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INTRODUCCIÓN

El presente trabajo busca ilustrar la influencia de la luminosidad y gravedad que ejerce


la luna en sus distintas fases para que sea considerada no solo en las actividades
agropecuarias sino también en las que realizamos a diario.

Ancestralmente se utilizaba los calendarios lunares para determinar las fechas de las
siembras, cosechas, actividades de limpieza entre otros ya que el agricultor intuía la
influencia de la luna en las plantas al observar sus cambios en las cosechas cuando se
realizaban en distintas fases de la luna, conocimiento que en la actualidad se está
comprobando; recientes estudios como el premio Nobel de Medicina 2017 de los
doctores Jeffrey C. Hall, Michael Rosbash y Michael W. demostró cómo las células de
plantas, animales y seres humanos adaptan su ritmo biológico para que esté
sincronizado con la rotación de la Tierra, a lo que se conoce como reloj circadiano de
esta manera se demostraría la importancia de la duración de la luz tanto solar como
lunar, es decir la luna no solo afecta a la vida en la tierra con su gravedad, sino que la
luminosidad también genera cambios importantes en el comportamiento de plantas y
animales incluyendo al ser humano.
INFLUENCIA GRAVITATORIA DE LA LUNA EN LA TIERRA

A pesar de todos los estudios científicos realizados, lo cierto es que la influencia de la


Luna resulta muy difícil de determinar. Sin embargo, el fenómeno de las mareas, por el
que millones de metros cúbicos de agua se desplazan cotidianamente bajo la acción de
nuestro satélite nos recuerda cada día la magnitud de esta influencia.

Asimismo, está científicamente demostrado que la corteza terrestre también acusa el


fenómeno de las mareas, cuyo efecto provoca una elevación de hasta 50 cm. Dado que
en ese caso la influencia de la Luna actúa principalmente sobre el agua, resulta bastante
lógico pensar que también influye en los seres vivos, que están compuestos por un
elevado porcentaje de fluido.

Así pues, las plantas y los animales son muy sensibles y receptivos a la influencia de los
ciclos lunares, mientras que las personas no siempre nos percatamos de ese efecto
porque vivimos muy alejados de los ritmos naturales. Según nuestra sensibilidad,
acusaremos esa influencia en mayor o menor grado. A pesar de que los estímulos
artificiales de la vida actual dificultan la percepción de esas fuerzas cósmicas, sus
efectos siguen siendo reales. Son muchas las personas se sienten más vitales, inquietas o
activas cuando hay Luna llena, como si en esos días de máxima iluminación lunar
fueran capaces de iniciar cualquier proyecto nuevo.

INFLUENCIA DE LA LUMINOSIDAD DE LA LUNA EN LA TIERRA

Desde tiempos inmemoriales la luminosidad lunar ha sido vinculada con las alteraciones
en el comportamiento de las personas. Las reacciones temperamentales y espontáneas
que muchas personas experimentan en algunos momentos de su vida les acredita la
calificación de lunáticos. En Dinamarca, estudios recientes muestran que la mayor
actividad “antisocial” y de agresividad de algunas personas en el tráfico automovilístico
y agresiones vinculadas con la ingestión de bebidas alcohólicas se registran con mayor
incidencia cuando la Luna está en su plenilunio y las cifras registran una caída cuando
la Luna se encamina hacia el novilunio, pasando por la menguante. En las áreas de la
medicina y la salud también se observa un aumento significativo de la actividad
psíquica, principalmente de las personas que convulsionan o sufren en epilepsia.
Muchos estudios consideran la luminosidad lunar esencial para la vida y el desarrollo de
las plantas. Diferente de la luz solar que recibimos, la luz lunar ejerce directamente una
fuerte influencia sobre la germinación de las semillas, cuando sutilmente sus rayos
luminosos penetran con relativa profundidad, al compararla con la fuerza de los rayos
solares que no consiguen penetrarla en su intimidad. Perece que es el exceso de presión
que ejercen los fotones solares sobre los vegetales lo que no permite los cambios
nutritivos que las plantas necesitan para su crecimiento normal, quedando, por tanto, la
misión de estímulos seductores a la luminosidad lunar para que las semillas germinen
fuertes y sanas. Por otro lado, está demostrado, independientemente de creer o no en las
otras influencias que la Luna pueda tener en las plantas, que la intensidad de la
fotosíntesis es bien superior a todas las plantas a partir de la luna creciente hacia el
plenilunio (período extensivo de aguas arriba), y que el mayor incremento de la
fotosíntesis en los cultivos se registra en el período intensivo de aguas arriba, el cual
está comprendido entre los tres días después de la luna creciente, hasta los tres días
después del plenilunio, fenómeno atribuido científicamente al incremento de la
intensidad de la luz lunar sobre nuestro planeta.

La dinámica de la savia: períodos intensivos y extensivos

Otras investigaciones sobre la influencia de la luminosidad lunar en las plantas estiman


que, por lo menos en un 50%, la luz lunar tiene influencia sobre la maduración de
muchos granos y una gran parte de frutos. Al mismo tiempo se relaciona la influencia de
la Luna con la actividad de la formación y calidad de los azucares en los vegetales. Los
habitantes del norte de la India tienen la costumbre de colocar los alimentos
(principalmente granos) en la azotea de sus casas, con la finalidad de que la luna llena
del mes de Kuar (septiembre-octubre) los enriquezca con la luminosidad de los rayos
lunares, y después los reparten entre sus parientes más próximos porque, según sus
creencias, vivirán más tiempo después de consumirlos.

Finalmente, la Luna en creciente es tenida como la luna que conduce, proyecta, admite,
construye, absorbe, inhala, almacena energía, acumula fuerza, invita al cuidado y al
restablecimiento; y la luna menguante es considerada como la Luna que aclara, seca,
suda o transpira, exhala, invita a la actividad y al gasto de energía.

LA HISTORIA DEL CALENDARIO LUNAR


El Calendario Lunar más antiguo que se conoce se ha encontrado en las cuevas de
Lascaux, cuyas pinturas se remontan al menos unos 15.000 años atrás.

Pero debió ser a partir del desarrollo de la agricultura cuando el Calendario Lunar se
convirtió en una herramienta cotidiana. Nuestros antepasados comprobaron cómo el
momento elegido en la siembra determinaba el crecimiento de la planta, o cómo el
momento de la cosecha influía sobre las propiedades del alimento y su conservación.

El conocimiento tradicional se plasma en los actuales calendarios lunares y


biodinámicas, que están siendo recuperados por los agricultores, sobre todo aquellos
que utilizan métodos ecológicos y biodinámicas (basados estos en la filosofía de Rudolf
Steiner, padre de la antroposofía).

