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Campos de Batalla
Campos de Batalla
1.-
Yo resistí la tormenta,
Yo derroté mi exilio.
E.P
PHOENIX COFFEE
de la raya.
HORA DE PARTIR (YA VAN A CERRAR)
HUERTO
Las hormigas son una prueba indesmentible.
El nuevo color de las hojas: también.
Las bandadas que han vuelto desde el sur.
Y los bombarderos nucleares que las acompañan.
OÍDO
En ese cuadro exhibido en el ala renacentista
del museo, uno de los ángeles comenta al oído
de otro sobre lo que ocurre afuera de la pintura.
AMSTERDAM
BBAARROCCOO
ANIELDA
UNA FIESTA
Cómo ablandar la merluza sin golpearla contra el muelle.
Treinta años después todavía desconozco la respuesta.
Los pescadores azotaban esos pescados como si tuvieran
algo contra ellos: yo recién había cumplido los quince.
Cada vez que me mandaban a comprar veía a los pelícanos
disputándose la comida con las gaviotas. Las mujeres a las
que confundíamos con Dora Markus eran las dueñas de casa
que no traían consigo una tormenta al despedirse y se acercaban
hasta allí en busca de algo para el almuerzo. Contemplábamos
con las manos en los bolsillos lo que el muelle y el mar
nos ofrecían como espectáculo, un horizonte
que no incluyera la palabra línea ni tampoco se pudiera
avistar sin tener tu mano haciéndote visera. Los amantes de esa
muchacha de apellido moldavo nunca comprendieron que su leyenda
estuviera escrita sobre las olas que sólo los pescadores que no la conocían
podrían comprender. Las rocas en las playas de Chile son como los muros
que rodean ciertas ciudades medievales, nadie sabe desde cuándo están allí
pero lo más seguro es que continúen en su lugar una vez
que las merluzas se agoten y con ella todos los componentes
de la cadena alimenticia, aunque sigan acercándose
hasta el muelle tanto gaviotas como dueñas de casa,
pelícanos y pescadores. Brillarán por su ausencia
los invitados de honor. Y aun así lo llamaremos
una fiesta.
DORA MARKUS
Charles Baudelaire,
Carta a Arsène Houssaye
John Keats
EL RESTO
¡Oh, unos pocos desamparados en mi patria,
Oh, restos esclavizados!
Amantes de la belleza,
Frustrados con los sistemas,
Impotentes contra el control;
Escuchen;
Yo resistí la tormenta,
Yo derroté mi exilio.
Ezra Pound