Está en la página 1de 13

arqueología, historia y el concepto de totalidad: análisis marxista y el surgimiento de la

civilización
Author(s): thomas patterson
Source: Boletín de Antropología Americana, No. 31 (julio 1995 - diciembre 1997), pp. 99-110
Published by: Pan American Institute of Geography and History
Stable URL: http://www.jstor.org/stable/40978101
Accessed: 04-01-2017 14:48 UTC

JSTOR is a not-for-profit service that helps scholars, researchers, and students discover, use, and build upon a wide range of content in a trusted
digital archive. We use information technology and tools to increase productivity and facilitate new forms of scholarship. For more information about
JSTOR, please contact support@jstor.org.

Your use of the JSTOR archive indicates your acceptance of the Terms & Conditions of Use, available at
http://about.jstor.org/terms

Pan American Institute of Geography and History is collaborating with JSTOR to digitize, preserve
and extend access to Boletín de Antropología Americana

This content downloaded from 132.174.255.116 on Wed, 04 Jan 2017 14:48:20 UTC
All use subject to http://about.jstor.org/terms
thomas patterson*

arqueología, historia y el concepto de


totalidad: análisis marxista y el
surgimiento de la civilización
(Un) sistema jerárquico. ..tiene que hacer sus categorías homogéneas, para poder
ordenarlas en una conexión
definitiva (aun a costa de empobrecer o violar su
contenido), y reducirlas tanto como sea posible a una
sola dimensión de sus relaciones.
(Lukács 1978: 18-19)
La totalización es dinámica, viva y, por encima de todo, inherentemente inestable.
(Jay 1984:351)

Es posible comprender, de varias maneras, la de conocimiento y en lo que presuponen o dan


precipitación y la gradual cristalización de los por sentado acerca de tal objeto. No debería sor-
distintos puntos de vista en arqueología: prendernos que los arqueólogos no estén de
empiricista, procesual, post-procesual y marxista acuerdo sobre sus objetivos y metas; mientras
durante los últimos veinte años. Por una parte, que en relación con esto no existe consenso,
pueden ser entendidos como marcando la con- muchos no estarían muy en desacuerdo con las
solidación y la emergencia de las contradiccio- proposiciones de que la arqueología es una cien-
nes del último capitalismo, o consumista, en el cia histórica cuyos objetivos implican el rescate,
nuevo orden internacional (Callinicos 1990; la recuperación y reconstrucción de las socieda-
Harvey 1989; Jameson 1988; Patterson 1986, des pretéritas, y la explicación de su desarrollo
1987a). Por otra parte, representan diferentes a través del tiempo así como de sus procesos de
posiciones en los momentos iniciales de un de- transformación hasta su unión con las socieda-
bate sobre la ontologia - el proyecto para pro- des modernas (Vargas Arenas 1990:7). Esto
veer una imagen de la manera como las cosas sugiere que los arqueólogos tienen algo en men-
son realmente y hacer explícitas las categorías y te cuando usan categorías analíticas como so-
principios de la realidad que son ciertos - . Los ciedad, civilización, cultura, historia y cambio;
diferentes puntos de vista de la arqueología se sin embargo, la existencia de diversos pun-
refractan de manera compleja y mediada, posi- tos de vista teóricos implica también que cada
ciones que modelan los más amplios debates una de estas categorías está cargada con un con-
intelectuales: realismo, empiricismo, modernis- junto de significados que varía sutilmente, o no
mo y posmodernismo (Patterson 1989, 1990a). tan sutilmente, de un marco teórico al siguiente.
Las comprensiones alternativas no son tan Lo que está siendo cuestionado no es solamente
diferentes como parecen en un primer momen- el contenido de las varias categorías analíticas y
to. La más reciente enfoca su atención sobre los marcos teóricos en los cuales se desarrollan
lo que los arqueólogos presumen que es su objeto sino también cómo los arqueólogos compren-
den y conceptualizan el mundo en el cual viven.
Esto es, por qué la ontologia tiene un papel
* Universidad de Temple, traducción Iraida Vargas. consecuencial en el debate que está surgiendo.

This content downloaded from 132.174.255.116 on Wed, 04 Jan 2017 14:48:20 UTC
All use subject to http://about.jstor.org/terms
100 BOLETÍN DE ANTROPOLOGÍA AMERICANA • 31 JULIO 1995 - DICIEMBRE 1997

