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LOS COSTES DE PRODUCCIÓN

A CORTO Y LARGO PLAZO.


Consideraciones iniciales.
La empresa al producir incurre en costes, los cuales son la remuneración a pagar por la utilización
de factores productivos. Estos costes se detraen a los ingresos para llegar al objetivo del empresario
que es el beneficio. Esto nos dará buena muestra de la importancia central en las decisiones
empresariales que tiene el concepto de coste.
Antes de avanzar debemos realizar una distinción clara entre costes explícitos e implícitos. Así,
denominamos coste explícito a aquél que tiene una remuneración determinada en dinero por la
utilización de un factor productivo; por otra parte, tendríamos los costes implícitos, que son aquellos
costes de oportunidad y que son indirectos al no tener una remuneración determinada (al menos, de
forma directa como los anteriores).
Dentro de los costes implícitos destacamos el denominado “salario del empresario”, que serían los
ingresos que obtendría éste trabajando por cuenta ajena y sin riesgo alguno; y el “coste de capital
invertido”, que sería el rendimiento alternativo que obtendría el empresario en un activo alternativo
sin riesgo por la cantidad invertida en la empresa.

Por último, debemos tener en cuenta que en nuestro análisis posterior los costes de los factores
permanecerán constantes, lo que supone considerar la competencia perfecta como mercado de
partida para los factores, donde la empresa es precio-aceptante y no se modifica el coste del mismo
por la intensidad de utilización del input.

Tipos de plazos.
La función de producción y de costes es estudiada en microeconomía, teniendo en cuenta el plazo
para el cual es definida, y el plazo del que hablemos estará en función del número de factores fijos
y variables que consideremos, y la posibilidad o no de cambio técnico. Distinguimos cuatro tipos
de plazos, en función del número de factores variables utilizados y la tecnología:

a) Muy corto plazo – periodo en el cual todos los factores empleados son fijos, tan sólo
existirían costes fijos en el mismo.

b) Corto plazo – periodo que va desde que todos los factores son fijos menos uno, que es
variable, hasta que todos los factores son variables menos uno, que permanece fijo. Es decir, en
el corto plazo existe tanto factores fijos como variables.

Durante este periodo estudiaremos la forma de costes totales (fijos y variables), costes medios
o unitarios (fijos y variables también) y costes marginales.
c) Largo plazo – periodo en el que todos los factores de producción son variables.
En este plazo, estudiaremos la existencia y razón de las economías y deseconomías de escala y
el concepto y propiedades de la dimensión óptima.

d) Muy largo plazo – donde todos los factores son variables y, además, existe cambio
técnico (que permanece dado en los anteriores plazos).

En este plazo se estudian las propiedades de cambio técnico, con le análisis de las diferentes
intensidades, de capital y trabajo, que estas presentan.

Costes a corto plazo.


Como hemos dicho a corto plazo existen tanto factores fijos (instalaciones) como variables (mano
de obra). Por lo tanto existirán tanto costes fijos (los que se derivan de los factores fijos, por
ejemplo la amortización o el alquiler de las instalaciones) como costes variables (los que se derivan
de los factores variables, por ejemplo el salario). Esta distinción es clave para analizar los costes
totales, medios y marginales.

Otra cuestión importante, es que la funciones que vamos a representar, en adelante, respetan la Ley
de Rendimientos Decrecientes, la cual nos dice que si sumamos factor variable (mano de obra, L) a
cierta cantidad de factor que permanece fijo (capital, K) el producto final crece, pero a partir de un
punto, crecerá cada vez en menor medida (tramo de rendimientos decrecientes).

Costes totales.
Es la suma del coste fijo más el variable. El coste fijo al no variar con el nivel de producción será
constante en todo su tramo (paralela al eje de abcisas en su importe).

Por su parte, los costes variables evolucionan con el nivel de producción y crecen con ésta. Su
forma guarda una relación directa con la función de producción neoclásica de corto plazo, que
respeta la Ley de Rendimientos Decrecientes citada. Diferenciamos dos tramos relevantes:

a) Tramo inicial de rendimientos marginales crecientes del factor variable, donde el coste crece
a tasa decreciente con el nivel de producción, dado que el factor variable es cada vez más
productivo.
b) Tramo posterior de rendimientos marginales decrecientes, donde el coste crece a tasa
creciente con el nivel de producción, dad que el factor variable es cada vez menos
productivo.

Por lo tanto, la forma será igual a dicha función de producción multiplicada por una constante que
será el precio del factor variable (ya que CV = ωL).

