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4.

La vocación dentro de la profesión


La vocación es un deseo profundo hacia lo que uno quiere convertirse en un
futuro, es decir, a lo que uno quiere hacer por el resto de su vida, es algo que va
enlazado y determinado por tus conocimientos generales. Cuando un profesional
carece de vocación, el proceso de enseñanza-aprendizaje puede ser más
demoroso y difícil para desarrollar sus conocimientos, a diferencia de un
profesional que sienta una verdadera vocación (Hirsch, 2013).
La ética del ejercicio profesional tiene una larga historia, dado que las profesiones
mismas la tienen, desde su origen se han caracterizado por comprender a los
aspectos éticos de un modo particular. Con el paso del tiempo ha habido grandes
cambios en cuanto al modo de entender lo que es una profesión y lo que ha de ser
el correcto ejercicio profesional desde el punto de vista ético. Esos cambios han
culminado en la actualidad en cierto descrédito y desconcierto en torno a la noción
misma de profesión y de ética profesional.
La ética y su Ámbito Profesional
Para abordar esta temática, comenzaremos haciendo la siguiente pregunta ¿Qué
es lo que todos, o casi todos hacemos? La cual tiene una respuesta evidente,
trabajar, en otras palabras, llevar, realizar un oficio, un empleo, una profesión.
Pero en el trabajo debería haber algo más importante que la eficiencia, porque se
trata de un factor que precisamente la hace posible. Este algo, de carácter ético,
es lo único que funciona como razón de ser de una eficiencia en el que hacer de
las profesiones y los oficios. La palabra profesar tiene como significado “declarar o
enseñar en público’’, y deriva del latín culto profiteri (cuyo participio es profesus),
que quiere decir “declarar abiertamente’’, ‘‘hacer profesión’’, ‘‘confesar’’. De igual
forma el origen proveniente de las palabras “profesor” y “profesión”, que sirven
para hablar de ‘‘quien hace profesión de algo’’. Así se puede decir que alguien
“hizo profesión de fe...”, que “profesó en la universidad de...”, etcétera. Por un
lado, pues, el que declara públicamente, el que es un profesor, quien profesa una
convicción; y por el otro, por la vía de la profesión, el profesional. El que es “un
profesional” renuncia a sus intereses personales, cualesquiera que éstos sean, se
pone al servicio de los intereses de su profesión, cuyo fundamento ético (ethos, o
forma peculiar de ser, ontológicamente hablando), asentado en la dignidad
humana, impide tomar al hombre como un medio. Esa dignidad ética hace decir a
Kant que al ser humano jamás se le debe tomar como un medio sino como un fin
en sí mismo. (Camarena, Manuel, Manuel, & Camarena, 2002)
Continuaremos con la siguiente pregunta ¿Qué es eso de ‘‘ética profesional’’? La
ética, en el sentido profesional, tiene que ver íntimamente con nosotros. Esto hace
referencia a que la ‘‘ética profesional’’ está vinculada con la calidad moral de
nuestro trabajo, con el modo de llevar a cabo nuestro quehacer cotidiano, e
implica entrega vocacional, responsabilidad, honestidad intelectual y práctica,
relativa a lo que decimos sabemos y lo que hacemos.
La ética profesional es básicamente un compromiso con lo que ustedes hacen,
con lo que yo hago, con lo que cada persona hace. Este compromiso debería ser
tan profundo que en él, como dice Aristóteles respecto a las virtudes, “poco o
nada” tiene que ver el saber, pues para la moral valen más los actos de justicia,
templanza y la responsabilidad, y especialmente la autenticidad (Lledó, 1985). Un
claro ejemplo soy yo mismo puedo ser un buen o mal ingeniero eléctrico de la
ética; todo depende de que tan bien haga mi trabajo. Si lo hago mal, procedo
inmoralmente, es decir, sin ética profesional (Quispe & Arias, 2018). Realizando
un análisis se podría decir que he sido incapaz de ponerme, como se dijo, al
servicio de los intereses de mi profesión. Pero una falla profesional, entendida
también como una falla de ética profesional es algo muy grave, porque en realidad
el ethos profesional no permite infidelidades: el que las comete no es un
profesional en falta; simple y radicalmente ya no lo, es más. Un científico que
miente, no es un hombre mentiroso, sino alguien que ya no es un científico; un
médico que se pone al servicio de la muerte, deja de ser un médico, aunque siga
teniendo su título en una de las paredes de su consultorio (Hirsch Adler, 2005).

