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Universidad Francisco Marroquín

Facultad de Derecho
Sistemas Jurídicos Contemporáneos
Licda. María Isabel Carrascosa Coll

Informe de lectura
Mixed Legal Systems... And the Myth of Pure Laws

Héctor René Turcios Montenegro 20200098


Diana Mayerly Vásquez Cabrera 20200462
Diego Alejandro Toledo Urrutia 20200306
Carlos Joaquín Salazar Herrera 20200213
Daniel Enrique Juárez Díaz 20200481
Sección A

Guatemala, 17 de junio del 2020


I. Introducción

Previo a ahondar en el presente informe de la lectura titulada “Mixed Legal Systems... and the
Myth of Pure Laws” concerniente al jurista Vernon Valentine Palmer, es pertinente definir aquello
a lo que se refiere como sistemas legales mixtos. Por tanto, Consuelo Sirvent Gutiérrez, mediante
su texto “Los Sistemas Jurídicos Mixtos” redactado para la Universidad Autónoma de México
(UNAM), expone que después de la Ilustración surge el Estado contemporáneo y las pretensiones
de hacer efectiva la democracia. Aparece entonces el racimo de derechos fundamentales del
hombre […] dando origen a sistemas políticos puros: la monarquía constitucional, la república, el
sistema presidencial y el sistema parlamentario; sistemas que se han combinado y que se han
influenciado recíprocamente […] todos ellos acompañados de sus respectivos derechos, los que
van empapados no sólo del credo democrático laico, sino de convicciones ideológicas, filosóficas
y religiosas. De este entre cruce de elementos surgen los sistemas jurídicos mixtos (Sirvent, 2003).

A. Un enfoque fáctico de los sistemas mixtos

Palmer cuestiona la necesidad de plantear el debate sobre la constitución de un sistema jurídico


mixto puesto que considera poco probable conocer las causas del mismo; por ende, el académico
establece que se puede verificar la factualmente la existencia de dicho sistema. Hooker, citado por
Palmer establece que “el pluralismo jurídico se refiere a la situación en qué dos o más leyes
interactúan.” Por tanto, se entiende que la presencia dentro de un único sistema legal de leyes,
métodos, técnicas o instituciones extraídas de otra tradición o sistema extranjero es suficiente para
constituir un sistema jurídico mixto. Por otra parte, la ausencia de leyes, métodos o instituciones
extraídas de un diferente tradición jurídica sugeriría que el sistema es "puro" en lugar de mixto.

B. Dominio de los sistemas mixtos

Palmer expone mediante su texto que la primera implicación derivada del enfoque fáctico,
abordado con anterioridad, es que vivimos en un mundo predominantemente mixto y plural. De
igual forma menciona que los sistemas jurídicos mixtos son omnipresentes, por lo cual estos no
deben considerarse extraños o anómalos; siendo estos superiores en número a los sistemas puros
puesto que se utilizan en algunas de las áreas más pobladas del planeta. Según la Universidad de
Ottawa, se da una clasificación de seis sistemas jurídicos (derecho civil, musulmán, talmúdico, el
derecho consuetudinario y los sistemas jurídicos mixtos; siendo estos noventa y dos sistemas
contra cuarenta y dos de derecho común).

Palmer señala que todos los sistemas legales del mundo pueden llegar a describirse como
mezclas diversificadas de varios ingredientes: pueden incluir leyes ctónicas, costumbres indígenas,
costumbres exógenas, leyes religiosas; aunado a comerciantes de leyes, derecho, derecho civil
romano, derecho consuetudinario y diversos estatutos y códigos (Palmer 2007). Por último, se
menciona que el enfoque fáctico de la clasificación es útil como en contraste con los supuestos
normativos y prescriptivos que subyacen a nuestra forma tradicional de clasificar los sistemas.
C. El mito de las leyes puras

Palmer tiende a tratar a las denominadas leyes puras directamente como un mito diciendo que
los comparatistas constantemente generan una especie de ilusión que da a entender que existe tal
cosa como los sistemas "puros" de derecho consuetudinario, derecho civil o de cualquier tipo. Cabe
mencionar que el eurocentrismo puede influir enormemente en esta concepción. Palmer denomina
a este tipo de ilusión como una simplificación excesiva que busca ignorar la realidad. El académico
en cuestión critica fuertemente este aspecto y determina que se hace uso del derecho privado como
un sustituto para juzgar sistemas jurídicos. (Palmer, 2007).

