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INDICE
Pag.
Presentación 3
Unidad I
Fortaleciendo las relaciones a través de la comunicación
Buena y mala comunicación 5
Los cinco secretos de la comunicación personal 7
UNIDAD II
Habilidades sociales
Definición de habilidades sociales 11
Definición de competencia social 12
Componentes de las Habilidades sociales 13
Componente Conductual
Elementos no verbales de la comunicación 17
Elementos paralingüísticos 22
Elementos verbales de la comunicación 23
UNIDAD III
La Asertividad
Derechos básicos de la persona humana 32
Derechos asertivos 33
Defensa de los derechos 34
Estilos de comportamiento asertivo, agresivo, pasivo. 35
Técnicas asertivas 38
Formas de afrontar una discusión 42
ANEXO
Cómo cambiar nuestra manera de comunicarnos 46
Características de las habilidades sociales 48
Control y manejo de la ansiedad 51
Referencias bibliográficas 54
PRESENTACIÓN
El interés por el desempeño de las habilidades sociales es una constante dentro del
espectro de la psicología. Prácticamente todas las teorías del desarrollo abordan cuestiones de
la socialización y la importancia de las interacciones y relaciones sociales para el desarrollo de
la salud mental.
No es ningún secreto que una de las partes más importantes de nuestra vida son las
relaciones sociales. En cada una de las cosas que hacemos hay un componente de relaciones con
los demás que determina en gran medida (facilitando o entorpeciendo) nuestra búsqueda de la
felicidad.
Es creencia común que la simpatía y el atractivo social de algunas personas es innato. Sin
embargo, está claro que es algo que se adquiere a través de experiencias que los van modelando
hasta hacerlos expertos en estas habilidades.
Raramente en nuestra vidas vamos a poder escapar de los efectos de las relaciones sociales, ya
sea en nuestro lugar de trabajo, de estudios, nuestros ratos de ocio o dentro de nuestra
propia familia. Una interacción placentera en cualquiera de estos ámbitos nos hace sentirnos
felices, desarrollando nuestras tareas con mayor eficacia. De hecho, una baja competencia en
las relaciones con los demás puede llevar al fracaso en un trabajo, los estudios o en la familia.
En este taller buscaremos mejorar nuestra calidad de comunicación para los diferentes
ámbitos de nuestra vida, sobretodo como futuros Psicólogos que vamos a ayudar a los demás en
este arte.
Kant
UNIDAD I
Existen muy pocas personas que sepan comunicarse eficazmente en estas situaciones.
Pero son, justamente, las situaciones en las que una buena comunicación resulta de vital
importancia. Las personas presentamos muchas dificultades a este nivel.
En esta primera sección no nos detendremos en aquellas interacciones que podemos tener
cuando nos sentimos felices y/o afectivamente ligados a alguien, por lo que puede resultarnos fácil
comunicarnos “bien” en esas circunstancias, debido a que nos encontramos disfrutando y
sintiéndonos a gusto con el otro, nos detendremos en cómo podemos fortalecer nuestras
relaciones a través de interacciones más saludables en los momentos ásperos o de conflicto en
nuestras vidas.
La buena comunicación tiene dos características: usted expresa sus sentimientos de forma
abierta y directa y anima a la otra persona a hacer lo mismo. Usted explica cómo piensa y como se
siente e intenta escuchar y comprender lo que la otra persona piensa y siente. Tomando en cuenta
ésta definición, es importante tanto las ideas como los sentimientos de la otra persona y los
nuestros.
1. Razón: Usted insiste en que tiene razón y en que la otra persona está equivocada.
2. Culpa: Usted afirma que la otra persona es la culpable de que haya surgido el
problema.
3. Martirio: Usted proclama que es una víctima inocente.
4. Humillación: Usted insinúa que la otra persona es un fracasado porque él o ella no
hace “nunca”, o hace “siempre”, determinadas cosas.
5. Desesperanza: Usted lo deja por imposible e insiste en que no tiene sentido intentarlo
de nuevo.
6. Exigencia: Usted proclama que tiene derecho a un trato mejor pero evita pedir, de
forma clara y directa lo que desea.
7. Negación: Usted insiste en que no está enfadado, dolido o triste cuando realmente sí
lo está.
8. Agresividad Pasiva: Usted hace gestos de desaprobación, se marcha o se calla.
Puede abandonar la habitación precipitadamente o dar portazos.
9. Autoinculpación: en lugar de afrontar el problema actúa como si fuera una persona
horrorosa y siniestra.
10. Ayuda: en lugar de escuchar lo deprimida, dolida o furiosa que se siente la otra
persona, intenta “resolver el problema” o “ayudarle”.
11. Sarcasmo: sus palabras o su tono de voz transmiten tensión u hostilidad, que no
reconoce abiertamente.
12. Cabeza de turco: usted sugiere que la otra persona tiene “un problema” y que usted es
una persona sana, feliz, que no tiene nada que ver con el conflicto.
13. Ponerse a la defensiva: No admite haber hecho algo mal ni reconoce algún defecto.
14. Contraataque: en lugar de reconocer cómo se siente la otra persona, usted responde
a su crítica criticándola.
15. Desviación: en lugar de ocuparse de cómo se sienten ambos en el momento presente,
enumera toda una lista de motivos de queja sobre injusticias ocurridas en el pasado.
Podemos concluir que la mala comunicación casi siempre implica algún tipo de
respuesta conflictiva. No escuchamos lo que dice la otra persona porque nos duele
escuchar cómo se siente.
LOS CINCO SECRETOS DE LA COMUNICACIÓN PERSONAL
A continuación hablaremos de cinco técnicas de comunicación. Tres son pautas para saber
escuchar mejor, y dos, pautas para expresarse mejor.
Esta técnica consiste en tratar de encontrar un punto de verdad en lo que la otra persona
está diciendo. En cierta medida deben de tener algo de razón, puesto que nadie se equivoca al
100%. Habitualmente, cuando concuerda con la otra persona en algún aspecto, ésta dejará de
discutir y ¡estará de acuerdo con usted! Este fenómeno tan sorprendente se denomina la “ley de
los opuestos”.
Cuando se sienta furioso o crea que está siendo atacado, exprese sus sentimientos con
afirmaciones no desafiantes del tipo “me siento”, como puede ser: “me preocupa que…”. Evite caer
en la tentación de discutir o de contraatacar. No se ponga a la defensiva. Responda de tal manera
que su autoestima y su dignidad permanezcan intactas, aunque esté de acuerdo con la crítica
efectuada por la otra persona.
Haga caso omiso a su deseo de atacar o culpabilizar a la otra persona. Intente mantener
una actitud de mutuo respeto para que nadie tenga que quedar mal o sentirse humillado. Por lo
tanto, evite entrar en la dinámica de quién tiene razón y quién no.
Usted se pone en el lugar de la otra persona e intenta ver el mundo a través de sus ojos,
es decir comprende lo que está pensando (denominada “empatía de pensamiento”) y lo que está
sintiendo (denominada “empatía de sentimiento”). La empatía de pensamiento y de sentimiento
son elementos cruciales para todo tipo de conversaciones.
a. Empatía de pensamiento:
Consiste en parafrasear lo que la otra persona está diciendo para que sepa que está
atento. Puede efectuar una pregunta para ver si ha comprendido bien. Supongamos que su pareja
se ha mostrado distante y dice: “Siento que nuestra relación no tiene futuro. La diferencia de edad es
excesiva”. Utilizando la empatía de pensamiento se podría responder de forma tranquila “¿Qué no
tiene futuro? Al parecer sientes que la diferencia de edad es excesiva. ¿Me puedes dar más detalles de
cómo te sientes al respecto?”. No lo diga de forma sarcástica ni con un tono defensivo. Su objetivo
consiste en saber qué se propone con ello y no discutir o confirmar su propio punto de vista. En su
lugar, refleje lo que la otra persona dice de forma no crítica para captar en profundidad lo que está
sintiendo.
b. Empatía de sentimiento:
Una vez haya parafraseado lo que dijo la otra persona, reconozca los sentimientos que él o
ella puedan tener y realice alguna pregunta para constatar que interpreta sus emociones
correctamente, observe su lenguaje corporal. Por ejemplo: “¿Pareces tensa, furiosa, dolida?” o “Me
imagino que debes sentirte frustrado conmigo. ¿Es eso cierto?”.
Utilice la afirmación del tipo “me siento” para hacerle saber cómo se sentiría usted si
estuviera en su lugar. Usted podría decir “Yo me sentiría igual si me hubiera pasado a mí”.
Técnica para escuchar nº3: Indagación:
También puede pedir a la otra persona que profundice en el problema específico que le
preocupa, que aporte detalles del mismo, la frecuencia con la que se presenta, cómo se siente con
respecto al mismo, qué fue lo que usted hizo que le molestara. Pregúntele, directamente, a la otra
persona qué fue lo que hirió sus sentimientos de lo que usted dijo o hizo. Cuando le responda, no
se ponga a la defensiva. En su lugar, utilice la empatía y la técnica del desarme. Encuentre un
punto de verdad en lo que diga. Si se siente molesto, irritado o humillado, exprese sus sentimientos
con una afirmación del tipo “me siento”. Utilice un tono de voz que sea respetuoso, no desafiante,
cuando le pregunte qué fue lo que le hizo sentirse mal o furioso. No utilice ninguna de las variantes
del sarcasmo.
No le tenga miedo al enfado o al conflicto. Son saludables. No permita que los sentimientos
de malestar de la otra persona dejen de expresarse. Esto sólo intensificaría aún más estos
sentimientos.
1. Sentimientos negativos
Por ejemplo: “me siento furioso”, “me siento criticado”, “me siento humillado”, “me siento
frustrado”, “me siento coaccionado”, “me siento incomprendido”.
3. Deseos y anhelos
“desearía poder estar más tiempo contigo”, “me gustaría que afrontáramos juntos este
problema y nos sintiéramos cerca el uno del otro”, “desearía, realmente, que fueras
puntual” o “desearía que comprendieras mi punto de vista”.
Las afirmaciones del tipo “me siento” contrastan vivamente con afirmaciones acusatorias
del tipo “tú”, como son, por ejemplo: “me estás volviendo loco” o “no tienes derecho a decir esto” o
“estás equivocado al respecto”. Estas afirmaciones acerca del otro suenan críticas,
culpabilizadoras y sentenciosas. Desencadenarán siempre un pelea o una discusión.
Las personas desean más que ninguna otra cosa que se les tenga en cuenta y se les
valore. Ser rechazados, humillados o juzgados es lo que más tememos.
Muchas personas suponen, que la rabia y el amor son conceptos antagónicos. Usted
puede precipitarse pensando que un enfado entre dos personas significa, necesariamente, que no
se respetan ni se quieren la una a la otra. Esto le lleva a reaccionar de forma exagerada y
cualquier diferencia de opinión acaba siendo un asunto de grave. Es posible que sienta la
necesidad de rechazar a la otra persona antes de que ésta le rechace a usted para poder, así,
guardar las apariencias. Puede prevenir este hecho si le hace saber que, aun estando enfrentados,
usted todavía tiene un concepto elevado de ella. Esto le facilitará el camino para sincerarse y
escuchar, puesto que se sentirá menos amenazado.
