En tiempos donde la palabra “Popular” se ha transformado en un preciado objetivo político

partidario, no puede ser simplemente anecdótico que un equipo de fútbol cargue con ese cartel
por casi 80 anos. Ocho décadas donde —más allá de los triunfos y las derrotas- la identificación
de “la mitad más uno del país” con los colores albos ha sido patente, pero imposible de sustentar
sólo con los avatares del rendimiento deportivo.

Debe haber algo más...

La explicación muchas veces ha caído en nombrar los inicios de Colo-Colo; a aquel puñado
de profesores que escaparon de Magallanes y formaron un nuevo club; a aquel grupo de muchachos
que perdió a su líder cuando recién comenzaba a concretar su sueño.

Allí tiene que estar la clave. Pero por años el medio periodístico Se ha quedado sólo a ese
nivel, con aquellos títulos de una historia que promete mucho más, si es que es investigada...

Hasta ahora no había sucedido, al menos nó con el suficiente profesionalismo y la rigurosidad

que si ha mostrado el historiador Sebastián Salinas en el trabajo que se plasma en las siguientes
páginas.

Una investigación que no sólo se nutrió de información chilena, sino que también de
pocumentos provenientes de España, Cuba, México, Perú y Portugal. Tal como lo ameritaba
uña verdadera revisión de los orígenes del club colocolino.

Porque fue en los testimonios históricos donde Salinas descubrió una buena respuesta a
la popularidad de Colo-Colo. Y fue en CEDEP donde encontró el apoyo necesario para que su
labor hallara forma.

De esta manera, con gente valiosa como Sebastián Salinas, la Central de Estadísticas
Deportivas sigue forjando uno de los puntos vitales de su misión: enriquecer con productos de
calidad la pobre literatura deportiva que existe en Chile.

Creemos que con “Por empuje y coraje.../** y lo qué más adelante vendrá, seguimos
ayudando a mejorar la cultura deportiva de nuestro país.

En eso estamos...

Jorge Nazar Díaz

Subdirector CEDEP
 Si la historia es por definición el relato de acontecimientos y hechos dignos de ser recordados,
|p indudable que desde 1925 a la fecha, todo el quehacer de Colo-Colo merecía ser recopilado,
digerido y finalmente entregado a la consideración de los chilenos. Nótese que no digo de los
"Colocolinos”, porque la vida de este club es un fenómeno social más que deportivo, que
sobrepasa a un apasionado y voluble grupo partidario, para trascender a la gran mayoría de los
chilenos.

Para esta historia... un historiador (!!!), que con rigor académico y disciplina investigativa,
cuenta “la firme” sobre los albos.

En esto radica el mérito principal de este libro. Aquí se cuenta todo... si|i maquillaje ni
cirugía estética para los grandes errores y humanas debilidades de jugadores, dirigentes y
simpatizantes...

Los éxitos deportivos no son un mito, son reales y parte muy importante de la magia que
ha seducido a los chilenos por casi ochenta año; pero, en ningún caso, son la razón de ser “del
Colo”, ni su único mérito y contribución para sentirnos tan chilenos y, en igual medida, tan
colocolinos.

Sobre Colo-Colo se há escrito mucho y con diferentes objetivos comerciales, recurriendo

a leyendas archiconocidas: de protagonismo, para perpetuar actuaciones personales; y páginas
meramente sentimentales, para revivir la parte amable de tiempos pasados, sin tocar la otra cara
de la medalla.

Se han publicado crónicas, estadísticas y anecdotarios en que se recrean los triunfos y se

soslayan discretamente derrotas y errores, pero en todos los casos se ha marginado el componente
social básico, las personas que en una u otra forma sacaron adelante un proyecto deportivo
juvenil y sin proponérselo lo incrustaron en la historia y en el corazón de millones de chilenos.

Mérito el de Sebastián Salinas. Historiador de verdad y severo inquisidor del pasado albo,
escribió una historia enfatizando más en los hombres que en el rol cumplido de fundadores,
jugadores, dirigentes e incluso de cuasi sepultureros del club futbolístico, que para bien o para
mal es preocupación de la mayoría de los chilenos.

Vicente Riveros López

RR.PP e historiador
Club Social y Deportivo Colo-Colo
 Si la historia es por definición el relato de acontecimientos y hechos dignos de ser recordados,
es indudable que desde 1925 a la fecha, todo el quehacer de Colo-Colo merecía ser recopilado,
digerido y finalmente entregado a la consideración de los chilenos. Nótese que no digo de los
“Colocolinos”, porque la vida de este club es un fenómeno social más que deportivo, que
sobrepasa a un apasionado y voluble grupo partidario, para trascender a la gran mayoría de los
chilenos.

Para esta historia... un historiador (!!!), que con rigor académico y disciplina investigativa,
cuenta “la firme” sobre los albos.

En esto radica el mérito principal de este libro. Aquí se cuenta todo... sin maquillaje ni
cirugía estética para los grandes errores y humanas debilidades de jugadores, dirigentes y
simpatizantes...

Los éxitos deportivos no son un mito, son reales y parte muy importante de la magia que
ha seducido a los chilenos por casi ochenta año; pero, en ningún caso, son la razón de ser “del
Colo”, ni su único mérito y contribución para sentirnos tan chilenos y, en igual medida, tan
colocolinos.

Sobre Colo-Colo se ha escrito mucho y con diferentes objetivos comerciales, recurriendo

a leyendas archiconocidas: de protagonismo, para perpetuar actuaciones personales; y páginas
meramente sentimentales, para revivir la parte amable de tiempos pasados, sin tocar la otra cara
de la medalla.

Se han publicado crónicas, estadísticas y anecdotarios en que se recrean los triunfos y se

soslayan discretamente derrotas y errores, pero en todos los casos se ha marginado el componente
social básico, las personas que en una u otra forma sacaron adelante un proyecto deportivo
juvenil y sin proponérselo lo incrustaron en la historia y en el corazón de millones de chilenos.

Mérito el de Sebastián Salinas. Historiador de verdad y severo inquisidor del pasado albo,
escribió una historia enfatizando más en los hombres que en el rol cumplido de fundadores,
jugadores, dirigentes e incluso de cuasi sepultureros del club futbolístico, que para bien o para
mal es preocupación de la mayoría de los chilenos.

Vicente Riveros López

RR.PP e historiador
Club Social y Deportivo Colo-Colo
PRÓLOGO (Eduardo Santa Cruz Achurra) 7

PRÓLOGO (Jorge Nazar Díaz) 9

PRÓLOGO (Vicente Riveras López) H

INTRODUCCIÓN 15

CAPÍTULO 1: DE REBELDES A INVENCIBLES. (Nacimiento del Colo-Colo F.C ., año 1925) 23

CAPÍTULO 2: HASTA ANCUD, HASTA EU R O P A . (Año 1926) . 6.1

CAPÍTULO 3: LA GLORIA, LA FAM A, EL LUTO. (Gira intenacional del año 192?) 95

CAPÍTULO 4: ENTRE EL DOLOR Y EL H EROÍSM O. (Gira internacional del año 192?) 129

CAPÍTULO 5: LOS NUEVOS ÍDOLOS. (Segundo semestre del año 1927 en Chile) 153

CAPÍTULO 6: Y LA "ROJA" PARTE EN EL BLANCO. (Año 1928) 169

Capítulo 7: ¿EL EQUIPO DE CHILE?. (Año 1929) 191

CAPÍTULO 8: LA BASE PARA EL PRIMER M UNDIAL. (Año 1930) 223

Capítulo 9: ¿PROFESIONALES, NOSOTROS?. (Año 1931) 251

CAPÍTULO 10: CRISIS ADENTRO , CRISIS AFU ER A . (Año 1932) 275

CAPÍTULO 11: EL FIN DE LA ERA ROMÁNTICA. (Instauración del profesionalismo en Chile, 1932 -1 9 3 3 ) 307

PALABRAS FINALES 335

AN EXO I: Cronología. Chile y el mundo, 1925 -1 9 3 3 . ’ 337

Anexo II: Figuras de la era amateur 339

Anexo III: Partidos de la era amateur, 1925 -1 9 3 3 . 353

Anexo IV: Jugadores'actuarori por Colo-Colo en la era amateur, 1925 -1 9 3 3 383

BIBLIOGRAFÍA 387

AGRADECIM IENTOS 392

PROCEDENCIA DE IM ÁGENES 393

 Reunión de socios de Magallanes en abril
de 1925.
Una fuerte discusión. La salida de algunos
jugadores. Reunión en el “Quitapena”.
En los días siguientes, liderados por David
Arellano, se funda en el Estadio El Llano el más
popular equipo del fiítbol chileno, Colo-Colo.
Si leyó estas líneas y cree que ya se sabe la
historia, se equivoca.
Aun cuando los hechos sucedieron de la
forma en que comúnmente se relatan, existen
muchas fechas, detalles, personajes y otros
eventos que muy pocas veces se han investigado
en profundidad.
Ni hablar de los primeros años de Colo-
Colo. En la mayor parte de los libros, esta época
no es tomada en cuenta y se piensa que es
demasiado lejana como para interesar a las
nuevas generaciones.
¿Por qué pasaron cosas como las señaladas?
H istoria deportiva y del fiítb o l en Chile
El estudio del desarrollo histórico del
deporte en Chile aún se encuentra en pañales.
En varias ocasiones se menciona el poco respeto
por la historia de las diferentes disciplinas y la
falta de “memoria histórica” en la actividad. La
escasez de libros existentes sobre el tema es
notoria tras una revisión al respecto, confirman­
do lo anterior. Además, son demasiados los
intelectuales, periodistas e historiadores que ven
como denigrante y hasta jocoso el hecho que
alguien se dedique a realizar algo serio sobre
esta actividad en literatura, periodismo, ciencias
sociales o historia.
El deporte, especialmente el fútbol, es un
elemento para ser considerado con fuerza en
nuestra sociedad. Mueve masas, dinero, medios
de comunicación y esfuerzos de manera tan
importante, tanto en el mundo como en nuestro
país, que ya no es posible seguir viendo esta
actividad como algo intrascendente.
Lamentablemente, la pobreza de libros re­
ferente al tema es notoria, más aún si considera­
mos que ya ha pasado más de un siglo de fútbol
en nuestro país.
La mayor parte de lo que existe son cró­
nicas aisladas que han aparecido en diarios y
revistas, especialmente con motivo del mundial
de 1962, mientras que los textos sobre fútbol
en Chile son escasos.
Fernando Larraín Mancheño publicó algo
al respecto en la década de 1940, en un texto
pionero que hoy es casi imposible de consultar.
Su obra serviría para que tres décadas después
Antonino Vera, director de la mítica revista
Estadio, publicara un libro dentro de la colección
“Nosotros los chilenos” de Editorial Quimantú,
entregando una historia del fútbol chileno a
grandes trazos.
En 1985 el diario La Nación lanzó en 10
fascículos la “Historia del fútbol chileno”,
abarcando diversos ámbitos, incluyendo
biografías de jugadores y dirigentes destacados.
Ese mismo año Edgardo Marín sacó a la luz
“La Roja de todos”, una historia de la selección
chilena desde 1910 hasta 1985, El mismo
periodista, antiguo redactor de la revista Estadio,
publicaría dos libros más. En 1988 fue “La
historia de los campeones” (con una segunda
edición ampliada en 1991), que trata del torneo
profesional de fútbol chileno, donde cada año
es visto a través de la campaña del nuevo
monarca, mientras que en 1995 llegaría su obra
magna, “Centenario. Historia total del fútbol
chileno”, el libro más completo realizado hasta
ahora sobre los anales de nuestro balompié,
ampliamente ilustrado. Debido a su trabajo,
Marín ha marcado un hito en el tema, siendo
sus obras una consulta indispensable para
quienes intentan nuevos trabajos al respecto.
Los primeros libros sobre historia del
fútbol nacional editados con alguna preocupa­
ción por indicar las fuentes utilizadas, fueron
los escritos por el periodista Eduardo Santa
Cruz, donde relaciona fútbol con cultura
popular. Los orígenes del fútbol hasta 1950
fueron incluidos a grandes rasgos en lo hecho
por Pilar Modiano en su “Historia del deporte
chileno”.
El año 2001 el periodista Daniel Matamala
publicó “Goles y autogoles”, una obra sobre la
15
relación entre el poder político y el fútbol, algo
obvio para el investigador avezado, pero que
hasta el momento nadie había tratado directa­
mente. El libro de Matamala fue pionero en su
género, siendo una reseña de los hechos más
significativos para un posterior análisis.
En más de cien años, estas son las obras
existentes que relatan el desarrollo general del
balompié nacional. Por tal motivo, cada nueva
publicación que aparece en el mercado sobre
el tema, ya sea referente a clubes como al devenir
de la actividad en el país, se agradecen, pues
aportan siempre un nuevo aspecto que ayuda
a pavimentar el camino para los investiga-dores
del futuro.
Lamentablemente, los apuros diarios que
viven la mayoría de los clubes chilenos, no les
permite realizar investigaciones que se reflejen
en textos sobre su historia y por la misma razón
muchos de ellos no apoyan iniciativas al respecto,
convencidos en que otros gastos son prioritarios
y enfocándose principalmente en la ganancia
comercial que podría generar el producto. No
consideran el valor patrimonial que tiene cuidar
el pasado para las futuras generaciones, en un
aspecto que engrandece aún más a las
instituciones y apasiona al capital humano más
importante con el que cuentan: sus hinchas.
Las historias sobre Colo-Colo
Colo-Colo muestra un panorama distinto
al resto. Debido a su enorme popularidad y a
la cantidad de títulos que ha logrado, además
de ser el club más importante en la historia del
fútbol chileno, es la institución deportiva que
más libros y publicaciones tiene a su haber en
Chile.
Pese a este alentador panorama inicial, la
lectura de estas publicaciones deja al descubierto
que hasta la actualidad no se ha realizado una
investigación exhaustiva, metódica y seria sobre
el llamado club popular, debido en gran parte
a que la mayoría de los textos realizados son
productos de consumo masivo que tratan de
aprovechar circunstancias específicas, como
16
títulos o grandes campañas.
El mejor intento para escribir una historia
de Colo-Colo lo hicieron Edgardo Marín y
Julio Salviat en 1975 cuando, con ocasión del
cincuentenario del club y con la venia del
presidente de la institución, Héctor Gálvez,
publicaron uno de los más completos libros
sobre un club de fútbol chileno, “De David a
‘Chamaco’”. Esta obra es un hito en la historia
de la bibliografía deportiva nacional, al tratarse
del primer texto sobre deporte en Chile realizado
de manera rigurosa, lo que se vio reflejado en
sus contenidos inéditos: estadísticas analizadas,
el relato de la historia del fútbol chileno a la
par con la del cuadro albo, la aparición de las
tablas de posiciones de todos los campeonatos
profesionales desde 1933 hasta 1974 o el análisis
del desempeño de todos los equipos que
participaron en el profesionalismo hasta la fecha
de cierre de la publicación.
Sin embargo, por enfocarse principalmente
en lo ocurrido desde la implantación del
campeonato profesional, la era amateur del club
fue resumida en forma muy breve, algo conti­
nuado por las publicaciones que han aparecido
posteriormente y que se basan en “De David a
‘Chamaco’”.
Este libro y su intención
El origen de este libro tiene relación con
lo anterior. La lectura de las publicaciones sobre
Colo-Colo demostró que no existía una historia
investigada sobre los primeros años del club.
La revisión de diarios y revistas de la época y la
comparación con los libros existentes, deja en
claro que ninguno de éstos había consultado
ampliamente estas fuentes y se hacían más
evidentes los errores e imprecisiones sobre la
primera época del cacique. También, se hizo en
parte comprensible esta situación.
El revisar diarios y revistas e intentar escri­
bir la historia de cualquier institución o disci­
plina deportiva previo a 1933 es algo en extremo
complicado y difícil. No hay información clara,
muchas veces los datos no existen, los diarios se
encuentran maltratados, cercenados y con menos que en el futuro aparezcan libros u otros
grandes omisiones debido al paso del tiempo, estudios con más y mejores antecedentes, que
a las condiciones de bodega de las bibliotecas puedan contradecir algunos párrafos. Espero
o la falta de páginas que han sido extraídas, de corazón que eso suceda, ya que esa es la
siendo casi imposible lograr un texto absoluta­ manera en que las publicaciones y el conocimien­
mente certero y sin lagunas informativas. Si a to de la historia mejoran con el tiempo, desa­
eso le sumamos el oscuro panorama sobre el rrollándose para beneficio de la sociedad.
tema en general, antes detallado, veremos porque
se publicaron los libros que se conocen.
Pensando en lo anterior, se decidió publi­
car lo que usted tiene en sus manos, como un
aporte para conocer con mayor detalles los Sebastián D. Salinas Gaete
albores de Colo-Colo, entregando una versión Santiago, verano de 2004
documentada sobre la fundación, orígenes y
desarrolló inicial del club popular.
El presente libro intentará historiar los
primeros años de Colo-Colo, desde su fundación
en 1925 hasta la instauración del campeonato
profesional en 1933, la era menos conocida del
club. Sin embargo, la tesis de este libro le da
gran importancia a esa época.
Pese a ser la etapa más oscura y menos
difundida de la historia alba, excepto en sus
rasgos generales y por los escritos de Alberto
Arellano, esos ocho años son vitales para explicar
el desarrollo posterior de la institución, ya que
fue en ellos cuando se forjaron las bases para
sus características principales. La gran popular­
idad, el respeto en todo Chile, el fanatismo
positivo y negativo de sus hinchas y detractores,
el reconocimiento en el extranjero, la relación
entre el club y la Patria (con sesgos iniciales de
nacionalismo), los cambios revolucionarios que
el club llevó a cabo y que impactaron en el testó
de los clubes e incluso las intervenciones, crisis
institucionales y económicas. Todos esos aspeaos
ya eran visibles en esos años, marcando la pauta
para lo que sería la futura historia del club
donde esas características vuelven a aparecer,
muchas veces, en forma cíclica.
Se ha investigado con profesionalismo,
prolijidad y por sobretodo con una gran pasión
con el objetivo de entregar al fútbol chileno
interesantes aspectos de la historia de uno de
sus principales protagonistas. Sin embargo, no
Se descarta la posibilidad que pese al esfuerzo
el texto caiga en involuntarios errores y mucho

17
- ¿Por qué gritan Colo Coto, abuelita?
- Colo Colo es el nombre delperro de la vecina.

- Pero, ¿por qué lo llaman Colo Colo?

- Es el nombre de un cacique.

- ¿Yqué es cacique, abuelita?

- Es eljefe de los araucanos.

-¿Y qué son araucanos, abuelita?

- Mira, anda a preguntarle a tu papá. No molestes más.

El chico corrió donde el padre y volvió con la cantinela.

- ¿Qué es Colo Colo, papá?

- Mijito, eso no sepregunta. Usted lo debe saber desde que nació.
Colo Colo es un equipo defiítbol. El mejor equipo del mundo.
¡Cómo Colo Colo no hay!

-¿Ypor qué abuelita dice que es cacique?

- Colo Colo era el nombre de un indio araucano, de los que vivían en Chile hace muchos años.
Un indio viejo, nombradojefe por sus condiciones de respetoy honorabilidad. Era un cacique,
unjefe. ¿Entiendes?
Un cacique al que legustaba que sus súbditosfueranfuertes, resistentes, buenos hombrespara
la luchay para la guerra. Y también trabajadores. Y noflojos y borrachos.
Colo Colofue uno de los caciques más veneradosy él ordenó que losjefes o caciques que lo
sucedieranfueran nombrados entre aquellos que más resistieran caminando con un tronco
de árbol al hombro.
Como Caupolicán. ¿Sabes quién es Caupolicán?¿Recuerdas aquella estatua de un indio con
plumas, vigorosoy fuerte?

- ¿Ypor qué decías que era un equipo defiítbol?

- Porque es un club que lleva el nombre de Colo Colo.

- ¿Y por qué lleva el nombre de un indio?

- Bueno. Creo quepor ser el de un chileno que quiso quesus compatriotasfueranfuertes, coraju­
dosy bravos.

- Papito, yo quiero ser de Colo Colo.

- Claro, Manuelito, usted tiene que ser de Colo Colo, así como supapá.

(Relato aparecido en la revista Estadio N° 336 [1949, página 4], que muestra como Manuel
Machuca conoció a Colo-Colo cuando era un niño, para luego llegar a ser un destacado jugador
del club popular. También ejemplifica una situación que se repite hasta el día de hoy).
¿ Qué significa, qué es y quién fu e Colo
Colo?
La palabra “colocolo” es de origen mapu­
che y su significado es “gato montes”, en referen­
cia al félix colocolo, el único gato montes chileno
de los tres tipos existentes que habita en la zona
central. Según algunas versiones vendría de la
unión de las palabras colong (disfraz) y codcod
(gato montes), por lo que podría significar tanto
el animal como la expresión “disfrazado de gato
montes”.
El animal del cual proviene el nombre fue
descrito por primera vez por el abate Juan
Ignacio Molina (1737-1829), quien conservó
el nombre mapuche. También es llamado gato
de los pajonales. Pese a que el colocolo habita
en las pampas del altiplano de la I región y en
las montañas de las regiones XI y XII, es la zona
central su hábitat más frecuente, en especial
desde Coquimbo hasta Concepción. Se alimenta
de aves, mamíferos pequeños, reptiles y
batracios, teniendo un comportamiento solitario
y pasando muchas veces inadvertido. El colocolo
tiene un color plomizo, con manchas rojas y
grises en la espalda, más algunas fajas negras
transversales en sus piernas y cola. Estos colores
le permiten camuflarse con facilidad. Su cabeza
es redonda y tiene un largo promedio de setenta
centímetros. Es un animal astuto, con gran vista
y oído, gran agilidad tanto para trepar árboles
como para correr.
Pese a estas ventajas naturales, producto
de la caza indiscriminada es uno de los animales
I chilenos con mayor peligro de desaparecer,
siendo su avistamiento muy difícil.
Este mamífero sirvió para los nombres de
los mapuches. Pese a que lo más probable es
que haya existido más de un hombre llamado
“Colocolo”, sería un compañero de Caupolicán
el más célebre, debido a su inclusión en la obra
“La Araucana” de Alonso de Ercilla.
El escritor Fernando Alegría hizo la
siguiente reconstrucción de Colocolo, líder
mapuche en contra de los conquistadores
hispanos: "...un anciano pequeño, de cabeza
redonda y pelo blanquecino, tieso y corto, sus ojos
eran pequeños y vivos, miraban a través de una
maraña de pelo con aguda ironía; alrededor de la
cabeza tenía atado una especie de pañuelo. Se
cubría con un poncho y en su mano grande,
nervuda y morena, sostenía un ramo de canelo,
que era la insignia de su autoridad" w.
En el canto II de “La Araucana”, Ercilla
escribió que Colocolo era un anciano cacique
araucano (jefe en tiempos de paz) que propuso
una peculiar prueba para elegir al toqui o jefe
en tiempos de guerra: el hombre que fuera capaz
de sostener sobre SUS hombros un gran tronco
de árbol por mayor tiempo, sería el elegido.
Al parecer, Colocolo era buen orador. Con
ese talento, logró que se adoptara esta forma
para elegir toqui. Luego que varios caciques
demostraran su fuerza, Caupolicán fue el
vencedor ya que sostuvo el madero en sus hom­
bros por tres días y tres noches.
Todo lo señalado es según el mito. Colo­
colo llevaba ese nombre porque quizás usaba
una piel de colocolo para cubrirse o tal vez era
un nombre totèmico, ganado por su astucia,
agilidad e inteligencia.
Su fecha de nacimiento es desconocida,
aunque un año tentativo es 1515. Hay antece­
dentes más fieles que lo indican como uno de
los primeros jefes mapuches en planear un
levantamiento a gran escala contra los españoles.
En 1553, junto a líderes como Caupolicán y
Lautaro, intervino en el asalto al fuerte de
Tucapel.
Cerca de 1558 y tras la muerte de Lautaro,
las fuerzas lideradas por Colocolo se encontraron
débiles debido a los continuos enfrentamientos
contra las fuerzas de García Hurtado: de
Mendoza, debiendo pactar la paz. Pero fue por
corto tiempo, ya que la aparición de Caupolicán
como líder guerrero hizo cambiar las cosas. Con
la muerte de Caupolicán ese año, Colocolo
trató de volver a llamar a un levantamiento.
Pese a su edad, aún era capaz de arengar a los
suyos con entusiasmo e incluso recorrió la
Araueanía para reclutar fuerzas que suplieran
las bajas que había sufrido el toqui Lincoyán.
Colocolo murió luchando contra los
españoles en la batalla de Quipeo en 1560, pese
a que algunos historiadores lo declaran
muerto en Lumaco, un año después, o incluso
en 1570. Algunos investigadores, los menos,
han sostenido que en realidad Colocolo fiie un
mapuche traidor, que trabajó para los españoles.
Pese a que tal hecho es mencionado en algunas
fuentes, la descripción del indio, el año y el
lugar llevan a la conclusión que de haber existido
ese Colocolo “traidor”, sería otro indio con ese
nombre. Por lo tanto, la historia debe concluir
en la altivez y valentía del Colocolo de Ercilla,
que siempre estuvo al frente de la lucha contra
los invasores.
El nombre de “Colocolo” perduró en
Chile no sólo por el mapuche o el animal antes
mencionados, sino también porque esta
denominación entró en la fauna fantástica
mapuche y en los micos de la zona centro - sur o polo. El “Colo-Colo Footba.ll Club”, “Club
chilena. Según aquellos, el colocolo es una
lagartija fantástica que chupa la sangre de las
personas mientras duermen, lame su saliva y
provoca la muerte por enflaquecimiento
repentino. Otras versiones dicen que es un
lagarto subterráneo nacido de un huevo
degenerado de una gallina, empollado con el
calor del sol que luego se transforma en una
rata con plumas. Algunos indican que el
colocolo es un ratoncillo bravo, que anida en
las habitaciones y que bebe la saliva de los
enfermos hasta que mueren, a menos que se
mate al animal. También se le describe como
un ratón con trompa que cacarea o como un
ratón con larga trompa y ojos de color carne
cruda. En todas las versiones, este animal lame
la saliva de sus víctimas.
El escritor chileno Manuel Rojas escribió
un breve cuento sobre “El Colocolo”. En él,
recogiendo las tradiciones campesinas, Rojas
describió al animal de la siguiente manera:
“Es como un ratón conplumas, con el hocico
bien puntiagudo. Se me pone encima de la boca
y me chupa la saliva (...) parece un ratón, y no lo
es; parece un pájaro y no es pájaro; llora como
una guagua y no es guagua; tiene plumas y no es
ave (...) nace del huevo huero de una gallina.
Cuando se deja abandonado un huevo así, sin
hacerlo tiras, viene una culebra, se lo lleva y lo
empolla: cuando nace, le da de mamary le
enseña a chupar la saliva de las personas que
duermen con la boca abierta”fnL
También Colocolo llegó a la toponimia,
ya que en la Araucanía hay un cerro con ese
nombre y antes existía un distrito con esa deno­
minación. Según las tradiciones, el cacique
homónimo era el dueño de esas tierras.
En la medicina folklórica, existe el sebo
de Colocolo, ocupado por los montañeses como
remedio para distintas enfermedades, pero en
especial contra los machucones.
Desde 1925, el nombre se hizo famoso
por un nuevo motivo. Ese año se fundó el club
de fútbol del cual trata este libro, que en su
desarrollo posterior llegó a ser un club deportivo
cón varias ramas, como atletismo, básquetbol
de Deportes Colo-Colo”, “Club Deportivo
Colo-Colo” o “Club Social y Deportivo Colo-
Colo”, su nombre actual, se transformó en el
más popular club del fútbol chileno, dando
origen a diversas manifestaciones culturales en
su honor.
Numerosas revistas (“El cacique”, “Siem­
pre campeones”, “OI raí”, “Garra Blanca”, “Colo
Colo”, etc.) y libros se relacionan con el club,
destacando el texto “De David a Chamaco”,
realizado en 1975 por los periodistas Edgardo
Marín y Julio Salviat, el más completo entre
todas las publicaciones existentes hasta ahora.
Colo-Colo también ha sido inspiración
para poemas, cuentos, estatuas y pinturas. La
música es una de las artes más relacionadas con
este club, que ha tenido dos himnos institucio­
nales. El primero fue compuesto a principios
de los años ‘40, entre Carlos Cassaus y Javier
Rengifo, mientras que el segundo himno, él
actual, nació una década más tarde obra de
Carlos Ulloa Díaz. Esta es la canción de club
más conocida de Chile y ha dejado en la
memoria colectiva frases como su estrofa inicial
(“Cantemos todos, de Arica a Magallanes...”),
o la última línea del coro que le da el título,
“Como el Colo-Colo no hay”.
Sumado a esos himnos, hay más canciones
sobre el club. Varias cuecas y tonadas, un tango
(en honor al título de 1960) y diversas
canciones en homenaje a la obtención de la
Copa Libertadores en 1991 se encuentran entre
las más destacadas. El folclorista Nicanor
Molinare compuso en honor a los albos la
versión del año 1944 de “La Copucha”, tema
que luego haría popular la cantante y actriz
Gloria Benavides. Sin embargo, no se puede
olvidar la tonada compuesta por Críspulo
Gándara llamada “A David Arellano”, que a
finales de los años ‘20 fue cantada por los Huasos
de Pichidegua y que llevaba entre sus líneas la
siguiente: “Y esa lágrima en silencio / ustedes
comprenderán ¡ llegaba todo el equipo / más no
llegó el capitán \
Este club de fútbol ha inmortalizado frases
y gritos en su honor. Los nombres “el equipo
1 V) « 1 1T » « 1 • » «1 * 1* :S»
popular , los albos , el cacique o los indios
(o “el indio”) sirven para referirse al club, jugado­
res e hinchas, mientras que son reconocidos
para Colo-Colo las siguientes frases: “Cómo el
Colo-Colo no hay, ¡AJI right!”, “¿Quién es Chile?
¡Colo-Colo! ¿Quién es Colo-Colo? ¡Chile!”,
“Colo-Colo es Chile”, “Eterno Campeón” y “la
mitad más uno”.
Por último, tanto por el club de fútbol
como por el cacique del siglo XVI, numerosas
calles en todo Chile han tomado el nombre
“Colocolo”, así como barcos y regimientos.
También jugadores de Colo-Colo tienen el
honor de tener sus nombres en algunas calles,
destacando en especial David Arellano.
CITAS
1. Editorial Portada, Colección práctica del estudiante (COLE),
tomo 17, "Biografías chilenas", Editorial Portada, Santiago
de Chile, sin indicación de año, p. 107.
2. Manuel Rojas, Obras escogidas de Manuel Rojas, Empresa
Editora Zig-Zag, S. A.; Santiago de Chile, 1961,1er. Tomo,
pp. 202-203.
BIBLIOGRAFÍA
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chilenos de una sola vez”, Editorial Copesa, Santiago, sin indi­
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grafía Lahure, París, 1875.
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- Diario Las Ultimas Noticias: Colo Colo, 75 años de gloria, su­
plemento especial, 19 de abril de 2000, artículo “Colo Colo:
sangre que sube de la tierra”.
- Sergio Ñuño: La tierra en que vivimos. En busca de nuestros oríge­
nes, Editorial COPESA, Santiago, sin indicación de año. Capítulo
10.
- Revista del Domingo: Almanaque - Libro del año 1974, Editorial
Lord Cochrane, S. A.; Santiago de Chile, 1974, artículos
“Toponimia indígena de Chile” y "Armada: Unidades existentes".
- Revista Qué Pasa: Colección práctica del estudiante (COLE),
tomo 17, "Biografías chilenas", Editorial Portada, Santiago de
Chile, sin indicación de año.
- Manuel Rojas: Obras escogidas de Manuel Rojas, Empresa Edi­
tora Zig-Zag, S. A.;Santiago de Chile, 1961, 1er. tomo.
21
CAPITULO 1
DE REBELDES A INVENCIBLES

(Nacimiento del Colo-Colo F.C., A ñ o 1925)

"...Colo-ColoÁupo llegar al corazón del pueblo como

nadie lo hizo anteA ni deApuéA.y realizó el milagro
de interesar a lamaAa popular en eljuego delfútbol
(...)Aquella rebelión, que, aunque debiera cenAurarAe
por haberAido un acto de indiAciplina, hoy día tiene,
neceAariamente - una vezolvidadoA Ioa reAquemoreA
y rozamientoA dé ella miAma - que aplaudirAe, por
cuanto influyó poderoAamente en la difuAión del
fútbol en todo el paíA. Al nacer Colo-Colo eAte deporte
creció, porque el club alboAupo prender en el cariño
del pueblo...".

(Renato González, bajo su seudónimo Rincón Neu­

tral, en la sección Sombras del Pasado dedicada a
David Arellano, revista Estadio N° 249).
 El fiítbol en la época
Breve reseña del origen e historia d elju tb o l
¿Cuál fue el origen del fútbol?
Difícil respuesta. En especial si podemos
referirnos a cualquier práctica en donde el pie
humano tuvo relación con algún objeto. Nueva
Guinea, China, Japón, África, Centroamérioa,
Grecia, Boma y otra serie de lugares tienen
antecedentes de juegos, de hace cientos o miles
de años, que pueden fechar un posible “naci­
miento” del fútbol.
Sería Inglaterra el país que se ganó el título
de ser el "inventor del fútbol", en gran parte
porque fue allí donde se reglamentó el juego,
surgieron los primeros equipos oficiales y se
jugó el primer campeonato “serio” de la acti­
vidad.
El fútbol surgió como juego ya en el siglo
II a.C. en tierras inglesas y con los años se
transformó en el favorito del pueblo, aunque
su excesiva violencia, que terminaba muchas
veces con enfrentamientos entre pueblos
completos, hizo que más de una vez se decretara
su prohibición. Pese a esto, el fútbol siguió
seguro en su marcha, aún cuando las fracturas
y las patadas a las tibias fueran una imagen
recurrente. Por ejemplo, un francés que estaba
de espectador en un partido a principios del
siglo XIX Coméntó: "Si los ingleses le llaman a
estojugar, hay que imaginarse a que le llamaran
pelear”IJ¡!
Pese a lo anterior, se relegó al “Foot-ball”
(“balompié”) a ser un juego de colegios y univer­
sidades, tomando en esos sitios impulso. Eton,
Harrow, Winchester, Rugby, Charterhouse,
Cheltenham, Oxford y Cambridge, entre otros,
fueron centros educacionales donde esta
diversión encontró el lugar propicio para perdu­
rar, aunque cada universidad tuvo su propio
estilo y forma de juego. Las jugadas normales
para unos, eran para otros faltas horro-rosas a
sus precarios reglamentos.
Ninguna disputa fue más trascendente
que la producida en 1823, debido a una jugada
de William Webb-Ellis. Basado en las reglas
orales que se usaban en la ciudad de Rugby que
permitían casi todo para conseguir los tantos,
Webb-Ellis tomó la pelota con la mano en un
partido intereiudades, la puso contra su cuerpo
y la llevó sin soltarla a la meta rival. Este hecho
encendió la polémica por los centros universita­
rios, quienes discutieron si era o no válido jugar
como Rugby. Se hizo visible la necesidad de
reglamentar el juego para crear normas universa­
les. Los de Rugby dieron el primer paso: en
1842, alumnos y profesores defendieron estilo,
codificando un juego en donde se ocuparían
las manos y los pies. Era el nacimiento del
rugby.
Algunos colegios no aceptaron estas leyes
y decidieron modificarlas o crear nuevas, como
el fuera de juego (“off side”, cuando los jugadores
estaban “excesivamente” adelantados en terreno
rival), el cambio de lado entre los equipos en
el entretiempo, saque lateral o el uso de un
madero como horizontal, en reemplazo de las
cuerdas usadas.
En 1846 dos ex alumnos del Colegio de
Westminster fundaron el primer club. Luego,
entre 1846 y 1848 saldría de la Universidad de
Cambridge el primer proyecto de reglamenta­
ción del juego, las “Cambridge Rules” (reglas
de Cambridge), provocando el nacimiento del
 tiro libre, las barreras y las dimensiones de la
cancha. La división entre quienes deseaban jugar
rugby o fútbol siguió, pero lentamente el “código
de Cambridge” fue aceptado en los colegios.
Con estas reglas en mente, el 24 de octubre de
1857 nacería el Sheffield Club, el primer club
no universitario de fútbol y el más antiguo del
mundo. Su ejemplo sería imitado en 1862 en
la ciudad de Nottingham, naciendo el Notts
County.
El 23 de octubre de 1863 un grupo de
jóvenes londinenses fundó en una taberna de
la francmasonería, ubicada en Great Queen
Street, la primera "Foot-ball Assoeiation"
(asociación de fútbol), días después que el primer
código de reglamentación se hiciera público.
El 8 de diciembre del mismo año se hizo el
código casi definitivo, marcando la diferencia
entre el fiitbol “asociado” y el fútbol rugby, que
en 1871 creó el Rugby Union, su propio organis­
mo regulador. Con el correr del tiempo las
diferencias llegarían hasta en los balones usados
para jugar, ya que el original balón ovalado
usado en ambas competiciones fue reemplazado
en el fútbol por la pelota redonda, más apta
para ser pateada. Un rector de Cambridge diría:
“En suma, el fiitbol asociación es un juego de
caballerosjugado por atorrantes y el rugby es un
juego de atorrantes jugado por caballeros” W*
El avance del fútbol se vio reflejado en los
cambios de las reglas. Pronto quedarían claras
las dimensiones de la cancha, la prohibición
para usar las manos (con la excepción del
arquero), la prohibición para patear al adversario,
el fuera de juego, el uso de silbatos, el tiro de
esquina (córner), el árbitro, el saque lateral y el
penal.
Para 1882 el fútbol ya había invadido
otros terrenos del Reino Unido (Escocia, Gales
e Irlanda), los que se resistieron al hecho que
sólo Inglaterra pudiera manejar y cambiar el
reglamento. Sus reclamos tendrían como res­
puesta la creación de la International Board -
“Directiva Internacional” -, encargada de
establecer las reglas y de rechazar o aceptar sus
posibles cambios. Con esto se ganó la existencia
de un reglamento oficial.
26
En 1886 los clubes empezaron;# pagarle
a sus jugadores, naciendo el “profesionalismo”,
práctica que sería negada por Inglaterra durante
décadas. Su más notorio efecto fue que en 1888
se creó la Football League - Liga de Fútbol -,
empezando un campeonato profesional de la
actividad.
Sentadas las bases reglamentarias del nuevo
deporte su propagación se hizo más fácil,
gustando en toda Europa, Fue tan grande la
difusión que hizo pensar a Robert Guérin,
periodista francés del diario “Le Matin”, la
posibilidad de crear un organismo internacional
del fútbol. Inicialmente las ideas de Guérin
toparon con la negativa inglesa, pero el 21 de
mayo de 1904 se creó en la sede en París de la
Unión de Sociedades Francesas de Deportes,
ubicada en Rué Saint Honoré 229, la Federación
Internacional de Fútbol Asociado (FIFA), con
la participación de Holanda, Suiza, Suecia,
España, Dinamarca, Bélgica y Francia. Al año
siguiente, la Football Assoeiation inglesa decidió
integrarse, al igual que Alemania, Austria, Italia,
Hungría, Escocia, Gales e Irlanda. Con esto, la
FIFA se hizo un organismo sólido y con repre-
sentatividad para dirigir los destinos del fútbol.
Guérin sería su primer presidente.
El fútbol logró su asentamiento definitivo
en 1908, cuando se le aceptó como deporte
olímpico. Ahora ya no era sólo un juego, sino
una disciplina con ciencia y preparación.
Antes de todo esto, a pesar de las distancias,
América también cayó bajo el influjo del nuevo
juego. Gran responsabilidad le cupo a los
marinos ingleses, quienes jugaban fútbol
enseñando a los americanos. Los puertos del
Río de la Plata y Valparaíso fueron sitios ideales
para esto, siendo cuestión de tiempo la creación
de clubes locales.
E lfú tb ol entra a Chile
Precisamente de Valparaíso saldrían los
primeros antecedentes del fútbol en Chile, como
también el primer club.
Valparaíso y Viña del Mar, al igual que
¡©tras ciudades y puertos de relevancia
en Sudamérica, tenían una importante
colonia británica, compuesta por ban­
queros, comerciantes, marinos activos
y desertores, entre otros, que no tenían
problemas para asentarse debido a que
Gran Bretaña era la primera potencia
económica de la época. La colonia
inglesa de Valparaíso, por ejemplo,
pronto creó barrios propios e incluso
construyó canchas de criquet y colegios.
En el Cerro Alegre estaba desde 1851
el Mackay and Sutherland School &), 2. Fotografia del 5 de agosto de 1893, en el Parque Cousiño de Santiago.
jugándose fútbol en él a imitación de Elprim er partido entre Santiago 2 / Valparaíso 7 (con camiseta blanca).
Nótense los áreos usados en la época.
los colegios ingleses, mientras que en
el camino al cerro se levantó, en 1893, la primera ocasión (el Santiago Club). Los resultados serían
cancha “urbana”, gracias a la iniciativa de Andrés dos fáciles victorias para los porteños: 7 a 2 en
Gemmell, capitán del Mackay. Este sitio se unió Santiago y 5 a 0 en Viña del Mar. Ese mismo
a la “Cancha de los gringos”, ubicada en el año, el 25 de noviembre, se enfrentaron por
camino a la Laguna Verde (actual Laguna Sausa- primera vez equipos chilenos y argentinos,
lito). empatando a un gol.
El primer club chileno se fundó en 1889 En 1896 se realizó el primer campeonato,
por iniciativa de David N. Scott, llamándose luego de la formación de la Football Assoclation
Valparaíso Foot-Ball Club. Para competir con of Chile el año anterior. Mientras esto pasó en
éste nacieron otros, como el English Athletie Valparaíso, lós otros puertos de importancia
Mackay and Sutherland School, el English del país (Iquique, Coquimbo y, especialmente,
Stocking and Hall School y el Rogers F.C., Talcahuano) vieron como los ingleses seguían
perteneciente a la casa comercial Rogers. El propagando el fútbol.
avance del fútbol en Chile pudo haber sido más En Santiago, por otro lado, lentamente
rápido, pero en 1891 estalló la guerra civil. fue apareciendo la actividad. El Santiago College
Terminado el conflicto, el deporte volvió se animó a practicar el deporte, siendo imitado
a ganar terreno, surgiendo nuevas canchas y por otras instituciones, como el Instituto Inter­
clubes, siendo el más importante entre éstos el nacional (posteriormente llamado Instituto
Santiago Wanderers Football Club Este club, Inglés) o el Instituto Nacional, apareciendo
llamado así para diferenciarlo del Valparaíso luego los primeros equipos capitalinos. La selec­
Wanderers, nació oficialmente en 1896 aunque ción enfrentada a Valparaíso en 1893 llegó a
se considera el 15 de agosto de 1892 como su ser el primer club metropolitano, llamándose
fecha de fundación, seguramente porque los primero Santiago Club y luego Santiago
socios hicieron remontar los orígenes a la National Athetic Club. Posteriormente nacerían
primeras reuniones donde se discutió la idea, el Santiago Rangers, el Chile Obrero, el Chile-
siendo el día de hoy el club chileno más antiguo Argentina, el Bandera y el Atlético Unión,
en existencia. siendo fundado el último por Juan Ramsay,
El fútbol se propagó a otras regiones y en gran propulsor del deporte y considerado uno
1893 se jugó el primer encuentro entre Valpa­ de los primeros equipos criollos, ya que en sus
raíso y Santiago, notándose la diferencia de filas sólo había jugadores chilenos.
nivel entre un equipo experimentado (el
Valparaíso F.C.) y otro formado sólo para la

27
 Empieza la organización
Aun con la formación de clubes en cada
país, la influencia británica era muy fuerte,
reflejándose en los nombres. En Argentina y
Uruguay no fue extraño que surgieran equipos
como River Píate, Boca Juniors, Newell's Oíd
Boys, Racing o Chaco For Ever.
Chile reflejó una situación similar. El
propio Wanderers, Santiago National (“Santiago
Nacional”, fundado en el año 1900), Morning
Star (“Estrella de la mañana”, un club del barrio
Independencia fundado en abril de 1907), varios
clubes con el nombre Rangers (“Guardianes”,
destacando entre estos el de Talca fundado en
1902), Green Cross (“Cruz verde”), Gold Cross
(“Cruz de oro”) o English (“Inglés”) sirven
como ejemplos, llegando al extremo de existir
un club con el nombre del Rey de Inglaterra,
Jorge V.
También existían clubes sin nombres
ingleses, perteneciendo los más importantes a
instituciones o colonias establecidas. La colonia
española tendría a la Unión Deportiva Española
en 1897 (llamada inicialmente Ibérico Ciclista),
la colonia italiana al Audax Club Sportivo
Italiano en 1910 (que nace como entidad
deportiva y en 1920 llega a ser un club de fútbol
aparte) y la colonia árabe al Palestino Sports
Club en 1920, entre los más destacados. Pero
antes nacería un club que sería el más popular
y querido de la época en Santiago: el Magallanes
Foot-ball Club.
Magallanes tiene varios antecedentes
importantes. La fecha considerada de su
fundación, el 27 de octubre de 1897, es en
realidad la fecha en que el Gobierno de Chile
dictó un decreto mediante el cual la Escuela
Normal de Preceptores podía crear un club
propio, llamado inicialmente “Club Atlético
Escuela Normal”. Este club fue dirigido por el
rector de la Escuela, don José Tadeo Sepúlveda
(director de la escuela entre 1897 y 1907) y H
uniforme oficial del A‘ tlético Escuela Normal*fue
de rayas rojas y blancas verticales con un escudo
en el pecho que ostentaba 4 letras ‘L* cruzadas
(Libre, Leal, Laborioso, Lozano)”
28
Un sólo club no dio cabida a todos los
alumnos e interesados en practicar el fútbol, así
que se crearon otros o se fusionaron entre sí. El
mismo Escuela Normal se fusionaría con la
Escuela de Artes y Oficios, que durante años
tendría su cancha en Avenida Ecuador 3769,
formando el Britannia. En 1901 nacería el
Baquedano, basado en jugadores jóvenes, y en
1903 el Instituto Pedagógico, hasta que la fusión
de estos haría que el 27 de octubre de 1904
naciera el Club Magallanes Atlético, que tomó
ese nombre debido “al contexto de disputas
limítrofes que se vivía con Argentina. Es la época
de tensiones que culminan con la firma de los
Pactos de Mayo ”
El club de la Escuela Normal siguió
funcionando, mientras que Magallanes se
destacó por ser otro de los pocos equipos criollos
de verdad. Incluso contaba con una rama
femenina, compuesta por las esposas de algunos
dirigentes, encargada de realizar actividades
sociales Pt¡ Con el correr de ios años, Magallanes
se ganaría la simpatía del pueblo, cambiaría de
color su camiseta (al celeste con blanco actual)
y saldría campeón en 1908. Su desarrollo
posterior, donde brillaron en sus filas varios
seleccionados chilenos, le dio fama de institución
sólida y seria, llegando a ser uno de los equipos
más populares de Santiago y respetado en el
resto del país, hecho reflejado en su significa­
tivo apodo: Magallanes era el equipo “aguerrido”.
La práctica del fútbol continuó exten­
diéndose por todo el país, apareciendo clubes
en nuevas ciudades. Eso sí, el desarrollo inicial
tuvo características especiales. Primero, este
deporte nació en la aristocracia, siendo tomado
por el sector popular más tarde. Pero las clases
altas "... apesar de su masificación, no abandona­
ron supráctica, como ocurrió con el boxeo (...) En
el caso delfútbol tuvieron que compartirlo... ”PL
Segundo, por ser un deporte de puertos, fue en
los más importantes donde se practicó el mejor
fútbol. Hasta 1930 aproximadamente, los
mejores equipos y jugadores eran los provenien­
tes de Valparaíso, Viña del Mar, Concepción,
 La Escuela Normal “José Abelardo Nuñez”

Sé fundó el 14 de junio de 1842 siendo la primera de Chile y

Suda-mérica, con ubicación inicial en el entonces llamado Portal Silva
Bello (hoy Fernández Concha, en la Plaza de Armas de Santiago). En
1910 obtendría el nombre de “José Abelardo Nuñez”.
Antes de finalizar el siglo XIX, la Escuela Normal llegaría a su
ubicación definitiva, en lo que hoy es la esquina de Alameda con Bernal
del Mercado. La educación normalista era lo que actualmente corresponde
a la Educación Básica, siendo en esta institución donde se formaban
los profesores que eran destinados en su mayoría, una vez que egresaban,
a las escuelas rurales y de provincia.
La Escuela Normal de Preceptores “José Abelardo Nuñez” tendría
orgullosa en su entrada una placa que decía: “En esta cuna de maestros,
nació el Club Deportivo Magallanes”. Esta se mantendría en ese lugar
hasta el cierre de la escuela, luego de los sucesos de septiembre de 1973, cuando la institución fue
P acusada (como gran parte de las escuelas normales del país) de ser un “hervidero” de izquierdistas
y comunistas, siendo cerrada hasta nuevo aviso para terminar demolida, ocupando su lugar la
ampliación de la Universidad Técnica del Estado, hoy Universidad de Santiago.
La relación entre Magallanes y la Escuela Normal fue siempre cordial y ésta última se caracterizó
\ por dar savia joven al club, aportando hinchas, jugadores y dirigentes. Magallanes, sin lugar a dudas,
| fue el “club de la Normal” y de los normalistas
Cabe señalar que el club deportivo de la Escuela Normal tuvo una enorme importancia en
r la historia del fútbol chileno, ya que de él saldría Magallanes, que posteriormente daría vida a Colo-
r Cólo. También fue germen del Instituto Pedagógico, que llegaría a ser parte con el tiempo del Club
Universitario, antecedente tanto para el Club Deportivo de la Universidad de Chile como para el
Club Deportivo Universidad Católica.

Talcahuano y uno que otro nortino. En tercer
lugar, los deportistas recibían muy poco apoyo
de las autoridades. En la época, sólo un contado
grupo de personalidades apoyaba los deportes
y gran parte de estos lo hacía como acción
‘‘filantrópica”, ño con un interés real el desarro­
llo de las actividades. Si se revisan las actas de
fundación de algunos clubes, se verá por ejemplo
que entre los fundadores y los primeros socios
hay nombres que se repiten en varias institu­
ciones.
O tro aspecto destacable es la picardía y
astucia de los equipos para conseguir sus
victorias. El fútbol se desarrollaba de manera
muy similar a los actuales campeonatos de barrio
o las ligas amateurs que existen en el país. Un
ejemplo de esto lo entregó la primera venida a
Santiago de un club de fútbol del sur. El Santiago
F.C., antecedente de Santiago M orning y
fundado en 1903, realizó en septiembre de
1904 una gira, jugando en San Bernardo,
Melipilla, San Fernando, Rancagua, Curicó y
Talca, siendo el primer equipo capitalino en
realizar algo semejante. Uno de sus rivales en
esta gira, el “18 de septiembre” de Talca, decidió
retribuir la visita en la Semana Santa de 1903,
transformándose en el primer equipo del sur
que jugó en Santiago. Lo curioso es que ganó
el “18 de septiembre” al Santiago F.C. y según
los locales lo hicieron gracias a “...unapillería
muy propia de los talquinos: invitaron a almorzar
a l coloso que nosotros (Santiago F.C.) teníamos
en Eduardo D íaz Cuadra, a quien presentaron a
la cancha en tales condiciones que a los cinco
minutos fue menester reemplazarlo
Anécdotas como la anterior se repetirían
en variadas ocasiones, mostrándonos la falta de
regulación existente para controlar y desarrollar
el fútbol. Curiosamente, la mayor dificultad
que tendría Chile para organizar la práctica
futbolística sería la abundancia de entidades
que deseaban establecer las competencias. En

29
 efecto, el país contaría con dos instituciones
reguladoras del Fútbol a nivel nacional, que
tendrían una larga lucha: la mencionada Football
Association of Chile y la Federación Sportiva
Nacional.
La Football Association of Chile se fundó
el 19 de junio de 1895 en Valparaíso, por inicia­
tiva del periodista porteño Roberto Reid y era
dominada por súbditos británicos. Cabe destacar
que en el caso de Chile no fue la competencia
lo que motivó a crear una asociación, sino que
se propuso un torneo que sirvió para que los
clubes interesados apoyaran la idea de una
asociación. En 1896 se dio la primera compe­
tencia de fútbol organizada en Chile, dispután-
ose una copa de plata donada por las tiendas
Tolson y Osborne.
La creación de esta asociación en Valpa­
raíso incentivó a otras ciudades, lo que daría
paso a la creación libre de asociaciones de cada
lugar, como en Coquimbo (1902), Iquique
(1903), Santiago (1906) o Concepción (1907).
La Federación Sportiva, por su parte, nació
en 1909, siendo concebida en Santiago luego
de los primeros Juegos Olímpicos Nacionales
en 1908. Su importancia radicó en que esta
entidad fue reconocida por el gobierno, obte­
niendo la primera ayuda estatal para los deportes.
Además, al ser un organismo preocupado de
todas las disciplinas tuvo la primera iniciativa
para crear un estadio nacional, el que iba a estar
cerca de la estación de tren Renca. De hecho
se pusieron las clásicas primeras piedras, pero
nunca se terminó.
Al ver que cada sector obedecía a la
asociación de su localidad, el 14 de Septiembre
de 1912, en el hotel Francia de Viña del Mar,
se fundó la Asociación de Fútbol de Chile, que
aglutinó a las otras asociaciones y que obtuvo
la afiliación de Chile a la FIFA en 1913. Pero
todavía existía la Federación Sportiva, hecho
importante porque impedía que el nuevo
organismo obtuviera ayuda estatal. Entre 1915
y 1917 se llegó a un principio de acuerdo: la
Federación se encargaría de los otros deportes
y la Asociación del fútbol. A pesar de esto, las
disputas continuaron y se agravaron en 1923,
30
al nacer la Federación de Football de Chile.
La selección chilena y las evidentes diferencias
entre el nivel de juego chileno y trasandino
El fútbol en Santiago, y en todo Chile,
era el juego dominguero de los señores ingleses.
Dado el auge de la actividad, aparecieron sitios
de mayor envergadura para su práctica. Sólo en
la capital nacieron los estadios El Llano (1923),
Carabineros (1923), Santa Laura (de la Unión
Española, 1923) y los Campos Sports de Ñuñoa
(1918).
Dentro de las falencias administrativas de
la época estaba la existencia de varias ligas parale­
las lo que impedía un control real, siendo las
más importantes en Santiago la Liga Metropoli­
tana (fundada en 1916), la Liga Santiago (1914)
y la Asociación de Fútbol de Santiago (1903,
que por su antigüedad era conocida como “la
decana”), donde jugaban el grueso de los equipos.
Curiosamente, á pesar de todo lo anterior ya
existía una Selección Chilena.
La primera selección se formó en 1910 y
tendría una mayor continuidad cuando en 1916
se crearon los Campeonatos Sudamericanos
(actual Copa América), donde los países más
relacionados con el fútbol (Uruguay, Argentina,
Brasil y Chile) disputaron un torneo anual que
luego incorporó a otras naciones. A pesar de ser
uno de los países pioneros en jugar fútbol, la
diferencia con los equipos y selecciones del
Atlántico sudamericano mostraban una clara
desventaja para Chile. Marcadores abultados
en contra del cuadro nacional eran frecuentes.
Basta recordar por ejemplo que la primera
victoria de Chile sobre Argentina fue en un
amistoso en 1959
¿Por qué esta diferencia? Había varias
razones.
La primera era el roce internacional. Mien­
tras que a Chile todavía no llegaba ningún equi­
po europeo, Argentina y Uruguay tenían varias
visitas de cuadros del Viejo Mundo que, a pesar
de haber goleado a los cuadros locales, sirvieron
como experiencia y aprendizaje, logrando
progresos y aprendiendo técnicas desconocidas
en el resto de América. Otro elemento a
considerar era el factor geográfico. Los equipos
de Atlántico podían jugar unos contra otros
con mayor facilidad (obteniendo rápidos
progresos mutuos), mientras que Chile estaba
aislado por la cordillera f11).
Pero el factor que en los años veinte estaba
marcando la diferencia era otro: el profesiona­
lismo.
En el ano 1886 había nacido el concepto
de transformar en profesionales a los jugadores
de fútbol, es decir pagarles por su trabajo,
manteniéndolos entrenados e incentivados. Con
esto se tenía una competencia reñida, jugadores
motivados y equipos organizados, que se
manejaban con las ganancias por las entradas
al estadio.
Para 1925, los equipos del Atlántico ya
habían aprendido el profesionalismo: pagaban
a sus jugadores, contrataban entrenadores, sus
dirigentes y clubes estaban organizados, sabían
manejar los ingresos que producían, etc. Chile,
en cambio, desde la misma creación de la Foot­
ball Association en 1895 mostró una postura
totalmente adversa a cualquier forma de
profesionalizar el fútbol, aferrándose al
amateurism© con un orgullo que costaría años
de retraso.
Los chilenos se sorprendían al ver que sus
rivales tenían médicos y paramédicos pagados
por las asociaciones de cada país, mientras que
ellos debían cancelar de su propio bolsillo las
visitas al doctor por lesiones jugando en el
seleccionado. Se sabía que los “atlánticos”
pagaban y se sabía que Chile debía contratar
entrenadores, pero decir profesionalismo era
igual a decir “prostitución”. El manejo de las
entradas era pésimo, generando diferencias
notables entre un equipo y otro, pese a que se
imitaban otros detalles como el concentrar a
los jugadores antes de los partidos, en una
práctica nacida en Buenos Aires para alejarlos
de la noche porteña.
En Chile, los jugadores debían aportar
dinero a sus clubes pagando cuotas de socio. El
seleccionado chileño Aurelio Domínguez
entregó esta declaración en 1925 refiriéndose
a los futbolistas: se les debe ayudar de alguna
forma. En todas partes del mundo se hace, y en
Argentina, Uruguay y Brasil existe un
profesionalismo oculto, como ellos lo llaman. El
Club Nacional de Montevideo tiene una tarifa
donde se fija el dinero que corresponde a cada
jugador, y esta varía según el contendor con que
se juega; en caso de empate, los jugadores sólo
reciben la mitad, y si pierden, nada reciben”P¡f|
Si llevamos lo anterior a las selecciones
nacionales, tenemos una razón para la superiori­
dad de los otros países. Los jugadores extranjeros
eran “trabajadores” del fútbol, por lo que su
sueldo dependía del resultado, jugando siempre
al máximo. Chile mostraba un panorama muy
distinto. En 1924 Carlos Fanta, presidente de
la Liga Nacional de Santiago, contestó lo
siguiente a las preguntas periodísticas:
*- ¿Yla situación económica?
- Con nuestro sistema rentístico nos barajamos
perfectamente: en cada matchpagan 40 centavos
tanto eljugador como el espectador.
- Entonces, don Carlos, la Nacionalpractica el
profesionalismo a la inversa.
- Exacto, nada de granjerias ni empleítos con
sueldos envidiables”^ ) .
Conocimiento de la palabra “profesionalis­
mo”, jugadores que pagaban para jugar, profe­
sionalismo disfrazado de trabajos bien remunera­
dos. Tres conclusiones que se pueden extraer
del párrafo anterior. De las tres, no deja de lla­
mar la atención la última. Como una forma de
profesionalismo precario, socios, dirigentes u
hombres ligados a los clubes ofrecían a los
jugadores trabajo a cambio que actuaran por
sus colores. Sueldos altísimos incentivaban a
los futbolistas para cambiar de club, llegando
a extremos de pagarles por nada. Esta primera
forma de profesionalismo encubierto no fue la
solución. Muchos deportistas, hábiles y con
condiciones, debieron rechazar nominaciones
a selecciones nacionales o regionales, ante la
negativa de sus patrones para darles el permiso
para ausentarse de sus trabajos. También,
muchos jugadores no lograron desarrollar al
máximo sus capacidades, estando condenados
de por vida a jugar por tal o cual club radicaba la gran diferencia entre los “atlánticos”
Las revistas deportivas, los estadios y can­ y los chilenos, obteniendo algunas respuestas.
chas lentamente se desarrollaban. Como señaló Era jugador de Magallanes y sería llamado a la
Pilar Modiano, del amateurismo inicial puro selección chilena que participó en ese mismo
en todos los deportes, se pasó al interés por una Campeonato Sudamericano de Uruguay de
mayor competencia y mejor especialización, 1924, donde Chile jugaría y perdería contra el
centrándose en la disciplina propia del local (0-5), Argentina (0-2) y Paraguay (1-3).
deportista, dejando de lado la visión de Ese joven se llamaba David Arellano.
desarrollar el deporte en general
El panorama ya estaba cambiando
en Chile. Luego del Sudamericano de
fútbol de 1924, el presidente de la dele­
gación, Carlos Carióla, reflexionó: "En
el Río de la Plata elfútbol no es sólo un
juego: es un deporte. Así como el sprinter
se entrena para correr ligero, elfutbolista
se entrenaparajugarfútbol. Debemos traer
entrenadores...” .
Necesidad de traer entrenadores,
transformar el fútbol en deporte, mejorar
a los jugadores. Pero: 5. Selección Chilena de Fútbol en el año 1924. La fotografìa corresponde
s? ¿Cómo contratar entrenadores, si no al partido debut en el Sudamericano de Uruguay de ese año. Arriba: Otto
Ernst, Víctor Toro, Jorge Hámablet, Aníbal Ramírez, Aurelio Domínguez
se manejaba adecuadamente el dinero y Germán Reyes. Ahajo: Víctor Morales, Francisco Arellano, Oscar Molina,
José Miguel Olguíny Heriberto Abarzúa. Chile cayó por 5 áOfrente a los
que el fútbol producía? locales, el 19 de octubre de 1924.
- ¿Cómo mantener a los jugadores entre­
nados e incentivados, si no recibían nada a
cambio, debían aportar a los clubes, caían fre­
cuentemente en vicios y no se tenía la costum­
bre de entrenar? Muchos equipos entrenaban 1. 2 David Arellano
una vez a la semana, mientras que otros sólo
se juntaban a la hora del partido, como los David Alfonso Arellano Moraga nació el
actuales equipos de barrio. 29 de julio de 1902. Con el tiempo llegó a ser
- ¿Cómo mejorar la selección y el nivel general profesor normalista primario, ejerciendo en la
del fútbol en Chile, si no se asimilaban los Escuela Salvador Sanfuentes. También se cultivó
cambios y progresos extranjeros, cuando ni leyendo, aprendió a tocar guitarra, piano y
siquiera había un organismo regulador eficien­ violín, componía canciones y se caracterizó por
te? tener amplios conocimientos y gran sabiduría,
En resumen: “¿Hay alguna respuesta que dominando por ejemplo tres idiomas. A eso
no sea ‘profesionalismo*.A?). David agregaba un gran interés por los deportes.
Por esos años, la respuesta a cómo mejorar Su época escolar la vivió en varias etapas.
el fútbol chileno era casi un tabú. Sin embargo, La primera fue domo alumno de la Escuela
ya llegaba la hora para que aparecieran nuevos Superior N° 10 de Santiago. Por motivos
aires y mentes capaces de asimilar los progresos familiares se trasladó a la ciudad de Arica, junto
extranjeros. Ya era el tiempo para que aparecieran con sus hermanos Francisco y Alberto (que
precursores para la evolución del fútbol en había ido a ejercer su profesión de maestro),
Chile. estudiando en el Instituto Comercial de la
Habría un joven que se preguntó en que ciudad.

