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Ancestralmente se utilizaba los calendarios lunares para determinar las fechas de las
siembras, cosechas, actividades de limpieza entre otros ya que el agricultor intuía la
influencia de la luna en las plantas al observar sus cambios en las cosechas cuando se
realizaban en distintas fases de la luna, conocimiento que en la actualidad se está
comprobando; recientes estudios como el premio Nobel de Medicina 2017 de los
doctores Jeffrey C. Hall, Michael Rosbash y Michael W. demostró cómo las células de
plantas, animales y seres humanos adaptan su ritmo biológico para que esté
sincronizado con la rotación de la Tierra, a lo que se conoce como reloj circadiano de
esta manera se demostraría la importancia de la duración de la luz tanto solar como
lunar, es decir la luna no solo afecta a la vida en la tierra con su gravedad, sino que la
luminosidad también genera cambios importantes en el comportamiento de plantas y
animales incluyendo al ser humano.
INFLUENCIA GRAVITATORIA DE LA LUNA EN LA TIERRA
Así pues, las plantas y los animales son muy sensibles y receptivos a la influencia de los
ciclos lunares, mientras que las personas no siempre nos percatamos de ese efecto
porque vivimos muy alejados de los ritmos naturales. Según nuestra sensibilidad,
acusaremos esa influencia en mayor o menor grado. A pesar de que los estímulos
artificiales de la vida actual dificultan la percepción de esas fuerzas cósmicas, sus
efectos siguen siendo reales. Son muchas las personas se sienten más vitales, inquietas o
activas cuando hay Luna llena, como si en esos días de máxima iluminación lunar
fueran capaces de iniciar cualquier proyecto nuevo.
Desde tiempos inmemoriales la luminosidad lunar ha sido vinculada con las alteraciones
en el comportamiento de las personas. Las reacciones temperamentales y espontáneas
que muchas personas experimentan en algunos momentos de su vida les acredita la
calificación de lunáticos. En Dinamarca, estudios recientes muestran que la mayor
actividad “antisocial” y de agresividad de algunas personas en el tráfico automovilístico
y agresiones vinculadas con la ingestión de bebidas alcohólicas se registran con mayor
incidencia cuando la Luna está en su plenilunio y las cifras registran una caída cuando
la Luna se encamina hacia el novilunio, pasando por la menguante. En las áreas de la
medicina y la salud también se observa un aumento significativo de la actividad
psíquica, principalmente de las personas que convulsionan o sufren en epilepsia.
Muchos estudios consideran la luminosidad lunar esencial para la vida y el desarrollo de
las plantas. Diferente de la luz solar que recibimos, la luz lunar ejerce directamente una
fuerte influencia sobre la germinación de las semillas, cuando sutilmente sus rayos
luminosos penetran con relativa profundidad, al compararla con la fuerza de los rayos
solares que no consiguen penetrarla en su intimidad. Perece que es el exceso de presión
que ejercen los fotones solares sobre los vegetales lo que no permite los cambios
nutritivos que las plantas necesitan para su crecimiento normal, quedando, por tanto, la
misión de estímulos seductores a la luminosidad lunar para que las semillas germinen
fuertes y sanas. Por otro lado, está demostrado, independientemente de creer o no en las
otras influencias que la Luna pueda tener en las plantas, que la intensidad de la
fotosíntesis es bien superior a todas las plantas a partir de la luna creciente hacia el
plenilunio (período extensivo de aguas arriba), y que el mayor incremento de la
fotosíntesis en los cultivos se registra en el período intensivo de aguas arriba, el cual
está comprendido entre los tres días después de la luna creciente, hasta los tres días
después del plenilunio, fenómeno atribuido científicamente al incremento de la
intensidad de la luz lunar sobre nuestro planeta.
