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Asociación Española
de Enfermería en Cardiología
MANUAL DE ENFERMERÍA
Asociación Española EN ESTIMULACIÓN CARDIACA
de Enfermería en Cardiología
Y DISPOSITIVOS IMPLANTABLES
Colaboran:
Coordinadores:
ST. JUDE MEDICAL BIOTRONIK
MORE CONTROL LESS RISK excellence for life M ERCEDES R ODRÍGUEZ M ORALES
X AVIER A LSINA R ESTOY
ConvaTec
Realize the possibilities
TM
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MANUAL DE ENFERMERÍA
EN ESTIMULACIÓN CARDIACA
Y DISPOSITIVOS IMPLANTABLES
Coordinadores:
Asociación Española
de Enfermería en Cardiología (AEEC)
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ISBN: 978-84-693-1255-1
Índice
Prólogo ........................................................................................... 9
Introducción ................................................................................... 11
3
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4 Índice
Índice 5
6 Índice
Índice 7
8 Índice
Prólogo
9
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10 Prólogo
Introducción
11
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12 Introducción
Introducción 13
14 Introducción
Relación de autores 15
Relación de autores
Cabrerizo Sanz, María del Pilar Gómez Pérez, María del Pilar
Hospital Clínico San Carlos Hospital Universitario de Getafe
Madrid Getafe (Madrid)
15
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16 Relación de autores
Introducción
AI
AD
VI
VD
17
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Taquiarritmias
Definición: Trastornos de la conducción en los que la frecuencia cardiaca es igual
o superior a 100 lpm.
Clínica: El síntoma más frecuente son las palpitaciones, aunque pueden aparecer
otros, como dolor torácico, disnea, mareo o síncope, incluso parada cardiaca, de-
pendiendo de la frecuencia cardiaca de la taquicardia, la duración y la presencia
de cardiopatía estructural.
Mecanismos responsables de las taquicardias:2
– Reentrada. Tiene lugar cuando un impulso no se extingue y consigue reiniciar
un nuevo ciclo. Para ello se necesita un obstáculo anatómico o funcional que
permita el movimiento circular del estímulo.
– Automatismo anormal. En determinadas circunstancias (isquemia, hiperpota-
semia, o hipoxia, etc.), las células del sistema de conducción pueden activar
focos no sinusales que desencadenen ritmos anómalos.
– Post potenciales y actividad disparada. Arritmias relacionadas con pequeñas osci-
laciones en el potencial de acción, que desencadenan nuevos impulsos eléctricos.
– Flutter auricular: Actividad auricular organizada entre 250-340 lpm, con ECG
característico en “dientes de sierra” (ondas F). El ritmo ventricular es regular si
la relación aurículo-ventricular es constante (grado de bloqueo constante). Los
grados de bloqueo más frecuentes son 2:1 y 4:1 (figura 3).
Mecanismo: Macroreentrada con dirección antihoraria en aurícula derecha (flut-
ter típico). Respuesta ventricular variable, siendo la conducción aurículo-ventri-
cular 2:1 la más frecuente, con respuesta ventricular clásica alrededor de 150 lpm.
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TV MONOMORFA
TV POLIMORFA
FIBRILACIÓN VENTRICULAR
Figura 8. Taquiarritmias
ventriculares.
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Clasificación TV:
– TV no sostenida. Cesa espontáneamente en menos de 30 segundos.
– TV sostenida. Hablamos de taquicardia sostenida cuando ésta dura más de
30 segundos o produce deterioro hemodinámico.
– TV monomorfa. Cuando todos los complejos presentan idéntica morfología
y eje, por ejemplo las taquicardias del tracto de salida del ventrículo derecho
(su lugar de origen determina un complejo QRS con morfología de bloqueo
rama izquierda y un eje inferior).
– TV polimorfa. Complejos cambiantes. Una variedad particular es la “Torsade
de Pointes”, asociada a síndrome de QT largo, donde el eje varía continuamente,
como si la taquicardia girase alrededor de la línea de base.
No Sí
TV
No Sí
Disociación AV TV
No Sí
Otros criterios TV
Figura 9. Criterios de Brugada para el diagnóstico diferencial en las taquicardias con QRS
ancho.
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Bradiarritmias
AI
VD
Clasificación:
– Enfermedad del nodo sinusal (ENS).
– Bloqueos aurículo-ventriculares (BAV).
BRADICARDIA SINUSAL
PARO SINUSAL
BLOQUEO SINO-AURICULAR
SÍNDROME TAQUI/BRADI
B. Bloqueos aurículo-ventriculares
Definición: Es un trastorno en la conducción del impulso al propagarse de las au-
rículas a los ventrículos (figura 12). Produce desde un retraso hasta la interrupción
completa de la propagación del impulso eléctrico.
Clasificación:
– Bloqueo AV de primer grado. Todas las ondas P se conducen a ventrículo, aun-
que con retraso, registrándose un intervalo PR superior a 200 mseg.
– Bloqueo AV de segundo grado. Alternan ondas P conducidas con ondas P blo-
queadas.
– Tipo I. Se produce un alargamiento progresivo del intervalo PR hasta que una
onda P queda bloqueada (fenómeno de Wenckebach).
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BAV avanzado
Bibliografía
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TEMA 2
Los pacientes con trastornos del ritmo (TR), ocupan un lugar importante en
las asistencias médicas diarias, tanto en urgencias como en consulta. Aproxima-
damente se implantan en nuestro país 16.000 dispositivos, entre los cuales se in-
cluyen marcapasos, desfibriladores y resincronizadores.
La clínica puede variar ostensiblemente, desde situaciones de extrema ur-
gencia que son subsidiarias de maniobras de resucitación cardiopulmonar, hasta
situaciones con trastornos del ritmo que no conllevan riesgo alguno. En la ma-
yoría de los casos los síntomas más frecuentes relacionados con los trastornos
del ritmo son: síncope, presíncope, mareos, debilidad, palpitaciones. Dentro de
los pacientes con alteraciones del ritmo vamos a dedicarnos a los pacientes que,
teniendo un trastorno del ritmo cardiaco, son susceptibles de recibir un dispo-
sitivo implantable:
1. Marcapasos, por bradicardia sintomática, bloqueo AV y disfunción sinusal.
2. Desfibrilador automático implantable (DAI), como prevención primaria o se-
cundaria.
3. Marcapasos o DAI resincronizadores (TRC), por bloqueo de rama izquierda y
con insuficiencia cardiaca como parte de su tratamiento.
Diagnósticos de enfermería:
00146 Ansiedad/00148 Temor:
r/c: m/p:
– Cambio en su estado de salud. – Verbalización del paciente.
– Sensación de muerte. – Inquietud.
– Nerviosismo.
– Sequedad de boca.
– Tensión facial…
Problemas de colaboración:
• Arritmias cardiacas.
• Parada cardiorrespiratoria.
• Dolor secundario a su enfermedad o al procedimiento.
• Edema agudo de pulmón.
• Disnea secundaria a su enfermedad o al procedimiento.
• Infección secundaria a técnicas invasivas.
Intervenciones (NIC):
4044 Cuidados cardiacos agudos:
– Evaluar dolor torácico (localización, radiación, duración…).
– Monitorizar el ritmo y la frecuencia cardiaca.
– Auscultar los pulmones para evaluar la presencia de sonidos crepitantes.
– Oxigenoterapia y comprobar su efectividad.
– Controlar el estado neurológico.
– Seleccionar la mejor derivación de EKG para la monitorización continua.
– Obtener EKG de doce derivaciones.
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– Canalizar vía venosa y obtener muestra sanguínea para analítica (función renal,
hepática, electrolitos, etc.).
– Realizar Rx de tórax.
– Vigilar TA.
– Administrar medicación y controlar eficacia.
4090 Manejo de la arritmia:
– Determinar el historial del paciente y de la familia respecto de enfermedades
cardiacas y arritmias.
– Observar y corregir el déficit de oxígeno, desequilibrio ácido-base y desequili-
brios de electrolitos que puedan precipitar las disrritmias.
– Aplicar los electrodos de EKG y conectar el monitor cardiaco.
– Ajustar los parámetros de alarma del monitor EKG.
– Asegurar una monitorización continua del EKG a pie de cama por parte de per-
sonas cualificadas.
– Monitorizar los cambios de EKG que aumenten el riesgo de desarrollo de arrit-
mias: intervalo QT prolongado, contracciones ventriculares prematuras (CVP)
frecuentes, ectopias cercanas a la onda P.
– Facilitar la realización de un EKG de doce derivaciones si procede.
– Tomar notas de actividades asociadas con la aparición de arritmias.
– Anotar la frecuencia y duración de la arritmia.
– Monitorizar la respuesta hemodinámica a la arritmia.
– Determinar si el paciente sufre dolor torácico o síncope asociado a la arritmia.
– Asegurar una rápida disponibilidad de medicamentos de urgencia para la arritmia.
– Canalizar y mantener una vía venosa si procede.
– Administrar soporte vital cardiaco avanzado si procede.
– Administrar los líquidos y vasoconstrictores prescritos IV si está indicado, para
facilitar la perfusión tisular.
– Ayudar a la inserción de un MP intravenoso o externo temporal si procede.
– Enseñar al paciente y la familia los riesgos asociados a la arritmia.
– Preparar al paciente y la familia para los estudios de diagnóstico (cateterismo
cardiaco o Estudio electrofisiológico –EEF–).
– Ayudar al paciente y la familia en la comprensión de las opciones de tratamiento.
– Enseñar al paciente y la familia las acciones y los efectos secundarios de los fár-
macos prescritos.
– Enseñar al paciente los cuidados propios asociados al uso de MP y DAI perma-
nentes si está indicado.
– Enseñar al paciente y la familia las medidas para disminuir el riesgo de recu-
rrencias de las arritmias.
– Enseñar al paciente y la familia como acceder al sistema médico de urgencia.
– Enseñar a un miembro de la familia la resucitación cardiopulmonar si se con-
sidera oportuno.
2300 Administración de medicamentos:
– Verificar la orden de medicación.
– Observar si existen posibles alergias, interacciones y contraindicaciones res-
pecto de los medicamentos.
– Observar la fecha de caducidad en el envase del fármaco.
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Problemas de autonomía:
– Suplencia parcial/total para el uso del WC.
– Suplencia parcial/total para el vestido/arreglo personal.
Intervenciones NIC:
1804 Ayuda autocuidado, aseo:
– Ayudar al paciente en el aseo/cuña/orinal y disponer intimidad durante la eli-
minación.
1802 Ayuda auto cuidados: vestir/arreglo:
– Estar disponible para ayudar a desnudarse antes del procedimiento.
– Ayudar a poner camisón /pijama tras el procedimiento.
Los avances tecnológicos permiten que, cada día, los pacientes se puedan es-
tudiar de una forma más completa y exacta. Cuando estamos estudiando a un pa-
ciente con alta probabilidad de padecer un posible trastorno del ritmo, además
de los estudios convencionales (EKG, analíticas, ecocardiograma, Holter ambu-
latorio), es preciso tener en cuenta estas consideraciones. Hoy día podemos contar,
por ejemplo, con los holter implantables (que son de gran ayuda) y, también, con
los EEF convencionales y con mapeo, que hacen que el estudio del paciente con
trastornos del ritmo sea más eficaz.
Bibliografía
Introducción y evolución
Introducción
• Neuromediado: 50%.
Desconocido • Psiquiátrico: 10-20%.
• Otros: 30-40%.
35
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Evolución
A principio de la década de los 60 del pasado siglo se introdujo en clínica el
registro electrocardiográfico continuo ambulatorio de 24 h. (Holter), puesto a
punto gracias a los trabajos de N. J. Holter,9 creando grandes expectativas respecto
a su utilidad para la detección de arritmias paroxísticas. Diversos estudios reali-
zados en la década de los 70 y principios de los 80, demostraron la baja presencia
de crisis sincopales o presincopales durante la monitorización.10
La investigación sobre monitores implantables se inició a finales de la década
de los 80, pero fue en 1995 cuando Krahn et al11 publican su experiencia con un pro-
totipo de loop recorder implantable subcutáneo (ILR) que permite largos periodos
de monitorización. Esta experiencia desembocó en el desarrollo y comercialización
del “Holter implantable” que a lo largo de estos años se ha convertido en una de las
herramientas más útiles en el diagnóstico y evaluación de pacientes con síncope.12
En la experiencia inicial, los Holter insertables fueron usados para el diagnós-
tico en pacientes con síncope inexplicado al final de un estudio completo negativo.
El primer implante europeo se realizó el 14 de febrero de 1997, dando lugar
al comienzo del estudio clínico Reveal Syncope Validation Project (RSVP), pero
no fue hasta febrero de 1998 cuando Medtronic® comercializó el Holter implan-
table subcutáneo, con el nombre de Reveal®. Desde 1998 hasta el año 2007 estos
dispositivos sólo los comercializaba Medtronic®, habiendo desarrollado varias
generaciones (figura 1).
Primera generación (Reveal©). Permite el registro del ECG únicamente de
forma manual, mediante el activador o asistente del paciente.
Segunda generación (Reveal Plus©). El dispositivo fue mejorado de manera
que, tras una apropiada programación, pudiera almacenar episodios de bradia-
rritmia o taquiarritmia, tanto de forma manual como automática.12
Tercera generación (Reveal DX® y Reveal XT®). El Reveal DX®, está dirigido
a mejorar el diagnóstico del síncope (tabla 2). El modelo de última generación Re-
veal XT® aporta como novedad que permite almacenar episodios tanto de fibrila-
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1988-1990
Reveal DX Reveal XT
Componentes
Resonancia
Sí, (1,5T Sí, (1,5T
magnética No No No No
y 3T) y 3T)
condicionada
Activador
Medtronic Reveal DX© / XT©
CareLink®
Programador
Modelo 9539,
Activador Modelo 9538 con avisador al SJM ConfirmTM SJM ConfirmTM
paciente
Indicaciones actuales
A lo largo de la última década se han llevado a cabo diversos estudios sobre el
síncope, que han permitido elaborar guías de actuación para el diagnóstico y tra-
tamiento del mismo.
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Las primeras guías datan del año 2001, fueron revisadas en el año 2004 y en
el Congreso Europeo de Cardiología de septiembre del 2009 se han presentado las
últimas guías elaboradas por la Sociedad Europea de Cardiología, en colaboración
con otras sociedades científicas europeas y americanas.
¿Cuando se recomienda implantar un Holter implantable? No pueden esta-
blecerse de forma general unas indicaciones para el implante del HI. Es impres-
cindible en la valoración del diagnóstico del síncope una individualización con-
creta, apoyada en los datos de anamnesis, presencia o ausencia de cardiopatía
estructural y resto de pruebas diagnósticas cardiológicas y generales.
Aquellos pacientes en quienes, tras dicha valoración, persisten dudas razo-
nables con respecto a la etiología y, especialmente, si se considera posible un
origen arritmológico del síncope, serán los potenciales candidatos a implante
del HI.
Según las últimas guías del síncope del 2009, y en función de la clase y el nivel
de evidencia, se recomienda:
• En pacientes de alto riesgo con enfermedad estructural cardiológica severa o
de las arterias coronarias, cuya evaluación completa no demostró ninguna de
las causas del síncope ni condujo a un tratamiento específico del mismo. Indi-
cación, Clase I, Nivel de Evidencia B1.
• En estos pacientes dada la elevada posibilidad de eventos arrítmicos graves a
corto plazo, debe iniciarse un plan terapéutico previo al implante de un HI.
• En una primera fase de evaluación en pacientes con síncope recurrente de ori-
gen incierto, en ausencia de criterios de alto riesgo y alta probabilidad de recu-
rrencia del mismo durante los tres años de vida de la batería del dispositivo. In-
dicación, Clase I, Nivel de Evidencia B1.
• En los pacientes en los que el origen del síncope condicione un tratamiento de-
terminado, además del implante de un HI se deberán efectuar otras pruebas
diagnósticas hasta confirmar el origen del mismo.
• Pacientes con síncopes frecuentes o traumáticos con sospecha de bradicardias
antes de proceder a una estimulación cardiaca. Indicación, Clase IIa, Nivel de
Evidencia B1.
INDICACIONES ACTUALES*
ESTRATIFICACIÓN DE RIESGO
INDIVIDUALMENTE
HOLTER IMPLANTABLE
EVALUACIÓN TEMPRANA
+
Y TRATAMIENTO
OTRAS PRUEBAS
+
DIAGNÓSTICAS
HOLTER IMPLANTABLE
Y/O TRATAMIENTO
Bibliografía
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3 Implante quirúrgico
del Holter implantable
TEMA 4
Introducción
Material necesario
– Programador. – Anestésico local.
– Monitor cardiaco (Reveal®). – Solución antiséptica.
– Bata estéril. – Caja de instrumental.
– Guantes estériles. – Sutura para tejido interno.
– Paños estériles. – Sutura para cierre de piel.
– Gasas estériles. – Si fuese necesario, bisturí eléctrico
– Jeringas. para control de hemostasia.
– Agujas intramusculares. – Apósito estéril.
43
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Recursos humanos
– Cardiólogo.
– D.U.E.
– Auxiliar de Enfermería.
Figura 1 Figura 2
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Figura 3 Figura 4
• Los electrodos y las letras del monitor cardiaco deben estar colocados mirando
hacia arriba, a continuación se fijará el dispositivo al tejido subcutáneo con un
punto de sutura no absorbible (figura 5).
• Por último, se procede al cierre del tejido subcutáneo con sutura absorbible tipo
vicryl; posteriormente se realiza el cierre de los bordes de la incisión bien me-
diante grapa metálica o seda. Se realiza cura local con antiséptico y se cubre la
herida con un apósito estéril (figura 6).
Figura 5 Figura 6
Bibliografía
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www.medtronic.com/physician/reveal/downloads/Reveal_DX_Clinician_Manual.Pdf Consulta:
15 abril 2010.
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TEMA 5
1ª costilla
4ª costilla
b) Otra opción, para asegurar la zona correcta del implante, y dentro de la zona
descrita, sería la utilización de los electrodos (rojo-amarillo) del programador
(figura 2) o la utilización del “Vector Check” de Reveal®, incluido en el envase
de cada implante.
El “Vector Check” dispone de dos electrodos con una separación entre ambos
de unos 4 cm y que coinciden con la separación de los electrodos del dispositivo.
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Para una correcta utilización del “Vector Check” los pasos a seguir son los si-
guientes:1
• Encender el programador.
• Pegar los dos parches conductores de “hidromel” sobre los dos electrodos del
“Vector Check” (figura 3).
Figura 2. Utilización de los Figura 3. Pegado de los dos parches sobre los
electrodos. electrodos.
• Presionar los dos electrodos del “Vector Check” sobre la zona elegida; estos elec-
trodos hacen contacto con los electrodos del dispositivo en un extremo y con la
piel en el otro, mantener el cabezal del programador sobre el paquete estéril del
monitor cardiaco (figura 4), presionando suavemente para conseguir un buen
contacto.
• Activar la función “recogida de datos” del dispositivo en el programador.
• Evaluar en el programador la detección de la onda R; la amplitud de la onda R
(figura 5) pico a pico debe ser superior a 0,3 mv.
Figura 4. Mantenimiento del cabezal del progra- Figura 5. Amplitud de la onda “R”.
mador sobre el paquete estéril.
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• Una vez finalizado el implante, se realiza una cura local con antiséptico y se
cubre la herida con un apósito estéril; si se aprecia o sospecha que pudiera apa-
recer hemorragia en la zona se realizará compresión manual y, después, pon-
dremos un apósito compresivo sobre la herida.
• Tras esta primera cura, se debe realizar una valoración general del estado del
paciente, para la posterior retirada de la vía venosa y de la monitorización.
• Se explicará que debe acudir a su centro de salud para revisar la herida y pos-
terior retirada de grapas o suturas, si estas fueran no absorbibles pasados de
7 a 10 días del implante.
• Se le informará que debe evitar el roce de las prendas de vestir sobre la herida,
por lo menos hasta que ésta cure.
• El paciente podrá tomar algún analgésico si presentara dolor en la zona del
implante.
• Se le enseñará a reconocer las posibles complicaciones que pueden aparecer
tras el implante a medio/largo plazo, para que acuda a su enfermero/a de refe-
rencia en los casos de:
– reacción del tejido local por rechazo del dispositivo
– hematomas
– infecciones
– desplazamiento del dispositivo
– erosión a través de la piel por infección o por rechazo del mismo
• Se le entregará una tarjeta con los datos del implante, el mando o asistente para
accionar en el momento de un evento sintomático y una bolsita para poder lle-
varlo consigo en todo momento.
