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3.

- EL VÍNCULO JURÍDICO EN EL DERECHO DEL TRABAJO

3.1 El contrato de trabajo


Concepto de contrato laboral

La definición de la enciclopedia Grolier dice, “Este es acuerdo de


voluntades en virtud del cual el trabajador se compromete a prestar sus
servicios por cuenta ajena, bajo la dirección y dentro de la entidad que
corresponde a la persona física o jurídica que le contrata, a cambio de
una remuneración.”

Se presumen la existencia del contrato y de la relación de trabajo entre


el que presta un trabajo personal y el que lo recibe.
El contrato de trabajo como una figura autónoma

El trabajo humano se ha ponderado y valorado desde muchos puntos de


vista. La Teología, la Filosofía, la Sociología, y la Antropología cultural,
entre otras, han exaltado la dignidad del trabajo humano y las
consecuencias que se siguen de apreciar su dignidad. Sin embargo, las
bellas y sublimes elucubraciones de estas ciencias quedarían como un
ideal utópico, en el peor sentido de la palabra, si todas estas elevadas
concepciones no quedaran plasmadas, de alguna manera, en normas
jurídicas que obliguen bajo coerción a los empresarios, patrones y
empleadores.

En efecto, la ciencia del Derecho, está necesariamente presente en toda


sociedad, y puesto que el trabajo es un propio del hombre, el Derecho
del trabajo es un elemento imprescindible entre las principales ramas
del Derecho (el Derecho social). Una de las finalidades de la ciencia
jurídica es procurar la armonía y la justa superación de los conflictos en
la sociedad, y precisamente las relaciones laborales son frecuentemente
objeto de conflictos.

La función específica del Derecho del Trabajo es procurar que el hombre


no sea tratado como cosa. En suma, para que los altos ideales del
humanismo en el trabajo no queden en letra muerta es necesario que se
concreten en las normas jurídicas, ya que como comúnmente
escuchamos en esta materia, el Derecho es el mínimo de ética exigible.

Ahora bien, el Derecho del trabajo es de reciente adopción en la ciencia


jurídica, y por lo tanto, se impone el estudio en particular de las
condiciones de trabajo exigidas al empleado o trabajador; por parte del
empleador o patrón, es entonces el Contrato de Trabajo una figura
autónoma, para la exigencia de los derechos contenidos en este y
ganados por ese sujeto por el simple acto de ser Trabajador.

La Historia difícil y azarosa del Derecho del trabajo en su nacimiento y


evolución nos brinda sabias enseñanzas sobre el presente y el futuro de
tan importante disciplina.

3.1.1 El consentimiento

El consentimiento es el mutuo acuerdo de las partes que intervienen en


el contrato.
Esta manifestación de voluntades entre el trabajador y empresario, ha
de ser prestado de forma libre y sin coacción para ninguna de las partes.
3.1.2 vicios del consentimiento

Concepto de Vicios del Consentimiento que proporciona el Diccionario


Jurídico Mexicano (1994), de la Suprema Corte de Justicia de la Nación:
(escrito por Ignacio Galindo Garfias) Dos elementos síquicos son básicos
en la teoría del negocio jurídico: el entendimiento y la libertad de
decisión. Ambos deben concurrir en la formación de la voluntad
negocial. Cuando la voluntad se ha formado sin que el declarante tenga
conciencia de la realidad o no manifieste libremente su decisión, se dice
que las causas que perturban a la voluntad en ese sentido se denominan
vicios de la voluntad. Esas causas son tres: el error, el dolo y la
violencia o intimidación. Cualquiera de ellas impide que surja una
voluntad negocial idónea y aunque no impiden que nazca el negocio
jurídico, lo hacen anulable.
Error de Hecho o de Derecho

El error consiste en el conocimiento falso de la realidad (ya se trate de


un hecho o de una norma jurídica). El error puede ser de tal naturaleza
que vicie la determinación volitiva y la desvíe en sentido diverso del que
hubiera querido el sujeto si no hubiera ocurrido en error. El artículo
1813 Código Civil para Distrito Federal, dispone: “El error de derecho o
de hecho invalida el contrato cuando recae sobre el motivo
determinante de la voluntad de cualquiera de los que contratan, si en el
acto de la celebración se declara ese motivo o si se prueba por las
circunstancias del mismo contrato, que se celebró éste en el falso
supuesto que lo motivó y no por otra causa”. Allí hay una falsa
representación mental, conforme a la cual se ha determinado la
voluntad. Esa voluntad se habría formado en manera distinta si a el
sujeto hubiera conocido la realidad, de no existir el error.
Hay acaso discrepancia entre una voluntad que no llegó a formarse y
otra que se formó erróneamente, por desconocimiento de los hechos
que habrían servido para formar otra determinación. Pero no todo falso
consentimiento o total desconocimiento de la realidad vicia la voluntad;
es necesario que el error sea determinante, que recaiga sobre la causa o
motivo que impulsa a declarar. Se requiere además que se declare en el
acto la celebración que el error fue el motivo por el que se celebró el
acto, o que por las circunstancias del mismo se pruebe que éste se
celebró en el falso supuesto que lo motivó y no por otra causa (artículo
18l3 del Código Civil para Distrito Federal).