Finalmente, la Luna en creciente es tenida como la luna que conduce, proyecta, admite,
construye, absorbe, inhala, almacena energía, acumula fuerza, invita al cuidado y al
restablecimiento; y la luna menguante es considerada como la Luna que aclara, seca,
suda o transpira, exhala, invita a la actividad y al gasto de energía.
Pero debió ser a partir del desarrollo de la agricultura cuando el Calendario Lunar se
convirtió en una herramienta cotidiana. Nuestros antepasados comprobaron cómo el
momento elegido en la siembra determinaba el crecimiento de la planta, o cómo el
momento de la cosecha influía sobre las propiedades del alimento y su conservación.
Maria Thun estudió con Rudolf Steiner y dedicó toda su vida a investigar la influencia
de los ritmos cósmicos en la agricultura, los huertos y la vida de las abejas. Sus
investigaciones demostraban que la influencia de las constelaciones se transmiten a la
Tierra a través de la Luna, que a su vez utiliza los elementos clásicos: tierra, agua, aire-
luz y calor.
Thun empezó a publicar su ya famoso Calendario Lunar con todos sus cálculos
astronómicos y sus recomendaciones para que el horticultor cuente con una herramienta
muy poderosa para sacar adelante buenas cosechas. Fue uno de los primeros en
relacionar el mundo vegetal y las fuerzas del Cosmos, y es diferente al resto de
calendarios porque los datos corresponden a la situación real en el Cosmos, que viene
reflejada en las efemérides astronómicas.[ CITATION RBA18 \l 10250 ]
INFLUENCIA DE LAS FASES LUNARES EN EL SER HUMANO Y
LA GANADERIA
Para Mark Filippi, doctor y autor del Método somático, existe una conexión entre las
fases de la Luna y cuatro neurotransmisores básicos: Primera semana lunar: acetilcolina;
segunda semana lunar: serotonina; tercera semana lunar: dopamina; cuarta semana
lunar: norepinefrina (o noradrenalina).
En este caso, las cuatro fases lunares han formado parte esencial del ritmo y la medición
de la organización de la naturaleza, permitiendo la absorción y división en cuatro grupos
de la información –o cuatro cambios emocionales naturales: pasivo ascendente, activo
ascendente, pasivo ascendente y activo descendente–. Filippi explica que la idea de que
los ciclos emocionales estén ligados a la Luna proviene de Gay Gaer Luce, quien
propuso que existe un sondeo calendárico de los síntomas de las personas sanas que
revela la oscilación en peso, vitalidad, desempeño óptimo, pesimismo, apetito y sueño;
oscilación en brillantez y apagamiento, empeño y apatía, volubilidad e
imperturbabilidad, malestar y robusto bienestar.
Esto quiere decir que la frecuencia que emana de la luna afecta la frecuencia de la
mente, impactando inevitablemente en el control de nuestras emociones, sentimientos y
deseos, y éstas, a su vez, en el pensamiento y conducta de cada individuo. Se trata
entonces de la inevitable conexión mente y cuerpo del que todos somos testigos y
víctimas, en el que según el ciclo lunar podemos sentir una alteración en la ovulación,
menstruación, retención de orina, e inclusive se ha correlacionado con episodios de
diarrea y problemas cardiovasculares.
Se trata de la primera semana del ciclo lunar, la cual se experimenta como una
inclinación filial –filo somático–. Nos volvemos más sensibles, aptos a las actividades
grupales y más receptivas a lo emocional. Esta semana se caracteriza por mucha energía
pero poca concentración: “las personas tienen buena energía y vivacidad, es genial para
introducirla a nuevas ideas”; principalmente porque la acetilcolina se asocia con la
memoria y el aprendizaje. Por ello se considera que la luna nueva es ideal para iniciar
nuevos proyectos, sembrar plantas, ideas, imágenes, intenciones y aprovechar la energía
ascendente.
