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TALLER DE HERRAMIENTAS INTELECTUALES

UNIDAD 1.-APRENDER A SER


PRESENTACIÓN
Objetivo: Que el alumno identifique el concepto de la materia y distinga los
diferentes conceptos que se verán en las unidades de la materia de tal manera
recopile la información y del mismo modo la emplee en su vida personal y
profesional.
Estos apuntes forman parte del apoyo didáctico para que el alumno pueda tener
una idea previa de los conceptos desarrollando sus habilidades en la investigación
de los temas por diferentes medios informativos y científicos.
Taller de herramientas intelectuales es una asignatura que resalta las formas de
pensamiento, la creatividad, la comunicación, así como aquellos atributos que
ayudan a resolver problemas de las organizaciones de forma eficiente, así como
para la vida diaria.
Esta asignatura aporta al perfil del ingeniero la capacidad para explicar situaciones
de personalidad y habilidades innatas del ser humano que se manejan en la
formación profesional y que se encuentran involucradas en los problemas y
administración de los sistemas de producción.
Es una materia que proporciona las bases para desarrollar las
siguientes competencias, del perfil del profesional:
 Identificar necesidades de su entorno y desarrollar investigación aplicada
 para crear o innovar bienes y/o servicios.
 Crear y mejorar productos de alto valor agregado bajo los principios de
 productividad y competitividad.
 Emprender e incubar la creación de nuevas empresas con base tecnológica
que promueva el desarrollo socioeconómico de una región, así como su
 constitución legal.
 Formular, evaluar y gestionar proyectos de inversión, considerando la toma
de decisiones como herramienta, que le permita emprender la creación de
unidades productivas de bienes y servicios bajo criterios de competitividad y
sustentabilidad.

Taller de herramientas intelectuales tiene una importancia relevante en la


formación del ingeniero, ya que contempla aspectos de la personalidad del alumno
basándose en sus habilidades intelectuales.

TALLER DE HERRAIENTAS INTELECTUALES


UNIDAD I APRENDER A SER

1.1. Personalidad
1.1.1. Definición y características de personalidad.
1.1.2. Carácter y temperamento.
1.2. Autoconocimiento y autoestima.
1.3. Sentimientos y emociones.
1.4. Motivación y empatía.
1.5. Inteligencia emocional en el aula.
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APRENDER A SER

El conocimiento, los valores y las competencias necesarias para el bienestar


personal y familiar considerarse a uno mismo el responsable principal de la
definición de resultados positivos para el futuro. Estimular el descubrimiento y la
experimentación. Adquirir valores compartidos universalmente. Desarrollar una
personalidad y una identidad propia, el conocimiento de sí mismo y la
autorrealización. Ser capaz de actuar con mayor autonomía, fundamento y
responsabilidad personal.

La educación para el desarrollo sostenible: Se basa en los principios y valores en


que se apoya el desarrollo sostenible. Atañe al buen funcionamiento de los tres
ámbitos de la sostenibilidad: el medio ambiente, la sociedad y la economía.
Contribuye al desarrollo integral de la persona: cuerpo y mente, inteligencia,
sensibilidad, apreciación Estética y espiritualidad.

1.1. Personalidad

Hay muchos diferentes teorías y definiciones de la personalidad humana. Todas


esas teorías y definición han aumentado debido a diferentes áreas geográficas y
sociales.

Una breve definición puede ser así, “la personalidad es simplemente consta de
diferentes pensamientos únicos, comportamientos, sentimientos y emociones”

La consistencia es uno de los elementos básicos de una personalidad.

Coherencia personal significa “la calidad de comportarse siempre de la misma


manera, o de tener las mismas opiniones, normas etc.”

Las personas tienen una tendencia a actuar de la misma forma o formas similares
en diferentes situaciones.

Esto indica que su personalidad en una forma general.


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Hechos psicológicos también tienen un impacto en una personalidad.

Equilibrio mental puede conducir a una personalidad de cierta manera.

Pero también es considerable que la personalidad única y familiar a las


determinadas condiciones mentales.

Estados fisiológicos de una personalidad humana han demostrado ser tan vitales.

Después de publicar algunos resultados de investigación importante es ahora


claro los Estados biológicos de influencias humanas una personalidad.

Comportamiento y acciones también impulsa una personalidad.

Ciertos tipos de comportamiento declaran la calidad y la personalidad de una


persona.

Ciertos tipos de acciones personales también hacen sentencias sobre cualquier


personalidad particular. Por lo tanto, basadas en comportamientos y acciones Una
personalidad puede variar.

Las expresiones de la personalidad son lo importante también.

Personalidad no sólo aparece en una persona, pero también se muestra en los


pensamientos y sentimientos. Por esta razón se ve en relación varios relacionados
con una persona.

Las relaciones se componen según las expresiones de la personalidad. Los que


se miden también por los sentimientos personales. Es tan claro al mencionar que
la exposición múltiple de una personalidad es un carácter básico de una cierta
personalidad.

Impacto geográfico tiene también un papel importante en cada personalidad.

Personas de diferentes lugares del mundo tienen personalidad diferente. Sin


embargo, hay algunas características comunes de diferentes personalidades de
un determinado lugar o área.
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También es importante para entender una personalidad influencia religiosa.

Porque, a veces religiosos creencias pueden motivar la personalidad de una


persona. No mater qué religión, es decir, tiene una tendencia a influencias a
personalidad de diversas maneras.

Sólo para impresiones religiosas algunas personas denominan cristiana, hindú,


musulmán, etc. de Buda. Se llaman por estos sólo porque están influenciados por
las religiones.

Por lo tanto, es claro que la personalidad es una identidad única de una


determinada persona. Tiene muchos tipos y formas.

1.1.1 Definición y características de personalidad


La personalidad es un constructo psicológico, con el que nos referimos a un conjunto
dinámico de características de una persona. Pero nunca al conjunto de características
físicas o genéticas que determinan a un individuo, es su organización interior la que
nos hace actuar de manera diferente ante una o varias circunstancias.

Todas las personas tienen personalidades diferentes, lo cual va a influir en su


conducta de compra.

"Las características psicológicas y distintivas de una persona que conducen a


respuestas a su ambiente relativamente consistente y permanente."

La personalidad individual se describe en función de características como la

confianza en sí mismo, autoridad, autonomía, sociabilidad, agresividad, estabilidad

emocional, afiliación y adaptabilidad. La personalidad puede ser una variable útil en

el análisis de la conducta del consumidor, esto porque si las empresas descubren

características de personalidad en sus clientes potenciales, podrán mejorar o

cambiar su publicidad y así sus ventas.


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Un concepto relacionado con la personalidad según Kotler (1996) es "el concepto

de sí mismo o autoimagen de una persona, la cual es una compleja imagen mental

que las personas tienen de sí mismos."

Aunque una persona tenga su autoconcepto definido, es decir, la manera en que


se ve a sí mismo, puede que esto difiera de su autoconcepto ideal, es decir, de
cómo lo gustaría verse y del autoconcepto de otros (la manera en que esa
persona cree que lo ven los demás). Es por esto que los mercadólogos deben
tener mucho cuidado a la hora de desarrollar imágenes de marca que se acoplen
a la autoimagen del mercado meta, porque como se mencionó anteriormente, no
siempre el consumidor va a inclinarse a comprar cierto producto de acuerdo al
concepto que tiene de sí mismo, puede que adquiera un producto pensando en el
autoconcepto de otros y del autoconcepto ideal.

Allport define personalidad como:

Según Gordon Allport la personalidad es "la organización dinámica de los sistemas


psicofísicos que determina una forma de pensar y de actuar, única en cada sujeto
en su proceso de adaptación al medio".

Desmembrando esa afirmación encontramos que:

 La organización representa el orden en que se halla estructurada las partes de la


personalidad de cada sujeto.

 Lo dinámico se refiere a que cada persona se encuentra en un constante
intercambio con el medio que sólo se interrumpe con la muerte.

 Los sistemas psicofísicos hacen referencia a las actividades que provienen del
principio inmaterial (fenómeno psíquico) y el principio material (fenómeno físico). 

 La forma de pensar hace referencia a la vertiente interna de la personalidad.