En el caso de los costes totales, esta función será la suma de los dos anteriores. Cuando el nivel de
producción sea nulo, el coste total será igual al coste fijo, y a partir de este punto seguirá la
evolución del coste variable, tal y como lo acabamos de explicar y desplazada verticalmente hacia
arriba en la cuantía de los costes fijos.

Costes medios
Estas funciones proporcionan la misma información que las anteriores pero desde una perspectiva
diferente, y generalmente más útil para el análisis posterior. Estos costes son, un promedio del
concepto total entre las unidades producidas, proporcionan, por lo tanto, el coste por unidad
producida.

Esta relación entre función de producción y costes, se hace patente en el caso del producto medio y
el coste variable medio y el producto marginal y el coste marginal.
CF
Los costes fijos medios o unitarios (CFM = ), tienen forma de x

hipérbola equilátera (al ser el cociente de una constante entre la variable de producción) y es
decreciente en todo el tramo relevante de producción (con una asíntota vertical y horizontal en el
eje de coordenadas).
Las economías que generan los costes fijos van siendo cada vez menores a medida que avanza el
nivel de producción, y éstas son la causa del concepto estudiado en Economía de la Empresa de
apalancamiento operativo o elasticidad del beneficio (variación porcentual en el beneficio de
explotación al aumentar porcentualmente la cifra de ventas) el cual es mayor que uno a partir del
punto muerto por el reparto de estos costes fijos medios a medida que avanza el nivel de
producción.
CV
En el caso de los costes variables medios o unitarios ( CVM = ), se x
observa la forma de U que tiene dado que va disminuyendo inicialmente hasta su mínimo para
luego crecer. Esta evolución que se debe a la ya explicada Ley de Rendimientos Decrecientes, se
observa en el gráfico del coste variable total, donde el coste variable medio se puede medir como la
pendiente del radio-vector que une el origen de coordenadas con el punto en cuestión a medir
(como hemos representado en tramo

senα 0CV1 CV
discontinuo), tgα= = = , y donde se puede colegir la

cosα 0x x
evolución de la pendiente del radio vector en forma de U expuesta.

En el caso de los costes totales medios o unitarios

CT CF+CV
(CTM = = =CFM +CVM ), vemos que la misma mantiene la x x
misma forma de U que los costes variables (analícese la pendiente del radio-vector expuesta para el
caso de los costes variables medios que sirve igual aquí) desplazada verticalmente hacia arriba en
la cuantía de los costes fijos medios (que son cada vez menores en este caso, como hemos dicho).
Su punto mínimo (denominado también punto de nivelación) se encuentra desplazado respecto al
mínimo de los costes variables medios, dado que cuando estos empiezan a crecer el coste fijo
medio continua decreciendo (aunque cada vez menos) por lo que el coste total medio sigue
decreciendo durante un tramo, a partir de cierto punto, el crecimiento del coste variable medio es
mayor que el decrecimiento de los costes fijos medios, por lo que el coste medio total comienza a
crecer.
Coste marginal
Denominamos coste marginal al aumento en el coste total (o coste variable, tanto da, ya que ∆CF
=0 al ser constante) al aumentar la producción en una unidad (en términos discretos). Es decir, es el
coste
∆CT ∆CV
de producir una unidad más (CMg = = ).

∆x ∆x

Esta función mantiene la misma forma de U que en los casos de coste variable y total medio,
debido igualmente a la Ley de Rendimientos decrecientes, pero con movimiento más acusado
debido a que se refiere a variaciones infinitesimales o unitarias en términos discretos, y no a
promedios como en el caso del coste variable y total medio, que por ello tiene movimientos más
retardados y suavizados.
El valor de la función de coste marginal se puede observar en la función de coste total o coste
variable total, como la pendiente de la función en el punto concreto. De esta forma, siguiendo la
forma de las funciones totales en el gráfico, podemos obtener la forma de la función de coste
marginal.
Podemos observar, en el gráfico de arriba, que la función de coste marginal corta justo en el
mínimo a las funciones de coste variable medio y coste medio total. Esto, gráficamente. es debido a
que en estos puntos mínimos coincide la pendiente en el punto de la función de costes variable y
total (que es el valor del coste marginal) y la pendiente del radio-vector que une el eje de
coordenadas con el punto (que es el valor del coste variable medio y marginal).
Explicado de forma lógica, entenderemos que una vez que el coste marginal de producir una
unidad más supera a su coste total medio (o variable medio), es lógico que el promedio de todas
ellas comience a aumentar. Mientras que en el tramo inmediatamente anterior al mínimo del coste
total medio (o variable medio), aunque el coste marginal es creciente, todavía se sitúa por debajo
del promedio que mide el coste total medio (o variable medio), por lo que es normal que el
promedio siga descendiendo, aunque cada vez menos hasta el punto mínimo donde ambas
coinciden.

