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ADMINISTRATIVO
Por ser de índole Pública el Derecho Administrativo como su fase procedimental y procesal
el impulso debe ser de oficio y no es instada, es decir no es necesario que el interesado
solicite que se pase a la siguiente fase sino que por vencimiento de los plazos legales quien
controla el procedimiento o el proceso en su caso deben abrir la siguiente fase sin
requerimiento alguno.
Principio de Escritura
Toda actuación administrativa debe ser escrita, puesto que para que el ciudadano o la
persona interesada pueda fiscalizar el accionar de la Administración Pública y el apego a la
ley de las actuaciones deben ser absolutamente escritas, de esta cuenta en la
Administración Pública no se reputa como legal la verbalización de la actuación
administrativa.
Este principio como se ve de la lectura del artículo 2 del Decreto Legislativo 114-96
únicamente contempla el derecho a defensa que en el procedimiento administrativo se
expresa con el Derecho de audiencia.
Íntimamente ligado a este derecho se encuentra el Debido Proceso, que se podría expresar
que a ninguna persona se le puede imponer sanción administrativa sin agotar debidamente
las fases las cuales deben estar preestablecida. Este principio dirigido a la Administración
Pública lo podemos encontrar en el artículo 10 inciso h de la Ley de Amparo, Exhibición
Personal y de Constitucionalidad
Como podemos colegir de la lectura el principio del debido proceso no es sólo una garantía
judicial sino también de la Administración Pública en cuanto a respetar las fases el
procedimiento en donde el derecho de audiencia, inspeccionar el expediente, presentar y
fiscalizar la prueba son aspectos fundamentales, de esta cuenta en el procedimiento
administrativo se constituye como una garantía judicial a lo cual la Corte Interamericana ha
afirmado:
“En lo que respecta a la aplicación de las garantías contenidas en el artículo 8 de la
Convención Americana para procesos que no sean de naturaleza penal, la Corte recuerdo
que si bien esta disposición se titula “Garantías Judiciales”, su aplicación no se limita a los
recursos judiciales en sentido estricto, sino al conjunto de requisitos que deben observarse
en las instancias procesales a efectos de que las personas estén en condiciones de
defender adecuadamente sus derechos ante cualquier tipo de acto del Estado que pueda
afectarlos. Es decir, cualquier actuación u omisión de los órganos estatales dentro de un
proceso, sea administrativo sancionatorio o jurisdiccional, debe respetar el debido proceso
legal.” Corte Interamericana de Derechos Humanos. Caso Maldonado Ordoñez Vs.
Guatemala. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 03 de mayo
de 2016. Serie C No. 311. Párr. 71.
Principio de Celeridad
Este principio es la garantía que el administrado recibirá aún sin haber vencido el plazo una
respuesta de la Administración Pública a su petición o a su recurso administrativo, esta
temporalidad está contemplada en el artículo 28 constitucional con un máximo de plazo de
30 días de no cumplirse con este plazo se puede instar su cumplimiento a través de la
Acción Constitucional de Amparo.
La Corte de Constitucionalidad ha contemplado:
“Tal precepto impone la obligación positiva al órgano administrativo ante el cual se formula
la solicitud que le dé el trámite correspondiente, la resuelva -acogiéndola o denegándola- y
que notifique la resolución resultante, dentro de un plazo no mayor de treinta días; tal norma
es congruente con lo establecido en el artículo 10 inciso f) de la Ley de Amparo, Exhibición
Personal y de Constitucionalidad. En caso de que la autoridad omita el cumplimiento de tal
obligación, el interesado puede acudir al amparo para que se fije un plazo razonable, a
efecto de que cese la demora en resolver.”
Corte de Constitucionalidad. Expediente 4349-2009. Fecha de Sentencia: 10/02/2010.
