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INDICE
pp.
Introducción………………………………………………..…….. 3
CAPITULOS
I CONTEXTO DE ESTUDIO…………………………..……. 4
Objetivo General………………………,…………….………. 7
Objetivos Específicos………………,………………..………. 7
Justificación………………………,……………….….……… 7
Etimología de Integración……………….…..…..…………… 8
Antecedentes de la Investigación…………………………….. 8
Modelo de la Investigación…………………………………… 11
IV RESULTADOS DE LA INVESTIGACIÓN………..……….. 15
V CONCLUSIONES Y RECOMENCACIONES……………… 16
Referencias Bibliográficas……………………………………… 17
Y el Caribe……………………………………………………… 18
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INTRODUCCIÓN
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CAPÍTULO I
CONTEXTO DE ESTUDIO
Desde mediados del siglo XIX, hasta la Primera Guerra Mundial, Gran Bretaña
en su carácter de gran potencia mundial, había sido el eje dominante del comercio
internacional, que sin estar institucionalizado se hallaba basado en el libre cambio,
debido a su economía fuertemente dependiente del comercio exterior; es decir, un
sistema sin trabas comerciales y barreras arancelarias importantes (Krugman, 1995).
Cabe destacar, que al terminar la Primera Guerra Mundial, Gran Bretaña a pesar
de haber sido uno de los países triunfadores de la contienda bélica, empezó a dejar de
ser el centro de la política internacional. Esto impactó en las relaciones económicas
internacionales, diluyéndose gradualmente en líneas generales, el sistema liberal del
comercio internacional.
Asimismo, Krugman (op. cit) señala, que después de la Segunda Guerra Mundial
el comercio internacional registró un fuerte crecimiento. En primer lugar, el cambio
en las políticas comerciales de Alemania y Estados Unidos, países que se hicieron
cada vez menos proteccionistas a partir de 1950.
A mediados de la década de los cuarenta, Estados Unidos y Gran Bretaña,
diseñaron las bases de Gatt (Acuerdo Generales sobre Aranceles Aduaneros y
Comercio) en 1947, con el fin de expandir y regular el comercio mundial, que rigió
hasta 1995, cuando se fundó la Organización Mundial de Comercio (OMC).
En el mismo orden de ideas, la integración sufrió un estancamiento a pesar de los
esfuerzos de la Cepal (Comisión Económica para América Latina y el Caribe) y de la
retorica tercermundista de las elites políticas latinoamericanas que abogaban por la
unión y la integración de los países menos desarrollados. El proceso de integración de
los años sesenta y setenta estuvo marcado por el voluntarismo, la retorica y los deseos
por ser más autónomos de los países del centro, mientras se promovía un modelo de
desarrollo orientado por el capitalismo necesario para sustituir importaciones según la
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propuesta de la Cepal. Esa estrategia de desarrollo contenía en sus planteamientos
centrales la razón del estancamiento de la integración latinoamericana.
En el caso, de América Latina la liberación del comercio internacional parece
obedecer a dos grandes razones, principalmente a las crisis económicas y presiones
externas. La crisis de la deuda externa a principios de la década de los ochenta,
condujeron a gran parte de estas naciones a negociar con el Fondo Monetario
Internacional (FMI) a partir de 1945, teniendo que aceptar las condiciones del
denominado “Consenso de Washington”, entre las cuales estaba la liberación del
comercio internacional. Esta organización ha sido fuertemente criticada en las últimas
décadas. Las principales críticas se centran en el papel dominante que tienen los
países desarrollados dentro del organismo, lo que causa que el FMI oriente sus
políticas globales al fomento del capitalismo neoliberal (Titus, 1996).
En la década de los años ochenta del siglo XX, la integración económica pasa a un
segundo plano pues los países de América Latina y el Caribe dirigió sus esfuerzos a
enfrentar los problemas derivados de la incapacidad para pagar la deuda externa. Es
una década considerada como perdida para el desarrollo, y pudiera decirse que
también para la integración. No obstante, debe destacarse los esfuerzos de revisión y
de mantenimiento con vida de los acuerdos de integración económica vigentes en la
región, como el Mercado Común Centroamericano (Mcca), el Pacto Andino, la
Asociación Latinoamericana de Libre Comercio (Alalc) o la Asociación
Latinoamericana de Integración (Aladi).
Este es un periodo que sirve de preámbulo al renacimiento de la integración
económica que se da en los años noventa, cuando se fortalecen los acuerdos ya
existentes, prolifera la firma de acuerdos bilaterales de comercio preferencial, se crea
el Mercado Común del Sur (Mercosur) y el Tratado de Libre Comercio de América
del Norte (Tlcan o Nafta), este último con la novedosa experiencia de que al lado de
dos países desarrollados e industrializados (EEUU y Canadá) incorpora a un país de
menor desarrollo: México. A la conformación de uniones aduaneras y al elevado
número de acuerdos de comercio preferencial que se firmaron desde 1990 hasta el
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presente, se unen las negociaciones para establecer una zona de libre comercio de
carácter hemisférico.
