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El grupo debe realizar:

1. Lectura del fragmento.


2. Identificación de aspectos que en la historia se relacionen con los principios del DUA, es decir,
los ajustes que la maestra Lili ha realizado para fortalecer su práctica pedagógica desde una
Educación Inclusiva.
Orientar la reflexión en el grupo a partir de las preguntas orientadoras.
3. Construcción de infografía en la cual cada grupo representará con un gráfico, una imagen, o lo
que el grupo decida, las conclusiones de la reflexión que han hecho.

FRAGMENTO 1
LA MAESTRA LILI EN TIERRA MORADA

Esta historia inició hace algunos años, en Tierra Morada, un lugar donde los colores de la naturaleza
son únicos, hay muchos animales, plantas y se respira aire puro. Todos los niños y niñas de este
maravilloso lugar estaban ansiosos esperando su nueva profesora. Una mañana soleada la maestra Lili
se prepara para ingresar a la escuela y conocer los niños y niñas de grado transición, antes de hacerlo
muy nerviosa pensaba: ¿cómo serán los niños y niñas de este lugar?, ¿habrá más niños que niñas?, ¿a
todos les gustarán los animales?, ¿cuáles serán sus gustos, costumbres e intereses? ¿qué será lo que
más les gusta de este lugar? Y para poder responder todas las preguntas que le generaba este nuevo
lugar decidió llevar su delantal mágico.

Al llegar a la escuela la maestra reunió a los niños y las niñas en un círculo y les dijo:
 Hoy traje un delantal mágico. Su bolsillo es tan grande que podemos encontrar muchas cosas
nuevas, ¿Quieren ver que hay?  
 Síííííí, gritaron los niños y las niñas.
La maestra empezó a sacar del bolsillo carros, muñecas, aviones, títeres de animales e imágenes de
alimentos, entre otros muchos elementos.
Cuando la maestra sacó el títere de la vaca, Juanita dijo:
 Mi vaca se llama Estrella, mi papá la sacó de la cola de su mamá que se llamaba Manchas. Ella se
murió cuando Estrella nació.
Entonces, a partir de ese comentario, la maestra Lili decidió explorar los saberes de los niños y las
niñas.
 ¿Tú viste cuando nació Estrella?, le preguntó a Juanita.
 Sí, yo vi cuando nació en el potrero de mi casa. Respondió ella.
 ¿Por qué se murió la mamá? Intervino Luis.
 No sé, mi papá dijo que se fue al cielo. Contó Juanita.
 Si se murió la mamá, ¿quién le dio teta a Estrella? Preguntó Luis.
Así la maestra Lili se dio cuenta que los niños y las niñas se interesaban por los animales que hacen
parte de su entorno y su cotidianidad. Entonces les propuso, para responder la pregunta de Luis,
investigar sobre los animales que habitan la granja de la escuela de Tierra Morada: cómo se alimentan,
qué hacen, cuáles son los nombres de las partes de su cuerpo, cómo se cuidan… Los niños y las niñas se
entusiasmaron y ella les indicó que antes de salir del salón se tomaran de la mano con un compañero,
“para saber dónde está y que no nos perdamos”.
Cuando llegaron donde las gallinas, les invitó recoger algunos de los huevos que se encontraban en los
nidos, pero Sara se opuso:
 No quiero recogerlos, ¡los huevos son los hijos de la gallina!, dijo y se puso a llorar.
 Yo los recojo, en mi casa se comen y son muy sabrosos, apuntó Luis.
La maestra Lili se acercó para consolar a Sara y conversar sobre su preocupación por comer “los hijos
de las gallinas”. Mientras tanto, los demás niños y niñas recogieron huevos: unos los pusieron en un
cuenco que formaron con sus sacos doblados hacia arriba, otros los guardaron en una canasta que
encontraron.  
Durante el recorrido, la maestra Lili observó que Mateo siempre caminaba muy cerca de ella y se
escondía detrás cuando algún compañero se le acercaba. Mateo no participaba de la actividad de
recoger huevos ni hizo comentarios en todo el recorrido, pero tarareó una melodía todo el tiempo.
 Mateo dame la mano, ven conmigo, le dijo y él aceptó.
Entonces lo invitó a tomar huevos para meterlos a la canasta, pero él no la miró y, por tanto, ella no
insistió. Más tarde, al llegar la mamá de Mateo a recogerlo al final de la jornada, la maestra Lili indagó
sobre la forma en que él interactuaba en casa. La madre le contó que el médico del pueblo había dicho
que Mateo tenía discapacidad cognitiva. Entonces la maestra le preguntó:
 ¿Qué le gusta hacer a Mateo?
La madre le contó que le gustaba pegarse a la radio y repetir las canciones y también bailar, pero que
les tenía miedo a algunos animales como las gallinas y las vacas. Lili le pidió a la madre que le
compartiera las canciones que escuchaba en casa Mateo para tenerlas en cuentas en las experiencias
pedagógicas que adelantaría con el grupo.
Después de indagar sobre la vida y los intereses de las niñas y los niños de su grupo, la maestra Lili se
dispuso a proyectar las experiencias pedagógicas que les iba a proponer. Se planteó una pregunta
problematizadora: ¿Qué experiencia les propongo, que parta de su interés por las actividades
agropecuarias de la región? Al dar respuesta a esta pregunta se fue dando forma a nuestro proyecto.
En el diario de campo proyectó semanalmente las experiencias y, luego, a medida que el proyecto fue
avanzando, describió la actividad realizada, los avances y las necesidades observadas en cada uno de
los niños y las niñas. La maestra también recurrió a su cámara fotográfica para registrar cada
momento.
Primero solicito a las familias construir con sus hijos o hijas un breve cuento relacionado con las
actividades agropecuarias que realizan.
Luego les propuso que cada familia fuera un día a socializar su cuento con el grupo, pidiéndoles que
acompañaran su relato con imágenes, canciones e instrumentos sonoros para captar la atención y
facilitar la comprensión de la información y la participación de todos los niños y las niñas, pero
especialmente de Mateo, quien, como ya sabemos, se interesa más por la información auditiva y/o
musical.
Después, para complementar y vivir nuevas experiencias y aprendizajes, programó salidas pedagógicas
a algunos hogares para conocer de primera mano las actividades relatadas. Y planeó también que
después de cada salida, en la asamblea que cada mañana realiza con los niños y las niñas, pudieran
contar de diversas formas lo que conocieron.
Por último, planeó hacer un cuento digital colectivo con toda la información recogida en los cuentos
familiares, las salidas pedagógicas y las asambleas, enriquecido con los registros del diario de campo y
con fotografías.

