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La yuca

La yuca -Manihot esculenta Crantz- pertenece a la familia Euphorbiaceae. Esta familia

está constituida por unas 7200 especies que se caracterizan por el desarrollo de vasos laticíferos

compuestos por células secretoras o galactocitos que producen una secreción lechosa. Su centro

de origen genético se encuentra en la Cuenca Amazónica. Dentro de esta familia se encuentran

tipos arbóreos como el caucho, Hevea brasiliensis; arbustos como el ricino o higuerilla, Ricinus

communis y numerosas plantas ornamentales, medicinales y malezas además del genero

Manihot. (FAO, s.f)

Requerimientos edafológicos

La siembra de yuca se podría realizar en casi todo tipo de terreno. Sin embargo, suelos

muy pesados o arcillosos o suelos con muchas piedras u otro tipo de obstáculos no son

recomendados para las siembras comerciales, ya que no permiten un desarrollo óptimo de las

raíces. Los suelos óptimos para la producción de este cultivo son los de textura franca, con una

profundidad mayor a los 60 cm, que tengan buen drenaje, que permitan un adecuado desarrollo

de las raíces tuberosas. En zonas donde existe este problema, la yuca se debe sembrar en lomillos

o montículos para evitar la pudrición de las raíces. Además, estos suelos deben ser muy fértiles,

ricos en materia orgánica y con un pH de entre 5,5 y 6,5 (Arroyo et al, 2003).

Requerimientos climáticos

Temperatura

Según Cásseres (1986) y Kumari et al. (2016) citados en Aguilar et al (2017) la yuca es

un cultivo que tolera un amplio rango de temperatura; sin embargo, esta puede afectar la

brotación, el tamaño y la producción de hojas, el llenado de las raíces de almacenamiento y el

rendimiento. El rango óptimo de temperatura es de 25-29 °C. Sin embargo, el rango de tolerancia
de este cultivo va de los 16 °C a los 38 °C; las temperaturas inferiores a los 16 °C afectan el

crecimiento, debido a una menor producción de hojas, la poca formación de raíces tuberosas y un

menor engrosamiento de estas.

Altitud

La yuca se puede sembrar desde el nivel del mar hasta los 1000 m s.n.m., desde las costas

Caribe y Pacífica de nuestro país hasta la zona montañosa del Valle Central; sin embargo, para

fines comerciales no se recomienda sembrar yuca arriba de los 600 m.s.n.m., dado que su ciclo

vegetativo es más largo y su rendimiento es inferior. (Aguilar et al, 2017)

Fotoperiodo

De acuerdo a Quirós y De Diego (2006) citados en Aguilar et al (2017) “esta planta

requiere de 10 a 12 horas luz, por lo que es un cultivo de fotoperiodo corto. Sin embargo, la yuca

se adapta a días con fotoperiodos largos, debido a que tiene la capacidad de realizar fotosíntesis

como una planta C3 o C4”.

Topografía

Según el CIAT (1987) citado en Valdez y Hernández (2014) “se sugiere sembrar solo en

áreas planas o en terrenos con pendiente inferior al 15%. La siembra en terreno inclinado o de

ladera, solo se recomienda si se realizan prácticas de conservación del terreno: siembra en

contorno, barreras vivas, etc. pues el cultivo de yuca, por su lento establecimiento, no protege el

suelo de la erosión.

Requerimiento hídrico

Requiere de una muy buena precipitación durante todo su ciclo. Por ser un cultivo de

ciclo vegetativo largo requiere de más precipitación que otros cultivos. La precipitación mínima

requerida es de 1,400 mm bien distribuidos durante su ciclo (DICTA, 2017).


Descripción morfológica

- Planta:

La yuca es un arbusto perenne de tamaño variable, que puede alcanzar los 3 m de altura.

Se pueden agrupar los cultivares en función de su altura en: bajos (hasta 1,50 m), intermedios

(1,50-2,50 m) y altos (más de 2,5 m).

