Está en la página 1de 24

See discussions, stats, and author profiles for this publication at: https://www.researchgate.

net/publication/340608875

Guía de recomendaciones clínicas de kinesiología respiratoria en atención de


pacientes con COVID-19

Technical Report · April 2020

CITATIONS READS

0 1,253

9 authors, including:

Rodrigo Torres-Castro Daniel Humberto Arellano


University of Chile University of Chile
83 PUBLICATIONS   140 CITATIONS    16 PUBLICATIONS   142 CITATIONS   

SEE PROFILE SEE PROFILE

Ruvistay Gutiérrez-Arias Roberto Vera


Thorax National Institute University of Chile
15 PUBLICATIONS   4 CITATIONS    18 PUBLICATIONS   72 CITATIONS   

SEE PROFILE SEE PROFILE

Some of the authors of this publication are also working on these related projects:

secret View project

Co autor View project

All content following this page was uploaded by Rodrigo Torres-Castro on 13 April 2020.

The user has requested enhancement of the downloaded file.


RECOMENDACIONES CLÍNICAS DE

KINESIOLOGÍA RESPIRATORIA EN ATENCIÓN DE

PACIENTES CON COVID-19

Versión 1.0

12 de abril de 2020

Sociedad Chilena de Kinesiología Respiratoria (SOCHIKIR)

Sociedad Argentina de Kinesiología Cardio Respiratoria (SAKICARE)


División de Kinesiología Intensiva, Sociedad Chilena de Medicina Intensiva (DIKISOCHIMI)

Documento preparado por:

Rodrigo Torres Castro


Departamento de Kinesiología, Universidad de Chile, Santiago de Chile.

Magdalena Veronesi
Facultad de Medicina, Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires, Argentina.

Daniel Arellano Sepúlveda


Hospital Clínico Universidad de Chile, Santiago de Chile.

Pablo Gross
Hospital María Ferrer, Buenos Aires, Argentina.

Ruvistay Gutiérrez Arias


Instituto Nacional del Tórax, Santiago de Chile.

Analía Resguardo
Hospital Muñíz, Buenos Aires, Argentina.

Roberto Vera Uribe


Departamento de Kinesiología, Universidad de Chile, Santiago de Chile.

Hernán Cesareo
Hospital Austral, Buenos Aires, Argentina.

Cristián Muñoz Zúñiga


Servicio de Salud Metropolitano Sur, Santiago de Chile.
1. Introducción

Este documento ha sido desarrollado en conjunto por la Sociedad Chilena de Kinesiología

Respiratoria (SOCHIKIR), la división de Kinesiología Intensiva de la Sociedad Chilena de Medicina

Intensiva (DIKISOCHIMI) y la Sociedad Argentina de Kinesiología Cardiorrespiratoria (SAKICARE) para

proveer los lineamientos generales de la atención de kinesiología respiratoria de pacientes con

COVID-19.

Considerando la rápida y continua evolución epidemiológica del COVID-19, esta guía se debe

considerar como sugerencia supeditada a los documentos oficiales de las autoridades sanitarias de

cada país. La evidencia hasta el momento es escasa por lo que alguna recomendación puede

modificarse en el corto y mediano plazo. Por otro lado, esta guía es anticipatoria y será actualizada

a medida que vaya surgiendo nueva evidencia respecto al rol de la kinesiología en pacientes con

COVID-19.

Este documento se ha basado fundamentalmente en:

1. Respiratory physiotherapy in patients with COVID-19 infection in acute setting: a Position Paper

of the Italian Association of Respiratory Physiotherapists (ARIR). Monaldi Arch Chest Dis.

2020;90(1):10.4081/monaldi.2020.1285

2. Surviving Sepsis Campaign: guidelines on the management of critically ill adults with Coronavirus

Disease 2019 (COVID-19). Intensive Care Med. 2020;1–34.

3. Physiotherapy management for COVID-19 in the acute hospital setting: clinical practice

recommendations. https://doi.org/10.1016/j.jphys.2020.03.011
4. Fisioterapia respiratoria en el manejo del paciente con COVID-19: Recomendaciones generales.

Área de Fisioterapia Respiratoria. Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica SEPAR. 2020.

2. Antecedentes del COVID-19

El SARS-CoV-2 es un coronavirus que pertenece a una extensa familia de virus que afectan al ser

humano y varias especies de animales (1). Hasta el momento, se habían identificado seis especies

que pudieran enfermar a una persona: cuatro que causan el resfriado común, el del SARS (surgido

en 2002 también en China) y el del MERS (en 2012, en Arabia Saudí). El nuevo coronavirus fue

detectado por primera vez durante diciembre de 2019, en la ciudad de Wuhan, China (1).