 La forma de actuar hace referencia a la vertiente externa de la personalidad que
se manifiesta en la conducta de la persona.
 Y es única en cada sujeto por la naturaleza caótica en el que el cerebro organiza
las sinapsis.

Rasgos de personalidad según Gordon Allport


 Rasgo cardinal: una característica única que dirige buena parte de las actividades
de una persona.

 Rasgos centrales: Como la honestidad y la sociabilidad, por lo general van de
cinco a 10 en cualquier persona.

 Rasgos secundarios: Características que inciden en el comportamiento en muchas
menos situaciones y ejercen menos influencia que los rasgos centrales o cardinales.

"Los rasgos ofrecen una explicación clara y sencilla de las consistencias conductuales
de las personas permiten comparar fácilmente a una persona con otra. Los rasgos
son características de la personalidad y comportamientos consistentes que se
manifiestan en diferentes situaciones. La teoría de los rasgos busca explicar, en forma
sencilla, las consistencias en el comportamiento de los individuos."


Sigmund Freud definió personalidad como:


El patrón de pensamientos, sentimientos y conducta que presenta una persona y
que persiste a lo largo de toda su vida, a través de diferentes situaciones.


Eysenk definió personalidad como:


Una organización más o menos estable y duradera del carácter, temperamento,
intelecto y físico de una persona, que determina su adaptación única al ambiente.


Jean Filloux definió personalidad como:


Configuración única que toma, en el transcurso de la historia de un individuo,
como el conjunto de los sistemas responsables de su conducta.
Concepto de personalidad

La personalidad es un conjunto de características que tiene una persona o alguna


manera de comportarse de ese individuo.

La personalidad puede sintetizarse como el conjunto de características o patrón de


sentimientos, emociones y pensamientos ligados al comportamiento, es decir, los
pensamientos, sentimientos, actitudes, hábitos y la conducta de cada individuo,
que persiste a lo largo del tiempo frente a distintas situaciones distinguiendo a un
individuo de cualquier otro haciéndolo diferente a los demás. La personalidad
persiste en el comportamiento de las personas congruentes a través del tiempo,
aun en distintas situaciones o momentos, otorgando algo único a cada individuo
que lo caracteriza como independiente y diferente. Ambos aspectos de la
personalidad, distinción y persistencia, tienen una fuerte vinculación con la
construcción de la identidad, a la cual modela con características denominadas
rasgos o conjuntos de rasgos que, junto con otros aspectos del comportamiento,
se integran en una unidad coherente que finalmente describe a la persona. Ese
comportamiento tiene una tendencia a repetirse a través del tiempo de una forma
determinada, sin que quiera decir que esa persona se comporte de modo igual en
todos los casos. Es decir, la personalidad es la forma en que pensamos, sentimos,
nos comportamos e interpretamos la realidad, mostrando una tendencia de ese
comportamiento a través del tiempo, que nos permite afrontar la vida y mostrarnos
el modo en que nos vemos a nosotros mismos y al mundo que nos rodea. Nos
permite reaccionar ante ese mundo de acuerdo al modo de percepción, retro-
alimentando con esa conducta en nuestra propia personalidad. Cada persona al
nacer ya tiene su propia personalidad con ciertas características propias, que con
el paso del tiempo más el factor ambiental y las circunstancias es como se definirá
esa persona. La personalidad será fundamental para el desarrollo de las demás
habilidades del individuo y para la integración con grupos sociales.
1.1.2 Carácter y temperamento
El carácter es la expresión que idiomáticamente alude a aquello que individualiza,
de modo que puede clasificarse como aquellos componentes que expresan de una
manera más individualizada y distintiva del modo de ser y comportarse de una
persona en particular.

El Carácter significa marca (grabado), sugiere una cosa profunda y fija, tal vez
innata, una estructura básica. La psicología americana tiene preferencia por el
medio, su orientación behaviorista le invita a destacar el papel del movimiento
exterior, de la acción visible. La psicología europea, por el contrario, tiende a
subrayar lo que hay de innato en la naturaleza del hombre, lo que está
profundamente grabado en él y es relativamente inmutable.

El carácter es un componente que se ve fuertemente influido por el ambiente, la


cultura, la educación, el entorno social y familiar, el núcleo de amistades o de
trabajo, etc. Uno de los factores esenciales del carácter es la voluntad unida al
temple, como la expresión del autodominio sobre los propios comportamientos,
especialmente en las decisiones que importan ejerce libertad, pero a la vez se
condicionan por el deber, la responsabilidad, y el respeto a límites sociales o
morales.

El carácter ha tratado de ser definido a lo largo de todos estos años pero uno de
los conceptos más acertados es el definido por Santos (2004), “el carácter es el
sello que nos identifica y diferencia de nuestros semejantes, producto del
aprendizaje social.”, Esto nos hace pensar que somos personas únicas que
poseemos un conjunto de reacciones y hábitos de comportamiento único que a lo
largo de nuestras vidas hemos adquirido.

El carácter probablemente no se manifieste de una forma total y definitiva, si no


que pase por un proceso evolutivo que se desarrolla hasta llegar a su completa
expresión en el final de la adolescencia.
El tener carácter implica una decisión firme y una férrea voluntad para
proponernos objetivos y alcanzarlos en la medida de nuestras posibilidades, el
cultivo de los buenos hábitos, la actitud positiva hacia el trabajo y el esfuerzo por
dominar a nuestros impulsos y al egoísmo.

El transformar la imagen de una personalidad emprendedora, llena de energía, de


fuerza y vitalidad, a una forma de ser propia y natural, es sin lugar a dudas, algo
atractivo para cualquier persona. Con cierta facilidad podríamos calificar si una
persona tiene carácter o no, dependiendo de las actitudes que consideramos
como positivas, o en su defecto, con falta de firmeza y según sea el caso. Esta
valoración que hacemos de los demás, ¿la hacemos para nuestra persona sin
tratar de engañarnos nosotros mismos?

Una persona con carácter tiene retos constantes, no contra los demás, sino para
consigo mismo. Cada reto personal es una manera de forjar un carácter recio,
firme y decidido, incapaz de detenerse ante los obstáculos, de lamentarse por el
cansancio o cuando las cosas salen mal.

Para formar el carácter es necesario tener dominio sobre nuestra persona,


mediante pequeñas, pero continúas acciones que hagan más fuerte nuestra
voluntad, principalmente: Hacer pequeños esfuerzos que nos ayuden a dominar
nuestros gustos y caprichos. Por ejemplo, levantarse 10 minutos antes de lo
normal, comer un poco menos de aquello que más nos gusta, ver menos tiempo la
televisión o en su defecto ver el noticiero completo.

La persona que verdaderamente tiene carácter no ve obstáculos, sino retos;


domina sus impulsos para ser dueño de su voluntad: conserva amistades y
relaciones por los valores que transmite; encuentra alegría en lo que hace, sin
conformarse con ser feliz a través de los placeres pasajeros.

El temperamento es la base biológica del carácter y está determinado por los


procesos fisiológicos y factores genéticos que inciden en las manifestaciones
conductuales.
Antes que nada debemos dejar en claro que carácter no es lo mismo que
temperamento según Gaitán (2006,2), “el temperamento es la base biológica del
carácter y está determinado por el proceso fisiológico y factores genéticos que
inciden en las manifestaciones conductuales.”

Hoy en día se dice que ciertas características del temperamento se deben a


procesos fisiológicos del sistema linfático, también debido a la acción endocrina de
ciertas hormonas. El temperamento tiene, por tanto, un porcentaje genético nada
despreciable.

También se acepta, de forma general, que los efectos intensos y permanentes del
entorno pueden llegar a influir de forma importante en la formación del
temperamento de cada individuo

Para el psicólogo venezolano P. L. Díaz García el temperamento es la constitución


somática en acción. Es el aspecto emotivo-relacional de la personalidad. La
emotividad motivante está enclavada en lo orgánico. El temperamento es la
contribución directa de la química tisular en la vida mental.

Otro concepto un poco más enciclopédico indica que se define al temperamento como
“la suma total de efectos producidos en la vida psicológica de un individuo por los
cambios químicos o metabólicos que constantemente se están verificando en todos
los tejidos del cuerpo humano” (Mc Dougall). El temperamento es el clima o medio
interno, orgánico, y está en relación estrecha con nuestra vida afectiva.