• El paciente y su familia conocerán perfectamente el uso del asistente antes del
alta.
Este asistente o mando (figura 6) es un dispositivo portátil alimentado por pilas
que el paciente debe llevar consigo en todo momento y que debe utilizarlo mientras
esté experimentando un síntoma o justo después de haberlo experimentado.
Figura 6. Asistente.
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Bibliografía
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3497 MANUAL ENFERMERIA capitol3 ok5:3497 MANUAL ENFERMERIA capitol3 ok5 20/04/10 16:39 Página 50
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Introducción
El Holter insertable o monitor subcutáneo automático es un sistema de monito-
rización capaz de registrar, de forma continua, el electrocardiograma del paciente. Es
un dispositivo pequeño, que pesa unos 15 gr, mide 62 mm. Y lleva incorporado en su
superficie dos electrodos para la captación de una derivación del electrocardiograma
(figura 1). El Holter insertable está fabricado de materiales inocuos para el paciente:
Titanio, silicona o poliuretano. Actualmente es un dispositivo, fácil de implantar, sin
apenas complicaciones y que permite al médico un elemento diagnóstico de gran valor.
Este dispositivo proporciona una monitorización continua del ritmo cardiaco del
paciente durante un periodo de tiempo que puede ser, aproximadamente, de tres años.
Permite correlacionar síntomas y ritmo cardiaco, facilitando el diagnóstico del sín-
cope. Registra el ritmo cardiaco en respuesta a activaciones hechas por el paciente
y a las arritmias que se hayan detectado de forma automática por el dispositivo.
51
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Material y personal
La enfermera tiene que saber interrogar el dispositivo y reconocer los eventos.
Debe consultar con el médico si hubiera algún episodio arrítmico.
El material para la realización del seguimiento del Holter insertable es fun-
damentalmente el programador 2090 de la empresa Medtronic (figura 2). Este
programador es el mismo que se utiliza habitualmente para la programación de
los marcapasos y desfibriladores en las consultas de seguimiento.
Episodios automáticos
El dispositivo sólo guardará en su memoria aquellos episodios de arritmias que
cumplan los criterios de detección predefinidos por el médico en su programación.
De cada episodio automático se guardará 1 minuto de ECG (figura 7). Cuando
la memoria esté llena, se irán borrando los más antiguos, manteniendo los más
recientes.
Herramientas diagnósticas
Marca Explicación
VS Detección ventricular
VR Detección ventricular refractaria
Detección de asistolia (marca el primer evento tras un episodio
AD
detectado de asistolia)
B Ciclo de bradicardia
Detección de bradicardia (marca el primer evento tras un episodio
BD
detectado de bradicardia)
TS Ciclo de TV rápida
Detección de TV (marca el primer evento tras un episodio detectado
TD (debajo de línea de base)
de TV)
FS Ciclo de TV rápida
Detección TV rápida (marca el primer evento tras un episodio
FD (debajo de línea de base)
detectado de TV rápida)
Detección de TA (marca el final de un período de arritmia auricular
TD (encima de línea de base)
de, al menos, 2 minutos)
Detección de FA (marca el final de un período de arritmia auricular
FD (encima de línea de base)
de, al menos, 2 minutos)
Activación manual por síntomas (sólo marcado en el registro
Marca
de ECG almacenado)
⌬ Ciclo ignorado
Figura 14. Anotaciones.
Al inicio del episodio de falsa asistolia ocurre una deflexión grande, seguida
de un retorno gradual a la línea base (figura 15).
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Al final del episodio o falsa asistolia suele ocurrir una deflexión grande, seguida
de un retorno gradual a la línea base. Esta deflexión ocurre en sentido inverso a
la anterior. Durante el retorno a la línea base las señales cardiacas vuelven a ser visi-
bles otra vez. Se pueden observar pequeñas deflexiones a un intervalo cercano a los
160 ms., esta señal se origina probablemente en la circuitería interna del dispositivo.
Infradetección
Ante ondas R muy pequeñas la sensibilidad programada puede que no sea lo
suficientemente adecuada para que dichas ondas sean detectadas (figura 16). La
señal detectada por el Holter insertable cambia bruscamente de amplitud, quedando
por debajo de la sensibilidad programada, por lo que el dispositivo no es capaz de
detectarla, provocando una activación automática por asistolia/bradicardia. Una
reprogramación de la sensibilidad hace que este problema sea subsanado.
Sobredetección
La detección de ruido crea una irregularidad del ritmo (figura 17), mostrando
señales de baja amplitud, pero de alta frecuencia, pudiendo activar el contador de
taquicardias.
Bibliografía
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4. Guía de ayuda rápida. Monitores cardiacos subcutáneos Reveal® XT y Reveal® DX. Medtronic
Ibérica.
3497 MANUAL ENFERMERIA capitol4 ok6:3497 MANUAL ENFERMERIA capitol4 ok6 30/04/10 15:10 Página 62
Introducción
Test de sensado:
Este test muestra la amplitud media de la onda R filtrada desde la línea de base
hasta el pico. Hasta que se realiza correctamente una medición, se muestra “N/D”.
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Test de batería:
Este test presenta el voltaje de la batería y la fecha en que se ha realizado la
última medición válida. Los pasos para llevar a cabo el test se explican a conti-
nuación (figura 27):
2 1
3
Figura 26. Pasos a realizar para el test de sensado.
2
1
3
Figura 27. Pasos del test de batería.
3497 MANUAL ENFERMERIA capitol4 ok6:3497 MANUAL ENFERMERIA capitol4 ok6 30/04/10 15:10 Página 68
Tal como vemos en la imagen superior, una vez accedemos a la pestaña Pa-
rámetros, en la parte superior aparecen dos pestañas, Ajustes de monitor y EGM’s
Almacenados.
Ajustes del Monitor (figura 29). En esta pestaña podremos definir todos los
activadores de episodio automáticos, es decir, los activadores que se pondrán en
marcha sin la necesidad de que el paciente los haya activado (figura 30). Hay tres
tipos de activadores:
1. Frecuencia límite taqui. Cuando el dispositivo capte eventos ventriculares a fre-
cuencia superior a la definida como límite durante un número de ciclos pro-
gramable, el activador de episodios se activa y el episodio quedará registrado
y almacenado.
2. Frecuencia límite bradi. Cuando el dispositivo capte eventos ventriculares a fre-
cuencia inferior a la definida como límite durante un número de ciclos defini-
dos, el activador de episodios se activa y el episodio quedará almacenado.
3. Asistolia. Cuando el dispositivo no capte ningún evento ventricular durante el
periodo de tiempo que programemos como asistolia, éste comenzará a grabar
un nuevo episodio.
– Off: Se almacenan los datos y los EGM de los episodios y no se muestran los
marcadores de actividad ni las mediciones de los intervalos.
EGM almacenados: Desde esta pestaña se puede acceder a los parámetros
programables de los episodios, divididos en dos grupos (figura 33).
– Configuración de EGM almacenados.
– Activadores de EGM.
Una vez hayamos accedido a esta pantalla, nos aparecerán todos los episodios
que el dispositivo ha almacenado, con la fecha y hora en que se grabaron y con la
clasificación del episodio. A continuación se muestran unos ejemplos de cómo se
visualizan los diferentes tipos de episodios.
Episodio de taquicardia (figura 36):
También podemos borrar los contadores de los diagnósticos desde esta pantalla
(figura 40), así como imprimir el informe final con todos los resúmenes de los tests,
e importar el seguimiento al USB-exportar datos.
Agradecimientos:
Bibliografía
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www.sjmprofessional.com/Products/Intl/Implantable-Cardiac-
Diagnostics/~/media/SJM%20Products/Documents/Spec%20Sheets/SJM_Confir-
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5 Estimulación cardiaca
TEMA 7
Evolución histórica
El concepto de estimulación cardiaca2 y su evolución está íntimamente rela-
cionado, tanto con la medicina, como con la ingeniería electrónica.
Se le atribuye al cardiólogo americano Albert S. Hyman tanto el término mar-
capasos, como la autoría del primer marcapasos portátil de la historia, allá por el
77
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78 Estimulación cardiaca
Componentes de un marcapasos
Fuente de energía
Diferentes tipos de baterías o generadores se han empleado como sistema de
energía de los marcapasos. En el pasado las baterías más empleadas fueron de
mercurio-zinc y de níquel-cadmio, hoy en día, las más utilizadas son las baterías
de litio y yoduro de litio, elementos con capacidad de producir una elevada canti-
dad de electrones por unidad de masa. Estas pilas, introducidas a principios de
1970, tienen menor densidad de energía y mínimas pérdidas internas, lo que elevó
su longevidad hasta aproximadamente diez años, además tienen un comporta-
miento de descarga progresivo y predecible. Están incorporadas a una carcasa her-
méticamente sellada de titanio, pesan alrededor de 35 a 50 gramos y, generalmente,
tienen un diámetro no superior a 50 milímetros y un grosor de 6 milímetros.
Circuito electrónico
Esta energía suministrada, ha de ser transformada a través de un circuito de
programación y un circuito de salida, que hacen que la estimulación salga con
una frecuencia, una amplitud y una duración o anchura determinada.
Circuito de salida
La pieza fundamental de este circuito es el “crono o temporizador”. Se trata
de un contador de tiempo cuya misión es regular los impulsos del marcapasos,
3497 MANUAL ENFERMERIA capitol5 ok4:3497 MANUAL ENFERMERIA capitol5 ok4 21/04/10 9:00 Página 80
80 Estimulación cardiaca
de tal forma que, si no existe ritmo cardiaco intrínseco, el crono, tras consumir
un tiempo fijado, provoca una descarga y un impulso eléctrico de duración y am-
plitud establecidas, la cadencia de los impulsos marca la frecuencia del marcapa-
sos. Si éste fuera el único circuito existente en el marcapasos tendríamos un mar-
capasos asincrónico o de frecuencia fija incapaz de detectar el ritmo cardiaco
intrínseco del paciente.
Circuito de detección
La incorporación del circuito de detección permite, a través de los electrodos,
la detección de la actividad eléctrica intrínseca, dando lugar a los sistemas de es-
timulación a demanda y secuenciales, de tal forma que, si se detecta actividad, no
se emite impulso alguno, el temporizador vuelve a la posición base y, hasta que
no desaparezca la actividad, no se vuelve a emitir un impulso eléctrico nuevo. Es
fundamental una correcta programación de la sensibilidad en ambas cámaras,
para que el dispositivo sea capaz de detectar correctamente ondas “P” o complejos
“QRS” en aurícula o ventrículo, respectivamente, mediante una correcta medición
de umbral de detección que nos permita establecer cuál es el mínimo de sensibi-
lidad, es decir, en qué nivel el marcapasos deja de detectar dichos complejos y
pasa a estimular.
Carcasa
Recubre todos los componentes citados anteriormente y los protege de la hu-
medad, así mismo, se comporta como aislante eléctrico y en los sistemas unipo-
lares actúa también como electrodo indiferente. En ella distinguimos la caja y el
cabezal.
– Caja: Debe ser de material biocompatible, generalmente de titanio.
– Cabezal o conector: Elaborado con silicona o poliuretano, en él encontramos las
conexiones y tornillos para los electrodos.
Las formas y tamaños de las carcasas varían dependiendo de los diferentes
modelos y casas comerciales, pero todas ellas, han de poseer sus cantos redonde-
ados, de tal forma que no favorezcan la protusión o salida del marcapasos a través
de la piel.
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82 Estimulación cardiaca
d) Electrodo o cátodo: Parte final del cable compuesto por platino-iridio, acero o
fibra de carbono. Es el encargado de establecer contacto eléctrico con el cora-
zón. La cantidad de energía necesaria para estimular el corazón está relacio-
nada con el área superficial del cátodo, actualmente se utilizan electrodos con
áreas de 6-12 mm2, esta superficie está cubierta por unos poros microscópicos
que facilitan que en su interior crezca tejido, favoreciendo así su fijación, ade-
más, algunos tipos de electrodos liberan dexametasona, que reduce la reacción
tisular local y, por tanto, el umbral de estimulación.
84 Estimulación cardiaca
Bibliografía
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tica clínica en electrofisiología, marcapasos definitivo y desfibrilador automático. 2.ª edición.
San Sebastián: Edición de los autores (Imprenta Ceregui); 2005: 39-54.
8. Arias Novas O. Ingeniería del electrodo. En: García Urra F, Porres Aracama JM (eds.). Práctica
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Sebastián: Edición de los autores (Imprenta Ceregui); 2005: 55-69.
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San Sebastián: Edición de los autores (Imprenta Ceregui); 2005: 81-94.
3497 MANUAL ENFERMERIA capitol5 ok4:3497 MANUAL ENFERMERIA capitol5 ok4 21/04/10 9:00 Página 85
TEMA 8
AAI A A A A A
86 Estimulación cardiaca
AV AV AV AV AV
DDD
A
PV PV PV PV PV
PV PV PV PV PV PV PV PV PV
VDD
V PV PV V PV PV V V PV
P B P P P
Figura 3. Marcapasos VDD. Tira de ritmo A: Detecta aurícula y estimula en ventrículo co-
rrectamente. Tira de ritmo B: Detecta en aurícula y estimula en ventrículo algunos latidos
(PV). El resto no detecta las ondas P (flecha) y estimula en ventrículo (V) a la frecuencia
basal programada; en este caso a 50 lpm.
cular y por los cambios posturales del paciente. Debido a ello, en ocasiones po-
demos observar fallos en la detección auricular, comportándose el marcapasos
funcionalmente como VVI (figura 3.B) La única ventaja, en comparación con el
modo de estimulación DDD, es que sólo incorpora un electrodo en lugar de dos
en el sistema de estimulación.
Los marcapasos bicamerales que mantienen una sincronía auriculoventri-
cular con un intervalo fisiológico han demostrado que incrementan el gasto car-
diaco. El intervalo AV fisiológico no es constante, sino que varía en relación a la
frecuencia cardiaca del individuo. Por ello, los marcapasos bicamerales actuales
incorporan la posibilidad de acortar automáticamente el intervalo AV, en función
del incremento de la frecuencia cardiaca, con el objetivo de mejorar la función
hemodinámica del paciente. A este intervalo se le conoce como intervalo AV
dinámico.
Si el paciente tiene como ritmo de base una fibrilación auricular o flutter au-
ricular crónico con bloqueo a nivel del nodo auriculoventricular se le debe im-
plantar un marcapasos unicameral VVI (figura 4). Si precisa sensor de frecuencia
adaptativa, el modo de estimulación será VVIR.
V “R” R R V V
VVI
Figura 4. Marcapasos VVI. Los QRS marcados con V son estimulados. Los QRS marcados
con R son detectados. El QRS marcado con “R” es un latido de pseudofusión (sale la es-
pícula, pero el ventrículo es despolarizado por el sistema específico de conducción del co-
razón, antes que por el estímulo del marcapasos).
88 Estimulación cardiaca
No Sí
No Sí No Sí
Se desea respuesta
VVI VVIR VVD
en frecuencia
No Sí
DDD DDDR
No Sí
No Sí No Sí
No Sí No Sí
Frecuencia de estimulación
La frecuencia de estimulación es el intervalo de tiempo que debe transcurrir
entre dos estímulos consecutivos del marcapasos y está interrelacionada por la si-
guiente fórmula: intervalo de tiempo = 60.000/frecuencia de estimulación.
Podemos actuar sobre este intervalo, bien acortándolo, para generar estímulos
a una frecuencia más alta o, por el contrario, alargándolo, para favorecer el ritmo
intrínseco del paciente. En determinadas ocasiones, como puede ser durante el
sueño o reposo, también podemos alargar dicho intervalo para estimular a una
frecuencia inferior a la basal programada.
Si se pretende preservar en lo posible el ritmo intrínseco del paciente se debe
activar el parámetro automático de histéresis de frecuencia. En varios estudios se
ha comprobado que la estimulación en ápex de ventrículo derecho de forma pro-
longada, acaba desarrollando disfunción ventricular izquierda en un número im-
portante de pacientes.6 Por ello, siempre que sea posible, se activará este parámetro.
La histéresis de frecuencia permite la detección de ritmo intrínseco por debajo de
la frecuencia de estimulación basal hasta el valor de frecuencia de histéresis progra-
mada. Así, si un paciente tiene un marcapasos VVI con frecuencia de estimulación
basal programada a 70 lpm y frecuencia de histéresis programada a 50 lpm, el mar-
capasos permitirá detectar ritmo propio hasta 50 lpm, pero cuando baje de esta fre-
cuencia estimulará a la frecuencia basal programada, es decir, a 70 lpm (figura 5).
Figura 5. Marcapasos VVI programado a 70 lpm de frecuencia basal (línea azul) con frecuencia de his-
téresis programada a 50 lpm (línea roja). Cuando el ritmo propio está por encima de 50 lpm, como
ocurre durante los cuatro primeros latidos, el marcapasos se inhibe y cuando baja por debajo de 50 lpm,
el marcapasos estimula a 70 lpm. El 9.º complejo es un latido de fusión.
A B C
Figura 6. Estas tres tiras de ritmo corresponden a un marcapasos DDD con frecuencia
regulada por sensor de actividad. La frecuencia parte de 75 lpm llegando a 140 lpm.
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90 Estimulación cardiaca
de 0,25 voltios el voltaje de salida previo hasta asegurar captura estable. Además,
cada cierto tiempo hacen un test automático de umbral de captura. El principal
objetivo de la autocaptura es asegurar la estimulación del paciente, sobre todo,
ante inesperadas subidas de umbral (figura 8). Otras ventajas son el ahorro de
energía y la rapidez en el seguimiento del paciente.
A B
Figura 8. A: curva de autocaptura estable entre 0,625 y 0,75 voltios. B: curva de autocaptura inestable
entre 0,37 y 3,75 voltios, pero con seguridad en la estimulación.
92 Estimulación cardiaca
A VDD
B DDD
Figura 9. A: La actividad auricular señalada con la flecha cae dentro del periodo refractario alargado
según el algoritmo programado, por tanto, no es detectada ni seguida por el ventrículo. B: La onda
P señalada con la flecha es detectada, pero ignorada y no seguida por el ventrículo, según algoritmo
programado, y después se libera una estimulación en aurícula y ventrículo (AV). Después, se resta-
blece la estimulación programada.
Figura 10. A: Tras tres ondas P bloqueadas de forma intermitente (flecha), el marcapasos cambia de
AAI a DDD. B: tras una pausa ventricular de 3 segundos (flecha), debida a bloqueo de tres ondas P
consecutivas, el marcapasos cambia de AAI a DDD.
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Figura 11. Marcapasos AAI con cambio de modo de estimulación a DDD y viceversa, con todos los
parámetros autoajustables activados.
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6 Implante quirúrgico
de un marcapasos
TEMA 9
Introducción
Material:
– Sala quirúrgica plomada (anexa pre- – Mesa quirúrgica hidráulica y radio-
feriblemente a Unidad de Cuidados transparente.
Intensivos de Cardiología o Labora- – Fluoroscopio que permita posiciones
torio de Hemodinámica). laterales y antero posteriores.
95
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Almacén:
– Generadores de marcapasos (mono- – Material para reparación de sondas y
camerales y bicamerales). modificación de conectores (destor-
– Electrodos auriculares y ventricula- nilladores, silicona estéril, manguitos
res (de fijación activa y pasiva). de sujeción del electrodo, capucho-
– Guías auriculares y ventriculares. nes de electrodo, llave torqr, aceite de
silicona y adhesivo médico estéril).
Material fungible:
– Introductores para acceder al sistema – Solución antiséptica (povidona iodada).
venoso. El tamaño de los mismos de- – Cepillos con povidona.
penderá del calibre del electrodo a – Sueros (salinos, glucosados y coloides).
implantar. – Equipos de sueros.
– Placa de electro bisturí. – Llaves de tres pasos.
– Aguja intramuscular. – Vías periféricas (16G-18G-20G).
– Jeringas 10 cc - 20 cc. – Smarch o goma torniquete.
– Gasas con sensor radiopaco. – Introductor femoral (5Fr-6Fr).
– Solución desinfectante (clorhexidina – Electrocatéter temporal.
digluconato). – Set de pericardiocentesis.
Recursos humanos:
– 1 Celador. – 2 Enfermeras.
– 1 Barbero. – 1 Servicio de limpieza.
– 1 Auxiliar de enfermería. – 2 Cardiólogos.
