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Las piedras preciosas:

Su esencia en relación con la Tierra, el Hombre y el Cosmos


F. Benesch

No existen sobre la tierra más que unas 2400 o 2500 variedades de


minerales. Forman los elementos constituyentes de la tierra mineral en estado 1
sólido, líquido y gaseoso. Son los órganos, grandes y pequeños, de su cuerpo
viviente.
Entre ellos se encuentran varias docenas que denominamos como “piedras
preciosas”. Este concepto no es fácil de definir. Es el resultado de determinados
movimientos más bien afectivos que se apoderan del alma ante la visión de
estos minerales en especial. Nos sorprendemos ante la idea de que una “piedra”
pueda ser tan clara, tan pura, estructurada, coloreada, luminosa y radiante, tan
“maravillosamente bella”. La sorpresa se transforma en veneración, la
veneración en entusiasmo, el entusiasmo en el sentimiento de tener ante
nosotros un objeto preciado, raro y de gran valor (no naturalmente de valor
mercantil).
Entonces se despierta la necesidad de conocer esta entidad en apariencia
total y exclusivamente material y que por tanto en su manifestación sensible
tiene una acción tan misteriosa, prodigiosa y enigmática. La piedra despierta en
el observador no prevenido, un presentimiento profundo, una interrogación
superior que no encuentra respuesta por los senderos de la conciencia ordinaria,
por los métodos de la ciencia moderna. Puesto que ni el conocimiento de la
forma de los cristales, ni el de su composición química, ni de su entramado
cristalino, ni el de su formación geológica, ni el de sus asociaciones y
yacimientos, ni el de su valor comercial, pueden darnos información sobre lo que
llena el corazón del observador sorprendido.
Lo que se puede decir sin embargo es que, en el fondo, todo mineral, no
importa cuál sea, tiene las mismas propiedades: es algo acabado, en reposo, sin
impulso, sin deseo, que no es más que “algo que existe”, que es o se ha
convertido en casto, puro, algo que no es absolutamente más que sí mismo. Y
que, por tanto, ya sea sólido, líquido o gaseoso, no es posible sin el todo: tierra,
sistema solar, universo. Y lo que los minerales ordinarios todavía pueden
contener de esta pura existencia, es en las piedras preciosas y semipreciosas de
formas claras, transparentes, brillantes, tornasoladas, parpadeantes, duras,
cromáticas, es en ellas que se revela con mayor intensidad lo que puede
manifestar un mineral y en las que se oculta todo lo que el mineral debe ocultar.
Es quizás esta facultad de “ocultar revelando” lo que constituye la esencia de la
piedra preciosa.
Muchas personas se refieren a la tradición, que es tan antigua como el
mundo y que conduce hacia el origen, el carácter, las propiedades psico-
espirituales, las cualidades, los poderes y los efectos que se atribuyen a las
piedras preciosas. La ciencia moderna no ve en ello más que antropomorfismo
(transferencia de reacciones humanas subjetivas), superstición, error e ilusión. Y
es que, por una parte, los atributos se transmiten a veces con mucha precisión,
de siglo a siglo, incluso de milenio a milenio. Por otro lado, son tan complejos,
imprecisos y contradictorios, que parece imposible el poder tener de ellos un 2
conocimiento racional.
En los documentos religiosos cristianos del Antiguo y Nuevo Testamento, las
gemas desempeñan además un papel importante. Así por ejemplo encontramos
doce nombres de piedras preciosas en un lugar de hecho central: en el Antiguo
Testamento, sobre el pectoral del Gran Sacerdote Aarón, en el que la
disposición de las piedras y su nombre son directamente inspirados a Moisés por
el propio Yahvé, proviniendo por tanto de una experiencia suprasensible (Éxodo,
28). Y en el Nuevo Testamento aparecen otros doce nombres de gemas al autor
del apocalipsis, cuando, transportado en espíritu, Juan tiene la visión
suprasensible de un nuevo cielo y una nueva Tierra, cuando todo el Universo
actual haya desaparecido. Figuran en la imaginación de una ciudad, la
“Jerusalén Celeste”. En ella el Sol, las Estrellas, la Tierra y la Humanidad se
funden en un mismo organismo espiritual del futuro: Los materiales de
construcción espirituales aparecen bajo la forma de los doce “fundamentos”,
ornados de piedras preciosas, con los colores psíquicos y las fuerzas
espirituales de cualidades morales y que llevan el nombre de piedras preciosas.
El griego emplea el nombre “kekosmaemenoi”, que se puede traducir por
“adornados”, pero en realidad habría que decir “cosmificados”, si existiera el
nombre (Apocalipsis, 21, 19-20). Al mismo tiempo, los doce fundamentos
adornados con estas piedras preciosas llevan inscritos “los doce nombres de los
doce apóstoles del Cordero”(Apoc. 21-14).
Según la tradición, la piedra preciosa se haya dotada de virtudes místicas,
psicoespirituales. Tiene un alma invisible; posee poderes mágicos que se
transmiten a los que la llevan: ya sea al ser humano, a la vestimenta, utensilio o
joya. Tiene un espíritu, una individualidad que está ligada a los ejemplares
particulares. Está dotada de virtudes de protección, de fuerzas benéficas, pero
también de poderes maléficos. Tiene una vida, que se puede utilizar en
medicina. Es a la vez un símbolo o un signo exterior: tiene un poder mediador.
De una manera o de otra, está ligada a cada uno de los signos del zodiaco o de
los planetas: pertenece, se origina en el Cosmos que la hace portadora de
mandos y entidades espirituales. Mística, mágica, mitológica, religiosa, cultural,
simbólica, representativa, cósmica, astrológica, amuleto, talismán médico: todo
un mundo de tradición esotérica envuelve todavía hoy al universo de las piedras
preciosas.
La intuición inmediata, la investigación científica materialista y mecanicista, la
tradición oculta: las tres coexisten sin relación alguna entre sí, oponiéndose
incluso en un antagonismo muy violento.
Pero hoy en día se hace posible establecer relaciones. El mejor intento que
se ha hecho hasta ahora gracias a los puntos de vista y métodos que tenemos
de la ciencia espiritual, es la obra de Walther Cloos: “Kleine Edelsteinkunde”. Se
3
apoya en los resultados de la investigación espiritual de Rudolf Steiner que ha
derramado sobre la mezcla confusa de la tradición una luz que permite crear un
orden en ella corrigiéndola y profundizándola. Las piedras preciosas, como todo
el mundo mineral en su conjunto, tienen un origen distinto del que nos hacen
creer las interpretaciones que la ciencia ha extrapolado en el pasado: la idea de
base de la ciencia espiritual de Rudolf Steiner, es que el Universo, el
