
¡onflicto su principal articulación. Propone desplazamientos, migraciones y viajes que
cÍÉonces la categoría de "heterogeneidad constituye la génesis misma de la historia
m¡nciativa", por la cual entiende una serie continental desde que Colón arribara a la
bdiscursos, literarios, en principio, marca- isla de Guanahiní, adquiere una funciona-
rhs por distintas concepciones y filiaciones lidad central en la deñnición de subjetivi-
,nÉase heterogeneidad en este Diccionario). dades, en especial lo que concierne a los
0fscursos que se producen en la tensión in- grandes movimientos poblacionales del si-
Nkente a las sociedades latinoamericanas y glo xx. Esta mirada (que es también fruto de
qre tienen su comienzo en Ia conquista de cierta experiencia autobiográfrca en virtud
lmérica como hecho histórico de compleja del desplazamiento hacia la academia norte-
,¡ disÍmil relación entre sujetos, sociedades americana) acentúa aún más la heterogenei-
n,risiones de mundo. En los relatos del "en- dad y conflictividad del sujeto, perceptible
,untro" de Cajamarca, el autor lee una pro- en discursos de múltiple naturaleza, todos
Hemática continuidad que define la consti- con un eje conductor común: la extrañe-
r*ión de subjetividades en el continente. za, el cambio, la experiencia de ser en otra
,ki. señala que, en este diálogo "están in lengua y volver, entonces, sobre la propia
ry¿ los grandes discursos que desde hace lengua (sobre la propia visión de mundo)
lmo siglos tanto expresan como constitu- en forma reflexiva. Esta perspectiva proble-
la abismada condición de esta parte del rnatiza las nociones quizá más conciliadoras
nwrdo y las inevitables disonancias y con- de "mestizaje" y "transculturación" (Rama,
u¡dicciones de las varias literaturas que Transeulturación)yacentrialaconfiguración
rryí se producen" (Cornejo Polar, Escribir: de un nuevo lugar de enunciación: múltiple,
ilDt- Si como ya señalara Octavio Paz en su incómodo, un entre-lugar que es espacial,
aálisisdelaobradeSorJuana (SorJuana), cultural y lingüístico. Se constituye así un
b percepción moderna de la subjetividad discurso que es "radicalmente descentrado,
¡Éá vinculada al yo romántico que implica en cuanto se construye alrededor de ejes va-
264 SUBJETI\IDADES

rios y asimétricos, de alguna manera incom- gunta por nuevas subjetividades (v !a mrr
patibles y contradictorios de un modo z¿o pliación de lo decible y lo enurnroüil
dialéctico" (Cornejo Polar, "Una heteroge- configura también un lugar de enunc¡¡au¡mr
neidad": 843), en una tensión que no busca desde el cual el cronista da cuenta ,u ¡trr
la resolución sino la lucidez y la crítica. complejidad de una ciudad que es mflm^
Por rlltimo, queremos llamar la atención ciudades, coexistentes, superpuestas i c@rr
sobre otro de los modos de narración y un palimpsesto); en términos de lrsmu¡
constitución de subjetividades, que vincula García Canclini (Imaginaríos): una'ciuun.
los estudios culturales con propuestas esté- histórico-territorial", una "ciudad i"."r
ticas y literarias. En la atención a los nuevos trial", una "ciudad informacional o ccomrol*
modos de subjetividad estructurados a par- cacional". Las miradas de Ped¡o l,emehor mr
tir de la experiencia de las megalópolis lati- Chile, Edgardo Rodríguez Juliá en h¡rrmrur
noamericanas desde la segunda mitad del Rico, Elena Poniatowska y Carlos Momrury,
siglo xx, los estudios culturales han incluido en México -por nombrar solo algure .nr
propuestas estéticas vinculadas a la defini- valen de este género y esta tradición ,mr
ción de un sujeto popular: nos referimos a narrar nuevas formas de la subjetir.idac n,
las crónicas latinoamericanas de los últimos de la aglomeración, la multitud j la.rnm*,
treinta años del siglo pasado. Si toda cróni- danía), y para confgurar, desde la pesqFst
ca coloca en primer plano la subjetividad y tiva letrada, un decir no excluyente ruuuLr
la singularidad del cronista, este tocus de inclusivo, colocando, entonces, "lo mar-gmtrr,
enunciación se luelve doblemente proble- en el centro" (Monsiváis, Entrada).
mático en el caso de que el objeto sea la Más allá de los distintos enfoques, lo.rur
cultura popular, constituyendo entonces un la noción de subjetividad pone en juqgu il
"texto fronterizo" en el ma¡co de una serie en disputa), entre muchas otras cuesr¡ma
de "narrativas en crisis" (Reguillo, "Textos": es la viabilidad de la defrnición y la ¿mr
62), crisis concomitante con la reformula- cación: en verdad, la posibilidad de mru'
ción de los conceptos de nación, identidad, miento mismo, más allá de Ia opacidad r ,o
modernidad, etc; La crónica urbana con- la incompletud que define a la represwri,
temporánea (de la segunda mitad del siglo ción. En América Latina, hablar de süp'
xx al menos) surge en el marco de un cam- vidades (tanto diacrónica como sincrcms¡
bio social ligado al incremento de los des- mente) es aludir a conflictos, desigualdaon,
plazamientos, a los fenómenos urbanos de resistencias, también a negociaciones -ro-.
incesante crecimiento demográfico (García pre enmarcadas en las condiciones rrraoñrn*
Canclini, Imaginaríos), y melve sobre las les de las prácticas y los discursos-. Si, cmrrrL
formas populares del relato para contar la señala Beatriz Sarlo, Ios sujetos 'tm-, rul
vida cotidiana a través del soporte del me- que pueden con lo que tienen" ("Retomr.'ur
lodrama (Martín Barbero, De \os medios). debate"), la noción de subjetividad en m
Esto es posible puesto que la r.oz narrativa, estudios culturales obliga tanto a re!?hmüu
además de no ser unívoca, permite el ingre- tradición occidental y logocéntrica c(xm ¡rr