La semana de lo exo somático es una fase de fight or flight –huir o pelear–, como un
estado defensivo en el que intrínsecamente queremos protegernos. Se dice que hay
mucho análisis y poca inspiración, pues se trata de un estado híper binario,
unidireccional y agresivo. Es un regreso, aunque parcial, al cerebro reptiliano: “Si no
dilapidamos nuestra energía, será más fácil superar esta semana de fragilidad
nerviosa.”[ CITATION Eco16 \l 10250 ]
Este fenómeno, que muchos consideraban una creencia popular sin base alguna, cuenta
con el respaldo de la comunidad científica, ya que se ha demostrado que los días
próximos a la Luna llena la hormona melatonina, secretada por la glándula pineal en el
cerebro, baja de forma significativa en el cuerpo humano, perturba la producción
nocturna de melatonina. La melatonina ayuda a regular otras hormonas y mantiene el
ritmo circadiano, es decir, el reloj interno de 24 horas del cuerpo y es inductor del
sueño; eso se traduce, entre otras consecuencias, en una disminución del ciclo de sueño.
Con estos datos, el Calendario Lunar ya tiene una primerísima utilidad en tu vida: solo
con saber si está cerca la Luna llena sabrás si tu sueño va a ser de peor calidad esos días.
Así que si tienes un proyecto importante que presentar o un acontecimiento en el que
tengas que dar el cien por cien de tu energía y talento, procura elegir otra fecha más
adecuada. Si eso no es posible, se debe tener en cuenta esos efectos de la Luna llena en
el descanso nocturno para ir más temprano a la cama o tomar suplementos que ayuden
lograr un sueño más profundo y reparador.[ CITATION RBA18 \l 10250 ]
LUNA LLENA
La ciencia descubrió que la luna llena afecta el comportamiento de los seres vivos. Los
lobos aúllan más, a los búhos les brilla más el plumaje y los sapos se reúnen para
procrear. A los humanos les cambia el humor y están más expuestos a un accidente. A
esa conclusión llegó un estudio de la Escuela de Graduados de Medicina de la
Universidad de Kyoto, en Japón. Y la investigación ya levantó polémica, porque se basa
en “la influencia del magnetismo y la luz que tendría esa fase”.
La luna ha fascinado desde siempre. A su influencia sobre las mareas y los animales que
la habitan, ahora los expertos pusieron bajo la lupa una de sus fases, la más luminosa y
sobre la que se tejieron innumerables leyendas.
La luz que brinda la luna llena es unas 12 ó 16 veces más intensa que en otras noches.
No sólo a la intensidad de la luz le adjudican el cambio.
“Los animales reaccionan ante la luna llena debido a los cambios geomagnéticos y
electromagnéticos”, justifican los investigadores japoneses.
“No hay motivos físicos para relacionar la fase de luna llena con cambios en el
comportamiento de los seres vivos. La única influencia de la luna sobre la Tierra es la
gravitatoria que modifica las mareas. Por lo demás, la luna es bonita y está
contemplarla”, desestimó Roberto Venero, astrónomo de la Universidad de La Plata.
Con el plenilunio, la duración del sueño es 19 minutos menor que con la luna nueva:
pasa de 6 horas 41 minutos a siete horas. Según los autores del estudio, esto explicaría
por qué durante la luna llena aumenta un 3,6% la cantidad de consultas médicas. “La
razón es que las personas están predispuestas a salir las noches de buena luz y por lo
tanto hay más probabilidades de sufrir un accidente”, justifican. Y la luna llena también
incide en el mal humor y la depresión por la “falta de descanso”, sostienen.
LA UNIVERSIDAD DE KYOTO, EN JAPON, ASEGURA QUE LOS HACE MAS
SENSIBLES
La ciencia descubrió que la luna llena afecta el comportamiento de los seres vivos. Los
lobos aúllan más, a los búhos les brilla más el plumaje y las sapos se reúnen para
procrear. A los humanos les cambia el humor y están más expuestos a un accidente. A
esa conclusión llegó un estudio de la Escuela de Graduados de Medicina de la
Universidad de Kyoto, en Japón. Y la investigación ya levantó polémica, porque se basa
en “la influencia del magnetismo y la luz que tendría esa fase”.
