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Infromacion: https://www.ecointeligencia.com/2017/06/historia-desarrollo-sostenible/
Se habla mucho del concepto de desarrollo sostenible, de su importancia, de los planes mundiales
para lograrlo. Pero, ¿realmente tenemos alternativa? ¿podemos sobrevivir a un desarrollo que
no sea sostenible? Vamos a repasar los orígenes de este concepto.
Para dar cabida a la preocupación ambiental a escala global, en 1983 la Organización de las
Naciones Unidas (ONU) crearía la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el
Desarrollo (CMMAD), responsable del Informe Brundtland de 1987 e inicialmente
denominado Our Common Future (traducido como Nuestro futuro común).
En este documento se formaliza el concepto de desarrollo sostenible y se define como aquel que
satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras
de satisfacer sus propias necesidades.
La conocida como Declaración de Río sienta las bases para la protección del medioambiente como
parte integral del proceso de desarrollo e insta a los gobiernos a desarrollar la legislación necesaria
para asegurar la responsabilidad, el cuidado y la reparación medioambiental.
En ese mismo año el Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible (WBCSD, por sus
siglas en inglés) publica el libro Changing Course (traducido como Cambiando el rumbo), que tuvo
un gran impacto en el mundo empresarial.
Esta obra pone énfasis en la actitud e implicación corporativas para alcanzar el desarrollo
sostenible y promovían la introducción de la gestión medioambiental en la empresa, atendiendo
no sólo a criterios económicos cortoplacistas, sino también a su sostenibilidad a largo plazo.
Asimismo, se definió la responsabilidad ambiental de las empresas como el manejo responsable y
ético de los productos y los procesos con respecto a la salud, la seguridad y los aspectos
ambientales, y que, para ser efectiva, precisa que empresas e industrias se doten de políticas y
procedimientos internos con el fin de integrar este planeamiento en la toma de decisiones,
además de una apertura y un diálogo con los empleados y el público en general.
Así la protección del medioambiente se sitúa junto a desafíos sociales y económicos como la lucha
contra la pobreza, el fomento de la salud o el empoderamiento de la mujer
La Agenda 21 sería el germen de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) fijados por
la ONU en el año 2000, con 8 propósitos de desarrollo humano cuya consecución pasaba a ser
prioritaria para los Gobiernos de todo el mundo a través de la cooperación internacional.
Los ODS instan a los países, así como al resto de actores, incluidas las empresas, a intensificar sus
esfuerzos para poner fin a la pobreza en todas sus formas, reducir la desigualdad y luchar contra
el deterioro ambiental. Como ya hemos tratado, se componen de 17 objetivos, de los cuales 5
están dedicados específicamente al medioambiente.
No se puede negar la contradicción que aparentemente existe entre los conceptos de desarrollo
y sostenible. De ahí que en muchas ocasiones se prefiera utilizar el término de sostenibilidad en el
mundo de la empresa y de los negocios.
Quizás parte del problema actual sea que nuestra civilización se basa en una necesidad voraz de
recursos para mantener su modo actual de vida, y entendemos que la sostenibilidad debe lograr
utilizar estos recursos de manera eficiente, manteniendo el equilibrio con la naturaleza.
¡Y quizás esto no sea posible si nosotros no cambiamos a un estilo de vida sostenible!