Error Esencial y Error Accidental

Debe entonces distinguirse el error esencial o error vicio, del error


accidental o error indiferente. Esencial es el que recae sobre los motivos
determinantes que tuvo en cuenta el autor del acto para celebrarlo, o lo
que es lo mismo sobre la causa que motivó su decisión de celebrar el
acto. Es indiferente que el error haya sido de hecho o de derecho. Error
accidental o error indiferente por el contrario, es el que recae en un
elemento secundario o no esencial del negocio.

El error esencial puede recaer:

 sobre la naturaleza del negocio; b) la identidad del objeto;

 la esencia o cualidades propias de la cosa que es materia del acto,


o

 sobre la identidad de la persona con quien se celebra el acto.

El error de cantidad o error de cálculo, no constituye un vicio de la


voluntad, no es propiamente un error esencial. El error de cálculo
llamado también error aritmético, “sólo da lugar a que se rectifique”
(artículo 1814 Código Civil para Distrito Federal). El error ha de ser
excusable; con ello se quiere decir que ha de tratarse de un error en
que podría incurrir una persona ordinariamente prudente. El error burdo
es inexcusable. Debe hacerse sin embargo una pertinente distinción
para juzgar el error como vicio de la voluntad, puesto que no todas las
especies de error constituyen en todos los actos jurídicos vicios de la
voluntad. El error sobre la persona enerva la voluntad de los actos en
que la individualidad de las partes es esencial cuando sus cualidades
personales, son determinantes para la celebración del acto; así ocurre
en los contratos que tienen por objeto la ejecución de una obra de arte,
en la donación, en la institución de heredero, en general en los
contratos de beneficencia y en aquellos en que la relación jurídica se
basa en la confianza que inspiraba la persona (negocios de fiducia). No
es vicio de la voluntad, el error en la persona, en los contratos onerosos
de prestaciones económicas.

Dolo y Mala Fe

El dolo es todo artificio o maquinación engañosa para inducir en el error


o mantener en él a la otra parte que interviene en el acto, procurándose
por este medio, un provecho. El artículo 1815 Código Civil para Distrito
Federal, establece: “Se entiende por dolo en los contratos cualquiera
sugestión o artificio que se emplee para inducir a error o mantener en él
a uno de los contratantes; y por mala fe la disimulación del error de uno
de los contratantes, una vez conocido”. El siguiente precepto legal
(artículo 1816 Código Civil para Distrito Federal) dispone: “El dolo o
mala fe de una de las partes y el dolo que proviene de un tercero,
sabiéndolo aquélla, anulan el contrato si ha sido la causa determinante
de este acto jurídico”. Son pues el dolo y la mala fe conductas
indebidas, reprobables y por ello tendientes a sorprender la voluntad de
uno de los otorgantes, apartándola de una consciente determinación; en
tal caso, existe una voluntad que ha nacido de un error, pero un error
provocado por medio de maniobras engañosas para desviar la voluntad
de la víctima, en un determinado sentido.

Es la licitud de la conducta positiva (dolo) o negativa (mala fe) lo que da


lugar al error que vicia la voluntad. Y lo que la norma toma en cuenta
para invalidar el acto, es la causa que ha dado origen al error, la maldad
del propósito, el dolus malus de las fuentes romanas. El dolo
determinante de la voluntad, actúa en el ánimo de la víctima, de modo
que sin él la voluntad no se hubiera formado en la manera en que se
formó (dolus causam dans) o aparece influyendo no en los motivos
determinantes, sino sobre ciertas particularidades del negocio, de modo
que de no haber existido el dolo, se habría celebrado éste ciertamente,
pero bajo otras estipulaciones (dolus incidens).

El dolo incidental no invalida el negocio; recae sobre la voluntad e


influye en ella en menor grado sin llegar a influir sobre el motivo
determinante; por ello sólo dará lugar a la obligación de reparar los
daños e indemnización que resienta la víctima. Cuando las
maquinaciones o artificios son empleados por ambas partes para
engañarse recíprocamente, ninguna podrá invocar la invalidez. Tiene
lugar entonces la compensación del dolo, y por esta razón se neutralizan
los efectos viciosos. “Si ambas partes proceden con dolo, ninguna de
ellas puede alegar la nulidad del acto o reclamarse indemnizaciones”
(artículo 1817 Código Civil para Distrito Federal).