Macrocosmos y el Hombre, el Microcosmos, tienen un origen suprasensible
común (véase la “Ciencia Oculta”). Todos los elementos que constituyen el
Universo han aparecido al mismo tiempo que todos los que componen al
hombre; tienen un origen espiritual común y se han desarrollado también
paralelamente del estado espiritual al estado físico pasando por lo psíquico y lo
viviente, con los que todavía se pueden hallar las correspondencias.
El sol corresponde al corazón y al Yo, la Tierra a la cabeza y a la conciencia,
los planetas a los órganos internos y a las facultades del alma, las estrellas fijas,
y especialmente el zodiaco, a las diferentes partes de la estatura humana y a los
tipos fundamentales, el reino animal presente bajo formas especializadas lo que,
de una forma atenuada, compone todo el psiquismo del hombre; el reino vegetal
corresponde al conjunto de las fuerzas de vida. Y el reino mineral lleva consigo y
a su alrededor, bajo otra forma de existencia, las imágenes del ser humano
entero.
Es así que determinados minerales han aparecido al mismo tiempo que
ciertos órganos o sistemas humanos: en el camino de la evolución microcósmica
se han convertido en órganos humanos, en la evolución Macrocósmica, han
creado las entidades de la naturaleza. Este parentesco interno del mineral, del
vegetal y del animal con lo humano es la verdadera razón por la que
determinadas entidades de la naturaleza pueden ser remedios para ciertas
enfermedades humanas. Se tiene aquí el fundamento cósmico de una
terapéutica y de una farmacología nuevas.
A fin de cuentas, nos relacionamos aquí con entidades espirituales reales,
suprasensibles, individuales. Puesto que en el Universo todo tiene no sólo un
cuerpo material, sino también vida, un alma y un espíritu individual. Para la
ciencia moderna existen ahí naturalmente enormes dificultades.
Está idea fundamental de un parentesco entre el hombre y el universo, esta
además ligada al futuro de la evolución del mundo. En ella no se trata solamente
del mecanismo material que concibe la ciencia moderna con su ley de entropía,
sino de la intervención continua de entidades espirituales, incluido el hombre.
Gracias a una perpetua transformación del mundo existente, incluido el material,
por esta intervención de entidades espirituales, de las cuales la más poderosa y
más activa es la de Cristo, la evolución verá el descenso del mundo en la
materia, dejar lugar a un estado futuro de reespiritualización y de nuevos
desposorios de las entidades cósmicas es solo así que se puede comprender la
imaginación de la Jerusalén Celeste, en la que la visión de estas bodas se 4
expresa en la imagen de los doce fundamentos y piedras preciosas con los doce
nombres de los apóstoles. Elementos que están alejados entre sí como puedan
parecer las gemas, el hombre y el zodiaco, vuelven a ser para el vidente una
única realidad suprasensible de futuro. Pero ello no será posible si este futuro no
comienza a caminarse hoy.
Para este calendario, se ha escogido entre las múltiples posibilidades, para
los doce meses del año y las cuatro fiestas (Navidad, Pascua, San Juan y San
Miguel) La fotografía en colores de doce y cuatro piedras preciosas con las que
se hayan emparentadas.
En este momento se nos plantea la cuestión del orden de las ilustraciones.
Constantemente nos encontramos con el hecho de que el orden astrológico
tradicional de las posiciones del sol y de los meses del año es incompatible con
las posiciones reales del Sol en el zodiaco. El desplazamiento del punto vernal
durante el año Platónico hace que el orden de las posiciones del sol no sea la
misma en astrología que en astronomía. Para la astrología, del 21 de marzo al
20 de abril, el sol se halla “en Aries”, lo que los astrónomos llaman un “signo”.
Mientras que para la astronomía el sol esta hoy en día, de hecho, del doce de
marzo al 18 de abril ante la constelación de Piscis. No es hasta el 19 de abril que
entra en Aries. Desde el punto de vista astronómico la delimitación de las
constelaciones es una pura convención de la ciencia, que da a las figuras
poligonales que se descomponen sobre la bóveda celeste en la zona de la
eclíptica, nombres de la mitología antigua, sin atribuir la más mínima realidad a
dichas líneas y límites. Para la astronomía y la astrofísica al zodiaco no deja de
ser una realidad, puesto que en él encontramos la eclíptica; y aún está no deja
de ser más que la proyección óptica de la trayectoria aparente del Sol sobre el
telón de fondo de las estrellas fijas. Las estrellas que componen una
constelación pueden incluso pertenecer a galaxias diferentes, y aparte de su
proximidad aparente para el que las observa desde la Tierra, pueden no tener la
más mínima relación entre sí. La atribución de “influencias” a estos grupos de
estrellas no tienen menos sentido para el astrónomo. Le parece absurdo que,
como pretenden los astrólogos, en el momento en que en marzo abril el sol pasa
efectivamente delante de Piscis se halle en el signo de Aries.
Esta paradoja no puede resolverse a menos que se cese de considerar como
única concepción posible la extrapolación materialista de las doce direcciones
espaciales del zodiaco. Según la Ciencia del Espíritu, las constelaciones son los
signos, legibles como en una escritura, de dominios suprasensibles de donde
irradian determinadas influencias de entidades espirituales. Para estas
entidades, la figura formada por las estrellas visibles es una especie de signo en
forma de imagen. En la Ciencia Espiritual de Rudolf Steiner, aparecen como los
doce “Iniciadores cósmicos”, aportando confirmación a la astrología tradicional
(“Mensch im Lichtevon Okkultismus, Theosophie und Philosophie”). Son ellos la
verdadera realidad del zodiaco. En realidad, allí se halla el dominio de la Primera 5
Jerarquía: Serafines Querubines y Tronos, pero sobre todo de los Querubines.
Estas entidades aparecen a la visión suprasensible bajo la forma de
imaginaciones animales.
Hubo un tiempo en que, en lo relativo a la posición del sol, la constelación
(astronómica) y el signo del zodiaco (astrológico y espiritual) coincidían. En esa
época el punto vernal se hallaba en Aries. Es la época en que en el hombre
Jesús, la entidad de Cristo vino a caminar sobre la Tierra, la época del Misterio
del Gólgota. Con la venida de Cristo, la actividad de los Querubines se dividió.
Una parte permaneció cósmica y se expresa en el desplazamiento del punto
vernal, engendrando épocas de civilización siempre nuevas (Era de Aries, Era
de Piscis…).
Para esta acción el sol se halla, del 21 de marzo al 20 de abril, frente a
