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Cuando recién conocimos a Heidy Daniela nos encontramos con que padece de una

enfermedad completamente desconocida para nosotras que tiene una incidencia


estimada de 1 entre cada 3.000-10.000 nacidos vivos. Su condición física nos ayudó
a trazar los requerimientos y limitantes en nuestro proceso de diseño, pues como
consecuencia de esta afección presenta contracturas articulares en sus
extremidades, deformación en la columna vertebral y escasa masa muscular.

El pilar del desarrollo de este dispositivo fue brindar la posibilidad de escribir en


condiciones adecuadas a Daniela debido a que la patología que padece la ha
llevado a desarrollar una posición acostada sobre su abdomen y durante su vida
escolar ha escrito valiéndose de un puff que la mantienen en contacto con el suelo.
Esta posición en la que está todo el día ha hecho que su salud se deteriore
llevándola a desarrollar otros cuadros clínicos como escoliosis y espasticidad
muscular, siendo la primera más riesgosa ya que le ha progresado de manera muy
rápida, presenta una curvatura muy pronunciada y el desplazamiento de la caja
torácica puede llevar a la compresión de los pulmones repercutiendo así en una
disminución de su capacidad pulmonar.

Se inició este proyecto con la idea de romper con la barrera que impone la situación
de discapacidad de Daniela, apostando por una educación más horizontal para ella,
es decir, que estuviese a la misma altura de sus demás compañeros; para ello se
pensó que el dispositivo, como condición principal, debía aportar diferentes
inclinaciones para aportar altura de forma gradual. ​Por otro lado, con el diseño de
este dispositivo se quiere aportar un poco más de independencia a Daniela en el
ámbito educativo.

En el proceso de desarrollo de este dispositivo se tuvieron en cuenta las


características de la condición del usuario para que el diseño del mismo
contribuyera, no sólo a la mejora de las condiciones académicas, sino también a
evitar que su condición física empeore. La ayuda por parte de un fisioterapeuta
aportó para tener un diagnóstico físico de la paciente y así saber qué restricciones
se debían tener en cuenta en el diseño. Con estas consideraciones, se pudo
determinar que el dispositivo debía permitir una posición cada vez más vertical, es
decir, que debía contar con una función que permitiera graduar la verticalidad del
usuario; también se determinó que debían eliminarse los puntos de apoyo pues
estaban empeorando la condición física de la paciente, como el apoyo en las
extremidades inferiores y superiores, y en cambio crear nuevos puntos de apoyo en
la parte frontal del torso. Se determinó también que la mesa de escribir debía ser
inclinable para que se ajustara al cambio en la verticalidad del usuario. Así mismo,
visitamos el entorno escolar que es donde finalmente la paciente va a hacer uso del
dispositivo, evaluamos el espacio con el que podíamos contar dentro del salón de
clases y en los corredores y también las dificultades en el desplazamiento de éste,
por ejemplo su colegio por el momento no cuenta con rampas, sin embargo sí se
puede desplazar por los corredores en el recreo o en cambio de clases ya que están
todos al mismo nivel. Hicimos el levantamiento de datos apoyándonos en los
testimonios de sus familiares, compañeros y profesores para lograr enriquecer
nuestra percepción sobre su día a día.
En la búsqueda de materiales optamos por escoger materiales que no tuvieran un
alto impacto ambiental, por eso, utilizamos materiales como el acero, el polipropileno
y la madera aglomerada que tienen un proceso de reciclado y biodegradación.
Debido a nuestra poca experiencia y conocimiento sobre materiales industriales,
como ingenieras biomédicas nos fue un poco difícil definir los materiales de
fabricación y determinar cuáles eran los más óptimos para que el dispositivo
estuviera bien elaborado y tuviera un buen desempeño en la labor para la cual fue
diseñado, principalmente que soportará los esfuerzos aplicados y que tuviera un
buen tiempo de vida útil. Afortunadamente en este punto tuvimos el apoyo del
profesor Oscar Campo quien es el encargado de la asignatura dentro de la que se
desarrolló el dispositivo para Daniela.

Como profesionales en formación sabemos que recae en nosotras la


responsabilidad de que el dispositivo que desarrollemos no empeore la condiciones
del usuario, por eso tuvimos que anteponer las necesidades presentes sobre los
deseos que ella tenía, ya que al llevar tanto tiempo en la misma posición, se ha
acostumbrado a estar así y se cansa, le incomoda o le duele cuando está en otra
posición y por eso prefería que el diseño que se desarrollará le permitiera seguir
acostada pero no estaba teniendo en cuenta que su salud iba a seguir
deteriorándose paulatinamente, además de que su doctor ya había recomendado
trasladarse a otra posición. Teniendo en cuenta todo esto, tuvimos que explicarle
que no podíamos desarrollar un diseño que pusiera en riesgo su salud sino que
respondiera a la mejoría de ésta y de manera consensuada pudimos avanzar con el
diseño.

Respecto al ámbito económico, se tuvieron en cuenta siempre las restricciones


financieras, pues era claro que no se contaba con un presupuesto muy amplio, por lo
que debíamos enfocarnos en un diseño que permitiera que el dispositivo fuese de
bajo costo en términos de los materiales y las herramientas o piezas necesarias. Se
eligió como material principal el acero ya que este es más económico que otros
metales, pero además, cuando se trata de unir piezas de este material es mucho
más asequible que los demás ya que se puede hacer con soldadura tradicional.

Otro de los aspectos más importantes que se consideraron durante el proceso de


diseño fue la seguridad física del usuario, por eso el dispositivo cuenta con sistemas
de sujeción que previenen de que hayan posibles traumas por caídas. Además,
cuenta con una estructura que evita que se presenten movimientos involuntarios del
mismo, eliminando riesgos de golpes al usuario y quienes lo rodean. Todo esto,
garantiza la seguridad del usuario mientras se usa el dispositivo de forma adecuada.

A la hora de materializar el dispositivo nos encontramos con algunas dificultades que


superamos de a poco debido a que las partes no iban a ser elaboradas por nosotras
sino por terceros y debemos acogernos a su forma de trabajar y sobretodo era
necesario que entendieran completamente nuestra idea para que no se alterara el
diseño. Ellos nos hicieron recomendaciones sobre mejoras que se podían hacer
para mejorar el acabado y nos ayudaron a llevarlo a mejor término.
Fue un proceso bastante largo y en el que tuvimos en cuenta bastantes
consideraciones puesto que la artrogriposis tiene diferentes maneras de
desarrollarse en cada persona así que para cada individuo es necesario una
solución diferente. Aunque nuestro diseño sufrió variantes menores, nos apegamos
a lo planteado y lo desarrollamos de la mejor manera para cumplir con los
requerimientos de seguridad, desplazamiento, inclinación del cuerpo y sobretodo
altura, independencia y una comunicación más horizontal.

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