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A. Que ningunos de los integrantes este en pecado. { Los Hechos 19:13-16 } Los espíritus
inmundos perciben a nivel espiritual y saben cuando una persona se encuentra en pecado o no. Y
mas allá de que esto sea verdad o no, casi siempre los espíritus inmundos van a tratar de acusar a
alguno de los integrantes que esta en pecado, que tiene temor o que no va a poder. Más allá de la
verdad, es importante que delante de Dios, el equipo se encuentre en santidad, dependencia de
Dios y humildad.
B. Debe haber unidad de criterio y sujeción al líder del grupo. { 1.Cor.12:12-13 } Hemos visto y
también fue nuestra experiencia al comenzar a ministrar, que todos juntos gritábamos pensando
que así teníamos mayor autoridad. Es importante que el equipo de ministracion se encuentre en
total santidad, dependencia de Dios, humildad y unidad de parecer. El equipo debe guardar un
orden. Fue nuestra experiencia, que en los primeros casos de manifestaciones, el equipo
comenzaba a reprender todos juntos pensando que si todos gritábamos y cuanto más fuerte lo
hiciésemos y cuanto más fuésemos gritando, mas autoridad espiritual tendríamos. La autoridad
espiritual no pasa por el grito o la voz sino que pasa por la delegación de la autoridad del Cristo
resucitado a cada hijo suyo. Por eso es importante que el equipo guarde total unidad. Si Dios da
discernimiento del nombre o de la actividad del demonio que se deba reprender durante la
ministracion, si hay que callar, leer un texto o no; si esto es revelado a alguno de los integrantes
del ministerio, debe ser dicho con mucho cuidado a quien esta guiando la ministracion. Debe
hacerse esto en orden y con calma.
C. El equipo debe ser de total reserva absoluto. { San Mateo 6:1-3 } Uno de los errores que se
puede cometer con los que integran los equipos de sanidad es contar los pecados o las puertas
abiertas de quienes han manifestado y transformado así el ministerio en una maldición mas que
en bendición.
D. Unidos en el Espíritu y en comunión los unos con los otros. { Hechos 4:32 }El equipo de
ministracion debe estar compuesto de hombres y mujeres, de 2 a 3 personas cada equipo. El
equipo debe trabajar espiritualmente en unidad, tener confianza los unos para con los otros, y por
sobre todas las cosas que el Espíritu Santo de Dios de discernimiento a cada uno de los que lo
integran. No hay nada peor que un equipo desunido. Todos deben guardar total comunión con la
iglesia a la cual pertenecen y con total sujeción a la autoridad pastoral.
Es importante que el ámbito donde ministremos sea un lugar apropiado alejado de los niños y de
las interrupciones de otras personas. Si están en una actividad como un día de retiro o asamblea,
tal vez un lugar apartado de la actividad, una oficina, u otro salón.
1. A veces necesitamos saber los nombres de los espíritus y a veces no. Aquí precisamos el
discernimiento de Dios para que nos diga si necesitamos saber el nombre o no. En cuanto al
nombre de los espíritus hemos encontrado que muchas veces nos lo han dicho al preguntárselo
pero la gran mayoría de las veces no; Los espíritus inmundos intentan no solo generar temor y
confusión sino también agresión. Si no sabemos su nombre, expulsarlo como “espíritu inmundo”;
ver la manifestación que esta teniendo y ponerle ustedes un nombre conforme a la manifestación.
2. Espíritu de burla. Es muy frecuente que aparezca algún espíritu de burla para hacerle faltar
seriedad a la ministracion y para provocar la risa de quienes integran el ministerio.
3. Espíritu de temor y mentira. Ningún demonio puede hacernos nada a menos que tengamos una
puerta abierta para que ellos entren. No debemos ministrar a nadie si no estamos en santidad y
comunión con Dios y preparado espiritualmente El espíritu inmundo tiene grane dos cosas; la
boca para insultar y atemorizar y una buena memoria para recordarnos los pecados del pasado.
Por eso es importante no conversar con los demonios a menos que el Espíritu Santo nos indique
algún propósito especial.
4. Espíritu de tristeza.-Traen recuerdos tristes para perturbar a quien ministramos, como por
ejemplo imágenes de abuso, de abandono, de rechazo, etc., con el fin de angustiar y perturbar a
quien ministramos.
8. Tratan de perturbar la mente.- Hemos visto que casi toda persona que tiene experiencia en la
expulsión de demonios ha observado que muchos espíritus lo primero que hacen es anular la
mente de la persona. Cuando comenzamos a reprender la persona cierra sus ojos y la cabeza cae
como si hubiese perdido totalmente la conciencia. Lo que tenemos que hacer en estos casos es
pedirle al Espíritu Santo de Dios que sea el encargado de traer la mente de la persona, o reprender
todo espíritu de robo que se ha llevado lejos a la persona y luego pedirle al Señor que la traiga
aquí, otra cosa que se puede hacer a la persona en el nombre de Jesús (si sabemos el nombre de
la persona), por su nombre que tome control y dominio de su cuerpo y abra sus ojos ahora.
