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EN EQUILIBRIO MENTAL
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En primer lugar, agradecerte que te hayas lanzado a iniciar el camino del bienestar. Son muy
pocos los valientes que se deciden a dar el paso.
¿Sabes qué?
Que ninguna de esas cosas nos hace felices. Puede que al principio sintamos una oleada de
placer al conseguir algo de esto, pero poco a poco volvemos a nuestro nivel inicial de
bienestar.
Está demostrado que el 50% del bienestar viene dado por la genética, es decir, que poco
podemos hacer por modificarlo.
El 10% se debe a las circunstancias externas, es decir, el lugar donde vives, lo atractivo que
eres, el coche que tienes o tu profesión. Podemos invertir tiempo en mejorar nuestras
circunstancias, pero el efecto sobre nuestro bienestar es mínimo para el trabajo que cuesta
cambiar estas circunstancias.
Sin embargo, el esfuerzo que hagamos diariamente por mejorar nuestro bienestar y nuestra
calidad de vida representa un 40% de la felicidad total que sentimos. Solamente añadiendo
unos pequeños hábitos podemos mejorar nuestra vida de forma sustancial.
¿Cómo se yo eso?
Pues me dedico a ayudar a personas que tienen unas circunstancias de vida muy favorables a
mejorar su nivel de felicidad. Es decir, personas que tienen casa, pareja, familia, coche y
trabajo que no consiguen sentirse realizadas en su día a día, consiguen aprender ciertos
hábitos que mejoran sustancialmente su felicidad.
Voy a presentarte a tres clientes que decidieron pedir ayuda para que te convenzan de que es
posible. Que te lo cuenten ellos
Jesús V.
Tenía un agobio, estrés, mal genio, descontrol enorme sobre mi control ante situaciones
laborales. Me afectaba gravemente sobre mi vida personal y familiar. Me sentía infeliz, con
ganas de desaparecer el mundo, como si me faltase el aire para respirar.
Aprendí a ver las cosas desde un punto de vista más tolerante, sin estrés. Aprendí a analizar y
a pensar en las situaciones y en las respuestas que se pueden dar sin hacer daño a nadie.
Almudena T.
Me sentía torpe al no poder gestionar mis tareas cotidianas en el día a día, tenía la sensación
de NO poder CARGAR CON NADA MÁS. Estaba irritada al pensar que nadie me ayudaba ni me
entendía Tenía la sensación de ir deprisa y corriendo a todas partes, de no llegar a tiempo de
fallarle a los demás. Me sentía culpable.
Carmen C.
Llevaba años entrando y saliendo de depresiones cada vez peores. Me sentía apática, triste y
sin ganas de nada.
El poder hablar y el que me proporcionaran las herramientas necesarias para afrontar los
problemas, hizo que viese la vida de otra forma y lo más importante para mí, sin
antidepresivos por primera vez.
Aunque no estoy en un buen momento, me siento tranquila porque soy capaz de afrontar la
enfermedad e intentar frenarla en sus primeros síntomas.
Ahora he mejorado mi estado de ánimo. Tengo ganas de hacer cosas, salir y ver a gente
19 señales de que eres una persona feliz
En esta sección voy a presentarte 19 claves que son comunes a las personas felices. No hace
falta que cumplas todas, pero como siempre se puede mejorar he decidido añadir un pequeño
consejo en cada una para poder mejorar.
¿Preparado?
El cansancio es un síntoma frecuente que padecen personas sometidas a estrés o que tienen el
estado de ánimo bajo. Por el contrario, las personas felices suelen rebosar energía durante el
día. Son capaces de embarcarse en numerosos proyectos y parece como si realizar actividades
no les costase esfuerzo.
Es frecuente que cuando nos sentimos con el estado de ánimo bajo, perdemos interés en
actividades que antes nos gustaban. Puede incluso que, si la cosa empeora, perdamos la
capacidad de sentir placer ante estas actividades. Las personas con un alto grado d bienestar
consiguen disfrutar de la mayor parte de su día a día. Sacan el máximo provecho a cada minuto
de su vida.
3. Vivir el momento
¿Te concentras en el ahora a menudo? ¿Consigues estar con la atención puesta en lo que
ocurre en cada momento?
4. Dormir plácidamente
¿Te quedas dormido nada más meterte en la cama? ¿Al levantarte notas que has tenido un
sueño profundo?