Piscis. Otra parte de la acción de los Querubines se halla, bajo la dirección de la
entidad del Cristo, ligada a la vida de la Tierra y de la humanidad; hubo entonces
para la impulsión de Cristo una especie de “horóscopo de nacimiento” que, más
tarde es válido también para las encarnaciones terrestres de los humanos. Para
esta actividad destinada a espiritualizar y Cristificar la Tierra, el sol se halla del
21 de marzo al 20 de abril en el “signo” de Aries. Astronomía y astrología pueden
completarse mutuamente.
Hablando de ello, se puede actualmente repartir las piedras preciosas del
Apocalipsis entre los meses del año y los signos del zodiaco. En ese calendario,
se pusieron las fotos de las piedras en los meses que se hayan determinados el
máximo tiempo por el signo en cuestión (calcedonia, enero, Capricornio).
Dado que el año civil comienza en enero, el calendario hace lo mismo. Pero
el año espiritual comienza por una parte en el punto vernal astrológico (21 de
marzo = un grado de Aries (por otra parte, en pascua, que cada año tiene una
fecha distinta). En el primero de enero se entra entonces en un periodo del año
que se dirige hacia su fin. Ello haría falta tenerlo en cuenta en nuestro espíritu.
En el Apocalipsis de Juan la enumeración de las piedras preciosas comienza
por el jaspe. La pertenencia y correspondencia de las doce gemas sigue un
orden retrógrado comenzando por el jaspe en piscis, luego acuario,
Capricornio…hasta Aries en abril. Esta sucesión corresponde no al curso anual
del sol, sino al movimiento del punto vernal en el año platónico. Lo que es de
hecho espiritual se opone a lo que es a todos hechos físicos.
En los comentarios que acompañan las ilustraciones de los meses, los
resultados de la investigación científica se evocan brevemente. Para mayores
detalles, se consultará también un tratado de mineralogía (por ejemplo,
Machatschki: “Specielle Mineralogie”, Springer Verlag, 1953). El profundizar en
el sentido de la ciencia espiritual y goetheana, lo encontraremos en Walther
Cloos (Kleine Edelsteinkunde). Aquí también no hacemos más que dar breves
indicaciones: para el resto se puede consultar esa obra. La relación que existe 6
entre las piedras preciosas y los meses, los signos del zodiaco y las fiestas, no
se la puede comprender si no partimos no solo del objeto únicamente, sino
también del trasfondo espiritual, es decir del origen y de la finalidad. Ahí también
la Ciencia Espiritual de Rudolf Steiner aporta datos de base. Lo que constituye el
fundamento común de las gemas, del hombre y de las estrellas, es precisamente
la actividad espiritual de la jerarquía de los Querubines cuyos impulsos
creadores, diferenciados por las entidades espirituales inferiores, se manifiestan
en tanto que cosmos material. Creándolas diferencian las doce formas
principales del reino animal y vegetal. En la organización humana, forman las
partes del cuerpo, los doce sentidos y los doce tipos de caracteres. Todo ello se
concilia aún más por el hecho de que Cristo reunió a su alrededor a doce
hombres. Por todas partes en los antiguos misterios, estas relaciones eran bien
conocidas. Pero la esencia profunda de todos estos doce (existe un gran número
de ellos) solo se revela cuando uno se eleva hasta las virtudes psico espirituales
y a las fuerzas fundamentales de las entidades espirituales.
En relación con el zodiaco, Rudolf Steiner desarrolló en:“Palabras de
Verdad”, las “doce armonías zodiacales”; en las conferencias de Euritmia, el
conjunto de actitudes del hombre total, y en “Anweisungen zur esoterischen
Schulung und Selbserziehung”, las doce virtudes. Es en estos dominios que se
haya uno lo más cerca de las propias entidades, pues en realidad los seres
espirituales no son distintos de ideales elevados que brillan en nosotros. Por otra
parte, los minerales son las últimas creaciones exteriores de estas entidades
cósmicas y en el tema del reino mineral, las piedras preciosas son los
fenómenos en los que se hayan mejor representados los creadores, pero
también allí donde se hayan “mineralmente encarnados”. Las dificultades que
encuentra la tradición en la repartición de determinadas gemas entre los signos
del zodiaco proceden del hecho de que no hay más que doce piedras preciosas,
teniendo en cuenta que los siete planetas y sus espíritus modifican cada una de
las doce influencias del zodiaco. Tenemos pues el derecho de imaginar que
existen 7 grupos de doce piedras preciosas. Ello no excluye que las gemas
particulares tengan suficientes propiedades como para figurar en varios grupos
de doce. Estas entidades serían entonces la acción combinada de muchas
fuerzas creadoras.
Las doce gemas que figuran en este calendario son las del Apocalipsis.
Como la imagen apocalíptica es una visión del futuro, es lícito pensar que es
sobre todo en estas doce que los impulsos del futuro reino de los cielos halla
verdaderamente lo que los “modela”. En lo relativo a estos 7 grupos de doce que
acabamos de mencionar, se introducirá pues un octavo: “las doce piedras
preciosas del Apocalipsis”. Ello no quiere decir que estas piedras no pueden
figurar en los otros siete grupos de doce. Pero serán ellas las que aporten a las
propiedades heredadas del pasado los gérmenes de propiedades del futuro. Lo 7
que nos sorprende aquí es que la mitad de estas piedras apocalípticas
pertenecen al grupo de los cuarzos y que gemas como el rubí, el diamante, el
granate, la turmalina y también el cristal de roca no figuran.
Las doce entidades espirituales del zodiaco aparecen a la visión
suprasensible bajo la forma de imaginaciones animales. Eso es así también en
el Apocalipsis (por ejemplo, capítulo 4, versículo 6-8). Sin embargo, en la
imaginación del futuro de la Ciudad Santa, las entidades del zodiaco se
manifiestan en doce fundamentos y doce piedras preciosas, así como en doce
“engarces” en donde se hayan escritos los nombres de las doce tribus del pueblo
del futuro y de los doce apóstoles. Allí se revela a la visión suprasensible la
acción combinada de Jerarquías, del mundo mineral, de grupos humanos y de
hombres particulares. Y ahí lo relativo al futuro.
Pero ¿cómo se debe pensar en la relación? Lo que une al hombre y las
piedras preciosas, es de inmediato la pura materialidad. En el hombre son los
doce sentidos que lo relegan al mundo, abriendo el acceso a un dominio preciso,
específico. La voluntad humana que fluye y refluye en esta organización
sensorial se impregna en cierta medida de la voluntad cósmica que constituye el
Universo. Y ahí en realidad en qué consiste la percepción sensorial. La voluntad
