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Derechos de la población migrante y desarraigada

1.0. Introducción

La migración es parte de la naturaleza intrínseca de los seres humanos, por lo que


indefectiblemente las personas lo han hecho desde los albores de la humanidad, hasta
la época actual y se prevé que el futuro esta seguirá en aumento exponencialmente;
claro, que derivado de diferentes fenómenos políticos, económicos, culturales y
sociales que se desarrollarán.

Actualmente las masas de migrantes son estudiadas para tratar de comprender la


composición de estos grupos y sus razones de migración, la Organización Internacional
para la Migración define los flujos mixtos como “movimientos de población complejos,
que incluyen a personas refugiadas, solicitantes de asilo, desplazados internos,
migrantes económicos, víctimas de trata, víctimas, víctimas de tráfico, niños, niñas y
adolescentes no acompañados o separados, personas que fueron objeto de violencia,
comerciantes transfronterizos y personas migrantes que se desplazan por causas
ambientales.”1

Los flujos mixtos son muy mencionados en la actualidad, ya que representan el mayor
número de migraciones en masa. Entre estos movimientos migratorios hay muchas
personas que están en tránsito y que no viajan con documentación, y esta problemática
es clave de muchos de los conflictos relativos a la migración. Las personas sin
documentos “representan un reto para los Estados porque vulneran su derecho
soberado para determinar qué personas pueden entrar en su territorio y bajo qué
circunstancias.”2

De la problemática antes mencionada es donde se entra al campo de los derechos


humanos, en este caso los de los migrantes. Ante la problemática de las personas
indocumentadas, las que además de también pueden estar dentro del rubro de
refugiados, a patrios, o solicitantes de asilo. Obliga a los estados a tener en cuenta
1
Apartado sobre personas migrantes y sujetas de protección internacional. Recuperado de: www.scribd.com
2
Op. Cit. Pag. 5
muchas de las circunstancias antes mencionadas para no ser sujetos de críticas
internacionales. Para que exista un correcto trato a las personas migrantes debe existir
una correcta coordinación y entendimiento entre los estados involucrados, esto último
muy propio del derecho internacional público, que vela por las relaciones entre estados
y lo derivado de las mismas. Por lo anterior, una correcta comunicación entre los
Estados involucrados propiciaría una mejor resolución del estado de las personas
migrantes y las consecuencias de ello.

Los migrantes modifican y condicionan los ámbitos políticos, económicos y sociales de


los países a los cuales quieren arribar. Antecedentes negativos como los relativos al
terrorismo han provocado que muchos Estados sean abrasivos ante la llegada de
migrantes, ya que se universalizado el término ilegal entre los migrantes, un término
que permite una universalidad de conceptos acerca de las personas migrantes. El
término inmigrante ilegal también le da acceso a los Estados a aplicar normas
coercitivas, y de materia penal en contra de las personas migrantes, las cuales en el
marco en que estamos definiéndolas debemos enmarcarlas como sujetos a la
protección internacional.

Las personas migrantes no solo deben de solventar su situación migratoria, sino


además deben de enfrentar una discriminación proveniente del país en el que buscan
una oportunidad, son diversos los factores por los cuales los migrantes son
discriminados. Muchas personas buscan en la migración una oportunidad para escapar
de una situación muy compleja en sus países de origen, pero deben de tomar en
cuenta que, por raciones culturales, lingüísticas, religiosas y así como su carencia de
documentos, son aspectos que pueden propiciar una discriminación de la sociedad
hacia ellos. Por lo tanto, la vulnerabilidad de los migrantes se ve acrecentada aún más
cuando son discriminados.
2.0. Normas de derecho internacional

Por lo anteriormente mencionado a lo largo de las últimas décadas se ha desarrollado


un marco normativo de aplicación internacional, con el objeto de proteger a los
migrantes, y otros cuerpos legales que también reconocen los derechos de los
migrantes, aun cuando no hayan sido promulgados para ese efecto. Uno de los
instrumentos para la protección de los migrantes es la Convención internacional sobre
la protección de los derechos de todos los trabajadores migratorios y sus familias de
1990, así como la Convención y el estatuto de los refugiados y su protocolo.