Para el mismo Tim La Haye “el temperamento es la combinación de rasgos que


hemos heredado de nuestros padres. Nadie sabe dónde reside. Es el temperamento
de la persona el que hace que sea abierta y extrovertida o tímida e introvertida.

Como se puede apreciar los diferentes conceptos pueden ser simples o


complejos, pero todos concuerdan que el temperamento proviene y reside en el
interior del individuo. El otro punto álgido es qué tanto influye en la vida de las
personas, ¿es la influencia del temperamento superior a la influencia de la
educación y el medio ambiente?
Evolución a la biotipología: a través del estudio de las características morfológicas
pretende establecer relaciones entre tipos de temperamento y constitución
somática. Se trata de asociar las características de una estructura física
determinada, con características temperamentales específicas.

 Tipos de temperamento:

1.- Temperamento sanguíneo:

Corresponde al predominio de la sangre: físicamente son


individuos de estatura inferior a la media, buena musculatura,
figura proporcionada. En sus manifestaciones de carácter
presenta tendencia a la irreflexión, es sociable, poco tenaz y
persistente. Para tomar sus decisiones predominan más los
sentimientos que los pensamientos reflexivos. Es un súper extrovertido. Tiene una
capacidad poco común para divertirse y generalmente contagia su espíritu alegre
y divertido. Fascina cuando narra cuentos y su naturaleza cálida y entusiasta le
hace revivir prácticamente la experiencia que relata.

2.- Temperamento melancólico:

Predomina en él lo que Hipócrates llamaba la “bilis negra”, se


conoce también como tipo nervioso. Físicamente es delgado, de
estatura normal o superior a la media, con tendencia a la palidez.
El melancólico tiene el temperamento más rico de todos. Es un tipo
analítico, talentoso, perfeccionista, abnegado, con una
naturaleza emocional muy sensible. Nadie disfruta más del arte que el
melancólico. Por naturaleza tiende a ser introvertido, pero como predominan sus
sentimientos, lo caracterizan una serie de disposiciones de ánimo. A veces lo
elevan a las alturas del éxtasis que lo llevan a obrar en forma más extrovertida.
Sin embargo, en otros momentos está triste y deprimido, y en esos momentos se
vuelve escurridizo y puede incluso, volverse antagónico.
3.- Temperamento colérico:

Predomina en su organismo la “bilis amarilla”. De estatura normal o


superior a la media; la piel presenta un tono amarillento. El colérico
es de un temperamento ardiente, ágil activo, práctico y de voluntad
fuerte que se tiene por autosuficiente y muy independiente. Tiende
a ser decidido y lleno de opciones, y le
resulta fácil tomar decisiones por su cuenta, y por cuenta de otros también. Al
igual que el sanguíneo, el colérico también es extrovertido, pero es mucho menos
intenso. No se dedica a actividades que no tengan un propósito concreto porque
tiene una mentalidad práctica y aguda, capaz de tomar decisiones o de planificar
actividades útiles en forma instantánea y acertada. El enojo y la hostilidad. El
colérico es extremadamente hostil. Algunos aprenden a controlar su ira, pero una
erupción de violencia es siempre una posibilidad en ellos. No les lleva mucho
tiempo comprobar que los demás generalmente se asustan de sus estallidos de
enojo y de que por lo tanto pueden valerse de su ira como un arma para conseguir
lo que quieren- y generalmente lo que quieren es salirse con la suya.

4.- Temperamento flemático:

Físicamente tienen tendencia a la obesidad, aunque pueden


existir tipos delgados. El flemático es un individuo tranquilo,
sereno, que nunca se alarma y casi nunca se enoja. Sin duda
alguna es la persona con la cual es más fácil llevarse y es, por
naturaleza, el más simpático de los temperamentos. Para él la
vida es una alegre y agradable experiencia, sin emoción, en la que evita
comprometerse todo lo posible. Es tan tranquilo y sereno que parece no agitarse
nunca, cualesquiera que sean las circunstancias que lo rodean. Es el único tipo
temperamental que es invariablemente consecuente. Bajo su personalidad tranquila el
flemático experimenta más emociones de las que aparecen en la superficie, y tiene
capacidad para apreciar las bellas artes y las cosas buenas de la vida.
El temperamento es la manera natural con que un ser humano interactúa con el
entorno. Ocupa también la habilidad para adaptarse, el estado de ánimo, la
intensidad, el nivel de actividad, la accesibilidad, y la regularidad. En psicología, el
temperamento es la naturaleza general de la personalidad de un individuo.

También podemos definir al temperamento como la manera natural con que un ser
humano interactúa con el entorno. Ocupa también la habilidad para adaptarse, el
estado de ánimo, la intensidad, el nivel de actividad, la accesibilidad, y la
regularidad. En psicología, el temperamento es la naturaleza general de la
personalidad de un individuo.

Actualmente se acepta que ciertas características del temperamento se deben a


procesos fisiológicos del sistema linfático, así como a la acción endocrina de
ciertas hormonas. El temperamento tiene, por tanto, un porcentaje genético nada
despreciable. También se acepta, de forma general, que los efectos intensos y
permanentes del entorno pueden llegar a influir de forma importante en la
formación del temperamento de cada individuo