Un rasgo de la discusión que merece la pena


mencionar es que algunos arqueólogos
procesuales y postprocesuales, así como tam-
bién algunos marxistas, han tomado o han abo-
gado por puntos de vista realistas (Gibbon
1989:142-172; Renfrew 1989:39-40; Sanks y
Tilley 1987:243-244). Existen diversas corrien-
tes de realismo, todas las cuales se oponen a las
protestas de los empiricistas, positivistas lógi-
cos, modernistas y post-modernistas (Rhaskar
1986, 1989). Una lista mínima de aseveraciones
realistas incluiría: 1 . Que hay un mundo objeti-
vo, material, que existe independientemente de
la conciencia y que es conocible por medio de la
conciencia; 2. Que los sentidos nos proporcio-
nan solamente un mundo de apariencias y que
estas apariencias esconden otro nivel de reali-
dad y, 3. Que la vida diaria en el mundo de las
apariencias es generada y está parcialmente re-
velada por la existencia de relaciones y proce-
sos no observables que constituyen el nivel
oculto de la realidad (Kosik 1976:45; Lepin
1984; Sayers 1985:xiv, 29-30). Por lo tanto, los
puntos de vista realistas tienen dimensiones tan-
to epistemológicas como ontológicas.
El realismo incorpora una noción ontológica recíprocas, siempre cambiantes" (Mészáros
de sistema o totalidad, en la cual la suma de las 1983:480). Esto es, parafraseando a Lukács (ci-
partes interconectadas es menor que el todo (Jay tado por Mészáros 1972:53-64), una unidad
1984). Ésta es la razón por la cual arqueólogos concreta de contradicciones interactuantes.
marxistas y no marxistas pueden adoptar pun- Sistèmicamente, está compuesta de totalidades
tos de vista realistas. Al igual que Aristóteles, que están subordinadas a ella; al mismo tiempo,
creen que la gente son animales sociales en está sobredeterminada - por ejemplo, sujeta a
lugar de agregados de individuos, como recla- múltiples fuentes de determinación - por totali-
man los empiricistas, modernistas y post- dades más complejas. Históricamente, el carác-
modernistas. Como señaló George Lukács ter sistémico de una totalidad es relativo en el
(1971:27) en Historia y Conciencia de Clase: sentido que cambia y está siempre confinado a
"No es la primacía de los motivos económicos un periodo histórico concreto y específico.
en la explicación histórica lo que constituye la Una civilización, como las sociedades
diferencia decisiva entre el pensamiento mar- mesoamericanas descritas por Eric Wolf (1939)
xista y el burgués, sino el punto de vista sobre la en Sons of the Shaking Earth, es un ejemplo del
totalidad (...), la supremacía totalmente pene- tipo de totalidad que investigan los arqueólogos.
trante del todo sobre las partes..." En la teoría Desde un punto de vista realista, tal totalidad
marxista, una totalidad es un complejo estructu- posee dos niveles: el mundo fenoménico de la
rado e históricamente determinado que "...exis- apariencia - por ejemplo, la vida diaria - y el
te en y a través de esas múltiples mediaciones y nivel de los procesos y relaciones no observa-
transiciones a través de las cuales sus partes bles que son simultáneamente revelados en la
específicas (...) están ligadas por un conjunto vida diaria y ocultados por ella. En el nivel de
dinámico de interrelaciones y determinaciones la apariencia, una civilización es un conjunto

This content downloaded from 132.174.255.116 on Wed, 04 Jan 2017 14:48:20 UTC
All use subject to http://about.jstor.org/terms
THOMAS PATTERSON ARQUEOLOGÍA, HISTORIA Y EL CONCEPTO... 101

de comulìidades históricamente constituidas e


internamente diferenciadas, que se organizan y
mantienen juntas por las instituciones y prácti-
cas de las estructuras de clase y del Estado, por
una parte, y por la resistencia y la lucha de cla-
ses, por la otra. Las comunidades mismas son
grupos organizados de individuos, unidades de
producción y administración, con sistemas
de valores relativamente homogéneos. Hombres y
mujeres nacen dentro de una comunidad, cuyos
patrones organizativos y éticos modelan la ma-
nera cómo viven y cómo son reproducidas o
modificadas sus vidas a través del tiempo (Kosik explotación, al mismo tiempo que intentan ho-
1976:43-44).' Las culturas de las varias comu- mogeneizar las partes o al menos domesticar la
nidades son frecuentemente diversas y refractan heterogeneidad de las comunidades constituyen-
de manera compleja las diferencias en sus rela-tes para tratar de regularizar y racionalizar la
ciones de poder. extracción del tributo y el control (Patterson
Las formas básicas de la vida diaria en una 1987b, 1990b, 1990c).2 En sus intentos de ra-
civilización, compuesta por un cierto número cionalización instrumental, sus estructuras de
de comunidades distintas, no son homogéneas. De clase y de Estado cruzan e intersectan aquellas
hecho, están típicamente en conflicto una conde las comunidades encapsuladas, aun cuando
respecto a la otra, puesto que las civilizacionesordenan a los grupos subordinados en varias
son sociedades estratificadas en clases, basadasjerarquías (Gailey y Patterson 1988). Porei he-
en el Estado, cuyos gobernantes extraen trabajo cho de ocupar diferentes lugares en las estructu-
y bienes de los miembros de comunidades yras de poder, las varias clases, comunidades o
grupos subordinados. Las civilizaciones son grupos de una civilización, de manera típica tie-
totalidades, unidades de contradicciones nen comprensiones alternativas de esa totalidad
interactuando, que mantienen o aún nutren for- (Heller 1982:284).
El reconocimiento de este hecho es la base
mas limitadas de diversidad bajo condiciones de
para la descripción de Kroeber (1948:284)
de las comunidades campesinas como "en parte
1 A diferencia de los modelos propuestos en la década de
1950 por los evolucionistas culturales, y en la década
sociedades y en parte culturas". Es la fuen-
de 1970 por los teóricos sistémicos, la visión marxis- te para el reconocimiento de Du Bois ( 1 990:7-35)
ta de la totalidad no considera que las partes sean nece- de la dialéctica del multiculturalismo y la múlti-
sariamente homogéneas, organizadas definitivamente
en un orden jerárquico o que estén simple o mecánica-
ple conciencia descrita en The Souls of Black
mente interconectadas (Crumley 1987; Falnnery 1973; Folk. Es la base para las observaciones de
Willey y Phillips 1958). La perspectiva crítica marxista Mikhail Bakhtin (1981) acerca de la
de la civilización como una totalidad - por ejemplo,
como una unidad de contradicciones interactuantes - heteroglosia, la compleja estratificación de
la lengua en géneros y sociolectos, donde gru-
enfatiza Ia importancia simultáneamente del todo
irreductible sobre las partes y representa al mundo comopos sociales distintos - definidos por edad,
uno donde la vida diaria está caracterizada por la altera-
ción y la desarmonía (Jay 1984:98). La existencia de
comunidades heterogéneas, organizadas jerárquica-
mente en relación con el poder, es la base para la unión
2 Tanto Max Weber como Georg Lukács se refieren a la
de los puntos de vista realistas y relativistas en el pen-reorganización instrumental de la vida diaria, en la cual
samiento marxista. Esta asociación distingue al marxis- los grupos y las comunidades tradicionales se fracturan
mo del materialismo cultural o de las explicaciones y se reconstituyen a lo largo de líneas más eficientes, y,
de la teoría de los sistemas de la década de 1 970 que, deal mismo tiempo, los trozos y piezas de las antiguas
manera típica, conceptualizan a la civilización en térmi- unidades sociales adquieren una cierta autonomía pro-
nos de un pequeño número de niveles organizadospia. Weber (1978; Roth 1987) denomina a este proceso
jerárquicamente, donde cada uno de los cuales tenía com-racionalización; Lukács (1972:83-109) se refiere al mis-
ponentes homogéneos. mo como reificación (Jameson 1981:62-63).