Relación de coste medio y marginal con producto medio y


marginal.
Podemos observar fácilmente que las funciones de coste variable medio y marginal son las inversas
de las funciones de producto medio

x ∆x
(PmeL= ) y marginal (PmgL= ):

L ∆L

1
CVM = CV =ωL =ωL =ω x
x x PMe

CMg = ∆CV =∆(ωL) =ω∆L =ω 1


∆x ∆x ∆x PMg

Esto es debido a que es la misma ley de la que se obtienen ambas funciones (Ley de Rendimientos
Decrecientes) y que no son más que el mismo concepto valorado en términos físicos
(productividades) y términos monetarios (costes). Así de forma gráfica nos queda:
Costes a largo plazo.
En este caso la economía se plantea cualquier tamaño de escala para llevar a cabo su producción
planeada. Es decir, las siguientes curvas son curvas de planificación, ex – ante, donde nos podemos
plantear cualquier tamaño de planta.

Antes de entrar en materia, debemos tener claro ciertos conceptos previos. Uno es el de
rendimientos a escala que pueden ser: crecientes (o aumentos en la cantidad de factores que traen
consigo un aumento de la producción en mayor proporción), decrecientes (o aumentos en la
cantidad de factores que traen consigo un aumento de la producción en menor proporción) y
constantes (o aumentos en la cantidad de factores que traen consigo un aumento de la producción
en igual proporción) ; y que se reflejarán en curvas de costes medios a largo decrecientes,
crecientes y constantes, respectivamente.

Igualmente, debemos tener en cuenta la diferencia entre eficiencia técnica (consecución del
máximo nivel de producción a partir de cierta cantidad de factores) y eficiencia económica
(consecución de un nivel de producción al menor coste de factores). En largo plazo, escogeremos
siempre los procesos eficientes tanto técnica como económicamente para los infinitos tamaños de
escala que consideremos.

Coste medio a largo plazo


Partimos de la existencia de tres escalas determinadas (CMC 1, CMC2 y CMC3) que pueden estar al
alcance del empresario y entre las cuales puede elegir. Para la elección debemos considerar la
producción deseada, a partir de la cual obtendremos la función de costes medios a largo plazo
(CML, que proporciona el menor coste por unidad para cada nivel de producción cuando todos los
factores son variables).

Cada CMCi mayor, se sitúa a la derecha y debajo que la anterior debido a que al tener mayor
dimensión estas plantas, operan con mayores cargas de estructura que sólo resultarán rentables, en
términos unitarios, para volúmenes de producción mayores, hasta que pasado cierto punto
(dimensión óptima que analizaremos en el último punto) cada tamaño de planta mayor se situará a
la derecha pero arriba ahora, debido a dificultades en la coordinación y control de estas plantas
(deseconomías administrativas que también analizaremos en el siguiente punto).
Así si escogemos cualquier volumen de producción hasta x 1, el tamaño de planta escogido será
CMC1 (justo en x1 habrá indiferencia entre esta planta y CMC 2), desde x1 hasta x2, el tamaño de
planta eficiente técnica y económicamente será la de CMC 2 y a partir de ese volumen de producción
se escogerá CMC3. Por lo tanto, obtendremos la función de CML como la envolvente de las curvas
de CMCi, de tal forma que cuantas más escalas consideremos menor serán los puntos de
coincidencia entre la función de largo y corto plazo; hasta que en el límite (infinitas escalas
consideradas) cada punto de la función de CML será un punto de tangencia con una función de
CMC, es decir, que la forma envolvente tendrá la función final de U, como ocurre con las de corto
plazo.

Coste total a largo plazo


Esta función (CTL) supone un enfoque alternativo a la anterior CML para analizar la misma
información. Igualmente, se construye como la envolvente de las funciones de costes totales a corto
plazo (CTCi), o bien a partir de la función CML que acabamos de exponer. Así cada punto de la
función CTL, nos dará el menor coste de producción para cada volumen de producción cuando
todos los factores son variables (es decir, serán todos puntos de la senda de expansión, o curva de
planificación de costes, estudiada en la teoría de la producción). Hay que tener en cuenta que esta
función CTL nace en el origen de coordenadas dado que no existen factores fijos a largo plazo.
Coste marginal a largo plazo
A partir de la función CTL podemos obtener esta de CMgL que muestra el coste adicional
necesario para incrementar la producción en una unidad cuando todos los factores son variables.
Esta función vendrá medida por el valor de la pendiente en el punto de la función CTL, al igual que
ocurría en el corto plazo.