D. Un vistazo a Inglaterra y la Unión Europea

El autor expone la argumentación que se acrecienta cada vez más con relación a que el derecho
consuetudinario inglés ya es un sistema mixto; además, hoy en día los abogados ingleses parecen
estas más inclinados a reconocer la mezcla en cuestión. Hector MacQueen, citado por Valentine
Palmer, establece que El derecho inglés se ha transformado en los dos últimos siglos. Él cita el
declive de la doctrina de la contraprestación en el contrato y la legislación que abolió el principio
de privacidad con el fin de traer la ley inglesa en consonancia con otras jurisdicciones de la Unión
Europea. Esto en concordancia con las palabras de David Ibbetson, que expresa que "el derecho
común de obligaciones surgió de la mezcla de ideas nativas y un sofisticado aprendizaje romano”.

E. Sistemas mixtos como modelos y paradigmas.

Reconocer que la hibridación es un hecho universal sin duda requieren que revisemos algunas
de las actitudes y prejuicios recibidos acerca de los sistemas mixtos, en particular las actitudes
sobre los "clásicos" jurisdicciones como Luisiana, Escocia, Sudáfrica, Quebec, Puerto Rico y así
sucesivamente (Palmer, 2007). Un esquema de clasificación útil debería comenzar con el papel
central de los sistemas mixto como punto de partida. Eso sería necesario para obligarnos a
abandonar la presunción de que los sistemas legales "puros" son de alguna manera privilegiados o
preferidos, que algunas mezclas son superiores a otras mezclas, o que la utilidad de los sistemas
mixtos radica en la lecciones o conocimientos incidentales que puedan tener para sus padres.

F. Un pedigrí antiguo

Lo descrito con anterioridad lleva a Palmer a un último punto, establecer que los sistemas
jurídicos mixtos han estado entre nosotros desde la antigüedad, generado en condiciones de mayor
contacto social, comercio y comunicación entre pueblos. “La incubación de estos sistemas dentro
de los imperios sugiere que la mezcla es inevitable. Expone brevemente las raíces que surgen desde
el Imperio Romano, el Imperio Otomano y los imperios coloniales del siglos XVI al XIX. Palmer
los define como “empresas supranacionales del pasado” que sugieren que los sistemas mixtos de
hoy son parte de un patrón histórico mucho más amplio (Palmer, 2007). Dicho esto, es momento
de ahondar en lo que concierne a la historia detrás del desarrollo de los sistemas jurídicos mixtos.
II. Una visión histórica sobre los sistemas jurídicos mixtos

Un factor de suma importancia a considerar en la discusión sobre los sistemas jurídicos mixtos
y que Palmer toca muy oportunamente es la historia de este tipo de sistemas que, como ya se
comentó, constituyen una parte primordial de los sistemas jurídicos en el mundo. Palmer inicia
este apartado indicando que los sistemas jurídicos mixtos han existido desde la antigüedad, y han
generado condiciones de comercio y comunicación entre personas (Palmer, 2007). Entre los
contextos más importantes en los que se generaron estos sistemas se encuentran: a. el Imperio
Romano; b. el Imperio Otomano; c. el colonialismo europeo y d. El nacimiento de jurisdicciones
mixtas “clásicas. Cada uno de estos será descrito sucintamente a continuación:

A. El Imperio Romano

El derecho romano en sus inicios tuvo ciertos rasgos de nacionalismo, y de tener una
concepción rígida del derecho en general. Esto se puede ver manifestado en cómo funcionaba el
Ius Civile en contraposición al Ius Gentium. El Ius Civile era el derecho que comprendía la
actuación de los ciudadanos romanos en el mundo jurídico, y el Ius Gentium era el referente a todo
aquel que no fuera romano pero que sostuviese algún tipo de negocio con Roma. A partir de esto
es claro que existía una exclusividad (aunque fuere parcial) para el ejercicio de derechos por parte
de los cives romanos. Sin embargo, esto cambió drásticamente a medida que Roma se iba
expandiendo, y ya en tiempos de un Imperio consolidado, esta dicotomía del derecho había
cambiado de manera inconmensurable. Al respecto, Palmer (2007) comenta: “El imperio
transformó la ley de los romanos a un sistema mixto, al mismo tiempo creó una serie de sistemas
del mismo índole dentro de las propias provincias de Roma”. (p. 1212). Palmer continúa indicando
que este cambió sucedió por dos razones principalmente: a. la gran cantidad de tribus que fueron
conquistadas cuasi-simultáneamente por Roma y b. el respeto que Roma tuvo por las leyes
personales (leyes pertenecientes a estas tribus). El autor comenta que más adelante, hasta después
de la caída del Imperio de Occidente, nunca cesó esta mezcla de sistemas jurídicos entre las leyes
de Roma y las leyes personales de los pueblos. (Palmer, 2007).