This content downloaded from 132.174.255.116 on Wed, 04 Jan 2017 14:48:20 UTC
All use subject to http://about.jstor.org/terms
102 BOLETÍN DE ANTROPOLOGÍA AMERICANA • 31 JULIO 1995 - DICIEMBRE 1997

comprender las complejas maneras como las


culturas articulan la experiencia social de la vida
diaria y la historia para diversos grupos de gen-
te encapsulados en una civilización histórica-
mente específica.
Además del mundo fenoménico de las apa-
riencias y experiencias, una totalidad social está
compuesta también por las estructuras subya-
centes no observables y los procesos que gene-
ran, y están expresados en los fenómenos y
eventos de la vida diaria y la historia y proveen
los lazos entre ellos (Issac 1987:45-46; Keat y
Urry 1975:30-31). Este nivel no observable es
el dominio de los modos de producción - la
base económica y sus correspondientes super-
estructuras - (Marx 1970:20-21).3Los varios
modos de producción que estructuran una civi-
género, parentesco, posición social, etcétera, y
lización concreta, históricamente específica se
con relación al poder- concretan discursos co-manifiestan siempre o se expresan en el nivel
munitarios abstractos de manera diferente
fenoménico de esa totalidad social (Althusser y
(Crowley 1989; White 1984:124-125). Es tam-
Balibar 1970; Hindess y Hirst 1975, 1977;
bién la inspiración para el énfasis de Franz Boas
Jameson 1981:32-58). Sin embargo, el mundo
sobre la importancia de mantener una perspecti-
de la vida diaria no es un epifenómeno, como
va relativista cultural sobre el mundo moderno,
dicen varios argumentos reduccionistas. En su
la cual es opuesta al pluralismo radical de los
lugar, las complejas relaciones entre los varios
postmodernistas y del individualismo atomizado
niveles de existencia están mejor descritas por
de la escogencia racional de los teóricos categorías analíticas como sobredeterminación,
(Bearsley 1973; Hawes 1968; Hyatt 1985;desarrollo desigual, semiautonomía e interacción
McLennan 1989:168-178; Stocking 1968: recíproca (Kellner 1989:18).
228-233).
Esto significa que los más variados campos
Los hombres y mujeres de las comunidades de la actividad humana no están simplemente
crean cultura en el curso de su vida diaria. La
construidos sobre una realidad económica, sino
cultura le da significado a sus actividades socia-
más bien ellos organizan activamente a esta úl-
les y a las condiciones materiales concretas tima a través de sus propias estructuras comple-
en las cuales éstas tienen lugar. Puesto que las va-
jas, relativamente autónomas. Si la economía es
rias comunidades que constituyen una civiliza- la "determinación final", entonces es también
ción tienen posiciones diferentes, frecuentemente
una "determinante determinada" - por ejemplo,
contradictorias, y relaciones de poder, la cultu- está sobredeterminada a través de sus relacio-
ra creada a través de la praxis dentro del marcones dialécticas con otros niveles de la realidad y
de las relaciones sociales existentes está mol-
esferas de existencia - . No existe fuera de las
deada por aquellas contradicciones en la medida
complejas y concretas mediaciones históri-
en que son percibidas y experimentadas por los
hombres y mujeres de las distintas comunida-
des. Esto ha llevado a algunos teóricos, espe-
Frederic Jameson (1990:46) ha señalado que los térmi-
cialmente a Frederic Jameson ( 1 98 1 ), a sugerir
nos Basis y Überbau, base y superestructura, fueron parte
que categorías psicoanalíticas - como por ejem- de la jerga corriente y abrieron caminos - una asocia-
plo, represión, desplazamiento o condensación - ción que comporta una imagen de su interrelación dife-
constituyen instrumentos útiles para describir y rente de la imagen usual de una casa y sus fundaciones.