Esta enfermedad afecta a las vías respiratorias y puede provocar desde un cuadro leve hasta una

insuficiencia respiratoria aguda (IRA) y neumonías, con compromiso de otros sistemas, que pueden

ocasionar la muerte. Los síntomas más comunes son (2):

1. Fiebre (89%)

2. Tos (68%)

3. Fatiga (38%)

4. Producción de secreciones (34%)

5. Disnea (19%)

Aproximadamente el 80% de los casos es asintomático o leve, y cerca del 20% causa compromiso

respiratorio severo que requiere manejo hospitalario, llegando a requerir ventilación mecánica

invasiva (VMI) y soporte vital (3).


Los pacientes con síntomas leves se recuperan después de 1 semana, mientras que los casos más

graves experimentan insuficiencia respiratoria progresiva debido al daño alveolar del virus, que

puede conducir a la muerte (1). Los casos que finalmente mueren, son principalmente pacientes de

mediana edad y personas mayores con enfermedades preexistentes (1).

Diferentes estudios han estimado que el rango de reproducción básica (R0) de este virus es entre

2,6 y 4,7 (1). Por otro lado, la duración promedio de incubación de este virus se ha estimado en 4,8

± 2,6, con un rango de 2 a 11 días (4). Las últimas directrices de las autoridades sanitarias chinas

establecieron una duración promedio de incubación de pacientes con neumonías de 7 días, con un

rango entre 2 y 14 días (5).

Las formas principales de transmisión para el COVID-19 son (1):

1. Transmisión de gotitas, ocurre cuando las gotitas respiratorias (como las

producidas cuando una persona infectada tose o estornuda) son ingeridas o inhaladas por personas

cercanas.

2. Transmisión de contacto, puede ocurrir cuando un sujeto toca una superficie u

objeto contaminado con el virus y posteriormente se toca la boca, la nariz o los ojos.

3. Transmisión de aerosol, puede ocurrir cuando las gotitas respiratorias se mezclan

en el aire formando aerosoles y pueden causar infección cuando se inhalan altas dosis en un

ambiente relativamente cerrado.

Además de estas tres rutas, un estudio también indicó que el sistema digestivo es una ruta de

transmisión potencial para la infección por COVID-19 (6).


3. Medidas de protección

Todos los profesionales que atiendan un paciente con COVID-19 deberán obligatoriamente utilizar

elementos de protección personal (EPP). Para los kinesiólogos que realizan procedimientos que

generan aerosoles en pacientes con COVID-19 en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), se

recomienda el uso de mascarillas ajustadas N95, FFP2 o equivalentes, además de EPP (guantes, bata

desechable hidrorepelente y gafas de protección para los ojos) (7). Adicionalmente, se recomienda

quitar el vello facial, utilizar gorro y cubrezapatos. Cabe aclarar que los EPP son de uso único y

deberán descartarse con cuidado.

El riesgo de transmisión de infección respiratoria en trabajadores de la salud depende de varias


condiciones (2):

1. La exposición prolongada al virus


2. La inadecuada higiene de manos
3. Insuficiente equipamiento de protección
4. Insuficiente espacio en las habitaciones
5. Habitaciones sin presión negativa
6. Insuficiente circulación de aire en la habitación

Una variable adicional en los trabajadores de la salud, especialmente los kinesiólogos, es la


dispersión del aire exhalado durante la realización de técnicas y procedimientos respiratorios, como
la oxigenoterapia, succión de secreciones bronquiales, asistencia de la tos o la ventilación mecánica
no invasiva (VMNI).

Dispersión de partículas según intervención


La siguiente información se basa en modelos experimentales desarrollados en una habitación con
presión negativa representando un adulto hombre de 70 kg sentado en una cama de hospital a 45°.
La máxima distancia de dispersión de las intervenciones más comunes:

