Lecciones del libro despertando el gigante interior de Tony Robbins

La gente que quiere ser exitosa en la vida generalmente sabe lo que debe hacer, si deseamos ser exitoso en los negocios,
pues también debemos saber lo que hay que hacer. Si queremos mejorar nuestra calidad de vida, lo primero que
debemos hacer es preocuparnos por dominar ciertas áreas que no dependen de «si tenemos o no dinero», sino que van
a depender de la disposición que tengamos para enfrentarlas. A continuación, mencionamos las 7 lecciones del libro
enfocadas en esas áreas:

Controlar las emociones

Si somos capaces de controlar y dominar nuestras emociones, estaremos en capacidad de cambiarlas, en esa medida
estaremos cambiando la forma como sentimos cada emoción, lo cual va va a alterar la forma en cómo actuamos. A
veces el impedimento para actuar correctamente es el «descontrol emocional» que tenemos, si dominamos nuestras
emociones (y creamos de manera consciente la emoción que necesitamos) entonces tendremos el control de nuestras
acciones.

Controlar el estado físico

La salud física es algo realmente importante en la medida en que aprendemos a controlar nuestra salud, haciendo
ejercicio y teniendo un estilo de vida saludable podremos tener más energía, concentración, resistencia y entusiasmo
para realizar cualquier otra actividad en diferentes áreas de nuestra vida. Es por eso que al cuidar nuestro estado físico,
estamos sumando beneficios a todas las demás áreas de nuestra vida.

Las relaciones

Este punto se refiere a las relaciones personales y profesionales, ya que cuando somos capaces de compartir nuestros
éxitos (a nivel personal o profesional) con otras personas, nos permite amplificar las recompensas que podemos recibir
además de generar un sentido de contribución con la sociedad y ser una influencia positiva en nuestro entorno.

El dinero y las finanzas

El dinero y las finanzas es algo importante en nuestra vida, sin embargo, no se puede considerar al dinero como un
«destino de vida», el destino financiero (cantidad de ingresos o beneficios que se generan) no se debe considerar como
una meta final, sin embargo «si» debemos buscar tener abundancia (tener recursos de diversa índole en diferentes
áreas de nuestra vida que nos proporcionen paz mental y nos permitan pensar con más claridad) ya que cuando
tenemos problemas financieros, grandes deudas o simplemente hay «escasez» en nuestra vida, esto nos puede generar
estrés y tensión emocional, lo cual puede afectar de manera negativa diferentes aspectos de nuestra vida y evita que
tomemos decisiones adecuadas.

Dominar el tiempo

Es otra área sobre la cual tenemos que tomar el control, ya que por su constante cambio no lo podemos detener.
Dominar el tiempo se trata de hacer el mejor uso posible de él, para alcanzar nuestros sueños en el margen de tiempo
que se nos ha dado. No sabemos cuándo se nos acabará el tiempo, sin embargo si tenemos control sobre qué hacer en
el tiempo que tenemos disponible, por lo que es importante definir metas y enfocarnos en cumplirlas, para de esta
manera obtener resultados y tener calidad de vida.
Las decisiones

Las decisiones son el camino hacia el poder, si deseamos dirigir nuestra vida debemos asumir el control de nuestras
decisiones diarias de manera persistente, ya que nuestras decisiones, son como el «padre» de nuestras acciones que nos
llevarán a unos resultados concretos. Un principio que ha resultado interesante y motivador, es que cualquier persona
puede hacer lo que se proponga, siempre y cuando tome la decisión firme y se comprometa con el resultado y empiece
a trabajar en eso. Tomar una decisión real no es solamente pensarla y desearla, sino que significa descartar otras
posibilidades y enfocarse en la consecución del resultado final.

Dominio mental

La mente del ser humano siempre reacciona de una manera racional, evitando el dolor y acercándonos al placer. Las
fuerzas que dan razón a nuestra vida son dos: el dolor y el placer. El dolor es fruto de la creencia de que la acción nos
conducirá a un futuro de sufrimiento y esto de manera irremediable influye en nuestras acciones, mientras que por otro
lado el placer es fruto de la creencia de que esa acción nos llevará a un futuro de felicidad y alegría.