Para diciembre de 2003, se firmó el acuerdo de libre comercio entre Mercosur y la
Comunidad Andina de Naciones (Can) y están a punto de culminar las negociaciones
para firmar un acuerdo de libre comercio entre Mercosur y la Unión Europea (UE) a
la par que se inician negociaciones entre la Can (2004), y la UE con el objetivo de
liberar el comercio y facilitar el flujo de capitales (Ettore, 2004). Paradójicamente, los
avances en los procesos de integración en la región, en la ultima década del siglo XX,
surgieron en un contexto marcado por las políticas de orientación ortodoxa que
propuso el denominado “Consenso de Washington” y que promovieron procesos de
reforma comercial liberando unilateralmente los intercambios comerciales.
En ese contexto de liberalización y apertura desde 1990 hasta el presente, se
consideró como un paso a la integración económica de América Latina y el Caribe y
avanzó mucho más que en las cuatro décadas precedentes (periodo 1950-1989), como
bien lo muestra el aumento del comercio y de las inversiones interregionales. Estas
realidades son evidencias suficientes de la importancia que tiene la integración
económica para promover el desarrollo de América Latina y el Caribe pues se
convierte, en la práctica, en el instrumento que permite avanzar en los procesos de
liberación e inserción en el comercio global, mientras se mantienen las discusiones
para alcanzar un comercio más libre en el ámbito multilateral de la Organización
Mundial de Comercio (Omc).
Estos son consenso en que América Latina y el Caribe apunta hacia la constitución
de una nueva forma de regionalismo e integración por lo que suma nuevos
instrumentos creados por el tipo de regionalismo, como por ejemplo, la Unión de
Naciones Suramericanas (Unasur) y la Alianza Bolivariana para los Pueblos de
Nuestra América (Alba), que reivindican los esfuerzos puramente suramericanos. Sin
embargo, la falta de integración de los pueblos, pareciera a la promoción a escala
global del desarrollo de un multilateralismo, bajo esta nueva lógica surge la creación
de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), como forma de
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de concertación y cooperación interregional; pero además, posicione a América
Latina y el Caribe como actor político universal (Rojas, 2012).
Aunado a esta situación, América Latina vive un momento muy importante en lo
que respecta a las alternativas de integración regional. La historia de fracaso del
modelo neoliberal, los procesos de protestas y levantamientos populares y las luchas
de resistencia han sido acompañadas por un proceso de búsqueda profunda de
alternativas.
En los últimos años, los movimientos de los pueblos latinos y caribeños, han
avanzado a pasos acelerados en el desarrollo de propuestas concretas en el ámbito
social, político, económico y cultural, y se han posicionado como actores centrales
del proceso, pero de manera aislada a una integración regional como bloque que
impulse una economía propia de los pueblos latinoamericano y caribeños Por todo lo
anteriormente expuesto, surge la siguiente pregunta: ¿Cuál ha sido el papel de
América Latina y el Caribe en la integración regional de los pueblos, para tener
mayor presencia en la economía mundial?
Objetivos de la Investigación
Objetivo General
Analizar el protagonismo de América Latina y el Caribe en la integración
regional de los pueblos, para tener mayor presencia en la economía mundial.
Objetivos Específicos
Explicar el protagonismo de América Latina y el Caribe en las alianzas de
las distintas organizaciones en el proceso de integración de los pueblos.
Describir los obstáculos que han retrasado la integración regional de los
pueblos, para tener mayor presencia en la economía mundial.
Analizar los desafíos existentes en las regiones latinoamericana y el Caribe
para tener mayor presencia en la economía mundial.
Justificación
El objetivo principal de esta investigación es analizar la presencia de América
Latina y el Caribe en la integración regional de los pueblos en la economía mundial.
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CAPÍTULO II
ABORDAJE TEÓRICO
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Argentina que se vuelve más evidente con la democratización de sus gobiernos a
mediados de los 80. Esta cooperación se objetivó a responder a los desafíos presentes
tanto en el escenario mundial como en el doméstico.
En el primer caso, visaba una mejor inserción política y económica en el sistema
internacional, mientras que en el otro, buscaba la promoción del desarrollo y la
superación de problemas políticos y sociales, especialmente el establecimiento de
instrumentos que garantizasen la continuidad y consolidación de los procesos de
redemocratización.