1.2 Autoconocimiento y autoestima

AUTOCONOCIMIENTO
Es la capacidad de responder quien soy yo, el conocimiento que tenemos de
nosotros mismos. Es lo específico de la persona, la consecuencia de sí mismo.
Nos identificamos y evaluamos, no es fácil tener un autoconcepto claro. Esta
disposición personal establece la autoestima.
De todos los juicios a los que nos sometemos, ninguno es tan importante como el
nuestro propio. La imagen que nos vamos haciendo de nosotros mismos se
construye desde el momento en que nacemos a través de la interacción que
tenemos con nuestra familia, especialmente con la madre. A partir de estas
relaciones se va desarrollando un proceso de percibirse a sí mismo como una
realidad diferente a los demás. La valoración de la imagen que el niño/a va
haciendo de sí mismo depende de la forma en que lo valora su familia.
Una persona con autoconcepto limitado de sí mismo suele sentirse incómodo con
su apariencia física, tiene un deseo excesivo por complacer a los demás, se siente
víctima de las circunstancias, tiene dificultad para expresar sus sentimientos, da
excesivo interés o poca importancia a la ropa, busca agradar a los demás.
Por el contrario, una persona con buen autoconcepto confía en sí mismo, no tiene
temor a separarse de las personas, se siente bien frente a cualquier cambio, no le
tiene miedo a las críticas, se hace responsable de sus propias acciones.
INFLUENCIA DE LA FAMILIA
Las influencias externas son muy relevantes para que el proceso de formación de
nuestra autoestima sea apropiado. Los datos muestran que en las situaciones de
violencia doméstica, por ejemplo, tanto las víctimas como los agresores suelen
poseer niveles muy bajos de autoestima.
Existen padres, madres, docentes o cuidadores que humillan, desprecian, no prestan
atención, se burlan o se ríen del niño cuando pide ayuda, siente dolor, tiene un
pequeño accidente, necesita que lo defiendan, expresa miedo, pide compañía, busca
protección, siente vergüenza, etc. Estas actitudes se compaginan con otras totalmente
opuestas: demostrándole que es "querido, inteligente y guapo" que provocan en él
una gran confusión. Tales muestras de cariño son observadas como un mensaje
contradictorio por parte del niño y tienen, en consecuencia, un peso negativo en la
formación y en el desarrollo de sus capacidades.
En el momento en que la persona afectada por esta clase de educación dispersa
llega al estado adulto, transmitirá estas mismas formas de humillación o de
maltrato, si es el caso, a otras personas más jóvenes y vulnerables en cualquier
sentido físico o emocional.
La forma de violencia más generalizada adopta la forma del maltrato emocional.
Hay muchas formas de asustar a un niño y hacerle sentir culpable e intimidado sin
necesidad de recurrir a la violencia física. Los niños que sufren esta clase de
agresiones se atormentan con pensamientos y sentimientos que no pueden
comunicar ni compartir con nadie, y aprenden a soportar el dolor en silencio.
Es por esto que los padres y madres que dañan la autoestima de sus hijos no
siempre, por lo general casi nunca, lo hacen intencionadamente. La dificultad del
caso reside en que ellos fueron educados del mismo modo, y se limitan a seguir
un patrón aprendido.
INFLUENCIA DE LA COMUNICACIÓN
La comunicación está muy relacionada con la autoestima, porque según como se
diga algo, el efecto será negativo o positivo. El ejercicio de violencia en todas sus
formas es una manera de comunicar algo que se quiere lograr, por lo general, el
dominio de la situación y el control sobre los demás, las personas violentas tienen
un gran problema de comunicación y necesitan imponerse para sentirse
poderosos/as y compensar su baja autoestima.
INFLUENCIA DE LA SOCIEDAD
La sociedad en la que se vive cumple una función muy importante para la
formación de la persona, ya que a partir de la cultura toda familia adopta diferentes
pautas o formas de vida que son transmitidas a sus miembros y que contribuyen a
formar la personalidad de cada uno de acuerdo a un modelo social. La propia
imagen se construye desde fuera hacia dentro, desde lo que puedan
circunstancialmente pensar quienes nos rodean, y no al contrario. Esto origina
graves paradojas: una persona puede alcanzar una posición social o económica
elevadas y tener, no obstante, una baja autoestima.
Los criterios mediante los cuales las personas se evalúan a sí mismas (o se
sienten evaluadas por otras) son culturales y han quedado establecidos
claramente como modelos sociales que determinan una imagen pública.
INFLUENCIA DE LA ESCUELA
Es fundamental que los educadores sean capaces de transmitir valores claros.
El profesorado puede favorecer u obstaculizar el proceso por el cual el alumnado
puede encontrarse a sí mismo. Así, al igual que para el médico el control de la
fiebre y el tratamiento de las anginas son tareas fundamentales, también sabemos
de la importancia que para la salud tiene, que nuestro alumnado se sienta
emocionalmente bien. El fracaso escolar afecta severamente la autoestima.
Los educadores deben ser conscientes de los distintos ritmos de desarrollo de cada
alumno/a, a fin de que se sientan cómodos en la escuela y puedan aprovechar
debidamente el tiempo que dedican a formarse en los planos académico y personal.
También es preciso comprender que la mente de cada alumno/a está llena de
imágenes. Estas imágenes son tridimensionales:
- La primera dimensión se relaciona con la imagen que el alumno/a tiene de sí
mismo.
- La segunda dimensión se vincula con la opinión que el alumno/a tiene de sí
mismo en relación con otras personas.
- La tercera dimensión se relaciona con la imagen de sí mismo como es y como
desearía que fuera.
Por todo esto es muy importante que el tiempo que los alumnos/as pasan en la
escuela les ayude a descubrir y aprender a ser las personas que quieren ser,
respetando sus tiempos, conflictos y confusiones.
Para ser un buen educador hay que comprender y asumir, entre otras, que:
- Hay que saber cómo crear un ambiente que permita encontrar oportunidades
dentro del mismo, donde cada alumno/a pueda sentirse importante.
- Se deben reconocer y valorar los puntos fuertes de cada alumno/a.
- Hay que tener conciencia de los sentimientos y las imágenes que los alumnos/as
tienen en mente cuando van a la escuela.
Cuando se trata a alguien como si fuese ignorante, es muy probable que, si no lo es,
llegue pronto a serlo, o cuando alguien anticipa un hecho, existen muchas
probabilidades de que se cumplan. A éste fenómeno en Psicología Social se le llama
“El Efecto Pigmalión” o “la profecía auto cumplida, que es el proceso mediante el
cual las creencias y expectativas de un grupo respecto a alguien afectan su
conducta, hasta el punto que provoca su confirmación.
La autoestima se desarrolla gradualmente durante toda la vida, empezando en la
infancia y pasando por diversas etapas de progresiva complejidad. Cada etapa
aporta impresiones, sentimientos e incluso, complicados razonamientos sobre uno
mismo. El resultado es un sentimiento generalizado de valía o de negatividad. En
general, las experiencias positivas y relaciones plenas ayudan a aumentar la
autoestima. Las experiencias negativas y las relaciones problemáticas pueden
afectarla, incluso, gravemente.
QUE HACER PARA AUMENTAR LA AUTOESTIMA
La autoestima y el autoconocimiento son aspectos muy de moda en nuestra
sociedad actual, así nos encontramos con múltiples y variadas técnicas dirigidas a
conseguir un mayor conocimiento de uno mismo y, de este modo, ser más feliz.
La cuestión sobre qué se puede hacer desde la escuela para ayudar a los
alumnos/as que no cuentan con la aceptación de sus compañeros ha motivado
gran cantidad de investigaciones destinadas a diseñar programas de intervención
que favorezcan la competencia social y las relaciones sociales del alumnado con
sus iguales. La mayoría de estos programas utilizan distintas técnicas de
aprendizaje, como la instrucción verbal, el refuerzo, la imitación, el juego de roles
o el modelado de conductas, para conseguir que los niños adquieran nuevas
estrategias de interacción y mejoren sus relaciones sociales.
Algunos de estos programas de intervención, pueden ser entre otros:
- Programas de intervención destinados a promover el desarrollo de la
capacidades que son necesarias para establecer relaciones sociales, como tener
expectativas favorables hacia la interacción con los demás, la empatía, la toma de
perspectiva social, la cooperación, y la comunicación. (López y cols,1994).
- Programas de entrenamiento para la resolución de problemas sociales. Intentar
ayudar al alumnado a idear formas socialmente aceptadas y creativas de resolver
los conflictos más frecuentes que aparecen en las relaciones con los iguales:
analizar la situación, generar diversas alternativas, analizar la situación, generar
diversas alternativas, analizar las ventajas e inconvenientes de cada una,
seleccionar la que se considere más adecuada, llevarla a cabo y evaluar los
resultados obtenidos.
- Programas de intervención para modificar las atribuciones que realizan los
alumnos/as sobre los compañeros. Pretenden modificar la interpretación y
atribución de intenciones que generan en sus relaciones con los iguales. Los
alumnos/as rechazados, por tener estrategias de tipo agresivo, tienden a mal
interpretar las acciones de los otros (perciben como críticas las sugerencias,
atribuyen mala intención a un acto realizado accidentalmente, consideran hostiles
acciones neutras, etc.). El objetivo de estos programas consiste en entrenar al
alumnado para que perciban e interpreten las intenciones y acciones de los otros
con mayor precisión, dirigiendo la atención a la expresión facial y gestual de la otra
persona, considerando la relación con la víctima o fijándose en la reacción del
compañero después del suceso.
- Programas de entrenamiento en habilidades sociales. Estos programas enseñan
conductas específicas para mejorar las relaciones con los compañeros. Procuran
que adquieran habilidades como aprender a iniciar una conversación, acercarse a
un desconocido, solicitar ser integrado en la actividad de un grupo, hacer
comentarios positivos a las opiniones de lo demás, saber cuándo intervenir o
preguntar, expresar el desacuerdo de forma adecuada, etc.
- Intervenciones de apoyo. Hacen referencia a actuaciones destinadas a combatir
la mala imagen que pueda tener el alumno/a entre sus compañeros.
Con frecuencia, los alumnos/as rechazados, además de serlo, tienen bajo rendimiento
académico, tienen problemas familiares o necesitan apoyo. Pues bien, estos
programas contemplan atender a esa problemática. Por ejemplo, el entrenamiento en
habilidades académicas suele tener un efecto beneficioso no sólo en el rendimiento
académico sino también en el autoconcepto y en la conducta general del niño en la
clase, lo cual, a su vez, influye en la evaluación social que el grupo hace del alumno/a.
Este tipo de intervenciones pretende cambiar la percepción que tiene el grupo del
alumno/a porque su mala imagen puede estar minando los esfuerzos que pueda
realizar el alumno/a para lograr mejores relaciones. Según este planteamiento, los
esfuerzos para mejorar las habilidades sociales de los alumnos/as rechazados o
aislados no deben dirigirse únicamente al alumno/a, sino también a modificar la
percepción social que los compañeros tienen de él, para lo cual las opiniones que el
profesor/a expresa sobre el alumno/a juegan un papel trascendental porque pueden
contribuir a mejorar no sólo la autoestima del alumno/a, sino también la valoración
social dentro del grupo. Otro elemento clave para mejorar la situación del alumno/a
aislado o rechazado es ayudarle a encontrar al menos un amigo/a. La amistad puede
remediar los sentimientos de soledad e inspirarle confianza en sí mismo con el
consiguiente aumento de la autoestima y su
repercusión positiva en las relaciones con los compañeros.
AUTOESTIMA
La autoestima es el sentimiento valorativo de nuestro ser, el juicio que hacemos de
nosotros mismos, de nuestra manera de ser, de quienes somos, del conjunto de
rasgos corporales, mentales y espirituales que configuran nuestra personalidad,
determina nuestra manera de percibirnos y valorarnos y moldea nuestras vidas. Ésta
influye en la toma de decisiones y es fundamental para el rendimiento académico. Si
un adolescente piensa que no es competente, no se esforzará en hacer bien las cosas
porque creerá que no es capaz y, además, será infeliz.
En relación a la autoestima se advierte un proceso circular: si un adolescente tiene
una autoestima alta, se comportará de forma agradable, será cooperador,
responsable, su rendimiento será mayor y facilitará el trabajo de formación. Por el
contrario, si su autoestima es baja, tendrá repentinos cambios de humor, se
sentirá desconfiado, reprime sus sentimientos, será poco cooperador y poco
responsable, pues niega o evade sus dificultades y culpa a los demás por lo
sucedido. Así, frente a las dificultades se volverá más provocador y desafiante
ante cualquier acción para cambiar su situación.

