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Antes de iniciar con el cuestionario cabe recalcar que uno de los problemas

con los que se enfrenta diariamente un docente en la educación Colombiana es


la evaluación de sus estudiantes, puesto que cada día tiene que enfrentar la
responsabilidad profesional de enseñar a un grupo, usualmente numeroso, una
lección de matemática, historia, biología, literatura o física, esta tarea, de por sí
complicada, genera choques con la situación del grupo en ese momento:
intereses distintos, capacidades heterogéneas en cada estudiante, la relación
que ese maestro haya logrado establecer con sus alumnos y la expectativa que
los estudiantes tengan con respecto a lo que se les está enseñando.

Antes de llegar a la clase, cada profesor o docente ha tenido que preparar su


lección, escoger materiales, idear estrategias para motivarlos, puesto que
durante una o dos horas estará con ellos y tendrá que permanecer atento a la
forma como se desenvuelve la sesión, llamarle la atención a algunos y verificar
varias veces si están siguiendo la exposición o desarrollando las actividades
que ha programado, ya que seguramente, hará preguntas o responderá
inquietudes, es curioso de como la mayor parte de los maestros deja alguna
tarea para hacer en la casa y, periódicamente, tendrá que comprobar si todos
han aprendido lo que pretendía enseñarles, por eso se plantean 8 preguntas
para tener un contexto más claro sobre la evaluación educativa aquí en
Colombia

1. ¿Cómo consideran ustedes la labor del docente, de cara al mejoramiento de


la calidad educativa; tomando a los docentes como actores principales en el
proceso de enseñanza aprendizaje desde la revisión de sus compromisos
en la planeación, dirección y evaluación de los procesos de formación?

Toda profesión se distingue por la función que socialmente se le atribuye y


por lo que concretamente tienen que realizar quienes allí se desempeñen.
Ello implica el dominio de ciertas habilidades muy apropiadas a las
condiciones de cada profesión, para el caso de la docencia, estas
habilidades corresponden al conjunto de conocimientos y procedimientos
necesarios para practicar la profesión y ejercer el rol docente, sin embargo y
bajo las condiciones de una sociedad cuyas dinámicas cambian
periódicamente, determinar cuáles son esas habilidades de alguna manera
es un asunto complicado. De ahí que se fije como base un criterio
fundamental asociado con su función principal, “saber enseñar”, puesto que
este saber está determinado por el dominio de los contenidos disciplinares,
por la comprensión de principios pedagógicos que fundamenten su labor
profesional, por el conocimiento y dominio de estrategias de enseñanza
contextualizadas, y por la capacidad para comunicar a través de diversos
medios, ideas, saberes o conocimientos, para concluir esta pregunta se
trata de aprender asumir el rol de gestor y ejecutor de las condiciones
óptimas para el aprendizaje de sus estudiantes, como también del control
de las relaciones y las dinámicas en el aula de clase.

Así pues como lo especifica Barragán, “un maestro es valorado y


reconocido por la manera como lleva a cabo su práctica pedagógica, a
través de la cual se pone en evidencia la razón de ser del mismo docente,
pues se trata de una cuestión de disposición humana que va más que de la
replicabilidad de técnicas”. Dicho lo anterior se basa en una práctica
pedagógica no debe entenderse solamente como simples técnicas para
enseñar, sino como las intencionalidades del ejercicio docente que van de
lo posible a las acciones concretas que involucran la ética, la moral y la
política

2. ¿El cambio educativo será el resultado del impulso individual y colectivo de


los profesionales de la educación y de las comunidades educativas?

Es conveniente interferir sobre una gestión del cambio al interior de las


instituciones educativas, ya que como en ocasiones hemos visto que en la
actualidad se experimenta un cambio de un modelo centrista y autocrático a
un enfoque de procesos y ciclos, el directivo docente debe conocer a
profundidad los cambios sociales, políticos, culturales y económicos de las
últimas generaciones, así como las reformas educativas nacionales y
locales. Esto implica ser consciente de las tendencias educativas locales,
nacionales y mundiales. Desde este punto de vista, el liderazgo directivo
implica involucrar a los docentes y directivos docentes en la toma de
decisiones, orientar la actualización y revisión permanente de un modelo
pedagógico con el único objetivo de desarrollar nuevos canales de
comunicación e integrar la tecnología, las habilidades sociales, a la gestión
académica y cultural de los estudiantes.