En la calle Covadonga, g cerca de la Estación
renoM
ilA
m
aF
L David, la más importante, lo vio llegar al
Central, se estableció la Familia Arellano Moraga,
producto de la unión de Antonio Arellano
Hernández y de doña Rosario Moraga Delgado,
quienes contrajeron matrimonio el 28 de octubre
de 1895 tras años de convivencia. Don Antonio
había nacido en Cauquenes el año 1847 y se
desempeñaba como carpintero, mientras que la
señora Rosario era oriunda de Concepción, donde
había nacido en 1865 como descendiente de
españoles. Sería ella quien sacaría adelante a la
numerosa Familia, debido a la prematura muerte
de su marido cuando gran parte de sus hijos eran
niños de corta edad.
La familia Arellano cuenta que doña Rosado
dio a luz cerca de 20 hijos, dé los cuáles sólo llegaron
a cumplir años siete, ya que la mayoría sobrevivió
pocos días.
El 5 de junio de 1889 nació en Concepción
Juan Alberto Arellano Moraga, el mayor, quien
con los años abrazó el camino de la pedagogía,
siendo ejemplo para el resto de sus hermanos,
además de ser quien más colaboró con doña Rosario
para sobrellevar la pérdida del padre. A él se le
sumaron seis hermanos más: Paulina (nacida en
1893 y que moriría siendo niña), los gemelos
Francisco Antonio y Carlos Enrique (nacidos el 6
de diciembre de 1896), David (nacido en 1902),
Alejandro (que vino al mundo en 1904) y José
Guillermo f i l de agosto de 1908).
Algunos de ellos (David y Guillermo) se
harían profesores normalistas como Alberto,
mientras que otros, como' Francisco, entrarían a
trabajar a ferrocarriles. De hecho, la familia Arellano
- Moraga pasó por varias casas en la misma calle
Covadonga, propiedad de Ferrocarriles del Estado,
entidad que finalmente las vendió a personas como
los Arellano. David nació en Covadonga N° 104.
Luego él y su familia vivieron en el N° 143, llegando
en 1937 al N° 135. En el aniversario N° 76 del
club (19 de abril de 2001), las actividades se
concentraron en la ultima' dirección, donde fue
puesta (en un lugar muy alto) una placa recordatoria
en homenaje a los Arellano. Ese día también se
ahunció el cambio de nombre de la calle por el
que ostenta actualmente, “Hermanos Arellano”,
debido a que la existencia de una calle “David
Arellano” en esa comuna impidió que recibiera el
nombre originalmente pensado 11|
Los tres Arellano volvieron a Santiago,
estudiando David en el Instituto Comercial
por un año. La últim a etapa escolar de
centró más apto tanto para su vocación
pedagógica como la deportiva: la Escuela
N orm al de Preceptores José Abelardo
N úñez. Allí tuvo como profesor de
Educación Física y como gran motivador
a don Marco Antonio Vera (apodado “Papá
Vera”), destacando no sólo en fútbol sino
también en otras disciplinas, como la gim­
nasia, En su tercer año de estudio formó
un club de corta duración, el Venus, y pasó
a formar parte del seleccionado escolar.
Desde 1917 a 1919 David Arellano estuvo
en lá selección, siendo capitán los dos
últimos años. También fue llamado a formar
el seleccionado de la Asociación Escolar.
David Arellano no fue un alumno
más. El “mocoso” Arellano, como era apo­
dado al llegar, al integrarse a los equipos
competitivos de la Escuela Normal realizó
con perfección todos los ejercicios que Vera
señaló, repitiéndolos con exactitud. David,
en su primer entrenamiento (a los 12 años),
fue directamente donde Vera y le preguntó
porque se realizaban esos ejercicios y no
otros, para entender sus objetivos. No sólo
escuchó la respuesta, sino que sacó un cua­
derno donde anotó todo lo que se le explicó,
sorprendiendo a Vera quién lo felicitó por
tal iniciativa frente al resto de los alumnos
(18).
A fines de 1918, en su cuarto año de
estudio, David entró a Magallanes, por
iniciativa del jugador y seleccionado chi­
leno Enrique Abello, apodado el “ñato”,
inspector de la escuela y jugador “aguerri­
do”. Las condiciones de David eran tan
destacadas que obtuvo un permiso especial
de la escuela para actuar por los albicelestes,
algo que la institución jamás repetiría a
pesar de tener otras figuras, las que debían
contentarse con defender al equipo de la
33
Normal mientras terminaban sus por 1 a 0 al Gimnástico, y por
estudios. Magallanes tenía varios la Universidad de Chile, jugando
jugadores destacados, como los con los laicos frente a la Universi­
hermanos Ernst (que también lle­ dad Católica y la Universidad de
garon ese año), el arquero Frías, Concepción. En 1922 se le unió
Gustavo Pastene y el mismo en Magallanes su hermano
Abello (19). Francisco, quién era seleccionado
A los 17 anos David Arellano en la Liga Metropolitana, reali­
debutó en la primera división de zando una brillante temporada.
la Asociación Santiago, destacan­ Además, volvió a jugar por la “U”
do inmediatamente. Actuó en ese año.
1919 tanto por la Escuela Nor­ 6. Enrique “ñato”Abello. Inspector En 1923 David Arellano no
de la Escuela Normal, jugador de
mal, en el torneo de la Asociación fútboly seleccionado chileno. Prin­ sólo actuó por Magallanes y la
Escolar, como por un Magallanes cipal responsable de la entrada de
David Arellano a Magallanes.
Universidad de Chile, sino que
cuyo equipo titular era Frías; fue seleccionado de la Asociación
Carlos Ernst y De la Fuente; Pastene, Rendich Santiago y seleccionado de los profesores de la
y Lara; Tazzara, Abello, D. Arellano, Sánchez capital. Ese año, Arellano estuvo el partido entre
y Ortega. Las actuaciones de David hicieron los “albicelestes” y el Brigada Central, corres­
que la afición santiaguina comentara que era el pondiente a uno de los duelos inaugurales del
reemplazante de Víctor Vergara, destacado Estadio Policial, evento que se celebró bajo la
forward cuyo retiro prematuro había dejado un lluvia. Además, Magallanes desde 1923 se había
gran vacío en las canchas metropolitanas (2°). cambiado de la Asociación Santiago a la Liga
Al año siguiente, David Arellano ya era Metropolitana (22), pasando David a ser selec­
titular y en las temporadas 1920 y 1921 cionado de esta última.
Magallanes saldría campeón de la Asociación Ya en 1924 su actuación lo hizo alinear
Santiago, derrotando también al Carioca, en la selección de la Liga Metropolitana contra
campeón de la Liga Metropolitana. Ese Magalla­ la Liga Nacional, en un encuentro disputado
nes no perdería ningún encuentro amistoso u para elegir jugadores para el Sudamericano que
oficial, siendo David uno de los mejores jugado­ se jugaría ese año. David fue seleccionado junto
res en el bicampeonato y el goleador del equipo con su hermano Francisco. Así, tuvo su
en 1920. oportunidad en la selección chilena, inicialmente
Ese mismo 1920, David Arellano incluso como reserva en el Sudamericano de Uruguay
se dio tiempo para jugar por el equipo de la de 1924, pero terminó en la cancha debido a
Universidad de Chile frente a la Universidad que el insider izquierdo titular, Oscar Molina,
Católica, cuando estos equipos eran netamente se lesionó en el primer partido. En ese cam­
universitarios y estaban lejos de las instituciones peonato Arellano tuvo su debut en la selección
deportivas fundadas algunos años después. En jugando dos de los tres partidos (23) , pero ganó
octubre, David y sus hermanos se trasladaron algo más importante: conocimiento futbolístico
a Viña del Mar para presenciar los partidos del táctico y dirigencial.
Campeonato Sudamericano realizado en nuestro David Arellano se dedicó a conversar con
país. Producto de su destacada actuación a lo jugadores extranjeros y a ver tanto el juego
largo del año, en una reunión de Magallanes como el entrenamiento de cada selección. Se
Enrique Abello dijo premonitoriamente: “Tengo dio cuenta que en la preparación era diferente.
elpresentimiento de que este muchacho será el que Mientras que en Chile sólo se corría para luego
llegue más alto enfootball” (21) . jugar un “picado” (partido sin importancia fre­
En 1921 David siguió jugando por Maga­ cuentemente entre titulares y reservas), los rivales
llanes, campeón de su asociación al derrotar hacían ejercicios más exigentes, practicaban tác-
ticas y jugadas o estudiaban el funcionamiento mente con Olguín y con su hermano Francisco,
del rival. Junto con su compañero de ala que era “half” (medio) de esa selección. Arellano
izquierda, José Miguel Olguín, comentaban los y Olguín formaron una dupla de gran
momentos más importantes de los partidos “...y entendimiento y eficacia durante el Sudame­
nos llamábamos la atención sobre la forma tan ricano, además de una gran amistad.
diferente deljuego que nosotrospracticábamos... ” Antes de volver a Chile, la selección jugó
í24) , como señalaría el propio Olguín. David en Argentina un amistoso frente al equipo de
veía a IpI otros no como rivales sino como Huracán empatando sin goles. Se pactó la
maestros y él, Olguín, Francisco Arellano, Víc­ revancha, pero ésta no se realizó por la llegada
tor Morales y Otto Ernst (estos tres últimos repentina de la lluvia, jugándose tan sólo siete
defensas y mediocampistas) formaron un grupo minutos. Sin embargo, esos partidos sirvieron
con ojos abiertos ante la técnica de los rivales, para ver algo nuevo en el equipo chileno: el
aprendiendo y observando todo lo que les era juego del ala izquierda chilena, la dupla Olguín
desconocido con el fin de aplicar y enseñar tales - Arellano. La agencia de noticias señaló:
innovaciones al regreso. “Sorprendió eljuego deArellanoy Olguín aprendido
Pero Arellano conoció algo más que le de los uruguayos” agregando más adelante que eran
cambiaría para siempre su visión del juego: el “...incomparablemente superiores a quienes vinieron
grado de profesionalismo. Las otras selecciones anteriormente”í2®. Al llegar a Chile los amigos
tenían mejores indum entarias, mayor se seguirían viendo, ya que Olguín pertenecía
preocupación y organización de los dirigentes, al equipo de la Escuela Normal, donde estudiaba
sueldos por jugar, etc. Incluso de boca del gran para llegar a ser profesor, mientras que David
defensa y caudillo uruguayo José Nasazzi escuchó y Francisco Arellano trataban de compartir y
que les proporcionaban la impíementación del aplicar lo visto en Uruguay en su club, Magalla­
juego, botiquín de primeros auxilios, dinero nes.
para movilización, viáticos y otras garantías El club albiceleste siguió jugando, mientras
económicas. Nasazzi agregó: “El que David actuó en un selecciona­
aficionado paga por ver un do de profesores que fue de gira
espectáculo que nosotros brindamos, hasta Puerto Montt, jugando en
y es lógico que se nos recompense” Talca, Chillán, Temuco y Qsorno.
(25 ), En esa gira otro hombre se sumó
En el campeonato Arellano a las ideas de David: su hermano
notó otros detalles importantes, Guillermo, que iba como reserva.
como la existencia de una persona Para inicios de 1925 un combina­
con botiquín y hasta un carro do de la Federación de Football
con caballos,, usado como fue enviado a jugar al sur, estando
/vehículo de emergencia para en él David y Francisco Arellano.
trasladar lesionados graves al Allí sus ideas obtuvieron respaldo
hospital. En otras palabras, el por parte de otros elementos. Se­
7. Mirada soberbia,juego de crack
viaje a Uruguay le significó a Apodado el "mariscal”ó elhombre gún varios autores, fue en el viaje
David Arellano aprender nuevos ae bronce", la imagen corresponde a Talca donde los jugadores pla­
a José Nasazzi, capitán y sitábalo
conceptos tanto deportivo - de la selección uruguaya de los nearon retirarse de Magallanes
tácticos como dirigencialeS. Si años 1920s. Campeón olímpico
en 1924y 1928, campeón mun­
para fundar otro club, relatando
Chile quería llegar al nivel dial en 1930. Una leyenda, el asunto de la siguiente manera:
rioplatense, el fútbol nacional “Juramos bajo la palabra de depor­
dejar de ser considerado un juego, para transfor­ tistasy comoprofesores que éramos, que no volvería­
marse en un deporte serio. mos en ninguna forma a defender al club por el
David compartió sus ideas preferente­ cual habíamos dejado nuestras mejores energías
en la cancha”W ,
En su familia David encontró gran apoyo.
Recibía el cariño y entendimiento de su madre
(a quién llamaba “noviecita”), más el voto de
aprobación del resto de sus hermanos, en especial
de Francisco, Alejandro (utilero de Magallanes)
y Guillermo (que estudiaba y jugaba en la
Escuela Normal). Sin embargo, David encontró
el apoyo que necesitaba en un hermano que no
jugaba fútbol, sino que se desempeñaba como
secretario en Magallanes, Alberto Arellano,
formando un dúo de hombres interesados por
el desarrollo del fútbol, su progreso y los cambios
que podrían beneficiar a la actividad. En defini­
tiva, David Arellano sería el ideólogo dentro
del campo de juego como jugador, mientras
que Alberto ayudaría a dar a conocer estas ideas
en la otra esfera futbolística como dirigente.
En Magallanes, la juventud y falta de un
cargo de importancia por parte de David juga­
ban en su contra a la hora de tomar en serio
sus palabras. La última esperanza para aplicar
sus ideas era muy difícil: ganar la capitanía. En
una época donde los conceptos de director
técnico o preparador físico eran recién imagina­
dos o de muy reciente existencia, el cargo de
capitán del equipo era de vital importancia. El
capitán era la cara visible más representativa del
club, el que organizaba los entrenamientos, el
que indicaba el modo de juego y a quien los
directivos tomaban más en cuenta a la hora de
nuevas ideas, entre otras cosas. Ser capitán signi­
ficaba todo a lo que David aspiraba.
Al joven también le preocupaban otros
aspectos. Al entender el fútbol como un
espectáculo, David Arellano creía que los
jugadores se debían al público que pagaba por
verlos. No entendía la actitud de ciertos
elementos que entraban desordenados y
despreocupados de su aspecto a la cancha. No
compartía la falta de disciplina, celebraciones
alborotadas y groseras de goles o victorias, la
poca seriedad en los entrenamientos y la actitud
de ciertos jugadores, que llegaban a jugar ebrios
en competencias oficiales (281.
Pero ganar la capitanía no era fácil. Por
muy buenas intenciones que se tuvieran, el car­
go se obtenía por votación en una asamblea,
siendo difícil ganar el voto de los socios más
viejos y conservadores que, seguramente, vota­
rían por jugadores de mayor edad y que fueran
símbolos del club, sin ideas vistas como revolu­
cionarias.
Para abril de 1925 se fijó la reunión para
elegir a los capitanes.
Sería una reunión muy importante...
1. 3 “Vámonos mejor, Quiñones”
En 1925 el sector norte de Santiago era
un verdadero centro deportivo y futbolístico.
Mientras otros estadios estaban distantes entre
sí, la calle Independencia y el sector del río
Mapocho hacia el norte mostraba una gran
cantidad de canchas y estadios, siendo un
“pulmón deportivo” en la ciudad.
El estadio y sede del Magallanes no era la
excepción. Los socios e hinchas realizaron
colectas y otras actividades para juntar, con
mucho esfuerzo, el dinero suficiente que les
permitió obtener terrenos de la Caja de Ahorros,
ubicados en la Avenida Independencia número
1499, con la esperanza de obtener un lugar
definitivo para el club. Estos terrenos pasaron
de forma legal a la institución en junio de 1924,
pero ya el 29 de abril de 1923 se había
inaugurado el Estadio Magallanes. El costo total
de los terrenos ascendió a la suma de 80.700
pesos, que se debían cancelar en cuotas men­
suales de 600 pesos, lo que con el correr de los
años se volvió impagable f29) . Como propiedad
del club, el estadio fue mejorado y remodelado
en lo posible, aparte de construir una sede,
siendo allí donde se celebraban las asambleas
de socios. Claro que esta sede era apenas una
cantina, donde los días de semana dirigentes y
jugadores hacían “vida social”.
Fue allí donde el entonces llamado Club
Social y Deportivo Magallanes, nombre adop­
tado en junio de 1923, celebró la reunión para
elegir a los capitanes de sus equipos, el sábado
4 de abril de 1925. Alas 16.30 horas se comenzó
con las divisiones menores del club.
 Las canchas santiaguinas en los años 20

Para la década del 20, la ciudad de Santiago mostraba una buena cantidad de canchas para
practicar el fútbol, aunque la gran falencia era que no existía un gran recinto para los partidos de
alta convocatoria. Muchos estadios mostraban condiciones precarias en salubridad, seguridad y
materiales de construcción.
Varias canchas se ubicaban en sectores bastante distantes entre sí. Existían los Campos de
Sports de Ñuñoa, en donde hoy está la esquina de las calles José Domingo Cañas y Campos de
Deportes, que durante años fue el principal recinto de la capital. En la calle Seminario con Bilbao
estaba la cancha del club English, representante de la colonia inglesa, teniendo al frente el terreno
¿Jal ch lb l*&Z22¿i Bianca. El2 Ü calla L os E eoncs se ubicaba ía cancha cic ia fam osa ticnA a uGa¿h y
Chaves” (en la calle que hoy lleva el nombre de la desaparecida tienda), mientras que hacia el sur
estaba el Estadio El Llano (hoy estadio Luis Barros Borgoño, propiedad del Banco Estado), en el
paradero 4 de la Gran Avenida José Miguel Carrera.
El club Luis Cousiño tenía lo suyo en Avenida Matta 907; la cancha de la Liga Santiago se
encontraba en Avenida Matta esquina Vicuña Mackenna, mientras que en la Avenida Ecuador se
ubicaba la cancha de la Escuela de Artes.
Diferente situación era la calle Independencia desde el río Mapocho al norte o incluso en el
lecho del río o en sus cercanías. El grueso de los estadios y canchas de importancia se ubicaban en
ese sector. Por ejemplo, en la Plaza Chacabucó (Independencia altura 2000) ya se encontraba el
estadio Sánta Laura (propiedad de la Unión Española), uno de los pocos estadios que aún subsisten
en la actualidad. Cercano al río Mapocho y a la línea férrea estaba el Estadio de Carabineros o
Estadio Policial, situado en el Parque Centenario, Avenida Balmaceda esquina Cumming, donde
actualmente está el Persa Mapocho. Por otro lado, én San Pablo 4748 tenía su terreno el club Manuel
Acevedo.
También en Independencia esquina Panteón había sitios deportivos de interés. Había una
cancha pequeña y a su lado la cancha que era propiedad de la Escuela de Medicina de la Universidad
de Chile, en lo que hoy es el Hospital José Joaquín Aguirre. También había una cancha en frente
de éstas, en Independencia 1257, donde jugaba de preferencia el Santiago F.C., que también tenía
su cancha propia en Recoleta 447. En la calle Guanaco con General Saavedra estaba la que por
entonces era la cancha de la Academia de Humanidades yen la Avenida Arzobispo Valdivieso esquina
El Salto, atrás del Cementerio Católico, estaba la cancha del Patronato San Ramón, quedando hoy
sólo una calle que lleva el nombre del patronato.

El ambiente no venía muy apto para David
Arellano. U na declaración posterior nos da
ciertos indicios del ambiente existente previo
y durante esa reunión:
"Poco antes de iniciarse la temporada
deportiva actual los señores David Arellano, Rubén
Arroyo, Francisco Arellano y Rubén Sepúlveda,
desnaturalizando el idealperseguido por el deporte,
empezaron aformar opinión en el sentido de darle
un pro ¿lefranco profesionalismo alprimer equipo
del Magallanes... ”
Las inquietudes del grupo de jugadores
liderados por David Arellano se habían transfor­
mado en ideas concretas, que entusiasmaron a
otros miembros de la institución. Los jugadores
del primer equipo quedarían eximidos del pago
de cuotas, alegando que ellos eran los que pro­
ducían los ingresos al club, dando el primer
paso hacia la instauración del profesionalismo.
Sumado a lo anterior sugerían el establecimiento
de un botiquín, la construcción de duchas y
baños qué el estadio no poseía, la supresión de
la cantina que tenía el club en el estadio y la
dotación de un carro de emergencia i ® Esto
último era de real importancia ya que estaba en
la memoria la muerte de un jugador tres días
después de un partido, producto de una lesión
de juego no atendida con la rapidez necesaria
fPil Además se pidió que Magallanes entregara
el equipamiento completo para sus jugadores,
con el fin de presentarse uniformemente, ya
que el club sólo entregaba las camisetas (33h
Según la versión de Magallanes, también
se solicitó que a los jugadores se les repartiera

37

El caso de Isaías Hormazábal.
Cuando Jaime Drapkin habla de la
| muerte de un jugador por no haber recibido
atención médica a tiempo PL se refiere al la­
mentable caso de Isaías Segundo Hormazábal.
^ El 15 de junio de 1924 jugaron Magallanes
contra el Britannia. Hormazábal era el arquero
de Magallanes. Luego dé un tiro libre a los 22-
minutos de juego, Hormazábal contuvo el
balón, recibiendo golpes en sus riñones por
¡ parte délos delanteros contrarios quienes trata­
ban de ganar la pelota, la que Hormazábal fi­
nalmente lanzó al tiro de esquina. El portero
! se mantuvo de pie y jugando hasta el minuto
' 42 del primer tiempo, cuando el dolor no lo
dejó seguir.
Murió dos días después, producto de
una hemorragia interna causada por los punta-
pies recibidos
el cincuenta por ciento del dinero de recauda­
ción. La versión del grupo fue otra:
tf¿Cómo podríamos exigir un porcentaje de la
recaudación, siendo que en la mayoría de los casos
la entrada de cancha es ínfima y de ella debe
entregarse a la Liga un 30%?” . a callar. Fueron tildados de "rebeldes" y se les
Las ideas no fueron atendidas por la
directiva, tal como se preveía, siendo vistas con
horror. Se les consideraba inmorales por intentar
cobrar dinero por un deporte y las ideas posibles
de atender, como el botiquín y las duchas, eran
apreciadas como un intento de disimular sus
bajas intenciones, siendo rechazadas en su
totalidad.
Arellano y los suyo? causaron grupos y
camarillas en Magallanes. David contaba con
el apoyo y respeto de los jugadores más jóvenes,
mas no así con los más viejos o de la directiva.
Sus ideas eran consideradas egoístas y mezquinas,
que sólo buscaban llenar de dinero a él y a sus
seguidores. Reuniones secretas se realizaron con
tal de tratar la preocupante conducta de Arellano
y su grupo,
En la reunión del 4 de abril, correspondía
sólo a los jugadores participar en el acto
eleccionario, según un acuerdo previo tomado
entre los futbolistas y la directiva. Pero al ver
los dirigentes que había una leve mayoría para
m
la candidatura de David Arellano, se aprovechó
del vacío reglamentario existente para el sistema
de votación, decidiendo que la elección de
Capitán incluía los votos de la totalidad de la
directiva. Con estos nuevos votos Arellano
perdió, siendo elegido Julio Frías.
Sorprendidos por el método y por el
resultado de la elección, algo irregular si se
j recuerda que varios de ellos ya habían elegido
¡
capitán antes -de hecho, David Arellano había
sido capitán en todos los equipos donde había
estado-, y al ver que se pasaba a llevar el acuerdo
| previo para el sistema de elección del capitán,
| el grupo de Arellano comenzó a reclamar. Allí
|
empezaron las discusiones y seguramente
j empezaron a salir a flote las ideas “erradas” que
¡ David deseaba implantar en Magallanes.
Luego de un rato la reunión siguió pero
con más problemas, porque la directiva tampoco
aceptó la propuesta de incluir definitivamente
en el primer equipo a Clemente Acuña, joven
jugador que se veía como promesa de Magalla­
nes, y a otros elementos del segundo equipo.
El grupo siguió reclamando, pero se les llamó
informó que su actitud y sus actos tendrían una
respuesta.
Los jugadores más antiguos y los dirigentes
temieron por su futuro. David Arellano deseaba
una renovación, ya que había muchos elementos
que por su edad y lesiones ya no respondían
como antes en el campo de juego. Futbolistas
como Teuche, O tto Ernst, Wittke u Ortega
eran los “intocables”, cerrando el paso a jugado­
res del segundo equipo que demostraban condi­
ciones de sobra, como Luis Contreras, Guillermo
Cáceres o Rubén Arroyo. El segundo equipo
de Magallanes, capitaneado por Contreras, había
salido campeón de su serie varios años I8S
La actitud y postura de Arellano y su gente
dejaron en claro los bandos en los cuales se de­
satollaría la lucha. Un grupo era el de Arellano
(jóvenes, ambiciosos, visionarios) y el otro era
el apoyado por la directiva (jugadores viejos,
temerosos por su futuro, estancados en el ama-
teurismoj. Mientras que algunos jóvenes se inte­
resaron en sus propuestas, los viejos los vieron
 jp.Equipo de Magallanes en 1924. Entrelas hambres de la joto se puede apreciar a los siguientes', desde la izquierda: Juan Qyíiñónés
(segundo, con las manos cruzadas), Francisco Arellano (tercero), David Arellano (séptimo, a l centro y con el balón en sus pies), Rubén
ySepúlveda (octavo), Clemente Acuña (décimo, de manos cruzadas y mirando hacía la derecha), Rubén Arroyo ( u n d é c im o ) y Alberto
Arellano (último, vestido de civil).
como una amenaza dispuesta a quitar el dinero
al club y los puestos a los jugadores símbolos.
La directiva ño permitiría un nuevo acto de
¡Indisciplina y debían ser castigados, neutralizados
ejemplarmente.
Se informó la decisión directiva apoyada
por la mayoría de los socios: reconvención a los
integrantes del grupo, más un castigo a David
i Arellano y Clemente Acuña por ser los cabecillas
K 36),
Los jóvenes quedaron pasmados: no sólo
se les ignoraba, sino que no se atendía ninguna
de sus demandas. Y además se les castigaba. El
grupo siguió dando razones, no mostrando nin­
guna pista de acatamiento. Al ver que no había
solución posible y que los jóvenes no se rendían,
■bb un momento la directiva de Magallanes se
negó a dar la palabra a estos “rebeldes”, aumen-
¡ tando la tensión.
Curiosamente, pese a la importancia de
esa reunión, ese sábado no estaban presentes ni
el presidente de Magallanes, don Julio Molina
Nuñez (abogado, presidente de los albicelestes
entre 1920- 1928, y que a principios de 1921
fue nombrado tesorero de la Federación de
Football de Chile), ni algún otro dirigente de
importancia para dirigirla. Para la ocasión, los
socios designaron como presidente interino a
don Santiago Nieto.
b Don Juan Santiago Nieto Ibarra no era
ifcfgmbre cualquiera. Nacido el 10 de septiem-
11881, Nieto era un profesor normalista
____
con una brillante carrera en Santiago, La Serena,
La Victoria y San Bernardo. Casado con Carmela
Campos, don Juan Santiago (que se hacía llamar
sólo Santiago o J. Santiago) tenía una gran
vocación por el área social. De hecho fue uno
de los artífices en la creación de la Escuela N°
240 de Santiago (decreto N° 5485 del Ministerio
de Instrucción Pública, del 31 de diciembre de
1915), la que funcionó dentro de la penitenciaría
desde 1916 y de la que llegó a ser el director,
siendo la primera escuela carcelaria de gendarmes
(hoy llamada escuela de prisiones), poniendo
énfasis en la instrucción primaria para los reos.
En 1921 Santiago Nieto ocupó el puesto
de profesor en la Escuela de Armeros y en 1924,
aún como director de la Escuela N° 240, fundó
la revista “El Gendarme” (después llamada “Re­
vista de prisiones”), órgano oficial del cuerpo
de Gendarmería. Como creador y director de
esta revista, Nieto trataba de dar cabida al pensa­
miento tanto de gendarmes como de reos, te­
niendo como lema: “Regeneración, abnegación,
trabajo, disciplina”
La relación de donjuán Santiago con Ma­
gallanes era bastante estrecha. Había sido uno
de los fundadores del club y había ocupado el
cargo de vicepresidente varias veces $ 8).,Además,
era uno de los socios que más acompañaba y se
identificaba con el club, por lo que su respetada
trayectoria le daba la autoridad y confianza sufi­
ciente como para dirigir las reuniones cuando
se ausentaban los dirigentes principales.
 Pero don Santiago, tal como lo decía el Luego de esto David Arellano, Francisco
lema de la revista que había creado, amaba la Arellano, Juan Quiñones, Clemente Acuña,
disciplina. Esa misma disciplina que el grupo Rubén Arroyo y Rubén Sepúlveda abandonaron
de jóvenes encabezados por los Arellano parecía la sala en un gesto de protesta e impotencia.
no mostrar en la reunión. También salió con ellos el utilero, Alejandro
La discusión debió llegar a extremos, Arellano.
agotando la paciencia de Nieto. Habló fuerte Los seis jugadores salieron a la calle Inde­
y directo: pendencia a caminar, masticando la rabia. David
“El directorioya ha designa­ se quejaba:
do capitán del equipo y ustedes “Qué le vamos a hacer, no han
deben acatar esa designación. Si querido comprenderme, y antes de
no lo aceptan... la puerta es ancha ser motivo de discordia o que me
A nadie se le detiene por fuerza tengan entre ojos, prefiero irme a
en la institución ”W*m un club más modesto, y laborar
Intentaron una respuesta, con ellos por estefiítbol que llevo
pero don Santiago repitió lo tan adentro”^ .
último dos veces más: “Ancha es Esa era la idea original de
la puerta. A nadie se le tiene a la David Arellano, irse a otro club.
fuerza en el club”. Sus compañeros pensaban distin­
Para los jóvenes, fue la gota to. Sabían que no estaban tan
que rebasó el vaso. errados, pero no podían volver
Juan Bautista Quiñones 8. Julio Molina Núñez, presidente a Magallanes ya que deberían
de Magallanes eh 1925. pedir perdón y las cosas seguirían
trató de hablar dando argumen­
tos. Era profesor, como David, igual. No podían integrarse a
teniendo gran locuacidad, siendo otro club porque correrían igual
amigo de los Arellano y estando suerte: nadie los tomaría en serio
con los “rebeldes”. Nacido en siendo recién llegados, jóvenes
Constitución, había sido pro­ y con ideas revolucionarias. Irse
secretario de Magallanes en 1920, a un equipo chico y sin impor­
conociendo los problemas que tancia los dejaba peor que al ini­
aquejaban al club siendo por cio. La solución era formar un
ejemplo el principal impulsor de nuevo club, pero apenas eran
la idea de habilitar baños en el seis. ¿Qué hacer?
estadio. Estaba dispuesto a gastar En eso, los jóvenes vieron
hasta su último aliento con tal acercarse a otro grupo numeroso
que los escucharan. Cuando de gente y pensaron que se trata­
hacía uso de la palabra, pese a 9. Santiago Nieto. Presidente sub­ ba de problemas. Estaban en
la negativa de los directivos, sus rogante ae Magallanes en la reúión Avenida Independencia esquina
del 4 de abrá de 1925.
compañeros lo interrumpieron El Panteón. Alejandro Arellano
con un grito. Sabían que las alternativas eran comenzó a recoger piedras, ante la eventualidad
pocas: retractarse y pedir perdón, reclamar hasta de una pelea o un asalto. Pero silbidos y voces
el cansancio o, lo más difícil, irse del club. familiares los tranquilizaron. Era la solución.
Los otros se dieron cuenta que la lucha Al parecer, la reunión en la sede de Maga­
era imposible de ganar, así que le gritaron: llanes terminó pronto y otro grupo de jóvenes
- "Vámonos mejor, Quiñones. No se puede con salió en busca del grupo de Arellano, estando
estos viejos". entre ellos Luis Contreras. Al ver la directiva su
- “Quejueguen los viejos, ...sipueden intención, se le ofreció a Contreras la posibilidad
 de permanecer en el club, asegurándole que cantina”, haya dado sus primeros pasos en un
sería titular del primer equipo y que también bar.
ljugarían Cáceres, Arroyo y otros jugadores. Esa reunión en el “Quitapenas” no duró
Contreras desechó la idea SlX» hasta altas horas de la noche, Al día siguiente,
Las palabras de Arellano y su grupo no tres de esos jugadores (David Arellano, Juan
fueron del todo ignoradas en Magallanes, ya Quiñones y Rubén Sepúlveda) debían viajar en
que mientras caminaban cinco jugadores salieron la mañana a Talca, ciudad donde se jugó un
en su búsqueda, siendo ese grupo misterioso partido entre los profesores primarios de esa
que los encontró en la calle. Nicolás Arroyo, ciudad contra sus similares de Santiago, dispu­
Luis Contreras y Guillermo Cáceres, del segundo tándose un trofeo gentileza de El Mercurio. La
equipo de Magallanes, más Luis Mancilla y delegación de profesores santiaguinos llegó el
Armando Stavelot, del tercer equipo, se plegaron domingo 5 de abril a las 14.30 horas a tierras
| al movimiento. Ahora eran once. Podían soñar talquinas, pero ese día hubo lluvia en el sur,
un equipo, pero había que organizarlo. por lo que el partido se pospuso para el día si­
Se fueron al "Quitapenas". guiente. El lunes 6 de abril, en la cancha propie­
dad de la próspera familia Holman, se jugó el
partido que terminó en un empate a dos tantos.
1. 4 D el "Quitapenas" al Llano: Ese viaje también ayudó, ya que le permitió a
1 9 de abril de 1 9 2 5 los jugadores conversar con; los hermanos
Bascuñán (Togo y Absalón), ambos defensas,
El "Quitapenas" es el bar ubicado frente para qué se integraran al club que tenían en
al Cementerio General de Santiago. Como su mente. Los Bascuñán aceptaron motivados.
nombre lo indica, cumple con la finalidad que Luego de volver a Santiago, los jugadores
los deudos “olviden” la tristeza con el vino y se unieron a sus compañeros en las importantes
otros tragos. En esa época, se encontraba en la gestiones que se llevaron a cabo esa semana. En
. calle El Panteón 1125, actual calle Profesor esos días informaron de su situación a la Liga
Zañartu * ü | a pocas cuadras del estadio de Metropolitana y a la Asociación de Fútbol, con
Magallanes, por lo que era sitio frecuente de el fin de evitar castigos. El día 8 de abril, tuvieron
los jugadores después de un partido, asamblea su primera reunión en la casa de los Arellano
o entrenamiento, siendo clientes conocidos (45).delb
ar.
En Magallanes, por otro lado, causó
Los once jóvenes llegaron a conversar. extrañeza que los jóvenes no volvieran a pedir
Eran cerca de las seis de la tarde. Luego de perdón o a dar alguna explicación, lo esperado
desechar la idea de unirse a otro club, planearon luego de un castigo por indisciplina. Los directi­
fundar un nuevo equipo. Moverían sus vos y el mismo capitán Frías sólo obtuvieron
i influencias para traer nuevos adeptos así como evasivas o silencios cada vez que se toparon con
para organizarse. Los Arellano habían sido los “rebeldes”. El club albiceleste realizó una
seleccionados, por lo que conocían a gente reunión el sábado 11 con la esperanza de ver
influyente en lo deportivo. Se le ofreció la las disculpas de los castigados, lo que no ocurrió.
presidencia a Juan Quiñones y quedaron con En esa reunión, la mayoría de los socios apoyó
la tarea de pensar un nombre y un uniforme a la directiva en su drástica actitud. Al interior
para el nuevo club. Se acordó tener la sesión del club “aguerrido” nacían los rumores que los
cutiva del club en los días siguientes, jugadores, ausentes ese sábado, se integrarían a
de ponerse de acuerdo para presentar otra institución.
Hfeieíiancia colectiva en Magallanes. Finalmente David y Francisco Arellano,
No deja de ser curioso que un grupo que Rubén y Nicolás Arroyo, Clemente Acuña, Juan
estaba en contra de la indisciplina y la “vida de Quiñones, Rubén Sepúlveda, Luis Contreras,

41
Luis Mancilla, Togo Bascuñán, Guillermo
Cáceres y Armando Stavelot renunciaron a Ma­
gallanes. El directorio albiceleste vio confirmadas
sus sospechas con estas renuncias masivas, pero
se dio un último gusto. Mientras que a Contre-
ras, Mancilla, Bascuñán, Cáceres y Stavelot se
les aceptó la renuncia sin problemas, los Arella-
no, los Arroyo, Acuña, Sepúlveda y Quiñones
fueron expulsados de la institución "...ante la
comprobación de cargosgravesformulados en contra
de algunos de ellos, y como un medio de castigar
la indisciplinay destruir la inmoralidadde ciertos
principios expuestospor los implicados... "(46).
Esto sucedía el jueves 16 de abril.
Mientras tanto, los “rebeldes” tenían otras
preocupaciones. Algunos días entrenaban juntos
e intercambiaban ideas sobre su futuro. También,
algunos de ellos volvieron a salir de gira por el
sur, esta vez como seleccionados de Santiago.
El viernes 10 de abril de 1925 David Arellano,
Francisco Arellano y Humberto Moreno jugaron
por la selección de Santiago contra Talca Unido
en Talca, ganando los santiaguinos por 4 a 1.
En ese partido la delantera santiaguina mostró
gran efectividad y un vistoso juego, gracias a
las ideas de David que fueron apoyadas por
otros ex - seleccionados. La Nación anotó en
su reporte que "los delanteros santiaguinos se
entregaron a desarrollarjuego cortopor bajo, di
estilo de los uruguayos... " (47).
Al día siguiente, la selección de Santiago
más refuerzos de Talca se movió hacia Concep­
ción, para enfrentar esta vez como un combina­
do de la Federación de Football a la selección
local, en el entonces llamado Estadio Avenida
Collao N° 1 (actual Estadio Regional). En Con­
cepción, la Federación cayó inapelablemente
por 5 a 3. La prensa del sur señaló que el ala
izquierda de la Federación, David Arellano y
Óscar Molina (el mismo que David había reem­
plazado en Uruguay), era lo mejor de la visita.
La gira no terminó allí, ya que el domingo
12 de abril David Arellano y Humberto Moreno
jugaron nuevamente por la Federación de
Football, que ahora era un combinado de Santia­
go, Talca y Concepción, contra la selección de
Talcahuano en la cancha “El Morro” de esa ciu­
dad, ganando los locales por 7 goles contra 3.
Quedaba de manifiesto la superioridad sureña,
la cuál sólo Valparaíso podía poner en jaque en
aquella época. Ambos equipos se prometieron
la revancha para el domingo siguiente.
De vuelta en Santiago, los Arellano y sus
compañeros comenzaron a hablar con más gente
para formar el futuro club, sumando nuevos
nombres a la causa entre jugadores y destacados
dirigentes. El equipo se comenzó a gestar en la
casa de los Arellano, siendo alentados por doña
Rosario Moraga y por el resto de la numerosa
familia, que se comprometió para ayudarles en
todo.
Doña Inés Arellano, hija de Alejandro
Arellano (fallecida el año 2000), señaló en una
entrevista lo que se decía al interior de la familia
de la calle Covadonga sobre esa época en especial:
"Creoque desde que se retiraron de la asam­
blea ellos nopensaron en volver, porqueal domingo
siguiente Magallanes tenia unpartido importante
y entonces todos sepusieron de acuerdopara salir
ese día temprano, cosa que cuandofueran los diri­
gentes a buscarlos no los encontraran. Quedaron
en ir ajugar una pichanga al Estadio El Llano
y ahí mismo, después dejugar, sepusieron de a-
cuerdo en hacer un equipo "(4g).
El sábado 18 de abril de 1925 Magallanes
tuvo otra reunión, en donde se apoyó la acción
directiva. Ese mismo día sucedieron dos cosas
más. La primera fue el aviso salido en La Nación,
donde se ratificaba las renuncias a Magallanes
de los “rebeldes”. Si había una leve mayoría en
favor de Arellano, ¿qué pasó con los otros
jugadores que estaban interesados en sus ideas?
Fácil: guardaron silencio y siguieron en Magalla­
nes, sin volver a tocar el tema.
Lo otro importante fue la citación a David
y Francisco Arellano para que al día siguiente
se integraran al seleccionado de la Federación
de Football, con el fin de jugar la revancha
contra Talcahuano en esa localidad. Esa noche,
los Arellano y compañía afinaron algunos
detalles sobre el futuro club en una reunión en
su casa de Covadonga y, según una versión, fue
en la noche de ese sábado cuando se eligió la
primera directiva de Colo-Colo (49).
 f Como estaba planeado un partido de
enfrenamiento en el Estadio El Llano para ese
domingo, algunos acompañaron a los Arellano
a la Estación Central, donde muy temprano
¿ornaron el tren para ir a jugar supuestamente
Talcahuano. Sin embargo, en la noche llegaron
(noticias de lluvias en el sur, por lo que se pactó
de urgencia un partido en Chillán contra la
«elección local para no perder el viaje. En la
tarde se jugó el encuentro que terminó con una
victoria de la Federación por dos goles a cero,
luego de un difícil primer tiempo que había
’terminado sin tantos. Los santiaguinos se
' quedaron en Chillán hasta el día siguiente,
recibiendo un banquete en su honor en ei Club
Comercial que fue animado con música del
regimiento local.
fe Así, sin David ni Francisco Arellano el
seseo de sus compañeros y amigos partieron ese
■ p rin g o 19 de abril de 1925 al Estadio El
H rbo, sector de la actual Gran Avenida José
vSgael Carrera altura 3.000 en la comuna de
Bbo Miguel, para jugar un partido entre ellos.
^ H aecto r norte de la capital se pasó a lo que
■ l i a época se consideraba plena zona sur.
^H lestadio El Llano, inaugurado en 1923,
«spsopiedad de la Caja de Crédito Hipotecario,
oon el tiempo llegaría a ser el Banco del
LFue gestado por iniciativa de los mismos
oarios de la caja para practicar deportes,
^ R ttes en 1921 habían fundado su propio club
deportivo, formando tiem po después la
Asociación Deportiva El Llano, contando
siempre con el apoyo del director de la
institución, don Luis Barros Borgoño (cuyo
nombre lleva hoy el estadio). El recinto ocupaba
32 mil metros cuadrados, con canchas de tenis,
una cancha de croquet, una pérgola, una piscina
y una cancha de fútbol, rodeada de una pista
de atletismo que no poseía las galeríasque
actualmente luce (5°).
Este sería el lugar elegido para dar inicio
definitivo al nuevo club que se veía venir.
Teniendo en mente las reuniones de la semana
y de la noche anterior con los Arellano, el grupo
decidió aprovechar la reunión para organizarse.
Alas 11.30 horas la sesión para organizar
la nueva entidad se inició, “bajo la presidencia
accidental” de Juan Bautista Quiñones como
señala el acta de fundación. “Accidental” porque
a Quiñones se le ofreció la presidencia definitiva
del nuevo club, pero la desechó, oficiando sólo
ese día como presidente.
La improvisada tabla tenía dos puntos: el
nombre y el uniforme del club (51). Luego de
ser propuestos varios nombres, Luis Contreras
realizó su famosa intervención. “Cúpome el alto
honor de proponer el nombre del club, y lo busqué
como símbolo que encamara el amorpor las cosas
de nuestra tierra” recordaría más tarde. Al
tomar la palabra, dio el nombre que haría his­
toria: Colo-Colo, basado en un cacique mapuche
del siglo XVI. Corto, sonoro, fácil de recordar
y chileno por donde se mirara, la sugerencia
del “Pelado” Contreras fiie aprobada inmediata­
mente.
Juan Quiñones propuso el uniforme:
camiseta blanca, con un escudo a la altura de
la tetilla izquierda que llevaría los colores
nacionales y el nombre del club. La camiseta
blanca representaba la pureza, siendo el escudo
el símbolo más sagrado de cada colocolino.
Luego agregaría la idea del pantalón negro,
como símbolo de seriedad. Guillermo Cáceres
aportó la idea de las medias iniciales, azul marino
con franja blanca, no como "un homenaje a la
Armada, como sé señala comúnmente, sino
porque Cáceres conocía en Valparaíso a quienes
vendían clandestinamente los productos de la
marina y podía conseguir las medias a muy bajo
precio ÜPfg David Arellano agregó, en los días
43

El nombre “Colo-Colo”
Acerca de cómo nació el nombre de Colo-
Colo hay varias versiones. Algunas señalan que la
idea se le ocurrió a Contreras en el momento; otras
que los jugadores llevaron a esa reunión una serie
de propuestas para el nombre, mientras que también
se dice que se buscaron posibles nombres en un li­
bro de historia, encontrando Contreras al cacique.
Guillermo Cáceres, fundador de la institución,
escribió que fueron varias las propuestas para llamar
al nuevo club. Independiente, Lautaro, Caupolicán,
Arturo Prat, O’Higgins, Valentín Letelier, entre
otras, fueron algunas de las ideas, hasta que Contreras
dijo “Colo-Colo”, agregando la importancia que
había en “darle un carácter esencialmente chileno”
al nuevo equipo
Sin embargo, una nueva versión ha aparecido,
correspondiente a lo que dice Enrique Jaramillo, ju­
gador del club desde 1926 hasta 1931. Jaramillo
señala que entre lo ocurrido en el “Quitapenas” y
la reunión en el Estadio El Llano, se llevó a cabo
otra reunión en la Biblioteca Nacional, siendo en
ese lugar donde Luis Contreras (a la sazón, ingeniero
agrónomo) propuso el nombre de Colo-Colo, luego
ratificado en la reunión del Estadio El Llano
También hay que recordar que ya existía un club de
regatas en Valparaíso que se llamaba “Colo-Colo”,
mientras que al jugador Oscar González también
se le apodaba así. ¿Inspiración o coincidencia?
Otro puntó a destacar es el hecho que conti­
nuamente se señala que la elección de ese nombre,
de origen mapuche, correspondió a que en esa época
había un fuerte nacionalismo, cuando aún había
problemas limítrofes con Perú y cuando todavía se
veía al deporte como una actividad que mejoraba
“la raza”. La idea no es tan alejada de la realidad, si
se toman en cuenta otros aspectos. Gran parte de
los jóvenes que dieron vida a Colo-Colo eran
profesores, profesión que históricamente ha estado
ligada a ideas dé vanguardia, y la historia de Chile
en eSos años era de vital importancia en la formación
de los docentes para inculcar el amor a la Patria,
que veía en la gesta de Arturo Prat por ejemplo su
máxima expresión, siendo recordada en actos y
eventos continuamente.
Por último, no son pocos los que ven con
importancia el hecho que se eligió el nombre de un
mapuche famoso por su inteligencia y sabiduría, en
vez de haber elegido un nombre de un guerrero.
Hay gente que interpreta esta situación como
resultado del hecho que la mayoría de los fundadores
eran profesores, que valoraban más la sabiduría que
la fuerza.
44
siguientes o en la noche anterior, el diseño
de los zapatos; negros con franja roja. Ya
había nombre y uniforme.
Tomás Olivos, ejecutivo de la Caja
de Crédito Hipotecario, regaló las ca­
misetas y puso a disposición de los jóvenes
la cancha de El Llano algunos días de la
semana. Con el terreno asegurado, los
miembros del club decidieron establecer
como días de entrenamiento obligatorio
los miércoles en la tarde y los domingos
en la mañana, cuando no hubiera fútbol.
Alfredo Moya donaría más adelante los
emblemas a los entusiastas jóvenes y Doña
Rosario Moraga, viuda de Arellano, se
ganó el título de “madre espiritual” de
Colo-Colo en los días siguientes. Se tomó
el lema de los mosqueteros, “Todos para
uno, y uno para todos”, y se mandó a
confeccionar uno de los elementos más
importantes para un club en la época: el
timbre oficial. Este tuvo el nombre del
club al centro, la fecha de fundación al pie
y las palabras “Fuerza y destreza”, sugeridas
por Rubén A rroyo/^ en la parte superior.
Había nacido el “Colo-Colo Foot-
Ball Club”.
El acta fundacional de Colo-Colo
sería firmada por Juan B. Quiñones, Tomás
Olivos, Alberto Arellano, David Arellano,
Francisco Arellano (estos dos últimos
puestos honoríficamente debido a su au­
sencia), Miguel Cáceres, Guillermo Cá­
ceres, Luis Contreras, Alejandro Arellano,
Guillermo Arellano, Rubén Arroyo, Nico­
lás Arroyo, Armando Stavelot, Luis H.
Mancilla, Rubén Sepúlveda, Humberto
Moreno, Clemente Acuña, Absalón Bascu-
ñán, Togo Bascuñán, Enrique Zapata, Luis
Gómez y Eduardo Cataldo.
Don Vicente Riveros López, quien
durante años ha sido una de las pocas
personas en el club preocupadas por la
historia, señaló en un artículo: “Doña
Rosario, madre de los Arellano, junto a
‘costureras amigas, confeccionaron camisetas
y pantalones, sin gastar mucho dinero” ^ ,

Los “otros” Fundadores
, La lista de 22 fundadores del club, de
los cuáles sabemos que sólo 20 estaban con
raerteza presentes ese 19 de abril de 1925, está
■Sánscrita de la primera acta de Colo-Colo,
i confirmada por una copia manejada en los
»archivos histó-ricos de Colo-Colo, á cargo del
|spñor Vicente Riveros, y ratificada por el escrito
de Guillermo Cáceres.
t La historia y otros libros pregarían poste-
re "mente como fundadores a Eduardo Ahu-
Ifeada, Alfredo Moya, Gustavo Torrealba, Arilio
■Dvalle, Adolfo Mackenna, Carlos Arellano,
Humberto Rondanelli, Guillermo Téllez,-
í Alberto Parodi (el primer presidente) e incluso
pL Rosario Moraga viuda de Arellano, la madre
del clan fundador de Colo-Colo. Si bien no
estuvieron ese día domingo, fueron algunos
de los primeros socios y su participación fue
f vital para el desarrollo del club. También hay
que señalar que el acta incluye a Guillermo
ykrellano, quién sé retiraría como socio pronta-
í mente, debido a circunstancias descritas más
ladelante.
Los zapatos ideados por David Arellano
se mandaron a hacer a una persona conocida
como el “guatón” Navarrete, un zapatero que
tenía su taller en la calle Borja y que conocía a
los Arellano. Pronto el “guatón” se transformó
en el hincha número uno del club. Además,
entre David Arellano y Navarrete crearon los
“zapatos colocolinos”, que aparte de ser negros
con franja roja eran los primeros zapatos de
fútbol en Chile que usaban toperoles en su
planta, toda una novedad frente a los zapatos
[jmatas en las suelas de la época.
, lo más probable, se basó en los
Efe había visto a los uruguayos y
^■mrio un gran avance en las canchas
iter* Desechado el puesto por
lyrnjó en entregarlo unánimemente
ipKÜano, pero su estrecha relación
mes lo hizo desistir de la idea.
■E sombró como presidente a don
^connotado hombre del deporte,
icnto por su apoyo a los jóvenes
“rebeldes” y debido a que su elevada posiciójf
hacía menos probable los castigos hada el nuevo
club, en una movida estratégica por parte de
los jugadores l57h
La reunión fundacional de Colo-Colo
terminó a la una y dnco minutos de la tarde.
El lunes 20 se inscribieron en la división
de honor de la Liga Metropolitana, donde
Parodi había sido presidente, y no en una inferior
como se suponía.
Por lo que se ha lle­
gado a establecer, ja­
más fue la intendón
de los jóvenes parti­
cipar in m ed iata­
mente en la primera
división, pero la in­
sistencia y gestiones
de los directivos (co­
mo Parodi y Olivos)
11. Alberto Parodi, prim er presi­
dente de Colo-Colo. llevó a tal hecho.
La prensa da­
ría cuenta de la nueva institución pocos días
después. El martes 21 de abril El Mercurio
mostró en su página 5 un pequeño artículo con
la organización definitiva del club l58) |
“Colocolo EC.
El día 19 delpresente, sefundó una nueva
institución denominada 'Colocolo \ con el objetivo
de practicar de preferencia el football. Cuenta
para eüo con un grupo entusiastas (sic) de conocidos
sportsmens (sic) santiaguinos.
Ha designadopara que dirija las labores de
la actual temporada, al siguiente directorio:
- Presidente honorario: señor don Luis Barros
Borgoño.
- Vicepresidente honorario: don Manuel Salas.
- Vicepresidente honorario: don Luis Ovalle.
- Directores honorarios: señores Carlos Fanta y
Carlos Carióla.
- Presidente efectivo: señor don Alberto Parodi.
- Vicepresidente efectivo: señor Adolfo Mackenna.
- Tesorero: señor Luis Contreras.
- Secretario: señor Rubén Arroyo.
- Prosecretario: señor Nicolás Arroyo.
- Directores: señoresJuan Quiñones, Enrique
Zapata y Guillermo Cáceres.
45
- Capitán: señor David Avellano M. ”,
El miércoles 22, La Nación publicó:
“El Colocolo a la Metropolitana.
Esta nueva colectividad quedó incorporada
el lunes último a la competencia de la Liga Metro­
politana. Es un cuadroformado por conocidosju ­
gadores que seguramente hará un lucido papel en
susjomadas oficiales”.
En esa semana se elaboraron siete manda­
mientos colocolinos para poder lograr la victoria.
Eran códigos de disciplina, ideados por David
Arellano para el buen funcionamiento de la
institución y decían:
- Primero: Asistir sin aviso y sin necesidad de
citación especial a todos los entrenamientos,
reuniones y compromisos del club.
- Segundo: Mantener un comportamiento ejem­
plar en todos los lances, especialmente en lo
que se refiere al árbitro y sus decisiones.
- Tercero: Considerar siempre al contendor co­
mo el más temible de los adversarios que se
haya presentado y desarrollar el máximo de
juego ante él.
- Cuarto: Cuidar en toda oportunidad la correcta
presentación del equipo y el uniforme.
- Quinto: Mantener en la fila una férrea disci­
plina, a la vez que una amistad sincera a toda
prueba.
- Sexto: Desterrar por completo el egoísmo,
tan funesto en los deportes colectivos y espe­
cialmente en el fútbol.
- Séptimo: Tener el ánimo completamente
preparado para recibir victorias, empates y
derrotas
El equipo ya estaba en la Liga y en la
prensa, que estaba expectante por el debut de
los “magallánicos”. Se sabía que estaban los
prestigiosos hermanos Arellano, pero eso no
aseguraba victorias. Ahora la tarea sería demos­
trar que la decisión de formar un club y salirse
del poderoso Magallanes había sido la correcta.
m
1. 5 El oráculo del inglés
El debut de Colo-Colo se produjo en un
amistoso informal jugado el miércoles 22 de
abril contra la Escuela Normal, la entidad que
vio nacer a los Arellano, en la cancha de la
Escuela de Artes. Este partido no fue un enfren­
tamiento serio, pero sirvió como entrenamiento
y primer apronte para él nuevo club. En el
equipo rival estaba José Miguel Olguín, el
puntero amigo de David y süs hombres, que
incluso postuló el día 19 para ingresar al club
junto con Guillermo Arellano (que aparece en
el acta de la fundación), pero ambos desistieron
para evitar problemas en la Escuela Normal,
que estaba en la división intermedia de la Liga
Metropolitana, donde asistían al último año de
estudio para ser profesores, esperando ingresar
más adelante.
Al parecer, mientras Colo-Colo se organi­
zaba Magallanes inició una campaña de despres­
tigio, señalando que se trataban de elementos
negativos que habían sido expulsados. La situa­
ción llegó al máximo con la aparición de una
declaración pública de Magallanes, aparecida
el 2 de mayo, citando para ese mismo día a una
reunión para tratar esas incidencias w L
La situación colmó la paciencia a los
“rebeldes", contestando de inmediato. Al día
siguiente, Colo-Colo respondió a las acusaciones
que Magallanes. Entre algunos de los párrafos
de esa respuesta se destacaron los siguientes:
[habla El Mercurio]... Que ellos no han solicitado
ni tanto por ciento de la entrada bruta de cancha,
ni exención del pago de cuotas, etc., y que mal
podían hacerlo cuando les constaba que el tesorero
disponía de escasosfondos. Que lo que solicitaban
era mayor esmero en el cuidado de la cancha de
juego en vez de ponerlo en la cantina, rayuela y
otros. Que no sejustifica que se los tilde dejugadores
perniciosos cuando se gastó tanto empeño en
mantenerlos en su seno (...) [habla Colo-Cólo]
Jamásfue nuestra intención patrocinar tamañas
suposiciones (...) Prueba de ellofue que existiendo
según ahora aparece cargos tan graves como los
expuestos nunca se ños llamara a reunión (...)
Como había de por medio intereses creados que
 no es del caso mencionar, miembros del directorio
con algunos otros socios, que si bien merecen respeto
por sus años lo desmerecenpor sus actos, empezaron
una campaña de desprestigio contra nosotros y
atropellando acuerdos explícitos de la asamblea y
no tomando en cuenta el deseo y opinión de este
numeroso grupo de jugadores, procedieron a su
antojo provocando con ello la retirada de la sala
1 de sesiones de la mayoría de ellos (..) Este reducido
número de señores era más asiduo y necesario a
los intereses de la cantina que nosotros.
Estas e infinidad de desavenenciaspersonales,
^■provocada las más de las vecespor la mencionada
cantina, y que nada sacaríamos con detallar, for­
maron nuestro ánimo el deseo y la convicción
intima de que no podíamos continuar en el club
(...) Terminamos manifestando que nos extraña
la actitud del señor Molina Núñez (Julio Molina
Núñez, presidente de Magallanes), cuando él no
ha asistido en todo el año a ninguna sesión del
du b..,*m .
Antes de eso, el 1 de mayo, la Liga Metro­
politana solicitó a los hermanos Arellano, Rubén
Arroyo, Moreno y Togo Bascuñán para integrar
la selección de Santiago, que el domingo 3 de
.mayo jugó contra su similar de Valparaíso, ga­
nando los capitalinos por tres goles a uno con
un tanto de David Arellano.
Mientras los días pasaban, Colo-Colo creó
nuevos cargos al interior de su directiva: pro -
tesorero (Miguel Cáceres), directores (Luis
Mancilla y Armando Stavelot), delegado (Rubén
Arroyo) y vicercapitán (Guillermo Cáceres).
Estos se instauraron con el fin que la mayor
parte de los jugadores y socios del club se sin­
tieran partícipes, para no caer en la oligarquía
(gobierno de un grupo) que era lo que ellos
habían vivido en Magallanes.
El debut oficial de Colo-Colo pudo ser el
domingo 10 de mayo, ya que ese día se debió
jugar el partido por la Liga Metropolitana ante
el Deportivo Barcelona en la cancha de la
Academia de Humanidades W% pero la lluvia
y el mal estado del terreno de juego suspendieron
el encuentro.
La primera reunión de socios de fue el
sábado 30 de mayo, a las seis de la tarde, en El
Diario Ilustrado (Morandé esquina Moneda,
donde hoy se encuentra la Intendencia Metropo­
litana). Al día siguiente, Colo-Colo debutó en
la Liga. En el octavo día de competencia el rival
fue el equipo del English, debiendo jugar en su
cancha ubicada en Seminario esquina Bilbao.
Luego del preliminar, jugado desde las 14.00
horas con el resultado Loma Blanca 4 - Santiago
National 5, y ante numerosas Familias de la
colonia inglesa, ese 31 de mayo el nuevo club
sorprendió a todos. Mientras que el rival salió
desordenado y con pantalones y medias de todos
colores, Colo-Colo entró a la cancha espléndida­
mente uniformado: camiseta blanca muy limpia,
todos con pantalones y medias uniformes,
zapatos lustrados e incluso los jugadores estaban
peinados a la “gomina”. David Arellano le entre­
gó un ramo de copihues al capitán del English,
dejándolo perplejo.
En la tribuna del estadio se podía divisar
a Alberto Parodi, Tomás Olivos, Adolfo
Mackenna, Alberto Arellano, Miguel Cáceres,
Alejandro Arellano, Luis Gómez y Guillermo
Arellano. En la galería, por su parte, los primeros
hinchas del club: Francisco Fernández, Gustavo
Torrealba, Afilio Ovalle, Humberto Rondanelli,
Eduardo Ahumada, Raúl López, Alfredo Moya,
Ciríaco Maldonado, Enrique Zapata, Carlos
Arellano, Armando Núñez, Guillermo Téllez
y Marco Antonio Vera, de la Escuela Normal
(63 ).
Pasadas las cuatro de la tarde, Colo-Colo
empezó su primer partido oficial tras un mes
de entrenamiento. Eduardo Cataldo; Togo
Bascuñán y Absalón Bascuñán; Francisco
Arellano, Guillermo Cáceres y Juan Quiñones;
Clemente Acuña, Humberto Moreno, Luis
Contreras, David Arellano y Rubén Sepúlveda
fueron los once hombres que comenzaron la
historia. Rubén Arroyo no jugó ese partido ya
que el puesto de puntero izquierdo había sido
sorteado, perdiendo ante la suerte de Sepúlveda.
Al frente estaba el English, cuadro que muchos
pensaban que haría pagar el noviciado. Noventa
minutos más tarde, los novatos demostraron
que no eran sólo palabras y actitud, jugando
un partido memorable. Los albos ganaron 6-0,
47
aunque no sorprendió en demasía ya que
Magallanes había hecho siete goles a los “ingle­
ses”.
Pero fueron los jugadores del English
quienes se dieron cuenta que los rivales tenían
algo más. Fieles a la tradición inglesa, invitaron
a los eolocolinos a tomar té una vez finalizado
él encuentro, compartiendo tanto con los juga­
dores como con el público. Las felicitaciones
por parte de los "ingleses" no se dejaron esperar,
hasta que el capitán del English, Grand, tomó
la palabra y profeticamente les dijo a esos juga­
dores que recién tenían su primera partida oficial
las siguientes palabras: “Hoy hemosjugado con
Colo Colo y puedo asegurarles que este equipo va
a ser la gloria de Chile y delfútbol de este bello
país. Le auguro larga vida, muchos triunfos. Será
orgullo de su raza”^ .
La prensa tuvo reacciones dispares. Por
un lado, estuvieron aquellos que se admiraron
de la forma de juego y presentación del nuevo
equipó. Gracias a este debut, los albos lograron
comentarios como:
"(en Colo-Colo) aparecían desterradas las
acciones individuales y reemplazado ese sistema
por él de combinaciones bajasy cruzadas. Por otra
parte, sus hombres actuaron con el mismo empeño
durante todo el match, sin cansancio alguno.
Llamó también la atención delpúblico la correcta
y bien uniforme presentación del equipo y la
caballerosidad de sus componentes"
Por otro lado, parte de la prensa habló del
club con cierto recelo (“El Colo-Colo, el último
hijo que ha dado a luz el Magallanes, le pasó 6
goals al English”), agregando además cierta ironía:
“Una sorpresa: el Eleuterio Ramírez venció al
Magallanes (padre). Y el Magallanes (hijo) - el
Colo-Colo para mejor decir -, reía irónicamente.
¡Hijo sin entrañas!”
La visible identificación con Magallanes
debía terminar. Y se terminó con hechos.
Se venció por 5-0 al Loma Blanca, equipo
fundado por alumnos del Liceo Miguel Luis
Amunátegui en agosto de 1904 y que pese a la
derrota contra el Santiago National venía en
un gran nivel. Luego, en un amistoso contra el
seleccionado de la Liga Nacional Obrera el
equipo marcó ocho goles. La Nación comentaría:
"... se impuso el Colo Colo por un score abultado
(...) El equipo de la Liga Nacional Obrera tuvo
ayer unaperformance que no correspondió a sus
antecedentes. En cambio, su rival demostró estar
en estado depreparación encomiabley Sus elementos
actuaron con todo entusiasmo”^ .
Más adelante, vinieron los partidos contra
el Morning Star y contra el Unión Chilena,
obteniendo siempre resultados favorables y
abultados (6-1 y 6-0). Tan destacada fue la
participación de los jugadores eolocolinos que
para definir al seleccionado de la Federación
Chilena se llamó a Cataldo, Francisco Arellano,
Acuña y David, siendo el arquero una de las
revelaciones.
Colo-Colo, pese a ser club nuevo y lograr
grandes victorias, aún no acaparaba la atención
de la prensa, que seguía refiriéndose a ellos
como los "magallánicos". Uno de los primeros
hechos que ayudó a que los periodistas cambiaran
en algo su opinión fue el partido contra la Liga
Nacional Obrera, donde se vio que la presenta­
ción era inmejorable: saludo al público y uni­
formes totalmente ordenados, demostrando
que no era una actitud sólo del debut, sino que
una costumbre de corrección muy arraigada
que se repetía partido tras partido. Pero más
que eso ayudaría la goleada que Colo-Colo le
propinó al Santiago National, uno de los clubes
más destacados, el día 5 de julio, ya que los
“rebeldes” marcaron la suma de catorce goles.
En ese partido, el primer tiempo terminó con
seis tantos de Colo-Colo, no dejando posibilidad
de reacción a los rivales, siendo el resultado
final 14 a 2 ,
La revista deportiva Los Sports sirve como
ejemplo del impacto de ese partido en la opinión
deportiva. En la sección “El aplauso” (donde
se remarcaba lo más destacado de la semana),
la revista solicitó un aplauso para Colo-Colo,
por su gran victoria, y para el Santiago National,
por haber sido una digna víctima del nuevo
club, finalizando: “...¿Qué nos dice usted ahora
después de esta crueldad, de este ensañamientof
¿No es acaso un monstruo el Colo-Coloy un mártir
el Santiago National?...w(68).
 Gracias a su presentación impeca­
ble y a su grandes victorias, el “guatón”
Navarrete patentó una frase que se haría
famosa: aSalen los artistas del Colo-Colo
a la cancha y empieza la función” S¡1|
La revolución colocolina quedó
totalmente marcada el 19 de julio. Ese
día, Colo-Colo tuvo que jugar contra
Magallanes, que aparte de los roces
propios por el cisma producido en abril
era uno de los equipos favoritos para
campeonar en la Liga Metropolitana,
junto con el Eleuterio Ramírez, el I o
de Mayo, el Audax Italiano y los mismos 12. Primerafotografía del Colo-Colo Football Club en la prensa,, aparecida
albos 1¡Í% en la página 10 ele Los Sports n° 124. La formación corresponde a i equipo
que derrotó a Magallanes. Arriba: Francisco Arellano, Togo Bascuñán,
En los Campos Sports de Nuñoa Guillermo Cáceres, Eduardo Catáldo, Juan Quiñones y Absalón Bascuñán.
Abajo: Clemente Acuña, Humberto Moreno, LuisContreras, D avid Arellano
se vio un partido áspero y disputado, y Rubén Arroyo,
que captó la atención de toda la prensa,
dándose el primer "clásico" con la participación educados y que incluso eran maestros de escuela.
de Colo-Colo y sintiéndose la tensión desde el Los blancos se habían transformado en poten­
mismo saludo entre los capitanes, David ciales candidatos a un título en su primera inter­
Arellano y Gustavo Pastene. vención en una competencia. Llevaban jugados
El equipo albo mostró un gran juego, 6 partidos oficiales, ganándolos todos, marcando
mientras que Wittke de Magallanes empleó 34 goles y recibiendo 3 tantos en contra.
"...recursos inaceptables para cualquier jugador Luego se derrotó a otros rivales directos
de cuarta división, y condenables, por supuesto, por el título: Audax Italiano (3 a 0 , con juego
en un ex- internacional" Wwk como señaló la brusco del rival) y el Eleuterio Ramírez (7 a 0 ,
revista Los Sports. Incluso los delanteros albi- con algunos futbolistas ebrios en el contrincan­
celestes propiciaron una lluvia de patadas al ar­ te), para luego vencer al Gold Cross 6 a 2 , luego
quero eolocolino Cataldo, cuando protegía la de ir perdiendo a los 15 minutos. El público
pelota con su cuerpo, siendo expulsado de la ya los llamaba de otra manera, hablando de “el
cancha Ortega, el magalíánico que más pateó invencible Colo-Colo”. El apodo quedaría
al guardavalla. sentado definitivamente tiempo después, siendo
Colo-Colo venció por 2 a 0 y David inmortalizado en una contratapa de Los Sports.
Arellano debió calmar los ánimos de sus compa­ Siguiendo con el torneo, Colo-Colo debió
ñeros, que deseaban cobrarse revancha de las jugar contra el Io de Mayo, el único club capaz
patadas recibidas por parte de sus ex-compañe- de amagar süs posibilidades para Campeonar.
ros. El cacique dominó todo el encuentro. A Este club se había fundado en agosto de 1913
los 31 minutos Contreras recibió un centro de y estaba formado en su mayoría por obreros, lo
Arroyo, marcando el primer gol tras eludir a que explicaba su nombre. Había sido el equipo
toda la defensa y al arquero. El segundo tanto campeón de 1923 y para 1925 llevaba, al igual
fue por un tiro arrastrado de David Arellano a que los albos, una campaña perfecta. En el
los 77 minutos. ambiente, todos esperaban que tarde o temprano
A partir de esta victoria, Colo-Colo ganó se cortara la “leche del Colo-Colo”, expresión
ks páginas de los diarios a su favor y sobre todo de la época para denominar las buenas rachas.
B^pUdico, que se sintió identificado con estos En un partido de gran expectación, donde
jóvenes sencillos y trabajadores, respetuosos, incluso se solicitaron guardias para mantener

