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La carta Iberoamericana de los Derechos y Deberes del Ciudadano en Relación con la Administración Pública reconoce el derecho fundamental a una buena administración pública y los derechos y deberes de los ciudadanos para fortalecer el estado y la democracia. La carta se enfoca en mejorar la confianza de los ciudadanos en la administración pública a través de la profesionalización de los servidores públicos basada en capacidad, vocación de servicio, eficacia, responsabilidad, honestidad y ad
Descripción original:
Título original
Carta Iberoamericana de los Derechos y Deberes del Ciudadano en Relación con la Administración Pública (Autoguardado)
La carta Iberoamericana de los Derechos y Deberes del Ciudadano en Relación con la Administración Pública reconoce el derecho fundamental a una buena administración pública y los derechos y deberes de los ciudadanos para fortalecer el estado y la democracia. La carta se enfoca en mejorar la confianza de los ciudadanos en la administración pública a través de la profesionalización de los servidores públicos basada en capacidad, vocación de servicio, eficacia, responsabilidad, honestidad y ad
La carta Iberoamericana de los Derechos y Deberes del Ciudadano en Relación con la Administración Pública reconoce el derecho fundamental a una buena administración pública y los derechos y deberes de los ciudadanos para fortalecer el estado y la democracia. La carta se enfoca en mejorar la confianza de los ciudadanos en la administración pública a través de la profesionalización de los servidores públicos basada en capacidad, vocación de servicio, eficacia, responsabilidad, honestidad y ad
Facultad de Ciencias y Humanidades Maestría en Gestión y Liderazgo Educativo Asignatura: Gestión de los Talentos en la Escuela Tema: “Carta Iberoamericana de los Derechos y Deberes del Ciudadano en Relación con la Administración Pública” Profesora: Carmen Pujols Participante: Yrba Cabrera Mat. 2014-7435 Fecha 26 de Noviembre de 2015 INTRIDUCCIÓN
El servicio de la Administración Pública requiere de normativas que regulen su
funcionalidad, con orientaciones dirigidas a resoluciones administrativas, amparadas en ordenamientos jurídicos, equitativos y justos, con dirección a establecer las condiciones necesarias para que la libertad y la igualdad de la persona y de los grupos sean reales y efectivas, resolviendo las dificultades que frenen su cumplimiento en la participación social. Pues en la medida en que las personas sean conscientes realmente de su posición principal en el sistema político y administrativo, entonces es posible que estemos en el momento asumir verazmente esos reglamentos.
En República Dominicana, la constitución y leyes orgánicas e internas regulan
todas las acciones de las instituciones públicas centralizadas y descentralizadas bajo la prescripción de un reglamento orgánico, este Marco Jurídico que regula toda la administración pública como preservación de la transparencia y buen manejo del erario público; hace énfasis en que toda persona debe tener el derecho a servirse de una buena administración pública, bajo el amparo jurisdiccional de los derechos humanos, contenidos en las diferentes clasificaciones jurídicas., optimizando que existen derechos subjetivos al orden administrativo, esenciales de la persona que le permite efectuar determinados actos con procedimientos claros y específicos.
“Carta Iberoamericana de los Derechos y Deberes del Ciudadano en Relación con
la Administración Pública”, constituye el reconocimiento del derecho fundamental de la persona a la buena Administración Pública, de sus derechos y deberes a fin de buscar un fortalecimiento del Estado y la Democracia, centrando las bases en el mejoramiento de los niveles de confianza de los ciudadanos en la administración pública, enfocándose de esta manera fehaciente en la profesionalización de las personas al servicio del Estado, tomando como punto de partida, la capacidad, la vocación de servicio, la eficacia en el desempeño de su función, la responsabilidad, la honestidad y la adhesión a principios y valores de la democracia.
Toma como eje central la exigencia a la promoción de la dignidad humana frente
a sus derechos y deberes, dando el reconocimiento a la libertad y la igualdad de los ciudadanos, garantizándose, con expresa motivación en los casos concretos, las razones que puedan aconsejar la diferencia de trato, dejando de lado la discriminación, cualquiera que sea su naturaleza y tomando como punto de relieve el principio de protección de la intimidad, donde las personas que están al servicio de la Administración Pública y que manejen datos personales, respeten la vida privada y la integridad de las personas de acuerdo con el principio del consentimiento, además los ciudadanos servidores públicos deberán colaborar con el buen desarrollo de los procedimientos y actuaciones administrativas, cumpliendo las obligaciones razonables y justas que les impone el ordenamiento jurídico.
PUNTOS COINCIDENTES:
El derecho fundamental a la buena administración pública y sus derechos
derivados. Los deberes del ciudadano en relación con las administraciones públicas, contenido en los siguientes preceptos: Lealtad., buena fe, veracidad, responsabilidad, respeto y decoro y responsabilidad protección procesal del derecho fundamental a la buena administración pública y los derechos que lo componen. Paz y armonía laboral en la profesionalización del servicio público promoviendo la calidad y eficiencia de la administración pública Normas y condiciones de trabajo del tratamiento justo discriminación Protección, seguridad, bienestar y acción laboral Inducción, formación y capacitación Libre acceso a la información pública Conclusión:
Tal como se manifiesta en la carta Iberoamericana de la administración pública,
los habitantes de cada país tienen que tener autoconocimiento de cuál es su posición frente al sistema político y jurídico que le envuelve, cuál es su participación como ente socialmente productiva con relación a la protección administrativa y jurisdiccional de los derechos humanos previstos en los diferentes ordenamientos jurídicos.
Se enfoca de manera clara y precisa en los principios éticos y morales de los
servidores públicos, en cuya virtud las personas al servicio de la Administración pública deberán actuar con rectitud, lealtad y honestidad, promoviéndose la misión de servicio, la probidad, la honradez, la integridad, la imparcialidad, la buena fe, la confianza mutua, la solidaridad, la transparencia, la dedicación al trabajo en el marco de los más altos estándares profesionales, el respeto a los ciudadanos, la diligencia, la austeridad en el manejo de los fondos y recursos públicos así como la primacía del interés general sobre el particular
Finalmente los ciudadanos y servidores público, deberán tener transparencia y
acceso a la información de interés general, sin importar raza, religión o credo, en la estructura de la Administración Pública deberá ser accesible a todos los ciudadanos, de manera que éstos, de acuerdo con la protección del derecho a la intimidad y de las declaraciones motivadas de reserva por razones de interés general, puedan conocer en todo momento, gracias a la existencia de archivos adecuados, la información generada por las Administraciones Públicas, por las organizaciones sociales que manejen fondos públicos y por todas aquellas instituciones que realicen funciones de interés general de acuerdo con la legislación respectiva
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