La luna tiene influencias sobre las mareas y los animales que la habitan, ahora los
expertos pusieron bajo la lupa una de sus fases, la más luminosa, la luna llena; la luz
que brinda es unas 12 ó 16 veces más intensa que en otras noches. No sólo a la
intensidad de la luz le adjudican el cambio. “Los animales reaccionan ante la luna llena
debido a los cambios geomagnéticos y electromagnéticos”, justifican los investigadores
japoneses.
Las Fases Lunares y su efecto en las plantas y seres vivos [ CITATION Cen16 \l
10250 ]
La fuerza gravitatoria de la luna influye en la savia de las plantas afectando a la
fotosíntesis, la germinación de las semillas, a los movimientos para que ésta ascienda o
descienda desde las raíces hasta la zona más superior. Por ejemplo, se asocia la fase
entre cuarto creciente y luna llena al punto máximo de concentración de savia en la zona
superior de las plantas; el plenilunio afecta en un mayor desarrollo de la planta en
cuanto a su altura, y durante la luna nueva y la menguante en las raíces hay más
concentración de savia. Es conocido que la luna en posición ascendente tiene mayor
influencia sobre la savia que en la descendente.
El influjo de la luna en los seres vivos es algo que podemos observar, esta creencia
forma parte de la sabiduría y la cultura campesina popular y es fruto de observaciones
repetidas en el transcurso del tiempo.
La luna ejerce cierta influencia sobre las mareas y estas propician que la savia de las
plantas ascienda. Parece ser que el plenilunio y su luz provocan el crecimiento en altura
de las plantas.
La Luna, que impera con su influjo en nuestra infancia, representa la nutrición, no sólo
en el sentido físico sino también emocional. Es la etapa en la cual la alimentación será
primordial para nuestro desarrollo posterior, así como la satisfacción de la necesidad de
afecto que necesita un niño para crecer sanamente.
Es una de las etapas más delicadas en la vida de una persona, pues los problemas que
surgen en el entorno más cercano del niño pueden afectar de forma inconsciente su
futuro. Los impactos psicológicos recibidos durante estos primeros años se pueden
transformar en traumas o complejos que marcarán su propio equilibrio y bienestar.
A través de la Astrología se puede hacer una lectura de cómo nos afecta personalmente
la Luna. Un buen astrólogo dará significado a ese planeta que rige nuestras reacciones
inconscientes, miedos, temores, o por el contrario, ofrece sensaciones placenteras que,
sin un sentido aparente, nos provocan determinadas emociones directamente
relacionadas con la infancia.
El Agua, elemento de Cáncer, regido a su vez por la Luna, no puede ser más expresivo
en cuanto a su significado. Las emociones transcurren, como el líquido elemento,
sumergidas e ingrávidas, y mecidas a merced de las corrientes.
La Luna, el planeta más cercano a la Tierra ejerce una poderosa influencia sobre la
naturaleza y nuestra psique, y conviene tener presente los distintos estados de la Luna
en el cielo para adaptarnos a sus posibilidades y obtener de su influjo los mayores
beneficios físicos:
LUNA NUEVA.
Cuando la Luna está en conjunción con el Sol comienza un nuevo ciclo, por lo que es un
momento de iniciar nuevos propósitos. El organismo también se halla mejor dispuesto
para realizar un cambio, dieta, ayuno, desintoxicación de tabaco, alcohol, etc.
Psicológicamente, la mente posee un mayor autocontrol y está más serena para superar
cualquier carencia o eliminar algún exceso.
LUNA CRECIENTE.
Puede aprovecharse esta fase para recuperarnos con más facilidad de los estados
carenciales. Por el contrario, si se produce una intoxicación o nos perjudica algún
alimento, el cuerpo se resistirá más a recuperarse.