49
el orden, el cacique empató sin goles el match El equipo empezó a marcar la diferencia
más duro que debió jugar en 1925, en especial que lo llevaría a diferenciarse del resto. Así
con ía disposición defensiva del rival tras lesio­ es elprimer equipo que instaura el entrenamiento
narse uno de sus delanteros. Los Sports calificó obligatorio; la existencia de un entrenadory con
al equipo como "esclavos de la disciplina" ^72\ ello la necesidad de introducir elementos tácticos
pero El Diario Ilustrado fue más allá: "Al Colo- aljuegos, una correctay uniformada presentación,
Colo le hemos visto hacer las más lucicbispresenta­ etc.”W¡>\
ciones en nuestras canchas, como hacía años que Y lo conseguido era producto del trabajo.
no sepresentaha un equipo de club más disciplinado No les bastó entrenar sólo un día a la semana
y completo, ya que sus distintos componentes en El Llano, sino que algunos días David Arella­
responden al unisono..."f®L no dirigía otros entrenamientos, ocupando la
Más adelante, se derrotó al Nacional (6- cancha de Quinta Normal. En ese lugar, Colo-
0), al Gold Cross (3-0) y a la Liga Santiago (2- Colo empezó a practicar jugadas, ganó un mejor
0) - estos dos últimos partidos amistosos -, estado físico que el resto de los rivales y estudiaba
titulándose campeón invicto de la Liga Metropo­ a los contrarios, tal como lo hacían los rioplaten-
litana, aunque sólo se pudo cantar victoria el ses. En otras palabras, se empezó a jugar “en
domingo 18 de octubre, cuando Audax Italiano serio”.
empató sin goles con el Io de Mayo, quitándole David Arellano demostraba haber aprendi­
su opción para empatar el primer lugar con los do las enseñanzas. Analizaba a los rivales, cambia­
albos. Así se ganó la primera copa oficial de la ba de posición a los jugadores, se preocupaba
historia, la “Ismael Pereira Iñiquez”, que llevaba de la indumentaria o inventaba nuevas jugadas.
el nombre de un presidente honorario de la SÍ en algunos partidos regalaba flores al capitán
Liga Metropolitana que moriría a finales de del equipo contrario, esto se explicaba porque
1925. El equipo base era Eduardo Cataldo (ar­ Arellano había visto a los uruguayos hacer lo
queo); Togo y Absalón Bascuñán (defensas, o mismo, en un acto que les hacía ganarse las
"backs"); Francisco Arellano, Guillermo Cáceres simpatías del público y el respeto del rival. En
y Juan Quiñones (medios, o "halP); Clemente Chile, Colo-Colo logró los mismos efectos.
Acuña, Humberto Moreno, Luis Contreras, Al tratar de retratar el primer año de vida
David Arellano -capitán- y Rubén Arroyo del Cacique, una buena descripción la otorga
(delanteros, o "forwards"). También, estaban lo escrito por Alberto Arellano:
los cuatro reservas: Nicolás Arroyo y Armando “Uno a uno fueron cayendo los primeros
Stavelot (arqueros); Luis Mancilla
N U E s ;■* R . Í0_ f * E © U I P 0 #• © E F O © T B A L L
(medio) y Rubén Sepúlveda (delantero).
La táctica de la época era un 2-3-5.
Colo-Colo con su arranque espec­
tacular atrajo al público, llevando cifras
inusuales de espectadores para la época,
maravilló a la prensa y modernizó el
fútbol. Practicaba un juego serio, ofensi­
vo, trabajado y preparado, tal como Da­
vid Arellano lo había visto en Uruguay.
Uno de los primeros socios, Alejandro
Torres, recordó cómo David cumplió
su palabra con sus compañeros: "No hs 13- Colo-Colo sale a los Campos Sports de Ñuñoa, para enfrentar al I o de
dejaba realizar manifestaciones desmedidas Mayo. Desde la izquierda se puede apreciar a Absalón Bascuñán, Alejandro
Torres (de civily con sombrero), Togo Bascuñán, Humberto Moreno, Rubén
cuando hacían ungoly menos que hablaran Arroyó, Guillermo Cáceres, Francisco Arellano, Juan Quiñones, Eduardo
Cataldo y David Arellano. Falta Clemente Acuña,
a gritos dentro de la cancha"

^^ B b m a c ió n de Colo-Colo para enfrentar al Eleuterio Ramírez.
Francisco Arellano, Guillermo Cáceres, Togo Bascuñán,
^ H p ír Arroyo, Juan Quiñonesy Absalón Bascuñán.
Á sóe: Clemente Acuña, Humberto Moreno, Luis Contreras,
tfínidArellano y Rubén Arroyo.
mfmpos (...) aumentando cada vez más elpúblico,
\ttm ido por lafama ¿leíjuego científico que hacía
invicto”como había dado en llamarb la prensa
WButiaguina. David no descansaba en esta brillante
Wtmporada, preocupado continuamente de los
Entrenamientos, de htspartidas y del buen estado
wde sus coequipados. Resultaba con esto que cada
mez se hacían mejorespresentaciones. En la cancha
awda corregía ni nada criticaba, esto lo dejaba
mBempre para las prácticas y con una bondad y
cariño a toda prueba. Jamás tuvo un reproche O
palabra dura para nadie”
■Colo-Colo se ganó de tal manera el cariño
I d público que incluso obtuvo el apoyo por
■paite de las famosas tiendas inglesas Gath y
Chaves, que tenían locales tanto en Buenos
Aires como en Santiago. Estas le regalaron al
[club pelotas de fútbol, aparte de facilitar el
■Radio de la tienda para entrenamientos. Así,
los albos fueron el primer equipo en Chile que
■ iganó el apoyo y auspicio de tiendas comercia­
les para jugar, aunque fuera de manera informal.
Jr Sumado a lo anterior, se tenía una caballe-
rosidad a toda prueba. No se recurría al foul,
se pedían disculpas, se felicitaba sinceramente
k los rivales, se mostraba respeto y hasta se llega­
ban a tirar los penales fuera si se consideraba el
| cobro injusto o si se iba ganando por un marca­
dor abultado. Lo que hoy súena casi ingenuo,
significó una popularidad increíble para el club.
A esto hay que unir su presentación impecable
en todos los partidos, que llevó a comentarios
tales como “no era un equipo defútbol, más bien
un cuerpo de bailarines o de acróbatas” Todo
esto se tradujo una visión positiva del “team”
tremendamente efectiva en la masa, acostumbra­
da a equipos toscos, tramposos y desordenados.
Y eso que Colo-Colo introdujo otro ele­
mento del fútbol del Atlántico: la picardía.
Saber utilizar las manos para desestabilizar al
rival o simular cabezazos, saber tirarse en el
suelo para ganar la pelota (la “barrida”), conocer
a fondo los límites del reglamento. Todo eso lo
incorporaron los albos a nuestro fútbol, abriendo
los ojos al hecho que también se ganaba utilizan­
do otros recursos.
Los frutos obtenidos no los gozó sólo el
equipo albo. Aparte de la Liga Metropolitana,
David y otros compañeros también participaban
en la selección de los profesores, difundiendo
aún más esta manera “científica” de jugar.
Siguiendo con los partidos, como represen­
tante de Santiago Colo-Colo enfrentó al Unión
Coquimbo EC., campeón de Chuquicamata,
en dos amistosos de gran importancia. En el
primer pleito, los albos ganaron por un gol a
cero en un partido muy disputado. A1 domingo
siguiente, el 25 de octubre, Colo-Colo empató
con los nortinos a cinco "goals" por lado. Luego
se venció a la Liga Periodística por 5 a 1 y se
jugó en los pueblos vecinos de Nos y Buin, reci­
biendo el tratamiento de “visitas ilustres”, ganan­
do 6-2 y 8-0 respectivamente.
Desde mediados de año, Alberto Arpllano
tomó el puesto de secretario general del club.
Su presencia se comenzó a notar en el ambiente
futbolístico y recorría Santiago buscando equi­
pos, copas, trofeos y auspicios para generar
nuevos encuentros. En especial, porque tenía
la idea de hacer una gira para difundir el juego
científico.
1925 se cerraría con los dos duelos más
importantes del cacique. Primero, se enfrentó
al Brigada Central, campeón de la Copa
República de la Asociación Santiago. Fue un
partido muy difícil, tanto que los pronósticos
previos al partido y durante el entretiempo eran
muy desfavorables para los albos, que iban
perdiendo 3-4. Finalmente Colo-Colo ganó 7
 E L ”C O L O - C O L O”, 1 N V E N C I B L E Pero el encuentro terminó
con incidentes, que inclu­
yeron destrozos de parte de
la galería del estadio por
hinchas enfurecidos de la
Unión Española, producto
de la suspensión del partido.
El arquero de Unión, Juan
Lapiedra, se negó a seguir
jugando, luego de consi­
derar que el segundo gol de
Colo-Colo había sido con
la mano, pese a las súplicas
de sus compañeros y rivales,
encabezados por el propio
15. Colo-Colo Football Club, año 1925- Lafoto más conocida delprimer añodel club, en
donde se ve á los jugadores y dirigentes, corresponde a la contratapa de la revista Los Sports Legarreta, para que devolvie­
n° 137, luego delprimerpartido frente al Unión Coquimbo F. C. de Chuquicamata. Arriba: ra el balón y siguiera el par­
Adolfo Mackenna Cerda, Armando Stavelot Lemán, Francisco Arellano Moraga, Nicolás
Arroyo Gutiérrez, Togo Bascuñán Olave, Rubén Sepúlveda, Luis Humberto Mancilla, Alberto tido.
Arellano Moraga, Alberto Parodi, Eduardo Cataldo Herrera, Tomás Olivos, Guillermo Cáceres Fue un encuentro dis­
Ramírezy Absalón Bascuñán Olave. Abajó: Oscar Rubén Arrayo Gutiérrez, Humberto Moreno
Ramírez, Luis Gontreras, David Arellano Moraga, fuan Bautista Quiñones Carreñoy Clemente putado a muerte con varias
Acuña. Nótese el título de la fotografía, “E l Colo-Colo invencible’-.
incidencias. Tras un pase de
Acuña, David Arellano se
a 4, demostrando un mayor resto físico que escapó por una orilla y para detenerlo el defensa
terminó arrasando con los “policiales” en el Waldo Sanhueza no tuvo mejor idea que abra­
segundo tiempo. Lamentablemente, una zarse a él. Sanhueza fue expulsado por el árbitro
polémica acción cuando faltaban dos minutos y mientras se retiraba le dio un puntapié al
generó el retiro de la cancha por parte del guardalínea. Además, Quiñones debió salir
Brigada Central, que consideró una jugada lesionado de la cancha, quedando ambos equipos
como malintencionada. con diez jugadores.
Por último, los albos tuvieron que hacer El remate de la situación lo dio el mismo
frente a la Unión Española, campeón de la* Sanhueza. Luego de los incidentes por el segun­
Asociación Santiago, en el partido para definir do gol albo, reingresó al terreno de juego y se
al mejor equipo de Santiago. El campeón de la puso a pelear con Cataldo, en una gresca feno­
Liga Metropolitana contra el campeón de la menal mientras el público apedreaba la cancha.
Asociación Santiago. El cuadro de la colonia Lejos de esta polémica, el resumen anual
hispana era uno de los más fuertes de la capital. fueron cuentas alegres: Colo-Colo se tituló cam­
Además, así como Audax Italiano, que tenía en peón de Santiago en su primer año de existencia,
el itálico José Rosetti a su capitán y jugador con el mejor juego y equipo del país. Ya no
símbolo, mucho del prestigio de la Unión eran los "rebeldes" o "magallánicos". Los apodos
Española se basaba en su capitán, el español habían cambiado, al igual que el público con
Juan Legarreta, proveniente del Real de Irún ellos. Ahora eran "el equipo del juego científico"
de España. Legarreta se había ganado el corazón y "el mejor club de Chile.
de los deportistas chilenos rápidamente, llegando Pero también, ahora, eran "los invenci­
a jugar por la selección chilena en 1921. Ahora, bles".
tenía que dirigir los pasos de la Unión Española
frente al rival más difícil.
También ganó Colo-Colo, esta vez 2 a 0.
1. 6 Cosas del ’25
• Luego de ganar al English, un diario
escribió que Colo-Colo ganó "bulgarmente"
(sic) y Los Sports trató al club de "facinerosos",
ya que su "papá" (Magallanes), le había hecho
siete goles al mismo club. Cuando se enfrentó
al Loma Blanca se recalcó que era un equipo
que venía en gran nivel, lo mismo que Nacional
era uno de "los cuadros más rápidos y combina­
dores". No se sabe de donde sacaron tales ideas
los periodistas. A los dos equipos les fue bastante
mal en la temporada oficial de la Liga Metropo­
litana y caerían por abultados marcadores frente
al nuevo club.
• Tras el partido frente a Nacional, Los
Sports escribiría sobre los albos: "Siempre hacen
lo mejor dentro de lo que pueden hacer; para
ellos no hay enemigo chico...".
• En la victoria de 7 a 0 al Eleuterio Ramírez,
el club recibiría uno de sus más significativos
reconocimientos. El comentarista Chalo, de
Los Sports, escribió el siguiente poema como
resumen del encuentro;
"Fue completa la paliza,
y un poquitillo cruel,
sin igual a otra liza,
en lo tocante a Miguel.
Eleuterio mal colocado
la puerta abierta dejó,
dando ocasión a Colocolo
para que colocara solo
los goais que colocó...".
• En ese mismo partido, jugadores del Eleu­
terio llegaron borrachos a jugar, algo que ya ha­
bían hecho contra Magallanes. En algo tenía
razón David cuando reclamaba de la falta de
profesionalismo.
• La fama de Colo-Colo se extendió tan
rápido que ya en 1925 el club recibió sus pri­
meras invitaciones para amistosos fuera de
Santiago. Viajando en tren, los colocolinos fue­
ron a Nos, donde se les sirvió un gran asado,
fueron muy bien atendidos y se les mostró la
fábrica de conservas, los criaderos de árboles y
el parque del pueblo. A la semana siguiente
fueron a Buin, tierra de Humberto Moreno,
siendo recibidos con igual cariño y dejando la
mejor impresión.
• El grito "Vámonos, Quiñones..." es uno
de los puntos difíciles de la historiografía alba.
Según algunos fue dicho por Rubén Arroyo,
Luis Mancilla o uno de los Arellano. Lo único
claro es que, como el mapuche del nombre, la
rebeldía y libertad buscadas por el grupo quedó
bien ejemplificada con ese acto.
• David Arellano era uno de los mejores
jugadores chilenos del momento. Frases como
"potente disparo y gran técnica", "el mejor de
la cancha" o "maestría e inteligencia" son fre­
cuentes al revisar los diarios de la época, unido
a su cultura y caballerosidad. También se desta­
caban sus "pases-gol" y goles notables. Contra
el Unión Coquimbo, por ejemplo, marcó uno
de "volea" con "impecable estilo". Además, pre­
vio a los últimos partidos del año, asistió al en­
cuentro entre Brigada Central y Unión Española,
los dos próximos rivales, dando una primera
muestra de “espionaje deportivo” en Chile, ya
que al ser divisado por los cronistas sólo esbozó
una misteriosa sonrisa. Grande, capitán.
• Precios de la época. Para un entre-ciudades
los Campos Sports tenían las sillas numeradas
a $5, las tribunas de concreto a $3 y la entrada
a cancha a $2. Los diarios valían cerca de 30
centavos. ¿Cómo llegaba la gente al estadio? En
los partidos más importantes se usaban camiones
especiales que dejaban en la puerta del estadio,
aparte de las góndolas de ciertas líneas, como
la Palma y la Palma-Negrete.
• En la definición por Santiago, el público
exaltado de Unión Española comenzó a romper
el estadio al ver que el partido no seguía. Todo
comenzó cuando "Lucho" Contreras, según la
opinión del arquero y compartida por algunos
periodistas, utilizó su mano para marcar el se­
gundo tanto (simulando u n cabezazo), lo que
llevó a que el arquero se negara a devolver el
balón y a seguir jugando. Colo-Colo, aparte de
calidad, también traía la picardía necesaria para
ser campeón de todo.
• No fue esa la única consecuencia del
partido entre la Unión Deportiva Española y
53
Colo-Colo. El arquero de la Unión, Juan • ¿Cómo era el equipo y los jugadores del
Lapiedra, era árbitro de la Asociación de Arbitros Colo-Colo vistos por la prensa de la época? La
de Santiago, siendo borrado de los registros de Nación entregó un retrato del equipo, aparecido
esa institución por haber sido el causante de los previo al partido contra Brigada Central, repro­
desmanes, al negarse a aceptar la decisión referil ducido aquí textualmente:
de un colega. Eso no fue todo: los árbitros - E. Cataldo: guardavallas de reconocida compe­
también desautorizaron la participación de tencia. Ha defendido con brillo la Asociación,
“referees” en todos los partidos donde jugara la Liga Metropolitana y la Federación. Con Ra­
Waldo Sanhueza. mírez son considerados los mejores arqueros
• Aunque suene increíble, la revista Los del país.
Sports, en su edición 137, le otorgó su sección - Hnos. Bascuñán: poco a poco han ido asimi­
“La censura” (que estaba dedicada para reflejar lando y perfeccionando su juego hasta colocarse
lo negativo de la semana deportiva) a? Colo- a la altura de sus demás compañeros de equipo,
Colo. ¿La razón? Haber derrotado al Unión entrenamiento, gran afición y entusiasmo han
Coquimbo EC., de Chuquicamata, no siendo sido las armas que para la consecución de este
caballerosos con la visita, ya que deberían haber fin han esgrimido.
empatado para que la estadía de los nortinos - F. Arellano: el medio zaguero de mayores
en la capital hubiera sido perfecta y alegre. Lo recursos en la línea; internacional en 1924, lla­
curioso es que el Unión Coquimbo ya había ma poderosamente la atención su juego por la
jugado días antes, el 12 de octubre contra el extraordinaria rapidez con que procede, sus
Audax Italiano, perdiendo también por uno a caídas y quites son la delicia de sus numerosí­
cero pero nadie hizó críticas al respecto. Era simos admiradores. Es el hombre festivo de la
otra época... cancha.
• Si usted cree que el fútbol de la época era - Cáceres y Quiñones: no desmerecen en abso­
como los campeonatos amateurs que aún se luto a su compañero de línea. Seleccionado el
juegan, aquí va otro ejemplo. El domingo 8 de primero en la Metro, ha dado ya pruebas de
noviembre, Audax Italiano y el 1° de Mayo juego seguro y eficiente. En cuanto a Quiñones,
jugaron la final del Campeonato de Apertura es el jugador rápido y empeñoso por excelencia,
de la Liga Metropolitana, un torneo de elimina­ siendo su característica la oportunidad en los
ción directa. Tras el triunfo de Audax, el club tramos más difíciles del match.
itálico se llevó el gran premio del certamen: un - D. Arellano: internacional de 1924 es hoy
equipo de fútbol completo. Hay cosas que no por hoy el mejor insider izquierdo del país, po­
cambian... see dribling con seguridad absoluta, de coloca­
• Tabla de posiciones final de la Liga Metro­ ción excelente y de gran corazón en los momen­
politana: tos decisivos.
- H. Moreno: internacional de 1923. El forward
EQ UIPO PJ PG PE pp Pts. ardilla por la asombrosa rapidez con que pro­
Colo-Colo m 10 1 0 21 cede, cualquier indicisión (sic) de la defensa
1o de Mayo 11 9
2 0 20
contraria puede ser la causal casi segura de la
Audax Italiano 11 9
i 1 19
Eleuterio Ramírez 11 8 0 16 caída de su baluarte.
3
Magallanes 11 5 0 6 10 - L. Contreras: eje de la línea delantera, completa
Gold Cross 11 4 1
6 9 con Arellano y Moreno un terceto muy difícil
Morning Star ii 4 1 9
6 de superar. Posee potente schot (sic), y gran ti­
Barcelona 11 | 4 1 6 9
Santiago National ti 4 0 7 8 no para repartir a conciencia el juego.
Nacional 11 2 1 8 5 - Acuña y Arroyo: los aleros conocen también
Loma Blanca 11 2 0 9 4
\ English 11 1 0 10 2 todos los resortes del deporte favorito. Seleccio­
nados en infinidad de veces saben a fondo los
Nota: Unión Chilena se retira de la comptetencia.
 deberes de su puesto. Completan en debida
forma la espléndida línea de ataque del Colo-
Colo.
• Hecho curioso: de los 11 jugadores que
abandonaron la sede de Magallanes, 2 de estos
csan arqueros (Armando Stavelot y Nicolás
rAfroyo). Sin embargo, ninguno de los dos sería
di definitivo arquero titular de Colo-Colo, ya
que el puesto caería en manos de Eduardo
Cataldo. De los partidos con información
disponible, Arroyo jugaría en 2 ocasiones
mientras que Stavelot sólo ocuparía el arco de
la selección de profesores. Del resto de los 11
f inicíales la mayoría serían titulares, excepto Luis
iMancilla, que dejaría su puesto a Guillermo
RfCáceres, y Rubén Sepúlveda, que pese a jugar
parios partidos siempre se aprecia como el su­
plente de Acuña, Moreno o R. Arroyo.
• Por suerte el partido entre el cacique y
el I o de Mayo terminó en empate. ¿La razón?
La existencia de las apuestas, descritas por Los
[Sports con el ejemplo de “...un individuo, tan
y despejado como cínico que a toda bocapregonaba:
\ ¡Veinte pesos al 1° de mayo! (Alguien aceptó).
mAquí hay otros $20, $30, $50 al I o de mayo!
\(Como, según el parecer general, el individuo
' estaba botando la plata, no faltaban quienes
mhicieran el sacrificio de recogerla...).« **
La actitud se ganó, por supuesto, la sección
“La censura” de la revista.
• Don Juan Santiago Nieto Ibarra, el hom-
p bre que pasó a la historia por haber echado de
. Magallanes a los jugadores que dieron vida a
[ Colo-Colo, siguió con una activa labor luego
del incidente. Ese mismo año 1925 fue profesor
[ y director de primera clase, profesor de la Escuela
del Cuerpo de Gendarmería, visitador de las
f Escuelas Carcelarias y miembro de la sección
“Bienestar social” de la Sociedad de Profesores
r de Instrucción Primaria. En 1928 fue nombrado
►director de la escuela N° 5 de Melipilla, para
Lluego ocupar el mismo cargo en la Escuela N ó
208 que también funcionaba en la Penitenciaría.
En 1929 fue jefe de la sección Educacional de
la Penitenciaría de Santiago y profesor contra­
tado para la educación de los reos. En 1930 fue
profesor contratado y en 1931 profesor jefe
Grado 24 de las escuelas carcelarias en la
Penitenciaría de Santiago. Su tarea como maestro
terminó el 31 de julio de 1932, cuando jubiló
para recibir su pensión luego de treinta años,
tres meses y trece días de trabajo.
Ese mismo año don Santiago Nieto y su
esposa adquirieron un gran terreno en la Avenida
San Nicolás, en la comuna de San Miguel. Don
Santiago fue presidente de la junta de vecinos
de la época y bajo su directiva esa calle logró su
urbanización, obteniendo los servicios de luz,
agua, alcantarillado y pavimentación. En 1936
él fiie uno de los impulsores para que se planta­
ran palmeras en la calle, que aún existen el día
de hoy.
Jamás dejó de alentar a Magallanes e inclu­
so pocas semanas antes de su muerte aún se le
veía apoyando a los albicelestes. Su deceso se
produjo el 29 de julio de 1937 y no pasó
inadvertido para la afición deportiva. Sus restos
fueron enterrados en el Cementerio General y
su recuerdo eternizado en Magallanes y, ahora,
en Colo-Colo.
• La falta de organización del fútbol chileno
le penó en 1925. Debido a que el país no tenía
aún a un solo organismo regulador, la FIFA
decidió desafiliar a Chile en un acto que la
entidad internacional repetía con varios países,
como forma de acelerar la creación de federa­
ciones o asociaciones nacionales efectivas. Por
esta razón, Chile no pudo participar en el Cam­
peonato Sudamericano realizado ese año. Jugado
en Buenos Aires entre el 29 de noviembre y el
25 de diciembre, en la cancha del Sportivo Ba­
rracas, el torneo contó con la participación de
apenas tres selecciones (Brasil, Paraguay y Argen­
tina), que disputaron seis partidos (dos entre
cada selección). El campeón fue Argentina, en
segundo lugar quedó Brasil y si bien Chile no
tenía opción para campeonar, la presencia de
Paraguay abrigaba la esperanza de ganar algún
partido, lo suficiente como para haber sido la
mejor actuación en ese tipo de campeonato has­
ta la fecha.
55
 1.7 Partidos jugados Capítulo 1
Leyenda Columna Carácter:
AN: Amistoso Nacional; AI: Amistoso Informal; O: Oficiales Liga Metropolitana; D: Definiciones.

Fecha Carácter Estadio 0 Cancha Lugar Rival y resultado

22-04-1925 Al Escuela de Artes Santiago Colo-Colo / Escuela Normal *
31-05-1925 O English Santiago Colo-Colo 6 / English 0
07-06-1925 O Campos Sports Santiago Colo-Colo 5 / Loma Blanca 0
!
11-06-1925 AN Campos Sports Santiago ! Colo-Colo 8 / Liga Nacional Obrera 0 o 1 **
14-06-1925 O Barcelona Santiago Colo-Colo 6 / Morning Star 1
21-06-1925 O Campos Sports Santiago Colo-Colo 6 / Unión Chilena 0
05-07-1925 O English Santiago j Colo-Colo 14 / Santiago Nacional 2
19-07-1925 O Campos Sports Santiago Colo-Colo 2 / Magallanes 0
26-07-1925 O Campos Sports Santiago Colo-Colo 3 / Audax Italiano 0
02-08-1925 O Campos Sports Santiago Colo-Colo 7 / Eleuterio Ramírez 0
09-08-1925 O Gold Cross Santiago j Colo-Colo 6 / Gold Cross 2
23-08-1925 O Campos Sports Santiago Colo-Colo 0 /1o de Mayo 0
30-08-1925 O Campos Sports Santiago Colo-Colo 6 / Nacional 0
27-09-1925 AN Gath y Chaves Santiago Colo-Colo 3 / Gold Cross 0
04-10-1925 A Gath y Chaves I Santiago Colo-Colo 2 / Liga Santiago 0
11-10-1925 O Barcelona Santiago Colo-Colo 6 / Barcelona 0
18-10-1925 AN Campos Sports Santiago Colo-Colo 1 / Coquimbo 0
25-10-1925 AN Campos Sports Santiago Colo-Colo 5 / Unión Coquimbo 5
01-11-1925 AN Gath y Chaves Santiago j Colo-Colo 5 / Liga Periodística 1
29-11-1925 AN Estadio de Nos Nos Colo-Colo 6 / Santa Inés de Nos 2
06-12-1925 AN Estadio de Buin Buin Colo-Colo 8 / Lautaro Atlético 0
13-12-1925 D Estadio Policial Santiago Colo-Colo 7 / Brigada Central 4
27-12-1925 D Santa Laura Santiago Colo-Colo 2 / Unión Española 0
*: Amistoso informalganado por Colo-Colo.
**: No hay resultado claro delpartido.

56
1.8 Acta de fundación de Colo-Colo
[ (Según la copia que se maneja en la sede
L de Colo-Colo).
ACTA DE FUNDACION
Nota: El acta defundación originalfue redactada
por Rubén Arroyo (primer secretario del club), la
tarde del domingo 19 de abril de 1925 en el
Estadio de El Llano, y señalaba textualmente lo
Wguiente:
O • tercero.- Que se inscriba en la Liga Metropolita­
Î Primera reunión en diez y nueve de abril
de mil novecientos veinticinco.
En Estadio de El Llano, siendo las once
treinta horas dé la mañana y bajo htpresidencia
accidental, acordada por unanimidad de los
asistentes, de donJuan B. Quiñonesy con asistencia
de los señores: Tomás Olivos, Alberto Arellano,
'•David Arellano, Francisco Arellano, Miguel
¡Cáceres, Guillermo Cáceres, Luis Contreras, Alejan­
dro Arellano, Guillermo Arellano, Rubén Arroyo.
Nicolás Arroyo, Armando Stavelot, Luis H.
Mancilla, Rubén Sepúlveda, Humberto Moreno,
vClemente Acuña, Absalón Bascuñán, Togo Bascu-
ñán, Enrique Zapata, Luis Gómez y Eduardo
XCataldo, se da por iniciada la Primera Sesión Ofi­
cial.
Elpresidente accidental da a conocer el objeto
de la reunión que es el de constituir un nuevo club
de football. A continuación se acuerda por los
concurrentes que la tabla a tratar sea la siguiente:
$ | NOMBRE DEL CLUB
' 2o. UNIFORME
: 3«. ASUNTOS VARIOS
Elseñor Luis Contreraspropone que la nueva
institución se denomine "COLO-COLO F. C. ",
mombre que es aceptado por unanimidad de los
msistentes.
El presidente accidental propone que el
umiforme sea: Camiseta Blanca con Escudo Tricolor
y Pantalón Negro, moción que es aprobada por
unanimidad de los asistentes.
El señor Guillermo Cácerespropone que las
Medias sean Azules con Franja Blanca, que tam-
r$un es aceptado por unanimidad de los asistentes.
Enseguida se adoptaron los siguientes
u,acuerdos:
• primero.- Se deja establecido como fecha de
Fundación el ”19 de Abril de 1925".
• segundo.- Que la institución cuente sólo, por
ahora, con un equipo a base de quincejugadores.
na, bajo el nombre de "COLO-COLO F.C."
• cuarto.- Que se cobre una cuota extraordinaria
de cinco pesos para losjugadores y voluntaria
para los directores, sociosy honorarios e invertir
esta cuota en pagos de inscripción, uniforme,
útiles de secretaría, etcétera.
• quinto.-Se establece unpráctice (tic) obligatorio
en la cancha de El Llano, los Miércoles en la
tarde y los Domingos y festivos en la mañana.
• sexto.- Que se confeccione el timbre oficial del
club con la siguiente leyenda:
®FUERZA Y DESTREZA»
COLO-COLO F.C.
FDO. 19-ABRIL-I9W
• séptimo.- Sé acuerda el siguiente lema oficial
para el "COLO-COLO F.C"._
"TODOS PARA UNO
Y UNO PARA TODOS".
Con estasprimeras disposiciones y acuerdos
sé levanta la sesión a la una y cinco minutos de
la tarde.
(firmado)Juan B. Quiñones, Tomás Olivos,
Alferto Arellano, DavidArellano, FranciscoArella­
no, Miguel Cáceres, Guillermo Cáceres, Luis
Contreras, Alejandro Arellano, GuillermoArellano,
Rubén Arroyo, Nicolás Arroyo, Armando Stavelot,
Luis H. Mancilla, Rubén Sepúlveda, Humberto
Moreno, Clemente Acuña, Absalón Bascuñán,
Togp Bascuñán, Enrique Zapata, Luis Gómez y
Eduardo Cataldo.
 Capítulo 1
1. Estadio N° 1065, Santiago, 1963, p. 2.
2. Antonino Vera, El fútbol en Chile, Editorial Nacional Qui-
rrvamú-, Santiago, 1973, p. 6 .
3. El Mackay y su fútbol serían muy importantes. Serían
“macicayiscas” por ejemplo quienes impulsaron el fútbol en
Coquimbo y quienes crearon la Asociación de Fútbol de
Santiago. Los Sports N° 32, Santiago, 1923, p. 5.
4. Wanderers significa vagabundos o errantes, como los marinos
que “vagan” por los mares y puertos, o los primeros jugadores
de fútbol, que debían “vagar” en busca de un lugar donde
jugar.
5. Estadio edición extra, 15 de mayo de 1962: El fútbol en el
mundo, Santiago, 1962, p. 117.
6 . Eduardo Santa Cruz, Crónica de un encuentro. Fútbol y
cultura popular, Ediciones Instituto Profesional ARCOS;
Santiago, 1991, p. 99. Los “Pactos de Mayo” fueron los
acuerdos logrados en 1902 y 1904 entre Argentina y Chile,
referentes a las diferencias limítrofes de ambos países en la
zona austral americana, determinando que el estrecho de
Magallanes quedara en posesión chilena. A través del tiempo,
algunos hinchas de Magallanes han sostenido, y siguen afir­
mando, que el nombre fue para estrechar los lazos de frater­
nidad con Argentina, como un homenaje al vecino país. La
verdad fue muy diferente, ya que se trató de una reivindica
ción nacionalista, como forma de simbolizar que el estrecho
era chileno para siempre. Véase Eduardo Santa Cruz, De
alegrías y pesares. Un siglo de Magallanes. Volumen I (1897-
1932), Imprenta Futura; Santiago, 1997, p. 28.
7. Información gentileza de Jaime Nieto, nieto de Juan Santiago
Nieto (ex dirigente de Magallanes).
8. Eduardo Santa Cruz, op. cit., p. 28.
9. Santiago Morning Club de Deportes, Homenaje al 40° ani­
versario, sin indicación, Santiago, 1943, p. 22 .
10. En la despedida de Sergio Livingstone, el 18 de noviembre
de 1959 con un 4 a 2 . Cabe recordar que hasta la fecha
(2004), Chile jamás le ha ganado a Argentina en torneos
oficiales, tanto de local, de visita o en cancha neutral en par
tidos entre selecciones adultas.
11. Un botón de muestra: el primer encuentro entre clubes
argentinos y uruguayos fue en 1889, cuando en Chile se
fundaba el primer equipo. Además, debido a la Guerra del
Pacífico y las disputas limítrofes aún no zanjadas tampoco
se podía jugar con equipos peruanos o bolivianos.
12. Los Sports N° 99, Santiago, 1925, p. 15.
13. Los Sports N° 56, Santiago, 1924, p. 11.
14. La prensa recordaba por ejemplo de la siguiente manera a
Próspero González, jugador y capitán del Arco Iris de Santiago
por años: “¿Cuántas veces la tentación de un empleo bien
remunerado, u otra oferta análoga, no se le harían al capitán
del Arco, para que se diera vuelta la casaca? Y, sin embargo,
Próspero jamás prestó oídos a tan innobles proposiciones”.
Los Sports N° 177, Santiago, 1926, p. 8 .
15. Pilar Modiano, Historia del deporte chileno. Orígenes y
transformaciones. 1850-1950, Digeder, Santiago, 1997,
p.42.
16. Los Sports N° 89, Santiago, 1924, p. 2.
17. Edgardo Marín y Julio Salviat, De David a “Chamaco”
(Medio siglo de goles); Editora Nacional Gabriela Mistral
Ltda.; Santiago, 1975, p. 7.
18. Alberto Arellano Moraga, David Arellano Moraga, el depor­
tista mártir, Imprenta Atenas; Santiago, 1929, p. 405-
19. Ese año 1918 llegarían a Magallanes Juan Quiñones, David
Arellano, Francisco Arellano, Carlos Ernst, Otto Ernst, Héc­
tor Baeza y Armando Sánchez. Además, Enrique Abelio fue
capitán de Magallanes entre 1915 y 1920. Véase Eduardo
Santa Cruz, De alegrías y pesares..., op. cit., pp. 93-94 y
p. 97. En una entrevista posterior, Francisco Arellano diría
58
que recién entró a Magallanes en 1923, ya que antes jugaba
por Maestranza Atlético, debido a su trabajo en Ferroca­
rriles. Véase Gol y Gol N° 297, Santiago, 1968, p. 6 .
20. Alberto Arellano Moraga, op. cit., p.13.
21. Ibídem, p. 14.
22. Eduardo Sanca Cruz, De alegrías y pesares..., op. cit., p. 40.
23. David Arellano debutó en la selección contra Argentina el
25 de octubre de 1924. El resultado fue Argentina 2 - Chile
0. Además, David fue el único jugador chileno que anotó
en ese campeonato, en la derrota frente a Paraguay por 1 -3.
24. Los Sports N° 160, Santiago, 1926, p. 16.
25. Triunfo N° 174, Santiago, 1989, p. 8 .
26. Citado en Edgardo Marín, La roja..., op. cit., p. 27. Carlos
Carióla, en la ya citada Los Sports N° 89 de 1924, diría que
David Arellano fue la revelación de Chile en ese torneo, ya
que “asimiló inmediatamente el juego uruguayo y se hizo
temible”.
27. E. Marín y J. Salviat, op. cit., p. 8. Lo mismo señala Fernando
Larraín Macheño, Club Deportivo Magallanes. Memorias
Históricas, Escuelas Profesionales “La Gratitud Nacional”,
Santiago, 1940, p. 34. El punto débil de esta teoría es la
fuerza que pusieron los “rebeldes” para tratar que sus ideas
fueran tomadas en cuenta, cuando hubiera sido más fácil
renunciar al club albiceleste.
28. Por supuesto, sabemos que en los campeonatos de barrios
y en torneos amateurs que se juegan actualmente, algunas
veces los jugadores siguen llegando ebrios a jugar, pero debe­
mos coincidir en que tales actos le quitan jerarquía, seriedad
y calidad a los torneos. Por otro lado, en esa época (década
de 1920) era corriente que en el entretiempo los jugadores
se refrescaran tanto con cerveza como con vino.
29 Eduardo Santa Cruz, De alegrías y pesares..., op. cit., p. 45,
Diario “La Nación”, Historia del fútbol chileno, Imprenta
Diario “La Nación”, Santiago, 1985, fascículo 2, pp. 38-39.
30 El Mercurio de Santiago, sábado 2 de mayo de 1925, p. 12.
31. Algunas versiones señalan que el petitorio de los Arellano
y sus seguidores había surgido ya en diciembre de 1924,
solicitando a la directiva de Magallanes el arreglo de las can­
chas, mejoramiento de los baños y el no pago de cuotas de
socios por parte de los jugadores. La Tercera de la Hora,
Santiago, domingo 8 de mayo de 1955, p. 16.
32. Jaime Drapkin, Historia de Colo-Colo, club de deportes
1925-1952, capítulo primero, Santiago, 1952, p. 5.
33. Esto lo escribió Guillermo Cáceres Ramírez, fundador de
Colo-Colo, en su inédita “Historia de la fundación del club
Colo-Colo”, un texto incompleto realizado en un cuaderno.
Cáceres lo redactó cerca del año 1975 y lo señalado se en­
cuentra en las primeras páginas.
34. E. Marín y J. Salviat, op. cit., p. 10.
35- Esto lo menciona Guillermo Cáceres en su escrito citado,
en gran parte de las primeras páginas.
36. Larraín Mancheño señaló que Acuña estaba inhabilitado
previamente para votar en la elección de capitán, “porque
había cargos en su contra”. Fernando Larraín Mancheño,
Club Deportivo Magallanes..., op. cit., p. 34.
37. La información sobre don Juan Santiago Nieto Ibarra se ob­
tuvo gracias a la gentileza de Jaime Nieto, nieto de don Juan
Santiago.
38. Santiago Nieto fue uno de los 21 jóvenes que firmaron el
acta de fundación del Club Atlético Escuela Normal F.C.,
el 27 de octubre de 1897, jugando de back cuando el club
se reconstituyó como Magallanes a partir de 1904. Véase
Eduardo Santa Cruz, De alegrías y pesares..., op. cit., p. 13
y p - 29; . .
39. E. Marín y J. Salviat, op. cit., contratapa; Las Ultimas Noti­
cias, especial “Revista del sábado”, Colo-Colo: 50 años de
fútbol, 19 de abril de 1975, p. 4.
40. Eduardo Santa Cruz, De alegrías y pesares..., op. cit., p. 44.
41. La exactitud de las palabras dichas por el grupo al retirarse
de la reunión se ha perdido con el tiempo. Se decidió por
incluir las que aparecen en el texto por reflejar mejor el espí­
ritu que llevo a los jugadores a retirarse del Magallanes.
42. Jaime Diapkvn, op. cu., p. 5.
43. Guillermo Cáceres Ramírez, op. cit., p. 4.
44. En 1964 el “Quitapena” se mudaría a su ubicación actual:
Avda. Recoleta con Valdivieso. El nombre original del local
era “Bar y Restaurant El Quitapenas”, pero luego de su cam­
bio de lugar y de dueños el bar ha llegado a nuestros días
sin la “s” final de su nombre. Actualmente, luce indistinta­
mente letreros con y sin la “s”.
45. La Época, 27 de mayo de 1996, Santiago, p. 20. Uno de los
fundadores, Francisco Arellano, reclamaría sobre el mito del
nacimiento del nuevo club en el “Quitapenas”, mero sitio
de paso, reivindicando la importancia del hogar de su familia
en el asunto: “Colo-Colo nació en mi casa, en mi rancha,
que era el hogar de todos los jugadores. No saben cuanta
risa me da cuando leo por ahí que Colo-Colo nació en el
‘Quita Penas’. Mentiras, todas mentiras. Colo-Colo nació
bajo el alero de un hogar decente, lejos de cantinas y ebrios”.
Gol y Gol N° 297, Santiago, 1968, p. 7. Sin embargo, lo
más probable es que como personas normales, los deportistas
que fundaron Colo-Colo también hayan pasado a tomarse
algo aquella noche cuando se planeó el futuro club.
L4K. El Mercurio de Santiago, sábado 2 de mayo de 1925, p. 12.
4C- La Nación, Santiago, sábado 11 de abril de 1925, p. 4.
■ L Siempre Campeones N° 17, ALFA S.A., Santiago, 1998,
p. 16. Doña Inés dio un buen testimonio, aunque cabe decir
que Magallanes no tenía ningún partido de importancia en
esas fechas.
En una nota del desaparecido diario La Época, se mencio­
naron algunos elementos que tendría el libro “La fundación
é a Colo Colo F.C., versión oficial de los fundadores”, obra
K Guillermo Leppe, texto que pese a ser anunciado no fue
ktfndo. En esta nota, Leppe señaló: “Fue el 18, en la casa
4elos Arellano, en que se eligió la primera directiva del club,
.podando pendiente el uniforme y el nombre. Todo eso se
Bfioió al día siguiente en el Estadio El Llano”. Véase La
P^oca, 27 de mayo de 1996, Santiago, p. 20.
Sports N° 3, Santiago, 1923, pp. 5-6.
Esta tabla parece confirmar algo ya señalado en una nota
previa: que la directiva había sido elegida el día anterior. Por
eso no aparece nada sobre la directiva, algo de vital impor­
tancia para constituir cualquier institución.
52. Los Sports N° 173, Santiago, 1926, p. 13.
53. Guillermo Cáceres, op. cit. inédita, pp. 6-7. Con el tiempo,
las medias perdieron el azul marino, llegando al negro actual.
54. Ibídem.
55. Siempre Campeones N° 15, Alfa S.A., Santiago, 1998, p. 43.
56. Guillermo Cáceres, op. cit. inédita, pp. 6-7. Los “zapatos
colocolinos”, según Cáceres, fueron toda una novedad en
Chile y, más adelante, cuando el club fue al extranjero.
57. Guillermo Cáceres, op. cit. inédita, p. 8.
58. Este es el primer artículo sobre Colo-Colo en la prensa. Cu­
riosamente, ese mismo día apareció en El Diario Ilustrado
uno muy similar, pero que no contenía el nombre del nuevo
club.
59. Repetidos en varias publicaciones, estos “madamientos colo­
colinos” aparecieron por primera vez en Los Sports N° 162,
1926, p. 11, con motivo del primer aniversario del club.
60. Véase El Mercurio de Santiago, sábado 2 de mayo de 1925,
p. 12. De este artículo se extrajeron otros párrafos puestos
anteriormente a nombre de Magallanes. También apareció
ésta declaración en La Nación.
61. El Mercurio de Santiago, domingo 3 de mayo de 1925, p.
25. Artículo titulado “Respuesta al Magallanes”. Esta respuesta
hay que leerla con cuidado, teniendo en mente que se trata
de un desmentido. Aparte, ya se ha explicado la percepción
que la sociedad tenía sobre el profesionalismo, siendo lógico
que no se mencione nada al respecto. Esta respuesta también
apareció en La Nación.
62. La cancha ¿e \a Academia de Humanidades, o de) Barcelona,
sería comprada en 1928 por Audax Italiano, transformándose
en el Estadio Italiano, ubicado en la calle Guanaco con Ge­
neral Saavedra.
63. Guillermo Cáceres Ramírez, op. cit., p. 14.
64. Gol y Gol n° 94, Santiago, 1964, p. 7. También aparece re­
latado el hecho, con diferentes versiones, en: Alberto Arellano
Moraga, op. cit., p. 21; E. Marín y J. Salviat, op. cit., p. 11;
Juan Jorge Faúndez, Colo-Colo. El equipo que ha sabido
ser campeón, primera parte, Empresa Editora Zig-Zag S.A.,
Santiago, 1991, p. 23; Anónimo, Historia del club Colo-
Colo, campeón 1953, Ediciones Deportivas, Santiago, 1953,
pp. 11-12; Jaime Drapkin, op. cit., capítulo primero, p. 6;
Fin de Semana N° 5, Santiago, 1965, p. 4; La Tercera de la
Hora, Santiago, domingo 15 de mayo de 1955, p.16.
65. Comentario en retrospectiva aparecido en Los Sports N°
162, Santiago, 1926, p. 10.
66 . Los Sports N° 117, Santiago, 1925, p. 10.
67. La Nación, Santiago, viernes 12 de junio de 1925, p. 13.
68 . Los Sports N° 122, Santiago, 1925, p. 13.
69. Guillermo Cáceres Ramírez, op. cit., p. 15.
70. Los Tiempos, Santiago, sábado 18 de julio de 1925, p. 10.
71. Los Sports N° 124, Santiago, 1925, p. 10.
72. Los Sports N° 129, Santiago, 1925, p. 8.
73. El Diario Ilustrado, Santiago, domingo 23 de agosto de
1925, p. 30.
74. Carlos Ossa, La historia de Colo Colo, Talleres Gráficos pe­
riodística Chile, Santiago, 1973, p. 21.
75. Eduardo Santa Cruz A., op. cit., p. 32.
76. Alberto Arellano Moraga, op. cit., pp. 21-22.
77. Jaime Drapkin, op. cit, capítulo primero, p. 6.
Notas columna La Escuela Normal “José Abelardo Núñez”
1. Parte de la información fue gentileza de la Sra. Olga Lorca
Soto, ex - funcionaría de la Escuela Normal “José Abelardo
Nuñez”.
Notas columna El caso de Isaías Hormazábal
1. Jaime Drapkin, Historia de Colo-Colo, club de deportes
1925-1952, capítulo primero, Santiago, 1952, p. 5.
2. Al respecto, puede verse el libro de Fernando Larraín Man-
cheño, Club Deportivo Magallanes: Memorias Históricas;
Escuelas Profesionales “La Gratitud Nacional”, Santiago,
1940, pp. 32-33, como también el texto de Eduardo Santa
Cruz, De alegrías y pesares..., op. cit., p. 106. También se
menciona el episodio en lo lanzado por el diario La Nación,
Historia del fútbol chileno, Imprenta Diario La Nación,
Santiago, 1985, fascículo 8, p. 20, pero los autores cometen
el error de situar el hecho en 1923.
Nota columna La familia Arellano Moraga
Gran parte de la información sobre la familia Arellano —
Moraga, se debe a la prolija investigación del historiador
Oscar Espinosa Moraga, quien trabajó en una posible reseña
sobre la vida de David Arellano en su texto inédito David
Arellano Moraga. Artífice del fútbol científico y del Colo
Colo, Santiago, 1998. Además, otras referencias y actualiza­
ciones al respecto las debemos a conversaciones con este
mismo autor, quien además ha escrito la evolución del
apellido Moraga en Chile en otras investigaciones publicadas.
También debemos parte de lo escrito a conversaciones con
Eliana Arellano (hija de Guillermo), Rosario Arellano y
Alberto Arellano (hijos de Alberto).
Notas columna El nombre “Colo-Colo”
1. Ver Guillermo Cáceres, op. cit. inédita, pp. 6-7.
2. Siempre Campeones N° 27, C.S. y D. Colo-Colo; Santiago,
1999, p. 18.

Nota columna Colo-Colo, la primera directiva y la Asociación

Deportiva El Llano
1. Los Sports N° 3, Santiago, 1923, pp. 5-6.
CAPITOLO 2
HASTA ANCUD, HASTA EUROPA

(Año 1926)

'LColo-Colo se hizo popular y querido de inmediato;

tal vez las circunstancias de su creación, el nivel
deportivo y social de m u componentes, clcue media
estudiosa, el orden y corrección como se presentaba
a jugar... lo que no era habitual en elfútbol chileno
de la época; ayudó a su gran aceptación en los
aficionados de la época. Pero elfactor principalfue
su estilo de juego: técnico, pero aguerrido, de cons­
tante ataque, goleador y de entrega total... Colo-
Colo elevó el fú tbol de un intrascendente juego
dominjguero a la categoría de un deporte de
atracción personal, gracias a él las asistencias a
los partidos crecieron espectacularmente...".

(Extractos de "El equipo popular", relato aparecido

en la edición especial de la Revista El Gráfico "Colo-
Cplo va por otra copa", de 1992).
2.1 La ciencia llega hasta el sur (Gira
por el sur de Chile del año 1926)
L Luego de finalizado el partido frente a
Unión Española, en la noche de ese 27 de
diciembre de 1925 el club realizó una comida
intima con dos propósitos. Primero, celebrar
las despedidas de soltero de Juan Quiñones y
de Eduardo Ahumada, éste último socio de la
institución y amigo délos jugadores. Segundo,
felicitar a Luis Contreras y José Miguel Olguín
por haber terminado sus estudios. Días después
se produjo la incorporación de Olguín al “team”
albo, reuniéndose la dupla Arellano - Olguín
en el sector izquierdo del ataque. Junto con
Olguín llegaría Guillermo Arellano 1ܧ
Pese a ser Fin de año, los jugadores no se
quedaron en Santiago. El 31 de diciembre
subieron al tren, comenzando una anunciada
"jira" por el sur, con el plan original de jugar
en Talca, Chillan, Traiguén, Temuco, La Unión,
Valdivia, Osorno, Puerto Montt y Ancud.
Ideada por Alberto Arellano, los objetivos de
la gira fueron responder a la expectativa que
tenían otros pueblos para ver jugar al "famoso"
[Golo-Colo y ayudar a difundir el estilo de juego
.moderno practicado por la escuadra.
Así, ese jueves 31 partió una delegación
compuesta de 20 personas, siendo dirigida por
Alberto Arellano, quien fue ayudado por el
secretario, Nicolás Arroyo, y por el tesorero,
Luis Mancilla
Fue una travesía que duró 32 días y para
la cual no se tuvo ninguna ayuda monetaria.
Ni siquiera descuentos en los ferrocarriles por
viajar en grupo. Las tiendas Gath y Chaves
proporcionaron el equipamiento para "los
invencibles", mientras que el diario La Nación,
la Liga Metropolitana y la revista Los Sports
regalaron trofeos para ponerlos en juego. Lo
anterior se había logrado gracias a las gestiones
directivas, eñ especial del mismo Alberto
Arellano. Este auspicio fue de gran importancia,
ya que el club contaba en su presupuesto con
parte del dinero de la recaudación del partido
jugado contra la Unión Española, pero lo que
llegó no fue lo esperado: se había restado lo co­
rrespondiente a las reparaciones de los daños
sufridos por el estadio La primera vez, y la­
mentablemente no la última, en que el club pa­
gó daños cometidos en un estadio tanto por
sus hinchas como por terceros.
La presencia del "famoso" Colo-Colo en
el sur produjo un gran interés en la gente y en
la prensa, reflejado en los estadios llenos. El
equipo partió jugando en Talca el mismo día
de la llegada, el viernes 1 de enero de 1926, El
rival fue un combinado de la localidad, formado
por la unión de los clubes Atlético Comercio
y Deportivo Español, teniendo en sus filas a al­
gunos seleccionados de locales.
La Zona Central de Talca entregó un
completo informe sobre Colo-Colo y sus jugado­
res previo al encuentro, señalando las selecciones
en las que habían tomado parte, mostrando por
ejemplo como David Arellano había sido “in­
ternacional de 1924” o que Cataldo había for­
mado en el “Santiago Unido, Liga Metropolitana
y Federación”. Con tales antecedentes, es fácil
deducir de donde provenía la expectación para
ver a Colo-Colo: la fama de algunos elementos
traspasaba los límites de la capital. Resúmenes
de las participaciones y el currículo de los colo-
colinos se repitieron en casi todos los diarios
de las ciudades donde se jugó esta gira.
Y también, con tales antecedentes, es fácil
deducir por qué aquel grupo de jóvenes había
decidido dejar a Magallanes. Muchos de ellos
tenían cualidades de sobra para integrarse al
primer equipo, pero eran relegados a seguir ju­
gando en el segundo o incluso en el tercer equi­
po. Ahora, en el sur y con el título de campeones
de Santiago a cuestas, mostraban el error de su
antiguo club.
El partido en Talca marcó el debut de José
Miguel Olguín por Colo-Colo. Los santiaguinos
se ganaron rápidamente el aprecio del público,
gracias al ramo de flores que David Arellano
obsequió al capitán del combinado rival. El
63
 equipo inició muy bien el encuentro, jugado 11| Pero la ventaja era un espejismo: el partido
en la ya mencionada cancha “Holman”*% finalizó 3 a 2 a favor de los chillanejos, luego
poniéndose en ventaja a. ios diez minutos gracias de ir 3 a 1...
a un cabezazo de Contreras. El primer tiempo Domingo 3 de enero de 1926, ChiWái
terminó con una ventaja de 3 a 1 para los santia- Colo-Colo perdió el invicto.
guinos. Sin embargo, en el segundo tiempo se ¿Qué pasó? Pudo haber sido lo cansador 1
complicaron las cosas. Bajó el nivel de la visita del viaje, el mal estado de la cancha o el fuerte*
mientras que los locales se vieron más motivados, viento que existió según los colocolinos, pero ]
gracias al apoyo de su público. A esto, se le su­ el Unión jugó un partido memorable, viéndose ‘
mó una lesión de Quiñones, quién tuvo que los santiaguinos incapaces de responder a las 1
ser atendido en la misma cancha. Al final, una alabanzas previas. Sólo Cataldo jugó en su nivel.
difícil victoria de 3 a 2 ganando la copa donada En la tarde y al día siguiente, los camiones y
por La Nación. El equipo se divirtió después tranvías de la ciudad mostraron orgullosos
bañándose en el río Claro. carteles que anunciaban la noticia de la semana,
“¡Cayó el invicto!”,
mientras que los juga­
dores del Unión reci­
bieron once medallas
de oro por la hazaña.
Pero la derrota
también trajo proble
mas. Por error, equivo­
cación o simple orgu­
La siguiente parada fue Chillán. Como llo herido, los dirigentes de Colo-Colo enviaron
en todos los lugares, la llegada de los albos causó a Santiago el telegrama con la información del
conmoción: “Hacía tiempo que un encuentro de partido señalando la derrota, pero el rival fue
fóot-ball no despertaba el enorme entusiasmo que puesto como un “Seleccionado de Chillán” y
los deportistas en jeneral (sic) esperimentan (sic) no el Unión, tal vez influenciados por la presen­
hoy día por el encuentro entre el “Colo-Colo” de cia en el equipo local de Julio Wittke, quien
Santiago y el “Unión” F.C. de la localidad (...) jugaba en Fernández Vial de Concepción y
¿Quédeportista no conoce la brillante carrera de­ había sido seleccionado chileno. Además, se
portiva de los hermanos Arellano, de Contreras, mencionó la existencia de un fuerte viento que
Olguín, Moreno, etc.?...” fv. impedía jugar normal, al igual que un sol avasa­
Colo-Colo versus Unión F.C. Un duelo llador.
prometedor. Por lo menos en cuanto a equipos, Los chillanejos se indignaron. Primero,
ya que la cancha dejaba mucho que desear: “No porque se desconocía al Unión F.C. y sus
posee otra ventaja que su tribuna y baños, pues méritos: el mejor club de Chile según la ciudad,
su pista es detestable pues le había ganado al campeón de Santiago
Domingo 3 de enero de 1926. Cancha y antes a los de otras ciudades, pese a no ser el
del Unión repleta. Todas las autoridades, campeón de Chillán (que era el Ferroviarios).
dirigentes del fútbol y cuanto representante de Segundo, porque Wittke tenía todo en orden
la localidad se hicieron presentes. Fueron a ver para jugar en el Unión. Era socio fundador,
al “invencible” equipo santiaguino, pero termi­ por lo que pertenecía al club y podía jugar en
naron aplaudiendo a los locales. A los cinco mi­ él de por vida, aunque estuviera en otros equipos.
nutos, Olguín sacó un centro que produjo un Tercero, porque Olguín no estaba inscrito aún
“entrevero” en el área local, produciéndose el por Colo-Colo en la Liga Metropolitana, aunque
primer gol para los albos obra de David Arellano ya se había integrado al club. SÍ Colo-Colo