Violencia

La violencia puede revestir dos formas: la vis absoluta (fuerza física) y


la vis compulsiva (amenazas). En la vis absoluta se ejerce coacción
material sobre el cuerpo de la persona. La vis compulsiva está
encaminada a forzar una declaración creando en el ánimo de la víctima,
el temor (metus) de sufrir un mal grave con el que se le amenaza para
arrancarle una declaración que no es la que hubiese producido
libremente, si no se le forzara a declarar amagándola.

La vis compulsiva consiste en la violencia moral que se ejerce sobre el


ánimo de una de las partes, por medio de “amenazas” que importen
peligro de perder la vida, la honra, la libertad, la salud o una parte
considerable de los bienes del contratante, de su cónyuge, de sus
ascendientes, de sus descendientes o de sus parientes colaterales
dentro del segundo grado (artículo 1819 del Código Civil para Distrito
Federal). La amenaza debe ser seria en el sentido de que pueda
impresionar el ánimo de una persona sensata despertando en ella un
temor racionalmente fundado de acuerdo con las circunstancias. El mal
en que consiste la amenaza ha de ponerse en relación con el que
producirá la declaración que se pretende obtener por la violencia. El
daño con el que se amenaza ha de ser grave y lo es aquel que resulte
mayor comparado con la consecuencia de la declaración que pretende
obtener el que amenaza, de modo que entre los dos males la víctima
elige el menor: declarar en un sentido no querido por él.

Lesión

Se discute si la lesión debe ser considerada como vicio de la voluntad y


por lo tanto como causa de invalidez del negocio jurídico. Quienes se
inclinan por la afirmación sostienen que, cuando en los contratos
conmutativos uno de los otorgantes por “suma ignorancia, notoria
inexperiencia o extrema miseria”, recibe una prestación notoriamente
desproporcionada a lo que él por su parte se obliga, hay una voluntad
viciada por error o por violencia (estado de miseria) que invalida el acto
y causa su nulidad (Josserand). Quienes sostienen que la desproporción
de las prestaciones es la razón por, la que el negocio debe ser privado
total o parcialmente de efectos, defienden la validez del acto, pero
afirman que se le debe privar total o parcialmente de efectos, en la
medida de la desproporción que existe entre las prestaciones.

El acto no es anulable, sino que es rescindible por los efectos dañosos


que produce. Pero cualquiera que sea la teoría, dice Ortiz Urquidi, lo
cierto es que ella gira en torno al básico concepto de la desproporción
evidente de las prestaciones, y bien podemos concebir a la lesión como
“el perjuicio que sufre una de las partes en un contrato conmutativo por
recibir prestación evidentemente desproporcionada a la que ella por su
parte se obliga”. El artículo 17 Código Civil para Distrito Federal,
siguiendo la tradición española, declara rescindible el contrato, por
causa de lesión, en tanto que los artículos 2228 y 2230, en evidente
contradicción con aquel precepto, incluyen a la lesión entre las causas
que dan origen a la nulidad relativa.

Aun cuando el artículo 17 del Código Civil para Distrito Federal se inspira
en los códigos civil suizo de las obligaciones y en el civil alemán y en
éstos cuerpos de leyes la lesión es causa de nulidad, parece claro que el
legislador mexicano al disponer que el acto es rescindible cuando hay
lesión se apartó del sistema que siguen los códigos extranjeros que
inspiraron ese precepto que es él de la nulidad, lo cual autoriza a pensar
que los autores del Código Civil para Distrito Federal decidieron
mantener la tradición romana que inspiró en esta materia a los códigos
de 1870 y 1884 y no acoger en este respecto el sistema germánico. Por
ello estimamos que la lesión en nuestro derecho no es vicio de la
voluntad y por lo tanto no da lugar a la nulidad, sino a la rescisión del
acto jurídico como lo dispone el primero de los preceptos legales
citados.

Vicios del Consentimiento en los Contratos


Los artículos 1157 y 1158 del Código Civil aluden a “vicios del
consentimiento”, y este último considera tales al “dolo, violencia,
simulación o fraude”.

No hay tal. La teoría general del acto jurídico con relación a los vicios de
la voluntad, esto es el error, el dolo y la violencia, así como respecto de
los vicios propios del acto jurídico, o sea la simulación, el fraude y la
lesión, es enteramente aplicable a los contratos (art. 1157, Código
Civil).