Se recomienda durante estos días no abusar del alcohol porque sus efectos pueden ser
más perjudiciales. Cortar el pelo y las uñas cuando se desea que su crecimiento sea más
rápido. Aplicar cremas o ungüentos para regenerar la piel porque ésta está más
receptiva, y evitar aquellos alimentos que no ofrezcan las garantías suficientes, debido a
que las desintoxicaciones serán más difíciles y persistentes.
LUNA LLENA.
La Luna, en oposición al Sol se encuentra llena de luz. Los tejidos corporales están
sometidos a la máxima presión y la razón se encuentra en su fase de mayor
distanciamiento de los sentimientos, por lo que durante estos días se despierta el lado
más instintivo del ser humano.
El cuerpo está más predispuesto a retener líquidos, por ello se dice que la Luna llena
tiene un efecto embriagador. Al igual que la Luna, el cuerpo tiende a hincharse con
cualquier cosa que ingiera, por lo que conviene tener especial cuidado con las comidas y
las bebidas. Las emociones, la sensaciones están a flor de piel, por lo que hay una
mayor tendencia a trastornos sicosomáticos. Aumentan las alteraciones del sueño y se
puede sufrir de insomnio o los sueños son más intensos o coloridos.
Durante esta fase se aconseja no comenzar dietas para adelgazar. Extremar las
precauciones con los posibles efectos secundarios de medicinas. Prevenir los dolores de
cabeza que pueden ser intensos durante estos días y, sobre todo, mantener el sentido del
humor, no tomarse demasiado en serio las cosas, pues como la Luna se tiende a
agrandar los problemas.
LUNA MENGUANTE.
Al mismo tiempo que la Luna va decreciendo en intensidad de luz, también el cuerpo
tiende a desprenderse de lo que le sobra. Son favorables los días para gastar la energía
acumulada durante las fases anteriores. Se logrará de esa manera eliminar toxinas y
grasas, por lo que se recomienda iniciar curas de desintoxicación del organismo y de su
purificación, de la misma manera que será más fácil deshacerse de envenenamientos e
impurezas, reducir hinchazones e irritaciones.
Durante esta fase se aconseja: hacer esfuerzo o actividades que exijan esfuerzo y
resistencia, pues se obtendrá un mayor aprovechamiento. Beber más cantidad de agua,
porque el cuerpo no retiene tanto los líquidos, se suda más y ayuda a limpiar el
organismo. Comenzar dietas, pues es la fase en que se obtendrán mejores resultados y
cortarse el pelo y las uñas puesto que, si bien es verdad que crecerán de forma más
lenta, lo harán con una mayor fortaleza.
Esa es la razón por la cual las semillas de germinación rápida que se siembran dos o tres
días antes o durante la Luna nueva germinan más rápido y en forma más homogénea
que aquellas que se siembran en otros períodos. Es importante destacar que en este caso
se trata únicamente de semillas que tienen un corto período de germinación.
Trasplante: Cuando se hace el trasplante en este período las plantas tienden a crecer
rápido y a producir mucho follaje.
EL INFLUJO DE LA LUNA
Luna llena: Es el período más propicio para cosechar, sacar el estiércol de los
corrales, voltear el compost, cortar caña, o sembrar plantas de fruto.
Luna nueva: No es una etapa muy propicia para actividades que no sean el
desherbado de adventicias.
Luna creciente: Es la responsable de la estimulación de las plantas de gran
crecimiento vegetativo, abonos verdes, lechugas…, además de ser muy propicia para la
fertilidad, por lo que resulta el mejor momento para sembrar todas las plantas que
crecen en altura y dan frutos, como tomates, guisantes, judías… Como regla general, es
recomendable realizar la siembra de todas las plantas en luna creciente,
(preferentemente dos o tres días antes de luna llena) a excepción de aquellas que puedan
subir a flor prematuramente, como es el caso de las lechugas, que deberán sembrarse en
fase de luna menguante.