64
sospechaba de Wittke, los chillanejos dijeron
de Olguín: "Sencillamente, una galleta”W:*
La suerte no fue “científica" en Chillán.
■17: Primer equipo de Colo-Colo en ser derrotado. Losjugadores
I que cayeron por 3 a 2 frente a l Unión FC de Chillán. Arriba: I
pvuncisco Arellano, Guillermo Câceres, Togo Bascuñan, Eduardo
I G ualdo, Juan Quiñónesy Ahsalón Bascuñan. Abajo: Clemente
Yjicuña, Humberto Moreno, Luis Contreras, D avid Arellano y José
Miguel Olguin.
• ¿Viento en Chillan?
La versión colocolina del partido que
í ontarcó la primera derrota alba en la historias
[señala que corría un viento tan fuerte en la
plancha que, cuando faltaba poco para el térmi­
no de la brega, Olguín lanzó un potente tiro
al arco que iba directo al gol, pero el viento
»devolvió el balón hada la cancha, sorprendien­
do a los locales y a los albos, impidiendo el
empate de los santiaguinos
Esta versión fue defendida por los funda­
dores de Colo-Colo. Guillermo Cáceres, por
ejemplo, insistió en que el viento fue real y
vital para la derrota colocolina en Chillán. En
; 1932 el diario La Opinión, donde trabajaba
Alberto Arellano, publicó una crónica sobre
, cómo afectaba el viento a los partidos de fútbol,
pfeñalando:
' “Elpeor enemigo delfútbol es el viento (...) la-
i tente tenemos el recuerdo de la primera derrota
[ sufrida en Chillán por el Colo-Colo, después de
sugranprimer año degloria. Lo venció un equi­
po, bajo todo punto de vista, inferior, pero en
■una tarde en que no sepodía ni seguir eljuego
' debido al temporal de viento y tierra que se
yíevantó”®’.
Sin embargo, ningún diario de esa ciu-
. dad menciona algo sobre el viento o una lluvia
(otra versión que se maneja), por lo que nos
Iguardamos nuestras reservas ante esta informa­
ción. Por otra parte, dirigentes de Chillán en­
friaron informes a Santiago desmintiendo el
i hecho, lo que ratifica que quizás fue una mane­
ra de justificar la derrota.
Pero a pesar de la derrota y los problemas,
se dejó una grata impresión. El estilo de juego,
la corrección al jugar, la presentación y la calidad
humana de los blancos permitieron extender la
fama y popularidad, ganando a los primeros
hinchas de provincia.
Además, los colocolinos visitaban los dia­
rios, departían con los futbolistas locales y entre­
naban todos los días, causando admiración den­
tro y fuera del campo de juego. En todos los
partidos por ejemplo los jugadores entraban re­
galando ramos de flores a los rivales, ganándose
el afecto del público presente, mientras que los
futbolistas contrarios guardaban este acto ert su
memoria para imitarlos más adelante.
La gira continuó en Temuco. El lunes 4
de enero en la noche, Colo-Colo llegó en
ferrocarril a esa localidad, instalándose en el
Hotel Fourcade. Al día siguiente, El Heraldo
del Sur retrató la expectativa que causaba el
encuentro, que había obligado a la confección
de carteles para anunciar el partido. A Colo-
Colo se le bautizó como “el club fantasma”, ya
que “...No tiene un año de vida, esformado sólo
por 15 hombres, hajugado innumerablespartidos
con losformidables clubes de la capital; ha vencido
en todos, por numerosos goles; hace unajira a tra­
vés de Chile, desde Santiago a Chiloé, jugará en
muchas ciudades; el domingo le corresponde en
ésta con Liceo, etc...
Colo-Colo se ganó a Temuco con su
caballerosidad, sencillez, sus saludos a los depor­
tistas y visitas a los diarios. En su paso por las
oficinas de El Heraldo del Sur, el diario aprove­
chó para entrevistar al presidente de la delega­
ción, que entregó las siguientes respuestas (con
las palabras de Arellano en cursiva):
“(...) Club modelo único en Chile (...).”
“ - ¿Uds. serán tantos los socios como
uno de los de las riberas del Atlántico?
- En total, veinte sociosjuntos.
- ¡...! El director debe tener la clave, enton­
ces.
- ¡Talvez!. Somos tres directores, quincejuga­
dores y dos mirones que nos hacen barra.
- Uds. sesionan en,..
- En ninguna parte y nunca, se apresuró en
 contestamos. Sepensó una cosa y se hizo.
- El encargado de las publicaciones debe
ser un coloso, en materia de “citar”.
- Nunca, jamás un socio se ha dado la moles­
tia de citarpor laprensa a ningúnjugador.
Cada uno sabe lo que debe hacery donde
hacerlo, dándose por citado solo, pues, es­
tamos embuidos en que siendo un deporte
práctica espontánea, nadie es servidor de
nadie (Tomen nota)
- De modo que cuando necesitan una pe­
lota, hacen una “vaca” y a la cancha...
- Tampoco compramospelotas.
- ¡Pero!... Francamente que a ratos nos
creimos víctimas de una pitanza.
- Las regala Gath y Chaves, por intermedio
delpresidente. Además tenemos a nuestra
disposición el Estadio de Los Leones que
es de la misma casa.
A muchas otras preguntas que le hicimos
nos dio un montón de datos importantí­
simos:
- Desde nuestrafundación hasta el I o de
enero de este año hemosjugado 22 parti­
dos, todos ganados (sic).
- Aquí en el sur, interrumpimos, hay pue­
blos eminentemente “galleteros”, lo que
dice muy poco en favor de la moral de­
portiva de sus dirigentes. Lo curioso es
que esas “galletas” juegan por tal o cual
club, “pero, son socios honorarios o pa­
sivos del nuestro”, dicen, y hasta amena­
zan con los registros si alguien duda. En
Temuco les está reconocida esta fea cos­
tumbre a los clubes de Osorno.
- No me agrada mucho su noticia...
- ¿Cuál ha sido su victoria más aplastante?.
- Catorcegoles lepasamos a un club de San­
tiagoy la menor dosis ha sido de seis, excep­
tuando a Talca que lepasamos tres solamen­
te. Al Brigada Central, formado por elper­
sonalpolicial, campeón de la Asociación
Santiago, le pasamos siete por cuatro « t
Nuestro estilo es eljuego arrastradoy quere­
mos demostrar su ventajapor estospueblos,
abandonados del centralismo, en materia
defútbol (...)
66
- Nos agregó también, el presidente de la
delegación colocolina, que su club tenía
establecidos ciertos días y horas fijas, ma­
temáticas, para practicar y a estos práctices
no falta nadie.
- En el momento dejugar unpartido tenemos
quince jugadores equipaditos en la can­
cha. También, a excepción delguardavallas,
los componentes están cambiando constante­
mente de puestos y el alero derecho puede
jugara la izquierda con la misma corrección,
lo que no pasa en otra institución...”^ ’.
El domingo 10 de enero Colo-Colo se
enfrentó al Liceo de Temuco en su cancha, un
rival medianamente conocido ya que había ido
a Santiago en octubre de 1925, venciendo por
la cuenta mínima a la Liga Periodística. Récord
de concurrencia para ese estadio y para la ciudad,
con más de tres mil personas en las tribunas.
Se destacó la presencia del Intendente, como
también de familias enteras y personas no
interesadas por el deporte. Como en las otras
ciudades, los trenes y buses especiales se “hicieron
la América” con la presencia alba, ya que llegó
gente a Temuco desde Loncoche, Pitrufquén,
Imperial, Lautaro, Pillanlelbun e incluso desde
Valdivia, que era la siguiente ciudad a visitar.
Se puso en disputa una hermosa estatua, donada
por el periódico local La Mañana.
Los santiaguinos se hicieron acreedores
del aplauso al entrar al campo de juego presen­
tándose con sus camisetas de “filoseda blancas”,
además de estar 'muy bien peinaditos y marcan­
do el paso en elegante estilo; una mascotita les
llevaba el balón”I12).
En el partido mismo, los capitalinos iban
ganando fácilmente 2 - 0 con goles de David
Areilano, marcados a los 15 y 30 minutos con
un remate y un cabezazo, respectivamente. Pero
Temuco no estaba muerto, sino dormido y
Colo-Colo terminó empatando el partido a dos
goles, en una notable reacción de los locales
capitaneados y motivados por su delantero
Carlos Schneeberger, puntero derecho, que en
1923 había sido llamado para formar un
combinado de la Federación de Fútbol de Chile
donde jugó con Olguín y Moreno. También
■atacó Jorge Linford en los temucanos, como
mediocampista y defensa. Sus actuaciones
■podarían en la memoria de los santiaguinos.
E s un futuro próximo los recordarían...
En Temuco la emoción fue enorme, tra-
so d o a los jugadores del Liceo como verdaderos
■boes. Se señaló que se trató de la mejor justa
Kjbolística realizada en la ciudad hasta la fecha,
■ eso a pesar del “heroísmo” liceano fue “Pancho”
Arellano quien se robó la película, siendo
considerado el mejor jugador de la cancha y un
artista del balón.
L En la noche de ese domingo, la camarade-
yfa entre las instituciones se hizo evidente con
■n banquete en el Hotel Fourcade. Colo-Colo
aprovechó para felicitar a los temucanos por su
rran juego y respetuosa barra. Los locales dieron
sos buenos deseos para el resto de la gira. Luego
una invitación para conocer Imperial. Se
H p 6 en bote por el río Cholchol, teniendo
^ p a comida y un baile hasta la madrugada
hotel.
y El martes 12 de enero de 1926 se llegó a con sus melodías. Incluso se instaló un “servicio
Las "galletas” sureñas
| “Galleta” es el término futbolístico usado
para identificar a los jugadores que refuerzan
■ ciertos equipos de manera poco limpia, ya
que pertenecen a otra institución y suinclusión
se produce de manera irregular. Los torneos
futbolísticos amateurs y de barrios son sidos
g|acterísticos de estas irregularidades, donde
se ve á éstos “refuerzos de última hora”.
La costumbre de usar “galletas” era
mastante usada en la época, debido a la poca
regulación de la actividad amateur. En Chillán,
los albos vieron como formó en los rivales
Julio Wittke, ya que los reglamentos permitían
que los jugadores que eran socios de los clubes
pudieran volver a jugar en ellos cuando quisie­
ran, pese a estar en otras escuadras. No pode­
mos dejar de suponer que Wittke influyó en
la victoria del equipo local, ya que conocía a
garios de los albos.
+ Más adelante, el equipo vería las críticas
del diario de Temuco El Heraldo del Sur en
contra del Osorno Atlético, campeón de la 1
zona sur y principal club acusado de “galletero”. linos. Nuevamente Francisco Arellano fue la
Valdivia a las 5 de la tarde. El entusiasmo de
los locales era enorme. Durante toda la semana
no se habló de otra cosa que del gran “intercity”
entre el Nacional, campeón de Valdivia, y el
Colo-Colo, campeón de Santiago. Se pusieron
trenes especiales y autobuses para ir al partido,
dado el interés de localidades vecinas para asistir
al encuentro. Los colocolinos se ganaron al
público con su corrección y conducta deportiva,
entrenando todos los días y siendo imitados
por el Nacional. Tanto fue el cariño que el 14
de enero se realizó una velada cinematográfica
y boxeril en honor a los albos en el Teatro Edén.
Domingo 17 de enero. Desde las nueve y
media de la mañana los Campos de Sports de
Chumpullo tuvieron gran actividad deportiva,
como jornada de espera antes de la brega, que
se jugó a las 4 de la tarde. El público superó
todas las expectativas, llegando cerca de 4.000
personas a la cancha. El diario El Correo de
Valdivia donó un trofeo de plata, mientras que
la banda musical “El Ferrocarril” alegró la tarde
de restorán” va. el mismo estadio ,
A las 15.50 salieron los equipos a la cancha.
En los albos debutó Guillermo Arellano,
mientras que Nacional mostraba a varios
seleccionados locales en sus filas. Pero de nada
le sirvió en el primer tiempo, porque los albos
fueron una tromba en los primeros 45 minutos,
aunque con un poco de polémica incluida. El
juez no se dio cuenta que la pelota había traspa­
sado la línea de fondo y mientras los valdivianos
reclamaron justamente, los colocolinos sacaron
un centro que fue enviado al fondo del arco
por Olguín. El 1 a 0 fue protestado de manera
tan airada que el partido Se suspendió por siete
minutos. Más adelante, Moreno marcó limpia­
mente la segunda cifra acallando los reclamos.
Pero Colo-Colo pareció sufrir de amnesia
en el segundó tiempo y los valdivianos, al igual
que los temucanos, terminaron por igualar la
cuenta, finalizando el partido con un empate
a dos goles. Felicidad en los sureños, sumado
a un enorme respeto y admiración por los capita­
figura de la cancha. El partido se jugó en un
67
ambiente tan grato que Colo-Colo se despidió,
nuevamente, entre abrazos.
Una vez más en esta gira, los jugadores
locales fueron tratados como ídolos y los santia-
guinos como maestros. En la despedida, el 20
de enero, los buenos deseos para los albos se
repitieron en la prensa local y se fundó un club
de fútbol infantil en Valdivia, el que por unani­
midad de sus integrantes fue llamado “Colo-
Colo F.C.”, como homenaje y con la esperanza
de llegar a ser tan buenos jugadores y personas
como los santiaguinos, tomando incluso el mis­
mo uniforme. El sur comenzaba a teñirse de
blanco.
Osorno se transformó en la siguiente para­
da. Una vez más expectación y una ciudad con­
vulsionada con un evento deportivo. Llama la
atención, al revisar la prensa, como los osorninos
esperaban aprender y ver en sus narices el juego
de Colo-Colo: ‘‘podremos aprender en el césped
mismo los métodos dejuego usadospor los argentinos
y uruguayos, de los cuales el elenco colocolino ha
adoptado sus secretos”
La cancha elegida para jugar fue la del
Batallón Zapadores. En este sitio, el domingo
24 de enero se enfrentó al Osorno Atlético,
disputando un hermoso escudo de plata regalado
por los señores Carlos Keim y Luis Schilling.
Los colocolinos fueron sorprendidos: acostum­
brados a regalar flores a sus rivales, los osorninos
habían tomado nota del asunto, enviando a los
infantiles de su conjunto para retribuir el gesto
de los santiaguinos.
Casi dos mil personas vieron un primer
tiempo disputado, que terminó con un empate
sin goles. La jugada más aplaudida la protagonizó
el “mono” Arellano, quien cabeceó una pelota
en el suelo. El segundo tiempo empezó con un
gol del Osorno, sorprendiendo al público y a
los albos. Sin embargo, Colo-Colo reaccionó
con todas sus fuerzas. “Ayudados por el viento y
por tener el Sola sus espaldas”(15), los santiaguinos
marcaron cuatro goles. Sin embargo, como lo
dijo la prensa osornina, el factor esencial de la
victoria era otro: los osorninos se cohibieron al
ver el juego de pases cortos y bajos, unidos con
combinaciones “matemáticas”. Cayeron ante el
juego científico,
Pero lamentablemente se empañó la fiesta.
El guardalíneas local Juan Gumucio tenía su
bandera arriba hace largo rato indicando un
off-side. El árbitro, Humberto Fagnilli (que
acompañaba al equipo desde Chillán y que
oficiaba como juez a pedido de Colo-Colo), no
le hizo caso e hizo continuar la jugada, que ter­
minó en el quinto gol de los santiaguinos marca­
do por Contreras. Gumucio estalló en furia,
botó la bandera y se retiró de la cancha. Esto
produjo la reacción de parte del público, que
entró a la cancha con tal de increpar al juez,
quién terminó recibiendo algunos golpes. Todo
el tumulto producido terminó con la suspensión
del cotejo, cuando faltaban diez minutos por
jugar.
El cacique se quedó con el escudo de plata
e incluso el equipo fue aplaudido una vez que
se calmaron los ánimos. Como dijo La Prensa
de Osorno, se confiaba en la buena fe de Fagnilli,
a pesar de haber cometido algunos errores. Y,
sobretodo, se confiaba en la buena fe de Colo-
Colo, que había ganado en buena lid.
La travesía siguió en Chiloé, jugando en
Ancud. La isla, que había sido liberada de los
españoles en 1826 (casi una década de diferencia
con la zona central), estaba celebrando el cente­
nario de su independencia, por lo que aparte
de la fiestas y celebraciones, también los precios
se habían disparado. Colo-Colo tuvo gastos
imprevistos en Ancud, dado el hecho que incluso
“los hoteluchos” costaban más de la cuenta
A Colo-Colo se le esperaba mucho antes,
a mediados de mes, para que jugara en plena
fiesta de celebración e inaugurara el estadio de
Ancud. Sin embargo, el equipo decidió tomarse
más tiempo en cada ciudad, con el fin de acli­
matarse mejor a las nuevas condiciones. Ya en
Chillán, Colo-Colo había pagado el precio de
la rutina viaje-bajada-partido, por lo que era
necesario entrenar y acostumbrarse a las nuevas
canchas y ciudades. Así se ganaban el cariño
del público, conocían más las ciudades y se
instruían mejor, ya que no hay que olvidar que
muchos eran profesores.
Los rumores indicaban que el “invicto”
 ya no iría a Chiloé, pero el martes 26 de enero Rubén Sepúlveda, que trataba de alegrar las
el equipo llegó a la isla. Ningún equipo conocido jornadas con chistes fomes (‘cuentos de la edad
vhabía pisado antes la tierra del “Caleuche”, por de piedra”, según Contreras), pero que servían
lo que la visita de los albos fue una grata sorpresa. para entretener al grupo. Como Francisco Are-
Sin embargo, los chilotes no estaban preparados. llano bailando samba. Como el mismo “Pancho”
Como ya no creían en la visita alba, algunos acompañado de Cáceres, bailando zamacuecas.
Bogadores de la selección de Chiloé ya se habían Gomo los hermanos Baseuñan tocando arpa y
Retirado de Ancud, debiendo jugar Colo-Colo acordeón en un dúo bautizado “San Rafael”.
contra un equipo de emergencia. En tales condi­ Como Contreras y Quiñones que trataban de
ciones, el miércoles 27 de enero Colo-Colo cantar, alegrando el viaje y estadía. Cuando se
j¡venció por 4 a 0 , ganando la copa Los Sports quería canto en serio, Olguín, Contreras y
y siendo el número final de las fiestas del cente­ David eran los indicados. Como los actos de
nario. Los colocolinos conocieron la excelente magia de Quiñones. Como tantas cosas que
labor deportiva que llevaba a cabo don Roberto hicieron crecer la amistad y la alegría entre los
Ochoa Ríos, principal dirigente de la Liga de jóvenes fjRf|
Football local y rector del Liceo de Hombres Porque harta falta hizo la alegría en el viaje
de Ancud, quien atendió al equipo. En la noche en los tramos finales, ya que. las finanzas
de ese miércoles, el señor Ochoa festejó a las estuvieron muy por debajo de lo esperado,
visitas con un gran baile al que asistió “lo más agravándose tras los gastos impensados en
Wbcogido de la sociedad de Ancud”f17) . Chiloé.
. Después de este partido y tras un paso Las finanzas se vinieron al suelo en Ancud.
por Pudeto y Calbuco, los jugadores decidieron Sumado a los excesivos precios de hoteles y
í solver a Santiago. transportes, en el viaje de ida
L La gira resultó todo un éxito: hacia Chiloé el grupo fue víctima
k h a b ía extendido el juego “cien- de una estafa, explicada de la
rifico”, se tuvieron buenas presen­ siguiente manera por Alberto
taciones, habían debutado Olguín Arellano:
y Guillermo Arellano, se ganaron “Llegamos a Puerto Montt,
suevos hinchas, hubo estadios pero no íbamos ajugar allí sino en
llenos y una gran atención de la Ancud. A las nueve de la mañana
Epcensa. La fama de Colo-Colo tomamos el barco que nos llevaría
era ahora nacional y se habían a la isla de Chiloé y la primera
■obtenido trofeos. Esta gira fue la parada fue en Calbuco. Nosotros
► semilla inicial para que Colo- teníamos pagado el viaje y las
Colo llegara a ser el club más po­ atenciones de todo el día, no había
pular de Chile. 18. Alberto Arellano Moraga.
problemas. Pero en Calbuco subió
P Pero la gira sirvió no sólo Dirìgentey periodista deportivo, al barco un señor muy gentil. Nos
organizador de la gira al sur de
para extender el fútbol y populari­ 1926. contó que conocía a Colo Colo, que
dad, sino que ayudó internamente lo había vistojugar varias veces en
al club, consolidando al grupo humano como Santiago y que era un gran admirador del club.
BaLTantos días juntos permitieron que los juga­ Quiso conocer a todos los jugadores y después
dores se conocieran y se hicieran amigos. Guiller­ insistió en que debíamos bajar a la ciudadpara
mo y Olguín conocieron a sus compañeros y poder él atendemos. Fue tanta la insistencia que
sos personalidades, las cuales mostraron facetas bajamos y fuimos con él al principal hotel de la
¡■creíbles. Como David Arellano, alejado de ciudad. Allá ofreció de todo. Lo que quisiéramos,
| paternal y rigurosa, haciendo de un refresco, un sandwich, lo que deseáramos. Noso­
adyaa. de ballet con tal de hacer reír. Como tros, ya te digo, ¿para qué queríamos todo eso
cuando el bateo nos brindaba de todo? Pero nos
bebimos unos refrescos, charlamos largo con el
gentil hincha que nos había salido en Calbuco,
todos muyfelices, muy agradecidos de tan atento
admirador Cuando quisimos regresar al barco el
señor había desaparecidoy había dejado la cuenta
sin pagar. Tuvimos que rasguñar en nuestros
bolsillosy entre todos logramosjuntar lo suficiente
para cancelar la gentil invitación ^Ü!É¡
La delegación volvió a Santiago el lunes
2 de febrero a las 9.30 horas, esperando las
felicitaciones por su labor. Juan Quiñones regre­
só días antes por su lesión, aprovechando para
informar a los diarios y agradecer a quienes los
habían patrocinado.
Pero en Santiago los esperó algo muy dife­
rente. Mientras el equipo se encontraba en el
sur, un dirigente acusó al club de cometer "pro­
fesionalismo" y de repartir las entradas entre
los jugadores, siendo tomada la denuncia por
la Confederación Deportiva de Chile. Estas sos­
pechas nacieron pensando en las demandas eco­
nómicas de los Arellano y compañía en Magalla­
nes, que ahora podían cumplirlas en un equipo
bajo su mando.
La respuesta alba no se hizo esperar. Entre
el 11 y 13 de febrero, Colo-Colo publicó una
declaración oficial sobre la gira al sur y los
rumores de profesionalismo. En esta se aclaraban
los problemas presupuestarios y se entregó un
balance, señalando que las entradas habían
llegado a $14.206,15 y los gastos a $12.145,75,
dejando un saldo ridículo para un posible repar­
to. A esto se le sumaba el dinero aún adeudado
por Unión Española, dejando las cuentas claras
para el público y los dirigentes.
Pero nunca fue suficiente, ya que desde
su fundación Colo-Colo siempre despertó dudas
sobre su manejo económico. A partir de enton­
ces, el llamado “profesionalismo encubierto” o
“profesionalismo marrón”, consistente en pagar
dinero a los jugadores en forma de sueldo cuan­
do no estaba permitido, estuvo latente en mayor
medida, estando los ojos puestos en forma espe­
cial sobre los albos. Antes, supuestos empleos
podían ayudar a disfrazar la situación, pero co­
mo en Colo-Colo los hombres que estaban al
mando no eran “patrones” cualquier detalle o
descuido en las finanzas podía servir para acusar
al club.
Lamentablemente no se conocen libros
de contabilidad de la época, por lo que no se
puede precisar la veracidad y sustento de las
denuncias. Mucho menos si lös albos eran o no
culpables.
Antes de estas polémicas, él fútbol chileno
vivió uno de sus momentos mas importantes.
El 24 de enero de 1926 se produjo la ansiada
unificación, teniendo en adelante sólo a un ente
regulador al crearse la Federación de Football
de Chile, con sede inicial en Valparaíso.
Previo a esto existían dos entidades regula­
doras del fútbol: la Asociación de Football de
Chile, con sede en Valparaíso>y la Federación
de Football de Chile, con sede en Santiago. El
problema había generado situaciones increíbles,
como el hecho que mientras la Asociación era
reconocida por la FIFA y por el Gobierno, la
Federación recibía lo mismo por parte de la
Confederación Sudamericana de Football y la
Confederación Chilena de Deportes, el organis­
mo continuador de la Federación Sportiva Na­
cional. Es decir, una respondía al organismo
internacional y la otra al organismo regional;
una estaba reconocida por el gobierno, mientras
que la Otra por un organismo estatal.
La división previa al interior del fútbol
chileno había producido grandes efectos
colaterales, como la desafiliación de Chile de
la FIFA y la no asistencia al Sudamericano de
1925,
En ese verano de 1926 se tomó una
decisión salomónica: el nombre santiaguino y
la sede de los porteños.
Para una mejor regulación de la actividad
deportiva en general, el gobierno creó la Confe­
deración de Deportes de Chile, un superorga-
nismo que sería tribunal de última instancia y
regulador de todas las actividades, que entró en
funcionamiento el 19 de marzo de 1926. La
actuación estatal fue decisiva para organizar el
deporte y el fútbol, ya que el 26 de diciembre
de 1925 se dictó el decreto 761 que creó el
Consejo de Educación Física y Moral, allanando
d camino para la Confederación de Deportes
y para la unificación del fútbol. Después de
«odo esto, el balompié fue regulado por la Fede­
ración, mientras que el deporte en general fue
supervisado tanto por el Consejo de Educación
Física y Moral como por la Confederación de
Deportes.
f Pese a la fusión del fútbol, aún se mantu-
■ieron las ligas paralelas en Santiago y en regio­
nes, aunque ese mismo día 24 de enero se creó
hJLiga Central de Football de Santiago, primer
paso para llegar a tener sólo una asociación en
la capital. Pero como el proceso era lento y de­
bía ser paulatino, las diferentes ligas siguieron
ptncionando, aunque se sabía que tarde o tem­
prano deberían fusionarse.
: Mientras los clubes estaban de vacaciones,
la Liga Metropolitana anunció el período de
inscripción para los equipos. Este era desde el
0 basta el 15 de marzo en la calle Estado 363.
[. Un nuevo campeonato se vino encima.
También, nuevos desafíos.
2.2 Al cumpleaños son "cuasi-invictos"
El Colo-Colo F.C. tomó un largo descanso
luego de tanta actividad a inicios de año. En
todo febrero y gran parte de marzo no se tuvo
^noticias sobre el club. Lo primero que se supo
fue el 25 de marzo, cuando Víctor Morales se
Incorporó oficialmente al cacique. Proveniente
del club Camilo Henríquez de la Liga Nacional,
"Vitoco" jugaba de defensa o mediocampista,
^además de ser seleccionado nacional, siendo
una valiosa adquisición para las filas albas.
Días después, el 28 de marzo, en los
Campos Sports de Nuñoa se enfrentaron dos
pombinados: uno fue de los italianos y españoles
fiugadores del Audax y la Unión), mientras que
el otro estuvo formado por jugadores de las
ligas Santiago y Metropolitana. En el último
tomaron parte David Arellano, Olguín, Moreno,
iContreras y Morales, obteniendo la victoria por
B a l.
Colo-Colo ya estaba comenzando a crecer.
formando lentamente divisiones inferiores y
juveniles de fútbol, las cuales entrenaban en El
Llano y la Quinta Normal. De esta manera, el
club aumentó en gran forma su capital humano
a un año de su fundación y sentó las bases para
un recambio generacional
Las inferiores de Colo-Colo
En 1926 Colo-Colo comenzó a formar
sus divisiones inferiores, las que practicaban
en la Quinta Normal y en el Estadio El Llano,
ocupando más adelante los Campos Sports de
Ñuñoa.
David Arellano, Alberto Arellano y otros
jugadores tomaban a los jóvenes y niños i
con más condiciones, tanto en competencias
¡ como en entrenamientos, invitándolos para
integrarse al club. Ayudó en está tarea el hecho 1
' que varios elementos eran profesores, por lo
que ocupaban los recreos en sus colegios para
i observar a los más talentosos.
Un buen testimonio déla forma en que
Colo-Colo armó su semillero lo ha entregado
Enrique Jaramillo Valdés, jugador del club
entre 1926 y 1931:
"Yo estudiaba en el Lastarria. Allí hacia clases
AlbertoArellano. Una vez me viojugar, le agradó
mifútboly me invitó a probarme en Colo Cola,
durante uno de los entrenamientos dé los miércoles
(...) En el club, en mi tiempo, sefirmó elsegundo ,
y tercerequipo, con variosjugadores delLastarria,
a sugerencia mía al profesor Alberto Arellano,
más otro grupo numeroso que él trajo desde su
barrio Estación Central”'®.
“Yo estaba en el Liceo Lastarria cuando me en­
contré con Alberto Arellano (...) ... le dije que
había una Asociación, 'Bando de Piedad’, que
tenía un torneo que reunía a los colegios más
grandes de Santiago. De ahí sacamosjugadores
del Instituto Nacional, delBarros Borgoño, del
Valentín Letelier. Del Liceo de Aplicación había
uno que le decían 'el bandido Soto’, pero la
mayoría éramos del Lastarria”™}.
Recientemente, Jaramillo ha agregado
que la formación de otros equipos fue una
exigencia de la Liga Metropolitana a Colo-
Colo, llegando incluso a crerase un cuarto
equipo, formado en su mayoría por quiosque- j
ros
 El martes 14 de abril se llevó a cabo en
Uruguay un congreso de la Confederación
Sudamericana de Football, donde dentro de lo
acordado se admitió a la Federación Peruana
de Football y se aceptó definitivamente a Chile,
luego de varios problemas previos, como sede
del campeonato sudamericano a realizarse en
el año en curso. Esto se obtuvo gracias a las
gestiones del dirigente Arturo Flores, quien
superó la idea inicial de quitar a Chile la
organización del torneo de 1927 debido a la
división entre los organismos reguladores.
El equipo blanco, por su parte, aún eran
llamado “el invicto". Pese a haber sido derrotados
en Chillán, los albos mantenían un gran prestigio
en la zona central, donde no registraban derrotas,
sumado a que se atribuía la caída en el sur al
fuerte viento de la zona. Algunos diarios
remarcaban el “cuasi-invicto” albo.
Colo-Colo se enfrentó el domingo 18 de
abril al Santiago F.C. En un partido jugado
a benefició de la Asociación de Deportes
Atléticos de Chile, que necesitaba dinero para
enviar una delegación ai Sudamericano de
Atletismo realizado en Uruguay días después,
se empató a tres tantos. El encuentro terminó
ocho minutos antes por falta de luz natural. En
la noche de ese día, la institución celebró su
primer cumpleaños.
Con un banquete en un local y con más
de sesenta personas entre socios, admiradores
e invitados, el Colo-Colo F.C. conmemoró su
primer año de vida, teniendo en la cabecera de
la mesa a don Carlos Aguirre (vicepresidente
de la Liga Metropolitana), Alfonso Silva (director
de la Federación de Football de Chile), Alberto
Arellano (secretario del club) y al nuevo
presidente del cacique, Tomás Olivos. Alberto
Parodi, el primer presidente, ocupaba el cargo
de presidente de la sección Santiago de la
Asociación de Arbitros de Chile. La celebración
del cumpleaños terminó poco después de la
medianoche, en un ambiente de sana alegría
animado por canciones criollas cantadas por
David Arellano y José Miguel Olguín.
El primer cumpleaños de Colo-Colo fue
la ocasión propicia para presentar a la sociedad
72
deportiva la nueva directiva, elegida a inicios
de 1926 y constituida de la siguiente forma:
“Presidente: Don Tomás Olivos; Vicepresidente:
don Benjamín Gasmann; Tesorero: Mario
Calderón; Secretario: Luis Contreras; Director:
Alberto Arellano; Capitán: David Arellano M. ”
(2iy
Tras el aniversario, la senda de triunfos
continuó sin descansos, derrotando por 8 a 0
al English en un amistoso y 9 a 0 al Germinar,
en la primera fecha oficial de la Liga
Metropolitana (22\
Sin rivales en la capital, Colo-Colo invitó
a Santiago a los mejores equipos de los alrededo­
res, quienes aceptaron gustosos el probar fuerzas
frente al llamado "mejor equipo del país". El
primero que vino fue La Cruz, campeón de
Valparaíso y cuadro de gran prestigio, que tenía
en sus filas a grandes jugadores como Ulises
Poirier, (famoso defensa), Juan Avendaño, el
me-diocampista Óscar González y el arquero
Ma-nuel Guerrero, conocido internaciona­
lmente como el "Maestro”. Jugando antes que
frente al Germinar, los santiaguinos no respe­
taron ningún pergamino de su ilustre visita,
ganando por 4 a 1.
Luego vino el poderoso cuadro de Cemen­
to Melón, proveniente de La Calera. Con un
estadio repleto, el "cuasi-invicto" ganó 3 a 1 en
un match disputado y con una cancha pesada
por las lluvias previas. La visita desperdició un
penal y casi se desató un pugilato entre los juga­
dores, tras una carga fuerte contra el portero
colocolino Cataldo.

K o a d ro :
Campeones de Valparaíso 1925-1933
Año j Campeón
t i 925 | La Cruz
1926 | No definido por el
j Campeonato Sudamericano
i%927 I Valparaíso Ferroviarios
1928 | Everton
'Ü929 | La Cruz
*-1930 i La Cruz
1931 j Everton
*1932 Sportiva Italiana
:d933 1 Santiago Wanderers
mígente: Manuel González A., Wanderers camino al
WBjptenario, Suplemento “Temas de los viernes”N° 75,
diario “La Estrella”de Valparaíso, 1989.
■ Pero nada es para siempre...
■ Domingo 30 de mayo. Seis mil a diez mil
personas, que llegaron en góndolas, camiones
Béd las líneas Palma y Palma Negrete, se reunie­
ran en la cancha del Barcelona para ver, su-
^fetam ente, una nueva victoria de Colo-Colo.
Hxival era Santiago Wanderers de Valparaíso,
P kinb de más antigua existencia, muy preparado
■ivez, el último recurso porteño para impone-
"los invencibles",
i logró.
■■rtido finalizó 3 a 1 en favor de los
!TResultado contundente, a pesar de
como los de El Diario Ilustrado,
que lo más justo habría sido un em-
se sembraron dudas sobre el hecho
que los albos fueran realmente el mejor once
del país. La gran actuación del arquero porteño
Carlos Hill, apodado el “Cojo”, fue una de las
razones: sus atajadas cortaron los mejores inten­
tos de los delanteros albos. Otros culparon al
árbitro de favorecer a la visita, ya que era el se­
cretario de Santiago Wanderers.
Escribió Julio Saíviat: "Y la caída sirve
para demostrar la popularidad alcanzada ya por
Colo Colo. Hay consternación... "(23).
Por supuesto que hubo consternación.
¡Nadie quería creer que Colo-Colo había sido
derrotado. Nadie se había imaginado que algo
así era posible.
Muchos señalan este partido como el pri­
mero en el cual apareció la fuerza de la barra
colocolina, que ya se había acostumbrado a las
victorias y siendo la más exigente. El público
del estadio, al terminar el partido, tuvo reaccio­
nes dispares. Algunos lloraron, por la caída de
sus ídolos. Otros se quedaron en silencio, como
buscando una explicación. Pero otros comenza­
ron a gritar contra los jugadores. Se cuenta que
los gritos desde la galería hicieron que Víctor
Morales respondiera: “¿Y qué querían?. Que no
perdiéramos nunca un sólo partido”
20. Un estadio repleto ve la primera derrota de Colo-Colo en
Santiago, frente ál Santiago Wanderers de Valparaíso.
Juan Babel, redactor del diario Los Tiempos,
escribió al día siguiente:
"Fue una brega reñida y emocionante como
ninguna. Se iba a despejar la incógnita más
sensacional delfoot-baü. chileno. El club más viejo
y prestigiado delpaís iba a luchar contra el niño’,
el regalón de nuestras canchas y el más joven de
todos (...) E l veterano venció (...) Yo deploro como
nadie y a la vez me alegro de que el invicto haya
caído (...) Si yo deploro la derrota del Colo-Colo
es por la índole especial de este club (...) Los
rnuchachos del querido ‘once’ son casi todos
profesores primarios o empleados de oficina. Son
gente de cultura que comprende la grandeza del
deporte (...) No importa. El ‘invicto’dejó de serlo,
pero con honor, con gloria y bien puede decirse
que lo continúe siendo. Perderfrente al Wanderers
en esaforma, es triunfar en toda la línea (.. .) Yo
comprendo el tumultoy la exasperación delpúblico.
Para los espectadores era tan triste, tan doloroso
ver la derrota de los muchachos invencibles (...)
La revancha no puede estar lejana" l¡|p
Pero sí lo estuvo.
73
 Otras actividades y el mal tiempo hicieron 45 minutos terminaron dos a uno. En el segundo!
que la esperada revancha demorara casi un mes. lapso, Magallanes tuvo una reacción notable y
Primero, la Liga Metropolitana citó para encuen­ pasó a llevar a Colo-Colo en todas sus líneas,

«
tros preparatorios, llevándose a casi la totalidad decretando un 3 a 2 final a favor de los
del equipo entre titulares y suplentes. Luego, albicelestes. Colo-Colo parecía un equipo
la lluvia se hizo presente casi todo el mes, cansado, sin ganas y sin físico. Los ejercicios de
dejando pocos domingos disponibles para la la semana habían pasado la cuenta a los cuerpos
revancha. de los jugadores.
Le llovió sobre moja­ C ualquier posible
do a los albos. El domingo reacción de Colo-Colo se
13 de junio fue un día so­ vio cortada por la naturale­
leado. Los Campos de za: luego de un rato, hubo
Sports recibieron a cerca muy poca luz para seguir
de 1.500 personas, reuni­ jugando, lo que obligó al
das para ver un partido de árbitro a suspender el en­
la Liga Metropolitana. Pero cuentro cuando faltaban
no era cualquier encuentro. cerca de veinte minutos.
Ese día se jugó el segundo Aunque este partido sería
clásico con los blancos co­ anulado por la Liga Metro­
mo protagonistas. Ese día politana quedaría en el
jugaron Colo-Colo contra recuerdo y en el sentir de
Magallanes. Padre contra la gente como una nueva
hijo. El árbol contra una caída.
de sus hojas caídas. Y el re­ Dos derrotas seguidas,
sultado dejó a Magallanes algo inédito para las huestes
como un árbol firme. 21. Tensión desde el inicio. Con cara de pocos amigos albas.
Luego de perder con­ se saludan los capitanes de &olo~Goloy Magallanes El domingo 27 de
tantes de su partido oficial en 192dL.
tra Santiago Wanderers, los junio se jugó el esperado
albos desearon lavar su honor. Una vez que se partido de revancha entre Santiago Wanderers
logró pactar la revancha con los verdes del y Colo-Colo. El escenario fue el mismo estadio
puerto, el equipo comenzó un trabajo de prepa­ del Barcelona donde se había realizado el primer
ración física más exigente, contra viento, marea encuentro, que recibió un nuevo lleno total a
y lluvia. Todas las tardes, David Arellano reunía pesar de las lluvias en los días previos, que
a los jugadores en el gimnasio de la Escuela dejaron la cancha en mal estado. Con todo el
Normal y guiados por don Marco Vera, Absalón honor en juego y parte de la recaudación para
Bascuñán o el mismo David comenzaban una los boy-scouts, Colo-Colo ganó 4 a 2, dominan­
serie de ejercicios, gimnasia, carreras y juegos do gran parte de una lucha disputada y reñida.
con el balón, siendo una rutina de todos los La derrota había sido lavada, pero el apodo
días. Para los colocolinos, la fórmula para ganarle no seguiría.
a Wanderers era simple: más trabajo y más en­ Pero no importaba: seguían siendo consi- j
trenamiento. derados los mejores.
Sin embargó, este aumento repentino en Y aún eran, lejos, los más populares.
la intensidad de las prácticas se notó en el
partido contra Magallanes. Colo-Colo inició
como una tromba. En el primer tiempo, Moreno
y David Arellano dejaron tempranamente un
•2 a 0 en favor de los “hijos”. Pero los primeros

74
 Una visita “Divina”
A partir de julio de 1926, todas las activi-
fies se centraron en el Sudamericano a reali-
í en nuestro país. El trabajo de selecciones
^Reselecciones, tanto nacionales como de las
^Eferentes zonas y ligas, se acentuó. Había
Bastado mucho lograr la sede y ese esfuerzo era
^Ecesario reponerlo en cancha mejorando lo
hecho en 1920, cuando el país recibió por pri­
mera vez la disputa de la “Copa América” con
un buen nivel de juego del once local (27\
E Para ver posibles seleccionados, la Liga Me-
, napolitana citó a Morales, E Arellano, D. Are-
Daño, Cáceres, Contreras, Acuña y Olguín para
rugar frente al Audax Italiano. Más adelante, la
lluvia impidió la realización de actividades más
seguidas, las que Se reanudaron el 18 de julio
cuando se enfrentaron las selecciones A y B de
la Liga Metropolitana, ganando la primera por
3 a 2 . En el equipo A formaron Cáceres, Mora­
les, Moreno, Contreras, D. Arellano y Olguín,
m ientras que en el equipo B estuvieron
Quiñones y Acuña. 4 de los 6 goles convertidos
esa tarde fueron “albos”.
Los partidos entre selecciones siguieron,
pero fueron olvidados ya que el fútbol se vistió
de gala para recibir a un invitado de lujo. Por
primera vez un equipo europeo pisó suelo chi­
leno y se trató de un rival con un prestigio reco­
nocido en el mundo entero. La segunda semana
de agosto de 1926 vio la llegada a Chile del
Real Deportivo Español de Barcelona, que se
encontraba en gira por Sudamérica la cual le
había hecho pisar suelos argentinos y uruguayos,
con un saldo de ocho presentaciones, dos vic­
torias, tres empates y tres derrotas P f |
Lo que tiiás destacaba del equipo hispano,

El “divino” Zamora

Ricardo Zamora, “el divino”, nació en Barcelona el 21 de enero

de 1901, falleciendo el 18 de septiembre, de 1978. Se le considera el
más grande arquero que España ha tenido en su historia. Jugó entre
1919 y 1922 en el Barcelona, donde ganó la Copa del Rey en 1920 y
1922. Luego integra el Real Deportivo Español desde 1923 a 1930,
obteniendo la Copa del Rey de 1929, además de destacar en los Juegos
Olímpicos de 1924 y 1928, donde se hizo figura mundial. En 1930
fue contratado por el Real Madrid, donde ganó dos copas de liga espa­
ñola (temporadas 1931-1932 y 1932-1933) y dos Copas del Rey (1934
y 1936). En esta última, el Madrid enfrentó en la final al Barcelona,
realizando Zamora uno de los mejores partidos de su vida al salvar
un posible empate de los catalanes en los minutos finales, en lo que
muchos consideran su mejor atajada. Terminado ese partido anunció
su retiro. Luego jugaría brevemente en Francia. También participó en
el Campeonato Mundial realizado en Italia en 1934. Sü actuación en
todo el torneo le valió ser elegido como el mejor portero de ese campeonato.
Durante 38 años mantuvo el récord de partidos jugados por un arquero en la selección española:
46 partidos con sólo 42 goles en contra, debutando en agosto de 1920 y despidiéndose del combinado
hispano en febrero de 1936. Ricardo Zamora fue quien implantó las salidas, el gritar y ordenar a
la defensa, transformándose en un “mito viviente”. En uno de los primerós partidos jugados en
América por el Real Deportivo Español, al jugador qué le marcó un gol a Zamora se le regaló un
auto por creer que había logrado lo imposible. Fue el mejor arquero de su época y está considerado
dentro de los mejores jugadores de todos los tiempos.
En una entrevista realizada por Antonio Caray, Zamora recordó los partidos jugados en Chile,
mostrando que su memoria todavía recordaba a “un delantero que le llamaban ‘Chato’” (Subiabre),
además de justificar su mala actuación en Santiago a una lesión producida en Buenos Aires, junto
con las trasnochadas que tuvo debido a las atenciones brindadas en la Capital chilena f l |
su mayor atracción, èra su arquero y capitán
Ricardo Zamora, conocido como el “mago” o
“el divino”, considerado por muchos como el
mejor arquero del mundo en ese tiempo. Figura
consagrada de los Juegos Olímpicos de 1924,
ahora estaba en Chile dispuesto a demostrar
que los halagos hacía él y su equipo no eran
exageración. Para hacer frente a un equipo tan
importante, los chilenos decidieron presentar
a un combinado de la Zona Central, con Mo­
rales, David Arellano y Olguín en sus filas,
unidos a Guillermo Subiabre, Ulises Poirier y
otros ilustres jugadores de Valparaíso.
El jueves 12 de agosto de 1926 el Real
Deportivo Español debutó en tierras chilenas.
En el estadio Santa Laura, el mejor lugar para
recibir a una visita hispana, 6.211 personas se
reunieron para ver el trascendental encuentro.
Y se retiraron con una sonrisa dibujada con
creces. La Zona Central, capitaneada por David
Arellano, olvidó las atenciones "con sus visitas.
Luego de veinte minutos iniciales totalmente
favorables a los españoles debido al gran juego
de éstos y al temor de los chilenos, éstos se
recuperaron y terminaron ganando por 4 a 3 ,
con una gran actuación de Subiabre, dando pié
a titulares como: “Zamora, ‘el Divinodescen­
dió en Chile a la altura de un simpleprofano ”1SL
Los españoles desearon lavar su honor
pactando la revancha.
Domingo 15 de agosto de 1926. El esce­
nario se trasladó a los Campos Sports de Nuñoa,
un lugar más adecuado para la concurrencia
esperada. Cerca de 10.000 personas se reunieron
para ver a la Zona Central versus el Real De­
portivo, con Zamora y Arellano como capitanes
nuevamente.
Fue un partido disputado, de ida y vuelta,
que terminó en el primer tiempo con un empate
a dos tantos. Pero al final, Arellano, Subiabre,
Olguín, Moreno y compañía lograron una
victoria por 4 a 2 a favor.
Zamora se tiró al suelo y se puso a llorar.
Era la primera vez en la gira que perdían dos
veces con el mismo equipo, mientras que el mí­
tico portero, en tan sólo dos partidos, había re­
cibido tantos goles Como en el resto de los ocho
Ü
encuentros anteriores, siendo la primera vez
que lo habían vencido tan claramente.
La gira de los españoles por Chile seguiría,
sacándose los “balazos” contra la Liga Valparaíso
(4 a 1 en favor de los peninsulares), mientras
que Zamora seguiría inscribiendo sü nombre
en páginas gloriosas y legendarias.
Chile comenzó a tener algo de roce inter­
nacional. Si bien no se podía comparar con
Argentina (que a 1926 tenía 71 partidos contra
14 equipos europeos en tierras argentinas) o
Uruguay, estaba obteniendo progresos que se
podrían mostrar próximamente. Se venía el
Sudamericano y Chile era el anfitrión.
No defraudó.
23. Equipo de la Zona Central de Chile que derrotó a l Real
Deportivo Español. Arriba: Waldo Sanhueza, O ttoErnst, Carlos
“cojo"Hill, Humberto Elgueta, Ulises “gringo" Poirier y Víctor
“vitoco”Morales. Abajo: Carlos "chaleco" García, Humberto
“checho”Moreno, GuiUérmo “chato”Subiabre, D avid Arellano
y José M iguel Olguín.
2.4 David, goleador de América
Los encuentros contra el Real Deportivo
Español permitieron ver a un cuadro jÉíleno
capaz de presentarse victorioso y ganador frente
a un rival exigente, mostrando un impensado
potencial del fútbol nacional. Además, se había
podido ver a los jugadores más destacados de
la Zona Central, forjando la idea para una
posible selección,
Con este último fin, se decidió enfrentar
entre sí a combinados zonales ocupando el
Estadio Ferroviario de Valparaíso y el Estadio
Policial de Santiago, participando seis cuadros:
 k Norte, Intermedia Norte, Central, Intermedia
Sur, Sur y Austral.
p La Zona Central (Valparaíso y Santiago)
pomenzó su participación en Valparaíso frente
a su similar del Norte, cayendo por la cuenta
mínima. Más adelante, venció a la Zona
Intermedia Norte en la capital por 4 a 2 y caería
contra la Zona Sur por 1 a 0 .
r Con estos partidos se eligió una posible
selección. En esta lista previa, de Colo-Colo
iban Morales, Olguín y David Arellano. Mien­
tras esto ocurría, el 5 de septiembre Francisco
Arellano, Moreno, Acuña y Contreras jugaron
un partido dentro de la celebración del día de
los árbitros.
r ¿Y los otros? Concentrados para el Sud­
americano.
Olguín, David, Morales y el resto de los
«eleccionados tuvieron una preparación física
en el norte, para luego concentrarse por casi
dos meses en el Estadio El Llano.
t Esa selección tendría toda la colaboración
posible. Como director técnico fue elegido José
Rosetti, un italiano que jugaba en el Audax,
| ante la imposibilidad de contratar al entrenador
uruguayo Olivieri. Marco Antonio Vera se hizo
ieargo de los ejercicios, siendo una de las pri­
meras veces en donde se tomó con seriedad la
preparación física y la estrategia. Pero sin
exagerar, ya que el programa de actividades tuvo
más énfasis en las comidas que en los ejercicios,
pegún lo descrito por el masajista y encargado
de la concentración Raúl Aguilera: “A las 6:30
se deja la cama; a las 7, gimnasia; a las 8, desayuno;
a las 12, almuerzo; alas5, once; a las8, comida;
a las 11, cada mochuelo a su olivo”®®. Al señor
Aguilera lo ayudaría José Luis Riesco, director
de la concentración y elegido por su buena
colaboración con Juan Carlos Bertone, el técnico
de Chile en 1920.
El 2 de septiembre comenzó la fase final
de la preparación con una extensa lista de pre
seleccionados, los que fueron concentrados en
un “cómodo chalet ubicado a pocos metros del
Estadio El Llano”¡Sil .
Por comodidad la concentración no se
quedaba. Además de las camas y catres nuevos
que se hicieron llegar especialmente, la Andes
Film puso especialmente un biógrafo, una
pequeña máquina de cine. Sumado a eso hubo
libros, revistas, diarios, un billar, un piano, una
vitrola y tres doctores que cuidaron la salud de
los posibles representantes chilenos. ¿La comida?
“Cazuela de ave, arroz seco, postrey agua pura y
cristalina... ”. ¿La preparación? José Rosetti, que
había sido en-trenador en “Spezia, mi caropueblo
natale”, enseñaba “Lo ma elementale, lo ma im­
portantísimo: parar il balone y passarlo al com-
pagnieró”. ¿Entrenamiento? Marco Vera, encar­
gado de la parte física, describió que a la gimnasia
sé dedicaban “45 minutos diarios, al principio;
ahora se alterna la gimnasia con las caminatas,
puesya hemos llegado al máximo de rendi-miento”
(32),

Zonas futbolísticas de Chile en 1926

Zona A sociaciones o Ligas que la constituían

Zona Norte Tacna, Arica, Tocopilla, Tarapacá, Chuquicamata, Taltal y Antofagasta j
Zona Intermedia N orte! Copiapó, Vallenar, La Serena, Ovalle, Coquimbo, Vicuña e lllapel 1
Valparaíso, Viña del Mar, San Felipe, Quillota, Limache, Los Andes,
Zona Central Calera, Esmeralda, Magallanes, Metropolitana de Deportes,
Asociación Santiago, San Antonio, Melipilla, La Victoria, San Bernardo
y Nacional Obrera
Zona Intermedia Sur Curicó, Talca, Chillan, Linares
Talcahuano, Tomé, Concepción, Lota, Penco, Coronel, Schwager
Zona Sur
y Curanjlahue
Temuco, Valdivia, Osorno, Traiguén, La Unión, Puerto Montt
Zona Austral
y Los Angeles

77
 A Chile se le había adelantado el Sudame­ Los “Concentrados” ganaron 2 a 1, aunque
ricano y el país debió prepararlo con sólo seis debieron haber ganado los “Entrenadores”, pero
meses de anticipación. Pero se cumplió bien: la gran actuación de Carlos Hill en el arco lo
el gobierno entregó dinero y los Campos Sports impidió. Olguín no jugó por haberse lesionado
de Ñuñoa se cerraron por un mes para su llamándose a otro colocolino que se quedaría
remodelación. Se construyeron galerías en los en la selección, Humberto Moreno, mientras
costados sur y poniente, tribunas de cemento que las tribunas de madera del estadio empeza­
Con palcos y un cerco nuevo alrededor de la ron a ceder. ¿Qué hubiera pasado si se hubiera
cancha, teniendo ahora una capacidad para llenado el recinto?
“18.000personas cómodamente instaladas” según Con pocas figuras en la cancha, la sorpresa
lo dicho por el dirigente Alfonso Silva BHl. la dió un chico de Rancagua al que se le estaba
Pero también había lo más importante: la probando en los “Metropolitanos”, robándose
confianza por un trabajo futbolístico serio y la película. Llegó a jugar en el segundo tiempo
productivo. Todo esto, unido ala victoria sobre por la posible selección en vista de sus condi­
el Real Deportivo Español, generó que al primer ciones. ¿Su nombre? Guillermo Saavedra. Un
apronte 1.928 personas controladas llegaran a nombre que no se olvidaría por años...
los Campos Sports en el reestreno de la cancha, Se realizaron las últimas reuniones de
el domingo 26 de Septiembre. directorio previas al campeonato. En la primera
de ellas se aceptó por
unanimidad la unión de
Saavedra a la concentra­
ción. Las otras fueron para
definir la organización del
certamen, con miembros
de la Confederación Suda­
mericana de Fútbol en
algunas de ellas. Se dejó
a Santiago como sede
única (la idea inicial era
Los rivales fueron los “Concentrados”, la Santiago y Viña del Mar), se cambió el comienzo
posible selección, contra los “Entrenadores” o del torneo al 12 de Octubre (lo inicial era el
“Metropolitanos”, un equipo formado con domingo 10) y se definieron los participantes.
posibles aspirantes o jugadores que habían parti­ No venía Brasil (desafiliado de la Confederación
cipado en la concentración pero que no eran por iniciativa propia), tampoco Perú (por las
considerados titulares. En teoría, un facilísimo disputas políticas) y Paraguay estaba en veremos.
encuentro para quienes habían estado tanto Finalmente Chile, Bolivia, Uruguay, Argentina
tiempo entrenando. y Paraguay (que confirmó a última hora) dis­
En teoría... putaron la Copa América.
El partido causó pánico. Además de las En el “Día de la Raza” fiie la inauguración
camisetas que se usaron, listadas y con un color con Chile, ahora con impecable camiseta roja
“lagarto viejo”según Los Sports , la selección de seda y una estrella en el pecho más pantalón
jugó mal. No hubo juego hilvanado, no hubo blanco, y Bolivia frente a frente. Se le preguntó
tiros con potencia e incluso Aravena debió previo al partido a Horacio Muñoz, seleccionado
recibir masajes a los veinte minutos para seguir chileno, si se terminaría último en el campeo­
jugando. David Arellano por ejemplo no tiraba nato, respondiendo: “Ahora no. ¿Ya qué viene
al arco para no parecer egoísta, aunque estuviera Bolivia entonces?”®®), Y no estuvo errado. Pese
en buena posición &). a ir ganando a los tres minutos de juego, Bolivia
 cayó por 7 a 1. Luego de 19 partidos (obtenien­
do tan sólo 3 empates - dos con Brasil y uno
con Argentina -), se produjo la primera victoria
chilena en un Torneo Sudamericano. Además
de los dos puntos, Chile se quedó con dos
trofeos que habían sido donados para la ocasión:
la Copa de la Asociación Deportiva El Llano y
la Copa de las tiendas “La Bahía”. Cerca de
doce mil personas repletaron los Campos Sports
(¿no cabían 18 mil?), donde sólo 7.440 pagaron
su entrada.
David Arellano fue el héroe de la jornada:
II eolocolino marcó la mayor cantidad de goles.
También anotaron Subiabre, Ramírez - entrando
sólo al arco - y Moreno, quien logró un perfecto
gol “olímpico”. Lamentablemente, los goles
chilenos no quedarían del todo claros para la
historia (37>. ¿El capitán de la selección chilena?
David Arellano.
El sábado 16 de octubre, 2.262 especta­
dores pagaron para ver Argentina - Bolivia,
venciendo los albicelestes por 5 a 0. Los argen­
tinos marcaron 4 goles en el primer tiempo,
mientras que en el segundo lapso no quisieron
hacer más tantos.
Al día siguiente, 11.152 personas contro­
ladas llenaron los Campos Sports, ya que se
¡enfrentaron los elencos de Chile y Uruguay,
bampeón olímpico en los juegos de 1924 (38).
El público esperaba confiado ya que se había
tenido un buen debut y en la cancha estaba la
delantera que había derrotado al Real Deportivo
Español.
La expectación terminó en decepción.
Uruguay dio “lecciones de fútbol”, con reclamos
al árbitro en grupo (mostrando una faceta que
perduraría en los equipos rioplatenses por años),
ganando 3 a 1 y volviendo a la realidad al
público chileno. Los charrúas se llevaron, ade­
más, las copas “Municipalidad de Santiago” y
“Jorge Matte,?.
Los reclamos grupales al árbitro de los
Uruguayos llegaron á un extremo increíble. Se
cobró un claro penal en favor de Chile. Los
uruguayos comenzaron sus protestas sin que el
juez, el chileno Pedro J. Malbrán, diera muestras
cambiar su decisión. José Nasazzi, capitán uru­
guayo, se acercó a Malbrán y le dio un ultimá­
tum: si no cobraba tiro libre, él ordenaría el
retiro de su equipo. ¿Final de la historia? Tiro
libre para Chile.
El Diario Ilustrado se quejó amargamente.
Uno de sus titulares señaló que “Los uruguayos
son excelentes jutbolistas, pero emplean medios
ilícitos” @9)' Sólo Óscar González tuvo buena
crítica, mientras que el resultado desalentó al
público.
El miércoles 20 de octubre Argentina
goleó a Paraguay por 8 a 0, en un partido donde
los paraguayos jugaron gran parte del encuentro
con diez hombres, ante la lesión del portero
Recalde. El sábado 23 Paraguay se desquitó tras
ganarle a Bolivia por 6 a 1, en un partido donde
los altiplánicos, al igual que contra Chile iban
ganando. De hecho, el primer tiempo terminó
con la ventaja para Bolivia.
El domingo 23 de octubre, 7.668 personas
pagaron para ver el clásico del Río de la Plata:
Argentina versus Uruguay. El partido terminó
con una gran victoria uruguaya por dos goles
a cero. La gran racha de la selección celeste
siguió sin descansos: el jueves 28 derrotaron
por 6 a 0 a los bolivianos. Pese a lo abultado
del marcador, los verdes del altiplano mostraban
progesos en su juego.
Chile volvió a la acción el domingo 31 de
octubre, enfrentando nada menos que a Argen­
tina. La derrota frente a los uruguayos hizo que
tan sólo 7.179 personas asistieran al reencuentro
con la “Roja” (menos gente que para Argentina
- Uruguay), tal vez porque esperaban otra de­
rrota. Pero los afortunados espectadores se
quedaron con la boca abierta a los 21 minutos.
El equipo había sido asesorado por los
uruguayos, los que dieron consejos para desdi­
bujar el juego de sus vecinos. Chile jugó bien,
muy bien. Tan bien que, en el minuto señalado,
Saavedra despachó un remate desde casi media
cancha, colándose en un ángulo y dando la
ventaja para los chilenos. 1 a 0 .
En el segundo tiempo se notó una nueva
disposición argentina. Más agresivos, apelando
al juego brusco con tal de ganar. Jugaron tan
fuerte que, a los 10 minutos, salió lesionado
79
Leoncio Veloso tras un foul que le quebró la David Arellano, el capitán, se consagró
pierna. Chile, con un hombre menos, trató de como el goleador del campeonato. Sus goles
resistir la presión trasandina. Argentina empató contra Bolivia y Paraguay lo dejaron como
el marcador cuando faltaban tres minutos, “scorer” del torneo con 7 tantos.
llevándose por cortesía la copa “Liga Chilena Primera vez que Chile obtuvo victorias.
de Higiene Social”. Primera vez que Chile tuvo tan buena ubi­
Al día siguiente, Uruguay se despidió cación.
como campeón invicto, venciendo en su último Primera vez que Chile tuvo a un goleador d e
encuentro por 6 a 1 a Paraguay. América.
El miércoles 3 de noviembre sé realizó la Las cosas comenzaban a mejorar en el país
última jornada, enfrentándose los cuadros de futbolístico y Colo-Colo, de una manera u otra,
Paraguay y Chile. 6.1 12 personas controladas tuvo algún grado de participación en lo suce­
llegaron para ver el último encuentro del cam­ dido...
peonato, disfrutando una fiesta de goles rojos.
Con una gran actuación de Poirier, Saave­
dra y Arellano, Chile ganó por cinco goles a 2.5 Jugando en Chile, pensando en
uno. La selección ganaría los trofeos donados Europa
por la joyería “La Equitativa” y la revista Los
Sports, mientras que David Arellano, como El sudamericano dejó muy arriba el ánimo
capitán del equipo ganador, recibió una copa futbolístico. Un ejemplo fue el partido entre
donada por el Teatro Septiembre y un reloj de Argentina y un combinado de Valparaíso
pulsera de oro, donado por la “joyería del señor (Santiago Wanderers - La Cruz), que terminó
Barrera” que estaba ubicada en la calle Ahumada. empatado a uno. A la semana siguiente del
campeonato, el suelo chileno recibió a otra
visita. El lunes 8 de noviembre llegó el club
uruguayo de Peñarol.
Realizar una sola presentación en Santiago
era la idea inicial de los “charrúas”. ¿Quién le
podía hacer frente? La respuesta nació sola:
Colo-Colo, el mejor club del país. Aparte, era
mejor hacer jugar a un equipo de club antes
que intentar reunir a una selección.
Pero la idea no pudo ser peor. Peñarol
llegó como un cuadro experimentado y con
25. Equipo chileno que venció a Paraguay en el Sudamericano de trajín, encontrando al frente a un Colo-Colo
1926, Arriba: Raúl Aguilera (masajista y encargado de la
concentración), Víctor Morales, Manuel Figueroa, Guillermo
que no jugaba oficialmente hace dos meses. Se
Saavedra, Roberto Cortés\ (ílises Poirier, Oscar Gonzálezy José pretendió reforzar a los albos con Poirier y
Rosetti (entrenador). Abajo: Humberto Moreno, Guillermo
Subiabre, Manuel Ramírez, David Arellanoy 'José Miguel Olguín. Subiabre, pero no fueron autorizados por la
Liga Valparaíso. Al final, como refuerzo llegó
Gran resultado y muchas copas, pero hubo Víctor Zavala, desde la Liga Linares, que recién
más cosas para celebrar. arribó a Santiago un día antes del partido.
Porque el recuento final trajo más de una Sólo cerca de 2.500 personas se dieron
sorpresa. Uruguay, como gran campeón, dejó cita en los Campos Sports, el domingo 14 de
en segundo lugar a Argentina y a Chile, noviembre. La falta de público se explicó por
empatados en puntaje. Esta sería por años la lo reciente del Sudamericano y el excesivo calor
mejor ubicación nacional en el certamen. Pero de ese día.
no fue lo único.
 \ La cordialidad se hizo dores locales que no se ente­
presente: Peñarol salió con raron que estaban citados
f ana cinta tricolor en el brazo para la brega, mientras que
y Colo-Colo con una similar el 21 de noviembre se jugó
■ i tonos aurinegros. Peñarol 4 - Valparaíso 1. Sólo
El partido fue una dase el 25 de noviembre perdieron
H b fútbol “carbonero”. Los los uruguayos: 1 a 0 Frente
B m guayos arrasaron con los a los porteños en la revancha.
chilenos, viéndose en la can- Mientras tanto, corrían
I cha sólo a un equipo. Colo- rumores sobre el club albo.
Colo actuó desmoralizado y Uno de estos señalaba que la
I ¿ n ideas. Se notaron dema­ Federación sentía preferencia
siado los dos meses sin jugar por Colo-Colo, en su elec­
mientras que Zavala no se ción como rival de los auri­
afianzó en la retaguardia. El negros. Tomás Olivos res­
primer tiempo fue bastante pondió claramente: el club
expresivo: 4 a 0 para Peñarol, fue designado sin recibir
I incluyendo un gol desde 50 ninguna compensación. El
m etros y otro donde el 21 de noviembre los rumores
puntero derecho (Juan Anselmo) se los “bailó” se olvidaron cuando se derrotó al Eleuterio
1 ito d o s , entrando eo>rv W pelora dominada. al R am írez., q o e h a b ía consegvádo A cxodas p re ñ a s
B arco. Al final, un 5 a 1 inapelable. David Are- importantes, por 4 a 1.
■ Mano, como capitán de Colo-Colo, le dijo a El día 24 de noviembre fue de importancia
I José Benincasas, capitán de Peñarol, lo siguiente: para el fútbol chileno en general. Un decreto
Jmmdezco la lección que nos han ciado” del Ministerio de Justicia e Instrucción Pública
Isso E\ Diario Ilustrado comentó que, por fue publicado y decia:
BRmera vez, la institución alba había realizado “Santiago, 2 4 de noviembre de 1926. Hoy
u b juego brusco y desleal, mostrando como la se decretó lo que sigue:
impotencia por el resultado se transformó en Vistos los antecedentes; de acuerdo con lo
Bolencia. Lo único rescatable fue el debut de dispuesto en el decreto reglamentario N° 2.736,
■Guillermo Saavedra con la camiseta blanca, tras del 31 de octubre de 1925, y oído el Fiscal
ser invitado por David Arellano a integrarse a administrativo, decreto:
las filas colocolinas. Saavedra viviría algún 1° Concédase personalidad jurídica a la
tiempo en la casa de los i
Arellano, formando una
| estrecha amistad con la
| familia fundadora.
Peñarol siguió dáñ­
elo lecciones de fútbol en
el país, saliéndose de su
| plan inicial de jugar sólo
■un encuentro. El 18 de
noviembre venció a la
i Liga Metropolitana por 7
a 1, en un partido donde 27. Equipo de Colo-Colo que perdió en el debut internacional. Arriba: Francisco Arellano,
Víctor ¿avala, Togo Bascuñán, Guillermo Saavedra, Eduardo Cataldo y Víctor Morales.
la desorganización fue tan Abajo: Humberto Moreno, Clemente Acuña, Luis Contreras, D avid Arellano y José Miguel
grande que hubo juga­

