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Primeras expediciones a la península antártica y mares

australes[editar]
En 1815 el comodoro de marina irlandés al servicio de las Provincias Unidas del Río de la
Plata, Guillermo Brown, emprendió una campaña para hostigar a la flota española en el océano
Pacífico y al transponer el cabo de Hornos con los navíos Hércules y Trinidad los vientos los
llevaron hasta el paralelo 65º S. En la memoria naval institucional llamada Acciones navales de la
República Argentina, 1813-1828, Brown escribió:71
Después de dar vuelta el cabo de Hornos y de soportar los vientos reinantes en estos parages, y después de
haber llegado hasta los 65 grados de latitud, en cuyo parage la mar se les presentó muy llana con horizonte
claro y sereno, sin malos signos, lo que indicaba que no estaban muy lejos de la tierra, el bergantín Trinidad
perdió el tajamar …

Fuentes argentinas mencionan que Brown habría avistado tierras antárticas en esa expedición,
afirman que es la razón por la cual en la cartografía suele llamarse Tierra de la Trinidad a la parte
más septentrional de la península Antártica (por el navío Trinidad), pero Brown tampoco hizo
mención de ese supuesto avistaje en sus Memorias escritas cuando ya se conocía la existencia de
la Antártida, en las que se refiere al hecho:72
Después de dar vuelta al cabo de Hornos, soportando los acostumbrados temporales de viento de esos
mares, el bergantín Trinidad, al mando de D. Miguel Brown, mi hermano, perdió el tajamar (al cual están
asegurados los barbiquejos de la roda), exponiendo a peligro inminente al bauprés …

El 25 de agosto de 1818 el gobierno de las Provincias Unidas del Río de la Plata otorgó las
primeras concesiones para la caza de focas y pingüinos en territorios correspondientes al
continente antártico a Juan Pedro de Aguirre, quien operaba con los buques Pescadora
Director y San Juan Nepomuceno. En el petitorio que Aguirre había presentado el 18 de febrero
solicitó autorización para la instalación de un establecimiento para caza de lobos marinos en alguna
de las islas a la altura del Polo Sur.
La primera tierra descubierta confirmada al sur del paralelo 60° S fue por el inglés William Smith a
bordo del bergantín mercantil Williams, mientras navegaba desde Buenos Aires a Valparaíso,
desviado de su ruta al sur del cabo de Hornos, el 19 de febrero de 1819 avistó la extremidad
nordeste (punta Williams) de la isla Livingston. Denunció su descubrimiento en Valparaíso, pero no
le fue creído y en otro viaje volvió a desviarse alcanzando el 16 de octubre de 1819 la isla Rey
Jorge. Bautizó al archipiélago como Nueva Bretaña del Sur y tomó posesión de él a nombre de la
corona británica, dando a conocer sus descubrimientos al llegar a Montevideo cuando esta ciudad
formaba parte de las Provincias Unidas del Río de la Plata.
El foquero argentino Spiritu Santo al mando del capitán Carlos Tidblom (o Timdblon), fue seguido en
septiembre de 1819 desde las islas Malvinas por el brig estadounidense Hercilia (al mando
de Nathaniel Palmer) alcanzándolo en la isla Decepción en las Shetland del Sur. El hecho de que
estos foqueros se dirigieran a las islas con rumbo fijo suele ser considerado prueba de que las
conocían.

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