Es frecuente que las personas sometidas a mucho estrés tengan problemas de sueño. Las
pesadillas también son un síntoma de ansiedad. Pueden ser perturbadoras, pero no son
peligrosas. En general las personas con un grado alto de bienestar suelen tener un sueño
reparador. Se levantan cada mañana con las energías renovadas dispuestas a comerse el
mundo.
CONSEJO: Levántate siempre a la misma hora, evita siestas, no tomes estimulantes después
de media tarde. Duerme de noche.
5. Tener apetito
¿Llevas una dieta sana y equilibrada? ¿Notas que al final de las comidas estás saciado? ¿Comes
4 o 5 veces al día?
El apetito es una de las variables que más se modifican cuando hay alteraciones emocionales.
Es curioso porque puede pasar en las dos direcciones, bien tener apetito en exceso o en
defecto. Las personas con un nivel elevado de equilibrio suelen llevar una dieta sana que
combinan con ejercicio físico.
CONSEJO: Planifica una dieta equilibrada. Bebe por lo menos dos litros de agua al día.
Una de las señales más potentes de que algo no va bien con nuestro estado de ánimo es
perder la capacidad de disfrute. Es decir, hacer cosas que antes nos gustaba hacer y no sentir
placer. Las personas felices a parte de ser capaces de disfrutar con sus actividades favoritas,
también son capaces de hacerlo en otras situaciones menos favorables.
CONSEJO: Dedícate a ti mismo por lo menos una hora al día. Haz lo que te de la gana.
7. Fluir a menudo
¿Notas que a menudo se te pasa el tiempo volando mientras haces lo que te gusta? ¿Notas
una concentración profunda y placentera al realizar alguna tarea?
En la sociedad actual nos pasamos el día con el piloto automático puesto. No conseguimos
vivir el momento presente, vivimos pendientes de nuestras preocupaciones, de pensar en el
pasado y en el futuro. Las personas felices consiguen entrar en un estado de flow al hacer
determinadas tareas. Es un signo inequívoco de bienestar.
8. Músculos relajados
¿Rara vez te duele la cabeza y/o la espalda? ¿Sientes que te levantas sin ninguna tensión?
Cuando nos estresamos nuestro cerebro prepara a nuestro cuerpo para la acción tensando los
músculos. El problema es que cuando estamos demasiado tiempo con estrés, esas tensiones
pueden producir dolores y contracturas. Es muy común entre las personas tener dolores de
espalda o de cabeza. Lo que no quiere decir que sea normal. Las personas que han aprendido a
gestionar emociones experimentan mucha mejoría en estos síntomas.
CONSEJO: Practica algún tipo de relajación o meditación para aprender a controlar la tensión
de tus músculos.
9. Sentirte útil
¿Sientes que aportas algo al mundo? ¿Dedicas tu tiempo a algo de lo que te sientes orgulloso?
El sentimiento de inutilidad puede ser síntomas de una autoestima baja. Esta forma de pensar
es muy común cuando pasamos por etapas en las que nos encontramos más tristes o
melancólicos. En general las personas felices tienen una autoestima de hierro. Son capaces de
valorarse sus éxitos e intentan corregir sus fracasos.
Consejo: Valórate a ti mismo como te mereces. Da la importancia que se merece a todas las
actividades que haces a lo largo del día. Todos somos útiles.
CONSEJO: Reserva al día por lo menos media hora para tus aficiones
Ser amable es incompatible con sentir envidia, es fomentar una perspectiva de abundancia. Es
estar agradecido por todo lo que la vida nos da e intentar compartirlo con los demás. Las
personas felices suelen hacer actos de amabilidad a menudo.
Las personas con estado de ánimo bajo, tienen pocas ganas de salir de la cama. Es otro signo
de estrés o de estado de ánimo bajo. La falta de energía y la pérdida de interés hacen que nos
cueste mucho salir de la cama cada mañana. Las personas felices suelen levantarse de un salto
de la cama para aprovechar el 100% de su día. Están ansiosos por ver que les depara la vida.
CONSEJO: Haz deporte regularmente, evita las siestas y los estimulantes, verás como poco a
poco encuentras esa energía.
13. Tener aficiones
¿Tienes claros tus hobbies? ¿Dispones de tiempo para hacer aquello que te gusta durante la
semana?
