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La llamada tercera revolución industrial, tercera revolución científico-técnica o revolución

de la inteligencia (RCT) se origina al acabar la II Guerra Mundial y cobra fuerza a causa de


la crisis que experimenta el capitalismo de la época.
A finales de la década de 1960 entra en crisis el anterior capitalismo monopolista y
financiero, que parecía tan sólidamente establecido desde hacía casi un siglo. Entre sus
características se pueden mencionar las siguientes:

1-Se encarecieron los recursos energéticos y las materias primas.


2-Se redujeron en crecimiento económico.
3-Aumentó el paro en el sector.
4-Aumentó las protestas sociales por el deterioro del medio ambiente, entre muchas otras
características de esta revolución.
A lo largo de la historia, las transformaciones económicas ocurren cuando
convergen las nuevas tecnologías de la comunicación con los nuevos sistemas
de energía. Las nuevas formas de comunicación se convierten en el medio de
organización y gestión que las civilizaciones más complejas han hecho posible
mediante las nuevas fuentes de energía.

La Tercera Revolución Industrial venia caracterizada, básicamente, por 5


pilares: El cambio a energías renovables, La conversión de edificios en plantas
de energía, el hidrógeno, las baterías recargables y otras tecnologías de
almacenamiento de energía, Tecnología Smart grid o de Red de distribución de
energía eléctrica «inteligente», Transporte basado en vehículos todo-eléctricos,
híbridos enchufables, híbridos eléctricos regulares y de pilas de combustible,
utilizando como energía de propulsión la electricidad renovables.

Debido a esto la  industria redujo su participación en el conjunto de la economía y la crisis


coincidió con el llamado Estado del Bienestar que conllevó a una mayor presión fiscal, se
redujeron los gastos sociales, entre otros. Las empresas desarrollaron una clara estrategia
de transnacionalización que logra alterar las anteriores relaciones internacionales,
abriendo las fronteras desde el punto de vista económico. Se multiplicaron innovaciones,
se redujeron el consumo de productos naturales y los nuevos sectores motrices son
la microelectrónica, la biotecnología, la robótica. Entonces, se redujeron el trabajo directo
de fabricación y aumentaron el de gestión, con un control I+D (Investigación & Desarrollo),
dando flexibilidad a la producción en diversas fases o empresas distintas gracias a las
nuevas tecnologías, descentralizando así la productividad y aumentaron las PYMES
(Empresa pequeña o mediana en cuanto a volumen de ingresos, valor del
patrimonio y número de trabajadores.).

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