cósmica de la Primera Jerarquía, de los Serafines, Querubines y Tronos, se
convierte en el zodiaco espiritual de los cuatro principales Querubines, en algo
activo en el toro, el león, el águila y el aguador. Cada uno de ellos se haya
acompañado de sus dos vecinos. Son ellos la verdadera realidad del zodiaco.
Y de la misma manera que al practicar virtudes e ideales el hombre en su
interior, con su alma y espíritu, se pone en contacto con estas entidades, puede
también, en la observación sensorial, ver cómo se revela la misma entidad en el
mundo mineral. Ello indica que la actividad creativa de las entidades espirituales
se dirige ya sea hacia el exterior, manifestándose en los minerales, las plantas y
los animales, ya sea hacia el interior, en donde puede finalmente ser alcanzada
en el hombre en forma de moralidad. En la materia vegetal puede uno ver el fin
de la actividad creadora de los Querubines, en las Virtudes su comienzo y entre
ambos se extiende el campo de sus creaciones en los órganos y los elementos
en fin constituyentes del hombre y de los reinos de la naturaleza.
En sus dos obras de base, Walther Cloos presenta la aparición de las
piedras preciosas en una Tierra original viviente y sus estados primitivos. Como
los demás minerales, las piedras preciosas son el resultado no solo del
enfriamiento de las masas de magma en fusión, sino sobre todo de una vasta
desvitalización de los antiguos minerales-plantas y animales-plantas de dónde
nacieron por un lado los minerales y por otro, los vegetales y animales inferiores.
Pero también muestra como ciertas piedras preciosas se distinguen
particularmente. Y, si por ejemplo el cristal de roca con su propagación por todo 8
el globo y sus 10 variedades de cristalizaciones, el diamante con sus cualidades
llevadas al extremo, la turmalina con su carácter vegetal y el granate con sus
múltiples variedades que son casi todas piedras preciosas cuya forma
permanece siempre la misma.
Sí ahora pasamos revista a las doce piedras del apocalipsis, se constata que
la mitad son piedras semipreciosas del grupo de los cuarzos y minerales silíceos
(amatista, crisopraso, sardio, sardónice, calcedonia y jaspe). En su obra, que se
basa en las indicaciones de Steiner, Cloos muestra la importancia del proceso
sílice-cuarzo en los fenómenos de sensación y de percepción de la Tierra, de las
plantas, del animal y del hombre. Es en el grupo de los cuarzos que se expresa
más claramente la relación entre los sentidos humanos y la formación de las
piedras preciosas.
Ante el término de “piedra semipreciosa”, se tiene en primer lugar la
impresión puramente instintiva de algo que todavía no se ha realizado
plenamente; pero es precisamente eso lo que indica que quizá lo sea algún día:
se halla todavía a medio camino. Es esto que explica que las doce piedras
preciosas del Apocalipsis sean entidades que, como ya se dijo, se unan a las
fuerzas del futuro. Según Rudolf Steiner, seis de ellas han aparecido al mismo
tiempo que el sentido del yo, del oído, del olfato, del movimiento, de la piel
(tacto) y del calor. Y si se estudian los otros seis, se puede notar que estos
también tienen algo de piedras semipreciosas. La relación entre el jacinto y el
zircón (jacinto de Ceilán) entre el topacio y los otros minerales fluorados, entre el
berilo y el agua marina, el crisolito y el olivino, la esmeralda y el berilo, entre el
zafiro y los rubíes, prueba la existencia de dichos intermediarios.
Estas seis imágenes de las gemas del Apocalipsis crean la imagen de las
fuerzas del futuro de los otros 6 sentidos del hombre: el sentido de la vida, del
equilibrio, del pensamiento, de la vista, de la palabra y del gusto. Es necesario
precisar que esta repartición corresponde al aspecto de futuro de los sentidos:
el aspecto de origen reclamaría una disposición totalmente distinta de los
dominios sensoriales sobre el zodiaco. Pero no es aquí el lugar para entrar en
dichos detalles.
Intentemos elevarnos hasta la esfera original de los doce “Iniciadores
Cósmicos”, tendremos primero que encontrar allí las cualidades morales, las
virtudes que emanan de estas entidades. Las indicaciones al respecto se las
encontrará en Rudolf Steiner, en sus consejos para la meditación; ahí es
significativo que un movimiento interior conduce a cada virtud en sí a
sobrepasarse desde el momento en que se ha cultivado ya lo suficientemente.
Así por ejemplo en la evolución futura del ser humano, la devoción de vida al
impulso de Aries se convierte en fuerza de sacrificio. Siguiendo dichos procesos
interiormente acaba adquiriéndose un sentido interior para la observación de
estas piedras preciosas. 9
Se puede entonces en cierto sentido moverse desde lo espiritual a lo
material y de lo material a lo espiritual. Este movimiento interior en el seno de
una esfera particular de los Querubines permite observar también el pasaje de
una esfera a la otra. La expresión cósmica de este fenómeno, es la órbita de los
planetas, y sobre todo del sol, a lo largo del zodiaco.
Uno de los movimientos correspondientes al curso del año va avanzando de
Aries a Piscis. El segundo va retrocediendo desde Piscis a Aries: es el
movimiento del punto vernal. Tercero, en la serie de imágenes de Apocalipsis
retrógrada también desde Piscis a Aries. Un cuarto se menciona también en las
indicaciones de Rudolf Steiner sobre las actitudes y gestos zodiacales (Curso de
Euritmia de la palabra). Este movimiento, total en relación con el hombre, tiene
dos puntos de partida: el uno en Leo, que comienza con el gesto de entusiasmo
ardiente, pasa por Virgo…y llega hasta Capricornio (conflicto del pensamiento
con el mundo).
El otro punto de partida se halla en cáncer con el motivo “impulso hacia la
acción” y que pasando por Géminis llega hasta Piscis (“el evento se ha hecho
destino”). Estos movimientos pueden también relacionarse con las imágenes de
las piedras preciosas; presentan relaciones que corresponden a los nombres de
los Espíritus de la Armonía. Cuando se consideran nuestras gemas terrestres y
se las relaciona con una determinada zona cósmica, con una actitud, con una
organización del hombre, se debieran tener en cuenta también las relaciones y
pasos del uno al otro. Es así que, se desarrollará una manera de ver, un
pensamiento móvil que, no solamente capta las relaciones lógicas y tipológicas,
sino que pide además de una forma real, las mutaciones vivientes, las
metamorfosis físicas, psíquicas y espirituales.
Se puede consultar de Rudolf Steiner: El Apocalipsis. La Ciencia Oculta, un
bosquejo. Misterios: Centros Iniciáticos.
Correspondencias zodiacales:

♈ Aries – 21 marzo Amatista


♉ Tauro – 21 abril Jacinto

♊ Géminis – 21 mayo Crisoprasa

♋ Cáncer – 21 junio Topacio

♌ Leo – 21 Julio Berilo

♍ Virgo – 21 Agosto Crisolita

♎ Libra – 21 septiembre Sardio

♏ Escorpio – 21 octubre Sardónice

♐ Sagitario – 21 nov. Esmeralda


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♑ Capricornio – 21 dic. Calcedonia

♒ Acuario – 21 enero Zafiro

♓ Piscis – 21 febrero Jaspe

LA PIEDRA DEL OTOÑO: EL GRANATE

1. El nombre latino de “gramun” da nombre de “Granatum” a toda piedra


granulosa.
2. El grupo de los granates está determinado por las alternancias de los
elementos manganeso, hierro, calcio, magnesio y aluminio. Ligadas con otros
elementos y con el ácido silíceo nacen las diversas variedades de granates.
Pueden diferenciarse siete principales:
1. Granate arcilloso de manganeso Mn3Al2(SiO4)3, amarillo, marrón Bermejo
o amarillento hasta un rojo oscuro.
2. Granate arcilloso calcáreo: Ca3Al2(SiO4)3, incoloro, verde, gris marrón,
rosa.
3. Granate ferro calcáreo: Ca3Fe2(SiO4)3, marrón, rojo, verde, negro y
amarillo verde topacio. Verde esmeralda, diamantino.
4. Granate férrico con titanio. Desde un rojo sangre hasta un rojo muy
oscuro casi negro.
5. Granate calcáreo con cromo: Ca3Cr2(SiO4)3, verde esmeralda profundo.
6. Granate arcilloso con magnesio: Mg3Al2(SiO4)3.
7. Granate arcilloso con hierro: Fe3Al2(SiO4)3, granate, rojo, rojo negro, rojo
azulado o violado.
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Lo que es notable, es que, en estas composiciones totalmente diferentes, la


forma del cristal permanece invariable. En general puede ser romboédrica,
dodecaédrica simulando una gota cristalizada. El Granate está muy extendido
constituyendo rocas. Un punto importante, como la esmeralda está totalmente
cristalizado, lo que indica que se ha cristalizado antes que los esquistos que le
rodean se hayan endurecido...la roca de granate puede formar paisajes rocosos
enteros.