Durante siglos los agricultores aprovechaban los conocimientos ancestrales de


generaciones pasadas y obtenían de la tierra los alimentos necesarios para vivir.
Pero con el despegue de la agricultura intensiva, la tierra fue perdiendo su
fertilidad natural poco a poco.

En un intento por devolver la riqueza a los suelos empobrecidos, Steiner estudió


minuciosamente el desarrollo de las plantas y llegó a la conclusión de que su
crecimiento, tal y como explicaban los viejos campesinos, se regía según los astros y las
constelaciones. Y estableció las bases de lo que hoy conocemos como agricultura
biodinámica.

Maria Thun estudió con Rudolf Steiner y dedicó toda su vida a investigar la influencia
de los ritmos cósmicos en la agricultura, los huertos y la vida de las abejas. Sus
investigaciones demostraban que la influencia de las constelaciones se transmiten a la
Tierra a través de la Luna, que a su vez utiliza los elementos clásicos: tierra, agua, aire-
luz y calor.

Thun empezó a publicar su ya famoso Calendario Lunar con todos sus cálculos
astronómicos y sus recomendaciones para que el horticultor cuente con una herramienta
muy poderosa para sacar adelante buenas cosechas. Fue uno de los primeros en
relacionar el mundo vegetal y las fuerzas del Cosmos, y es diferente al resto de
calendarios porque los datos corresponden a la situación real en el Cosmos, que viene
reflejada en las efemérides astronómicas.[ CITATION RBA18 \l 10250 ]
INFLUENCIA DE LAS FASES LUNARES EN EL SER HUMANO Y
LA GANADERIA

INFLUENCIA DE LAS FASES LUNARES EN LOS SERES HUMANOS

Para algunos filósofos de la Antigüedad, este astro madre influye no sólo en el


comportamiento de las profundidades del mar y de la cosecha, también para el cultivo
de una vida sana tanto física como mentalmente.

Para Mark Filippi, doctor y autor del Método somático, existe una conexión entre las
fases de la Luna y cuatro neurotransmisores básicos: Primera semana lunar: acetilcolina;
segunda semana lunar: serotonina; tercera semana lunar: dopamina; cuarta semana
lunar: norepinefrina (o noradrenalina).

En este caso, las cuatro fases lunares han formado parte esencial del ritmo y la medición
de la organización de la naturaleza, permitiendo la absorción y división en cuatro grupos
de la información –o cuatro cambios emocionales naturales: pasivo ascendente, activo
ascendente, pasivo ascendente y activo descendente–. Filippi explica que la idea de que
los ciclos emocionales estén ligados a la Luna proviene de Gay Gaer Luce, quien
propuso que existe un sondeo calendárico de los síntomas de las personas sanas que
revela la oscilación en peso, vitalidad, desempeño óptimo, pesimismo, apetito y sueño;
oscilación en brillantez y apagamiento, empeño y apatía, volubilidad e
imperturbabilidad, malestar y robusto bienestar.

Esto quiere decir que la frecuencia que emana de la luna afecta la frecuencia de la
mente, impactando inevitablemente en el control de nuestras emociones, sentimientos y
deseos, y éstas, a su vez, en el pensamiento y conducta de cada individuo. Se trata
entonces de la inevitable conexión mente y cuerpo del que todos somos testigos y
víctimas, en el que según el ciclo lunar podemos sentir una alteración en la ovulación,
menstruación, retención de orina, e inclusive se ha correlacionado con episodios de
diarrea y problemas cardiovasculares.

Si bien las razones de esta influencia lunar se desconocen de manera específica, se


intuye que esto se debe a que el ser humano está compuesto mayoritariamente de agua,
que es la sangre que, a su vez, lleva oxígeno, nutrientes y neurotransmisores a diferentes
partes del cuerpo. La fuerza de atracción de la Luna permite ejercer un efecto sutil a este
sistema acuático de distribución: “En la tierra hay arroyos, ríos,y océanos. En los seres
humanos hay canales y meridianos. Todos ellos con influencia mutua”.

Filippi proclama la importancia de know thy soma –conocer el cuerpo– a través de la


observación de la naturaleza y su sistema integral. De manera que al observar el
calendario lunar, es posible experimentarlo en el cuerpo como un antiguo reloj interno.
La influencia del calendario en el cuerpo, según las cuatro fases lunares, puede
interpretarse de la siguiente manera:

Luna Nueva/Cuarto Creciente – Acetilcolina.

Se trata de la primera semana del ciclo lunar, la cual se experimenta como una
inclinación filial –filo somático–. Nos volvemos más sensibles, aptos a las actividades
grupales y más receptivas a lo emocional. Esta semana se caracteriza por mucha energía
pero poca concentración: “las personas tienen buena energía y vivacidad, es genial para
introducirla a nuevas ideas”; principalmente porque la acetilcolina se asocia con la
memoria y el aprendizaje. Por ello se considera que la luna nueva es ideal para iniciar
nuevos proyectos, sembrar plantas, ideas, imágenes, intenciones y aprovechar la energía
ascendente.

Cuarto Creciente/Luna Llena – Serotonina.

Es la segunda semana, la ontosomática, la cual posee mucha energía, concentración


mental y creatividad. Aquí se recomienda encontrar un espacio solitario para aprovechar
el momento de lucidez en los que participa la serotonina; como por ejemplo, las
funciones orgánicas que regulan el estado de ánimo. Nos podemos sentir saciados y
plenos, lo cual puede “desbordarse” si no se canaliza en un espacio reflexivo de trabajo
y cultivación personal.

Luna Llena/ Cuarto Menguante – Dopamina.

La semana de la dopamina, o la eco somática, es una semana de distracción y


divertimento, involucrando las actividades sociales y ecológicas –como la empatía–.
Está asociada con las experiencias y estímulos que producen experiencias de placer,
recompensa y excitación. En la semana de la dopamina podemos aflojar y disfrutar lo
que hemos hecho.

Cuarto menguante / Luna nueva – Noradrenalina.