Yerra el Codigo Civil, en consecuencia, cuando considera vicios del


consentimiento a vicios de la voluntad, que derivan de una equivocada
apreciación, espontánea (error), o provocada (dolo), o de un
avasallamiento de la libertad (violencia); o cuando también involucra
como vicios del consentimiento a fallas propias del acto jurídico, que son
las derivadas del ocultamiento de la realidad (simulación), de un acto
hecho a espaldas del acreedor pero en su perjuicio (fraude), o del
aprovechamiento indebido por una parte a expensas de la otra (lesión).

Además, la previsión del art. 1158 del Código Civil, que niega acción al
autor de la simulación, es inexacta, en atención a las reglas que el
mismo Código establece en los artículos 959 y 960 del mismo cuerpo
legal.

3.2 La relación de trabajo

Los sujetos, o partes, que pueden ser uno o varios, son aquellas
personas físicas o jurídicas que realizan el acto y se verán afectados por
el mismo, ya que en su virtud, adquirirán, modificarán, transferirán o
extinguirán derechos. Los que no forman parte del acto jurídico se
denominan terceros. Por ejemplo si Juan contrata a un albañil para
construir su casa, Juan y el albañil, serán los sujetos o partes del acto.
Si Juan hace un testamento será él, el único sujeto de ese acto jurídico.
Los terceros pueden verse afectados por ese acto, pero en casos
excepcionales, como por ejemplo, si como consecuencia de la
construcción que hace para Juan el albañil, se producen daños en la
casa del vecino, pero en este caso ya se generará una relación
obligacional entre Juan y su vecino, donde él también será parte, pero
como víctima de un cuasidelito y no de un acto jurídico, ya que aquí
hubo ausencia de voluntad por parte de ambos, de crear efectos
jurídicos.

Las partes para constituirse en tales deben expresar su voluntad, ya sea


por escrito, oral o tácitamente, cuando comienzan a ejecutar el acto.
Por ejemplo, si uno sube al transporte público de pasajeros, y saca el
boleto se entiende la voluntad de contratar el viaje.

La voluntad debe ser expresada por una persona capaz, y no estar


viciada, en este caso, los actos serán anulables. Los vicios de la
voluntad serán tratados en forma separada.

El objeto de los actos jurídicos, es aquello que las partes se


comprometen a entregar (cosas o hechos). En el caso de las cosas,
deben hallarse en el comercio, o no estar prohibidos por alguna norma
jurídica. Una persona no puede por testamento o por actos inter-vivos,
disponer de una plaza pública, o de un objeto robado. Los hechos no
deben ser ilícitos, imposibles ni contrarios a las sanas costumbres, ni
perjudicar los derechos de terceros. No podría celebrarse un acto
jurídico cuyo objeto sea asaltar un Banco. Si se viola esta disposición
dichos actos serán nulos por carecer de objeto.

Otro elemento de los actos jurídicos son las formas, que son el conjunto
de
prescripciones legales que deben cumplirse para que el acto sea válido.
Hay actos jurídicos formales, como la compraventa de inmuebles, que
deben hacerse por escritura pública o los matrimonios, ante un
funcionario del Registro Civil, y no formales, donde la elección de la
forma se deja librada a la voluntad de las partes, como un contrato de
alquiler.

Los actos jurídicos escritos pueden hacerse en instrumento público o


privado, según se requiera, para cada acto en particular. Los
instrumentos públicos, tienen fecha cierta, o sea que a partir de su
firma son válidos, sin necesitar ninguna prueba, y necesitan la
intervención de un funcionario público, como un Juez, escribano o
funcionario del Registro Civil. Los instrumentos privados se suscriben
entre las partes sin intervención de ningún agente oficial. Su valor
probatorio cobra vigencia cuando las partes reconocen sus firmas.

Estos elementos: el o los sujetos, la manifestación de voluntad, el


objeto, la causa (el fin querido por las partes), la forma (libre o
impuesta) son los elementos esenciales del acto o negocio jurídico que
no pueden faltar pues hacen a su esencia, y de ellos depende la
existencia del acto jurídico.

Los elementos naturales están potencialmente incluidos en el negocio,


pero las partes pueden excluirlos. tales son la garantía de evicción (por
defectos materiales de la cosa) y los vicios redhibitorios (por defectos
de tipo legal) como cuando una compra una vivienda hipotecada.

Los elementos accidentales se incluyen solo si las partes lo manifiestan,


y son:

La condición, tanto suspensiva, de la cual depende la existencia del


negocio (por ejemplo: te pagaré un sueldo mensual si apruebas el
examen de admisión al empleo), como resolutoria, de la cual depende
la finalización del negocio (Por ejemplo, te pagaré una beca hasta que
te recibas. La obtención del título, hace finalizar el negocio). Por eso
podemos definir a la condición como el acontecimiento futuro e incierto,
del cual depende el inicio o la finalización del negocio jurídico.

