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PRINCIPIOS Y VALORES

DE LOS DERECHO
HUMANOS

Los principios son el conjunto de valores, creencias, normas, que


orientan y regulan la vida de la organización. Son el soporte de la visión, la
misión, la estrategia y los objetivos estratégicos. Estos principios se manifiestan
y se hacen realidad en nuestra cultura, en nuestra forma de ser, pensar y
conducirnos.

Los principios son reglas o normas de conducta que orienta la acción. Se


trata de normas de carácter general, máximamente universales, como, por
ejemplo: amar al prójimo, no mentir, respetar la vida.

Los principios son declaraciones propias del ser humano, que apoyan su
necesidad de desarrollo y felicidad, los principios son universales y se los
puede apreciar en la mayoría de las doctrinas y religiones a lo largo de la
humanidad.

Los valores son todo aquello que lleve al hombre a defender y crecer en
su dignidad de persona. El valor moral conduce al bien moral. Recordemos que
bien es aquello que mejora, perfecciona, completa.

Depende exclusivamente de la elección libre, el sujeto decide alcanzar


dichos valores esto sólo será posible basándose en esfuerzo y perseverancia.
El hombre actúa como sujeto activo y no pasivo ante los valores morales, ya
que obtienen basándose en mérito.

Estos valores perfeccionan al hombre de tal manera que la hacen más


humano, verbigracia, la justicia hace al hombre más noble, de mayor calidad
como persona.

El valor se refiere a una excelencia o a una perfección. Verbigracia, se


considera un valor decir la verdad y ser honesto; ser sincero en vez de ser
falso; es más valioso trabajar que robar. La práctica del valor desarrolla la
humanidad de la persona, mientras que el contravalor lo despoja de esa
cualidad.

Estos valores fundamentales deben manifestarse en el que cada individuo


pueda vivir una vida plena desarrollando su personalidad y sus capacidades,
y en el que los derechos humanos y civiles estén amparados en el marco de
una sociedad democrática, como gobierno de las mayorías, con pleno
respeto de las minorías, de las libertades y de los derechos individuales, sin
exclusiones, sin segregaciones, sin marginamientos, sin discriminados por su
condición económica, social, religiosa, cultural, étnica o de sexo.
Principios:
Universales e inalienables

El principio de la universalidad de los derechos humanos es la piedra angular del


derecho internacional de los derechos humanos. Este principio, tal como se
destacara inicialmente en la Declaración Universal de Derechos Humanos, se ha
reiterado en numerosos convenios, declaraciones y resoluciones internacionales de
derechos humanos. En la Conferencia Mundial de Derechos Humanos celebrada
en Viena en 1993, por ejemplo, se dispuso que todos los Estados tuvieran el deber,
independientemente de sus sistemas políticos, económicos y culturales, de
promover y proteger todos los derechos humanos y las libertades fundamentales.

  Todos los Estados han ratificado al menos uno, y el 80 por ciento de ellos
cuatro o más, de los principales tratados de derechos humanos, reflejando así el
consentimiento de los Estados para establecer obligaciones jurídicas que se
comprometen a cumplir, y confiriéndole al concepto de la universalidad una
expresión concreta. Algunas normas fundamentales de derechos humanos gozan
de protección universal en virtud del derecho internacional consuetudinario a través
de todas las fronteras y civilizaciones.

Los derechos humanos son inalienables. No deben suprimirse, salvo en


determinadas situaciones y según las debidas garantías procesales. Por ejemplo,
se puede restringir el derecho a la libertad si un tribunal de justicia dictamina que
una persona es culpable de haber cometido un delito.

Interdependientes e indivisibles

Todos los derechos humanos, sean éstos los derechos civiles y políticos, como
el derecho a la vida, la igualdad ante la ley y la libertad de expresión; los derechos
económicos, sociales y culturales, como el derecho al trabajo, la seguridad social y
la educación; o los derechos colectivos, como los derechos al desarrollo y la libre
determinación, todos son derechos indivisibles, interrelacionados e
interdependientes. El avance de uno facilita el avance de los demás. De la misma
manera, la privación de un derecho afecta negativamente a los demás.  

Iguales y no discriminatorios

La no discriminación es un principio transversal en el derecho internacional de


derechos humanos. Está presente en todos los principales tratados de derechos
humanos y constituye el tema central de algunas convenciones internacionales
como la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de
Discriminación Racial y la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de
Discriminación contra la Mujer.

El principio se aplica a toda persona en relación con todos los derechos


humanos y las libertades, y prohíbe la discriminación sobre la base de una lista no
exhaustiva de categorías tales como sexo, raza, color, y así sucesivamente. El
principio de la no discriminación se complementa con el principio de igualdad, como
lo estipula el artículo 1 de la Declaración Universal de Derechos Humanos: “Todos
los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos”.

Derechos y obligaciones
Los derechos humanos incluyen tanto derechos como obligaciones. Los Estados
asumen las obligaciones y los deberes, en virtud del derecho internacional, de
respetar, proteger y realizar los derechos humanos. La obligación de respetarlos
significa que los Estados deben abstenerse de interferir en el disfrute de los
derechos humanos, o de limitarlos. La obligación de protegerlos exige que los
Estados impidan los abusos de los derechos humanos contra individuos y grupos.
La obligación de realizarlos significa que los Estados deben adoptar medidas
positivas para facilitar el disfrute de los derechos humanos básicos. En el plano
individual, así como debemos hacer respetar nuestros derechos humanos, también
debemos respetar los derechos humanos de los demás.

FUNDAMENTOS DE LOS DERECHOS HUMANOS:


Dignidad humana:

Es la base del desarrollo de los derechos humanos y se refiere al valor inherente


que tiene cada persona por su condición de individuo  de la especie humana.

Libertad:

Atributo de las personas naturales que les permite autodeterminarse y decidir


sobre las opciones y los actos que dan sentido a su existencia.

Igualdad:

Parte del reconocimiento de las diferencias naturales y culturales que existen


entre todos los seres humanos pero establece que frente a éstas, todos y todas
debemos recibir un trato que garantice el igual ejercicio de nuestros derechos
humanos. Todos tenemos derecho a ser iguales cuando la diferencia oprime y
derecho a ser diferentes cuando la igualdad descaracteriza” (Boaventura de Souza
Santos).

Igualdad formal:

Implica que las normas jurídicas traten a todas las personas con neutralidad, sin
ningún tipo de distinción.

Igualdad material:

Implica por una parte, que las personas no tengan obstáculos que impidan el
ejercicio efectivo o el goce de los derechos humanos y, por otra, que puedan
ejercer estos derechos en las mismas condiciones que otras personas.

Discriminación:

Es toda distinción, exclusión, restricción o preferencia basada en cualquier


característica personal o colectiva, temporal o permanente, que tenga por objeto o
resultado (es decir, con intención o sin ella) menoscabar o anular el reconocimiento,
goce o ejercicio de los derechos en condiciones de igualdad, ya sea en el ámbito
público o privado como en todos los aspectos de la vida.

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