La semana de lo exo somático es una fase de fight or flight –huir o pelear–, como un
estado defensivo en el que intrínsecamente queremos protegernos. Se dice que hay
mucho análisis y poca inspiración, pues se trata de un estado híper binario,
unidireccional y agresivo. Es un regreso, aunque parcial, al cerebro reptiliano: “Si no
dilapidamos nuestra energía, será más fácil superar esta semana de fragilidad
nerviosa.”[ CITATION Eco16 \l 10250 ]

La ciencia del influjo de la Luna Llena en el sueño

Más allá de mitos literarios y cinematográficos, de hombres lobo o de aquelarres a la luz


de la Luna, algunos estudios científicos han determinado su influjo en el
comportamiento no solo vegetal, sino también animal y humano. Por ejemplo, influye
en la calidad del sueño, siendo los días de Luna llena los más proclives a padecer
insomnio

Este fenómeno, que muchos consideraban una creencia popular sin base alguna, cuenta
con el respaldo de la comunidad científica, ya que se ha demostrado que los días
próximos a la Luna llena la hormona melatonina, secretada por la glándula pineal en el
cerebro, baja de forma significativa en el cuerpo humano, perturba la producción
nocturna de melatonina. La melatonina ayuda a regular otras hormonas y mantiene el
ritmo circadiano, es decir, el reloj interno de 24 horas del cuerpo y es inductor del
sueño; eso se traduce, entre otras consecuencias, en una disminución del ciclo de sueño.

Un importante estudio del Hospital de Psiquiatría de la Universidad de Basilea (Suiza)


demostró que dormimos hasta 20 minutos menos en los días de Luna llena. También cae
en picado el porcentaje de sueño profundo y se tarda más tiempo en dormir.

Con estos datos, el Calendario Lunar ya tiene una primerísima utilidad en tu vida: solo
con saber si está cerca la Luna llena sabrás si tu sueño va a ser de peor calidad esos días.
Así que si tienes un proyecto importante que presentar o un acontecimiento en el que
tengas que dar el cien por cien de tu energía y talento, procura elegir otra fecha más
adecuada. Si eso no es posible, se debe tener en cuenta esos efectos de la Luna llena en
el descanso nocturno para ir más temprano a la cama o tomar suplementos que ayuden
lograr un sueño más profundo y reparador.[ CITATION RBA18 \l 10250 ]

INFLUENCIA DE LAS FASES LUNARES EN LOS ANIMALES

LUNA LLENA

La ciencia descubrió que la luna llena afecta el comportamiento de los seres vivos. Los
lobos aúllan más, a los búhos les brilla más el plumaje y los sapos se reúnen para
procrear. A los humanos les cambia el humor y están más expuestos a un accidente. A
esa conclusión llegó un estudio de la Escuela de Graduados de Medicina de la
Universidad de Kyoto, en Japón. Y la investigación ya levantó polémica, porque se basa
en “la influencia del magnetismo y la luz que tendría esa fase”.

La luna ha fascinado desde siempre. A su influencia sobre las mareas y los animales que
la habitan, ahora los expertos pusieron bajo la lupa una de sus fases, la más luminosa y
sobre la que se tejieron innumerables leyendas.

La luz que brinda la luna llena es unas 12 ó 16 veces más intensa que en otras noches.
No sólo a la intensidad de la luz le adjudican el cambio.

“Los animales reaccionan ante la luna llena debido a los cambios geomagnéticos y
electromagnéticos”, justifican los investigadores japoneses.

“No hay motivos físicos para relacionar la fase de luna llena con cambios en el
comportamiento de los seres vivos. La única influencia de la luna sobre la Tierra es la
gravitatoria que modifica las mareas. Por lo demás, la luna es bonita y está
contemplarla”, desestimó Roberto Venero, astrónomo de la Universidad de La Plata.

Con el plenilunio, la duración del sueño es 19 minutos menor que con la luna nueva:
pasa de 6 horas 41 minutos a siete horas. Según los autores del estudio, esto explicaría
por qué durante la luna llena aumenta un 3,6% la cantidad de consultas médicas. “La
razón es que las personas están predispuestas a salir las noches de buena luz y por lo
tanto hay más probabilidades de sufrir un accidente”, justifican. Y la luna llena también
incide en el mal humor y la depresión por la “falta de descanso”, sostienen.
LA UNIVERSIDAD DE KYOTO, EN JAPON, ASEGURA QUE LOS HACE MAS
SENSIBLES

La ciencia descubrió que la luna llena afecta el comportamiento de los seres vivos. Los
lobos aúllan más, a los búhos les brilla más el plumaje y las sapos se reúnen para
procrear. A los humanos les cambia el humor y están más expuestos a un accidente. A
esa conclusión llegó un estudio de la Escuela de Graduados de Medicina de la
Universidad de Kyoto, en Japón. Y la investigación ya levantó polémica, porque se basa
en “la influencia del magnetismo y la luz que tendría esa fase”.

La luna tiene influencias sobre las mareas y los animales que la habitan, ahora los
expertos pusieron bajo la lupa una de sus fases, la más luminosa, la luna llena; la luz
que brinda es unas 12 ó 16 veces más intensa que en otras noches. No sólo a la
intensidad de la luz le adjudican el cambio. “Los animales reaccionan ante la luna llena
debido a los cambios geomagnéticos y electromagnéticos”, justifican los investigadores
japoneses.

Las Fases Lunares y su efecto en las plantas y seres vivos [ CITATION Cen16 \l
10250 ]
La fuerza gravitatoria de la luna influye en la savia de las plantas afectando a la
fotosíntesis, la germinación de las semillas, a los movimientos para que ésta ascienda o
descienda desde las raíces hasta la zona más superior. Por ejemplo, se asocia la fase
entre cuarto creciente y luna llena al punto máximo de concentración de savia en la zona
superior de las plantas; el plenilunio afecta en un mayor desarrollo de la planta en
cuanto a su altura, y durante la luna nueva y la menguante en las raíces hay más
concentración de savia. Es conocido que la luna en posición ascendente tiene mayor
influencia sobre la savia que en la descendente.

Para saber si la luna es ascendente o descendente sólo debemos observarla en dos


días sucesivos. El primer día observaremos la luna y tendremos una referencia con
respecto a la altura de ésta (por ejemplo un edificio) y al día siguiente, pero esta vez dos
horas más tarde, volveremos a observar la altura de la luna. Si está más baja que el día
anterior entonces la luna estará en fase descendente y estaría en fase ascendente si la
luna estuviera más alta.
Para identificar las fases de la luna es sencillo. Podemos distinguir cuatro fases: luna
llena (la luna se ve un círculo blanco), luna nueva (la luna está totalmente negra), cuarto
menguante (cuando la luna forma una C) y cuarto creciente (uniendo las dos puntas se
forma la letra D).

LA LUNA Y LOS SERES VIVOS

El influjo de la luna en los seres vivos es algo que podemos observar, esta creencia
forma parte de la sabiduría y la cultura campesina popular y es fruto de observaciones
repetidas en el transcurso del tiempo.

La luna ejerce cierta influencia sobre las mareas y estas propician que la savia de las
plantas ascienda. Parece ser que el plenilunio y su luz provocan el crecimiento en altura
de las plantas.