Las variaciones del CMgL son más suaves que las de coste marginal a corto (CMgC i) debido a que
a largo plazo los rendimientos decrecientes son menos importantes, pues se pueden incrementar
tanto los factores fijos como variables al incrementar la producción.

RELACIÓN ENTRE CURVAS DE CORTO Y LARGO


PLAZO: LA DIMENSIÓN ÓPTIMA.

Relación entre curvas de corto y largo plazo.


Las funciones de largo plazo, en el caso de CTL y CML, son las envolventes de la de corto plazo
(CTCi y CMCi) como hemos explicado anteriormente.
Volvamos al gráfico que hemos insertado en el punto 2.4.2. Cuando la empresa opta por un
volumen de producción eficiente económica y técnicamente a largo plazo (es decir por cualquier
punto de las funciones CTL y/o CML que serán tangentes a una función de costes medios y totales
a corto) en ese punto coinciden todas la funciones de corto y largo plazo, es decir, coinciden CMC i
(cojamos CMC1 del gráfico por ejemplo) con CML, CTC1 con CTL, y CMgC1 y CMgL como se
puede apreciar en el gráfico (x2).
Para volúmenes de producción inferiores (x1) el coste medio y total a corto de ese tamaño de planta
1 será superior al de CML y CTL, dado que existen otras plantas con menor tamaño de escala que
resultarán más eficientes (económica y técnicamente) para esos volúmenes de producción al operar
con menores cargas de estructura. Por eso la escala 1 deja de ser eficiente y no son puntos de las
funciones CML y CTL.
Para volúmenes de producción inferiores a x2 (como es x1), el coste marginal a corto (CMgC1) es
menor al de CMgL, debido a que la planta 1 al tener menor ocupación (no tienen presencia todavía,
de manera importante, el factor limitativo de los rendimientos decrecientes) tiene capacidad para
producir nuevas unidades a menor coste que lo que indica la función de CMgL.
Una vez se supera el punto de tangencia (a partir de x 2) comienzan a aparecer de manera limitativa
e importante los rendimientos decrecientes y las nuevas unidades se producen en ese tamaño de
escala (CMgC1) de manera más costosa que lo que indica CMgL, dado que al considerar todos los
factores variables no presenta una restricción tan importante respecto a estos rendimientos
decrecientes. Por esta misma razón las funciones de CMC 1 y CTC1 dejan de ser eficientes
económicamente y no son puntos de tangencia con las de largo plazo, sino que indican mayores
costes que estas últimas (situándose por encima de CML y CTL).

Analizando el gráfico mediante el uso de pendientes (de la función y de los radio-vectores que
hemos representado) también podemos llegar a idénticas conclusiones:

a) La función CTC1 que se sitúa por encima de CTL (por lo ya explicado antes) en x 1, tiene una
pendiente inferior a esta última por lo que CMgC 1 < CMgL en ese punto (además obsérvese
que pasamos de un punto en x 1 donde CTC1 > CTL a un punto, en x 2, donde CTC = CTL, por
lo que, necesariamente se debe cumplir que CMgC1 < CMgL en x1). Luego, ambas pendientes
coinciden en x2, por lo que CMgC1 = CMgL, y por último pasa a ser mayor la pendiente de
CTC1 que la de CTL, por lo que CMgC1 > CMgL.
b) La pendiente del radio-vector que mide el coste medio (tanto a corto como a largo) es superior
en CTC1 que en CTL, para x1 y x3, por lo que CMC1 > CML en ambos puntos; y coinciden en
x2 por lo que CMC1 = CML.
c) Obsérvese que el punto de tangencia entre CMC i y CML nunca es el punto mínimo de la
función de CMCi, salvo en un caso, la dimensión óptima, donde coinciden como punto de
tangencia minCMC2 con minCML (para x5). Esto se puede comprobar analizando que sólo en
este punto coinciden las pendientes de los radio-vectores que miden CMC 2 y CML.

