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LAS POBLACIONES AFRODESCENDIENTES UNA CADENA DE ABANDONO

ESTATAL Y DISCRIMINACIÓN

Es innegable la obligación del Estado Colombiano para establecer el


reconocimiento y la inclusión de la etnia afrodescendiente en diferentes contextos.
Por lo tanto, el modelo político que define a nuestra nación es la de un estado
social de derecho.
Desde la perspectiva de Will Kymlicka, el Estado reconoce formalmente su
posición frente a la diversidad a través de los derechos diferenciados en función
de grupo.El principal objetivo de estos derechos es corregir la vulnerabilidad de las
culturas minoritarias frente a las decisiones de las mayorías, por lo que se exige
un tratamiento diferencial para acomodar las necesidades sentidas
particularmente por estos grupos excluidos. Estos derechos incluyen lo
relacionado con la autonomía territorial, el derecho al veto, las reivindicaciones
territoriales y los derechos lingüísticos.
La Ley 70 de 1993 define las Comunidades negras como el conjunto de familias
de ascendencia afrocolombiana que poseen una cultura propia, comparten una
historia y tienen sus propias tradiciones y costumbres dentro de la relación campo
- poblado, que revelan y conservan conciencia de identidad que las distinguen de
otros grupos étnicos.
Por consiguiente, la realidad que se evidencia en el país es otra, partiendo que la
raza negra es discriminada en todos los ámbitos, no se habla de equidad y de
igualdad de oportunidades, ya que la etnia afrocolombiana esta sujeta a un nivel
de discriminación muy alto.
Es oportuno evidenciar ´´ el Secretario General de la ONU, Ban Ki‐Moon. ‘Los
afrodescendientes, que representan entre el 20 y 30% de la población en América
Latina, experimentan niveles desproporcionados de pobreza y exclusión social y
continúan enfrentando una severa discriminación. A pesar de la existencia de
marcos legales nacionales y de diversas instituciones para asegurar el ejercicio de
los derechos de las poblaciones afro, la aplicación de las leyes y disposiciones es
débil y resta mucho por hacer en este sentido en la región. En particular, falta
profundizar el reconocimiento político y cultural de sus valores, sus aspiraciones y
sus modos de vida, para dejar atrás la invisibilidad cultural que potencia la
exclusión socioeconómica, creando más desigualdad, segmentación social y
ciudadanía incompleta. A través de la Resolución No. 64/169 del 2011 de la
Asamblea General de Naciones Unidas, la misma ONU y sus Estados miembros
reciben la orden de fortalecer sus actividades para impulsar el empeño político en
eliminar el racismo y la discriminación racial. “La discriminación de que son objeto
los afrodescendientes es perniciosa. A menudo, están atrapados en la pobreza, en
gran medida a causa de la intolerancia, (…). Muchas veces, no tienen acceso a la
educación a causa delos prejuicios (…).
Con respecto, a la población afrocolombiana son departamentos donde los
gobernantes no le echan una mirada. Estos departamentos se caracterizan por la
politiquería, la corrupción, el abandono, y la discriminación racial.
Además, con relación al departamento del Chocó, se demuestran por los análisis
que ha hecho y las investigaciones adelantadas por el Dane.
Los departamentos donde hay más personas en condiciones de pobreza extrema
son Chocó, con 49,9 por ciento; La Guajira, con 47,9; Córdoba, con 40,3, seguido
por Magdalena, con 36,1, y luego Sucre, que tiene el 35,7.
Un ejemplo claro: “Nuestra tierra es nuestra vida… Si tenemos que dejar nuestra
tierra y nuestro territorio colectivo vamos a desaparecer como grupo y
terminaremos viviendo un estilo de vida occidental en la ciudad y perdiendo toda
nuestra identidad. Entre más lejos huyamos hay mayor probabilidad de que
permanezcamos más tiempo desplazados. Esto significa más destrucción del
tejido social de la comunidad en general y más sufrimiento”. Juan Angulo,
desplazado y miembro del
Proceso de Comunidades Negras, una organización que lucha por los derechos
de los afrocolombianos en el pueblo de La Gloria, ubicado en el departamento del
Valle del Cauca, en el cauce del río Dagua, Colombia.
También, En todas las regiones de Colombia el porcentaje de afrodescendientes
que sufren hambre es mayor que el de la población no étnica, según un nuevo
informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo en Colombia
(PNUD) presentado con motivo del Año Internacional de los Afrodescendientes.
Se entiende la alimentación como un indicador del bienestar de una comunidad, y
el panorama para este grupo no es alentador con respecto al resto de la población
del país. El departamento de Chocó, por ejemplo, que tiene un índice de población
afrodescendiente más alto (un 82%) es uno de los cuatro departamentos donde
este indicador ha empeorado.
La población afrocolombiana representa un poco más del 10% de toda la
población del país. Se “enfrenta a la extrema pobreza y exclusión, las cuales
deben ser reconocidas y analizadas como un punto de partida para adoptar las
acciones correctivas que contribuyan a cerrar las brechas existentes”, según el
informe ‘Los Afrocolombianos y los Objetivos del Desarrollo del Milenio’,
presentado esta semana.
El estudio destaca la grave situación de analfabetismo que hay en algunos
pueblos cercanos a la ciudad de Cartagena, en el norte del país, y cómo en el
departamento de Chocó, al noroeste de Colombia, el índice de fallecimiento de
madres afrodescendientes es cinco veces mayor que en la capital, Bogotá.
El estudio del PNUD hace recomendaciones para avanzar en el desarrollo social y
económico de los afrocolombianos. Entre ellos: formular y ejecutar un plan
nacional de lucha contra el racismo y la discriminación racial; fortalecer la
capacidad de acción política de la población afrocolombiana para exigir derechos y
concertar opciones para avanzar en desarrollo humano y hacia el logro de los
Objetivos de desarrollo del Milenio y diseñar y ejecutar planes y programas con
enfoque territorial en regiones y concentraciones urbanas de afrocolombianos.
Para culminar, no es un escondite la situación que atraviesan la población
afrodescendiente, mucho flagelo acompaña a esta etnia tales como la pobreza, el
desempleo la marginalidad, la discriminación, por lo tanto, considero que la única
herramienta para transformar sus vidas es la educación.

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