This content downloaded from 132.174.255.116 on Wed, 04 Jan 2017 14:48:20 UTC
All use subject to http://about.jstor.org/terms
THOMAS PATTERSON ARQUEOLOGÍA, HISTORIA Y EL CONCEPTO... 103

cas cambiantes y las contradicciones que conec- ria, el mundo fenoménico; es el cambio en lugar
tan los diferentes dominios de la vida diaria de la réplica o la reproducción del marco de las
en una civilización (Mészáros 1972:71-72). Enrelaciones sociales que regulan la vida diaria.
otras palabras, las relaciones que modelan Raymond
la Williams ( 1 977 : 1 2 1 - 1 27) ha descrito
la interpenetración del pasado, presente y futuro
producción y reproducción social están encaja-
das en estructuras y prácticas que típicamenteen términos de los elementos de la cultura y mo-
esconden o enmascaran sus momentos econó- dos de producción residuales, dominantes y
emergentes. Según este punto de vista, cada ci-
micos; las relaciones sociales de producción es-
vilización es una articulación contradictoria de
tán sobredeterminadas - por ejemplo, el nivel
económico resulta de la convergencia o coales-historias, elementos de la cultura y modos
cência de múltiples fuentes de determinación -de producción. Una civilización incorpora co-
(Althusser 1970; Smith 1984:157-168). rrientes residuales de su historia pasada, las cua-
les resisten de manera variada, cuestionan o
Consecuentemente, en los casos de formacio-
sostienen al orden social dominante. Al mismo
nes clasistas, la verdadera naturaleza de lo eco-
tiempo, generan nuevas comprensiones y prác-
nómico se ve oscurecida, puesto que las
ticas, que son rechazadas de manera variada por
jerarquías emergentes de categorías sociales
el orden dominante, constituidas en oposición a
- por ejemplo, estados y castas - no pueden
la ortodoxia reguladora o integradas a ella.
ser reducidas directamente a las relaciones eco-
Las réplicas o transformaciones de una con-
nómicas de clase. Estas jerarquías de categorías
figuración particular de comunidades y culturas
sociales no económicas disfrazan las reales re-
en una totalidad internamente diferenciada de-
laciones económicas de clase y las contradiccio-
penden, en alguna medida, de las escogencias
nes reales que emergen de ellas. En tales
de los actores cuyas conductas rutinarias, ini-
situaciones, las relaciones de la clase económica
ciativas públicas y autodeterminación tienen lu-
difieren de su naturaleza real, mientras que las gar dentro del marco de las relaciones sociales
categorías sociales jerárquicas aparecen como existentes y dependen de su posición en él; sin
grupos o relaciones "naturales". embargo, sus acciones no están completamente
Para los teóricos marxistas existe una co-
determinadas por sus ubicaciones en esas es-
nexión entre la historia y la vida diaria; están
tructuras. Los modos de producción relacionan
entremezcladas (Eagleton 1986). Karel Kosik
a las estructuras y a los agentes con formas
(1976:46) ha descrito dicha conexión como interactivas y no determinadas. Debido a que
la dialéctica entre la vida diaria y la historia. La las relaciones de poder están ejemplificadas
vida diaria es la materia prima de la historia, en las acciones humanas, los actores de las va-
el estadio en el cual es actuada. La historia es el rias comunidades refuerzan de manera dialécti-
descarrilamiento o la interrupción de la vida dia- ca las lógicas o comprensiones diferentes de esa

This content downloaded from 132.174.255.116 on Wed, 04 Jan 2017 14:48:20 UTC
All use subject to http://about.jstor.org/terms
104 BOLETÍN DE ANTROPOLOGÍA AMERICANA • 31 JULIO 1995 - DICIEMBRE 1997

civilización (Callinicos 1988:76-91; Heller constituyen una civilización y las que existen en
1982:283-284). El que las instituciones o prác- sus límites durante un periodo histórico dado.
ticas existentes sean reproducidas o se constitu- Trata sobre el lugar que ellas ocupan en la trama
yan otras nuevas descansa en las capacidades de de relaciones político-económicas y sociales que
los grupos de actores para superar las contra- constituye la totalidad, en lugar de sobre su de-
dicciones que son reveladas en momentos par- sarrollo autónomo. Examina cómo es extraído
ticulares. De vez en cuando la historia presenta el tributo de los productores primarios de las
alternativas reales, donde las acciones de los comunidades bajo la forma de bienes y/o traba-
grupos que ocupan lugares particulares en jo, y es apropiado por las clases explotadoras,
las estructuras de poder pueden hacer una dife- las cuales controlan las condiciones de la pro-
rencia. ducción y el uso, para asegurar la continuación
Adoptar el concepto de totalidad - viendo a de su propia existencia. Reconoce que las for-
la civilización como un mosaico continuamente mas de extracción del tributo están inex-
cambiante de comunidades internamente dife- trincablemente ligadas a las relaciones
renciadas que se mantienen juntas por medio de políticas-económicas y sociales que se desarro-
la interacción de las contradicciones y media- llan dentro de las mismas sociedades basadas
ciones - tiene varias consecuencias meto- en el Estado. El procedimiento también hace
dológicas para cualquier estudio comparativo
surgir el problema de cómo estas relaciones so-
de su formación y desarrollo. Las compa-
ciales son reproducidas, reconstituidas o trans-
raciones de las similitudes y diferencias deformadas
las a través del tiempo (Gailey y Patterson
1988).
comunidades o clases particulares de una civili-
zación, las cuales son a menudo formalmente Reconoce que las formas básicas de la vida
muy diferentes unas de otras, se yuxtaponendiaria en las comunidades que constituyen una
con un estudio más tipológico, según lascivilización
cir- - como la inca, azteca o posterior-
mente los estados Han - no eran homogéneas;
cunstancias concretas particulares de las cuales
que frecuentemente manifestaban diferentes
ellas emergen y a las cuales responden (Jameson
1986:86-87). Permítaseme señalar, brevemen-modos de producción y que estaban típicamente
te, algunas de las implicaciones de tal enfoque
enfrentadas con los del Estado y, a menudo, con
teórico. los otros debido a la explotación del Estado y
de las clases dominantes. Por lo tanto, represión
Primero, el procedimiento dirige la atención
a las interconexiones de las comunidadesyque
resistencia, que constituyen el espejo de la