10. Llaman a otros espíritus en busca de ayuda.- Casi todos los espíritus inmundos comienzan a
hacer señales con las manos y con los pies para atraer otros espíritus, por eso debemos
impedirles que llamen a otros espíritus inmundos.
a. Las formas de llamar que más hemos observado casi sistemáticamente son con las manos, al
cruzar los dedos y girarlos, con el dedo índice hacen señales como si llamasen a alguien, etc.
b. A través de agua se fortalecen: En San Mateo 12:43 “Cuando el espíritu inmundo sale del
hombre, anda por lugares secos, buscando reposo, y no lo halla”. Mas allá de la literalidad de este
texto, yo creo que los espíritus inmundos necesitan de lugares húmedos para tener mayor poder; y
hemos visto a medida que pierden fuerza durante la ministracion inmediatamente solicitan agua.
También los espíritus inmundos en algún momento dejan hablar a la persona y esta nos
manifeisata que necesita tomar un poco de agua, que tiene sed; de ninguna manera debemos
darle agua, ya que estos se fortalecen a través del agua (no tenemos muy claro de por que esto es
así, pero es lo que hemos analizado a través de los años.
Es importante que cuando una persona se manifieste durante la asamblea (durante la alabanza, la
predicación del evangelio, o cuando quien ora reprende a los espíritus inmundos) el encargado del
grupo de sanidad y liberación se acerque, y al oído, sin gritar, ate todo espíritu inmundo y prohíba
hacer disturbios en la asamblea. Esto tiene varios sentidos. En primer lugar porque el diablo
intenta llevarse la gloria. En segundo lugar porque va a intentar infundir pánico en los hermanos
que no tiene la madurez espiritual para entender lo que sucede. En tercer lugar porque las
manifestaciones demoníacas le hacen daño a la persona desde el punto de vista físico y psíquico.
Así que se le debe atar, ordenarle al espíritu humano o a la persona que tome dominio y control de
su cuerpo y salir caminando sin ningún tipo de disturbio de la asamblea para llevar a la sala de
liberación.
1. Un hermano toma autoridad (los demás solo oran e interceden) y es uno el que reprende (no
todos) y ata a todo espíritu inmundo prohibiéndole hablar y hacer daño. Ordena a la persona que
tome control y dominio de su vida y mente.
2. El equipo de oración lo llevarán a una sala donde se realizara la expulsión (he visto en algunos
casos hacer esto en medio de la asamblea, también puede ser una alternativa aunque prefiero que
se haga aparte tanto para no distraer la centralidad de la asamblea como para que la perdón sea
ministrad mejor).
3. Explicar lo sucedido y preguntarle si desea aceptar a Cristo o ser liberada y renunciar a todas
las puertas abiertas (en caso que si acepta continuamos).
4. Levantar la historia de las puertas abiertas y hacerla renunciar una por una y comenzar a
reprender detrás de cada una el espíritu correspondiente.
5. Si se manifiesta un espíritu, echarlo fuera (sin cerrar los ojos) en el nombre de Jesús (a veces
es importante saber el nombre y a veces no, según el discernimiento del Espíritu que tengamos en
ese momento).
En cuanto a las manifestaciones encontramos que muchas personas que han sido sanadas o
liberada los espíritus pueden salir a través de la nariz y la boca, salir con gritos, violencia, eructos,
llantos, arcadas, lagrimas o incluso salir a través de soplidos. Sentir olores repugnantes durante la
ministracion también es algo muy frecuente. Analicemos algunas manifestaciones:
a. A través de soplidos.- En un caso que nos toco ministra salían demonios constantemente
cuando reprendíamos y la mujer inflaba su boca y comenzaba a soplar interrumpidamente.
Sabíamos que cada soplido era un demonio que estaba saliendo.
b. Por gritos.- Las manifestaciones son muchas y variadas. Otras de las manifestaciones es el
grito. En lo posible debemos ordenarle al espíritu inmundo que salga sin hacerle daño a la persona
y sin gritar.
c. Por sensaciones física,- Están sensaciones corporales se dan cuando se rompen trabajos
hachos por brujería.
d. Por tos.- Al momento de comenzar la reprensión algunas personas comienzan a toser, en ese
momento con la sangre de Jesús corten todo trabajo de brujería.
f. Por ruidos raros que suceden.- Sin lugar a dudas los espíritu inmundos ocasionan disturbios,
como ruidos fuertes moverse sin nadie estar al lado, ruido en otra habitación cuando no hay nadie
en ella, etc.
g. A través de calores que salen del cuerpo.
Al terminar la ministracion
Le decimos a la persona que ha sido sanada por el poder y la gracia del Señor. Ahora depende de
ella mantener toda puerta cerrada y comenzar a vivir una vida de victoria. Le explicamos que
ahora debe:
Ahora, a trabajar….