3. ¿Cómo se integran en los procesos de evaluación los aprendizajes


formales, no formales e informales?

LA SOSTENIBILIDAD INSTITUCIONAL: Dado que el directivo docente, en


especial el rector o director rural, es responsable de gestionar una variedad
de recursos humanos, tecnológicos y económicos, requiere de atributos que
le permitan trazar una visión estratégica de la institución en relación con el
sistema educativo, definir metas institucionales, ejecutar los recursos con
miras a la satisfacción de las metas sociales de la educación, y evaluar de
forma continua de la gestión, ya que estos elementos le permitirán definir
acciones orientadas al mantenimiento y mejoramiento de la infraestructura,
la actualización tecnológica, o la consecución de recursos para la
investigación y la producción académica, entre otros.

Gestores, docentes y orientadores despliegan sus prácticas en diferentes


formas metodológicas, evaluativas o incluso la adaptación curricular. Los
docentes dinamizan en su clase las experiencias y los saberes previos de
sus estudiantes a los procesos de enseñanza y aprendizaje, con el fin de
lograr un diálogo con sentido con un único fin que es el de promover el
aprendizaje de sus estudiantes mediante el uso de diversas estrategias de
enseñanza y de evaluación formativa, hace uso de recursos y material
didáctico apropiado a las condiciones de desarrollo de la práctica educativa
y genera un ambiente educativo que estimula la participación activa y
propositiva de los estudiantes, así mismo asume el rol de mediador y
orientador, con el fin de guiar y apoyar la comprensión de la temática
enseñada, ya que estas acciones implican articular diferentes estratégicas
de manera puntual o a través del tiempo para garantizar que las diferentes
dimensiones del desarrollo integral se beneficien, puesto que los gestores,
en su rol propio, dinamizan los aspectos metodológicos y generan la
integración de las acciones educativas del ámbito institucional.

4. ¿Qué herramientas evaluativas usa el profesorado para promover el


aprendizaje colaborativo?

Para mí como futura docente en pedagogía infantil creo que el juego de rol
es una herramienta de participación activa del alumno que facilita el
aprendizaje cooperativo y que puede ser más efectiva que los métodos
tradicionales para la formación en competencias, ya que según estudios
esta técnica es esencial para compatibilizar la teoría y la práctica que se
requiere para la adaptación de las asignaturas del currículo de la institución,
en especial las que pertenecen al ámbito del desarrollo social del inviduo,
por ello, es demostrar el efecto y la utilidad del juego de rol en el ámbito de
todos los niveles educativos, ya que al generar una emoción muestra que
es una herramienta útil, que facilita el aprendizaje del alumno y el desarrollo
de capacidades como el trabajo en grupo, la resolución de problemas y
conflictos, la toma de decisiones y la dirección de sistemas complejos.

5. ¿Utilizamos la evaluación para motivar al alumno?

Según se desprende del literal e) del artículo 28 del Estatuto de


Profesionalización Docente (Decreto Ley 1278 de 2002) la Evaluación de
Competencias tiene como propósito establecer sobre bases objetivas cuáles
docentes y directivos docentes deben permanecer en el mismo grado y nivel
salarial, o cuáles deben ser ascendidos o reubicados en el nivel salarial
siguiente, dicho lo anterior la evaluación constituye un mecanismo para
dinamizar la carrera docente, al motivar a los profesionales de la educación al
mejoramiento continuo con el fin de que apliquen esos mismos procesos a los
estudiantes, en este Decreto y especifica los referentes normativos,
conceptuales, psicométricos, así como cada grupo de competencias a evaluar
(disciplinares, pedagógicas y comportamentales).