Una vez que el electrofisiólogo note una ligera resistencia en la parte distal
del electrodo y observe a la vez una buena posición radioscópica, el personal de
enfermería, mediante el analizador de umbrales, medirá todos los parámetros ne-
cesarios para asegurar la integridad del electrodo y su emplazamiento definitivo
(sensado de onda P y/o R, impedancia auricular y/o ventricular, umbral de esti-
mulación auricular y/o ventricular). Si todos los valores anteriores se consideran
correctos, se procederá a la fijación del electrodo, orientándolo horizontalmente
y paralelo a la clavícula. Posteriormente se fijará mediante sutura no absorbible
al tejido subcutáneo.
A continuación, con ayuda de unas tijeras tipo Metzembaum, se procede a re-
alizar el bolsillo para el generador del marcapasos sobre la superficie del músculo
pectoral mayor. Una vez realizado, quedará conectar los electrodos al generador
del marcapasos y verificar que éste funciona correctamente.
La posición óptima del electrodo en ventrículo derecho es lo más apical posi-
ble, mientras que la posición del electrodo auricular es preferiblemente la orejuela
de la aurícula derecha alta. Tras comprobar el correcto funcionamiento del con-
junto, se procederá a realizar el cierre de la herida por planos, mediante sutura
absorbible y dejando a elección el cierre de la piel, o bien con grapas, o bien con
sutura de seda.
Durante todo el procedimiento enfermería deberá asegurar la estabilidad he-
modinámica del paciente, así como su confort en la mesa de quirófano. Es de vital
importancia comprobar la permeabilidad de la vía periférica en todo el procedi-
miento, puesto que puede ser necesaria su utilización en un momento de extrema
urgencia.
Atenderemos a los siguientes diagnósticos de enfermería durante la totalidad
del procedimiento:
(Continua)
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00132 Dolor agudo s/a 1605 Control 2314 Administración de medicación intravenosa
la intervención quirúr- del dolor Seguir los 5 principios de administración de me-
gica m/p verbalización dicación.
del paciente Verificar la colocación y la permeabilidad del ca-
téter e.v. en la vena.
Limpiar la llave e.v. con una solución adecuada
antes y después de administrar la medicación,
según protocolo del centro.
Valorar al paciente para determinar la respuesta a
la medicación.
Verificar si se producen infiltración y flebitis en el
lugar de infusión.
2210 Administración de analgésicos
Determinar la ubicación, característica, calidad y
gravedad del dolor antes de medicar al paciente.
Comprobar el historial de alergias a medicamen-
tos.
Determinar la selección de analgésicos (narcóti-
cos, no narcóticos o antiinflamatorios no esteroi-
des) según el tipo y severidad del dolor.
Controlar los signos vitales antes y después de
la administración de los analgésicos narcóticos, a
la primera dosis si se observan signos inusuales.
Evaluar la eficacia del analgésico a intervalos re-
gulares después de cada administración, pero
especialmente después de las dosis iniciales
y observar señales y síntomas de efectos adver-
sos.
al máximo los recursos que disponemos para proporcionar una mayor longevidad
en la duración de la batería de los marcapasos (a mejores umbrales, menor energía
de estimulación), así como una disminución en las posteriores complicaciones post
implante (impedancias estables durante el implante denotan un buen contacto en
las fibras miocárdicas), para así mejorar la calidad de vida a nuestros pacientes.
Complicaciones en el implante
Agradecimientos:
Agradecemos la inestimable colaboración de nuestras compañeras Jessica
García García y Alicia Villa Ferrer en la elaboración de este tema.
Bibliografía
TEMA 10
Introducción
La educación sanitaria en un paciente al que se le acaba de implantar un mar-
capasos1,2,3,4 es primordial, ya que debe ser capaz de cuidarse (llevar a cabo su au-
tocuidado) y llevar una vida normal tras el implante o, por lo menos, poder des-
arrollar las actividades que venía realizando. Por tanto, es imprescindible la puesta
en marcha de un adecuado programa de educación sanitaria adaptado a cada pa-
ciente y a sus familiares, que abarque todo el proceso de curación y adaptación al
nuevo estilo de vida, adoptando conductas saludables.
Objetivos de enfermería
a) Reducir el nivel de ansiedad que supone la implantación de un marcapasos.
b) Reducir el dolor de la zona de incisión.
c) Evitar la dislocación del/los electrodo/s.
d) Detectar y prevenir las complicaciones que puedan aparecer en cuanto al fun-
cionamiento del marcapasos y la evolución de la herida.
e) Instruir al paciente y a sus familiares acerca del funcionamiento del marcapasos,
los cuidados que precisa (curas de la herida, etc.) y los nuevos hábitos de vida.
Recursos materiales
Los cuidados de enfermería y la puesta en marcha del programa de educación
sanitaria en un paciente al alta de quirófano, se llevará a cabo en la habitación de
la unidad de hospitalización en la que se encuentre ingresado (preferentemente
Cardiología o Cirugía Cardiaca), por lo que dicha habitación debe estar dotada
con todas las prestaciones propias de esa unidad y disponer del material para el
cuidado del paciente: Medicación necesaria, material de curas, electrodos para
monitorización, electrocardiógrafo, imán, programador para interrogar el mar-
capasos implantado, material didáctico de apoyo para el desarrollo de la educa-
ción sanitaria, como son, libros y/o folletos informativos, videos explicativos y tar-
jeta europea del portador de marcapasos.
Procedimiento5
Tras la llegada del paciente a la unidad de hospitalización, la enfermera res-
ponsable se presenta y lo acoge en la habitación, mostrando los útiles de la misma
(luces, timbre…), se monitoriza mediante telemetría durante las 24 horas siguientes
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(si la unidad dispone de ella), y se aplica peso y frío local sobre la zona de implante
e informándole que debe permanecer en ayunas de 4 a 6 horas. A continuación re-
alizaremos la siguiente valoración post-intervención:
– Realización de electrocardiograma de 12 derivaciones, con y sin imán, para
comprobar el correcto funcionamiento del marcapasos. Si el paciente está en
ritmo propio al aplicar el imán sobre el marcapasos, estimulará en modo asín-
crono y comprobaremos la presencia de espículas, indicadoras de la descarga,
seguidas de la despolarización (captura) auricular o ventricular; la ausencia de
las espículas o la aparición de éstas sin captura, son indicativas de una disfun-
ción del sistema. Pueden presentarse arritmias, siendo las más frecuentes ex-
trasistolía y fibrilación auricular, producidas principalmente por irritación del
endocardio durante la inserción del electrodo.
– Toma de tensión arterial y frecuencia cardiaca por turno, ya que una frecuencia
cardiaca inferior a la programada debe hacer sospechar un posible desplaza-
miento del electrodo.
– Toma de temperatura, ya que un aumento de la misma puede ser indicativo de
infección.
– Explicación, tanto al paciente como a la familia, que si aparecen tos, hipo, ma-
reos, síncope o fiebre, avisen a la enfermera y ésta, a su vez, avisará al médico.
– Inmovilización del miembro superior del lado de la implantación durante las
primeras 24 horas, para evitar la dislocación del/los electrodo/s, informando
que, a partir de entonces, podrá realizar movimientos no bruscos, evitando
coger pesos y abducción forzada con ese miembro en el plazo de un mes apro-
ximadamente.
– Inmovilización en cama durante las primeras horas posteriores al implante, ani-
mando y ayudándole a realizar cortos paseos por la habitación y pasillos de la
planta, implicando en ésta actividad a la familia.
– Administración de la profilaxis antibiótica (según protocolo del centro hospita-
lario) y analgesia prescrita, si el dolor incomoda al paciente. Hay que informarle
de la posibilidad de presentar molestias leves y dolor, que pueden ser normales
y desaparecen en varias semanas después del implante y para los que podrá
tomar analgesia exenta de ácido acetilsalicílico para evitar sangrado.
– Realización de cura de la herida quirúrgica al día siguiente con antiséptico y va-
loración en busca de signos precoces de infección. Implicar al paciente y a la fa-
milia, enseñando cómo realizar la cura una vez que obtengan el alta hospitalaria
e informando acerca de cuáles son los signos de infección a observar (edema,
enrojecimiento, calor local, dolor en la zona de incisión). Asimismo, hay que in-
formar de la posibilidad de aparición de hematoma en dicha zona, debido a la
manipulación durante la implantación, pudiéndose ver acrecentado por la toma
de medicación antiagregante y que desaparecerá pasadas unas semanas.
– Interrogación del marcapasos con el programador, para analizar posibles even-
tos ocurridos en las primeras 24 horas desde el implante, medición de umbrales
de estimulación, sensado, impedancias y, por último, programación del marca-
pasos en función de la patología cardiaca, ritmo y trastorno de la conducción
de base.
– Información detallada, con un lenguaje apropiado, para que paciente y familia
entiendan todos los aspectos relacionados con el marcapasos. Se les proporcio-
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Introducción
111
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Para poder avalar el modo de estimulación con seguridad, se aplica un imán para
valorar la captura del estímulo eléctrico en los pacientes que están con ritmo intrín-
seco superior a la frecuencia básica programada, ya que se obliga al marcapasos a
estimular a ritmo fijo. Al aplicar el imán si aparecen espículas seguidas de QRS, el
modo es VVI; si las espículas van seguidas de ondas P estimuladas y un complejo QRS
intrínseco, el modo es AAI; si en el registro sin imán se observan ondas P seguidas de
complejos QRS estimulados y al aplicar el imán pierde la sincronía y sólo se ven los
complejos QRS estimulados, el modo es VDD; si aparecen dos espículas el modo es
DDD. Otra valoración que podemos realizar al aplicar el imán es el estado de la bate-
ría, porque la frecuencia magnética generalmente es superior a la frecuencia básica
programada y aunque no es igual en todos los aparatos, los fabricantes la especifican
en los manuales, siendo la más frecuente la de 100 ipm (impulsos por minuto) al co-
mienzo de vida del MP y la disminución de un 10% el indicador de recambio electivo.
Algunos marcapasos incorporan el test de umbral de estimulación VARIO, que se re-
aliza aplicando el imán sobre el marcapasos y los 15 primeros impulsos corresponden
al estado de la batería y los 15 siguientes al umbral de estimulación.
Una correcta y dirigida anamnesis deberá indagar sobre la situación real del
paciente. Es frecuente en los primoimplantes, que pueda presentar algún síntoma
como: síncope, mareos, disnea o bradicardia. El profesional debe interrogar al pa-
ciente acerca de la sintomatología que presenta y si es parecida a la que motivó la
indicación del marcapasos. Igualmente si aparecen otros síntomas cardiovascula-
res diferentes a los ya conocidos y la conveniencia de ser visto en una consulta de
cardiología. Especial atención deberá prestarse al denominado síndrome del mar-
capasos,11 cuyo origen radica en la pérdida de la sincronización auriculoventricular
y que podría estar relacionado con algunos de los síntomas antes mencionados.
También es importante la exploración basal del paciente, que, al estar ten-
dido en la camilla, nos brinda la oportunidad de tomarle los pulsos periféricos y
ver su regularidad y correspondencia con la frecuencia de base del marcapasos.
Ver si presenta edemas en miembros inferiores que en anteriores visitas no estu-
vieran presentes. A veces, será conveniente la toma de la presión arterial. Obser-
varemos cómo se encuentra el lugar del implante, si la piel está enrojecida, su
grado de integridad (erosiones, heridas, hematomas, infecciones, etc.) o cualquier
otro aspecto relacionado con la misma. La presencia de febrícula o fiebre mode-
rada, no justificada por otro proceso concomitante, deberá de ponernos en alerta.
Igualmente, a veces es posible encontrar una mala tolerancia al esfuerzo, en pa-
cientes con un modo de estimulación ventricular fijo, debido a que no se modifica
su frecuencia cardiaca y, por tanto, no se da un incremento adecuado del gasto
cardiaco. Si existe alguna remota sospecha de desplazamiento de los cables o po-
sible rotación del generador (síndrome de Twiddler)12,13 por alguna maniobra (ac-
cidente, golpe, etc.) que haya podido provocar su desplazamiento, estará indicada
la realización de una radiografía de tórax.
Entre los diagnósticos de Enfermería,14 reales o potenciales, más frecuentes
que podemos encontrarnos en la consulta de la Unidad de Estimulación Cardiaca,
tenemos los siguientes (tabla 1):
(Continua)
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00148 Temor r/c el desconoci- 1404 Autocontrol del miedo. 5230 Aumentar el afronta-
miento del proceso de su enfer- miento.
medad y falsas creencias sobre 5240 Asesoramiento.
la misma. 5380 Potenciación de la segu-
ridad.
Evaluación eléctrica
Estado de la batería
Continuando con las pautas del seguimiento se obtiene por telemetría, que
informa del nivel de gasto, duración teórica de la batería e integridad de los elec-
trodos. Los datos obtenidos son: voltaje e impedancia de la batería e impedancia
de los electrodos y voltaje/corriente real por impulsos. La relación del voltaje e
impedancia de la batería con la frecuencia magnética es el mejor indicador del
estado de la misma. Los valores de la impedancia y voltaje son inversamente pro-
porcionales con el paso del tiempo, mientras la impedancia aumenta su valor, el
voltaje disminuye al igual que la frecuencia magnética. Los fabricantes indican
los valores que tienen al comienzo y final de vida, que determinan el recambio
electivo en principio u obligado en caso extremo. La nomenclatura, derivada del
inglés, que se usa habitualmente para designar los distintos estados de la batería
es la siguiente: BOL (Beginning Of Life) al comienzo de vida de la batería, ERI
(Elective Replacement Indicator) que indica recambio electivo y EOL (End Of Life)
que ha llegado el fin de la vida de la batería y que el recambio es obligado hacerlo
antes de que se produzca el fallo de estimulación por falta de energía.
Los valores más habituales al comienzo son: voltaje de la batería 2,8 voltios,
impedancia de la batería 100 ohmios (Ω) y frecuencia magnética 100 ipm. Al final
de la vida los valores se aproximan a: voltaje de la batería 2,3 voltios, impedancia
de la batería entre 10-20 Kohmios (KΩ) y la frecuencia magnética ≤ 85 ipm. El
parámetro más fiable es el de la frecuencia magnética.
Otro indicador para el recambio del marcapasos es el cambio de modo de es-
timulación. Los generadores de doble cámara, que están programados en DDD,
pasan a VVI y los que son monocamerales cambian el modo de VVI a VOO si es-
timulan en el ventrículo, o de AAI a AOO, si estimulan la aurícula. La duración de
la batería depende de varios factores: el diseño del marcapasos, los electrodos, el
implante y los parámetros programados.
citado síndrome del marcapasos, lo que sugiere que se empleen siempre mar-
capasos DDD si existe actividad sinusal.
2. Eléctrico, ya que la onda P retrógrada puede ser detectada por el circuito de de-
tección auricular que dispara un estímulo ventricular no sincronizado, iniciando
una taquicardia de “asa cerrada” (closed-loop taquicardia) o taquicardia mediada
por el marcapasos como impropiamente se la conoce y que es la simulación eléc-
trica de una taquicardia por vía accesoria, en la que ésta es el propio marcapasos.
El control de esta situación debe comenzar en la implantación, procurando
colocar el electrodo auricular en una posición en que la onda retrógrada sea sig-
nificativamente de menor amplitud que la sinusal, programando una sensibilidad
auricular que permita la detección de las P sinusales y no de las retrógradas.
Durante el seguimiento debe estudiarse la presencia de conducción retrógrada
y, si existe, se debe medir el intervalo ventrículo-atrial. La programación del período
refractario auricular unos 30 mseg por encima evita su detección, siempre y cuando
ello no obligue a disminuir mucho la frecuencia máxima de sincronización. Se debe
siempre programar el alargamiento automático del mismo tras detección de una
extrasístole ventricular. La mayoría de los marcapasos actuales poseen algoritmos
que, tras la detección a frecuencia máxima o a una que elegimos y programamos,
se deja de sincronizar una P tras un número de estímulos ventriculares sincroniza-
dos. Existe un dispositivo que modifica el intervalo de acoplamiento, lo cual finaliza
la taquicardia si es secundaria a conducción retrógrada. Se introdujeron unidades
que emitían un estímulo auricular sincrónico con el ventricular para inducir la re-
fractariedad de la aurícula y evitar la entrada de la P retrógrada. Finalmente la con-
ducción ventrículo-atrial puede presentar bloqueos retrógrados dependientes de la
frecuencia, por lo que si se programa una frecuencia máxima superior a la de apa-
rición de tales bloqueos, se produce una sincronización a frecuencia alta, pero la
siguiente ya no, porque se ha bloqueado la conducción retrógrada.
La conducción retrógrada se puede evaluar con un test automático que selec-
cionamos en la pantalla correspondiente a las pruebas a realizar y nos indica el
valor numérico del intervalo VA (intervalo conducción retrograda) expresado en
mseg. La programación de un período refractario auricular post-ventricular
(PRAPV) mayor que el intervalo VA evita las taquicardias de asa cerrada (TAC),
siempre que la programación no limite la frecuencia superior a valores muy bajos.
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TEMA 12
Objetivos:
– Instruir al paciente sobre los cuidados de movilización y actividades a evitar.
Explicarle ante qué síntomas y signos debe avisar y ponerse en contacto con la
consulta.
– Conseguir su adaptación al marcapasos y su reincorporación a sus actividades
de la vida diaria, a través de educación sanitaria y apoyo emocional, proporcio-
nando información detallada al paciente y a su familia, con un lenguaje apro-
piado, en un entorno adecuado, tranquilo y relajado.
– Tratar los diagnósticos de enfermería (tabla 1) reales o potenciales: ansiedad,
temor, conocimientos deficientes, deterioro de su actividad física, baja autoes-
tima situacional (diagnósticos descritos anteriormente en la valoración del es-
tado general del paciente) y los que vamos a describir: disposición para mejorar
sus conocimientos, afrontamiento familiar comprometido, disfunción de su ac-
tividad sexual.
3497 MANUAL ENFERMERIA capitol7 ok5:3497 MANUAL ENFERMERIA capitol7 ok5 30/04/10 15:17 Página 128
00059 Disfunción sexual, r/c: 1207 Identidad sexual 5248 Asesoramiento sexual.
– la información errónea 1815 Conocimiento: funciona- 5624 Enseñanza sexualidad.
miento sexual.
Los marcapasos son aparatos con una duración limitada. Es importante que
conozca que la batería de un marcapasos no se agota de repente sino que lo hace
de forma progresiva y predecible. En las revisiones, el programador nos indica el
estado de la pila y, en la mayoría de los modelos, el tiempo que queda para el re-
cambio electivo. También es importante informarle que el marcapasos “no pierde
fuerza” conforme se vaya agotando, funcionará igual desde que se le implante
hasta el momento de su sustitución. Cuando se aproxima el recambio se le reali-
zaran revisiones más frecuentes hasta que se indique el recambio electivo.
El recambio es un procedimiento habitualmente sencillo y más corto que el
primer implante, ya que sólo hay que sustituir el generador y después el paciente
seguirá normas similares a las aconsejadas tras el primer implante.
Los generadores no deben quemarse, pues en ese caso podrían explosionar.
Esto tiene importancia a la hora de proceder a las incineraciones, que cada vez
son mas frecuentes en nuestro país.
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8 Resincronización cardiaca
TEMA 13
131
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Figura 1. Ondas de llenado del VI mediante Figura 2. Registro Doppler pulsado del tracto
técnica Doppler. de salida del ventrículo derecho.
A B
Figura 4. Análisis mediante Doppler tisular del movimiento de las paredes del VI:
A. Evaluación de sincronía en un voluntario sano.
B. Evaluación de asincronía en un paciente candidato a TRC.
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4. Speckle tracking
Esta técnica se basa en el seguimiento de ciertos marcadores acústicos fisio-
lógicos a largo del ciclo cardiaco permitiéndonos determinar la deformación
(strain) segmentaria miocárdica. Esta técnica nos permite evaluar la asincronía
en las tres direcciones del espacio: radial y circunferencial (obtenidas en el plano
paraesternal eje corto a nivel de los músculos papilares) y longitudinal (obtenidas
con el plano apical 4 ó 2 cámaras). La asincronía se evalúa a partir de la represen-
tación gráfica de la deformación (strain), midiendo las diferencias temporales
entre los picos sistólicos de los diferentes segmentos (figura 5).
