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de refugio
Trabajar por y para los animales puede ser apasionante pero también
emocionalmente agotador…
La Fatiga por Compasión o Desgaste por Empatía es una forma de estrés traumático secundario
reconocida dentro de la Psicología. Afecta a un gran número de profesionales y voluntarios
dedicados al cuidado de perros, gatos y otras especies animales. Sin embargo, pocos conocen este
síndrome.
Charles Figley, director del Tulane Traumatology Institute, acuñó, en 1995, el término Compassion
Fatigue (Fatiga por Compasión o Desgaste por Empatía, en castellano). Actualmente, es un
concepto en evolución dentro de la Psicotraumatología y se asocia con el “coste de cuidar” de
otros, animales o personas, que padecen sufrimiento físico o emocional. Se considera una forma
de estrés traumático secundario y está relacionada con el Burn-out o la desmotivación en el
trabajo.
Como veis, la Fatiga por Compasión existe, no es una invención y se estudia desde la disciplina de
la Psicología.
El día a día de refugios y protectoras es duro. Muy duro. Sobra decir porqué…
También lo es la realidad que viven algunos veterinarios en sus consultas al tener que atender
animales gravemente heridos o enfermos. Y, otras veces, al verse obligados a lidiar con
propietarios que no tienen precisamente como prioridad el bienestar de sus “mascotas”
(aprovecho para descalificar el término “mascota”, que me parece muy desafortunado para
describir a cualquier tipo de ser vivo).
Y luego están las vivencias de muchos etólogos o/y educadores caninos o felinos, que también
deben hacer frente a la resolución de complicados problemas de comportamiento. En ocasiones,
compartiendo el sufrimiento del animal y/o sus propietarios durante la terapia de modificación de
conducta.
Todos ellos son (somos) grupos de riesgo cuando hablamos de Fatiga por Compasión porque
nuestra propia capacidad de compasión y empatía está en el centro mismo de la capacidad para
llevar a cabo nuestro trabajo.
Según la psicóloga Diana Thomas, la Fatiga por Compasión se caracteriza por tres grupos de
síntomas similares a los de Trastorno por estrés Post Traumático:
Re-experimentación (revivir, recordar con una gran carga emocional situaciones dolorosas)
La Fatiga por Compasión puede llevar a la depresión y generar, incluso, pensamientos de suicidio.
Datos reveladores
La primera encuesta sobre salud mental realizada en USA entre veterinarios, puso de relieve que
uno de cada 6 había contemplado la opción de suicidio. En el Reino Unido, otro estudio determinó
que los veterinarios eran 4 veces más proclives a cometer suicidio que los trabajadores de otros
colectivos profesionales.
Por su parte, un estudio reciente publicado en el American Journal of Preventive Medicine reveló
que los trabajadores de los refugios de animales en Estados Unidos tenían una tasa de suicidio de
5.3 por millón, la más alta entre todos los trabajadores del país.
No tenemos datos para España, pero está claro que los profesionales que se dedican al cuidado
animal se enfrentan a situaciones de alta complejidad en su día a día.
Está en manos de todos nosotros mejorar la vida de los animales que sufren… Educa a los que
tienes a tu alrededor en el trato correcto y respetuoso hacia ellos, colabora con algún refugio o
protectora, ADOPTA o, simplemente, entiende que cualquier ser vivo merece un respeto y una
vida digna. Sólo con eso, ya estarás haciendo mucho.