Así mismo, Spencer y Spencer (1993) definen la sensibilidad interpersonal


como la habilidad para escuchar adecuadamente, comprender y responder a
pensamientos, sentimientos o intereses de los demás; y el MEN (2011) la
define como la “capacidad para percibir y motivarse ante las necesidades de
las personas con quienes interactúa y proceder acorde con dichas
necesidades”, es decir, implica tener disposición tanto para escuchar y
comprender el sentir del otro, como para actuar de acuerdo con sus
requerimientos sean estos expresados directamente o no.

6. ¿Tenemos una cultura de la evaluación en los centros educativos?

Si tenemos una cultura de la evaluación de los aprendizajes dentro de los


centros educativos ya que es un conjunto de valores, actitudes y
comportamientos compartidos por la ciudadanía sobre la importancia de
evaluar para contar con información sobre el estado de los aprendizajes de
los estudiantes y los factores asociados a dicho estado, con el objetivo de
identificar fortalezas y debilidades que contribuyan a la toma de decisiones
para el fortalecimiento del sistema educativo.

Esta conciencia ciudadana implica el conocimiento sobre qué tipo de


información se genera a través de las evaluaciones, cómo analizar dicha
información y cómo utilizarla; es decir, implica una atención y preocupación
por los aprendizajes de los estudiantes y por el sector educativo tanto
privado, público y normalista, para concluir pienso que la cultura de la
evaluación se fundamenta en el compromiso y participación de todos los
actores de la comunidad educativa (directores, docentes, padres y madres
de familia y estudiantes), tanto para la implementación de las evaluaciones,
la difusión, análisis y uso de los resultados e investigaciones y la ejecución
de acciones para mejorar el progreso educativo a nivel social.

7. ¿Cómo se pueden integrar los resultados de las evaluaciones externas del


centro en la práctica docente?

La manera en que se pueden integrar los resultados es ejecutar la progresiva


expansión de los ámbitos de la evaluación externa educativa como lo son:

• Evaluación de los aprendizajes y del currículo

• Evaluación de los programas educativos

• Evaluación de los centros docentes

• Evaluación de los sistemas educativos

• Evaluación internacional del rendimiento

• Desarrollo desigual de los distintos campos

• Evaluación de centros: desarrollo lento e insuficiente

• Evaluación de los docentes: campo en ebullición

Los 8 ítems anteriores van y hacen parte de los resultados de la evaluación


externa del centro de práctica del docente puesto que se plantea lo siguiente:

 Legitimidad política y social

 Independencia y objetividad

 Credibilidad

 Contextualización y comparación
8. ¿Cómo involucramos a las familias y a otros actores en la evaluación del
centro educativo?

Cabe recalcar que las familias han estado habitualmente postergadas de un


rol activo en la dinámica educativa, hoy en día, esta situación todavía es
una realidad en el momento actual, para incrementar la participación familiar
se han de planificar explícitamente actividades con esa finalidad,
especificando con claridad los tipos posibles de participación y definiendo
rotundamente el rol que corresponde desempeñar a las familias.

La familia puede ser contemplada como un microsistema o subgrupo social


cuyo tamaño y estructura varía históricamente (paso de la familia
multigeneracional con varios hijos a modelos de composición y
funcionamiento familiar bastante diversos, entre los que, en el mundo
occidental, predomina el modelo nuclear), pero con un fuerte nexo de unión
entre sus miembros que tiene la función de otorgarles seguridad psíquica en
los procesos de crianza y educación que en ella acontecen que, a su vez,
son funciones básicas del núcleo familiar, aunque no necesarias, debido a
la diversidad que se acaba de constatar, puesto que los lazos afectivos y de
apego entre las generaciones que están presentes en la estructura familiar,
cuando hay más de una generación por eso es tan importante la
socialización primaria de los hijos y para su seguridad psíquica, que la
ruptura de éstos se ha encontrado asociada en la investigación a procesos
depresivos, abandono, escasa competencia social, problemas de salud,
bajo rendimiento académico y diferentes problemas de conducta de los
niños, la manera en que pueden participar es por medio de actividades
culturales curriculares dentro de la misma comunidad, dentro de la misma
localidad pero sobre todo dentro del aspecto intrafamiliar y intra-educativo

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