1. Oxigenoterapia vía cánula nasal: El aire exhalado tuvo una dispersión de 66 cm con el flujo
a 1 L/min, de 70 cm con el flujo a 3 L/min, y de 100 cm con el flujo entre 3 a 5 L/min (8).
2. Oxigenoterapia vía mascarilla oronasal: El aire exhalado alcanzó 40 cm con un flujo de
oxígeno de 4 L/min (9).
3. Oxigenoterapia vía mascarilla de FiO2 variable “de Venturi”: Al programar un 24% de
oxígeno en un pulmón normal la dispersión fue de 40 cm y en un pulmón con daño severo
fue de 32cm. Al programar un 40%, la dispersión fue de 33 cm en un pulmón normal y de
29 cm en un pulmón con daño severo. Estas distancias se estudiaron en una habitación sin
presión negativa (10).
4. Oxigenoterapia vía mascarilla con bolsa de reservorio de no reinhalación: La distancia de
dispersión del aire fue menor a 10 cm independiente del flujo de oxígeno (6 a 12 L/min), e
independiente de si el pulmón es normal o tiene daño severo (9).
5. CPAP vía cánula nasal: Al programar 20 cmH2O en un pulmón normal, la máxima dispersión
del aire fue 33,2 cm (11).
6. Cánula nasal de alto flujo (CNAF): En un pulmón normal la distancia de dispersión fue de
17,2 cm a 60 L/min. Está distancia puede alcanzar 62 cm si la cánula no está bien fijada (11).
7. VMNI vía full face mask: En el modo binivelado (IPAP 10 cmH2O y EPAP 5 cmH2O) en un
circuito simple el aire exhalado a través del portal exhalatorio de la mascarilla fue de 69,3
centímetros en un pulmón normal; 61,8 cm en un pulmón con daño leve; y 58 cm en uno
con daño severo. Si el IPAP se incrementa a 18 cmH 2O el aire exhalado puede llegar a 91,6
cm (12).
8. VMNI vía Helmet: Con un IPAP de 20 cmH2O la distancia de dispersión del aire puede llegar
a 27 cm (12).
9. Nebulización: La nebulización de fármacos con el nebulizador de tipo jet provoca una fuga
lateral del aire exhalado y la distancia aumenta con el aumento de la lesión pulmonar. La
distancia de dispersión es: 45 cm en la configuración pulmonar normal; 54 cm en lesión
pulmonar leve; y 80 cm en lesión pulmonar severa (10).
10. Tos: sin usar una mascarilla, el aire exhalado puede llegar a 68 cm; el uso de una máscara
quirúrgica reduce esta distancia a 30 cm, mientras que el uso de una máscara N95 la
distancia se redujo a 15 cm. Es necesario tener en cuenta, que el uso de una máscara no
evita las fugas de aire entre la máscara y la piel; la distancia de dispersión del aire es de 28
cm con una máscara quirúrgica y 15 cm con una máscara N95 (13).
4. Tratamiento y sostén

4.1 Oxigenoterapia

En adultos con COVID-19 se sugiere usar oxígeno suplementario si la saturación es menor de 92%

(7). No se recomienda el uso de cánulas nasales por inducir una mayor dispersión de partículas (14).

Se recomienda usar una mascarilla facial simple hasta 5 L/min, mascarilla con reservorio hasta 10

L/min o dispositivo Venturi hasta 60% con adición de una mascarilla quirúrgica en el rostro del

paciente para evitar la dispersión de gotitas, que debe ser cambiada cada 6-8 horas (8,15). En

adultos con COVID-19 y falla respiratoria aguda hipoxémica con oxígeno, se recomienda que la

saturación debe ser mantenida no más allá de 96%. Si la falla se mantiene a pesar del uso de

oxigenoterapia convencional, se sugiere usar CNAF (7).

4.2 Alto flujo

En los pacientes con infección por COVID-19 con necesidad de soporte ventilatorio y que no

califiquen para soporte invasivo, se sugiere utilizar CNAF sobre VMNI. Se debe iniciar con flujos bajos

aumentándolo hasta 40-60 L/min cuando la relación entre la presión arterial de oxígeno y la fracción

inspirada de oxígeno (PaFI) esté entre 200 y 300. En caso de signos evidentes de dificultad

respiratoria, se debe iniciar a 60 L/min. Las cánulas nasales deben estar bien posicionadas dentro

de las narinas y se debe utilizar una mascarilla quirúrgica bien posicionada sobre las cánulas nasales,

sobre la boca y la nariz del paciente para disminuir la aerosolización. La mascarilla quirúrgica debe

ser sustituida cada 6-8 horas. Si el paciente es respirador bucal, para mejorar la SpO2 se puede
utilizar una mascarilla de VMNI no ventilada conectada a una pieza en T. En todos los pacientes que

reciben CNAF o VMNI se debe monitorizar permanentemente en busca de empeoramiento

respiratorio (7). Se sugiere encender el equipo una vez posicionada correctamente la cánula y la

mascarilla quirúrgica.

4.3 Uso de generadores de flujo (CPAP/VMNI)

Si el CNAF no está disponible y no existe indicación de intubación urgente, se sugiere realizar un

ensayo con VMNI con monitorización y evaluación permanente en busca de empeoramiento de falla

respiratoria (7). Si no se observa mejoría sustancial en el período de 1 hora, se debe considerar la

VMI.