3. Orígenes y correspondencias vitales:


En las grandes rocas de esquistos verdes y grises, el granate aparece como
una flor o más aún como un fruto maduro. El Granate rojo, el más apreciado se
encuentra en los “eklogites” acompañado de un piroxeno verde. Este conjunto
forma una excelente imagen de la alegre armonía que reina en el mundo mineral
vegetal en el tiempo de la antigua fase “solar” de nuestra Tierra.
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En los granates rojos y marrón bermejos, el hierro es ditrivalente y recuerda


la sangre, mientras que en los granates verdes es bivalente, es decir, más
vegetal.
Dice Cloos: “el Granate rojo forma parte de las piedras singulares que en la
antigüedad y la Edad Media era denominado ‘carbúnculos’ o rubí. Entendiendo
con ello que independientemente de la sustancia el color recordaba a la sangre,
percibiendo el ideal purificado, casto y ejemplo de toda pasión, de la sangre
humana.

4. Virtudes anímicas:
Estas indicaciones de Cloos nos desvelan el secreto del granate. Novalis nos
lo describe en su “Enrique de Offerdingen”:

Es él en la piedra un signo enigmático,


profundamente grave en su sangre hirviente,
podría compararse con un corazón
en el que reposa la imagen de lo desconocido.
En aquel aparecer vemos miles de rayos,
en éste una oleada ligera y clara…
Toda la luz en ella reposa enterrada
¿contendrá también el del corazón el corazón?

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Así la sangre del hombre tiene 7 funciones:


1. Transporta la vida.
2. Transporta las sustancias.
3. Es el órgano del Yo.
4. Engendra el calor.
5. Permite la comunicación del cuerpo y el alma.
6. Acoge el karma.
7. Es la mediadora entre la respiración y las percepciones sensoriales.
Finalmente, la sangre, que se engendra a sí misma, esconde en ella todos
los estados evolutivos pasados, igual como un germen guarda en él todos los
estados futuros. La sangre es un jugo muy particular (Steiner)
En tanto que materia, es sobre todo alma y espíritu, pero en tanto que alma y
espíritu es sobre todo materia. Su totalidad séptuple se refleja posiblemente en
las siete variedades de granate
5. La enfermedad más grave de la sangre es la de sentirse extranjera a sí
misma, de la manera que sea. Es el desacuerdo del hombre consigo mismo, la
pérdida de su identidad, la pérdida de su espiritualidad. La expresión de esta
enfermedad es que la circulación y la pulsación de la sangre están frenadas, es
el miedo. Toda especie de miedo es en realidad enfermedad de la sangre. Pero
transformando libremente su espíritu (tanto en el pensamiento como en la
voluntad) cabe el espíritu del Universo. El hombre toma parte en el gran combate
contra el miedo, que Rudolf Steiner relacionó con el misterio micaélico del otoño.
En el puro cristal dodecaédrico del granate, atravesado de una luz rojo sangre
podemos percibir una sangre librada del miedo y llena de coraje. Es por eso que
en la mañana de la fiesta de San Miguel podemos colocar el Granate entre las
plantas sobre la mesa.
LA PIEDRA DEL INVIERNO: EL CUARZO O CRISTAL DE ROCA

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1.El nombre “Kryos” significa en griego “frío”. Kristallos en griego es el
“hielo”. Como los griegos pensaban que el cristal de roca es el hielo que se
mantiene largo tiempo en grandes altitudes, le llamaban a este cristal hielo es
decir “Kristallos”.

2. En el grupo de los cuarzos, es decir, de los anhídridos cristalinos del ácido


silícico (SiO2 (existen seis formas cristalizadas:
1. El cuarzo trigonal que se transforma a la temperatura de 573 grados en
cuarzo hexagonal.
2. Cuarzo hexagonal
3.Tridimita rómbica que se transforma a 120 grados en tridimita
hexagonal.
4. Tridimita hexagonal.
5. Cristobalita tetragonal, que se transforma a 200 grados en cristobalita
cubica.
6 Cristóbalita cúbica.

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Como vemos, los fenómenos cristalinos del cristal de roca son infinitamente
sensibles al calor. A la temperatura ordinaria el SiO2 cristaliza en el sistema
trigonal trapezoídico.
La sustancia del cuarzo (anhídrido del ácido silícico) constituyen el 75% de la
materia químicamente identificada de la superficie de la Tierra y el 14% es de
cuarzo puro.
El cuarzo es incoloro, claro como el agua, transparente, pero se colorea
ligeramente gracias a unas minúsculas partículas metálicas que podemos
encontrar en él. Aparecen variedades como la citrina (amarillo limón), la amatista
(violado) y el cuarzo ahumado (marrón oscuro) hasta una variedad negra. Este
cristal no es tan refulgente como el diamante, no “lanza llamaradas”, no es el de
“fuego interior”. En su claridad de paso y desinteresada y en su belleza, es
simplemente de luz o de luminosidad.

3 Los orígenes de la sustancia “ácido silícico” se remontan a todos los


primeros principios de la evolución de la Tierra. Según Rudolf Steiner, antes de
que el Sol se hubiera separado de la Tierra y después de ello. Las plantas
originales nacieron sobre las vías de luz y de calor, primeramente, en estado
etérico, después en estado de “hielo” portador de luz y de forma, era la sílice. La
sustancia silícica por tanto no es solamente el principio constitutivo material de la
Tierra, sino también lo que le da un sentido, una dirección. Conviene consultar
en este sentido, el curso de Agricultura de Rudolf Steiner. Para las plantas, los
animales y los hombres, la sílice es el fundamento material de todos los órganos
sensoriales y de los procesos sensoriales de percepción. De hecho, juega
igualmente este papel en el reino mineral terrestre entero.