This content downloaded from 132.174.255.116 on Wed, 04 Jan 2017 14:48:20 UTC
All use subject to http://about.jstor.org/terms
THOMAS PATTERSON ARQUEOLOGÍA, HISTORIA Y EL CONCEPTO... 105

explotación, eran también características de lasrizada por el desarrollo desigual y combinado.


civilizaciones. Las clases dominantes cooptaron Esto sucede porque los estados emergentes no
a las comunidades sometidas o las suprimieron
son capaces de consolidar su control sobre las
por medio de la ley, amenazas, coerción o fuer-sociedades vecinas, menos estratificadas, que
za. Las comunidades dominadas, las cuales ra-resisten sus intentos de anexión o encapsulación.
ramente existían sin algún poder o sin algunaDesde esta perspectiva, una civilización es
medida de control sobre sus vidas, se oponíanuna constelación continuamente cambiante
a las extorsiones del Estado - ocasionalmente a - una colcha de retazos que se mantiene unida
través de rebeliones abiertas pero más común- por las relaciones cambiantes de dominación y
mente a través de varias formas de resistencia subordinación.
pasiva: engaños, ignorancia fingida, saboteos al Esta perspectiva implica el rechazo a las con-
trabajo o desobediencia - que impedían el de- cepciones que describen la historia humana
safío abierto a la autoridad o la confrontación como un lento y sostenido pasaje a través de
directa con ella. una sucesión de estadios predeterminados. Abo-
Segundo, tal enfoque comparativo dirige la ga por una visión dialéctica de la historia que
atención hacia las dimensiones espaciales del reconoce la importancia de los procesos subya-
surgimiento de las civilizaciones. Varios centes y de la contingencia en el interjuego entre
arqueólogos, quienes han observado que la for- estructura y agente humano en ejemplos concre-
mación del Estado afecta simultáneamente a cierto tos particulares. Ve a la historia de la sociedad
número de sociedades contiguas, han argumen- como implicando saltos súbitos y fusiones con-
tado que, una vez que aparecen las instituciones tradictorias; el Estado viene y va, puesto que no
y las prácticas del Estado, se difunden rápida- es ni la más alta ni la última forma de desarrollo
mente para producir un conjunto de ciudades social; las sociedades se disuelven y se consti-
interactuantes con una forma más o menos ho- tuyen las nuevas en la medida en que cambian
mogénea de organización sociopolítica (Price las condiciones de la vida diaria.
1977; Renfrew 1978, 1986). Sin embargo, Tercero, tales comparaciones también nos lle-
surveys empíricos muestran que la formación van a examinar el espectro de respuestas a si-
del Estado produce, más comúnmente, milares condiciones o circunstancias cuando
ordenamientos espaciales en los cuales todas éstas cristalizan en diferentes civilizaciones.
las sociedades en la región no tienen las mismas Como señaló Sidney Mintz (1959:280): "La his-
estructuras político-económicas (Claessen y toria nunca se repite a sí misma exactamente, y
Skalník, 1978, 1981). Esto sugiere una teoría cada evento es - por supuesto - único; pero
alternativa: la formación del Estado está caracte- las fuerzas históricas seguramente pueden mo-

This content downloaded from 132.174.255.116 on Wed, 04 Jan 2017 14:48:20 UTC
All use subject to http://about.jstor.org/terms
106 BOLETÍN DE ANTROPOLOGÍA AMERICANA • 31 JULIO 1995 - DICIEMBRE 1997

verse en caminos paralelos al mismo o a dife- ríales durante periodos de crisis: laTriple Alian-
rentes tiempos. La comparación de tales parale- za en Mesoamérica y Asiría, Persia y otras ciu-
los puede revelar regularidades de potencial valor dades estados en el Egeo (Patterson 1990c;
científico". Stritmatterl987).
Por lo tanto, comparar las condiciones que Cuarto, la comparación también resalta los
prevalecieron en Mesoamérica en el siglo XV problemas de herencia y arcaísmo - la reten-
y en la Península del Peloponeso en los siglos ción deliberada o la imitación de algo viejo u
V y VI antes de Cristo, por ejemplo, así como obsoleto, la incorporación de lo antiguo en un
las respuestas a estas circunstancias, puede ofre- nuevo contexto - . Los arqueólogos han docu-
cer nuevos atisbos sobre por qué existieron im- mentado numerosos ejemplos en el registro his-
presionantes similitudes en las descripciones de tórico de varias civilizaciones - por ejemplo,
ciertas relaciones sociales y patrones culturales Perú, el Lejano Oriente o Egipto - en las cuales
en las sociedades tarasca y ateniense: tiranos las características de un periodo más temprano
que surgen y consolidan el poder del Estado en fueron imitadas para promover una ilusión de
contra de los reclamos de las élites de aristócra- continuidad de las antiguas instituciones y prác-
tas, matrimonios entre parientes cercanos den- ticas. Estudios preliminares de estos intentos
tro de las élites, el secuestro de esposas e hijas para restaurar o representar sociedades pretéri-
entre las élites, el rastrilleo de los sables de tas de maneras particulares sugieren que ellas
las élites militares colocadas siempre al borde son un aspecto integral del surgimiento de la
de la guerra, ejércitos reclutados entre campesi- civilización y de la resistencia a los procesos de
nos de variados orígenes, y la institucionalización formación de las clases y el Estado. Esto impli-
de la homosexualidad masculina y la prostitu- ca que la arqueología y la historia, o algo pareci-
ción. Estas similitudes parecen estar relaciona- do a ellas, no estuvo limitado a los tiempos
das al hecho de que los tarascos y los atenienses recientes, al occidente o a las naciones indus-
ocuparon, estructuralmente, posiciones simila- trializadas. Esto nos fuerza a contextualizar y
res en los límites de Estados expansivos impe- . entender más totalmente el profundo interés