CÓMO SE FORMA LA AUTOESTIMA


La autoestima se aprende, cambia y la podemos mejorar, pues todos, niños/as,
adolescentes y adultos experimentan fluctuaciones de la autoestima. La persona
no nace con un concepto de lo que es la autoestima, sino que se va formando a
temprana edad, cuando comenzamos a formar un concepto de cómo nos ven las
personas que nos rodean (padres/madres, maestros/as, compañeros/as,
amigos/as, etc.) y las experiencias que vamos adquiriendo. En la formación de la
autoestima, influyen dos aspectos:
- El autoconocimiento que tengamos de nosotros mismos: El autoconocimiento y
la autoestima juegan un importante papel en la vida de las personas. Los éxitos y
los fracasos, la satisfacción de uno mismo, el bienestar psíquico y el conjunto de
relaciones sociales llevan su sello. Tener un autoconocimiento y una autoestima
positivos es de la mayor relevancia para la vida personal, profesional y social. El
autoconocimiento, influye en el rendimiento, condiciona las expectativas y la
motivación, y contribuye a la salud así como al equilibrio psíquico.
- Las expectativas, es decir, cómo a la persona le gustaría o desearía ser. Éste
aspecto viene influenciado por la cultura en la que está inmersa. El concepto de
nuestra valía personal y nuestras capacidades se basan en la acumulación de
sentimientos, pensamientos, experiencias y vivencias tenidas a lo largo de nuestra
vida. Desde niños vamos construyendo nuestra propia imagen y autoconcepto
acorde a los mensajes, que recibimos de nuestros padres, hermanos, amigos y,
hoy en día, de todos aquellos personajes famosos que, por contagio de masas, se
convierten en cánones a seguir y conseguir por parte de niños, adolescentes y
jóvenes.
La autoestima influye en nuestra conducta, en la forma de actuar en el trabajo, en lo
que podamos conseguir en la vida, en la manera como afrontamos los problemas, en
la forma en como nos relacionamos con nuestra pareja, con nuestros hijos/as y en
general con las personas que nos rodean. Por lo tanto, al igual que hay conductas y
actitudes que aumentan el sentimiento de valía personal, otras en cambio dan lugar a
fracasos y alimentan un pobre concepto de uno mismo.

COMPONENTES DE LA AUTOESTIMA
La Autoestima tiene 3 componentes:
- Cognitivo: Hace referencia a las opiniones, ideas, creencias, percepción y
procesamiento de la información”. Es el concepto que se tiene de la propia
personalidad y de la conducta.
- Afectivo: Tiene un componente valorativo, lleva al reconocimiento de lo que en
nosotros hay de positivo y de negativo, implica un sentimiento de lo favorable o
desfavorable, que siente la persona de sí misma.
- Conductual: Se refiere al modo de actuar, a la intención y actuación que hace la
persona por sí misma, es decir, cómo nos enfrentamos con nosotros mismos.

La educación cada día está en constante cambio, lo cual busca en el alumno/a


despertar su sentido crítico, su capacidad creativa, y mejorar su autoestima para
que se puedan desenvolver en una sociedad determinada. Pero esto a veces no
llega a cumplirse, pues existen muchos factores que impiden el desarrollo
intelectual y social del alumnado.
Sin que deba ser tomado como algo inmutable y absoluto, algunas de las causas
más frecuentes son:
- Bajo nivel de autoestima.
- Problemas familiares.
- Maltrato físico y psicológico.
- Problemas económicos.
- Incomprensión por parte de su familia y profesorado.
- Falta de comunicación con su familia y profesorado.
- Falta de confianza y seguridad en sí mismos.
IMPORTANCIA DE LA AUTOESTIMA
Podemos decir, que la autoestima es importante porque:
- Condiciona el aprendizaje. Alumnos/as que tiene una imagen positiva de sí
mismo se hallan en mejor disposición para aprender.
- Facilita la superación de las dificultades personales. Una persona con autoestima
alta, posee una mayor capacidad para enfrentar los fracasos y los problemas que
se le presentan.
- Apoya la creatividad; Cuando una persona confía en sí mismo, asume mejor los
riesgos y posee habilidades para planificar y gestionar proyectos, con el fin de
alcanzar objetivos concretos.
- Determina la autonomía personal, si la persona tiene confianza en sí mismo,
podrá tomar sus propias decisiones.
- Posibilita relaciones sociales saludables; la persona que se siente segura de sí
misma, puede relacionarse mejor.
TIPOS DE AUTOESTIMA
Autoestima alta:
Una persona con autoestima alta, vive, comparte agradece, reflexiona, respeta a los
demás, se abre a lo nuevo, actúa honestamente, con responsabilidad, comprensión,
siente que es importante, tiene confianza, cree en sus decisiones y se acepta a sí
mismo totalmente como ser humano.
Lo que hace, piensa y siente un adolescente con una buena autoestima, es que
actúa con independencia, afronta nuevos retos, sus pensamientos son positivos;
valora de forma positiva las cosas que hace y le ocurren, siente un gran orgullo
personal por sus logros, se siente capaz de influir en las personas que le rodean,
está a gusto consigo mismo y se siente satisfecho por su “buen hacer”.
Autoestima baja:
Una persona con autoestima baja, la mayor parte de su vida piensa que vale poco
no vale nada, mantienen un estado de insatisfacción constante y poseen un deseo
innecesario por complacer por miedo a desagradar.
El alumno/a con una baja autoestima evita las situaciones que le pueden provocar
ansiedad o miedo, se deja influir por los demás, sus pensamientos son
devaluativos: soy muy feo, yo no sirvo para eso, tengo muchos defectos, los
problemas me persiguen..., no llegan a comprender que todas las personas son
diferentes, únicas e irrepetibles, por lo que se tienen por ser menos que los demás
y, peor todavía, menos de lo que son y, a veces , en lugar de culparse por lo que
han hecho mal , echan las culpas a los demás y tienden a distorsionar o alterar
sus pensamientos de forma negativa: siempre suspendo, todo me sale mal..., se
siente infeliz, triste, disgustado, frustrado porque las cosas no le salen bien, su
actitud suele ser a la defensiva, con rechazo a las propuestas de los demás.
Por ello es vital para padres, profesorado, saber alentar o corregir, premiar o
censurar, oportunamente.
Algunos de los aspectos mencionados dependen de la influencia que tiene la
familia, del "modelo" que la sociedad nos presenta, modelo que es asimilado por
todos los grupos sociales. Pero la personalidad de cada individuo no sólo se forma
a través de la familia, sino también mediante las relaciones externas que establece
paulatinamente, pues hay una estrecha relación entre la sociedad, la familia y la
persona. También influye en el desarrollo de la autoestima lo que cree que los
demás piensan de él así como, de las ideas que elabora acerca de sí mismo
durante dicho proceso de relaciones progresivas .
1.3 Sentimientos y emociones

Sólo cuando reconocemos, aceptamos, entendemos y sabemos expresar


adecuadamente nuestros sentimientos, podemos aumentar propio bienestar y
entender y relacionarnos mejor con los demás.