A B
5. Ecocardiografia 3D
Esta técnica permite analizar todos los segmentos ventriculares de forma glo-
bal en un único ciclo cardiaco. De esta forma, se puede evaluar la asincronía me-
diante el análisis de la dispersión de los tiempos que tarda cada segmento
ventricular en alcanzar el mínimo volumen sistólico, obteniendo un índice que
nos cuantifica esta asincronía (figura. 6).
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TEMA 14
toda su longitud para poder introducir, de forma temporal, una guía durante
la implantación. Se han ideado un gran número de métodos para asegurar
que la punta del electrodo se ancle al corazón, como son los electrodos de fi-
jación pasiva y los de fijación activa. La respuesta inflamatoria que aparece
en el músculo cardiaco alrededor del electrodo se reduce considerablemente
incorporando un pequeño depósito de esteroides en el interior del electrodo.3
– Electrodos de desfibrilación. Para la desfibrilación existen sistemas con dos
cables electrodos (uno en ventrículo derecho y otro en la vena cava o seno co-
ronario, o un segundo electrodo en un electrodo implantado auricularmente).
Existen sistemas de desfibrilación con dos electrodos en un solo cable, donde
el segundo electrodo está situado en la vena cava superior o vena braquioce-
fálica y sistemas de desfibrilación de electrodo único. En estos últimos, el
ánodo del sistema de desfibrilación es la carcasa del generador. El material
del conductor del electrodo de desfibrilación, tipo de bobinado, espesor, nú-
mero de hilos, etc., son importantes a la hora de contribuir a una mayor efi-
ciencia del electrodo. Una mayor superficie efectiva de desfibrilación
proporciona una mayor eficacia del electrodo, tanto en sistemas epicárdicos,
como endocárdicos. Esta superficie mayor se consigue con una combinación
de la tecnología del electrodo y la configuración de desfibrilación.2
– Electrodos de estimulación del ventrículo izquierdo. El electrodo para esti-
mulación del ventrículo izquierdo va insertado en el seno coronario (vena car-
diaca lateral, postero-lateral, posterior, vena cardiaca media o gran vena
cardiaca).4-6 Estos electrodos pueden ser monopolares o bipolares y tienen un
grosor que va desde los 4 French (1,3 mm) hasta los 6,2 French (2 mm). Los
sistemas de fijación van desde la fijación pasiva mediante superficies inclina-
das compuestas hasta la fijación activa mediante lóbulos desplegables.7-10
– Terminales de conexión. Los conectores de los electrodos de estimulación
y detección para el DAI se han estandarizado a 3,2 mm con configuración
IS-1, igual que los electrodos para estimulación/detección antibradicardia
mientras los electrodos de desfibrilación se han estandarizado a 3,2 mm con
configuración (DF-1). Esta configuración asegura una interconectividad me-
cánica entre diferentes sistemas y fabricantes.2
Indicaciones actuales
lógico óptimo, con una FEVI baja (≤35%), dilatación del VI y complejo QRS
ancho (≥120 ms).12
• Recomendaciones para el uso de estimulación biventricular en pacientes con
insuficiencia cardiaca y fibrilación auricular (FA) permanente:12
Pacientes con insuficiencia cardiaca que permanecen sintomáticos en clase fun-
cional III-IV de la NYHA a pesar de tratamiento farmacológico óptimo, con una
FEVI baja (≤ 35%), dilatación del VI, FA permanente e indicación de ablación
del nodo aurículo-ventricular.12
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Introducción
La insuficiencia cardiaca es una de las enfermedades cardiovasculares que re-
quieren de una estricta evaluación y seguimiento. Es un síndrome progresivo, que
limita la capacidad de un paciente para llevar a cabo sus actividades diarias su-
friendo un deterioro lento y progresivo.
La terapia de resincronización cardiaca1,2,3 constituye uno de los avances más
importantes en el tratamiento de los pacientes en clase funcional III y IV de la
New York Health Association (NYHA), que no responden a tratamiento farmaco-
lógico y tienen asincronía inter o intraventricular secundaria a trastornos de la
conducción (bloqueos de rama).
El resincronizador cardiaco es un dispositivo compuesto por dos elementos
esenciales, el generador y las sondas para estimular tres cámaras del corazón. El
objetivo de la tercera sonda es sincronizar las contracciones de los dos ventrículos
y hacerlo más eficiente en su función de bomba (aumentando la cantidad de san-
gre que expulsa el corazón).
Existen dos tipos de sistemas:
• Sistema simple (marcapasos resincronizador): Sólo proporciona terapia de re-
sincronización cardiaca.
• Sistema combinado (desfibrilador automático implantable resincronizador):
Además de administrar terapia de resincronización, proporciona tratamiento
de las taquiarritmias ventriculares (taquicardia ventricular, fibrilación ventri-
cular). Este tipo de dispositivos mejoran la calidad de vida de los pacientes con
insuficiencia cardiaca, reduciendo los síntomas y aumentando la capacidad de
esfuerzo, además reduce los ingresos hospitalarios y la mortalidad.
143
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Recursos humanos.
La complejidad de los implantes resincronizadores por la cateterización del
seno coronario requiere la necesidad de un personal médico y de enfermería más
especializado y específico del laboratorio. De este modo se reduce el tiempo de
fluoroscopia y la duración total del tiempo del implante.
• 1 ó 2 cardiólogos electrofisiólogos.
• 2 enfermeras:
– 1 enfermera circulante.
– 1 enfermera instrumentista.
• 1 auxiliar de clínica.
• Monitorización de ECG doble: una para el registro del polígrafo y otra para el
analizador (figura 5).
• Canaliza vía periférica para administración de fármacos.
• Prepara el campo quirúrgico pintando con povidona yodada (figura 6).
Figura 5. Monitorización con el analizador. Figura 6. Pintado del campo quirúrgico con
povidona yodada.
• Se coloca traje plomado (figura 8), protector tiroideo y dosímetro de solapa (fi-
gura 7).
• Realiza lavado quirúrgico.
Descripción del lavado quirúrgico (figura 9): Lavar manos y antebrazos con anti-
séptico dos minutos, insistiendo en espacios interdigitales, aclarar con agua, cepi-
llar uñas con cepillo estéril durante 30 segundos cada mano con la zona de las púas
del cepillo, aclarar con agua, enjabonar de nuevo las manos y antebrazos, durante
dos minutos por la parte de la esponja, aclarar con agua desde la punta de los dedos
hasta llegar a la altura de los codos. Es importante que la manipulación del grifo
se haga con el codo después del correcto lavado, secar manos con paño estéril.
La preparación de la mesa se hace de forma que las pinzas miren hacia el in-
terior de la mesa ya que es más aséptica desde el interior hacia el exterior. Se hace
según pasos de la intervención y, para ello, hay que conocer el acto quirúrgico. La
anticipación o la necesidad requieren de un conocimiento general de la técnica.
La mesa sólo se considera estéril en la superficie.
Figura 13. Oclusión con balón Figura 14. Oclusión con balón Figura 15. Sonda de VI
en OAI. en OAD. Implantada en vena lateral.
Retirada de introductores
Una vez implantados todos los electrodos, se fijan los de aurícula y ventrículo
derecho con sutura no absorbible alrededor de los manguitos, para que queden
bien sujetos. La retirada de introductores y vaina es uno de los momentos más
críticos.9 El riesgo de desplazamiento del electrodo es alto durante la retirada del
catéter guía, una vez que el electrodo se ha colocado ya en la vena apropiada.
• Colocar un estilete en el interior del electrodo para estabilizarlo.
• Se retira el introductor pelable para la canalización de la vena subclavia.
• Se retira la válvula antirreflujo.
• Antes de extraer el catéter deflectable se debe enderezar la sección distal en lo
posible.
• Se coloca la cuchilla en el electrodo, orientándolo al borde del catéter guía, man-
teniendo fijo el electrodo, siempre revisándolo con fluoroscopia.
• Se retira el estilete.
• Se conectan las tres sondas al dispositivo y se comprueba la óptima resincroni-
zación.
• Se cierra por planos tejido celular subcutáneo con sutura absorbible y piel con
grapas.
• Se pone vendaje compresivo, y hielo.
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TEMA 16
Figura 2. Medida de umbral de estimulación ventricular. De arriba abajo se muestra ECG de super-
ficie y electrocardiograma intracavitario de aurícula, ventrículo derecho, ventrículo izquierdo y ca-
nal de marcas.
Figura 3. Medida de umbral de estimulación ventricular. El valor mínimo que produce captura es 1.1.
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Según diversos autores, una buena localización del electrodo debe primar
antes que un buen umbral de estimulación.
Durante la comprobación de los parámetros, debe verificarse la ausencia de
estimulación frénica a máximo voltaje, recomendándose modificar la localización
del electrodo si ésta se produce a menos de 2,5 veces el umbral de estimulación.
A pesar de que algunos grupos defienden la obtención de un electrograma ventri-
cular izquierdo muy tardío respecto al derecho, como referencia de una óptima
localización, el criterio más extendido al implantar el electrodo es la obtención de
aceptables umbrales de estimulación y la posición anatómica lateral.
Complicaciones en el implante
Tabla 1. Complicaciones.
Complicaciones de electrodo
– Dislocación de electrodo del ventrículo izquierdo.
– Dislocación de electrodo del ventrículo derecho.
– Síndrome de vena cava superior.
Otras
– Inestabilidad hemodinámica severa.
– Neumotórax.
– Hematoma.
– Insuficiencia renal transitoria.
– Accidente cerebrovascular.
– Celulitis.
– Decúbito.
– Muerte perioperatoria.
• MC isquémica FE 0,30
• GF III
• BRI
• 256’ (anterior)
• Dislocación precoz
• Reintervención 186’
Anterolateral
Umbral 3,2 V
Soluciones. Recomendaciones:
– Disponer de un método de exploración radiológico adecuado, con una alta re-
solución y con facilidad para obtener imágenes en posiciones oblicuas (figu-
ras 7A y 7B).
– Tener catéteres de electrofisiología, bien sean diagnósticos y/o dirigibles, e in-
cluso a veces, registrar el electrograma intracavitario para poder localizar el
sitio del seno coronario (figura 8).
O
A
I
O
A
D
Figura 10A. Anatomía coronaria. Gran vena cardiaca y vena cardiaca media (I).
Figura 10B. Anatomía coronaria. Gran vena cardiaca y vena cardiaca media (II).
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Por otra parte, una vez se ha conseguido introducir el electrodo en la vena de-
seada, es necesario tener 2 cosas:
1. Un umbral de captura apropiado.
2. Ausencia de estimulación diafragmática.
Se han descrito complicaciones en relación con la disección del seno coronario
entre un 1 y un 2%, aunque muchas de ellas no presentan repercusión hemodiná-
mica. Cabe destacar que el empleo de medios de contraste con potencial nefrotó-
xico puede agravar la insuficiencia renal con frecuencia preexistente. También, la
mortalidad perioperatoria relacionada con el implante es de aproximadamente
un 0,5%.
El resto de posibles complicaciones son similares a la de los implantes de
sistemas convencionales de estimulación. Entre estas complicaciones destacan
neumotórax, daño vascular (figura 12), hematomas (figura 13), accidente cere-
brovascular relacionado con el manejo de la anticoagulación, infección del sis-
tema, etc…
• 57 años
• DLT, DLA o intervenidas (prótesis mecánicas)
• ICC grado III-IV, FE VI conservada
• FA bradicárdica
• Indicación de estimulación cardiaca convencional
• No posibilidad de sistema epicárdico
• 62 años
• DLA + DLM - 2 CEC previa
• FA permanente. MCP VVI 2001
• FE 0,15
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=13113933&pident_usuario=0&pident_revista=25&fichero=25v60n12a13113933pdf001.pdf&
ty=114&accio Consulta: 15 marzo 2010.
10. Díaz Infante E, Hernández Madrid A, Brugada Terradellas J, Fernández Lozano I, García Bolao
I, Leal del Ojo J, Martínez Ferrer J, Moro C, Moya JL, Ruiz Granell R, Silva L, Sitges M, Toquero
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ta: 15 marzo 2010.
12. Gómez Pérez MP. Marcapasos de resincronización cardiaca (unidad diáctica n.º 12). I Curso
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Enfermería en Cardiología; 2006. Disponible en: www.enfermeriaencardiologia.com/grupos/
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Introducción
165
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Evaluación eléctrica
Estado de la batería
Las pilas de los marcapasos son de litio y un cátodo de yodo (Li I), y tienen un
voltaje al inicio de la vida del generador5 de 2.8 V. Con los años va disminuyendo el
voltaje y aumentando la impedancia de la batería. Todos los MP resincronizadores
nos ofrecen esa información cuando interrogamos el generador, y nos permite realizar
el reemplazo en el periodo electivo (ERI), de este modo no cambiarían las condiciones
de estimulación. Si el recambio se realiza en el final de vida (EOL), el marcapasos se
reprograma a funcionamiento restringido en modo VVI, y en el caso del paciente re-
sincronizado, perdería la terapia al estimular sólo en ventrículo derecho.
Vida útil restante estimada: 1,5 años 1-2 años (Basado en historial antiguo)
Auricular VD VI
Amplitud/Duración del impulso 1,50 V / 0,40 ms 2,50 V / 0,49 ms 5,00 V / 1,50 ms
Figura 5. Interrogación inicial que nos indica fecha de implante del gene-
rador, años de vida restante y programación del generador, tanto en vol taje
como en ancho de impulso.
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Vida útil restante estimada: 5,5 años 4-6,5 años (Basado en historial antiguo)
Auricular VD VI
Amplitud/Duración del impulso 1,50 V / 0,40 ms 2,50 V / 0,49 ms 5,00 V / 1,50 ms
Sensibilidad 0.50 mV 2,50 mV
Impedancia medida 543 ohmio 755 ohmios 606 ohmios
ECG
Canal de
marcas
Electrograma
Figura 9. Registro de umbral VI con pérdida de captura a 3,5 V. El paciente sale con un latido
propio VS. Se puede ver al finalizar la prueba que el paciente está en fibrilación auricular, en el
canal de marcas se representa con AR-AS.
Umbral de detección
La capacidad de detectar la actividad intrínseca del corazón es muy impor-
tante en los marcapasos, sin embargo si hacemos muy sensible al MP puede de-
tectar actividad que no es propia de la cámara cardiaca correspondiente. La
configuración depende de si el electrodo es bipolar o monopolar; si es monopolar
el riesgo de inhibición por ruidos es mayor.
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SC
AD
SC
AD
VD
B. Bipolar de VD o bipolar de VI.
SC
AD
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TEMA 18
Introducción
Figura 4. Estimulación.
Pasos a seguir:
1. Lectura del porcentaje de estimulación biventricular. Nos permite valorar la
eficacia de la resincronización.
2. Realizar correctamente el umbral de captura de los electrodos de ventrículo
derecho y ventrículo izquierdo.
3. Realizar un electrocardiograma de 12 derivaciones y observar la morfología
del complejo QRS durante la estimulación biventricular.
Para ello podemos utilizar distintas técnicas, todas ellas basadas en la obser-
vación del electrocardiograma de 12 derivaciones, en la morfología del com-
plejo QRS y del eje del electrocardiograma.
Los ejes describen la dirección específica de la desporalización ventricular.
Lectura del eje en el electrocardiograma (figura 5):
V1 V1 V1
Estimulación VD Estimulación V1 Estimulación Biventricular
BIV
aVL BIV VD
DI
DI DI
V1 aVL V1 aVL
V1
DIII
Figura 7. Eje. DIII Biv. a VI
Biv. a VD
DIII – – +
V1 + – +
En los dispositivos con canales no independientes, que aún los hay, deberemos
de tener presente otras derivaciones para poder valorar la resincronización. Ob-
servaremos los cambios de morfología del complejo QRS que se producen en las
derivaciones DI y DIII durante las pruebas de umbral de estimulación (figura 9 y
tabla 2).
DIII – – +
Figura 16. ECG con mala resincronización. Observad las derivaciones DI y aVL,
que son positivas, mientras que V1 es negativa.
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Objetivo
No debemos olvidar que, a parte del control del dispositivo, deberemos hacer
hincapié en que el paciente y la familia sean conscientes de la gravedad de la en-
fermedad que padece el paciente.
• La insuficiencia cardiaca es una enfermedad lenta y de evolución progresiva,
que hay que controlar periódicamente.
• El paciente va sufriendo un deterioro de su capacidad funcional. Hay que ir con-
trolando e informándole, porque todo esto conlleva una disminución de su calidad
de vida, tiene un gran impacto emocional y repercusión a nivel familiar y social.
Debemos intentar que el paciente se adapte lo mejor que pueda a su situación,
a su enfermedad, así como no olvidar decirle que, en ocasiones, la terapia de re-
sincronización no es efectiva. Existe, como sabemos, un porcentaje de pacientes
que llamamos “no respondedores” a esta terapia de resincronización y el paciente
debe saberlo.
Es importante que el paciente se reincorpore a su vida laboral y personal lo
antes posible, siempre que su patología de base no se lo impida.
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www.revespcardiol.org/cardio/ctl_servlet?_f=40&ident=13125511 Consulta: 15 marzo 2010.
10. García Alberola A. Electrocardiograma y resincronización: ¿es suficiente con la duración del
QRS? Rev Esp Cardiol. 2008;61(12):1236-1238. Disponible en: www.revespcardiol.org/cardio/
ctl_servlet?_f=40&ident=13129745 Consulta: 15 marzo 2010.
11. Kenny T. The Nuts and Bolts of Cardiac Resynchronization Therapy. Malden (MA): Blackwell
Publishing; 2007.
3497 MANUAL ENFERMERIA capitol10 ok5:3497 MANUAL ENFERMERIA capitol10 ok5 21/04/10 13:04 Página 186
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Introducción y objetivo
Desde el primer implante de un desfibrilador automático implantable (DAI) en
la década de los 80, el incremento en el número de pacientes con estos dispositivos
ha sido exponencial y fundamentado en su eficacia reiteradamente demostrada con-
tra la muerte súbita cardiaca de origen arrítmico.1 Según el registro de desfibrilador
automático implantable (DAI) de la Sociedad Española de Cardiología, durante el
año 2007 se llevaron a cabo 3652 implantes.2 El papel de la enfermería ante estos pa-
cientes (tanto en las revisiones de los desfibriladores en las consultas, como durante
los ingresos) es relevante, ya que son pacientes que frecuentemente tienen que cam-
biar su estilo de vida tras el implante, lo cual genera muchos miedos y no pocas dudas.
El objetivo de este capítulo es conocer los aspectos técnicos de los DAI. Revi-
saremos su origen y evolución, así como los componentes que lo forman y las fun-
ciones que tienen. También describiremos las indicaciones actuales para la
implantación de estos dispositivos. Nos parecen interesantes estos aspectos que
creemos que nos pueden ayudar en nuestra formación para intentar comprender
algo mejor los desfibriladores, a los cuales “tememos” por su complejidad, pero los
cuales nos encontramos cada vez más frecuentemente en nuestro trabajo diario.
187
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de medicina el Dr. Harry Heller. Tras la muerte de éste, Mirowski comenzó a tra-
bajar en la creación del desfibrilador. En 1969 construyó el primer prototipo de
DAI junto al Dr. Morton Mower en el sótano del Hospital Sinaí en Baltimore. Des-
pués de las opiniones tan opuestas de algunos compañeros, la falta de subvenciones
y la oposición de las autoridades del momento, conoció al Dr. Stephen Heilman en
1972, médico, ingeniero y empresario, quien creó una nueva compañía Intec
System, dedicada exclusivamente al desarrollo del desfibrilador implantable. Tras
cuatro años de experimentar con animales, no fue hasta el 4 de febrero de 1980,
junto con los Drs. Reid y Mower, cuando implantaron el primer DAI con éxito, a
una mujer californiana de 57 años que padecía taquicardia ventricular recurrente,
en el Johns Hopkins Hospital Center de Baltimore, en EEUU. Se trataba de un
dispositivo con un volumen de 145 cc y un peso de 295 gr, por lo que la implanta-
ción se localizó en la zona abdominal, los cables al corazón eran epicárdicos, co-
locados mediante esternotomía y bajo anestesia general.5
A pesar de que su trabajo había sido criticado y ridiculizado a lo largo de mu-
chos años (alguien lo describió como una "bomba dentro del cuerpo”), fue en los
últimos 5 años de su vida cuando Mirowski conoció tanto el reconocimiento, como
la aclamación de su obra.3 A mediados de 1980 desarrolló un mieloma múltiple
no pudiendo ser trasplantado de médula ósea al perder a su familia en el holo-
causto. Mirowski murió el 26 de marzo de 1990 a la edad de 65 años.5
En España, el primer DAI se implantó en el Hospital Gregorio Marañon en el
año 1985. Un dispositivo de 250 gr, no programable, implantado en el abdomen,
con electrodos y parches epicárdicos colocados mediante esternotomía.1
Un desfibrilador automático implantable es un dispositivo de reducido ta-
maño que puede detectar un ritmo cardíaco anómalo en un paciente y revertirlo
automáticamente de un modo previamente programado, mediante la estimulación
antitaquicardia o mediante descargas eléctricas. Algunos modelos pueden resin-
cronizar el latido cardíaco mediante la estimulación simultánea de los dos ventrí-
culos. Ocasionalmente puede emplearse como marcapasos.