Toda operación que se realice en luna nueva o en cuarto creciente, producirá un mayor
desarrollo vegetativo, dando lugar a un retraso en la producción de la fruta.
En lo que se refiere a las podas, si el árbol es pequeño o nos interesa que se desarrolle
vegetativamente, lo mejor es podarlo en luna nueva o en cuarto creciente. Si por el
contrario lo que buscamos es un freno a su vigor, o bien una pronta entrada en
producción, lo más recomendable es podarlo en luna llena o en cuarto menguante.
Si buscamos que el suelo quede fino, esponjoso y con una mayor capacidad de retención
hídrica, deberá labrarse la parcela en luna llena o cuarto menguante, durante el mes de
agosto.
Por otro lado, conviene saber que a la avena, trigo, cebada y centeno le favorece en la
siembra la luna menguante en luna ascendente y la siega en las mismas lunas
El heno cosechado en luna llena o cuarto menguante, tendrá un color verde más intenso.
Si se quiere tener madera sana y resistente durante años, habrá que cortar los árboles de
hoja caduca en luna llena o cuarto menguante.
La leña para el fuego habrá que cortarla en cuarto creciente, puesto que es cuando está
más seca. La leña cortada en luna nueva quema mal.
Los árboles de hoja perenne se aconseja talarlos en luna nueva o cuarto menguante.
Las cañas hay que cortarlas en luna llena o cuarto menguante, para evitar que se rompan
con facilidad y queden arrugados.
Siempre se removerá en luna llena o en cuarto menguante para conseguir que quede con
una textura mantecosa, desmenuzado, húmedo e incluso con un olor agradable. Si se
remueve en luna nueva o en cuarto creciente, conseguimos el efecto contrario.
Para evitar que nazcan enredaderas y cardos debemos trabajar la tierra cuando está seca.
Para desbrozar espinos, malezas y otras plantas invasoras realizarlo mejor en luna
menguante aproximándose a luna nueva.
Para escardar en tiempo húmedo la tierra a mano con azada: en luna menguante y por la
mañana
Para escardar en tiempo seco la tierra a mano con azada: en luna creciente y por la tarde
Cuando deseemos abonar las tierra lo haremos preferiblemente en luna creciente y a ser
posible en luna descendente y en sigo de tierra evitando signos de fuego. Si añadimos
algas y fosfatos naturales lo haremos así mismo en luna creciente. Los abonos minerales
mejor efectuarlos en luna menguante y por las mañanas. Si añadimos estiércol de vaca
lo haremos en luna menguante.
Las estacas las cortaremos preferiblemente en luna nueva para que nos duren más
clavándolos en tierra quemando previamente la punta.
Si deseamos un buen heno es preferible segarlo en luna creciente pero si deseamos que
vuelva a crecer fuerte después de segar lo haremos entonces en luna creciente y luna
ascendente.
Para la canola sembrar a ser posible en luna menguante y ascendente y cosechar en luna
ascendente y menguante.
Para el arroz y la soja sembrar en luna creciente y a ser posible en luna descendente
cosechando en luna menguante y a ser posible ascendente.
Para el mijo sembrar en luna creciente y a ser posible ascendente cosechando en las
mismas lunas.
Las lechugas sembrarlas en luna menguante con el fin de que nos, nos espiguen de
forma rápida y en otoño las podemos sembrar en luna creciente.
Los champiñones salen algunos días después de luna nueva y es en luna creciente
cuando hay más cosecha.
Los injertos de rosales se realizan de escudete y se pueden practicar todos los meses del
año en luna ascendente y se injertan lo más abajo posible al límite entre la parte blanca
y la parte verde a fin de evitar la formación de chupones
Las podas en verde y despuntes se efectuarán mejor en luna menguante y a ser posible
asociándola en luna descendente.
Las cosechas o recogidas tendrán mayor rendimiento realizadas en luna ascendente pero
se conservarán mejor en luna descendente.