¿Manejas tus emociones?

¿O tus emociones te manejan?

Conocer y manejar nuestras emociones, es vital para tener una buena calidad
de vida.
Las emociones nos ayudan a identificar diferentes aspectos de las situaciones
que estamos viviendo, que pueden pasar desapercibidos para nuestra
consciencia. Nos permiten conocernos mejor a nosotros mismos y nos ayudan a
relacionarnos mejor con las personas que nos rodean.

Sin embargo, cuando no expresamos nuestros sentimientos o lo hacemos de


una manera inadecuada, nuestros problemas aumentan y nuestra salud puede
verse afectada de manera importante.
Por eso es que en mi libro le doy tanta importancia a la necesidad de estar en
contacto con lo que sentimos, así como al hecho de aprender a manejarlo y a
expresarlo en el momento, lugar y de la manera adecuada. Si lo revisas, vas a
poder aprender distintas técnicas y consejos que te van a ayudar.
A continuación, encontrarás una lista de los diferentes artículos relacionados
con este tema, divididos de acuerdo a cada emoción:

La emoción

La emoción es un estado afectivo que experimentamos, una reacción subjetiva al


ambiente que viene acompañada de cambios orgánicos (fisiológicos y endocrinos)
de origen innato, influidos por la experiencia. Las emociones tienen una función
adaptativa de nuestro organismo a lo que nos rodea. Es un estado que sobreviene
súbita y bruscamente, en forma de crisis más o menos violentas y más o menos
pasajeras.

En el ser humano la experiencia de una emoción generalmente involucra un


conjunto de cogniciones, actitudes y creencias sobre el mundo, que utilizamos
para valorar una situación concreta y, por tanto, influyen en el modo en el que se
percibe dicha situación.

Durante mucho tiempo las emociones han estado consideradas poco importantes
y siempre se le ha dado más relevancia a la parte más racional del ser humano.
Pero las emociones, al ser estados afectivos, indican estados internos personales,
motivaciones, deseos, necesidades e incluso objetivos. De todas formas, es difícil
saber a partir de la emoción cual será la conducta futura del individuo, aunque nos
puede ayudar a intuirla.

Apenas tenemos unos meses de vida, adquirimos emociones básicas como el


miedo, el enfado o la alegría. Algunos animales comparten con nosotros esas
emociones tan básicas, que en los humanos se van haciendo más complejas
gracias al lenguaje, porque usamos símbolos, signos y significados.

Cada individuo experimenta una emoción de forma particular, dependiendo de sus


experiencias anteriores, aprendizaje, carácter y de la situación concreta. Algunas
de las reacciones fisiológicas y comportamentales que desencadenan las
emociones son innatas, mientras que otras pueden adquirirse.
Charles Darwin observó cómo los animales (especialmente en los primates) tenían
un extenso repertorio de emociones, y que esta manera de expresar las
emociones tenía una función social, pues colaboraban en la supervivencia de la
especie. Tienen, por tanto, una función adaptativa.

Existen 6 categorías básicas de emociones.

MIEDO: Anticipación de una amenaza o peligro que produce ansiedad,


incertidumbre, inseguridad.

SORPRESA: Sobresalto, asombro, desconcierto. Es muy transitoria. Puede dar


una aproximación cognitiva para saber qué pasa.

AVERSIÓN: Disgusto, asco, solemos alejarnos del objeto que nos produce
aversión.

IRA: Rabia, enojo, resentimiento, furia, irritabilidad.

ALEGRÍA: Diversión, euforia, gratificación, contentos, da una sensación de


bienestar, de seguridad.

TRISTEZA: Pena, soledad, pesimismo.

Si tenemos en cuenta esta finalidad adaptativa de las emociones, podríamos decir


que tienen diferentes funciones:

MIEDO: Tendemos hacia la protección.

SORPRESA: Ayuda a orientarnos frente a la nueva situación.

AVERSIÓN: Nos produce rechazo hacia aquello que tenemos delante.

IRA: Nos induce hacia la destrucción.

ALEGRÍA: Nos induce hacia la reproducción (deseamos reproducir aquel suceso


que nos hace sentir bien).

TRISTEZA: Nos motiva hacia una nueva reintegración personal.


Los humanos tenemos 42 músculos diferentes en la cara. Dependiendo de cómo los
movemos expresamos unas determinadas emociones u otras. Hay sonrisas
diferentes, que expresan diferentes grados de alegrías. Esto nos ayuda a expresar lo
que sentimos, que en numerosas ocasiones nos es difícil explicar con palabras. Es
otra manera de comunicarnos socialmente y de sentirnos integrados en un grupo
social. Hemos de tener en cuenta que el hombre es el animal social por excelencia.

Las diferentes expresiones faciales son internacionales, dentro de diferentes


culturas hay un lenguaje similar. Podemos observar como en los niños ciegos o
sordos cuando experimentan las emociones lo demuestran de forma muy parecida
a las demás personas, tienen la misma expresión facial. Posiblemente existan
unas bases genéticas, hereditarias, ya que un niño que no ve no puede imitar las
expresiones faciales de los demás. Aunque las expresiones también varían un
poco en función de la cultura, el sexo, el país de origen etc. Las mujeres tienen
más sensibilidad para captar mejor las expresiones faciales o las señales emotivas
y esta sensibilidad aumenta con la edad. Otro ejemplo son los rostros de los
orientales, especialmente los japoneses, son bastante inexpresivos, pero es de
cara a los demás, porque a nivel íntimo expresan mejor sus emociones.

Las expresiones faciales también afectan a la persona que nos está mirando
alterando su conducta. Si observamos a alguien que llora nosotros nos ponemos
tristes o serio e incluso podemos llegar a llorar como esa persona. Por otro lado,
se suelen identificar bastante bien la ira, la alegría y la tristeza de las personas
que observamos. Pero se identifican peor el miedo, la sorpresa y la aversión. Las
emociones poseen unos componentes conductuales particulares, que son la
manera en que éstas se muestran externamente. Son en cierta medida
controlables, basados en el aprendizaje familiar y cultural de cada grupo:
Acciones y gestos.

Distancia entre personas.

Componentes no lingüísticos de la expresión verbal (comunicación no verbal).

Los otros componentes de las emociones son fisiológicos e involuntarios, iguales


para todos:

 Temblor

 Sonrojarse

 Sudoración

 Respiración agitada

 Dilatación pupilar

 Aumento del ritmo cardíaco

Estos componentes son los que están en la base del polígrafo o del "detector de
mentiras". Se supone que cuando una persona miente siente o no puede controlar
sus cambios fisiológicos, aunque hay personas que con entrenamiento sí pueden
llegar a controlarlo.

¿Qué es la Inteligencia Emocional?

De la misma manera que se reconoce el CI (cociente intelectual), se puede


reconocer la Inteligencia Emocional. Se trata de conectar las emociones con uno
mismo; saber qué es lo que siento, poder verme a mi y ver a los demás de forma
positiva y objetiva. La Inteligencia Emocional es la capacidad de interactuar con el
mundo de forma receptiva y adecuada.

Características básicas y propias de la persona emocionalmente inteligente:

 Poseer suficiente grado de autoestima



 Ser personas positivas

 Saber dar y recibir

 Empatía (entender los sentimientos de los otros)

 Reconocer los propios sentimientos
 Ser capaz de expresar los sentimientos positivos como los negativos

 Ser capaz también de controlar estos sentimientos

 Motivación, ilusión, interés

 Tener valores alternativos

 Superación de las dificultades y de las frustraciones

 Encontrar equilibrio entre exigencia y tolerancia.

Goleman explica que la Inteligencia Emocional es el conjunto de habilidades que


sirven para expresar y controlar los sentimientos de la manera más adecuada en
el terreno personal y social. Incluye, por tanto, un buen manejo de los
sentimientos, motivación, perseverancia, empatía o agilidad mental. Justo las
cualidades que configuran un carácter con una buena adaptación social.