En el caso de usar CPAP o VMNI, se sugiere usar la interfase según indicación por la morfología facial

y disponibilidad en el lugar, en cuyo caso se debe considerar el potencial de difusión de partículas

de aerosol en el ambiente (14). Se prefiere el uso de interface Helmet o interface facial sin portal

exhalatorio incorporado en la interfase, además circuito de doble rama, con filtro antimicrobiano

en la rama espiratoria. Si sólo existe disponibilidad de circuito único usar filtro antimicrobiano entre

la mascarilla y la válvula exhalatoria (14). Procure minimizar las fugas.

La entrega de soporte ventilatorio con VMNI pueden ser una alternativa a la VMI ante una IRA por

COVID-19 en las siguientes situaciones:

• Como terapia de inicio en casos seleccionados tratados por expertos en VMNI y en

condiciones de seguridad

• Como terapia puente hasta el inicio de la VMI


• Como única terapia cuando no se prevea disponibilidad de un respirador de VMI

• Para el transporte sanitario de pacientes

• Para el soporte ventilatorio extrahospitalario en centros de atención primaria, puntos de

atención continuada hasta la llegada o traslado a un centro hospitalario

• Como terapia paliativa en casos seleccionados

• En paciente con orden de no intubar y en pacientes muy ancianos (>85 años)

4.4 Ventilación mecánica invasiva

Se recomienda el uso de un enfoque de SDRA con un volumen de 4-8 ml/kg del peso ideal (7).

Durante la VM se sugiere alcanzar una presión plateau menor 30 cmH2O (7). En aquellos pacientes

en VM y SDRA moderado a severo, se sugiere usar una estrategia de PEEP alto. En el caso de que el

PEEP sea mayor a 10, se debe monitorizar la aparición de barotrauma (7). Las recomendaciones de

su programación son (opinión de expertos):

• Bajo potencial de reclutamiento: usar PEEP bajo (6 – 8 cmH2O).

• Alto potencial de reclutamiento: Titulación decreciente de PEEP ideal (Best PEEP). Usar

planillas de PEEP/FiO2. Generalmente los pacientes con COVID-19 requieren PEEP altos,

pero se debe evaluar.

• Presión plateau (meseta o pausa) < 30 cmH2O. De ser mayor a este valor se debe ajustar

volumen corriente o PEEP.

• Driving Pressure < 15 cmH2O.

• FiO2 para SpO2 > 92%

• Frecuencia respiratoria para PaCO2 35 – 60 mmHg (con pH > 7,25)


• Monitorizar sobredistensión pulmonar:

o Presión de meseta

o Curva P/V

o Índice de stress

• Evitar la aparición de asincronía paciente-ventilador

• Uso de relajantes neuromusculares en etapa aguda para favorecer la adaptación a VM.

• No utilizar maniobras de reclutamiento pulmonar como rutina

• En casos de hipercapnia (PaCO2 > 60 mmHg) considerar sistemas de humidificación activa

para disminuir el espacio muerto instrumental.

• Si la hipoxemia persiste (PaFi < 150) a pesar de PEEP y FiO2 adecuados, considerar la

posición prono.

Se recomienda el uso de filtro viral-bacteriano de alta eficiencia en la vía espiratoria del VM. SI se

usan sistemas HMEF, podría no ser necesario este filtro. Se debe evitar las aperturas innecesarias

del circuito del VM.

4.5 Posición prono

La posición prono debe ser aplicada precozmente (antes de las primeras 72 horas), lo cual se asocia

con disminución de la mortalidad en otras causas de SDRA. Dado que el SARS-CoV-2 afecta las áreas

periféricas y dorsales de los pulmones. proporciona las condiciones ideales para una respuesta

positiva de oxigenación a la posición prono. La mayoría de los pacientes con COVID-19 responden

bien a la posición prono, con rápido aumento de la oxigenación y la mecánica pulmonar. Es


recomendada como estrategia de rutina para pacientes con PaFI < 150, o con manifestaciones

radiológicas.

En aquellos pacientes en VM y SDRA moderado a severo se sugiere usar la posición decúbito prono

por al menos 16 horas (16). Si esta posición ha sido efectiva, se sugiere repetir hasta lograr una PaFI

≥ 150 con PEEP ≤10 cmH2O y FiO2 ≤ 0,60 durante al menos 4 horas después de la posición supina.

Por otro lado, el prono extendido (a lo menos 48 horas) ha mostrado ser una técnica segura y

efectiva (17).

El procedimiento de pronación debe interrumpirse en caso de empeoramiento (disminución del

20% en la PaFI en comparación con la posición en supino) o en caso de complicaciones graves (18).

En pacientes con COVID-19 que no han sido intubados pero que, si poseen alteración de la

oxigenación o consolidación pulmonar importante, también puede considerarse el uso de esta

posición.

4.6 Humidificación

Algunos autores recomiendan el uso de sistemas de humidificación activos, ya que así se evita el

cambio frecuente de intercambiadores calor humedad (HME), aunque este procedimiento se puede

realizar cada dos días, a menos que el HME se encuentre sucio o muy saturado. De usar HME

asegurarse de que sea HMEF (HME con propiedades de filtro microbiano incorporado) (19).

Para el cambio del HMEF (su frecuencia de cambio depende de las normas de cada unidad y de las

recomendaciones del fabricante) considerar pasos a seguir (opinión de expertos):

• Considerar uso de HMEF.


• Silenciar las alarmas

• Pinzar el tubo endotraqueal (TET) con pinza Kelly o similar al final del tiempo inspiratorio.

Para lograr mejor coordinación puede realizar una pausa inspiratoria en el ventilador

mecánico y pinzar durante la pausa.

• Si el VM posee sistema en espera o stand-by, activarlo. De no ser así desconectar con el

HME en el circuito y evitar levantar el circuito (Que “apunte” a la cama)

• Desconectar el circuito y conectar el HMEF nuevo rápidamente al conector del TET.

• Retire el HMEF usado y eliminar inmediatamente (De ser posible que un segundo operador

realice este procedimiento).

• Reconecte el circuito al nuevo HMEF lo más rápidamente posible.

• Reactive el ventilador mecánico (si corresponde)

• Quite la pinza el TET

• Asegurar que las alarmas están reactivadas

• Si se requiere cambiar el sistema de succión cerrado, realizarlo junto con el cambio de

HMEF.

• Considerar uso de pieza con presión negativa dentro de lo posible.

4.7 Cuidados de la vía aérea

Para reducir el riesgo de dispersión de gotitas se recomienda la verificación periódica de la presión

del balón de neumotaponamiento (cuff) del tubo endotraqueal o traqueostomía procurando

mantener presiones entre 25 y 30 cmH2O (14).


4.8 Técnicas de Higiene bronquial

Debido al riesgo de producir dispersión de gotitas durante el manejo de pacientes COVID-19, se

sugiere realizar técnicas de higiene bronquial sólo en los casos estrictamente necesarios. Se debe

recordar que sólo un tercio de estos pacientes tendrán problemas de hipersecreción (14).

4.9 Succión endotraqueal

No se recomienda la desconexión del ventilador para evitar la pérdida de presión positiva, por lo

que a la hora de realizar succión endotraqueal se recomienda usar sistemas de succión cerrados

(SSC) (20). Se recomienda reducir al máximo este procedimiento y ajustarlo sólo a situaciones

estrictamente necesarias. Para ello se recomienda (opinión de expertos):

• Asegurar el cierre hermético de los conectores para instilación o administración de suero

fisiológico para la limpieza del catéter de succión.

• Asegurar el cierre hermético del conector para la administración de IDM

• Una vez usado el sistema, asegurar la correcta posición del catéter de succión, para evitar

el paso de gérmenes a través de la funda protectora del catéter.

• Procurar el cierre del sistema una vez usado. Existen diversas marcas y modelos de SSC, los

cuales en su mayoría tienen mecanismos para bloquear su activación accidental.

• Recomendable el uso de TET con sistemas de succión subglótica, para minimizar la

necesidad de succionar región orofaríngea con sistema de succión abierta.


• Dentro de lo posible contar con un sistema de succión central independiente para succión

abierta y cerrada.

4.10 Movilización precoz

Los pacientes con COVID-19 al estar intubados y conectados en VM pueden desarrollar debilidad

adquirida en la UCI (DAUCI) condición que contribuye a prolongar el weaning y a disminuir la

funcionalidad con diferentes grados de discapacidad que pueden observarse hasta después del alta

de los centros de atención de salud. Por lo que, y teniendo en cuenta que una de las funciones de la

kinesiología es prevenir complicaciones, mejorar el funcionamiento y prevenir la discapacidad, es

necesario considerar la movilización precoz como una intervención esencial para estos pacientes

cuando termine la fase de inestabilidad clínica de la enfermedad. Para eso se sugiere seguir los

protocolos de movilización precoz de cada unidad, favoreciendo la realización de actividades

funcionales en lo posible y considerar las contraindicaciones y criterios de inicio y detención de esta

intervención (21).

En el caso que el paciente esté totalmente sedado, se sugiere comenzar con protocolos de

movilización pasiva generalizada, con la finalidad de mantener un rango de movimiento adecuado

que permita progresar con intervenciones posteriores, y considerar el comienzo con sesiones de

electroestimulación, teniendo en cuenta las contraindicaciones de esta terapia y los protocolos

internos de cada centro para la prevención de infecciones nosocomiales (21).

En una siguiente etapa, si el paciente logra cooperar y seguir órdenes simples, y está estable

hemodinámicamente, se sugiere efectuar movilización activa asistida o movilización activa resistiva,

para luego continuar con las transferencias hacia posiciones más altas fuera de la cama. Teniendo

en cuenta la infraestructura de cada centro y la dotación de personal de salud, se podría considerar


la bipedestación, marcha en el lugar, deambulación dentro de la unidad y paso a posición sedente

en sillón, procurando una atención segura para el paciente (22), no descompensar su sistema

cardiorrespiratorio (23) y no aumentar el riesgo de infección del personal de salud y de otros

pacientes.

4.11 Aerosolterapia

No se recomienda el uso de nebulización. Se recomienda encarecidamente utilizar inhaladores de

dosis medida junto con una aerocámara para la entrega de medicamentos por vía respiratoria (14).

4.12 Weaning y extubación

Es necesario realizar evaluaciones de respiración espontánea y seguir protocolos de retiro de VM

basados en la evidencia (24). Utilizar PS de 7 cmH2O o CPAP de 5 cmH2O como prueba de ventilación

espontánea. Con RASS –1 0. Se desaconseja el uso de Tubo en T debido al riesgo de aerosolización

(25).

Se debe considerar (26):

• Resolución patología de base.

• Estabilidad hemodinámica

• Foco séptico controlado

• Oxigenación, ventilación, intercambio gaseoso y transporte de oxígeno aceptable

• Mecánica ventilatoria aceptable, sin aumento importante del trabajo respiratorio.


Durante el proceso de weaning se debe disminuir lenta y progresivamente el soporte ventilatorio

El procedimiento de extubación se debe realizar con el mínimo personal posible, pero al menos por

dos operadores, con su respectivos EPP.

• Usar sistema de protección durante la extubación (cámara de asilamiento o plástico) y

realizar el procedimiento asociado a succión endotraqueal.

• Una vez extubado el paciente, usar equipo de oxigenoterapia elegido con mascarilla para

disminuir aerosolización (Considerar etapa de contagio al momento de la extubación).

• Se aconseja no usar VNI o CNAF post-extubación

4.13 Prevención de complicaciones

Es importante que los kinesiólogos estén atentos a la aparición de las siguientes complicaciones

(14):

• Weaning dificultoso

• Neumonía asociada a VM: Para prevenir la NAVM se debe mantener a los pacientes en

posición semisentada (30-45°) (14). Usar Sistema de succión cerrado y cumplir

estrictamente las normativas de infecciones intrahospitalarias de cada institución.

• Tromboembolismo venoso

• Úlceras por presión. Se recomienda cambios de posición cada 4-6 horas. Verificar que el

tubo endotraqueal no esté presionando contra los labios y que la sonda nasogástrica no

esté presionando excesivamente sobre la zona perinasal. Si el paciente tiene VMNI se debe

chequear todas las zonas de presión de la interfase.


• Debilidad adquirida en la UCI

5. Cuidados después del alta

Dependiendo de la gravedad de los síntomas y la evolución clínica de cada paciente, al ser dados de

alta de los centros de salud podría cursar con algunas secuelas como intolerancia al esfuerzo físico

o disminución de la fuerza muscular, lo que podría derivar en disminución de su funcionalidad.

Es por esto, que para los pacientes con un curso más benigno de la enfermedad se sugiere su

incorporación a un programa de entrenamiento aeróbico continuo o interválico, que considere 120

a 150 minutos semanales de actividad moderada a vigorosa, separados en 3 a 5 sesiones, de

ejercicios basados en actividades cotidianas como caminar rápido, saltar o andar en bicicleta,

limitados por la sensación de disnea de los pacientes. Dicho programa podría basarse en pautas

entregadas antes de alta y ser monitoreado vía llamada telefónica para así limitar la sobreexposición

y evitar el concurrir a un centro de rehabilitación en la fase de confinamiento de la enfermedad.

En el caso de que los pacientes hayan tenido una evolución grave de la enfermedad llegando a

requerir soporte ventilatorio, es probable que cursen con mayores secuelas asociadas a atrofia

muscular y disminución de su capacidad funcional de realizar ejercicio (27), se sugiere evaluar y

elaborar un programa de entrenamiento más integral, y que además promover los ejercicios

aeróbicos incorpore entrenamiento de fuerza (28), los que pueden comenzar con pocas

repeticiones, 3 a 5 veces a la semana, involucrando grupos muscular tanto de extremidades

inferiores, extremidades superiores y CORE, y que cada semana se vaya incrementando la carga en

repeticiones, completando al menos 8 semanas de entrenamiento. Para este tipo de pacientes, y si

se cuenta con dichas intervenciones, se recomienda incorporarlos a programas de telerehabilitación

o seguimiento de pacientes con síndrome post-UCI.


Además, se sugiere educar a los pacientes que requieran asistencia en el manejo de secreciones, en

ejercicios y técnicas autógenas de drenaje bronquial para permeabilización de la vía aérea, pudiendo

incluir la entrega de algún dispositivo que contribuya a dicho objetivo.

Finalmente, se debe considerar siempre incluir al grupo familiar dentro de la estrategia de

intervención para el manejo post alta de estos pacientes.


6. Referencias

1. Adhikari SP, Meng S, Wu Y-J, Mao Y-P, Ye R-X, Wang Q-Z, et al. Epidemiology, causes,

clinical manifestation and diagnosis, prevention and control of coronavirus disease (COVID-

19) during the early outbreak period: a scoping review. Infect Dis poverty [Internet]. 2020

Mar 17 [cited 2020 Mar 30];9(1):29. Available from:

http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/32183901

2. Guan W-J, Ni Z-Y, Hu Y, Liang W-H, Ou C-Q, He J-X, et al. Clinical Characteristics of

Coronavirus Disease 2019 in China. N Engl J Med [Internet]. 2020 Feb 28 [cited 2020 Mar

30]; Available from: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/32109013

3. World Health Organization. Report of the WHO-China Joint Mission on Coronavirus Disease

2019 (COVID-19) [Internet]. 2020 [cited 2020 Apr 13]. Available from:

https://www.who.int/publications-detail/report-of-the-who-china-joint-mission-on-

coronavirus-disease-2019-(covid-19)

4. Li X, Wang W, Zhao X, Zai J, Zhao Q, Li Y, et al. Transmission dynamics and evolutionary

history of 2019-nCoV. J Med Virol. 2020 May 1;92(5).

5. Lin L, Li TS. [Interpretation of “Guidelines for the Diagnosis and Treatment of Novel

Coronavirus (2019-nCoV) Infection by the National Health Commission (Trial Version 5)”].

Zhonghua Yi Xue Za Zhi. 2020;100(0):E001.

6. Zhang H, Kang Z, Gong H, Xu D, Wang J, Li Z, et al. The digestive system is a potential route

of 2019-nCov infection: a bioinformatics analysis based on single-cell transcriptomes.

bioRxiv. 2020 Jan 31;2020.01.30.927806.

7. Alhazzani W, Møller MH, Arabi YM, Loeb M, Gong MN, Fan E, et al. Surviving Sepsis
Campaign: guidelines on the management of critically ill adults with Coronavirus Disease

2019 (COVID-19). Intensive Care Med [Internet]. 2020 Mar 28 [cited 2020 Mar 30];

Available from: http://link.springer.com/10.1007/s00134-020-06022-5

8. Hui DS, Chow BK, Chu L, Ng SS, Lai ST, Gin T, et al. Exhaled air dispersion and removal is

influenced by isolation room size and ventilation settings during oxygen delivery via nasal

cannula. Respirology. 2011 Aug;16(6):1005–13.

9. Hui DS, Ip M, Tang JW, Wong ALN, Chan MTV, Hall SD, et al. Airflows around oxygen masks:

A potential source of infection? Chest. 2006;130(3):822–6.

10. Hui DSC, Chan MTV, Chow B. Aerosol dispersion during various respiratory therapies: A risk

assessment model of nosocomial infection to health care workers. Vol. 20, Hong Kong

Medical Journal. Hong Kong Academy of Medicine Press; 2014. p. 9–13.

11. Hui DS, Chow BK, Lo T, Tsang OTY, Ko FW, Ng SS, et al. Exhaled air dispersion during high-

flow nasal cannula therapy versus CPAP via different masks. Eur Respir J. 2019 Apr 1;53(4).

12. Hui DS, Chow BK, Lo T, Ng SS, Ko FW, Gin T, et al. Exhaled air dispersion during noninvasive

ventilation via helmets and a total facemask. Chest. 2015 May 1;147(5):1336–43.

13. Hui DS, Chow BK, Chu L, Ng SS, Lee N, Gin T, et al. Exhaled Air Dispersion during Coughing

with and without Wearing a Surgical or N95 Mask. PLoS One. 2012 Dec 5;7(12).

14. Lazzeri M, Lanza A, Bellini R, Bellofiore A, Cecchetto S, Colombo A, et al. Respiratory

physiotherapy in patients with COVID-19 infection in acute setting: a Position Paper of the

Italian Association of Respiratory Physiotherapists (ARIR). Monaldi Arch Chest Dis

[Internet]. 2020 Mar 26 [cited 2020 Mar 30];90(1). Available from: https://www.monaldi-

archives.org/index.php/macd/article/view/1285
15. Hui DS, Chow BK, Chu LCY, Ng SS, Hall SD, Gin T, et al. Exhaled air and aerosolized droplet

dispersion during application of a jet nebulizer. Chest. 2009;135(3):648–54.

16. Guérin C, Reignier J, Richard JC, Beuret P, Gacouin A, Boulain T, et al. Prone positioning in

severe acute respiratory distress syndrome. N Engl J Med. 2013;368(23):2159–68.

17. Romero CM, Cornejo RA, Gálvez LR, Llanos OP, Tobar EA, Berasaín MA, et al. Extended

prone position ventilation in severe acute respiratory distress syndrome: A pilot feasibility

study. J Crit Care. 2009 Mar;24(1):81–8.

18. Munshi L, Del Sorbo L, Adhikari NKJ, Hodgson CL, Wunsch H, Meade MO, et al. Prone

position for acute respiratory distress syndrome: A systematic review and meta-analysis.

Vol. 14, Annals of the American Thoracic Society. American Thoracic Society; 2017. p. S280–

8.

19. World Health Organization. Severe Acute Respiratory Infections Treatment Centre

[Internet]. 2020 [cited 2020 Apr 13]. Available from: https://www.who.int/publications-

detail/severe-acute-respiratory-infections-treatment-centre

20. Favretto DO, Silveira RC de CP, Canini SRM da S, Garbin LM, Martins FTM, Dalri MCB.

Aspiração endotraqueal em pacientes adultos com via aérea artificial: Revisão sistemática.

Vol. 20, Revista Latino-Americana de Enfermagem. Rev Lat Am Enfermagem; 2012. p. 997–

1007.

21. Paton M, Lane R, Hodgson CL. Early Mobilization in the Intensive Care Unit to Improve

Long-Term Recovery. Vol. 34, Critical Care Clinics. W.B. Saunders; 2018. p. 557–71.

22. World Health Organization. Clinical management of severe acute respiratory infection

when COVID-19 is suspected [Internet]. [cited 2020 Apr 11]. Available from:
https://www.who.int/publications-detail/clinical-management-of-severe-acute-respiratory-

infection-when-novel-coronavirus-(ncov)-infection-is-suspected

23. Green M, Marzano V, Leditschke IA, Mitchell I, Bissett B. Mobilization of intensive care

patients: A multidisciplinary practical guide for clinicians. J Multidiscip Healthc. 2016 May

25;9:247–56.

24. Blackwood B, Murray M, Chisakuta A, Cardwell CR, O’Halloran P. Protocolized versus non-

protocolized weaning for reducing the duration of invasive mechanical ventilation in

critically ill paediatric patients. Vol. 2013, Cochrane Database of Systematic Reviews. John

Wiley and Sons Ltd; 2013.

25. Respiratory care committee of Chinese Thoracic Society. [Expert consensus on preventing

nosocomial transmission during respiratory care for critically ill patients infected by 2019

novel coronavirus pneumonia]. Zhonghua Jie He He Hu Xi Za Zhi [Internet]. 2020 Feb 20

[cited 2020 Apr 13];17(0):E020. Available from:

http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/32077661

26. Rose L. Strategies for weaning from mechanical ventilation: A state of the art review. Vol.

31, Intensive and Critical Care Nursing. Churchill Livingstone; 2015. p. 189–95.

27. Almekhlafi GA, Albarrak MM, Mandourah Y, Hassan S, Alwan A, Abudayah A, et al.

Presentation and outcome of Middle East respiratory syndrome in Saudi intensive care unit

patients. Crit Care. 2016 May 7;20(1).

28. Lau HMC, Ng GYF, Jones AYM, Lee EWC, Siu EHK, Hui DSC. A randomised controlled trial of

the effectiveness of an exercise training program in patients recovering from severe acute

respiratory syndrome. Aust J Physiother. 2005;51(4):213–9.

View publication stats

También podría gustarte