La filosofía del halago viene a decir que se puede respetar alguien aun sintiéndose uno
furioso con algo que ha hecho o dicho.
Las técnicas de escucha y de expresión personal son sólo eso, técnicas. La comunicación
real surge del espíritu de auténtico respeto hacia usted y la otra persona. Si su objetivo consiste en
demostrar que usted tiene razón, en culpabilizar a la otra persona o en vengarse de ella, las
técnicas fracasarán. Pero si su meta consiste en resolver el problema y en comprender cómo
piensa y siente la otra persona, estos eficaces métodos le ayudarán a resolver conflictos y a
disfrutar de unas relaciones más satisfactorias.
UNIDAD II
HABILIDADES SOCIALES
¿QUÉ SON LAS HABILIDADES SOCIALES?
Han habido grandes problemas a la hora de definir qué es una conducta socialmente
habilosa. Se han dado numerosas definiciones sobre la conducta socialmente habilosa.
Meichenbaum, Butler & Grudson (1981) afirman que es imposible desarrollar una definición
consistente de competencia social, puesto que es parcialmente dependiente del contexto
cambiante. La habilidad social debe considerarse dentro de un marco cultural determinado, y los
patrones de comunicación varían ampliamente entre culturas y dentro de una misma cultura,
dependiendo de factores tales como la edad, sexo, clase social y educación. Además, el grado
de efectividad de una persona dependerá de lo que desea lograr en la situación particular en
que se encuentre. La conducta considerada apropiada en una situación puede ser inapropiada
en otra. El individuo trae a la situación sus propias actitudes, valores, creencias, capacidades
cognitivas y un estilo único de interacción. No puede haber un criterio absoluto de habilidad
social.
Una respuesta competente es aquella sobre la cual las personas están de acuerdo que es
apropiada para un individuo en una situación específica. Del mismo modo, no existe una única
manera correcta de comportarse, que sea universal, sino una serie de planteamientos diferentes
que pueden variar de acuerdo con el individuo. Así, dos personas pueden comportarse de un
modo totalmente distinto en una misma situación, o la misma persona en dos situaciones
similares y ser consideradas ambas respuestas con el mismo grado de habilidad social. Por
consiguiente, la conducta socialmente habilosa debería definirse, para algunos autores en
términos de efectividad de su función en una situación, en vez de términos de topografía ( kelly,
1982 & Linehan, 1984).
Por otra parte, para Curran (1985) la habilidades sociales son un intento directo y
sistemático de enseñar estrategias y habilidades interpersonales a los individuos con la intención
de mejorar su competencia interpersonal, individual en clases específicas de situaciones
sociales”. Otra definición de interés es la ofrecida por Monjas (1993) que considera al EHS como
una estrategia de entrenamiento y enseñanza en las que se emplean un conjunto de técnicas
conductuales y cognitivas enfocadas a adquirir aquellas conductas socialmente efectivas que el
sujeto no tiene en su repertorio y también a modificar las conductas de relación interpersonal que
el sujeto posee pero que son inadecuadas. La definición que al respecto ofrece Vallejo (1993) es
la adquisición y desarrollo de aquellas habilidades que permitan a los sujetos mantener
interacciones sociales satisfactorias en su ámbito real de actuación.
a) La competencia no forma parte de la persona (como un trazo), sino que representa una
evaluación de desempeño.
b) El hecho de que alguien haga una evaluación implica la posibilidad de un error e influencia
de la persona evaluadora.
c) Toda evaluación implica el uso de no o más criterio y que ésta sólo puede ser comprendida
y validada si éstos se hacen explícitos.
d) Las evaluaciones de competencia son siempre realizadas en tarea y contextos específicos,
cuya variación afecta el desempeño de la persona evaluada.
e) Características de la persona que está siendo evaluada, como edad, sexo y experiencia,
pueden afectar el juicio externo.
COMPONENTES DE LAS HABILIDADES SOCIALES
Existen tantos componentes en los contenidos de las habilidades sociales como autores
han desarrollado trabajos sobre el tema. A ello ha contribuido también la dualidad de enfoques o
niveles de análisis: molar y molecular. El enfoque molar de las habilidades sociales considera a
éstas como habilidad general como es el caso de la asertividad (Caballo, 1993) y el enfoque
molecular analiza las destrezas más simples de la habilidad general (en el caso de la
asertividad: expresión de sentimientos, defensa de derechos, etc.). Más analíticamente, el enfoque
molecular analiza las conductas concretas tales como duración de la mirada, la fluidez verbal, el
volumen de la voz, etc. por citar algunos ejemplos. Un análisis molecular tiene la desventaja de
no ofrecer un juicio evaluativo acerca de la adecuación de la habilidad social exhibida . Por el
contrario, el enfoque molar sí informa evaluativamente de la habilidad general. Por ejemplo, la
habilidad conversacional de un sujeto puede ser adecuada y como destrezas componentes se
incluyen, entre otras, presentarse, iniciar, mantener y terminar la conversación, mirar a la cara del
interlocutor, emplear un volumen y tono de voz adecuados, hablar de temas de interés común, etc.
Sin embargo, alguna de estas habilidades moleculares puede ser deficitaria o menos hábil que
otros componentes de la habilidad general de conversar. Informar de una habilidad, o de dos, o de
alguna de ellas, no permite evaluar el nivel de competencia de la habilidad general. Sin embargo,
ambos niveles de análisis no son incompatibles sino complementarios.
No obstante, ambos enfoques coexisten en la actualidad en esta área. Trower (1980, 1982)
considera, sin embargo, la necesidad de alejarse de una concepción centrada en las habilidades
discretas, sustituyéndola por otra más centrada en los procesos y que incluya como componentes
la percepción y cognición sociales (citada por Fernández Ballesteros, 1994). El enfoque molecular
está íntimamente ligado al modelo conductual de la habilidad social (Caballo, 1993). Este modelo
considera a la conducta interpersonal constituida por elementos componentes más específicos y
son evaluables topográficamente en función de los parámetros de frecuencia, duración e
intensidad. La dualidad de enfoque afecta a la Conceptualización, a la evaluación y a los
contenidos.
Existen otros modelos de análisis de los componentes de las habilidades sociales tales
como:
1. Habilidades heterosexuales (Curran, 1977; Fischetti, Curran y Wessberg, 1977)
2. Habilidades de conversación (Clarke y Argyle, 1982; Duck, 1990)
3. Habilidades de comunicación (Duck, 1990)
4. Habilidades de solución de problemas (Elías y Clabby, 1992 & otros)
I. COMPONENTES CONDUCTUALES:
a) Componentes no verbales:
- La mirada
- La sonrisa
- Los gestos
- La expresión facial
- La postura corporal
- El contacto físico
- La orientación corporal
- La distancia/proximidad
- La apariencia personal
b) Componentes paralingüísticos:
- La latencia de respuesta
- La voz: volumen, timbre, claridad; tono/inflexión, velocidad, tiempo de respuesta, fluidez,
acento...
c) Componentes verbales:
- El habla: componentes básicos
- Hablar en público
- La conversación: componentes básicos y habilidades:
Los saludos, presentación y expresión de cortesía y amabilidad
Iniciar, mantener y terminar la conversación
Hacer amigos: iniciaciones, juegos, invitación, ayuda, cooperación...
Aceptar una crítica justa
Rechazar una crítica injusta
Pedir y conceder favores
Solicitar cambios de conducta
Hacer preguntas
Escucha activa
Pedir disculpas
Defender los propios derechos
Respetar los derechos de los demás
Autorrevelaciones
Tomar decisiones
Reforzar al interlocutor (hacer cumplidos)
Aceptar los refuerzos sociales (recibir cumplidos)
Ponerse en lugar del otro (empatía)
Proporcionar retroalimentación
Expresar emociones, opiniones, sentimientos
- Habilidades heterosociales (relaciones con el sexo opuesto)
- Relaciones con adultos
b) Afectivo-emocionales:
- Expresión de emociones
- Control de la ansiedad. Habilidad de relajación
COMPONENTE CONDUCTUAL
LA MIRADA,
Esta es una de las habilidades más frecuentemente estudiada, este componente parece ser uno de
los más importantes para determinar la evaluación de competencia social. Según Fast, todas las
interacciones contienen miradas recíprocas. La mirada se define como “Mirar a la otra persona en
o entre los ojos” “implica que se ha hecho contacto ocular con otro” Así se define la mirada
recíproca”, es así que la mirada es tanto un canal como una señal, se utiliza primordialmente para
abrir los canales de la comunicación y además es muy importante a la hora de determinar los
turnos ya sea para manejarlos o controlarlos. La mirada dará inicio generalmente a una interacción,
o quizás regule el proceso en sí, ¿De qué manera?, de la manera en que se perciba que el
receptor esta atento y sigue con la mirada la conversación, ese decir se presupone a partir de este
componente el interés o deseo de seguir relacionándose con esa persona, por tanto este aspecto
conlleva a brindar información sobre actitudes, y estados afectivos, logrando muchas veces que
algunas emociones se intensifiquen, tal es el caso de mirar más intensifica la ira que se posee, y el
mirar menos intensifica todo lo contrario, una emoción de evasión o la vergüenza o como se sabe
las personas enamoradas se miran más que las que no están o se muestra mayor interés a las
personas que nos atraen, lo que se puede decir en otros términos. Argyle resalta la importancia de
la mirada durante las interacciones sociales, planteando las siguientes consideraciones:
a) las persona miran más cuando están por terminar de hablar que cuando inician la
conversación.
b) Las personas tienden a dirigir más la mirada hacia la mitad superior del rostro del
interlocutor que hacia la parte inferior.
c) La mirada es evitada cuando el interlocutor presenta vacilaciones o pausas en medio de
sus frases.
d) La mirada es más frecuente en aquel que ve y no puede ser visto por el interlocutor.
e) Las personas que miran más, también emplean miradas más prolongadas y quienes lo
hacen con menor frecuencia mantienen un menor tiempo de contacto visual.
f) Los compañeros del mismo sexo se miran mas que los del sexo opuesto.
g) Las mujeres miran más al interlocutor que les gusta mientras son ellas mismas las que
hablan; por el contrario, los hombres miran más a interlocutores que aprecian, mientras los
escuchan.
El contacto ocular permite la “implicación” en la relación, es decir sentirse con el otro, “como parte
de”. Dentro de este componente encontramos otro que es muy importante también, que esta
referido a la dilatación pupilar, se sabe que la pupila no sólo reacciona antes estímulos de la luz, es
decir a mayor intensidad de luz, se contrae la pupila y viceversa, dentro de una relación inversa;
pero la dilatación pupilar no se produce únicamente por este factor, además posee complejos
patrones que están determinados por estados psicológicos, tenemos que las pupilas se dilatan
sobre manera cuando la persona posee dentro de su campo visual a alguien que le parece
atractivo, además cuando un problema se magnifica, sucede lo mismo, ante la novedad, se dilata y
ante la incertidumbre también, se contrae con la relajación, y por la poca preferencia sexual hacia
alguien; como vemos este elemento nos proporciona indicios para realizar una buena lectura del
ambiente y actuar competentemente, a través de una evaluación correcta de las emociones de los
demás y de sus estados.