This content downloaded from 132.174.255.116 on Wed, 04 Jan 2017 14:48:20 UTC
All use subject to http://about.jstor.org/terms
THOMAS PATTERSON ARQUEOLOGÍA, HISTORIA Y EL CONCEPTO... 107

en el pasado exhibido por los arcaísmos sobre de las clases y de las estructuras del Estado,
el arte y la arquitectura egipcia durante periodosresistencia, etnogénesis y fragmentación.
de inquietud, la re-escritura de la historia por Epistemológicamente, una de las consecuen-
Sau-ma Qien luego de la consolidación del Pri-cias de adoptar una perspectiva realista es que el
mer Estado Imperial en China hacia el final del relativismo debe estar contenido también. Esto
tercer siglo antes de Cristo, la recolección de significa que los arqueólogos deben investigar
antigüedades por parte de las clases japonesas no solamente el registro arqueológico para tra-
dominantes durante una recomposición mayortar de construir narrativas acerca de las socieda-
del Estado en el siglo VII después de Cristo, eldes del pasado y su desarrollo histórico, sino
rechazo del arte elitesco y el renacer deliberadotambién sobre las condiciones concretas cultu-
de los estilos antiguos por parte de las comuni- rales, sociales e históricas en las cuales sus des-
dades campesinas en la costa sur que sigue al cripciones y explicaciones son concebidas y
colapso del dominio inca, o la construcción de desarrolladas. Puesto que nuestra propia civili-
nuevas herencias en Europa y los Estados Uni-zación está totalmente caracterizada por el desa-
dos durante finales del siglo XX. rrollo desigual, las clases y las estructuras del
Estado, la fragmentación y las múltiples com-
Conclusión prensiones de esa realidad, debemos examinar
cómo nuestros propios amos y administradores
han modelado los debates actuales acerca de la
Este trabajo ha señalado ciertos puntos teóricos,
civilización. Debemos considerar el cómo nues-
metodológicos y epistemológicos acerca del sur-
tros puntos de vista ontològicamente informa-
gimiento de la civilización. Teóricamente, impli-
ca que los Estados tributarios son inestables; sedos sostienen o desafían sus perspectivas y
consolidan rápidamente, en meses o años en cómo se hacen eco de los puntos de vista de las
varias comunidades subordinadas. En este es-
lugar de en décadas o siglos. Sin embargo, las
piezas incorporadas en ellos se siguen desmo-fuerzo, un análisis marxista supera las limita-
ronando y los Estados pueden luchar continua-ciones de otros sistemas interpretativos que
mente para mantener a las comunidades pretenden que la ciencia es un cuerpo acumu-
sometidas bajo su control. Intentan reponer laslativo de conocimiento universal, libre de valo-
piezas en su lugar, a menudo en nuevas combi-res que nos habla sobre la realidad. Retiene los
naciones y configuraciones bajo las cuales se
hallazgos positivos de tales sistemas al historizar
su operación.
ven abrumadas por las contradicciones que ellas
generan. La desintegración de los Estados se ve
impulsada, frecuentemente, por gente que toma
Agradecimientos
conciencia de la violencia y la explotación que
los Estados intentan disfrazar de civilización e
Una versión abreviada de este trabajo fue pre-
ilustración. sentada en el simposio Revenge of the Grand
Metodológicamente, sugiere que compara- Narratives organizado por Tom Saunders para
ciones cuidadosamente construidas de diferen- la TAG Conferencia en Leicester, en diciembre
tes episodios sobre la formación del Estado, de 1991 . Otras versiones anteriores fueron pre-
crean condiciones favorables para abrir nuevas sentadas en las sesiones de la Reunión Anual de
líneas, potencialmente productivas, de la American Anthropological Association en
cuestionamiento acerca de lo que sucedió en ca- Nueva Orleans, en noviembre de 1990 y de la
sos históricos particulares; tienen la capacidad American Archaeology, en Nueva Orleans en
para arrojar nuevas luces en aquellos casos y pa- abril de 1991. El trabajo es un intento por siste-
ra extender nuestra comprensión sobre los matizar el marxismo critico occidental de una
procesos subyacentes. Tal enfoque nos permite manera que tenga sentido para los arqueólogos
dirigirnos sistemática e históricamente a proble- e historiadores, quienes son a menudo escépti-
mas como el desarrollo desigual, la formación cos sobre los análisis teóricos o los evaden. Este

This content downloaded from 132.174.255.116 on Wed, 04 Jan 2017 14:48:20 UTC
All use subject to http://about.jstor.org/terms
108 BOLETÍN DE ANTROPOLOGÍA AMERICANA • 31 JULIO 1995 - DICIEMBRE 1997

trabajo se ha visto beneficiado con las pregun- Claessen, Henri y Peter Skalník, Editores
tas, críticas constructivas y los comentarios de 1978 The Early State, Mouton Publishers, La
Stanley Diamond, Christine W. Gailey, Robert Haya, París y Nueva York.
Paynter, Allison Wylie y Eric Wolf, así como 1981 The Study of the State, Mouton
también con los diálogos imaginarios con Luis Publishers, La Haya, Paris y Nueva York.
F. Bate, Phillip Kohl, Bruce Trigger e Iraida Crowley, Tony
Vargas Arenas. Está fuertemente influido por 1989 "Bakhtin and the History of Language",
los provocadores trabajos de Alex Callinicos, Bakhtin and Cultural Theory, editado por
Frederic Jameson, Georg Lukács e István Ken Hirschkop y David Sheperd, pp. 68-
Mészáros, quienes no son muy leídos como quizá 90, Manchester University Press,
deberían serlo por los que practican la ciencia Manchester.
social histórica. Crumley, Carole
1 987 "A Dialectic Critique of Hierarchy", en:
Power Relations and State Formation,
Bibliografía
editado por Thomas C. Patterson y
Althusser, Louis Christine Gailley, pp. 155-169,
1970 "Contradiction and Overdetermination Archaeology Section, American
(1962)", traducido por Ben Brewster, en: Anthropological Association, Washing-
For Marx, by Louis Althusser, pp. 87- ton.