8i
 corporación denominada “Federación de Football
de Chile”, con domicilio en Valparaíso; y,
2oApruébense los Estatutos por que ha de
regirse dicha corporación., en los términos de que
da testimonio la escriturapública adjunta, otorgada
ante el Notario público de ese departamento, don
Salvador Allende, el 25 de noviembre último.
Tómese razón, comuniqúese, publíquese e
insértese en el Boletín de Leyes y Decretos del
Gobierno.
Firmado: Emiliano Figueroa -Alvaro Santa
María
Personalidad jurídica para la Federación.
La cosa iba más en serio.
No era lo único. El día 27 se autorizó defi­
nitivamente la incorporación de Saavedra a
Colo-Colo, mientras que el domingo 28 de
noviembre el equipo volvió a la acción frente
al Io de Mayo. Previo al partido, los diarios ad­
virtieron que podía ser una de las últimas veces
en que el elenco blanco juegara en el país por
largo tiempo, debido al otro rumor sobre la
escuadra: se planeaba una gira al extranjero. La
28. Colo-Colo en una celebración en 1926. En un local que tenia una pizarra con las carreras del *Hipódromo Chile" sepuede ver en
primerafila a David Arellano sosteniendo un trofeo. Dirigentesy socios se daban tiempo para compartir más allá de la cancha.
82
noticia venía lentamente desde semanas atrás
y se iba confirmando con el paso del tiempo.
Frente al Io de Mayo los albos demostra­
ron su poderío: ganaron por 8 a 0. Todo debió
ser alegría, pero llegó una tragedia. Terminado
el partido Juan Quiñones se dispuso a tomar el
autobús para volver a su hogar. Al subir a su
locomoción pisó el escalón mal, muy mal. Tan
mal que se quebró la pierna. Fue internado en
el Hospital San Vicente de Paul, pero la lesión
fue tan grave que incluso algunos hablaron que
nunca más podría jugar al fútbol ó al menos
no iría en la gira al extranjero.
Para ayudarlo se hizo un partido a bene­
ficio. Con entradas a bajo precio, Colo-Colo
enfrentó a un combinado de los clubes Green
Cross y Gold Cross ganando 3 a 2 , aunque
lamentablemente sólo acudieron cerca de 800
personas, debido a que fue en un día laboral y
el partido se anunció muy tarde.
Mientras la idea de la gira tomaba cuerpo,
anunciándose que incluso se pensaba ir a Europa,
el cacique se preparó en provincias. El primer
 destino fue Rancagua, como una manera de
^femenajear a Guillermo Saavedra. El partido
se pactó en pocos días sorprendiendo á los
^■icagüinos.
El miércoles 8 de diciembre de 1926 los
albos llegaron a la histórica localidad. Un nume-
I »so público esperó y acompañó a la delegación
Hasta el hotel. En el partido mismo, los blancos
■hicieron al seleccionado de la Liga O ’Higgins
por 7 a 1 pese a que los locales marcaron su
tanto a los pocos segundos de iniciado el cotejo.
IgQué paso después? La explicación de La Semana
djp Rancagua: “Nuestros jugadores, sin práctica
enjugadas científicas, sin corazón para la lucha,
wfueron burlados con un juego que entusiasmó
WjÉoamente al público. El score de siete tantos
demuestra la presión que ejercieron sobre el cuadro
i ¡ocal”, agregando después: “La ciencia de los
musitantes dio una gran lección a losfootbalistas
mócales, que ojalá sepan aprovecharla como es
Mdebido”A?)'
. Una muestra de Cómo los albos eran los
que marcaban las pautas para el resto de los
■cuadros chilenos.
Días después el cacique jugó en Quíllota,
■paciendo al combinado Cemento Melón - San
iLuis por 7 a 3. En este viaje, como en todas sus
I visitas, se recibieron variadas atenciones: un
paseo por la ciudad, saludos de los deportistas
y un almuerzo en el Hotel Alemán. En ese
[ partido, destacaría la inclusión de dos refuerzos
r que se probaban para ir a Europa: el arquero
Roberto Cortés (de Antofagasta) y el zaguero
Homero Vives (de la Unión Española). También
llamó la atención un juvenil delantero del
combinado local que marcó uno de los goles.
I Su nombre era Iván Mayo.
Los refuerzos se explicaban porque la idea
que cobraba fuerza era que a tierras foráneas
debía un Colo-Colo reforzado. Los colocolinos
recordaron por ejemplo a los mejores jugadores
temucanos con los que se había jugado a prin­
cipio de año, surgiendo la idea de incorporar
a Jorge Linford y Carlos Schneeberger.
Pero empezaron los problemas. Desde
Concepción no querían dejar ir a Horacio Mu­
ñoz y Manuel Figueroa, elementos de la zona
e incorporados en la nómina inicial de viajeros.
Eran jugadores del Fernández Vial y no se les
solicitó el permiso por el conducto regular. Los
del sur dejaron en claro que la situación sería
distinta si se los llamara a una selección chilena.
Finalmente, ambos llegaron a Santiago luego
de las súplicas directivas, a pesar de una protesta
formal de la Liga de Concepción.
La posible gira causó enojo y envidia en
regiones, especialmente en Valparaíso. Colo-
Colo había solicitado ayuda económica a la
Federación, lo que aumentó la idea que el club
era favorecido en el plano directivo. Ninguna
otra entidad deportiva había recibido apoyo
monetario antes, ¿por qué los albos debían ser
la excepción?
La Unión de Valparaíso señaló que los
blancos no eran la maravilla que los diarios
capitalinos habían descrito, mientras que el
posible equipo viajero estaba formado en su
mayoría con elementos de otros clubes, propo­
niendo que se le llamara “Babel F.C” y no Colo-
Colo. La crónica finalizó con un irónico: “¡Salud
gran Colocolo, memorias te envía el Peñarol!”@3).
Se presentó una oportunidad para tapar
la boca a las críticas. El sábado 18 de diciembre,
cerca de tres mil personas llenaron el Estadio
Ferroviario de Valparaíso para ver por primera
vez a Colo-Colo jugando en la “joya del Pacífi­
co”. No salieron muy conformes.
Pese a ser un gran partido, empate a tres
goles frente al combinado Santiago Wanderers
- La Cruz, se notó que la delantera de Colo-
Colo jugó sin ganas, debido a que previo al
encuentro se les informó que existía la posibili­
dad de un nuevo enfrentamiento para el día
siguiente, ahorrando energías. Pero eso fue lo
que se supo en Santiago, ya que en Valparaíso
se dijo algo muy distinto. Lo más suave lo
publicó La Unión, al señalar que si bien Colo-
Colo había defraudado, se confiaba en que se
llamaría a otros jugadores para reforzar la
delegación viajera, terminando con un: “Since­
ramente deseamos que el Colocolo vaya a Europa”
(44). El Mercurio de Valparaíso, por otro lado,
se mostró más duro, escribiendo que los santia-
guinos obtuvieron “...un empate que equivale a
una derrota”y que dejaron una “impresión des­ Colo-Colo no sería el causante. El domingo 19
consoladora de la potencialidad del equipo que de diciembre se eligió la directiva de la
representando los colores nacionales piensa salir al Federación de Football en su sede de Valparaíso.
extranjero”(45), El resultado no dejó contentos a los dueños de
casa: de los nueve cargos, ocho fueron para
santiaguinos. Además, otro delegado postuló
la idea que se pudiera sesionar también en
Santiago, en desmedro de la sede porteña. “No
se refleja el espíritu delpacto defusión”, reclamó
la gente de Valparaíso Wh El centralismo ya
aparecía en el fútbol...
Finalmente, la directiva tendría a Carlos
29. Colo-Colo Football Club en 1926. Arriba: FranciscoArellano, Carióla como presidente, Alberto Parodi como
Guillermo Cácéres, Togo Bascuñán, Eduardo Cataldo, Juan
Quiñones y Víctor Morales. Abajo: Rubén Arroyo, Humberto tesorero y Tomás Olivos como consejero. Caras
Moreno, Luis Contreras, David Arelano y José Miguel Olguin. conocidas para Colo-Colo eran ahora parte de
la Federación, aunque esta controvertida elección
Un empate injusto según los porteños, ya sería anulada semanas después por los reclamos
que Colo-Colo fue un equipo débil que sólo de los porteños (48L
pudo ir ganando gracias al arbitraje de Alfredo Por su parte, Magallanes se tituló campeón
Vargas en el primer lapso. La jugada más reda­ de la Liga Metropolitana, obteniendo un justo
mada fue el tercer tanto de los albos: disparo premio a su campaña, pese a ser un campeonato
de David en el vertical, cuyo rebote fue recogido donde Colo-Colo no tuvo la oportunidad de
en posición dudosa por Moreno. Y también se participar regularmente.
protestó el penal cobrado en favor de los blancos La posible gira siguió dando que hablar,
que fue convertido por Acuña, tras una jugada pero también trajo más problemas. Se solicitó
off side. Fue tanta la presión y los reclamos por intermedio del Comité de Football de
contra el juez que fue reemplazado en el segundo Santiago un préstamo a su similar de Valparaíso,
tiempo por el pito local Humberto Reginatto. con tal de suplir parte del dinero que faltaba
En la segunda fracción, según los porteños, se para el viaje. La negativa fue rotunda. Luego,
jugó a una puerta, sin que los capitalinos pu­ casi al terminar el año y cuando todos los juga­
dieran contrarrestar los embates del combinado dores “viajeros” estaban en Santiago, el Consejo
local. El empate a tres pareció darle la razón a Superior de Educación Física y Moral solicitó
El Mercurio porteño, que finalizó su comentario al Ministro de Relaciones Exteriores que impi­
señalando: “Desde que se habló de lajira del Colo- diera la salida de Colo-Colo del país, porque
Colo pensamos que era sumamente aventurado no se conocía la responsabilidad de esta gira ni
(...) ni siquiera conprobabilidades de buen éxito. el dinero en garantía que se debía dejar en Chile
Sin embargo, callamosporque es ingrata la tarea para viajar. Además, se solicitó al Ministro de
de echarpor tierra ilusionesy esperanzas”l46). Higiene que hiciera notar a su similar de Rela­
Como si esto fuera poco, el público por­ ciones Exteriores que la gira era comercial y
teño lanzó continuas bromas a los albos sobre que no estaba patrocinada por la Confederación
la ida a Europa y se jugó en una cancha muy Deportiva de Chile o por el Consejo Superior,
irregular. Pero se sacó algo de provecho: sirvió por lo que no había organismos que se hicieran
para probar algunos refuerzos. Jugaron Cortés responsables en caso de producirse problemas.
(gran figura), Poirier (otro destacado), Subiabre Un diario porteño dijo que los albos se quedarían
y Chaparro. “con los crespos hechos” (49\ mientras que otro
Al día siguiente, los porteños tendrían matutino criticaría a los jugadores elegidos con
otro motivo para reclamar, aunque esta vez palabras como: “Nos agradaría (que) llevaran a
 mesy no elementos que para guardalíneas no se lo tomaron en serio, ya que por ejemplo
■toócn bien, pero no para integrar un equipo había defensas jugando como delanteros. Se
aner^tionairm. presentaron los elementos que no habían jugado
L Por suerte para los eolocolinos, todo se por más tiempo (como Schneeberger y Figue­
^ ■ bduó el 31 de diciembre. La Federación roa)* quienes se cuidaron para no lesionarse.
: Football se excusó de no haber entregado Los otros ni siquiera estuvieron en el estadio:
ujrecedentes a los organismos pertinentes ocuparon su tiempo para despedirse de familiares
^^Hbbansfirió a la Confederación Deportiva y arreglar las valijas.
aliforme del financiamiento de la gira. Al día siguiente, Colo-Colo se embarcó
r Todo en orden. Se pudieron hacer las en la primera travesía que llevó a un equipo
Opinas. chileno de fútbol a Europa.
Colo-Colo se presentó por última vez en Un viaje que hizo historia.
Chile el sábado 1 de enero de 1927, jugando Se embarcaron tres hermanos Arellano.
por segundo año consecutivo en el día de Año Volvieron dos.
Nuevo. En la despedida, 2.000 personas llegaron Partieron con camisetas y banderas albas.
Campos Sports para ver jugar a los albos Volvieron con una cinta negra de luto.
■potra un combinado de los clubes Nacional y
Gold Cross, aunque también participaron ele-
■entos de otros clubes e incluso suplentes del
ICBcique. El resultado fue 4 a 0 en favor de los
Btojeros”, aunque el partido entusiasmó tibia­
m ente. Poco público (debido a que era un
Btostoso y por el día elegido para la brega), un
[partido mediocre e incluso pareció que los albos

30. Coto-Cola en su partido de despedida de Chile, jugado el 1 de enero de 1926. Arriba: Francisco Arellano, José Rosetti, José Miguel
Olguín, Togo Bascuñán, Roberto Cortés, Ulises Poiriery jorge Linjbrd. Ahajo: Manuel Figueroa, Guillermo Subiabre, Waldo Sanhueza,
Carlos Schneebergery Horacio Muñoz.
• En el partido de Colo-Colo ante Cemento
Melón fue una de las primeras veces donde la
prensa recibió algún tipo de atención, al insta­
larse una mesa para los periodistas. Esto sentó
un gran precedente, ya que en el Campeonato
Sudamericano se construyó la primera tribuna
de prensa en un estadio chileno. Sin ser del
todo cómoda, fue muy eficiente. Los redactores
escribieron: “Ahora nos han tomado en cuenta a
los que borroneamospapeles. Nos han construido
un escritorio másfirme que unperaly más elegante
que un mueble chino. Se trata de una tabla de
roble de unapor veinte, bien cepilladitay colocada
junto a la barrera...”. Pero a pesar de estas
nuevas comodidades, hubo un problema descrito
por El Mercurio. En todos los encuentros de
gran convocatoria y más ahora con tribuna
especial, se produjo el hecho que “...cronistas
desconocidos brotaran comopor encanto... Nada
es perfecto.
• Partido Chile-Bolivia por el sudamericano.
La joven esposa de Humberto Moreno no en­
contró mejor manera de alentar a su cónyuge
que gritar el sobrenombre familiar a todo
pulmón: “¡Checho, Checho!”. Algo ruborizado
se debió haber puesto Moreno después de su
gol olímpico, ya que el público no encontró
mejor manera de festejarlo que imitar a su
esposa. Imagínese a 12.000 personas gritando:
“¡Checho, Checho!”.
• Entrevista a David Arellano en Los Sports.
- Como capitán del Colo-Colo, ¿quéplan se trazó
usted?
- Enprimer lugar, la más absoluta disciplina, pe­
ro no la disciplina que arranca de la imposición
ni de la autoridad ejercida sin contrapeso, sino
de la que es natural consecuencia de la comu­
nidad de anhelos y de afectos.
Entre nosotros, todos nos sentimos iguales, y liga­
dos por un vínculo superior: el cariño al club
en que militamosy que nació de nosotros mismos.
Colo-Colo espara nosotros más que un nombre,
un lazo indestructible de unión y estey no otro
ha sido el secreto del éxito de nuestro equipo,
pese a nuestros detractores.
• El Aston Villa era un equipo que jugaba
en la Liga Yungay de Santiago, tomando como
fuente de inspiración a su similar inglés. Por*
sus excelentes actuaciones, la afición tuvo eW
apodo perfecto para el cuadro: “el Colo-Colo!
chico”. Así, Aston Villa fue uno de las primeras!
escuadras en ser comparadas con los albos, yN
no sería la última. A Fernández Vial del
Concepción por ejemplo más de una vez se id
ha llamado el “Colo-Colo del sur”, debido a sin
gran arrastre y popularidad en la zona.
• Previo al partido frente a Magallanes, loa
jugadores de Colo-Colo saludaron a su rival
como de costumbre, sólo que esta vez hicieron!
una doble reverencia (¿amabilidad, respeto ti!
ironía?).
La revista Los Sports, luego del triunfe!
albiceleste, señaló: “El Colo Colo, el once modelom
el once-tipo, se nos manifestó también como el hij*
modelo, como el hijo-tipo. El viejo, en cambio,
gacha la cabeza, evidentemente taimado, entró
de rodón a la canchay no correspondió al saludo
del hijo ”
• Precios de las entradas en 1926:
- Partido Concentrados-Entrenadores:
Sillas:$8, tribuna de cemento:$5j tribuna
de madera:$2 .
- Partido Chile-Bolivia por el Sudamericano:
Sillas numeradas: $15, tribuna de cemento: $10,1
tribuna de madera: $5.
- Partido Chile-Uruguaypor el Sudamericano:
Sillas numeradas: $20, tribuna de cemento: $12,1
tribuna de madera sur: $8, tribuna de madera!
oeste y este: $5.
Y vuelta a la normalidad:
- Partido de despedida de Colo-Colo:
Tribuna: $2, galería: $ 1, niños: $0,40.
Los cuatro partidos se jugaron en el misma
estadio, los Campos de Sports de Ñuñoa.
Conclusión: en 1926 ya subían las entradas
para los partidos importantes.
• Palabras de Alberto Arellano sobre Luis
Mancilla, el tesorero del club para la gira al sur:
“Era tan desconfiado que dormía con el maletín
de la plata debajo de la almohada”.
• ¿Cuánto costaba jugar en las ligas?. La como “Juanita, la lista”, por encontrarle un cier-
■piiente es la lista de precios de la Liga Metro- to parecido al personaje central de una caricatura.
H p k an a para la inscripción de los equipos: Pri- Después del Sudamericano y por las razones ya
división: $25, División intermedia: $20, descritas, sería el “Checho” Moreno. Luis Con-
Segunda división: $ 20 , Tercera división: $10 treras, por su parte, era el “Pelado”, mientras
m á los diarios costaban 30 centavos, saque la que Francisco Arellano era todo un caso. Dadas
■fcenta a cuánto equivale en dinero actual). sus acciones festivas en la cancha y espectaculares
En el debut de Chile en el Sudamericano contorsiones, a “Pancho” se le conocía como el
¿e fútbol el arco fue ocupado por Carlos Hill. “Mono”. Algunos, más demostrativos, lo llama-
Al segundo partido y hasta el término del torneo ban “El mono de goma”. En los recién llegados
B l arquero fue Roberto Cortés. ¿Qué pasó? La hubo dos casos. Víctor Morales era simplemente
H fcenda nos da la explicación. En un entrena- “Vitoco”, mientras que Oscar González haría
^ ■ le n to , Guillermo Subiabre se puso a practicar historia. En Valparaíso, por su reciedumbre y
« s famosos tiros con potencia, lastimándole la disparo, era conocido como el “Pate 5 fierro”,
H p n n o a Hill. Interesante hubiera sido medir la pero debido a sus facciones indígenas sería
^Hfeencia de disparo del “chato”, ya que hay que conocido mucho antes de 1925 como “Colo-
I recordar que en esa época la pelota era en Colo”, incluso cuando se animaba a practicar
a tie m o pesada. Ni hablar en los días lluviosos, boxeo. Fue así, como “Colo-Colo” González
donde los cabezazos eran para los más valientes, ganaría su eterno apodo previo a de jugar por
I Subiabre, uno de los primeros cañoneros del el club. Un apodo salido de la casualidad, pero
^ B h b o l chileno, provocó el debut de Cortés en que se justificaría con creces.
^R&elección. • Los Sports sobre José Miguel Olguín:
• Datos técnicos de la actuación de Colo- “...D e rápida y desenvuelta acción;formidable y
I Colo en Valparaíso: certero en el shoot; de extraordinaria habilidad
L “Colo-Colo. Primer tiempo: 2 hands, 3 fouls, 1 para burlar al contrario; matemático en la centra-
I comer, 1 ojfside, 10 tiros, 2 desviados. Segundo da; Olguín puede ser señalado como uno de los
Wtútmpo: 8 corners, 2 tiros, 1 desviado”. jugadores más hábiles y completos del país (...)
• Definición del triunfo sobre el Germinar EsJosé Miguel Olguín, uno de nuestrosfootballers
(de 9 a 0) por El Diario Ilustrado: “Colo-Colo más cultos y caballerosos. Es por encima de todo
I se adjudicó uno de sus clásicos triunfos”. y para decirlo en una palabra, un deportista de
• El Sudamericano tuvo buena organización, verdad... ”.
buen resultado deportivo, con casi ninguna • Misterioso. Es lo menos que se puede
queja al respecto. Bueno, exceptuando esta de decir por lo ocurrido con el árbitro Eduardo
I don Carlos Carióla a Los Sports, que bien vale MacDonald, luego de su expulsión del comité
‘ la pena recordar: de jueces. Ciertas irregularidades cometió al
“La molestia más grande que experimenté dirigir el partido Colo-Colo contra Peñarol, las
K fue la de ver llegar al Sr. Bonifacio acompañado que determinaron su expulsión en los primeros
I de una mujer de vida 'non sancta a los Campos días de diciembre de la Sección Santiago de
I de Sporty sentarla junto a las damas distinguidas Arbitros, con imposibilidad de volver a dirigir
I que ocupaban la tribuna oficial”. en el país. ¿Qué fue lo que hizo? Ningún diario
(Las niñas buenas van al cielo y las malas o revista mencionó lo hecho, aunque se mos-
a todos lados. ¿No?) traron las palabras de sus pares, que concordaron
• Apodos en el club. Desde el año ante- en señalar que había denigrado la profesión de
I rior e incluso desde Magallanes, los jugadores árbitro o que había actuado sin ética. Su falta
ya tenían ciertos “motes”, que aumentaron con habría sido tan grave que recién en noviembre
los nuevos jugadores que ingresaron. Recordé- de 1928 se aceptó que volviera al arbitraje,
mos algunos. Humberto Moreno era conocido ¿Favoreció abiertamente a los uruguayos?, ¿per-

87
judicó desde un inicio a Colo-Colo?, ¿recibió
soborno?, ¿evitó una goleada de mayores pro­
porciones?, ¿no fue justo ante en juego brusco
practicado por Colo-Colo? Nunca se sabrá. Los
misterios aparecen en la historia alba.
• Un verdadero viaje relámpago resultó la
visita a Rancagua. Pactada en pocos días, el
tiempo se hizo escaso para las demostraciones
de cariño recibidas. Se llegó en tren a las diez
de la mañana, para luego ir a comer en la UECH
(Unión de Empleados de Chile) y visitar la
Iglesia de la Merced. A las dos de la tarde se fue
raudamente a conocer Machalí, ante la insisten­
cia para que fueran a esa zona. Allí hubo más
atenciones y muestras de cariño, que hicieron
que Colo-Colo volviera a Rancagua pocos m i­
nutos antes de comenzar el partido pactado.
Tanto viaje, por suerte, no afectó el rendimiento
de los santiaguinos, que con un 7 á 1 supieron
justificar los elogios y las atenciones,
• Oscar del Tránsito González Figueroa, “Co­
lo-Colo” González, siempre fue una figura
llamativa y pintoresca. He aquí dos anécdotas
que lo tienen como protagonista directo e indi­
recto,
1) Concentración de la selección en el Estadio
|sl Llano.
González, recién almorzado, no tiene otra
mejor idea que ir a jugar tenis inmediata­
mente, obteniendo los reproches del cuerpo
técnico. “Colo-Colo” reclamaba:
- /Qué me va a ser mal a mil. ¿No ve que no
soy n d hijito de rico?’
Al parecer, finalmente no jugó tenis, pero se
fue refunfuñando:
- “¡Cbíss!, a la fuerza quieren ponerlo delicado
a uno!”
2) En la misma concentración de la selección
Los Sports entrevistan al jugador Leoncio
Veloso, preguntándole sobre como han sido
los 61 días de concentración:
“ - ¿Nada de vinito?.
- Nada; pura agüita.
- ¿Y ‘Colo- Colo* González no protesta por
esta tiranía antialcohólica?.
- No. Es él hombre másfelizcote del mundo”.
• Palabras de Los Sports sobre David Are-
llano: “...uno de los más hábilesfootballers nacio­
nales (...) Domina como poquísimos de nuestros
jugadores los variados secretos y recursos de la
técnica,y se advierte en él la influencia y la escuela
de uruguayosy argentinos (...) De sobria y elegaqátá
acción; certero y temible en el shooi, hábil cömm
pocos para organizar su línea de ataque y llevam
eljuego al campo del contrario; seguro y peligrosm
con la cabeza; maestro en el dribling en las combm
naciones y en el pase matemático (...) Y a todas)
estas condiciones de acabado jugador, añade, pon
raro y feliz consorcio, una más: su caballerosidad. ■
Nunca, ni en los momentos más alguidos, ejecuta^
una acción indebida, ó echa mano a recursos'
violentos, y si el contendor es víctima de un “foul”,
se limita a levantar las manos en señal de adver­
tencia...”.
• Para la gira al sur del país, Colo-Colo
partió acompañado de Carlos “Pato” Tagle,
destacado pito de la capital, como forma de
protegerse ante los posibles arbitrajes localistas.
Luego del debut, con una difícil victoria de los*
albos y donde Tagle hizo j ugar casi cinco minu­
tos de más, y del segundo partido, que fue la
primera derrota de los albos, el destino de Carlos
Tagle era predecible. Al otro día, la delegación
lo mandó de vuelta a Santiago. Tagle era más
peligroso que los jueces locales.
• Las “patitas” de la FIFA. Colo-Colo, antes
de partir a Europa, envió varios cables a la FIFA
con tal de obtener la autorización necesaria para
jugar en el Viejo Continente. Luego de varios
intentos sin respuesta, la FIFA envió un cable
que contenía lo siguiente: “Trate de afiliar a
Venezuela. Mucho le agradecería también nos
enviara los tres cuartos por ciento de las entradas
netas del Campeonato Sudamericano.., ”
* Tabla final de posiciones de la Liga Español de Valparaíso (622), Sportiva Italiana
Metropolitana del año 1926 : (también del puerto, con 606) y Santiago Wan­
derers (con 520)
[e q u i p o PJ PG pp Pts.
PE • 1 de enero de 1927. En el partido de
Magallanes 7 7 0 14
Audax Italiano 6
0 1 12 despedida José Rosetti, el símbolo de Audax
7 0
Germinar 7
4 0 2 8 Italiano, formó en el equipo y se integró para
|Gold Cross 7 2 2 3 6
la gira a Europa. De esta manera, Rosetti se
1“ de Mayo 7 3 0 4 6
Hjéuterio Ramírez 7 3 0 4 6 convirtió en el primer extranjero en usar la
, Loma Blanca
English
7
_ 1
0
u1 5
6
3
1
Sota: Colo-Colo no es considerado, debido a sus compromisos
camiseta alba.

privados.

• Comentario aparecido en “La censura”

de la revista Los Sports, luego del partido Colo-
Coló 8 - English 0:
r “En la marcha demoledora que el Colo-Colo
hizo el añopasado a través de los campos deportivos
santiaguinos, hubo víctimas que cayeron acribi­
lladas a tiros: 5, 8, 12 hasta 14 veces, los artilleros
del capitán Arellano hacían uso de sus armas.
Bien. Cuando el enemigo no podía rehuir
el combate, deber suyo era pelear hasta morir.
Nadie dijo nada, nadie había podido decir
nada. Eran combates ineludibles.
Pero no sucede lo mismo en este mismo caso
del English. Sabedores losgringos - por contundente
Experiencia - de las “p atitas” que se gastan los
wolocolinos, tuvieron la ingenua idea de invitarlos
a su casa confines combativos.
Y como losgringos son los mismo gringos del
año pasado, y como los artilleros del Colo-Colo,
son los mismo artilleros del añopasado - corregidos
y aumentados en eficiencia - ¡Claro! hubo de
-repetirse la misma catástrofe del año pasado: los
'gringosfueron acribillados a tiros...
• La Federación de Football de Chile
publicó en 1926 una Memoria y Balance. Junto
' con mostrar los gastos y actividades realizadas,
también se entregó una lista completa de las
asociaciones afiliadas más un desglose de los
clubes con su número de socios. Así, se puede
saber que en 1926 Colo-Colo tenía oficialmente
80 socios, lejos de los 450 de Magallanes o los
400 de Audax Italiano, los equipos con más
miembros de la Liga Metropolitana. En todo
Chile, se destacaban por número el Atacama
de Chuquicamata (con 650 socios), el Deportivo
 2.7 Partidos jugados Capítulo 2

L eyen d a C o lu m n a C a rá cter:
A N : A m isto so N acion al; A I : A m isto so In tern a cio n a l; O : O ficiales Liga M e tro p o lita n a .

Fecha Carácter Estadio o Cancha Lugar Rival y resultado

01-01-1926 AN Holman Talca Colo-Colo 3 /
Atlético Comercio - Deportivo Español 2
03-01-1926 AN Unión F. C. Chillán Colo-Colo 2 / Unión F. C. 3
10-01-1926 AN Liceo de Temuco Temuco j Colo-Colo 2 / Liceo de Temuco 2
17-01-1926 AN Campos Sports de | Valdivia Colo-Colo 2 / Nacional 2
Chumpullo
24-01-1926 AN j Batallón Zapadores' Osorno I Colo-Colo 5 / Osomo Atlético 2
27-01-1926 AN Regimiento de Ancud Ancud Colo-Colo 4 / Selección de Chiloé 0
18-04-1926 AN Campos Sports Santiago Colo-Colo 3 / Santiago F. C. 3
25-04-1926 AN English Santiago Colo-Colo 8 / English 0
02-05-1926 AN Barcelona Santiago ¡ Colo-Colo 4 / La Cruz 1
16-05-1926 O Barcelona Santiago Colo-Colo 9 / Germinar 0
23-05-1926 AN Barcelona Santiago i Colo-Colo 3 / Cemento Melón 1
30-05-1926 AN Barcelona Santiago Colo-Colo 1 / Santiago Wanderers 3
13-06-1926 O Campos Sports Santiago Colo-Colo 2 / Magallanes 3 *
27-06-1926 AN Barcelona Santiago Colo-Colo 4 / Santiago Wanderers 2
14-11-1926 Al Campos Sports Santiago Colo-Colo 1 / Peñarol (Uruguay) 5
2 -M V W 6 ' O Barcelona 1 Santiago Colo-Colo 4 1Eleuterio Ramírez %
28-11-1926 O Barcelona Santiago Colo-Colo 8 /1° de Mayo 0
04-12-1926 AN Campos Sports Santiago Colo-Colo 3 / Green Cross - Gold Cross 2
07-12-1926 AN Liga O'Higgins Rancagua Colo-Colo 7 / Selección Liga O’Higgins 1
13-12-1926 AN ¡ Estadio Arredondo Quillota I Colo-Colo 7 / Cemento Melón - San Luis 3
18-12-1926 AN , Estadio Ferroviaro ¡ Valparaíso IColo-Colo 3 /Santiago Wanderers - La Cruz 3
01-01-1927 AN Campos Sports Santiago Colo-Colo 4 / Nacional - Gold Cross 0
* : Elpartido contra Magallanesfue anulado posteriormente.
Se contabilizaya que el resultado seria referencial a través dé los etños.

2.8 Breve historia de un club fantasma

El p rim e r a ñ o d e C o lo -C o lo , su g ira al sob re el c lu b : títu lo s g anados, p la n te l de ju g a ­

su r y sus g ran des presen tacion es g en era ro n en
los d iarios va rio s recu en tos e h istorias sobre el
clu b a lb o . C u rríc u lo s de ju g a d o re s, p a rtid o s
g an ad os y tro feo s o b te n id o s son frec u e n te s al
revisa r la p ren sa su re ñ a d e e n e ro de 1 9 2 6 . El
M ercu rio de San tiag o, p o r o tro lad o, ofreció el
d ía 1 8 d e ab ril de 1 9 2 6 u n excelente resu m en
dores y logros im po rtan tes. U n bu en repaso del
p rim e r añ o de vid a, ta m b ié n realizado p o r Los
S p o rts.
S in e m b arg o, se h a d e c id id o re p ro d u c ir
la reseñ a a p a rec id a en El H e ra ld o d el S u r de
T em uco, B ajo el títu lo de “B reve h istoria de u n
c lu b fa n ta sm a ”, el d ia rio s u re ñ o e n tre g ó c o n

90
erasívidad la fundación y principios del cacique,
■fcaen comete algunos errores (influidos por
Huerto Arellano), recoge el ánimo de trabajo,
■ ■espeto de los jugadores y la emoción de las
^■braas victorias. Es el mejor retrato encontra-
I» en esta investigación, dentro de las fuentes
■respondientes al primer año y medio de vida
■ Colo-Colo Football Club, por su forma,
^■tanticismo y el sabor de época. Incluso fue
■producido por El Correo de Valdivia en los
B e siguientes.
I Por estas razones, en las líneas siguientes
^Hbtregará un excelente relato para conocerlo,
^Esperarlo y mantenerlo para la posteridad,
s a olvidar que se trata de la visión de un diario
^Hpovincia que recién estaba conociendo al
«fcb. Esto último sirve para recordar lo rápido
B^e el club ganó popularidad y respeto en todo
Efaile.
■ Como lo tiene el día de hoy.
■C om o lo teñía en 1926.
I Breve historia de un club fantasma
E- (aparecido originalmente en El Heraldo del Sur
deTemuco, viernes 8 de enero de 1926, página 8)
E “No hace de esto un año, en Abril de 1925,
^^grupo defutbolistas de Santiago decidió sostener
Wprsupropia cuentay esfuerzos un club defútbol,
que militarían tantos hombres comojuera
B xesariopara constituir un “team”con sus respec-
■ suplentes; pero con la principal condición de
que todos fueran absolutamente disciplinados,
^Busiastas, decididos, pagadores de las cuotas, etc.
La base del club descansaría en esas en esas condi­
ciones; y el éxito loproduciría la mayor regularidad
^mtsistencia a los llamados y en el más acabado
Wptírenamiento. No sé crea que esos hombres eran
ictrellas delfútbol; había de todos; internacionales
y novicios; pero ello no importaba, siempre que
cumplieran alpie de la letra los requisitos anun-
ciados para pertenecer al club.
Y echaron las bases de la institución solo
\ entre 14 o 15 personas. Se designó un reducido
Ydirectorio y un capitán. Sefijaron díasy horas de
{práctica. Nofaltaba nadie. Lospesimistasjuzgaban
irónicamente la naciente y reducida institución.
No llamaba mayormente la atención, por otra
parte.
¡Y llegó el día de supresentación enpúblico!.
La prensa estalló entonces en elogiosísimos
comentariosy juicios. Se había impuesto el nuevo
club por un gran número de goals sobre elprimer
poderoso contendor. Unjuego raro, oriental, uru­
guayo, avasallador, desconcertados... Y siguió la
danza: dos, cinco, diez, quincey más clubes a cual
de todos máspoderosos, fueron cayendo guillotina­
dos y con más goales que hombres tenían en su
equipo. Lafama de este clubcito cuyapotencialidad
ya no era simple suerte ni “combinaciones ocultas”,
como decía más de algún derrotado, traspasó la
frontera. Los 15 hombres, todosjugadores, pues se
alternaban en los diferentespartidos, conquistaron
los más sensacionales triunfos| se captaron las
generales simpatías, eran sacados en hombros, se
hicieron de una barra de más de diez mil hombres;
a suspartidos a asistido el mayor número de espec­
tadores que se haya reunido en Chile con motivo
de partidos de fútbol; obtienen entradas de más
de 10 milpesos en algunos partidos, con el solo y
bajo porcentaje que les corresponde. Hoy es el
campeón de Chile.
Cuando en la capital de Chile no quedóya
sin ser derrotado por esos 15 hombres ni el más
poderoso contendor, quiso darse a conocer en el
resto del país y organizó una jira hacia el sur.
Y empezó en Talca venciendo al seleccionado.
Llegará hasta Chiloé.
Tiene 22 partidosjugadosy todos ganados;
ha marcado hasta 14 goales a uno de sus
contendores; en total, más de 100 goalespor muy
pocos en su contra. La menor dosis que se aplica
es de seis goales. Recientemente ha admitido dos
nuevos socios, uno internacional.
¿Sabéis cuál es ese club y cómo se llamai.
Ese club es el Colo Colo de Santiago, club
que, por sufama en muchas ocasiones, nos hizo
ocupar estas columnas.
Ese es el club que el Domingopróximojuga­
rá en nuestra ciudad con el Liceo de Temuco”.
Capítulo 2
1. Según algunas versiones, la demora en llegar a la institución
por parte de Olguín y Guillermo Arellano fue provocada
por don Marco Antonio Vera, preocupado que ambos juga­
dores terminaran sin problemas sus carreras de profesores
en la Escuela Normal, sin distracciones. De hecho, a Olguín
se le aceptó la renuncia en el Atlético Escuela Normal F.C.
el día martes 29 de diciembre de 1925.
2. Estadio N° 1302, Santiago, 1968, p. 16.
3. La cancha Holman, inaugurada como cancha de Rangers
en abril de 1908, se ubicaba en la calle 2 Poniente esquina
5 Norte, donde actualmente se encuentran las bodegas de
la papelera Puente Alto en Talca. Central de Estadísticas
Deportivas Ltda. (CEDEP), Un siglo rojinegro; Impresos
Santal-, Talca, 2W1, p. 21 .
4. El Día, Chillan, domingo 3 de eneto de 1926, p. 6 .
5. El Día, Chillán, viernes 1 de enero de 1926, p. 13.
6 . Información gentileza del Archivo del diario La Nación. La
página con el comentario de este partido, más otros de la
gira al sur, se encuentra arrancada en las copias de La Nación
en microfichas en la Biblioteca Nacional de Chile.
7. El Día, Chillán, martes 5 de enero de 1926, p. 3. Hay que
destacar que posteriormente Colo-Colo hizo repetidas invi­
taciones al Unión para que viniera a Santiago a jugar la re­
vancha, pero los chillanejos nunca aceptaron.
8. El Heraldo del Sur, Temuco, martes 5 de enero de 1926, p. 6.
9. El “Tomen nota” entre paréntesis fue puesto en el original,
como un mensaje a los deportistas temucanos.
10. Obviamente, Alberto Arellano aumentó los logros del club.
Se olvidó que Colo-Colo no había ganado todos los partidos
(empató 0-0 con el Io de mayo), o que la “dosis” más baja
no habían sido seis goles (2-0 a Magallanes, 3-0 al Audax
Italiano, por ejemplo), con el fin de ocasionar una expectativa
mayor.
11. El Heraldo del Sur, Temuco, viernes 8 de enero de 1926, p.
8. Palabras similares diría Alberto Arellano al día siguiente
en El Diario Austral de Temuco, remarcando que “Nuestra
gira no es de competencia sino de difusión deportiva” y que
“nuestra escuela es la uruguaya y argentina combinada”. El
Diario Austral, Temuco, sábado 9 de enero de 1926, p. 4.
12. El Diario Austral, Temuco, lunes 11 de enero de 1926, p. 4.
La presentación de los santiaguinos llamaría la atención de
la gente de Temuco por días, al marcar una gran diferencia
frente a los desordenados equipos de la zona. De hecho, se
pudo leer: “algo que fue una novedad para nosotros fue la
presentación simpática de los santiaguinos”. El Diario Austral,
Temuco, jueves 14 de enero de 1926, p. 4.
13. El Correo de Valdivia, Valdivia, domingo 17 de enero de
1926, p. 1.
14. La Prensa, Osorno, miércoles 20 de enero de 1926, p. 6.
15. La Prensa, Osorno, lunes 25 de enero de 1926, p. 6.
16. El Mercurio, Santiago, sábado 13 de febrero de 1926, p. 5.
17. La Nación, Santiago, lunes 1 de febrero de 1926, p. 8.
18. Los Sports N° 173, Santiago, 1926, p. 13.
19. Estadio N° 1302, Santiago, 1968, p. 16. Esta debacle econó­
mica dio pie para que surgieran algunas historias al respecto.
Colo-Colo recibió por ejemplo una carta a finales de la dé­
cada del 90, en donde se describía un reloj que supuestamente
había pertenecido a David Arellano y que se encontraba in­
tacto en una localidad sureña. Luego de algunas consultas,
se desestimó la validez de la misiva, pero deja abierta la posi­
bilidad que, si era tan dramática la situación económica en
la gira, quizás algunos jugadores debieron empeñar cosas
para volver a Santiago.
20. El domingo 11 de abril de 1926 se anunció un amistoso
entre Colo-Colo y el Sport Française, a jugarse en el Estadio
Gath y Chaves a las 9.30 horas. Sin embargo, al parecer no
se jugó o tuvo un carácter de informal, ya que el primer
92
equipo del Sport Française jugó finalmente contra el segundo
equipo del Mackay, ganando 2 a 0.
21. Ediciones Deportivas: Historia del club Colo-Colo, campeón
1953, Ediciones Deportivas, Santiago de Chile, 1954, p. 15.
22. Se anunció para el domingo 9 de mayo de 1926 un partido
entre Colo-Colo y el 18 de Septiembre, a jugarse en Talca,
donde se disputaría el trofeo “Leopoldo Figari” que había
sido traído desde Alemania. Sin embargo, el encuentro no
se realizó.
23. Estadio N° 1502, Santiago, 1972, p. 24.
24. Deporte Total, El libro de oro de Colo Colo. 1925 - 1987,
Revista Deporte Total, Santiago, 1987, p. 12.
25. Los Tiempos, Santiago, lunes 31 de mayo de 1926, p. 3.
26. “Se basó esta resolución en el hecho de que el partida etv
cuestión fue suspendido por el árbitro señor Francisco Jimé­
nez, 23 minutos antes de su término reglamentario”. Los
Tiempos, Santiago, martes 15 de junio de 1926, p. 11.
27. En ese torneo Chile terminó último con un punto, luego
de perder frente a Uruguay (1 -2) y Brasil (0-1 ), obteniendo
un empate con Argentina (1-1). Los relatos de la época con-
cuerdan en un gran nivel de juego pero con carencia de efec­
tividad. Por primera vez, las derrotas fueron tan estrechas.
28. Mayor detalle de la gira del Real Deportivo Español por Su-
damérica (según los diarios de la época): pierde con Buenos
Aires, Nacional y Peñarol por 1 a 0; gana frente a Huracán
por 1 a 0, y frente a Rosario por 3 a 0; empata con un sele­
ccionado argentino por 1 a I y 2 a 2, y también empata la
revancha contra Rosario por 0 a 0.
29. Los Sports N° 180, Santiago, 1926, p. 6.
30 . Los Sports N° 186, Santiago, 1926, p. 17.
31 . La Nación, Santiago, miércoles 1 de septiembre de 1926,
p. 19.
32. Los Sports N° 186, Santiago, 1926, p. 17.
33. Ibidem.
34. Ibidem, p. 7. Estas camisetas listadas nunca agradaron al
comentarista de Los Sports, ya que en 1925, al ser usadas
por el cuadro de la Federación de Chile en un amistoso,
haría el mismo comentario.
35. El Mercurio, Santiago, lunes 27 de septiembre de 1926,
p. 1.
36. Los Sports N° 187, Santiago, 1926, p. 5.
37. Los goles convertidos por Chile frente a Bolivia son de autor
discutido. Véase sección de estadísticas.
38. En la final de aquel torneo en París derrotaron por 3-0 a
Suiza.
39. El Diario Ilustrado, Santiago, lunes 18 de octubre de 1926,
p. L
40. La Nación, Santiago, lunes 15 de noviembre de 1926,
p. 14. Muchas veces, tanto la frase como en la foto de los
capitanes se ha puesto como capitán de Peñarol a José
Piendibene, quien no jugó ese partido.
41. La Nación, Santiago, viernes 26 de noviembre de 1926,
p. 17.
42. La Semana, Rancagua, jueves 9 de diciembre de 1926, p. 8 .
43. La Unión, Valparaíso, viernes 17 de diciembre de 1926,
p. 14.
44. La Unión, Valparaíso, domingo 19 de diciembre de 1926,
p. 13.
45. El Mercurio de Valparaíso, Valparaíso, domingo 19 de di
ciembre de 1926, p. 23.
46. Ibidem.
47. El Mercurio de Valparaíso, Valparaíso, lunes 20 de diciembre
de 1926, p. 9.
48. Fernando Larraín Mancheño, El fútbol en Chile: 1895-
1945; Federación de Foot-ball de Chile - Talleres Molina
Lackington y Cia.; Santiago, 1945, p. 38.
49. La Unión, Valparaíso, viernes 31 de diciembre de 1926,
p. 14.
 ■ Mercurio de Valparaíso, Valparaíso, miércoles 22 de di
«áaobre de 1926, p. 16.

columna ¿Viento en Chillán?

K r ejemplo, se menciona en Juan Jorge Faúndez, Colo-
Colo, el equipo que ha sabido ser campeón, Empresa Editora
Zig-Zag S. A., Santiago, 1991, primera parte, p. 25.
La Opinión, Santiago, lunes 3 de julio de 1932, p. 7.

Ifacas columna Las inferiores de Colo-Colo

Sergio Gutiérrez Patri, Colo-Colo, piel de Chile, Imprenta
Diario La Nación, Santiago de Chile, 1996, fascículo 1,
p. 18.
H l Siempre Campeones N° 27, C. S. y D. Colo-Colo, 1999,
p. 18.
Triunfo N° 904, Santiago, 2003, p. 34.

Noca columna El “divino” Zamora

. Gol y Gol N° 112, Santiago, 1964, pp. 28-29.
CAPÍTULO 3
LA GLORIA, LA FAMA, EL LUTO

(Gira Internacional del año 1927)

“Partieron un día con la loca ilusión de ir por el

mundo desparramando energías y cosechando lau­
reles. Hombres jóvenes, llenos de vigor, formaban
un “team”formidable que eclipsaba los éxitos de
otros “teams”bajo otros cielos,
jira triunfal, en que el nombre de la patria daba
fuerzas formidables para enfilar el “goal”,o lanzar
la pelota en fantástico vuelo hacia la altura.
Dejaron el continente americano, comentando la
historia desús triunfos y llegaron a la Europa con
vigor de titanes.
...Pero un día, lafatalidad que es un "back”traicio­
nero y macuco, desbaratósus ímpetus con un torpe
accidente...*.

(Extractos de El Diario Ilustrado, jueves 6 de mayo

de 1927, página 3: Editorial en honor a David Are-
llano).
 ¿e la gira
mk equipos sudamericanos en de Colo-Colo comprendió a Miguel Monchio
J k En 1924, Uruguay había como empresario de la gira y representante
5 Luego de obtener el Cam- (acompañado de su esposa), Carlos Carióla co­
Jcricano de 1923 (jugado en mo presidente de la delegación (también acom­
los charrúas realizaron una gira pañado de su señora, doña Ida Vergara), y los
de jugaron cerca de una decena dirigentes Alberto Parodi (tesorero), Tomás
ígrandes resultados, y participa- Olivos (que se unió a la delegación más adelante,
egos Olímpicos de París, ganando acompañándola hasta México), Luis A. Busta-
~so en el primer triunfo mundial mante (representante, quien era director y
_ÍB¿americano. Al año siguiente, Boca propietario del diario La Provincia de Iquique),
MUgentina, Nacional de Uruguay y José Macías (prosecretario) y Alberto Arellano
j f c Brasil (hoy desaparecido) seguirían (secretario). Alfonso Silva, otro artífice del viaje,
Balizando exitosas giras por el Viejo no pudo embarcarse: sus negocios y asuntos en
la capital no se lo permitieron.
Iüógico suponer que la idea de viajar a Para asegurar su éxito, se reforzó a Cólo-
estaba muy presente en los chilenos, de Cólo. Ya logrado el acuerdo con la Federación
^especial en Carlos Carióla Villagrán. de Football de Chile para realizar el viaje, la
^deportivo (presidente de la Federación institución dispuso que tres de sus integrantes
hombre del espectáculo (autor participaran, en conjunto con dirigentes albos,
¡y la política, Carióla comprendía la en la selección de jugadores. Así, llegaron a
mcia de realizar una gira, tanto para Colo-Colo jugadores como Schneeberger,
lo como para el fútbol chileno. Se hacía Subiabre o Poirier, entre otros, en desmedro de
>el roce internacional en el extranjero. algunos buenos jugadores del club quienes se
La idea de Carióla encontró rápido apoyo quedaron en Chile, como Cáceres, Contreras
^fcdirigentes albos, junta a Miguel Mon- o Acuña. Juan Quiñones, como se dijo, estaba
V , un español avecindado en Chile qlie lesionado. Otros casos fueron los jugadores de
como empresario teatral, y que traía Concepción, quienes finalmente se incorporaron
cuelas a nuestro país. Co- a la delegación viajera, pese
H pedor de los gastos de una a que en los días previos tan­
áÉka. Monchio se preocupó de to su club, Arturo Fernández
honestos, contactos, es­ Vial, como sus trabajos no
posos, siendo ayudado les daban autorización.
PKuwl ^ot ^osé. Casó distinto fue el de
Bfipillo” Macías, español y Manuel Ramírez. Uno de
natural de Granada. los mejores arqueros del país,
| Originalmente Colo- e incluido en la lista previa,
Colo partía el día 24 de di­ terminó por quedarse en
ciembre de 1926 en el barco tierra, luego de irse al sur
r*Palená\ pero se optó por el después del partido de Chile
| vapor “Venezuela”, mucho ante Paraguay, acompañado
más rápido aunque zarpaba de otros dos jugadores sure­
«lías después. Además, varios ños: el delantero Germán
Ipaíses europeos se tenían en “Pato” Reyes, más un joven-
2a agenda inicial del viaje. 31. Carlos Carióla Villagrán. Hombre cito de Talcahuano que
multifitcético y artífice ae la gira de 0 2 ? .
I La delegación directiva llamó la atención a los co-

97
locoliños seleccionados, quienes lo invi­
taron a integrarse al club. Volvería a cobrar
la palabra algún tiempo después. Se lla­
maba Arturo Torres.
Manuel Ramírez fue reemplazado
por Manuel Guerrero, quién pese a no
haber sido seleccionado era prenda de
garantía por su experiencia. Algunos años
atrás se había ganado el apodo de “maes­
tro”, siendo una de las figuras más cono­
cidas del fútbol sudamericano.
Finalmente, fueron veinte los juga­
dores que viajaron. Estos fueron Ulises
Poirier, Guillermo Subiabré, Manuel!
Guerrero y Manuel Bravo, de Valparaíso;
Manuel Figueroa y Horacio Muñoz, de
Concepción-, lorge Linford y Carlos
Schneeberger, de Temuco; Ernesto Cha­
parro y Roberto Cortés, de Antoíágasta;
y los jugadores santiaguinos Humberto
Moreno, Togo Bascuñán, Francisco Are-
llano, David Arellano, Guillermo Saavedra,
Víctor Morales, Oscar González, José Miguel casa de los Arellano en la calle Covadonga fue
Olguín, Waldo Sanhueza y José Rosetti, quien la primera sede que tuvo Colo-Colo.
iba además como entrenador del equipo. Rosetti, La delegación viajera partió el domingo
David y Alberto Arellano manejarían futbolís­ 2 de enero desde la Estación Mapocho, tomando
ticamente la delegación. el tren hacia Valparaíso en la mañana. Ya en el
Los que se quedaron en Chile no estuvie­ puerto, estuvieron algún rato nerviosos por la
ron inactivos. Colo-Colo empezaba a tener demora, precisamente, de los porteños. No esta­
divisiones juveniles y había jugadores de sobra ban dormidos, sino que Guerrero, Poirier, Su-
para formar un equipo competitivo, que hizo biabre y Bravo estaban jugando el partido de
una nueva gira al sur en ese verano de 1927. fútbol correspondiente a la despedida que le
El viaje se planeó desde el término mismo brindaban sus clubes, Santiago Wanderers y La
del sudamericano de 1926 &), e incluso muy Cruz, demorándose lo suficiente como para
temprano ya se tenía un nuevo estandarte de que el resto de los viajeros se pusieran inquietos
Colo-Colo, que se lució orgulloso en el viaje. en la cubierta del vapor italiano “Venezuela”.
Descrito por Carlos Carióla a Los Sports como Ese partido terminó con una victoria de Wan­
un afiche que “representa al Cacique Colo-Colo derers por 7 a 3, con una gran actuación del
en actitud de chutear el balón. Es algo netamente “Chato” Subiabre. Cuando las esperanzas se
chileno” esta temporal insignia se perdería perdían, aparecieron los hombres esperados.!
en el tiempo sin que nadie la recuperara. Hasta Subieron al barco, la delegación estuvo completa
ahora... y el viaje pudo empezar.
En la casa de los Arellano, con apoyo de A la una y media de la tarde de ese domin­
doña Rosario, se alojaron los jugadores de pro­ go 2 de enero de 1927, el “Venezuela” levó*
vincia e incluso antes de partir la delegación se anclas, comenzando el viaje del primer equipos
dio cita en ese lugar, para dirigirse luego a la chileno de fútbol que pisaría suelo europeo.
Estación Mapocho. Sin serlo oficialmente, la
■ 2 Los que se quedaron en Chile
f (Gira al sur del año 1927)
f Un buen grupo de jugadores no se embar­
c a r . . Muchos eran los integrantes habituales
■ e q u i p o titular, por lo que tenían méritos de
para seguir interesando a la afición. Este
de jugadores decidió jugar en provincias
■ leñero de 1927, realizando una corta gira al
■ :F a r a llenar los vacíos dejados por los titulares
■ e viajaron a Europa estaban los juveniles de
institución, además de seleccionar refuerzos
le otras instituciones, como Angel Vicuña (de
B kíón Española) o Luis Tirado (de Antofagasta).
Este último daría que hablar en el futuro...
f La delegación que viajó al sur en 1927
estuvo compuesta de la siguiente manera: Pre­
sidente: Luis Contreras; Secretario: Rubén
Arroyo; Tesorero: Luis Mancilla; Masajista:
^ k n a n d o Stavelot; Capitán: Clemente Acuña;
■Alqueros: Eduardo Cataldo y Nicolás Arroyo;
■Arquero suplente: Armando Stavelot; Defensas:
■ le m á n Páez y Angel Vicuña; Defensa suplente:
Heodoro Marín; Mediocampistas: Benjamín
[ Ramírez, Luis Tirado y Guillermo Arellano;
■pfediocampista suplente: Luis Mancilla; De­
lanteros: Rubén Arroyo, Gerardo Mediavilla,
Clemente Acuña, Luis Contreras y Agustín
■Calderón; Delantero suplente: José Pastene.
1 Absalón Bascuñan comenzaba su retiro
[ del fútbol, mientras que el otro gran ausente
! de la nómina, Guillermo Cáceres, decidió cam-
■ biar de institución: se transformó en jugador
I del Santiago F.C.
El grupo inició sus actividades en Linares,
■Jugando el domingo 9 de enero. El rival era el
■prestigioso Linares F.C., que contaba en sus
I filas con Víctor Zavala, capitán del elenco sureño
I y que había reforzado a Colo-Colo frente a
■ Peñarol. El partido terminó con una cómoda
■ victoria de los santiaguinos por 5 a 0 , en una
■ tarde donde Clemente Acuña demostró porqué
■ era el nuevo capitán: marcó tres goles. La
■ delegación fue agasajada con una comida des-
| pués del partido, recibiendo el cariño y las
■ atenciones de la ciudad.
El 10 de enero en la noche, Colo-Colo
llegó en ferrocarril a Temuco, siendo recibidos
por los socios del Centro Deportivo Liceo, el
Liceo de Temuco, el mismo cuadro con el que
se había jugado el año anterior.
Lamentablemente Colo-Colo no pudo
haber llegado en peor fecha. El mundo deportivo
de esa ciudad vivía una ácida polémica entre la
Liga de Temuco y el cuadro del Liceo. Los
primeros habían tenido ciertos problemas con
directivos del Liceo, aparte de una disputa por
el derecho a ocupar la cancha de esa institución,
lo que había provocado la desafiliación del
cuadro de la Liga y, por consiguiente, de la
Federación de Football.
La cuestión llegó a tal extremo que la
Federación de Football envió un telegrama
avisando que Colo-Colo no podía jugar contra
el Liceo, ya que violaría el artículo 65 de esa
entidad, que señalaba que los cuadros afiliados
no podían concertar encuentros con equipos
castigados.
Así, una nueva polémica amenazaba con
grandes castigos para la institución alba. Sin
embargo, había detalles que todo el mundo se
preguntaba: ¿Por qué actuaba tan enérgicamente
la Federación en contra de ese partido, y no
puso tal energía ni problemas al ver que para ir
a Europa Colo-Colo llevaba a dos jugadores
castigados?, ¿No se daba por entendido que el
castigo al Liceo se había levantado, dada la
integración de Linford y Schneeberger a Colo-
Colo, o acaso al llegar los albos a Chile iban a
recibir sanciones?
Como una forma de evitar los problemas
y realizar el partido, se avisó a la Federación de
Football que el rival sería un Seleccionado
Estudiantil de Temuco, que contaría en sus filas
con ex-alumnos del Liceo. En realidad, todo
era un disfraz, ya que en el Estadio Alemán
todo el mundo se dio cuenta de lo que era un
secreto a voces: ese domingo 16 de enero, Colo-
Colo jugó contra el Liceo de Temuco, que se
había presentado con otro nombre.
El primer tiempo terminó con un empate
a uno, y el segundo lapso marcaba un 2 a 1 en
favor de la visita. A pocos minutos del final, un
jugador de Temuco cargó ilícitamente a un
99

