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LA CIENCIA

Los individuos a diferencia de los animales, buscan interpretar todo lo que les
rodea, para lo cual conforman un conjunto de conocimientos llamado ciencia,
la cual se caracteriza por ser racional, sistemática, exacta y verificable.

Se ha definido la ciencia como “el campo de la actividad humana que se


propone al estudio de los objetos y procesos de la naturaleza, la sociedad y
el pensamiento, sus propiedades, relaciones y procesos sujetos a leyes”.

El descubrimiento de la ciencia esta condicionado por las necesidades del


hombre en sociedad, o sea, por la producción material. Pero a su vez, la
ciencia influye en el desarrollo de la producción, al descubrir nuevas formas
de fabricación, nuevas fuentes de recursos, lo cual da lugar en el ámbito de
la producción y el consumo a ramas antes desconocidas.

Las ciencias pueden dividirse, en primer lugar, en exactas o naturales y en


humanas o sociales. Ahora bien, tanto las ciencias naturales como las
humanas se dividen a su vez, en puras y aplicadas: son puras puesto que
son el fundamento de las ciencias aplicadas o técnicas de acción. En
consecuencia, se puede establecer la clasificación de las ciencias en:

 CIENCIAS EXACTAS
Las ciencias exactas se dividen a su vez, en ciencias básicas o puras y en
ciencias aplicadas. Entre las ciencias básicas se encuentran la biología, las
matemáticas, la física y la química; y entre las ciencias aplicadas se
encuentran la medicina, la odontología, la arquitectura y la ingeniería entre
otras.

 CIENCIAS SOCIALES O HUMANAS


Las ciencias sociales se dedican al estudio del comportamiento humano
entre otras cosas; estas son de carácter puramente teórico y entre ellas
podemos encontrar a la sociología, la economía política, el derecho, la
filosofía, la historia, la etnología y la antropología.

La ciencia puede palparse en lo cotidiano. Solo basta echar una ojeada a los
objetos que nos rodean en nuestro diario vivir y preguntarnos por el
contenido del conocimiento que ha hecho posible su producción.

Siendo el conocimiento la materia prima de la sociedad a fines del siglo XX,


este presente material se presenta como una invitación a comprender la
naturaleza de la actividad científica generadoras de conocimiento y a forjarse
una visión general de su impacto en la sociedad. Somos testigos de una
excepcional revolución productiva basada en el conocimiento.

Es en este escenario donde, a manera de inducción y telón de fondo, cobra


sentido “aprender a investigar” en los múltiples campos del saber. Este es
uno de los lenguajes de la sociedad y de la organización de nuestros días.

No hay nada más asombroso acerca de la ciencia que su facultad para hacer
conjeturas imaginativas y convertirlas luego en realidades tangibles que
nadie había previamente sospechado. De las ecuaciones de Maxwell sobre
el electromagnetismo salieron la radio y la televisión, de la formula de
Einstein sobre materia y energía salió la bomba atómica; pero también hay
que contar que pueden surgir grandes ideas de algunos accidentes como fue
el de la penicilina.

Pasando al tema de la estrecha relación entre la ciencia y la ingeniería,


podemos describir un puente innegable entre estas dos profesiones. El
ingeniero tipifica el siglo XX. Sin su genio y las vastas contribuciones que ha
hecho en diseño y producción desde el ángulo material de la existencia,
nuestra vida contemporánea no habría alcanzado jamas sus niveles
actuales.

Una razón para tener esta impresión del ingeniero moderno es su estrecha
asociación con el científico. Ambos personajes se parecen, hablan de modo
similar, se preocupan por ecuaciones similares. Nos es fácil distinguirlos. En
ciertas industrias como las de las telecomunicaciones y las del plástico no se
sabe muy bien donde termina el trabajo del científico y donde comienza el
del ingeniero.

La discusión más básica entre las profesiones “ gemelas” de la ciencia y de


la ingeniería radica en sus finalidades. El científico apunta hacia el
descubrimiento de un nuevo conocimiento, útil o no, mientras que el
ingeniero lucha por aterrizar el conocimiento, antiguo o nuevo, y usarlo para
resolver las necesidades de la humanidad. Así son las cosas, un físico
Alemán, Heinrich Herz, descubrió las ondas radiales, pero Guillermo
Marconi, desarrolló la telegrafía sin hilos, una hazaña de la ingeniería. Otro
ejemplo: después de establecer los principios científicos de la fisión nuclear,
crear armas atómicas o centrales nucleares útiles, fue un logro posterior de
los ingenieros mecánicos, eléctricos y químicos.

La anterior descripción del ingeniero puede hacerle parecer demasiado


dependiente del científico, algo así como si se ganara la vida desarrollando
las ideas producidas en el laboratorio del segundo. Sin embargo, y en
realidad, de verdad los científicos son tan dependientes del trabajo de los
ingenieros que podríamos poner al revés la situación anterior, pues buena
parte de los descubrimientos de la ciencia ha partido de la ingeniería. El
ejemplo clásico lo constituye la gestación de los principios de la
termodinámica, la ciencia del calor, aportados por Carnot, un físico francés
quien se dedicó tiempo considerable a estudiar las maquinas de vapor que
habían sido ya desarrolladas por ingenieros que no tuvieran justamente una
ciencia que los guiara.
GRAFICA DE FUNCIONES

JAVIER HERREÑO CERQUERA 36720


JOSE ALEJANDRO SIERRA LONDOÑO 36736

Trabajo presentado para obtener nota parcial en la materia de


MATEMATICAS II, al profesor LUIS FERNANDO SUAREZ, en el segundo
semestre de Ingeniería Civil.

UNIVERSIDAD DEL QUINDIO


FACULTAD DE INGENIERA
PROGRAMA DE INGENIERIA CIVIL
ARMENIA - QUINDIO
2000

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