128, Vintage Books, Nueva York. Du Bois, W.E.B.


Althusser, Louis y Etienne Balibar 1 990 The Souls of Black Folk ( 1 903), Vintage
1970 Reading Capital (1968), traducido por Books, Nueva York.
Ben Brewster, New Left Books, Lon- Eagleton, Terry
dres. 1986 "Marxism and the Past", Salmagundi,
Bakhtin, Mikhail nos. 68-69: 271-290, Nueva York.
1981 "Discourse in the Novel (1935)", tra- Flannery, Kent V.
ducido por Caryl Emerson y Michael 1 973 "The Cultural Evolution of Civilization",
Holquist, en: The Dialogic imagination, Annual Review of Ecology and
editado por Michael Holquist, pp. 259- Systematics, vol. 3:339-426, Palo Alto.
422, University of Texas Press, Austin y Gailley, Christine W. y Thomas C. Patterson
Londres. 1988 "State Formation and Uneven
Beardsley, Edward H. Development", en: State and Society; the
1 973 The American Scientist as Social Activist; Emergence and Development of Social
Franz Boas, Burt G. Wilder, and the Cau- Hierarchy and Political Centralization,
se of Racial Justice, 1900-1915, Isis vol. editado por John Gledhill, Barbara
64 (22 1):50-66, Filadélfia. Bender y Mogens T. Larsen, pp. 77-90,
Bhaskar, Roy Unwin Hyman, Londres.
1 986 Scientific Realism and Human Emanci- Gibbon, Guy
pation, Verso, Londres. 1989 Explanation in Archaeology, Basil
1989 Reclaiming Reality; a Critical Blackwell, Oxford y Nueva York.
Introduction to Contemporary Philo- Harvey, David
sophy, Verso, Londres. 1989 The Condition of Postmodernity, Basil
Callinicos, Alex Blackwell, Oxford.
1988 Making History; Agency, Structure and Hawes, Joseph M.
Change in Social Theory, Cornell 1968 "Social Scientists and Immigration
University Press, Ithaca. Restriction: Highlands of aDebate, 1890-
1990 Against Postmodernism; a Marxist Cri- 1924", Journal of World History,
tique, St. Martin's Press, Nueva York. vol. XI (3):467-482, Neuchatel.

This content downloaded from 132.174.255.116 on Wed, 04 Jan 2017 14:48:20 UTC
All use subject to http://about.jstor.org/terms
THOMAS PATTERSON ARQUEOLOGÍA, HISTORIA Y EL CONCEPTO... 109

Heller, Agnes Kosik, Karel


1982 A Theory of History, Routledge y Kegan 1976 Dialectics of the Concrete; A Study on
Paul, Londres, Boston y Henley. Problems of Man and World ( 1 96 1 ), tra-
Hindess, Barry y Paul Q. Hirst ducido por Karel Kovanda con James
1975 Pre-capitalist Modes of Production, Schmidt, D. Reidel Publishing Company,
Rutledge y Kegan Paul, Londres y Dordrecht y Boston.
Boston. Kroeber, Alfred
1977 Mode of Production and Social 1948 Anthropology, Harcourt, Bruce and
Formation; an Autocritique of Pre- Company, Nueva York.
capitalist Modes of Production, The Leplin, Jarrett
Macmillan Press, Ltd., Londres y 1984 "Introduction", en: Scientific Realism,
Basingstoke. editado por Jarrett Leplin, pp. 1-7,
Hyatt, Marshall University of California Press, Berkeley,
1985 "Franz Boas and the Struggle for Black Los Angeles y Londres.
Equality; the Dynamics of Ethnicity", Lukács Georg
Perspectives in American History 2:269- 1971 History and Class Consciousness;
295, Cambridge University Press, Nue- Studies in Marxist Dialectics (1922),
va York. traducido por Rodeny Livingstone, The
Isaac, Jeffrey C. MIT Press, Cambridge.
1987 Power and Marxist Theory; a Realist 1 978 "The Ontology of Social Being ( 1 976),"
View, Cornell University Press, Ithaca y vol. 2, Marx's Basic Ontological Prin-
Londres. ciples, traducido por David Fernbach,
Jameson, Frederic Merlin Press, Londres.
1 98 1 The Political Unconscious; Narrative as McLennan, Gregor
a Socially Symbolic Act, Cornell Univer- 1 989 Marxism, Pluralism and Beyond; Classic
sity Press, Ithaca y Londres. Debates and New Departures, Polity
1986 "Third World Literature in the Era of Press, Oxford.
Multinational Capitalism", SocialText, no.Marx, Karl
15:65-88, Nueva York. 1970 A Contribution to the Critique of Politi-
1 988 "Postmodernism and Consumer Society", cal Economy (1859), traducido del
en: Postmodernism and its Discontents; alemán por S.W. Ryazanskays, editado
Theories and Practices, editado por E. con una introducción de Maurice Dobb,
Ann Kaplan, pp. 13-29,Verso, Londres International Publishers, Nueva York.
y Nueva York. Mészáros, Itsván
1990 Late Marxism; Adorno, or, the 1972 Lukács' Concept of the Dialectic, The
Persistence of the Dialectic, Verso, Lon- Merlin Press, Londres.
dres y Nueva York. 1983 "Totality", en: A Dictionary of Marxist
Jay, Martin Thought, editado porTom Bottomore, pp.
1 984 Marxism and Totality, the Adventures of 479-481, Harvard University Press,
a Concept from Lukács to Habermas, Cambridge.
University of California Press, Berkeley, Mintz, Sidney
Los Angeles y Londres. 1 959 "Labor and Sugar in Puerto Rico and Ja-
Keat, Russell y John Urry maica, 1 800- 1 850", Comparative Studies
1975 Social Theory as Science, Routledge in Society and History, vol. 1 (3):273-
y Kegan Paul, Ltd., Londres, Henley y 283, La Haya.
Boston. Patterson, Thomas C.
Kellner, Douglas 1986 "The Last Sixty Years: Toward a Social
1 989 "Jameson, Marxism and Postmodernism", History of Americanist Archaeology in
en: Postmodernism/Jameson/Critiques, the United States", American An-
editado por Douglas Kellner, pp. 1-42, thropologist, vol. 88 (l):7-26, Wash-
Maisonneuve Press, Washington. ington.

