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La importancia de cuidar tu piel

De todos los órganos del cuerpo, la piel es el más versátil de todos. Es el único órgano que está
directa y constantemente abierto al exterior. La piel protege de agentes externos, del calor y el
frío, del aire y los elementos, de las bacterias, es impermeable, se repara y lubrica a sí misma,
incluso elimina algunos residuos del cuerpo.

Como sus parientes el pelo y las uñas, refleja tanto la salud física como la mental. La piel puede
avisar de enfermedades internas con cambios en su color o textura, con aparición de granos o de
manchas. Proporciona el sentido del tacto, puede ser áspera o delicada, suave o arrugada, según
dicten las necesidades o la edad.

Puede erizarse, salirle ampollas, producir sensación de hormigueo, picar, doler, sudar, estirarse,
encogerse, sangrar y sonrojarse. La piel contribuye a la producción de vitamina D, vital para la
salud de huesos y articulaciones. Controla la temperatura del cuerpo. Puede mostrar las
emociones, es fuente de atracción social y sexual y denota el origen racial. "La piel de un adulto
medio cubre casi dos metros cuadrados y pesa más de dos kilos y medio"

¿Qué es la piel?
Algunos de los datos de la piel son impresionantes: cada mano tiene 17.000 receptores táctiles y
200 terminaciones nerviosas por centímetro cuadrado. La piel de un adulto medio cubre casi dos
metros cuadrados, pesa algo más de dos kilos y medio y muda alrededor de diecinueve kilos de
células muertas a lo largo de la vida.

La piel tiene una estructura compleja formada por dos capas diferentes: la epidermis y, bajo ella,
la dermis.

Capas de la piel
La epidermis es variable en grosor, de un milímetro en las palmas de las manos y plantas de los
pies, donde la protección contra la presión es lo más importante, a una décima de milímetro en la
cara, párpados y labios, donde se necesita precisión y rapidez en los movimientos.

La epidermis no contiene hematíes, pero produce melanina, que oscurece la piel para protegerla
del sol. El color rosáceo de las personas con la piel blanca está influido por el color rojo de las
células sanguíneas y por el caroteno, que filtra la luz solar.

En la parte más profunda de la epidermis, las células jóvenes, que son ovaladas, suaves y
blandas, se dividen constantemente y salen a la superficie aproximadamente cada veintiocho
días.

Cambian según suben por la zona germinativa y se rellenan de keratina (una sustancia fibrosa
que también se encuentra en el pelo y las uñas), se aplana y se unen unas a otras estrechamente
para formar las dos secciones protectoras de la epidermis: la brillante membrana interior y la
superficie con sus millones de pelos y glándulas sudoríferas.

Sujetas a constante desgaste, estas células se descaman, pero son constantemente reemplazadas.
Nuevas células proporcionan el agua esencial para mantener la flexibilidad de la piel.

Bajo la epidermis está la dermis, una capa fibrosa, más gruesa en los hombres que en las
mujeres, más basta en la espalda y variable en grosor (entre medio milímetro y tres). Está llena
de colágeno, que con sus fibras elásticas le da a la piel solidez y elasticidad.

La dermis alimenta la producción de keratina, extrae los desechos y regula la temperatura


corporal. Varios miles de terminaciones nerviosas juegan un papel esencial en el sentido del tacto
percibiendo frío, calor, presión y dolor.

Hay también bolsas de folículos pilosos, donde las glándulas sebáceas segregan sebo, una
sustancia aceitosa que hace que la piel sea dúctil y el pelo brillante.

Las uñas son, simplemente, keratina comprimida. Como la piel, la base de la uña tiene una zona
germinativa y una dermis que sirve de base, que proporciona sangre y que da a la uña su tono
sonrosado. Junto a su raíz, la uña es más densa y el suministro de sangre reducido, de aquí la
media luna blanca. La cutícula forma un sello impermeabilizador.

El pelo es la capa más exterior de la epidermis, y tiene varias funciones protectoras. El pelo de la
cabeza aísla, las pestañas y los pelos de la nariz y las orejas protegen de objetos extraños y las
cejas ayudan a evitar que el sudor llegue a los ojos. "Los problemas emocionales también pueden
provocar problemas en la piel"

¿Por qué varía el color de la piel?


La cantidad y la distribución del pigmento oscuro (melanina) determina el color de la piel, y sus
variaciones reflejan la adaptación del cuerpo a diferentes entornos.

La piel negra, por ejemplo, ayuda a proteger de las quemaduras solares. Los escandinavos tienen
la piel pálida para evitar las deficiencias de vitamina D en un entorno en el que la luz solar es
reducida. Los albinos carecen del gen que produce la melanina.

Aunque la piel tiene una increíble capacidad para mantenerse, resistir el sol, el viento, el agua y
muchos tipos de malas prácticas como los tatuajes o la higiene excesiva, es presa de muchos
desarreglos, infecciones y enfermedades.
Seis centímetros cuadrados pueden albergar hasta seis millones de bacterias. Los problemas
emocionales también pueden provocar problemas en la piel.

Anexos de la piel
La dermis es más gruesa que la epidermis. En ella se encuentran los anexos cutáneos, que son de
dos tipos: córneos (pelos y uñas) y glandulares (glándulas sebáceas y sudoríparas). Cuenta
también con vasos sanguíneos y terminaciones nerviosas.

Los anejos de la piel, como folículos y glándulas sebáceas y sudoríparas, también desempeñan
diversos papeles en su función global. La piel comprende tres capas: epidermis, dermis y
subcutis. La epidermis, como capa más externa que vemos y tocamos, nos protege frente a
toxinas, bacterias y pérdida de líquidos.