Muchas personas a pesar de tener trabajo, casa, una pareja ideal, no son felices. Se ven
obligadas a vivir una vida que no han elegido sin tiempo para hacer lo que realmente les gusta.
Las personas realmente felices sacan tiempo para dedicarlo a sus aficiones y sus objetivos.
CONSEJO: Reserva un par de horas semanales para aquello que te apasione. No dejes que
nadie te robe ese tiempo.
Cuando expresamos gratitud, al igual que al mostrarnos como personas amables adoptamos
una perspectiva de abundancia. La gratitud es incompatible con la envidia y con sentir lástima.
Nos ayuda a disfrutar de todo lo que nos brinda el mundo. Disfrutamos al máximo de los
momentos placenteros. Las personas felices suelen mostrarse agradecidas más a menudo que
las que no lo son.
CONSEJO: Haz un diario de tres cosas positivas por las que te sientes agradecido cada día
Una causa de infelicidad muy común es estar desalineado con tus valores más profundos. Esta
situación genera estrés cognitivo y emocional y a la larga pasa factura a tu bienestar. Las
personas felices desarrollan una actividad diaria en total consonancia con sus creencias.
CONSEJO: Haz un análisis de tus valores y de lo que haces al día para potenciarlos. Empieza a
planificar actividades en consonancia con ellos.
16. Tener objetivos claros en la vida
¿Sabes dónde quieres estar dentro de 5 años? ¿Tienes claro cual es tu mejor versión posible?
La mayoría de las personas no tienen objetivos en la vida. Tendemos a distraernos con todo el
ruido de esta sociedad en vez de focalizarnos en lo que realmente queremos. Es frecuente ver
a personas con sueños abandonados desde hace años. Las personas con objetivos claros en la
vida y que luchan por ellos son mucho más felices que las que no los tienen.
CONSEJO: Pregúntate qué quieres en la vida. Dedica un par de semanas mirarte a ti mismo y
ver qué te gustaría ser.
Cuando estamos con el estado de ánimo bajo es frecuente que nuestro cerebro filtre los
recuerdos y solamente accedamos a los acontecimientos tristes. Ocurre algo parecido cuando
estamos enfadados. ¿No te ha pasado que durante una riña se te vienen a la cabeza todas las
situaciones en las que te has enfadado con esa persona? Las personas felices suelen mirar
atrás con alegría. Son capaces de perdonarse sus errores y perdonar los de otros. Viven las
situaciones traumáticas del pasado como oportunidades que tuvieron para evolucionar.
CONSEJO: Haz una lista de recuerdos felices y ponla en un lugar visible para poder recurrir a
ella a menudo.
La mayoría de personas ni siquiera se plantean realizar sus sueños. Nos quedamos atrapados
en nuestra rutina sin espacio para preguntarnos a dónde nos gustaría ir. A la larga esta forma
de actuar trae consigo problemas de estado de ánimo, problemas de identidad, estrés y crisis
de valores. Las personas felices tiene objetivos en la vida y se ven a si mismas a menudo
consiguiendo todo lo que se han propuesto.
CONSEJO: Dedica un tiempo a ver cómo te gustaría ser dentro de un año, cinco años y diez
años. Se abrirá ante ti un sendero por el que seguir.
19. Dedicar tiempo a ejercitar tu cuerpo
¿Haces deporte a menudo? ¿Tienes en cuenta tu salud física?
La verdad es que nos cuesta muchísimo reservar un tiempo para hacer deporte. Deberíamos
hacerlo todos, por lo menos 3 o 4 veces a la semana. Hemos creado una sociedad en la que
vamos en coche al gimnasio para correr en una cinta eléctrica. ¿Absurdo no? Las personas
felices suelen dedicar tiempo a la semana para dedicárselo a su físico. Esta actividad repercute
tanto en tu salud física como mental.
CONSEJO: Si no tienes tiempo para hacer ejercicio dedica 30 minutos al día a caminar. Los
puedes descomponer en periodos más pequeños.
Te he mostrado 19 señales que indican que eres una persona feliz. Pero no me contento con
eso. Estoy siempre desarrollando nuevos materiales que voy publicando en
www.enequilibriomental.net, si tienes cualquier duda, no dudes en consultarme. Te espero en
la web.