This content downloaded from 132.174.255.116 on Wed, 04 Jan 2017 14:48:20 UTC
All use subject to http://about.jstor.org/terms
110 BOLETÍN DE ANTROPOLOGÍA AMERICANA • 31 JULIO 1995 - DICIEMBRE 1997

1987a "Development, Ecology, and Marginal Weber, Rationality and Modernity, edi-
Utility in Anthropology", Dialectical tado por Sam Whimster y Scott Lash,
Anthropology, vol. 12 (1): 15-32, Allen and Unwin, pp. 75-91, Londres.
Dordrecht.
Sayers, Sean
1987b "Tribes, Chiefdoms, and Kingdoms in 1 985 Reality and Reason; Dialectics and the
the Inca Empire", en: Power Relations Theory1 of Knowledge, Basil Blackwell,
and State Formation, editado por Oxford.
Thomas C. Patterson y Christine Gailey, Shanks, Michael y Christopher Tilley
pp. 117-127, Archaeology Section, 1987 Re-constructing Archaeology; Theory
American Anthropological Association, and Practice, Cambridge University
Washington.
Press, Ithaca y Londres.
1989 "History and the Post-processual Smith, Steven B.
Archaeologies", Man, vol. 24 (4):555-
556. Londres.
1984» Reading Althusser; an Essay on
Structural Marxism, CornellUniversity
1990a "SomeTheoretical Tensions Within and
Between the Processual and Post-
Press, Ithaca y Londres.
Stocking, George W., Jr.
processual Archaeologies", Journal of
1 966 "Franz Boas and the Culture Concept in
Anthropological Anthropology, vol. 9
(2): 1 89-200. Duluth. Historical Perspective", American
1990b "Processes in the Formation of Ancient Anthropologist, vol. 68 (4): 867-882,
Menasha.
World Systems", Dialectical Anthro-
pology, vol. 15 (1): 1-1 8, Dordrecht. Vargas Arenas, Iraida
1990c "Class and State Formation in 1987 Arqueología, Ciencia y Sociedad; En-
Mesoamerica: The Aztecs and their sayo Sobre Teoría Arqueológica y la For-
Contemporaries", trabajo presentado en mación Económico Social Tribal en
la Universidad de Toronto, 3 de octubre, Venezuela, editado porAbrebrecha, Ca-
1 990, manuscrito en posesión del autor. racas.

Price, Barbara Weber, Max


1978 Economy and Society; an Outline of
1 977 "Shifts in Production and Organization:
A Cluster Interaction Model", Current Interpretive Sociology (1922), editado
Anthropology, vol. 18(2):209-234, por Guenther Roth y Claus Wittich,
Chicago. 2 vols., University of California Press,
Renfrew, Colin Berkeley, Los Angeles y Londres.
1978 "Space, Time and Polity", en: The White, Allon
Evolution of Social Systems, editado por 1984 "Bakhtin, Sociolinguistics and De-
Johnathan Friedman y Michael construction", en: The Theory of
Rowlands, pp. 89-112, Gerald Duck- Reading, editado por Frand Gloversmith,
worth and Co., Ltd. Londres.
pp. 123-146, Harvester Press. Sussex.
1 986 "Introduction: Peer Polity Interaction and
Williams, Raymond
Sociopolitical Change", en: Peer Polity 1977 Marxism and literature, Oxford Uni-
Interaction and Sociopolitical Change,
versity Press, Oxford.
editado por Colin Renfrew y John
Willey, Gordon R. y Philip Phillips
Cherry, pp. 1-18, Cambridge University
1958 Method and Theory in American
Press, Cambridge.
Archaeology, The University of Chicago
1989 "Comments on Archaeology into the
Press, Chicago y Londres.
1990s", Norwegian Archaeological
Worf, Eric R.
Review, vol. 22 (1): 33-41, Oslo.
Roth, Guenther 1959 Sons of The Shaking Earth, The
1987 "Rationalization in Max Weber's University of Chicago Press, Chicago y
Londres.
Developmental History", en: Max

This content downloaded from 132.174.255.116 on Wed, 04 Jan 2017 14:48:20 UTC
All use subject to http://about.jstor.org/terms

También podría gustarte