1) El plazo, que es el acontecimiento futuro, pero cierto del cual se


hace depender el inicio o el término del negocio. En este caso se dan las
mismas situaciones del anterior pero el acontecimiento ocurre un día
determinado, por ejemplo, te pagaré desde o hasta el día 31 de
diciembre de 2008.

2) El modo o cargo: Se añade al negocio una imposición, sin el


cumplimiento de la cual el derecho, objeto del negocio no se adquiere.
Ejemplo, te nombro heredero, pero te impongo la carga de un legado.

Llamaremos Acto Jurídico Laboral al Convenio de utilidades que son


manifestación de voluntades entre trabajador y patrón para generar
derechos y obligaciones.
3.2.1 Sus Elementos

OBRERO- PATRONALES
Intermediario
Trabajador Sindicato
Sujetos Contratista
Patrón

Elementos del negocio jurídico

Existencia (en materia laboral)

 Consentimiento: manifestación de la voluntad por parte de los


sujetos que dan origen al negocio jurídico. A falta o manifestación
expresa del consentimiento jamás podrá existir este negocio
jurídico
 Objeto posible: Que este dentro del comercio (realidad) o
materializar
 Objeto licito: Que este dentro del comercio y además se pueda
enajenar, sin contravenir la postura del Derecho
 Objeto directo: trabajo (prestación del servicio es la esencia)
 Objeto indirecto: Salario, contraprestación económica

Elementos de validez (en materia laboral)

Capacidad: la Constitución y la Ley Laboral prohíbe el trabajo de los


menores de 14 años y el de los mayores de esta edad, pero menores de
16, que no hayan terminado la educación obligatoria y que no tengan
autorización de sus padres o de su tutor y a falta de ellos, del sindicato
a que pertenezcan, de la Junta de Conciliación y Arbitraje, del Inspector
del Trabajo o de la Autoridad política (art. 123, III Const. Y 5to I, 22 y
23 de la Ley).

Forma: Expresa o Tacita ( a través de os contratos escritos o de manera


verbal entre trabajador y patrón), no solo se refiere al acto que dio
origen a la relación laboral; si no a diversos actos que se suceden
durante la acción laboral misma, por ejemplo la antigüedad y los
beneficios que de ella deriven ( Art. 81 y 158 de la Ley ); la falta de
este requisito no invalida la relación laboral, los trabajadores conservan
todos los derechos que les otorga la ley y los que deriven de los
servicios que prestan.

Ausencia de vicios del Consentimiento.

Vicios: Dolo, hacer una serie de actos, o artificios encaminados


engañosamente a hacer caer en error a otra persona, el patrón puede
rescindir la relación laboral sin incurrir en responsabilidad, cuando ha
sido engañado con respecto a la capacidad, actitudes y facultades del
trabajador, ya sea por este o por el sindicato que lo propone. La ley
sanciona tal supuesto, con la rescisión y no con la nulidad del contrato
de trabajo (art. 47 de la Ley)

Licitud en el Objeto: el art. 5to. Establece la ilicitud en el objeto de la


relación Laboral, pero también podemos mencionar a los art. 133 y 135
en cuanto a prohibiciones impuestas a patrones y trabajadores. (Objeto
licito: Que este dentro del comercio y además se pueda enajenar, sin
contravenir la postura del Derecho)

Nulidades laborales
Nulidad

El negocio jurídico en materia laboral establece que se puede anular ese


contrato o convenio o que se pueda tener efectos suspensivos o
absolutos, depende de la ausencia de validez atendiendo el art. 33 LFT,
que no debe ser este negocio jurídico por condiciones debajo de las
mínimas establecidas ya que de manera contraria esta nulidad surtirá
efectos. También mencionamos en el art. 5to. Frac. I de la Ley en
donde se declara nula la contratación de los menores de edad, si no ha
terminado la educación obligatoria, y además hay ilicitud en el objeto.

Art. 33 LFT Nulidad de la renuncia de los trabajadores a las prestaciones


que se señalan.

1.2.2 Contrato y relación de trabajo

Se entiende por relación de trabajo, cualquiera que sea el acto que le


dé origen, la prestación de un trabajo personal subordinado a una
persona, mediante el pago de un salario.

Atendiendo lo que nos dice Mario De La Cueva, la relación de trabajo


puede tener muchas tendencias en cuanto a su estructura ya que el
nexo que une a los sujetos más antagónicos en materia del Derecho,
pero que siempre van a estar unidos, nos remonta a su origen o
naturaleza y como este nexo o lazo se inclina en estas teorías hacia
alguno u otro, depende el punto de vista de cada uno; luego entonces
De la Cueva plantea consideraciones acerca de esta relación:
Primera. La relación de trabajo una vez iniciado el servicio se desprende
del acto que le dio origen y adquiere una vida independiente,
subsistirán los acuerdos o cláusulas que se otorgue a los trabajadores
superiores a los legales, pero la vida, evolución y muerte de esta
relación quedan sometidas a las leyes incondicionalmente.