so de la ironía y el humor y admite estrate- reavivar el debate (cultural y político; r¡m


gias textuales de montaje, collage y super- respecto a las condiciones de accesiHno¡¡¡l
posición de enunciadores, constituyendo a los bienes materiales y simbólicos a u
una subjetividad popular que entrecruza poco alentador escenario latinoamsiml
procesos de modernización, gramáticas e de comienzos de milenio.
imaginarios tomados de la industria cultu-
ral, tradiciones refuncionalizadas. La cróni- oBnls DE coNSULrA. Adorno, Rolena, -Fj n¡.
ca narra entonces aquellos sujetos que han jeto colonial y la construcción cultr¡r¡u gu
estado excluidos de las grandes teorÍas so- la alteridad", Revista de Crítica li¡g¡tl¡lw
bre la sociedad: lo "popular no representa- La.tinoamericana, añ.o xw, 2o. semestre, trryfllir
do" y "lo popular reprimido" -para decirlo pp. 55-ó8; Bhabha, Homi, "The OtherQuemr
en términos de Guillermo Sunkel y desde el Difference, Discrimination and the Dismnm,
cruce entre estudios culturales y estudios de of Colonialism", en Peter Hulme, Margml
la comunicación (véase medios de comuni- Iversen y Diane Loxley (eds.), Lituwr,
cación en este mismo Diccionario)-. La pre- Politics and Theory, London, Methuen, l.4$l
SUBJETIVIDADES 265

pp. 148-172; Bueno, Raúl, "Sujeto heterogé- Sage, 199ó lCuestiones de identidad cubu-
neo y migrante: constitución de una categoría Amorrotu, 20031; Mignolo,
r¿1, Buenos Aires,
de estudios culturales" en Revista de Crítica Walte4 "Decires fuera de lugar: sujetos dicen-
Literaria Latinoamericana, ai:Lo xriv, núm. 50, tes, roles sociales y formas de inscripción",
1999, pp. 173-194; Certeau, Michel de, La cul- Revista de Crítica Literaria Latiioamericana,
tura en plural (trad. Rogelio Paredes), Buenos núm.41, 1995, pp.9-32; Said, Edward, Elmun-
Aires, Nueva Visión, 7999; Garcia Canclini, do, eI texto y el crítíco (trad. Ricardo García
Nésto4 Imaginarios urbanos, Buenos Aires, Pérez), Barcelona, Debate, 2004; Said, Edward,
Eudeba, 1998; Geertz, Clifford, La interpreta- Out of Place: A Memoir, Nueva York, A. Knoff,
ción de las cuburas (trad. Alberto L. Bixio), 7999 fFuera de lugar: memorias (trad. Xabier
Barcelona, Gedisa, 1987; Gruzinski, Serge y Calvo), Barcelona, Grijalbo, 20011; Spivak,
Carmen Bernand, Histoia del Nuevo Mundo: Gayatri, "Historia", en Nara Araújo y Teresa
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europea, 1492-1550, México, Fondo de Cultura literarias. Del fonnalismo a los estudios pos-
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estudios de la subalternidad", en Silvia Rivera Metropolitana-Iztapalapa./Universidad de La
Cusicanqui y Rossana Barragán (eds.), Debates Habana, 2003, pp. 659-792 [originalmen-
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de la subalternidad (trad,. Raquel Gutiérrez, of Postcolonial Reason: Tbward a History of
Alison Spedding, Ana Rebeca Prada y Silvia the Vanishing Present, Cambridge, Harvard
Rivera Cusicanqui), La Paz, Sephis/Aruwiyri, University Press, 1999, pp. 198-3111.
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