Para los apicultores meticulosos daremos algunos consejos muy útiles relacionados con
las constelaciones:
Las constelaciones de agua debilitan el organismo de los panales y de la miel, así como
el perigeo y los nodos lunares
Aparear ovejas: Entre cuarto creciente y luna llena en signos de tierra y aire y si es
posible también en luna ascendente.
Tratamiento contra gusanos: dos o tres días antes de luna llena o luna nueva.
Pollos y gallinas: si se desean dejar huevos para incubar es preferible recogerlos en luna
cuarto menguante. Si se desea tener gallinas de los huevos que incubamos es preferible
incubar los recogidos en luna creciente.
Las frutas y verduras que por lo general no se conservan tan bien se estropearán menos
si no son cosechadas en los signos y constelaciones de agua.
Los frutos cosechados en luna ascendente son más jugosos y ricos en energía y si se
recolectan en luna ascendente el proceso de maduración se acelerará más.
Con respecto al momento cabe destacar que la primera hora del día es la más
recomendable en casi todas las cosecha
A través de la historia se han creado todo tipo de mitos sobre nuestro satélite. Entre los
más populares está la creencia de que la luna cambia el comportamiento animal y
humano.
Aunque este mito no ha sido comprobado por completo hay investigaciones que han
demostrado que algunos animales cambian su comportamiento durante las fases lunares.
Los tejones son animales nocturnos y es muy difícil verlos a plena luz del día. Sin
embargo, durante las noches sin luna estos animales orinan mucho menos. Los
investigadores sugieren que esto tiene que ver con que utilizan la orina para marcar su
territorio cuando están listos para aparearse y la oscuridad de las noches sin luna los
protege de potenciales depredadores.
Los leones normalmente cazan durante la noche, excepto en los días posteriores a la
luna llena. En estos días, tienen el inusual comportamiento de cazar a plena luz del día.
Los etólogos sugieren que se puede deber a que durante la fase de luna llena sus presas
están menos activas y se ocultan mejor, por lo tanto deben aguardar al día para
conseguir su alimento.
No es que se pongan azules exactamente, lo que sucede es que los rayos ultravioletas
reflejados por la luna reaccionan con una proteína presente en el exterior de los
escorpiones y eso los hace brillar en la oscuridad en un tono azulado. Por este motivo
los escorpiones prefieren la luna nueva y suelen ser menos activos durante la luna llena,
debido a que su resplandor los vuelve presas más vulnerables.
Como es sabido la luna tiene un gran efecto sobre el mar, pero también afecta a todos
los animales marinos. Al parecer los peces se sienten más cómodos al comer cuando es
más oscuro, y la luna llena los ahuyenta. Por esta razón los pescadores siempre
consultan las fases lunares.
Sin duda la luna es mística, hermosa e importante tanto para la naturaleza como para
nosotros y aunque no nos demos cuenta de sus efectos ahora sabemos que sí afecta a los
animales de diferentes maneras
INFLUENCIA EN EL CELO DE LAS VACAS [ CITATION CON14 \l 10250 ]
Estudios aseguran que algunas fases de la luna influyen en la prolongación del periodo
de gestación y la frecuencia del celo en las vacas. En Colombia muy poco se conoce
sobre estas teorías, entérese de lo que dicen.
Hay quienes creen que la luna tiene cierto efecto en la vida humana, como el cambio de
temperamento de hombres y mujeres. Lo que no se sabía es que el satélite repercute en
el comportamiento reproductivo y gestacional de las vacas, según varias
investigaciones.
Según el estudio, cuando había luna nueva, el periodo de gestación duró 280 días; en
luna llena, disminuyó a 279 días; en la fase de cuarto menguante, aumentó a 284 días; y
en cuarto creciente llegó a los 285 días.
“Las fases lunares marcan periodos alternados de actividad y descanso de los fluidos
orgánicos de los animales, regulándose muchos procesos de comportamiento", señala el
documento.