La tecnología de los primeros dispositivos era escasa y no permitía la progra-
mación del mismo, el cual sólo suministraba choques de alta energía cuando era
necesario, con una vida útil de apenas un año y medio, detectaban únicamente la
fibrilación ventricular (FV), no eran programables de modo que se tenían que en-
cargar “a medida” para cada paciente en particular y, en caso de producirse cambios
en su electrofisiología, la única solución era manejar la situación con drogas antia-
rrítmicas. En poco tiempo, el desfibrilador cardioversor implantable (DCI) fue capaz
de detectar TV y en 1988 apareció un modelo programable. En 1989 se le añadió la
estimulación antibradicardia, y la estimulación antitaquicardia (ATP), siendo un
paso importante en la mejora de la calidad de vida del paciente, al permitir tratar
los episodios de TV sin dolor, en lugar de choques de alta energía. La indicación era
extrema, sólo para supervivientes de dos episodios de muerte súbita cardiaca.
Inicialmente el procedimiento de implantación era muy complejo, el genera-
dor se colocaba en la zona abdominal y se precisaba toracotomía y anestesia ge-
neral para colocar en el epicardio los parches de desfibrilación y los electrodos de
detección. El primer implante de un sistema completamente endocárdico se pro-
dujo a finales de 1986. Se trataba de un sistema electrodo de cable único con dos
electrodos de desfibrilación, uno colocado en ventrículo derecho y otro en aurícula
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Componentes de un DAI
estimulación-detección en AD) o tricameral (con tres electrodos, los dos del bica-
meral, más un tercero para estimulación-detección en el VI mediante la canaliza-
ción de una rama del seno coronario). En pacientes con fibrilación auricular sólo
se implantan electrodos en VD y seno coronario (estimulación biventricular).8,10
Esta función es independiente de las funciones de detección y terapia para ta-
quicardias. Se programa de manera similar a la de los marcapasos y, además, los
parámetros de estimulación tras un choque eléctrico por el DAI pueden progra-
marse de forma independiente, para evitar pérdidas de captura por elevación de
umbrales tras el mismo.
La función de estimulación antitaquicardia o ATP (para las taquicardias
ventriculares): consiste en la estimulación a una frecuencia y n.º de latidos deter-
minados (más rápido que la taquicardia detectada), los cuales se programan con
anterioridad.7,8 La ATP puede aplicarse de diferentes maneras:
– Ráfaga. El ciclo permanece constante (se sobreestimula a la misma frecuencia).
– Rampa. Dentro del mismo tren de impulsos hay decremento de cada ciclo.
– Scan. Decremento de los ciclos entre trenes consecutivos.
– Rampa-Scan. Decremento del ciclo dentro del mismo tren y entre trenes conse-
cutivos.
– De esta manera se consiguen interrumpir entre el 80-90% de las TV y el paciente
vuelve a su ritmo de base.1 Tiene como principal ventaja que es indolora, ya que
no es necesario el choque y, por lo tanto, también se produce un ahorro de ener-
gía. Pero en un 10% se produce una aceleración de la arritmia, por lo que deben
quedar también programados choques de seguridad.6
La mayoría de los DAI actuales permiten la programación de hasta tres zonas
de taquiarritmia, dos de taquicardia ventricular (una más lenta o de frecuencia
de corte más baja y otra más rápida o de frecuencia de corte más alta) y una zona
de fibrilación ventricular.
El número de intentos de cada esquema de ATP no debería ser elevado; si un
esquema es efectivo, la conversión de la taquicardia ocurre en los tres primeros in-
tentos. Por ello, ahora suelen programarse ráfagas o rampas (como máximo 3), de
entre 8 y 15 impulsos y acopladas al ciclo de la taquicardia entre el 81% y el 91%.
Hay varios fabricantes que ofrecen la posibilidad de suministrar una ráfaga
de ATP antes de que el dispositivo suministre la primera descarga de la zona de
FV, bien antes de iniciar la carga o bien mientras empieza a cargar.1
Las funciones de cardioversión y desfibrilación fueron el primer doble ob-
jetivo en la creación del DAI. Actualmente se usa para las FV o TV resistentes que
no se han quitado con la estimulación antitaquicárdica. La función de cardiover-
sión de TV realiza choques sincronizados con el QRS.10
Los DAI permiten programar cinco descargas en cada zona; las dos primeras
con menores energías, las tres siguientes son no programables, se realizan a má-
xima energía, y puede haber tres descargas más únicamente en la zona de FV.
La energía máxima almacenada varía entre 30 y 42 julios y el tiempo de carga
está entre 10 y 13 segundos (según la vida de la batería va disminuyendo el tiempo
de carga puede aumentar ligeramente). Si la arritmia cesa durante la carga de
energía, ésta se disipa en 10-15´. Si hubiera que volver a cargar los condensadores
para aplicar una nueva terapia de descarga durante este periodo, la carga sería
más rápida.1
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Con los DAI actuales, utilizando un solo cable en ventrículo derecho, carcasa
activa (se usa la carcasa metálica del dispositivo como terminal de descarga,
la cual junto con las bobinas del electrodo crea un sistema de descarga bidirec-
cional) y choques de onda bifásica (ésta se produce cuando durante la descarga
de los condensadores hay una inversión de la polaridad de los electrodos) en
la inmensa mayoría de los pacientes (más del 95%) se consigue desfibrilar
con energías inferiores a 18 julios, por lo que quedan más de 10 julios de seguri-
dad programando los choques a la máxima energía que el DAI pueda adminis-
trar.8
En la programación de las terapias del DAI hay que tener las siguientes con-
sideraciones:
1. Cada terapia entregada debe ser igual o más agresiva que la anterior. Si en un
episodio se produce una descarga no se podrá realizar más ATP en ese episodio,
ya que es menos agresiva.
2. La ATP, que puede consistir en múltiples trenes de impulsos, sólo se realizará
una vez dentro de un episodio.
3. El número máximo de descargas por episodio es de ocho.1
En relación con la función de registro y almacenamiento de episodios, el
DAI almacena todos los episodios arrítmicos e informa sobre la fecha, duración,
terapia que logró la terminación de la taquicardia, intervalos R-R de los episodios
y electrogramas de los mismos. Esto permite analizar el episodio y la reprogra-
mación posterior del dispositivo si fuera preciso.10
Por último, el DAI cumple otras funciones. A través del programador se
puede estimular el corazón o administrar choques para comprobar la eficacia del
dispositivo. Algunos tienen la función alerta, que son una serie de alarmas pro-
gramables que suenan ante ciertas anomalías o situaciones clínicas, lo que hace
que el paciente consulte al especialista de arritmias para su valoración. Mediante
la colocación de un imán sobre el generador se puede desactivar el funciona-
miento del DAI si es necesario. La respuesta del imán varía según las casas co-
merciales y, en general, la función antibradicardia, no se modifica.8
Indicaciones actuales
• Niveles de evidencia:
– Nivel de evidencia A (NE:A): Resultados derivados de múltiples estudios clí-
nicos aleatorizados o metaanálisis.
– Nivel de evidencia B (NE:B): Resultados derivados de un único estudio clínico
aleatorizado o de estudios no aleatorizados.
– Nivel de evidencia C (NE:C): Sólo hay consenso en la opinión de los expertos,
estudio de casos o el tratamiento de referencia.12
Clase I (indicado):
– Supervivientes de parada cardiaca por FV/TV tras excluir causas reversibles
(NE:A).
– TV hemodinámicamente estable o no en pacientes con patología estructural
(NE:B).
– Síncope de origen indeterminado con FV o TV hemodinámicamente significa-
tiva en el estudio electrofisiológico –EEF– (NE:B).
– Pacientes con fracción de eyección (FE) ≤ 35% debido a IAM de más de 40 dias
con NHYA II o III (NE:A).
– Pacientes con miocardiopatía no isquémica y FE ≤ 35% con NHYA I o III
(NE:B).
– Pacientes con FE ≤ 30% debido a IAM de más de 40 dias con NHYA I (NE:A).
– Pacientes con taquicardia ventricular no sostenida TVNS por IM previo, FE
≤ 40% y FV/TV inducible en el EEF (NE:B).
Bibliografía
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1989;63(15):1121-1126.
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8. Martín Martínez A, Peinado Peinado R, Gonzalez Torrecilla E, Ormaetxe Merodio J, Alvarez Ló-
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10. Pérez-Villacastín J (coord.). Arritmias: Manejo práctico. Madrid: Acción Médica; 2007.
11. Martín Asenjo R, Rodríguez García J, Coma Samartín R, Fontenla Cerezuela A. Cuadernos de
Estimulación Cardiaca (Medtronic). 2009.
12. Zipes DP, Camm AJ, Borggrefe M, Buxton AE, Chaitman B, Fromer M, Gregoratos G, Klein G,
Moss AJ, Myerburg RJ, Priori SG, Quiñónez MA, Roden DM, Silka MJ, Tracy C. Guías de Prác-
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ident=13096582 Consulta: 25 marzo 2010.
13. González Torrecilla E. Indicaciones actuales del desfibrilador automático implantable. Rev
Esp Cardiol. 2008;8(Supl A):3-8. Disponible en: www.revespcardiol.org/cardio/ctl_servlet?_f=
40&ident=13113865 Consulta: 25 marzo 2010.
3497 MANUAL ENFERMERIA capitol11 ok5:3497 MANUAL ENFERMERIA capitol11 ok5 21/04/10 9:31 Página 198
TEMA 20
Introducción
El objeto de estudio presenta múltiples cuestiones, entre las cuales están pre-
sentes la edad del paciente, la enfermedad y los factores psicológicos de cada uno.
La tecnología del DAI se renueva constantemente. Si los profesionales hace-
mos el esfuerzo de actualizarnos en el manejo técnico del dispositivo, a la hora de
renovarlo, conseguiremos trasmitirle tranquilidad y seguridad al paciente y no
provocarle cambios en los aspectos psicológico y social, con lo que mejoraremos
su calidad de vida.4
Los nuevos dispositivos por control remoto favorecerán en un futuro inme-
diato una mejor calidad de vida para el paciente cardiovascular.4,5 Lamentable-
mente, no se pueden modificar los parámetros a distancia, ya que las leyes actuales
lo prohíben. Por tanto, tendremos que ayudar al paciente a que tenga confianza
plena en el equipo de la unidad de arritmias que le atiende.
La calidad de vida no está reñida con el hecho de ser responsable. Por su-
puesto, el portador de un DAI debe asumir la responsabilidad de asistir al hospital,
no puede olvidarse del dispositivo que lleva implantado y debe realizar sus con-
troles periódicos.
2. Una mujer de 88 años. Es el tercer DAI que lleva. La paciente tiene cierta calidad
de vida, pero le cuestan trabajo los desplazamientos al hospital. El DAI ya le ha
sacado de varios apuros. Le hemos recambiado el DAI por uno con monitori-
zación remota, con lo que la paciente no tiene que desplazarse a las consultas.
3. No obstante, no siempre somos capaces de cumplir nuestro objetivo de ayudar
a una mayor calidad de vida del paciente portador de DAI, ya que hay casos como
el de un varón de 25 años que venía con su madre muy angustiada, porque se es-
taba haciendo una prótesis que le recubriera el DAI para hacer snowboard, ¿le
dejamos practicar este deporte? Creemos firmemente que no debe, pero es un
joven impetuoso y prefiere que le quiten el DAI y morir a no practicar su hobby.
Estos dibujos tan gráficos que nos hizo el dibujante del hospital, nos muestran que:
Conclusión
Bibliografía
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de Enfermería en Electrofisiología y Marcapasos. Alcorcón (Madrid): Asociación Española de
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Organización Mundial de la Salud: 81.
3. Fuster V, Sampedro JL, Lucas O. La ciencia y la vida. Barcelona: Plaza y Janés; 2008: 65.
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5. Hernández Madrid A, y cols. Presente y futuro de la monitorización remota de los marcapasos.
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conducción), del Real Decreto 772/1997, de 30 de mayo. Sigue vigente tras el nuevo Real Decreto
818/2009, de 8 de mayo, por el que se aprueba el Reglamento General de Conductores. Disponible
en (1): http://usuarios.iponet.es/europa/rgc/rgc_anexo4.html Disponible en (2): www.derecho.
com/l/boe/real-decreto-818-2009-aprueba-reglamento-general-conductores/ pag_5. html Con-
sulta: 25 marzo 2010.
8. Alconero Camarero AR, Cobo Sánchez JL, Mancebo Salas N, Sainz Laso R, Olalla Antolín V.
Calidad de vida en personas portadoras de desfibriladores implantables. Enferm Cardiol.
2005;Año XII(34):38-41. Disponible en: www.enfermeriaencardiologia.com/revista/3406.pdf
Consulta: 25 marzo 2010.
9. Buigues González C. Portadores de DAI y marcapasos. En: Portuondo Maseda MT, Martínez
Castellanos T, Delgado Pacheco J, García Hernández P, Gil Alonso D, Mora Pardo JA, Reina
Sánchez M, Sánchez Carrio AM, Vivas Tovar ME (eds.). Manual de enfermería en prevención
y rehabilitación cardiaca. Madrid: Asociación Española de Enfermería en Cardiología (AEEC);
2009: 217-220. Disponible en: www.enfermeriaencardiologia.com/publicaciones/manuales/
preven/cap_05_sec_01.pdf Consulta: 25 marzo 2010.
3497 MANUAL ENFERMERIA capitol11 ok5:3497 MANUAL ENFERMERIA capitol11 ok5 21/04/10 9:31 Página 203
TEMA 20
Introducción
Cuestionario de enfermería
Conclusiones
Bibliografía
4. Schron EB, Exner DV, Yao Q, Jenkins LS, Steinberg JS, Cook JR, Kutalek SP, Friedman PL,
Bubien RS, Page RL, Powell J. Quality of life in the antiarrhythmics versus implantable defi-
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3497 MANUAL ENFERMERIA capitol11 ok5:3497 MANUAL ENFERMERIA capitol11 ok5 21/04/10 9:30 Página 187
Introducción y objetivo
Desde el primer implante de un desfibrilador automático implantable (DAI) en
la década de los 80, el incremento en el número de pacientes con estos dispositivos
ha sido exponencial y fundamentado en su eficacia reiteradamente demostrada con-
tra la muerte súbita cardiaca de origen arrítmico.1 Según el registro de desfibrilador
automático implantable (DAI) de la Sociedad Española de Cardiología, durante el
año 2007 se llevaron a cabo 3652 implantes.2 El papel de la enfermería ante estos pa-
cientes (tanto en las revisiones de los desfibriladores en las consultas, como durante
los ingresos) es relevante, ya que son pacientes que frecuentemente tienen que cam-
biar su estilo de vida tras el implante, lo cual genera muchos miedos y no pocas dudas.
El objetivo de este capítulo es conocer los aspectos técnicos de los DAI. Revi-
saremos su origen y evolución, así como los componentes que lo forman y las fun-
ciones que tienen. También describiremos las indicaciones actuales para la
implantación de estos dispositivos. Nos parecen interesantes estos aspectos que
creemos que nos pueden ayudar en nuestra formación para intentar comprender
algo mejor los desfibriladores, a los cuales “tememos” por su complejidad, pero los
cuales nos encontramos cada vez más frecuentemente en nuestro trabajo diario.
187
3497 MANUAL ENFERMERIA capitol11 ok5:3497 MANUAL ENFERMERIA capitol11 ok5 21/04/10 9:30 Página 188
de medicina el Dr. Harry Heller. Tras la muerte de éste, Mirowski comenzó a tra-
bajar en la creación del desfibrilador. En 1969 construyó el primer prototipo de
DAI junto al Dr. Morton Mower en el sótano del Hospital Sinaí en Baltimore. Des-
pués de las opiniones tan opuestas de algunos compañeros, la falta de subvenciones
y la oposición de las autoridades del momento, conoció al Dr. Stephen Heilman en
1972, médico, ingeniero y empresario, quien creó una nueva compañía Intec
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cuatro años de experimentar con animales, no fue hasta el 4 de febrero de 1980,
junto con los Drs. Reid y Mower, cuando implantaron el primer DAI con éxito, a
una mujer californiana de 57 años que padecía taquicardia ventricular recurrente,
en el Johns Hopkins Hospital Center de Baltimore, en EEUU. Se trataba de un
dispositivo con un volumen de 145 cc y un peso de 295 gr, por lo que la implanta-
ción se localizó en la zona abdominal, los cables al corazón eran epicárdicos, co-
locados mediante esternotomía y bajo anestesia general.5
A pesar de que su trabajo había sido criticado y ridiculizado a lo largo de mu-
chos años (alguien lo describió como una "bomba dentro del cuerpo”), fue en los
últimos 5 años de su vida cuando Mirowski conoció tanto el reconocimiento, como
la aclamación de su obra.3 A mediados de 1980 desarrolló un mieloma múltiple
no pudiendo ser trasplantado de médula ósea al perder a su familia en el holo-
causto. Mirowski murió el 26 de marzo de 1990 a la edad de 65 años.5
En España, el primer DAI se implantó en el Hospital Gregorio Marañon en el
año 1985. Un dispositivo de 250 gr, no programable, implantado en el abdomen,
con electrodos y parches epicárdicos colocados mediante esternotomía.1
Un desfibrilador automático implantable es un dispositivo de reducido ta-
maño que puede detectar un ritmo cardíaco anómalo en un paciente y revertirlo
automáticamente de un modo previamente programado, mediante la estimulación
antitaquicardia o mediante descargas eléctricas. Algunos modelos pueden resin-
cronizar el latido cardíaco mediante la estimulación simultánea de los dos ventrí-
culos. Ocasionalmente puede emplearse como marcapasos.
La tecnología de los primeros dispositivos era escasa y no permitía la progra-
mación del mismo, el cual sólo suministraba choques de alta energía cuando era
necesario, con una vida útil de apenas un año y medio, detectaban únicamente la
fibrilación ventricular (FV), no eran programables de modo que se tenían que en-
cargar “a medida” para cada paciente en particular y, en caso de producirse cambios
en su electrofisiología, la única solución era manejar la situación con drogas antia-
rrítmicas. En poco tiempo, el desfibrilador cardioversor implantable (DCI) fue capaz
de detectar TV y en 1988 apareció un modelo programable. En 1989 se le añadió la
estimulación antibradicardia, y la estimulación antitaquicardia (ATP), siendo un
paso importante en la mejora de la calidad de vida del paciente, al permitir tratar
los episodios de TV sin dolor, en lugar de choques de alta energía. La indicación era
extrema, sólo para supervivientes de dos episodios de muerte súbita cardiaca.
Inicialmente el procedimiento de implantación era muy complejo, el genera-
dor se colocaba en la zona abdominal y se precisaba toracotomía y anestesia ge-
neral para colocar en el epicardio los parches de desfibrilación y los electrodos de
detección. El primer implante de un sistema completamente endocárdico se pro-
dujo a finales de 1986. Se trataba de un sistema electrodo de cable único con dos
electrodos de desfibrilación, uno colocado en ventrículo derecho y otro en aurícula
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Componentes de un DAI
estimulación-detección en AD) o tricameral (con tres electrodos, los dos del bica-
meral, más un tercero para estimulación-detección en el VI mediante la canaliza-
ción de una rama del seno coronario). En pacientes con fibrilación auricular sólo
se implantan electrodos en VD y seno coronario (estimulación biventricular).8,10
Esta función es independiente de las funciones de detección y terapia para ta-
quicardias. Se programa de manera similar a la de los marcapasos y, además, los
parámetros de estimulación tras un choque eléctrico por el DAI pueden progra-
marse de forma independiente, para evitar pérdidas de captura por elevación de
umbrales tras el mismo.
La función de estimulación antitaquicardia o ATP (para las taquicardias
ventriculares): consiste en la estimulación a una frecuencia y n.º de latidos deter-
minados (más rápido que la taquicardia detectada), los cuales se programan con
anterioridad.7,8 La ATP puede aplicarse de diferentes maneras:
– Ráfaga. El ciclo permanece constante (se sobreestimula a la misma frecuencia).