4. Virtudes anímicas:
Hay algo en común en todos los sentidos del hombre, un fundamento secreto 16
en la base de toda percepción sensorial y también de toda la organización que
permite la percepción. Es la facultad general, tomada por sí misma, de vivir a
mitad de camino entre el mundo y uno mismo, entre el objeto y el sujeto, y ello
de una manera desinteresada (altruista).
En su libro de la “Ciencia Oculta” Rudolf Steiner expuso que los arquetipos
luminosos de los órganos sensoriales del hombre fueron creados por los
Espíritus del Amor (Serafines) en unión con los Arcángeles. Los sentidos del
hombre fueron esbozados (fue depositado el germen) por una operación
concertada de los Arcángeles, receptores de la fuerza de los Serafines.
Podemos muy bien comprender que el mismo acto creador fue el origen de las
piedras preciosas. Pero dado que la sustancia silícea se encuentra en la base de
casi todas estas piedras, podemos comprender también que la misma fuerza
creadora las engendró al mismo tiempo. Volvemos a hallar que es un proceso de
amor y una sustancia que se encuentra también en la base de los sentidos. Pero
es un amor que no relaciona a un ser con otro, esta desligado de los Espíritus
Creadores y se encuentra en todo el Universo, libre, disponible, siempre
preparado a ser incorporado en nuestros órganos sensoriales. Es el amor en
tanto que luz y la luz en tanto que amor.
El silicio, es decir, el cuarzo, proviene en último análisis del dominio sublime
de los Serafines, que se encuentra sobre los doce Querubines. Está sustancia
espiritual que es la sílice original, vive en los doce sentidos del hombre y sin
duda en toda la Tierra, impreso en las plantas y los animales. Así pues, el silicio
es “amor”, es “sacrificio” y es “sentidos”. Aparecen en el Apocalipsis como
materia, denominada “pared de cristal” o también “cielo de cristal”.(Apocalipsis
IV, vers. 6).

5. Futuro espiritual.
El hombre posee doce sentidos. Pero no podrá ni ver ni sentir, sí para cada
uno de estos sentidos el yo no se abre deliberadamente hacia el exterior o
materia que quiere percibir, que de hecho está totalmente lleno, ya lo hemos
visto antes, por la fuerza-amor de los Serafines. Ya que aquel que puede percibir
es el Yo, podemos considerar al Yo como un sentido central que puede percibir
a través de todos los demás. El hombre puede repartir este sentido central sobre
todos los otros, pero puede también concentrarlo, orientarlo, hacia el Espíritu y
hacia el Cristo que ha bajado a la Tierra.
La conciencia que percibe la cabeza se une entonces al sentimiento que
percibe el corazón. Y el Hombre puede conciliar al Cristo con un solo sentido,
fundamento interior de estos doce sentidos. La conciencia de la cabeza, el
sentimiento del corazón y la voluntad del yo se hallan entonces fusionados en
una unidad. Es también en ese momento que el hombre toma conciencia de ser
percibido por el Cristo. Este es el secreto de la festividad de Navidad. Es por eso 17
que un cristal de roca (cuarzo) puede depositarse delante del pesebre de
Navidad… representa el “sentido” que puede percibir al Cristo.
LA PIEDRA DE PRIMAVERA: LA TURMALINA

1. En el lenguaje de los habitantes de Ceilán turmalica significa piedra amarilla.


2. Cristaliza en el sistema ditetragonal piramidal. Es pleiocroma (es decir, varía
de color según la dirección de la mirada), de casi todos los colores que varían
desde el incoloro puro al negro. Es el mineral terrestre más rico en colores.

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3. Origen y correspondencias vitales:


La riqueza de la turmalina demuestra su carácter floral. Es un juego de
alternancias entre la floración mineral (gema) y la floración vegetal, acompañada
de una floración animal (mariposa…). Es una de las piedras más orgánicas. Los
prismas, en copa, son triangulares o de 6 ángulos, pero sin exactitud. La forma
vegetal triunfa en ella con facilidad, tiene netamente el carácter del tallo. Pues es
el sol que actúa en la planta para la floración de los tallos y de las flores. La
turmalina nos recuerda un tiempo en que el sol se hallaba todavía ligado a la
Tierra y actuaba en ella.

4. Virtudes anímicas
Lo que se expresa en esta riqueza de colores de la turmalina es en realidad una
gran riqueza anímica, en este sentido es muy superior a todas las otras piedras
preciosas y ello es gracias a la diversidad de sustancias que la componen. Los
siete constituyentes principales que forman la célula elemental están dispuestos
en forma hexagonal y de anillo de tetraedros de sílice (SiO) teniendo por encima
dos anillos de arcilla y de ácido bórico. Allí encontramos la sílice, el oxígeno, el
aluminio, el boro, el sodio, el flúor y el hidrógeno (OH). De hecho, la turmalina
tiene en ella 40 elementos de los 92 de la tabla de Mendeleieff. Es mucho más
de lo que se puede encontrar en cualquier organismo. Y es precisamente porque
no se ha convertido muy profundamente en materia que puede expresar esta 21
multiplicidad de sustancias. Así como el cuarzo esconde el secreto de la
sensorialidad, de la sensibilidad de toda la vida, la turmalina esconde el secreto
anímico en forma material. Es un acumulador y un ordenador de sustancias que
intenta expresar el alma de la materia.

5. Futuro espiritual:
El alma del hombre se hace carne cuando se encarna, pero no en su
totalidad. Una parte del alma queda. Pero esta parte que deviene carne
comporta forzosamente un oscurecimiento anímico. Y gracias a eso también el
Verbo cósmico (el Logos) se encarna. Es eso lo que expresa en su principio el
Evangelio de Juan. De esta manera el alma triunfa sobre el oscurecimiento
debido a la carne. Y por la Resurrección espiritual de la carne, esta es vencida
por la omnipotencia al alma y el espíritu. Este es el misterio de la resurrección de
Jesucristo.
En la turmalina, en donde toda la riqueza de la materia se ha convertido en
“gema”, se entrevé algo de este misterio del futuro. Es por eso que la turmalina
se sitúa en Pascua entre las flores y las velas sobre la mesa.