Es decir, la aceleración de la integración del Mercosur y el carácter de respuesta
de los países del Cono Sur, especialmente de Brasil, a la tentativa de EEUU era
consolidar su liderazgo en América Latina por medio de acuerdos bilaterales que
pocos beneficios traerían a las naciones de esa región, como iniciativa por las
Américas.
Las ideologías y el pragmatismo de la Unión de Naciones Suramericanas
(Unasur), por Giacalone (2006)
El presidente Luis Inácio Lula da Silva, en el año 2004, logra concretar la idea de
la Comunidad Suramericana de Naciones (CSN), con el apoyo de Argentina y
Venezuela, países cuyos gobiernos compartían su ideología política. En ese sentido
concibe la integración regional como un mecanismo para impulsar el liderazgo
político de Brasil y promover las exportaciones de las empresas brasileñas, al igual
que su antecesor, el socialdemócrata Cardoso.
Además, la CSN quedó integrada por los países miembros del Mercosur, la CAN,
Chile, Guyana y Surinam. Su nacimiento se produjo a pesar del fracaso de las
negociaciones entre el Mercosur y la CAN para firmar un TLC, impulsadas por Brasil
como alternativa al ALCA. Dicho fracaso se debió, entre otras razones, a la existencia
de objetivos de negociación divergentes, crisis políticas y económicas domésticas y
un comercio interregional insignificante (Giacalone, 2006).
Lo difícil de las negociaciones en bloque, iniciadas en 1998, dio como resultado
que en 1999 Brasil firmara con la CAN el Acuerdo de Complementación Económica
ACE27, que Colombia, Ecuador y Venezuela firmaran con el Mercosur el ACE59 en
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el 2004 y que Perú firmara con Mercosur el ACE58 en 2005. Cuatro años después de
su creación la CSN cambia su nombre por el de Unión de Naciones Suramericanas
(Unasur).
El Alternativa Bolivariana para las Américas (Alba) más política, menos
economía, por Martínez (2010).
La propuesta de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), la hace el
presidente de Venezuela, Hugo Chávez en el 2001, durante la III Cumbre de la
Asociación de Estados del Caribe. La misma se presenta como una alianza alterna
frente al Acuerdo de Libre Comercio de las Américas (ALCA) propuesto por los
Estados Unidos.
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Perspectivas de la Integración Latinoamérica y el Caribe
Según, Rojas (2012), durante los últimos años se desarrollaron en América Latina
y el Caribe iniciativas y acuerdos significativos que podrían contribuir a generar un
mejor clima para esos procesos, abriendo oportunidades de cooperación recíproca y
generando espacios de beneficios mutuos.
Existe cierto consenso en que América Latina y el Caribe apunta hacia la
constitución de una nueva forma de regionalismo e integración2, en el marco de la
cual priman los aspectos políticos sobre los comerciales y la cuestión de la soberanía
ha adquirido especial importancia. A esta tendencia, que es más evidente en los países
sudamericanos, se debe sumar el hecho de que los nuevos instrumentos creados por
este tipo de regionalismo, como por ejemplo la Unión de Naciones Suramericanas
(Unasur).
Eso da a entender, que el surgimiento de esta nueva forma de regionalismo, si bien
tiene un claro énfasis regional, al mismo tiempo pareciera apuntar a la promoción a
escala global del desarrollo de un multilateralismo cooperativo. Bajo esta nueva
lógica se desarrollan los esfuerzos en torno de la creación de la Comunidad de
Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) como forma de potenciar el propio
regionalismo latinoamericano que logre concertación y cooperación intrarregión, pero
que además posicione a América Latina y el Caribe como actor político global.
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del intercambio y administración de la información y la reducción de la
incertidumbre.
Balassa (1964), en su aportación inicial de la Teoría de la Integración Económica,
consideró solo como un proceso a la zona de preferencias arancelarias, zona de libre
comercio y a la unión aduanera. En cambio Guinart (2006: 1) argumenta y confiere a
la existencia de 7 fases para llegar a la integración económica, siendo las siguientes:
Acuerdo Preferencial: Es un sistema de preferencias entre los miembros,
baja de aranceles u otras medidas proteccionistas, y se rige el principio no
discriminatorio del GATT.
Zona de Libre Comercio (ZLC): En este modelo, todos los miembros del
grupo eliminan los aranceles a los productos de los otros miembros, mientras que, al
mismo tiempo, se conserva la independencia de cada uno de ellos para desarrollar
políticas comerciales con los no miembros. Es decir, cada miembro de la ZLC puede
mantener sus propios aranceles y otras barreras comerciales en el “mundo exterior”.
