La industria colombiana tuvo varios nacimientos y varias muertes antes de su consolidación en y

1929 cierto orden cronológico y partiendo desde 1830 y 1850 emergieron en Bogotá pequeñas
fábricas de loza ácido sulfúrico y tejidos de algodón que aprovecharon la fuerte pendiente de los
cerros para mover tornos y telares mediante la energía hidráulicas de ruedas de paleta. Este
primitivo esfuerzo murió casi en la cuna, al no poder superar las trabas naturales de su
dependencia de la abundancia o escasez de aguas, unido a la competencia desigual con los
productos extranjeros de superior calidad.

para 1956 y debido a su crecimiento y diversificación regional el hierro permitió que se

establecieran ferrerías en samacá, la pradera y amaga que con la ayuda de ingenieros franceses
aportaron su pericia al sector el mercado de este metal parecía consolidarse más sin embargo
debido a la dependencia de la energía hidráulica los altos hornos permanecía apagados hasta seis
meses y el vapor solo llego hasta la década de 1880 de cierta manera ya tarde porque la
vinculación estratégica entre el sector siderúrgico y el principal cliente ,los ferrocarriles nunca se
dio, a esta muerte lenta se le sumo la falta de prospección geológica a los yacimientos de hierro
estricta para para determinar su calidad y cantidad, por lo que el hierro producido era rechazado
por los grandes consumidores que preferían acero en vez del quebradizo hierro, resultado cierre
de las ferrerías establecidas.

A partir de 1890 fue cada vez más posible que en el país se establecieran talleres mecanizados que
empleaban trabajadores asalariados, importaban ingenieros y técnicos o estos se hicieran con la
misma experiencia productiva los servicios motrices fueron mejorando ya no tanto hidráulico si no
eléctrico, los mercados regionales fueron ampliándose y las obras publica dadas entre 1921 y
1929,es clave tener en cuenta que Antioquia fue la región más predispuesta al desarrollo
capitalista ya que puso al servicio de la acumulación de capitales infraestructura, nueva red de
transportes, liberando fuerzas de capitales tierras y trabajo. Antioquia con la actividad cafetera
antes había sido en la misma región con las actividades mineras y de comercio y fueron capitales
antioqueños los que desarrollaron el tabaco en el Tolima y Cundinamarca, pero que se desborda
hacia nuevas concentraciones urbanas (Bogotá que centraliza un creciente gasto publico o los
puertos de Barranquilla y Cartagena que movilizan mucho del comercio exterior del país), en
actividades de apoyo a la exportación y complementarios a ella, como la industria metalmecánica
que produjo descerezadoras y despulpadoras de café, pero también un creciente mercado de
alimentos para el campesinado cafetero y para los jornaleros que recogían sus cosechas o para las
crecientes urbes que así van impactando la misma organizaci6n productiva del campo y las nuevas
oportunidades para mayores capitales que van intermediando un creciente comercio internacional
y nacional, de los cuales se van a desramar capitales bancarios e industriales.