Segunda. La relación de trabajo que origina la prestación de un servicio


subordinado, puede traer el que esta subordinación se modifique a otra
relación contractual de servicios, ya que el derecho del trabajo tiene un
principio expansivo, y establecerse a la realidad más que una simple
declaración de voluntades.

Tercera. La relación de trabajo una vez nacida es dinámica, ya que


puede modificarse en cualquier momento a beneficio del trabajador.

Por lo anterior podemos inferir que la relación de trabajo es el vínculo o


nexo jurídico que nace entre dos sujetos totalmente opuestos, pero que
ninguno podrá subsistir sin el otro, que de este nexo nacen obligaciones
para ambos y que a ninguno se podrá exigir una actividad no pactada o
no ganada por razón de esta misma relación, además que podrá darse
por terminada en el momento que alguno de los dos lo decida
asumiendo su apego a la legalidad; es decir a las consecuencias de
dicho actuar.

Presupuestos de validez Relación de trabajo

Las condiciones de trabajo se harán constar por escrito y contendrán


para su validez las estipulaciones siguientes:
a) Nombre, nacionalidad, edad, sexo, estado civil y domicilio del
trabajador y del patrón;

Si la relación de trabajo es por obra o tiempo determinado o tiempo


indeterminado;

El servicio o servicios que deban prestarse, los que se determinarán con


la mayor precisión posible;

El lugar o los lugares donde debe prestarse el trabajo; La duración de la


jornada;
La forma y el monto del salario;

El día y el lugar de pago del salario;

La indicación de que el trabajador será capacitado o adiestrado en los


términos de los planes y programas establecidos o que se establezcan
en la empresa, conforme a lo dispuesto en esta Ley; y

Otras condiciones de trabajo, tales como días de descanso, vacaciones y


demás que convengan el trabajador y el patrón.

b) Los gastos de transporte, repatriación, traslado hasta el lugar de


origen y alimentación del trabajador y de su familia, en su caso, y todos
los que se originen por el paso de las fronteras y cumplimiento de las
disposiciones sobre migración, o por cualquier otro concepto semejante,
serán por cuenta exclusiva del patrón. El trabajador percibirá íntegro el
salario que le corresponda, sin que pueda descontarse cantidad alguna
por esos conceptos.
c) El trabajador tendrá derecho a las prestaciones que otorguen
las instituciones de seguridad y previsión social a los extranjeros en el
país al que vaya a prestar sus servicios. En todo caso, tendrá derecho a
ser indemnizado por los riesgos de trabajo con una cantidad igual a la
que señala esta Ley, por lo menos;

d) Tendrá derecho a disfrutar, en el centro de trabajo o en lugar


cercano, mediante arrendamiento o cualquier otra forma, de vivienda
decorosa e higiénica;

- El patrón señalará domicilio dentro de la República para todos los


efectos legales;
- El escrito que contenga las condiciones de trabajo será sometido a
la aprobación de la Junta de Conciliación y Arbitraje dentro de
cuya jurisdicción se celebró, la cual, después de comprobar los
requisitos de validez a que se refiere la fracción I, determinará el
monto de la fianza o del depósito que estime suficiente para
garantizar el cumplimiento de las obligaciones contraídas. El
depósito deberá constituirse en el Banco de México o en la
institución bancaria que éste designe. El patrón deberá comprobar
ante la misma Junta el otorgamiento de la fianza o la constitución
del depósito;…
- El escrito deberá ser visado por el Cónsul de la Nación donde
deban prestarse los servicios; y
- Una vez que el patrón compruebe ante la Junta que ha cumplido
las obligaciones contraídas, se ordenará la cancelación de la
fianza o la devolución del depósito.

Requisitos de eficacia Relación de Trabajo


Del contrato de Individual de trabajo se pueden establecer modalidades
lícitamente, plazos o condiciones, pero estas deberán tener ciertas
limitaciones, o sea, que no exista plena libertad del trabajador y del
patrón para señalarlas, solo podrán fijarse si lo permite la naturaleza
del trabajo (art. 35, 36, 37 y 40 de la Ley),

a). prestación de servicios fuera de la república mexicana o de la


residencia habitual del trabajador.