La luz de la luna llena de energía interviene en el proceso de fotosíntesis y germinación


de las semillas, los rayos lunares tienen capacidad de penetrar en el suelo.
LA LUNA Y LOS SERES HUMANOS

La Luna no solo es el planeta satélite de la Tierra y el más cercano a nosotros, es


además un misterio, a pesar de que digan que lo hemos pisado. Impertérrita, se pasea
dando vueltas a nuestro alrededor, mostrando u ocultando coqueta su rostro. Las mareas
tienen mucho que ver con su forma de mirarnos, pero también nuestros instintos y
deseos.

La Luna, que impera con su influjo en nuestra infancia, representa la nutrición, no sólo
en el sentido físico sino también emocional. Es la etapa en la cual la alimentación será
primordial para nuestro desarrollo posterior, así como la satisfacción de la necesidad de
afecto que necesita un niño para crecer sanamente.
Es una de las etapas más delicadas en la vida de una persona, pues los problemas que
surgen en el entorno más cercano del niño pueden afectar de forma inconsciente su
futuro. Los impactos psicológicos recibidos durante estos primeros años se pueden
transformar en traumas o complejos que marcarán su propio equilibrio y bienestar.

A través de la Astrología se puede hacer una lectura de cómo nos afecta personalmente
la Luna. Un buen astrólogo dará significado a ese planeta que rige nuestras reacciones
inconscientes, miedos, temores, o por el contrario, ofrece sensaciones placenteras que,
sin un sentido aparente, nos provocan determinadas emociones directamente
relacionadas con la infancia.

El Agua, elemento de Cáncer, regido a su vez por la Luna, no puede ser más expresivo
en cuanto a su significado. Las emociones transcurren, como el líquido elemento,
sumergidas e ingrávidas, y mecidas a merced de las corrientes.

La Luna, el planeta más cercano a la Tierra ejerce una poderosa influencia sobre la
naturaleza y nuestra psique, y conviene tener presente los distintos estados de la Luna
en el cielo para adaptarnos a sus posibilidades y obtener de su influjo los mayores
beneficios físicos:

LUNA NUEVA.

Cuando la Luna está en conjunción con el Sol comienza un nuevo ciclo, por lo que es un
momento de iniciar nuevos propósitos. El organismo también se halla mejor dispuesto
para realizar un cambio, dieta, ayuno, desintoxicación de tabaco, alcohol, etc.

Psicológicamente, la mente posee un mayor autocontrol y está más serena para superar
cualquier carencia o eliminar algún exceso.

LUNA CRECIENTE.

A medida que aumenta la luminosidad de la Luna, el organismo también está más


predispuesto a absorber todo en mayor cantidad o más rápidamente. El cuerpo se
encuentra en la fase más receptiva para asimilar cualquier sustancia con la que se le
intente alimentar, de tal manera será una buena época para revitalizar el organismo
con una dieta vitamínica, de la misma manera que es un periodo de riesgo para
engordar, en el caso de que engordar pueda suponer un riesgo.

Puede aprovecharse esta fase para recuperarnos con más facilidad de los estados
carenciales. Por el contrario, si se produce una intoxicación o nos perjudica algún
alimento, el cuerpo se resistirá más a recuperarse.

Se recomienda durante estos días no abusar del alcohol porque sus efectos pueden ser
más perjudiciales. Cortar el pelo y las uñas cuando se desea que su crecimiento sea más
rápido. Aplicar cremas o ungüentos para regenerar la piel porque ésta está más
receptiva, y evitar aquellos alimentos que no ofrezcan las garantías suficientes, debido a
que las desintoxicaciones serán más difíciles y persistentes.

LUNA LLENA.

La Luna, en oposición al Sol se encuentra llena de luz. Los tejidos corporales están
sometidos a la máxima presión y la razón se encuentra en su fase de mayor
distanciamiento de los sentimientos, por lo que durante estos días se despierta el lado
más instintivo del ser humano.

El cuerpo está más predispuesto a retener líquidos, por ello se dice que la Luna llena
tiene un efecto embriagador. Al igual que la Luna, el cuerpo tiende a hincharse con
cualquier cosa que ingiera, por lo que conviene tener especial cuidado con las comidas y
las bebidas. Las emociones, la sensaciones están a flor de piel, por lo que hay una
mayor tendencia a trastornos sicosomáticos. Aumentan las alteraciones del sueño y se
puede sufrir de insomnio o los sueños son más intensos o coloridos.

Durante esta fase se aconseja no comenzar dietas para adelgazar. Extremar las
precauciones con los posibles efectos secundarios de medicinas. Prevenir los dolores de
cabeza que pueden ser intensos durante estos días y, sobre todo, mantener el sentido del
humor, no tomarse demasiado en serio las cosas, pues como la Luna se tiende a
agrandar los problemas.

LUNA MENGUANTE.
Al mismo tiempo que la Luna va decreciendo en intensidad de luz, también el cuerpo
tiende a desprenderse de lo que le sobra. Son favorables los días para gastar la energía
acumulada durante las fases anteriores. Se logrará de esa manera eliminar toxinas y
grasas, por lo que se recomienda iniciar curas de desintoxicación del organismo y de su
purificación, de la misma manera que será más fácil deshacerse de envenenamientos e
impurezas, reducir hinchazones e irritaciones.

Durante esta fase se aconseja: hacer esfuerzo o actividades que exijan esfuerzo y
resistencia, pues se obtendrá un mayor aprovechamiento. Beber más cantidad de agua,
porque el cuerpo no retiene tanto los líquidos, se suda más y ayuda a limpiar el
organismo. Comenzar dietas, pues es la fase en que se obtendrán mejores resultados y
cortarse el pelo y las uñas puesto que, si bien es verdad que crecerán de forma más
lenta, lo harán con una mayor fortaleza.

LAS FASES LUNARES Y LA AGRICULTURA

PRIMER PERIODO – De Luna nueva a cuarto creciente

En este período en el subsuelo se producen, entre otras cosas, grandes movimientos de


agua que afectan directamente las actividades agrícolas, la disponibilidad de luz lunar
va en aumento y las plantas tienen un crecimiento balanceado, en el que se favorece el
crecimiento de follaje y raíz.

Germinación: Al haber mayor disponibilidad de agua en el suelo, las semillas de


germinación rápida como el maíz, frijol, arroz, hortalizas y otras, tendrán la oportunidad
de absorber agua más rápidamente y germinar en el tiempo previsto, siempre y cuando
las restantes condiciones edafo-climáticas sean favorables

Esa es la razón por la cual las semillas de germinación rápida que se siembran dos o tres
días antes o durante la Luna nueva germinan más rápido y en forma más homogénea
que aquellas que se siembran en otros períodos. Es importante destacar que en este caso
se trata únicamente de semillas que tienen un corto período de germinación.