La piel es vital para nuestra salud y bienestar globales. Además de actuar como primera línea
defensiva del organismo frente a bacterias y virus, la piel sana mantiene el equilibrio de líquidos
y contribuye a regular la temperatura corporal. Es muy sensible y reconoce el toque más suave
así como el dolor. Es el órgano más grande y visible, que cubre casi 2m² y representa casi 1/6 de
nuestro peso corporal. El estado de la piel puede ejercer también un impacto significativo sobre
nuestra autoestima.

Estructura de la piel
La piel, órgano dinámico constantemente cambiante, se compone en tres capas principales:
epidermis, dermis y subcutis o tejido subcutáneo, cada una de las cuales está formada por varias
subcapas. Los anejos de la piel, como folículos y glándulas sebáceas y sudoríparas, también
desempeñan diversos papeles en su función global.

Ilustración gráfica de capa de piel


La piel comprende tres capas: epidermis, dermis y subcutis.

Epidermis:
La epidermis, como capa más externa que vemos y tocamos, nos protege frente a toxinas,
bacterias y pérdida de líquidos. Consta de 5 subcapas de células llamadas queratinocitos. Estas
células, producidas en la capa basal más interna, migran hacia la superficie de la piel madurando
y experimentando una serie de cambios. Este proceso, conocido como queratinización (o
cornificación), hace que cada una de las subcapas sea distinta.

Capa basal (o estrato basal): Es la capa más interna, donde se producen los queratinocitos.

Capa espinosa (o estrato espinoso): Los queratinocitos producen queratina (fibras de proteína) y
llegan a adoptar forma de huso.

Capa granular (estrato granuloso): Comienza la queratinización: las células producen gránulos
duros y, a medida que éstos empujan hacia arriba, cambian a queratina y lípidos epidérmicos.

Capa clara (estrato lúcido): Las células están densamente comprimidas, aplanadas y no pueden
distinguirse unas de otras.

Capa córnea (o estrato córneo): Es la capa más externa de la epidermis y comprende, en


promedio, unas 20 subcapas de células muertas, aplanadas, en función de la parte del cuerpo que
recubre la piel. Estas células muertas se desprenden regularmente en un proceso conocido por
descamación. La capa córnea es también asiento de los poros de las glándulas sudoríparas y las
aberturas de las glándulas sebáceas.

La piel es vital para nuestra salud y bienestar globales. Además de actuar como primera línea
defensiva del organismo frente a bacterias y virus, la piel sana mantiene el equilibrio de líquidos
y contribuye a regular la temperatura corporal. Es muy sensible y reconoce el toque más suave
así como el dolor. Es el órgano más grande y visible, que cubre casi 2m² y representa casi 1/6 de
nuestro peso corporal. El estado de la piel puede ejercer también un impacto significativo sobre
nuestra autoestima.

Dermis
La dermis es la capa de la piel situada bajo la epidermis y firmemente conectada a ella. La cara
interna de la membrana basal de la epidermis se une a la dermis.

Desempeña una función protectora, representa la segunda línea de defensa contra los
traumatismos (su grosor es entre 20 y 30 veces mayor que el de la epidermis).

Las capas profundas de la dermis contienen folículos pilosos con sus músculos lisos erectores de
pelo, y glándulas sebáceas. Otra de sus funciones es la de nutrir a la epidermis, ya que esta capa
carece de capilares sanguíneos por lo que depende de la irrigación sanguínea de la dermis.
Función termorreguladora: la irrigación de la dermis puede contraerse por vasoconstricción si
hace frío y expandirse por vasodilatación si hace calor.

También el sudor se inicia en las glándulas sudoríparas que contiene. Función estructural: da
sostén a la epidermis gracias a las papilas dérmicas y al contener fibras de colágeno da estructura
(densidad y fuerza) a esta capa. Su alta concentración en fibras colágenas y elásticas (colágeno y
elastina) proporciona también elasticidad a toda la piel. Tiene también la función sensitiva, ya
que en esta capa se encuentran las células y estructuras nerviosas encargadas de sentir: presión,
calor, frío, suavidad, dolor, cosquillas, templado..
Dermis. Se encuentra por debajo de la epidermis y está compuesta por terminaciones nerviosas,
vasos sanguíneos, glándulas sebáceas y sudoríparas, colágeno y elastina. ... La dermis mide unos
cuatro milímetros de espesor y está dividida en tres zonas: la dermis papilar, la dermis reticular y
la dermis profunda.

Subcutis
El tejido subcutáneo, también llamado hipodermis, hipodermia, subcutis o fascia superficial, es
la capa más baja del sistema tegumentario en vertebrados. Los tipos de células que se encuentran
en la hipodermis son fibroblastos, células adiposas y macrófagos. La hipodermis se deriva del
mesodermo, pero a diferencia de la dermis, no se deriva de la región dermatoma del mesodermo.
En los artrópodos, la hipodermis es una capa epidérmica de células que segrega la cutícula
quitosina. El término también se refiere a una capa de células que se encuentra inmediatamente
por debajo de la epidermis de las plantas. La hipodermis está debajo de la dermis que está debajo
de la epidermis.

Se utiliza principalmente para el almacenamiento de grasa. Una capa de tejido se encuentra


inmediatamente por debajo de la dermis de la piel de los vertebrados. A menudo se denomina
tejido subcutáneo, aunque se trata de un término menos preciso y anatómicamente inexacto. La
hipodermis consiste principalmente de tejido conjuntivo suelto y lóbulos de grasa. Contiene
vasos sanguíneos y nervios más grandes que los que se encuentran en la dermis.

Maifre Cruceta #5

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