La prestación de estos servicios se debe sujetar a ciertas reglas, como


las establecidas en el art. 28 de la Ley que nos plantea: Las condiciones
de trabajo se harán constar por escrito y contendrán para su validez las
estipulaciones siguientes:

a) Los requisitos señalados en el artículo 25.

b) Los gastos de transporte, repatriación, traslado hasta el lugar


de origen y alimentación del trabajador y de su familia, en su caso, y
todos los que se originen por el paso de las fronteras y cumplimiento de
las disposiciones sobre migración, o por cualquier otro concepto
semejante, serán por cuenta exclusiva del patrón. El trabajador
percibirá íntegro el salario que le corresponda, sin que pueda
descontarse cantidad alguna por esos conceptos.

c) El trabajador tendrá derecho a las prestaciones que otorguen


las instituciones de seguridad y previsión social a los extranjeros en el
país al que vaya a prestar sus servicios. En todo caso, tendrá derecho a
ser indemnizado por los riesgos de trabajo con una cantidad igual a la
que señala esta Ley, por lo menos;
d) Tendrá derecho a disfrutar, en el centro de trabajo o en lugar
cercano, mediante arrendamiento o cualquier otra forma, de vivienda
decorosa e higiénica;

II. El patrón señalará domicilio dentro de la República para todos


los efectos legales;

III. El escrito que contenga las condiciones de trabajo será


sometido a la aprobación de la Junta de Conciliación y Arbitraje dentro
de cuya jurisdicción se celebró, la cual, después de comprobar los
requisitos de validez a que se refiere la fracción I, determinará el monto
de la fianza o del depósito que estime suficiente para garantizar el
cumplimiento de las obligaciones contraídas. El depósito deberá
constituirse en el Banco de México o en la institución bancaria que éste
designe. El patrón deberá comprobar ante la misma Junta el
otorgamiento de la fianza o la constitución del depósito;

IV. El escrito deberá ser visado por el Cónsul de la Nación donde


deban prestarse los servicios; y

Una vez que el patrón compruebe ante la Junta que ha cumplido las
obligaciones contraídas, se ordenará la cancelación de la fianza o la
devolución del depósito; además de los establecidos en el art. 30 de la
misma que nos plantea que parte de las anteriores se aplican a casos
en los que el trabajador preste sus servicios a más de 100 km. De su
residencia habitual, además podemos afirmar que con estas se busca
someter este tipo de contratos al orden jurídico nacional.

b). Interpretación de los Contratos. Además, Los requisitos que le


dan funcionalidad del contrato se debe de hacer por escrito, obligando
expresamente a lo pactado; entendiéndose esto en el sentido de que el
derecho del trabajo protege las normas mínimas de los trabajadores y
estas están por encima de de las voluntades aun del mismo trabajador
y por supuesto del patrón; debiendo estar consignadas en el contrato
individual, colectivo ley o aun en los usos y costumbres, cuando el
contrato sea verbal. Además se sabe como máxima laboral que en caso
de duda prevalecerá lo que favorezca al trabajador en la aplicación de
las normas.

c). Modificación de las relaciones individuales de trabajo. Si se


pueden modificar los términos y condiciones de algunos de los
elementos de la relación laboral, puede afectar de manera subjetiva a
los trabajadores (sustitución del patrón), o una modificación objetiva
( condiciones de trabajo); entonces debemos acatar lo dispuesto al art.
33 segundo párrafo, de la Ley que establece: Todo convenio o
liquidación, para ser válido, deberá hacerse por escrito y contener una
relación circunstanciada de los hechos que lo motiven y de los derechos
comprendidos en él. Será ratificado ante la Junta de Conciliación y
Arbitraje, la que lo aprobará siempre que no contenga renuncia de los
derechos de los trabajadores.

El trabajador

El trabajador quedará obligado a desempeñar el trabajo que sea


compatible con
Sus fuerzas, aptitudes, estado o condición y que sea del mismo género
de los que formen el objeto de la empresa o establecimiento.

El patrón
El patrón queda obligado a pagar una retribución conforme a la ley por
el servicio recibido, que podrá ser superior o igual pero nunca inferior a
lo establecido.

El sindicato

Sindicato es la asociación de trabajadores o patrones, constituida para


el estudio, mejoramiento y defensa de sus respectivos intereses.

Clasificación

Los contratos de Trabajo de dividen en:

 Contrato individual
 Contrato colectivo, y
 Contrato Ley

Contratos Individuales

Contrato individual de trabajo, cualquiera que sea su forma o


denominación, es aquel por virtud del cual una persona se obliga a
prestar a otra un trabajo personal subordinado, mediante el pago de un
salario. Puede ser verbal o por escrito, pero deberá contener las
prescripciones mínimas establecidas en la ley, o superar estas, es un
contrato de persona a persona.