– Rampa. Dentro del mismo tren de impulsos hay decremento de cada ciclo.
– Scan. Decremento de los ciclos entre trenes consecutivos.
– Rampa-Scan. Decremento del ciclo dentro del mismo tren y entre trenes conse-
cutivos.
– De esta manera se consiguen interrumpir entre el 80-90% de las TV y el paciente
vuelve a su ritmo de base.1 Tiene como principal ventaja que es indolora, ya que
no es necesario el choque y, por lo tanto, también se produce un ahorro de ener-
gía. Pero en un 10% se produce una aceleración de la arritmia, por lo que deben
quedar también programados choques de seguridad.6
La mayoría de los DAI actuales permiten la programación de hasta tres zonas
de taquiarritmia, dos de taquicardia ventricular (una más lenta o de frecuencia
de corte más baja y otra más rápida o de frecuencia de corte más alta) y una zona
de fibrilación ventricular.
El número de intentos de cada esquema de ATP no debería ser elevado; si un
esquema es efectivo, la conversión de la taquicardia ocurre en los tres primeros in-
tentos. Por ello, ahora suelen programarse ráfagas o rampas (como máximo 3), de
entre 8 y 15 impulsos y acopladas al ciclo de la taquicardia entre el 81% y el 91%.
Hay varios fabricantes que ofrecen la posibilidad de suministrar una ráfaga
de ATP antes de que el dispositivo suministre la primera descarga de la zona de
FV, bien antes de iniciar la carga o bien mientras empieza a cargar.1
Las funciones de cardioversión y desfibrilación fueron el primer doble ob-
jetivo en la creación del DAI. Actualmente se usa para las FV o TV resistentes que
no se han quitado con la estimulación antitaquicárdica. La función de cardiover-
sión de TV realiza choques sincronizados con el QRS.10
Los DAI permiten programar cinco descargas en cada zona; las dos primeras
con menores energías, las tres siguientes son no programables, se realizan a má-
xima energía, y puede haber tres descargas más únicamente en la zona de FV.
La energía máxima almacenada varía entre 30 y 42 julios y el tiempo de carga
está entre 10 y 13 segundos (según la vida de la batería va disminuyendo el tiempo
de carga puede aumentar ligeramente). Si la arritmia cesa durante la carga de
energía, ésta se disipa en 10-15´. Si hubiera que volver a cargar los condensadores
para aplicar una nueva terapia de descarga durante este periodo, la carga sería
más rápida.1
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Con los DAI actuales, utilizando un solo cable en ventrículo derecho, carcasa
activa (se usa la carcasa metálica del dispositivo como terminal de descarga,
la cual junto con las bobinas del electrodo crea un sistema de descarga bidirec-
cional) y choques de onda bifásica (ésta se produce cuando durante la descarga
de los condensadores hay una inversión de la polaridad de los electrodos) en
la inmensa mayoría de los pacientes (más del 95%) se consigue desfibrilar
con energías inferiores a 18 julios, por lo que quedan más de 10 julios de seguri-
dad programando los choques a la máxima energía que el DAI pueda adminis-
trar.8
En la programación de las terapias del DAI hay que tener las siguientes con-
sideraciones:
1. Cada terapia entregada debe ser igual o más agresiva que la anterior. Si en un
episodio se produce una descarga no se podrá realizar más ATP en ese episodio,
ya que es menos agresiva.
2. La ATP, que puede consistir en múltiples trenes de impulsos, sólo se realizará
una vez dentro de un episodio.
3. El número máximo de descargas por episodio es de ocho.1
En relación con la función de registro y almacenamiento de episodios, el
DAI almacena todos los episodios arrítmicos e informa sobre la fecha, duración,
terapia que logró la terminación de la taquicardia, intervalos R-R de los episodios
y electrogramas de los mismos. Esto permite analizar el episodio y la reprogra-
mación posterior del dispositivo si fuera preciso.10
Por último, el DAI cumple otras funciones. A través del programador se
puede estimular el corazón o administrar choques para comprobar la eficacia del
dispositivo. Algunos tienen la función alerta, que son una serie de alarmas pro-
gramables que suenan ante ciertas anomalías o situaciones clínicas, lo que hace
que el paciente consulte al especialista de arritmias para su valoración. Mediante
la colocación de un imán sobre el generador se puede desactivar el funciona-
miento del DAI si es necesario. La respuesta del imán varía según las casas co-
merciales y, en general, la función antibradicardia, no se modifica.8
Indicaciones actuales
• Niveles de evidencia:
– Nivel de evidencia A (NE:A): Resultados derivados de múltiples estudios clí-
nicos aleatorizados o metaanálisis.
– Nivel de evidencia B (NE:B): Resultados derivados de un único estudio clínico
aleatorizado o de estudios no aleatorizados.
– Nivel de evidencia C (NE:C): Sólo hay consenso en la opinión de los expertos,
estudio de casos o el tratamiento de referencia.12
Clase I (indicado):
– Supervivientes de parada cardiaca por FV/TV tras excluir causas reversibles
(NE:A).
– TV hemodinámicamente estable o no en pacientes con patología estructural
(NE:B).
– Síncope de origen indeterminado con FV o TV hemodinámicamente significa-
tiva en el estudio electrofisiológico –EEF– (NE:B).
– Pacientes con fracción de eyección (FE) ≤ 35% debido a IAM de más de 40 dias
con NHYA II o III (NE:A).
– Pacientes con miocardiopatía no isquémica y FE ≤ 35% con NHYA I o III
(NE:B).
– Pacientes con FE ≤ 30% debido a IAM de más de 40 dias con NHYA I (NE:A).
– Pacientes con taquicardia ventricular no sostenida TVNS por IM previo, FE
≤ 40% y FV/TV inducible en el EEF (NE:B).
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3497 MANUAL ENFERMERIA capitol11 ok5:3497 MANUAL ENFERMERIA capitol11 ok5 21/04/10 9:31 Página 198
TEMA 20
Introducción
El objeto de estudio presenta múltiples cuestiones, entre las cuales están pre-
sentes la edad del paciente, la enfermedad y los factores psicológicos de cada uno.
La tecnología del DAI se renueva constantemente. Si los profesionales hace-
mos el esfuerzo de actualizarnos en el manejo técnico del dispositivo, a la hora de
renovarlo, conseguiremos trasmitirle tranquilidad y seguridad al paciente y no
provocarle cambios en los aspectos psicológico y social, con lo que mejoraremos
su calidad de vida.4
Los nuevos dispositivos por control remoto favorecerán en un futuro inme-
diato una mejor calidad de vida para el paciente cardiovascular.4,5 Lamentable-
mente, no se pueden modificar los parámetros a distancia, ya que las leyes actuales
lo prohíben. Por tanto, tendremos que ayudar al paciente a que tenga confianza
plena en el equipo de la unidad de arritmias que le atiende.
La calidad de vida no está reñida con el hecho de ser responsable. Por su-
puesto, el portador de un DAI debe asumir la responsabilidad de asistir al hospital,
no puede olvidarse del dispositivo que lleva implantado y debe realizar sus con-
troles periódicos.
2. Una mujer de 88 años. Es el tercer DAI que lleva. La paciente tiene cierta calidad
de vida, pero le cuestan trabajo los desplazamientos al hospital. El DAI ya le ha
sacado de varios apuros. Le hemos recambiado el DAI por uno con monitori-
zación remota, con lo que la paciente no tiene que desplazarse a las consultas.
3. No obstante, no siempre somos capaces de cumplir nuestro objetivo de ayudar
a una mayor calidad de vida del paciente portador de DAI, ya que hay casos como
el de un varón de 25 años que venía con su madre muy angustiada, porque se es-
taba haciendo una prótesis que le recubriera el DAI para hacer snowboard, ¿le
dejamos practicar este deporte? Creemos firmemente que no debe, pero es un
joven impetuoso y prefiere que le quiten el DAI y morir a no practicar su hobby.
Estos dibujos tan gráficos que nos hizo el dibujante del hospital, nos muestran que:
Conclusión
Bibliografía
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conducción), del Real Decreto 772/1997, de 30 de mayo. Sigue vigente tras el nuevo Real Decreto
818/2009, de 8 de mayo, por el que se aprueba el Reglamento General de Conductores. Disponible
en (1): http://usuarios.iponet.es/europa/rgc/rgc_anexo4.html Disponible en (2): www.derecho.
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TEMA 20
Introducción
Cuestionario de enfermería
Conclusiones
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12 Implante quirúrgico de un
desfibrilador automático implantable
TEMA 21
Introducción
207
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Material
Al ser dispositivos que requieren una técnica estéril para su colocación, nos en-
contraremos en un laboratorio de electrofisiología o en un quirófano con sopor-
te radiológico, que cumpla con los requisitos reflejados en la directiva europea
(Euratom),3 además se dispondrá de aparataje específico en estas salas de:
– Monitorización ECG de 12 derivaciones.
– Estimulador eléctrico.
– Pulsioximetría transcutánea.
– Esfingomanómetro automático.
– Desfibrilador.
– Bisturí eléctrico.
– Programador del dispositivo.
Necesitaremos montar una mesa quirúrgica en la que prepararemos (figura 1):
– Equipo de paños y sábanas estériles.
– Cazoletas para suero y betadine.
– Caja de Instrumental quirúrgico.
– Bisturí eléctrico.
– Cables de medición de parámetros.
– Compresas y gasas estériles
– Suturas.
– Material para vendaje compresivo.
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Recursos personales
En el implante de un DAI contaremos con:
– Cardiólogo intervencionista o cirujano cardiaco.
– Es recomendable contar con un anestesista por controlar la sedación en pacien-
tes con riesgo de inestabilidad hemodinámica.
Desde la perspectiva enfermera, en un implante de DAI debemos contar en la
sala con personal formado en su implante, tanto desde el punto de vista quirúrgico
como técnico, y especializado en el implante de dispositivos antibradicardia y an-
titaquicardia, así como en situaciones de parada cardiorrespiratoria.3
Sería necesario contar con:
– 2 DUE (una para el campo quirúrgico y la otra para mediciones y manejo del
material del DAI). Formación: Experiencia en una unidad de Arritmias y Elec-
trofisiología Cardiaca durante al menos 6 meses.
– 1 auxiliar de enfermería, como apoyo al montaje del campo quirúrgico y prepa-
ración del paciente.
Es normal que en el implante de los DAI contemos frecuentemente con un técnico
de la casa comercial del aparato, para la realización de los ajustes de las terapias.
gales comunes al realizar esta punción. Vigilar signos de saturación baja relacio-
nados con posibles neumotórax provocados al realizar punción para canalización
de subclavia. También se puede usar como abordaje venoso la vena cefálica, lo
cuál disminuye el riesgo que conlleva la punción, pero requiere una curva de
mayor aprendizaje por parte del operador.
que es una técnica más compleja y dolorosa, sin embargo tiene la ventaja de una
mejor cobertura para este tipo de dispositivos. Control del dolor al realizar esta
parte. Vigilancia del sangrado de la zona.
Diagnóstico de enfermería: Dolor agudo.
NIC: Manejo del dolor (1400), administración de analgésicos (2210), adminis-
tración de anestesia (2840), manejo de la sedación (2260).
NOC: Autocontrol de la ansiedad (1402), nivel de dolor (2102).
* Altas impedancias.
B. Cardiocirculatorias
B.1. Parada cardiorrespiratoria (PCR). La actuación ante una parada cardiaca y
posterior reanimación cardiopulmonar (RCP), tanto básica como avanzada,
en un paciente portador de DAI debe de ser la misma que la de un paciente
sin el dispositivo; es aconsejable desactivar el DAI con un imán, para evitar
que genere descargas a las personas que realizan la RCP.9
Diagnóstico de enfermería:
– Disminución del gasto cardiaco (00029).
NIC:
– Actuación ante shock cardiaco (4254).
– Cuidados cardiacos durante el episodio agudo (4044).
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NOC:
– Efectividad de la bomba cardiaca (0401).
– Estado respiratorio ventilación (0403).
B.3. Arritmias:
B.3.1. Fibrilación ventricular mal tolerada.
Cardioversión externa.10
Diagnóstico de enfermería:
– Disminución del gasto cardíaco (00029).
NIC:
– Cuidados cardiacos durante el episodio agudo (4044).
– Actuación ante shock cardiaco (4254).
– Administración de fármacos intravenosos (2314).
– Actuación ante disrritmias (4090).
NOC:
– Efectividad de la bomba cardiaca (0401).
B.3.2. Fibrilación ventricular bien tolerada.4
NIC:
– Prevención de shock (4260).
– Cuidados cardiacos (4040), ECG 12 derivaciones, programar detección.
– Administración de fármacos intravenosos (2314).
– Actuación ante disrritmias (4090).
NOC:
– Efectividad de la bomba cardiaca (0401).
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C. Hemodinámicas
C.1. Hemorragia/hematoma. No está claro cuál es la estrategia de coagulación más
segura y eficaz. Existen dos estrategias fundamentales:11
C.1.1. Realización de un puente de anticoagulación con heparina Na+ o hepa-
rina BPM para la intervención quirúrgica en las mejores condiciones.
Está demostrado que, aún procediendo con estricta monitorización,
el riesgo de hematoma es elevado y conlleva aumento de la estancia
hospitalaria.
C.1.2. La utilización de ACO con márgenes de INR entre 1,5 y 2,5 está demos-
trando ser una estrategia más segura, con una disminución en el riesgo
de hemorragia o hematoma, así como disminución de la estancia hos-
pitalaria con respecto a la terapia heparinoide.
Diagnóstico de enfermería:
– Riesgo de déficit de volumen de líquidos (00028).
NIC:
– Precauciones con hemorragias (4010).
– Disminución de hemorragia (4020).
– Disminución de hemorragia en heridas (4028).
NOC:
– Estado coagulación (0409).
C.2. Taponamiento cardiaco. Acúmulo de colección líquida en saco pericárdico,
ocasionado por la perforación del electrodo que origina un aumento de la pre-
sión intracardiaca, lo que origina, a su vez, una alteración en el llenado de ca-
vidades en diástole y disminución severa del gasto cardiaco y presión arterial
que genera un cuadro severamente comprometido con shock cardiogénico.
Diagnóstico de enfermería:
– Disminución del gasto cardíaco (00029).
NIC:
– Cuidados circulatorios en dispositivos de asistencia mecánica (4064).
NOC:
– Efectividad de la bomba cardiaca (0400).
C.3. Tromboembolismo pulmonar. Taponamiento de arterias pulmonares originado
por émbolo procedente del caudal venoso.
Diagnóstico de enfermería:
– Perfusión tisular inefectiva (00024).
NIC:
– Precauciones contra el embolismo (4110).
– Cuidados en el embolismo pulmonar (4106).
NOC:
– Estado de la coagulación (0409).
– Estado circulatorio (0401).
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D. Electromecánicas12
D.1. Fallo en la estimulación por disfunción del electrodo, migración o erosión,
fractura, fallo de conexión y/o aislante del conector, fallo del sensado.
E. Traumáticas
Relacionadas con las vías de acceso:13
E.2. La disección de la vena cefálica no es una técnica segura al 100%, requiere cierto
manejo y destreza quirúrgica, por el contrario tiene una ausencia de grandes
complicaciones, no provoca subclavian crush syndrome, precisa una guía de
punción y como complicación más importante podemos considerar la fractura
del electrodo a largo plazo en un 12% en subclavia y un 4% en vena cefálica.
Diagnóstico de enfermería:
– Riesgo de lesión (00035).
NIC:
– Cuidados del catéter central insertado periféricamente (4220).
– Cuidados circulatorios en dispositivos de asistencia mecánica (4064).
NOC:
– Detección del riesgo (1908).
– Estado respiratorio ventilación (0403).
F. Psicológicas
Los pacientes pueden sufrir desajustes psicológicos y sociales propios de la
enfermedad y el proceso, entre los que podemos incluir el síndrome psiquiátrico.
Dentro de los descritos, destacaremos ansiedad con reacciones de pánico/temor,
depresión y dependencia. Interfiere de forma notable el nivel sociocultural del in-
dividuo; los individuos con bajo nivel sociocultural e intelectual pueden generar
estados de hiperalerta, psicosis de dependencia con menor tolerancia y aceptación
del proceso, por el contrario. individuos con un alto nivel sociocultural e intelec-
tual pueden desarrollar situaciones de hipervigilancia e hipocondría, por lo que
la tolerancia y aceptación del proceso difiere en este grupo.
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Diagnóstico de enfermería:
– Temor (00148).
– Afrontamiento inefectivo (00069).
– Deterioro de adaptación (00070).
NIC:
– Reducción de la ansiedad (5820).
NOC:
– Conocimiento del proceso terapéutico (1814).
– Autocontrol ansiedad (1402).
– Control del miedo (1404).
G. Farmacológicas
H. Mortalidad
Atendiendo al orden de publicación de estudios, estadísticas, bibliografías y
trabajos realizados y acreditados de la última década recogidos por la World Heart
Federation (WHF), tiene una incidencia media entre 0,7 y 3,8%, habiéndose re-
ducido casi un 8% en el último lustro, gracias a la superespecialización de los re-
cursos humanos, acompañada de la innovación tecnológica.
Diagnóstico de enfermería:
– Disposición para mejorar el afrontamiento (00158).
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Primeras recomendaciones
Terminado el implante, y antes de trasladar al paciente a su cama o camilla,
es importante comunicarle la importancia que tiene la inmovilidad del brazo ip-
solateral al dispositivo, así como mantener reposo en cama y en decúbito supino
durante aproximadamente 24 horas, para evitar el desplazamiento del electrodo
y el sangrado post-quirúrgico.
Bibliografía
1. González Rebollo JM, Hernández Madrid A, Moro Serrano C. El desfibrilador automático im-
plantable. Monocardio. 2004;6(1):26-40. Disponible en: www.castellanacardio.com/web/archivos/
Monocardio_0401_04.pdf Consulta: 25 marzo 2010.
3497 MANUAL ENFERMERIA capitol12 ok5:3497 MANUAL ENFERMERIA capitol12 ok5 21/04/10 9:41 Página 222
Introducción
223
3497 MANUAL ENFERMERIA capitol13 ok5:3497 MANUAL ENFERMERIA capitol13 ok5 21/04/10 12:42 Página 224
La consulta
Lo ideal es que la consulta cuente con los medios necesarios para poder aten-
der a un paciente cardiológico complejo.2
En cuanto a recursos materiales:
– Camilla.
– Electrocardiógrafo.
– Programadores actualizados de las distintas marcas.
– Sistemas y material para monitorización.
– Acceso rápido a material de RCP.
– Imán.
– Equipo informático.
– Teléfono.
En cuanto a recursos humanos, integraran el equipo multidisciplinar:
– Cardiólogo arritmólogo.
– Enfermera/o especializada o entrenada para ello.
– Asesoramiento por parte del técnico de cada marca.
Calendario de revisiones
– Revisión previa al alta.
– Primera revisión ambulatoria.
– Revisiones posteriores.
Normalmente, realizamos la primera revisión antes de dar de alta al paciente,
a las 24–48 horas del implante, para verificar el correcto funcionamiento del sis-
tema, mediante valoración del dispositivo con el programador correspondiente, y
comprobamos el estado de los electrodos, que complementamos con visualización
de radiografía de tórax, para descartar dislocación precoz de los mismos. Asegu-
ramos la correcta programación del dispositivo, atendiendo a las indicaciones del
cardiólogo al respecto. Revisamos la zona de la herida quirúrgica. Informamos a
paciente y familia, y entregamos información escrita, así como registro de la pro-
gramación del DAI y cita para siguiente revisión. Le indicamos los trámites a se-
guir para obtener el carné de portador del dispositivo.
La primera revisión tras el alta del paciente solemos realizarla pasadas unas
6–8 semanas del implante.
Las revisiones posteriores, por regla general, las realizamos cada 6 meses.