33. Colo-Colo en Temuco en el verano de 1927. Arriba: Luis
Tirado, Ángel Vicuña, Hernán Páez, dirigentes temucanos, Nicolás
Arroyo, Guillermo Arellano y Benjamín Ramírez. Abajo: Agustín
Calderón, Luis Contreras, Clemente Acuña, Gerardo Mediaviíla
y Oscar Rubén Arroyo.
defensa de los albos, que respondió con una
bofetada. El árbitro cobró el penal contra los
santiaguinos, los que reclaman y se retiran de
la cancha al más puro estilo uruguayo. Regla­
mentariamente, se declaró ganador al cuadro
local.
La determinación de Colo-Colo no dañó
su imagen, ya que muchos les encontraron la
razón por su retirada. Fueron homenajeados
con gran cariño por parte de los deportistas
locales, dejando Temuco el lunes 17.
Mientras la delegación se dirigía rumbo
a Osorno, la Liga Temuco levantó la voz, en­
viando una denuncia formal a la Federación de
Football, con una lista de los jugadores que
actuaron en el partido para que se les castigara.
Nuevas dificultades se sumaron. Colo-
Colo decidió seguir en viaje hacia Osorno, para
jugar con el Zapadores, equipo que tenía un
leve detalle: no estaba inscrito en la Liga Osorno,
y los reglamentos de la Federación prohibían
jugar con cuadros que no pertenecieran a las
instituciones rectoras del fútbol regional y
provincial correspondientes.
Colo-Colo llegó a Osorno en la noche del
miércoles 19. Una semana atrás, la Federación
de Football había enviado un telegrama que
señalaba la imposibilidad de Colo-Colo para
jugar tanto con el Liceo de Temuco como con
el Zapadores. Haciendo oídos sordos a los
reclamos de la Liga Osorno, Colo-Colo jugó el
encuentro de todas maneras, tal vez como agra­
decimiento a las atenciones recibidas el año
100
anterior, o quizás porque el partido estaban
concertado con demasiada anticipación como 1
para no jugarlo.
Previo al encuentro Colo-Colo entren«
en la cancha del Batallón Zapadores todos los|
días en la tarde. El entrenamiento, que sirve de
ejemplo para ver lo que el cuadro realizaba
habitualmente, consistía en ejercicios livianqM
práctica de tiros al arco, de movimientos d e l
colocación en la cancha y de pases y combina«
ciones. Esa sencilla rutina era la que había*
transformado a Colo-Colo en el mejor club de
Santiago. Y esa sencilla práctica era ahora imitada J
por los osorninos.
El domingo 23 Coló-Colo salió a la cancha
para enfrentarse con Zapadores, disputándose ^
un trofeo donado por don Jorge Segundo Aubel.
Ante la mayor concurrencia de público jamás
vista en Osorno hasta el momento (más de dos
mil personas), Colo-Colo venció por 6 a 2 a
los locales. La figura del encuentro fue el capitán,
Clemente Acuña, quién se inscribió con tres
goles.
En Osorno, por lo menos, Colo-Colo.j
mostró algo de sentido Común al hacer jugar ej|
mismo equipo que había actuado en Temuco.
para así evitar que hubieran más candidatos ai
un castigo. Luego de Osorno, y de las atenciones J
de la ciudad, Colo-Colo puso punto final a la
gira.
La situación de Colo-Colo estuvo en laJ
cuerda floja durante mucho tiempo. El partido»
en Temuco fue una espina que molestaría porj
largo tiempo el andar albo, incluso con probleJ
mas con la prensa. Luis Contreras escribió unai
carta a Los Sports, en protesta por la informad^*
dada por su corresponsal referente al p a rtid a
jugado en Temuco. En este informe el corres«
ponsal señalaba que los santiaguinos se negarofll
a aceptar un cobro justo del juez, retirándose
sin razón. Luego, el corresponsal de la revise«
agregó que Colo-Colo dejó no sólo buena«
jugadas, sino malos recuerdos en Temuco, con
una actitud que desalentó a los locales. Contre*
ras, como presidente de la delegación, respondió!
denunciando groserías del público hacia la^
delegación coíocolina, defendiéndose al ratificad
 la versión que establecía un golpe del jugador
local al defensa colocolino previa respuesta de
éste último, escribiendo además que Colo-Colo
incluso había desperdiciado un penal intencio-
malmente.
Lo que nadie esperaba era la reacción del
corresponsal de Los Sports en Temuco, A.
áOyarzo Gómez, quién en la revista N° 206 res­
pondió: “...Lo que me extraña es que el Sr. Con­
teras quiera tergiversar lo ocurrido y con frases
muy bien escritas hacer desaparecer la mala impre­
sión, que la conducta de algunos de sus dirigidos
^produjo en nuestro público... (...) Sepermitieron
el lujo de decir, que todos eran unos ignorantes y
que por aquí no se conocía elfútbol. Y estas cosas
no he sido informado, porque esas expresiones se
las oí, entre otros, a Mediavilla... ^P§
La primera muestra de problemas coloco-
linos con la prensa.
Durante meses, los reclamos de la Liga
Temuco sólo pedían un castigo para los infrac­
tores. Finalmente, Colo-Colo recibió una recon­
vención verbal, ya que se consideró que no
había actuado del todo mal, al ver la presencia
de Schneeberger y Linford en los viajeros al
[Viejo Continente.
También, a la hora de definir la situación
colocolina, pesó el hecho que la delegación
estuviera en gira. ¿Para qué ocasionar problemas
a una institución que estaba prestigiando al
fútbol chileno en el extranjero?
Así vivió Colo-Colo la gira al sur del año
1927.
Aprendiendo lecciones en la planificación
de partidos.
3.3 La gira hasta el Caribe
El “Venezuela” surcó las aguas chilenas
con los jóvenes colocolinos a bordo. El año
anterior, por estas fechas, Colo-Colo se daba a
conocer en el sur de Chile. ¿Por qué no hacerlo
ahora en el norte? Con esa idea, los albos apro­
vecharon los desembarcos del vapor para pre­
sentarse en Antofagasta e Iquique.
El martes 4 de enero Colo-Colo debutó
en Antofagasta, frente a la selección de la liga
local. Se llegó a la ciudad ese misino día a las
dos de la tarde. Hasta las cuatro pasearon por
la ciudad, y a las cinco entraron al campo de
juego.
Ante más de tres mil personas en el Spor-
ting Club, el partido empezó con una descon­
certante actuación de Colo-Colo. No era para
menos: no estaban acostumbrados a jugar en
canchas de arena suelta, por lo que los primeros
minutos el dominio del balón correspondió al
cuadro local í^). El resultado final fue un justo
empate a uno (cabezazo de Schneeberger), no
logrando los colocolinos cambiar el marcador:
una vez obtenido el gol del empate, los locales
se replegaron. El partido tuvo varios reclamos
por el uso excesivo de las manos por parte de
los albos, quienes tuvieron como figuras a Poirier,
González y Saavedra. Luego del partido fueron
atendidos con una comida, para dejar el puerto
entre aplausos a las ocho de la noche.
Ese partido en Antofagasta tuvo un hecho
especial. David Arellano decidió no jugar (se­
guramente para darle oportunidad a otros), por
lo que la capitanía del equipo era incierta. Sin
embargo, el propio David decidió el asunto. Se
acercó a Saavedra y le dijo: “Mira, negro, tú vas
a capitanear el equipo hoy día, y acuérdate que
hay que agregar un eslabón más a la cadena de
triunfos de mi querido club, y si algún día yo falto
tú tendrás que sustituirme”¡ü| Saavedra nunca
olvidó estas palabras. Meses más tarde, se vería
obligado a recordarlas...
Por otro lado, la actuación del cuadro no
convenció a los locales. El corresponsal que
envió el diario El Tarapacá, de Iquique, indicó
que “el team visitante no constituye una gran
novedad”, y que: “salvo tres a cuatro figuras, no
hay en el cuadro nada de extraordinario ”, pese a
reconocer que influyó en algo la cancha de tierra
suelta, y que en el segundo tiempo los santia-
guinos se veían muy cansados Wk,
Al día siguiente, el Club Hípico de Iquique
fue el sitio encargado para que Colo-Golo de­
butara en esa ciudad. Fueron cerca de 12 mil
los espectadores que presenciaron el enfrenta­
miento de la Liga Tarapacá (que tenía jugadores
101
 de varias oficnas salitreras y mineras) con los
viajeros.
Tras un primer tiempo donde los iquique-
ños van ganando 2 a 0, én gran parte por jugar
otra vez en una cancha con arena, los albos
reaccionan en el segundo lapso, aunque con
polémica incluida. Manuel Guerrero, que ofi­
ciaba de árbitro, anuló un gol a los nortinos
por un off-side protestado por el público. Luego,
Colo-Colo obtiene un descuento tras un
empujón de Bravo al portero, ya que en esa
época no existía la regla que impide cargar al
arquero. Poco tiempo después, Schneeberger
logra el empate a 2 , enfureciendo a los hinchas
quienes estallan en el minuto 85, cuando luego
de haber recibido un fbul Poirier toma la pelota
con la mano en el área, ocasionando los reclamos
por el supuesto penal. Algunos espectadores
entran a la cancha y tratan de golpear a los
blancos, dejando atónitos a los pocos policías
presentes que evitan que los colocolinos termi­
naran heridos de gravedad.
Ayudados por el árbitro, tramposos y no
juegan bien. Esa fue la visión que generó Colo-
Colo en Iquique. Si bien se podían defender
de algunas de esas acusaciones, como lo de usar
la picardía cuando de ocupar la mano y los pies
se trataba, nada evitó que los comentarios sobre
la última actuación en Chile recordaran los
obtenidos en Valparaíso. El corresponsal de El
Mercurio en Iquique finalizó su despacho con
una frase lapidaria: “La impresión dominante es
que el team chileno, desgraciadamente, no hará,
un buen papel en el extranjero" ÜL Además, la
gente de la Liga Tarapacá se declaró ganador
del partido, recibiendo rápidamente telegramas
de felicitación desde Valparaíso por haber ob­
tenido el “triunfo” más importante en su historia
) futbolística (10).
Los albos se fueron tristes. Aunque hicie­
ron buenas migas con los deportistas locales,
que reconocieron la validez del empate, la
experiencia final los dejó con un sabor amargo
al ver la actuación del público contra ellos.
Dejaron Iquique a las 20.15 horas.
El “Venezuela” siguió su viaje. En el barco
mismo los colocolinos realizaban ejercicios para
mantener el estado físico, al mismo tiempo que
jugaban póquer, tocaban guitarra, cantaban y
bailaban cuecas. En Moliendo, único puerto
peruano que conoció la delegación, los guardias
los revisaron fríamente. Sólo las vendedoras de
fruta y de pieles lograron alguna simpatía con
los chilenos.
Cuando el aburrimiento calaba hondo, el
barco llegó finalmente a Ecuador el miércoles
12 de enero, arribando a Guayaquil a la 1.30
de la noche, cuando no había nadie en el puerto
que los pudiera atender o recibir. De hecho, los
colocolinos debieron quedarse en el barco hasta
las 8 de la mañana.
La cordialidad de los ecuatorianos hizo
olvidar los malos ratos pasados en el norte.
Estudiantes chilenos los saludaron, mientras
que fueron recibidos por el cónsul chileno (Luis
Tello), el presidente de la Federación de Football
de Ecuador (Carlos Puig), el mandamás de la
Federación de Guayas (Heleodoro Castro),
periodistas, fotógrafos y curiosos. La expectación
era tan grande que las actividades portuarias se
detuvieron al verlos llegar. La gente los acompañó
hasta el mismo hotel Ritz. Debe haber sido tan
grata la acogida que los chilenos no tuvieron
problemas en pactar un “debut” para esa misma
tarde: un partido informal de entrenamiento,
de veinte minutos por lado, que sirvió para
conocer la cancha. Lo curioso fue que hubo
mucha gente en las tribunas del estadio, el
American Park, para ver como los chilenos
estiraban las piernas.
Tiempo atrás había ido a Ecuador ¿1Arturo
Prat de Valparaíso, que había dejando en alto
el prestigio del fútbol chileno Así, los
ecuatorianos daban por hecho que Colo-Colo
ganaría fácilmente, pero para ellos lo importante
era ver un equipo del cuál se podía aprender
mucho, y que tenía figuras conocidas como el
“maestro” Guerrero o “cabeza mágica” Poirier.
Además, sabían que era un combinado chileno
bajo el nombre del club. Un diario señaló:
“Seguiremos llamando con él nombre del Club
(que es glorioso nombre de una de las grandes
figuras delpasado de Chile) Colo-Colo, al equipo
representativo delfútbol chileno... ”(12). Por otro
 lado, Carlos Carióla era reconocido como pe-. en partidos internacionales jugados en el exte­
’riodista, intelectual de fama y gran hombre de rior. El rival fue el débil cuadro del Norteamérica
teatro, ayudando a que la delegación tuviera (que en las crónicas aparece sólo como América),
más prestigio. teniendo buen público en las tribunas pese a
ser día laboral, ya que muchas
fábricas, empresas o negocios
debieron dar la tarde libre a sus
empleados para que asistieran.
Colo-Colo rápidamente se
ganó aplausos: un ramo de flores
para el capitán del Norteamérica
(el arquero José Egas), las banderas
ecuatorianas y chilenas enarbo-
ladas, más muchos saludos para
la galería. Subiabre, reserva en
este partido, salió al campo de
juego con la camiseta de Chile,
ganando más aplausos en reco­
nocimiento a la gran actuación
en el sudamericano pasado. El
34. La delegación alba llega a Guayaquil, Ecuador. En lafila inferior se ve a Alberto
Arellano, Francisco Arellano, David Arellano, Togo Bascuñan y Humberto Moreno. equipo recibió a cambio un her­
En lafila centralse ve a Óscar González (apoyado en elpilar), M anuel Guerrero, moso banderín, y eligió partir
José Miguel Olguín, Carlos Schneeberger, Guillermo Saavedra, Ida Vergara de Carióla,
Carlos Carióla, Luis Bustatnante, M anuel Bravo, Guillermo Subiabre, Roberto jugando de Oeste a Este.
Cortés, Víctor Moralesy Alberto Párodi. En lasfilas superiores sepuede reconocerá
Ulisés Poirier, Horacio Muñoz, Waldo Sarihueza, José Roseta, Ernesto Chaparro y El debut fue una brillante
M anuel Figueroa. exhibición chilena, tal como se
preveía. Luego de un preliminar
Lamentablemente para la gente de Gua­ entre infantiles ecuatorianos arbitrado por Waldo
yaquil sus equipos no estaban bien preparados Sanhueza, Colo-Colo ofreció “superioridad
y los mejores equipos de la Federación del física y técnica”, “limpieza y seguridad” y “preci­
Guayas no podían jugar, ya que los campeones sión de suspases medidos, bajos y elegantes”
de 1925, el Córdoba y el Packard, estaban Norteamérica entró cohibido por la supuesta
castigados y desafiliados respectivamente. superioridad chilena, aparte de no contar con
El jueves 13 los chilenos pasearon por la dos de sus mejores jugadores.
ciudad, compraron encargos y disfrutaron del Colo-Colo ganó por 7 a 0, obteniendo el
Museo y Biblioteca de Guayaquil, para luego aplauso unánime. Olguín marcó el primer gol
asistir a una exposición de pinturas. Al día en el extranjero, con un tiro esquinado a los
siguiente visitaron algunas y la catedral. Luego nueve minutos. El primer tiempo terminó 6 a
del almuerzo y un breve descanso junto al cónsul 0 , por lo que en el segundo lapso los albos no
chileno (quién les facilitó una bandera ecuato­ se esforzaron para no humillar a los locales, en
riana), en la tarde de ese 14 de enero de 1927 una actitud reprochada por parte del público.
Colo-Colo debutó en tierra extranjera. Al final del partido los chilenos recibieron
Roberto Cortés; Ulises Poirier, Manuel una ovación, sumada a una copa donada por
Figueroa; Francisco Arellano, Guillermo Saave­ el diario La Nación. El Telégrafo de Guayaquil
dra, Víctor Morales; Carlos Schneeberger, Hum­ señaló al día siguiente: “Cuando losfiitbolistas
berto Moreno, Horacio Muñoz, David Arellano chilenos terminaron elpartido, en momentos en
y José Miguel Olguín fueron los once hombres que salían del campo, una inmensa gritería atro­
encargados de abrir la historia de Colo-Colo naba el espacio, eran los grandes gritos de aplauso

103

35. Debut internacional de Colo-Colo en el extranjero. Arriba:
Waldo Sanhueza, Francisco Arellano, Roberto Cortés, M anuel
Figueroa, Guillermo Saavedra, Víctor Morales, UUses Poirier y
José Rossetti. Abajo: Humberto Moreno, Horacio Muñoz, Carlos
Schneeberger, D avid Arellano y José Miguel Olguin. Este equipo
derrotó por 7 a Oal Norteamérica.
a losfutbolistas chilenosy un reconocimiento a su
labor. Esa apoteosis duró algunos minutos”^ .
El reconocimiento del público ecuatoriano
quedó reflejado en otros párrafos:
"Damos las más calurosasfelicitaciones por
la excelencia de su juego al equipo visitante y le
manifestamos que su corrección para jugar es la
mayor alegría que han podido damos a todos los
ecuatorianos”S 5).
La alegría por el triunfo hizo que los
colocolinos crearan una canción festiva de gue­
rra. La llamada “Canción guerrera del Colo
Colo” se escuchó incesantemente en el Ritz esa
noche, con una letra que decía así:
“ Que viva el Colo Colo / con sus jugadores
/con sus socios activos / y cooperadores.
CORO: Chútale, chútale, chútale / chútale, chútale
algol / Chútale arribay abajo / al ladoy al rincón.
De sus cinco forwards / son los más ligeros
/que en combinaciones / baten al arquero.
CORO: Chútale, chútale, chútale...
Son sus tres halfbacks / unos incansables /en
combinaciones / no los pasa nadie
CORO: Chútale, chútale, chútale...
De sus dos backs / son fuertes murallas /
104
en combinaciones / con el guardavalla.
CORO: Chútale, chútale, chútale....”^ .
El coro, “Chútale, chútale...”, reproducía
uno de los gritos típicos del público chileno en
el estadio, siendo otro el “échale, Colo-Colo”
La revancha se pactó para el día siguiente,
ya que los pasajes para dejar Ecuador estaban
comprados para ese día en la noche. Hubo
gestiones para que Colo-Colo se presentara en
Quito, pero la falta de voluntad del gobierno
local para poner un tren a disposición de los
chilenos o bajar los pasajes lo impidió.
Para presentar un rival más competitivo
la Federación Deportiva del Guayas levantó
provisoriamente el castigo al Córdoba, que se
reforzó con jugadores del Racing, generando
una mayor interés por el segundo partido de
Colo-Colo en Ecuador. El público deseaba ver
lavado el honor de su fútbol o, por lo menos,
no presenciar una derrota tan estrepitosa como
la del Norteamérica.
El sábado 15 se jugó en el mismo estadio.
El partido comenzó a las 4.00 PM y el primer
tiempo pareció darles la razón a los ecuatorianos,
ya que terminó con un 2 a 0 en contra de los
locales, siendo uno de los goles un error del
portero Icaza que envió dentro del arco el balón
tras un córner. Sin embargo, la cosa cambió en
el segundo tiempo, “en gran parte a que Subiabre
pasó al ala derecha y Chaparro de ínter, lo que
mejoró notablemente el quinteto ofensivo”según
el juicio de Manuel Bravo compartido por los
ecuatorianos (18\ Colo-Colo volvió a ser la
máquina goleadora del primer partido, marcan­
do el 7 a 0 final, igual marcador que había
logrado en uno de sus partidos el Arturo Prat
y el mismo del día anterior.
Se repitieron los aplausos para la visita
por parte de los casi 4 mil espectadores, aunque
los locales se quejaron del arbitraje de Waldo
Sanhueza. Los mayores halagos fueron para
David Arellano (el mejor de los chilenos), Saave­
dra, Morales, Subiabre y Olguín. Aunque Ma­
nuel Bravo hizo un buen partido, algunos ecua­
torianos extrañaron a Schneeberger, ya que se
 pudo leer que el delantero centro fue “muy 3.4 La “brava” en Cuba
minferior al alemán del viernes” Ow*
El nivel futbolístico ecuatoriano fue apre- En el mar caribeño dos días seguidos de
ciado por los chilenos como una fuerza en fuerte temporal remecieron por completo al
■ potencia, a la que le faltaba el roce y la picardía. barco. De los veinte jugadores y casi diez diri­
■ En otras palabras, Ecuador fue apreciado de la gentes, sólo Saavedra, Muñoz, González, Gue­
■ misma forma que Chile antes que comenzara rrero, Sanhueza, Morales, David y Rosetti se
I a aprender y asimilar el juego de los argentinos libraron del mareo.
I y uruguayos. Carlos Carióla señaló: “Hay pasta En el viaje mismo los jugadores y la dele­
m (...) Es urgente que tengan como nosotros un Rosetti gación no estaban muy a gusto: en el barco los
I y puedan llegar a buen sitio ”, mientras que para pasajeros sólo hablaban inglés (excepto un tal
los ecuatorianos la gran lección de Colo-Colo Mister Anderson, que había vivido en Valparaí­
I fiie mostrar que el fútbol se juega “con la bola so), mientras que los mozos eran chinos. Ade­
| lo más cerca del suelo que se pueda” (2°). más, el aspecto de los eolocolinos llamaba la
El nuevo transporte que sacó a los chilenos atención a los turistas, especialmente los de
de Ecuador fue el vapor “León XIII”, que zarpó González y Subiabre, los más morenos de la
después de la medianoche, tiempo suficiente delegación.
para que los ecuatorianos le dieran una gran A pocos días de llegar a Cuba, el capitán
despedida a la delegación chilena. En el Teatro del barco organizó la fiesta en honor al final del
Olmeda se realizó una función de gala en honor viaje. Allí, pese a todo, los principales agasajados
a Colo-Colo. fueron los chilenos, llamados “los gatitos”,
En las primeras horas del domingo 16 de compartiendo canciones y bailes con el resto
enero, los chilenos dejaron Ecuador con destino de los viajeros. De hecho, David Arellano, en
a la “isla grande”: Cuba. agradecimiento a las atenciones, cantó una
El “León XIII” surcó las aguas del Pacífico, tonada chilena. Los norteamericanos quedaron
para llegar al Canal de Panamá. Arriba del barco, maravillados con la canción, respondiendo,
la delegación tenía gran camaradería. David y liderados por Mr. Anderson, con un sonoro
Manuel Figueroa, por ejemplo, conversaron “¡Viva Chile!”. Curioso, considerando que mu­
con Manuel Guerrero sobre su evolución dentro chos oían por primera vez la palabra “Chile”
de las canchas. Primero arquero, luego portero con un significado diferente al del ají mexicano.
internacional, después guardalíneas internacional El barco llegó a Cuba el lunes 24 de enero,
y, en la gira, árbitro internacional. Carlos Carióla siendo recibidos por el cónsul de Chile, Luis
escuchó la conversación, acotando una broma Rencoret, acompañado además por dirigentes,
que sacó sonrisas: “No hay duda..., es un 'guerrero deportistas, periodistas, fotógrafos y una fuerte
internacional” f2¥. lluvia. Se hospedaron rápidamente en el hotel
Una vez cruzado el Canal de Panamá, en Palacio Torregrosa.
el puerto de Colón cambiaron de nave para Hubo expectación y cariño para los viajeros
cruzar el Atlántico y adentrarse en el Mar del en La Habana, en especial porque venían de
Caribe. Ahora, un nuevo vapor llamado “Vene­ un país del cual no se sabía mucho. El fútbol
zuela”, propiedad de la Panamá Mail Co., fue tampoco era el fuerte de la isla, ya que la in­
el encargado de llevarlos rumbo a Cuba. fluencia de Estados Unidos llevaba las preferen­
cias deportivas hacia el béisbol y el básquetbol.
Incluso la cancha en que jugó Colo-Colo, Al-
mendares Park, tenía excelentes camarines,
buenas y cómodas tribunas, pero un pequeño
problema: era mitad de pasto y mitad de tierra,
ya que contaba con el diamante para la práctica

105
del béisbol.
En los días siguientes, la delegación chilena
conoció la ciudad, el campo de juego y las
escuelas cubanas. Los maestros chilenos, enca­
bezados por /os Arellano, deseaban, asi como
en Ecuador, aprender métodos, estilos y técnicas
de enseñanza, además de comparar la educación
chilena y la de otros países (221.
Los clubes de fútbol cubanos más impor­
tantes estaban formados por extranjeros, desta­
cando de manera especial la influencia española.
El primer rival de Colo-Golo se llamaba Iberia,
y se presentó a jugar con varios refuerzos de
otro club de ascendencia hispana, el Juventud
Asturias o Juventud asturiana. Así, el combinado
Iberia-Asturias, o "Selección de La Habana”,
fue el primer equipo que enfrentó a los albos.
El viernes 28 de enero, los jugadores asis­
tieron al desfile en honor del natalicio del procer
cubano José Martí. No fue lo único que hicieron.
Ese día fue la fecha para el debut de Colo-Colo
en tierras cubanas.
El resultado dejó perplejos a los locales: 4
a 1 en favor de la visita. Pese a que los cubanos
no realizaron un mal partido, la mayor precisión,
juego colectivo y rapidez de los chilenos terminó
por imponerse a fuerza de goles.
Se pactó la revancha para el domingo 30
de enero. Se jugaría frente al poderoso Sport
Fortuna, que tenía en sus filas a dos jugadores
provenientes del Athletic de Madrid, aparte de
hombres del Barcelona, polacos y checoslovacos,
36. Parte de la delegación posapara la posteridad en La Habana,
Cuba, can las camisetas deportivasy pantalones de vestir. Arriba:
Waldo Sanhiteza, Jorge Linford, Víctor Morales, Manuel Guerrero,
Carlos Schneeberger, Togo Bascuñany Guillermo. Subiabre.
Abajo: José M iguel Olvuín, Óscar González, Roberto Cortés,
Francisco Arellano y D avid Arellano.
los que intentaban recuperar para el Fortuna el
campeonato de fútbol, perdido ante el Iberia^
el año anterior.
El sábado 29 Colo-Colo aprovechó paiJ|
conocer ía catedral de La Habana. El domingcl
30, en el mismo Almendares Park, se jugó la
revancha.
Y vino la vergüenza...
Desde el sábado había comenzado una
verdadera guerra sicológica contra Colo-Colo.
A la delegación se le hacían llegar comentarios
amenazadores, tratando de amedrentarlos antes
del encuentro. Como si esto fuera poco, algunos
jugadores chilenos escucharon, sin querer, una
conversación entre hinchas del Fortuna. En
ésta, los fortunistas insistían que a los chilenos
había que ganarles como fuera, ya que por el
nivel mostrado contra el Iberia, parecía que
limpiamente no se les podría ganar.
El día del partido, los jugadores llegaron!!
a la cancha acompañados de jugadores del Iberia
y del Asturias, más otros cubanos, quienes veían
venir lo peor para el conjunto chileno. Veían •
venir una “brava”, o un partido con el resultado
arreglado.
Los chilenos, al ver la situación, quisieron
nombrar como árbitro a Guerrero, a lo que los
cubanos, liderados por Mr. Campbell (presidente
de la Federación de Fútbol), se negaron, nom­
brando como juez al Señor Naff, un árbitro
conocido por sus inclinaciones hacia el Fortuna,
aparte de tener la fama de ser capaz de cualquier
cosa con tal que un equipo cubano ganara. ¿Un
ejemplo? El había arbitrado un partido entre
un equipo cubano contra el Nacional de Mon­
tevideo, ganado los locales por 4 a 2 .
Se inició el encuentro con dominio de
Colo-Colo, aunque los del Fortuna comenzaron
a presionar. Y aparecieron los extraños pitazos
del árbitro: cada avance de los chilenos qué
traspasaba la línea central era sancionado como
mano, off-side o foul.
Comer para el Fortuna. El delantero es­
trella de los locales, Cosme, saltó a cabecear y,
a juicio de Carlos Carióla, empujó a Cortés
dentro del arco, marcando el tanto inicial.
Los chilenos se enardecieron. Empezaron
i atacar u n a y o tra vez, sin contrapeso. Siguieron
lo s c o b ro s e x tra ñ o s , p e ro e l á rb itro n o p u d o
a ric a r q u e los chileno s pisaran el área rival. C ada
(«en tro , pase o c o m b in a c ió n qu e in te n taro n los
o d íe n o s e ra in te rru m p id o p o r u n a m an o fo rtu -
nista, las cuales n o era n cobradas. H asta que se
G p rod u jo u n a ta n e vid e n te qu e te rm in ó en tiro
ttrre . C o n cinco hom bres en la barrera, González
se p u so fre n te al b a ló n y lanzó m agistralm ente:
■ d e jó al a rq u e ro lan zad o hacia u n lado del arco,
fc a ie n tr a s la pelota entraba po r el sector contrario.
1 a 1 te rm in ó la p rim e ra etapa.
E n e l se g u n d o tie m p o el F o rtu n a jug ó a
■ fa v o r d e l v ie n to . A ta q u e lim p io d el F o rtu n a,
h a sta q u e u n d e la n tero le d io u n a patada en el
■ e s t ó m a g o a S aaved ra, q u ién qu edó tend ido en
[ e l á re a . E l á r b itro c o rrió h a cia el área p ara
I c o b rar... ¡Penal!
El pú blico n o lo podía creer. Los jugadores
I ta m p o c o . D a v id A re lla n o perd ió la paciencia
I y, c o m o ca p itá n , lla m ó a sus com pañeros para
retirarse de la cancha. N o alcanzaron a salir del
I te r re n o . E l s e ñ o r C a m p b e ll y la p o lic ía los
■ r o d e a r o n , am enazán dolos con llevarlos presos
I p o r in c u m p lim ie n to de contrato.
L a fed eració n garantizó el cam bio de ár-
K b itro p ara seguir ju g an d o, pero fue para peor:
■ el n u e v o ju e z desig n ad o fu e Pérez, apodado
“K iló m e tro ”, arquero suplente del Fortuna.
Se lanzó el penal decretando el 2 a 1 para
K los locales. N o d u ró m ucho. Luego de precisas
I com b inaciones, Subiabre despachó un disparo
K qu e señaló el em pate a dos.
El n u evo árbitro cobró otro penal para el
I F o rtu n a sin ninguna razón aparente. 3 a 2. Los
I ch ilen o s atacaron , pero fu eron detenidos por
I u n juego brusco y violen to, que no tuvo repri-
[ m enda. L a vio len cia llegó a tal grado que M o-
I ren o quedó con u n ojo en tinta.
Y si algo faltaba para el escándalo, el árbitro
[ se encargó de ofrecerlo. En el área del Fortuna
el defensa Carlos D íaz tom ó claramente la pelota
c o n la m a n o , en u n penal visto p o r todo el
estadio. C u an do se esperaba el cobro, el árbitro
se d io v u e lta , a n te la m irada atón ita de los
chilenos y el público. “Kilómetro” Pérez, además,
term in ó el partido cuando faltaban aún cinco
m in u to s, señalados p o r el reloj O m ega oficial
del encuentro.
El público se retiró triste. Algunos se acer­
c a ro n a la delegación chilena para pedirles
disculpas. O tros los abrazaron como si les dieran
el pésame. El S ol de La Habana escribió al día
siguiente:
“A parte que es empobrecer nuestrasfuerzas
deportivas pensar que no somos capaces de vencerlos
,
deportivamente o hacer un gran papel al menos
a l lado de los jugadores del Colo-Colo.
-
Y hay aún dentro del terreno de “bravos”
- una manera más gallarda de vencerlos. ¿Para
qué utilizar al Fortuna, team que presume de
tanta ciencia y arte futbolísticos? Hubiera sido
mejor - si lo que se quería era vengar a los
-
españolistas enfrentar al Colo-Colo uno de
nuestros modestos equipos, cuanto más modesto
mejor, y un referee con la orden de entregar a los
de casa el match... ” il|
Curiosamente el partido contra el Fortuna
y sus comentarios posteriores no hicieron otra
cosa que favorecer la imagen de Colo-Colo. En
todas partes, los cubanos trataron de compensar
lo ocurrido en la cancha con variadas atenciones.
D urante casi una semana, los chilenos aprove­
charon su tiempo conociendo la isla, visitando
los cementerios, teatros, monumentos o museos.
Colo-Colo había realizado una impecable
misión como embajador. En terrenos donde un
país llamado C hile no significaba nada, Colo-
Colo hizo que se revisaran mejor los mapas. En
Cuba, po r ejemplo, antes de la ida de Colo-
C olo creían que Chile era una provincia argen­
tina (?), una provincia al sur de Venezuela (??),
o el nombre exótico de un club de fútbol uru­
guayo (???)
La presentación de Colo-Colo logró elo­
giosos comentarios del público y la prensa. El
M undo de La Habana comentó lo siguiente
luego del primer partido:
“Es todo un equipazo’. Tienen la escuela de
un buenfútbol. Traen mezclados el sistema sura-
mericano con el método’español, con una furia’
ordenada y con virtuosidad’en lasjugadas.
Un gran dominio de la pelota, un toque de
balón admirable, picardía en elpasey una táctica
107
 inteligente (...) La linea de medios es algo extraor­ en especial los sitios culturales e históricos,
dinario (. .) La zaga es sólida. Sin el patadón mientras que la expectación por el cuadro chi­
retumbante, recogeny entregan el balón a su com­ leno era increíble. Aparte del hecho que los
pañero mejor ubicado (...) El keeper Guerrero, de “cuates” casi no conocían algo sobre Chile, los
una serenidadpasmosa y con la vista clara’ cables provenientes de La Habana daban un
Y mientras los chilenos se sorprendierongran prestigio al elenco proveniente del sur.
al saber que un asesino apodado “el indio” era Este cartel fue ratificado en los entrenamientos
condenado a morir a garrotazos, también reci­ que el equipo llevó a cabo, mostrando rapidez
bieron el último disgusto. Los colocolinos in­ y técnica.
tentaron por todos los medios pactar una revan­ Un diario mexicano, El Excelsior, entregó
cha limpia, no obteniendo respuesta. Una vez el siguiente panorama previo al primer partido:
que ya estaban listos para dejar la isla, la “El entusiasmo que habíaporpresenciar lasproezas
Federación, sorpresivamente, ofreció un partido de losjugadores que integran el equipo chileno de
contra el Iberia, más una revancha con otro fútbol Colo-Colo quedó patentizado ayer en la
árbitro frente al Fortuna. Claro: sabían que los tarde al ver las tribunas del Parque España repletas
pasajes ya estaban comprados, y que los chilenos de público”
no podrían jugar esos partidos. Otro ejemplo lo dio el Universal Gráfico:
Además, era mejor prevenir... “Era tal el entusiasmo entre nuestros fanáticos,
que desde antes de que los chilenos llegaran a la
capital, ya había demanda de localidades, aunque
3.5 México: lindo y tan querido se ignoraban losprecios quefijaría la Federación
para el acontecimiento, que ha sobrepasado a
Los chilenos se embarcaron hacia México cuanto se esperaba”Í®$f;
el día 5 de febrero en el vapor francés “Espagne” Así, un estadio casi repleto fue testigo del
(“España”), La delegación fue despedida por primer partido albo en México. Colo-Colo
deportistas cubanos, quienes advertían que se regaló al capitán del Necaxa un hermoso ramo
los iban a comer a balazos de rosas, hecho que sorprendió a los mexicanos,
Se llegó a Veracruz el miércoles 9 de fe­ quienes no tenían idea de un gesto similar. Por
brero. Luego, los chilenos viajaron a Ciudad de esta actitud, Colo-Coló se ganó los primeros ¡
México pasando la noche en un tren sin camas, aplausos del partido.
llegando a la capital mexicana casi sin haber A las 3.45 PM se inició el partido con
dormido por el frío y la incomodidad. Manuel Bravo como guardalínea. Colo-Colo.
Ya en la capital azteca, los chilenos se respondió al entusiasmo del público venciendo
hospedaron en el hotel Reggis. La presencia por 3 a 0 al Necaxa en una victoria que tuvo
chilena fue advertida con un entusiasmo sufi­ varios elementos destacables. Primero, el resul­
ciente para que, el sábado 12 de febrero, Colo- tado, considerando el gran viaje y la altura de
Colo ya tuviera un rival para su primer encuen­ la capital mexicana. Segundo, el hecho que
tro: el Necaxa, campeón de México (en empate González se lesionó un tobillo a los pocos
con el Real España), que jugaría con algunos minutos de iniciarse el partido, mientras que
refuerzos. La cancha escogida para el encuentro Morales jugó con los tobillos hinchados. Tercero,
fue el Campo España: cómodo, excelente pasto, la gran actuación de Cortés en el arco quién
buenos camarines, buenos baños, capacidad atajó dos penales.
para cerca de 8.000 personas, con puestos de Poirier, como capitán de Colo-Colo,
frutas y refrescos, además de estar cerca de la recibió la “Copa Delta”. Al día siguiente, El
línea férrea. Todo un lujo. Excelsior comentó: “Muy pronto pudo apreciarse
Entre el 9 y el 11 de febrero, la delegación el dominio del team visitante (. ..) Se veía mayor
de Colo-Colo aprovechó para conocer la ciudad, rapidez en las combinaciones del team ‘Colo-

io8
 (Mo y una efectividad más grande en sus pases v ic to ria y la c o p a “C e rv e ra ” fu e ro n el R eal
Í L j El team visitante dejó satisfechos a los nume- España, en la prim era victo ria de un club m exi­
; aficionados por su rapidez, tanto en sus cano sobre u n equipo precedido de fam a inter­
nbinaciones como a la hora de los pases” ^ . nacional. Pero para nadie era u n m isterio que
Por o tro lad o, el U niversal G ráfico dijo: el resultado no había sido justo: “...con la fatiga
I ^Combinación, inteligencia en las jugadas y una que les robaba energías no pudieron más que
¡pcación digna de llam ar la atención, lo que, resignarse con una derrota que en nada amengua
nado a la extraordinaria ligereza del juego, sus méritos. Perdieron porque tuvieron mala suerte
p oncertó profundamente a los rayados. Hay (...) el resultado no es lo hubiera podido y merecido
ns que dijeron que el Necaxa jugó mal, como ser... ^¡08*
ttando de disculpar su derrota (...) La superio- En la tarde de ese dom ingo, los chilenos
ñdad del enemigo fue lo que les hizo jugar mal. fu e ro n los principales in vitad os para asistir a
t ío se juega mal por gusto...” un a corrida de toros.
La im presión que dejó C o lo -C o lo en sus
dos primeros partidos fue excelente, destacando
p o r su técnica, rapidez y limpieza.
El niño m exicano Fernando M arcos aún
estaba indeciso sobre ju g ar fú tb o l o béisbol,
hasta que vio a los albos araucanos:
“... vi jugar a Colo-Colo de Chile que me
descubrió un horizonte nuevo en elfátbol. Com­
parado con los bárbaros del fá tb o l mexicano,
aquellos ño parecían jugadores, sino juglares:
tocaban la pelota, la pasaban, hacían gambetas,
Y37. Debut en México, con victoria de 3 a o sobre el Necaxa.
\ Arriba: Carlos Schneeberger, José Rosetti, Horacio Muñoz, Ernesto tiraban, remataban de tijera, con la cabeza y,
mChaparro, VíctorMorales, Humberto Moreno, Guillermo Subiabre, cuando pegaban a un rival, lo hacían ladinamente,
I Ulises Poiriery Togo Bascuñan. Abajo: Roberto Cortés, Waldo
I Sanbueza, Manuel Bravo, Óscar Gonzálezy Alberto Areüano. a l tobillo y como quien no quiere la cosa: me
entusiasmaron a m íy a una enorme cantidad de
En la mañana del día siguiente, Colo- chamacos que estaban como yo. Pronto vimos en
IColo debió enfrentar al otro campeón de Méxi­ los llanos de la Teja a chicos que imitaban a
co, el Real España, compuesto principalmente Subiabre o a Arellano. Aquella visita fue como si,
por españoles. Sin embargo, para este partido encerrados en un cuarto cubierto de espesas cortinas,
los colocolinos no llegaron de la mejor manera. de pronto alguien las descorriera para mostramos
I Aparte de la altura mexicana, no se recuperaron un horizonte ilimitado hacía el cual podíamos,
| del todo tras haber jugado el día anterior. ¡debíamos!, encaminar nuestros p a s o s ” @ 2 ) .
El estadio estaba repleto existiendo incluso La delegación se dedicó en la semana
I reventa de entradas. Los del Real España toma- siguiente a conocer más de las tierras mexicanas,
I ron nota de lo visto el sábado, ya que Poirier y visitando la mansión de Hernán Cortés, la
I el capitán mexicano, Arechederra, se intercam- Escuela de Pintura al aire libre, la Cervecería
I biaron ramos de flores. Modelo S.A. (fabricante de las cervezas “Mode­
La poca fortuna, la altura y el cansancio lo” y “Corona”, donde recibieron hasta un
f hicieron que Colo-Colo cayera por la cuenta discurso de bienvenida), el Templo de Santo
mínima frente al Real España. Tras el dominio Domingo, el Colegio Militar de México, el
de los chilenos de gran parte del partido, a 10 Parque Chapultepec y hasta una función teatral
minutos del final una falla de Rosetti provocó en su honor, dada en el teatro Ideal. Para ter­
la jugada que terminó en un cabezazo de Miguel minar, el sábado visitaron el Jardín Zoológico
Giralt, macando el gol del triunfo local. La de Chapultepec.

109
 Carlos Carióla, por su parte, hacía gestio­
nes con la Federación de Fútbol de Estados
Unidos, con el fin de retrasar o evitar la gira
que la selección uruguaya tenía prevista para
tierras norteamericanas. El problema era que
la gira de los uruguayos a Estados Unidos no
dejaba rivales de categoría para un posible
periplo de Colo-Colo en esas tierras, el que se
realizaría después de terminado el paso por
México.
Sin embargo, no todo eran elogios para
los chilenos y su país. El doctor chileno José
María Gálvez dictó una conferencia donde
indicó que en Chile el 80% de la población era
indígena (gran insulto en la época), que la gran
industria de vinos chilena sólo emborrachaba
al pueblo y que la política era corrupta. Carlos
Carióla fu.e el encargado de responder en nombre
de la colonia chilena, mientras que a los juga­
dores se les impidió con pistola en mano que
abandonaran la conferencia para ir a dormir.
El domingo 20 de enero, en la mañana,
los colocolinos volvieron a pisar un campo de
juego, esta vez para enfrentar al América, refor­
zado con jugadores del Asturias, y que había
sido el cuadro campeón de los juegos centro­
americanos.
A pesar del juego fuerte de los mexicanos,
los colocolinos ganaron 6 a 1, con gran actuación
de David Arellano. Un estadio lleno, con altas
personalidades en las tribunas, ofreció una
ovación a los chilenos, quienes fueron aplaudidos
por la mayor concurrencia jamás vista en México
para el fútbol según los cronistas. En el partido,
los locales quisieron terminar antes de tiempo,
para evitar una mayor fatiga de los jugadores
de Colo-Colo, quienes estaban exhaustos a causa
del rápido juego que ofrecían en la cancha.
Como dato anecdótico, éste fue el primer par­
tido en que Colo-Colo ocupó otra camiseta en
su historia, ya que el color crema de la camiseta
del América obligó a los chilenos a usar camisetas
prestadas por el Necaxa.
Tras visitar los teatros, Xochimilco, la
Fábrica de Cigarrillos “El buen tono”, el Ce­
menterio de Dolores y leer algunos diarios
chilenos (donde recién se informaron de los
lio
partidos del “otro” Colo-Colo en Linares), el
martes 22 de febrero Colo-Colo jugó contra el
club México, venciendo por 3 a 1 con una
técnica elogiada por la prensa y el público. Colo-
Colo llevaba 8 partidos en el extranjero, con 6
victorias y 2 derrotas, 32 goles a favor y sólo 7
en contra.
Luego de este partido, los profesores de
la delegación chilena debieron solicitar la
extensión de su permiso para ausentarse de sus
funciones. Solucionados estos problemas la
delegación siguió conociendo México, que cada
día tenía algo nuevo que ofrecer. Las pirámides
aztecas, el Museo Arqueológico de Teotihuacán,
el Templo del Sol, un teatro al aire libre, la
Escuela de la Ciudad Muerta y el mercado
mexicano (donde conocieron los tamales, los
frijoles y productos increíbles a precios baratí­
simos) fueron algunas de las actividades del
grupo viajero.
Los partidos volvieron el viernes 25 de
febrero, cuando se ganó por 4 a 0 al poderoso
cuadro de Adante, campeón de la Liga Nacional
Obrera de México. Moreno fue el encargado
de servir un penal a favor del equipo albo, pero
lo lanzó intencionalmente fuera, ganándose una
ovación del público. A este detalle se le agregó
la pésima presentación del Atlante, tanto en
uniformes como en su juego brusco y malin­
tencionado.
Como había profesores en la delegación
Colo-Colo decidió preparar una velada literaria,
en la cual don Gaspar Mora y Carlos Carióla
disertaron, mientras los jugadores decidieron
cantar. Al día siguiente se visitó una escuela de
aviación.
El domingo 27 de febrero, se jugó el
último partido en Ciudad de México de esta
primera etapa frente al modesto Asturias,
penúltimo en la clasificación mexicana, jugando
a beneficio de la Casa de Salud de los Periodistas
locales. Nuevamente gran concurrencia, a pesar
de la creencia generalizada que una nueva go­
leada de Colo-Colo sería el marcador final. Tras
la ventaja para los albos marcada por Moreno,
el equipo juega muy confiado y no intenta
marcar más goles. Poco antes del final, una
pelota fácil para la defensa fue lanzada por escuelas y la ciudad alfarera de San Pedro.
Poirier contra su arco, marcando el tanto de la Poco público y la esperanza de un buen
agualdad definitiva. Un resultado totalmente resultado fue el panorama de la revancha, pero
fjógico. Colo-Colo intentó reaccionar, pero no las cosas no cambiaron para los locales: Colo-
alcanzó ni el tiempo ni la suerte. Los asturianos Colo venció 4 a 0. Mejor técnica, puntería y
celebraron como si hubieran ganado. rapidez eran las principales virtudes de los
Luego de visitar el Museo Nacional, la “araucanos”.
■delegación decidió cambiar de ciudad. La delegación debió volver ese mismo día
Tras un viaje iniciado ^ |j a Ciudad de México, pero
el día 28 de febrero, y que se produjo algo increíble.
consagró a saavedra como Los hombres de Guadalajara
| cam peón de dom inó, el pagaron a los chilenos en
martes 1 de marzo los chi- monedas tan pesadas que les
P. leños llegaron a Guadalajara, tom ó m ucho tiem po el
I una ciudad con 1.200 me- llegar con la bolsa a la es­
■ tros de altura menos que tación de ferrocarriles,
i C iudad de México, pero perdiendo el tren corres­
I contaba con un equipo que pondiente. Debieron que­
b siempre había ganado a los darse un día, visitando el
■ de la capital federal: su Jardín Zoológico y un mu­
V propia selección de Guada- seo. El martes 8 de marzo,
lajara, también llamada del mientras tanto, se aceptó en
HEstado de Jalisco. Chile la incorporación de­
El mismo día de la lle- finitiva de Ernesto Chaparro
38. Jugadores en el monumento a BenitoJuárez.
m gada los albos se movieron Arriba: Guillermo Saavedray FranciscoArellano. y Roberto Cortés a Colo-
■(desde la estación de tren al Centro:JoséMiguel Olgutn, Humberto Moreno Colo, provenientes de la
y David Arellano. Abajo: Víctor Morales. Como
■ H o tel Francés, y de ahí a la buenosprofesores, el viaje también sirviópara Liga Antofagasta.
I cancha del Atlas Football instruirse. La gira de Colo-Colo
■ C lu b para conocer el terreno. en México fue todo un
■ Volvieron al hotel y luego al estadio, debutando éxito, tanto en lo institucional como en lo
P en tierras de Jalisco el mismo día de la llegada deportivo, aparte de difundir positivamente la
■ y frente al seleccionado. imagen de Chile en el extranjero
Las instalaciones del Adas eran contradic- Los chilenos regresaron a Ciudad de
I tonas. Mientras que por un lado poseían exce- México para jugar sus últimos partidos en la
F lentes baños, un gran salón de baile, un cómodo capital azteca. En la estación de trenes los
■i gimnasio, excelentes jardines, buenas piscinas recibieron el matrimonio Carióla, además de
K y hasta canchas de tenis, por otro lado la cancha Subiabre, Bravo, Linford y Sanhueza, los pocos
■ de fútbol estaba en condiciones precarias, con afortunados que tomaron el tren correcto en
[ un terreno desnivelado, estrecha y con tribunas Guadalajara.
| defectuosas. Los resultados obtenidos generaron respeto
En un partido donde el mediocampo y admiración en los mexicanos hacia la
| compuesto por Francisco Arellano, Saavedra y delegación chilena, excepto por un detalle: los
I González destacó por su eficiencia, los chilenos aztecas no podían creer que en Chile no existía
I se impusieron por 4 a 1. Se pactó el desquite profesionalismo. Carlos Carióla escribiría que
para el jueves 3 de marzo con un día y medio los mexicanos encontraban ridicula la falta de
de descanso para reponer fuerzas. No hubo tal profesionalismo. David Arellano veía como no
’ reposo: el día 2 recorrieron Guadalajara, algunas estaba tan equivocado en sus ideas sobre el

III
 destino que debía to m ar el fútbol chileno. yoría aficionada, se la hanganado! (...) Futbolistas
El 8 de marzo Colo-Colo jugó en Ciudad deMéxico: Yaque ha ¡legado la ocasión de aprender
de México contra un combinado del México y algo que no sabéis, aprovechadla” (33).
del Necaxa. El resultado fue de 3 a 1 para los Los chilenos tom aron felices el barco
chilenos, con una pésima actuación del arquero porque deseaban estar en la tierra de los con­
local. quistadores y pisar suelo europeo. Desde que
Y mientras algunos jugadores se dirigieron
partieron de Veracruz pensaban que la expe­
a Veracruz para embarcarse a Europa, otros riencia sería inolvidable.
jugaron el viernes 11 de marzo frente a una No se equivocaron...
selección mexicana. Este rival, el últim o de
Colo-Colo en la capital, fue la selección del
Ejército y de la Armada (la Secretaría de Guerra 3.6 ¡Chilenos en Europa!
y Marina), con jugadores de varios clubes que
trabajaban para los uniformados, siendo casi El vapor francés “Cuba” avanzó por el
una verdadera selección mexicana. Pese al árbitro Océano Adámico hacia tierra europea. Su última
parcial y al juego brusco de los rivales, Colo- parada en continente americano fue una escala
Colo venció por 3 a 2. en Cuba. La delegación se deleitó comprando
La delegación se fue a Veracruz para cigarrillos y habanos en la breve estadía entre el
embarcarse originalmente hacia tierras francesas. 16 y 18 de marzo. También ocuparon su tiempo
Antes aprovecharon de conocer museos y otras para escribir a Chile y jugar un partido de en­
escuelas, especialmente el colegio “Gabriela trenamiento contra el Juventud Asturianas (re­
Mistral”. En el camino decidieron jugar en forzado con algunos chilenos), ganando 3 a 0.
Orizaba, un pueblo con 1.100 metros menos Viaje largo, pero sobretodo agotador. La
de altura que la capital y cuyo fútbol había cuota se redujo a cuatro “buenos estómagos”
salido varias veces campeón de México. Luego en alta mar, aunque incluso con estos inconve­
de hospedarse en el Hotel Diligencias, el sábado nientes los chilenos trataban de mantener un
12 de marzo Colo-Colo ganó al A .D .O . de estado físico acorde con las exigencias. Todos
Orizaba por 5 a 0. Al día siguiente se enfrentaron los días a las siete de la mañana la delegación
los mismos equipos en la revancha. Fue más realizaba en la cubierta una hora de gimnasia.
fácil: 8 a 0 en favor de los chilenos, con cinco Luego de esto venía un reponedor baño y el
goles de Subiabre, aunque se debió lamentar resto del día era libre para dedicarse a los pasa­
que Bascuñán se zafara un tobillo. tiempos favoritos: la lectura, los juegos de mesa
Por fin, el lunes 14 de marzo la delegación o la música.
de Colo-Colo dejó las tierras mexicanas, Mientras tanto, Tomás Olivos decidió
embarcada en el vapor “Cuba”. Numeroso volver a Chile, en tanto que en Nueva York
público fue a despedirlos y los colocolinos Alberto Parodi aún trataba de arreglar la situa­
podían sentirse satisfechos: habían dejado bien ción de Colo-Colo para una posible gira por
puesto el nombre de Chile, habían obtenido tierras norteamericanas.
grandes resultados deportivos y habían ganado El destino original del vapor “Cuba” era
trofeos, aunque se enorgullecían especialmente Francia, pero por motivos desconocidos el barco
por los comentarios ganados. En sus mentes finalizó su viaje en La Coruñá, España. Es
aún recordaban como un folleto repartido en posible pensar que este hecho se debió en gran
Orizaba (escrito por el comentarista Juan José) parte al ansia personal de los jugadores por ir
decía: “Una hermosa y provechosa ráfaga a la “Madre Patria”
futbolística cruza por los campos mexicanos (...) Esto quedó reflejado claramente en las
¡Que el Dios de los deportes bendiga a los palabras de Alberto Arellano:
Colocolinos, que creo que la bendición de la ma­ 1Ibamos a llegar a España, a satisfacer el

112
m h hermoso, el más santo anhelo de nuestra vida Entre losjugadores de Colo-Colo hay periodistas,
Ibamos a andar por las llanuras castellanas, profesores, estudiantesy obreros; espíritus avezados
¡B w las rutas de Don Quijote y Sancho; íbamos a en la lucha deportiva tanto como en la del trabajo
cmtemplar los molinos. Veríamos la tierra de la diario (...) Su juego es tranquilo, noble, seguro y
[Santa de Ávila; volveríamos por Galicia (...) nos brillante (...) Sus ataques son temiblesy sus defensas
éjpüsiariamos ante la belleza de Santiago de presentan una resistencia que agotan... ”07).
Compostela (...) Veríamos Madrid, la gran ciudad Al día siguiente el consulado chileno los
^faderna, llena de riqueza, arte y poderío y al recibió oficialmente con una pequeña ceremonia,
mmismo tiempo dueña de una tradición que no que tuvo su punto más emocionante con la
Wpasará jamás. canción nacional tocada en una pequeña vitrola.
* Tal vez podríamos ver los famosos Cafés, En la tarde, el Real Deportivo Español de La
ilustrados por sus grandes escritores; tal vez logra- Coruña (no confundir con el Español de Bar­
■ fiamos la mirada de alguna de esas chulas que celona, donde jugaba Zamora) los recibió en
mJUnan todas las zarzuelas (...) íbamos a estar en su sede social, al igual que el alcalde. Conocieron
mMspaña (...) Queríamos recogernos dentro de las instalaciones deportivas y el cómodo estadio,
Wpmotros mismospara entrar en el solar de nuestros entrenando brevemente.
Kl Mayores, nosotros, indianos remotos de un rincón El 30 de marzo, luego de un entrenamien­
I de América ”... . to matinal, se produjo la recepción oficial de la
El 28 de marzo de 1927, a las 22.30 horas, ciudad a los chilenos, con una comida del alcalde
kt delegación colocolina llegó a España. Primera realizada en el ayuntamiento coruñés. Los chi­
I vez que una delegación futbolística chilena lenos se esforzaron por adaptarse a los cambios
pisaba suelo europeo. Alberto Arellano recor- de horario, pero en especial debieron habituarse
I daría: “...fue un momento que casi nos impresionó, ai cambio de costumbres y de mentalidad. Se
I ante todo porque se trataba de la llegada alprimer sorprendían al ver cómo las mujeres realizaban
I puerto europeo y porque los viajeros nos brindaron “trabajos de hombres” (como el cargar las maletas
I una despedida con burras y saludos que se nos en los hoteles o llevar una carreta con arena),
B antojó sentimental ”@6). aprendieron vocablos nuevos y se deslumbraron
En La Coruña, Luis Bustamante, miembro al ver calles amplias y modernas, edificios y
| de la delegación chilena que se había adelantado monumentos. Carlos Carióla señaló otra cosa
I al resto para pactar los partidos, recibió a los novedosa: “...lo invitan a uno a tomar un trago
■ colocolinos acompañado del señor Ernesto y se lo pagan... ” La lluvia paró los paseos.
■Cádiz, cónsul chileno. A las doce de la noche ¡Y llegó el día del debut futbolístico!
I los jugadores estaban en la aduana donde tuvie- Domingo 3 de abril de 1927. Estadio
■ ron bastantes problemas con dos cosas: la can- Riazor, La Coruña liÉl
■ tidad de instrumentos musicales que traían y Colo-Colo sale a enfrentar al Eiriña de
■ los tabacos adquiridos en La Habana, ya que Pontevedra, adversario débil pero que había
■ España tenía prohibición de dejar entrar ciga- derrotado al Celta de Vigo y al Real La Coruña.
I rrillos extranjeros. Esa noche, una llovizna De hecho, esa tarde el Eiriña se reforzó con
■ recibió a los chilenos, quienes raudamente se jugadores del Celta de Vigo y del club Alfonso
■ dirigieron a su hotel. XIII. Numeroso público en las galerías esperaba
El ambiente en La Coruña era grato y confiado una victoria local. En Colo-Colo, en
■cariñoso con los chilenos. Un periódico local cambio, la situación era distinta. Bascuñán y
■ escribió a su llegada: Figueroa estaban lesionados, pasando Linford
“El equipo chileno (. . .) es algo más que un a la defensa. Sanhueza fue el árbitro.
I simple conjunto de hombres dedicados alfútbol A las cuatro y media de la tarde se inició
I (,..)La muchachada chilena viene también a el pleito. Cortés; Linford, Poirier; González,
■ conocer España, la tierra de sus antepasados (...) Saavedra, F. Arellano; Moreno, Muñoz, Subia-

113
 bre, D . A re lla n o y O lg u ín fu e ro n los on ce
hom bres encargados de abrir la historia fu tb o­
lística colocolin a y chilena en tierras del V iejo
M un d o. En las galerías, C arlos C arióla recibió
las “tra n q u iliz a d o ra s ” p alab ras d el p ú b lic o
español, que le señalaban com o Boca Ju n iors
h a b ía p erd id o en L a C o ru ñ a , m ien tras que
U ruguay había em patado. T am bién confiaban
los españoles en que el largo viaje había “desen­
trenado” a los albos.
Las prim eras acciones le dieron la razón
al público español, ya que fue Eiriña el encargado
de abrir la cuenta. C o lo -C o lo reaccionó y casi
al terminar la primera etapa el marcador señalaba
un vibrante em pate a 3, pero “...de salida, y en
una jugada monstruo en la que intervino todo el
ataque chileno, David Arellano marca el cuarto
y último goal de la tarde ”, com o señaló la revista
española Stadium que agregaría: “El cuarto
goalfue obra de todo el adelante, fue algo asom­
broso. Parodiando unafasefamosa, en su ejecución
pasó ayer por Riazor una ráfaga olímpica” (4l).
Ese cuarto gol de C o lo -C o lo fue una ver­
dadera joya: los cinco delanteros tocaron y
combinaron, sin que ningún español participara
de la jugada. Varios hinchas locales opinaron
que todo lo anterior había sido un “tongo” po r
parte de los colocolinos, ya que parecía que sólo
bastaba con que los delanteros se pusieran de
acuerdo para anotar un tanto. Según los hinchas,
las jugadas del prim er tiem po habían sido una
39. D avid Arellano salta a cabecear con un defensa del Español de La Coruña. A la expectativa,
elpenquista Horacio M uñoz
114
actuación falsa de los chilenos, quienes preten­
dían parecer débiles.
A sí, el prim er tiem po term inó con el que
sería el resultado defin itivo : 4 a 3 en fa vo r de
los chilenos.
P rim er p a rtid o y una herm osa victo ria.
C o lo -C o lo fue ovacionado en tod o m om en to
p o r el respetuoso público español, dejando una
grata impresión, aun cuando en el prim er tiempo
costó que el equipo retom ara el ritm o com pe­
titivo, y pese a los reclam os con tra el arbitraje
de W aldo Sanhueza, quien “no vio todo;favoreció
a los suyos”
Los d iarios y p u blicacio nes dep ortivas
alabaron el pase corto practicado p o r los chile­
nos, la rapidez de las jugadas y la gran actuación
de Saavedra, el m ejor mediocampista que había
jugad o en La C o ru ñ a según Stadium . Pese a
tener una delantera más destacada que la de
Boca juniors según algunas opiniones, también
hubo comentarios que describían a los chilenos
com o un equipo que jug ó asustado, debido a
la poca experiencia internacional.
U n justo descanso, conocer la ciudad, ir
al cine y de vuelta a la cancha. Pero el segundo
partido era otra cosa. El rival era un conjunto
de categoría, el Real D eportivo Español de La
C o ru ñ a, el m ism o cuadro al que se le había
visitado la sede social el segundo día de estadía.
El jueves 7 de abril se p ro dujo el encuentro,
con menos gente en el estadio, debido tanto a
la ausencia de algunas fi­
guras de ios locales como
a una tarde fría.
Desde el inicio las
cosas no se dieron para los
chilenos, incluso en de­
talles tan pequeños como
el haber olvidado la ban­
dera chilena en el hotel,
siendo la prim era vez en
tod a la gira que C o lo -
C olo salió a la cancha sin
ella. No sería una tarde
para los albos.
El partido term inó
2 a 0 en favor de los co­
-iñeses, pese a que los chilenos dominaron el fue la fecha para la despedida de los albos, con
■ pindó tiempo. Se repitió un problema “clási- poca gente en el Riazor ya que el resultado del
sa de los equipos chilenos: la falta de finiquito, partido anterior había desalentado a la afición.
■ e incluyó un penal desperdiciado. Subiabre, Un penal, por una clara zancadilla en el
¿ v e r que sus compañeros en la delantera no área, genera el 1 a 0 en favor de los locales. Pero
■Unían suerte, trató de jugar individualmente Schneeberger, luego de un centro de Olguín,
■ B ando algunos aplausos y mostrando un amor aprovecha la ocasión para marcar el empate a
propio mayor que el resto. uno transitorio. Lamentablemente el árbitro
1 El juego mostrado fue pobre y la actuación París cobra una mano involuntaria en el área,
a m o árbitro de Guerrero generó fuertes críticas, dando un segundo penal para los locales que
I p que los locales consideraron mal cobrado el les permite la ventaja con la que finalizan los
penal que desperdiciarían los chilenos. Lo más primeros 45 minutos. Sin embargo, los albos
lamentable de todo no fue la derrota, sino la juegan mejor en la reanudación, terminando la
I lesión de Guillermo Saavedra, que lo tuvo más brega con un empate a 2 y dejando una grata
de un mes fuera de las canchas. Saavedra, junto impresión: “Los chilenos tuvieron una actuación
I con el “mono” Arellano, había sido figura en el más seria, jugaron con fogosidad, que denotaba
Hoicuentro. un entusiasmo sin límites el deseo de reivindicarse
La crítica del encuentro fue muy clara: de las anteriores pruebas (...) El equipo del Colo-
“Hablemos con franqueza: en este segundo Colo pareció, por su más galano juego y por la
■ tiempo, el Colo-Colo mereció marcar algún tanto acometividad desplegada, otro club distinto (...)
Unfútbol anticuado, de los tiemposprimitivos El domingo el Colo-Colo brilló como un astro de
1 de este deporte (...) Los medios indicados, Arellano primera magnitud” (44).
B t Saavedra, tanto facilitando la obra de ataque Por su parte, la revista El Balón de La
| como ayudando a los defensas, mostráronse siempre Coruña escribió: “Mañana saldrá este equipo
■ como dos soberbios del balompié. El derecho, de para Portugal. Dejan entre nosotros un recuerdo
I poca estatura, tiene una agilidad fantástica, es amabilísimo, por el hermoso juego que practican
I una ardilla; es incansable y lucha también con y por su proceder caballeroso (...) Que lleven un
pundonor. feliz viaje” &).
Elfútbol para él no tiene secretos. Ha sido En la misma noche del 10 de abril, el
■ uno de los que más gustaron entre los equipiers hotel se vistió de gala, ya que hubo una pequeña
^mamericanos; y el centro medio, el otro de los ‘héroes ceremonia en honor a la despedida del equipo
I del Colo-Colo lesionado y todo, hizo como aquél contando con la presencia del cónsul chileno y
L una magna labor (...) El refereeparcialisimo (...) su familia. Los dos momentos más emocionantes
■ Su actuación levantó protestas casi constantes de fueron el canto de la Canción Nacional por
I nuestro público” parte de los chilenos, más la interpretación de
Mientras estas cosas sucedían en la penín- Francisco y David Arellano de la tonada “Pobre
p sula ibérica, en Chile se organizó el fútbol, ya mi madre querida”.
| que la Federación dividió al país en 10 zonas. La Coruña alabó la técnica y el coraje
Santiago quedó en la quinta junto con la pro­ colocolino, aunque también criticó que los
vincia de O’Higgins, faltando sólo la fusión del chilenos practicaban un estilo de juego muy
fútbol capitalino. limpio, casi para damas. No sería la última vez
Disfrutar la ciudad y sus monumentos, que escucharían ese comentario...
ver la belleza de la mujer española, conocer el
mercado y el cementerio de La Coruña, entre
otras cosas, fueron las actividades que la dele­
gación realizó en espera del siguiente y último
partido en esa ciudad. El domingo 10 de abril

115
 3 .7 Portugal y Madrid
Seis horas de viaje. estuvo a su alcance para que los lusos se llevasen
Eso duró la travesía en ómnibus desde La la victoria. Al llegar el entretiempo, los dirigentes
Coruña hasta Tuy, localidad española donde portugueses con los que se había pactado el
partía el tren hacia Portugal. Incómoda jornada, cambio de árbitro desaparecieron del estadio,
que luego siguió en un rapidísimo tren que llegando dirigentes nuevos que no reconocieron
según los chilenos no llegaba a la velocidad del el acuerdo y que obligaron a los chilenos a seguir
expreso Santiago-Valparaíso. Dos cosas recom­ siendo arbitrados por Polonia. El juez siguió
pensaron lo extenuante del viaje. Primero, el con su actuación reprobable.
hermoso paisaje de las tierras españolas y por­ Pese a los grandes aplausos ganados, el
tuguesas. Segundo, un terreno que lucía orgu­ injusto resultado de 2 a 1 en contra dejaba en
lloso un letrero que señalaba: “Cultivado con mayor evidencia algo que ya lo habían vivido
nitrato de Chile”. Una de las últimas señales (y que lo seguirían viviendo): los europeos
positivas del salitre. ejercían un manejo y control sobre el arbitraje.
A las 19.30 horas del martes 12
de abril Colo-Colo llegó a Oporto,
alojándose en el Hotel Centro Ameri­
cano. Al día siguiente los albos salieron
a conocer la ciudad, visitando el teatro
municipal y las calles principales. En
la tarde de ese miércoles 13 de abril, a
menos de un día de llegar, la delegación
jugó su primer partido.
Cerca de 5.000 personas se dieron
cita para ver a los albos contra un
combinado de los clubes Port y Sal-
gueiros, jugando en el Campo do Co- 40. Equipo que enfrentó al combinado de Porto y Salgueirosen Oporto.
Arriba: FranciscoArellano, ManuelBravo, DavidArellano, Ernesto Chaparro,
velo. M anuel Guerrero, Jorge Linford, José Rosettiy Víctor Morales. Abajo:
Para la ocasión Colo-Colo tomó Guillermo
Olguín.
Subiabre, Garlos Schneeberger, Humberto Moreno y José Miguel

dos decisiones importantes. Primero,

el hecho que en Portugal jugarían los elementos En Chile también pasaban cosas. Además
que menos habían actuado. Segundo, determi­ del regreso de Tomás Olivos al país luego de
nar con anticipación el árbitro, ya que las expe­ acompañar a su club hasta México, en la ma­
riencias en Cuba y La Coruña habían servido drugada del 14 de abril se produjo un terremoto
como ejemplos de lo que podía influir la acción en la zona central. Ambas noticias llegarían a
del juez en el resultado. Los dirigentes coloco- los oídos viajeros.
linos llegaron a un acuerdo con sus similares El mismo 14 de abril de 1927, Jueves
lusitanos para que un tiempo lo arbitrara un Santo, Colo-Colo cambió de ciudad viajando
juez local y el otro un juez chileno. Los portu­ de Oporto a Lisboa, llegando a la estación de
gueses no pusieron objeción, pero obligaron a tren lisboetana a las 14.40 horas, hospedándose
que fuera su árbitro el primero en actúan luego en el Hotel Francfort-Rua da Sancta justa.
De nada sirvió. El árbitro local, señor Luego de conocer la ciudad y leer en la prensa
Polonia, realizó un cometido completamente buenos comentarios sobre el equipo, 24 horas
parcial en la primera etapa del partido. Anuló después del arrivo se sale a la cancha para tener
un gol de Bravo, no cobró los agarrones de como adversario a una denominada selección
camiseta que sufría Olguín e hizo todo lo que de Lisboa, conformada por un combinado de