La expresión facial agrupa una serie de movimientos del rostro, el rostro es una de las zonas más
expresivas que se posee, es decir es el mapa emocional de las personas, y si consideramos que
lograr el bienestar emocional es saludable para las relaciones interpersonales, entonces el rostro
debe ser uno de los principales aspectos que nos conducirán a lograr ese bienestar a partir del
reconocimiento de los estados emocionales en el otro. Las expresiones faciales juegan varios
papeles en la interacción, entre ellas, entendemos que muestra el estado emocional del que
interactúa con nosotros, aunque trate de ocultarlo; en segundo lugar proporciona una
retroalimentación continua sobre si comprende o esta sorprendido, de acuerdo o desacuerdo, etc.
Respecto con lo que se esta diciendo. Muestra las actitudes hacia los demás y Puede actuar de
Metacomunicación, y cuando hablamos de esto, nos referimos a la capacidad de poder enviar
información sobre el tipo de relación que establecen las personas o cómo se quiere establecer una
relación determinada, modificando o comentando lo que esta diciendo o haciendo al mismo tiempo.
Se han reconocido seis expresiones emocionales que trascienden las culturas, son universales y
que son fácilmente reconocibles, estas son la alegría, la sorpresa, tristeza, miedo, ira,
asco/desprecio, estas emociones se han presentado en todas las culturas, aun en los ciegos
mostrado que no solo obedecen a expresiones aprendidas si no además innatas.
Según Paul Eckman, todos poseemos el aparato perceptivo para descifrar rostros en una
centésima de segundo, lo que ha generado una interrogante en los investigadores ¿Por qué no lo
empleamos?, la respuesta es más interesante aún, aparentemente la razón es que nos enseñaron
sistemáticamente desde la niñez a no prestar atención a los comportamientos faciales, mínimos
por que son demasiado reveladores; el control de la expresión de la cara es enseñado por padres
como por parte de la socialización cultural, buena parte de las personas se les dificulta juzgar
emociones en las expresiones faciales, y se debe a que las personas tienden a ocultar sus estados
emocionales, sobre todo las negativas. La cara se controla más cuidadosamente por lo que hemos
mencionado, pero siempre encontramos indicios de que se manifiestan, por ejemplo gotas de
sudor en la cien, expansión pupilar, o muchas veces las personas expresan emociones falsas, pero
no saben qué tiempo y con qué intensidad, de esa manera se descubre la artificialidad de esa
emoción.
Alberti y Emmos (1978), señala que las conductas habilidosas requieren de una expresión facial
que este de acuerdo con el mensaje, por ejemplo una expresión de enfado o miedo frente al deseo
de querer establecer un contacto con alguien, es probable que no tenga éxito en sus pretensiones.
Mostremos ahora una lista elaborada por Ekman y Friesen sobre los estilos inapropiados de
expresiones faciales:
Tenemos los Retraídos, cuya expresión facial no varia y que muestra poca o ninguna expresión en
el rostro; los Reveladores, que revela todo lo que esta sintiendo, es decir sus rostros son un “libro
abierto”; los Expresivos Involuntarios, personas que no saben que emociones están mostrando;
Los expresivos en Blanco, que son las personas que están convencidas de que están mostrando
una emoción, cuando de hecho no lo hacen, es decir se aprecia neutralidad; los Expresivos
Sustitutos, gente que piensa que muestra una emoción cuando piensa que esta mostrando otra.
Los expresivos de Afecto congelado, que se expresan emociones, aun cuando no se siente
ninguna. Los expresivos “siempre preparados”, que incluyen a las personas que inicialmente
muestran un tipo de emoción para todos los acontecimientos, esta emoción siempre preparada
sustituye cualquier otra cosa que estuviera sintiendo. Para concluir tenemos los Expresivos
inundados de afecto gente que esta mostrando una o dos emociones de forma clara.
LA SONRISA
Como elementos diferencial en el rostro que influye cualitativamente en las relaciones
interpersonales, es interesante saber que la sonrisa en un inicio no fue la evolución de una
conducta emitida por los primates, pero lo sorprendente es que esta conducta primate que es un
estiramiento de los labios y enseñar los dientes es una respuesta defensa, se presenta ante
situaciones de peligro o sensación de amenaza, de ahí que la sonrisa en el hombre sea una
evolución de esta conducta primate, en todo caso es esta sonrisa una forma de aplacar la
agresividad de otras personas hacia nosotros, es decir como un gesto de pacificación, si es que en
algún momento cometemos alguna falta sonreímos precariamente de tal forma que busquemos
amortiguar las consecuencias negativas que trae consigo.
La sonrisa representa un vínculo entre las personas, el enlace entre ellas, pese a esto muchas
veces la sonrisa ha sido un elemento importante para ocultar algunas otras emociones, y actúa
como contrario a todas las demás emociones, tales como ira, disgusto, temor, etc, se suele usar
para enviar el mensaje contrario de que se esta bien, que se esta contento; otra razón por la que la
sonrisa se emplea para ocultar o engañar, es que ésta se usa como parte de los saludos
convencionales y los intercambios suelen requerirla como una manera de expresar cortesía, pero
podemos reconocer algunos tipos de sonrisas, tal como lo señala Ekman: tenemos en primer lugar
la sonrisa Auténtica, que viene a ser una expresión de todas las experiecias emocionales positivas
con diferencias solo en la intensidad de la mímica y en el tiempo de duración.
Una sonrisa Amortiguadora, que se usa para expresar sentimientos positivos, aunque procura
disimular su verdadera intensidad. La sonrisa triste, que expresa las experiencias emocionales
negativas. La sonrisa conquistadora que como el nombre lo señala se usa en los flirteos, y el modo
es que el individuo muestra una sonrisa auténtica al mirar a la persona que le interesa y de
inmediato aparta la vista, mirando sigilosamente y furtiva y desvía nuevamente la sonrisa. La
sonrisa de Turbación, se baja la vista y se aparta para no encontrarse con la mirada del otro. La
sonrisa Mitigadora, hecha con la finalidad de poder resolver asperezas de un mensaje que resulta
desagradable, forzando al receptor le devuelva una sonrisa a pesar de la molestia. La sonrisa de
acatamiento reconocimiento de que tiene que aceptar un acontecimiento sin protestar. La sonrisa
de Coordinador, que es una sonrisa cortés, de cooperación, que regula el intercambia entre las
personas. La sonrisa interlocutor, sonrisa de cooperación empleada al escuchar al otro y se realiza
con la finalidad de hacer llegar al otro el mensaje de que se ha comprendido con lo que se acaba
de expresar. Para concluir la sonrisa falsa, cuyo fin es convencer a los demás de que se siente una
emoción positiva, cuando en realidad no es así, el tiempo de duración parecerá inapropiada.
LAS POSTURAS
Se relacionan directamente con los movimiento de otras partes del cuerpo, conocer las posiciones
y los que nos comunica es importante para determinar formas de comportamiento en los demás, es
así que podemos distinguir tres posturas básicas como lo señala Caballo (1999): 1) de pié; 2)
Sentado agachado o arrodillado, 3) Echado. Cada una de ellas puede tener diferentes significados
y sub dividida a la vez según el modo o la forma en la que se realiza, como señala Argyle (citado
por Caballo) ¿Qué decidirá que una persona asuma determinadas posturas en determinadas
situaciones?, y el responde que eso dependerá de las convenciones que se posean sobre el modo
de desempeñarse, además de la actitud que una persona posee frente al otro o los otros. Las
personas suelen imitar las posturas corporales de los demás, aprendiendo de ellas y
mimetizándose con ellas, las posturas similares adoptadas por dos personas en interacción se
llaman “posturas congruentes”, es así que cuando las personas comparte un mismo punto de vista,
comparten también una misma postura, por tanto dentro de una discusión, cuando las personas
van cambiando de postura, estan indicando que se encuentran en desacuerdo con esa idea o
ideas, o también cuando las personas van a cambiar de opinión es posible que cambien su
postura.
Como vemos, las posturas congruentes demuestran acuerdo, de tal forma que podemos concluir
que las posturas incongruentes representan el desacuerdo, o distancias psicológicas entre las
personas, por ejemplo a veces cuando a las personas se les obliga a sentarse demasiado juntas
despliegan una serie de movimientos que indican predisposiciones y sentimientos hacia los demás,
y hacia sí mismo.
Mehrabian (citado por Caballo 1999), realiza una clasificación sobre las posturas señalando las
siguientes categorías: A) Acercamiento, es una postura atenta con una leve inclinación hacia
delante. B) Retirada, una postura negativa, retrocediéndose, echándose para atrás, o volviéndose
a otro lado. C) Expansión, que muestra orgullo, engreída, arrogante, o de desprecio, expansión del
pecho, tronco erecto o ligeramente inclinado hacia atrás, cabeza erecta y hombros elevados. D)
contracción, una postura depresiva, cabizbaja, tronco inclinado hacia delante, cabeza hundida,
hombros que cuelgan y un pecho hundido.
Para Mehrabian, las dos dimensiones más importantes sobre las posturas que señala son el
acercamiento por un lado, que esta referido al grado de inclinación hacia delante, que también
indica contacto físico, proximidad, mirada, orientación directa y apertura de brazos y piernas.
Además una segunda dimensión que es la Relajación, que se caracteriza por posiciones
asimétricas de los brazos, apoyo lateral, relajación de las manos, apoyo hacia atrás, una postura
relajada, indica dominancia, mientras que una tensa, implica sumisión y ansiedad.
Trowerr, Bryant y Argyle (citado por Caballo) mencionan que las posiciones posturales indican o
dan información sobre: Las Actitudes, que son una serie de posiciones de la postura que reducen
la distancia y aumentan la apertura hacia otro, son cálidas amigables, incluyen inclinaciones hacia
delante, brazos y pernas extendidas hacia los demás. También nos muestran los estados
emocionales, expresar agresión, tensión, ansiedad, coqueteo, y demás. Como último punto son
acompañamientos del habla, se emplean para marcar amplias unidades del habla, como en los
cambios de tema, para dar énfasis y para señalar, tomar o ceder la palabra.
LA ORIENTACIÓN
Es otro de los componentes importantes dentro de las habilidades sociales, entendiéndose
orientación como el grado en que un sujeto dirige los hombros y las piernas hacia o lejos de una
persona o personas, generalmente este grado de orientación, esta indicando el estatus que posee
una persona con relación a las demás y/o el agrado que se posee sobre los otros, es decir que
mientras mayor sea el grado de orientación hacia una persona, nos dará muestra de la intimidad o
el apego emocional con esa persona. La orientación natural es de una ligera desviación en 10 o 30
grados, liberándonos de esa manera de la implicancia total con una persona determinada, evitando
así el contacto ocular continuo y frecuente.
