Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
; .
Ht
El12 de octubre de 1492, Cristóbal Colón desembar-
•
có en una pequeña isla del hemisferio occidental. La
hazaña del navegante fue un triunfo de la hipótesis so-
bre los hechos: la evidencia indicaba que la Tierra era
plana; la hipótesis, que era redonda. Colónapostó a la
hipótesis: puesto que la Tierra es redonda, se puede
llegar al Oriente navegando hacia el Occidente. Pero se
equivocó en su geografía. Creyó que había llegado a
Asia. Su deseo era alcanzar las fabulosas tierras de
Cipango (Japón) y Catay (China), reduciendo la ruta
europea alrededor de la costa de África, hasta el extre-
mo sur del Cabo de Buena Esperanza y luego hacia el
este hasta el Océano Índico y las islas de las especias.
No fue la primera ni la última desorientación oc-
cidental. En estas islas, que él llamó "las Indias", Colón
estableció las primeras poblaciones europeas en el Nue-
vo Mundo. Construyó las primeras iglesias; ahí se cele- :
braron las primeras misas cristianas. Pero el navegante
encontró un espacio donde la inmensa riqueza asiática
e ,Los %
(Á (" </'<h1t<...S
~((V,"
CARLOS FUENTES
EL ESPEJO ENTERRADO
:{¡:.;~~
~,.:'..•.
;~~
,:. con que había soñado estaba ausente. Colón tuvo que ., 't \? Quinientos años después de Colón, se nos pidió
f inventar el descubrimiento de grandes riquezas en bos-
ques, perlas y oro, y enviar esta información a España.
l
('';
:~
,
celebrar el quinto centenario de su viaje, sin duda uno
de los grandes acontecimientos de la historia humana,
De otra manera, su protectora, la reina Isabel, podría un hecho que en sí mismo anunció el advenimiento de
~
. haber pensado que su inversión (y su fe) en este mari- la Edad Moderna y la unidad geográfica del planeta.
~
". nero genovés de imaginación febril había sido un error.
li
!~;
Pero Colón, más que oro, le ofreció a Europa una
Pero muchos de nosotros, en las comunidades hispano-
hablantes de las Américas, nos preguntamos: ¿tenemos
visión de la Edad de Oro restaurada:. éstas eran las tie- realmente algo que celebrar?
i f¡ rras de Utopía, el tiempo feliz del hombre natural. Colón
'¡ ~, Un vistazo a lo que ocurre en las Repúblicas la-
11 'l! había descubierto el paraíso terrenal y el buen salvaje
!¿ It que lo habitaba. ¿Por qué, entonces, se vio obligado a
tinoamericanas al finalizar el siglo xx nos llevaría a res-
ponder negativamente. En Caracas o en la Ciudad de
.I¡ .~
¡ negar inmediatamente su propio descubrimiento, a ata- .
. li México, en Lima o en Río de Janeiro, el quinto cen-
1Ji
car a los hombres a los cuales acababa de describir como tenario del "desc •••brimiento de América" nos sorprendió
¡Ii "muy mansos y sin saber que sea mal ni matar a otros ni en un estado de profunda crisis. Inflación, desempleo,
,Ii prender, y sin armas", darles caza, esclavizarles y aun la carga excesiva' de la deuda externa. Pobreza. e igno-
I
enviarlos a España encadenados? rancia crecientes; abrupto descenso del poder adqui-
~
"
Al principio Colón dio un paso atrás hacia la Edad sitivo y de los niveles de vida. Un sentimiento de
II! Dorada. Pero muy pronto, a través de sus propios ac-
~! frustración, de ilusiones perdidas y esperanzas quebran-
i' tos, el paraíso terrenal fue destruido y los buenos salva- tadas. Frágiles democracias, amenazadas por la explo-
l' jes de la víspera fueron vistos como "buenos para les sión social.
mandar y les hazer trabajar y sembrar y'hazer todo lo Yo creo, sin embargo, qne a pesar de todos nucs-
ill¡;i otro que fuera menester".'
tros males económicos y políticos, sí tenemos algo que
1 1, Desde entonces, el continente americano ha vivi- celebrar. La actual crisis qne recorre a Latinoamérica
do entre el sueño y la realidad, ha vivido el divorcio entre ha demostrado la fragilidad de nuestros sistemas políti-
la buena sociedad que deseamos y la sociedad imperfec- cos y económicos. La mayor parte ha caído estrepi-
, ...II~.:
•
i! ta en la que realmente vivimos. Hemos persistido en la tosamente. Pero la crisis también revcló algo que
"!"
esperanza utópica porque fuimos fundados por la uto- permaneció en pie, algo de lo que no habíamos esta.do
i!i pía, porque la memoria de la sociedad feliz está en el totalmente conscientes durante las décadas preceden-
!~I origen mismo de América, y también al final del camino; tes del auge económico y el fervor político. Algo que
I~
'., como meta y realización de nuestras esperanzas ..
!Ji en medio de todas nuestras desgracias permaneció en
i
j
[ 12] [ 13 1
I
CARLOS FUENTES
EL ESPEJO ENTERRADO
[ 14 ] [ 15 ]
CARLOS FUENTES
EL ESPEJO ENTERRADO
,'1
~
-
-1",-
mm~- 1M . '\i _ . __
CARLOS FUENTES
'~If .
'''i
':!1;
~~,!
r
C. F.
I;:¡ ,
¡~¡I :
¡t'1 '
~
'j" ::
ti" :.
:i
l''1 '
'1:1 '
lo!" .:
! ~II
:
~
~I
l. "1
!
;'
1. LA VIRGEN Y EL TORO
11
,~'"
~i¡J. ,
!U ,:
~I h.
, I
:,¡I,1f
~ 11
~'
d
I
I:í
n
, I,i
'I! 1,
!I
!~
il
.11
i
;. f¡ I1
" /, l'~
"
:, 11
I1 ! :'
iI
iJ
.¡)
( 18 ]
~
' ,¡",
[1
----- . - .._------,--,-.-.-