Las condiciones de trabajo deben hacerse constar por escrito cuando no


existan contratos colectivos aplicables. Se harán dos ejemplares, por lo
menos, de los cuales quedará uno en poder de cada parte.

El escrito en que consten las condiciones de trabajo deberá contener,


según la ley son:

I. Nombre, nacionalidad, edad, sexo, estado civil y domicilio del


trabajador y del patrón;
II. Si la relación de trabajo es por obra o tiempo determinado o
tiempo indeterminado;
III. El servicio o servicios que deban prestarse, los que se
determinarán con la mayor precisión posible;
IV. El lugar o los lugares donde debe prestarse el trabajo;
V. La duración de la jornada;
VI. La forma y el monto del salario;
VII. El día y el lugar de pago del salario;
VIII.La indicación de que el trabajador será capacitado o adiestrado en
los términos de los planes y programas establecidos o que se
establezcan en la empresa, conforme a lo dispuesto en esta Ley; y
IX. Otras condiciones de trabajo, tales como días de descanso,
vacaciones y demás que convengan el trabajador y el patrón.

La falta del escrito, no priva al trabajador de los derechos que deriven


de las normas de trabajo y de los servicios prestados, pues se imputará
el patrón la falta de esa formalidad, ni lo exime de responsabilidad.

Contratos Colectivos

Es el convenio celebrado entre uno o varios sindicatos de trabajadores y


uno a varios patrones o uno o varios sindicatos de patrones con objeto
de establecer las condiciones según las cuales debe de presentarse el
trabajo en una o varios establecimientos, es cuando ya existe una
homologación de condiciones para todo un grupo de trabajadores en
una empresa, llámese asociación o sindicato.

El contrato colectivo de trabajo deberá celebrarse por escrito, bajo pena


de nulidad. Se hará por triplicado, entregándose un ejemplar a cada
una de las partes y se depositará el otro tanto en la Junta de
Conciliación y Arbitraje o en la Junta Federal o Local de Conciliación, la
que después de anotar la fecha y hora de presentación del documento
lo remitirá a la Junta Federal o Local de Conciliación y Arbitraje.

El contrato surtirá efectos desde la fecha y hora de presentación del


documento, salvo que las partes hubiesen convenido en una fecha
distinta.

El contrato colectivo contendrá: según la ley (art 391)

X. Los nombres y domicilios de los contratantes;


XI. Las empresas y establecimientos que abarque;
XII. Su duración o la expresión de ser por tiempo indeterminado o para
obra determinada;
XIII.Las jornadas de trabajo;
XIV. Los días de descanso y vacaciones;
XV. El monto de los salarios;
XVI. Las cláusulas relativas a la capacitación o adiestramiento de los
trabajadores en la empresa o establecimientos que comprenda;
XVII. Disposiciones sobre la capacitación o adiestramiento inicial que
se deba impartir a quienes vayan a ingresar a laborar a la empresa o
establecimiento;
XVIII. Las bases sobre la integración y funcionamiento de las
Comisiones que deban integrarse de acuerdo con esta Ley; y,
XIX. Las demás estipulaciones que convengan las partes.

Y de los contratos colectivos podemos presuponer que se originan las


prestaciones que sobrepasan los mínimos establecidos, ya que surgen
de una lucha y organización de los propios trabajadores para atraer
mejores condiciones.

Contrato Ley

Contrato-ley es el convenio celebrado entre uno o varios sindicatos de


trabajadores y varios patrones, o uno o varios sindicatos de patrones,
con objeto de establecer las condiciones según las cuales debe
prestarse el trabajo en una rama determinada de la industria, y
declarado obligatorio en una o varias Entidades Federativas, en una o
varias zonas económicas que abarquen una o más de dichas Entidades,
o en todo el territorio nacional. Los contratos-ley pueden celebrarse
para industrias de jurisdicción federal o local. Pueden solicitar la
celebración de un contrato-ley los sindicatos que representen las dos
terceras partes de los trabajadores sindicalizados, por lo menos, de una
rama de la industria en una o varias Entidades Federativas, en una o
más zonas económicas, que abarque una o más de dichas Entidades o
en todo el territorio nacional.

El contrato-ley contendrá: (art. 412)


I. Los nombres y domicilios de los sindicatos de trabajadores y
de los patrones que concurrieron a la convención;
II. La Entidad o Entidades Federativas, la zona o zonas que
abarque o la expresión de regir en todo el territorio nacional;
III. Su duración, que no podrá exceder de dos años;
IV. Las condiciones de trabajo señaladas en el artículo 391,
fracciones IV, V, VI y IX;
V. Las reglas conforme a las cuales se formularán los planes y
programas para la implantación de la capacitación y el adiestramiento
en la rama de la industria de que se trate; y,
Las demás estipulaciones que convengan las partes

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