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El Rey tacaño

Una vez, un rey llamado Erick, gobernaba el reino de Jotenjam. El rey era conocido por tener
mucho oro, pero tenía demasiado y era muy aferrado a él; tanto que cuando le pedían oro, una
mínima cantidad, no les daba, ni siquiera a los que la necesitaban. Un día entro al castillo un
aldeano y le dijo al rey:

Aldeano: Buenos días, mi rey

Rey: Buenos días, que se le ofrece?

Aldeano: Mi familia y yo tenemos un problema.

Rey: Que es lo que pasa? (Preguntando intrigado)

Aldeano: Vera, estábamos tranquilos en nuestra casa comiendo, cuando oímos unos ruidos afuera.

Fui a revisar si pasaba algo. De repente tocan la puerta diciendo: Abran, es una emergencia.

Yo fui y la abrí, y cuando la tenía semi abierta, BOOM, la abrieron de golpe y nos amenazaron con
un arma. Dijeron que querían todo lo valioso que teníamos o si no nos matarían. Asi que
procedimos a entregar todo nuestro dinero y objetos valiosos y después se fueron.

Asi que quería preguntarle: ¿Podría ser tan amable de ayudarnos a comprar al menos comida por
favor?

Rey: Esta bien, sé que están pasando por situaciones difíciles todos ustedes, pero no puedo darles
mi oro. (Moviendo la cabeza hacia los lados)

Aldeano: Pero, por qué no? (Preguntando preocupado) Usted tiene demasiado.

Rey: Necesito quedármelo.

Aldeano: Por favor, aunque sea un poco.

Rey: Quiero que salgas por tu cuenta o lo hare a la fuerza.

Aldeano: ¡Por favor! ¡Tenga piedad!

Rey: ¡GUARDIAS! ¡Sáquenlo!

(Lo sacan llorando)

Rey: Dios mío, la gente no aprende (Diciéndolo afirmando)

De pronto, unos ladrones entran secretamente a la bóveda del rey.

Los guardias hacen todo lo posible para que no se lleven el dinero, pero sus intentos son en vano.
Los guardias que quedaron, estaban llenos de heridas de espadas, acercándose al rey.

El rey asustado pregunta:

Rey: ¿Pero… ¡Que ocurrió!?

Guardias: Mi rey, han robado casi todo su dinero de la bóveda

Rey: ¡¿COMOOO?!

Guardias: Hicimos todo lo que pudimos, pero casi nos matan.

Aquí hay un pedazo de papel que se les cayó al escaparse. (Le da el papel)

Rey: Hmmm… Esto parece cerca de donde acaba la frontera. Y también parece el tipo de ladrones
que mencionaba ese aldeano

Los Guardias estaban descansando mientras el rey explicaba que podían hacer.

Pasó un día y ya estaban listos para partir.

Iba a ser un largo viaje, pero valdría la pena.

Iniciando la aventura, se encontraron con varios obstáculos para salir del reino.

Pero los lograron pasar en poco tiempo. Al llegar la noche, hicieron una acampada, estaban
comiendo sus comidas que les habían preparado sus esposas, mientras oraban por la comida tan
rica. El rey también estaba comiendo, cuando un niño con sucio en la cara se le quedo mirando.

El rey le dijo:

Rey: Que haces aquí niño? ¿Dónde están tus padres?

El niño miro al suelo triste y le dijo.

¿?: Mis padres se fueron hace 2 años. Estoy buscando comida por aquí.

¿Sera que me puede dar un poco para seguir con mi camino?

El rey mirando al niño a los ojos dijo:

Rey: Bueno está bien. Toma un poco.

(Arranca un pedazo de pan y se lo da al niño y el niño come en un rincón de una roca)

Mirando al rey, el niño respondió con una sonrisa diciendo: “Gracias” y se va.

El rey ahora, después de años de ser tacaño, comprendió las cosas que podían pasar si eres
agradable con las personas.
Pasada la noche, ya casi llegaban al lugar en donde habían guardado el dinero.

Después de que llegaron, y recuperaron el dinero robado después de una larga pelea, regresaron
triunfadores al reino.

La gente estaba llegando a la entrada al reino para ver al rey y dijeron:

Aldeanos: Buenos días Rey, que gusto que haya recuperado su dinero.

Entonces el rey se acerca a la señora y le dice:

Rey: ¿Quien dijo que era mi dinero? Porque ahora es nuestro.

A cada uno de ustedes le vamos a dar un poco de oro para que puedan vivir bien.

Y cada uno de los aldeanos al darle el dinero le dijeron “Gracias” al rey con una sonrisa.

El reino ahora estaba feliz, y también el rey estaba feliz.

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