La dimensión óptima.
Este concepto se reserva para el punto de coincidencia que acabamos de analizar (para x 5) donde
coinciden el mínimo de CMC2 con el mínimo de la función de CML. Es decir, se define como la
planta para la cual el coste medio a corto es tangente con la curva CML en el punto mínimo de
ambas.
Como puede verse en este punto mínimo de la dimensión óptima, se consigue el menor coste por
unidad producida para cualquier nivel de producción cuando todos los factores son variables. La
eficiencia privada y social en este punto es máxima como puede entenderse.
Lo que ocurre es que la empresa, por sí misma, no decidirá producir invariablemente en este punto
mínimo CML, a no ser que las condiciones de mercado y su demanda así se lo pidan, dado que si
estos marcan otra cosa (otros volúmenes de producción distintos como x 1, x2 o x6, por ejemplo)
otros tamaños de planta serán más eficientes que la citada dimensión óptima (como CMC 1 para x2,
por poner sólo un ejemplo).
Sólo habrá un mercado, el de la competencia perfecta, donde la inercia del mercado lleve de forma
automática a largo plazo a producir en ese punto a todas las empresas que la conformen. Sólo la
presencia de los supuestos que definen a este mercado pueden conseguirlo siempre (en otros
mercados, como puede ser el monopolio por ejemplo, el monopolista puede producir en ella, pero
sólo sí así se lo aconseja su demanda y su objetivo de máximo beneficio y siempre con beneficios
extraordinarios cosa que no ocurre en competencia perfecta; en cambio, en el de competencia
monopolística nunca se alcanzará a largo plazo la dimensión óptima, por la diferenciación de su
producto respecto a la competencia perfecta).
Por lo tanto merece la pena que nos detengamos un segundo en la decisión del tamaño de planta
que debe resolver cualquier empresario.
Este es un problema que se puede enfocar desde una perspectiva de corto plazo (con una escala
fija) y largo plazo (con todos los factores variables.
Así, a corto plazo, un empresario puede optar por tres tipos de salidas o output:

a) Salida típica – la cual consiste en producir un volumen de output igual al mínimo del coste
medio a corto plazo (el par p 1x1). Es el punto donde el tamaño de planta se comporta de
manera más eficiente, pero no en el que el empresario puede maximizar beneficio, lo cual
dependerá de los datos de demanda y la estructura de mercado.

b) Salida óptima – consiste en producir en el conocido punto de Cournot, o punto donde se


igualan el ingreso marginal y el coste marginal y el empresario por tanto maximiza
beneficio (el par p2x2). Ahora bien, en este caso puede ser que la planta no se utilice de la
manera más eficiente posible.
1 x

c) Firma representativa – esta denominación se aplica para aquella empresa que maximizan
beneficio (Img = CmgC) en el punto de mínimo coste medio a corto plazo. Como se puede
ver, esta empresa consigue de manera simultánea ambos objetivos de máximo beneficio y
eficiencia.

1 x

En el caso del análisis de largo plazo el empresario deberá resolver una disyuntiva entre adaptación
y ocupación, en un mundo imperfecto en el que vamos a suponer un número de tamaños de planta
finito (supongamos que tres por ejemplo).
Imaginemos, que el empresario planea una producción como x 1, donde sería indiferente su decisión
entre el tamaño de planta 1 y el tamaño de planta 2, con idénticos costes totales. Su decisión
dependerá por tanto más de las expectativas que tenga de que este volumen de producción x 1 se
mantenga (o incluso crezca) o bien que el mismo pueda a caer a niveles inferiores.

Ante la primera opción, está claro que el empresario sería más proclive a producir en CTC 2 y en el
segundo caso optaría por CTC1. En ambos casos incurriría en un riesgo diferente.

a) Adaptación – consistiría en suponer que el volumen de producción puede crecer. En este caso
el empresario optaría por el tamaño de planta 2, operando con mayores cargas de estructura, y
enfrentándose en este caso a un riesgo de subactividad, si posteriormente el volumen de
producción no se mantiene (por tener un sobredimensionamiento de estructura).

b) Ocupación – consistiría en suponer que el volumen de producción de x 1 puede decrecer en un


futuro. En este caso el empresario optaría por el tamaño de planta 1, con menores cargas de
estructura. En este caso, se enfrentaría a un riesgo de obsolescencia, al quedarse con una planta
de menor tamaño y menor capacidad.

Si se produjese un aumento de producción por encima de x 2 siempre podría realizar medidas de


adaptación temporal (mayor tiempo de trabajo) o de intensidad (mayor ritmo de trabajo). Para
lograr cierta capacidad punta sostenible durante un corto periodo de tiempo y a mayores costes
de producción como puede observarse.

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