- Tallo:

El tallo puede tener posición erecta, decumbente y acostada. Según la variedad, el tallo

podrá tener ninguna, dos, o tres o más ramificaciones primarias, siendo el de tres ramificaciones

el mayoritario en la yuca. Las variedades de ramificación alta, es decir, a más de 100 cm,

facilitan las labores de escarda. El grosor del tallo se mide a 20 cm del suelo y puede ser delgado

(menos de 2 cm de diámetro), intermedio (2-4 cm) y grueso (más de 4 cm). Al carácter del

grosor del tallo se le ha asociado el alto rendimiento en raíces de reserva. Los entrenudos pueden

ser cortos (hasta 8 cm), medios (8-20 cm) y largos (más de 20 cm).

- Hojas:

De forma palmipartida, con 5-7 lóbulos, que pueden tener forma aovada o linear. Son

simples, alternas, con vida corta y una longitud de 15 cm aproximadamente. Los peciolos son

largos y delgados, de 20-40 cm de longitud y de un color que varía entre el rojo y el verde. La

epidermis superior es brillante con una cutícula definida. Según la defoliación en la estación

seca, las variedades de yuca se pueden retener algo de follaje, o gran parte de follaje (60%

aproximadamente).

- Flores

Es una especie monoica por lo que la planta produce flores masculinas y femeninas. Las

flores femeninas se ubican en la parte baja de la planta, y son menores en número que las
masculinas, que se encuentran en la parte superior de la inflorescencia. Las flores masculinas son

más pequeñas.

- Sistema radicular

Comprende la corteza externa, la corteza media y la corteza interna y el cilindro central,

estela, pulpa o región vascular. La corteza externa llamada también súbero corcho, corresponde

un 0,5-2,0% del total de la raíz. La industria del almidón prefiere aquellas variedades de

adherencia débil. La corteza media está formada por felodermis sin esclerénquima. Posee un

contenido en almidón bajo y en principios cianogenéticos alto. Constituye un 9-15% del total de

la raíz. La corteza interna está constituida por parte del parénquima de la corteza primaria,

floema primario y secundario. Por último, el cilindro central está formado básicamente por el

xilema secundario. La raíz reservante no tiene médula y pueden ser raíces de pulpa amarilla,

crema y blanca. El rendimiento de raíces por planta suele ser de 1-3 kg, pudiendo llegar en

óptimas condiciones hasta 5-10 kg/planta. (Infoagro, s.f)

Figura 1

Flor de la planta de yuca

Fuente: Aguilar et al (2017)


Figura 2.

Planta de Yuca

Fuente: (DICTA, 2017)


Fisiología de la yuca

La planta de yuca presenta cuatro fases principales: Brotación de las estacas, formación

del sistema radicular, desarrollo de los tallos y hojas, engrosamiento de las raíces reservantes y

acumulación de almidón en sus tejidos. En los primeros tres meses de desarrollo, la planta ya

está formada, las hojas tardan aproximadamente 11 días en adquirir su tamaño normal y

permanecen en la planta de 60 a 70 días en variedades precoces y 85 a 95 días en las tardías

(Montaldo, 1985).

Después de 3 o 4 meses, la planta comienza a engrosar las raíces, ya traslocar mayor

cantidad de nutrientes a estos órganos, retardando el crecimiento aéreo tanto en tamaño como en

la tasa de formación de hojas por ápice. La planta de yuca tiene gran capacidad de recuperarse

después de cada corte y puede durar hasta 2 años y unos meses, periodo durante el cual es

posible obtener cortes trimestrales de forraje. Cuando la yuca crece en condiciones de baja

fertilidad el cultivo reduce su Índice de Área Foliar (IAF) y mantienen el contenido de nutrientes

en las hojas a un nivel alto, logrando un uso de nutrientes maximizando la tasa de crecimiento

cuando la disponibilidad de estos es limitada. La biomasa total se reduce, por la deficiencia de

nutrientes, bajando el crecimiento aéreo, (Guzmán y Pérez, 1992)

Durante el crecimiento, el contenido de N, P, K aumenta en mayor proporción en las

hojas y peciolos hasta los 3 o 4 meses, mientras que los contenidos de estos elementos tienden a

aumentar en tallos y raíces después de los 6 meses (Cadavid, 2002).


