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CONCIERTO ANIMAL

Por Blanca Varela

mi cabeza como una gran canasta


lleva su pesca

deja pasar el agua mi cabeza

mi cabeza dentro de otra cabeza


y más adentro aún
la no mía cabeza

mi cabeza llena de agua


de rumores y ruinas
seca sus negras cavidades
bajo un sol semivivo

mi cabeza en el más crudo invierno


dentro de otra cabeza
retoña

~Blanca Varela (Lima, 1926-2008) Su poesía se gesta en el periodo post- surrealista. Explora el amor y el desamor, lo cotidiano y el mar, la esperanza y la oscuridad.
PROSAS APÁTRIDAS
Por Julio Ramón Ribeyro

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¡Cuánto tienen que circular los objetos para encontrar en una casa el lugar que les conviene! En los pocos años que llevamos en la Place
Falguiére, sillas, lámparas, cuadros, estantes, han sido protagonistas de un fatigante periplo, que los llevó de pieza y de rincón en rincón.
Algunos, es verdad, se adaptan con facilidad y terminan por habitar pacíficamente con sus vecinos. Otros, los insociables, los réprobos, no
encuentran posición ni lugar y transitan sin descanso de un espacio a otro, sin echar amarras en ningún sitio. Mal que bien, a regañadientes,
terminan a veces por aceptar una esquina y llevar allí una vida que yo adivino plena de incomodidad y de resentimiento irrecuperables,
aquellos que no transigen con nada y que, como castigo a su espíritu subversivo, son recluidos en el fondo de un cajón o en la oscuridad de un
sótano. Objetos terribles, condenados, que deben estar tramando en silencio alguna venganza atroz.

~Julio Ramón Ribeyro (Lima 1929-1994) Estudio letras y derecho en la PUCP. En 1960 emigró a París donde trabajó como periodista en France Presse y posteriormente como
consejero cultural y embajador en la UNESCO. Dueño de una obra que toca una inmensa gama de registros, su producción cuentística es una de las más fecundas y
significativas del siglo XX.
LA PRIMERA NIEVE
Por Louise Glück

Como una niña, la tierra se va a dormir,


o al menos así dice el cuento.

Pero no estoy cansada, dice,


y la madre responde: Puede que tú no estés cansada pero yo sí.

Lo puedes ver en su rostro, todo el mundo puede.


Así que la nieve debe caer, el sueño debe venir.
Porque la madre está mortalmente harta de su vida
y necesita silencio.

(del libro ‘Una vida de pueblo’)

~Louise Glück (Nueva York, 1943) es una poeta estadounidense en lengua inglesa. El 8 de octubre del 2020 se anunció que ganó el Premio Nobel de Literatura.
UN GATO EN UN PISO VACÍO
Por Wislawa Szymborska

Morir, eso no se le hace a un gato. Se ha buscado en todos los armarios.


Porque qué puede hacer u gato Se ha recorrido la estantería.
en un piso vacío. Se ha husmeado debajo de la alfombra y se ha
Trepar por las paredes. mirado.
Restregarse entre los muebles. Incluso se ha roto la prohibición
Parece que nada ha cambiado y se han desparramado los papeles.
y, sin embargo, ha cambiado. Qué más se puede hacer.
Que nada se ha movido, Dormir y esperar.
pero está descolocado.
Y por la noche la lámpara ya no se enciende. Ya verá cuando regrese,
Se oyen pasos en la escalera, ya verá cuando aparezca.
pero no son ésos. Se va a enterar
La mano que pone el pescado en el plato de que eso no se le puede hacer a un gato.
tampoco es aquella que lo ponía. Irá hacia él
como si no quisiera,
Hay algo aquí que no empieza despacito,
a la hora de siempre. con las patas muy ofendidas.
Hay algo que no ocurre Y nada de saltos ni maullidos al principio.
como debería.
Aquí había alguien que estaba y estaba,
que de repente se fue
e insistentemente no está.

~Wislawa Szymborska (Prowent, actual Kórnik 1923 - Cracovia, 2012) fue una poeta, ensayista y traductora polaca, ganadora del Premio Nobel de Literatura en 1996.
NEW YORK
por Carlos Oquendo y Amat

(Del libro 5 metros de poemas)

~Carlos Oquendo y Amat (Puno 1905 - Guadarrama, 1936), está considerado uno uno de los más sobresalientes exponentes de la poesía contemporánea del Perú.
LA HERMANDAD NEGRA
Por H.P Lovecraft

Vastas panorámicas del espacio se arremolinaban ante mí en una dimensión desconocida, y en el centro veía una colección de cubos gigantes,
esparcidos en una ensenada de radiación agitada y violenta. Entre ellos se movían figuras enormes, cambiantes, unos conos rugosos cuya talla
alcanzaba los diez pies de altura y reposaban su base compuesta de un material semi -elástico, con escamas y bultos. De sus ápices salían
cuatro miembros flexibles, cilíndricos, cada uno por lo menos de un pie de ancho, y de una sustancia similar, aunque más parecida a la carne,
como la de los conos. Estos eran los supuestos cuerpos de los miembros que los coronaban. Según pude observar, tenían la capacidad de
contraerse y dilatarse algunas veces hasta alcanzar una medida de largo similar a la altura del cono al que estaban adheridos. Dos de estos
miembros tenían unas enormes garras en el extremo, mientras que un tercero llevaba la cresta de cuatro apéndices rojos con forma de
trompeta, y el cuarto acababa en un globo amarillo de dos pies de diámetro, en medio del cual había tres enormes ojos, de un ópalo oscuro,
que, dada su posición en el miembro elástico, podía volverse en cualquier dirección. Fue una escena que me causó gran fascinación, pero al
mismo tiempo me inspiraba una repelencia atroz, dada la absoluta extrañeza y el aura de temibles descubrimientos que se desprendía de ella.
Con mayor claridad y distinción, pude ver las figuras moverse: parecían atender a los grandes cubos; logré ver que sus extrañas cabezas
estaban coronadas por cuatro grandes tallos grises con apéndices similares a unas flores y que, en su parte inferior, ostentaban ocho
tentáculos sinuosos y elásticos, del color verde alga, constantemente agitados en un movimiento de serpentina. Estos tentáculos se dilataban y
se contraían, se alargaban y se acortaban; azotaban de un lado a otro como si tuviesen una vida independiente de aquella que animaba a los
conos, que parecían perezosos. La escena estaba bañada en un descolorido resplandor rojo, el de un sol moribundo que, al fallarle su planeta
hubiera pasado a un segundo plano en la radiación violeta de la ensenada.

~H.P. Lovecraft (1890-1937) fue el fundador y profeta de una religión esotérica y estética. Fue un escritor estadounidense, autor de novelas y relatos de terror y ciencia
ficción. Se le considera un gran innovador del cuento de terror, al que aportó una mitología propia (los mitos de Cthulhu), desarrollada en colaboración con otros autores y
aún vigente. Su obra constituye un clásico del terror cósmico materialista, una corriente que se aparta de la temática tradicional del terror sobrenatural (satanismo,
fantasmas), incorporando elementos de ciencia ficción (razas alienígenas, viajes en el tiempo, existencia de otras dimensiones). Cultivó también la poesía, el ensayo y la
literatura epistolar.

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