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Historiografía

La historiografía es el estudio crítico de los escritos sobre historia, así como de


sus autores y sus fuentes.
La historiografía clásica
La historia es un género de conocimiento acerca del pasado que se adquiere
por medio de la investigación; pero este saber no se detiene en la obtención de
datos fiables, sino que hace un esfuerzo de interpretación, sin el cual la historia
no significa nada. Frecuentemente esta interpretación depende de la ideología
del historiador, ya que la ideología es un instrumento de conocimiento, que
permite escoger, entre toda la información, aquella que es relevante.
Fue en Grecia donde se comprendió por primera vez que la Historia es algo
más que un largo relato de lo que ha pasado; aunque Heródoto no pudo evitar
en su historia la influencia del mito, ni de la narración de los hechos. Sin
embargo, Tucídides contó lo que pasaba en su tiempo, y lo interpretó a la luz
de lo que había sucedido en el pasado; buscaba una causalidad en los hechos
históricos, y también las similitudes entre los hechos del presente y los del
pasado, en una suerte de ciclo histórico que se repite.
La historiografía helenística
El gran historiador grecorromano fue Polibio, quien trató de contar los hechos
según la verdad, y creó la teoría de los grandes ciclos históricos. Es el
historiador de la creación del Imperio romano, por lo que la suya es una historia
universal. Para Polibio la Historia debía tener una utilidad práctica, de ella se
deben extraer enseñanzas para la actuación en el presente y en el futuro. Más
importantes que los hechos son las causas y sus consecuencias. Polibio influyó
decisivamente en los historiadores romanos, que, en general, eran hombres
públicos que contaban los hechos desde su punto de vista.
El cristianismo cambió totalmente la ideología común, y la de los historiadores:
se hablaría de una historia de la salvación, que tiene un plan preestablecido.
Durante el renacimiento, y hasta el siglo XVIII, los conceptos cambian muy
poco, aunque se tiende más a la secularización. Bodin plantea un nuevo
concepto, la historia depende de la voluntad humana. Además, aparece la
historia de los estados nacionales. La Historia tuvo que cambiar tras el
descubrimiento de América, una tierra de la que la Biblia no habla; no obstante,
la Historia era fundamentalmente una crónica de lo que pasaba. Será con la
Ilustración cuando las cosas comiencen a cambiar; los ilustrados, con su ideal
racionalista y científico, y su interés por el mundo clásico y profano, pondrán las
bases de la historiografía contemporánea que nace en el siglo XIX.
La Historiografía en el siglo XIX
La historiografía contemporánea nace en el siglo XIX de la mano de los
ilustrados, cuando, al aplicar métodos científicos en el descubrimiento de los
hechos, se convirtió en una ciencia. La Historia entró a formar parte de la
cultura popular y pasó a ser enseñada en las escuelas; se crearon academias
de historia que intentaron dar a conocer la historia nacional.
La historiografía liberal
Si la historia contemporánea comienza con la Revolución francesa, la
historiografía liberal también. Esta era una escuela que intentaba justificar la
revolución: antimonárquica y proburguesa. Tuvo su centro ideológico en
Francia, donde nacieron muchos de los movimientos revolucionarios burgueses
que ocurrieron en Europa durante el siglo. Los historiadores liberales
introducen una serie de conceptos nuevos, como el de clase social o lucha de
clases. Fueron historiadores como Antoine Barnave y Roedes, quienes
sirvieron de precedente a la escuela política que surgió a mediados del siglo.
Pero es a François Guizot (1787-1874) a quien se considera como el
historiador más importante de esta corriente. Guizot interpreta toda la historia
de Europa occidental desde la óptica de la burguesía triunfante, en sus obras
«Historia de la civilización en Francia» e «Historia de la civilización en Europa».
Guizot convierte al estado llano (burgués) en el protagonista de la historia. Para
Guizot la historia culmina con la revolución de 1830, que significa el triunfo
definitivo de la burguesía y el fin de la lucha de clases.
La historiografía positivista
La filosofía positivista tuvo su reflejo en la Historiografía. Sus más señalados
representantes fueron alemanes, pero esta postura se extendió por toda
Europa. El positivismo introduce la necesidad de dotar a la Historia de un
método científico y técnico objetivo. A esta corriente pertenecen los auténticos
creadores de la historia moderna, y es la responsable de que entre en las
universidades, y de que se creen academias de historia en toda Europa y
América. Sin embargo, el positivismo pretendió desmarcarse de las corrientes
políticas e ideológicas, y ser neutral, con lo que dejan que la historia sea
utilizada por la clase dominante.
Es en Alemania donde surgen los primeros historiadores positivistas, un poco
como reacción a los idealistas. Son, ideológicamente, nacionalistas, pero
predicarán el objetivismo y la neutralidad; presentan la erudición como
instrumento de trabajo fundamental, y lo convierten en la esencia de la historia.