Manejo agronómico de la yuca

Preparación de la tierra

Se realizarán dos pases de rastra pesada, en cruz y un pase de rastra ligera, en suelos de

sabana, cubiertos de pastos naturales, francos o franco arenosos. En suelos de pH ácido, por

debajo de 5, tras la labor anterior se aplicará 1 tm de cal viva por hectárea. Si se aplica carbonato

de calcio, no se podrá realizar la plantación hasta 1-2 meses después. En suelos francos o franco-

arcilloso-limosos o ácidos, se llevará a cabo un pase de arado integral o de tiro, seguido del

encalado y de dos rastreos livianos, o como alternativa, dos pases de rastra pesada seguidos de

dos pases de rastra liviana. (Infoagro, s.f)

Eliminación de brotes

Esta operación se realiza de 30 a 40 días después de germinada la planta y para lo cual se

utiliza una tijera de podar. De cada planta emergen de seis a ocho brotes, de los cuales se deja

solamente 1 o 2 brotes más vigorosos por estaca. Repetir esta operación si el cultivo lo amerita.

(DICTA, 2017)

Abonado

El exceso de nitrógeno disminuye el contenido en almidón y aumenta las sustancias

proteicas de las raíces reservantes, lo cual influye en la producción de harinas integrales de yuca

para alimentación animal, pero no para la producción de almidones para uso industrial. Los

abonos nitrogenados minerales pueden ser nítricos (nitrato potásico y nitrato amónico) o

amoniacales. En general se prefiere estos últimos al nítrico. Para evitar la lixiviación, el


nitrógeno se aplica en dos veces: en el momento de la plantación y a los 2-3 meses de cultivo,

siendo en esta última más recomendable la urea, aplicada vía foliar. Los abonos nitrogenados

orgánicos son: abonos verdes, los estiércoles y los restos vegetales. La concentración de N2 de

distintos fertilizantes nitrogenados es: Sulfato amónico 20,5%, Nitrato amónico 33,5 %, Urea 42

- 46 %, y Amoniaco anhidro 82,0%. Todos en estado sólido, salvo el último que es en estado

gaseoso.

El fósforo se utiliza en el proceso de fosforilación, mediante el cual se sintetiza el

almidón. Los síntomas de la deficiencia de fósforo son enanismo y un color de las hojas verde

oscuro. Es preferible aplicar fosfatos de calcio insolubles, en vez de superfosfatos triples en

cultivos de ciclo de 16-24 meses. La concentración de P2O5 de distintos fertilizantes fosfatados

es: Superfosfato triple 44 - 48 %, Superfosfato simple 16 - 20 %, Harina de huesos 23 - 25 %. En

estado sólido. El potasio influye en el rendimiento de las raíces reservantes y en el contenido en

materia seca total. La deficiencia de este elemento provoca una coloración bronceada en las

hojas con posterior quemadura de los bordes. Algunos autores lo han calificado como el

principal elemento en el abonado. La concentración de K2O de distintos fertilizantes potásicos es:

Sulfato potásico 48 - 50 %, Cloruro potásico 45 %, Nitrato potásico 44 % en estado sólido

(Infoagro, s.f)

Enfermedades fúngicas

- Mancha parda de la hoja. Causada por Cercospora henninsgsii. Es una de las

enfermedades más importantes de la yuca. Los síntomas que provoca son manchas marrones,

más definidas en el haz y menos en el envés. Las venas cercanas a las lesiones circulares pueden

aparecer de color negro. Las hojas situadas en la parte baja de la planta son más susceptibles de
ser atacadas. Para controlar la enfermedad, lo mejor es utilizar variedades resistentes al hongo.

Como control químico se recomiendan funguicidas a base de óxido de cobre y oxicloruro de

cobre suspendidos en aceite mineral.