Este calendario de revisiones puede sufrir modificaciones según la situación
clínica del paciente, es decir, si el paciente sufre eventos arrítmicos frecuentes, o
el DAI está próximo al indicador de reemplazo, los periodos entre revisiones se
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Valoración del estado del paciente, evaluación eléctrica y herramientas diagnósticas 225
La entrevista
Valoración del estado del paciente, evaluación eléctrica y herramientas diagnósticas 227
miedo a los choques o incluso a una malfunción del DAI, que le pueda llevar a la
muerte, lo que genera una conducta de excesiva dependencia familiar con temor
a quedarse solo. La familia también puede desarrollar conductas de sobreprotec-
ción hacia el paciente y ansiedad por la posibilidad de que, ante la aparición de
un evento arrítmico, no sepa actuar de manera adecuada.4
La exploración física
En la valoración del paciente la exploración física será un complemento de la
entrevista. Con la exploración intentamos determinar la respuesta de la persona
al proceso de la enfermedad, confirmando datos subjetivos obtenidos durante la
entrevista y detectando cambios físicos con respecto a la revisión previa.3
Antes de proceder a la exploración física debemos proporcionar al paciente
un ambiente de intimidad, le explicaremos en qué consiste y le pediremos que se
tumbe en la camilla de la consulta de seguimiento. Podemos realizar un examen
físico por sistemas corporales o por patrones funcionales de salud. De cualquier
modo debemos efectuarlo de forma completa, favoreciendo el diálogo con el pa-
ciente para disminuir su ansiedad. En la exploración a los pacientes portadores
de DAI prestaremos especial atención a detectar problemas, reales o potenciales,
relacionados con los aspectos siguientes:5
– La bolsa del DAI. Buscaremos la presencia de hematomas; signos de infección
como dolor, aumento de la temperatura de la zona, inflamación; signos de decú-
bito como adherencias de la piel al DAI, hendiduras en los tejidos circundantes,
así como presencia de manchas o erosiones en la piel de la zona del implante.
– Grado de movilidad del hombro ipsilateral al DAI. Valoraremos si existe impo-
tencia funcional. Preguntaremos al paciente desde cuando lo nota y si lo rela-
ciona con el implante del DAI. A veces, en pacientes con implantes recientes, el
miedo a provocar disfunción del DAI o dislocación de los electrodos les lleva a
mantener una inmovilidad prolongada lo que origina dolor local y dificultad
para la movilidad que llega a requerir tratamiento rehabilitador.
– Estado de la circulación en hemitórax del DAI, miembro ipsilateral y cuello, de-
tectando signos de ocupación de vena cava o subclavia, como edemas, desarrollo
de circulación colateral o dilataciones venosas.
– Presencia de signos de retención de líquidos, como edemas en miembros infe-
riores, presencia de ruidos respiratorios, intolerancia al decúbito en la camilla.
Este aspecto es especialmente relevante en pacientes portadores de DAI resin-
cronizadores.
– Cambios en el peso del paciente, sobre todo en aumentos llamativos.
Evaluación eléctrica
Valoración del estado del paciente, evaluación eléctrica y herramientas diagnósticas 229
Valoración del estado del paciente, evaluación eléctrica y herramientas diagnósticas 231
son bastante amplios, algunas marcas los consideran entre 200 y 2000 ⍀, aunque
sobre todo tendremos que estar alerta si se producen variaciones bruscas de la
medida entre un seguimiento y otro.
Hoy día, también podemos obtener medida de la impedancia del circuito de
alta energía (de choque eléctrico) de forma automática e inapreciable, es decir,
sin que el paciente tenga que recibir un choque para poder evidenciar la impe-
dancia. Los márgenes de normalidad son igualmente amplios, algunas marcas lo
estiman entre 20 y 200 ⍀, aunque si supera los 70 ⍀ tendremos que estar alerta
ante un posible deterioro del circuito.
Al igual que en los marcapasos, una disminución en los valores de la impedan-
cia nos hará sospechar un deterioro en el aislante del electrodo y un aumento en
la impedancia un deterioro del conductor o una mala conexión con el generador.
La mayoría de los dispositivos que se implantan en la actualidad, realizan la
medición de forma periódica automáticamente y podemos contar en los segui-
mientos con gráficos que muestran las tendencias de estas medidas a lo largo del
tiempo, asegurándonos la estabilidad de las mismas (figura 4).
Valoración del estado del paciente, evaluación eléctrica y herramientas diagnósticas 233
Contadores
En ellos se registran numéricamente eventos estimulados y detectados, así
como los episodios arrítmicos, recogidos en contadores de episodios o contadores
de terapias suministradas (figura 6).
Histogramas
Los histogramas muestran gráficamente el porcentaje de eventos estimulados
y detectados de cada cámara. Nos informan sobre la distribución de las frecuen-
cias cardiacas desde el último seguimiento (figura 7).
Historial de episodios
Recogen electrogramas de las arritmias. El registro de los episodios incluye
la siguiente información: El electrograma (EGM) e intervalos R-R, permitiéndonos
diagnosticar el tipo de arritmia que pone en marcha el mecanismo de detección y
terapia del DAI (figura 8).
Valoración del estado del paciente, evaluación eléctrica y herramientas diagnósticas 235
ritmo regular, con un salto brusco de frecuencia y ésta mantiene un ritmo regular
siendo su morfología distinta a la del ritmo basal, nos haría pensar en una taqui-
cardia ventricular. Si además, el dispositivo tiene un electrodo auricular, la exis-
tencia de disociación VA confirmaría el diagnóstico de taquicardia ventricular.1,7
La capacidad de almacenar electrogramas de los distintos eventos es limitada,
una vez que la memoria está llena, en algunos dispositivos la información del úl-
timo episodio detectado sobrescribe la información de los episodios más antiguos,
y en otros intenta priorizar, guardando los episodios de mayor relevancia, elimi-
nando el más antiguo de los de menor trascendencia.
Algunos dispositivos tienen la capacidad de recoger episodios activados por
el propio paciente (MAP), almacenando electrogramas, durante un episodio sin-
tomático colocando un imán sobre el dispositivo.
Tendencias
Proporcionan una representación gráfica (figura 9) procedente tanto de los
datos del paciente desde su implante, como del dispositivo, mencionado en el ca-
pítulo de la evaluación eléctrica. Es útil a la hora de evaluar el estado del paciente
y la eficacia de los parámetros programados.
Algunos dispositivos nos dan una valiosa información en los pacientes con in-
suficiencia cardiaca, son los desfibriladores tricamerales o de resincronización
cardiaca. En éstos nos ayudarán unos gráficos más específicos que, dependiendo
del tipo de dispositivos, recogerán unos datos u otros. Aunque serán tratados más
extensamente en el capítulo sobre resincronizadores, cabe mencionar:
– “La huella VFC”: Gráfico que representa una “instantánea” de la distribución
de la variabilidad en función de la frecuencia cardiaca, desde el último segui-
miento. Cuanto mayor sea la variabilidad de la frecuencia, la huella será más
ancha y se considerará un predictor de la mejoría clínica del paciente.
– “Cardiac Compass”: Informe gráfico que proporciona una visión general ba-
sada en las siguientes mediciones: variabilidad de la frecuencia cardiaca, ac-
tividad general del paciente, frecuencia ventricular media diurna y nocturna,
porcentaje de estimulación auricular y ventricular, frecuencia ventricular du-
rante TA o FA, tiempo total en TA o FA, número de TNS diarios. Este informe
puede ser de utilidad para correlacionar los cambios en la clínica del paciente
con las modificaciones en los parámetros programados y en el tratamiento
farmacológico.7
– “Optivol”: Es un gráfico sobre el índice de fluido, que utiliza la diferencia de la
impedancia intratorácica para predecir la sobrecarga hídrica del paciente.
El dispositivo puede tener programado una alerta sonora; cuando el índice
sobrepasa lo establecido, esto hará que el paciente se ponga en contacto con la
consulta para una revisión.
Los métodos diagnósticos expuestos tienen aún muchas limitaciones, lo que
hace deseable el perfeccionamiento y el desarrollo de nuevos criterios.8
Valoración del estado del paciente, evaluación eléctrica y herramientas diagnósticas 237
Bibliografía
TEMA 23
• La infección de la bolsa es una complicación que puede llegar a ser grave y re-
querir la explantación completa de todo el sistema. Es importante hacer un
diagnóstico temprano de los síntomas, tanto locales (eritema, dolor, infla-
mación, fluctuación, exudado purulento…), como generales (fiebre, leucoci-
tosis…).
• En otras ocasiones, podemos encontrarnos hematomas que no tienen síntomas
de infección. En estos casos, es importante evitar las punciones pues se podría
favorecer la infección. Hay veces que, bien por la técnica de colocación o bien
por las características propias del paciente, el dispositivo daña los tejidos y se
produce una extrusión del mismo. En estos casos, si no hay evidencia de infec-
ción, basta con realizar una limpieza quirúrgica de la bolsa.
• Hay pacientes a los que, en los primeros meses tras el implante, se le edematiza
el miembro superior del lado del implante. Esto es debido a trombosis de la vena
subclavia y suele resolverse en un plazo medio con la formación de nuevas co-
laterales.
• La dislocación de electrodos suele producirse en las primeras semanas posim-
plante. Por eso es importante una primera revisión al alta del paciente y la se-
gunda revisión a los quince días o bien al mes después del implante. Se
diagnostica por el aumento o incluso la pérdida de umbral, la disminución o
ausencia de la detección y variaciones importantes en la impedancia de estimu-
lación. Los fallos de conexión del tornillo con el electrodo, dan electrogramas
con ruido por sobredetección de señales, además de impedancias de estimula-
ción altas (> 2000 ohmios).
• Las fracturas de electrodo, suelen ser complicaciones de aparición más tardía
y mucho más frecuentes en portadores jóvenes. El diagnóstico en muchas oca-
siones es por descargas espurias, debidas a la sobredetección del dispositivo.
En otras ocasiones se manifiestan por episodios almacenados y catalogados
de arritmias no sostenidas, que un análisis profundo de los electrogramas (si
los hay) o bien de las longitudes de ciclo anormalmente cortas (110-180 ms),
nos desvelan, junto con la gráfica de impedancias, la rotura del electrodo
(figuras 1-2).
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• Con los actuales dispositivos que entregan la energía con ondas bifásicas de cho-
que y que, además, permiten modificar la configuración de los vectores de des-
polarización, es poco frecuente encontrarnos con umbrales de desfibrilación
elevados. Sin embargo, es una complicación muy grave que puede acarrear graves
consecuencias para el paciente. El diagnóstico se efectúa en la sala de implantes
en el caso de que se hagan umbrales de desfibrilación, que es cada vez menos
frecuente en los laboratorios de electrofisiología. En el seguimiento, la única po-
sibilidad de diagnóstico nos la ofrecen los electrogramas almacenados (figura 3).
Cada día son más las unidades de seguimiento de dispositivos que, en nuestro
país, están llevadas por profesionales de enfermería. Cuidar un desfibrilador im-
plantado es, por extensión, cuidar de un paciente. La exhaustiva formación y la
puesta al día en todos los aspectos relacionados con el funcionamiento de los dis-
positivos, así como el conocimiento de los diferentes procesos patológicos ligados
a los portadores de desfibriladores, es una exigencia en los requisitos que deben
cumplir los profesionales que se han de dedicar a la atención de estos pacientes.
Identificar los síntomas relacionados con las complicaciones descritas anterior-
mente, el conocimiento de lo que son las disfunciones del dispositivo o, por el con-
trario, el funcionamiento correcto, son cuidados que inciden directamente en los
pacientes. Educar en el autocuidado del dispositivo, las restricciones en el modo
de vida que conlleva su cardiopatía y el hecho de portar un desfibrilador, el control
de los factores de riesgo cardiovascular y la detección de problemas relacionados
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tanto con el desfibrilador como con su enfermedad, son funciones que correspon-
den al profesional de enfermería dedicado al seguimiento de pacientes con desfi-
brilador.
Bibliografía
1. Swerdlow CD, Friedman PA. Advanced ICD Troubleshooting. Part I. Pacing Clin Electrophysiol.
2005; 28(12): 1322-1346. Swerdlow CD, Friedman PA. Advanced ICD Troubleshooting. Part II.
Pacing Clin Electrophysiol. 2006;29(1):70-96.
2. Álvarez M, Tercedor L, Almansa I, Algarra M. Seguimiento de los pacientes portadores de des-
fibrilador automático implantable. Rev Esp Cardiol. 2008;8(Supl A): 22-30. Disponible en:
www.revespcardiol.org/cardio/ctl_servlet?_f=40&ident=13113867 Consulta: 9 abril 2010.
3. Peinado Peinado R, González Torrecilla E, Ormaetxe Merodio J, Álvarez López M. Indicacio-
nes, implante y seguimiento del desfibrilador automático implantable. En Pérez-Villacastín J
(coord.). Arritmias: Manejo práctico. Madrid: Acción Médica; 2007: 437-439.
3497 MANUAL ENFERMERIA capitol14 ok5:3497 MANUAL ENFERMERIA capitol14 ok5 21/04/10 10:06 Página 245
TEMA 24
Introducción
245
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Resulta apropiado determinar los pasos que enfermería debe seguir a la hora
de valorar la herida del bolsillo quirúrgico. El personal de enfermería debe estar
informado de las posibles complicaciones o incidencias que hayan podido suceder
durante el implante del dispositivo. En este sentido, existen distintos factores que
pueden orientarnos en la valoración de la herida quirúrgica (tabla 2).
Revisión, valoración y seguimiento de heridas posimplante quirúrgico de un dispositivo de estimulación cardiaca 247
Recomendaciones
Se informará al paciente de que deberá ponerse en contacto con la consulta
de seguimiento de marcapasos o, en su defecto, con el servicio de urgencias más
próximo a su vivienda, cuando:
a) Presente fiebre (temperatura superior a 37°C).
b) Sufra dolor intenso en zona de marcapasos.
c) Observe supuración y/o sangrado activo de la herida quirúrgica.
d) Aumento tamaño hematoma en zona del bolsillo del marcapasos.
Protocolo a seguir
Revisión, valoración y seguimiento de heridas posimplante quirúrgico de un dispositivo de estimulación cardiaca 249
Es muy importante informar al paciente del proceso normal del apósito, mos-
trándole con imágenes la evolución y cambios de coloración que sufre durante los
primeros 10 días. Con ello evitaremos sobresaltos y preocupación innecesaria del
paciente. El paciente no deberá tapar el apósito cuando realice su higiene diaria,
es impermeable y puede mojarse sin ningún tipo de problema. Es frecuente ob-
servar cambios en la coloración del apósito a las pocas horas de su colocación;
éstos no son motivo para reemplazarlo o retirarlo. En caso de fuga o exudado ob-
servado al alta, se recomendará al paciente personarse en la consulta de segui-
miento para proceder al cambio de éste.
Protocolo a seguir
Una buena entrevista, con las preguntas adecuadas (tabla 3), nos puede ayudar
a la hora de detectar posibles complicaciones posimplante.
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Hematoma
Es una complicación muy común en el periodo posimplante del dispositivo
(figura 1). Si el paciente tiene un alto riesgo de sangrado, tras la implantación del
dispositivo, hay evidencia que la asociación de crioterapia y compresión reduce
la aparición de hematoma.3,4 Suelen formarse por varias razones:
1. Por rasgado de la fascia del músculo pectoral; sobretodo en pacientes de edad
avanzada es fácil disecarla.
2. Por sangrado de algunas de las arterias que recorren el músculo.
3. Por sangrado retrógrado desde el punto de entrada del catéter en la vena.
4. Por sangrado por tratamiento antiagregante y/o anticoagulante.
Revisión, valoración y seguimiento de heridas posimplante quirúrgico de un dispositivo de estimulación cardiaca 251
Infección
¿Qué signos o síntomas debemos observar?
La infección del sistema de marcapasos es una complicación grave e incluso
letal.5 En caso de enrojecimiento de la piel en la zona del bolsillo, debemos sospe-
char, siempre, de una posible infección.
Debemos preguntar al paciente si ha presentado alguno de los siguientes sín-
tomas:
– Fiebre.
– Escalofríos.
– Supuración en la zona del bolsillo.
– Dolor.
Debemos avisar al médico responsable del cambio producido en la piel del
paciente. Él tomará las medidas oportunas, que pueden ser de solicitar analítica
general y cultivos para ver el estado del paciente, administración de antibióticos
y seguimiento más intensivo para poder valorar la evolución de la infección.
3497 MANUAL ENFERMERIA capitol14 ok5:3497 MANUAL ENFERMERIA capitol14 ok5 21/04/10 10:06 Página 252
Granuloma
Es un tipo de respuesta inflamatoria celular crónica que se caracteriza por pe-
queños acúmulos de 1 a 2 mm de macrófagos o histiocitos modificados, rodeados
por una capa de células mononucleares principalmente linfocitos.
Dependerá del tiempo de evolución y de la adherencia al dispositivo o elec-
trodo para que se realice un tratamiento u otro; aunque siempre es quirúrgico de
retirada del granuloma y limpieza de la zona, en algunos casos se debe realizar la
explantación del dispositivo y la colocación en otra zona de un nuevo dispositivo
con electrodo nuevo si ha habido extrusión del generador o cable.6
Revisión, valoración y seguimiento de heridas posimplante quirúrgico de un dispositivo de estimulación cardiaca 253
Dolor
El dolor nos da mucha información sobre posibles problemáticas del implante
y el bolsillo quirúrgico. El dolor puede ser signo de infección de la herida, nor-
malmente puede venir acompañado de signos evidentes de infección en la herida,
como enrojecimiento e inflamación.
Puede ser que en la intervención se haya tocado alguna terminación nerviosa,
y también que la colocación muy próxima a la clavícula o a la axila provoque dolor
y sea motivo para recolocación o consulta a la clínica del dolor, para su trata-
miento.
Bibliografía
1. García Urra F. Seguimiento de los pacientes portadores de marcapasos definitivos. En: García
Urra F, Porres Aracama JM (eds.). Práctica clínica en electrofisiología, marcapasos definitivo
y desfibrilador automático. 2.ª edición. San Sebastián: Edición de los autores (Imprenta Cere-
gui); 2005: 175-188.
2. López Rodríguez R, Rodríguez Framil M, Hermida Ameijeiras A, Lado Lado FL. Endocarditis
del marcapasos. An Med Interna (Madrid). 2006; 23(4):187-192. Disponible en: http://scielo.
isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0212-1992006000400011&lng=en&nrm=iso&tlng
=es Consulta: 12 abril 2010.
3. Molinero Ochoa A, Puertas Calvero M, Gallardo Barrancos O, Julià Serra C. Uso de la criotera-
pia tras la implantación de marcapasos. Enferm Cardiol. 2006;Año XIII(38):44-46. Disponible
en: www.enfermeriaencardiologia.com/revista/3807.pdf Consulta: 12 abril 2010.
4. Silvestre García J, Aguado García JM, García Guerrero JJ. Infecciones en el sistema de marca-
pasos. Extracción de electrodos. Estimulación permanente por vía femoral. Rev Esp Cardiol.
2007;7(Supl G):145-156. Disponible en: www.revespcardiol.org/cardio/ctl_servlet?_f=
40&ident=13110810 Consulta: 12 abril 2010.
5. Aguado Ventas C, Mateos Corchero MD. Utilidad del vendaje compresivo en la prevención de
hematomas post-implante de marcapasos. Enferm Cardiol. 2004;Año XI(32-33):54-57. Dispo-
nible en: www.enfermeriaencardiologia.com/revista/3308.pdf Consulta: 12 abril 2010.
6. Joven Maried J, Villabona Artero C, Julià Cerdá G, González-Huix Lladó F (eds). Diccionario
de Medicina. 3.ª edición. Barcelona: Editorial Marín; 1987.
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15 Monitorización domiciliaria
TEMA 25
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empleo de la MD, con lo que supone este hecho de freno para la implantación
real. Por otra parte, esta situación otorga mayor sentido a la promoción de siste-
mas de formación en MD a los que este capítulo pretende colaborar dentro de sus
posibilidades.
Desarrollaré, a continuación, algunos aspectos relacionados con la MD que se
han considerado en diferentes foros de relevancia en la implantación de una con-
sulta de seguimiento remoto.
Aspectos legales
de triaje para diferenciar las trasmisiones que no implican más actuación que la
confirmación de la normalidad y aquellas de las que pueden derivarse un cambio
de tratamiento. Para poder realizar esta tarea, es imprescindible contar con un
protocolo de análisis estricto, elaborado por el equipo de cardiología, aceptado
por enfermería y conocido por la dirección del centro, de modo que aquellas tras-
misiones que se ciñan al mismo correspondan a evoluciones dentro de la norma-
lidad. Para el resto debe estar protocolizado un sistema ágil de revisión por parte
del equipo médico. En algunos centros se realiza un protocolo de acreditación,
mediante un curso teórico-práctico, reconociendo de forma oficial la capacidad
de la enfermera para realizar esta labor. Todo este proceso debe quedar recogido
en la historia clínica del paciente.
