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Universidad Abierta para Adultos

Asignatura:
Administración I

Facilitador:
Sarah Abreu
Tema:
Emociones laborales

Participante:
Carlos Gallardo

Matricula:
2018-05180
Introducción

En el siguiente trabajo podremos ver como el estudio de los sentimientos y las emociones ha
tomado auge en la última década mediante el modelo de la inteligencia emocional y como las
empresas están tomando esto como algo real que afecta directamente al buen desempeño de
las empresas.
Las emociones han sido prácticamente ignoradas en el contexto laboral ya que solo se ha
valorado la excelencia en el puesto de trabajo a través de pruebas de desempeño o de la
preparación académica y técnica del trabajador.

Las emociones son estados afectivos que experimentamos, reacciones subjetivas al ambiente
que vienen acompañadas de cambios orgánicos. En el ser humano la experiencia de una
emoción generalmente involucra un conjunto de cogniciones, actitudes y creencias sobre el
mundo, que utilizamos para valorar una situación concreta y, por tanto, influyen en el modo
en el que se percibe dicha situación.

Las emociones influyen, por tanto, en el modo de actuar en ese mismo momento. Es por ende
la importancia de generar emociones positivas en momentos de actuación, como por ejemplo
en el trabajo.

Tal y como está definida por Goleman, el creador del concepto, la inteligencia
emocional está compuesta por cinco habilidades distintas:

 Autoconocimiento. Es decir, la capacidad de comprender nuestros propios


sentimientos y estados de ánimo. También implica conocer quiénes somos, nuestros
valores, metas y habilidades.

 Autorregulación. Hablamos de la capacidad de controlar nuestras emociones. De esta


manera, podremos utilizarlas a nuestro favor en lugar de tener que luchar contra ellas.

 Motivación. Se trata de la habilidad para fijarnos metas exigentes y enfocarnos para
conseguirlas a pesar de las dificultades.

 Empatía, también conocida como la capacidad para entender los sentimientos,


emociones y necesidades de los demás. A veces se describe la empatía como «ponerse
en el lugar del otro».

 Por último, las habilidades sociales, todo el conjunto de destrezas que nos ayudan a


relacionarnos de forma más efectiva con los demás. Incluyen diferentes habilidades,
como el liderazgo, la persuasión o la intuición social.

Las cinco dimensiones son fundamentales para desarrollar la inteligencia emocional en el


trabajo, pero cada una de ellas será más útil en una situación distinta.

Los empleados que no controla las diferentes habilidades todo lo que pasa negativamente lo
afecta de manera tal que puede bajar el desempeño de su trabajo afectando directamente a la
empresa y consigo mismo la meta de la empresa.
Conclusión

Las emociones le otorgan al trabajo un valor agregado determinando en gran medida su éxito
o fracaso. No se trata de una moda pasajera, pues se ha demostrado el reto que representa
para el ejercicio del liderazgo y como muchas de las teorías gerenciales clásicas se centran en
el modo en que cada uno se conduce y se relaciona con quienes lo rodean. Es importante
luchar por el logro de una organización emocionalmente inteligente, de modo que en cada uno
de sus empleados resulte en beneficios que mejoren su calidad de vida.

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