- Mancha blanca de la hoja. Causada por Cercospora caribae. Es una enfermedad

frecuente en los periodos húmedos y frescos. Los daños que causan estas especies comienza por

un amarilleamiento en la hoja, en el centro aparece un color pardo en cuyo borde en ocasiones

aparece una línea irregular pardo-violeta. En las hojas produce manchas irregulares, primero

amarillas y posteriormente pardas de unos 5 - 10 mm. El hongo penetra en la planta a través de

los estomas, invadiendo posteriormente los espacios intercelulares. El hongo sobrevive en la

época seca sobre los tejidos viejos infectados, para volver a iniciar su actividad en el periodo de

lluvias. No se conoce ninguna variedad resistente específica.

- Ceniza o mildiu. Causada por Oidium sp. Esta enfermedad aparece en la época seca. La

ceniza de la yuca está causada por Oidium manihotis. Ataca preferentemente a las hojas más

desarrolladas. Provoca lesiones amarillentas en las que en ocasiones aparecen áreas necróticas de

color marrón. Pudiendo llegar hasta provocar la defoliación de la planta. En cuanto al control de

la enfermedad, parece ser que existen variedades resistentes. También se recomienda la

aplicación de productos a base de azufre por aspersión.

- Añublo pardo fungoso. Causada por Cercospora vicosae. Suele presentarse donde

aparece la mancha parda. Los síntomas son manchas grandes de color marrón, siendo

marróngrisáceo en el envés. Puede ocasionar defoliaciones severas en variedades susceptibles.


No obstante, no es una enfermedad que ocasione grandes pérdidas. Para controlar la enfermedad

se recomienda excesiva humedad en el suelo y el empleo de variedades resistentes.

- Pudrición seca del tallo y la raíz. Causada por Diplodia manihotis. Aparece una

pudrición radical que conllevará a la muerte de la planta. También ataca el material de

propagación almacenado, sobre todo en condiciones de alta humedad relativa, y a los restos de

tallos que se han dejado en el terreno. Para controlar la enfermedad se recomienda la rotación

con cultivos como maíz o sorgo. Se deben utilizar estacas sanas en la plantación desinfectando

adecuadamente las herramientas. . (Infoagro, 2017)

Enfermedades bacterianas

- Bacteriosis, pudrición. Causada por Xanthomonas manihotis. Es una enfermedad

importante en Argentina, Paraguay y Brasil. Provoca el marchitamiento de las hojas y la

exudación de goma. La enfermedad a veces aparece el extremo de las ramas, secándose las hojas

nuevas. Existen variedades resistentes a la enfermedad. Se plantarán estacas sanas.

Plagas

- El taladrador de tallos y ramas. Coelostermus sp. Existen cinco especies de este

género que ataca a la yuca. Las larvas hacen galerías que pueden llegar a los 13 mm. El mejor

método de control es la rotación de cultivos y la utilización de material de propagación sano.

- Gusano de la hoja. Erinnyis ello, Lepidoptera. Es una plaga importante que ataca por

toda América y acaba con las hojas de la yuca y otras plantas. Como control biológico se han

indicado las especies Trichogramma spp, Telenomus dilopphonotae y Telenomus monolicornis;

Apanteles americanus, Apanteles flaviventris y Belvosia williamsi. . (Infoagro, 2017)


- "Mosquinha dos mandiocais" o "Broca dos brotes", Lonchaea pendula. Es una de

las plagas más importantes de América. La mosca coloca los huevos en los brotes, llegando a

acabar con las hojas en desarrollo. Existen variedades con resistencia genética.

- Ácaros. Provoca decoloración y deformación de las hojas, llegando a la caída de las

mismas. Desorganiza todo el proceso de crecimiento de la planta, provocando acortamiento delos

nudos y la muerte en los extremos apicales, incluso en toda la planta. Se observa una mayor

proliferación en la estación seca. Son enemigos naturales Somatium spp, Karschomia spp de

Tetranychus bimaculatus. (Infoagro, 2017)

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