PREGUNTAS ORIENTADORAS:

 ¿Cómo identifica la maestra qué les gusta o interesa a los niños y niñas?
 ¿Cómo indaga acerca de las interacciones de los niños y niñas en su entorno familiar?
 ¿Cómo activa la maestra los conocimientos previos de los niños y las niñas?
 ¿De qué manera busca garantizar la accesibilidad para todos los niños y niñas?
FRAGMENTO 2
LA MAESTRA LILI EN TIERRA MORADA
Después de realizar la actividad de la lectura de cuentos con cada familia, la maestra Lili dio paso a la
visita a los hogares, la última fue cuando visitó con los niñas y niños a la familia de Luis. Al llegar, el
padre les mostró el galpón de las gallinas y Juan, uno de los niños visitantes, se molestó.
 ¿Por qué estás enojado Juan?, preguntó Lili.
 Porque en mi casa no hay huevos y a mí me gusta mucho comerlos, dijo Juan y rompió a llorar.
Entonces Luis lo abrazo y dijo:
 Yo te regalo estos, alcanzándole varios de los huevos del galpón.
Juan recibió los huevos y dio las gracias a Luis. La maestra Lili, emocionada con el gesto, propuso al
grupo contarlos. Juan los mostraba y niños y niñas, todos a la vez, contaban.
 1, 2, 3, 4, 5, ¡6!
 ¿Cuántos huevos se llevará Juan para su casa?, preguntó Lili.
 Seis huevos, respondieron los niños y las niñas.
Entonces la maestra Lili propuso ayudar al padre de Luis con la recolección de los huevos del día y,
además, clasificarlos por color, los niños se dividieron en dos grupos, uno para contar los huevos
blancos y el otro los amarillos. El grupo de Juan prefirió utilizar el ábaco para el conteo de los huevos
blancos, mientras que el grupo de Sara registró con números en su cuaderno los huevos amarillos. Luis
y Mateo se encargaron de reunir los huevos y pasarlos a cada grupo según su color.
Después, la mamá de Luis propuso hacer dos tortillas con huevos de distinto color, con el fin de indagar
qué tan diferente es su sabor.
La maestra Lili preguntó al grupo:
 ¿Cómo creen que son los huevos amarillos por dentro?, ¿iguales a los blancos?
 Son diferentes, unos tienen la baba blanca y los otros, transparente, replicó Juan.
 ¡Nooo! Se llama clara y es igual, transparente cuando están crudos y blanca cuando se cocinan,
corrigió Luis.
Ante sus ojos, la mamá de Luis fue abriendo uno por uno de los huevos mientras todos comparan su
color. Luego la maestra preguntó:
 Si todos los huevos son iguales por dentro, ¿cómo creen que sabrán?
 ¿Igual?, aventuró Juan, entre afirmando y preguntando.
 Vamos a probarlos... dijo la mamá de Luis.
Todos comparten los alimentos. Como Sara no come huevos, la maestra Lili le ha llevado una manzana.
Días después la maestra Lili realizó una asamblea con los niños, las niñas y utiliza el espacio para
preguntar:
 ¿Quién me dice qué recuerda de la visita a la casa de Luís?
 Los huevos, dijo Sara.
 Comimos una rica tortilla hecha por mi mamá, contó Luis.
La maestra Lili se dirigió a Mateo, le mostró algunas imágenes y objetos, y le preguntó:
 ¿Qué había en casa de Luís?
 Pío, pío. Respondió Mateo y cogió una de las plumas que había llevado la maestra.
Muy bien, con lo que aprendimos de la visita a la casa de Luís ya podemos empezar a construir nuestro
cuento grupal, concluye la maestra Lili.
La maestra Lili utiliza una herramienta novedosa que se llama “book builder”, “constructor de libros”
en español, que permite hacer cuentos virtuales. Esto entusiasma al grupo. Para esto, las niñas y los