B. El Imperio Otomano

Otro imperio sobre el cual es posible discutir los sistemas jurídicos mixtos es el Imperio
Otomano. Fundado en 1299, fue desde sus inicios un sistema jurídico plural. Los primeros
monarcas otomanos lidiaron con los extranjeros de manera parecida a los romanos, toda vez que
aplicaron un modelo personal para la aplicación de la ley. De esta manera fue que resultó posible
la convivencia entre estas “leyes personales” y la Ley Islámica. Es hasta finales del siglo XIX que
se puede considerar que el carácter híbrido del derecho otomano fue completamente establecido.
Ulterior a esto, con la creación del Estado de Turquía, se adoptó un sistema jurídico con tendencias
predominantemente civilistas, pero siempre conservó un sistema mixto en virtud de la composición
de las leyes en sus diferentes provincias (Palmer, 2007).
C. Colonialismo europeo

El colonialismo europeo constituye indubitablemente una fuerte influencia en lo que hoy se


conoce como sistema jurídico mixto. Los imperios más importantes de Europa irradiaron en gran
parte los sistemas jurídicos de Europa a regiones de Asia o África, quienes ya tenían sistemas
indígenas establecidos. En la mayoría de los casos pasaba una de dos cosas: a. las leyes locales
eran suprimidas por completo y sustituidas por las de la metrópoli, o b. se mantenía siempre y
cuando no interfiriera con la esfera política. Cabe notar que un factor que ayudó a que los sistemas
jurídicos mixtos prevaleciesen en la Europa colonialista fue que cada metrópoli reconocía y
mantenía el estatuto personal de las personas indígenas que habitaban allí. Esto dio lugar a que se
desarrollaran muchos sistemas híbridos, que tomaban rasgos de la influencia de las tradiciones
jurídicas más fuertes en ese lugar. Palmer lo expone como sistemas “guionados” (hyphenated)
como el Anglo-Hindú o el Anglo-Budista, etc. (Palmer, 2007)

D. El nacimiento de Jurisdicciones Mixtas “Clásicas”

Aunado a lo que se ha discutido previamente, se ha de tomar en cuenta que las jurisdicciones


mixtas clásicas hacen referencia a los sistemas en los que el derecho privado es una mezcla entre
el derecho civilista y el common law. Estos sistemas, en su mayoría, surgieron en la época expuesta
en el inciso anterior; y como en su momento se comentó, en estos sistemas también existió un
respeto al principio del estatuto personal. El autor comenta que estos se forman en un proceso que
consta de dos partes: a. la afirmación del derecho a la ley personal de los súbditos y b. el cálculo
costo-beneficio del soberano colonial. Unos de los principales pretextos de estos sistemas son las
afirmaciones de preservar el propio lenguaje, religión, experiencia histórica y las leyes y
costumbres. (Palmer, 2007)

III. Conclusiones:

a) El proceso detrás de los sistemas mixtos está en constante cambio y progreso; hasta día de
hoy es posible corroborar que ninguno de estos sistemas es “estático”.

b) Un acercamiento factual al concepto de Sistemas Jurídicos Mixtos demuestra que este tipo
de sistemas no son la excepción sino la regla.

c) La Unión Europea es un claro ejemplo de esta paulatina progresión a un Sistema Jurídico


más diverso y con una convergencia por parte de las influencias de distintas tradiciones
jurídicas en un lugar.

d) A pesar de este constante desarrollo y progreso, por lo general, siempre se respeta el apego
al derecho privado propio, conservando sus aspectos humanísticos y culturales.
IV. Bibliografía

Sirvent, C. (2003). Los sistemas jurídicos mixtos. Sistemas Jurídicos Contemporáneos, Revista de
Derecho, Universidad Autónoma de México (UNAM). 4ta ed., Edi. Porrúa. Recuperado
de: http://www.revistas.unam.mx/index.php/rfdm/article/download/61680/54323

Palmer, V. (2007). Mixed Legal Systems... and the Myth of Pure Laws. 67 La. L. Rev.

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