SEGUNDO PERIODO – De cuarto creciente a Luna llena


En este período sigue aumentando la luz lunar y hay poco crecimiento de raíces, pero
mucho crecimiento del follaje. Las plantas cuentan con una mayor cantidad y
movimiento interno de agua.

Propagación vegetativa: En el caso particular de las estacas que se utilizan para la


propagación vegetativa, no es conveniente cortarlas en esta fase, pues al haber mucha
agua dentro de ellas las hormonas que promueven el enraizamiento (auxinas) estarán
muy diluidas y no ayudarán a estimular la emisión de raíces. Además, el agua que está
dentro de las estacas tenderá a salir, provocando con ello su deshidratación.

Germinación: En este período las semillas sembradas anteriormente en Luna nueva


que aún no han germinado, reciben un estimulo especial para que lo hagan.

Trasplante: Cuando se hace el trasplante en este período las plantas tienden a crecer
rápido y a producir mucho follaje.

TERCER PERIODO – De Luna llena a cuarto menguante

Este es un período en el cual la luz reflejada por la Luna disminuye.

Trasplante: Este es un buen período para el trasplante y se ha visto un crecimiento


rápido y vigoroso de raíces. Al existir poca cantidad de luz el crecimiento del follaje es
lento, razón por la cual la planta puede emplear buena parte de su energía en el
crecimiento de su sistema radicular. Con su raíz vigorosa y bien formada, la planta
puede obtener nutrientes y agua suficientes para un crecimiento exitoso.

Germinación: Durante este período se recomienda también la siembra de semillas de


germinación lenta.

CUARTO PERIODO – De cuarto menguante a Luna nueva

En este período la luz nocturna va en disminución. Se ha observado un lento


crecimiento del sistema radical y foliar. Se considera que este es un período de poco o
muy poco crecimiento, casi de reposo, en donde las plantas se pueden adaptar
fácilmente al medio sin sufrir ningún daño.
Es en esta cuarta fase cuando se acostumbra a sembrar, ya que en este periodo de reposo
las plantas pueden adaptarse mejor a los cambios y cuando llegue la fase de cuarto
creciente el crecimiento es más regular y ya están adaptadas a cualquier cambio.

EL INFLUJO DE LA LUNA

EL INFLUJO DE LA LUNA EN LA HORTICULTURA

            Luna llena: Es el período más propicio para cosechar, sacar el estiércol de los
corrales, voltear el compost, cortar caña, o sembrar plantas de fruto.

            Luna menguante: No sólo es el mejor momento para continuar las


actividades iniciadas en luna llena, sino que también es el momento más propicio para
sembrar raíces y tubérculos, tales como rábanos, remolachas o patatas.

            Luna nueva: No es una etapa muy propicia para actividades que no sean el
desherbado de adventicias.
            Luna creciente: Es la responsable de la estimulación de las plantas de gran
crecimiento vegetativo, abonos verdes, lechugas…, además de ser muy propicia para la
fertilidad, por lo que resulta el mejor momento para sembrar todas las plantas que
crecen en altura y dan frutos, como tomates, guisantes, judías… Como regla general, es
recomendable realizar la siembra de todas las plantas en luna  creciente,
(preferentemente dos o tres días antes de luna llena) a excepción de aquellas que puedan
subir a flor prematuramente, como es el caso de las lechugas, que deberán sembrarse en
fase de luna menguante.

En vísperas de cualquier solsticio, ya sea el de verano (21 ó 22 de junio, en el


hemisferio norte) o el de invierno (21 ó 22 de diciembre), las especies que se planten
van a resultar muy sensibles a la subida a flor.

EL INFLUJO DE LA LUNA EN LA  FRUTICULTURA

Toda operación que se realice en luna nueva o en cuarto creciente, producirá un mayor
desarrollo vegetativo, dando lugar a un retraso en la producción de la fruta.

Las labores que se realicen en luna llena o en cuarto menguante, favorecerán la


producción frutal, favoreciendo un menor desarrollo vegetativo.

En lo que se refiere a las podas, si el árbol es pequeño o nos interesa que se desarrolle
vegetativamente, lo mejor es podarlo en luna nueva o en cuarto creciente. Si por el
contrario lo que buscamos es un freno a su vigor, o bien una pronta entrada en
producción, lo más recomendable es podarlo en luna llena o en cuarto menguante.

EL INFLUJO DE LA LUNA EN LOS CEREALES

Si buscamos que el suelo quede fino, esponjoso y con una mayor capacidad de retención
hídrica, deberá labrarse la parcela en luna llena o cuarto menguante, durante el mes de
agosto.

Referente a la siembra, en terrenos fértiles se hará en cuarto menguante a fin de


favorecer la fructificación, evitando de esta forma que el cereal crezca demasiado. Si el
terreno no es demasiado fértil, o no tiene posibilidades de riego, habrá que esparcir la
semilla en cuarto creciente. De esta forma, se conseguirán plantas con tendencia al
desarrollo vegetativo, evitando la fructificación excesiva.

El resto de operaciones (escarda, siega, trilla, cosechado…) deberán realizarse a finales


de la fase de cuarto menguante para conseguir que el grano esté en las mejores
condiciones para su almacenamiento.

Por otro lado, conviene saber que a la avena, trigo, cebada y centeno le favorece en la
siembra la luna menguante en luna ascendente y la siega en las mismas lunas

EL INFLUJO DE LA LUNA EN LA RECOLECCIÓN DE FORRAJES

Si cosechamos en verde para alimento inmediato del ganado, lo mejor es cortarlo en


luna llena, puesto que en esta fase las plantas están en su máximo poder nutritivo.

El heno cosechado en luna llena o cuarto menguante, tendrá un color verde más intenso.

EL INFLUJO DE LA LUNA EN LA TALA DE ÁRBOLES

Si se quiere tener  madera sana y resistente durante años, habrá que cortar los árboles de
hoja caduca en luna llena o cuarto menguante.

La leña para el fuego  habrá que cortarla en cuarto creciente, puesto que es cuando está
más seca. La leña cortada en luna nueva quema mal.

Los árboles de hoja perenne se aconseja talarlos en luna nueva o cuarto menguante.

Las cañas hay que cortarlas en luna llena o cuarto menguante, para evitar que se rompan
con facilidad y queden arrugados.