MD como sistema para realizar todas las revisiones programadas (tipo 3).
En este caso no se utilizan las RP. Se programan las trasmisiones rutinarias
de MD con cadencia adaptada a cada paciente, habitualmente entre 2 y 4 meses.
En este modelo es especialmente importante una correcta programación de las
alertas automáticas que, según modelos, activarán trasmisiones automáticas o
avisos sonoros. El paciente sería citado a RP si se reciben eventos significativos
que así lo requieran.
Podrían beneficiarse de este modelo de revisión remota aquellos pacientes a
los que se les ha indicado el implante por prevención primaria, permanecen sin
eventos significativos y pueden realizar controles con un cardiólogo clínico, espe-
cialmente en aquellas personas sin enfermedad estructural cardiaca macroscópica
como síndrome de Brugada o QT largo aislados.13 La mayor parte de los pacientes
portadores de marcapasos cardiaco podrían seguir este tipo de revisión.
Es evidente que utilizando el tipo de consulta de MD que consideremos más
apropiada para cada paciente, deberemos implementar una estructura de trabajo
que nos permita ser extremadamente ágiles, pudiendo ofrecer sin demora una con-
sulta clínica adelantada, telefónica o presencial, una RP, acceso al servicio de urgen-
cias o indicar un ingreso hospitalario. Los retrasos por limitaciones asistenciales en
la prestación de estas opciones afectarán, de forma especial, a la fiabilidad de la MD.
Es fácil deducir de estos tipos de consulta, que el tipo 1 no produce ahorro
económico alguno, gravando además la carga asistencial del equipo de segui-
miento, siendo su objetivo principal el incremento en la seguridad del paciente.
El tipo 2 sí puede contribuir algo a la descarga de trabajo de la unidad, pero se
centra mayormente en la comodidad del paciente y supone un ahorro económico,
dependiendo del grado de alternancia de las consultas de MD y RP y de la distan-
cia desde la vivienda del paciente al hospital. El tipo 3 proporciona, sin duda, una
descarga asistencial, mantiene la mejora en la calidad de vida del paciente, dis-
minuyendo los costes sanitarios (tabla 2).
En una consulta de pacientes portadores de sistemas de alta energía, el porcen-
taje de pacientes susceptibles de ser incluidos en el tipo 3 es escaso, pero la situación
se invierte en una consulta de marcapasos, en la que mayoritariamente los pacientes
pueden ser incluidos en este tipo 3 de seguimiento. Existen muy pocos datos de se-
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Tabla 3. Parámetros que pueden ser registrados por los dispositivos de estimu-
lación y que siendo accesibles desde MD condicionan la frecuencia de RP. Los
específicos se refieren mayoritariamente a dispositivos de alta energía.
Generales Específicos Convenientes
Voltaje de batería Parámetros hemodinámicos Control de captura
Test de umbrales Electrogramas basales Control de detección
Test de detecciones Alertas automáticas Cambio de polaridad
Características completas de Tratamientos de arritmias Cambio de modo
programación ventriculares
Porcentajes de estimulación Electrogramas de arritmias Contadores de frecuencia
Impedancia de electrodos Registros de alertas Arritmias auriculares
Tareas de enfermería en la MD
Alteraciones eléctricas
– Estado de la batería.
– Estabilidad de la resistencia de los electrodos.
– Estabilidad en el test automático de umbral por cada cámara estimulada.
– Estabilidad en el test automático de detección de cada cámara estimulada.
– Porcentaje de estimulación por patologías
Arritmias
– Presencia de arritmias ventriculares sostenidas especialmente aquellas que han precisado
tratamiento eléctrico por el dispositivo.
– Presencia de fibrilación auricular de nueva aparición.
– Porcentaje de tratamiento de resincronización cardiaca.
Monitorización de insuficiencia cardiaca
– Disminución de actividad física menor de 2 horas al día.
– Variabilidad menor de 50 mseg. en pacientes en ritmo propio auricular.
– Datos de congestión pulmonar.
Actualmente nos planteamos una revisión anual mínima por parte del equipo
médico de cada paciente, especialmente de aquéllos que en todas las revisiones
de MD enfermería no ha detectado alteración alguna.
4. Registro de revisiones
El equipo de enfermería envía a la historia clínica en formato papel los resú-
menes de las correcciones. En todos los casos queda recogido el contacto con el
paciente y, en caso de que así sea, se registra la actuación de enfermería.
Siempre que se trasmite algún cambio de actuación clínica se recoge simultá-
neamente en un registro informático independiente de consulta de enfermería,
quedando constancia de la labor realizada y su contenido.
En nuestro centro contamos con un sistema de historia digital mediante el
cual se puede acceder como una actividad específica dentro de la información de
cada paciente a sus revisiones domiciliarias, pudiendo revisar un contenido ge-
nérico del paciente, el resumen de la corrección de cada trasmisión con las modi-
ficaciones correspondientes o el documento completo de cada trasmisión en
formato PDF. Este archivo puede consultarse por el equipo de guardia durante las
24 horas y se hace extensivo a los centros dependientes de nuestro hospital a los
que pueda acudir un paciente incluido en la consulta de MD.
Ahorro de tiempo
Con este grupo se evaluó en los primeros 100 pacientes el tiempo utilizado para
realizar el seguimiento durante un periodo de un año, comparándolos con otros
100 que se mantenían en un sistema exclusivo de RP. Se documentó que el tiempo
en MD era 3 veces inferior al utilizado en las RP, con alta significación estadística.
Por otra parte, el número de revisiones presenciales del grupo incluido en MD fue
claramente menor, pero a costa de un incremento importante de las revisiones do-
miciliarias. En este primer grupo, el porcentaje de pacientes con revisiones de los
tipo I y II era mayoritario y casi ausente el tipo III. No debemos olvidar tampoco
que, al tratarse del comienzo de la actividad en nuestro medio, la curva de apren-
dizaje puede haber jugado un papel relevante en estos datos (figura 2).
Otros aspectos de la MD
Reflexiones finales
Bibliografía
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16 Interferencias electromagnéticas
TEMA 26
Introducción
267
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1. Cardioversión eléctrica/desfibrilación
La desfibrilación externa conlleva tal cantidad de energía que su proximidad
al MP puede ocasionar daños en el generador y en el miocardio (quemadura mio-
cárdica en el punto de contacto del electrodo distal). La desfibrilación interna con-
lleva una menor cantidad de energía, por lo que no produce daño a la función del
MP y no suele interferir en su funcionamiento.
Los MP están protegidos de las corrientes producidas en la cardioversión/des-
fibrilación por un diodo de Zenner (regula electrónicamente el voltaje entrante)
que permite al MP resistir una descarga de hasta 400 wats/seg., a una distancia
de al menos 10 cm. del MP o electrodo. Sin embargo, altas energías, sobre todo
en unidades unipolares, pueden causar daños en el generador y en el corazón.
La mayoría de las disfunciones, tras la cardioversión/desfibrilación, han ocu-
rrido en sistemas de sensado unipolar y en generadores implantados en la zona
pectoral derecha.
Riesgos:
– Cambio de modo (el más frecuente).
– Fallo permanente en la función del MP, tanto en modo unipolar o bipolar.
– Desplazamiento del electrodo.
– Aumento de los umbrales de estimulación agudos y crónicos.
– Infrasensado temporal.
– Reprogramación a los parámetros típicos de función o nominales: “Reset”.
– Fibrilación ventricular.
Normas de prevención:
– Usar palas en posición anteroposterior. Si no es posible, utilizar las palas precor-
diales en posición perpendicular a la línea de marcapaso-punta del electrodo. En
ambos casos, las palas deben colocarse a una distancia mínima de 10 cm. del ge-
nerador-electrodo, para evitar daño miocárdico. En los MP bicamerales hay que
guiarse por el electrodo ventricular. Nunca hay que aplicar las palas sobre el MP.
– Usar la energía de desfibrilación/cardioversión más baja posible.
– Determinar el grado de dependencia del MP.
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2. Electrocauterio–bisturí eléctrico
Esta técnica utiliza alto voltaje, corriente de baja energía y radiofrecuencia
alta, para conseguir cortar tejidos orgánicos y la hemostasia de dichos tejidos. La
hemostasia se consigue en sistema bipolar, siendo útil para coagular zonas pe-
queñas. Pero la incisión de los tejidos precisa, en sistema unipolar, más energía y
penetra en todo el cuerpo del paciente. Su utilización puede ocasionar cualquier
tipo de respuesta en el MP. La interferencia puede ser interpretada, como un im-
pulso cardiaco (inhibición inapropiada) o como un ruido (cambio de modo).
Posibles riesgos:
– Inhibición temporal del MP de uno o varios latidos (es el riesgo más común).
– Fallo permanente en la función del MP. Inhibición total.
– “Reset” del MP (modo de reversión por ruido, modo “fall-back”).
– Incremento de la frecuencia en MP con biosensores de cristal piezoeléctrico.
Puede afectar al sensado mono o bipolar.
– Conducción a través del electrodo. Aumento de umbrales y daño al miocardio
(infarto de miocardio).
– Daños en la circuitería y fallos de captura.
– Fibrilación auricular o ventricular.
Normas de prevención:
– En el preoperatorio:
- Determinar, antes de la intervención, si el paciente es no marcapasos-depen-
diente.
- Desactivar el sensor y la detección de las terapias.
- Puede programarse el MP en modo VOO. No utilizar la aplicación del imán
sobre el MP.
- Programar la detección en bipolar.
– En la intervención:
- Monitorización de la presión de pulso. Si no es posible, utilizar monitoriza-
ción ECG, aunque ésta puede ser distorsionada por el electrocauterio.
- Tener disponible un marcapasos externo transcutáneo, un desfibrilador y el
programador adecuado del MP.
- Si se utiliza cauterio monopolar, utilizar el electrodo de masa, con suficiente
pasta conductora, en la extremidad inferior o lo más alejada posible del MP.
- Si es posible, utilizar el electrocauterio en sistema bipolar.
- Evitar que el cuerpo del paciente esté en contacto con ningún dispositivo eléc-
trico.
- Utilizar el electrobisturí de forma intermitente, usando ráfagas breves y con
la potencia lo más baja posible.
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3. Ablación eléctrica
Inicialmente se utilizó corriente alterna que dañaba los MP tanto como la des-
fibrilación externa. En la actualidad se utiliza radiofrecuencia.
Posibles riesgos:
– Aumento transitorio de los umbrales de estimulación.
– Cambios transitorios de la sensibilidad.
– Inhibición o infradetección, ciclos irregulares.
Normas de prevención:
– Monitorización durante la ablación.
– Análisis de las funciones y parámetros del MP antes y después de la técnica.
– Tener disponible en la sala el programador específico y/o un imán.
– Durante la emisión de corriente de radiofrecuencia, en ocasiones es preciso co-
locar el imán sobre el generador, para obtener un modo asíncrono fijo.
– Reprogramación de las funciones alteradas en el generador.
– Programación de mayor voltaje de salida y/o anchura de estimulación durante
3 meses.
4. Radiación terapéutica9-13
El uso de la radiación como técnica diagnóstica no tiene efectos sobre los MP,
pero los niveles terapéuticos pueden producir alteraciones. Los MP actuales po-
seen en sus circuitos integrados semiconductores de óxido de metal complemen-
tariamente (CMOS), siendo estos más sensibles a los niveles bajos de radiación
que los componentes separados de los generadores antiguos. Los efectos sobre los
MP pueden ser temporales o permanentes y dependen:
a) del tipo de radiación;
b) de la dosis total;
c) del tipo de dispositivo;
d) de las características de su fabricación, y
e) de la distancia entre el MP y el campo de radiación.
El daño está en relación con la dosis de radiación acumulada, siendo indife-
rente aplicar la misma dosis en una única sesión que de forma fraccionada.
Las disfunciones transitorias por la utilización del acelerador lineal son pro-
ducidas por las IEM y no tienen trascendencia.
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Riesgos. Los daños y el efecto producido son impredecibles, pero pueden ser:
– Desprogramación, reprogramación espontánea.
– Fallo en el sensado y en la estimulación.
– Aumento de umbral.
– Desbocamiento (“Run away”).
– Fallo de salida.
– Respuesta anormal al imán.
Normas de prevención:
– Evitar la irradiación directa sobre el generador. Si no es posible, se ubicará el
MP en el otro hemitórax.
– Proteger el generador durante la radiación.
– Monitorización ECG durante las sesiones. Analizar el MP antes y después de
cada sesión.
– Recambiar el generador si se observa cualquier fallo, aunque este sea transitorio.
La observación de disfunciones transitorias es precursora de alteraciones más
serias y permanentes.
Riesgos:
– Consecuencia del campo magnético estático y variable:
- Estimulación asíncrona.
- Inhibición transitoria del interruptor de láminas del generador.
- Desplazamiento del generador por tracción mecánica sobre los materiales fe-
rromagnéticos (en los dispositivos antiguos ya que poseen mayor material fe-
rroso).
- Activación permanente del modo “imán” en caso de sensores tipo “Reed”.
- Alteración en los circuitos electrónicos del generador.
- Calor.
– Consecuencia de la radiofrecuencia:
- Inhibición temporal o total del MP.
- Estimulación del MP a la misma frecuencia del periodo de pulso de la radio-
frecuencia.
- En los MP bicamerales y los programados con detección monopolar se puede
superar la frecuencia límite superior de protección y ocasionar desbocamiento
del MP.
- Disfunción transitoria del interruptor de láminas.
- Detección de falsas taquicardias.
- Reset del MP. Reprogramación a parámetros de “ruido”.
- Inducción de corrientes elevadas y calentamiento de los electrodos: Altos um-
brales y daño del tejido.
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Normas de prevención:
1. La resonancia magnética nuclear (RMN) con campos magnéticos potentes debe
ser evitada en todos los pacientes con MP, ante las complicaciones tan impor-
tantes que se pueden producir.
2. El personal que trabaje en el hospital no debe acercarse a menos de 9 metros.
3. Si es imprescindible la realización de la RMN:
– Interrogar antes y después el dispositivo.
– Desactivar el MP y la detección de arritmias.
– En paciente no marcapaso-dependiente: programar el MP en VOO/DOO y
voltaje de salida subumbral.
– En paciente marcapaso-dependiente: Utilizar potencias bajas de energía, cor-
tes únicos, baja resolución y frecuencia de absorción baja.
– Consentimiento informado del paciente.
Se han llevado a cabo estudios para determinar las complicaciones de la RMN.
En dos estudios realizados –uno con una población de 13 pacientes con un mismo
modelo de generador y una energía de 2,0 T, y otro con 18 pacientes portadores de
DAI y energía de 1,5 T–, y no se han presentado complicaciones en ninguno de ellos.
7. Litotricia14
Las ondas electromagnéticas y mecánicas que genera este procedimiento pue-
den alterar el funcionamiento del MP. El MP está sometido a doble interferencia:
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8. Diatermia
Este procedimiento utiliza alta frecuencia aplicada a los tejidos produciendo
calor. Puede ser fuente de interferencias.
Riesgos:
– Por las señales de alta frecuencia su utilización puede afectar a los MP y a la
zona donde esté ubicado el generador. Puede inhibir la unidad o dañarla.
– Por el calor:
- Si se aplica cerca del generador puede alterar el circuito de forma permanente.
- Calentamiento de la carcasa metálica del generador, llegando a producir que-
madura en la piel adyacente.
Normas de prevención:
– La onda corta o diatermia está contraindicada en pacientes portadores de MP.
9. Electroshock
En esta terapia eléctrica, sólo una mínima cantidad de electricidad llega al co-
razón debido a la alta resistencia de los tejidos corporales. No se daña el marca-
pasos, es una técnica segura para sus componentes.
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Bibliografía
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17 Taller
TEMA 27
Casos prácticos
M. ª M ERCEDES R ODRÍGUEZ M ORALES
Introducción
279
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280 Taller
Figura 1. Registro obtenido desde el programador de uno de los episodios de bloqueo AV.
282 Taller
Figura 3. Trazado en tiempo real que muestra derivación II, EGM auricular y derivación I; por el
canal de marcas e EGM intracavitario auricular9 podemos ver que se encuentra en fibrilación
auricular.
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Tras ser valorado por el cardiólogo, éste indicó inicio de anticoagulación oral,
planificó y se le realizó cardioversión eléctrica.
284 Taller
Figura 7. A la izquierda, programación del dispositivo en modo VVI a 60 lpm, y a la derecha por
los contadores de eventos comprobamos que la estimulación ventricular es del 100% y en el
histograma de frecuencias está permanentemente la frecuencia fija. Este modelo no dispone de
adaptador de frecuencia.
286 Taller
Figura 10. Informe inicial desde el programador: a la izquierda en observaciones podemos leer
posible acumulo de líquido, umbral Optivol superado en curso y en el gráfico de la derecha el índice
Optivol de líquido intrapulmonar se encuentra elevado.16
Figura 12. ECG del paciente que se encuentra en fibrilación auricular, vemos espículas que
aparecen irregularmente y no producen despolarización ventricular (fallos de captura) e infrade-
tección auricular.
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288 Taller
Figura 13. A la izquierda los datos diagnósticos nos informan de sospecha de infradetección
auricular y detección de arritmia auricular y a la derecha las medidas nos informan del valor
de impedancia normal, umbral de estimulación ventricular muy elevado y no sensa ade-
cuadamente aurícula ni ventrículo.
Figura 14. En este trazado apreciamos fallos de captura ventricular intermitente, después de
algunos estímulos del marcapasos no hay evidencia de despolarización ventricular.
290 Taller
Figura 19. Registro con programación AAIR tras aumentar la sensibilidad auricular y desactivar el
ajuste automático de la sensibilidad.
Figura 20. ECG basal que muestra espículas que aparecen irregularmente, observamos
infradetección auricular, algunas ondas P no son detectadas por el dispositivo y. por tanto. estimula
a la frecuencia mínima programada.
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Figura 22. Tira de ritmo en derivación II con programación nominal DDD 60-120, en él
observamos infradetección auricular, algunas ondas P no se detectan y se acompaña de fallo de
captura auricular funcional al caer el estímulo auricular dentro del periodo refractario.
292 Taller
Figura 24. Interrogación inicial desde el programador: a la izquierda informa de una alerta y
recomienda comprobación del electrodo auricular; a la derecha las medidas de los datos de los
electrodos informan que la impedancia del cable auricular en la revisión actual es superior a 2000
ohm, no sensa la actividad auricular y al medir umbral de estimulación, no conseguimos estimular
la aurícula con máxima salida en voltaje y duración del impulso.
Figura 25.A. Rx postimplante. Figura 25.B. Rx dos meses después del implante.
Figura 26.A. Rx de tórax posimplante. Figura 26.B. Rx de tórax dos meses después.
Figura 27. Trazado de ritmo continúo que muestra fallos de sensado ventricular.
294 Taller
Figura 28. Pantalla resumen del estado del sistema y análisis del cable
desde el programador, que nos informa de dos alertas por impedancia del
cable ventricular < 200 ohm y autocaptura ventricular en modo de alta
energía. La polaridad de la estimulación es monopolar en ambas
cámaras y la detección bipolar.
296 Taller
Caso 19. Paciente portadora de marcapasos bicameral por bloqueo AV. Acude
a revisión rutinaria anual tres años después del implante y al interrogar el dis-
positivo obtenemos los siguientes gráficos (figura 30):
Figura 30. Informe de interrogación inicial que muestra incremento gradual del umbral de
captura ventricular y de la impedancia del cable ventricular hasta 3904 ohmios; la captura
ventricular autoajustable ha programado la salida en 5v y 1ms. La polaridad de la
estimulación es monopolar en ambas cámaras y la detección bipolar.
Figura 32 (A, B y C). Fotografías del electrodo explantado en las que se aprecia rotura del aislante
y conductor y calcificación en la punta del electrodo
Caso 20. Paciente con marcapasos bicameral desde el año 2000. Revisión en
junio de 2008 “sin revisiones desde hace 4 años” acude por mayor fatiga-can-
sancio. ECG del paciente (figura 33):
Figura 33. ECG basal que muestra disociación AV y estimulación ventricular a 50 lpm.
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298 Taller
Figura 36. Tendencia de los umbrales de captura e impedancia de los electrodos a largo plazo,
obtenida de forma automática desde el programador, observamos arriba incremento del
umbral de captura ventricular después del procedimiento de ablación y abajo podemos ver que
meses después se mantiene el incremento del umbral.
300 Taller
Bibliografía