En cuanto a normas más específicas se encuentra el artículo 25 de la Convención


Americana de Derechos Humanos el cual regula lo relativo a la aplicabilidad de las
normas que favorezcan más a la persona, sobretodo en su numeral primero que
establece que “Toda persona tiene derecho a un recurso sencillo y rápido o a cualquier
otro recurso efectivo ante los jueces o tribunales competentes, que la ampare contra
actos que violen sus derechos fundamentales reconocidos por la Constitución, la ley o
la presente Convención, aun cuando tal violación sea cometida por personas que
actúen en ejercicio de sus funciones oficiales.” 3 El artículo 5 del Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos, el cual menciona que criterio prevalece para seleccionar la
norma aplicable y la protección que se le brinda a las personas y a sus derechos, dicho
artículo establece que “Ninguna disposición del presente pacto podrá ser interpretada
en el sentido de conceder derecho alguno a un Estado, grupo o individuo para
emprender actividades o realizar actos encaminados a la destrucción de cualquiera de
los derechos y libertades reconocidos en el Pacto o a su limitación en mayor medida
que la prevista en él.”4 El numeral 2 establece lo relativo a la protección de derechos
mínimos preceptuando que “No podrá admitirse restricción o menoscabo de ninguno de
los derechos humanos fundamentales reconocidos o vigentes en un Estado Parte en

3
Convención Americana sobre Derechos Humanos (Pacto de San José)
4
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos
virtud de leyes, convenciones, reglamentos o costumbres, so pretexto de que el
presente Pacto no los reconoce o los reconoce en menor grado.

Se puede interpretar que estos instrumentos internacionales son una puerta la


oportunidad de los Estados involucrados a que utilicen dichos instrumentos como una
guía para primar las resoluciones y aplicación de normas que no vulneren los derechos
de los migrantes, los cuales están sujetos a protección internacional.

Es importante mencionar que independientemente de lo anteriormente mencionado los


caminos e instrumentos existen para la correcta aplicabilidad de las normas, pero todo
queda en manos de la competencia de los encargados de impartir justicia, por lo tanto
es importante que los jueces valoren y estudien la jurisprudencia proveniente de
tribunales internacionales, como lo es la Corte Interamericana de Derechos Humanos,
la aplicabilidad de los protocolos es importante para que existan una jurisprudencia
más extensa y con ejemplos para cada caso específico.

A pesar de las normas mencionadas anteriormente no existe un gran marco legal


específico para el tema migratorio, de hecho; la Convención Internacional sobre la
Protección de los Derechos de todos los Trabajadores Migrantes y sus familiares de
1990 es el único tratado internacional que reconoce disposiciones exclusivas del tema
migratorio, sin embargo la Convención Americana sobre Derechos Humanos reconoce
y regula derechos que los miembros del Sistema Interamericano de Derechos
Humanos deben de reconocer y respetar.

2.1. Principios Generales aplicables por los juzgadores en casos de personas


migrantes

Existen dieciséis principios que de acuerdo a los instrumentos internacionales deben de