EL INFLUJO DE LA LUNA EN EL ESTIÉRCOL

Siempre se removerá en luna llena o en cuarto menguante para conseguir que quede con
una textura mantecosa, desmenuzado, húmedo e incluso con un olor agradable. Si se
remueve en luna nueva o en cuarto creciente, conseguimos el efecto contrario.

EL INFLUJO DE LA LUNA EN LA AGRICULTURA, HORTICULTURA Y


JARDINERÍA
Los trabajos del campo, tales como labrar, plantar, trasplantar, abonar, entre otros.,
suelen ser más efectivos si los realizamos en luna descendente. Cuando necesitemos
remover la tierra del tipo arenoso ya sea con aradas, fresadora o cultivadores o una
simple moto azada, será preferible hacer coincidir la luna descendente con la luna
creciente. Por otro lado si la tierra es del tipo arcilloso será preferible hacer coincidir la
luna descendente con la luna menguante.

Si la labor que deseamos realizar es la de limpieza de hierbas competentes lo haremos


mejor a partir de la luna llena, es decir cuando la luna empiece a menguar
preferiblemente a partir de la media luna menguante. Así mismo si se desea labrar y
evitar la germinación de hierbas silvestres será preferible realizar tal labor en las noches
sin luna, ya que la luz desencadena el proceso de germinación.

Para evitar que nazcan enredaderas y cardos debemos trabajar la tierra cuando está seca.
Para desbrozar espinos, malezas y otras plantas invasoras realizarlo mejor en luna
menguante aproximándose a luna nueva.

Sembrar y plantar: además de las lunas apropiadas debemos tener en cuenta que es


preferible sembrar por la mañana y plantar por la tarde. Para que entendamos bien los
conceptos sembrar y plantar diremos que por ejemplo las patatas, rabanitos, zanahorias,
trigo, cebada, etc., se siembran mientras que los árboles frutales, los planteles diversos,
etc. se plantan.

Para escardar en tiempo húmedo la tierra a mano con azada: en luna menguante y por la
mañana

Para escardar en tiempo seco la tierra a mano con azada: en luna creciente y por la tarde

Cuando deseemos abonar las tierra lo haremos preferiblemente en luna creciente y a ser
posible en luna descendente y en sigo de tierra evitando signos de fuego. Si añadimos
algas y fosfatos naturales lo haremos así mismo en luna creciente. Los abonos minerales
mejor efectuarlos en luna menguante y por las mañanas. Si añadimos estiércol de vaca
lo haremos en luna menguante.

Las estacas las cortaremos preferiblemente en luna nueva para que nos duren más
clavándolos en tierra quemando previamente la punta.
Si deseamos un buen heno es preferible segarlo en luna creciente pero si deseamos que
vuelva a crecer fuerte después de segar lo haremos entonces en luna creciente  y luna
ascendente.

Para el maíz y el girasol sembrar preferentemente en luna menguante y a ser posible


ascendente y cosechar en luna ascendente.

Para la canola sembrar a ser posible en luna menguante y ascendente y cosechar en luna
ascendente y menguante.

Para el arroz y la soja sembrar en luna creciente y a ser posible en luna descendente
cosechando en luna menguante y a ser posible ascendente.

Para el mijo sembrar en luna creciente y a ser posible ascendente cosechando en las
mismas lunas.

Para las fresas trasplantarlas en luna menguante.

Las patatas deben des grillarse en luna menguante.

Las lechugas sembrarlas en luna menguante con el fin de que nos, nos espiguen de
forma rápida y en otoño las podemos sembrar en luna creciente.

Los champiñones salen algunos días después de luna nueva y es en luna creciente
cuando hay más cosecha.

El césped lo cortaremos mejor en luna menguante si deseamos que no crezca muy


rápido y en luna creciente si deseamos lo contrario.

Los bulbos de flores es preferible plantarlos cuando la luna está en la constelación de


Libra.

Cuando realicemos maceraciones o preparados de plantas lo haremos siempre en


recipientes de madera o barro pero nunca metálico y en luna creciente

EL INFLUJO DE LA LUNA EN LOS  INJERTOS


Es preferible efectuarlos siempre en luna ascendente en constelación de fuego o  de aire.
El injerto en corona se realiza a finales de invierno cuando la savia empieza a subir y los
asoman los primeros brotes. El injerto de escudete se practica en el mes de agosto
cuando sube la savia en luna ascendente habiendo regado unos 15 días antes los porta
injertos con el fin de que empujen la savia. Se corta el escudete con la corteza y un poco
de madera para que la yema no salte.

Los injertos de rosales se realizan de escudete y se pueden practicar todos los meses del
año en luna ascendente y se injertan lo más abajo posible al límite entre la parte blanca
y la parte verde a fin de evitar la formación de chupones

EL INFLUJO DE LA LUNA EN LOS  ESQUEJES

Es aconsejable cortarlos el último día de la luna ascendente y ponerlos en tierra el


primer día de la luna descendente. Los esquejes se cortan preferiblemente en otoño,
entre 10 y 15 cm sobre la madera del año en el último día de luna ascendente.

Podemos aumentar la actividad hormonal se juntan en manojos de unos 12 brotes


cogidos por un elástico y se guardan un día dentro de una bolsa de plástico en la parte
inferior de la nevera. Al inicio de la luna descendente se enterrarán inclinados dejando
sobresalir un poco menos de la mitad. Luego en la primavera se retiran cuando tienen
las primeras hojas y se plantas en la luna descendente.

EL INFLUJO DE LA LUNA EN  LA VID Y EL VINO

Podar las parras en luna descendente asociándola si es posible a luna creciente.

Las podas en verde y despuntes se efectuarán mejor en luna menguante y a ser posible
asociándola en luna descendente.

Las cosechas o recogidas tendrán mayor rendimiento realizadas en luna ascendente pero
se conservarán mejor en luna descendente.

Trasegar el vino en luna ascendente y luna creciente.

Embotellar el vino en luna menguante y a ser posible asociada a luna ascendente.


EL INFLUJO DE LA LUNA EN LA SIDRA

Trasegarla en luna creciente y si es posible en luna descendente siendo preferible


realizarlo por las mañanas en días serenos evitando noches lunares.

Embotellarla en luna menguante y descendente

EL INFLUJO DE LA LUNA EN LA CERVEZA

Es preferible comenzar su fabricación en luna descendente con luna creciente

Embotellarla en luna descendente y entre cuarto menguante y cuarto creciente evitando


los días de viento o muy fríos

EL INFLUJO DE LA LUNA EN LA APICULTURA

Para los apicultores meticulosos daremos algunos consejos muy útiles relacionados con
las constelaciones:

 Para favorecer el instinto constructor de las abejas: durante las constelaciones de


tierra
 Para que la miel recolectada se espese más rápidamente: durante las
constelaciones de tierra
 Para favorecer las reinas y la puesta de huevos: durante las constelaciones de
aire
 Para favorecer las reinas y la producción de miel: durante las constelaciones de
fuego

Las constelaciones de agua debilitan el organismo de los panales y de la miel, así como
el perigeo y los nodos lunares

EL INFLUJO DE LA LUNA EN LA DESTILACIONES

Si se destilan huesos de frutos luna menguante.