Los sentimientos

El sentimiento es el resultado de una emoción, a través del cual, la persona que es


consciente tiene acceso al estado anímico propio. El cauce por el cual se solventa
puede ser físico y/o espiritual. Esta respuesta está mediada por neurotransmisores
como la dopamina, la noradrenalina y la serotonina. Forma parte de la dinámica
cerebral del ser humano y de los demás animales, que les capacita para
reaccionar a los eventos de la vida diaria al drenarse una sustancia producida en
el cerebro, al mismo.

Las emociones son polarizaciones que hace nuestra mente de los hechos. En
ausencia de emociones emergen los sentimientos. Como necesidad y demanda
de las emociones que ya no se experimentan y a las que hemos estado sometidos
durante un tiempo, suficiente como para ayudarnos a conceptualizar que dichas
interacciones son buenas. Así es como nuestro estado de ánimo toma forma. Los
sentimientos sanos permiten una dinámica cerebral fluida, dando como resultado
un estado anímico feliz.
1.4 Motivación y empatía

La empatía es la capacidad para ponerse en el lugar del otro y saber lo que siente
o incluso lo que puede estar pensando.

Las personas con una mayor capacidad de empatía son las que mejor saben
"leer" a los demás. Son capaces de captar una gran cantidad de información sobre
la otra persona a partir de su lenguaje no verbal, sus palabras, el tono de su voz,
su postura, su expresión facial, etc. Y en base a esa información, pueden saber lo
que está pasando dentro de ellas, lo que están sintiendo. Además, dado que los
sentimientos y emociones son a menudo un reflejo del pensamiento, son capaces
de deducir también lo que esa persona puede estar pensando.
En una ocasión, contemplé una interesante muestra de empatía (y falta de ella) en
un restaurante chino. Un hombre daba las gracias a la camarera por un pequeño
obsequio que el restaurante había dejado un par de días antes en los buzones de
las personas que vivían cerca. La camarera china no hablaba ni una palabra de
español, de manera que preguntó varias veces al hombre, quien se esforzaba por
hacerse entender.
Cuando la camarera se marcha, la mujer que está sentada al lado del hombre le
dice: "Creo que ha entendido que quieres que te traiga el regalo", a lo que el
hombre respondió con cara de asombro: "¿En serio?" Al poco rato, llegaba la
camarera con el obsequio.

La mujer supo leer el rostro de la camarera y saber lo que ella había entendido, lo
que nos indica que, seguramente, se trataba de una persona con una elevada
capacidad de empatía.

La empatía requiere, por tanto, prestar atención a la otra persona, aunque es un


proceso que se realiza en su mayor parte de manera inconsciente. Requiere
también ser consciente de que los demás pueden sentir y pensar de modos
similares a los nuestros, pero también diferentes. Tal vez a ti no te moleste un
determinado comentario o broma pero a otra persona sí puede molestarle. La
persona empática es capaz de darse cuenta de que dicho comentario te ha
molestado incluso aunque ella sienta de otra manera.
La empatía está relacionada con la compasión, porque es necesario cierto grado
de empatía para poder sentir compasión por los demás. La empatía te permite
sentir su dolor y su sufrimiento y, por tanto, llegar a compadecerte de alguien que
sufre y desear prestarle tú ayuda.
En general, es fácil para la mayoría de las personas tener una respuesta empática
ante un daño físico ocurrido a otra persona. Por ejemplo, todos sabemos lo que se
siente ante un golpe en la espinilla, porque todos sentimos lo mismo y es fácil
sentir el dolor de la persona que vemos recibir el golpe. No obstante, para evitar el
malestar que se siente, muchas personas reaccionan riéndose. De este modo, se
libran del dolor, aunque también se alejan de una respuesta empática.

Cuando no se trata de dolor físico, sino emocional, puede ser más difícil saber lo
que la otra persona está sintiendo y requiere un grado de atención y de conciencia
de la otra persona más elevado.
Cómo desarrollar la empatía

Una persona puede aumentar su capacidad de empatía observando con más


detalle a los demás mientras habla con ellos, prestándoles toda su atención y
observando todos los mensajes que esa persona transmite, esforzándose por
ponerse en su lugar y "leer" lo que siente. Si mientras hablas con alguien, estás
más pendiente de tus propias palabras, de lo que dirás después, de lo que hay a
tu alrededor o de ciertas preocupaciones que rondan tu mente, tu capacidad para
"leer" a la otra persona no será muy alta.
Pero la empatía es mucho más que saber lo que el otro siente, sino que implica
responder de una manera apropiada a la emoción que la otra persona está
sintiendo. Es decir, si alguien te dice que acaba de romper con su pareja y tú
sonríes y exclamas "¡Qué bien!", no estás dando una respuesta muy empática.

La falta de empatía
La falta de empatía puede verse a menudo al observar las reacciones de los demás.
Cuando una persona está principalmente centrada en sí misma, en satisfacer sus
deseos y en su propia comodidad, no se preocupa por lo que los demás puedan estar
sintiendo y no tiene una respuesta empática ante ellos. Es la madre o padre que
responde con un "mmm" indiferente, cuando su hija pequeña le enseña con
entusiasmo su último dibujo, sin percibir la decepción de la niña al ser ignorada. Es el
marido que llega a casa cansado del trabajo y se sienta a ver la tele mientras espera
que su esposa, que también llega cansada del trabajo, se ocupe de hacer la cena y de
bañar a los niños. O es la persona que dice no importarle si hay calentamiento global
o si estamos contaminando el ambiente porque considera que ya habrá muerto
cuando todo eso sea un verdadero problema.

Tal vez vivamos en una sociedad donde la gente es cada vez menos empática (según
un estudio de la Universidad de Michigan, los niveles de empatía de estudiantes
universitarios cayeron un 40% entre el año 2000 y el 2010). No obstante, el único
modo de hacer que el mundo sea cada vez más empático y no al
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revés, consiste en que cada persona se esfuerce por ser algo más empática,
prestando más atención a los demás, a sus emociones, a lo que pueden estar
sintiendo o pensando o cómo les afecta lo que dices o haces.

La empatía puede hacer que nuestras relaciones con los demás sean mucho más
satisfactorias, gratificantes y profundas, ya que las personas empáticas están
mucho más en sintonía con los demás.

Piensa, por ejemplo, en una persona que mira a su hijo pequeño y sabe que se
está poniendo nervioso porque se acercan a un lugar o situación que teme y, sin
que el niño diga nada, lo consuela y anima. Un comportamiento como este tiene
un efecto muy poderoso en el niño, que tal vez no se atrevía a mostrar su miedo
abiertamente y que siente un tremendo alivio al ver que ni siquiera le hace falta,
además de recibir un apoyo que estaba necesitando.

Por supuesto, por muy empática que sea una persona, no siempre va a verlo todo
ni a saber en todo momento lo que sentimos. A veces, hay que expresarlo con
palabras. Pero incluso en estos casos, la reacción de la persona empática es
mucho más cálida y comprensiva.

Cuando en una relación de pareja, por ejemplo, ambos miembros tienen un nivel
alto de empatía, la relación puede ser tremendamente satisfactoria.

Serán menos egoístas, estarán ahí cuando el otro lo necesite, notarán el malestar
o cansancio en su pareja y podrán entender cómo si siente o por qué le afecta
tanto algo que a los demás no les afecta, entre otras cosas. Todo esto permite que
el conocimiento de la otra persona sea más profundo y fortalece la relación.

El mejor modo de llegar a ser más empáticos consiste en practicar con las
oportunidades que nos va presentando la vida diaria. En primer luchar, echa un
vistazo al artículo llamado Qué es la empatía para tener más claro en qué consiste
y cómo se comporta una persona empática. Para practicar, puedes hacer lo
siguiente:
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1. Centra tu atención en el exterior y sé consciente de lo que te rodea y sucede,


especialmente de las expresiones de la gente, sus conductas, lo que dicen y cómo
lo dicen.

2. Practica mindfulness. Las investigaciones sugieren que practicar mindfulness y


meditación mindfulness nos ayuda a tener ser más conscientes de los puntos de
vista y emociones de los demás sin sentirnos abrumados por sus emociones
negativas.

3. Cuando interactúes con gente, piensa en lo que pueden estar sintiendo. Por
ejemplo, si al llegar al trabajo un compañero te saluda secamente, de forma
precipitada, puedes observarlo y tratar de determinar si está sintiendo un estrés
excesivo, si se siente de mal humor, etc.