LOS GESTOS
Son otro de los componentes no verbales de las habilidades sociales, aprender a expresar
nuestras emociones a través de los movimientos, es así que se define gesto, como cualquier
movimiento que envía un estímulo visual para llegar a ser un gesto tiene que ser captado
necesariamente por el observador, los gestos generalmente son culturales, es decir la
interpretación dependerá de las convenciones de grupo para interpretarlo, se usa para una serie de
propósitos, por ejemplo para la sincronización y la retroalimentación, son eficaces para ilustrar
objetos o acciones que son difíciles de verbalizar, se presentan 4 posibles funciones que
desempeñan los gestos en las relaciones interpersonales: La de ser ilustradores al habla, es decir
de las ideas y las verbalizaciones; la de ser reemplazantes del habla a través de códigos, tal es el
caso de los sordos mudos; pueden tener una función de ser retroalimentadores sobre las
emociones de los demás y la de Adaptadores que se emplean para satisfacer necesidades
corporales o para controlar y afrontar emociones.
Caballo (1990) nos señala que el control consciente de nuestro cuerpo esta ligado a los lugares
más cercanos al rostro, y es por esa razón que el rostro esta bajo el control constante de nuestra
conciencia, siendo el más fácil para expresar emociones que no corresponden al verdadero estado
emocional, por tanto, sigamos con la lógica, mientras más alejado se encuentre del rostro,
escapará más fácilmente de nuestra red de control deliberado, es decir más fielmente expresarán
las verdaderas emociones y actitudes, por tanto los pies por ejemplo, suministran información de
señales válidas , es como lo llama Caballo “Una escala de credibilidad”. Algunas acciones
realizadas con las piernas pueden indicar connotaciones de tipo sexual, o señales eróticas,
enseñar las piernas, frotar las piernas y acariciar una pierna con la mano o con la otra pierna.
Los movimientos de cabeza, son muy importantes en la cultura, a parte de eso, estudios realizados
en ciegos, indican que algunos movimientos pueden tener un origen genético, por tanto deben de
entenderse y saber interpretar, por ejemplo mover la cabeza de manera vertical de arriba hacia
abajo, es símbolo de aceptación, acuerdo, y caso contrario movimientos horizontales de una lado
hacia el otro significa todo lo contrario, desacuerdo, negación, igualmente expresa dominancia o
autoridad sobre otras personas, la cabeza erguida, levantada se ha observado en personas que
poseen autoridad ante otra, mientras que la cabeza gacha demuestra sumisión observada en los
empleados. Además estos movimientos, permiten controlar la conversación, cediendo turnos,
dando la palabra, etc, y el establecimiento ocular o el rechazo del contacto con alguna persona, al
no dirigir la cabeza hacia esa persona.
Cómo podemos ver, la percepción de este criterio espacial, puede determinar la efectividad del
desempeño social de las personas, considerar los diferentes valores comunicativos, permite lograr
estructurar una actitud y un modo de actuar frente a los demás, por tanto si al acercarnos a otra
persona, nos permite entrar en su espacio personal, su burbuja, es señal de la aceptación y
confianza que nos brinda dicha persona, caso contrario indicará posición defensiva, de alejamiento
o distanciamiento, de tal forma que seria “incompetente socialmente” intentar de buenas y primeras
una invasión de su espacio personal.
Terminando con estos elementos no verbales, concluiremos con otro aspectos que se presenta en
las culturas y que poseen un valor comunicativo, y enriquecen las comunicaciones verbales, dando
pié a una mejor interpretación de la misma.
La comunicación humana del habla como lo señala Caballo requiere del uso especializado del
canal audiovisual, de tal forma que este canal trasporta mensajes en el área paralinguística o vocal
(“cómo se dice” en oposición a “qué se dice”), se puede conocer o reconocer estados reales de las
intenciones, o estados emocionales de las personas a través de este factor. Algunas señales
vocales tiene la facultad de enviar señales por sí mismas: Llorar, reír, bostezar, suspirar, etc.; otras
vocalizaciones están más relacionadas a las expresiones verbales, tales como el tono, el timbre, la
claridad, la velocidad, el énfasis y la fluidez, las pausas y vacilaciones.
Y no es novedad señalar que estos fenómenos vocales pueden cambiar drásticamente el sentido
de los significados de las palabras y de cómo se recibe el mensaje, entonces una frase dicha en
diferentes tonos por ejemplo expresan dos mensajes diferentes, un “te amo”, puede decirse como
una forma sincera de expresar la emoción, cariño, afecto, o para expresar el sarcasmo de la
indiferencia o la ironía de odio, o indiferencia, es así que el contenido verbal de la frase puede
carecer de interés si es que se acompaña de estos elementos como la voz, los tonos, etc, ya que
eso determinará el valor de significado a dichas frases.
Tomemos tres elementos importantes sobre el sonido, que deben tenerse en cuenta para conocer
su naturaleza, primero entender el sonido como un medio básico de comunicación, es decir
conformar las unidades simples que se expresan a través de la palabra, un segundo punto en que
el sonido expresa aspectos de personalidad, actitudes, emociones y por último saber que el sonido
no sólo le da énfasis a las palabras si no también les da significado. Podemos citar alguno
ejemplos cotidianos, alguien que se encuentra bastante ansioso o tenso en alguna situación
aumentará el ritmo de su verbalización, o tartamudeará, una personalidad extrovertida mostrará un
volumen alto, ritmo acelerado, o presentan variaciones en los tonos, mostrando ser dinámicos etc.
(Caballo: 1999).
ELEMENTOS PARALINGÜISTICOS
La comunicación humana por medio del habla depende del empleo especializado del canal
audiovisual. Sin embargo, este canal transporta mensajes en el área paralingüística o vocal
(“cómo” se dice en oposición a “lo” que se dice).algunas señales vocales son capaces de
comunicar mensajes por sí mimas: llorar, reír, silbar, bostezar, suspirar, etcétera. Otras
vocalizaciones se encuentran muy relacionadas con el contenido verbal, incluyendo el volumen, el
tono, el timbre, la claridad, la velocidad, el énfasis y la fluidez, os umhs y ehs, las pasas y las
vacilaciones (Wilkinson y Canter, 1982)
Por lo tanto podemos señalar que las señales vocales pueden afectar drásticamente el significado
de lo que se dice y de cómo se recibe el mensaje. La misma frase dicha en varios tonos de voz o
con determinadas palabras enfatizadas pueden transmitir mensajes muy diferentes. “Te quiero”
puede decirse con afecto, irónicamente o cruelmente.
LA LATENCIA
La latencia es conceptuada como el intervalo temporal de silencio entre la terminación de una
oración por un individuo y la iniciación de otra oración por un segundo individuo. Latencias largas
se perciben como conducta pasiva, tanto por el que habla como por el que escucha. Las latencias
muy cortas o las latencias negativas (interrupciones)se perciben como una conducta agresiva
(Booraem y Flowers, 1978).
EL VOLUMEN
Este elemento de la comunicación permite que el mensaje llegue hasta un potencial oyente, y
obviamente el déficit, es un volumen demasiado bajo para servir a esa función, haciendo, p.ej., que
el que habla sea ignorado o que el oyente se irrite (Trower, Bryant y Argyle, 1978). Es así que el
volumen nos puede brindar ciertos indicadores relacionado al estilo de comportamiento de una
persona. Un bajo de voz puede indicar sumisión o tristeza, mientras que un alto volumen de voz
puede indicar seguridad, dominio, extraversión y/o persuasión. El hablar demasiado alto sugiere
agresividad, ira o tosquedad, mientras que por el contrario, un volumen moderado puede indicar
agrado, actividad y alegría.
EL TIMBRE
Es la calidad vocal o resonancia de la voz producida principalmente como resultado de la forma de
las cavidades orales (Trower, Bryant y Argyle, 1978). Un timbre “plano”, monótono, puede producir
la sensación de depresión, mientras que un timbre de voz gutural puede dar la impresión de
madurez o sofisticación.
Ostwald (1963), citado por Argyle (1975), describe cuatro clases de voz que se han encontrado
normalmente en pacientes y otras personas:
EL HABLA:
Posee una variedad de propósitos, como por ejemplo comunicar ideas, describir sentimientos,
razonar o argumentar. Las palabras dependen de las situaciones en que se encuentren las
personas, el papel que esta asumiendo y el logro que pretende esa persona. Las situaciones
varían desde lo informal íntima hasta los formales. El papel que esta referido a su rol, es decir si es
profesor o alumno, padre o hijo, empleado, amigo, etc. De esto dependerá el aporte particular, es
decir cuánto habla y qué frases dirá. El contenido también variará, dependiendo de si son temas
concretos o temas abstractos, o si es íntima o no lo es; se pueden tratar aspectos internos, es decir
circunscrito a lo que piensa y siente o de asuntos externos, propios de los demás o de
componentes físicos ambientales.
Las autoinstrucciones que están orientadas a lograr influir en los demás, se pueden plasmar
como exigencias, ordenes o ligeras sugerencias.
Los comentarios que son sugerencias e información factual que se dan en respuesta a preguntas
o independientes sobre otras expresiones.
La charla informal, una gran cantidad de conducta social esta compuesta de bromas, donde se
intercambian poca información y no se influye sustancialmente en la conducta, buscan mantener,
disfrutar y establecer las relaciones sociales.
Las expresiones ejecutivas, ejemplos de esto son los nombres, emitir juicios, las promesas y
pedir disculpas. Las costumbres sociales tales como los saludos, despedidas, dar las gracias y
otras que involucran los estándares verbales que aislados no poseen significado (Caballo 1999).
La expresión de los estados emocionales o de actitudes, todo esto a través de las palabras,
que es importante, definitivamente se expresan mejor a través de los componentes no verbales,
pero siempre será fructífero en las interacciones verbalizarlas, de tal forma que no quede duda
alguna o mala interpretación de las señales no verbales.
Algunos autores han elaborado toda una estrategia para analizar los componentes verbales y no
verbales en sus elementos más básicos, de tal forma que permita evaluar el impacto que tendrán
dichos componentes en las habilidades sociales.
LAS CONVERSACIONES
Son un importante componente dentro de la interacción social, es una mezcla como lo diría
Vicente caballo de solución de problemas y trasmisión de información, pero a su vez también
soporta las relaciones interpersonales manteniendo el disfrute de las mismas. Este componente
incluye aspectos cognitivos, ya que debe ser capaz de poder procesar los estímulos que provienen
de la estimulación del que habla, no obstante se pueden enseñar técnicas es decir poder
contemplar una serie de puntos guías que faciliten la relación con los demás.