Si se destilan frutos con pepitas luna creciente

EL INFLUJO DE LA LUNA EN LOS ANIMALES


Desplazamiento de ganado: Entre cuarto creciente y cuarto menguante.

Aparear vacas y yeguas: Entre cuarto creciente y luna llena.

Aparear ovejas: Entre cuarto creciente y luna llena en signos de tierra y aire y si es
posible también en luna ascendente.

Recorte de pezuñas: en Luna creciente

Limpieza de establos: Durante luna creciente

Tratamiento contra gusanos: dos o tres días antes de luna llena o luna nueva.

Aparear conejos: entre luna nueva y cuarto creciente

Pollos y gallinas: si se desean dejar huevos para incubar es preferible recogerlos en luna
cuarto menguante. Si se desea tener gallinas de los huevos que incubamos es preferible
incubar los recogidos en luna creciente.

EL INFLUJO DE LA LUNA EN LAS COSECHAS

Muchas de las cosechas se conservarían mucho mejor si tenemos en cuenta la luna y


otros signos estelares. A modo general podemos decir por ejemplo que se consiguen
mejores resultados cosechando en luna ascendente las hortalizas que crecen por encima
del suelo y en luna descendente para los que crecen por debajo tierra como las raíces,
yucas patatas, ñames, rabanitos, nabos, entre otros., evitando siempre el mal tiempo.

Las frutas y verduras que por lo general no se conservan tan bien se estropearán menos
si no son cosechadas en los signos y constelaciones de agua.

Los frutos cosechados en luna ascendente son más jugosos y ricos en energía y si se
recolectan en luna ascendente el proceso de maduración se acelerará más.

Las frutas como fresas, frambuesas, albaricoques, ciruelas, cerezas o melocotones es


preferible recolectarlos en luna creciente y ascendente

Las calabazas y calabacines es preferible recolectarlos en luna creciente, especialmente


si las queremos conservar naturales en la despensa para el invierno
Las plantas de raíz es preferible recolectarlas en luna menguante a excepción de los
ajos, cebollas y escalonias que prefieren la luna creciente.

Con respecto al momento cabe destacar que la primera hora del día es la más
recomendable en casi todas las cosecha

INFLENCIA EN LOS ANIMALES

La luna y su influencia en el comportamiento animal[ CITATION Pla15 \l 10250 ]

A través de la historia se han creado todo tipo de mitos sobre nuestro satélite. Entre los
más populares está la creencia de que la luna cambia el comportamiento animal y
humano.

Aunque este mito no ha sido comprobado por completo hay investigaciones que han
demostrado que algunos animales cambian su comportamiento durante las fases lunares.

CAMBIO DE COMPORTAMIENTO DE LOS ANIMALES EN LAS DISTINTAS


FASES LUNARES

Los tejones se ponen tímidos

Los tejones son animales nocturnos y es muy difícil verlos a plena luz del día. Sin
embargo, durante las noches sin luna estos animales orinan mucho menos. Los
investigadores sugieren que esto tiene que ver con que utilizan la orina para marcar su
territorio cuando están listos para aparearse y la oscuridad de las noches sin luna los
protege de potenciales depredadores.

Los corales se ponen libidinosos

Durante la luna llena los corales de la costa de Australia se ponen especialmente


lujuriosos y liberan cantidades masivas de huevos y esperma de forma sincronizada.
Pero eso no se le puede atribuir solamente a la fase de la luna. La temperatura del agua,
las mareas y las condiciones de los otros organismos del ecosistema también juegan un
rol importante.

Las mascotas se lastiman más


Los científicos no saben muy bien porqué, pero constataron que los animales
domésticos se lastiman mucho más durante las noches de luna llena ya que al parecer su
comportamiento es mucho más torpe. Los gatos especialmente se sienten más alocados
y deambulan como verdaderos zombis. Durante esta fase lunar se constata un 23% más
heridas en gatos y un 28% en perros que el resto de las noches.

Los leones cazan de día

Los leones normalmente cazan durante la noche, excepto en los días posteriores a la
luna llena. En estos días, tienen el inusual comportamiento de cazar a plena luz del día.
Los etólogos sugieren que se puede deber a que durante la fase de luna llena sus presas
están menos activas y se ocultan mejor, por lo tanto deben aguardar al día para
conseguir su alimento.

Los escorpiones se ponen azules

No es que se pongan azules exactamente, lo que sucede es que los rayos ultravioletas
reflejados por la luna reaccionan con una proteína presente en el exterior de los
escorpiones y eso los hace brillar en la oscuridad en un tono azulado. Por este motivo
los escorpiones prefieren la luna nueva y suelen ser menos activos durante la luna llena,
debido a que su resplandor los vuelve presas más vulnerables.

Los peces se ocultan

Como es sabido la luna tiene un gran efecto sobre el mar, pero también afecta a todos
los animales marinos. Al parecer los peces se sienten más cómodos al comer cuando es
más oscuro, y la luna llena los ahuyenta. Por esta razón los pescadores siempre
consultan las fases lunares.

Sin duda la luna es mística, hermosa e importante tanto para la naturaleza como para
nosotros y aunque no nos demos cuenta de sus efectos ahora sabemos que sí afecta a los
animales de diferentes maneras
INFLUENCIA EN EL CELO DE LAS VACAS [ CITATION CON14 \l 10250 ]

Estudios aseguran que algunas fases de la luna influyen en la prolongación del periodo
de gestación y la frecuencia del celo en las vacas. En Colombia muy poco se conoce
sobre estas teorías, entérese de lo que dicen.

Hay quienes creen que la luna tiene cierto efecto en la vida humana, como el cambio de
temperamento de hombres y mujeres. Lo que no se sabía es que el satélite repercute en
el comportamiento reproductivo y gestacional de las vacas, según varias
investigaciones. 

De acuerdo con un estudio de la Universidad de Castilla – La Mancha, en España, las


fases lunares influyen en la gestación de las vacas de Lidia. Para este trabajo se controló
la duración de la gestación de 153 vacas, procedentes de 3 explotaciones de ganado de
esta raza durante 4 años consecutivos (2004 a 2007).