Este principio le informa a la Administración Pública que las actuaciones deben ser sencillas
de tal forma que el administrado le sea de fácil comprensión las decisiones, para que
manifieste en su caso su desacuerdo de manera antiformal, es decir, que el escrito con el
cual el administrado manifiesta su desacuerdo no debe cumplir sino con los mínimos
formales.
También esto implica que no debe ser auxiliado por Abogado, ni tampoco por no cumplir
con algún formalismo puede ser rechazado o no recibido. Esto se relaciona íntimamente
con el principio de accesibilidad contemplado en el artículo 29 constitucional.
Para lo cual la Corte de Constitucionalidad ha dicho:
“[...] rechazar de plano las demandas, escritos y demás peticiones por parte de las oficinas
públicas y tribunales de justicia, por no cumplir con un requisito de índole tributaria que,
normalmente, no pesa sobre los justiciables sino sobre el profesional que los patrocina,
constituye una abierta contravención a los artículos 28 y 29 de la Constitución por cuanto
condiciona irresponsablemente los derechos de petición y/o de libre acceso a las oficinas y
entidades del Estado. Adicionalmente, ese condicionamiento se traduce en una restricción a
la libertad que conforme a la Ley Fundamental todo guatemalteco tiene para poder hacer
sus peticiones y constituye un ablandamiento inaceptable de la obligación que tiene la
autoridad de resolverlas como corresponde.” Corte de Constitucionalidad. Expediente
1434-96. Fecha de Sentencia 10/12/1997.
Principio de Eficacia
Principio de gratuidad
Obligación de resolver
Principio de congruencia
“Sin embargo, para que este derecho de petición sea efectivo, la Corte estima que este
debe a su vez comprender una respuesta oportuna, coherente, completa y detallada sobre
los asuntos indicados en la petición, independientemente de que sea favorable o no a lo
solicitado”.
Corte Interamericana de Derechos Humanos. Caso Pueblo Kaliña y Lokono Vs Surinam.
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 25 noviembre de 2015. Serie C No. 309. Párr.
246.
Principio de Legalidad
Fundamentación
“[…] para que la Administración Pública dé respuesta las peticiones de los administrados se
computará a partir de que las actuaciones se encuentren en estado de resolver, es decir,
cuando agotado el trámite establecido en la ley o completadas las diligencias fijadas
legalmente por la autoridad administrativa, no existan más actuaciones que únicamente la
emisión en definitiva de la cuestión planteada. Ello implica que para llegar a esa fase
-estado de resolverse imprescindible que el órgano administrativo haya iniciado y realizado
las diligencias pertinentes, pues en ausencia del normal desarrollo de las etapas
administrativas de rigor es imposible, tanto al interesado como a la administración,
establecer el momento a partir del cual se comienza a computar el plazo legal para que se
emita la respuesta de lo solicitado, lo que configura violación al derecho de petición.”
Corte de Constitucionalidad. Expediente 152-2019. Fecha de Sentencia: 26/08/2019.
“[…] el ejercicio del derecho de petición conlleva la facultad de todo habitante de presentar
solicitudes ante la administración pública. El Estado, para hacer efectivo ese derecho, tiene
la obligación de tramitar esas peticiones, resolverlas y notificarlas en el plazo que no exceda
de treinta días, que se empieza a contar a partir de haberse concluido la última diligencia
administrativa dentro del expediente respectivo […]”
Corte de Constitucionalidad. Expediente 979-2016. Fecha de Sentencia: 14/07/2016.
“Tal precepto impone la obligación positiva al órgano administrativo ante el cual se formula
la solicitud que le dé el trámite correspondiente, la resuelva -acogiéndola o denegándola- y
que notifique la resolución resultante, dentro de un plazo no mayor de treinta días; tal norma
es congruente con lo establecido en el artículo 10 inciso f) de la Ley de Amparo, Exhibición
Personal y de Constitucionalidad. En caso de que la autoridad omita el cumplimiento de tal
obligación, el interesado puede acudir al amparo para que se fije un plazo razonable, a
efecto de que cese la demora en resolver.”