Alberti y Emmos han señalado dos aspectos importantes que deben estar presentes en las
conversaciones, que son la honestidad y la espontaneidad. La conversación es pues de manera
clara uno de los componentes esenciales de las habilidades sociales, formando la estructura de la
interacción, de modo que la conducta no verbal esta organizada alrededor de ella. Este
componente es relevante por ejemplo en los inicios o primeros encuentros, que involucra los
rituales de saludos, presentaciones, intercambios sociales de etiqueta, etc. Y además se apila a
este hecho la investigación de Conger y Farrel (1981) que concluyen que la mirada y la
conversación son puntos importantes para emitir juicios sobre la habilidad social
La conversación, habíamos mencionado, son procesos complejos, y cómo proceso complejo
posee algunos elementos que recaen en el modo de conversar, enumeraremos cada uno de esos
elementos a continuación: la retroalimentación, las habilidades del habla, los elementos
ambientales, las variables físicas, variables interpersonales y conductuales.
Las preguntas sobre hechos, permiten obtener información y permiten introducir nuevos temas a
la comunicación, “¿Qué hiciste en la noche del sábado?”, logra que las personas cuenten cosas
sobre sí mismos, ¿Qué es lo que exactamente sentiste?”.,
La preguntas con final abierto, que son los últimos tipos de preguntas no pueden responderse
con una simple palabra “Si” o “No” y sirve para conseguir que las personas den respuestas más
largas, por consiguiente hablen más, “¿Cuéntame más sobre eso?, ¿”Cómo la pasaste las
vacaciones?”.
Las habilidades del que habla deben estar referidas a la capacidad no solo de preguntar a los
demás sobre hechos, información o estados internos, debe saber también poder expresarlos
fácilmente, es decir se empieza por dar información a las personas sobre nuestras actividades,
hechos y afirmaciones generales, que siguen por verbalizaciones específicas con los detalles de lo
que sucedió, finalmente se incluyen las emociones, actitudes y pensamientos sobre lo que se esta
contando o relatando. La autorrevelación es uno de los aspectos importantes, es decir mostrar el
estado interno, contar cosas sobre nosotros mismos, estudios han demostrado que las personas
que se sienten solitarias, frecuentan amigos al igual que los que no se sienten, la diferencia radica
en la revelación que hacen de ellos ante los demás. Como vemos es importante para la
comunicación mostrar sinceridad y revelación.
EXPRESIÓN DE SENTIMIENTOS POSITIVOS
Existen muchas razones por las que es importante hacer cumplidos y expresar aprecio cuando
está justificado. Algunas de ellas son las siguientes (Galassi y Galassi, 1977)
a. Los demás disfrutan al oír expresiones positivas, sinceras, sobre cómo nos sentimos con
respecto a ellos.
b. El hacer cumplidos ayuda a fortalecer y a profundizar las relaciones entre dos personas.
c. Cuando se hacen cumplidos a los demás, es menos probable que se sientan olvidados o
no apreciados.
d. En los casos en los que hay que expresar sentimientos negativos o defender los derechos
legítimos ante alguien, es menos probable que se produzca un enfrentamiento emocional
si dichas conductas ocurren en una relación en la que previamente se ha hecho algún
cumplido sobre otros aspectos de la conducta del individuo.
Algunas personas evitan, a menudo, hacer peticiones razonables a los demás. Cuando las
hacen, parecen disculparse o esperar que sean rechazadas. Otras personas tienen problemas
en decir ¡NO! y, a su vez ofrecen excusas por no ser capaces de satisfacer las peticiones de la
otra persona, cuando la verdadera cuestión es que no quieren acceder a ellas. Por el contrario
hay personas agresivas que pueden comportarse de modo exigente, coercitivo y hostil al hacer
una petición, y resentidas y hostiles al rechazarla.
Esta categoría forma parte del elemento molar de las habilidades verbales, es así que, implican
elementos moleculares, como el pedir favores, pedir ayuda y pedir a otra persona que cambie
su conducta.
Es muy importante, tomar en cuenta, que el realizar una petición, no es sinónimo de una
exigencia, ya que en este último caso estaría violando los derechos de la otra persona. Tiene
que reconocer el derecho de la otra persona a rechazar su petición. El reconocer los derechos
de los demás es la mejor protección de los propios derechos.
Cuando al realizar una petición, nos encontramos, con que la persona no entiende la naturaleza
de la misma y/o no ha decidido si acceder a satisfacer la misma, es conveniente volver a
clarificar la petición una o más veces.
Entre las creencias poco racionales sobre esta clase de conducta podemos encontrar, por
ejemplo: “si pido y recibo un favor, entonces estaré obligado con la otra persona. Se esperará
que haga un favor igual o mayor en el futuro y no quiero tener esta obligación” o “Si hago una
petición, la otra persona no será capaz de decir que no, incluso aunque quiera rechazarla”
(Galassi y Galassi, 1977).
Ser directo.
No es necesario ninguna justificación, aunque las explicaciones normalmente ayudan.
No es necesaria ninguna disculpa.
No hay que tomar una respuesta negativa de modo personal.
Hay que estar preparado para oír tanto un “no” como un “si” y respetar el derecho de la
otra persona a decirlo.
Entre las creencias negativas sobre el “rechazar peticiones” que se pueden encontrar están,
por ejemplo: “si soy un/a amigo/a de verdad, debería acceder a la petición” o “Es más fácil
acceder a la petición de esta persona que enfrentarme a cómo se sentirá si no accedo”
(Galassi y Galassi, 1977).
Decir simplemente “no”. se puede dar una razón, pero no existe una obligación de
justificar la respuesta.
Pedir tiempo, si es necesario, para pensar sobre la petición.
Pedir más información/clarificación.
Cargar con la responsabilidad de las propias decisiones.
Si uno es presionado, se puede repetir el “no”, pero no existe la obligación de dar una
razón o justificar la respuesta.
UNIDAD III
ASERTIVIDAD
DERECHOS BÁSICOS DE LA PERSONA
Según Jakubowski y Lange (1978) existen una serie de derechos que son inherentes a toda
persona. Esta lista de derechos, es adaptado por Caballo (1991), y la presentamos a
continuación
5. Cambiar de opinión.
9. Ser independientes.
14. Tener nuestras propias necesidades y pedir (no exigir9 que los demás respondan a
ellas, así como decidir si nosotros respondemos a los demás.
Esta lista de derechos asertivos se complementa con la lista de Derechos Básicos de la Persona
Tú tienes:
18)El derecho a estar solo aún cuando los demás deseen tu compañía
19)El derecho a ser independientes de la buena voluntad de los demás antes de enfrentarnos con
ellos
El expresar los derechos legítimos es importante cuando nuestros derechos personales son
ignorados o violados. A continuación se presentan aquellas situaciones en las cuales suelen
violentarse nuestros derechos:
1. Situaciones de consumidor, como recibir de menos en el cambio, que nos den una
mercancía defectuosa, recibir un servicio descortés.
2. Situaciones de familia, como el que no nos permitan hacer nuestra propia vida y tomar
nuestras propias decisiones.
3. Situaciones de autoridad, donde se toman decisiones injustas sobre nuestro destino;
y
4. Situaciones de amistad, donde no se respeta nuestro derecho a tomar decisiones.
1. Tenemos derecho de ser tratados correctamente y como personas, con los mismo
derechos, privilegios y responsabilidades que cualquier otra persona, sin importar el sexo,
la raza, la religión, la educación, la profesión, el estatus socioeconómico, la nacionalidad,
etc. Todos los hombres/mujeres ha sido creados iguales en el sentido de que tienen
derecho a un trato, derechos y privilegios similares, y que tienen responsabilidades
parecidas.
2. Tenemos el derecho de tomar nuestras propias decisiones y vivir nuestra propia vida como
queramos (tanto en cuanto no hagamos daño a los demás o violemos sus derechos). Un
individuo en la edad adulta tiene derecho a tomar sus propias decisiones, incluso aunque
sean erróneas. Es frecuente el caso en que nuestros derechos son violados por gente que
asume el poder de tomar decisiones “por nuestro propio bien”. Cuando somos pequeños
esta decisión sería apropiada en muchos casos, pero no parece adecuada para la gran
mayoría de los adultos.
3. Tenemos derecho a obtener en buen estado aquello por lo que pagamos, sin importar la
cuantía del precio. Cuando compramos un producto debería ser aceptable y satisfactorio
en todos los sentidos, sin importar la cantidad de dinero que hemos tenido que pagar por
él. Debemos conseguir el producto tal y como se anuncia y ser capaces de devolverlo si es
defectuoso. Si ello es un inconveniente para el vendedor, no es y no debería ser nuestro
problema. Pagamos por este servicio.
4. Tenemos derecho a un servicio rápido y cortés. Estamos pagando por el servicio y
tenemos el derecho de recibirlo (no de exigirlo). No tenemos que sentirnos culpables
porque la otra persona nos dedique una cantidad razonable de tiempo y de atención.
Es muy importante el defender nuestros derechos cuando estos son lesionados, ya que implica,
a su vez, la expresión del grado de valoración que tenemos sobre nosotros mismos. Sin
embargo, hay personas que son demasiado sensibles con respecto a la más mínima
transgresión por parte de los demás de cualquiera de sus derechos. Es importante defender
nuestros derechos en las situaciones en que claramente haya habido una violación de los
mismos, pero la defensa a ultranza de la más mínima transgresión puede convertir nuestra
conducta correctora en agresiva, molesta y totalmente desproporcionada a la situación.
Tenemos que sopesar las ventajas y los riesgos al defender nuestros derechos.
Galassi y Galassi (1977) señalan hay situaciones en las que no es recomendable defender los
derechos aunque hayan sido claramente violados. Estas situaciones no son frecuentes, pero
aquí se incluyen los casos en los que se pueda producir un ataque físico o que podamos ser
castigados con penas legales.
LA ASERTIVIDAD
El que una interacción nos resulte satisfactoria depende de que nos sintamos valorados y
respetados, y esto, a su vez, no depende tanto del otro, sino de que poseamos una serie de
habilidades para responder correctamente y una serie de convicciones o esquemas mentales que
nos hagan sentirnos bien con nosotros mismos.
Por lo tanto diremos que “la asertividad es la capacidad de autoafirmar los propios derechos, sin
dejarse manipular y sin manipular a los demás”.
La Persona Pasiva
La persona pasiva no defiende los derechos e intereses personales. Respeta a los demás, pero no
a sí mismo.
Comportamientos externos:
Volumen de voz bajo/ habla poco fluida/ bloqueos/ tartamudeos/ vacilaciones/ silencios/
muletillas (estoo…¿no?)
Huida del contacto ocular/ mirada baja/ cara tensa/ dientes apretados o labios temblorosos/
manos nerviosas/ onicofagia/ postura tensa, incómoda.
Inseguridad para saber qué hacer y decir.
Frecuentes quejas a terceros (“X no me comprende”, “Y es un egoísta y se aprovecha de
mí”…).
Patrones de pensamiento:
Consideran que así evitan molestar u ofender a los demás. Son personas “sacrificadas”.
“Lo que yo sienta, piense o desee, no importa. Importa lo que tú sientas, pienses o
desees”.
Su creencia principal es: ”Es necesario ser querido y apreciado por todo el mundo”.
Constante sensación de ser incomprendido, manipulado, no tenido en cuenta.