Hortal ubica la ética profesional como una ética realista en la que se lleva a cabo
una vida moral a través del ejercicio profesional. En otras palabras, existe una
congruencia entre lo que se “dice y hace”. A continuación, el siguiente cuadro
pretende sintetizar la figura del buen profesional relacionado a sus diferentes
contextos:

El sentido de la profesión
Ejercer una profesión, exige mucho más que brindar un servicio impecable, ser
oportuno, cumplir con lo pactado en un contrato. Ejercer la profesión en sentido
amplio, además de lo anterior, exige no perder de vista su horizonte ético. Otro
autor que también se citara es Augusto Hortal, el cual en su libro “Ética general de
las profesiones”, menciona que una profesión es una actividad diaria ocupacional,
en “la que de forma institucionalizada o técnica se presta un servicio puntual a la
sociedad, por parte de un conjunto de personas (los profesionales) que se dedican
a ellas de forma estable, obteniendo de ellas su medio de vida o sustento,
formando con los otros profesionales (colegas) un colectivo que obtiene o trata de
obtener el control monopolístico sobre el ejercicio de la profesión, y tienen acceso
a ella tras un largo proceso de capacitación teórica y práctica, de la cual depende
la acreditación o licencia para ejercer dicha profesión”.(Hortal, 2002).
Una de las ventajas ética de esta definición, es la sugerencia inmediata a la
prestación de un servicio dirigido a satisfacer una necesidad dentro de un entorno
social. En la proporción que el servicio satisfaga demandas y necesidades
sociales, la profesión cumplirá con su razón de ser. Por ejemplo, la razón de ser y
sentido de la práctica médica tiene que ver con la necesidad de recuperar la salud
de los pacientes (enfermos); la de un financiero generar información relevante y
oportuna para tomar decisiones; la de un agricultor de mangos producirlos para
satisfacer la demanda por ese fruto; la razón de ser de un político es la de hacer
valer el mandato de la ciudadanía que lo eligió; y de esta manera tenemos a nivel
social diferentes roles que desempeñan diferentes personas o grupos de personas
para su sustento y concibiendo de esta manera cada uno su profesión.
Bibliografía
Ilustración 1.- Elementos del buen profesional y sus diferentes contextos.
(Hortal, 2002)
https://www.eumed.net/rev/caribe/2019/04/etica-vocacion-profesional.html
5. La exclusión social y educativa
La exclusión social es un proceso que afecta a millones de personas en todo el
mundo, tanto en los países en vías de desarrollo como en las prósperas
sociedades occidentales. La sociedad de la información en la que estamos
inmersos está demostrando una triple diferencia social. Por un lado, la seguridad
de los privilegiados con trabajo fijo y pleno disfrute de sus derechos individuales y
sociales. Por otro, la inseguridad de los que tienen trabajos eventuales y viven en
permanente estado de ansiedad y escepticismo y, por último, el desarraigo del
mercado laboral de amplias capas de la población. Todo ello conduce a la
dualización de la sociedad.
Se trata de un fenómeno que no sólo tiene que ver con la pobreza y que en
cualquier momento puede abatirse sobre las personas. Es decir, el sentimiento de
vulnerabilidad de nuestros alumnos no sólo es observable en los sectores
estructuralmente pobres sino que afectos a la población escolarizada y no
escolarizada, aunque de diferentes formas.
En ocasiones, tiene mucho que ver con la percepción y el sentimiento que muchas
personas experimentan de no ser valoradas ni tenidas en cuenta en la sociedad
por lo que son. Hoy sabemos que, en muchos casos, esa exclusión social se
anticipa o se prepara en procesos de exclusión educativa que, como aquella, tiene
múltiples caras:
• Falta de acceso a los sistemas educativos.
• Escolarización segregada en dispositivos especiales.
• Educación de «segunda» para los más desfavorecidos.