Unión Aduanera: En esta etapa de la integración económica, los miembros
eliminan todos los aranceles y el grupo adopta una política comercial externa común
con relación a los no miembros. Además, el grupo trabaja como una entidad en la
negociación de todos los acuerdos comerciales con los no miembros. La aplicación de
un arancel externo común elimina la posibilidad del trasbordo para los no miembros.
Por lo tanto, la Unión Aduanera es un paso hacia una integración económica más
estrecha que la ZLC.
Mercado Común: En el mercado común, los miembros eliminan todos los
aranceles, adoptan una política comercial externa común para los no miembros y
eliminan todas las barreras a los movimientos factoriales que se producen entre ellos.
El libre movimiento de trabajadores y de capital, entre los miembros, representa un
nivel superior de integración económica, así como una mayor reducción del control
interno de la economía de cada país miembro. El tratado de Roma de 1957 fundó la
Comunidad Económica Europea (CEE) o el Mercado Común Europeo, el cual
comenzó a funcionar oficialmente el 1 de enero de 1958.
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Unión Económica: Una forma adicional y comprensiva de la integración es
la Unión Económica. Esta forma de integración económica de los países abarca todos
los elementos del mercado común, así como la unificación de las instituciones
económicas y la coordinación de la política económica en todos los países miembros.
Aunque es evidente que siguen existiendo las entidades políticas
Unión Monetaria: Es el paso posterior a la Unión Económica donde los
países fijan los tipos de cambio entre los miembros y se crea una moneda única.
Unión Económica Plena: Formación de un único país.
Por otra parte, Deutch (1974) indicó que la integración también comprende cuatro
dimensiones que están relacionadas esencialmente con el poder, y que ayudan a
visualizar enteramente los procesos de integración, tales como:
Dominio: Prácticamente corresponde a la población de las áreas geográficas
involucradas.
Alcance: Concierne a los aspectos políticos, económicos, sociales,
culturales, y otros en donde se aplicará el proceso de integración.
Grado: Ventajas y desventajas, beneficios y carencias de las áreas
integradas.
Peso: Es la medición de la capacidad para enfrentar tensiones, presiones,
desequilibrios y divisiones.
Para formalizar integraciones económicas, es necesario integrar elementos de los
siguientes tres grupos básicos:
Teorías de las decisiones. Esta teoría pone en duda principios
convencionales del estado tales como protagonismo, racionalidad, coherencia y
unidad en la consecución de sus objetivos. El objeto de estudio pasa a ser a los
grupos, agencias e individuos que toman decisiones en nombre del Estado.
Teorías sobre el conflicto. Distingue los fenómenos en situaciones distintas
tales como los conflictos sociales, internacionales, entre estados y/o guerras con
proyección internacional.
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Teorías de la integración. Refieren al proceso en el cual diversos actores
trasladan sus lealtades, expectativas y actividades hacia un nuevo centro con
jurisdicción sobre los estados nacionales preexistentes. Esta última, lleva a que las
sociedades trabajen en función de intereses específicos lo cual permite crear procesos
de integración ya sea en los campos energético, industrial, alimentario, financiero,
estratégico, ideológico y cultural.
De esta manera, se hacen redes internacionales en donde se propicia una
interrelación consolidada entre integrantes y una mejor cooperación en intereses
comunes. Existen dos formas de establecer las relaciones entre las naciones en
materia de intercambio comercial, por un lado, está la cooperación para disminuir la
discriminación, en donde se negocian los tratados internacionales sobre políticas
comerciales y, por el otro, la integración, que son medidas que fomentan la supresión
de la discriminación en cuanto a la eliminación de barreras al comercio.
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CAPITULO III
METÓDICA
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CAPITULO IV
RESULTADOS DE LA INVESTIGACIÓN
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CAPITULO V
CONCLUSIONES
Recomendaciones
Se debería proponer, la integración subregional en bloque dejando de ser uno, para
ser un todo, desde México hasta la Patagonia, con miras hacia los países del Sur
Asiático y el Sur Africano, como modelo para seguir el protagonismo de América
Latina y el Caribe en la integración regional de los pueblos, para tener mayor
presencia en la economía mundial.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
17
Albuquerque, J. A. G. (2001). A Alca na política externa brasileira, en Politica
Externa, vol. 10, n. 2. São Paulo: Paz e Terra/GACINT – USP/IEEIUSP. (pp. 07 –
20)
Ettore, D., Firpo, S. y Fratzcher, M. (2004). The link between Institutional and
Econimic Integratión: Insights for Latin America from the European Experience,
Open Economies Review, Nº 15, (pp. 239-280).
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ANEXO
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20
DISTINTAS ORGANIZACIONS QUE INTEGRAN LA REGION
LATINOAMERICA Y DEL CARIBE
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