Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
¿Le has hecho alguna promesa a Dios?, ¿Siempre le has cumplido?, ¿Cuántas promesas dejaste sin
cumplir?
La mayoría de nosotros tenemos la mala costumbre de prometer a Dios cosas que sabemos muy
bien que no podemos cumplir, y es que pareciera que con nuestras promesas lo que buscamos es
impresionar a Dios como para que Él vea que ahora si le cumpliremos.
¿Será que tenemos que impresionar a Dios con nuestras promesas? ó ¿Se impresionará más con
nuestras acciones sin haber prometido?
La Biblia dice:
“Es mejor no decir nada que hacer promesas y no cumplirlas. No dejes que tu boca te
haga pecar, y no te defiendas ante el mensajero del templo al decir que la promesa que
hiciste fue un error. Esa actitud enojaría a Dios y quizá destruya todo lo que has logrado.
Hablar no cuesta nada, es como soñar despierto y tantas otras actividades inútiles. Tú,
en cambio, teme a Dios.”
No tienes que tratar de impresionar a Dios con tus promesas, en su lugar te invito a comenzar a
accionar para hacer lo que a Él le agrada ya que el hecho de prometer no es una garantía de que vas
a cumplir y lo único que termina haciendo es frustrarte al ver que no lograste cumplir aquello que
prometiste.
Hoy te invito a que comencemos a agradar a Dios con nuestros hechos, con nuestra forma de vivir,
pensar, sentir, hablar, escuchar, que todo nuestro ser se conecte a la sintonía de nuestro Señor,
para que sin necesidad de tener que hacer promesas vivamos una vida que realmente le agrade.