Corte de Constitucionalidad. Expediente 4349-2009. Fecha de Sentencia: 10/02/2010.
“[…] se viola el derecho de petición cuando las solicitudes escritas se dejan indefinidamente
sin respuesta y, en reiteradas oportunidades, ha declarado que la autoridad administrativa
trasgrede ese derecho cuando no resuelve en el plazo que consigna el artículo 28 de la
Constitución.”
Corte de Constitucionalidad. Expediente 254-92. Fecha de Sentencia: 07/10/1992.
Principio de accesibilidad
“[...] el referido precepto constitucional encierra el reconocimiento expreso de que todos los
actos de la administración son públicos –pese al equívoco que puede propiciar su epígrafe,
que en todo caso carece de contenido normativo–; así como del derecho de la población de
acceder a esa información, como titular de la soberanía nacional, de la que sus poseedores
son sólo mandatarios. Ello explica que para ejercerlo el ciudadano no tenga más que
manifestar su legítima voluntad de conocer la organización, el funcionamiento y los
procesos de adopción de decisiones del aparato gubernamental destinado a procurar su
bienestar y el de sus pares; es en esto que se entiende configurado su interés sobre el
asunto de que se trate, y no en la acepción netamente procesal del vocablo, que queda
descontextualizada al ser desechada la tesis de que la publicidad de los actos
administrativos es el único objeto de la disposición de mérito.”
Corte de Constitucionalidad. Expedientes acumulados 1373-2009, 1412-2009 y 1413-2009.
Fecha de Sentencia: 30/11/2010.
“[…] los órganos estatales están compelidos a cumplir con las funciones que la propia
Constitución y las leyes les han encargado, teniendo como parte fundamental de ellas la
publicidad de los actos que conciernen sus atribuciones, es decir, actuar con extrema
transparencia para que el pueblo pueda tener conocimiento y fiscalizar las decisiones que
se toman, ya que este el que ostenta el poder y los funcionarios son los meros delegados
del mismo. Ello permite determinar que la publicidad de los actos de los órganos estatales
es un pilar esencial de la democracia en la que se concibe la organización del Estado
guatemalteco”.
Corte de Constitucionalidad. Expediente 834-2017. Fecha de Sentencia: 03/05/2018.
“Por otra parte, la participación de las víctimas en el proceso implica el acceso al expediente
respectivo. Sin perjuicio de ellos, es admisible que en ciertos casos exista reserva de las
diligencias adelantadas durante la investigación preliminar en el proceso penal, para
garantizar la eficacia de la administración de justicia. La Corte ha dicho también que, no
obstante, tal potestad estatal ‘en ningún caso […] puede invocarse para impedir a la víctima
el acceso al expediente de una causa penal [y…], de ser el caso, debe ser garantizada
adoptando las medidas necesarias compatibles con el ejercicio de los derechos procesales
de las víctimas”.
Corte Interamericana de Derechos Humanos. Caso Castillo González y Otros Vs.
Venezuela. Fondo. Sentencia de 27 de noviembre de 2012. Serie C No. 256. Párr. 168.
Principio de Intimidad
La limitación del Derecho al Acceso a la Información Pública está limitado por el Derecho a
la intimidad contenido en el artículo 24 constitucional, de esta cuenta no todos los
administrados pueden conocer el contenido de un archivo que implique datos sensibles de
otro administrado sino por razones de orden público por ejemplo el combate al crimen
organizado, pero en general, siempre y cuando el administrado no sea exfuncionario público
el conocimiento de sus cuentas bancarias, el monto de sus impuestos y otras informaciones
clasificadas como sensibles no son del dominio público.
Como sí lo serán por ejemplo si es contratista del Estado y cualquier ciudadano tiene
derecho a saber el monto de contrataciones que ha realizado con el Estado determinada
persona individual o jurídica.