116
 fas clubes Benfica y Sporting, equipo que había iglesias, disfrutando las celebraciones de Semana
Metrotado a combinados de España, Francia e Santa en Lisboa. Incluso vieron una procesión
[Italia. donde lo más destacado era la presencia feme­
L Con Waldo Sanhueza asegurado como nina, razón suficiente para que Alberto Arellano,
árbitro, calificado de imparcial por la prensa David, Subiabre, Saavedra y Morales entretu­
fidboetana, Colo-Colo jugó a sus anchas. Los vieran “la pupila una hora y tanto”
[delanteros (Moreno, Muñoz, Subiabre, David El domingo 17 de abril Colo-Colo jugó
[y plguín), el “maestro” Guerrero (que jugaba su último partido en Portugal. Cerca de 5.000
por una lesión de Cortés), Poirier y Rosetti se personas llegaron para ver a los chilenos contra
transformaron en los mejores elementos del el Victoria, en la cancha de éstos últimos. Por
¡partido que se gana por 4 a 2, resultado que causa inexplicable, Víctor Morales se quedó
pudo haber aumentado ante el cobro de un inmóvil gran parte del encuentro, en lo que
penal a favor de los albos, pero que es lanzado seguramente no era otra cosa que dolor a los
iñteñcionalmente afuera, lo que permitió ganar tobillos. Con una gran actuación del portero
eliespeto y aplauso de las casi seis mil personas local y un penal no cobrado por el juez para la
■presentes. visita, los blancos fueron derrotados por 2 a 1
I La impresión general dejada por los viaje­ pero se dejó una grata impresión, aunque no
ros tras este encuentro fue que se trataba de un comparable a la provocada por Nacional de
cuadro poderoso, que había perdido frente al Montevideo. Eso sí, de no ser por un aviso que
Oporto sólo por la actuación del árbitro y el David Arellano le hizo al árbitro en pleno
cansancio del viaje. Sin embargo, llama la partido, los locales hubieran seguido jugando
Bpención un comentario que llegó por el cable, con 12 hombres durante un lapso.
que señalaba que el cuadro chileno parecía Tras el partido los chilenos visitaron la
macerse pasar por débil con tal de no dañar al sede del Benfica, donde se hizo un brindis en
rival. En realidad, la gran diferencia era el énfasis su honor. En los días siguientes se visitó el
que los colocolinos daban a la técnica, en Zoológico (donde por comparar estaturas David
■bmparación con los europeos que ya se desta­ Arellano fue golpeado por una jirafa), para luego
paban por su preocupación por lo físico. volver a España en el tren internacional el lunes
Y mientras que los jugadores de Colo- 18, llegando a Madrid a las diez de la mañana
Colo escribían para pedir la extensión de su del martes 19 de abril, la fecha del segundo
¡¡permiso para ausentarse del trabajo, los diarios aniversario del club.
portugueses reflejaron en sus páginas la positiva El día anterior, Alberto Parodi había lle­
impresión que dejó el cuadro chileno aunque gado a Chile desde Nueva York. Parodi volvió
P¡ veces con cierta distancia: fascinado con un “Centro Social Deportivo
“O ‘team’ chileno é um grupo forte, que Chileno” que encontró en la ciudad estadouni­
\pode, no entonto, ser vencidospelos nostos melhores dense» donde incluso participaban peruanos,
Wnzes’. además del primer chileno profesional del fútbol.
Vale, sobretodo pelo seu ataque, que éduma Jorge Hamablet, que había sido seleccionado
\rapidezpasmosa. Nessaformacao, apenas o extremo en 1924, tenía su pase tasado en ochenta dólares
[ direito nos parecen perturbar a harmonía de en la Liga Profesional norteamericana de fútbol.
malares” Así se confirmaban los informes que Los Sports
A tanto llegó el renombre de Colo-Colo habían publicado hace algún tiempo, donde
luego de esa victoria, que desde Madrid solici- señalaban que en las formaciones de algunos
I taron a la escuadra chilena para enfrentarse partidos jugados en Estados Unidos uno de los
nada menos que contra el Athletic de esa ciudad. nombres era dado como “Chilenito”
La delegación siguió conociendo plazas, Chile tenía más noticias. El miércoles 20 de
monumentos, bibliotecas, escuelas, teatros e abril de 1927 se produjo la fusión del fútbol
 metropolitano, fundándose la Liga Central en
un avance importante. La creación de las 10
zonas y la unificación del fútbol santiaguino,
lo. mismo que había pasado en Valparaíso eran
los ejemplos más claros de que ahora sí se sabía
donde ir en materia de organización futbolística.
En Madrid la delegación chilena se alojó
en el Hotel Hispano Sud Americano. La dueña
del hotel era una española que había vivido
algunos años en Chile, por lo que tenía detalles
en el menú que emocionaron a los chilenos.
Por primera vez en la gira, el almuerzo y la
comida tuvo cosas como las guatitas, las empa­
nadas o la cazuela de ave. Los jugadores pensaron
en levantar un monumento a la señora.
En la capital hispana todo fue cómodo
para los chilenos. Recibieron visitas y saludos
de deportistas y autoridades, a los pocos días
ya eran conocidos en toda la ciudad y las mujeres
eran bellísimas. Según Manuel Bravo, encontrar
una mujer fea en Madrid “es más difícil que
sacarse elgordo de Navidad”
El miércoles 20 Colo-Colo recibió la visita
oficial del embajador, don Emilio Rodríguez
Mendoza, y su secretario, el señor Irarrázaval,
quienes invitaron a los chilenos a la embajada
el sábado 23, donde se compartió un té con los
anfitriones, el cónsul chileno en Sevilla, perio­
distas madrileños y españoles que habían residido
en Chile.
Madrid demostró porqué era el sueño de
la delegación. En sus calles los chilenos pudieron
disfrutar: “...Palacios de Reyes y de Príncipes;
grandes museos, como el del Prado (...) universi­
dades, monumentos, obras de arte y, enfin, todo
lo quepuede ofrecer la másgrande, la más hermosa
y la más rica de las ciudades del mundo” (50).
Los ánimos culturales de los jugadores
fueron saciados. Los maestros de escuela visita­
ban bibliotecas, museos y colegios con tal de
instruirse, observando el método de enseñanza
española. Los que eran obreros o trabajadores
aprendían y consultaban a sus compañeros,
obteniendo siempre una respuesta de quienes
llevaban la vocación pedagógica.
Durante toda la semana Colo-Colo prac­
ticó en la cancha que usaba el Athletic de Madrid
118
(como se llamaba en esa época el Atlético), el
Stadium Metropolitano de Madrid, inaugurado
en 1923 y que era ahora el estadio más hermoso
que los chilenos habían conocido. Saavedra y
González estaban muy lesionados, siendo de
utilidad la ayuda que prestó el doctor Bartrina
a la delegación. Él, como el resto de los
españoles, se encariñó con estos respetuosos su­
damericanos.
El domingo 24 de abril de 1927 se debutó
en Madrid. Buen estadio, pero con pésima
cancha, producto de las lluvias recientes y el
exceso de uso. Frente al Atlhetic de Madrid,
subcampeón de la zona central de España, el
equipo mostró lo que sería un mal endémico
del fútbol chileno: la poca efectividad.
Colo-Colo mostró buena técnica y buenos pases,
pero poco disparo al arco. Un diario madrileño
reflejó todo comentando: “Si chutearan siempre
que deben serían un equipo poco menos que in­
vencible” (?t). Hasta Manuel Bravo comentó
que los europeos practicaban un juego con
menos técnica, pero con una efectividad sor­
prendente.
A pesar de la presencia del embajador y
otras personalidades, nada pudo evitar la victoria
del Atlhetic de Madrid por 3 a 1, aunque el
juego correcto y limpio de los chilenos los hizo
ganar aplausos. En los camarines el más triste
era Subiabre: se había perdido una oportunidad
cuando el marcador estaba en cero más otros
dos goles, culpándose por la derrota. Su descon­
solado llanto fue calmado por David Arellano,
quien no había jugado para darle la oportunidad
a otros hombres y porque se encontraba lesio­
nado. Moreno deslumbró con su velocidad
ganando el apodo de “motocicleta”, siendo el
mejor de la cancha y el más rescatable de la
delantera, además de marcar el gol chileno.
El problema de la efectividad fue notado
por la delegación. Manuel Bravo escribió que
“...de lasfallas anotadas en los nuestros, creo que
la principal es la falta de fuerza del remate”.
Luego, definió a Horacio Muñoz con un hombre
que “peca en la debilidad del tirofinal”, mientras
que Carlos Schneeberger se llevó la peor parte:
“Buen combinador, buenpateador, pero demasiado
Acobarde”W& sin fuerza en el quite, sin esforzar al rival.
La impresión del Colo-Colo como un La siguiente parada les enseñaría para
Leuadro técnico pero con déficit de disparo fue siempre los peligros del juego fuerte.
i algo generalizado. El ABC de Madrid comentó La siguiente parada les llevaría algo más
en términos similares el partido y la actuación que unos días de estadía...
I chilena:
“Es el equipo chileno un buen equipo de
meonjunto, de líneas-completas, bien amoldadas, 3.8 El destino del capitán
méntendiéndose bien, de excelente colocación y
amoviéndose con soltura en el terreno de juego. Hay personas que creen en los presagios.
Característica especial es elpase corto y por Creen en que, tal vez, el destino muestra ciertos
| bajo, con los clásicos triángulos. Son, por ello, indicios o pistas para que las personas hagan
Wtyistosos los avances, y más prácticos resultarían si elecciones en su vida. En Madrid, el destino le
I lo que se gana en clasicismo, no se perdiera en entregó esa posibilidad a Colo-Colo (561.
■ tiempo (...) El conjunto de la línea es bueno, y En la Estación del Norte la delegación se
I con alguna más decisión en el chutar, y, más que había instalado en un vagón del ferrocarril.
■ todo, con más prontitud en los avances, sería de Cuando faltaba poco para partiera, alguien dio
I sumo peligro . aviso a los chilenos que el tren que tenía como
La revista España Sportiva, por su parte, destino Valladolid era otro, alcanzando a cam­
■ fue más dura en sus comentarios: biarse de transporte.
“la afición pecó algo de puerilpor creer que Fue una de las últimas oportunidades que
I iba a ser testigo de otras maravillas como las que el destino ofreció a la delegación para no ir a
I exhibió aquelformidable e invicto team que envió Valladolid.
I el Uruguay (...) ¿Táctica?No la busquemos. Los El viaje hizo que no se arrepintieran de
I uruguayos practicaban igualmente la inglesa y la haber dejado Madrid:
■ escocesa (. ..) Nada de esto vimos en los chilenos; “el hermoso panorama de los campos de
[ y es claro que un equipo sin escuela nipersonalidad Castilla en esta época de reverdecer deprimavera,
I estájugando. ¡Eso sí!, la madera de la mayorparte y la grandiosa puesta de sol en esta tarde limpia
I de losjugadores chilenos es excelentísima y esfácil y clara, atrajo alpasillo del vagón a casi todos los
I que dentro de un par de años no desmerezcan de muchachos, que acodados en la baranda contem­
I los uruguayos” . plaban silenciosos elpaisaje manchego” ^ ),
Con la tristeza de la derrota la delegación En el viaje, Morales, Saavedra, Alberto y
I debió dejar Madrid. ¿Cómo dejar tan pronto Francisco Arellano se entretuvieron jugando
aquella ciudad que era un sueño hecho realidad? brisca. David Arellano, por otro lado, se dedicó
\ * Sin embargo, todo era una empresa a terminar la novela “El niño perdido”.
[ económica y deportiva, y no una gira turística, Cerca de las tres de la mañana del sábado
por lo que se debían cumplir los compromisos 30 de abril, la delegación chilena llegó a Valla­
| pactados. Y lo pactado indicaba que el viaje dolid, capital de Castilla. Mientras caminaban
! debía seguir hacia el norte, hacia Valladolid. por las calles españolas, sin preocuparse de la
Alberto Arellano reflejó el ánimo de la hora, los chilenos se pusieron a cantar cuecas
delegación: “Dejamos en la tarde de hoy la capital y canciones chilenas con el fin de alegrar la
I castellana, y verdaderamente lo hicimos conpena, llegada. Eligieron el Hotel Inglaterra para alo­
pensando en que cumplidos nuestros deseos de co- jarse, donde un simpático dueño tartamudo los
| nocerla, quizás no volveríamosjamás a ella”(55), atendió muy bien. El hotel contaba con un
Antes de irse, los comentarios españoles piano, lo que hizo más agradable y placentera
I repetían aquello del juego “de señoritas” que la estadía, unido a las guitarras que traía la
[ practicaba el Colo-Colo. Demasiado limpio, delegación. Los ánimos artísticos del grupo
tuvieron vía libre. ejemplar deportivismo que demuestran”(61).
Valladolid no se quedaba atrás en belleza. Los locales pactaron la revancha para el
Los pocos días de estadía fueron aprovechados día siguiente apenas finalizado el partido. Cu­
por los colocolinos, quienes se dedicaron a riosamente, David Arellano mostró deseos de
conocer bien la ciudad que ahora los recibía. no participar en ella. Estaba cansado y satisfecho
La bella capital castellana contaba: por la labor que había realizado. ¿Por qué no
“Con Universidad, Escuela de Medicina, darle la oportunidad a otro? (¿segundo aviso?).
un estupendo museo y reliquias tan
grandes como la casa donde naciera
Felipe II, la casa de Cervantes, los
portales, la Iglesia de San Pablo, etc.
(...) gran simpatía y distinción de las
damasy niñas de la sociedad, que nos
parecieron mejor que las madrileñas”
(58)¿

El domingo 1 de mayo fue el

debut. En la cancha León XII de la
Sociedad Taurina, Colo-Colo debió
enfrentar al gran crédito local, el
Real Unión Deportivo de Valladolid 41. El club albo en su primer partidojugado en Valladolid. Francisco Arellano,
p9), cuadro que era el campeón de Guillermo Subiabre, Humberto Moreno, DavidArellano, Roberto Cortés (hincado),
Víctor Morales, José Miguel Olguín, Manuel Bravo (agachado y con la bandera
Castilla y León. Con una espléndida chilena), Horacio Muñoz, Ernesto Chaparro, Waldo Sanhuezay Óscar González.
actuación de David Arellano Colo-
Colo logró una fácil victoria de 6 a 2, aguando Luego de ir a la oficina del servicio cable-
la fiesta de homenaje que los locales habían gráfico para anunciar el resultado, el equipo
preparado para su madrina, Carmen Mendoza. decidió reposar en el hotel. David se divertía
Tras perder un penal al minuto de juego, Jos sacando un solitario en su habitación, pero
chilenos obtuvieron el primer tanto en la jugada voces familiares distrajeron su atención. Partió
siguiente, aunque los primeros 45 minutos a integrarse a una animada charla en el salón
terminaron en empate a dos. En el segundo principal. Carlos Carióla, Ida Vergara, Subiabre,
lapso, los albos salieron virados, dispuestos a Muñoz, Olguín, González, Guerrero y Linford
demostrar su superioridad, destacando el ataque planeaban la posibilidad de formar una banda
y Francisco Areílano. de jazz con el fin de hacer más alegre la gira.
Los colocolinos estaban con sangre en el David se entusiasmó con la idea. Conversaron
ojo por la derrota en Madrid, por lo que termi­ hasta las dos de la madrugada y terminaron con
nado el partido David Arellano gritó en el hotel: David nombrado como el hombre que organi­
“¡Matamos el chuncho!” zaría la banda.
El juego de Colo-Colo deslumbró a los Al día siguiente David decidió quedarse
locales, pese a mostrar fallas en algunos remates en su pieza, mientras Alberto Arellano, Poirier,
finales. El Norte de Castilla escribió al día Saavedra, Bascuñán, Olguín, Moreno y Fran­
siguiente: cisco Arellano fueron a dar una vuelta al centro
“El Colo-Colo es un equipo que se capta la de la ciudad. A la hora de almuerzo Alberto fue
simpatía delpúblico por su nobleza enjrente del a buscar a David, quién bajó al comedor. La
contrario y sujuego limpio y correcto, sin utilizar conversación de sobremesa trató sobre recuerdos
ningún recurso ni medio reprobable. de Chile. David se acercó a la señora Ida Vergara.
Es quizá su más destacada característica, y Ella había sido un gran apoyo para la delegación:
desde luego honroso galardón de su escudo, el como única cara femenina, servía de consejera
w amiga para los muchachos. En esa hora de
almuerzo David Arellano le pidió que aceptara
ser nombrada madrina del club. Doña Ida de
Carióla aceptó gustosa y ambos quedaron de
[acuerdo para que en Chile se hiciera la designa-
feión oficial.
Algunos que no jugarían se fueron con
anticipación a la cancha. Carlos Carióla le
comentó a Alberto Arellano el hecho que al
parecer no había ningún reserva que llevara su
equipo, cuando comúnmente iban tres hombres
equipados aparte de los titulares.
Este respondió: “¿Para qué?. Nunca ha
habido necesidad”
Alberto Arellano se paseó por los pasillos
Subterráneos del estadio. En ellos se encontró
con jugadores vallisoletanos, que le indicaron
:dos cosas: el hecho que el Real Unión se había
^reforzado para la revancha y que todos deseaban
que jugara David, ya que deseaban ganar a los
chilenos con su mejor jugador en cancha. Con
ambas noticias Alberto se dirigió al camarín
chileno. David Arellano seguía sin ganas de
jugar y había olvidado algo indispensable: su
venda elástica de goma.
David Arellano tenía una hernia en el lado
izquierdo de su vientre, por lo que para poder
realizar grandes esfuerzos físicos, sin poner en
peligro que la hernia se abriera, debía usar un
braguero elástico que contenía la herida, una
venda de goma que se ponía en el cuerpo, lo
que mantenía las carnes juntas.
Sin ganas de jugar, sin su venda elástica.
¿Qué razón había para entrar a la cancha? (¿tercer
aviso?).
Sin embargo, por primera vez en la gira,
todos pensaron como Alberto Arellano y sólo
había once hombres con su equipo a la mano.
Si no jugaba David el equipo se presentaría con
diez elementos, ya que el equipamiento era
personal y privado. Jorge Linford se ofreció
para ir a buscar la venda elástica, lo que conven­
ció a David para que, a regañadientes, decidiera
vestirse.
La salida de Linford fue interrumpida por
Alberto Arellano, quién salió del camarín y se
encontró con Garlos Carióla, que conversaba
con un vecino español. Alberto explicó rápida­
mente la situación, lo que hizo que el gentil
español ofreciera su auto para ir a buscar el
braguero. “El chofer hizo volar el auto y en 5
minutos estaba yo de regreso con la venda, que en
peor hora ni me costó hallarpues estaba colgada
en la pieza a toda vista”, recordaría después
Alberto
Sin embargo, cuando llegó ya era tarde.
Linford estaba a punto de ir- corriendo al hotel,
mientras David iba ya entrando a la cancha,
junto a Moreno. Una versión señala que David
pensaba que en el entretiempo se pondría su
venda elástica (¿había jugado alguna vez sin
ella?). Antes, aún llevaba la idea que si hubiera
habido un reserva, él no estaría entrando a jugar.
Contrario a lo que se sostiene común­
mente, David Arellano si usó su braguero de
goma esa tarde sólo que, al parecer, en el apuro
por vestirse se la puso muy suelta, sin la tensión
necesaria para asegurar su integridad física. Esto
se demuestra en las palabras de Alberto Arellano:
“Cuando aparecí en la entrada del subterráneo
encontré a David al lado de Moreno, ya tenía la
camiseta puesta, al verme se admiró. ¡ Tan luego!
Yo, desde la escalinata, le tiré la venda”
Un estadio repleto recibió a los colocolinos.
Guerrero; Figueroa, Poirier; F. Arellano, Rosetti,
González; Moreno, Muñoz, Subiabre, Olguín
y David fueron los once colocolinos que saltaron
al terreno de juego. Como capitán de la visita,
David eligió empezar jugando contra el viento
y contra el Sol.
Cerca de las seis y media de la tarde del
lunes 2 de mayo de 1927 comenzó el partido
con gran dominio vallisoletano. Se notaron los
refuerzos, las ganas y la fuerza. No permitirían
otra humillación como la del día anterior. Ju­
gaban más rápido y más fuerte, A los veinte
minutos, el Real Unión Deportiva iba ganado
2 a 0 , ante el aplauso de sus parciales.
Colo-Colo reaccionó. David Arellano
envió un pase hacia la orilla izquierda, Olguín
centró y Subiabre puso el descuento con un
preciso cabezazo. Entonces, el Real Unión y
Colo-Colo empezaron a jugar con todas sus
ganas. Unos para empatar y los otros para
121
 recuperar el honor perdido.
Minuto treinta y cinco...
Una pelota aérea fue disputada por dos
hombres de nombre David: Arellano, de Colo-
Colo, y Hornia, de los locales. Arellano ganó
el cabezazo, pero al ir cayendo recibió un rodi­
llazo en la parte derecha del estómago, producido
por el hecho que Hornia saltó después que él
al cabezazo. Es decir, mientras Arellano iba con
todo su impulso hacia abajo, Hornia hacia
exactamente lo contrario. El golpe fue tan fuerte
que Arellano cayó al suelo, con tal mala fortuna
que el choque desestabilizó a Hornia, que cayó
sobre el jugador chileno.
Alberto Arellano era y había sido dirigente
de fútbol. Había visto decenas de veces jugadas
fuertes. Había visto sin preocupación como
muchas veces sus propios hermanos participaban
en jugadas similares. Sin embargo, esta vez fue
diferente. David se hizo inmediatamente un
ovillo, retorciéndose de dolor, lo que hizo que
Alberto no se contuviera y entrara a la cancha
a ver a su hermano. Una vez en el terreno, Al­
berto recibió una frase lapidaria por parte de
David: “De este golpe no me salvaré, Alberto... ”,
para luego agregar: “Siento que se me va la vida
en un dolor agudísimo” ^ .
David fue sacado de la cancha por Olguín
y el propio Hornia, quienes lo dejaron en los
camarines subterráneos. Los pocos minutos que
faltaban para que terminara el primer tiempo
fueron jugados con diez hombres por el equipo
chileno.
En el camarín, David Arellano fue desves­
tido para ser revisado por el doctor Bustamante.
Sus compañeros llegaron pronto. Como los
dolores eran tan fuertes, el médico decidió que
lo mejor era llevar a David al hotel, para que
descansara y estuviera en un posible lugar para
operar de urgencia.
Por primera vez en la gira alguien ocupó
el equipo de otro para jugar. “Vitoco” Morales
se puso la tenida de David con tal de completar
los once hombres en el segundo tiempo. Morales
entró al mediocampo, corriéndose González
como ala izquierda y Olguín de insider.
El doctor Bustamante, más Alberto Are-
122
llano, Ernesto Chaparro y Waldo Sanhueza
vistieron a David llevándolo al hotel. Sanhueza
alcanzó a ver en los doctores un mal presagio.
En el partido, González resultó todo un
descubrimiento como puntero. Aprovechando
su potente disparo, “Colo-Colo” fue el encar­
gado de señalar dos goles más para los chilenos.
Cuando faltaba un minuto para que el partido
terminara, un hombre del Valladolid colocó el
tanto final. Empate a tres goles.
Los colocolinos corrieron al hotel para ver
cómo seguía su capitán. David sentía fuertes
dolores, lo que provocaba desconcierto en los
doctores que lo atendían. Los dos médicos
españoles que lo observaban, Bustamante y el
recién llegado Iggea veían como los dolores
hacían creer que era algo muy grave, mientras
que la entereza del enfermo, que en ningún
momento había perdido la noción de lo que
pasaba, indicaba lo contrario. Buen pulso, buena
orina, nada visible. Parecía que el golpe, pese
a ser en e‘1 lado contrario de la hernia, había
producido una hemorragia interna más la rup­
tura del hígado.
Estaban equivocados.
3.9 Cosas del ’27 I
• Ya para esa época Cuba mostraba un
enorme avance en medicina y tecnología. Los
chilenos quedaron maravillados con los adelan­
tos en maquinaria del país caribeño. Sin embar­
go, creemos que la impresión produjo exagera­
ciones visibles. De otro modo, no se explica
que Carlos Carióla escribiera en La Nación:
“Me parece que hasta para los estornudos hay
un aparato eléctrico en esta quinta Covadonga
(un hospital) que los corta junto con sonarle a
uno las narices”.
• Uno de los grandes problemas que tuvo
la delegación fueron los cigarrillos. Luego de
pasar por La Habana camino a España, habían
comprado una gran cantidad a bajo precio, con
tal de disfrutarlos en la península. Mala idea.
Por esa fecha el gobierno español prohibía la
entrada de tabaco extranjero al país, como
 medida para incentivar las industrias locales. “En la noche Rosetti presenta a unos de los más
Por ello, las aduanas ponían gran ojo en todos viejos colocolinos a una hermosa niña italiana
los que entraban a la Madre Patria. Aquí va una que viajaba en segunda clase. El viejo se deshace
muestra de lo que le ocurrió a Colo-Colo: en atenciones con ella, rejuvenece unos diez años,
' - OsCár González mete sus cigarrillos charla, ríe, sefrota las manos y se pasea orondo
dentro de un acordeón. El hombre de la aduana, entre la curiosidad de algunos muchachos del Colo-
y con razón, le pregunta por el excesivo peso Colo; a los pocos minutos éstos están muertos de
del instrumento. “Colo-Colo” responde: “¡Claro, la risa. ¿La razón? La niña inocentey tierna que
pues! ¡Cómo quiere que no esté pesado si está acompañaba al viejo lobo colocolino era un hombre
sin entrenamiento!*’ disfrazado de mujer...
* - Horacio Muñoz estaba tranquilo. Nadie• ¡Oh, la publicidad!. Como manera de
se explicaba la razón, pero su cargamento de incentivar al público de Guadalajara, los empre­
tabaco no se veía por ninguna parte. A la revisión sarios de Colo-Colo no hallaron nada mejor
¡Muñoz saca una enorme vitrola con la siguiente que repartir carteles que señalaban: “Dos únicas
tarjeta: “Obsequio de la revista Football de presentaciones del formidable equipo Colo-
¡México al club chileno Colo-Colo en su match Colo, campeón chileno y que ocupó el segundo
del 25 de febrero”. Muñoz se defendía diciendo: lugar en la Olimpíada de París”. Si bien tuvo
¡“Es un trofeo del club, señor”. De más está el efecto esperado, con estadios repletos para
decir que dentro de esa vitrola iban los cigarros ver a los chilenos, la publicidad tenía varias
y que la tarjeta la inventó el penquista. falencias evidentes: salvo Uruguay, ningún
Diálogo en la aduana entre Subiabre y equipo sudamericano había participado en los
guerrero: Juegos Olímpicos de 1924. Además, ningún
- Oye, ¿no me cacharán por el olor? equipo chileno había pisado suelo europeo.
- ¿Donde los escondiste? Alberto Arellano terminó refelxionando: “Ha­
- En las medias de football. bíamos estado en París sin siquiera sospecharlo”.
- No tengas miedo “chato”. En tus medias • Waldo Sanhueza hizo de árbitro en Ecua­
no es a tabaco el olor que van a sentir. dor. El día del debut en esas tierras, generosa­
• En México había una importante colonia mente se prestó para arbitrar el partido prelimi­
chilena que se reunió para ver a Colo-Colo. nar jugado entre los equipos infantiles de
Entre ellos se destacaba don Juan Moraga que Panamá y Guayaquil, ganando los primeros por
había tenido bastante suerte con su compañía 4 a 3. En ese partido la prensa destacó que el
jde cigarros “El Buen Tono”. Otro chileno des­ juez chileno actuó correctamente. Luego de
tacado era Philimon Jorquera. Este hombre cometer algunos errores arbitrando el segundo
había salvado al pueblo de León, ya que había partido de Colo-Colo en las tierras del Guayas,
¡focado las campanas de la iglesia avisando de los diarios incluso cambiaron la versión de su
una enorme crecida de las aguas en plena ma­ primer arbitraje, diciendo que en éste ya se
drugada. Había más compatriotas en la tierra había mostrado “deficiente”. Lo que rescatamos
del tequila, unidos ante el llamado de don es que luego de arbitrar el primer partido,
teaspar Mora para ir a ver a los albos. Pero el Sanhueza entregó a los diarios un interesante
señor Albarracyn, empleado bancario del Equi- análisis de cómo jugaban los infantiles ecuato­
table Trust Co., ño aceptó la invitación. “No rianos, que nos sirve de ejemplo para hacernos
tengo tiempo para leseras... ”, fue su respuesta. una idea de cómo se jugaba en ese país y en
No hay duda: era chileno el hombre. Chile comúnmente, hasta al aparición de Colo-
• ¿Broma o travestí? A continuación citare­ Colo y su imitación del juego rioplatense: “Los
mos textualmente de “David Arellano, el de­ chicos juegan con mucho entusiasmo, pero se
portista mártir” (escrito por Alberto Arellano), nota en ellos poco adelanto, sin que esto sea
una anécdota bastante extraña: culpa de ellos mismos, ya que no tienen ni

123
 quien los instruya eficientemente ni pueden mejores equipos ”
ver mejor fútbol. Juegan mucho por alto. Ya * Las manías. En el viaje entre Cuba y Méxi­
verá usted como los “niños” del Colo-Colo co varios jugadores tuvieron manías que se les
juegan siempre llevando la bola baja”. hicieron casi vicios. Moreno, por ejemplo, no
• Si usted piensa que la gente negativa y paraba de imitar o indicar a un pobre paralítico
crítica en Chile es algo de reciente aparición, que viajaba en el barco, el cual debía realizar
lea este comentario de Los Tiempos tras la grotescas muecas para poder comer. Olguín, en
primera derrota de los albos en México y luego cambio, encontraba a todos los que veía un
que una delegación de boxeadores no hiciera parecido con gente de Chile. Francisco Arellano
un buen papel en un campeonato en el extran­ tuvo menos suerte: su manía fue la de marearse
jero: continuamente, mientras que David Arellano
"Lo que incomoda es este afán de lucirse, de se obsesionó con cuentos de brujos, argumentos
concurrir donde se sabe de antemano que se va a de películas policiales y otras cosas parecidas.
recibir una aplastante derrota (...) A l Colo-Colo Los frutos del aburrimiento...
le pasa otro tanto. No acierta una victoria; lo • Viernes 14 de Enero de 1927. Debut de
vencieron primero en Cubay ahora lo vencen en Colo-Colo en el extranjero, jugando en Guaya­
México (...) ¿Por qué no se quedan mejor todos quil, Ecuador. Junto con el gran resultado (7-
en casita, trabajando, produciendo para estepaís 0), también destacó la formación: Roberto
tan anémico y tan pobre? O en último caso, sin Cortés; Ulises Poirier, Manuel Figueroa; Fran­
hacer nada, durmiendo... De todas maneras cisco Arellano, Guillermo Saavedra, Víctor
saldríamos ganando ”. Morales; Carlos Schneeberger, Humberto Mo­
• Los chilenos deleitaban a los viajeros de reno, Horacio Muñoz, David Arellano y José
los barcos con sus canciones, siendo los favoritos Miguel Olguín. ¿Qué tiene de especial? Por
de las damas. Luego de sus tocatas los demás primera vez en su historia, y aunque haya sido
viajeros hablaban de música para seguir con el con refuerzos, la totalidad de los once jugadores
tema. En una de esas conversaciones, en el viaje de Colo-Colo jugaron alguna vez en la selección
desde La Habana a España, hubo una discusión chilena de fútbol, en partidos Internacionales
que parecía sin fin. Los viajeros no se ponían tipo A. Un grupo de selección...
de acuerdo en la procedencia de una canción
interpretada: el “Ay, ay, ay”. Los mexicanos
decían que era una canción típica de Guadala­
jara, mientras que algunos cubanos indicaban
que el tema era un reconocido clásico de la isla.
Un miembro de la delegación chilena tomó la
palabra, dejando a todos en silencio y avergon­
zados: “Esta canción es chilena, y su autor es
Osmán Pérez Freire”. Al César lo que es del
César...
• Telegrama recibido por el diario La Unión
de Valparaíso tras el amistoso en Iquique:
“Partida de football ayer, Colo-Colo en
Iquique, dejó pésima impresión en el público.
Opinión general, aconsejan regresar ésa (sic) Colo-
Colo acompañados de cesantes nortinos y enviar
al extranjero una representación iquiqueña (...)
lamentojira comercialequipo en viaje no represente
progreso footbalístico nacional, pues aún hay

124
3.10 Partidos jugados Capítulo 3

Leyenda Columna Carácter:

AN: Amistosos Nacionales, AI: amistosos inter-nacionales.

Fecha Carácter Estadio 0 Cancha Lugar País Rival y resultado

04-01-1927 AN Sporting Club Antofagasta Chile Colo-Colo 1 / Liga Antofagasta 1
05-01-1927 AN Club Hípicol quique Chile Colo-Colo 2 / Liga de Tarapacá 2
09-01-1927 AN Liga Linares Linares Chile Colo-Colo 5 / Liga Linares 0
14-01-1927 Al American Park Guayaquil Ecuador Norteamérica (7-0)
15-01-1927 Al American Park Guayaquil Ecuador Colo-Colo 7 / Combinado Córdoba - Racing 0
16-01-1927 AN Estadio Alemán Temuco Chile Colo-Colo 2 /
Selección Estudiantil de Temucol
23-01-1927 AN Batallón Zapadores Osorno Chile Colo-Colo 6 / Zapadores 2
28-01-1927 Al Almendares Park La Habana Cuba Colo-Colo 4 / Selección de La Habana 1
30-01-1927 Al Almendares Park La Habana Cuba Colo-Colo 2 / Sport Fortuna 3
12-02-1927 Al Parque España México DF. México Colo-Colo 3 / Necaxa 0
13-02-1927 Al Parque España México DF. México Colo-Colo 0 / Real España 1
20-02-1927 Al — México DF. México Colo-Colo 6 / América 1
22-02-1927 Al . . . México DF. México Colo-Colo 3 / ClubMéxico 1
25-02-1927 Al ... México DF. México Colo-Colo 4 / Atlante 0
27-02-1927 Al Campo del Asturias México DF. México Colo-Colo 1 / Asturias 1
01-03-1927 Al Cancha Atlas FC. Guadalajara México Colo-Colo 4 / Selección de Guadalajara 1
03-03-1927 Al Cancha Atlas FC. Guadalajara México Colo-Colo 4 / Selección de Guadalajara 0
08-03-1927 Al Parque España México DF. México Colo-Colo 3 / Combinado México - Necaxa 1
11-03-1927 Al Campo del Asturias México DF. México Colo-Colo 3 /Ejército y Armada 2
12-03-1927 Al ... Orizaba México Colo-Colo 5 / A.D.O. de Orizaba 0
13-03-1927 Al . . . Orizaba México Colo-Colo 8 / A.D.O. de Orizaba 0
03-04-1927 Al Estadio Riazor La Coruña España Colo-Colo 4 / Eiriña de Pontevedra 3
07-04-1927 Al Estadio Riazor La Coruña España Colo-Colo 0 /
Real Dptvo. Español de la Coruña 2
10-04-1927 Al Estadio Riazor La Coruña España Colo-Colo 2 /
Real Dptvo. Español de La Coruña 2
13-04-1927 Al Campo do Covelo Oporto Portugal Colo-Colo 1 / Selección Oporto - Salgueiros 2
15-04-1927 Al Campo Grande Lisboa Portugal Colo-Colo 4 / Combinado Benfica - Sporting 2
17-04-1927 Al Cancha del Victoria Lisboa Portugal Colo-Coio 1 / Victoria FC. 2
24-04-1927 Al Stadium de Madrid Madrid España Colo-Colo 1 / Athletic de Madrid 3
01-05-1927 Al Plaza de Toros Valladolid España Colo-Colo 6 / Real Unión Dptvo. Valladolid 2
02-05-1927 Al Plaza de Toros Valladolid España Colo-Coio 3 / Real Unión Dptvo. Valladolid 3

12 5
 3.11 “Fuerte, Colo-Colo”
(“Pancho Villa”)
David Arellano tenía dotes musicales. En y que pasa siempre goles metidos con la cabeza.
México, una de las canciones que más le llamó
la atención jfiie el corrido “La muerte de Pancho Coro:
Villa”. No lo sacó de su memoria. Cuando la Fuerte, Colo-Colo, fue muy bello tu camino.
delegación colocolina iba en el vapor “Cuba” Salirfuera de la Patria y hacer grande tu destino.
con destino a España, David Arellano decidió
inspirarse con la luna llena que apreciaba en el Que vivan sus dirigentes y todos sus jugadores,
barco y arregló una letra con la melodía del que van haciendo esta jira por llevar a Chile
corrido en homenaje a Colo-Colo. Era el 26 de honores.
marzo de 1927
La canción se llamaba “Fuerte, Colo-Colo” Coro:
y se puede considerar el primer himno del club. Fuerte, Colo-Colo, fue muy bello tu camino.
La delegación colocolina la cantaba cada vez Salirjuera de la Patria y hacergrande tu destino.
que se subía a un tren. Su letra ha llegado hasta
el día de hoy, ya que se encuentra escrita en
algunos textos sobre el cacique. Uno de ellos,
el de Jaime Drapkin, nos ha servido para trans­
cribirla.
Aquí va el primer “himno” de Colo-Colo.
Aquí va “Pancho Villa”.

“Fuerte, Colo-Colo”
Letra: David Arellano.
Música: correspondiente al corrido mexicano
“La muerte de Pancho Villa”.

Me entusiasmó el Colo-Colo, por sus buenos

jugadores,
y que de todo Santiago han sido siempre los
mejores.

Coro:
Fuerte, Colo-Colo, jue muy bello tu camino.
Salirjuera de la Patria y hacergrande tu destino.

A su destreza es debido lo bueno de su defensa,

jugando bien colocada es difícil quién la venza

Coro:
Fuerte, Colo-Colo, fue muy bello tu camino.
Salirfuera de la Patria y hacergrande tu destino.

Nos dicen que el Colo-Colo juega con gran

ligereza,

126
 Capítulo 3
t Algunas fuentes lo señalan como Moncho.
K O incluso antes, ya que un comentario aparecido en el diario
El Telégrafo de Guayaquil señala que la Federación Deportiva
de Ecuador había recibido noticias de la gira de Colo-Colo
ya en septiembre de 1926, confirmándose la visita en di­
ciembre aunque sin fecha fija.
Los Sports N° 198, Santiago, 1926, p. 5.
4 . Años después, en una entrevista para Los Sports, Cáceres
diría que ya no se sentía necesario en Colo-Colo y que para
él era mejor intentar ayudar a otra institución. Además había
demasiados jugadores que le tapaban el puesto. Una “víctima”
del recambio.
K. Los Sports N° 206, Santiago, 1926, p 14.
Bl En entrevista a Santiago Salíate, jugador de Colo-Colo entre
1938-1944 y oriundo del norte realizada por el autor en
agosto del año 2000, éste explicó que en esa época las canchas
del norte estaban llenas de arena por su cercanía a la costa,
por lo que para jugar cómodamente los jugadores debían
poner un trozo de madera en la planta de sus zapatos de
fútbol, una plataforma, para evitar enterrarse.
Palabras escritas por Guillermo Saavedra en Alberto Arellano,
op. cit., p. 411.
8 . ElTarapacá, Iquique, miércoles 5 de enero de 1927, p. 7.
9. El Mercurio, Santiago, jueves 6 de enero de 1927, p. 15.
10. El Tarapacá, Iquique, jueves 6 de enero de 1927, p. 11.
11. No confundir con el Gimnástico Arturo Prat de Santiago,
que iría de gira a Ecuador a finales de 1927.
12. El Telégrafo, Guayaquil, martes 11 de enero de
13. El Telégrafo, Guayaquil, sábado 15 de enero de
14 El Telégrafo, Guayaquil, sábado 15 de enero de
15. Citado en Alberto Arellano, op. cit., pp. 62 - 63.
16. Alberto Arellano, op. cit., pp. 64-65.
17. Siempre Campeones N° 25, Santiago, 1999, p. 27.
18. El Mercurio, Santiago, lunes 14 de febrero de 1927, p. 9.
19. El Telégrafo, Guayaquil, domingo 16 de enero de 1927, p. 4.
20. Ibídem.
21. El Mercurio, Santiago, lunes 14 de febrero de 1927, p. 9.
22. Al recordar la gira años después, José Miguel Olguín señaló
que para la ocasión “el Ministerio de Educación me pidió
que aprovechase mi visita por el Viejo Mundo, y estudiase
educación física, cultural y técnica. Así que jugaba, y luego
recorría escuelas, museos, parques y universidades”. Véase
Gol y Gol N° 37, Santiago, 1962, p. 22.
23. Citado en Alberto Arellano, op. cit., p. 101. La existencia
de una “brava” en contra de los albos es un hecho absoluta­
mente comprobado y quedó reflejado en otros medios cuba­
nos. En la revista Bohemia de La Habana del mes de enero
de 1927 se puede ver en sus páginas un comentario escrito
por Miguel Pascual, notable crítico deportivo de esos años,
quién señala que se le dieron “bravas” a los jugadores visitantes.
Información gentileza del Grupo de Referencia, Biblioteca
Nacional “José Marti” de Cuba. Además, algo similar le ha­
bía ocurrido al América de México en una visita a Cuba.
24. La Nación, Santiago, domingo 17 de abril de 1927, p. 31.
25- Citado en Alberto Arellano, op. cit., pp. 89 - 90.
26. La Nación, Santiago, miércoles 30 de marzo de 1927, p. 1.
27. Ibídem, p. 131.
28. El Universal Gráfico, México D.F., lunes 14 de febrero de
1927, p. 8 .
29. Citado en Alberto Arellano, op. cit., pp. 132-133.
30. El Universal Gráfico, México D.F., lunes 14 de febrero de
1927, p. 8.
31. Ibídem, p. 14.
32. Fernando Marcos, Mi amante el fútbol, Editorial Grijalbo,
S. A.; México, D. F.; 1980, p. 23. Fernando Marcos llegaría
a ser en México un destacado jugador de fútbol, árbitro,
entrenador y comentarista.
33. Alberto Arellano, op. cit., pp. 220-225.
34. Debido al uso generalizado en Chile, en algunas ocasiones
nos referiremos a España como “Madre Patria”, denominación
poco frecuente para el resto de los países hispanoparlantes.
Véase al respecto Josefina Zoraida Vázquez y Pilar Gonzalbo
Aizpuru (compiladoras), La Enseñanza de la Historia, OEA
/ OAS, Washington, D.C., 1994, p. 18.
35. Alberto Arellano, op. cit., pp. 262-263-
36. Ibídem.
37. Ibídem, pp. 264-265.
38. La Nación, Santiago, domingo 15 de mayo de 1927, p. 4.
39. Este estadio es el “viejo” Riazor, inaugurado el 16 de mayo
de 1909, con capacidad para cerca de 6.000 espectadores y
ubicado a cien metros de donde se actualmente se levanta
el “moderno” Riazor. Véase José Cavero (dirección), Historia
de los clubes de Primera División 94-95, Ediciones Zeta,
S.A.; Madrid, 1995, pp. 16-17.
40. Cita de la revista española Stadium, aparecida en Alberto
Arellano, op. cit., p. 273-
41. Citado por Carlos Carióla en La Nación, domingo 15 de
mayo de 1927, p. 4. Citado también en Alberto Arellano,
op. cit., p. 274.
42. La Voz de Galicia, La Coruña, martes 5 de abril de 1927,
p. 2.
43. La Voz de Galicia, La Coruña, viernes 8 de abril de 1927,
p. 1. También aparece citado en Alberto Arellano, op. cit.,
p. 278, aunque hay que hacer algunas precisiones. Alberto
Arellano señala que el párrafo corresponde al diario El Ideal
1927. lo que puede ser un error o bien los dos diarios es­
Gallego,
1927, p.6lo. mismo sobre el partido. Además, en la trascripción
cribieron
6.
1927, p.Arellano
Alberto omitió copiar las fuertes críticas hacia Colo-
Colo y su juego “antiguo”.
44. La Voz de Galicia, La Coruña, martes 12 de abril de 1927,
pp. 1 - 2.
45. Alberto Arellano, op. cit., p. 284.
46. O Secolo, Lisboa, sábado 16 de abril de 1927. Gentileza
Biblioteca Nacional de Portugal. También aparece citado en
Alberto Arellano, op. cit., p. 299. Traducción: “El equipo
chileno es un grupo fuerte, que puede, sin embargo, ser ven­
cido por nuestros mejores onccs (...) Vale sobretodo por su
ataque, que es de una rapidez pasmosa. En esa formación,
sólo el extremo derecho nos parece perturbar la armonía de
los valores”.
47. Alberto Arellano, op. cit., p. 307.
48. La Nación, Santiago, domingo 24 de abril de 1927, p. 39.
49. El Mercurio, Santiago, jueves 2 de junio de 1927, p. 7.
50. El Mercurio, Santiago, jueves 2 de junio de 1927, p. 7.
51. Comentario aparecido en La Nación de Santiago, 29 de
mayo de 1927, p. 14.
52. El Mercurio, Santiago, sábado 4 de junio de 1927, p. 9.
53. ABC, Madrid, martes 26 de abril de 1927, p. 11. El término
“clasicismo” remarcado pertenece al original.
54. España Sportiva, N° 754, segunda época, Madrid, jueves 5
de mayo de 1927, pp. 8-9.
55. Alberto Arellano, op. cit., p. 355.
56. Pese a mencionarse en publicaciones anteriores, se toma la
idea de los avisos del destino a David Arellano del libro de
Edgardo Marín, Centenario. Historia total del fútbol chileno
(1895-1995); Editores c Impresores EME S.A.; Santiago,
1995, pp. 90-91.
57. Alberto Arellano, op. cit., p. 355.
58. Ibídem, p. 357.
59. En 1928 el Real Unión Deportiva se fusionaría con el otro
club de Valladolid, el Club Deportivo Español, formando
el Real Valladolid, que existe hasta nuestros días.
60. La Nación, Santiago, sábado 11 de junio de 1927, p.17.
61 . El Norte de Castilla, Valladolid, martes 2 de mayo de 1927,
p. 3. Citado también en Alberto Arellano, Op. Cit, p. 361.
 62. La Nación, Santiago, sábado 11 de junio de 1927, p.17.
63. El Diario Ilustrado, Santiago, jueves 2 de junio de 1927, p. 19.
64. Alberto Arellano, op. cit., p. 365.
65. E1 Diario Ilustrado, Santiago, jueves 2 de junio de 1927,
p. 19.
66 . Siempre Campeones N° 25, C.S.D. Colo-Colo, Santiago,
1999, p. 27.

128
CAPÍTULO 4
ENTRE EL DOLORY EL HEROÍSMO

(Gira Internacional del año 1927)

“...todos creían que seríamos adversarios fáciles

para ese team que acababa de golear ai Peñarol de
Montevideo. Se consideraba también que el golpe
moral recibido, el duelo que todavía nos afligía,
afectaría al rendimiento del cuadró, pero ocurrió lo
imprevisto: Colo-Colo, haciendo uno de los más
grandes partidos que se le conocen, ganó en una
brega bravísima a la selección catalana por 5 goles
a 4. Era el mejor homenaje que podíamos ofrecerle
a nuestro capitán muerto, él nos ayudó en aquella
tarde porque todos jugamos con su imagen viva en
nuestra mente. Esa victoria le dio categoría y pres­
tigio al fútbol chileno, pues era la época de oro del
fútbol hispano...”.

(Waldo Sanhueza, recordando el partido frente a la

Selección Catalana, en Estadio N° 319, 1949 )
&.1 La muerte de David Arellano
■ “...porque el recuerdo de David Avellano,
siempre nos guía por la senda triunfal.. ”
Wphxtracto del himno actual de Colo-Colo).
I “Una vez le dije: A‘ vellano, nojuegues más;
esa hernia puede sertefatal en eljuego'.
Mientras sea internacional - contestó
mtientras sirva para defender los colores de mi pa­
tria, seguiré luchando;y si muero, mueropor ella.
kQué importa morir así!'". (Leoncio Veíoso) W.
Como forma de calmar los dolores, Cha­
parro ponía compresas calientes en el cuerpo
de David las que no realizaron ningún efecto.
El practicante de medicina Arsenio Candelas
le puso una inyección calmante, mientras que
Sos doctores señalaban que si David resistía
entre 4 a 5 horas recién pensarían en operarlo.
Los tres se retirarían prometiendo volver ante
cualquier emergencia.
Tras otra inyección anestésica, David se
quedó dormido unos pocos minutos, para luego
despertar diciendo: “Hermanitos, acabo de ver
a mi mamacita que me decía que me estaba
esperando”
Ese instante fue la primera vez que la
delegación chilena pensó en la posibilidad que
el capitán fallecería.
La mejoría no llegó. David se quejó du­
rante toda la noche por los dolores que iban en
aumento.
- “¡Alberto!, ¿por qué no me llevan a una
clínica?. ¡Estoy tan mal, si supieran qué dolor tan
g r a n d e ! ” ® ) , repitió en la noche. Sus hermanos
y amigos trataron de aliviarlo untando sus labios
con leche y hielo.
Al aclarar el siguiente día, David Arellano
se siguió quejando. Al ver que el caso se les
escapaba de las manos, los doctores llamaron
a otro facultativo. En Valladolid había una
facultad de medicina, tino de los profesores, el
doctor Morales, no puso inconvenientes para
llegar a primera hora. Venía acompañado de
algunos estudiantes de la facultad.
Eran cerca de las nueve de la mañana.
Nada pudo hacer. Conocedor al revés y
al derecho de la ciencia médica, Morales no
emitió ningún comentario esperanzados Lo
peor de todo fue que otro facultativo, el doctor
Cebrián (recomendado por el doctor Iggea),
también llegó a revisar al joven chileno, llegando
a la misma conclusión que su colega.
Carlos Carióla se atrevió á preguntar a
Morales: “Doctor, ¿es que se muere David?” ®).
La esperanzada pregunta sólo obtuvo como
respuesta: “¡Es casoperdido!¡Hay que esperar sólo
algunas horas para el desenlace final! No hay
remedioӆI*
A partir de ese momento, todas las ilusio­
nes puestas en la recuperación del capitán se
transformaron en el calvario de saber que sus
minutos estaban contados. Alberto Arellano
perdió el conocimiento al escuchar el estado de
su hermano, mientras que el resto sólo pudo
llorar.
Morales agregó que intentaría una ope­
ración siempre y cuando a las tres de la tarde
hubiera una mejoría que hiciera albergar una
esperanza que el enfermo resistiría. Mientras
tanto, el doctor le aplicaba unas inyecciones
que lo adormecían. A despertar de las inyeccio­
nes, David veía como los estudiantes se paseaban
por la pieza mirándolo, ante el desconsuelo de
sus compañeros.
- “Alberto. ¿Pero estos doctores a qué hora me
van a operar?”.
- “¿Hasta cuando van a estudiar conmigo estos es­
tudiantes de medicina?”
- “En cuánto mejore algo nos iremos, ¿no es
verdad?” (6).
Frases como estas salían de la boca del
capitán, las cuales sólo lograban amargura entre
sus compañeros, quiénes apenas podían disimu­
lar su llanto con tal de no quitarle las esperanzas.
La espera fue en vano. Entre las dos y las
cuatro de la tarde David Arellano empezó a
perder el pulso rápidamente. Incluso, a las dos
y media, dos estudiantes y Francisco Arellano
fueron incapaces de encontrar el pulso en su
muñeca por lo débil que era.
131
 A partir de las cuatro, la delegación ya
veía cómo la mejoría era algo ilusorio, acabán­
dose todas las esperanzas de una operación.
Doña Ida Vergara de Carióla lo cuidó dándole
café con hielo en un algodón.
Sin embargo, David Arellano hace rato
ya había notado que los doctores no preparaban
nada para una operación, aparte de sentirse
cada vez más débil. A eso de las cuatro y media
David Arellano tomó conciencia de que su fin
se aproximaba, comentándolo con quienes lo
rodeaban.
Un poco después, David llamó a toda la
delegación. Con una entereza increíble, comenzó
a despedirse de todos los jugadores. Uno por
uno les iba dando sus últimos saludos. A Carlos
Carióla le encargó a los muchachos y a doña
Ida le agradeció todo lo que ella había hecho.
Finalmente, David le recordó a Guillermo
Saavedra lo que le había dicho en el norte de
Chile, que él debía ser el próximo capitán de
Colo-Colo. El “negro” aceptó la nominación
entre lágrimas.
¿Cómo darle la extremaunción sin quitarle
las esperanzas? Doña Ida Vergara encontró el
método: le explico que en España era costumbre
realizar el último sacramento antes de ser ope­
rado. David respondió ilusionado: “Si, señora.
Quiero confesarmey que me operen luego, porque
sino me muero*V).
El párroco de San Lorenzo fue el hombre
encargado de preparar espiritualmente a David
Arellano para afrontar su hora final. Luego de
esto, la pieza en donde estaba David fue vacián­
dose, con tal de dejar a los hermanos Arellano
a solas, compartiendo sus últimos instantes
juntos. Francisco se puso bajo su hermano,
acogiéndolo en sus brazos. Como éste lloraba
sin parar, David trataba de calmarlo: “No me
ponga nervioso, Panchito... Alguna vez tenía.que
ser...
A las seis y cuarto de la tarde, el doctor
Morales entró a la pieza para revisarlo. David
le preguntó si la operación sería muy dolorosa,
a lo que el facultativo le respondió que la anes­
tesia evitaría el dolor. Al tomarle el pulso Morales
se dio cuenta que la muerte llegaría en cuestión
132
de minutos, ya que la presión sanguínea se iba
debilitando con una rapidez increíble.;
Pese a los fuertes dolores que sentía, sus
últimas fuerzas las ocupó para preocuparse de
su “noviecita”: “Cuiden a mi mamá. Que sepa
poco a poco esta desgracia... ”. Estas palabras
fueron sus últimos encargos. Dicho esto, agregó
un suave: “Adiós, mamá... *Wk
Esas fueron sus últimas palabras.
Su cabeza se volvió al lado derecho, mien­
tras seguía acogido por los brazos de su hermano
Francisco. En su regazo murió, sin emitir ningún
quejido, sin alguna señal de dolor, descansando
en verdadera paz.
Martes 3 de mayo de 1927. Valladolid,
España.
Habitación del Hotel Inglaterra. 18.45
horas
David Arellano muere.
Sus compañeros, alejados de la cama, no
se habían dado cuenta de lo sucedido. La
pequeña pieza y los pasillos estaban repletos de
gente: la delegación colocolina, los doctores,
los estudiantes, gente del hotel, dirigentes de
fútbol y jugadores del Real Unión, entre otros.
Oscar González se acercó a la cama de
David con tal de hacerlo reír. Pensaba sacarle
una sonrisa sorprendiéndolo con sus cejas juntas
cuando Arellano abriera sus ojos. Sin embargo,
al llegar a la cama vio el llanto silencioso de los
hermanos Arellano más el hecho que David no
hacía ningún gesto. “Colo-Colo” fue el primero
de los otros jugadores en darse cuenta de la
situación, reaccionando de manera increíble.
Él, el hombre fuerte y duro, el hombre de las
bromas y anécdotas, contrajo su cara de manera
nerviosa, quebrándose en un llanto desconsola­
do.
La actitud de González hizo que los otros
supieran el fatal desenlace. Algunos lloraban
afirmados de la cama de David, otros apoyados
en la pared, otros gemían como guaguas. Cha­
parro, por ejemplo, trataba de contener el llanto
apretando los dientes al máximo.
Nada importaba ahora. El capitán se había
ido.
 U na rápida autopsia en el H ospital Pro­
La muerte de David Arellano: nuevas vincial dio la verdadera razón de la m uerte de
opiniones Arellano. N o era algo relacionado con el hígado,
sino u n a p eritonitis trau m ática que no fue
Sobre la causa de muerte de David Are- detectada.
llano, una nueva teoría se ha manejado, siendo
compartida por gran parte de los historiadores La noche de velatorio fue realizada por
del fútbol. Vicente Riveros fue el primero en los compañeros de equipo, ya que los hermanos
; darla a conocer al público, en un artículo Arellano no estaban en condiciones de algo
i realizado por Claudio Herrera titulado “Viaje semejante. Rosetti y Poirier los acom pañaron,
a la Historia”, señalando: "... Élpadecía apen- Sanhueza preparó su regreso, m ientras que
C dicitis y no estaba en condiciones dejugar aquel
C arióla y Bravo arreglaron los detalles de la
T partido de la gira en Valladolid (1927), pero lo
f hizo igual. Ahí, recibió un rodillazo involuntario autopsia, funeral y entierro. D oña Ida consolaba
r que derivó en una peritonitis” ®). al resto de los jugadores.
Esta opinión es compartida en vista de La tragedia de Colo-Colo caló hondo en
■t ía evidencia que se maneja al respecto. El pe- el corazón del pueblo español. Valladolid era
L riodista Eduardo Santa Cruz agregó otro an- uno de los sectores más católicos de la M adre
I tecedente, en una conversación sobre el tema:
I “Lo que llama la atención de la muerte de Are-
Patria, por lo que rápidam ente los saludos de
I llano es todo lo que sucedió. Es decir, el tipo se pésame de varias instituciones y personas llega­
El estuvo muriendo durante todo un díay los,doctores ron a la delegación chilena. Uno de los primeros
■ no hicieron nada, más que darle aguay atenderlo mensajes en llegar fue de la Sección de Estudios
I en una cama de hotel. Esto refleja elpensamiento Americanistas de la Universidad de Valladolid.
r de la época ya que, en esos años, el concepto que
En esta sección estaba el doctor Morales, cate­
g ; se manejaba era que el médico fuera a la casa
f del enfermo. Si lo de Arellano ocurriera hoy en drático de la Facultad de Medicina, enviando
I día, con nuestra mentalidad actual la reacción además una corona de flores.
| sería llevarlo inmediatamente a la Posta de Todos los deportistas, dirigentes y autori­
Urgencia, para quefuera atendido, y no esperar dades vallisoletanas se hicieron presentes en el
| a ver cómo evoluciona el enfermo, para ver si se H otel Inglaterra. A nom bre del Real U nión
| debe operar”
Deportiva lo hizo don Santos Rodríguez, presi­
dente de la sección fútbol. Sin embargo, había
un hombre en Valladolid que era el más afectado:
“Nada de toda mi campaña deportiva me David Hornia. El joven español de 18 años,
ha producido un recuerdo más doloroso que la natural de Infiesto (en Asturias), de profesión
muerte de nuestro capitán de equipo en Valladolid,
D avid Arellano. Fue un golpe tan grande para
todos, que durante mucho tiempo anduvimos como
enfermos de tristeza. En tierra extranjera éramos
hermanos, miembros de unafamilia que se quería
en forma más intensa que a su propia fam ilia,
acaso un afecto menos profundo y auténtico que
el que tenemos por nuestros propios hermanos,
pero sí más intenso y efusivo. Todos lloramos la
muerte del ser más querido. Fue una desgracia
que nos conmovió hasta la desesperación. Los con­
tornos que rodearon su muerte, como consecuencias
de un accidente ocurrido en un partido, le dieron
más dramaticidad, y el duelo nos abatió como un
mazazo” (Ulises Poirier)
mecánico y que prestaba sus servicios en el
gabinete de un dentista de Valladolid ahora
lloraba desconsoladamente. No sólo temía que
lo tildaran de asesino, sino que el hecho que la
víctima se llamara igual que él era la peor daga
que se clavaba en su joven corazón.
El miércoles 4 se realizaron los funerales.
El cielo no pudo evitar el llanto, siendo esa una
tarde en extremo lluviosa.
Valladolid quería despedirse del amable
deportista, por lo que a pesar de la húmeda
tarde toda la ciudad acudió al Hospital Provin­
cial, con tal de acompañar el cadáver hasta el
cementerio. Una enorme caravana de personas
y vehículos se hizo presente en el último adiós
del deportista chileno.
A las seis y media el capellán del hospital,
don Filiberto Rodríguez, rezó un responso,
siendo sacado el féretro en hombros de sus
compañeros y por jugadores del Real Unión.
La urna fue una hermosa pieza de caoba con
aplicaciones de plata.
Mientras esto ocurría, la Federación Na­
cional de España abría una suscripción en favor
del equipo chileno, con 1.000 pesetas.
En la caravana, muchísimas coronas de
flores adornaban el camino. Todas las institu­
ciones deportivas se hicieron presentes: el Club
Deportivo Español, Real Unión Deportiva,
Deportiva Ferroviaria, la Federación Castellano-
Leonesa, la Federación Nacional de Fútbol, la
del Colegio de Árbitros de Castilla y la antes
mencionada de la Sección de Estudios Ameri­
canistas.

