PRIORIZACIÓN DEL

TRABAJO
Asignar una prioridad a una orden de trabajo,
es el proceso utilizado para determinar la
importancia relativa de los trabajos, tomando
en cuenta los riesgos que implica no realizar
el trabajo solicitado, para la seguridad, salud,
ambiente y producción. Al crear una orden
de trabajo se le debe asignar una prioridad
que debe reflejar no solo el nivel de
importancia del trabajo para lograr los
objetivos de la planta, sino también su
importancia en relación con otros trabajos
pendientes.
La priorización del trabajo de mantenimiento
es muy importante porque identifica la
"verdadera" urgencia de respuesta. Los
trabajos realmente urgentes serán
manejados por el supervisor de
mantenimiento y los que no requieren ser
atendidos de manera inmediata serán
manejados por un planificador. La asignación
de la prioridad debe ser una decisión objetiva
basada en criterios estandarizados, que
deben ser compartidos y respetados por
todos los miembros de la organización.
Lamentablemente existen empresas donde
estos criterios se manejan subjetivamente y
dependen de los intereses de personas o
grupos funcionales, por supuesto
respaldados por un nivel jerárquico superior.
De acuerdo al solicitante la más alta prioridad
la tiene el trabajo más urgente de su área
particular sin considerar las prioridades de
otras áreas. Entre esos intereses particulares

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se puede citar, por ejemplo, para el
supervisor de mantenimiento la mayor
prioridad la tiene cualquier emergencia que
se presente o el trabajo número uno de la
programación. De acuerdo al gerente de
operaciones, el trabajo de mayor prioridad la
tiene el trabajo que es necesario en cualquier
área que evite parar la producción, de
acuerdo al gerente de planta, la más alta
prioridad la tiene aquellos trabajos que
elimine el riesgo para la seguridad o el medio
ambiente.

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Una fuente importante de ineficiencia es la interrupción de
trabajos de baja prioridad cuando surgen trabajos más
urgentes. Si surge una verdadera emergencia, siempre es
apropiado retrasar otro trabajo. Sin embargo, el grupo de
mantenimiento debe reconocer que las interrupciones en
cualquier trabajo en particular agregan tiempo adicional
para guardar las herramientas, asegurar el sitio de trabajo
y luego volver a familiarizarse con el trabajo. Un trabajo
urgente que no sea una emergencia se debe trabajar como
el siguiente trabajo en lugar de interrumpir cualquier
trabajo en progreso.
Los trabajos con prioridades muy altas pero falsas
interrumpen incorrectamente el trabajo o hacen que el
trabajo comience sin la preparación adecuada. Si se
establecen inicialmente y correctamente las prioridades de
los trabajos, el grupo de mantenimiento podría completar
todo el trabajo con más disciplina organizacional. Esto
reduciría la incidencia de interrupciones en el trabajo y
aumentaría la productividad. Si los trabajos programados
no se pueden ejecutar, se genera desconfianza en la
programación. El compromiso de la gerencia es importante
para hacer cumplir el sistema de asignación de prioridades.
De acuerdo a Christer Idhammar (www.idcon.com), en la
mayoría de los departamentos de mantenimiento, las
prioridades se pueden clasificar en dos grupos: prioridades
emocionales y prioridades reales. Una prioridad emocional
es aquella que se basa en los sentimientos, en lugar de un
juicio objetivo de la importancia. La importancia del trabajo
de mantenimiento se juzga solo en relación con el área de
producción donde trabaja el solicitante.
Por ejemplo, una persona en operaciones podría querer
realizar un trabajo de mantenimiento solo para sacarlo de
su mente. Es común ver que muchos de estos tipos de
prioridades se solicitan utilizando un número de orden de
trabajo permanente o se solicitan verbalmente, evitando el
uso de una rutina de solicitud de trabajo de mantenimiento
computarizada o manual. Debido a que el mantenimiento
actúa como servicio a las operaciones, estos métodos para
solicitar trabajos de mantenimiento continuarán
aumentando si no se aplican las solicitudes de trabajo
documentadas formalmente. Esto sucede porque es más
conveniente para el solicitante que alguien más documente
la solicitud de trabajo que hacerlo él mismo.
Otra razón por la cual las prioridades emocionales son
comunes, es que en la práctica proporcionan la única
forma de realizar un trabajo de mantenimiento dentro de
un plazo razonable. Los solicitantes de trabajo saben
cuándo todos en la organización abusan del sistema de
prioridad. También saben que, si intentan ser amables y
objetivos, asignando una prioridad menor de la necesaria,
su trabajo específico nunca se realizará. En última
instancia, esto significa que la solicitud de trabajo se
aprobará con una prioridad más alta que la necesaria. Si
todos asignaran una alta prioridad a su trabajo solo para
garantizar su finalización, entonces los trabajos con énfasis
incorrecto también dificultarían reconocer casos reales de
cuándo deberían interrumpirse los programas de trabajo.
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