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CESTA TICKET Universidad de Los Andes
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A los efectos de esta consulta legal, ante ese órgano competente, y dentro del
campo legal que rige la materia en cuestión, se interpreta que la jornada de
trabajo es aquella en la cual el trabajador cumple un horario preestablecido por el
patrono y que aquel acepta cumplir como tal así se prevé en el artículo 90 de la
nuestra Carta Magna, que a la letra dice: “La jornada de trabajo diurna no
excederá de ocho horas diarias ni de cuarenta y cuatro horas semanales. En los
casos en que la ley lo permita, la jornada de trabajo nocturna no excederá de siete
horas diarias ni de treinta y cinco semanales. Ningún patrono o patrona podrá
obligar a los trabajadores o trabajadoras a laborar horas extraordinarias. Se
propenderá a la progresiva disminución de la jornada de trabajo dentro del interés
social y del ámbito que se determine y se dispondrá lo conveniente para la mejor
utilización del tiempo libre en beneficio del desarrollo físico, espiritual y cultural
de los trabajadores y trabajadoras.
Para fundamentar mi opinión, hago uso del artículo 189 de la Ley Orgánica del
Trabajo el cual define con precisión jurídica que se entiende por jornada de
trabajo; es así como en el citado artículo en su primer parágrafo se lee: “Se
entiende por jornada de trabajo el tiempo durante el cual el trabajador está a
disposición del patrono y no puede disponer libremente de su actividad y de sus
movimientos”. Los trabajadores del Sector Salud de la Universidad de Los Andes
cumplen con esta premisa, tal como se evidencia en los reportes diarios de control
de personal que lleva cada dependencia Universitaria. Pero, además, ciudadano
Dr. Francisco Javier López Soto la segunda parte del mencionado artículo 189,
precisa a partir de que momento el trabajador está a disposición del patrono, tal
como se lee a continuación: “Se considera que el trabajador está a disposición del
patrono desde el momento en que llega al lugar donde deba efectuar su trabajo, o
donde deba recibir ordenes o instrucciones respecto al trabajo que se ha de
efectuar en cada día, hasta que pueda disponer libremente de su tiempo y de su
actividad.” Esta segunda premisa la cumplen toda rigurosidad los trabajadores del
Sector Salud al servicio de la Universidad de Los Andes y al servicio de otras
instituciones del Ministerio de Salud y Desarrollo Social en el Estado Mérida.
Ciudadano Dr. Francisco Javier López Soto, los trabajadores y las trabajadoras
del Sector Salud que prestan sus servicios en la Universidad de Los andes y en
otras Instituciones de Salud del estado Mérida, dan cabal y estricto cumplimiento a
cada jornada de trabajo convenida con el patrono con el fin de dar cumplimiento
a la relación de trabajo.
Así las cosas, el beneficio que otorga la Ley Programa de Alimentación para los
Trabajadores, es indivisible al no permitir este beneficio prorrateo alguno, ya que
se trata de una comida balanceada, tal como lo define el articulo 2º que transcribo
a continuación, para los efectos legales pertinentes, el primer aparte en forma
taxativa señala:“
A los efectos del cumplimiento de esta Ley, los empleadores del sector público y del
sector privado que tengan a su cargo veinte (20) o más trabajadores, otorgarán el
beneficio de una comida balanceada durante la jornada de trabajo”, ahora bien
que se entiende por una comida balanceada, el parágrafo primero del artículo 2
ejusdem define sin corta pisas esta situación: “Se entenderá por comida
balanceada aquella que reúna las condiciones calóricas y de calidad, tomando
como referencia las recomendaciones y criterios establecidos por el órgano
competente en materia de nutrición”. Así las cosas, si un trabajador o trabajador
cumple con jornada diaria de ocho (8) o seis (6) horas, o medio tiempo, por no
distinguir la ley obtendrá el mismo beneficio, es mi opinión, basado en el principio
que no debemos distinguir donde la ley no lo hace.
La naturaleza jurídica de esta ley está inserta en el artículo 1º que dice: “Esta Ley
tiene por objeto regular el beneficio de alimentación para proteger y mejorar el
estado nutricional de los trabajadores, a fin de fortalecer su salud, prevenir las
enfermedades ocupacionales y propender a una mayor productividad laboral.” En
este sentido el agotamiento físico que produce una jornada de trabajo de medio
tiempo, bien sea este de tres(3) o cuatro (4) horas acordadas entre las partes,
empleador (patrono) y trabajador (empleado) al trabajador que cumpla con una
jornada inferior por ejemplo de siete (7) o seis (6) horas o medio tiempo de cuatro
(4) será compensado de acuerdo a lo previsto en la Ley Programa de Alimentación
para los Trabajadores, en iguales condiciones que el trabajador que labora una
jornada de trabajo superior, así lo contempla el espíritu, propósito y razón del
legislador expresasen la ley in comento.
Finalmente la Universidad de Los Andes, tampoco paga este beneficio al personal
contratado ahora bien en nuestra legislación laboral que diferencia el personal
contratado del personal fijo, creemos que ninguna por cuanto uno como el otro
cumplen con una jornada de trabajo, acordada entre las partes, empleador-
contratado y/o personal fijo, el personal contratado cumple la jornada de trabajo
en las mismas condiciones que el personal fijo, por que el trabajador o
trabajadora sea de la Universidad de Los Andes o de cualquier otra institución del
sector público o privado esta en la obligación de dar cumplimiento con esa jornada
de trabajo ya definida, ya establecida; lo tanto que ese beneficio no puede ser
conculcado, ya que al hacerlo se estarían violando principios de carácter de
constitucional previsto en nuestra Ley de Leyes, tales como: Discriminación y
Derechos Laborales, previsto en él articulo 89 en sus numerales 1, 2, 4 y 5 que a
continuación señalo: “El trabajo es un hecho social y gozará de la protección del
Estado. La ley dispondrá lo necesario para mejorar las condiciones materiales,
morales e intelectuales de los trabajadores y trabajadoras. Para el cumplimiento
de esta obligación del Estado se establecen los siguientes principios:
1. Ninguna ley podrá establecer disposiciones que alteren la intangibilidad y
progresividad de los derechos y beneficios laborales. En las relaciones laborales
prevalece la realidad sobre las formas o apariencias.
4. Se prohíbe todo tipo de discriminación por razones de política, edad, raza, sexo
o credo o por cualquier otra condición.”
Cuando la labor ordenada no sea, a juicio del trabajador, de las que está obligado
a ejecutar, deberá cumplirla, siempre que no sea manifiestamente improcedente y
no ponga en peligro al propio trabajador o a la actividad de la empresa,
establecimiento o explotación del patrono, consignando ante éste o su
representante su no conformidad, sin que el haber cumplido la orden implique su
aceptación de las modificaciones de las condiciones de trabajo, si fuere el caso.
LOT Artículo 71. El contrato de trabajo escrito se extenderá en dos (2) ejemplares,
uno de los cuales se entregará al trabajador, y contendrá las especificaciones
siguientes:
d) La obra o la labor que deba realizarse, cuando se contrate para una obra
determinada;
Por su parte el Artículo 148. De nuestra Carta Magna establece: “Nadie podrá
desempeñar a la vez más de un destino público remunerado, a menos que se trate
de cargos académicos, accidentales, asistenciales o docentes que determine la ley.
La aceptación de un segundo destino que no sea de los exceptuados en este artículo,
implica la renuncia del primero, salvo cuando se trate de suplentes, mientras no
reemplacen definitivamente al principal.
Nadie podrá disfrutar más de una jubilación o pensión, salvo los casos
expresamente determinados en la ley”.