ser observados por los jueces cuando estén involucrados personas migrantes o sujetas
de protección internacional, dichos principios buscan presentar lineamientos para la
aplicación de las normas, y los criterios de interpretación
a) Igualdad y no discriminación: parte del hecho de que todas las personas deben
de considerarse y tratarse con el mismo privilegio y reconocerles por igual
b) Pro Persona: debe de aplicarse la norma más amplia en concepto de
reconocimiento de derechos.
c) Interés superior del niño, niña o adolecente migrante: las características inertes
de los niños, niñas y adolescentes siempre deben de ser consideradas,
d) No devolución: todo migrante no puede ser devuelto a la frontera donde su
integridad pueda verse amenazada.
e) Unidad familiar: la separación de los menores de su núcleo familiar debe ser
justificada.
f) No revictimización: toda acción u omisión que lesione el estado físico, mental y/o
psíquico de la persona víctima.
g) Presunción de inocencia: toda persona acusa de un delito debe de
considerársele inocente.
h) Beneficio de la duda: principio que debe de otorgársele a todo refugiado ya que
le es difícil aportar las pruebas necesarias para validar o comprobar sus
afirmaciones.
i) Prontitud y prioridad: que todas las resoluciones judiciales y su ejecución
ocurran oportunamente y sin retrasos innecesarios.
j) Confidencialidad: no deben publicarse datos de las personas migrantes.
k) Excepcionalidad en la detención: las practicas migratorias deben partir de una
presunción de libertar.
l) Proporcionalidad, necesidad e idoneidad de la detención: la privación de libertad
debe ser acompañada de los principios de legalidad, presunción de inocencia,
necesidad y proporcionalidad.
m) Dignidad en las condiciones de detención: las personas detenidas deben de
tratarse con respecto a la dignidad inherente del ser humano.
n) Asistencia humanitaria: los estados deben de proporcionar atención y asistencia
humanitaria a las personas desplazadas.
o) Acceso a la justicia considerando la situación de las personas migrantes y
sujetas de protección internacional: todo proceso legal iniciado en contra de las
personas migrantes debe de seguir el procedimiento determinado por la Corte
Interamericana de Derechos Humanos.

2.2. Normativa de Guatemala

En el caso de Guatemala, la legislación interna regula lo relativo a la migración a través


de las disposiciones contenidas en la Ley de Migración Decreto 95-98 del Congreso de
la República de Guatemala.
Una norma que según sus considerandos establece la comunicación y relación activa
del Estado de Guatemala y otros Estados, relaciones que propicien una buena
comunicación con los diferentes Estados, con los propósitos de contribuir al
mantenimiento de la paz y la libertad. También tiene como propósito fundamental el de
la unificación de criterios legales entre Estados involucrados en los movimientos
migratorios.
El artículo 1 de dicha norma preceptúa que tiene por objeto “garantizar un eficaz
ordenamiento migratorio, regulando la entrada y salida de nacionales y extranjeros del
territorio nacional, así como la permanencia de estos últimos dentro del mismo.” 5
Así también el artículo 2 de la presente ley establece el reconocimiento por parte de
Guatemala de las disposiciones de Convenios, Acuerdos o Tratados Internacionales de
los cuales el país es parte, dicho artículo se relaciona directamente con el artículo 46
de la Constitución Política de la República de Guatemala, el cual establece que el
Estado de Guatemala le da un acceso a las normas internacionales a que puedan
aplicarse internamente.

5
Ley de Migración, Decreto 95-98
Conclusiones

1. A pesar de la problemática con los migrantes la mayoría de leyes de los países


reconocen un mínimo de derechos para su población, leyes que naturalmente
quizás no reconozcan derechos como el refugio o la vivienda para los migrantes;
pero que de ninguna manera permiten violación a los derechos mínimos a nadie,
aun cuando sean migrantes.

2. La migración produce una serie de fenómenos que podrían considerarse


negativos para los países, pero de tratarla de una manera ordenada, no
necesariamente puede perjudicar al país y puede desembocar en una
contribución beneficiosa para el desarrollo económico y social para los países
involucrados.
3. Teniendo un procedimiento correcto y legal ante las migraciones podría
establecerse un sistema para el trabajo de los migrantes, el cual pudiera ser
beneficioso para la economía del país anfitrión.

4. Todas las políticas y prácticas en materia migratoria podrán ser viables siempre
que los Estados practicantes respeten el Estado Derecho.

5. Para que los Estados respeten las normas relativas a la migración es


imprescindible que las leyes locales reconozcan las normas de derecho
internacional y su aplicabilidad.

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