Según el estudio, cuando había luna nueva, el periodo de gestación duró 280 días; en
luna llena, disminuyó a 279 días; en la fase de cuarto menguante, aumentó a 284 días; y
en cuarto creciente llegó a los 285 días.

“Las fases lunares marcan periodos alternados de actividad y descanso de los fluidos
orgánicos de los animales, regulándose muchos procesos de comportamiento", señala el

documento.

Además explica que días previos a la luna llena se provoca inquietud, emotividad,
depresión e hipersensibilidad; mientras que antes de la luna nueva hay manifestaciones
de agresividad e impaciencia.

 
Un segundo estudio

Expertos del Centro de Biotecnología Reproductiva Animal, Cebirea, de la Universidad


Nacional de Loja, en Ecuador, indicaron que “los animales presentan cambios en los
patrones de comportamiento como respuesta a factores del ambiente. Como
muchos de estos factores son cíclicos, la actividad de los animales también. Los ritmos
relacionados a los cambios en las fases de la luna se originan en el efecto que esta tiene
en la atracción de las masas de agua, en los cambios en la calidad y cantidad de luz que
proyecta".

El estudio añade: "la influencia que la luna tiene en los bovinos se basa en la frecuencia
de celos naturales y partos en los diferentes periodos lunares; relación entre el periodo
lunar de inseminación y el periodo lunar en que ocurre el parto; y la influencia de las
fases de la luna en la reproducción programada y concepción”. (Vea el estudio)

Esta investigación se llevó a cabo con animales de la raza holstein mestizo, charolaise y
criollos mejorados. Las variables se obtuvieron de los registros de campo de 828 celos
naturales y 302 partos.

En Ecuador, cuando se habla de un animal en celo, se refiere a que está “enlunado". "Si
analizamos algunos de los síntomas de una hembra en esta etapa, se nota que hay un
aumento del flujo y temperatura sanguínea a nivel del útero, crecimiento folicular e
hiperactividad”, indica el estudio.

Los resultados fueron los siguientes:

Cuadro 1. Frecuencia y porcentaje de celos en los diferentes periodos lunares

 
Cuart
o
(nuev
Primero Segund Tercer a ó
(creciente o (menguante tierna
Periodo ) (llena) ) )

Hembras
en celo 223 236 170 199

Porcentaj
e 27 28,5 20,5 24

Cuadro 2. Frecuencia y porcentaje de nacimientos en bovinos en los diferentes periodos


lunares

Cuart
o
(nuev
Primero Segund Tercer a ó
(crecient o (menguant tierna
Periodo e) (llena) e) )

Nacimient
os 83 77 68 74

Porcentaje 27,5 25,5 22,5 24,5

Jorge Echeverry Cadavid, médico veterinario y experto en reproducción animal, dijo en


diálogo con CONtexto ganadero que estos estudios no se conocen en el país,
aunque los ganaderos deben tener en cuenta ciertos aspectos para reducir los días
abiertos en las vacas.

“El ganadero tiene que atender un grupo de elementos como la nutrición; debe estar
muy atento a la preparación del preparto de la vaca, que el número de días de
descanso sea el que corresponde, que tenga una disposición para llegar al parto
tranquilamente para que no sufra estrés. También se deben tener en cuenta las pautas
de bienestar animal, los celos y la fertilidad de los toros”, aseguró Echeverry
Cadavid.

El experto también aseguró que el único aspecto que el ganadero debe tener en cuenta
para saber si la vaca está en celo es su cambio de comportamiento, el cual se identifica
cuando la res no se resiste a la monta del toro.

¿Influencia de la Luna en el calendario de partos de las vacas?


[ CITATION NCY16 \l 10250 ]

  

La idea de que la Luna ejerce algo de influencia sobre la vida en la Tierra puede parecer
difícil de creer, sobre todo teniendo en cuenta los muchos mitos sin fundamento
científico alguno que se han forjado históricamente sobre dicha influencia, y de entre los
cuales uno de los más conocidos es la del hombre lobo que abandona su aspecto
humano las noches de luna llena.

Pero no podemos olvidar que, al igual que el ciclo circadiano marcado por el Sol influye
en numerosas cuestiones biológicas, el ciclo lunar, aunque mucho más modesto,
gobierna algunos aspectos en diversas formas de vida.

 
Existe la creencia popular de que se produce un número más alto de nacimientos
durante los días cercanos a la luna llena. Esto parece ser cierto en el caso de las vacas
lecheras estudiadas por un grupo de la Universidad de Tokio en Japón.

En investigaciones anteriores se hallaron evidencias contradictorias sobre que el ciclo


lunar afecte al calendario de los nacimientos humanos, y muchos investigadores siguen
sin estar convencidos de que nuestro satélite natural influya en ello aunque sea
mínimamente.

En el nuevo estudio, el equipo de Tomohiro Yonezawa analizó las fechas del


nacimiento de vacas Holstein genéticamente similares y criadas en condiciones
uniformes en una granja lechera de Hokkaido, la prefectura más al norte de Japón. Los
investigadores examinaron 428 registros de partos de vacas producidos de modo
espontáneo y ni antes ni después del correcto plazo de gestación. Los partos analizados
ocurrieron durante un período de tres años, entre septiembre de 2011 y agosto de 2013.
Se constató la situación de la Luna en el ciclo lunar en el momento de cada nacimiento.

 
 

En el estudio se hizo un análisis de las fechas del nacimiento natural (espontáneo) de


vacas Holstein genéticamente similares y criadas bajo las mismas condiciones. (Foto: ©
University of Tokyo / JY Li)

El análisis mostró que la tasa de nacimientos era estadísticamente más alta durante el
período alrededor de la luna llena y durante la propia luna llena. Además, el número de
nacimientos fue más alto para las vacas que ya habían tenido descendencia previamente.

 
Tal como admite Yonezawa, este curioso resultado puede deberse a múltiples factores,
como la nutrición de la madre, el entorno social y la base genética, y por eso la hipótesis
de la influencia lunar en estos animales necesita evidencias de más peso. En cualquier
caso, Yonezawa cree que las vacas podrían proporcionar en futuras investigaciones un
buen modelo para separar el efecto lunar de otros factores que también influyen en el
nacimiento.

Los resultados del estudio se han hecho públicos a través de la revista académica PLoS
ONE. La referencia del trabajo es la siguiente: Yonezawa T, Uchida M, Tomioka M,
Matsuki N (2016) Lunar Cycle Influences Spontaneous Delivery in Cows. PLoS ONE
11(8): e0161735. doi:10.1371/journal.pone.0161735.

Gestación vacas luna[ CITATION Cab07 \l 10250 ] pdf

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