Además explica que días previos a la luna llena se provoca inquietud, emotividad,
depresión e hipersensibilidad; mientras que antes de la luna nueva hay manifestaciones
de agresividad e impaciencia.
Un segundo estudio
El estudio añade: "la influencia que la luna tiene en los bovinos se basa en la frecuencia
de celos naturales y partos en los diferentes periodos lunares; relación entre el periodo
lunar de inseminación y el periodo lunar en que ocurre el parto; y la influencia de las
fases de la luna en la reproducción programada y concepción”. (Vea el estudio)
Esta investigación se llevó a cabo con animales de la raza holstein mestizo, charolaise y
criollos mejorados. Las variables se obtuvieron de los registros de campo de 828 celos
naturales y 302 partos.
En Ecuador, cuando se habla de un animal en celo, se refiere a que está “enlunado". "Si
analizamos algunos de los síntomas de una hembra en esta etapa, se nota que hay un
aumento del flujo y temperatura sanguínea a nivel del útero, crecimiento folicular e
hiperactividad”, indica el estudio.
Cuart
o
(nuev
Primero Segund Tercer a ó
(creciente o (menguante tierna
Periodo ) (llena) ) )
Hembras
en celo 223 236 170 199
Porcentaj
e 27 28,5 20,5 24
Cuart
o
(nuev
Primero Segund Tercer a ó
(crecient o (menguant tierna
Periodo e) (llena) e) )
Nacimient
os 83 77 68 74
“El ganadero tiene que atender un grupo de elementos como la nutrición; debe estar
muy atento a la preparación del preparto de la vaca, que el número de días de
descanso sea el que corresponde, que tenga una disposición para llegar al parto
tranquilamente para que no sufra estrés. También se deben tener en cuenta las pautas
de bienestar animal, los celos y la fertilidad de los toros”, aseguró Echeverry
Cadavid.
El experto también aseguró que el único aspecto que el ganadero debe tener en cuenta
para saber si la vaca está en celo es su cambio de comportamiento, el cual se identifica
cuando la res no se resiste a la monta del toro.
La idea de que la Luna ejerce algo de influencia sobre la vida en la Tierra puede parecer
difícil de creer, sobre todo teniendo en cuenta los muchos mitos sin fundamento
científico alguno que se han forjado históricamente sobre dicha influencia, y de entre los
cuales uno de los más conocidos es la del hombre lobo que abandona su aspecto
humano las noches de luna llena.
Pero no podemos olvidar que, al igual que el ciclo circadiano marcado por el Sol influye
en numerosas cuestiones biológicas, el ciclo lunar, aunque mucho más modesto,
gobierna algunos aspectos en diversas formas de vida.
Existe la creencia popular de que se produce un número más alto de nacimientos
durante los días cercanos a la luna llena. Esto parece ser cierto en el caso de las vacas
lecheras estudiadas por un grupo de la Universidad de Tokio en Japón.
El análisis mostró que la tasa de nacimientos era estadísticamente más alta durante el
período alrededor de la luna llena y durante la propia luna llena. Además, el número de
nacimientos fue más alto para las vacas que ya habían tenido descendencia previamente.
Tal como admite Yonezawa, este curioso resultado puede deberse a múltiples factores,
como la nutrición de la madre, el entorno social y la base genética, y por eso la hipótesis
de la influencia lunar en estos animales necesita evidencias de más peso. En cualquier
caso, Yonezawa cree que las vacas podrían proporcionar en futuras investigaciones un
buen modelo para separar el efecto lunar de otros factores que también influyen en el
nacimiento.
Los resultados del estudio se han hecho públicos a través de la revista académica PLoS
ONE. La referencia del trabajo es la siguiente: Yonezawa T, Uchida M, Tomioka M,
Matsuki N (2016) Lunar Cycle Influences Spontaneous Delivery in Cows. PLoS ONE
11(8): e0161735. doi:10.1371/journal.pone.0161735.