Sentimientos/emociones
Impotencia / mucha energía mental, poco externa/ frecuentes sentimientos de
culpabilidad/ baja autoestima/ deshonestidad emocional (pueden sentirse agresivos,
hostiles, etc. Pero no lo manifiestan y a veces, no lo reconocen ni ante sí mismos)/
ansiedad/ frustraciones.
Este tipo de conductas tiene unas lógicas repercusiones en las personas que les rodean, el
ambiente en el que se suelen mover, etc. Estas son las principales consecuencias que, a la larga,
tiene la conducta pasiva en la persona que la realiza:
Perdida de autoestima/ perdida del aprecio de las demás personas (a veces)/ falta de
respeto de los demás.
La persona pasiva hace sentirse a los demás culpables o superiores: depende de cómo sea el otro,
tendrá la constante sensación de estar en deuda con la persona pasiva (“es que es tan buena”), o
se sentirá superior a ella y con capacidad de “aprovecharse” de su “bondad”.
Las personas pasivas presentan a veces problemas somáticos (es una forma de manifestar las
grandes tensiones que sufren por no exteriorizar su opinión ni sus preferencias).
Otras veces, estas personas tienen repentinos estallidos desmesurados de agresividad. Estos
estallidos suelen ser bastante incontrolados, ya que son fruto de una acumulación de tensiones y
hostilidades y no son manifestados con habilidad social.
La Persona Agresiva
Defiende en exceso los derechos e intereses personales, sin tener en cuenta los de los demás; a
veces, no los tiene realmente en cuenta, otras, carece de habilidades para afrontar ciertas
situaciones.
Comportamientos externos:
Volumen de voz elevado/ a veces: habla poco fluida por ser demasiada precipitada/ habla
tajante/ interrupciones/ utilización de insultos y amenazas.
Contacto ocular retador/ cara tensa/ manos tensas/ postura que invade el espacio del otro.
Tendencia al contraataque.
Patrones de pensamiento:
“Ahora sólo yo importo. Lo que tú pienses o sientas no me interesa”.
Piensan que si no se comportan de esta forma, son excesivamente vulnerables.
Lo sitúan todo en términos de ganar – perder.
Pueden darse las creencias:”Hay gente mala y vil que merece ser castigada” y/o “es
horrible que las cosas no salgan como a mí me gustaría que saliesen”.
Emociones / sentimientos:
Ansiedad creciente.
Soledad/ sensación de incomprensión/ culpa/ frustración.
Baja autoestima /si no, no se defenderían tanto)
Sensación de falta de control.
Enfado cada vez más constante y que se extiende a cada vez más personas y situaciones.
Honestidad emocional: expresan lo que sienten y no “engañan a nadie”.
No todas las personas agresivas lo son realmente en su interior: la conducta agresiva y desafiante
es muchas veces (yo diría que la mayoría) una defensa por sentirse excesivamente vulnerable
ante los “ataques” de los demás o bien es una falta de habilidad para afrontar situaciones tensas.
Otras veces sí que responde a un patrón de pensamiento rígido o unas convicciones muy radicales
(dividir el mundo en buenos y malos), pero son las menos.
La Persona Asertiva
Vistas ya las dos conductas que indican la falta de asertividad, veamos, por fin, cómo se comporta,
qué piensa y sienta la persona que sí es asertiva. Lógicamente, que rara vez se hallará una
persona tan maravillosa que reúna todas las características; al igual que ocurre con los tipos
descritos de sumisión y agresividad, los rasgos que ahora presentamos son abstracciones. Todo lo
más, podremos encontrar apersonas que se asemejen al “ideal” de persona asertiva, y podremos
intentar, por medio de las técnicas adecuadas, acercarnos lo máximo posible a este modelo, pero
jamás tendremos el perfil completo, ya que nadie es perfecto.
Las personas asertivas conocen sus propios derechos y los defienden, respetando a los demás, es
decir, no van a “ganar”, sino a “llegar a un acuerdo”.
Comportamiento externo:
Habla fluida/ segura/ sin bloqueos ni muletillas/ contacto ocular directo, pero no desafiante/
relajación corporal/ comodidad postural.
Expresión de sentimientos tanto positivos y negativos/ defensa sin agresión/ honestidad/
capacidad de hablar de propios gustos e intereses/ capacidad de discrepar abiertamente/
capacidad de pedir aclaraciones/ decir “no”/ saber aceptar errores.
Patrones de pensamiento:
Conocen y creen en unos derechos para sí y para los derechos demás.
Sus convicciones son en su mayoría “racionales” (esto se explicará más adelante).
Sentimientos / emociones:
Buena autoestima/ no se sienten inferiores ni superiores a los demás/ satisfacción en las
relaciones/ respeto por uno mismo.
Sensación de control emocional.
También en este caso, la conducta asertiva tendrá unas consecuencias en el entorno y la conducta
de los demás:
Frenarán o desarmarán a la persona que les ataque.
Aclaran equívocos.
Los demás se sienten respetados y valorados.
La persona asertiva suele ser considerada “buena”, pero no “tonta”.
La Persona Asertiva
TÉCNICAS ASERTIVAS
7.- Habilidad para expresar opiniones o criterios distintos a los de otro miembro del grupo
(similar al banco de niebla y al acuerdo parcial)
cuando queremos expresar opiniones contrarias a las manifestadas por otros miembros del grupo
haciéndolo de manera asertiva, es decir, ni agresiva ni inhibida, una formula adecuada puede ser
dar inicialmente a la persona parte de razón sobre la opinión expresada, para a continuación
expresar nuestra opinión. Para ello es preciso practicar la escucha activa de forma que podamos
hacer referencias exactas a las opiniones que manifiesta el otro, con lo que le demostraremos que
le hemos estado escuchando con interés y que compartimos con él parte de la opinión, pero no
toda. Para hacerlo correctamente se pueden utilizar frases del tipo de:”no dudo que tendrás
razones suficientes para…, pero…”; “ya se que…, no obstante y a pesar de todo…”; “es cierto
que…, a pesar de todo sigo opinando que…”:”es verdad lo que dices … pero aun así deseo…”,
etc.
Es muy importante que el elogio sea lo mas específico posible, por lo que procuraremos
describir la conducta que queremos elogiar mas, que utilizar un calificativo de la persona. Es mejor
decir “he pasado un rato muy agradable hablando contigo” que “eres muy simpático” o “me has
explicado muy claramente el problema” en lugar de “eres muy inteligente”. Una forma sutil de elogio
que resulta muy agradecida consiste en repetir el nombre de la persona con la que hablamos a lo
largo de la conversación (“muy bien, Ana”, “estamos de acuerdo, Juan”, etc.)
FORMAS DE AFRONTAR UNA DISCUSIÓN
Esta es la técnica más extendida, y la que aparece en todos los libros que se han escrito al
respecto.
Consiste en repetir el propio punto de vista una y otra vez, con tranquilidad, sin entrar en
discusiones ni provocaciones que pueda hacer la otra persona.
Por ejemplo: - Tú tienes la culpa de que llegáramos tarde, como siempre - (Disco roto:) –
Tenía que terminar un trabajo y no tenía otro momento – Pero es que siempre llegamos tarde a
todas partes y estoy harto – (D.R.:) – Es verdad, pero en este caso, sabes que no podía hacer el
trabajo en otro momento – Pero es que siempre, por una causa u otra, eres tú la que nos hace
llegar tarde – (D.R.:) – Será verdad, pero te repito que esta vez no tuve otro remedio que terminar
el trabajo que tenía pendiente -, etc.
Como se ve, la técnica del disco roto no ataca a la otra persona; es más, hasta le da la razón en
ciertos aspectos, pero insiste en repetir su argumento una y otra vez hasta que la otra persona
queda convencida o, por lo menos, se da cuenta de que no va a lograr nada más con sus ataques.
2.Banco de niebla
Esta es otra de las técnicas que están más extendidas. También se la llama “técnica de la
claudicación simulada”.
Consiste en dar la razón a la persona en lo que se considere puede haber de cierto en sus críticas,
pero negándose, a la vez, a entrar en mayores discusiones. Así, se dará un aparente ceder el
terreno, sin cederlo realmente, ya que, en el fondo, se deja claro que no se va a cambiar de
postura.
Por ejemplo: - Tú tienes la culpa de que llegáramos tarde, como siempre – (Banco de la
niebla:) – Sí, es posible que tengas razón. – Claro, como siempre, tienes otras cosas que hacer
antes de quedar - (B.N.:) – Pues sí, casi siempre tengo otras cosas que hacer antes. – Pues estoy
harto de que por tu culpa siempre lleguemos tarde – (B.N.) – Ya, es verdad, siempre llegamos
tarde-.
La persona está demostrando que cambiará si lo estima conveniente, pero no porque el otro se
empeñe en ello.
Para esta técnica, es muy importante controlar el tono de voz en el que se emite la respuesta, ya
que si se dice de forma dura y tajante o excesivamente despreciativa, puede suscitar agresividad
en el interlocutor. El tono debe de ser tranquilo y hasta ligeramente reflexivo, como meditando las
palabras que nos dice el otro. (De hecho, quizás conviene realmente meditar sobre si la persona
está teniendo razón con su crítica).
3. Aplazamiento asertivo
Consiste en aplazar la repuesta que vayamos a dar a la persona que nos ha criticado, hasta que
nos sintamos más tranquilos y capaces de responder correctamente.
Por ejemplo: - Tú tienes la culpa de que llegáramos tarde, como siempre – (Aplazamiento
asertivo:) – Mira, es un tema muy polémico entre nosotros. Si te parece, lo dejamos ahora, que
tengo trabajo y lo hablamos con calma mañana ¿te parece?
Si la persona insistiera, nosotros debemos insistir por nuestra parte, al estilo del disco roto, en
nuestra postura. Si uno no quiere discutir, no hay discusión posible.
Esta técnica es una de mis favoritas. Considero que es muy útil, ya que no suscita agresividad en
la otra persona ni incita a defenderse a nadie y ayuda tanto a la persona que la emite como a la
que la recibe.
Consiste en desplazar el foco de discusión hacia el análisis de lo que está ocurriendo entre las dos
personas. Es como si nos saliéramos del contenido de lo que estamos hablando y nos viéramos
“desde fuera”.
Por ejemplo: - Tú tienes la culpa de que llegáramos tarde, como siempre – Pues no sé
porqué lo dices. Llegamos tarde porque tú te empeñaste en grabar el partido de fútbol en vídeo- -
¡Pero qué cara tienes! Yo me puse a grabar el partido porque vi que estabas pintándote y no
acababas nunca. Además, tú sabes muy bien quién es el que siempre está esperando en la puerta
y quién es la que, en el último momento, tiene 400 cosas importantes que hacer- (etc.)
(Procesamiento del cambio:) –Mira, nos estamos saliendo de la cuestión. Nos vamos a desviar del
tema y empezaremos a sacar trapos sucios. – o – Estamos los dos muy cansados. Quizás esta
discusión no tiene tanta importancia como le estamos dando ¿no crees?-.