niños cuentan a la maestra las historias elaboradas con sus familias, y la profesora graba sus voces.
Después dibujan las escenas principales de esa historia. Finalmente, la maestra subió las grabaciones y
los dibujos a la herramienta, quedando un lindo cuento digital hecho con los niños y niñas, que recoge
sus aprendizajes.
Mientras ocurrían todas estas experiencias la maestra va registrando en su diario de campo cada una
de las acciones y novedades que vive con los niños y las niñas y no se olvida de tomar fotografías para
el registro de su experiencia y la galería final que presentara a familias, compañeros de trabajo y la
comunidad.
La experiencia permitió que los niños y las niñas exploraran su entorno, aprendieran a conocerlo y a
conocerse a sí mismos; que todos participaran de las experiencias desde sus habilidades e intereses y
que realizaran trabajo colaborativo, fortaleciendo lazos afectivos entre pares y con sus familias. Los
recursos utilizados permitieron que se identificaran con su contexto, facilitando su motivación y
centrando su atención en las diferentes actividades propuestas.
En el desarrollo del proyecto, el uso de herramientas tecnológicas fue motivador para los niños y las
niñas, puesto que les permitió evidenciar sus saberes desde diferentes formas de expresión. Por
ejemplo, la participación de Mateo fue mayor porque se le proporcionaron diferentes y novedosas
formas de expresión y, a su vez, se motivó a participar en más actividades al ver reflejado su trabajo en
el libro, pues pudo identificar su experiencia.
Por su parte, la maestra Lili confirmó la importancia de la planeación, que le posibilitó contemplar
diversos materiales para el desarrollo de la actividad de conteo, así como oportunidades distintas de
implicación en la actividad pedagógica, atendiendo a las características de las niñas y los niños de su
grupo. Por ejemplo, Mateo participó en todas las actividades propuestas: en la clasificación de los
huevos con el apoyo de Luis y en la elaboración del cuento, con el apoyo de su familia.
Por otra parte, Lili reconoció que, en la actividad inicial del delantal mágico, hubiera podido introducir
elementos del contexto que le permitieran anticipar las acciones con los niños y las niñas; así, tal vez,
hubiera podido conocer lo que Sara pensaba y sentía frente a los huevos.

“Este nuevo reto en Tierra Morada me ratifica que los niños y las niñas son seres únicos que responden
de forma particular a las experiencias que se les presentan, y que está en mi creatividad y experticia
poder dar opciones que respondan a la diversidad de mi grupo”, se quedó pensando la maestra Lili.
PREGUNTAS ORIENTADORAS:

 ¿Qué ajustes y apoyos proporciona la maestra para que los niños y niñas accedan a la información y
se vinculen en las experiencias, a partir del respeto por las diferencias?
 ¿De qué manera la maestra promueve diferentes formas de expresión e implicación en la actividad
garantizando la participación simultanea de todos y todas?
 ¿Todos los niños y niñas logran participar en las experiencias?
 ¿Qué provoca en los niños y niñas la manera como se dispone el ambiente?
 ¿Cómo se evidencia la construcción de vínculos afectivos entre los niños y niñas y los adultos?

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