LA PIEDRA DEL VERANO: EL DIAMANTE

1.El nombre de “Damao” significa en griego “tallar”. Adamantinos quiere decir


irrompible, indestructible, sólido y también invariable, indomable, incambiable.
Los griegos designaban al acero de la misma manera. De ahí nació la palabra
“diamante”.
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2. Materialmente no existe gema más simple que el diamante. Está hecho


exclusivamente de carbono puro. Su cristalización es cúbica, oloédrica y a
menudo en octaedros, es un cristal plenamente desarrollado. Ello indica que se
ha convertido en cristal antes de que su entorno se endureciera…Las caras del
cristal son netamente curvas casi bien esféricas. Un principio esférico se
sobrepone en este caso a la ley de las caras planas. Se presenta casi
exclusivamente en una tierra madre, la kimberlita. llega, aunque raramente, de
meteorito a la tierra que interiormente contiene diamante. En la Tierra se forma a
grandes profundidades subterráneas, bajo una enorme presión y sube bastante
rápidamente hasta su tierra madre, la kimberlita.
3. Según unas indicaciones de Rudolf Steiner, el carbono (C) es para la
naturaleza la sustancia base de toda formación de estructura, de la fuerza
formativa que, en las plantas, los animales y los hombres, transforma la vida
(invisible) en una estructura (visible). Desde el ser tenebroso del carbón hasta el
diamante, el más claro, el elemento carbono reúne en una unidad la luz y las
tinieblas, la forma y la materia.
El diamante, que es la más transparente y la más dura de todas las materias
terrestres, es una sustancia que “nace de la luz”. En sus avatares terrestres,
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como el grafito, el carbón y el carbón de madera, el carbono recapitula las fases
de la evolución de la Tierra desde el Precámbrico, pasando por el Carbonífero,
hasta el Terciario. El carbono, al hacerse, cae continuamente de un estado
altamente vital a otro mucho menos vitalizado. En las más antiguas formaciones
del diamante, en la kimberlita que es su tierra madre, volvemos a encontrar la
fase solar de las “piedras verdes” y partiendo de esta fase el diamante se separa
en cristales.

4. Virtudes anímicas:
Lo que revela mejor el secreto del diamante, es el juego que en él se lleva a
cabo con la luz. Tiene un índice de refracción muy elevado, condensa la luz en él
reduciéndola a la mitad de esta velocidad frontal (300.000 kilómetros por
segundo).Por esta condensación de la luz en sí misma se crean unas tensiones
que llevan a la aparición de los colores. Es por eso que el diamante “lanza
llamaradas” o posee un “fuego” interior que toma colores muy vivos. Son como
chispas cada vez que un color interno pasa a otro.
Cuando se ha comprendido la luz espiritualmente en tanto que conciencia, y
anímicamente en tanto que color, comprendemos también, lo que es el
diamante. De la luz condensada aparece el color, de la conciencia condensada y
ordenada surge el alma. En los fuegos del diamante, se ven, hasta un cierto
punto, los propios ojos, de la misma manera el alma nace a partir del espíritu,
dado que alma surge del Espíritu que es condensado e interiorizado en razón de
una resistencia. El poeta Hölderlin lo expreso así: “el anillo del alma no creará 24
bellos ramos de espuma y no se convertirá en espíritu, si la roca oscura y muda
del destino no le ofrece resistencia”.
En el caso del diamante y su extraordinaria dureza, que es la “roca oscura”,
el diamante cambia la luz en color y el color en luz.

5. El futuro espiritual

Para que el espíritu pueda interiorizarse y convertirse en alma, y para que el


alma pueda aligerarse hasta el espíritu, uno y otro necesitan, a pesar de todo, de
la forma corporal. En el universo como en el hombre, es gracias a la fuerza
formadora puramente espiritual del cuerpo, qué se produce está reunificación.
Rudolf Steiner hablo de esta fuerza puramente espiritual qué es la base del
cuerpo humano material…le dio el nombre de “Fantasma” en tanto germen o
boceto, nació al mismo tiempo que el diamante. Es entonces que se comienza a
comprender cuál es el lazo que existe entre la formación del diamante y la forma
original del hombre.
Después del Pecado Original y del hecho de que el fantasma fuera cargado
de materia, el hombre paradisíaco (esbozado en el estado suprasensible) bajó a
la oscuridad del mundo material y lleno de materia el molde arquetípico de la 25
pura forma corporal. Ello perjudico al Fantasma. El ser de Cristo, por su
resurrección, ha dominado de nuevo la materia del Fantasma.
A propósito de la turmalina, podríamos decir que está gema materialmente
imita a la redención y restauración del hombre, podríamos decir lo mismo del
diamante, pero formalmente por la Resurrección de Cristo, la forma quebrada,
entenebrecida, del cuerpo humano se convirtió en luz. Desde entonces puede
vivir sin pesadez alguna, en la luz. Exponer el diamante a la claridad solar de un
día en pleno verano, y dejar que lancen sus fuegos en la noche de San Juan,
ello puede dar un rayo muy particular a esta fiesta solemne del solsticio de
verano.

(Texto traducido en los años 80 del alemán al francés por Mireille Delacroix;
del francés por Miguel López-Manresa. Revisión e imágenes por Julián Ponce y
Gracia Muñoz).

GA96c9. El Conocimiento imaginativo y la imaginación artística. Rudolf Steiner 21 de octubre de


1906

https://lacocineradematrixvk.wordpress.com/2016/02/25/el-conocimiento-
imaginativo-y-la-imaginacion-artistica/
http://wn.rsarchive.org/Lectures/Dates/19061021p01.html
GA137. El Hombre a la luz del Ocultismo, la Teosofía y la Filosofía
Diez conferencias pronunciadas en Christiania, del 2 al 12de junio de 1012

https://lacocineradematrixvk.wordpress.com/2017/12/07/1912/

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