Discurso de Manuel Bravo en el funeral de David Arellano

Siendo necesario que alguien se dirigiera al público en nombre de la delegación chilena, el

porteño Manuel Bravo fue el encargado de hablar en el funeral de David Arellano con estas palabras:
“Ahora, nuestro capitán DavidArellano queda aquí; en suelo acogedory hermano, pero muy lejos
del suelo en que nació.
Allá en aquella tierra nuestra, queda una madre atribulada, la pobre vieja amada, anciana
venerable que despidió tres hijosy sólo abrazará clos al regreso, porque el otro queda aquípor siempre.
Llevamos un recuerdo de tristeza, pero no de rencor. Nadie aquí es culpable. Fue la Fatalidad. Si
vuestra efusión de hermanos merece recompensa, sea ésta, el recuerdo afectuoso que dedicamos aljoven
compañero vuestro causante involuntario de esta desgracia que lloramos alpar. Sabemos de su dolor, de
su tortura queprueba su nobleza y su bondad.
Y ahora, David, compañero entrañable, amigo infortunado: Adiós, duerme, duerme, duerme, y
espera, porque estás entre hermanosy queda contigo nuestro corazón
Las últimas palabras hicieron llorar a Bravo y a la delegación. No era para menos. Como ho­
menaje a David, en las últimas frases de su discurso (“Adiós, duerme...”), Manuel Bravo había
parafraseado la canción favorita del capitán caído, en un gesto que sólo los chilenos podían
comprender.
Después de esto, Bravo intentó proseguir con su discurso:
“Con David desaparece el maestro, elguía, el conductor”
No alcanzó a decir más. El llanto lo ahogó.
Otra versión de lo dicho por Manuel Bravo apareció en el Diario Regional de Valladolid,
donde se pudo leer:
“Salimos a Europapara robustecer nuestra alegría, y sin embargo, la adversidad nos hará regresar
a nuestropaís transidos de pena.
Parece que la misma Providencia nospone un obstáculo, rociando el cadáver ele nuestro compañero
con aguas celestiales, como si con ello quisiera impedir el abandono en que vamos a dejar a un chileno.
Ahí tenéis ese arco iris que forma la corona máxima de todas las que tuvieron la gentileza de
brindamospersonas de todo corazón.
Una última despedida, recordando aquella canción tan alegre que cantabas cuando con nosotros
hacías un coro triunfal en toda nuestrajira. Lo que tú dijiste en vida, hoy te lo repetimos en la tumba.
David: duerme, duerme, duerme, nuestro compañero y hermano David”
 fe Siguiendo con el cotejo fúnebre, las mo­ El ministro de Instrucción Pública anunció
s c a s de Valladolid dieron una grata sorpresa: que los restos de Arellano serían repatriados por
estregaron un hermoso “bouquet” de flores con el gobierno. Tomás Olivos, como presidente de
Bicolores de Chile y España, que fue recibido Colo-Colo, envió una carta de agradecimiento
sor los estudiantes que acompañaban a la cara­ por el gesto estatal.
vana. Fueron necesarias dos carrozas para llevar El ambiente deportivo sintió la noticia.
pidas las ofrendas florales recibidas. David, el capitán y seleccionado, ya no estaría
El llamado “Portillo de los muertos” era más con la roja en el pecho. Los pésames em­
k entrada al Cementerio de Valladolid. Muchos pezaron a llegar. Primero de Magallanes, luego
pensaron que la gente no entraría, ya que era del Morning Star, Unión Española, Rangers de
costumbre que sólo los familiares estuvieran en Osorno y ligas de todo Chile, hasta de la
el momento que el cuerpo entrara a la tierra, Asociación Uruguaya de Fútbol y del Peñarol
pero gran parte del público quiso acompañar de Montevideo.
■David Arellano hasta su entierro. La delegación debió dejar Valladolid. No
Manuel Bravo fue el encargado de hablar habría sido fácil seguir en esa ciudad y no habría
a nombre de los chilenos. sido fácil volver a mirar a los mismos rivales sin
recordar el partido pasado.
l £No esposible que haya habido otrojugador Los colocolinos no tuvieron descanso. José
con mayor influencia en el desenvolvimiento del Macías, uno de los delegados del equipo, se vio
fútbol en Chile que David Arellano, el malogrado afectado por fiebre tifoidea, lo que hizo pensar
y recordado capitán del club Colo-Colo. Porque a los chilenos que perderían a un segundo
no sólo fue Arellano un maestro dentro de la componente de la delegación. Por suerte “Pepi-
mancha, no sólo orientó a sus compañeros en el 11o”, que se quedó en Madrid, logró sobrevivir.
intrincado bosque delfútbol técnico y asociado. En su reemplazo como dirigente actuó Waldo
Su reciapersonalidadpudo más que eso... ”(Renato Sanhueza, quién dio muestras de un gran criterio
^González) l@Í>| y sabiduría para el puesto. Desde entonces,
*** Sanhueza quedaría con el “bichito” de los puestos
Lo primero que se supo en Chile fue un directivos.
escueto cable enviado desde España y recibido Colo-Colo partió a Valencia para seguir
por el ministro de Relaciones Exteriores, donde la gira. En Valladolid, Colo-Colo dejó un grato
se consultaba la forma de trasladar los restos a recuerdo, más el enorme cariño y afecto. En
Chile. cambio, ganó el luto en sus camisetas y un
Al día siguiente, el país entero se remecía crespón negro en su bandera.
con dos noticias. Mientras que los titulares Uno de los pequeños gestos que nos mues­
indicaban la renuncia de don Emiliano Figueroa tran cómo afectó la muerte a la delegación lo
a la presidencia de la Nación, las páginas inte­ entregó Oscar González. "Colo-Colo” estaba
riores daban los cables que informaban la muerte llorando, como todo el resto de la delegación,
del deportista. cuando se tomó el tren con destino a Valencia.
La preocupación principal era la madre Entre sus lágrimas, el “negro” miró a sus
de David. Doña Rosario había sufrido una compañeros y dijo entre sollozos: “¡Se acabó
enfermedad hace no mucho tiempo, lo que Pancho Villa*, ñatos”(14L
hacía temer por su salud al momento de recibir Todos entendieron el mensaje. “Pancho
la amarga noticia del destino de su hijo. Por Villa” era una de las canciones favoritas de
suerte, doña Rosario aguantó la triste noticia, David, el cuál había hecho una letra alusiva a
aunque su pena y llanto fueron inconsolables. Colo-Colo con su melodía. Cada vez que Colo-
Recibiría una condolencia oficial del embajador Colo tomaba un tren o un barco, David empe­
en España. zaba a cantar este “primer himno” del club,
siendo acom pañado p o r el resto de sus com pa­
ñeros.
G o n z á le z te n ía m u c h a ra z ó n : se h a b ía
acabado “P ancho V illa ”.
Y para siem pre...
“Elprim er táctico chileno vivió hace muchos
años, y nosotrosjugamos con élfu e D avid Arellano.
Hacía el equipo y eljttego, según las circunstancias;
cambiaba hombres de puesto, recostaba defensas,
retrasaba insiders, adelantaba a un back, en fin ,
estudiaba el partido y el rival. Eso era sistema.
Fue una lástima grande para elfútbol que D avid
muriera tan pronto. Porque en esa gira que hicimos
a Europa con Colo Colo aprendió muchísimo y
ya sabía bastante por pura intuición; habría sido
¿Descendientes de David?
La muerte de David Arellano trajo
consigo historias sobre el jugador,
especialmente en lo referente a hijos que habría
dejado en Chile. Más de una versión se entregó
al respecto y fueron muchos los supuestos
“hijos” del crack que luego aparecieron. Un
ejemplo: en el año 2000 llegó a la sede de
Colo-Colo una persona sordomuda a pedir
ayuda, teniendo en sus manos sólo dos papeles,
una fotocopia de su cédula de identidad (donde
se señalaba que su nombre era David Arellano
y que había nacido en 1926) y una copia de
su certificado de nacimiento, mostrando que
el nombre de su padre era un “David Arellano”.
Luego de averiguaciones, quedó en claro que
no era hijo del fundador del club.
Al respecto consultamos a Eliana
Arellano, hija de Guillermo, quien nos señaló
que fueron muchos quienes se acercaron a la
familia, acreditando ser hijos ilegítimos de
David y deseando una ayuda, en especial de.
Alberto o de Guillermo Arellano, los de mejor
situación económica. Sin embargo, Guillermo
Arellano siempre determinó que las peticiones
no tenían ninguna validez, tratándose
comúnmente de estafas. Para Eliana Arellano,
era la forma para intentar ganar algo por la
fama de su malogrado tío.
Pero, de todos modos, siempre quedará
la duda si hubo o no descendencia de David
Arellano.
un entrenador notable, y elfútbol habríaprogresado
más rápido” (Carlos Schneeberger) fí$b
L a m u e rte d e D a v id A re lla n o fu e u n a
p é rd id a e n o rm e p a ra el fú tb o l chileno . E ra el
m e jo r insider izquierdo del país, seleccionado,
c a p itá n de C h ile , g ran c ab ecead or y c o n u n
gran d o m in io del balón. U n ind iscu tid o en su
puesto que recién estaba llegando a su m adurez
futbolística. A l m o m en to de su m u erte D a vid
estaba^en el segundo año de estudio para espe­
cializarse com o p ro fesor de educación física..
Pero fu e en el terren o táctico d o n d e la
m uerte de A rellan o caló m ás hondo. El era un
a d e la n ta d o a su épo ca, q u e c o m p re n d ió la
necesidad de profesionalism o y trabajó con tal
de o b ten er progresos én el d ep orte que tanto
am aba. D avid A re lla n o , p o r m ed io de C o lo -
Colo, había instaurado en Chile el entrenam ien­
to ob lig atorio diario, la práctica de jugadas y
pases, la p rep aración física, el estudio de los
rivales y la preparación de m ovim ientos tácticos.
La gran cam paña del club hizo que otros los
im itaran, m ejorando el nivel. La gira al sur del
país y las noticias que llegaban a to d o C h ile
referentes sobre este equipo invicto, hizo que
la adopción del sistema de entrenam iento y de
juego colocolinos se hiciera más rápida p o r el
resto del territorio.
A dem ás, C o lo -C o lo hizo frecu en te en
C h ile los detalles: la am abilidad, los ram os de
flores, la picardía, el uso de los brazos, saber
lanzarse al suelo, la correcta presentación del
equipo y el saludo respetuoso, entre otras cosas.
N o se equivocó C arlos Schneeberger al
señalar que con David Arellano el fútbol chileno
habría progresado más rápido. Fue su decisión,
apoyada p o r sus compañeros de equipo, la que
hizo posible que Chile aprendiera algunas cosas
ya frecuentes en el Adántico. Ese viaje a Europa
le había perm itid o conocer otras realidades
futbolísticas, en especial la fuerza y el gran
interés que en la parte física ponían los europeos.
Tal vez si David Arellano hubiera vivido habría
sabido u n ir la disciplina y desarrollo físico
europeo con la técnica y picardía sudamericana.
Si bien C olo-C olo demostró haber aprendido
 ayor precisión, una vez que volvió a Chile a treinta mil espectadores, como el Mestalla SS|
éltó la figura carismàtica y el líder para que lo El domingo 8 de mayo el cuadro chileno
■prendido no se perdiera rápidamente y se debutó enfrentando al campeón regional, el
■qpiera difundir. Valencia EC. Con Guillermo Saavedra lesiona­
do, la capitanía delegada por David Arellano
■ 1Creo que nunca volví en su lecho de muerte debía
\ajugar como lo hiciera al lado caer en otras manos. Ulises
dáDavid, y eso que tuve gran­ Poirier, al igual que en al­
des insiders a mi vera” (José gunos partido en México, fue
|®íiguel Olguín) PIE el encargado de tomar el
puesto.
Las palabras de Olguín Valencia venía de ganar
no fueron lo único. al Español de Barcelona y al
Luego de la muerte de Barcelona, por lo que los
David, nada fue lo mismo españoles esperaban una fácil
en Colo-Colo. victoria ante un equipo que
venía desmoralizado.
“En una cancha de Va- Los chilenos salieron a
lladolid, a causa de un des­ la cancha, ganándose un
agraciado accidente, Colo-Colo sonoro aplauso. La camiseta
perdió a su capitán más que­ llevaba una cinta de luto,
43. Como capitán dé Colo-Colo, Ulises Poirier mientras que la bandera
rido, y al que juera, desde el Se saluda con Cúbells, capitán del Valencia,
comienzo, alma y cerebro del quien le entrega un banderín que decía: “El chilena lucía un crespón
Valencia FC. A l Colo-Colo FC., campeón de
club. Y elfútbol chileno, a uno Chile”. Es elreestreno tras ¡apartida delcapitán, negro.
de sus más altos valores, quien, ganando por 4 a 3. Pese al árbitro parcial
todavía en plena posesión de en favor de los locales, que
sus medios, pudo haber continuadopor varios años, fue pifiado por los mismos valencianos, Colo-
destacando en los seleccionados nacionales. Supo Colo logró el mejor homenaje a su capitán caído
David morir como losgrandes, enpleno despliegue ganando 4 a 3.
de susfacultades y sin que siquiera asomara aún En la revancha jugada al día siguiente todo
la niebla de la decadencia, de la que no se escapan estuvo contra el equipo chileno. Una pésima
ni los más brillantes astros del deporte cuando el cancha (producto de la lluvia), jugadores can­
imperativo del tiempo los acosa. El elegido de los sados, un autogol (de Chaparro), un penal en
dioses muerejoven, dijeron los antiguos paganos, contra por mano y la extraña composición del
y David, figura estelar delfútbol chileno, murió equipo de Colo-Colo, probando jugadores en
igual que esos elegidos, enplenafecunda madurez otros puestos en circunstancias que el Valencia
de sujuventud” (Renato González) í17). venía reforzado, en un partido no apto para
experimentos. El marcador final fue de 3 a 1
en contra. Lo positivo fiie que el estadio estuvo
4.2 Los aplausos en España, la polé­ repleto, lo que significó la entrada de una im­
mica en Chile portante suma de dinero para la delegación.
Tras los primeros partidos, el público
La gira debió continuar. de Valencia se llevó una buena impresión de
Colo-Colo llegó en la primera quincena los chilenos, quienes eran comparados con la
de mayo al puerto de Valencia, hermosa ciudad vara que había dejado Nacional de Montevideo
que tenía cómodos estadios para el fútbol, con en la zona. De hecho, a González se le llamaba
tribunas que llegaban a albergar entre veinte mil el “pseudo Andrade” al encontrarlo similar a
 un jugador uruguayo (José Leandro Andrade, delegación chilena. Pero lograron subsanarse.
el “negro”). Además, el público se ponía nervioso Con cuatro días de reposo y una alineación
cada vez que caía un chileno al suelo, ya que bien planificada, el club salió al estadio del
pensaban que se podía repetir la tragedia de Valencia el 13 de mayo, para enfrentar nada
Valladolid. Los chilenos dejaron la siguiente menos que a una selección local, en un partido
impresión: “Su característica principal es eljuego a beneficio de los chilenos organizado por el
a base de pases rasos y precisos y la velocidad. Comité Regional de la Federación Valenciana
Dominan todos el balón, y en eljuego por alto de Fútbol, jugando contra jugadores del Valen­
descuellan por su seguridad” . cia, Castellón, Levante y Sporting de Canet.
La situación de continuos cambios en el El resultado pareció darle la razón a Bravo:
equipo chileno produjo ciertos roces en la ganó Colo-Colo por 4 a 2, en un partido donde
delegación. La actitud de los dirigentes, preocu­ todo el equipo jugó espléndidamente, remon­
pados que todos tuvieran iguales oportunidades, tando el 0 a 1 inicial y estableciendo un dominio
contrastaba con la actitud de los jugadores, absoluto de las acciones sobre el combinado.
quienes veían como el continuo cambio sólo En la despedida, el testimonio es decidor: “El
conseguía que no se lograra armar un equipo equipo chileno Colo-Colo, por su noblezay depor-
sólido. En su correspondencia a El Mercurio, tivismo, ha sabido granjearse las simpatías de la
Manuel Bravo graficó esta situación: afición española en general”@2\
“...muchos de los partidos se han perdido
por estar haciendo cambiosy pruebas que a nada
conducen. En ocasión del segundo partido con el
Valencia, a quién creían un adversario sin mayor
valor, después de suprimer match con nosotros, se
hizo una prueba con Rosetti en el ataque. El
resultado lo tuvimos claro: la línea se desarticuló
completamente, y el equipo local se impuso sobre
el Colo-Colo (.. .) M i calidad de jugador y de
corresponsal me impide hacer hincapié en el motivo
de la derrota en el segundo encuentro, máximo
cuandoyoju i eliminado del equipopara darpaso
a Rosetti; pero, invocando la opinión de mi amigo
Guerrero, debo decir que el encuentro se perdió Al día siguiente, los colocolinos se sorpren­
única y exclusivamente por el cambio hecho a dieron al leer los periódicos españoles, que
última hora. comentaban cómo en el partido de Colo-Colo
Losjugadores, desde luego, no querían que frente a la selección valenciana los jugadores
se cambiara el cuadro quejugó elprimer encuentro, hispanos habían participado sin recibir dieta.
y sólo la imposición de los encargados deformar ¿Traducción? Abierto profesionalismo en Espa­
el equipo se vieron en la obligación de aceptar. ña, excepto en los amistosos y en los partidos
Creo que en este detalle puede encontrarse de beneficencia. “¡Yallá se asustan cuando los
lajustificación de estay de alguna otra de nuestras clubes les regalan unpar de zapatos a losjugado­
derrotas” res1.”, comentó Manuel Bravo irónicamente
Las palabras de Bravo traerían polémica El domingo 15 de mayo se jugó un nuevo
para la gira, mientras que Carlos Carióla debió partido. Pese a las advertencias, la delegación
publicar una aclaración al respecto para des­ chilena decidió dirigirse a Castellón. Todos los
mentir la crítica (21). deportistas valencianos informaron a los chilenos
El cansancio y los cambios de jugadores de la gran “fama” que tenía el fútbol de Caste­
se aprecian como los grandes problemas de la llón: nadie ganaba allí producto de los manejos

138
e n los arb itrajes. El cacique v ia jó co n fia d o , y a
que al ser ad vertid os de las irregularid ad es que
se p ro d u c ía n se to m ó la p rec a u c ió n de p actar
el p a rtid o c o n la c o n d ic ió n q u e a rb itra ra u n
ichileno . L am entablem ente, la con firm ación del
* p a rtid o a ú ltim a h o ra p o r p a rte d e los alb os
con sp iró para haber ten id o u n m ejo r m arco de
| pú blico.
S e g ú n lo s c h ile n o s to d o fu e u n in ú til
■ e sfu e rz o y las dos ho ras y m e d ia qu e d u ró el
» via je a C a s te lló n se tra n s fo rm a ro n en m o tiv o
| de arrepentim iento. E n esa ciudad no se aceptó
l al á rb itro c h ile n o , o b lig a n d o a C o lo -C o lo a
■ ju g a r c o n u n re fe rí lo c a l (R a m ó n L e o n a rte , entregado antecedentes sobre la gira a Europa
■ presidente del V alencia y que y a les había arbi-
E trado). L o que pasó después fue lo acostum bra-
I do: u n a actuación to ta lm en te parcial del juez,
B y una nueva victoria para el equipo de Castellón,
■ esta vez p o r 2 a 1.
La versión sobre el m ism o p artido entre-
I gada por los diarios de C astellón es totalm ente
I distinta. Para ellos, al arbitraje de L eonarte fue
I im pecable e im parcial, m ientras que el partido
i fu e el m ejo r jugado en la zona hasta la fecha.
I Para los locales la victoria fue justa y m erecida:
“No se asustaron nuestrospaisanos de la cara
| i jferoche* del form idable González, excelentísimo
I medio chileno, ni hicieron el indio, ni se conta-
I giaron de la proximidad, a pesar de la desmedida
1 furia empleada por los americanos, principalmente
[ en la segunda parte” iP i.
“Se les ha visto que todos dominaron el balón
► y cuando avanzan dan mucha sensación de peligro
(...) El juego que practican es el de pases largos,
tanto a ras de tierra como por alto (...) ha satisfecho
en cuanto aljuego que practican, aunque algunas
veces se lamentó el empleo por algunos elementos
de marrullerías y trucos... ” .
Las penas se olvidaron dos días después.
El martes 17 Colo-Colo venció en Sagunto al
seleccionado local, en un partido donde los
albos no tenía reservas. ¿Las razones? Primero,
Carlos Carióla había logrado que los hermanos
Arellano, Francisco y Alberto, regresaran antes
a Chile para atender la pena familiar. A ellos se
les sumó Togo Bascuñán, como gran amigo de
ambos para acompañarlos eñ el regreso, partien­
d o el 5 de m a yo desde V allad o lid . S eg u n d o , el
m ié rco le s 1 8 d e m a y o se ju g ó e n M a d rid u n
p a rtid o a b e n eficio d e C o lo -C o lo . L os rivales
eran u n a selección m ilita r de M a d rid c o n tra el
equipo inglés Swansea. Los m adrileños eligieron
a c u a tro e le m e n to s d e C o lo - C o lo p a ra q u e
jug aran com o refuerzos. A sí, G onzález, R osetti,
Enrique Jaramillo:
su recuerdo sobre la gira
El jugador más antiguo de Colo-Colo
con vida al año 2004, Enrique Jaramillo, ha
en varias entrevistas, basándose en lo que escu­
chó en su época como jugador de los albos.
Según Jaramillo, la gira se gestó porque
se le pidió a Carlos Carióla llevar un espec­
táculo artístico a Europa, ofreciendo a cambio
fútbol. Si bien hay cosas poco creíbles en su
relato, como el hecho que no pudo ir a Europa
por no tener el permiso de su padre (si no
fueron algunos de los titulares habituales,
¿cómo iba a ir un muchachito del tercer equi­
po?), hay cosas que se ratifican con los recuer­
dos de este jugador
Sin embargo, lo más llamativo ha sido
que en dos ocasiones Jaramillo ha dado una
nueva versión de porque David Arellano jugó
el partido en Valladolid pese a su reticencia
inicial, culpando de esto a Óscar González:
“Ese partido en Valladolid no tendría
porque haberlo jugado, pero la critica de un
compañero de equipo, Manuel ‘Colo Coid Gon­
zález (sic), quién lo acusó de tener privilegios,
lo obligó a vestirse de corto y a jugar a pesar de
su hernia”®^.
“El reemplazante de David era un tipo
medio analfabeto, que no aguantaba nada, mal
genio, no le voy a decir el nombrepara no quedar
mal, je... Ese día en Valladolidjugaba este tipo
en vez de David, pero a última hora se negó a
salir a la cancha. David, siempre muy correcto,
mandó a buscar la indumentaria al hotely jugó,
no debía hacerlo”®'.
Esta narración no aparece mencionada
en ninguna de las fuentes consultadas y cree­
mos que se trata de un mito que don Enrique
ha tomado como realidad. La prueba más
clara de esto es el hecho que Oscar González
jugó todo el partido como titular el día que
David fue golpeado
Linford y Chaparro (que no jugó) debieron
partir a la capital hispana.
De Chile salieron veinte jugadores. Se
restan David y Francisco Arellano, Togo
Bascuñán, Manuel Figueroa (lesionado del
partido anterior), Ernesto Chaparro, Oscar
González, José Rosetti y Jorge Linford. Queda­
ron doce jugadores, de los cuales dos eran
arqueros. Por suerte ya se había recuperado
Saavedra y logró reaparecer en Sagunto, jugando
Bravo en la defensa sin afectar el funcionamien­
to. Una sufrida victoria, que tuvo como guinda
de la torta la gran actuación de los colocolinos
como refuerzos de la selección de Madrid, que
venció al Swansea 3 a 2 . Rosetti fue elegido el
mejor de la cancha y tanto el Swansea como el
Motherwell, otro equipo inglés que estaba en
Madrid, entregaron una generosa suma de
dinero como donativo.
Como se puede ver, la delegación coloco-
lina en España tuvo una agitada semana entre
el 13 y el 19 de mayo, empezando y terminando
entre aplausos.
Muy distinta era la situación que se vivía
en torno al club en Chile.
Todo empezó el mismo viernes 13.
atLa jira del Colo-Colo y la Federación de
FootbaW. .
En nuestras esferas deportivas se ha comen­
tado desfavorablemente elprograma de partidas
del Colo-Colo en sujira por Europa. El Domingo
pasado venció en Valladolidy al día siguiente, en
la misma ciudad, empató. El Domingo último
venció en Valenciay el Lunes cayó derrotado. No
nos explicamos como eljefe de la delegaciónpermite
que su cuadrojuegue dos días consecutivos. Es este
un error fisiológico y deportivo imperdonable.
Cuando vino al país el Real Deportivo
Españoljugó su jornada inicial el día Jueves,
exigió dos días de descansoy el Domingo sepresentó
en la revancha. Este criterio es el único razona­
ble...”.
Con estas palabras iniciaba un artículo de
su sección deportiva el diario La Nación. Lo
que seguía iba más o menos en el mismo tono.
Se informaba por ejemplo que el ministro de
Chile en España envió un cable hacia Chile, en
nombre de Carlos Carióla, dirigido al ex-tesorero
de la Federación de Football, Carlos Aguirrej*
donde se señalaba que la situación económica
de Colo-Colo en España era angustiosa, por lo
que se solicitaban 15 mil pesos, agregando que
Carióla y Bascuñán volverían a Chile.
En las líneas siguientes, La Nación entre­
gaba más datos e irregularidades. Por ejemplo,
se señaló que el contrato de la gira no lo firmó
Tomás Olivos, presidente de Colo-Colo, sino
que Carlos Carióla, a nombre de la Federación
de Football de Chile. Luego, se preguntaba el
destino del dinero dejado como garantía
económica del viaje antes de partir, ya que si
éste existiera Carióla no solicitaría dinero a
Carlos Aguirre.
En Santiago, ardió Troya.
Al día siguiente La Nación entregó más
antecedentes. Se mencionó que el dinero que
estaba en garantía (que supuestamente debía
quedar en Chile) fue enviado a Carióla una vez
que salieron de Ecuador. Luego, se agregó que
Carióla usó el nombre de la Federación de
Football para firmar el contrato con Monchio
en una irregularidad evidente. Para terminar,
se rumorean desavenencias en España entre
Carióla y Alberto Arellano, que estaba apoyado
por los jugadores. Esta sería la explicación para
que Carióla deseara volver antes de tiempo.
Ese mismo día Alfonso Silva, dirigente de
Colo-Colo que no pudo ir en gira, desmintió
todo en las páginas de El Mercurio. Primero,
Silva escribió que el fondo de garantía para el
regreso del equipo se giró efectivamente a nom­
bre de Carióla en Guayaquil, pero esto no
representaba ninguna anormalidad. Luego, el
dirigente colocolino agregó que si bien el con­
trato de gira lo firmó Carlos Carióla, éste lo
hizo no ocupando el nombre de la Federación
de Fútbol, sino representando al club con una
carta poder escrita por el mismo Olivos. Como
tercera aclaración, Silva señaló que el haber
jugado dos veces seguidas era algo absolutamente
contemplado, y que para ello se había llevado
a veinte elementos, ya que el calendario de
partidos era fijado por los locales, no por Colo-
Colo fflt
 ‘ Lo más curioso de la aclaración de Alfonso local. En un encuentro cuya recaudación fue a
Silva fue la parte final. Aquí, la discusión acerca su beneficio Colo-Colo ganó 3 a 1. Apenas
de lo dicho se llevó al terreno de las rencillas “cinco m il almas escasas” llegaron al recinto,
personales, al quedar en claro las diferencias según España Sportiva, que indicó que una
que tenían entre sí el mismo Silva y Carlos buena parte entró sin pagar, lo que llevaría a
Carióla con Carlos Fanta, reconocido hombre un irónico “...la afición es admirable... ” (27).
del deporte, fundador honorario de los albos y ¿Y el partido en Francia? Luego de los
jefe de la sección deportes de La Nación. encuentros en Valencia, Carlos Carióla partió
El martes 17 de mayo, con la polémica a París para afinar los detalles. En la “ciudad
apaciguada, Alberto Parodi habló en nombre luz”, el dirigente chileno se topó con dirigentes
del club. Su declaración desmintió la paupérrima del Peñarol de Uruguay, equipo que también
I situación económica de la gira. Si bien había estaba de gira europea, dándose cuenta de una
■pérdidas (producidas por algunos partidos no cosa: el dirigente del Red Star, señor Delblet,
I jugados y por algunos bajos porcentajes recibi- había pactado el mismo partido tanto con Colo-
■ dos), jamás había estado en duda el regreso. Colo como con Peñarol. Por tal motivo, la gira
Incluso Parodi anunció que el sábado se jugaría sólo siguió en territorio español.
« c o n tra el Red Star en París. Al finalizar, Parodi En Chile, mientras tanto, sucedían algunas
■ explicó lo sucedido con Carióla. Este, luego de cosas importantes. El martes 24 de mayo se
I la muerte de David, solicitó dinero a Chile para realizó una velada en homenaje a David Arella-
i volver con algunos jugadores y de este detalle no, donde el objetivo central era reunir fondos
B se habría basado Carlos Fanta para publicar su para construir el mausoleo de los deportistas,
■ artículo. en donde supuestamente se depositarían los
La situación del cacique llegó a las auto- restos de todos los grandes deportistas chilenos
f ridades. El 19 de mayo se reunió la Confede- partiendo con el cuerpo de Arellano una vez
I ración Deportiva tratando, entre otros puntos, que fuera repatriado. Ese mismo día, en Santiago
el asunto de Colo-Colo. Tomás Olivos, tesorero se reunió el Internado F.C. En esa reunión, que
de la Confederación y presidente de Colo-Colo, contó con representantes del Club Náutico y
explicó frente a todos los miembros que la de la Federación Universitaria, se llegó al acuerdo
Confederación siempre supo y estuvo de acuerdo de crear un club que reuniría a todos los depor­
con el viaje de Colo-Colo. Puso el ejemplo que tistas universitarios de las diferentes disciplinas,
la elección de jugadores para ir a la gira no la quedando la rama de fútbol en manos de Arturo
hizo sólo la gente del club, sino que contó con Flores. El club se llamaría Club Universitario
tres delegados de la Confederación, en un claro de Deportes. Así, el 24 de mayo de 1927 es una
gesto de común apoyo. La intervención de de las fechas principales para un club que se
Olivos hizo que en la reunión se terminara identificaría con el color azul...
alabando entre aplausos la labor colocolina en Sigamos avanzando. El viernes 27 de ma­
el extranjero. yo, en los mismos días que el Unión Coquimbo
Al igual que en España, la semana del 13 F.C. de Chuquicamata iba a Bolivia siendo el
al 19 de mayo de 1927 en Chile sería de una primer equipo chileno en jugar en ese país, el
agitadísima labor para el club popular. Pero a equipo volvió a pisar las canchas hispanas,
diferencia de lo acontecido en Valencia, en aunque esta vez la localidad elegida para pre­
Chile la polémica seguiría generando suspicacias sentarse fue el pueblo de Murcia, siendo el
en el ambiente. Y la razón era un motivo real: primer equipo americano en jugar en esa loca­
la gira tenía serios problemas de dinero. lidad. Este partido se había pactado para el día
Volvamos a la Madre Patria. El domingo anterior, cuando se celebraba la fiesta de la
22 de mayo Colo-Colo volvió a Madrid, jugan­ Asunción, pero una lluvia obligó su aplazamien­
do en el Campo del Racing contra una selección to. El Estadio de la Condomina recibió un lleno
total, ya que en toda España se había corrido
la noticia de la tragedia de David.
Sin Carlos Carióla (que estaba en Barce­
lona pactando nuevos partidos) y sintiendo el
cansancio del viaje, los locales se ponen 2 a 0
arriba empezando “una de lasfases más bonitas
delpartido (...) el duelo entre la científica delantera
chilena y nuestra defensa”vw. Pese a la buena
actuación de Saavedra, el resultado final sería
una derrota de 4 a 1, generando comentarios
que terminarían con frases conocidas: “El Colo-
Colo es un equipo de excelente conjunto. Ninguna
de sus líneas desentona. Además toriossusjugadores
son enormemente valientes y rápidos (. . .) Si sus
chuteadores afinaran más la puntería sería un
equipo verdaderamente temible”W).
La venganza vendría el domingo 29 de
mayo. En el mismo estadio, los chilenos salieron
con todas sus ganas, sobreponiéndose incluso
al pésimo arbitraje del pito local Servet, quien
fue reemplazado en el segundo tiempo a pedido
del público. Con gran rapidez en la delantera,
Colo-Colo ganó por 4 a 2 .
La travesía por Murcia culminaría el mar­
tes 31 de mayo, cuando se derrotó por el mismo
marcador a un Combinado Regional de Murcia,
que no pudo formarse con todos sus hombres
por problemas entre la dirigencia de los clubes
murcianos. Al minuto de juego los chilenos
iban perdiendo, y más adelante se iría 1 a 2
abajo. Colo-Colo, guiado por un motivado y
hasta brusco Saavedra, logró salir adelante pese
al marcador y a un nuevo arbitraje parcial en
favor de los locales, repudiado por periodistas
e hinchas:
“Después vinieron arrancadas magníficas
de los chilenos que el árbitro cortó confituts (sic)
y offiides, algunos imaginarios y aquí empezó a
estropearse elpartido.
Los chilenosjuegan cada vez mejor (...) Un
sector delpúblico con sus intemperancias, acabó
de desconcertar al árbitro que en unajugada que
era unfaut de Morales a González, pita penalty
contra el bando chilenoy aquí empezó el desastre.
Fué tan injusta la decisión, que los mismos locales
se conformaron con el cambiopor un golpefranco
desde un metro del área (...) El segundo tiempo
fue todavía más desastroso, por lo que al arbitrajej
se refiere. Unpenaltypor manos a Morales (chilemM
acabó de exasperar a éstos, máxime cuando CortM
detuvo el tiro que lanzó Josechu sin picardía; |n
entonces los chilenos se dedicaron a jugar sucioñ
interrumpiéndose continuamente eljuego, por las
protestasy discusiones a que losfallos del árbitro
daban lugar.
Y ocurrió lo de siempre; el equipo más resis­
tente y de más conjunto se impuso netamente,
dominando casi toda la mitad de la segunda
parte... ”(3°).
Ese mismo martes 31 fue la fecha de 11er
gada a Chile de los hermanos Arellano acompa­
ñados porTogo Bascuñán. Emotivas escenas se
produjeron a su arrivo, tanto en la estación Ma-
pocho como en su hogar de la calle Covadonga.
El recuerdo de lo sucedido con Arellano produjo
los primeros debates sobre la inexistencia de un
seguro del deportista, que lo respaldase ante
alguna desgracia. Lamentablemente, las ideas
quedarían sólo en palabras.
El domingo 5 de junio la delegación chi­
lena en España se presentó en el pueblo de
Elche. Las actuaciones previas de los chilenos
hicieron que al estadio llegara una enorme
concurrencia qué vio un gran partido. Colo-
Colo empató con la Selección de Elche a dos
tantos, en un encuentro donde los cuatro goles
se marcaron en el primer tiempo. El más feliz
fue Guillermo Saavedra: su gran actuación lo
hizo merecedor del aplauso de público, siendo
llevado en andas desde la cancha hasta el hotel.
Mientras esto pasaba, Carlos Carióla estaba
en alta mar. El destacado dirigente deportivo
se había adelantado al resto de la delegación
con el fin de pactar encuentros en Uruguay y
Argentina.
El jueves 9 de junio Colo-Colo jugó en
Barcelona. El “Campo de las Cortes” (demolido
en 1966) se repletó para ver a los chilenos frente
a la poderosa Selección Catalana (o selección
de Barcelona), equipo que había echo morder
el polvo a Peñarol. Ante tales antecedentes, la
concurrencia esperaba una fácil victoria local.
De hecho, se tomaba el partido como prepara­
ción de los locales, antes de enfrentar a la Selec-
 tran sito rio .
A l fin a l, u n a ju s ta
v ic to ria de 5 a 4 p a ra los
c h ile n o s, q u ien es se ga­
n a ro n c o n creces el res­
p eto y la a d m ira ció n d el
p ú b lic o e u ro p e o , d esta ­
can d o m ás p o r em p u je y
g arra q u e p o r la té c n ic a
de su juego:
“E l Colo-Colo no es
equipo de filigrana, ni de
45• Cortés y Poirier defienden el arco albofrente a un avance de la selección catalana en Barcelona. juego de conjunto excesi­
vamente complicado, pero
d o n de Bruselas a la sem ana siguiente. no puede negarse que es un excelente equipo. D u­
S eg ú n los p ro p io s d iarios españoles, los rísimos y fuertes sus jugadores dan un m atiz de
catalanes p en saron que sería u n p a rtid o fácil, fu-erza a sus acciones que no está exenta (sic) de
u n verdadero “entrenam iento” tal com o decían peligro síy para el contrario. Todos son incansables,
los an un cios que p u b licitab an el partid o . Los de suma resistencia y veloces y prac-tican un juego
¿locales, basados en gente del Barcelona, partieron largo y a-bierto muy temible (...) No tiene nada
jugando a m edia m áquina, m ientras que C o lo - de particular, aparte su dureza, la defensa, sobre­
i C o lo se tom ó el partido en serio desde el pitazo saliendo como los mejoresjugadores, de verdadera
\ inicial. El juego rápido de los chilenos descon- clase, del once: el medio centro Saavedra, el delan­
I certó a los catalanes, que sólo v in ie ro n a reac- tero centro Subiabrey el exterior Olguín”
\ cion ar cu an d o los chilenos sacaron dos goles C o lo -C o lo salió de B a rcelon a el 1 0 de
de ven taja en el segundo tiem po, con u n 5 a 3 ju n io , to m a n d o en la n o ch e el v a p o r hacia

A n é c d o ta s d e l p a rtid o fre n te a la sele cc ió n ca ta la n a

Con el tiempo nuevas historias surgirían sobre el partido frente a la selección catalana, quizás
como forma de aumentar el grado de heroísmo por parte de los colocolinos. Leoncio Veloso por
ejemplo escribió una crónica en El Diario Ilustrado, en donde señaló que Ricardo Zamora no quiso
jugar por los catalanes, ya que tenía miedo de encontrarse con Subiabre una vez más, ya que éste
podría haberlo humillado frente á su propio público í1). También dijo que Poirier se lesionó y que
tuvo que se reemplazado por Sanhueza, en un detalle que el periódico La Vanguardia de Barcelona
no menciona en absoluto. Veloso agregó que un penal injusto dio el empate temporal a los españoles.
Si bien no se dice que fue un mal cobro, el periódico español citado si menciona que el empate a
dos tantos, poco antes de terminar el primer tiempo, fue mediante un tiro penal. ¿Cómo supo Veloso
todas estas cosas? ¿Conversaba frecuentemente con los jugadores que participaron en la gira, quienes
le comentaban estos detalles?
Lo que llama la atención es que la gente de Boca Juniors tiene historias similares al respecto,
en donde Zamora no quiso actuar frente al equipo argentino para no toparse con el goleador xeneixe
Domingo Tarasconi
Otra supuesta anécdota de este partido fue recogida por Pancho Serrano ^)5señalando que
el partido había sido tan disputado que al terminar Olguín le dijo a Francisco Arellano: “Oye,
‘Monito’: ¿perdimos o empatamos elpartido?”. Simpática anécdota, de no ser porque Francisco Arellano
hace días que estaba de vuelta en Chile. Quizás lo de Olguín fue con otro jugador, y Serrano recogió
de manera equivocada lo sucedido.

143
 Palma de Mallorca, Islas Baleares. En la mañana (...) fue el verdadero eje del equipo”(32). Tras loa
del día siguiente los jugadores llegaron a su 90 minutos, los albos celebraron una victoria
destino, aunque la delegación mostraba un por 5 a 2 .
cambio. De Chile habían salido veinte jugadores. Dos días después, Colo-Colo juega ía
Ahora, oficialmente eran quince. Aparte del revancha contra el Alfonso XIII, teniendo mu?
fallecimiento de David Arellano y el retorno de cho más público como espectadores pese a ser
su hermano Francisco con Togo Bascuñán, un día laboral. Tras un comienzo esperanzado^
JoséRosetti decidió regresar a su Italia natal, por parte de los locales, Saavedra y los suyos
mientras que Manuel Guerrero era presentado vuelven por sus fueros, marcando un 2 a 0 en
como árbitro oficial. el primer tiempo. El resultado hace que los
“alfonsistas” salgan en la segunda etapa con más
ganas, acorralando algunos momentos a los
chilenos en su arco, pero un contragolpe es
aprovechado por Subiabre para dejar un 3 a 0 ,
terminando el encuentro con un 3 a 2 . Colo-
Colo dejó la impresión de ser el mejor equipo
que había jugado en Palma de Mallorca hasta
la fecha, siendo Saavedra el mejor jugador que
los mallorquines hubieran visto.
Tras dejar Palma de Mallorca, la delegación
sale en el vapor correo de Barcelona hacia Con­
4 6 . Equipo que derrotó a la Selección de Barcelona o Catalana, dal, donde sé embarcaría hacia Uruguay, el
en el Campos Les Corts. Arriba: Waldo Sanhueza, Guillermo
Saavedra, Roberto Cortés, Jorge Linford, Ülises Poirier, Óscar
jueves 16 de junio, siendo el punto final de la
González, GuiUernío Subiabrey Manuel Guerrero. Abajo: Manuel travesía por Europa.
Brayo, Carlos Scbneebergér, Víctor Morales, Horacio M uñozy
José Miguel Olguín. Lamentablemente, las dificultades
económicas de la gira no eran un mito. Partidos
Luego de instalarse en el Hotel Suizo los no jugados, la muerte de David Arellano, por­
chilenos pasearon por la ciudad, conociendo centajes cobrados de menos a los locales y gastos
especialmente el Campo Buenos Aires, el terreno inesperados (en especial en lo referente a doc­
de juego donde se jugaría, y la sede de la Real tores), entre otros, eran algunas causas. Hasta
Sociedad Alfonso XIII, el club que se enfrentaría los diarios españoles hablaron de la crítica
a los albos. situación económica, siendo una de las razones
El domingo 12 de junio de 1927 Colo- para que el público acudiera a ver a los albos
Colo salió al Campo Buenos Aires, para enfren­ muchas veces.
tar al Alfonso XIII, campeón de Baleares, con Los jugadores se acercaron a Monchio, el
arbitraje de Manuel Guerrero. Muy pronto, se empresario. Sabían que habían perdido dinero,
vio un gran dominio por parte de los chilenos, por lo que le pidieron que el viaje de regreso se
que convirtieron al arquero local, Ferrer, en fi­ hiciera en la clase más económica. Algunos
gura del encuentro, gracias a jugadas con pases llegaron a proponer que eran capaces de dormir
cortos, rápidos y rasantes. A los 5 minutos Mu­ en la cubierta, tapados con una lona, con tal
ñoz marca el 1 a 0, y desde entonces los chilenos que se llegar a Chile sin que él gastara más
despliegan todo su repertorio, en especial Gon­ dinero. Monchio los miró agradecido, pero
zález, llamado “mulato”, y Saavedra, “mago del respondió:
balón” y “fenómeno del fútbol”, de quien los “Muchachos, lospesos que hepodido perder,
mallorquinos dijeron: “que igual que él puede no los cuento, porque el inmenso placer que me
haber otro en su clasey puesto, pero mejor, ninguno habéisproporcionado con vuestra grata compañía,
(...) largamente ovacionado en su intervenciones me hace olvidar el negociopara pensar en que este

144
 viaje es de amigos y de turistas. Volvemos como
| wpfuimos, modestamente acomodados, pero aco-
moidados”
p Por fortuna, todo salió bien. Hábiles con­
tactos de Monchio y algunas donaciones en
favor de Colo-Colo por parte de los españoles
permitieron a los miembros de la delegación
chilena volver con toda la comodidad posible.
El día 17 de junio de 1927 Colo-Colo se
despidió de tierras españolas, embarcándose en
el barco italiano “Giulio Cesare” (“Julio César”)
con destino a Sudamérica a las seis de la tarde.
Los acompañó el Real Madrid, que luego de
ver las actuaciones de Colo-Colo y de Peñarol
decidió hacer una gira por el “Nuevo Mundo”.
Én el viaje, los españoles y los chilenos se hicie­
ron grandes amigos, esperando verse en algún
jlencuentro que se pactaría en Chile. Curiosa­
mente, el Real Madrid no jugaría en Chile, ante
la inoperancia de la Federación de Fútbol para
pactar un partido.
Atrás quedó España, una tierra que fue
verdaderamente inolvidable para los chilenos.
Por los partidos, por la belleza, por lo sucedido
con David, por todo lo que significó tanto para
Colo-Colo como para el fútbol chileno.
Las enseñanzas de España no se desperdi­
ciarían. Pero deberían esperar para poder mos­
trarlas en Chile. Antes había que tratar de doblar
la historia y reponer el bolsillo, ya que se debía
jugar en Argentina y Uruguay, esperando obte­
ner victorias.
Pero ya era pedir demasiado...
4 .3 Económicamente necesario
Lo necesitaba el bolsillo.
Esa es la única explicación razonable para
entender porqué Colo-Colo decidió jugar en
Montevideo y Buenos Aires al regreso de Europa.
¿Para qué arriesgar el prestigio ganado, ante
rivales fuertes y con los jugadores deseosos de
pisar su suelo natal? Porque así se podían pagar
los gastos contraídos por la delegación. Si no
se jugaba en Argentina y Uruguay, la vuelta a
Chile iba a ser económicamente muy difícil.
Además, desde que se habló de la posibi­
lidad que Colo-Colo fuera a Europa, las fede­
raciones uruguaya y argentina habían ofrecido
provechosos porcentajes de la recaudación a
cambio que los chilenos aseguraran su visita.
Era un dinero seguro y, en las condiciones
monetarias en que se encontraba la delegación,
era la solución rápida para los contratiempos
financieros.
Para pactar los compromisos, Carlos Ca­
rióla se adelantó al resto. Llegó a Buenos Aires
el sábado 25 de junio, declarando que la gira
había tenido un resultado financiero desastroso.
El miércoles 29 de junio el “Giulio Cesare”
pasó por Río de Janeiro, teniendo los deportistas
de Colo-Colo y del Real Madrid una pequeña
escala.
El viernes 1 de julio La Nación publicó
la exposición oficial de Carlos Carióla sobre la
gira. En ella, el dirigente explicó claramente el
gran resultado moral y deportivo, así como la
idea de que para viajar al extranjero en una
delegación deportiva era necesario contar con
una empresa seria para esta realización. Asimis­
mo, Carióla desmintió los supuestos problemas
con Alberto Arellano e incluso los posibles
problemas económicos, dando como ejemplo
que el dinero con el cuál regresaron los Arellano
y Bascuñán era de su propio bolsillo.
Lejos de todo esto, el sábado 2 de julio
Colo-Colo llegó a Montevideo, siendo recibido
por delegaciones uruguayas y argentinas, así
como por Carióla. Llegó junto con el Real
Madrid, que inmediatamente logró pactar al­
gunos encuentros.
A su llegada a la capital charrúa, las pala­
bras de Manuel Guerrero a la prensa fueron
decidoras:
“La campaña realizada por el Colo-Colo es
sencillamente extraordinariay si bien es cierto que
económicamente fracasó, resultó evidente en el
sector deportivo. En cambio, logramos numerosí­
simos triunfos. Baste recordar que de 39 partidos
jugados ganamos 30 (sic), para adquirir el con­
vencimiento de que realmente contribuimos a
fortalecer el concepto elevado que merece elfbotball
sudamericano ”^ .
145
 El lunes 4 de julio, feriado en Uruguay,
Colo-Colo enfrentó en la cancha de Parque
Central (del club Nacional) a una selección
uruguaya, que tenía a José Nasazzi como capitán.
Cerca de 18.000 personas repletaron el estadio,
a pesar de ser un día con un frío glacial, con la
esperanza de ver un gran espectáculo por parte
de los dos equipos. Sólo se cumplió la mitad.
Uruguay arrasó con Colo-Colo. El primer
tiempo terminó 2 a 0 en contra. Además, Cortés
se lesionó un dedo al tratar de impedir el primer
tanto uruguayo, jugando lesionado el resto de
la primera fracción. Al iniciar el segundo tiempo
fue reemplazado por Guerrero, quién se ganó
una ovación del público ya que lo recordaban
de la selección chilena.
De nada sirvió. Mientras que Guerrero
no respondió producto de su notable frita de
entrenamiento (más de un mes que no jugaba),
el resto del equipo dio la impresión de estar
cansado. Por ello no fue difícil para Uruguay
ganar el partido por cinco goles a uno, desta­
cándose sólo Saavedra y González. El gol del
honor, por lo menos, fue una joya: luego de
combinar todo el ataque chileno, Subiabre
47. José Nasazzi (capitán de la selección uruguaya), Guillermo
Saavedra (capitán de Colo-Colo)yAníbal Tejada (árbitro charrúa)
en el saludo inicial. Noventa minutos después, los albos habían
caído por 5 a 1 en su debut en Montevideo.
despachó un remate que se transformó en el
gol más hermoso de la tarde.
Colo-Colo mostró algo de fútbol, lo que
llevó a que le prensa dijera que no había mere­
cido caer por tantos goles. Además, una vez
terminado el encuentro, los chilenos pidieron
la revancha, argumentando que habían realizado
una actuación frisa, ya que venían cansados por
el largo viaje, que aún no se recuperaban bien
y que los había sorprendido el frío extremo de
Uruguay, luego de haber jugado por meses en
el calor americano y europeo &?).
El jueves 7 de julio el público chileno se
conmovió con los titulares que sobre lo sucedido
cerca de la estación de tren de Alpatacal, en el
ferrocarril trasandino. Producto de la neblina,
el ferrocarril que llevaba cadetes militares chile­
nos a Buenos Aires choca con otro, dejando
varios muertos y heridos. Ese mismo día, Colo-
Colo jugó su segundo partido en Uruguay. La
pésima actuación colocolina en la brega anterior
hizo que tan sólo dos mil personas llegaran al
campo de juego. No cambió mucho la situación:
ante una notable falta de disparo de los delan­
teros e incluso con Manuel Guerrero como la
figura del partido, Colo-Colo perdió ante la
selección de Uruguay por 4 a 0. Pese a todo,
los albos mostraron una leve mejoría en
comparación con el debut.
A pesar de la decepcionante actuación del
equipo chileno, que venía con el cartel de haberle
ganado a la selección catalana, la Federación
Uruguaya de Football mantuvo su palabra: el
70% de las entradas de los encuentros fueron
a parar a los bolsillos chilenos.
Ya se podía volver a Chile tranquilos. Pero
faltaban dos partidos.
El primero fue la despedida de tierras
uruguayas. El domingo 10 de julio, 18.000
personas asisten para ver a Colo-Colo frente a
Peñarol. Si los chilenos no mostraron nada
frente a las selecciones, se suponía que algo
mejorarían frente a un equipo.
El resultado fue el peor de toda la campaña
colocolina hasta el momento, incluso más que
la visita de Peñarol a Chile en noviembre del
año anterior. Con un gol a los pocos segundos
de iniciado el partido, una pésima actuación mientras que La Vanguardia fue más tajante:
de Cortés en el arco y González como el único “Apresurémonos a consignar que, luego de
jugador destacado, Colo-Colo cayó por 6 a 1 . la actuación que cupo ayer a l Colo-Colo, son
Pese a mostrar un nivel al menos aceptable, los perfectamente explicables sus contrastesfrente a los
albos dejaron la impresión que su defensa no uruguayos. Mostró escasa técnica de juego en la
sabía jugar, que los chilenos tenían una técnica defensa y el ataque, siendo aquella fácilm ente
1 pobre y que no se justificaban como equipo in- franqueable hasta en sus líneaspostreras, y el último
i ier nació nal inconexo y de escaso remate. Supiéronse esasfallas
Pero las cosas podían empeorar. en lo posible con un verdadero afán de equilibrar
Se partió con rumbo a Argentina, pensan- la lucha, llegando a producirse acciones bruscas
[ do inicialmente en jugar más de un encuentro. por parte de los visitantes que la complacencia del
i De hecho, se hicieron gestiones para actuar en árbitro pasó por alto en su mayoría ” (38).
I Mendoza el 24 de julio, contra Gimnasia y La peor derrota de Colo-Colo en toda la
E Esgrima de esa ciudad, y en Rosario el domingo gira y en toda su breve historia.
I 17 de ese mismo mes, contra Rosario Central. El paso final de la gira por tierras riopla-
I Sin embargo, al final sólo se jugó un partido tense sólo sirvió para comprobar la evidente
I en la capital trasandina. superioridad de ese fútbol incluso sobre el mejor
Así, el jueves 14 de julio de 1927 los albos cuadro chileno. ¿Cómo explicar los grandes
I se presentaron en Buenos Aires. En el debut en resultados obtenidos en España en contraste
tierras argentinas se decidió enfrentar a Boca con los resultados obtenidos en América? Una
I Juniors, en su cancha de madera ubicada en el explicación lógica podría ser la siguiente: los
‘ solar de las calles Brandsen y Del Crucero, equipos sudamericanos saben jugarse entre sí.
donde años después se levantaría un estadio Si un equipo sudamericano actúa en Europa,
que actualmente es conocido por su apodo: “la puede contar a su favor con el hecho que su
Bombonera”. fútbol es totalmente desconocido en esas tierras.
No fue buena idea. Con el Real Madrid En cambio, eso no podía ocurrir en las presen­
en las tribunas, que recibió grandes aplausos, taciones albas en Argentina y Uruguay, ya que
y tras un homenaje a los caídos en la tragedia el fútbol practicado por los chilenos era una
ferroviaria de Alpatacal, el primer lapso terminó imitación de lo observado a los rioplatenses,
2 a 0 en contra, con goles del legendario Taras- por lo que al jugar frente a los “maestros” los
coni, siendo el primer tanto un augurio de lo chilenos se encontraron frente a un fútbol más
que vendría: luego de esquivar a cuatro coloco- evolucionado y desarrollado, que había mejorado
linos, el delantero argentino marcó con un sus fallas y potenciado sus virtudes.
disparo desde veinte metros. En el segundo Pero se había cumplido el objetivo princi­
tiempo las cosas empeoraron, terminando con pal: ahora se podía volver a Chile con el dinero
un 6 a 0 , gracias a cinco tantos de Tarasconi y seguro. Se terminaba la gira, volviendo a terri­
uno de Evaristo. Fue tan patética la falta de torio chileno vía ferrocarril, siendo despedidos
resistencia de Colo-Colo que el público se por un numeroso público en la estación de
comenzó a retirar del estadio antes de tiempo, Buenos Aires el día de la partida, el domingo
mientras que el árbitro, Luis Celleri, terminó 17 de julio.
el encuentro siete minutos antes dada la evidente Atrás quedaba una huella imborrable para
falta de interés del partido. la institución y el deporte chileno en general.
El diario Crítica de Buenos Aires comentó: Cuarenta y dos encuentros en territorio
"El dominio poco menos que absoluto de los locales extranjero, más los dos jugados en Antofagasta
quitó al encuentro toda clase de bríos, resultando e IqUique, que dejaron un positivo saldo de 25
en consecuencia la lucha carente de interés (...) por victorias, cuatro empates y trece derrotas, con
la superioridad indiscutible de los boquenses”^ , un rendimiento del 64,3%. Un verdadero hito,
tanto por ser el primer viaje de esas características por Europa marcó en más de un aspecto el
como por el resultado deportivo. desarrollo del fútbol en nuestro país.
La gira de Colo-Colo dejó muy bien pues­ En Chile, mientras tanto, la campaña de
to tanto el nombre de Chile como el de Suda- Colo-Colo fue seguida con gran interés. El gran
mérica. Caballeroso comportamiento, gran nivel rendimiento obtenido hizo del equipo albo un
de juego y técnica, a lo que se sumaba una honorable embajador, ayudando al reconoci­
conducta de franco respeto por lo extranjero, miento de la patria en el extranjero de una
como en las ansias culturales de algunos miem­ manera mucho más efectiva para la masa ex­
bros de la delegación. tranjera que una simple visita diplomática. Por
Pero la gira tam bién marcó un hito en estos motivos, sumado a la gran valorización
otro aspecto, el acercamiento hacia el profesio­ que tuvo el haber continuado jugando aún
nalismo, siendo considerada como la primera después de la muerte de David. Arellano, el
muestra conocida al respecto. Desde la misma prestigio del club tanto en el país como en
salida del país se levantaron algunas voces que tierras foráneas fue en ascenso constante, algo
denunciaban el viaje como el inicio de un abierto comparable sólo a lo acontecido con Uruguay
profesionalismo en Chile. Así, G. S. Wallace, en 1924 o Boca Juniors en 1925.
secretario general de la sección fútbol del Bad­ El regreso estaba a la vista. Se llegaría a
m inton de Valparaíso, lanzó sus. dardos desde compartir lo aprendido.
el diario La Unión del puerto, lo que llevaría a Al volver se darían cuenta que no habían
comentarios como: sido olvidados.
“¿Es de carácterprofesional lajira del Colo- Al volver se darían cuenta que ahora eran
Colo? Indudablemente. Ninguno de sus hombres, Chile.
salvo raras excepciones cuenta con medios
económicos para mantenerse fuera del país, sin
recibir dinero. Además, todos ellos llevan un sueldo 4.4 Cosas del ’2 7 II
y este, no esprecisamente porque van en jira sino
por sus servicios prestados al cuadro. Y todo esto * La delegación en gira tenía planeadas
es profundamente inmoral dentro de la lógica
@9)v
cosas que, por un motivo u otro, no llegaron
deportiva” a realizarse. Dos ejemplos:
La llegada de jugadores como refuerzos, 1) En Cuba Colo-Colo visitó una fábrica
en lo que era casi una selección chilena en gira, de tabaco, obteniendo como regalo una hermosa
no se hubiera logrado sin pagar un sueldo a los caja de habanos que tenía un retrato especial
refuerzos de provincia, quienes en su mayoría en cada etiqueta, la imagen de don Emiliano
se quedarían “curiosamente” en la tienda alba Figueroa, presidente de Chile y un reconocido
al regreso. U n sueldo es lo único que explica fumador de puros. Como gesto simpático, la
como tantas personas pudieron dejar temporal­ delegación decidió inscribir en la caja:
mente sus trabajos, teniendo familias detrás de “Depaso por La Habana, enjira deportiva,
ellos, y dejar durante varios meses de obtener la delegación en general del Colo-Colo saluda a
una entrada de dinero. Esto se confirma con su Primer Magistrado, al que no dudamos nos
las declaraciones de un dolido Francisco Arella­ recordará entre chupada y chupada”.
no, tras salir de Colo-Colo años después, quien De regreso en Chile, no se pudo hacer la
diría que se recibía en la gira de Colo-Colo una entrega. Los colocolinos no tenían el ánimo
dieta de 15 pesos más gastos pagados, recibiendo para regalitos y don Emiliano ya no era presi­
David Arellano un poco más, al igual que algu­ dente.
nos porteños (que podían recibir hasta 40 pesos), 2) Se tenía planeado que de regreso de
y otras personas que no jugaban, que podían Europa Colo-Colo iría de gira a Estados Unidos,
llegar a 100 pesos de dieta Así, la gira alba antes de pasar por Argentina y Uruguay. El

148
 presupuestado paso por tierras norteamericanas al extranjero. ¿La razón? Sus crónicas en El
pEnía otro hecho para motivar a la delegación: Mercurio llegaban hasta España en las ediciones
■ h a b ía hablado la posibilidad de grabar algunos de suscripción de las bibliotecas. Aquí, Bravo
discos. Al no pasar por tierras yanquis, los se dio cuenta que sus cartas eran puestas en un
chilenos se quedaron con las ganas de grabar lugar privilegiado en el diario. “Yo soy el Manuel
sus voces en el vinilo, pero se desquitaron Bravo de ‘El Mercurio’ ”, repetía sin parar. Sus
ampliamente. En cada lugar que iban, los can­ cinco minutos de fama internacional.
tores chilenos recibieron el aplauso y felicitadón • Apodos. El viaje generó que los jugadores
del público presente. Algo es algo... se pusieran nuevos apodos, muestra de la mayor
• Subiabre no entendía. Cada vez que salía unión y afianzamiento del grupo hum ano chi­
■caminar con Olguín en las calles de Valencia, leno. Aunque algunos de ellos no podrán ser
éste anunciaba a todo el mundo que su amigo descifrados, aquí publicamos algunos de estos
era uno de los mejores taquígrafos de Chile. “motes”. Manuel Guerrero era el “infíadito”,
¿Taquígrafo? ¿Por qué? Rápidamente se daría Horacio Muñoz “cuerpo de grillo” y “Agapito”,
cuenta de la razón. Olguín había leído en las Guillermo Saavedra: “Llapas”, Waldo Sanhueza:
calles que se realizaría un concurso de taquigrafía “Santa Laura”, José Rosetti: “Ranchada” y H um ­
en Valencia, por lo que sus palabras habían berto Moreno el “motocicleta”.
hecho que los organizadores presionaran a la • La más clásica de “Colo-Colo”. Oscar
delegación chilena para que facilitara a su “es­ González, como ya se dijo, siempre fue un per­
trella”. El “chato” intentó seguir la broma, pero sonaje pintoresco. Sin embargo, la “talla” más
al momento de competir confesó la verdad, clasica de este jugador se dio en esta gira. “Colo-
causando la desazón de los españoles que desea­ Colo” González durante gran parte del viaje
ban ver la velocidad de manos del delantero. había hablado que tenía un hermano viajero,
Humor blanco, le llaman. que no lo había visto en mucho tiempo. Grande
• Las “patitas” del “Divino”. No muy buena fue la sorpresa cuando, en uno de los puertos,
imagen tenía el fútbol chileno en Cuba y España. la delegación vio a un hombre demasiado pare­
La razón se llamaba Ricardo Zamora. El arquero cido al jugador, suponiendo que era el hermano
español se había dedicado a hablar pestes del “perdido”. La intuición fue acertada y Oscar
fútbol chileno: que los árbitros eran imparciales, caminó para hablar con su familiar. Pero, cuando
que lo habían derrotado por los penales cobrados todos esperaban abrazos y llantos, sólo se produjo
y que los chilenos jugaban sucio. Por suerte, en lo siguiente:
La Habana estaba un jugador español que había - “¿Vos no soy Oscar?”.
acompañado al Real Deportivo en su gira por - “Y vos, ¿no soy mi hermano?”.
Chile, confirmando los desmentidos. Menor - “Bueno, que estís bien...”.
suerte tendrían en España, donde era mirado - “Igual. Chao”.
con mayor incredulidad el hecho que se había
goleado a Zamora dos veces sin usar medios
extra futbolísticos. Es más, una de las razones
del éxito de Colo-Colo en México fue que
Zamora no alcanzó a ir a ese país, no teniendo
oportunidad de desprestigiar al fútbol chileno
en tierras aztecas, por lo que la llegada de Colo-
Colo se produjo sin ningún prejuicio por parte
de los locales. Y Zamora pasa de “Divino” a
L “mentiroso”. Quién lo diría...
• Manuel Bravo era uno de los pocos juga­
dores chilenos que llegaban con algo de fama

149
 4.5 Partidos jugados Capítulo 4

Leyenda Columna Carácter:

AI: Amistoso Internacional.

Fecha Carácter Estadio 0 Cancha Ciudad País Rival y resultado

08-05-1927 Al Campo de Mestalla Valencia España Colo-Colo 4 / Valencia FC. 3
09-05-1927 Al Campo de Mestalla Valencia España Colo-Colo 1 / Valencia FC. 3
13-05-1927 Al Campo de Mestalla Valencia España Colo-Colo 4 / Selección de Valencia 2
15-05-1927 Al Estadio Sequiol Castellón España Colo-Colo 1 / C. D. Castellón 2
17-05-1927 Al Estadio de Sagunto Sagunto España Colo-Colo 1/
Selección del Puerto de Sagunto 0
22-05-1927 Al Campo del Racing Madrid España Colo-Colo 3 / Selección de Madrid 1
27-05-1927 Al Stadium de la Murcia España Colo-Colo 1 / Real Murcia FC. 4
Condomina
29-05-1927 Al Stadium de la Murcia España Colo-Colo 4 / Real Murcia FC. 2
Condomina
31-05-1927 Al Stadium de la Murcia España Colo-Colo 4 / Combinado de Murcia 2
Condomina
05-06-1927 Al Estadio de Elche Elche España Colo-Colo 2 / Selección de Elche 2
09-06-1927 Al Campo Les Corts Barcelona España Colo-Colo 5 / Selección de Barcelona 4'
12-06-1927 Al Campo Buenos Aires Palma de España Colo-Colo 5 /
Mallorca Real Sociedad Alfonso XIII 2
14-06-1927 Al Campo Buenos Aires Palma de España Colo-Colo 3 /
Mallorca Real Sociedad Alfonso XIII 2
04-07-1927 Al Parque Central Montevideo Uruguay Colo-Colo 1 / Selección de Uruguay 5
07-07-1927 Al Parque Central Montevideo Uruguay Colo-Colo 0 / Selección de Uruguay 4
10-07-1927 Al Parque Central Montevideo Uruguay Colo-Colo 1 / Peñarol 6
14-07-1927 Al Cancha Boca Buenos Aires Argentina Colo-Colo 0 / Boca Juniors 6
Juniors

150
 Al parecer el grupo liderado por David Arellano tenía claro que el club deportivo que
estaban creando aquel lejano abril de 1925 no debía ser uno más de los numerosos que existían
en la capital. Pero, seguramente no es siquiera pensable que tuvieran alguna idea del fenómeno
social y cultural que llegaría a ser Colo-Colo andando el tiempo.

Una de las características del acontecer cotidiano es su aparente banalidad e intrascendencia.

Si pensamos que la fundación y los primeros años de vida de Colo-Colo están enmarcados por
los dramáticos y fundamentales procesos que vivió el país y que significaron una profunda
rearticulación estructural en todos los ámbitos de la sociedad chilena, el conflicto interno vivido
en una organización social y deportiva (Magallanes) y la creación de otra como consecuencia
(Colo-Colo), hecho que no tuvo como protagonistas a más de unas decenas de personas, no
tenía que concitar más que un interés limitado, traducido en algunas notas periodísticas
especializadas.

Es probables sin embargo, que miradas las cosas en perspectiva histórica, ésas primeras
reuniones fundacionales marcadas por el sello de lo íntimo y lo privado pudieran haber llegado
a ser más importantes para el futuro desenvolvimiento de la realidad social y cultural del país
que otros hechos que seguramente ocupaban más atención y pudieran haberse visto como mucho
más dramáticos o fundamentales*

Toda organización colectiva volcada hacia un fin público que trasciende la esfera privada
de sus integrantes, sea ésta un partido político, una empresa, un diario o un club deportivo es
creada, por así decirlo, para siempit, sin fecha de término y, a la vez, adquiere una identidad
propia. En algunos casos, ello no se cumple y la experiencia tiene una vida efímera. De modo
que preguntarse acerca de los factores y condiciones que han hecho posible que una de ellas
permanezca, crezca y trascienda su tiempo de origen requiere una mirada analítica capaz de mirar
más allá de lo evidente o de lo que la propia organización va construyendo en tanto historia
oficial, generalmente interesada.

Desentrañar esos detalles, intentar reconstruir sobre todo el ambiente, así como la forma
en que se manifiestan mentalidades y visiones de mundo constituye un especial desafío para la
historiografía. Ese es el propósito de este libro y ello ya constituye un importante aporte a la
escasamente desarrollada historia de la constitución de lo cultural en el ambiente académico
nacional. Visto generalmente en nuestra historiografía como puro reflejo o superficie de
manifestación de otras lógicas, especialmente económicas o políticas, la construcción de imaginarios
e identidades colectivas con todo su espesor y densidad cultural, especialmente a niveles masivos
y populares, no ha constituido materia de preocupación privilegiada.

La reconstitución de .los primeros años de vida de Colo-Colo es un aporte a la comprensión

de los procesos sociales y culturales más significativos vividos por la sociedad chilena y sus sectores
populares durante el siglo pasado.

Eduardo Santa Cruz Achurra

Periodista y académico