• Fracaso escolar.
• Maltrato entre iguales por abuso de poder.
• Desafecto.
• Etc.….
Alumnos vulnerables
Intrínsecamente unido al concepto de exclusión, se encuentra el concepto de
vulnerabilidad. Se utilizó el término alumnos vulnerables, para tratar de evitar en
todo lo posible el término necesidades especiales, por otra parte, tan cercano a
todos nosotros. Compartimos con Ballard (1999) que el continuo uso de este
término sigue haciéndonos asumir la división entre aprendices «normales» y
«menos que normales» lo que, a la larga, inhibe el desarrollo de un análisis crítico
sobre la inclusión. En su opinión, «la cultura de separar la educación especial de
la ordinaria continuará mientras el término especial forme parte del vocabulario de
la educación». (p.3)
Las necesidades educativas especiales, tal y como son entendidas hoy en día por
muchos centros educativos, son categorías (tal y como exponía la concepción
estática tratada en el segundo módulo), en vez de un concepto relacional referido
a la construcción de un especifico conjunto de relaciones entre el aprendizaje del
alumno y el sistema de escolarización.
Barreras
Barreras para la presencia, el aprendizaje y la participación El concepto de
«barreras para el aprendizaje y la participación» fue desarrollado por Booth y
Ainscow (Ainscow, 1999; Booth, 2000; Booth y Ainscow, 2002). Es un concepto
nuclear en relación con la forma en la que los profesores deben enfocar su trabajo
educativo con el alumnado en desventaja o más vulnerable a los procesos de
exclusión.
Este concepto enfatiza una perspectiva contextual o social sobre las dificultades
de aprendizaje o la discapacidad. Nos hace ver que tales dificultades nacen de la
interacción entre los alumnos y sus contextos: las circunstancias sociales y
económicas que afectan a sus vidas, la gente, la política educativa, la cultura de
los centros, los métodos de enseñanza.
Bibliografía web.
http://formacion.intef.es/pluginfile.php/110307/mod_resource/content/3/Inclusiva_1
4_09_B2_T2_alumnos_vulnerables.pdf
6. ley de ética gubernamental en el contenido que sugiere que desarrolla
estructurando los de la siguiente forma:
 la importancia de la ley en la actualidad
La presente ley tiene por objeto normar y promover el desempeño ético en
la función pública; salvaguardar el patrimonio del Estado, prevenir, detectar
y sancionar la corrupción de los servidores públicos, que utilicen los cargos
o empleos para enriquecerse ilícitamente o cometer otros actos de
corrupción.
 Objetivo que persigue
La ley de Ética Gubernamental tiene como objetivo promover el desempeño
ético en la función pública del estado y el municipio; prevenir y detectar las
prácticas corruptas así sancionar los actos contrarios a los deberes y
prohibiciones establecidas en estas leyes.

 razones por las cuales nace dicha ley


La presente Ley tiene por objeto normar y promover el desempeño ético en
la función pública del Estado y del Municipio, prevenir y detectar las
prácticas corruptas y sancionar los actos contrarios a los deberes y las
prohibiciones éticas establecidas en la misma.

 funciones del tribunal de ética gubernamental


La Ley de Ética Gubernamental tiene por objeto normar y promover el
desempeño ético en la función pública; salvaguardar el patrimonio del
Estado; prevenir, detectar y sancionar la corrupción de aquellos servidores
públicos que utilicen su cargo para enriquecerse ilícitamente o cometer
otros actos de corrupción.

 especificaciones de funcionarios públicos basado en la ley


gubernamental
integral, a fin de fortalecer el Tribunal de Ética Gubernamental y su eficacia
en la ... Esta Ley se aplica a todos los servidores públicos, permanentes o
Proponer al Tribunal medidas que coadyuven a la mejor aplicación de esta.
Ley.

Bibliografía web
http://www.oas.org/juridico/PDFs/mesicic4_slv_ley_etica.pdf
PDF

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