4. No pienses usando estereotipos. Los estereotipos sirven para categorizar a


grupos de personas en el mismo saco, como si fueran todos iguales. Esto les priva
de su individualidad personal y os hace verlos de un modo menos empático. Ten
en cuenta que cada persona es diferente y única.

5. No des las cosas por sentadas ni saques conclusiones precipitadas ni recurras a


explicaciones simplistas. Por ejemplo, si a alguien le pasa algo malo y piensas que
será porque se lo merece no pensarás más en ello. O bien, si piensas: “No es tan
grave, ya saldrá del paso”, tampoco estarás practicando mucha empatía sino más
bien buscando explicaciones fáciles para poder pasar y centrarte en ti y en tus cosas.
Si lo que quieres es desarrollar tu empatía, ese no parece un buen modo.

6. Lee novelas. Las personas que leen novelas suelen ser más empáticas. Esto es
debido a que las historias que conocemos a través de las novelas nos sumergen
de lleno en el mundo y los sentimientos de otras personas. (Al final de este artículo
profundizamos más en este aspecto.)

7. Juega y compite. Cuando jugamos con los demás a cualquier tipo de juego o
deporte nuestros cerebros construyen “modelos mentales” de los pensamientos e
intenciones de la otra persona. Los participantes necesitan anticiparte y responder
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a las acciones de las personas con quieren compiten. Es decir, dado que la empatía
nos ayuda a “leer” mejor a los demás, la persona empática puede tener ventaja a la
hora de competir con otros y hacerlo es un gran modo de practicar la empatía.

8. Observa y estudia las expresiones faciales de los demás, tratando de adivinar


qué emoción expresa su rostro.

9. Con tu pareja o seres más cercanos, describe y pon nombre a las emociones
que crees que pueden estar sintiendo y luego trata de buscar una explicación. Por
ejemplo, si tu pareja vuelve del trabajo con una expresión cansada puedes pensar
que ha tenido un día especialmente estresante. Luego pregúntale para saber si
estás en lo cierto. Por ejemplo, en este caso, podrías decirle: “Tienes un aspecto
cansado. ¿Un mal día en el trabajo?”

10. Si tienes mucho dinero o demasiado poco, ten cuidado. Según las
investigaciones, las personas con más dinero suelen ser menos empáticas,
probablemente debido a que necesitan menos la ayuda o cooperación de los
demás puesto que cuentan con medios para pagar cualquier cosa que necesiten.
Por el contrario, las personas más pobres pueden estar tan preocupadas por cómo
van a llegar a fin de mes o pagar sus deudas que no tienen tiempo para prestar
demasiada atención a los demás. Si estás en uno de estos grupos, trata de
recordar a menudo que la empatía no solo te hace mejor persona, sino que
también mejora mucho tus relaciones con los demás.

¿Leer novelas nos hace más mejores personas?

“Las personas que leen novelas a menudo parecen ser más capaces de entender
a otras personas, empatizar con ellos y ver el mundo desde su punto de vista.”
Esta es la conclusión a la que llega la psicóloga Annie Murphy Paul, de la
universidad de York, en Canadá, tras revisar diferentes investigaciones realizadas.

Pero no cualquier tipo de novela produce este efecto, sino tan solo la literatura de
calidad, que te permite sumergirte en el interior del personaje, en sus emociones y
su psicología, rica en detalles y con cierta complejidad moral y emocional, muy

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diferente de la literatura barata escrita precipitadamente solo para hacerte pasar el
tiempo. Leer las grandes obras de la literatura, señala la investigadora, es una
experiencia particular que va más allá de la simple decodificación de palabras. Se
trata de un tipo de lectura que realizas por placer, sin prisas, deteniéndote a
menudo a reflexionar sobre lo que estás leyendo.

Y es que la buena literatura es capaz de alcanzar al lector de un modo profundo,


sumergirle en toda la complejidad del mundo interior de otra persona y enseñarle a
entender y conectar mejor con los demás.

En un artículo publicado en The Atlantic, Karen Swallow describe su propia


experiencia con la literatura y lo que cada novela le ha aportado: “De Grandes
esperanzas aprendí el poder que tienen las historias que nos contamos a nosotros
mismos para hacer tanto mal como bien a nosotros y los demás; de La muerte de
un viajante aprendí los peligros de una versión corrupta del sueño americano; de
Madame Bovary aprendí a abrazar el mundo real en vez de escapar con la
imaginación; de Los viajes de Gulliver aprendí las profundas limitaciones de mi
propia perspectiva finita; de Jane Eyre aprendí cómo ser yo misma.”

MOTIVACION

La palabra motivación deriva del latín motivus o motus, que significa ‘causa del
movimiento’. La motivación puede definirse como «el señalamiento o énfasis que
se descubre en una persona hacia un determinado medio de satisfacer una
necesidad, creando o aumentando con ello el impulso necesario para que ponga
en obra ese medio o esa acción, o bien para que deje de hacerlo». Otros autores
definen la motivación como «la raíz dinámica del comportamiento»; es decir, «los
factores o determinantes internos que incitan a una acción».1 La motivación es un
estado interno que activa, dirige y mantiene la conducta.
1.5 Inteligencia Emocional en el Aula

Podemos definir la inteligencia emocional como la capacidad de controlar, comprender e


identificar nuestros sentimientos y nuestras emociones, reconociéndose también en los
demás, e implica dirigirlas y equilibrarlas.

Podemos hablar de cinco componentes de la inteligencia emocional:


- El conocimiento de las propias emociones, la capacidad de
construir una percepción precisa respecto a uno mismo.
- La capacidad para controlar las emociones. A través de la
conciencia y reflexión.
- La capacidad de motivarse uno mismo.
- El reconocimiento de las emociones ajenas. La empatía, nos permite
reconocer y entender las emociones de los demás.
- El control de las relaciones. La capacidad de entendernos con
los demás y relacionarnos adecuadamente.
¿CUALES SERIAN NUESTROS OBJETIVOS EN EL AULA?
- Facilitar el sentimiento de libre expresión, potenciando las
capacidades comunicativas del alumno y del grupo a través de
diferentes lenguajes y códigos, provocando la reflexión y fomentando
la atención a lo que expresan los demás por medio de la escucha
activa.
- Establecer relaciones equilibradas, solidarias y constructivas con las
personas, así como hacia su cultura, apreciando la importancia de
los valores básicos que rigen la convivencia humana y actuar de
acuerdo con ellos.
- Favorecer en el alumnado el desarrollo de las habilidades de
comunicación: escucha activa, expresión de sentimientos y
asertividad.
- Colaborar en la planificación y realización de actividades de grupo,
aceptando las normas y reglas que democráticamente se
establezcan, respetando los diferentes puntos de vista aprendiendo a
dialogar, respetando el turno de intervención y posibilitando al mismo
tiempo, la expresión de todos.
- Valorar el propio esfuerzo y la constancia, procurando ser optimista y
teniendo una visión positiva de uno mismo, desarrollando una
adecuada autoestima y concepto.
- Identificar y controlar las emociones, desarrollando el conocimiento
de uno mismo como eje de la personalidad social y moral.
LA ESTRATEGIA COMO METODO ACTIVO
De cómo nos percibimos y nos perciben. Por ello hay que diferenciar estrategia y
percepción. HERRAMIENTAS INTELECTUALES

Se hace una reflexión de lo importante del equilibrio. Aprender a gestionar estrés


las relaciones la contención emocional.
La estrategia nos ayuda a distorsionar el guion. Da respuestas en lugar de
reaccionar.
Cuando trabajamos con un grupo de clase, esta estrategia relacionada con la
inteligencia emocional la aplicaremos de forma progresiva y variada. Iremos de lo
simple a lo complejo poco a poco en pequeñas cantidades durante largo tiempo.
Debemos estimular que el alumnado realice su propia “auto observación”. A través
de la observación aprendemos y tomamos conciencia de nuestra realidad
aumentando nuestra fortaleza emocional e interna. Sin embargo, hay que saber
controlar las emociones, así reforzamos el carácter. Debemos transmitir la
importancia de identificar los puntos débiles y los fuertes, los propios. Si
pretendemos obtener una mejor actitud de nuestro grupo hay que realizar
autoevaluaciones con el objetivo de crear individuos activos y críticos consigo
mismo.

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