Quizás lo más difícil en una discusión es precisamente lo que propugna esta técnica: ser capaces
de mantenernos fríos y darnos cuenta de lo que está ocurriendo. No meternos “a saco” en
contenidos que no nos llevan a ninguna parte, no dejarnos provocar por incitaciones ante las que
creemos necesario defendernos. Es mucho más efectivo reflejar objetivamente qué es lo que está
ocurriendo y reconocer nuestra parte de culpa (“estamos cansados los dos”), que defender a capa
y espada cualquier pequeño ataque que nos envíen.
5. Técnica de ignorar
Esta técnica es parecida a la anterior, aunque en este caso, la responsabilidad recae en la otra
persona solamente. Es aplicable cuando vemos a nuestro interlocutor sulfurado e iracundo y
tememos que sus críticas terminen en una salva de insultos, sin llegar a tener nosotros la
oportunidad de defendernos.
Por ejemplo: - ¡Tú tienes la culpa de que llegáramos tarde como siempre! – (Ignorar:) – Me
parece que estás muy enfadado, así que creo que es mejor hablar de eso luego -.
Como en la técnica del Banco de Niebla, en ésta también es muy importante controlar el tono de
voz con el que se emite. Un tono despectivo o brusco solo suscitaría mayor agresividad en el otro,
ya de por sí enfadado, porque lo interpretaría como una provocación. Lo mejor es adoptar un tono
especialmente amable y comprensivo, respetuoso con el enfado de la persona.
Esta técnica se parece algo a la del Banco de Niebla, pero va un poco más allá, ya que no se
queda en ceder terreno sin mayores comentarios, sino que deja claro, además, de que una cosa es
el error cometido y otra, el hecho de ser buena o mala persona. Es útil en situaciones en las que
reconocemos que la otra persona tiene razón al estar enojado, pero no admitimos la forma de
decírnoslo.
Por ejemplo: - Tú tienes la culpa de que llegáramos tarde, como siempre – (Acuerdo
asertivo:) – Tienes razón, llegamos tarde por mi culpa. Pero sabes que, normalmente, no suelo ser
impuntual.-
Esta técnica logra “apaciguar” al interlocutor al admitir el error (si realmente se ha cometido
¿porqué no admitirlo?), pero separa claramente el “hacer” del “ser”. Si aplicamos varias veces esta
respuesta con personas que tienden a generalizar, podremos evitar el ser etiquetado en el futuro.
No hay cosa más difícil que quitar una etiqueta que alguien nos haya puesto. Esta técnica va
encaminada a prevenir que esto ocurra.
Esta técnica es muy antigua; de hecho responde al dicho de “convertir al enemigo en aliado” y es
muy útil por eso.
Consiste en “pensar bien” de la persona que nos critica y dar por hecho que su crítica en
bienintencionada (independientemente de que realmente lo sea). Como de todo se puede
aprender, obligaremos a la persona a que nos dé más información acerca de sus argumentos, para
así tener claro a qué se refiere y en qué quiere que cambiemos. (Luego dependerá de nosotros el
que cambiemos de hecho o no).
Por ejemplo: - Tú tienes la culpa de que llegáramos tarde, como siempre – (Pregunta
asertiva:) - ¿Qué es exactamente lo que te molesta de mi forma de actuar? – o - ¿Cómo sugieres
que cambie para que no se vuelva a repetir?-
En cualquier caso, además de aplicar con soltura las diversas técnicas asertivas para discutir
adecuadamente, se hace necesario acordarnos de la recomendación de R. Lombardi: “Si(...)
sientes la urgencia de criticar a alguien motivado por el odio o el resentimiento, cierra el pico hasta
que tus sentimientos se serenen y te permitan criticar afirmativamente, si todavía lo consideras
oportuno”.
HABILIDADES DE COMUNICACIÓN Y
TRABAJO EN EQUIPO
Henry Ford
El trabajo en grupo, hoy en día, constituye prácticamente una necesidad, pues resulta
improbable que una persona sola pueda desenvolverse a cualquier nivel profesional de forma
individual. Incluso las personas que desarrollan su actividad profesional individualmente
(fundamentalmente algunos profesionales) de una u otra manera se relacionan con equipos de
trabajo más o menos amplios y más o menos distantes.
Entre las diferentes ventajas del trabajo en grupo a las que nos podemos referir, la mayoría de ellas
se derivan del hecho de aunar los esfuerzos y capacidades de sus miembros para la consecución
de un objetivo común. Brinda un enfoque flexible y amplio, producto de la diversidad de enfoques y
una visión heterogénea que ayuda a solucionar los problemas. Esta suma de individuos también
supones más medios para generar con más facilidad nuevas ideas y soluciones creativas a los
problemas y mejor capacidad para afrontar con mayor éxito tareas complejas e interdependientes.
Por último, el trabajo en grupo contribuye a la aceptación y el apoyo a las soluciones como
resultado de la participación y, por el mismo motivo, a la legitimidad de las decisiones tomadas.
Características
El trabajo en equipo implica que todas las personas involucradas estén orientadas hacia una meta
común, logrando la sinergia que les permitirá llegar más rápido y mejor que si cada uno se reparte
un segmento del trabajo. Es decir, el compromiso y la identificación son requisitos
fundamentales para el trabajo en equipo.
El Trabajo en Equipo se contrasta con el trabajo grupal, mientras en el primero todos se sienten
responsables por la meta común; en el trabajo grupal la tendencia es a fragmentar la
responsabilidad, y cada persona se hace responsable de su comportamiento. Un ejemplo muy
claro, es el siguiente. La profesora dice: "el trabajo está muy bien, pero deberían haber cinco
capítulos, ¿qué pasó con el tercero?". El alumno replica "No vino", refiriéndose a su compañero
ausente.
Beneficios
La relación que se establece ente los miembros de un equipo de trabajo estará determinada por los
estilos de comunicación interpersonal imperantes en cada uno de ellos. Estos estilos, dependen de
la combinación de los diferentes componentes de las habilidades de comunicación, y se clasifican
en tres tipos que son el pasivo, el agresivo y asertivo.
El estilo pasivo no es el más adecuado, pues su presencia en general está asociada a la perdida
de oportunidades para la persona que lo utiliza en sus relaciones con los demás. Entre otros
aspectos, se caracteriza por una postura corporal retrasada o encogida, movimientos nerviosos
con manos y pies, poco contacto visual directo, esquivando la mirada de los interlocutores, cara y
cabeza orientadas hacia el suelo, volumen de la voz extremadamente bajo, casi inaudible, con
habla monótona y entrecortada, con silencios descontrolados y utilización de muletillas. El pasivo
escucha, porque acata las instrucciones que recibe, pero no lo hace de forma activa, no dando
señales de oidor, y además tiende a alejarse físicamente de su interlocutor.
El Estilo Agresivo tampoco parece en general el más adecuado, pues pese a que puede ser
efectivo en algunos casos, crea tensión entre los miembros del equipo de trabajo, lo que repercute
de forma negativa en la consecución de los objetivos. Entre la forma de manejar los elementos de
la comunicación que lo caracteriza encontramos una postura corporal erguida y hacia delante, con
movimientos de las manos bruscos y amenazantes, mirada directa sin interrupciones, procurando
que sea el otro el que la evite, expresión facial tensa, con el ceño fruncido, volumen de la voz
elevado con tono imperativo y velocidad rápida, interrumpiendo a los demás cuando hablan.
Tampoco practica la escucha activa, pero en éste caso nisiquiera escucha como sucedía con el
pasivo, sino que ignora a los demás, invadiendo su espacio, traspasando los límites de la zona
íntima de forma que resulte incómoda y amenazante.
Podemos utilizar una alternativa antes de formular una crítica, en la cual comenzaríamos por aludir
a un comportamiento que se puede calificar de positivo, lagando al sujeto por la realización del
mismo, para posteriormente introducir la propuesta de cambio, crítica o sugerencia, terminando
nuevamente por una referencia a otro comportamiento adecuado, o incluso nuevamente al mismo
que se hizo referencia al principio. “Me resulta agradable trabajar contigo, pero si…, además
conseguiríamos una mejor relación”, etc.
2.- Habilidades para expresar opiniones o criterios distintos a los de otros miembros del
grupo.
Cuando queremos expresar opiniones contrarias a las expresadas por otros miembros es
importante el uso de una comunicación asertiva. Una fórmula adecuada puede ser darle
inicialmente a la persona parte de razón sobre la opinión expresada, para a continuación dar
nuestra opinión. Para ello es importante practicar la escucha activa de forma que podemos hacer
referencias exactas a las opiniones expresadas por el otro. Para hacerlo correctamente se puede
utilizar “No dudo de que tenías razones suficientes para…, pero…”; “Ya sé que…, no obstante y a
pesar de todo…”.
3.- Habilidad para pedir que el otro confirme o exprese desacuerdo.
De cara a favorecer la expresión de acuerdo o desacuerdo con cualquier argumento o situación, o
bien con la intención de alguna manera de forzar el posicionamiento de algún individuo frente a
una determinada situación, la forma seria plantear una pregunta de manera que en su respuesta
tuviese que decantarse por una de las alternativas, ejemplo: “¿Es correcto suponer que…?”;
“¿Estoy en lo cierto y lo que dices es…?” ; “¿Me equivoco al pensar que…?”.
4.- Habilidad para resumir
Resumir supone reducir en términos breves y concretos los esencial de un asunto o materia; para
ello, es conveniente que previamente la verbalización de ese resumen, se introduzca al mismo con
frases del estilo de las siguientes “Sino he entendido mal…”; “Ósea, lo que me estás diciendo es
que…”; “Me estás diciendo que..”.
5.- Habilidad para escuchar
La escucha activa constituye una de las características de la comunicación asertiva, que es aquel
que debemos procurar de utilizar para mejorar nuestra comunicación tanto en el medio laboral
como en el terreno personal.
ANEXO
MODIFIQUE SU ESTILO COMUNICACIONAL
Usted puede dominar estas mismas técnicas. En primer lugar, piense en un conflicto que
tuvo con alguien y que no se resolvió de forma satisfactoria. En la columna de la izquierda del
formulario sobre cómo revisar su estilo comunicacional, escriba lo que le dijo la otra persona que le
molestó, tal como se muestra en el ejemplo que se presenta líneas más abajo.
En la columna central, escriba lo que le dijo a la otra persona. (si hizo gestos de
desaprobación sin decir nada, simplemente ponga: “No dije nada”.) Una vez que lo haya anotado,
piense por qué motivo esta respuesta no acabó de funcionar. Se dará cuenta de que sus
respuestas son, por lo general, un ejemplo de mala comunicación al ano expresar sus propios
sentimientos con afirmaciones del tipo “me siento” y no reconocer cómo piensa y siente la otra
persona. Se dará cuenta de que sus comentarios son casi siempre objeto de discusión y que le
preocupa su visión de la “verdad”. Cuando analice los comentarios de la columna central, revise la
lista de características de la mala comunicación de la página 5 y 6. Esta lista le ayudará a descubrir
por qué una afirmación suya desencadenó una discusión en lugar de un positivo intercambio de
sentimientos.