En última instancia, el positivismo tendió a formular leyes. Los documentos y la
arqueología se convirtieron en el objeto de estudio, tratados científicamente. La
historia se hace con documentos, y el historiador no debe interpretarlos, sólo
ordenarlos para comprender los hechos.
La historiografía idealista
El idealismo histórico es una de las principales corrientes del pensamiento
historiográfico. Surge con el romanticismo pero se desarrolla con la filosofía de
Kant y Hegel. Sus bases teóricas se formularon en Alemania, donde
configuraron el movimiento nacionalista alemán.
El gran representante del idealismo histórico es Georg Wilhelm Friedrich Hegel
(1770-1831). Hegel elaboró una filosofía de la Historia que era en realidad la
historia vuelta filosofía. Es decir, no sólo historia de los hechos, sino historia
comprendida. Hegel elaboró una visión racional de la historia universal,
situando en el centro el espíritu de los acontecimientos que hacen surgir los
hechos. La historia universal es la exposición del espíritu y cómo el espíritu
llega a saber de sí. Para Hegel el espíritu es el espíritu del pueblo. Hegel cree
que la historia universal es el progreso de la conciencia de la Libertad, ya que
el fin último es ser consciente de la Libertad, y ejercerla. En este proceso, el
estado es la representación que el pueblo da a sus aspiraciones y el que
garantiza la Libertad. Sólo en el estado el hombre tiene existencia racional. Por
lo tanto, la historia es la historia del estado. Para Hegel todo lo real era racional
y todo lo racional real. Esta es la esencia del idealismo.
El materialismo histórico
El materialismo histórico es la otra corriente principal de pensamiento
historiográfico. Surge con el socialismo y se desarrolla con la filosofía de Marx
y Engels. En el siglo XIX el proletariado toma conciencia de clase, y habrá
historiadores que interpreten la historia poniéndolo en el centro de su modelo.
Pero el materialismo histórico es mucho más. Aparece como una crítica radical
al capitalismo y a la nueva hegemonía de la burguesía, vinculado a la lucha
social, económica y política de la nueva clase obrera que surge. Es una
interpretación de la historia que rompe con la tradición.
El materialismo histórico tiene unos principios fundamentales estables. Las
premisas de las que parte son los individuos reales, su actividad y sus
condiciones materiales de vida, tanto las que han encontrado preparadas como
las que han podido crear con su esfuerzo. Premisas comprobables por vía
empírica. Toda Historia debe partir de la situación física de los individuos y de
su relación con la naturaleza; y de las transformaciones que sufre la naturaleza
a través del esfuerzo humano, ya que el hombre se distingue de los animales
en que es capaz de producir sus medios de subsistencia. De esta manera la
producción se convierte en elemento prioritario en la historia de la humanidad.
Pero la forma en que los hombres llevan a cabo la producción depende de los
medios de que disponen. Estos medios suponen una forma determinada de
actividad, una forma de vida concreta, que refleja lo que es la sociedad. Es
decir, lo que son los individuos depende de las condiciones materiales de
producción, los modos de producción. Esto implica que, la totalidad de las
manifestaciones sociales, también dependen de estos modos de producción. El
modo de producción de la vida material condiciona al proceso de vida social,
política, e intelectual en general. No es la conciencia de los hombres la que
determina la realidad; por el contrario, la realidad social es la que determina su
conciencia. Esta es la esencia del materialismo histórico. Pero esto no quiere
decir que los condicionamientos económicos sean los únicos agentes que
modifican la historia. También las formas culturales que crean son ingredientes
que la modifican, entre otras cosas, porque ofrecen nuevas respuestas a las
maneras de producción, y, en última instancia, a los modos de producción. Los
modos de producción no son absolutos ni estables, sino que cambian, y por lo
tanto la historia cambia, se transforma, creando nuevas culturas. Es la
sociedad quien hace la historia, pero en función de dar respuestas a problemas
concretos.
La Historia debe centrarse en el análisis del modo de producción existente en
cada etapa de su desarrollo. Marx introduce conceptos básicos sobre los que
debe centrarse la investigación histórica: modo de producción, relaciones de
producción, estructura económica, fuerzas económicas, infraestructura,
superestructura, clase social, … ; conceptos que están sujetos a interpretación.
El materialismo histórico no es una interpretación economicista de la historia,
sino un método de análisis que se centra en las interrelaciones de todos los
agentes sociales, arrojando nueva luz sobre la historia y lo que es el ser
humano. El materialismo histórico es la corriente historiográfica que más ha
ayudado a cambiar la historia actual.

Bibliografía
Historiografía. (28 de 10 de 2020). Obtenido de Enciclopedia libre:
http://enciclopedia.us.es/index.php/Historiograf
%C3%ADa#La_Historiograf.C3.ADa_en_el_siglo_XX

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