MODIFIQUE SU ESTILO
COMUNICACIONAL
Él/ella dice Habitualmente contesto Versión modificada
Anote en esta columna algo Anote en esta columna lo Sustitúyalo por una
que suele decir la otra que suele decir afirmación más efectiva
persona y que le desagrada habitualmente. Señale por
qué su afirmación
es contraproducente.
Ejemplo:
Piero: “criticas todo lo que yo Laura: “¡Piero, yo no hago Laura: “Tengo que darte la razón
hago, por insignificante que esto! ¡Es una estupidez lo (desarme). Yo también me siento
que
sea” estás diciendo!”. (Esto suena furiosa y alejada de tu vida
reprobatorio y (afirmación del tipo “me
poco siento”).
respetuoso. Desestimé lo que A menudo me siento herido
él dijo y le contradije. Es un (afirmación del tipo “me siento”)
menosprecio. Ella se sentirá y te critico para vengarme de ti
dolida y frustrada.) (desarme). Y las cosas sólo
empeoran (desarme)”.
A continuación se presenta una tabla de registro para que pueda poner en práctica estas
técnicas.
MODIFIQUE SU ESTILO
COMUNICACIONAL
Él/ella dice Habitualmente contesto Versión modificada
Anote en esta columna algo Anote en esta columna lo Sustitúyalo por una
que suele decir la otra que suele decir afirmación más efectiva
persona y que le desagrada habitualmente. Señale por
qué su afirmación es
contraproducente.
CARACTERÍSTICAS DE LAS HABILIDADES SOCIALES
Estableceremos algunos rasgos más relevantes que caracterizan a las habilidades sociales
Estructura de las definiciones.- Algunas de las definiciones ponen de relieve la importancia del
contenido, es decir, aquello que forma parte del comportamiento como es el caso de expresar
opiniones, sentimientos, actitudes, deseos, derechos, elogios, autoafirmación, patrón complejo de
respuestas, etc. Otras definiciones conceden importancia, además a las consecuencias como es
el caso de lograr relaciones efectivas, preservar la propia integridad, ejercer autocontrol, conseguir
algo agradable y evitar lo desagradable, obtener reforzamiento, obtener beneficios, evitación de
problemas, etc. La característica común de las definiciones es la existencia de un contenido
conductual y la obtención de unas consecuencias (reforzamiento social).
Nivel molar vs. Nivel molecular.- Otra de las características que se desprende de estas
definiciones es el carácter molar o molecular de sus elementos. McFall (1982) propone realizar un
doble análisis: En primer lugar debe considerarse el carácter molar que está dirigida a aspectos
globales de la competencia social. Así por ejemplo podemos hablar de habilidades de
comunicación en tanto que enfoque molar; sin embargo, de abordarse un análisis molecular que
implica la comprensión de las conductas concretas o discretas (habilidades sociales) tales
como, por ejemplo: habilidades verbales, no verbales (gestos, postura, etc.) Se puede afirmar,
pues, que un conjunto de habilidades concretas (enfoque molecular) da lugar a una dimensión
competencial en tanto que se formule un juicio evaluativo de la competencia social que posee el
individuo (enfoque molar).
Conductual: Son aquéllas conductas referidas a acciones concretas tales como hablar,
moverse, hacer... (elementos verbales, paralingüísticos y no verbales)
Cognitivo: Constituídas por la percepción, autolenguaje, pensamientos, atribución o
interpretación del significado de las distintas situaciones de interacción social
Fisiológico: Se encuadraría en este sistema los elementos afectivos y emotivos, tales como
las emociones, sentimientos y los consiguientes correlatos psicofisiológicos: ansiedad, ritmo
cardíaco, respuesta psicogalvánica, etc. Derivados de las habilidades sociales puestas de
manifiesto y del nivel de competencia social exhibido. La exhibición de una habilidad social
determinada exige la acertada y adecuada combinación de todos estos componentes. Del
mismo modo, una habilidad social definida en términos molares como, por ejemplo, afrontar
una crítica constructiva incluye elementos más específicos o moleculares de tipo conductual
como: escuchar con atención; de tipo cognitivo: valorar la convivencia de emplear una u otra
técnica de rechazo y de tipo fisiológico (afectivo): mantener el equilibrio emocional controlando
la ansiedad.
El carácter cultural.- Las habilidades sociales son entendidas como sujetas a las normas
sociales y legales que regulan la convivencia humana y supeditadas, así mismo, a las
exigencias y criterios morales propios del contexto sociocultural en el que se ponen de
manifiesto. Un claro ejemplo de ello es el respeto de los derechos humanos. El grupo cultural de
referencia al cual pertenece o en el que se desenvuelve el individuo enseña a sus miembros las
diferentes formas de comportamiento en las situaciones sociales (Carrasco, 1990), estos
comportamientos son variables y están determinados por factores situacionales.
a) Las áreas o contextos sociales en los que habitualmente se desenvuelve el sujeto: familiar,
laboral (adultos), escolar (niños), amistades y servicios.
b) Las personas con las que se relaciona el sujeto y sus características influyen en la conducta
social
- sexo: del mismo/del sexo contrario
- edad: mayores/de la misma edad/menores
- grado de conocimiento: muy conocidos/conocidos/desconocidos
- nivel de autoridad: superiores/iguales/subordinados
- número de personas: una/varias/muchas
La terapia cognitiva se basa en la premisa de que son sus pensamientos, y no los acontecimientos
externos, lo que le hacen sentirse preocupado. Esto es tan válido para la ansiedad y la angustia
como para cualquier otra emoción negativa. Hace falta que intérprete una situación y le dé un
sentido antes de poderse sentir inquieto o nervioso a causa de la misma. Esta idea tiene una gran
importancia práctica, dado que al cambiar su forma de pensar puede cambiar su manera de sentir.
Puede superar el miedo, la ansiedad, el nerviosismo y un estado agudo de angustia.
Un segundo principio de la terapia cognitiva: existe una diferencia entre un miedo sano y la
ansiedad neurótica. Los pensamientos que favorecen un miedo sano son realistas; nos ponen en
alerta ante un peligro que tenemos que afrontar. Por el contrario la ansiedad neurótica parte de
pensamientos distorsionado que poco, o nada, tienen que ver con la realidad. Cuando padece una
crisis de angustia, piensa que algo terrible sucederá si deja que su ansiedad se le vaya de las
manos.
¿Cómo determinar la ansiedad?
El uso de la “Escala de Unidades Subjetiva de Ansiedad” (SUDS) es común, y una de las técnicas
más eficaces para poder determinar los niveles de ansiedad experimentado de forma subjetiva. Por
lo tanto el entrenamiento en ella por parte del paciente se hace necesario. Dicho instrucción o
entrenamiento se puede realizar de la siguiente manera (Cotler y Guerra, 1976):
Evalúa tu nivel de ansiedad empleando la puntuación SUD. Al emplear la escala, evaluarás tu nivel
de ansiedad desde 0, completamente relajado, hasta 100, muy nervioso y tenso.
Imagínate que estás completamente relajado y tranquilo. Para algunas personas, esto ocurre
mientas descansan o leen un buen libro. Para otras, ocurre mientras están en la playa o se
encuentran flotando en el agua. Da una puntuación “0” a la manera como te sientes cuando estás
lo más relajado posible.
Luego, imagínate una situación en la que tu ansiedad es extrema. Imagínate el sentirte
extremadamente tenso y nervioso. Quizá en esta situación tus manos se encuentran frías y
temblorosas. Puedes sentirte mareado o acalorado, o puedes sentirte cohibido. Para algunas
personas, las ocasiones en las que se sienten más nerviosos son aquellas en las que una persona
cercana a ellas ha tenido un accidente; cuando se ejerce una presión excesiva sobre ellos
(exámenes, trabajos, etc.); o cuando hablan delante de un grupo. Da una puntuación de “100” a la
manera como te sientes en esa situación.
Ya has identificado los dos puntos extremos de la escala SUDS. Imagina la escala entera (como
una regla) que va desde “0” SUD, completamente relajado, hasta “100”SUD, totalmente nervioso.
0 5 10 15 20 25 30… 90 95 100
Completamente Completamente
relajado nervioso
El objetivo a alcanzar no será obtener un 0 o un 5 en todas las situaciones. El objetivo será reducir
el nivel de SUD hasta un punto en que te sientas lo suficientemente cómodo/a para expresarte y
desenvolverte de manera satisfactoria.
RELAJACIÓN PROGRESIVA
Esta técnica, desarrollada originalmente por Jacobson en 1929, es una de las más utilizadas en
terapia de conducta, orientada a alcanzar niveles profundos de relajación muscular. Para ello, se
enseña al sujeto a identificar el nivel de tensión muscular que experimenta en las distintas partes
de su cuerpo a través de ejercicios de tensión y relajación. Posteriormente la persona podrá poner
en marcha estas habilidades, una vez que haya identificado la tensión en alguna zona de su
cuerpo.
Para el entrenamiento en relajación progresiva se requiere que se sigan una serie de
consideraciones:
El entrenamiento en relajación debe llevarse a cabo en una habitación silenciosa y en
penumbra, con temperatura agradable.
El paciente utilizará un sillón reclinable y acolchado, para poder colocarse completamente
apoyado sobre él.
El sujeto debe llevar ropa cómoda y suelta. Antes de la sesión, es conveniente que se
quiten los lentes de contacto, zapatos, relojes o cualquier otro objeto para reducir
estimulaciones extrañas y permitir la libertad de movimientos.
Es importante evitar las interrupciones una vez iniciados los ejercicios de relajación (timbre
de teléfono, entrada de otras personas, visita previa al aseo, comentarios del cliente, etc.).
Para la práctica de la relajación se pueden adoptar diferentes posiciones:
a) La postura idónea para iniciar el entrenamiento en relajación es la siguiente: sentado
cómodamente en un sillón que permita apoyar la cabeza, contada la espalda descansando
sobre el respaldo. Los pies se deberán reposar sobre el suelo sin hacer ningún tipo de
esfuerzo. Los brazos pueden estar apoyados sobre los muslos con las palmas de la mano
hacia abajo o bien sobre el reposabrazos.
b) La postura de tumbado debe llevarse a cabo sobre una superficie dura que permita
apoyar completamente todo el cuerpo y con la cabeza ligeramente elevada para que el
cuello no permanezca tenso.
c) La postura del cochero, sentado en una silla y con el cuerpo un poco inclinado hacia
delante, con la cabeza sobre el pecho y los brazos apoyados sobre las piernas.
PROCEDIMIENTO
Cada grupo de músculos se tensa (durante unos 10 segundos) y luego se relaja. Se vuelve a
tensar otra vez y vuelve a relajarse, induciendo a partir de ese momento sensaciones de
relajación cada vez más intensas. Palabras que pueden ayudar para crear sensaciones de
relajación son: aflojar, distender, relajar, soltar, suavizar, alisar, calmar, flácido, ligero, blando,
pesado, sereno, hundirse, etc. Cuando todo el cuerpo está relajado se puede inducir una
imagen relajante, agradable para el sujeto, que sirva para profundizar aún más en el estado de
relajación.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS