(LANOVE&T-F) Zero No Tsukaima Vol04 Completo PDF

Volumen 04
LOS ESPÍRITUS DEL AGUA DEL JURAMENTO

Prólogo
E l lago Ragdorian situado entre los reinos de Tristain y Galia era uno de los lugares
mas hermosos de Halkeginia. Tenía un palmo cercano a los seis mil kilómetros
cuadrado y una anchura comparable a la distancia que había entre Tristania; la
capital de Tristain, y la Academia de Magia. El lago estaba localizado en tierras
relativamente altas, era un precioso lugar, como si fuera una pintura. El exuberante
verdor de los bosques se entretejía con el agua cristalina del lago, era una obra de arte
que no habría sido posible haber sido hecho por algún Dios que agitara
descuidadamente su hacha.
Sin embargo, la propiedad del lago no pertenecía a los humanos. Era un lugar
habitado por los Espíritus del Agua, que eran los habitantes originales de Halkeginia.
Era el paraíso de estos espíritus, quienes contaban con una historia mucho más
antigua que la de los humanos. Estos espíritus construyeron un castillo y un pueblo en
el fondo del lago, desarrollando su propio reino y cultura. Se decía que aquellos que
lograban ver este lugar, sin importar que malvado fuese, se transformaría y
reverdecería como una joven hoja.
Los Espíritus del Agua también eran llamados los Espíritus del Juramento. Se decía
que los juramentos hechos ante ellos jamás se rompían. Se decía también que… los
Espíritus del Agua; quienes se cuenta que sobrepasan la belleza de los colores
encaramados del bosque, el cielo y el lago, rara vez aparecían frente a los humanos.
Decenios de años atrás, ellos habían aparecido una vez mas para renovar su juramento
con la Familia Real de Tristain, pero desde entonces, no habían vuelto a aparecer de
las profundidades del lago. Ese era el porqué de que aunque se decía que ‘juramentos
hechos por ellos jamás se rompen’, era una tarea extremadamente difícil de
comprobar.
La primera vez que Henrietta y Wales se encontraron fue precisamente en el Lago

Ragdorian. Fue tres años atrás… Celebrando el cumpleaños de la Reina Marianne, el
Reino de Tristain invitó a huéspedes de cada nación y celebró una enorme fiesta de
jardín en aquel lago. Nobles y personas de la Realeza de toda Halkeginia se reunieron
y socializaron tanto como quisieron; invitados del Reino de Albión, del Reino de Galia y
del Impero de Germania. Hubo un espectáculo de fuegos artificiales mágicos y, dentro
de una enorme tienda de campaña, un baile tomó curso durante toda la noche con la
más fina comida y vino que se podía preparar en el mundo.
En la noche que marcaba el final de la primer semana, lo que indicaba la mitad de las
celebraciones, Henrietta, una chica de catorce años, abandonó su tienda y se dirigió a
la orilla del lago sin ningún asistente o guardia con ella. Estaba cansada de las
celebraciones, que parecía se alargaban cada vez más. Los días estaban llenos de
eventos, como festines, bailes, recitales de poesía…estaba harta de saludar gente y ser
Zero no Tsukaima Vol. 04 Prólogo
adulada. Ella quería estar sola y tomar un poco de aire fresco.
Ella había pasado por el área donde las tiendas y los edificios se habían colocado con la
cara oculta bajo una gran capucha y se abría paso hacia la tranquila orilla del lago. La
luna brillaba intensamente, creando una atmosfera de ilusiones. Cautivada por la
vista, Henrietta miraba el rio, el cual reflejaba los destellantes rayos de luna. Pero
parecía que ser cautivada por la vista no era suficiente para ella. Henrietta miró a su
alrededor, después de revisar que no hubiera nadie cerca, atrevidamente se quitó sus
vestimentas. Con una traviesa sonrisa en su hermoso rostro, lentamente entró al
agua.
La fría agua rodeó su cuerpo. Era justo el inicio del verano, así que el frio era
placentero en esa noche calurosa. Ella sería regañada si el mayordomo La Porte la
encontraba en tal clase de sitio, pero había soportado por demasiado tiempo esa fiesta
de jardín por obligación.
“Creo que me perdonarán por algo como esto” Murmuró Henrietta mientras
comenzaba a nadar. Después de hacerlo por un rato, ella sintió la presencia de alguien
en la orilla. Su cara se puso roja, ocultando su cuerpo con las manos.
“¿Quién es?”
Esa figura no respondió. ¿Quién podría ser? ¿El molesto mayordomo La Porte? ¿Louise
Fançouise? su amiga, quien era un año mas pequeña que ella. No obstante, ella se
había escabullido de la tienda de campaña sin que alguno de ellos lo notaran.
Poniéndose un poco inquieta, exigió la identidad de esa persona:
“Insolente, dime tu nombre” La preocupada voz de la princesa llegó hasta la orilla.
“No soy alguien sospechoso. Sólo salí para dar un paseo. ¿Por qué saliste a nadar en un
momento como este?”
Henrietta estaba ofendida por la manera despreocupada de su respuesta, además del

hecho que la habían observado nadando todo este tiempo.
“Pregunté tu nombre, ¿no es así? Aunque no luzca como tal, soy la princesa de cierto
país, así que antes de que las cosas empeoren, di tu nombre y márchate”
La figura se mostró sorprendida después de escuchar esto.
“¿Una princesa? Podrías ser… ¿Henrietta?”
Ella estaba sorprendida de la ausencia de su titulo ‘princesa’. Sólo había cinco

personas alrededor del lago que podían llamarla de esa forma. Si no era alguna de esas
cinco personas, entonces se consideraría como una ofensa increíble.
“¿Quién eres tú?” Henrietta había hecho a un lado su rol de princesa y preguntó eso
con la voz de una chica asustada a esa figura.
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Prólogo Lanove & T-F
La figura rió. Al ser la presa de una mofa, Henrietta se sonrojó.
“Soy yo Henrietta, Wales, de Albion, ¡Tu primo!”
“¿Wales…? Quieres decir, ¿el príncipe Wales?”
Era el príncipe Wales, el príncipe heredero de Albion. Ellos nunca se habían visto, pero
por supuesto que ella conocía su nombre, era el hijo mayor del hermano de su viejo
padre. Henrietta se sonrojó aún más.
“Llegué está noche junto a m padre. Pensé que sería buena idea conocer el lago
Ragdorian ya que es muy famoso. Discúlpame por asustarte”
“Cielos, no te creo”
Ya con su ropa puesta, Henrietta se volteó hacia Wales.
“Ya puedes voltear”
Wales se había volteado mientras Henrietta se cambiaba. En el instante en que él

volteó, algo recorrió la espina dorsal de Henrietta por primera vez en su vida. Su
cuerpo que estaba helado por el agua del lago, se calentó como si una hoguera la
hubiera quemado, sonrió tímidamente ante esa gallarda apariencia. Parecía que Wales
había sentido el mismo sentimiento que Henrietta.
“Estoy sorprendido, te has vuelto muy hermosa, Henrietta…”
El estupefacto príncipe arrancó esas palabras de su boca.
“N-no es cierto…” ella miraba hacia abajo, no podía levantar la cara.
“No quería sorprenderte, sólo estaba dando un paseo y oí como salpicaba el

agua…Cuando llegué, me di cuenta de que alguien estaba nadando. Lo siento, no pude
evitar mirar”
“¿Por qué estabas mirando?”
“¿Acaso no son atraídos los Espíritus de Agua por la luz de la luna? Deseaba verlos
aunque sea una vez. Se dice que la belleza de los Espíritus de Agua hacen que las dos
lunas palidezcan de vergüenza”
Henrietta sonrió.
“Entonces disculpa que haya sido yo”
Rascando su mejilla con una expresión de vergüenza, él dijo de seriamente:
“Claro que no, no he visto algún Espíritu de Agua antes pero…”
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“¿Qué?”
“Tú eres mas hermosa, más bella que un Espíritu de Agua”
Henrietta ocultó su cara, avergonzada.
“Las personas de Albion parecen ser muy bromistas”
“¡N-no es una broma! Soy un príncipe, lo sabes. ¡Jamás he dicho mentiras, ni una sola!
¡En verdad pienso que eres más hermosa!” Respondió Wales, preocupado.
El pulso de Henrietta se había acelerado como si un hechizo hubiera sido lanzado

sobre ella. Su primo enfrente de ella… un príncipe de otro país, del cual solo conocía su
nombre. La aburrida fiesta de jardín se había vuelto hermosamente colorida, mientras
ellos permanecían parados frente al centellante lago Ragdorain.
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Su relación se volvió muy intima a pesar de que no fue mucho el tiempo que pasó.
Ellos entendían los sentimientos del otro con solamente ver sus ojos, también
entendían que el tiempo que podían pasar juntos era limitado. Cada noche de la fiesta
de jardín, Wales y Henrietta se reunían en el lago. Henrietta ocultaba su rostro con
una gran capucha y Wales usaba el antifaz de un fantasma, el cual se usaba en los
bailes. La señal de su cita era el sonido de una pequeña piedra arrojada al lago. La
persona que llegaba primero se revelaría del matorral donde se ocultaban, y después
de cerciorarse de que no había nadie alrededor, usarían su clave secreta.
Después de que Wales dijera ‘En la noche que el viento sopla’, Henrietta respondía
con ‘un juramento prometo en el agua’.
Un día en particular, ambos caminaban junto al lago tomados de la mano.
“Has llegado muy tarde Henrieta, ya me estaba cansando de esperar”
“Lo siento, el banquete se alargó. Ya estoy harta de beber sin sentido”
“Pero… ¿realmente está bien que te escapes así cada noche?”
Henrietta rió juguetonamente ante la preocupada cara de Wales.
“Está bien, estoy usando un señuelo”
“¡Un señuelo! Eso es algo muy serio”
“No es gran cosa. ¿Recuerdas a esa amiga que estaba conmigo a la hora del almuerzo?”
“¿Te refieres a esa chica delgada de cabello largo?”
Wales inclinó la cabeza, él estaba tan cautivado con Henrietta que no podía recordar la
apariencia de la chica que la seguía y jugaba con ella. Sin embargo, recordaba de
forma vaga el color de su cabello.
“Si, ella se viste como yo y duerme en mi cama por mí. Las mantas la cubren justo
hasta la punta de su cabeza así que aunque alguien permanezca al lado de la cama, no
podría ver su cara”
“Pero, ¿no es diferente su color de cabello? Si recuerdo bien, el suyo es rosado,

mientras que el tuyo…”
Wales acarició el cabello de Henrietta con una mano.
“De un hermoso color avellana. Así que debe de ser un muy mal señuelo”
“Inventé un tinte mágico de pelo. Pero, me siento un poco culpable, ya que no le he

dicho que estoy saliendo contigo, ella cree que sólo doy un paseo”
“¡Eres tan astuta!” Dijo Wales mientras reía.
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“¡Shh! No te rías tan fuerte, no sabemos si alguien esté escuchando”
“Nadie estaría escuchando aquí a estas horas de la noche, excepto los Espíritus de
Agua. ¡Ah! Quisiera verlos al menos una vez. Me pregunto que clase de belleza hace
que las lunas se encelen”
Hinchando los labios, ella le contestó a su amado con un tono alarmado:
“Oh, ya veo. Así que en realidad no quieres verme a mí. Lo que quieres es ver a ese
Espíritu de Agua y tenerme nada más de compañía”
Wales se detuvo de repente y sujetó las mejillas de Henrietta suavemente con ambas
manos, acercando sus labios. Henrietta estaba sorprendida, pero rápidamente cerró los
ojos. Sus labios se presionaron. Después de un momento, Wales se alejó.
“Te amo, Henrietta”
“Yo también te amo” murmuró Henrieta, sonrojándose completamente.
Una tonalidad de soledad se reflejaba en los ojos de Wales. A pesar de que estaba
encantado por su sentimiento de amor, su parte serena se había imaginado la
conclusión de esto. Su posición no les permitía estar juntos, si alguien se enterara
sobre su relación… probablemente no les permitirían volver a verse ni siquiera en
eventos formales. Era parte de ser un príncipe y una princesa.
Wales comenzó a hablar tratando de animar el ambiente.
“Hahaha… Hemos nacido con destinos problemáticos, ¿no es así? La mayor parte del
tiempo que hemos pasado juntos ha sido en la noche, ¡y con disfraces! Sería bueno, al
menos por una vez, si pudiera caminar junto a ti por el lago a la luz del sol”
Henrietta cerró los ojos y lentamente se recargó contra el pecho de Wales.
“Entonces haz un juramento”
“¿Un juramento?”
“Si. Los Espíritus de Agua que viven aquí también son conocidos como los ‘Espíritus
del Juramento’. Se dice que los juramentos hechos ante ellos son inquebrantables”
murmuró la chica de catorce años, Henrietta, mientras ocultaba su rostro.
“Es sólo una superstición. Simplemente una vieja historia popular”
“Aunque sea una superstición, yo la creo. Si por creer, se me garantizará mi

juramente, entonces lo creeré para siempre. Por siempre…”
Una lágrima cayó desde su pestaña y rodó hasta su mejilla. Wales acarició dulcemente
esa mejilla.
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“Te amo Henrietta, ya que tú me amas tanto, así que por favor no llores. El rio se
desbordará con tus lágrimas y la gente que se ha reunido aquí terminará ahogándose”
“Probablemente no sabes lo mucho que te amo. Entre mas te lo digo, mas te burlas de
mí”
“No seas así Henrietta”
Henrietta se dirigió hacia el agua, levantando el dobladillo de su falda.
“Henrietta, la princesa de Tristain promete, frente a los espíritus de agua, que siempre
amará al príncipe Wales”
“Es tu turno Wales. Has un juramento como el que acabo de hacer“
Wales entró al agua y abrazó a Henrietta. Ella se colgó de sus hombros.
“¿Wales?”
“Tus pies se van a congelar”
“No me importa. Lo que importa ahora es que hice un juramento de amarte por
siempre. Has tu juramento también”
“Juramentos indestructibles son simples supersticiones”
“¿Estas diciendo que vas a dejar de amarme?”
Wales permaneció en silencio por un momento, pensando profundamente.
Con una expresión amable, lanzó su juramento al lago:
“El príncipe de Albion, Wales, promete ante los Espíritus del Agua que un día, él
paseará tomado de la mano de la princesa Henrietta por el lago Ragdorian bajo los
rayos del sol”
“Ya hice mi juramento”
Henrietta enterró su rostro en el pecho de Wales y susurró casi para si misma:
“… ¿Así que no prometerás amarme?”
La superficie del lago tintineaba con la luz. Después de un rato el lago fue engullido
por el silencio una vez más.
Ambos se miraron.
Ya fuera la luz de la luna o que los Espíritus de Agua habían aceptado sus juramentos,
no lo sabían… pero abrazados mutuamente, continuaron mirando el hermoso lago
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Ragdorian.
Fin Prologo - Volumen 04
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Capítulo 01
La Santa
n la calle Bourdonne, que estaba frente al Castillo de Tristain, se festejaba un

E magnífico desfile por la victoria. El desfile era encabezado por el carruaje de la
Princesa Henrietta, el cual era llevado por bestias legendarias, ‘los unicornios’.
Nobles de renombre seguían el carruaje de la Princesa. Alrededor de ellos, un grupo de
guardias mágicos servían de guardaespaldas.
La estrecha calle estaba llena de espectadores. Las personas aplaudían desde las
ventanas y tejados mientras veían pasar la caravana.
“¡Larga vida a la Princesa Henrietta!”
“¡Larga vida a Tristain!”
El público estaba muy entusiasmado. Luego de enfrentar al ejército de Albión, quienes

habían roto el tratado de no agresión, la Princesa Henrietta había conducido a las
tropas de Tristain hacia la victoria en las planicies de Tarbes, La Princesa, que había
derrotado a unos enemigos que la superaban en número, fue alabada como una santa y
era muy bien recibida.
Después de acabar el desfile, el corazón de Henrietta estaba en espera por asumir el

trono. Eso era gracias a que el Cardenal Mazarin y el resto de los nobles de la corte
estaban de acuerdo.
El matrimonio con el Rey del país vecino, Germania, había sido cancelado para su gran
decepción. Después de todo, no podían darse el lujo de criticar al país que acababa de
derrotar a las fuerzas invasoras de Albión.
Por supuesto, la cancelación de la alianza era otra cuestión. Tristain era un país fuerte
que Germania necesitaba para combatir la ira de Albión, y de cuya alianza dependían
ambos.
En otras palabras, Henrietta había ganado su libertad con sus propias manos.
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La Santa Lanove & T-F
U na parte del ejército derrotado de Albión veía el festejo desde la esquina de una
plaza. Eran los nobles de las Fuerzas Armadas de Albión que habían sido
tomados como prisioneros, y a pesar eso, se les trataba muy bien. Sus varitas fueron
confiscadas pero no estaban atados, podían moverse libremente. Algunos guardias
vigilaban, pero ellos no pensaban en escapar. Cuando los nobles son tomados como
prisioneros, pasan por un juramento. Si alguien rompía este juramento, su nombre y
su honor quedaría manchado y hecho cenizas. Para lo nobles, que tenían al honor como
mayor virtud, era igual que morir.
Entre el grupo de personas, había un hombre con la cara quemada. Era Sir Bowood,
quien fue el capitán del buque de Guerra Lexington, el cual Louise había hundido con
su magia del Vacío. Dio un codazo al noble que estaba a su lado y le habló.
“Mira Horatio, es ‘la santa’ que nos derrotó”,
El noble llamado Horatio dio una gruesa risa y respondió.
“Hm… es la primera vez que veo que coronan a una Princesa en Halkeginia. Pero,
aunque hayan ganado, la guerra todavía no termina. Por otra parte, ¿no es muy
joven?”,
“Horatio, debes estudiar algo de historia. Ha habido un caso en Galia y dos en

Tristain, en los cuales se han coronado a princesas”.
Horatio se rascó la cabeza.
“¿Historia dices? Si es así, solo somos el adorno de una de las páginas de la brillante
historia de la Santa Henrietta. ¡Esa luz! ¡No solo aniquiló mi barco sino el tuyo
también!”
Bowood asintió. Una bola de luz que brillaba encima del Lexington aumentó su
tamaño en pocos segundos. No solo derrotó a toda la flota, sino que también destruyó
todas las piedras de viento que tenían, haciendo que todas las embarcaciones cayeran
al suelo.
Lo más sorprendente era que no murió nadie. La luz destruyó la flota, pero no tuvo
efecto sobre las personas. Se deslizaron hacia el suelo una vez que habían sido
derribados. Las llamas habían causado heridos, pero ninguno de gravedad.
“Una luz milagrosa… no lo puedo creer. Nunca había visto ni escuchado antes sobre
ese tipo de magia. Nuestro país ha elegido un enemigo temible” susurró Bowood.
Llamó a un soldado que estaba sosteniendo una lanza.
“Tú. Sí, tú.”
Elevando las cejas, el soldado se acercó a Bowood.
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“¿Me ha llamado su Excelencia?".
No importaba si la persona era un enemigo o un aliado, los nobles siempre eran

tratados con respeto. El soldado esperó las palabras de Bowood cortésmente.
“¿Mis subordinados están encerrados? ¿Están siendo alimentados correctamente?”
“Los soldados que fueron capturados son invitados a unirse a las fuerzas de Tristain.
No es obligatorio, pero la mayoría aspira a unirse a nuestras filas. Después de todo,
fue una gran victoria. No se preocupe por sus estómagos, Tristain no es una país tan
pobre como para preocuparse por brindar o no comida”
“Aquí hay una copa para celebrar la victoria ‘Santa’”
El soldado sonrió.
“Permítame servirle a la salud de nuestra Excelencia”
Sintiéndose alegre, Bowood murmuró mientras miraba al soldado.
“Cuando esta guerra termine y vayas a casa, ¿qué harás Horatio?”
“Voy a retirarme del ejército. Ni siquiera me importa renunciar a mi varita después de

ver esa luz”
Bowood rio fuertemente.
“¡Pensamos igual! Creo exactamente lo mismo”
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U na sonrisa surgió en el rostro del cardenal Mazarin que estaba sentado al lado de
Henrietta. Era una sonrisa que no había mostrado hacía diez años, era una
sonrisa sin preocupaciones. Abrieron la puerta del carro, y cuando bajó, hizo un gesto
de victoria con las manos, al que la gente respondió con ensordecedores gritos de
alabanza. Se alegró por los dos nuevos títulos que había recibido, Administración
Interna y Diplomacia. Consideraba ayudar a Henrietta como su asesor.
Mazarin se dio cuenta que su nueva Excelencia tenía la cara un poco triste. Tocándose
el bigote, le preguntó.
“Parece que no está muy feliz, no la he visto sonreír desde que entró al coche”
“¿Debo tomar el trono? ¿Mi madre no quiere ser coronada, verdad?”
“A ella no le gustaría ser llamada ‘su majestad la reina’. Ella dijo que no quería ser
reina, se conforma con haber sido la esposa del rey y ser su madre, y definitivamente
no aceptaría la corona”.
“¿Por qué mi madre se niega a aceptarla?”
Una expresión triste apareció en el rostro de Mazarin.
“Ella aún está de luto. Todavía extraña a su difunto padre”
Henrietta suspiró.
“En ese caso, voy a actuar como mi madre. El trono puede permanecer vacío. La
coronación queda cancelada”
“¡No diga algo tan egoísta! Su coronación es algo que su madre ha estado esperando.
Tristain no puede ser un país débil ahora. Los nobles y los ciudadanos de Tristain,
como también nuestros aliados, están esperando que asuma el trono”
Henrietta suspiró de nuevo. Miró el rubí de viento que tenía puesto en su dedo anular.
Era el anillo que Saito había traído con él, un recuerdo de Wales. La victoria de su
ascenso al trono… era de cierto modo la victoria de Wales. El anillo le dio valor a
Henrietta para enfrentar al enemigo.
Mi madre dejó el trono vacío porque ese era el deseo de mi padre… entonces, yo también quiero
hacer lo mismo. No quiero convertirme en reina.
Pero podía oír el grito de la multitud. Como si la amonestara, Mazarin habló

susurrando.
“Los ciudadanos están esperando. Su Excelencia, ésta ya no es decisión suya”. Tosió y

luego continuó. “Le voy a explicar los pasos de la coronación para que no cometa
ningún error”
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“Es solamente una corona… no entiendo por qué tanto escándalo”
“No diga esas cosas. Es un ritual sagrado. Es un ritual donde se impone el poder
otorgado por los fundadores y se anuncia al mundo. El procedimiento es toda una
tradición”
Con un aire de importancia, Mazarin explicó los pasos del proceso.
“…Entonces, cuando el ritual haya terminado, su Excelencia se acercará al altar. Va a

recitar una oración compuesta por los fundadores y dioses, luego su madre le
entregará la corona. Entonces todos en Halkeginia, incluyéndome, se dirigirán a usted
como Su Majestad”
Una oración…
Una oración por algo que su corazón en realidad no deseaba… ¿No era eso una
blasfemia? Henrietta se puso a pensar.
No puedo pensar en mí como Reina. Esa victoria… la que obtuvimos en Tarbes, la que me concedió
el trono, no fue una victoria gracias a mí, fue más bien gracias a la experiencia e ingenio de los
generales y de Mazarin. Yo sólo lideraba, no hice nada más. Si Wales estuviera vivo ahora, ¿qué me
diría? A mí, que me han obligado a tomar el poder…
Wales.
Mi querido Wales.
La única persona que he amado…
Antes de eso, o incluso después de eso, la única vez que había sentido las verdaderas
palabras de su corazón había sido en el lago Ragdorian. La gran victoria y la
coronación no hacían sentir aliviado el corazón de Henrietta.
Ella miró fijamente el pergamino que tenía en sus manos.
Era el informe que se le había dado a Henrietta al día siguiente. Allí estaba escrita la
declaración de los prisioneros, redactados por un guardia. Habían escrito sobre el
combate de Saito en el Caza Zero y de cómo derribó a los dragones. Un preso que
cabalgaba uno de los dragones había dicho que tenía gran agilidad, astucia y que
usaba ataques de magia muy poderosos, derribando a sus compañeros uno por uno.
Pero, tal cosa no existía en el ejército de Tristain. Intrigado por esto, el guardia había
investigado el asunto. El informe continuó en la aldea de Tarbes. El dragón era en
realidad un instrumento mágico llamado La Coraza de Dragón, guardado en la villa de
Tarbes. Pero al parecer no era un objeto mágico, más bien era un mecanismo
desconocido.
El que lo controlaba era el familiar de su amiga, La Vallière. Y… había una ligera

información sobre la luz que destruyó la flota enemiga. Esa luz había aparecido junto a
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la máquina voladora. El guardia había hecho una buena hipótesis; que La Vallière y
su familiar fueron la fuente de luz. Sin embargo, el guardia no pudo tener contacto
directo con ninguno de ellos. El reporte terminaba con la petición de una investigación
más profunda sobre el tema.
La luz que me trajo la victoria.
La intensa luz que parecía un sol.
Incluso cuando pensaba en esa luz su cuerpo entraba en calor.
“¿Fuiste tú, Louise?” susurró Henrietta en voz baja.
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M ientras tanto, al mismo tiempo en la Academia de Magia de Tristain; en

contraste a la excitación de la calle Bourdonne, el director Osmond había
alabado la victoria de las fuerzas reales en Tarbes, pero aparte de eso nada más había
sucedido.
En la Academia no había lugar para asuntos políticos. Incluso durante la guerra, los
alumnos se preocupaban sólo por sus quehaceres. Para los nobles de Halkeginia, la
guerra era algo que ocurría todos los años. Siempre había alguna pelea en alguna
parte. Y cuando las cosas se ponían serias, no hacían ningún alboroto; luego de las
batallas, todo seguía como siempre.
Dentro de este proceso, una pequeña guerra había comenzado en el apacible patio
Vestri.
Sentado en un banco del patio, Saito abrió un paquete que tenía en sus manos.
Su cara estaba radiante.
“¡Wow! ¡Esto es genial! ¡Una bufanda!”
Sonrojada, Siesta estaba sentada a su lado.
“Bueno, hmm, como era su nombre… ¿Avión? ¿Hace mucho frío cuando estás montado
en eso, cierto?”
Habían pasado tres horas del mediodía. Siesta le había dicho que fuera al patio Vestri
para darle algo. Ese algo era una bufanda, blanca como la nieve. Era tibia como la
suave piel de Siesta.
“¡Sí! Hace mucho frío cuando abro el parabrisas”
Saito la envolvió alrededor de su cuello para probarla. Estaba comenzando el verano,

pero el aire estaba helado, y aún más cuando se abría ese parabrisas. Y durante el
despegue y aterrizaje se necesitaba estirar la cabeza fuera de la cabina para ver que
había debajo de él. Era diferente a los aviones modernos, en los que puedes hacer todo
en el interior.
En la bufanda blanca, unas palabras habían sido tejidas con color negro. Al principio
parecían letras del alfabeto, pero al verlas más de cerca podía notar que eran letras de
Halkeginia, muy diferentes a las suyas.
“¿Qué dice aquí?”
“¿Hum? Ah, tú no puedes leer nuestro idioma. Bueno, tu nombre está escrito ahí”.
“Ya veo”
Saito se movió un poco.
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“Ah, así es como se escribe mi nombre en el idioma de este mundo” dijo mientras
miraba con fascinación. Cuatro letras formaban la palabra ‘Saito’. A su lado había
otras seis letras.
“¿Y esto qué es?”
“Ehehe… es mi nombre. Lo siento, no pude evitarlo. ¿No te gusta?”
“N… No, ¡Me encanta!” Saito sacudió frenéticamente la cabeza. “En realidad estoy
muy feliz de que hayas hecho esta bufanda para mí”
Era la primera vez en su vida que recibía el regalo de una chica. Recordó las tragedias
que siempre pasaban en los años anteriores. Su cumpleaños era en un día feriado
nacional y la escuela se cerraba. Nunca había tenido una novia como para que lo
felicitara. Sólo una vez su madre le regaló un reloj, el cual rompió al día siguiente. Un
día de San Valentín, se equivocó de asiento y recibió una caja de chocolates por
equivocación.
“¡¿Quién es?! ¡¿A quién le gusto?! ¡¡Probablemente yo también sienta lo mismo!!” gritó
mientras bailaba de alegría.
Una chica de aspecto normal se le acercó y le dijo.
“Lo siento, me equivoqué de asiento”. Avergonzado por su actuación, terminó haciendo

la limpieza de mal humor.
Y por eso, el regalo de una chica fue suficiente como para hacerlo llorar. Y el hecho de
que Siesta lo había tejido con sus manos, hacía que tuviera un encanto del 120%. La
siempre linda Siesta había elevado su condición a la de un ángel.
“¿Pero en realidad está bien darme esto a mí? Debió haberte tomado mucho trabajo
tejer todo esto” dijo Saito en voz baja.
“Está bien. Ya sabes, cuando las fuerzas de Albión atacaron, yo estaba muy asustada.
Pero cuando escuché que la batalla había terminado, salí del bosque y tú estabas
montando ese avión ¿cierto?”
Saito asintió.
“Estaba muy feliz, realmente feliz. Es por eso que yo…”
Los dos se sonrojaron. Siesta abrazó a Saito y le dio un beso en la mejilla.
La gente del pueblo había salido del bosque un poco después. Muchos de ellos habían
observado a Saito derrotar los dragones enemigos con su Caza Zero. Habían elogiado a
Saito y Louise como héroes por enfrentar a los enemigos. Las celebraciones
continuaron durante tres días y tres noches, y ambos recibieron un trato como si
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fueran de la realeza. También se había restaurado el honor del abuelo de Siesta al

demostrar que el Caza Zero podía volar.
Durante el festejo, Siesta había visto a Saito y se acercó a él. Y al igual que entonces,
su cuerpo se inclinaba ligeramente hacia el suyo.
Confundido, Saito jugó con la bufanda que estaba alrededor de su cuello.
"¿Uh?"
Se dio cuenta de algo.
“Siesta, la bufanda es muy larga…”
“He he… eso es porque la tejí para poder hacer esto”
Siesta cogió un extremo de la bufanda y la puso alrededor de su cuello. Cuando hizo

esto, la longitud de la bufanda se acortó bastante.
“¿Está hecha para dos personas?”
“Sí. ¿No te gusta?”
Había un extraordinario encanto en los ojos de Siesta luego de decir eso. Eran como los
ojos de un cachorro adorable.
Una bufanda para dos… acaso eres, ¿La sirvienta perfecta? Ser tan buena debe ser un crimen, Tú…
tú… tú…
Los pensamientos de Saito empezaban a carecer de sentido. La forma de ser de Siesta

había aterrizado de un golpe en su mente.
Siesta lanzó otro ataque. Cerró los ojos, encogió los labios y se inclinó hacia él.
Saito tragó su saliva. Su reacción sería acercar sus labios. Pero… el recuerdo del padre
de Siesta durante la cena volvió a su mente. Él se había acercado a Saito cuando
Siesta se levantó por un rato de la mesa. Elogió a Saito por ser el héroe del pueblo y
por haber derrotado a los dragones de Albión. Sin embargo, su rostro sonriente cambió
rápidamente a una expresión siniestra mientras miraba a Saito de manera fría.
“Tú eres el salvador de este pueblo y el héroe que protegió a Tristain de Albión. Te
aprecio por eso. Pero…”
“Um, ¿pero qué?”
“Si haces llorar a mi hija, te mataré"
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Saito nunca olvidaría el rostro del padre de Siesta cuando dijo esto. Daba más miedo
que los orcos, dragones, e incluso más que Louise que había destruido a la flota
enemiga.
No podía hacer ninguna cosa descuidada con Siesta. Después de todo, él era alguien
que tenía que regresar a casa… si la besaba, Siesta se pondría triste después. Y si eso
pasaba, probablemente el padre de Siesta lo perseguiría hasta la Tierra. El terror de
su rostro era suficiente como para hacerlo pensar antes de actuar.
Pero, como los labios de Siesta se acercaban más, su determinación empezaba a

debilitarse. Saito no se movía, pero al parecer Siesta quería acortar la distancia entre
ellos. Sujetó la cabeza de Saito y lo atrajo hacia ella. Siesta era muy audaz cuando
quería serlo. Saito no podía resistir.
Ah, no…pero si es solo un beso… pensó mientras se ponía tenso.
Con un ruido casi inaudible, Saito se desmayó por una piedra que había sido arrojada
contra su cabeza.
A quince metros del banco donde estaban Saito y Siesta, había un enorme agujero en
el suelo. Dentro de él, había una chica que trataba de recobrar el aliento. No era otra
más que Louise.
Louise golpeó el suelo con los pies. A su lado estaba el gran topo que había cavado el
agujero, Verdandi, y la espada encantada, Derflinger. Luego de que el familiar de
Guiche cavara el agujero, Louise se escondió en él, viendo con humo en la cabeza lo
que hacían Saito y Siesta. Ella había llevado a Derflinger al cual empezó a preguntar.
“¡¿Qué pasa con ese familiar?!”
Temblando, golpeó la pared del hoyo con sus puños.
“¡No te mueras Saito!” se escuchaba a lo lejos era Siesta que estaba atendiéndolo.
Louise había tirado la piedra que fue hacia la cabeza de Saito. Era imperdonable que
besara a otra chica siendo su familiar.
“Hey, joven noble” dijo Derflinger expresivamente.
“¿Qué? Deberías de recordar mi nombre”.
“¿A quién le importa eso?, por otra parte, ¿se ha hecho popular cavar hoyos para
vigilar a los familiares?”
“¿Por qué sería popular?”
“Entonces, ¿por qué estamos espiando desde aquí?”
“Si me ven, voy a quedar mal” dijo Louise mientras miraba a Derf.
- 26 -
“Entonces, ¿no sería mejor dejar de espiarlo? Después de todo, está bien que haga lo
que quiera ¿verdad?”
“No, no está bien. Es un tonto familiar. Ni siquiera me consultó, pasar el día entero
c…c…c…coqueteando con esa chica”
La voz de Louise empezó a temblar cuando llegó a la palabra Coquetear. Estaba

realmente furiosa.
“Incluso soy la legendaria maga del Vacío, y ni así puedo encontrar a alguien con quien
hablar. Es más, salí a buscar a ese incompetente, inútil y tonto familiar, pero él está
por ahí c-c-c-oque...”
“C…c…c…coque…”
“¡No me remedes!”
“Pero, ¿no arrojaste muy fuerte la piedra? Mi compañero pudo haber muerto”
Louise se cruzó de brazos mientras se sentaba en el hoyo.
“Coquetear por ahí sin hacer apropiadamente los deberes de un familiar; ¡Todavía le
faltan más de diez años para que pueda hacer eso!”
“Celosa”
“No. Estás equivocado”
Louise se sonrojó de inmediato, Derflinger imitó el tono de voz de Louise:
“¿Por qué no ha intentado darme un beso?”
“Cállate”
“Incluso estaba fingiendo estar dormida. Me dan ganas de llorar”.
“Si vuelves a decir eso, te fundo con mi magia. Juro que te voy a derretir”.
Derflinger temblaba de risa. Entonces, Louise pidió algo a Derf con gran disgusto:
“Hey, creo que no hay nadie más a quien pedírselo que a ti. Una fina noble como yo
está pidiendo una respuesta a una espada oxidada como tú. Si me respondes, te lo
agradeceré”
“¿Qué?”
Louise fingió toser. Con la cara roja, pidió a Derflinger con un tono de voz que trataba
de guardar el orgullo que tenía.
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“¿En qué aspectos es más atractiva esa sirvienta que yo? Respóndeme de la manera
más concisa y directa”
“¿De qué sirve eso?”
“No es asunto tuyo, sólo responde la pregunta”
“Celosa”
“¡¿Ya te había dicho que no es eso, o no?!”
“Incluso me dio un beso apasionado aquella vez… voy a llorar”
“Bueno, ahora te derrito”
Louise agarró su varita mientras conjuraba un encantamiento. Derflinger respondió

rápidamente por el pánico. No podría soportar una explosión mágica de luz.
“B…bueno ¡Lo entiendo! ¡¿Hace falta que hagas eso?! En primer lugar esa chica sabe
cocinar”
“Supongo que sí. ¿Pero qué tiene? Basta con que pida comida”
“Los chicos aman a las chicas así. Además, parece que también saber tejer”
“Yo también puedo hacer eso. Mi madre me lo enseñó, ya lo sabes”
“Comparadas en costura, eres como un lagarto y ella es un dragón”
“Siguiente”
“Bueno, la cara… creo que es cuestión de gustos. Eres muy buena en ese sentido. Pero
ella tiene una arma que tú no tienes”
“¿Qué es?”
“Senos”
“La gente crece, ¿sabes?”
Louise mostró su pecho. Un magnifico pecho plano.
“¿Cuántos años tienes?”
“Dieciséis”
“Oh. Ya has crecido. No hay esperanza”
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Louise comenzó a murmurar un encantamiento.
“¡Espera! ¡Para! ¡Hey! Naturalmente a los chicos les gustan los pechos grandes.
Literalmente, su mente estuvo en el país de las hadas esa vez que se bañó con ella en
la olla”
Luego de decir esto, los ojos de Louise se llenaron de furia.
“¿Qué? ¿Qué dijiste hace un momento?”
“¿Eh? Cuando se bañó con ella…”
Derflinger le explicó sobre la vez en que Saito y Siesta se habían bañado juntos.
Louise respiraba fuertemente. Temblaba incontrolablemente de ira. Derflinger decidió

guardar silencio por el miedo, era raro para una espada sentirse así.
Mientras tanto, el topo asomó la cabeza sobre el agujero. Había visto la figura de su
amo quien lo estaba buscando. De rodillas, Guiche abrazó a su familiar y frotó su
mejilla contra la de él.
“¡Ah! ¡Te estaba buscando Verdandi! ¡Eres tan peludo y lindo! ¿Qué has estado
haciendo... cavando un agujero así? ¿Hum? ¿Eh, Louise?”
Guiche miró perplejo el hoyo luego de encontrar a Louise.
“¿Por qué estás en ese hoyo?”
Con una expresión de preocupación, Verdandi miró a Guiche y a Louise. Guiche ladeó
la cabeza y empezó a hablar como si hubiese encontrado la respuesta.
“Lo entiendo Louise. Dejaste que Verdandi cavara este hoyo para así buscar lombrices
de tierra, ¿verdad? Seguro serán para crear cremas de belleza. Y tu familiar parece
estar ocupado con la sirvienta del comedor, así que…”
Guiche miró la escena de Siesta haciendo de enfermera con Saito. Y como de

costumbre, Saito se encontraba inconsciente. Siesta lo abrazaba y hacía gran alboroto.
“¡Ahahaha! ¡Tienes que trabajar duro en tu belleza para recuperar a tu familiar! ¡Al
perder contra una campesina… tu honor debe estar por los suelos!”
"Mierda" murmuró Derflinger.
Louise agarró de los tobillos a Guiche y lo jaló hacia el agujero. Apenas en dos
segundos acabó con él. El topo gigante frotó preocupado su nariz contra la mejilla del
inconsciente Guiche. Louise, apretando los puños, murmuró algo.
“El próximo es él”
- 29 -
“Parece que esta Zero1 es mucho más temible que los anteriores” Derflinger dijo para
sí mismo.
^^^
1 Haciendo alusión a que hubo otros magos de Vacío antes que ella.
- 30 -
F rotándose la cabeza por el dolor, Saito retornó a la habitación de Louise, para

encontrarla sentada con las piernas cruzadas mientras miraba por la ventana.
La habitación estaba oscura. Ya era de noche, pero Louise no había prendido ninguna
luz. Saito sintió un ligero escalofrío por la atmósfera tenebrosa.
“¿Hay algún problema Louise? ¿No está la habitación muy oscura?”
Louise no le respondió. Se mantuvo de espaldas a Saito. Parecía estar de mal humor.
¿Por qué podría estar enfadada? Se preguntó Saito.
“Es bastante tarde para volver, ¿no te parece? ¿Qué has estado haciendo?” Louise
preguntó esto sin moverse ni un centímetro. Su tono de voz era frío, pero no parecía
estar enojada. Saito dio un suspiro de alivio y respondió.
“Me encontré con Siesta en el patio Vestri. Ella tenía algo que quería darme. Y luego
una roca salió de la nada y golpeó mi cabeza… y realmente duele”
“¿De veras? Debió ser algún castigo divino. Por cierto, tengo algunas palabras que
decirte… así que, siéntate en el suelo”
“Eh, ¿en el suelo?”
“Tú...perro”
"Ah, de nuevo con lo del perro" murmuró Saito mientras lentamente retrocedía hacia
la puerta. Se decía que no hay que maldecir a los dioses, pero Louise era más temible
que un dios. Después de todo, era portadora del poder del Fundador, el Vacío, y había
exterminado una flota ella sola.
Louise hizo un movimiento con su varita cuando Saito quiso abrir la puerta.
"¿Huh?", cuando Saito trató de abrirla no pudo hacerlo.
“Qué extraño, huh… parece que ahora puedo utilizar magia básica” Louise dijo esto
dándole la espalda todo el tiempo.
“¿L…Louise?” preguntó Saito con voz temblorosa.
Louise era aterradora. Su voz era normal, pero aun así era temible.
“Siempre había fallado con hechizos de las cuatro ramas de la magia hasta ahora… tal
vez realmente sea la elegida. Y tal vez, día tras día siga creciendo. ¿Qué dices, perro?”
Saito trataba desesperadamente de mover la perilla de la puerta, pero no se movía.
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“Es inútil. Le puse un hechizo de bloqueo. Por cierto perro, tu ama ha estado muy
preocupada. Puede ser que sea la elegida para llevar la magia del Vacío, pero ni
siquiera tengo a alguien para hablar sobre ello. Nadie sabe que puedo usar ese poder
en estos momentos. Parece que mi hechizo de Explosión fue tomado como un milagro
por el pueblo… Pero creo que los de palacio lo sabrán muy pronto. ¿Qué será de mí
entonces? En un momento tan preocupante, mi ingrato y necio familiar decide tener
una cita con una sirvienta”
E incluso me b…b…b…besaste. Louise estuvo a punto de decirle esto, pero cerró la boca.
Tomando un largo suspiro, eligió bien sus siguientes palabras.
La cara de Saito estaba pálida mientras trataba de hacer girar la perilla. Pero no
importaba como lo intentara, el hechizo de bloqueo era muy fuerte.
“Una cita está bien, supongo. Pero un baño. Ahora sí que te pasaste. Eso es lo peor de
lo peor. ¿Ignorando a tu ama para bañarte con una criada? Estoy bastante segura de
que eso ya sirve para tu sentencia de muerte. Pero eres tan afortunado de que sea una
persona tan amable”
Louise empezó a temblar.
Incluso me b…b…b…besaste… Un baño, un baño con la sirvienta.
Algo voló hacia la ventana. Era un pelícano.
“Ah. Que rápido”
Louise agarró un paquete de las patas del pelícano, lo colocó en la cama y puso algunas
monedas de oro en el pico del animal. Al parecer los pelícanos se utilizaban como un
servicio de entregas a domicilio en ese mundo.
“¿Q…qué compraste?”
“Me he dado cuenta de que los perros solo aprenden cuando se utiliza un látigo”
La cara de Saito estaba llena de desesperación mientras seguía moviendo la perilla.
“¡A…ayuda! ¡Ayuda!”
“Ya te lo dije, es inútil”
Cuando Saito miró hacia atrás, Louise estaba de pie detrás de él. Saito dio un grito al
ver su cara.
Louise se mordía sus labios mientras sus ojos brillaban. Incluso era más aterradora
que el padre de Siesta.
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Y como ya era costumbre, Louise dirigió una patada a la entrepierna de Saito, lo que
luego dio lugar a su desplome en el suelo.
“Aaaaaaaaahh… ¿Por qué eres tan inhumana con mis partes sensibles?”
Louise apretó el cuello de Saito con sus pies.
“Escúchame perro. Al parecer lo que te falta es algo de dignidad. Siempre moviendo la

cola de aquí para allá… por eso he comprado esto”
Louise empezó a atarle por el cuerpo lo que parecían ser cuerdas de cuero. Y en un
abrir y cerrar de ojos su pecho estaba atado. Parecían ser una especie de tirantes para
el cuerpo.
“¿Q…qué es esto?”
“Un dispositivo de retención mágico utilizado para domar criaturas salvajes”
“¡Tienes que estar jugando!” Saito gritó mientras trataba de ponerse de pie.
Louise murmuró una corta oración.
“Vasra”
Con una exclamación de dolor, Saito volvió a caer al suelo.
“Tiene hechizos de agua y viento sobre sí. A la señal del amo, ésta empieza a descargar
corrientes eléctricas” Explicó Louise, pero Saito estaba inconsciente por el impacto.
Louise arrastró su cuerpo por el suelo y lo tiró al pajar.
“¡Deben pasar cien años para que vuelvas a bañarte con otra chica!”
Fin del Capítulo 01 — Volumen 04
- 33 -
Capítulo 02
Saito va de Compras a la Ciudad triunfante
W ardes despertó. Intentó levantarse mas su cuerpo lo resintió. Perplejo, notó los
vendajes que cubrían su cuerpo.
¿Dónde me encuentro? Estoy seguro de que fui alcanzado por la magia de la máquina voladora
manejada por Gandálfr, por lo que perdí el conocimiento.
Miró alrededor. Estaba en un sencillo cuarto con el suelo y las paredes de madera, una
cama y un escritorio. Había un portarretratos sobre este último, el cual solía llevar en
el cuello. Viéndolo al alcance trató de recogerlo, pero el dolor en todo su cuerpo lo
contuvo. En ese momento se abrió la puerta, revelando una cara familiar.
“Oh, ya has recuperado la conciencia”
“¿Tierra Despedazada? Tú…”
Fouquet colocó el plato con sopa sobre la mesa. Wardes intentó levantarse de nuevo
pero sintió un agudo dolor recorriendo su cuerpo.
“Tsk”
“Aún no te puedes mover. Tu cuerpo fue atravesado por balas en numerosos lugares. A
varios magos del elemento Agua les llevo tres días y tres noches el poder curarte
aplicando ‘Recuperación’”
“¿Balas?”
Wardes hizo un gesto de sospecha.
“¿Fui herido por un ‘Arma de fuego’2? ¿Éste es el daño hecho por una arma?”
‘Armas de fuego’ son las armas que los plebeyos usan. La presión de la pólvora,
activada por la chispa de un pedernal, empuja a la bala, de forma comúnmente
redonda, por el cañón del arma. Aunque su poder a corta distancia es superior al de
cualquier arco, su forma de cargar la bala y la pólvora de manera independiente hace
difícil el disparar de forma rápida. Además, su precisión no es mejor que la de un arco.
El ‘arma de fuego’ tiene la gran ventaja de no necesitar mucha práctica para usarla,
por lo cual, no es una buena arma para un mago.
2 No olvidemos que Zero no Tsukaima está basado en un mundo medieval, y las armas de fuego se remontan a los
siglos XIX y XX. Esto explica el desconcierto de Wardes.

Saito va de compras a la Ciudad triunfante Lanove & T-F
“¿De verdad? ¿No sabías que un arma podía derrotarte? Qué hombre tan descuidado”
Diciendo esto, Fouquet tomó un poco de sopa con la cuchara y se la dio a Wardes en la
boca.
Wardes pensaba, Es una extraña máquina voladora la que usaba Gandálfr…
No sólo podía volar muy rápido, además estaba equipada con un ‘arma de fuego’ que
podía disparar en rápida sucesión.
Y entonces, en ese mismo instante, un torbellino de luz apareció…
¿Qué fue aquella luz que vi?
Algo pasó en Halkeginia.
Debí aprovechar esta oportunidad, ya que este suceso debe estar vinculado de alguna forma con
aquello…
Mi deseo de tener las habilidades de Louise.
Y la manipulación de la extraña magia por parte del Santo Emperador Cromwell…
Aún si siguiera a Cromwell a la Tierra Santa, sus planes no podrían marchar bien, ya
que el hundimiento y destrucción de la flota fue a causa de una sola persona.
“Hey, tu sopa se está enfriando”
Le dijo Fouquet en tono exasperado. Wardes estaba perdido en sus pensamientos.
“¿En qué lugar nos encontramos?” Preguntó Wardes, sin siquiera mirar la sopa.
“En Albión. Éste es el templo localizado en las afueras de Londinium, en donde antes
brindé mis servicios. Por suerte regresaste de una pieza, me lo tendrías que agradecer”
“¿Albión? ¿Qué pasó con la invasión militar?”
“Aah, supongo que no sabes que pasó ya que estabas fuera de combate. Fue una
derrota completa. Después de la aniquilación de la flota aérea, Albión marchó en
retirada. Rayos, ‘victoria segura’, sí como no3. Si no pudieron vencer a Tristain, a
quienes superaban en número, es probable que les tome mucho más tiempo
reconquistar la Tierra Santa”
3La traducción en ingles dice ‘Sure Victory my ass’. Para los que saben ingles tendrán una mejor idea. Pero creo
que se entiende.
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Zero no Tsukaima Vol. 04 Capítulo 02
“No sabía que también formarías parte de las tropas de invasión. Debiste habérmelo
dicho”
Fouquet estaba sorprendida.
“¡Te lo dije! ¡Fui asignada como guía, ya que el ejército de Albión no estaba
familiarizado con la geografía del país! ¡Al parecer, eres del tipo de persona que olvida
lo que no le interesa!”
“¿Así fue? Aah, cierto. Lo siento”
Entonces Wardes murmuró: “Tengo hambre, dame un poco más de sopa”
“¿Es sólo en ‘hambre’ en lo que piensas? Corrí rápidamente a prestarte ayuda después
de que caíste, por lo que de inmediato te brindé los primeros auxilios con mis hechizos
de Agua. Después de eso, usé mis contactos ilegales de ladrón para conseguir una nave
que nos dejara en Albión, así fue que la fuga fue segura. De verdad, no debí de haber
salvado a una persona tan ingrata”
Wardes señaló hacia la mesa.
“¿Podrías darme el pendiente?”
El pendiente era un relicario de plata. Fouquet le pasó el pendiente a Wardes. Él lo

tomó y se lo puso en el cuello.
“¿Es muy importante para ti?”
“No exactamente, pero me mantiene en calma”
“Es una mujer muy bella”
Cuando Fouquet miró a Wardes con una pequeña sonrisa en su cara, las mejillas de
Wardes se sonrojaron.
“¿La viste?”
“Sí, por impulso. Lo agarrabas con tanta fuerza mientras dormías, así que me dio
curiosidad”
“Es lo que se espera de un ladrón”
“Así que dime, ¿quién es ella? ¿Tu ‘persona importante’?”
Fouquet le preguntó a Wardes mientras se inclinaba hacia adelante. Wardes dijo con
voz desagradable:
“Es mi madre”
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“¿Tu madre? Tu aspecto me ha engañado, no sabía que tenías complejo de Edipo4.

¿Vives con ella?”
“Ya no más. De cualquier formar, no es asunto tuyo”
“Después de curarte, ¿ésa es la forma de agradecerme?”
En ese instante, la puerta se abrió con un ruido metálico. Era Cromwell, acompañado
de Sheffield. Al mirar a Wardes, esbozó una sonrisa. Esa sonrisa nunca cambia. Es como
una muñeca, pensó Wardes. Habían experimentado la derrota. Un impensable tropiezo
al primer pasó en las ambiciones de Albión. Sin embargo el hecho no parecía alterar a
Cromwell. De hecho, parecía ser un hombre muy fuerte o un optimista sin
preocupaciones. Era muy difícil de decir.
“Parece que ha recobrado la conciencia, Vizconde”
“Le ruego su perdón, Su Excelencia. He fallado no una, sino dos veces”
“Pero al parecer tu fracaso es irrelevante”
Sheffield, quien estaba parada a un lado de Cromwell, asintió, y entonces leyó un

pergamino que parecía ser el reporte, y murmuró:
“Una esfera de luz apareció en el cielo y destruyó nuestra flota”
“En otras palabras, el enemigo usó una clase de magia desconocida en contra nuestra.
Esto es un error de cálculo, por lo que no es su culpa. Si tenemos que culpar a
alguien… sería a nuestros líderes, por no analizar correctamente el potencial de
guerra de nuestro enemigo. Un simple soldado como usted no debe ser culpado. Sólo
debe de concentrarse en recobrar su salud”
Cromwell le ofreció la mano a Wardes. Wardes la besó.
“Le agradezco su benevolencia, su Excelencia”
Wardes recordaba el largo cabello rubio-rosado de Louise. Louise estaba en aquella

máquina voladora. Aquella magia nunca…
Wardes vio a través del talento de Louise. Deseaba tenerlo en sus manos.
…El elemento que el fundador Brimir usaba. El elemento perdido, ‘Vacío’.
Negó con la cabeza. Cromwell había dicho que el ‘Vacío’ es un elemento que controlaba
la vida. Pero ¿cómo podía crear semejante luz capaz de destruir una flota entera?
4 Referencia a Edipo, de Edipo Rey, que se enamoró de su madre.
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Aún si era una magia realmente poderosa, era difícil de imaginar que Louise tuviera
control sobre ella.
“¿Era el ‘Vacío’ el origen de aquella luz? Porque el ‘Vacío’ del que habló su Excelencia y
aquella luz parecen ser completamente diferentes”
“Nadie puede decir que tiene un conocimiento completo acerca de lo que es el ‘Vacío’.
Eso es un gran misterio”
Sheffield intervino.
“Está en el otro lado de una antigua y oscura historia”
“La historia oculta muchas cosas interesantes. Una vez me encontré con un libro que
nombraba a uno de los escudos del fundador como San Aegis5. Contenía una pequeña
cantidad de información acerca del ‘Vacío’”
Cromwell habló como recitando un poema.
“El Fundador creó un sol para brillar sobre la tierra”
“Desde luego, este pequeño sol no tenía luz en su interior”
“Misterio sobre misterio, me siento contrariado. El despertar también es malo. ¿No es

así Vizconde?”
“Es como usted dijo”
“Se dice que el ejército de Tristain estuvo liderado por Henrietta. ¿Por qué razón luchó
una princesa sin experiencia? La princesa usó el ‘Libro de Plegarias del Fundador’. Tal
vez descubrió el secreto escondido de la Familia Real”
“¿Cuál es el secreto de la Familia Real?”
“La Familia Real de Albión, la Familia Real de Tristain, La familia Real de

Galia…eran una sola en un principio. Y el secreto del Fundador fue dividido entre
ellas. ¿No es así, Señorita Sheffield?”
Cromwell insistió a la mujer a su lado.
“Es como Su Excelencia a dicho. El tesoro que tenía la Familia Real de Albión era el
‘Rubí de Viento’…sin embargo este ha desaparecido y no se ha ubicado, aunque la
investigación no ha terminado”
5Aegis era el escudo de Zeus, se conoce por ser impenetrable, al punto de ser capaz de crear una barrera capaz de
bloquear cualquier ataque.
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Wardes miraba a la mujer con suspicacia. Como su rostro estaba oculto por una larga
túnica, no era posible ver su expresión. Aunque se podía pensar que era la secretaria
de Cromwell…no daba la impresión de que fuera una simple asistente. No se sentía
magia fuerte en ella, sin embargo, a causa de que fue promovida justo ahora por
Cromwell, debería de tener alguna habilidad especial.
“Ahora Henrietta, una adorada ‘mujer Santa’, convertida en reina” Murmuró

Cromwell.
Sheffield dijo: “La gobernante del reino. Como la reina del país, también podrá tener
los secretos de la Familia Real”
Cromwell sonrió.
“Wales”
Wales, quien había sido revivido por Cromwell, entró al cuarto desde el corredor.
“¿Me llamó, Su Excelencia?”
“Deseo dar mis felicitaciones a su amada… por la coronación de la ‘Mujer Santa’.

Espero que ella venga a mi castillo en Londinium. Como sea, el viaje será muy tedioso
así que su compañía le ayudará a disipar el aburrimiento”
Wales murmuró: “Ciertamente” en voz monótona.
“Así que Wardes. Vaya con cuidado. Le dejaré que invite a la ‘Santa’ para la cena, y
asegúrese de que llegue a salvo”
Wardes hizo una reverencia. Cromwell y los demás salieron del cuarto. Fouquet
murmuró distraídamente:
“Hombre desagradable. Molestar a una enamorada con su amante muerto no es acto

que un noble debería hacer” Añadió Fouquet, ya que odiaba a los nobles.
“Aquel hombre no es noble. ¿No sabías? Empezó siendo un simple obispo”
Entonces Wardes resopló con fuerza.
“¿Qué pasa?”
“No puedo estar quieto. Es sólo que si la herida estuviera curada… estaría haciendo mi
trabajo en lugar de jugar con cadáveres”
Después de esto, Wardes se cubrió el rostro con las manos lamentándose.
“¡Maldición!... ¿No tengo poder? Se me ha escapado la Tierra Santa una vez más…”
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Fouquet mostró una sonrisa, puso su mano en el hombro de Wardes.
“Eres un hombre débil… sí, lo supe desde el principio”
Y entonces Fouquet acercó su cara a la de Wardes, posando sus labios en los suyos.
Separando sus labios lentamente, Fouquet murmuró:
“Por ahora duerme. No sé lo que ocultas…pero de vez en cuando necesitas descansar”
^^^
- 40 -
E n el palacio real de Tristain, Henrietta estaba esperando a un visitante. Desde que

se volvió Reina nunca se había sentado en el trono. Ella en sí realizaría el trabajo
del rey.
Después de que la coronación terminó y se convirtió en reina, el número de cosas que

debía hacer en las áreas domésticas y externas se habían incrementado notablemente.
Algunas veces le demandaban préstamos, en otras ocasiones lo hacían de buena
manera, y Henrietta, desde la mañana hasta entrada la noche se encontraba en
audiencia con alguien. Y por la guerra, había más invitados de lo usual.
Como siempre estaba obligaba a mostrar dignidad, terminaba muy cansada. Y a pesar
de que contaba con la asistencia de Mazarin, tenía que dar las soluciones por sí misma.
Ya era muy tarde para Henrietta el intentar volver a ser una princesa.
Sin embargo… para el siguiente invitado, no mostraría o haría tales expresiones o

actitudes.
Una voz baja le dio el anuncio afuera de la habitación, comunicando a Henrietta

acerca de la llegada del invitado.
Inmediatamente, la puerta se abrió.
Louise se encontraba allí, haciendo una reverencia con la cabeza. A su lado, la figura
de Saito podía ser vista. Incluso ahora, llevaba encima un utensilio para contener
bestias salvajes.
“¡Louise, aah Louise!”
Henrietta corrió y abrazó estrechamente a Louise. Mirando hacia arriba, Louise

murmuró:
“Princesa… No, ahora debo llamarla su majestad”
“No me agrada que me hables de manera formal. Louise Françoise. ¿Acaso no eres mi
querida amiga?”
“Entonces, seguiré llamándola princesa, como siempre”
“Por favor, hazlo por mí. Aah Louise, no quería ser reina. Es el doble de aburrido. Es
tres veces más estresante. Y diez veces más preocupante”
Murmuró Henrietta, viéndose aburrida.
Después de esto, Louise guardó silencio esperando que Henrietta hablara. Aquella
mañana, el mensajero de Henrietta arribó a la Academia de Magia. Abordaron el
carruaje que Henrietta había preparado y fueron ahí.
- 41 -
Pensé que me llamaba por una razón específica. Pensó Louise. ¿Es acerca del hechizo del ‘Vacío’?
Sin embargo, ella se muestra vacilante para hablar de eso.
Henrietta sólo la miraba a los ojos sin hablar. De mala gana Louise dijo:
“Quisiera darle mis felicitaciones por la victoria” Louise trató de encontrar algo
inofensivo para hablar con Henrietta.
“Esta victoria ha sido gracias a ti, Louise”
Louise miró sorprendida a Henrietta.
“P-pero no hice nada…”
Louise aún intentaba pretender que no sabía nada.
Henrietta sonrió y le entregó un reporte escrito en un pergamino a Louise. Después de

leerlo, Louise suspiró.
“¿Incluso investigó esto?”
“Bueno, ya que estos son los resultados de esta guerra, es mejor no pasar nada por
alto”
Después de esto, Henrietta se dirigió a Saito, ignorado hasta ese momento. En el

camino, oyó de Louise que Henrietta se había convertido en Reina, así que él se
encontraba muy nervioso.
“Por manejar la máquina voladora de otro país que destruyó a los enemigos del cuerpo
de Caballeros Dragón, le expreso mi más grande gratitud”
“No… no fue así”
“Eres el héroe de este país. Así que ahora te daré un título de noble…”
“¡Esto está mal! ¡Convertir a un perro en noble!”
“¿Perro?
“N-no… no importa” Murmuró Louise ruborizada.
“Entonces, te concederé el título de Chevalier6”
6 Título de nobleza muy común utilizado en la caballería para referirse al primer rango que puede tomar un
caballero.
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Cuando Henrietta dijo esto, Saito sólo murmuró: “Haa”. Estaba recordando las
palabras que le había dicho Kirche hacía algún tiempo, que en Tristain, si no eres un
mago de nacimiento no podías convertirte en noble.
Pero, a pesar de sus pensamientos acerca de este título, no dijo nada. De cualquier
modo, cuando regresara a Japón, todos esos títulos perderían su significado
“Una gran… una gran guerra se avecina Louise Françoise. El cómo finalizó esta
guerra fue gracias a ti y a tu familiar. Nunca ha habido una victoria de esta
envergadura en toda la historia de Halkeginia. Desde luego, Louise, deberías de
obtener un territorio del tamaño de un pequeño país y el título de duquesa por esto, y
tu familiar premiado con el título de Chevalier”
“No ne-necesito nada… esto fue obra de mi familiar…”
Louise murmuró indecisa.
“¿No fuiste la causa de aquella luz, Louise? Aquella luz ha sido llamada milagrosa por
parte del castillo. Pero no creo en los milagros. La luz provino de la máquina voladora
en la que estabas volando. ¿No eres la causa de esto?”
Henrietta miraba intensamente a Louise. Era imposible esconder algo de esta manera.
¿Y que hay sobre Saito? Aunque constantemente jalaba la manga de la camisa de

Louise, tratando de intervenir con un ‘por cierto…’, ella empezó a hablar despacio
sobre el Libro de Plegarias del Fundador. No podía consultar este asunto con nadie
más. Era un gran riesgo hacerlo.
Lentamente… Louise habló con Henrietta.
Tomó el ‘Rubí de Agua’ de Henrietta, lo colocó en las páginas del Libro de Plegarias del
Fundador y un escrito antiguo apareció. Cuando lo leyó en ese momento pudo lanzar el
hechizo de aquella luz.
“El libro de Plegarias del Fundador fue escrito usando el elemento ‘Vacío’. ¿Eso es
verdad Princesa?”
Henrietta miraba sobre el hombro de Louise.
“¿Lo sabías Louise? El Fundador Brimir les otorgó anillos a tres niños de las tres
familias reales para conservarlos como un tesoro. Tristain obtuvo el ‘Rubí de Agua’ y el
Libro de Plegarias del Fundador, que ahora quedan bajo tu cuidado”
“Err…”
“Esto ha sido heredado por generaciones en las familias reales. Las Familias Reales
fueron las que han heredado el poder del Fundador”
- 43 -
“No soy de la Familia Real”
“¿Pero qué estás diciendo Louise? El ancestro del Duque de La Vallière era un hijo
ilegítimo del Rey. Y tú eres hija del Duque”
Louise estaba sorprendida.
“Tú también tienes la sangre de la familia real de Tristain. Y eso es suficiente”
Después de esto, Henrietta tomó la mano de Saito y mirando las runas, asintió.
“¿Éste es el símbolo de Gandálfr? ¿El símbolo del familiar que el fundador Brimir
usaba como protección cuando conjuraba hechizos?”
Saito asintió. Sir Osmond ya le había comentado sobre esto.
“¿Así que… realmente soy usuaria del ‘Vacío’?”
“Pienso que realmente es así”
Louise suspiró.
“Es por eso que entiendes que no puedo recompensarte de este modo, ¿verdad, Louise?”
Saito, quien seguía sin comprender, preguntó:
“¿Por qué?”
Henrietta respondió con cara preocupada.
“Si se le otorga una recompensa, los servicios secretos de Louise serían expuestos de
inmediato. Eso podría ser peligroso. El poder de Louise es muy grande. Incluso un país
no podría controlar tal poder. Si un enemigo se enterara del secreto de Louise, se
volverían frenéticos acerca de él y harían cualquier cosa para conseguirlo. Si está sola,
sería el blanco del enemigo”
Después de esto, Henrietta suspiró.
“Los enemigos no son los únicos interesados en el ‘Vacío’. Incluso dentro del palacio…
hay quienes desearían este poder para sus propios fines”
Louise asintió con mirada asustada.
“Por lo tanto Louise, no debes hablar con nadie más acerca de tu poder. Tu secreto está
a salvo conmigo”
Entonces Louise pensó por un momento…
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Y de una manera lenta y determinada dijo:
“No se preocupe princesa. Dedicaré mi ‘Vacío’ a usted”
“No… todo está bien. Debes de olvidarte de tu poder lo más pronto posible. Y nunca
volver a usarlo”
“Pero…princesa, ¡deseo ayudarle con el poder que se me ha otorgado!”
Sin embargo, Henrietta negó con la cabeza.
“Mi madre una vez me dijo que un gran poder enloquece a la gente. ¿Cómo nos
aseguraríamos que, después de obtener el poder de ‘Vacío’, no seguirás ese camino? ”
Louise alzó con orgullo el rostro. Era el rostro de alguien quien ya había decidido su
misión. Aun así, tal rostro también tenía algo de peligroso.
“Siempre quise dedicar mi poder y cuerpo a la princesa y a la madre patria. Así fui
educada, así lo creo y crecí de esa forma. Sin embargo, mi magia siempre fallaba.
Como usted sabe, me apodaban ‘la Zero’. A pesar de las burlas y el desprecio, siempre
fui golpeada por el arrepentimiento...” Louise puntualizó claramente: “...sin embargo,
Dios me otorgó tal poder. Y de esta manera pienso usarlo. Pero, si dice que su
majestad no lo necesitará, entonces es necesario que le devuelva mi varita.”
Henrietta se conmovió con el discurso de Louise.
“Louise, lo entiendo. Aún eres… mi mejor amiga. Desde la vez que me ayudaste en el
lago Ragdorian. Aceptaste la culpa por mí…”
“Princesa…”
Louise y Henrietta se abrazaron fuertemente. Saito, quien como siempre había sido
ignorado, inadvertidamente negaba con la cabeza. Louise es muy apresurada al prometer
algo sin pensar…pensó, aunque no lo dijo. Aunque fue un gesto amable el ayudar a Henrietta…
pero que hay del viaje al este para encontrarme un camino de regreso a casa… Por ayudar a
Henrietta parecía que no se irían.
“Después de esto, también ayudaré a Louise”
“Naturalmente princesa”
“Así que te doy el Libro de Plegarias del Fundador. Sin embargo Louise prométeme
que no le dirás a nadie que eres una usuaria del ‘Vacío’. Y no lo uses tan
imprudentemente”
“Por supuesto”
“Entonces, serás mi dama de honor en la corte y sólo me obedecerás a mí”

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Henrietta tomó una pluma y un pergamino liso. Entonces firmó el documento e hizo a
un lado la pluma.
“Toma esto. Éste es mi permiso formal. Con él, tendrás autoridad superior sobre
cualquiera en el palacio real, dentro o fuera del país, incluso sobre la policía. Después
de todo, si no hay libertad, no se puede trabajar bien”
Louise recibió el permiso con una expresión de gratitud haciendo una reverencia. La
autorización de Henrietta. Esto significaba que Louise había recibido el derecho de
actuar en nombre de la reina.
“Si tengo que enfrentar un problema que solo tú puedes resolver, seguramente te lo
haré saber. De manera oficial, por favor, sigue actuando como una estudiante de la
Academia de Magia como hasta ahora. Siendo tú, no tendrás ningún problema en
hacerlo”
Tras lo cual Henrietta se dirigió a Saito. Teniendo una idea, buscó dentro del bolsillo
de su vestido. Cuando sacó unas monedas de oro, Saito jadeó audiblemente.
“Te pido que cuides de Louise… mi importante amiga, familiar”
“E-esto… no puedo tomarlo” Saito miró asombrado las monedas de oro y plata en la
mano de Henrietta.
“Al menos, por favor, acepta esto. Dándote esto como signo de ‘Chevalier’, es lo menos
que una reina sin poder puede ofrecer. Has demostrado tu lealtad hacia mí y hacia la
madre patria. Esto no se debe de quedar sin recompensa”
Henrietta dijo esto con mirada sincera.
Viendo esos ojos… era imposible rehusarse. Al parecer, después de aceptar eso, no
podría rehusarse a ayudar a Louise. A pesar de que Saito no era de este mundo ni era
un vasallo de Henrietta, no tenía que sentirse responsable. Y aun así Saito tuvo un
fuerte sentido de obligación de todas formas.
Aah, será el destino, pensó.
No, era su personalidad y no el destino. Cuando una mujer tan bella como Henrietta
decía ‘por favor’, no encontró una razón en su corazón para rehusarse. Que blando de
corazón soy. Aah…
De cualquier forma, buscaré la forma de regresar a casa, pensó Saito, colocando las monedas
de oro en su bolsillo.
- 47 -
Saito y Louise salieron formados del palacio real.
“De verdad… estás muy ansiosa por hacer promesas…”
“¿Qué quieres decir?”
Louise miró fijamente a Saito.
“Porque al decirle que ayudarías a la Princesa, entonces será imposible ir hacia el

este” Dijo Saito con voz decepcionada.
“No puedes irte sin permiso. Todos se quedarán, así que deja de preguntar”
Louise desvió el rostro y continuó caminado dejando atrás a Saito. Saito corrió
espantado tras ella.
“¿Cómo puedes decir eso? ¡Quítame esto de encima!”
Saito estaba señalando el dispositivo de restricción usado para domar animales

salvajes que tenía puesto en el cuerpo.
“¡No discutas!”
“Si el familiar está actuando por su cuenta, es deber del amo ponerle una cadena en él”
Louise respondió de manera indiferente.
Saito, tratando de llamar su atención, de pronto tomó a Louise por el hombro.
Ya se encontraban en la calle Bourdonne, la calle principal justo enfrente del Palacio

Real. ¿Y que había de los transeúntes? Todos se les quedaban viendo.
“¡Hey! ¡La gente nos está mirando! ¡Suéltame!”
Saito dijo en voz baja: “Tú… ¿estás pensando que no debo regresar?”
A Louise se le escapó un ‘¡Huu!’ ante estas palabras y cambió su expresión.
“Es por eso, ¿no? Estás preocupada por si me voy, ¿cierto? De lo contrario sería muy
difícil ayudar a la Princesa”
No es así, es lo que quiso decir Louise, pero se contuvo. Ésa no es la razón por la que no
quiero que Saito regrese a su mundo de origen. Sin embargo, al decirle esto, estaría
revelando los vagos sentimientos que tenía por Saito. El orgullo de Louise no le
permitía mencionar algo así.
Siendo así, Louise de mala gana asintió.
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“¡A-así es! ¡Nadie se preocuparía por un familiar como tú de otra manera!”
“Qué adorable. Entonces esto es así”
Murmuró Saito y comenzó a caminar de nuevo.
Lo que Saito pensó realmente no era que le dijera ‘porque te amo’, pero pudo decir ‘me
sentiría sola’ o por lo menos ‘quiero que estés cerca’, si lo hubiera dicho, no le habría
molestado ayudarla y buscaría más tarde alguna forma de regresar a casa.
Cuando Henrietta le pidió su ayuda, aunque pensó que era un fastidio, también se
alegró por un momento. Realmente nadie lo necesitaba en Japón. El mundo seguía su
curso, incluso sin Saito. Sin embargo era diferente en este mundo. Siesta y
Henrietta… había quien lo necesitaba.
Pero quería sentirse más necesitado por Louise. Aun así, por lo que había dicho, lo
único que le importaba eran sus poderes de ‘Gandálfr’.
Saito hizo un puchero. Estaba de mal humor.
Determinadamente se abrió paso a través de la multitud. El pueblo aún seguía

atestado por la celebración de victoria. Un grupo de ebrios gritaban un brindis en alto
con sus copas llenas de vino.
Louise, quien seguía en shock por el ‘Qué adorable’ de Saito, estaba petrificada. Con la
cara baja se mordió el labio inferior. Y para cuando levantó la vista, Saito ya se había
marchado, perdido entre la multitud, y no se le podía ver, por lo que Louise comenzó a
correr con preocupación.
“¡Muuueeévanseee!”
Louise chocó fuertemente contra un hombre. El hombre, que lucía como un

mercenario, cayó. En su mano tenía una botella de sake, que estaba bebiendo
vigorosamente. Parecía estar completamente ebrio.
Cuando Louise intentó pasarlo de largo, él le sujetó la mano.
“Espere señorita. Debería pedir disculpas cuando se tropieza con alguien en media
calle”
Entonces, otro hombre que lucía como un mercenario, viendo la capa de Louise
murmuró: “Un Noble, ¿huh?”
Aun así, el hombre que agarraba el brazo de Louise no se movió.
“Hoy es el festival para celebrar la victoria en Tarbes sin ningún rango. Hoy los nobles,
mercenarios y comerciantes son iguales. Hey señorita Noble, ¿qué tal si bebes junto a
mí como disculpa por haber tropezado conmigo?”
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Diciendo eso, se empinó su botella.
“¡Suéltame! ¡Bruto!”
Gritó Louise. El rostro del hombre se distorsionó brutalmente.
“¡Hey, que me dijiste! ¡Quién crees que atacó al ejército de Albión en Tarbes! ¿La
‘Mujer Santa’ o los nobles como tú? No, ¡nosotros los soldados!”
El hombre se movió para agarrar a Louise del cabello. Sin embargo, su mano fue
detenida.
Saito, quien apareció frente ellos, sujetaba firmemente la mano del hombre.
“¿Qué? ¡Lárgate niño!”
“Suéltala”
Dijo Saito en voz baja. Si hubiera sido como en los viejos tiempos… sus piernas
temblarían al intentar amedrentar a un hombre tan aterrador. Sin embargo, ahora
que Saito había estado en varias batallas, había ganado coraje. Ahora sólo tenía que
sostener a Derflinger, que estaba colgando a su espalda, cuando lo necesitara. No era
necesario sacarla de la funda, con sólo agarrarla sería suficiente para acabar a
cualquier soldado.
El hombre vio la espada en la espalda de Saito, con una mirada similar. La

experiencia ganada con los años en el campo de batalla le mostró que la actitud de
Saito no era sólo fanfarronería.
Entonces el hombre escupió con una actitud de indiferencia y llamando a sus

compañeros, se fueron.
Saito tomó la mano de Louise en silencio y comenzaron a caminar.
Louise intentó decirle algo a Saito. Sin embargo, estando tan nerviosa, no podía
expresarse. Saito caminaba rápidamente, abriéndose paso entre la multitud.
“¿Estás enojado?” Preguntó Louise con voz baja.
“No realmente”, respondió bruscamente Saito.
El que tomara su mano puso a Louise muy agitada por un momento. ¿Sentirá lo mismo
Saito? Sin embargo, como Saito avanzaba no podía ver la expresión en su rostro.
Louise lo seguía mientras era llevada.
Hacía frío, tanto como una agradable sensación que Louise no podía entender o
explicar.
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Louise se animó, mientras caminaba y tomaba de la mano a Saito. El pueblo estaba

lleno de festivales coloridos, alegres espectáculos, carritos con comida y puestos donde
productos inusuales eran vendidos en toda la calle.
Siendo la hija de un Lord, Louise nunca había caminado por un pueblo tan lleno de
vida de esa manera. Es más, nunca había caminado por el pueblo tomada de la mano
por alguien del sexo opuesto. Al combinarlas, hicieron que la cabeza de Louise
estuviera mareada y desorientada.
“Hay mucho ruido” comentó Saito.
“Es verdad” murmuro felizmente Louise.
“Se siente como en los festivales de mi mundo”
“¿De verdad?”
“Sí. Los vistosos puestos callejeros alineados como estos… atrapar peces dorados,
pesca de yo-yo, tiendas de okonomiyaki7 y carros de comida formados en línea…”
Al decirlo, los ojos de Saito se perdieron a la distancia. Louise reforzó el apretón a la

mano de Saito. En alguna forma, el pensar que Saito repentinamente se fuera la hizo
sentirse mal.
En algún momento… el día en que Saito se vaya realmente llegará.
Sin embargo, cuando caminamos juntos como ahora, quiero que sólo me veas a mí, pensó Louise.
Sólo ahora. Y nada más importa.
Y al mismo tiempo estaba enojada con si misma al pensar de esta manera.
¿Por amor? No era eso. Fue su orgullo el problema.
Después de convencerse de eso, Louise miró a su alrededor sin poner atención. Y

entonces, soltando un “Waa”, se detuvo.
“¿Qué pasa?”
Saito volteó. Louise estaba mirando hacia una joyería. Allí, sobre un ropaje, varios
anillos y collares eran mostrados.
“¿Quieres ver?” Preguntó Saito y Louise, sonrojándose, asintió.
7 Masa de varios ingredientes cocinados a la plancha. Se puede traducir como cocinado a la plancha a s gusto. Como
referencia, Ukyo de Ranma ½ preparaba este platillo.
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Viendo a dos personas aproximándose, el vendedor con un turbante en la cabeza se

frotó las manos.
“¡Aquí! ¡Por favor acérquense! Veo en usted a una noble señorita. Tenemos varios
artículos raros en oferta. Esto está hecho de ‘oro forjado’ y no es una falsificación”
Las joyas mostradas eran las hechas para ser llevadas por un noble, bellamente
ornamentadas para satisfacer los más variados gustos.
Louise tomó un pendiente. Era un pendiente de blanco puro, tallado a la forma de una
concha. Tenía muchas joyas grandes incrustadas alrededor. Sin embargo, mirándolo
de cerca, las joyas no eran más que pedazos de cristal barato.
Aun así, Louise quería este brillante pendiente. En la atmósfera de un festival ruidoso
entre productos de calidad, uno tan vistoso atrae la atención.
“¿Lo quieres?”
Louise sacudió la cabeza avergonzada.
“No traigo dinero”
“Entonces lo abarataré. Serán sólo cuatro ecus8”
El mercader les sonrió dulcemente.
“¡Muy caro!” gritó Louise.
“¿Ni siquiera tienes eso?” preguntó incrédulo Saito, Louise hizo un puchero con los
labios.
“Los tendría si no hubiera comprado esa espada impertinente el otro día. Gasté toda
mi mesada en ella”
De mala gana Saito buscó en sus bolsillos. Apretó entre sus dedos las monedas de oro
que Henrietta acababa de darle. Tomando las monedas de oro que eran casi del
tamaño de un yen en la palma preguntó:
“¿Qué tanto vale esto?”
El mercader estaba sorprendido de que fuera Saito quien llevaba dinero.
“¡E-Esto es! Eeh, fuuh, hm… Esto es espléndido”
8Antes ya se había mencionado esta moneda como european currency unit, o unidad monetaria europea. Es una
moneda ocupada anteriormente al Euro actual.
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Tomando cuatro monedas de oro con el retrato de un viejo rey grabado, el mercador le
dio el pendiente a Louise.
Louise fue tomada por sorpresa, sus mejillas se relajaron a su pesar. Lo primero que
Saito hizo con el dinero dado por Henrietta fue comprarme algo. Estaba muy feliz. Después de
sostenerlo un rato, alegremente se lo colocó al cuello. “Le sienta bien”, dijo el mercader
lisonjeramente.
Quiero que Saito lo vea, pensó jalándolo de la manga. Sin embargo Saito, cuya atención
estaba en un puesto al lado, ni se inmutó. ¿Qué diablos está mirando?
Saito veía el botín tomado de la armada de Albión, mostrada en el suelo.
Cosas que los soldados obtuvieron y fueron comprados por los mercaderes.
Eran cosas tomadas del enemigo… espadas, armaduras, ropas y relojes. Saito tomó
una de las prendas.
Quiero que me vea a mí, Louise hizo un puchero de mal humor. Sin embargo, la atención
de Saito estaba centrada en la ropa. No era irracional el querer ropas nuevas después
de todo.
“¿Qué?, ¿quieres ropa? Pero no es una buena idea el usar ropa del Medievo de segunda
mano que el enemigo llevaba, hay mucha mejor ropa”
Aun así, Saito no respondió. Alcanzó una de las prendas, mientras sus manos
temblaban.
“Querido cliente, tiene un ojo excelente. Es el uniforme de marinero de Albión. Aunque

de burda calidad, es ideal. Al mover el cuello de la prenda hacia arriba, protege contra
el viento”
¿Uniforme de marinero? ¡Ciertamente! Pe-pero en el mundo de Saito se conocía como

un uniforme de marinera...
Su mente trabajaba a todo su poder. Aunque era muy grande, podría ser modificado
para que lo usara Siesta…
Imaginó a Siesta usándolo. Se veía bien. Su alegría aumentó. No, no era eso. No su
alegría, era gratitud. ¡Era la gratitud por la bufanda! Aun así se sintió un poco
culpable. Cierto, Saito se calmó. Dinero, absolutamente lo necesitaba para esto.
“¿Cuánto cuesta?” Preguntó con voz emocionada.
“Tres ecus serán suficientes”
Louise estaba atónita. Pagar tanto por ropa usada era demasiado.
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Sin embargo, Saito pagó el precio pactado.
^^^
- 54 -
L ouise, de regreso en su cuarto, estaba acostada en su cama hojeando el Libro de

Plegarias del Fundador mientras canturreaba, parecía estar de buen humor. Saito
intentó salir silenciosamente del cuarto, quería ir con Siesta a entregarle lo que había
adquirido hoy, pero la puerta fue cerrada por Louise, quien apuntando con su varita,
conjuró el hechizo ‘Cerrar’ en ella.
“¿Vas a algún lado en medio de la noche?”
“¿Eh...? No…”
Ciertamente no podía decir que iba al cuarto de Siesta para darle el traje de marinera
que había comprado.
“¡S-sólo quería salir a tomar un poco de aire nocturno! Wah! Wahahaha”
Louise le fruncía el ceño a Saito. Entonces con determinación, se le acercó a Saito y

entusiasmadamente comenzó a quitarle la chamarra.
“¡¿Qu-qué estás…?!”
“Quitándotelo”
“¿Quitándomelo? ¡El dispositivo de restricción para domar animales salvajes me lo

impide!”
Cuando lo gritó, Louise quitó el seguro al dispositivo contenedor, se veía apenada por
un instante. Por haberle comprado hoy el pendiente en el pueblo, él pensaba que lo
había perdonado. Pero ella no olvidaría que tomó un baño con una chica tan
fácilmente.
Louise desató el dispositivo contenedor y le quitó la chamarra a Saito. Su rostro estaba

siempre enojado. Mordió profundamente su labio inferior.
Entonces ella regresó a la cama, abrazando fuertemente la chamarra diciéndole:

“Voltéate en esa dirección”.
Quitándose toda la ropa, Louise, llevando sólo la chamarra de Saito, hizo un puchero.
“¿Aún quieres salir a pasear?”
Tendré que dárselo a Siesta mañana en la noche, pensó Saito ahora usando sólo una
camiseta. Aun siendo inicios de verano, el clima en Halkeginia era muy diferente al de
Japón. Si caminaba así se resfriaría. Sin duda Louise sabía eso también.
“Hay cosas más importantes que el aire nocturno, ¿no lo crees~? Y un familiar que no
sirve a su amo no es bueno, ¿cierto~?”
Decía Louise mientras se recostaba boca abajo y movía los pies.
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A su pesar, Saito se sentó en la cama.
“Entiendo”
Louise, acostada en la cama, comenzó a leer el libro de Plegarias del Fundador.
“¿No está en blanco?”
“Lo puedo leer”
Louise le mostró el ‘Rubí de agua’ en su dedo a Saito y le explicó su relación con el libro
de Plegarias del Fundador.
“Eeh…, el elemento Vacío…”
Saito recordó la luz mágica que acabó con la flota ese día.
‘Vacío’. El legendario elemento que el Fundados Brimir usaba…
Y soy el Familiar del fundador Brimir que se decía que usaba, ‘Gandálfr’.
El Familiar legendario capaz de usar cualquier tipo de arma y así proteger al

Fundador mientras usaba sus hechizos…
“¿Entonces eres la hechicera más poderosa del mundo? Destruyendo de un solo golpe”
“No lo diría así. No le he dicho esto a la princesa, ya que no quería decepcionarla…”
Con un suspiro, Louise tomó la varita.
“Qu-qué?”
Tras lo cual, Louise lentamente inició un encantamiento.
“Eor Sun Fuir…”
“¡D-detente! ¡Tonta!”
Sería terrible si tal explosión tuviera lugar en un lugar así. Sin embargo, Louise no se
detuvo.
“Yarunsakusa…”
Terminando el encantamiento sin interrupciones, Louise levantó la varita. Saito se

enterró en su pajar, esparciendo la paja alrededor.
Y entonces Louise puso los ojos en blanco y repentinamente se derrumbó en la cama.
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“¿L-L-L-Louise? ¡Louise!”
Saito sacudió a Louise aterrorizado. Después de sacudirla un tiempo, abrió los ojos.
“Auu…”
“¿Qu-qué? ¿Pasó algo malo?”
Sacudiendo la cabeza, Louise se levantó repentinamente.
“Deja de causar tanto escándalo. Sólo me desmayé un momento”
“¿Eh? ¡¿Eeehh?!”
“He recitado ‘Explosión’ hasta el último momento, pero nada… Después de eso, no
importa que tanto lo conjure, me desmayo a la mitad. La explosión sólo sucedió una
vez”
“Qué cosa tan rara”
“Pienso que la razón es la falta de fuerza de voluntad”
“¿Fuerza de voluntad?”
“Así es. La fuerza de voluntad es consumida al ser conjurada la magia. ¿No lo sabías?”
“¿Cómo sabría tal cosa?”
Entonces, sentándose correcta y recatadamente, levantando un dedo comenzó a

explicar, tan orgullosa como un pavorreal.
“Escucha, el número de elementos que un mago usa pueden añadirse, y su tipo

cambiar de la misma manera. Un mago que puede usar sólo un elemento es un
puntual. La habilidad de manejar dos lo convierte a uno en lineal. El poder usar tres
los hace triangulares. Los hechizos son también aplicables a las clases. Los hechizos
con los tres elementos son llamados ‘Hechizos Triangulares’. Cada vez que la clase del
hechizo aumenta, el consumo de la fuerza de voluntad se duplica”
“Haaa…”
“En este caso, el encantamiento lineal le cuesta al mago ocho en fuerza de voluntad,
pero cuando intenta usar un hechizo puntual, sólo consume cuatro en fuerza de
voluntad. El costo depende de cada persona, sin embargo la misma regla se aplica en
todos los casos”
“Aah…”
- 57 -
“El punto es que, si el mago pudiera realizar dos encantamientos ‘puntuales’ en su

lugar. Ocho dividido entre cuatro es dos. Entonces, podrías efectuar el encantamiento
dos veces. Pero si realizas un hechizo lineal es una sola vez, ya que el doble de la
fuerza de voluntad es consumida, y ocho dividido entre ocho es uno”
“Ah…”
“Al avanzar el mago lineal a mago triangular, el consumo de la fuerza de voluntad

usado para encantamientos puntuales se reduce a la mitad. Así que, cuatro dividido
entre dos, dos, puede usar el hechizo de punto cuatro veces. El encantamiento lineal
puede ser usado dos veces y el encantamiento triangular una sola vez con los mismos
ocho puntos de voluntad, eso es porque el mago creció”
“Ah. Dicho de otra forma, los encantamientos de clase baja pueden ser usados muchas
veces, mientras que los de clase alta sólo unas cuantas”
“Cierto. Así que ¿ahora entiendes la relación entre los hechizos y la fuerza de
voluntad?”
“De alguna forma. Entonces, el que te desmayaras hace un momento…”
“Sí, me desmayé porque me sobrepasé y usé toda mi fuerza de voluntad. El hechizo era
demasiado poderoso y mi fuerza de voluntad era insuficiente”
“Entonces, ¿por qué fuiste capaz de usarlo el otro día?”
“Bueno… realmente por qué... Me lo estoy preguntando…”
“Y la fuerza de voluntad, ¿cómo se recupera?”
“Básicamente, se recupera mientras se duerme”
Saito pensaba mientras se cruzaba de brazos
“Ummm… Entonces hasta ahora, ¿no habías usado tantos encantamientos de manera
adecuada?”
“Pues, no”
“Entonces, almacenaste mucha fuerza de voluntad ¿cierto? Y esa vez usaste toda en un
solo instante”
Louise puso cara de asombro.
“Por ejemplo, asumamos que tu fuerza de voluntad es cien. La ‘Explosión’ consumió

todo ese cien en una sola ocasión. Aun cuando la fuerza de voluntad se recupera
durmiendo de noche, la cantidad necesaria es todavía muy grande para ti…Al ser
tanto como cien, no puedes almacenar tanto con sólo una noche de sueño”
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Saito propuso llanamente su hipótesis.
“¿Qué? A mí me parece que es el fin de tu magia”
Sin embargo, el rostro de Louise se encontraba serio.
“Así podría ser…”
“¿Eh? ¿Eeeh?”
“Usando la magia Tierra clase triangular ‘Oro forjado’ el oro podría ser creado. ¿Sabes
por qué en el mundo aún se usa el dinero?”
“¿Eh?”
“Se dice que los magos triangulares no pueden realizar el hechizo muchas veces. No es
muy confiable, la primera vez la recuperación tardaría una semana, a la siguiente un
mes. Además la cantidad de oro que se puede crear de esta manera es muy poca. Por
eso el dinero se usa en vez del oro”
“Mmm…”
“En otras palabras, los hechizos poderosos usan más fuerza de voluntad y necesitan
más tiempo para recuperarse. Y para mí podría ser igual…”
“Entonces… ¿Cuándo podrías usarlo de nuevo…?”
“No lo sé. Yo… un mes o tal vez un año…”
Louise se preguntaba.
“Diez años”
“No digas cosas tan tenebrosas”
“Pero, se logró hacer”
“Oh bueno. Nadie puede entender el ‘Vacío’ completamente. De todas maneras, el

poder del hechizo ha sido demostrado. No hay otro hechizo como éste”
“Eso es muy poco ahora. Ooh mi pajar…” Saito decía mientras miraba los trozos de
paja a su alrededor”
“¿No está bien así? Incluso si no hay una pila de paja”
Louise murmuraba, sonrojándose por alguna razón.
- 59 -
“Haa”, Saito contuvo el aliento una vez que notó algo. ¡Qué! Se volvió loco por la vista
que Louise le daba, inconsciente de ello. El dobladillo de la chamarra se había
levantado por debajo de las caderas. “Sólo un poco máááss” atisbó.
Saito instintivamente se agarró la nariz. Por el movimiento, Louise finalmente se dio

cuenta de que la chamarra se había levantado. Inmediatamente se puso de pie y bajó
el dobladillo de la chamarra mientras se ruborizaba.
“¡Na…! ¡Tú viste! ¡Tú viste, tú viste! ¡Tú viiisteeee…!”
“¡Es tu culpa por no llevar pantaletas!” Saito le gritó igualmente.
“¡No puedo dormir con ellas! ¡Siempre ha sido así!”
“Siempre ¡¿huh?!”
Entonces Louise se mordió el labio inferior y con algo de ruido, se deslizó en la cama.
“Duerme”
Saito, dudando, se metió en la orilla de la cobija. Escuchó la voz malhumorada de

Louise dentro de la cama.
“Duerme en el pajar, familiar mirón”
“Está esparcido por todos lados”
Creyó escuchar algunos lamentos de Louise en la cama, tras lo cual se calmó después
de un tiempo.
“Aah”, pensando en el uniforme de marinera que le daría a Siesta mañana en la noche

siguiente, Saito se durmió.
- 60 -
Capítulo 03
El Traje de Marinera y los Celos de Louise
a luz del sol brillaba de forma radiante en el patio Vestri. Saito, quien estaba
L sentado y temblando violentamente en el suelo, levantó la cabeza y observó la
obra de arte que había creado, una vez más empezó a retorcerse de emoción.
"Hah, hah, hah..." Su aliento estaba ardiendo.
Los latidos de su corazón llegaron a su límite varias veces, haciendo que se sintiera en
una especie de utopía.
Saito murmuró en voz baja:
"Tiemblo por el palpitar de mis latidos... Late mi corazón de nostalgia... Tiemblo cada
vez más y más acaloradamente, bendita sea mi inteligencia...... El ángel lo dijo. Lo dijo
aquí. Estoy feliz de estar vivo..."
Saito se aferraba fuertemente a la hierba que crecía en el suelo mientras gritaba.
"¡Ahhhh! ¡Soy genial!"
Luego señaló al ángel que tenía delante de sus ojos.
"¡¡Siesta también es genial!!"
Siesta, estupefacta, miraba el acto de agonía y emoción de Saito.
“Saito... está algo extraño...”
Ella murmuró eso sin querer. Y era exactamente por lo anormal que Saito estaba
actuando.
"Pe... Pero esta ropa..."
"¿Q…qué? ¿Pasa algo? ¡¿Algo anda mal?!"
Saito preguntó enérgicamente.
"Bu... bueno... es decir, es un uniforme militar, ¿cierto? Incluso si me pongo esto, no se

me verá bien..."
"¡No digas cosas tan estúpidas!"
La actitud intimidante de Saito hizo que Siesta soltara un "Hii..." mientras retrocedía.
"¡En E-ESTE m-m-mundo! ¡Ciertamente es un uniforme para soldados navales!

¡PEEROO! ¡En miiii muuundoooo! ¡Las chicas lo usan para ir a la escuela! ¡Vaaan, y lo
digo en la forma verbal del presente progresivo!”
"S…si..."
Aah, Saito está más que extraño...
Entonces Saito gritó mientras lloraba:
"¡En mi mundo es un uniforme de marinera! ¡Perdóooname por haber nacido!"
Así que de eso se trataba… Pensó Siesta. Esta ropa es como la del lugar de nacimiento de Saito...
La noche anterior, Saito le había entregado el uniforme con una expresión rígida.
Cuando Saito dijo: "quiero que modifiques esta ropa para que la puedas usar",
honestamente pensó que había perdido la cordura.
Aun así, Siesta sinceramente se sentía feliz porque Saito había comprado ropa para
ella.
Y ahora que Saito se sentía deleitado con el uniforme de su mundo, ella se sentía
querida.
Saito se sentía anormal en ese momento, lo único que podía hacer era alejarse para así
no poder hacer nada, por esta razón Siesta empezó a ruborizarse.
Al principio pensé que Saito se volvió loco, pero tenía sus razones...
¡Entiendo! Siesta movió la cabeza y comenzó a acercarse a Saito seriamente.
"¿Qué debería hacer? por favor dime algo más"
Saito, una vez más observó a Siesta de pies a cabeza.
Primero la parte superior. Era una hermosa joya hecha del traje de un marinero de
Albión. Mangas blancas con puños de color negro. El cuello y el listón eran de un
profundo color azul. Tres líneas blancas corrían por el cuello.
Y entonces, Saito usó todo su ingenio en la longitud. Usando toda su habilidad,

instruyó a Siesta para que hiciese la parte de la cintura más corta. Al acortar la
longitud de la parte inferior, sólo llegaba hasta la parte superior de la falda. Así que,
cada vez que Siesta movía su cuerpo, podía ver su ombligo. Saito realmente era
notable.
Ahora la falda. No debería haberlo hecho, pero robó uno de los uniformes de Louise.
Tenía pliegues, así que Saito le dio un uso práctico. Lo redujo lo más que pudo. Como
resultado, había creado la primera falda de quince centímetros por encima de las
rodillas de ese mundo.
- 62 -
El Traje de Marinera y los Celos de Louise Lanove & T-F
Luego, los calcetines. Eran como un choque entre las preferencias de Saito y la
realidad. Saito eligió cuidadosamente unas medias con un color azul intenso.
Los zapatos. Eran las botas con cordones que Siesta siempre tenía puestas. Era la
única imperfección en la gran obra de arte. Él quería zapatillas. Pero lastimosamente,
las zapatillas no existían en ese mundo.
Sin embargo, todos estos artículos habían sido escudriñados y coordinados por Saito.
Sus grandes pechos cubiertos bajo el delantal, hacían que el uniforme hecho a mano se
levantara. Sus delgadas piernas, saludables como las de un antílope, eran absorbidas
por quince centímetros de falda por encima de las rodillas. Siesta por lo general no
usaba faldas tan cortas, así que la mezcla entre nostalgia y frescura hacían a Saito
estar más conmovido.
"¡Dime Saito! ¡¿Qué debo hacer... para que te sientas más como en tu hogar?!"
Saito pensó seriamente. Empezó a recordar todo tipo de cosas. Como una potente
calculadora, su cabeza analizaba el asunto.
Una voz apareció en su corazón.
Saito, SÓLO PUEDE SER ESO.
De hecho, sólo puede ser eso... sólo eso...
Con una voz casi llorosa y apretando los dientes dijo:
"Da vueltas"
"¿Eh?"
"Vuelta, vueltas, de esta manera. Y luego, cuando termines, debes decirme

alegremente: ‘¡Perdón por hacerte esperar!’"
Siesta retrocedió. Saito era igual al tipo de hombre que le había descrito su madre al
cual no debería acercarse durante su juventud. Sin embargo, Siesta quería
complacerlo.
Se preparó y con un: "S...sí..." asintió y comenzó a dar vueltas. De esa manera su listón
y su falda volaban ligeramente en el aire.
"Pe-perdón por hacerte esperar"
"¡Maaaaaal!"
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"¡Sií!"
"Al final, levantas tu dedo y dices ‘Ne’. Alegremente. Una vez más"
Asintiendo, Siesta repitió lo que le había dicho. Al ver esto, Saito gritó:
"Gracias por tu…tu… tu valentía"
¿Está bien, Siesta? ¿Realmente está bien hacer esto por esa persona? Ella empezó a preguntarse
esto en lo más profundo de su cabeza, pero pronto apagó esa negatividad.
Todas las personas tienen gustos y preferencias que no se lo pueden mostrar a los demás. Saito no es
la excepción. Sí, eso es todo... ¡eso es todo! Se dijo a sí misma y sonrió, sin duda Siesta era
fuerte.
"¿Qué es lo siguiente que debo hacer?"
"Um, lo siguiente es..."
Mientras Saito cruzaba los brazos y pensaba en ello, dos personas se acercaron de
manera torpe hacia ellos.
Eran Guiche y el gordo Malicorne. Un dúo inusual. Al parecer, los dos habían
observado a Siesta desde algún escondite.
"Ehem" tosió Guiche para llamar la atención.
"¿Qué es... esto? ¡¿Qué son estas ropas?!"
Por alguna razón, Guiche estaba furioso y parecía que estaba a punto de llorar.
Malicorne también señaló a Siesta temblando.
"¡In…Indignante! ¡Absolutamente indignante! ¡¿No es cierto?! ¡Guiche!"
"¡Aah, eso! ¡Nunca había visto antes un traje tan indignante! ¡Es… es…!"
"¡Ataca directamente a mi cerebro!"
Sus ojos miraban con bravura mientras se posaban en Siesta como si fueran a
comérsela. Ahhhh, se multiplican los dolores de cabeza, Siesta se sentía mal, pero los dos
eran nobles, por eso no podía hacer nada, Siesta sonrió forzadamente.
Esa sonrisa, junto con el uniforme, parecían haber dañado gravemente a Malicorne y a
Guiche, ya que empezaron a caminar desequilibradamente a su alrededor como
sonámbulos. Siesta detectó un poco de peligro y entonces dijo: "¡Bueno, tengo que
volver al trabajo!" y salió corriendo.
"Que precioso..." Guiche murmuró con un tono de soñador mientras la veía correr.
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"Absolutamente..." Malicorne también murmuró, estaba hechizado.
"¡¿Qué vinieron a hacer?!"
Cuando Saito gritó, los dos volvieron a recobrar sus sentidos. Entonces Guiche apretó
los hombros de Saito.
"He…hey tú, ¿dónde compraste esa ropa?"
"¿En qué estás pensando?"
Guiche dijo con una sonrisa avergonzada:
"Ha… hay una persona a la cual quiero darle esa ropa de regalo"
"¿La Princesa?"
"¡Idiota! ¡Fue demasiado! ¡Eso fue mucho! ¡Su Majestad la Princesa ahora es su
Majestad la Reina! Aah, ella ha ido a un lugar tan alto al cual no puedo llegar... Era
mejor cuando era Princesa, pero ahora es una Reina..."
¿Qué lugar alto? Nunca tuviste la oportunidad desde un principio. Saito pensó esto, pero
decidió callarse y escuchar.
"Ahí finalmente recordé. Esa persona que siempre está mi lado, constantemente
mirándome con sus hermosos ojos... con su radiante cabello rubio. Tan dulce, su
sonrisa es como un perfume..."
¡Ah!, su ex-novia. Saito se había dado cuenta.
"¿Monmon?"
"¡No es Monmon! ¡Es Montmorency!"
"Ya veo. Quieres regresar con ella. Sabes, no tienes ninguna pizca de integridad"
"No quiero que tú me digas eso. Bueno, ahora dime. ¿En dónde compraste esa ropa?"
"Hmph. No creo que tú puedas entender ese arte"
Saito escupió. No quería que alguien como Guiche deshonrara los recuerdos de su
mundo.
"No se puede evitar. No sólo voy a contar lo que pasó aquí, sino que también le
preguntaré a Louise”
Sin dudas esas eran palabras mágicas.
"Todavía tengo dos. Úsalos como te plazca"

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Desechó la negación de Saito en un instante.
"Pero, ¿qué era ese conjunto? Creo haberlo visto antes... ¿Los marineros no llevan ese
tipo de ropa? ¡Aunque el que una niña los use tiene un gran encanto! Qué misterioso"
Cruzando ambos los brazos, Saito hinchó el pecho con orgullo.
"Por supuesto. Tiene la magia de mi lugar de nacimiento en él"
^^^
- 67 -
E ntonces, en la noche de ese mismo día.
Montmorency, orgullosa con su largo pelo rizado, amarillo como el oro y sus vivos ojos
azules, mezclaba una poción en su dormitorio. Apoyando su cuerpo en una silla, se
encargaba de mezclar una poción secreta dentro de un recipiente de madera.
Montmorency ‘la fragante’, maga del elemento agua, tenía como pasatiempo la
medicina mágica... fabricar pociones. Así como lo sugiere su nombre rúnico, su
especialidad era fabricar perfumes. Sus perfumes eran conocidos por la fragancia
adorablemente única que emitían, ella era muy popular entre las mujeres y niñas en
la ciudad.
Ese día, Montmorency creaba cierta poción con entusiasmo.
No se trataba de cualquier poción. Era algo más, se trataba de una poción prohibida.
Por ley del país, estaba prohibida su fabricación y utilización.
Montmorency vendía sus perfumes en la ciudad y poco a poco iba ahorrando dinero.
Ese mismo día había usado su dinero ahorrado para obtener la receta de la poción
prohibida, también pagó un alto precio por medicinas secretas necesarias para la
receta en una tienda de magia negra. Las aficiones sobrepasan a la moral. Cansada de
pociones normales, Montmorency quería crear algo prohibido, a pesar de saber de la
enorme multa que le esperaba si la descubrían.
Comenzó a mezclar las maderillas aromáticas, sulfuro de dragón y la mandrágora9,

para por fin poder colocar la esencia medicinal secreta... el líquido por el cual había
pagado una gran cantidad de dinero, ella agarró un pequeño frasco que tenía a un
lado.
Sólo por esa pequeña cantidad... precisamente por esa escasa cantidad de líquido en
una botella de perfume, Montmorency había usado casi todo su dinero ahorrado. 700
monedas de oro ecu. Una cantidad de dinero que un plebeyo podría utilizar para vivir
cinco o seis años.
Inclinó la botella sobre el recipiente, asegurándose de que no se derramara nada...
Alguien llamó a la puerta, causando que Montmorency se sobresaltara.
"¿Q… quién podrá ser... en un momento como éste…?"
Ella cogió los ingredientes y utensilios que estaba usando y los guardó en un cajón.
Después de eso, fue hacia la puerta mientras se acomodaba el cabello.
9 Las raíces de las mandrágoras han sido usadas durante la historia en rituales mágicos, ya que sus bifurcaciones
tienen cierto parecido a una figura humana.
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"¿Quién es?"
"¡Soy yo! ¡Guiche! ¡Tu eterno sirviente! ¡Ábreme la puerta!"
¿Mi eterno sirviente? murmuró Montmorency. Ella sabía bastante bien de su naturaleza
infiel. Cuando caminaban por la ciudad, siempre se distraía mirando a mujeres
hermosas. Cuando iban a un bar para beber vino, él se acercaba a las camareras si ella
salía un rato de su asiento. Por último, se olvidaba de sus promesas por ir a comprar
flores para otra mujer. Era muy molesto escucharlo decir ‘Eterno’.
Montmorency respondió con voz irritada:
"¿A qué vienes aquí? Ya terminé contigo"
"No creo que eso sea del todo cierto. Pero si piensas así, es por mi culpa... después de
todo, verás…yo amo las cosas hermosas. En otras palabras, soy un sirviente de la
belleza... así como ya lo sabes, es arte, ¡es arte! Soy demasiado débil contra cosas
bellas..."
¿Amas el arte? Para alguien con tan mal gusto, ¿estás seguro de decir esas cosas? pensó. El color
de la camisa que llevaba en las citas solía ser de colores como el violeta brillante, y una
vez ella tuvo un dolor de cabeza cuando llegó con un pañuelo rojo y verde.
"Pero ya me aseguré de que no me gustará ningún arte más que no seas tú. Además de
eso, eres como la mejor y más bella pieza de arte. Um, me gusta tu cabello rubio"
¿Eres idiota?
"Vete, estoy ocupada"
Luego que Montmorency dijo eso con frialdad, hubo silencio por un momento. Después
de eso, se pudo escuchar a Guiche llorando en el pasillo.
"Entiendo... si te parece bien así, puedo morir aquí. Si me odias mientras yo te amo, es
malo vivir, no tengo nada más por qué vivir"
"Puedes hacer lo que quieras"
Hombres como Guiche no pueden morir sólo por ser rechazados. Montmorency se mantenía
indiferente.
"Bueno, por lo menos quiero... que en la puerta de la habitación en la cual vives, quede
grabada la prueba de que he vivido... y de que yo te amé"
"¡¿Qué… qué estás haciendo?! ¡Detente!"
El sonido de algo rasgando la puerta podía ser escuchado...
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"El hombre que se sacrificó por amor, Guiche de Gramont, destruido por el amor
eterno, muere aquí...justo aquí."
"¡No ‘aquí’! ¡Cielos!"
Montmorency abrió la puerta. Guiche estaba parado allí con una sonrisa en su cara.
"¡Montmorency! ¡Te amo! ¡Te amo de verdad! ¡Te amo! ¡Te amo!"
Entonces la abrazó con fuerza. Montmorency quedó cautivada por un momento. De

cualquier forma, Guiche continuó diciendo "Te amo". Ésa era la causa de su falta de
palabra, pero ella no se sentía mal al escuchar eso.
En ese momento Guiche le entregó un paquete a Montmorency.
"¿Qué es esto?"
"Ábrelo, es un regalo para ti"
Montmorency abrió el paquete. Era un uniforme de marinera. Saito le había pedido a

Siesta que modificara el uniforme para la figura de Montmorency, Guiche siempre
memorizaba las tallas de las chicas que estaban con él.
"Es un traje extraño..."
Montmorency levantó una ceja.
"¿Qué te parece si te lo pruebas? Definitivamente te quedará bien. Tu pureza se verá

amplificada muchas veces. Vamos, rápido. No hay problema, yo miraré en otra
dirección"
Mirando hacia atrás, Guiche comenzó a comerse las uñas sin parar. Al ver que era
inevitable, Montmorency se quitó la blusa y se puso la ropa.
"Terminé"
Dándose la vuelta, la cara de Guiche se iluminó energéticamente.
"Aah, Montmorency~... en realidad eres pura... mi hermosa Montmorency~..."
Mientras murmuraba eso, Guiche trató de besarla. Sin embargo, Montmorency lo

impidió.
"Monmon..."
Guiche puso una cara triste.
"No lo malinterpretes. Te he abierto la puerta de mi habitación, pero no te he abierto

esta puerta. No decidí perdonarte todavía. Además, ¿A quién llamas Monmon?"
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Sólo con eso Guiche ya estaba feliz. Significaba que todavía había oportunidad.
"¡Mi Montmorency~! ¡Ya sé que debes considerarlo!"
"Si lo pudiste entender, ¡entonces vete! ¡Estaba a mitad de algo!"
"Sí, sí, por supuesto te voy a dejar. Si tú lo dices, puedo hacerlo cuando quieras"
Guiche saltó fuera de la habitación.
Montmorency se vio al espejo.
"¿Qué es esto?... ¡No hay forma de que use algo tan corto!"
Sin quererlo, su cara había enrojecido. Aunque mirándolo bien, la ropa era bastante
linda. Guiche había hecho especialmente esa ropa por su bien.
“Umumumu...”
Bueno, como le habían dicho ‘te amo’ ella se sentía de muy buen humor. Además
habían salido antes, así que no lo odiaba.
"¿Qué debería hacer? ¿Perdonarlo?"
Pero recordó la forma en la que Guiche la había engañado en el pasado.
Incluso si salgo de nuevo con él, no tendrá que repetirse de nuevo. Ella estaba cansada de los
engaños.
¿Qué debo hacer? Mientras decía eso, recordó la poción que había preparado y abrió el
cajón. Vio la botella con el líquido secreto que había escondido hace un momento.
Montmorency movió la cabeza y comenzó a pensar.
U~m...Es un buen negocio... de paso puedo probar su eficacia...
Que tal usar esta poción una vez la haya completado, se dijo Montmorency.
^^^
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l día siguiente, toda la atención se posó sobre Montmorency cuando entró al salón
A de clases porque había aparecido con el traje de marinera.
Los estudiantes reaccionaron rápidamente a eso.
El traje de un marinero y una chica... se sentía con un orden fresco que nunca habían
imaginado antes, miraban anonadados a Montmorency. Eso era respecto a la forma en
que reaccionaron los chicos, las chicas rápidamente sintieron celos y envidia, la
miraban con una mirada fulminante.
Montmorency logró monopolizar todas las miradas de la clase, así que estaba de buen
humor. Posó sus manos en las caderas, puso una mirada altruista y orgullosamente
fue hacia su asiento. Louise también miraba a Montmorency con la boca abierta.
No estoy segura pero, ¿no es el traje de marinero de Albión que compró Saito en la ciudad?
Louise miró a Saito, quien estaba a su lado temblando sin saber por qué.
"Hey, ¿no es la ropa que compraste? ¿Por qué Montmorency la usa?"
"Ah, ah... Bueno, verás, ah, Guiche me dijo que se la diera..."
Louise recordó que Guiche y Montmorency habían terminado.
"¿Por qué se la diste a Guiche?" Saito comenzó a temblar aún más.
"¿Eh? Porque me dijo que la quería..."
Louise sintió que la actitud de Saito era un poco sospechosa.
"Hey, ¿estás escondiendo algo?" ella lo miró con una fría mirada.
"¿Eh? ¿Heh? ¡No estoy escondiendo nada! Vamos ahora..."
Saito sentía como un sudor frio corría en él. No había creído que Montmorency la
llevaría a clase.
Demonios, si Louise descubre que era un regalo para Siesta...
Louise definitivamente se enfurecerá. Parece que a esta chica le parece algo malo cuando yo, su
familiar, me llevo bien con otras chicas. Aunque ella no me ama ni nada, no puede perdonar algo
como eso.
Definitivamente Louise siempre dirá algo como ‘No haces caso a tu ama y te llevas bien con otras
chicas’, que irritante.
De todas formas, su deseo era el de monopolizar a su familiar, Saito lo interpretaba de

esta forma. Ella se enojaba con el perro porque se apegaba más con otras personas. Ni
- 72 -
siquiera en sus sueños más profundos Saito se imaginaba que Louise albergaba
sentimientos por él. Por lo cual, acababa por malinterpretándolo todo.
Aah, cuando supo que me di un baño con Siesta hace un tiempo, fue terrible. Con resentimiento,
Saito pensó en las restricciones que había recibido nuevamente.
Ese incidente... Si Louise se entera que Siesta usaba el traje de marinera y que daba vueltas con su
falda... Su cara se tornó rígida del miedo.
Me colgaría del techo, y me electrocutaría varias veces... Al final, me atacaría con su ‘Vacío’...
Quedaría esparcido como ese montón de paja... Y podría morir...
Saito empezó a temblar con violencia. No debo temblar, ¡es sospechoso! Cuanto más
pensaba en eso, más temblaba. En fin, ¿por qué no le di el uniforme de marinera a Louise en
primer lugar? No, por su gran orgullo jamás lo usaría. Además, a Siesta le va mejor el uniforme de
marinera. Por su cabello negro y por ser descendiente japonesa. El cabello rosa de Louise no
encajaría con el uniforme. Su cuerpo es muy pequeño, por lo cual le quedaría holgado.
¿Qué?
¡Eso es! Demonios, eso sería bueno también. ¡Diablos! ¡Error de cálculo! ¿Qué estoy diciendo......?
Saito movió su cabeza para quitarse esas fantasías. Después de todo, lo único que quería era
disfrutar de la atmósfera de mi país natal. No tengo nada por lo que sentirme culpable. Es una
mentira, pero no. Su cara estaba azul, temblaba con mucha fuerza y murmuraba en voz
baja, por lo que no sólo Louise lo encontró sospechoso.
"Hey, ¿qué está pasando? No te voy a perdonar si es que me estás ocultando algo"
Los ojos de Louise mataban.
"No… no estoy escondiendo nada"
Demasiado sospechoso. Louise intentó preguntarle de nuevo, pero renunció a ello

cuando el profesor entró a clases.
Cuando terminó la lección, Saito dio una excusa absolutamente imposible: "voy a dar
de comer a mis palomas" y desapareció.
"¿Cuando consiguió palomas?" Louise murmuró esto, por alguna razón presentía que
algo malo estaba pasando.
^^^
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aito corrió hacia la cocina. No había podido hablar con Siesta porque parecía
S ocupada durante el almuerzo y la vigilancia de Louise era severa.
Al ver a Saito que jadeaba luego de llegar allí, la cara de Siesta se puso feliz.
"¡Aah! ¡Saito!"
El jefe de la cocina, el viejo Marteau, envolvió sus brazos por el cuello de Saito.
"¡Hey! ¡Nuestra espada! ¡Ha pasado tiempo!"
"Ho… hola..."
"¡Yai! ¡Últimamente no has venido por aquí! Siesta está siempre tan sola, ¡tú sabes!"
"Ajajajaja" empezaron a reírse en la cocina. Siesta estaba lavando una bandeja con la
cara roja. Saito se acercó y le dijo algo al oído.
"Siesta"
"S… sí..."
"Sobre la ropa... cuando hayas terminado de trabajar, ¿podrías llevarla contigo?"
"¿Eh?"
"A ver... Un lugar donde nadie nos vea será bueno... en el patio Vestri hay una escalera
que lleva a la torre, ¿cierto? Te espero allí"
Siesta se ruborizó por el asombro.
Luego de eso, Saito se fue corriendo.
"Aah... Yo..."
"¿Qué pasa Siesta? ¿Fue una promesa para una cita?"
Las risas se escucharon, pero ya no llegaron a los oídos de Siesta. Estaba

completamente roja, Siesta susurró distraída:
"¿Y ahora qué hago? Aah, Yo... voy a ser... hecha suya..."
^^^
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hora bien por otro lado, Louise caminaba por la Academia en busca de su familiar.
A
Desde que había dicho que iba a alimentar a sus palomas, Saito no había vuelto a
aparecer.
Caminó cerca de la torre de fuego, miró dentro del laboratorio del Profesor Colbert, si
es que se podía llamar un laboratorio, ya que sólo era una choza. Siempre que Colbert
tenía tiempo libre estaba allí.
Pero Saito no estaba. Colbert estaba ruidosamente haciéndole algo a la Coraza del
Dragón, la cual estaba enfrente a su laboratorio. Entonces Louise le preguntó:
"Señor Colbert, ¿ha visto a Saito?"
"No, no le he visto... no ha pasado por aquí desde hace dos o tres días"
Louise miró al Caza Zero y quedó asombrada. El motor que estaba en la nariz del
avión había sido separado y puesto en el suelo.
"¡Ah, esto! Acabo de ver que te interesó la estructura. No tengo el permiso de Saito,
pero la he desmoldado cuidadosamente. Fue complicado, pero hablando teóricamente,
no es muy diferente a la 'Serpiente Feliz' que yo diseñé. Sin embargo, es muy frágil.
Luego de usarlo hay que desmoldarlo y revisarlo. De lo contrario no tendrá la eficacia
que tenía originalmente, incluso podría romperse..."
Colbert finalmente empezó a hablar de la estructura del motor y de su mantenimiento.
"Ha, hah... Bueno entonces, perdóneme"
A Louise realmente no le interesaba esa conversación, así que bajó la cabeza y se fue
corriendo. Colbert le gritó mientras ella corría.
"¡Señorita! ¡Si ve a Saito, dígale esto! ¡He puesto una nueva y sorprendente arma a la
Coraza de Dragón!
El siguiente lugar a donde fue Louise fue la torre de viento. En la Academia de Magia,
las torres habían sido colocadas en un pentagrama con una torre central en medio. La
torre de viento era una de ellas y era utilizada para dar lecciones. Sólo tenía una
entrada.
Louise pudo ver una sombra sospechosa que corrió hacia la puerta de la torre. Una
blusa blanca... con un gran cuello.
En efecto, era el traje de marinero que estaba usando Montmorency durante las clases.
¿Quién es? Podría ser Montmorency, pero entonces vería su cabello rubio... la persona que he
visto tenía el cabello negro. Louise siguió secretamente a esa persona.
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Al abrir la puerta de la torre, caminó por el pasillo que conducía a las habitaciones
semicirculares, dispuestas tanto a la izquierda como a la derecha.
Poco a poco, escuchó pasos que subían la escalera.
Louise tomó un respiro en el primer piso, para luego continuar tras la persona.
Escuchó una puerta que se abría y cerraba en el segundo piso.
Para que no se escucharan sus pisadas, Louise se acercó con cautela a la puerta.
Cuando llegó, apoyó su cuerpo en la puerta. Era el almacén. ¿Qué hacía una persona
vestida de marinero en ese lugar?
Louise apartó su cabello rosa y colocó su oreja sobre la puerta. Escuchó una voz
extraña dentro de ella. Una voz intermitente...
"Haha, Nnnn, Ahahaha..."
Esa voz... hizo que las cejas de Louise se doblaran formando una ‘へ’. Debido a que no
escuchaba bien, no podía saber quién era.
Pero era un hombre. En un lugar como ese, encontrándose con alguien con esas
ropas... y además haciendo esos sonidos... Louise imaginó una terrible desilusión en su
mente.
"¡Haa! A-a-adorable..."
¿Adorable? En ese momento, la cabeza de Louise empezó a dar vueltas.
Y con un golpe abrió la puerta y entró a la habitación.
"¡¿Qué estás haciendo?!"
"¡Hiiiiii!"
La persona se dio la vuelta. Llevaba el traje de marinero y además, llevaba una falda.
Y efectivamente, era el gordo Malicorne.
"¿Ma…. Ma, Malicorne?"
"¡Louise!" Malicorne trató de correr y escapar, pero no estaba acostumbrado a usar

falda, así que sus pies se enredaron y cayó al suelo.
"¡¡Ah!! ¡Ah! ¡Fuh! ¡AAH!"
Malicorne gritaba mientras se retorcía en el suelo. Como un ogro, Louise pisó la

espalda de Malicorne. En el almacén había un espejo. El ‘Espejo de la mentira’.
Convertía las imagines poco agradables en algo hermoso y lo hermoso en algo poco
atractivo, pero por varias razones casi lo rompieron, así que lo pusieron allí. Parecía
que Malicorne quería tener su propia satisfacción mirándose al espejo.
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Un placer muy absurdo.
"¿Por qué llevas puesto eso?"
"No, es demasiado hermoso... pero, no tengo a nadie que lo use por mí..."
"¿Así que te lo pones tú mismo?"
"¡Así es! ¿Qué tiene de malo? ¡Lo llevo puesto! ¡Guiche tiene a Montmorency y tu
plebeyo familiar tiene a la chica de la cocina! Pero, ¡yo no tengo novia!"
"¿Qué acabas de decir? ¿Qué pasa con Saito y la criada?"
Los ojos de Louise se abrieron.
"¿Eh? Bueno, él le decía a la criada que usara esta ropa y que diera vueltas... Aah, ¡se
movía! ¡Sólo al pensar en eso mi corazón se llena de cosas hermosas! Es por eso que me
lo puse y me vi en este espejo para rememorar ese momento... Aaaah, Yo... yo soy una
hada encantadora... Gaaaahhh!"
Malicorne gritó. Louise pisó su cara para que cerrara la boca.
"Silencio"
"¡Ah! ¡Aah! ¡Ah! ¡Louise! ¡Ah! ¡Louise! Estoy siendo pisoteado por una hermosa chica
como tú... ¡Siento que voy a perder mis sentidos! ¡Limpia mis pecados! ¡Permite que me
arrepienta! ¡Aplasta mis pecados; por perder el control y venir a este lugar para fingir
ser una hada encantadora! ¡Hay algo mal en mí! ¡Ah! ¡Ah! ¡Nnnnaaaaaaaaa!"
Tal como había dicho, Louise pisoteó la cara de Malicorne hasta que se desmayó.
"Sí, hay algo mal en ti" murmuró Louise, sus hombros de movían de arriba a abajo por
la ira.
"Ya veo... así que eso era... la sirvienta es tan buena... ella es tan buena que le dio un
hermoso traje de regalo... Además, ¿disfrutaste haciéndole dar vueltas y vueltas? No
bromees conmigo"
Con los puños firmemente apretados, Louise gruñó.
"Ese familiar. Incluso aunque me besó"
^^^
- 77 -
E n una esquina del lugar acordado, en el patio Vestri, Siesta se acercó a la puerta
de la torre de fuego, luego de haber caído la noche por completo. Después de haber
terminado su trabajo, le tomó tiempo bañarse y vestirse.
Ella se dirigió hacia la escalera, pero Saito no estaba allí. Sólo había dos barriles. El
lugar era sombrío, Siesta empezó a mirar a su alrededor.
"Saito..."
Después de murmurar eso desilusionada, la tapa del barril se abrió. Siesta

instintivamente se echó hacia atrás, pero Saito apareció del interior del barril.
"Siesta."
"¡Aah! ¡Saito! ¡¿Qué haces allí?!"
"Bueno, debido a las circunstancias... espera… ¿Eh?"
Saito miró la apariencia de Siesta con los ojos bien abiertos. Llevaba el uniforme de
marinera que había hecho.
"¿Tú… tú te lo trajiste puesto?"
"Eh, sí... pensé que Saito sería más feliz si lo traía puesto"
Demonios. Debí haberle dicho que me lo devolviera, no que lo trajera. No hay manera de que le
pueda pedir que se lo quite aquí. Mientras Saito entraba en pánico, Siesta dio una vuelta y
puso un dedo sobre su mejilla. Haciendo que la falda volara suavemente.
"Um, Um... Gra-gracias por esperar"
Luego Siesta sonrió brillantemente. A… adorable. Saito se ruborizó sin querer.
En ese momento, el sonido de un barril moviéndose se escuchó.
Siesta soltó un "¡Kya!" y abrazó a Saito.
“Nyaa, nyaa” era el maullar de un gato.
Saito suspiró de alivio.
“Oh, sólo era un gato...”
Pero el problema no era el gato. Siesta presionaba sus pechos contra él. Estaban
aplastados por el pecho de Saito y el traje de marinera se ajustaba libremente a su
forma femenina.
Saito palideció. E… e… esta sensación es.
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"S… Siesta, um..."
"¿Qué pasa?"
"¿No estás usando… sujetador?"
Siesta lo miró sin entender.
"¿Qué es un ‘sujetador’?"
"¿Eh? ¿Heh? Ya sabes, para los… senos, para… protegerlos..."
Pero Siesta al parecer seguía sin comprender. Al parecer no existían sujetadores en

ese mundo.
"Yo uso ropa de encaje y un corsé10 debajo de mi blusa cuando estoy trabajando en la
limpieza, aunque..."
En ese momento se empezó a sonrojar.
"Pero… no llevo nada en este momento. No me podía poner las enaguas con esta falda
corta..."
"¿Qué es eso de enaguas?"
"¿Eh? Um, ropa interior…"
Aah, esa ropa que parece un pantalón abombado.
Hah, así que, así se sienten sus pechos cuando no usa corsé, pensó Saito mientras miraba
hacia arriba. Sentía que le iba a sangrar la nariz si no lo hacía.
Más importante, ¿No tiene sujetador? Ya veo. Ahora que lo pienso bien, cuando lavaba la ropa
interior de Louise, recuerdo haber lavado bragas, blusas, corsés, pero nunca había lavado
sujetadores. Pensé que la razón era porque ella no tenía pechos, pero al parecer en este mundo no
existen los sujetadores.
Además, mientras que las niñas nobles usan ropa interior de encaje, las chicas plebeyas como Siesta
no pueden, ¿así es? ¿Eh? ¿Ella no lleva nada ahora mismo?
Lo… lo que significa......
"Eres muy cruel Saito... yo no tengo ropa interior pequeña de encaje como las chicas
nobles... sin embargo, me has hecho usar una falda corta..."
10 Un corsé (galicismo de corset) es una prenda utilizada para estilizar y moldear de una forma deseada por
razones estéticas o médicas. Se utilizó como ropa interior anterior al sujetador.
- 79 -
En otras palabras, ella no tiene nada puesto.
¡Efectivamente!
Dentro de su cabeza, fanfarreas resonaban como ’banba kabaan banbon banban

bakabaan’.
Siesta, está en el primer puesto, por supuesto.
Siesta se abrazó con fuerza el cuerpo de Saito. Agarrando sus hombros. Poco a poco, se
acercaba a los labios de Saito.
"U…um... ¿Lo vamos a hacer aquí?"
"¿Eh?"
"Bueno, sí, soy un chica de pueblo, así que, uhm, no me importa en qué lugar sea, pero,
um..."
"¿Siesta?"
"Además, uhm, en un lugar más limpio la gente lo hace mejor. Ah, ¡pero sólo es un
deseo! Así que si dices que este lugar es bueno... aah, entonces también es bueno para
mí. Después de todo, ésta es mi primera vez. Madre discúlpame. Voy a ser tomada
aquí"
Parecía que en realidad estaba malentendiendo el asunto. Saito sólo quería que le
devolviera el uniforme de marinera. Pero Siesta pensaba que iba a ser tomada.
En el momento en que lo iba a explicar...
Detrás de ellos, la tapa de otro barril saltó hacia arriba.
"¿¡Q… qué?!"
Cuando Saito se dio la vuelta, la tapa del barril golpeó su cabeza.
"¡Gyaa!"
Desde el interior del barril, una silueta apareció haciendo que el suelo temblara. En
realidad lo único que se estremeció fue el barril, pero se sentía que esa fuerza hacía
verdaderamente temblar el suelo. Era la ira de la persona que estaba en el interior del
barril, esa persona era...
"¿L… Louise?"
Saito murmuró con una voz temblorosa. Siesta se asustó al ver a Louise, la cual tenía
su cabeza asomada sobre el barril, esto hizo que se escondiera detrás de Saito.
- 80 -
"¿Qué… qué estás hacienda dentro del barril...?"
"Te estaba siguiendo, y vi cómo te escondías secretamente en uno de estos, así que te
he copiado y me he metido dentro del barril al lado del tuyo. Traté de no hacer ruido,
pero me golpeé con el barril, así que fingí haciendo 'nyaa, nyaa' cuando lo hice"
Aah, entonces el maullido fue hecho por Louise. Entonces, ha estado escuchando toda nuestra
conversación desde ese momento. La cara de Louise estaba pálida de ira. Sus ojos mataban
y todo su cuerpo temblaba. Con una voz tremendamente temblorosa Louise murmuró:
"E-es una maravillosa pa-paloma la que estás criando a-allí, ¿no es ve-verdad? Heh.
Un adorable traje de re-regalo, huh. Bien. Soy muy a-amable, así que voy a pe-
perdonarte e-esto. Realmente no me importaría que ignores a tu-tu ama y le regales
cosas a tu pa-paloma..."
"Louise, escucha"
"Pe-pero, esa paloma dijo: 'me has hecho usar esta falda ta-tan corta’... sin nada de
ropa interior, ‘me has hecho usar esta falda tan co-corta~’. Fue lo mejor. La mejor
broma del siglo"
"¡Louise! ¡Escucha! ¡Por favor!"
"Relájate, no te voy la-lastimar. Con mi ‘Vacío’, no voy a dejar rastro de-de ti~"
Con su ‘Libro de plegarias del Fundador’, Louise empezó a recitar un encantamiento.

Sintiendo que su vida peligraba, Saito instintivamente, agarró a Derflinger que estaba
en su espalda.
Siesta se escondió asustada en un refugio.
"¿Qué pasa contigo? ¿Estás planeando oponerte a tu ama? ¿No es esto interesante?"
Los murmullos de Louise daban miedo. Más que un buque de guerra, más que un
dragón, más que un orco endemoniado, más que Wardes... Louise daba más miedo que
cualquier otra cosa.
Saito temblaba, con el cuerpo totalmente rígido.
¿Qué es esta intensidad?...
Es… es el ‘Vacío’...
"Compañero, ríndete"
Derflinger susurró con un tono aburrido. Demostrando su temor, Saito sacó su espada.
"¡El… el va-va-vacío no es nada! ¡Lánzalo!"
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Las runas en la mano de Saito empezaron a brillar... Louise apuntó con su varita hacia
abajo y recitó un hechizo. ¡Boom! El área que estaba frente a Saito explotó.
Al ser alcanzado por la explosión, Saito fue lanzado por los aires y aterrizó en el suelo.
Luego de golpear el suelo, la cara de Saito se llenó de miedo, se levantó y comenzó a

correr. Louise se asomó desde donde estaba y le gritó:
"¡Espera!"
Esperar. Si te espero, estaré muerto. Absolutamente muerto.
Un primitivo miedo llenó la mente de Saito mientras corría desesperadamente.
Louise fue en su persecución.
^^^
- 82 -
uiche estaba dando lo mejor de sí en la habitación de Montmorency, para así

G reconquistar a su amada.
Acerca de la apariencia que tenía Montmorency; era como una rosa, como una rosa
salvaje, como una blanca rosa y sus ojos eran como rosas azules, de todos modos, él la
comparó con rosas y luego la exaltó comparándola con un espíritu de agua.
Montmorency no era la excepción entre los nobles de Tristain; era orgullosa y

vanidosa, por lo que no le desagradaba que la adularan. Sin embargo, daba la espalda
a Guiche, y ella, actuando, miraba por la ventana. Mientas sus gestos decían ‘Adúlame
más’.
Al ver esto, Guiche buscó las palabras dentro de su cabeza, todo para atraer su afecto.
"Delante tuyo, ¿no sería un espíritu de agua el que huiría? Lo veo, ese cabello... es
como una pradera dorada. Es un mar de estrellas brillantes. Aah, ninguna otra mujer
es digna de ser vista"
Guiche había entrado y salido de la habitación varias veces y ya había dicho

suficientes frases como para escribir un drama. Supongo que ya es bastante, pensó
Montmorency.
Poco a poco fue mirando hacia atrás y gentilmente le tendió la mano izquierda a
Guiche. "Aah" Guiche dejó escapar un gemido de asombro y besó su mano.
"Aah, mi Montmorency~..."
Guiche intentó acercarse a sus labios, pero fue detenido por un dedo.
"Antes, bebamos un poco de vino, ya que te tomaste la molestia de traerlo hasta aquí"
"Por, ¡por supuesto!"
En la mesa había un jarrón con flores, junto a una botella de vino y dos vasos.
Guiche había llegado a la habitación de Montmorency con esas cosas.
Guiche se apresuró a servir el vino, en ese momento Montmorency apuntó a la

ventana.
"¿Oh? ¿Una princesa desnuda está volando en el cielo?"
"¿Eh? ¿Dónde? ¿Dónde, dónde?"
Los ojos de Guiche se abrieron grandemente mirando hacia la ventana como si

quisiera comérsela. ¿Quién era ‘la única mujer digna de ser vista’?, parece que tendré que usar
esto. Mientras murmuraba eso, Montmorency secretamente quitó una botella con
líquido que tenía en su manga. En el vaso de vino, el líquido trasparente se disolvió en
la bebida.
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Montmorency sonrió con dulzura.
"Era mentira, ahora brindemos"
"Vamos, no me sobresalté por eso..." en el momento en que Guiche decía esto, la puerta
de la habitación se abrió, generando un torbellino de viento.
Guiche cayó al suelo. Era Saito.
"Haa, haa, haa... Hola...hola...hola"
"¡¿Por qué estás aquí?!"
"¡Escóndeme!"
Cuando dijo eso, Saito saltó a la cama de Montmorency.
"¡Hey! ¡Nadie salta a la cama de Montmorency! ¡Vete!"
"Espera, ¡¿Qué crees que haces?! Entrando a la habitación de alguien sin permiso..."
Mientras Montmorency cruzaba los brazos y regañaba a Saito, otro torbellino de viento
entró a la habitación. Montmorency se dio la vuelta y golpeó su nariz contra el suelo.
"¡Louise!"
Guiche gritó. Louise estaba perdida en su ira.
"¡¿Qué… qué estás haciendo?!"
"¡Cállate! ¡Dónde está Saito!"
Por la presión de la actitud de Louise, Guiche y Montmorency se miraron y señalaron

la cama. Había un bulto bajo las sábanas temblando ligeramente.
Con voz baja, Louise ordenó hacia la cama.
"Saito, sal de allí"
Una voz más rígida salió de entre las sábanas.
"Saito no está aquí"
Louise tomó la copa de vino sobre la mesa. Montmorency soltó un "¡Ah!" en voz baja,
pero ya era demasiado tarde, Louise se la tomó de un sólo trago.
"¡Buhah! Estaba sedienta por la carrera. Todo es tu culpa. Bueno, entonces yo voy a ir
por ti"
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Louise apartó las sábanas de la cama.
Saito estaba temblando.
"Prepárate... ¿Nna~?"
En ese momento ella lo miró y sus emociones habían cambiado.
Louise había perseguido a Saito porque no podía soportar que estuviera con otras
chicas luego de que él la había besado. En todo caso, si besas a una chica como Louise,
todo se va a volver complicado.
En otras palabras, se trataba de un problema de orgullo.
Pero en el momento en que vio a Saito, sus sentimientos hacia él despegaron. Hasta
ese momento, bueno, le gustaba vagamente. No lo quería aceptar, pero a ella le
gustaba. Tal vez por eso era que estaba tan celosa...
En ese momento, ella lo amaba sin ningún obstáculo. Esa emoción era tan grande que
incluso ella estaba desconcertada. Sin pensarlo, Louise se cubrió las mejillas con las
manos.
Oh me... ¿me gusta tanto?
¿Yo lo amo...lo amo tanto?
Las lágrimas brotaron de los ojos de Louise.
Sus sentimientos de tristeza eran más grandes que sus sentimientos de ira. Le
gustaba tanto, así que ¿por qué Saito no la miraba? Se sentía tan triste... que empezó a
llorar.
"¿Louise?"
Saito miró sospechosamente a Louise, cuya actitud había cambiado por completo.
Guiche también la miraba con sorpresa, ya que había empezado a llorar de la nada.
Montmorency se sujetó la cabeza y dejó ir un "Oh no~~". La bebida que había planeado
darle a Guiche había sido tomada por Louise.
"Hey, Louise..."
Louise miró a Saito y se aferró a él.
"¡Idiota!"
"¿Eh?"
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"¡Idiota, idiota! ¿Por qué? ¿Por qué?"
Louise comenzó a golpear a Saito.
"Louise, tú... que está pa..."
A pesar de que estaba enojada y ardía de ira, su forma de ser había cambiado, Saito
empezó a entrar en pánico.
"¡Por qué no me miras! ¡Eres tan malo! ¡Uwee~~~~n!"
Louise hundió su cara en el pecho de Saito y comenzó a llorar.
Fin del capítulo 03 — Volumen

Volumen 04
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Capítulo 04
El Secreto de Tabitha
nos días antes, en aquella mañana moribunda en que Louise había estado
U persiguiendo a Saito, Kirche y Tabitha estaban dentro de un carruaje tirado por
caballos. Ellas habían viajado del suroeste, desde la Academia de Magia. Kirche
asomó la cabeza por la ventana gritando:
“¡Asómate Tabitha! ¡Son vacas! ¡Vacas! ¡Hay un montón!”
El rancho se extendía por ambos lados del camino, las vacas pastaban.
“¡Están comiendo! ¡Moo, moomooo!”
Sin embargo, Tabitha no respondió. Ella seguía leyendo un libro como de costumbre.
Al estar aburrida, Kirche sacó y estiró ambas manos por la ventana.
“Oye Tabitha. Ha sido una larga espera el regresar a casa desde la escuela, ¿no
deberías estar más alegre?”
Dado que Louise y Saito no se encontraban en la Academia, ya que habían sido citados
por el Palacio Real, cuando Kirche entró a la habitación de Tabitha para jugar, fue
sorprendida al encontrarla empacando su maleta.
“¿Vas a viajar?” le preguntó Kirche.
Tabitha respondió que tenía que regresar a casa para ver a su madre. A pesar de que,
como siempre, Tabitha estaba reticente, Kirche sintió que había algo diferente en su
voz. Y así fue como ambas terminaron viajando juntas.
Debido a que la familia de Tabitha había enviado un carruaje, no tenían necesidad de

usar el dragón de viento. En vez de ello, la bestia volaba en círculos sobre ellas
mientras viajaban, cargando a la salamandra de Kirche en su espalda.
“Ya que la escuela nos ha dado una aprobación formal por nuestra partida, no será
contada como una ausencia y no tendremos que preocuparnos por tener que limpiar
las torres como castigo”
Tabitha continuó mirando su libro sin responder. He sido su amiga por más de tres años y
aún no imagino lo que está pensando.
Kirche decidió intentar otro tema de conversación.
“Es la primera vez que me entero que tu tierra natal no es Tristain, sino Galia. ¿Eres
una estudiante de intercambio?”
Ellas pronto cruzarían la frontera, Kirche le había pedido al director Osmond que
firmara los papeles de salida para que tuvieran un paso seguro.
Kirche tenía una vaga sensación de que el nombre de Tabitha era un seudónimo... pero
ella jamás le había preguntado sobre los orígenes de ese nombre.
Tabitha... en realidad era un nombre bastante común. Incluso los plebeyos preferirían
usar mejores nombres. Era la clase de nombre que se le podía dar a una mascota.
Kirche siempre había pensado que tal vez Tabitha estaba ocultando que pertenecía a
una distinguida familia aristocrática de Tristain, pero aparentemente estaba
equivocada, en efecto pertenecía a la nobleza del ancestral reino de Galia que
compartía frontera con Germania.
La tierra de Halkeginia destacaba del océano y tenía una sutil curvatura, creando una
península gigante. Sólo los originarios de esa tierra sabían las palabras correctas para
describirlo.
Galia estaba localizado en el sureste y Germania, el país natal de Kirche, estaba en el

noreste. Tristain estaba entre ellos y su tamaño era equivalente a los países de
Holanda y Bélgica del mundo de Saito.
Los territorios de ambos países tenían alrededor de diez veces el tamaño de Tristain.
La gente de Tristain llamaba a su propia tierra como el ‘País Pequeño’ en una forma
de auto ridiculización.
En la pequeña península del sur, al frente del océano, países como Germania tenían
que pelear por la hegemonía local. El país religioso de Romalia estaba involucrado en
la pelea por esa hegemonía, la oficina del papa era partidaria de las creencias del
Fundador Brimir y de los Dioses. Por cierto, el cardenal Mazarin era de este lugar.
Hacia el este de Halkeginia, se encontraba un lugar incivilizado donde los bárbaros y

demonios vivían. Después de estas tierras había un vasto desierto donde estaban los
elfos, quienes habían reclamado el árido terreno, protegiendo las Tierras Santas.
Siguiendo en esa dirección, se encontraba el poco explorado continente de Rub’ al
Khali.
Flotando perpetuamente sobre el océano y la tierra continental de Halkeginia, se

encontraba el continente de Albión. Hablando estrictamente, Albión no era parte de la
sección principal de Halkeginia.
Kirche volteó para preguntarle a Tabitha:
“¿Por qué estudias en el extranjero?”
Sin embargo, Tabitha no respondió a las palabras de Kirche. Ella continuaba sentada,
leyendo su libro como antes. Pero entonces, Kirche se percató de algo, la página de su
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El Secreto de Tabitha Lanove & T-F
libro nunca cambiaba, era la misma de antes. Tabitha había estado mirando la misma
página durante todo este tiempo.
Kirche decidió no preguntarle más. Cualquiera que fuese la razón para estudiar fuera
o de su regreso a casa, ella esperaría hasta que Tabitha se lo dijera por propia
voluntad. Ella entendió que en el momento en que Tabitha estaba empacando su
maleta, estaba rodeada por una extraña atmósfera.
Incluso aunque eran de edades diferentes, se habían vuelto amigas y no solamente

porque iban a la misma escuela.
Para ser buenos amigos, hay cosas que ambos lados no deben forzar al otro a hablar.
Además, Tabitha no solía abrir la boca muy a menudo. Como la mayor, Kirche estaba
muy consciente de ello. Ambas tenían sus propias razones para cruzar la frontera y
haber ido a Tristain.
Mientras viajaban, Kirche recordó las diversas situaciones políticas de diferentes

países, a pesar de que no tenía un gran interés en la política. Sin embargo, con los
rumores flotando a su alrededor, ella no pudo evitar especular en su mente.
Galia seguía siendo neutral y había permanecido en silencio ante la invasión de Albión
a Tristain, incluso a pesar de un tratado que se pudo haber dado por cambios políticos
en Albión y su nuevo gobierno. Una propuesta de alianza fue hecha por Tristain pero
había sido rechazada. Era evidente que ellos conservarían su estado de neutralidad
mientras su propio territorio estuviese a salvo.
Ella escuchó un rumor que sugería que Galia estaba pasando por una crisis por
conflictos civiles internos. Con todos estos problemas políticos internos y externos, no
era fácil imaginar los dolores de cabeza que estaban enfrentando los líderes políticos.
Ella siguió acompañando a Tabitha al reino de Galia. A pesar de que viajaban como
turistas, Kirche tenía un mal presentimiento sobre algo malo que podía ocurrir.
Mientras pensaba eso, tenía su cara distraída asomada por la ventana del carruaje.
Una fila de caminantes apareció delante del caballo que jalaba el carruaje. La atención
de Kirche fue atrapada por esta línea de un poco menos de diez caminantes. Todos
ellos llevaban capas con capucha que cubrían sus rostros.
Kirche se dio cuenta de que todos ellos llevaban varitas mágicas, eran nobles. Con otro
vistazo, la forma de sus varitas parecía indicar que ellos eran en efecto soldados. Dado
que era un tiempo de guerra, esta clase de cosas no eran inusuales.
El caballo cargó hacia delante para avanzar.
A través del hueco de la capucha de sus capas, ella pudo mirar el rostro de uno de los
nobles. Eran unos claros ojos de un joven y apuesto hombre. Ella recargó la cabeza
sobre su mano y suspiró.
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“Un chico apuesto en el lugar donde me encuentro”
Después de eso repentinamente se dio cuenta...Creo que lo he visto antes...
“¿Dónde lo he visto...? ¿Quién será...? ”
Ella siguió observándolo mientras seguía a la vista, de repente su candor latente se

enfrió. Su entusiasmo la abandonó tan pronto no pudo verlo más, él rápidamente fue
olvidado.
Kirche se acercó y miró a Tabitha. Sus cristalinos ojos azules ocultos detrás de los
lentes miraban la misma página del libro.
Gentilmente puso la mano sobre el hombro de Tabitha, ella le dijo con su optimista voz
de siempre:
“No importa. No importa qué ocurra, estaré junto a ti”
Y así continuaron su viaje durante dos días más, hasta que alcanzaron la frontera.
En la aduana, los guardias leyeron sus papeles y permitieron que ingresaran.
Ésta era Galia. El lenguaje y las culturas de este país y de Tristain se parecían
bastante. Ambos eran conocidos como ‘Los tronos gemelos’.
Cuando llegaron al borde de la frontera, los guardias se aproximaron para demandar

pruebas de su viaje. Sosteniendo enormes lanzas, los hombres abrieron las puertas
después de confirmar los permisos de viaje de Kirche y Tabitha.
Uno de ellos dio un vistazo y dijo de forma vacilante:
“El camino de adelante no puede usarse, tendrán que tomar una desviación”
“¿Por qué? ¿Qué pasa?”
“Porque hace poco el lago se desbordó y muchos caminos están completamente

inundados”
El lago Ragdorian era un enorme lago que se extendían entre la frontera de Galia y
Tristain. Era un sitio con unos paisajes hermosos y tenía una gran reputación en
Halkeginia.
Después de avanzar por un rato sobre el camino, finalmente alcanzaron un lugar

despejado. El camino estaba localizado en el límite de un pequeño número de colinas
bajas, y la amplitud de los caminos habían sido partidos por el lago Ragdorian. Del
otro lado de la orilla del lago estaba Tristain.
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Como los guardias habían dicho, se veía en efecto que el nivel del lago había subido.
Sin ser capaz de ver el final del lago, ellas pudieron atestiguar que el agua había
sumergido algunas de las colinas cercanas. Las flores y la vegetación inundadas por el
agua podían ser vistas aún.
Tabitha cerró el libro y miró por la ventana del carruaje.
“¿Ya está cerca tu casa?”
“Cerca”
Era la primera vez que Tabitha abría la boca desde que habían entrado al carruaje.
Sin embargo, quedó en silencio una vez más.
Tomando un camino de la montaña, el caballo jaló el carruaje para avanzar hacia el

hogar de la familia de Tabitha. Entraron a un bosque y alcanzaron un lugar donde
muchos árboles enormes de roble crecían. Granjeros estaban tomando un descanso en
un claro con sombra.
Kirche se percató de un granjero con una canasta de manzanas y pidió que se

detuviera el carruaje. Entonces llamó al granjero.
“Esas manzanas se ven deliciosas, ¿por cuánto me las venderías?”
El granjero tomó una manzana de la canasta y se la pasó a Kirche a cambio de varias

monedas de cobre.
“¡Aquí hay dinero suficiente como para comprar la canasta entera!”
“Dos serán suficientes”
Kirche le dio una mordida a la manzana mientras el granjero le entregaba la segunda.

Ella rápidamente se la dio a Tabitha. Kirche continuó diciendo:
“Esta manzana en verdad está muy buena. ¿Cómo se llama este territorio?”
“El área alrededor de Ragdorian es un territorio con control directo”
“¿Ehh? ¿Un territorio con control directo?”
La tierra en verdad era fértil y parecía como algo sacado de una pintura con su
peculiar lindura. El por qué el Rey quería esa tierra era algo comprensible.
Kirche se volteó a ver a Tabitha.
“Este territorio es gobernado por tu familia... acaso eres...”
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Después de diez minutos finalmente pudieron ver la casa de Tabitha al frente. Era una
vieja mansión feudal y señorial espléndidamente construida.
Kirche estaba mirando el emblema tallado en la puerta, estaba sin aliento. El

emblema de dos varitas mágicas cruzadas con la inscripción: ‘Para Avanzar’.
Era el emblema de la Familia Real de Galia.
Sin embargo, mientras se aproximaban, se podía ver una grieta en el emblema. Era un
signo de deshonor. A pesar de que significaba que ésta era parte de la familia Real,
habían sido despojados de sus derechos.
El carruaje se detuvo enfrente de las puertas, un viejo sirviente se aproximó dando

una reverencia y abriendo la puerta para que Tabitha saliera.
“Bienvenida nuevamente, señorita”
Nadie más llegó, esto hizo sentir a Kirche como si el lugar estuviera desierto. Ella bajó
del carruaje mientras pensaba en eso. Tabitha y Kirche entraron a la sala de estar con
la guía del viejo sirviente.
La habitación estaba muy arreglada, sin embargo, estaba extrañamente silenciosa,

casi parecía sin espíritu. Parecía como un templo preparado para un funeral.
Kirche tomó asiento en el sofá de la sala de estar y dijo:
“¿No deberíamos primero saludar a tu padre?”
Sin embargo, Tabitha sacudió la cabeza.
“Espera aquí” y entonces abandonó la sala de estar.
Kirche se sentó en el sofá mirándola, cuando el viejo sirviente se aproximó con vino y
postres, colocándolos frente a ella. Ella ni los tocó, en vez de ello le preguntó
directamente:
“Ésta es su casa y aun así parece que nadie más aparte de ti viviera aquí”
“Soy Percerin, el mayordomo de la familia d’ Orléans. ¿Acaso es la amiga de la señorita

Charlotte?”
Kirche asintió. Charlotte d’ Orléans parecía ser el verdadero nombre de Tabitha.
Orléans... Orléans... ella continuó pensando en el nombre y de repente se dio cuenta de

algo... Orléans, ¿Qué no es ese el nombre del hermano menor del Rey de Galia?
“¿Por qué hay una señal de deshonra en el escudo de la casa?”
- 93 -
“Parece ser que es una extranjera, por favor perdóneme, ¿puedo preguntar su
nombre?”
“Soy Kirche Von Zerbst de Germania. Por cierto, ¿qué rayos es esta casa? ¿Por qué
Tabitha tiene que estudiar en el extranjero usando un nombre falso? ¿Por qué si es
sólo una niña?”
El mayordomo escuchó las preguntas de Kirche y entonces suspiró.
“La señorita se llama a sí misma Tabitha... ya veo... ella nunca había traído a una
amiga. Ya que es una persona a quien ella se ha abierto, no debe haber problema si le
cuento la historia”
Después de eso, Percerin dio una reverencia y continuó hablando:
“Esta residencia es en realidad... una prisión”
^^^
- 94 -
T abitha tocó la puerta de la habitación más lejana de la residencia, no hubo

respuesta. Era normal en ese sitio.
Desde los últimos cinco años, nadie había abierto la puerta cuando tocaban a ella. En
ese momento Tabitha tenía sólo diez años.
Tabitha abrió la puerta.
El interior de la habitación tenía un trazado diferente al resto de la mansión. Las

únicas cosas que ahí había eran una cama, una mesa y una silla, nada más. La fría
brisa fluía a través de la ventana abierta. Las cortinas ondeaban cuando el viento las
empujaba. El interior de la habitación no fue perturbado por la intrusión.
Sosteniendo afanosamente una muñeca con ambas manos, se encontraba una mujer
delgada y alta. Lo que quedaba de su belleza se había esfumado debido a una
enfermedad. Ella debía tener entre treinta y cinco a cuarenta años, pero se veía veinte
años más vieja.
Ella observó de reojo a Tabitha con una mirada aterrada, justo como una niña.
“¿Quién eres?”
Tabitha dio una profunda reverencia mientras se acercaba a la mujer.
“He regresado, madre”
Pero la mujer no reconocía a Tabitha como su hija. No sólo eso, sino que también se
volteó fríamente hacia ella y dijo:
“¡Aléjate chiquilla insolente! ¿O eres una espía de la familia Real? ¿Acaso quieres
arrebatar a mi hermosa hija Charlotte de mis manos? ¡Nunca te entregaré a
Charlotte!”
Tabitha no respondió, mantuvo la cabeza inclinada.
“Que horrible es siquiera insinuar que esta niña podría algún día pretender el trono...
¡Ya he tenido suficiente de la sucia vida de la corte! Nosotras sólo queremos una vida
tranquila... ¡Ahora déjame!”
Su madre le arrojó el vaso de agua que estaba sobre la mesa a Tabitha. Ella no lo
esquivó, se estrelló en su cabeza y rodó sobre el piso.
La mujer volvió a acariciar la cara de la muñeca, partes de su cara estaban rotas y

revelaban el algodón de relleno, probablemente expuesto debido a todas las veces
anteriores que su madre la había acariciado.
Tabitha reveló una triste sonrisa, una expresión que sólo mostraba en esta habitación,
frente a su madre.
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“Tu marido fue asesinado, esa es la razón por la que estás así; de cualquier forma,
tengo que irme, pero regresaré tarde o temprano. Hasta ese día, por favor ora por la
seguridad de tu hija que es una muñeca”
El viento sopló en la habitación a través de las ventanas abiertas, sacudiendo las

cortinas. Incluso aunque eran inicios de verano, la ráfaga que sopló desde el lago era
helada.
^^^
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“¿L a víctima de una pelea de sucesión?” Cuando Kirche preguntó eso, Percerin
asintió.
“Sí, ocurrió hace cinco años con la muerte del Rey. Él dejó atrás a dos príncipes
herederos. Aquel en el trono es el hijo mayor, Joseph. El duque d’ Orléans, padre de la
señorita Charlotte, fue el segundo hijo”
“Así que ella en verdad pertenece a la familia Real”
“El duque d´ Orléans era talentoso y amado por todos, mostrándose como un
gobernante calificado ante los ojos de la gente, a pesar de que tuvo que pasar
privaciones por ser el segundo hijo. Aun así, muchas personas apoyaban al duque y
deseaban que tomara el trono. Entonces, el palacio fue dividido en dos facciones,
lanzándose a una fea pelea por el poder...”
“...finalmente el duque d’ Orléans fue asesinado. Fue atravesado en el pecho por una
flecha envenenada. Una persona que era más noble que cualquier otro en este país fue
asesinado, no por magia, sino por una flecha envenenada. El arrepentimiento y la
indignación fueron inimaginables. Sin embargo... la tragedia estaba lejos de
terminar...“
Percerin tomó un profundo respiro y continuó:
“...Después, aquellos que hicieron de Joseph el rey, comenzaron a apuntar hacia la

señorita. Ellos querían extinguir la fuente de cualquier posible problema en el futuro.
Estas personas convocaron a la señora y a la señorita a un banquete en su honor. Pero
habían envenenado la bebida de la señorita. La señora se dio cuenta de eso y a fin de
proteger a la señorita, lo tomó en su lugar. Una magia que destruye la mente de las
personas había sido conjurada en esa bebida. Desde entonces, la señora se volvió
loca...”
Kirche, sorprendida y sin palabras, escuchaba la confesión del mayordomo.
“...desde entonces, la señorita reprimió sus palabras y expresiones. La señorita

Charlotte en realidad era brillante y alegre, una persona diferente de la que es ahora.
Pero como sea, es entendible. Cualquiera que atestiguara como su madre se volvía loca
se hubiera vuelto así...”
“...Los otros, sabiendo que habían fallado y a favor de protegerse, mandaron una orden
real a la señorita Charlotte. La tarea era extremadamente difícil, nadie había sido
capaz de conseguirlo con vida...”
“...Mas en cambio, la señorita completó la misión y juró lealtad a la familia Real, para
protegerlos. Pero la señorita Charlotte aún era tratada de forma despectiva por la
familia Real. Normalmente estos logros debían haber sido suficientes para merecer un
territorio, pero en vez de ello, le fue garantizado un pequeño título de Caballero y fue
forzada a estudiar en el extranjero...”
- 97 -
“...La señora permanece aquí en la casa, en la actual condición en la que se

encuentra...”
Percerin mordió sus labios con frustración.
“¡Entonces...! Cuando la familia Real tiene una tarea difícil para hacer, ¿ellos la
llaman para que realice el trabajo sucio? ¡Su padre fue asesinado, su madre fue
envenenada y guiada a la locura, y además ella es mandada y dirigida por sus
enemigos personales como una bestia de carga! Nunca supe de algo tan trágico como
esto, ¡cómo es posible que la gente pueda ser tan cruel!”
Kirche había entendido porque Tabitha había permanecido en silencio. Ella no sabía
que la razón por la que Tabitha tenía el título de caballero fue por una tarea que no
había solicitado.
En su viaje, ella había estado observando la misma página de su libro. Su nombre

rúnico era ‘Ventisca’. Viento helado había estado soplando desde el interior de su
corazón y aún no había cesado. Este frío sentimiento que ella sentía... pensó Kirche
que era inimaginable.
“¿No dijo que la señorita se presenta a sí misma como Tabitha?”
“Así es”
“La señora era una persona muy ocupada, sin embargo, la joven señorita mantenía
una abierta y deslumbrante disposición. La joven señorita en realidad estaba muy
sola. La señora había ido a la ciudad y había escogido una muñeca especialmente para
la joven señorita durante sus ocupados manejos. La señorita estaba tan feliz y la
trataba como si fuera una hermana. Ahora la muñeca está en manos de la señora, ya
que en su actual estado mental, ella cree que la muñeca es la señorita Charlotte”
Kirche estaba perpleja.
“Tabitha. Ese es el nombre que la joven señorita había dado a la muñeca”
De repente la puerta se abrió y Tabitha entró a la habitación.
El mayordomo hizo una reverencia, ocultando su dolorosa expresión, dándole en la

mano la carta de la familia Real.
“Éstas son las instrucciones de la familia Real”
Tabitha removió el sello después de recibir la carta y comenzó a leerla con normalidad.
Cuando terminó de leerla, asintió levemente.
“¿Cuándo desea comenzar?”
Tabitha respondió como si estuviera planeando un paseo:
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“Mañana”
“Entiendo, les comunicaré eso a los mensajeros. Deseo su seguridad en el

cumplimiento de esta misión”
El mayordomo dio una solemne reverencia y abandonó la habitación. Tabitha caminó

hacia Kirche.
“Espera aquí”
Kirche sacudió la cabeza.
“Lo siento, ya escuché todo, yo también voy”
“Peligroso”
“No puedo dejarte ir sola”
Tabitha no respondió. Sin embargo, bajó ligeramente la cabeza.
^^^
- 99 -
E sa noche ambas durmieron en la misma habitación.
Tan pronto como Tabitha tocó la cama, se quedó dormida. Kirche no tenía sueño y se
recostó en el sofá con una mano bajo la almohada.
Tabitha le había explicado a Kirche lo que la misión requería y le volvió a preguntar si

en verdad quería ir.
“A pesar de que lo prometí...esto en verdad no será una tarea ordinaria”
Era mucho más probable que murieran intentando completar su misión. Pero como
noble, el riesgo de muerte siempre ha estado en un futuro no muy distante.
Comparado con eso, Kirche estaba más preocupada por esa niña.
Que increíble soledad ha de haber enfrentado esta pequeña...
Tabitha estaba dando vueltas en la cama.
Ahora sin sus anteojos, su cara durmiente era la de una inocente y joven chica. No
mostraba que estuviera cargando una infelicidad que no iba con su edad, los
distinguidos servicios que le habían conferido el título de Caballero y la difícil
asignación que ella tenía que completar.
“Mamá”
Murmuró Tabitha entre sueños.
Los hombros de Kirche reaccionaron ante esa palabra.
“Mamá, no lo bebas. Mamá...”
Tabitha nombraba muchas veces a su madre mientras dormía. Su frente sudaba

copiosamente y más intensamente después de cada llamada.
Kirche gentilmente se puso de pie y se recostó en la cama junto a Tabitha, abrazándola

cariñosamente. Tabitha enterró su cara en el pecho de Kirche, los latidos de su corazón
se transmitían a Tabitha mientras yacían ahí, lo debió haber sentido como el abrazo de
una madre.
Tabitha pronto se tranquilizó nuevamente, su sudor frío pronto la abandonó.
Y respecto a Kirche, ella pensó que de alguna forma entendía la razón por la que
Tabitha la había escogido como amiga. Su corazón no se había congelado por completo,
alguna calidez aún permanecía dentro de él, sólo que el viento helado que fluía lo
bloqueaba.
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Tabitha debió haber sentido que el fuego dentro de Kirche podía derretirlo.
Kirche, mientras lentamente se quedaba dormida, dijo de una manera gentil:
“Hey Charlotte, la ‘Ardiente’ calienta y derrite todo, así que puedes descansar con
tranquilidad”
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Capítulo 05
El Poder de una Poción de Amor
uando Saito se despertó en la mañana, Louise estaba durmiendo a su lado. La

C noche previa, cuando Louise, cuyos ojos estaban inflamados de tanto llorar, se
cansó, él la trajo a la habitación y cayó rendida al instante. “Kuukuu”, dijo a
través de su sueño, con una cara de inocencia.
¿Qué la habrá hecho cambiar así ayer? En un momento estaba lista para matarme y al siguiente;
estaba de repente sollozando ‘¿Por qué no me miras?’ ¿Qué fue? ¿Qué? Se preguntaba Saito
Ella comenzó a despertar. Louise se puso de pie abruptamente y notando a Saito,

mordió sus labios. Con una voz estrujada murmuró: “Buenos días”
“Bu-buenos días” Saito le regresó el saludo.
Entonces Louise se sonrojó. Louise siempre se sonrojaba con una expresión de enojo en
su rostro, pero ahora era diferente. Volteando a ver a Saito, ella suavemente curveó
sus labios y dijo algo de forma titubeante.
“¿Q-qué?”
“Perdóname”
Louise abrió la boca y comenzó a decir con una voz de lamento:
“Perdóname-perdóname-perdóname. ¿Me perdonas?”
Louise definitivamente actuaba de forma extraña. Ella lo miraba con los ojos de un
cachorro inocente, aunque nunca antes había visto a Saito de esa forma. Louise
siempre lo veía con desprecio o con el ceño fruncido, él no estaba acostumbrado a ser
visto de otra forma.
“En serio, ¿hay algo malo contigo?”
Preocupado, sujetó los hombros de Louise. Usando solo un negligé, Louise inclinó la
cabeza y posó su mejilla sobre el dorso de la mano de Saito. Él sintió una punzada
inesperada. Lo que es más, una punzada en su costado izquierdo, una muy rápida.
Pronto fue sobrecogido por un poder destructivo. Su cuerpo se sacudió violentamente y
su pulso comenzó a latir apresuradamente. Ahh, Louise viéndose así...Ella no puede estar
enamorada de mí, ¡¿o si?!
“Te vi”
“¿Eh?”
“En mi sueño, ayer”
¿Un sueño?
“¿Cu-cuál sueño?”
“Un sueño sobre Saito”
“¿U-un sueño sobre qué?”
“Saito era grosero en el sueño. A pesar de que le hablaba muy fuerte, él aún hablaba
con otras chicas”
Louise mordió la mano de Saito.
Pero... no fue doloroso. Louise le mordió muy sutilmente. Entonces, miró directamente
al rostro de Saito.
“Aun así, eso fue ayer. No compres regalos para otras chicas, no mires a otras chicas;
tú tienes a tu ama ¿verdad?”
Saito tragó saliva mientras miraba a Louise. Nunca se dio cuenta que ella estaba tan
enamorada de él...
Pero que habrá hecho que cambiara tanto la actitud de Louise. Es como si fuera una persona
completamente diferente. Louise, que me había despreciado hasta ahora no puede volverse tan dulce
de la nada. Al inicio estaba furiosa, y ahora ella estaba mordiendo suavemente su palma
mientras fruncía el ceño.
Ella no lo mordería de esa forma, ella lo golpearía.
Ella jamás se permitiría tal clase de flirteo...
A pesar de que al inicio Saito pensaba que Louise podía estar enamorada, ahuyentó
ese último rayo de esperanza de su mente.
“Escúchame”
“Cla-claro”
“Dime la verdad. ¿A-a quién amas más en el mundo?”
Louise enterró su rostro en el pecho de Saito y murmuró con una voz llorosa. Saito
sintió su mente aturdida y respondió incoherentemente:
“A-a mi ama. Sí”
- 104 -
El Poder de una Poción de Amor Lanove & T-F
“Mientes”
No era una mentira. Al menos, sólo Louise podía hacer que su pecho latiera tanto. Sin
embargo, Louise en este día...
“¿De verdad?”
“Claro...”
Entonces Louise se levantó y corrió al otro lado de la cama.
Después de tomar algo de un hueco secreto en la pared al lado de la cama, volvió

corriendo hacia Saito con ello.
“Eh...mmm...”
Y entonces se lo entregó a Saito.
“¿Qué cosa es...?”
“Tómalo”
El complejo objeto entregado estaba hecho de lana tejida. En cualquier caso, parecía
imposible de usar. Saito lo recibió e inclinó la cabeza, tratando de imaginarse su uso.
De alguna forma... ¿podría ser algo ‘para vestir’? No, nunca. Él no tenía idea de donde
podría ponerse eso.
Louise se mantuvo mirando silenciosamente a Saito... con ojos que parecían estar
llorosos. Ahh, no pudo evitarlo cuando miró tal clase de ojos, tenían una mirada de
expectación. Sin embargo, él no podía responder a las expectativas de Louise ya que no
tenía la más mínima idea de para qué era, sin embargo, ¡Tengo que hacer algo!
¿Qué rayos es esto? Pensó Saito. ¡Piensa! Claroooooo, míralo, parece algo similar a un muñeco de
peluche en forma de medusa. También podría ser una de esas especies de la fauna de Burgess11 que
gobernaron el mar en la Tierra ancestral. A pesar de que parece un animal místico, ya que Louise
me lo acaba de entregar, debe de tener algún uso. ¡Ah! ¡Piensa!
Saito estaba fundiéndose, lentamente perdía el control.
“¡Esto es...grandioso! ¡Una cosa fantástica! ¡Con una forma de medusa! ¡Es lo mejor!”
La cara de Louise se agachó.
11Se refiere a una formación muy famosa de fósiles encontrados en las rocallosas canadienses de la Columbia
británica, y es famosa por la excepcional preservación del cuerpo suave de los fósiles.
- 105 -
“Es diferente... no es eso... es un suéter”
Tal vez para un mundo de suéteres extraterrestres; eso era diferente de lo que uno
podía esperar. Fácilmente sobrepasaba la imaginación de Saito.
Saito, con pánico, trató de ponérselo. ¿Pero, cómo hacerlo? De alguna forma encontró
un hueco y puso su cabeza ahí, su brazo no cabía y la otra mitad de su cara
permanecía atorada en el interior. A pesar de quedar atrapado en tan incómoda forma,
Saito permaneció firme.
Entonces, Louise abrazó suavemente a Saito y lo empujó a la cama.
“Lo-Louise...”
Ya que su brazo estaba aprisionado por el suéter, no podía moverse.
“Quédate quieto” le suplicó a Saito. ¿Qué? Si estoy quieto, pero es porque no puedo sacar mis
manos del suéter.
“No puedo” dijo rápidamente, era honesto.
Louise sujetó a Saito firmemente, como una chica que abrazaba a su animal de
peluche favorito.
“Ugh, ¿no tienes que ir a clases?”
“Está bien, no importa que falte...”
¡Muhaa! Mientras más lo pensaba, más sospechoso le sonaba. Normalmente Louise

nunca se saltaría una clase tan a la ligera.
“...todo el día. Ya que, cuando estás libre, coqueteas con otras chicas. Odio eso”
Parecía que quería amarrar a Saito de esa forma. Pero, que una chica tan orgullosa
como Louise dijera tal clase de cosas... incluso si se sentía de esa forma, jamás lo
pronunciaría en voz alta.
“Di algo” murmuró Louise dulcemente. ¿Cuál es el problema con Louise? Saito se
preguntaba preocupado, ¿Qué era lo que había causado que Louise comenzara a hablar
tan débil y suavemente?
^^^
- 106 -
E n la tarde, Louise finalmente cayó dormida. La joven chica roncaba débilmente en

un profundo sopor.
Entonces Saito se escabulló de la habitación y se dirigió al comedor para traer algo de

comida. También iba a traer la porción de Louise.
Siesta, quien ya estaba preparando el almuerzo en la cocina, sonrió dulcemente

después de que él terminara de explicarle la situación.
“Eres muy popular”
“No, es diferente. Louise no es ella misma, está actuando de forma graciosa. No tiene
remedio, así que tengo que llevarle algo de comer...”
Eso decía Saito preocupado, mientras Siesta pisoteaba el pie de Saito sin resquebrajar
ni un poco su sonrisa.
“Eso es grandioso”
“¿Si-Siesta?”
Parecía que Siesta estaba muy molesta. Su serena sonrisa sólo enfatizaba su furia
congelante.
“Heeeh. Que una orgullosa y alta noble como la señorita Vallière se haya vuelto tan
cercana con Saito. ¿Qué habrá hecho para que cambiara de opinión sobre Saito? Me
preocupa un poco”
Aun sonriendo, Siesta aplicó más fuerza en aplastar el pie de Saito. Él gritó:
“¡E-es verdad! Ella en serio comenzó a actuar de una forma extraña”
“¿De veras?”
“Sí... es como si se hubiera vuelto una persona diferente”
Escuchando aquello, Siesta comenzó a pensar con una expresión seria.
“Eso me recuerda que he oído que hay algunas pociones mágicas que pueden cambiar
la mente de las personas de esa forma...”
“¿Pociones mágicas?”
“En efecto, pero dado que no soy una maga no soy capaz de entenderlo muy bien...Pero,
la señorita Vallière no debe tomar tal clase de cosas...”
- 107 -
Saito recordó la noche previa. La actitud de Louise había cambiado dramáticamente

después de entrar a la habitación de Montmorency... mientras se estaba ocultando bajo
la cama.
En ese momento la actitud de Louise cambió... ¿Acaso hizo algo en ese momento? Ah. Eso me
recuerda que ella dijo: ‘¡Fuah! ¡Estoy tan sedienta por correr tanto!’ ¡Y se bebió la copa de vino rojo
que había sobre la mesa!
¿Eso? ¿Pudo ser eso? Saito comenzó a sentirse algo suspicaz sobre el vino rojo en la habitación de
Montmorency.
^^^
- 108 -
S aito aguardó a que Montmorency saliera del comedor y la sujetó del brazo.
Guiche, quien estaba caminado junto a ella, gruño:
“¡Hey! ¡¿Qué le haces a mi Montmorency?!”
Sin embargo, el rostro de Montmorency se tornó pálido repentinamente en vez de

quejarse. ¡¿Qué?! ¡A pesar de que él sujetó el brazo de una noble como si nada! Pero,
presintiendo algo Montmorency, quien era incluso más arrogante que Louise, parecía
no querer hacer mucho ruido. En pocas palabras, ella se sentía en deuda con Saito por
algo que seguramente estaba relacionado con el repentino cambio de Louise.
“Hey Monmon”
Saito miró directamente a Montmorency.
“¿Q-qué...?”
Ella volteó los ojos hacia otro lado, avergonzada. No estaba enojada por ser llamada
Monmon. Las cosas se ponían cada vez más y más extrañas.
“¿Qué cosa le diste a beber a Louise?”
“¿Eh?” Guiche puso una cara de desconfianza. “¿Montmorency le dio algo a Louise?”
“Hey Guiche, viste el cambio de Louise ¿cierto? En un instante estaba molesta, y al

siguiente estaba poniéndome las manos de forma gentil. Incluso alguien tan lerdo
como tú debe de sospechar algo”
Guiche pensaba mientras cruzaba los brazos. Le tomó algo de tiempo, ya que era lento
como era usual. Entonces Guiche, después de dar un gran esfuerzo al recordar los
eventos de la noche previa, asintió.
“Es tal como dices. No debería ser posible que Louise se vuelva tan dulce de repente.
¿Cierto?”
“¡Correcto! ¡Monmon! ¡Louise se volvió extraña después de beber el vino de tu

habitación!”
“¡Ese es el vino que compré! ¡No hay nada sospechoso en eso!”
Después de decir eso. Guiche se percató del inusual comportamiento de Montmorency.

Ella estaba mordiendo sus labios con fuerza y pequeñitas gotas de sudor aparecieron
en su frente.
“¡Montmorency! Ese vino, en verdad...”
“¡Esa chiquilla lo bebió sin permiso!” Gritó Montmorency, incapaz de soportarlo más.
- 109 -
“¡Eso no es lo que importa! ¡Fue tu culpa!” Dijo ella mientras señalaba a Guiche,
tocándole la nariz con su dedo. Ahora, con el ánimo revertido, Guiche y Saito la
miraron atónitos.
“¡Fue por qué siempre estás tonteando!”
“¡Tú! ¡¿Qué le pusiste al vino?!”
Saito entendió. Montmorency quería que Guiche bebiera algo que había puesto en el
vino, pero en vez de ello, Louise entró en la habitación y lo hizo en su lugar.
“...una poción de amor”
“¡Poción de amor!”
Guiche y Saito gritaron al unísono. Montmorency les tapó la boca con sus manos en
pánico.
“¡No tan fuerte idiotas!...Eso está prohibido”
Saito sujetó el brazo de Montmorency, le quitó la mano de su boca y gritó:
“¡Pues entonces, no hagas tal desastre para empezar! ¡Ayuda de alguna forma a
Louise!”
Montmorency, Saito y Guiche se quemaban los sesos en la habitación de ella.

Montmorency explicaba a ambos, arrogantemente, la forma en que había preparado la
poción para prevenir que Guiche tuviera una aventura. Ella la colocó en el vaso de
Guiche para que la bebiera, pero entonces Saito y Louise irrumpieron en la habitación.
No fue difícil para Saito imaginar qué había pasado después de eso. Louise se lo había
bebió todo, inadvertida. Saito gritó:
“¡¿Qué hiciste qué?!...Sin embargo, de otra forma no se habría enamorado de mí

¿cierto?”
Guiche, quien había mantenido silencio hasta entonces, tomó la mano de la sonrojada
Montmorency.
“Montmorency, te preocupaste mucho por mí...”
“¡Hah! ¿Piensas que lo hice por ti? No gastaría mi tiempo en eso. ¡Es simplemente que
es desagradable que tengas aventuras a mi espalda!”
El rubor en las mejillas de Montmorency fue rápidamente remplazado por un ceño de

arrogancia. Como era de esperarse, el orgullo de una noble mujer de Tristain era en
verdad alto, de una forma bastante engreída y arrogante.
“¡No te preocupes porque tenga una aventura! ¡Soy tu sirviente eterno!”
- 110 -
Guiche abrazó fuertemente a Montmorency y entonces, sosteniendo su mejilla, intentó

besarla. Sorprendida, Montmorency cerró los ojos.
“¡Tranquilos!”
Saito los apartó al momento.
“¡¿Qué estás haciendo idiota?!”
“¡No es importante! ¡Primero hay que ayudar a Louise!”
“¡Ella se recuperará tarde o temprano!”
“¡¿Cuándo será ese ‘tarde o temprano’?!”
Montmorency parecía dudosa.
“La psicología de cada persona es diferente, puede tomar un mes o tal vez un año...”
“¿Planeabas darme tal cosa?” Guiche se puso pálido.
“Eso tomará demasiado. ¡De una vez y de cualquier forma! ¡Haz algo!”
Saito acercó su cara a la de Montmorency de un jalón.
“¡Entiendo! ¡Pero tomará algo de tiempo preparar el antídoto!”
“¡Apúrate y hazlo ahora! ¡Ya! ¡Ahora mismo!”
“Sin embargo, para hacer el antídoto se necesitan unas sustancias muy caras, pero
gasté casi todo mientras hacía la poción de amor ya que también es muy costosa. No
puedo hacerla por ahora”
“Sí, el dinero es difícil de conseguir, no exagero”
“¿No hay dinero? ¡Si son nobles!”
Cuando Saito gritó, Guiche y Montmorency se vieron el uno al otro.
“Aunque somos nobles, seguimos siendo estudiantes también”
“Son los miembros más viejos de la familia los que poseen los territorios y el dinero”
“Entonces pídanles a sus parientes que les envíen el dinero”
“Escucha, este mundo tiene dos clases de nobles. Una clase es la que no tiene la buena
fortuna del dinero y la otra, los que sí la tiene. Por ejemplo Montmorency, la familia de
- 111 -
Montmorency falló en la reclamación de tierras y su administración de territorios es

horrible”
Montmorency interrumpió:
“O como la casa Gramont, la familia de Guiche, que por el bien de su honor se

involucraron en una guerra y gastaron todo su dinero...”
“Como sea, lo que decimos es que hay nobles sin dinero. En realidad, no estoy
exagerando al decir que la mitad de los nobles en el mundo sólo tienen dinero
suficiente, a lo mucho, para mantener su residencia y el territorio a sus alrededores.
Sin embargo, no es como si un plebeyo como tú pudiera entender la duro que es
mantener el honor y el orgullo de la nobleza”
Estos chicos...Saito comenzó a buscarse de mala gana algo de los bolsillos de sus
pantalones y su chaqueta, entonces sacó las monedas de oro que había recibido antes
de Henrietta. La mitad de su dinero lo había dejado en la habitación de Louise y la
otra la llevaba consigo.
“¿Esto será suficiente?” él las esparció sobre la mesa.
“¡Uwaa! ¡Tú! ¿Por qué tienes tanto dinero?”
Ver tal cantidad de oro yaciendo sobre la mesa le robó el aliento a Montmorency.
“Asombroso, algunas son incluso monedas de 500 écus”
“No pregunten de donde viene. Tan sólo compren las medicinas caras con eso para
cuando termine el día de mañana”
Montmorency asintió a regañadientes.
^^^
- 112 -
C uando Saito volvió con los bolsillos vacíos, la habitación parecía extraña. De
alguna forma, la habitación estaba llena de humo similar al de los cigarrillos,
aunque el aroma era dulce. Louise estaba sentada en el centro de la habitación con
unas varitas de incienso encendidas a su alrededor.
“¿Qué? ¿Qué hay con todo esto?” Cuando Saito terminaba de decirlo, Louise, quien lo
estaba observado, le preguntó con una voz llorosa:
“¿Dónde has estado...?”
Sólo entonces Saito se percató de lo tentadora que lucía Louise. Ella no estaba usando
su falda.
“Me dejaste muy sola...” Le dijo con su voz llorosa mientras lo miraba malhumorada.
Parecía ser que, mientras se sentía solitaria, comenzó a encender todo ese incienso.
“Lo si-siento”
¿Por qué no se puso una falda? Él trató de alejar la mirada de su cuerpo mientras notaba
otro hecho inesperado. Bueno...Lo-Louise, Louise Françoise; que pícara, la falda no es la única
cosa que olvidó...sus pantaletas tampoco están...
La línea inferior de su cintura se asomaba por el hueco de su camisa. No había

ninguna señal de ropa interior bajo ésta.
Saito comenzó a temblar.
“¡T-tú, po-ponte unas p-p-p-pantaletas!” Le gritó temblando mientras miraba para el

otro lado.
“¡No quiero!”
“¡¿Por qué no?!”
“Todavía no soy lo suficientemente sexy, lo sé porque noche tras noche Saito duerme a
mi lado en la cama, pero no hace nada conmigo. Ya no puedo soportar eso” Dijo Louise,
casi a punto de llorar.
“Es-este, tú...yo... ¿estás diciéndome que quieres que te recueste y entonces ha-ha-haga
esas cosas contigo?”
“¿Está mal...?”
“Claro que lo está”
“Pero... cerraré mis ojos por una hora y pretenderé que no lo sé”
Decía que cerraría y pretendería no saberlo... Louise hacía un enorme compromiso.

- 113 -
Louise jaló de su camisa para cubrir sus partes privadas mientras se levantaba, movió
sus delgadas y desnudas piernas. El corazón de Saito palpitaba dentro de su pecho,
sonaba como el timbrar constante de una campana.
Louise saltó abrazando a Saito. El dulce aroma de su cabello era incluso más fuerte
que la esencia en el cuarto. Ella nunca usaba perfumes, era el olor natural de su
cuerpo.
Con su cara pegada a la chaqueta de Saito, Louise temblaba y se sacudía.
“Estaba muy sola...idiota...”
Las dos manos de Saito se posicionaron por sí mismas en el cuerpo de Louise. Parecían
abrazarla firmemente por puro instinto
Saito mordió sus labios, puso algo de fuerza en su mordida buscando recuperar la
calma a través del dolor.
La Louise de ahora... no es la que yo conozco. Es esa poción de amor que la hace descontrolarse. Mi
Louise es a quien protejo y quiero...Por eso... no puedo abrazarla de esta forma ahora. ¿Qué
pasaría si su autocontrol le fallara? Seguramente desearía a Louise como una bestia.
Pero, por amor, no podía permitírselo.
Saito sujetó los hombros de Louise con sus manos temblorosas. Entonces, miró
directamente a sus ojos y se arrancó una voz tan gentil como le fue posible.
“Louise...”
“Saito...”
“E-este...Estás actuando de forma tan extraña por causa de una medicina”
“¿Una medicina...?”
Louise volteó a ver a Saito con unos ojos acuosos.
“Es cierto. La de ahora no eres la verdadera tú. Pero no te preocupes, encontraré la

cura de alguna forma, ¿está bien?”
“¡No es por una medicina!”
Louise miró directamente a Saito.
“Estos sentimientos no son por causa de una medicina. Ya que siempre que miro a
Saito mi corazón comienza a latir salvajemente. No sólo eso... no puedo respirar y me
siento indefensa. Yo sé, que este sentimiento es...”
- 114 -
“E-es diferente. Me gustaría que estos fueran tus auténticos sentimientos, pero no lo
son, es diferente. Es por una droga. El antídoto estará listo para mañana en la noche,
así que espera hasta entonces. De cualquier forma, ve a dormir, ¿de acuerdo?”
Louise sacudió la cabeza,
“No lo entiendo y no me importa. De todos modos, tienes que abrazarme con fuerza o si
no, no me iré a dormir”
“Si lo hago, ¿Te irás a dormir?”
Louise asintió. Saito la llevó cargando a la cama. Entonces la acostó y se acomodó

junto a ella. Louise se sujetó firmemente a él como era usual.
“No vayas a ningún lado. Mírame solamente a mí, a ninguna otra chica, sólo a mí”
Repetía ella, como si fuera una especie de hechizo.
Saito asintió.
“No iré a ningún lado. Me quedaré aquí por mucho tiempo”
“¿De verdad?”
“Ajá. Claro, así que descansa ¿De acuerdo?”
“Um...si Saito dice que duerma, me dormiré...ya que no quiero dejar de gustarle”
Sin embargo, Louise no se durmió, en vez de ello, se acercó un poco y puso su

sonrojada cara en la nuca de Saito. Antes de que él pudiera siquiera pensar lo que
estaba haciendo, ella comenzó a besar su cuello. Se sentía como si un torrente de
pequeñas agujas fluyera por su columna.
“Haaaaaaaaah...”
Saito comenzó a temblar de temor. Mientras tanto, Louise comenzó a succionar con
más fuerza la piel de Saito.
“¡Louise! ¡Louise!”
Si no te detienes me voy a morir. Pero ella no lo hizo. Con sus mejillas sonrojadas, miró el
lugar que acababa de besar. Se había enrojecido como si hubiera sido una mordedura
de un insecto. Notando esto, procedió a dejar marcas en la piel de Saito con un interés
absorbente.
“¡Detente Louise! ¡Ya! ¡Yo...! ¡Ahhhh!” Su mente no lo soportó más.
Cuando Louise apartó sus labios, murmuró de una forma malhumorada.
- 115 -
“No, no me detendré. Saito es mío y sólo mío, por lo tanto, dejaré marcas para mostrar
que él es mío, para mantener a las otras chicas lejos”
Después de esto, la tortura de Saito continuó un poco más. Louise comenzó a dejar
pequeñas marcas de mordiscos tanto en su cuello como en su pecho. Al final, había
diez de ellas.
Las fuertes convulsiones de Saito se convirtieron en débiles estremecimientos hasta

que los labios de Louise finalmente dejaron su pecho. Entonces Louise volteó la cara a
un lado, mostrándole a Saito su propio cuello.
“Ahora márcame tú”
“Pe-pero...”
Saito miró la delgada y blanca piel como la nieve de Louise.
“Si no lo haces; no me iré a dormir”
No había otra forma. Saito cerró sus ojos y llevó sus labios al cuello de Louise; los tocó.
Un profundo suspiro escapó de la boca de Louise. Al no haber escuchado nunca tan
lindo suspiro de ella, Saito se sintió morir.
El succionó muy nervioso la pálida piel de Louise.
“¡Nhh...!”
Louise debía estar también nerviosa, haber dado tal quejido parecía confirmarlo.
El cansancio pronto se apoderó de ella y comenzó a respirar en la forma de una recién

dormida después de un poco.
Él miró perplejo su marca en la nuca de Louise. Simulaba una pequeña fresa roja en
medio de la blanca nieve.
Saito respiraba ruidosamente, tenía que refrenarse muchas veces o de lo contrario,

atacaría a Louise quien permanecía durmiendo pacíficamente junto a él.
¡Tranquilízate! ¡Louise está actuando de esta forma debido a la poción!
Tenía que encontrar rápidamente el antídoto para regresar a Louise a su forma usual,
¡en vez de ésta tan linda!
En ese momento Saito se percató de algo que Louise estaba sujetando con fuerza
mientras dormía.
- 116 -
- 117 -
Era el pendiente que Saito le había comprado en el pueblo. Ella lo abrazaba

firmemente, como si fuera una especie de tesoro. Saito perdió toda su fuerza al ver una
imagen tan adorable,
Era cruel, Louise era terrible. Era un crimen lucir tan perturbadoramente linda.
Él extendió subconscientemente su mano hacia Louise, sólo para detenerla con la otra.
No tengo derecho de tomar ventaja de Louise de esta forma. No es por mí, es por la poción. Resístelo.
Si no hubiera querido que Siesta usara el uniforme de marinera, Louise no se habría vuelto de esta
forma...por lo tanto es mi culpa.
Soy un inútil pensó Saito. Nunca rechazo una oportunidad para coquetear con una chica y...
Siesta, claro, Siesta. Ahh, Siesta, ella lo calmaba simplemente con su presencia, ella
también era una señorita de muy buena apariencia.
Pero cuando Louise estaba cerca hacía que su corazón se acelerara.
Ah... ¿A quién amo más?
Qué preocupación tan lujosa. Él no podía imaginarse tener tal clase de preocupaciones
cuando regresara a la Tierra.
Observando la cara durmiente de Louise, comenzó a pensar.... ¿Porque tendría que volver
a la Tierra cuando puedo quedarme aquí?
Cuando Louise se convirtió en la dama de honor de Henrietta, se había complicado

viajar al este... y a pesar de que estaba desilusionado, al mismo tiempo se sintió alegre
ya que se podía quedar al lado de Louise.
Aaah, la Tierra, Siesta y Louise. Esas tres cosas daban vueltas y vueltas en la cabeza de
Saito, frustrándolo.
¿Cuál es la opción que debo escoger? No podía tomar una decisión hoy, pero un día tendría
que hacerlo.
Tal vez en un futuro cercano.
^^^
- 118 -
S aito estaba en la habitación de Montmorency a la mañana del día siguiente.

Había tenido una pelea con Louise antes de dejarla en la habitación y haber
ido ahí.
“¿No puedes hacer un antídoto?”
Saito miraba intensamente a Montmorency con su cara levantada. Al lado de ella se

encontraba Guiche sosteniendo su propia barbilla y el ceño fruncido. Ambos habían ido
a la ciudad ese día para encarar a los comerciantes del mercado negro con la esperanza
de encontrar el antídoto, sin embargo...
“¡No había forma! ¡Está completamente agotado!”
“¡¿Entonces cuando podrás comprarlo?!”
“Pues... parece que ellos no tienen los elementos requeridos”
“¿Cuáles?”
“La medicina en particular viene del lago Ragdorian, en la frontera con Galia. Es
hecho con las lágrimas de un espíritu de agua sin embargo... parece que no han sido
capaces de contactarse recientemente con los espíritus”
“¡¿Queeeeeé?!”
“En otras palabras, no podemos conseguir esa medicina especial”
“¿Y qué hay con Louise?”
“Bueno, pues digo, en verdad, ¿Qué hay de malo con todo eso? Ella se enamoró de ti. A
ti te gusta Louise, ¿no es así?”
Saito no podía estar de acuerdo con lo que Guiche decía, pensó.
“No puedo estar feliz si la razón por la que le gusto es por una medicina. Esos no son
los sentimientos reales de Louise. Es por eso que quiero que regrese a su forma de ser
original”
Pero...Montmorency hizo un puchero y Guiche sacudió la cabeza de mala gana. Incluso

Saito lo pensó pacientemente por un momento, hasta que finalmente cerró los puños,
determinado.
“¿Dónde está el espíritu de agua?”
“Ya te lo dije, está en el lago Ragdorian”
“Así que sólo necesitas ir y visitarla ¿cierto?”
- 119 -
“¿¡Eeeeeh!? ¡Escucha bien! ¡Los espíritus de agua rara vez se muestran a los humanos!
E incluso si lo hiciera, ¡es muy fuerte! Si se enoja, ¡los resultados pueden ser
desastrosos!”
“No me importa, ¡vamos a ir!”
“¡Bueno, a mí sí me importa! ¡Absolutamente no voy!”
Saito se cruzó de brazos.
“Bien pues... hay una sola cosa que puedo hacer. Tendré que decirle a su Alteza Real,
la Princesa, sobre la poción de amor, ¿o debo decir ahora que es su Alteza Real, la
Reina? De cualquier forma, tendré que pedirle ayuda por este problema. Y pensándolo
un poco ¿no estaba prohibida esa poción? Se supone que no está permitido hacerla
¿cierto? Ahora bien, me pregunto ¿qué hará su Alteza cuando se entere de esto?”
La cara de Montmorency palideció rápidamente.
“¿Monmon, tú qué crees?”
“¡Ya está bien! ¡Ya entendí! ¡Iré si vas!”
“Mmm, tampoco podemos dejar de esa forma a Louise, o sino los otros podrían notar su
extraño comportamiento y sospechar sobre la poción de amor”
Guiche sacudió la cabeza.
“No temas mi amada. Yo estaré junto a ti en esta travesía” Le dijo mientras se

inclinaba y trataba de poner suavemente su mano en el hombro de Montmorency, pero
ella rápidamente lo esquivó.
“Eso en verdad no es inspirador, eres demasiado débil”
Después de eso, el trío hizo los preparativos para su viaje. Ellos partirían al día
siguiente, temprano en la mañana. Debido a que no sabían cómo actuaría Louise si la
dejaban sola, decidieron llevarla con ellos.
“Haaaah, ésta es la primer vez que falto a la escuela” dijo suspirando Montmorency.
“¿Y qué hay de mí, que ya ahora llevaré casi medio año sin ir? Después de que Saito
llegó, ¡todos los días han sido aventuras! ¡Jajajaja!” Explotó Guiche con unas
carcajadas efusivas.
- 120 -
Capítulo 06
El Espíritu del Agua
a punta de las colinas y cerros podían ser vistas sobre la superficie del lago
L Ragdorian, que tenía pequeñas olas de un matiz azul oscuro. La iluminación del
sol se extendía sobre él, tendiendo así una capa de cristal brillante.
Saito y los otros llegaron cerca de las orillas del lago a caballo.
Ya que a Louise no le gustó la idea de montar sola, compartió caballo con Saito,
sentándose ella al frente. Al parecer, no se quería alejar de él en ningún momento.
Montmorency y Guiche viajaban cada uno por su cuenta en espléndidos caballos

grises.
"¡Este debe ser el famoso lago Ragdorian! ¡No hay comparación, la belleza de este lugar
es inconfundible! ¡Los Espíritus de Agua viven allí! ¡Impresionante! ¡Ohohoho!"
Guiche gritó y azotó al caballo para ir hacia el agua.
Pero el caballo le temía al agua, así que una vez estuvo frente a esta, frenó
bruscamente. Por inercia, Guiche fue arrojado de la montura y, con un estruendoso
ruido, cayó de cabeza al lago.
“¡No puedo llegar a la orilla! ¡Está profundo! ¡Profundo!”
Guiche desesperadamente pedía ayuda mientras luchaba por no hundirse. Al parecer

no sabía nadar.
“¿Me pregunto si debería reconsiderar nuestra reconciliación?” murmuró

Montmorency.
”Eso sería lindo” Saito asintió.
Louise lo miró con una cara de preocupación.
“¿Montmorency es linda?”
“Yo n… no dije eso. Sólo espera, muy pronto regresarás a la normalidad”
Saito fue sobre el caballo hacia la orilla.
Guiche temblaba luego de una larga lucha, empapado de pies a cabeza. Tenía una
mirada amarga en el rostro.
“Hey, hey, ¿no pudieron ayudarme? ¡No tienen consideración por alguien que no sabe
nadar!”
Sin embargo, Montmorency ignoró completamente a Guiche y fue hacia el lago con una
mirada extraña.
“¿Qué pasa?” Saito preguntó.
“Es extraño”
"¿Qué es extraño?"
"La orilla del lago está muy alta. No debería ser así"
"¿En serio?"
“Sí. Mira allí, sobresale un techo. Al parecer hay un pueblo inundado”
Tras la observación de Montmorency, Saito pudo ver el techo, y no solo eso, sino
también la sombra de las casas hundidas.
Montmorency se acercó a la orilla, metió los dedos en el agua y cerró los ojos. Después
de eso permaneció con un rostro de preocupación.
"Parece que los Espíritus de Agua están enojados"
"¿Cómo sabes eso?"
“Porque soy usuario del elemento agua. Montmorency, la Fragante”
La Familia Real de Tristain estaba conectada con el lago Ragdorian por un juramento
con un Espíritu de Agua. La familia de ‘Agua’ de Montmorency había servido como
mediador por muchas generaciones.
“¿Y ahora?”
“Ahora, por diversas razones, están enojados”
"Entonces ¿ya has visto a un espíritu de agua?"
“Una vez cuando era pequeña. Mi familia solicitó la cooperación de un Espíritu de

Agua para poder hacer un sistema de drenajes. Un gran recipiente de agua fue hecho
para transportarlo. Sin embargo, los Espíritus de Agua son muy orgullosos, y eso los
hace tender a ser muy agresivos. En efecto, el sistema de drenaje que propuso mi
familia falló por eso, todo gracias a que mi padre le dijo al Espíritu ‘No camines, el
suelo se mojará’…”
"¿Y cómo es un Espíritu de Agua?" Saito preguntó con curiosidad.
- 122 -
El Espíritu del Agua Lanove & T-F
"Nunca he visto uno realmente"
Guiche, quien se había quitado la camisa para secarla, asintió con la cabeza. Louise,
quien no tenía ningún interés en la conversación, se escondió detrás de Saito, e
inconscientemente doblaba el borde inferior de su falda.
“¡Hermoso! Bastante…”
En ese momento, un viejo granjero se escondió tras un árbol, luego salió lentamente.
“Supongo, señores, que ustedes son nobles”
El Viejo granjero los miró con vergüenza.
“¿Qué pasa?” preguntó Montmorency.
“Mis señores, ¿vinieron a negociar con el Espíritu de Agua? ¡Si es así, estamos
salvados! Por favor, hagan rápido las negociaciones para resolver el problema de las
inundaciones”
Los del grupo se miraron entre sí. Al parecer, era un granjero de la aldea inundada.
“Esto, Bueno, nosotros... vinimos solo para ver el lago”
Por supuesto que Montmorency no podía decirle que habían viajado para conseguir
una lágrima del Espíritu de Agua.
“Ya veo… es verdad, los señores y la Reina ahora sólo están interesados en la guerra
con Albión, ni siquiera les importan las aldeas remotas como la nuestra. Tampoco
pueden imaginarse lo difícil que es recoger la cosecha… Haa” El granjero suspiró.
“¿Y qué pasó con el lago?”
"El agua empezó a subir hace unos dos años. Fue aumentando de forma paulatina,
primero inundaba la orilla, luego el templo y los campos... ¿ven? Hasta los nidos de las
águilas están inundados12. Los señores dueños de estas tierras se divierten en la corte
real y no prestan atención a nuestras peticiones...”
“Gua… gua… gua…”
El viejo granjero empezó a lamentarse.
“Durante años hemos vivido en estas tierras, dependiendo de los caprichosos Espíritus
de Agua. Honestamente, son mejores cuando se quedan en el fondo del lago...
12 Hace referencia a que la inundación es grave, por ende esta exageración, ya que las águilas anidan bastante alto.
- 123 -
Queremos saber por qué de repente se han interesado en nuestras tierras. ¡Estas
tierras son de los hombres! Pero, sólo un noble puede comunicarse con ellos. Me
gustaría saber qué hicimos los pobres granjeros para recibir su castigo”
Saito y los otros bajaron la cabeza, avergonzados.
^^^
- 124 -
L uego de escuchar las quejas del granjero, Montmorency sacó algo de una bolsa que
tenía en su cintura. Era una pequeña rana. Era de color amarillo brillante con
manchas negras.
Montmorency puso a la rana en la palma de su mano, y la miró inquieta.
“¡Una rana!”
Louise tenía miedo a las ranas. Asustada, se aferró a Saito.
“¿Qué haces con esa colorida rana venenosa?”
“No es venenosa, ¡es mi querido familiar!”
Aparentemente, esa pequeña rana era el familiar de Montmorency.
Montmorency levantó un dedo y ordenó a su familiar:
“Escucha Robin, quiero contactar a un viejo amigo tuyo”
Luego que Montmorency dijo esto, sacó una aguja de su bolsillo y a continuación, la
clavó en su dedo, lo que hizo salir su sangre roja y brillante como un rubí. Luego dejó
caer una gota sobre la rana.
Después, Montmorency lanzó un conjuro para tratar la herida de su dedo. Luego se

dirigió a la rana de nuevo.
"Si sabe quién soy yo, sabrá quién eres tú. Robin, por favor, en nombre de los espíritus
de los muertos, busca al antiguo Espíritu de Agua y dile que quiero hablar sobre la
alianza. Hazlo por mí, ¿está bien?"
La rana asintió ligeramente con la cabeza y desapareció en el agua luego de un

chapoteo.
"Ahora Robin fue a llamar a un Espíritu de Agua. Si lo encuentra, es probable que lo

traiga aquí”
Saito parecía dudar.
“Cuando salga, tenemos que contar una historia triste, pero ¿cuál sería buena?. Tal vez
esa historia de un perro y su amo... Sin embargo, es considerablemente vieja, me
pregunto qué tipo de historia podría ser…”
“¿Historia triste? ¿De qué estás hablando?”
“Necesitamos las lágrimas del Espíritu del Agua. ¿De qué otra forma haríamos que
llore?”
- 125 -
“Realmente eres ignorante. Bueno, incluso los magos de elemento agua no lo sabemos
bien, así que es imposible que un plebeyo como tú lo entienda. Lo de ‘Lágrimas del
Espíritu de Agua’ es sólo un nombre. Realmente no lloran”
Saito y Guiche se miraron entre sí. Louise sólo quería la atención de Saito, “Frota-
frota” frotaba su mejilla contra su espalda. ¡Era realmente extraño! Aunque uno
podría morir por la ternura de Louise, en ese momento sólo importaba la explicación
de Montmorency.
"Entonces, ¿qué son las lágrimas de un Espíritu de Agua?" preguntó Guiche.
“El Espíritu de Agua... en comparación con las vidas humanas, puede vivir mucho,
mucho, mucho tiempo. Se dice que hay uno que vive desde hace seis mil años, cuando
el Fundador Brimir se estableció en Halkeginia. Su cuerpo, como el agua, puede
cambiar de forma…y resplandece en el sol”
En el momento que decía eso, el agua empezó a brillar.
El espíritu de Agua había aparecido.
^^^
- 126 -
E l agua empezó a brillar a treinta metros de donde Saito y los demás estaban.
La superficie del agua se movía sin parar. Luego, el agua empezó a brotar como un
pastel que se inflaba. Saito observaba pálido. El agua cambiaba constantemente de
forma, parecía una ameba enorme. A pesar de que las luces fugaces eran hermosas...
algo le incomodaba.
La rana, el familiar de Montmorency, saltó de nuevo hacia su ama. Montmorency

tendió su mano y agarró a la rana, acariciando la cabeza de esta con su dedo.
"Gracias por ayudarnos a que viniera"
Luego, Montmorency se paró, extendió sus manos hacia el Espíritu de Agua y abrió la
boca.
“Yo soy Margarita La Fragante de Montmorency. Usuario agua, miembro del linaje del
antiguo juramento. He puesto mi sangre en la rana para ayudarle a recordarlo. Si me
recuerda, tome forma y palabras que podamos entender”
El Espíritu de Agua... salió de la superficie del lago... comenzó lentamente a tomar

forma, como una escultura de arcilla.
Los ojos de Saito saltaron de sorpresa al ver esto.
La masa de agua poco a poco tomó la forma de Montmorency, finalmente sonrió.
Sin embargo, era más grande y no tenía ropa. Parecía una Montmorency desnuda y
transparente. Como una estatua de hielo.
La expresión del Espíritu de Agua cambió varias veces. Luego de la sonrisa, puso cara
de enfado, y después lloraba... Cada vez que cambiaba de expresión toda el agua se
movía.
De hecho, se veía hermosa. Al igual que una joya cambiante.
Su rostro tomó una expresión serena y el Espíritu le habló a Montmorency:
“Lo recuerdo, humana. Recuerdo el líquido que fluye por tu cuerpo. La luna ha
cambiado 52 veces desde nuestra última reunión”
“Me alegra. Espíritu de Agua, necesito que me responda algo. Aunque pueda parecer
insensato, ¿podría darme un trozo de su cuerpo?”
¿Un trozo de su cuerpo? Se preguntaba Saito. ¿Qué es eso? Cuando Saito la llamó con una
palmada, Montmorency se dio vuelta y lo miró molesta.
- 127 -
"Aunque sea una lágrima, es imposible hacer llorar a un espíritu inmortal. Ellos son...
diferentes a nosotros. No sé si pueden ser llamados seres vivos. En todo caso, la
lágrima de un Espíritu de Agua es una parte de su cuerpo"
"¡¿Tenemos que cortar una parte de su cuerpo?!"
Saito gritó por la sorpresa.
“¡Shhhh! ¡No grites! ¡El Espíritu de Agua puede ser muy poco amigable! Es por eso que
es casi imposible conseguir una de sus lágrimas. ¿Cómo la consigue la gente del
mercado negro?… No puedo ni imaginarlo”
El Espíritu de Agua sonrió.
"¡Oh, sonrió! ¡Eso debe ser un sí!"
Pero las palabras que vinieron de su boca... tal vez porque todavía no sabía hablar de
forma apropiada, fueron totalmente opuestas.
"Me rehúso, simples humanos"
"¿Eso es todo? Qué infortunio. Bueno, debemos regresar"
Saito se sorprendió por la facilidad con la que Montmorency lo aceptó.
“¡Oye… oye! ¡Espera un momento! ¡No te rindas por Louise tan fácilmente! ¡Oye,
Espíritu de Agua!”
Saito hizo a un lado a Montmorency y se enfrentó al Espíritu de Agua.
“¡Espera! ¡Tú! ¡Para! ¡No hagas que se enoje!”
Montmorency trató de empujar a Saito, pero él ni siquiera se inmutó. Guiche no sabía

lo que estaba pasando. Louise se acercó silenciosamente a Saito, al ver esta escena, era
difícil saber cuál de los dos era el familiar.
“¡Gran Espíritu de Agua! ¡Por favor! ¡Haré todo lo que me pidas por un pedazo suyo!
¡Uno pequeño! ¡Solo uno pequeño!“
El Espíritu no respondió nada a Saito, el cual estaba de rodillas con su cabeza en el

suelo.
"¡Te lo ruego! ¡La persona más importante para mí ahora tiene un problema! ¿No
tienes a nadie importante también? Una persona importante para mí necesita ayuda...
y por eso, ¡necesito una parte de tu cuerpo! ¡Por favor! ¡Entiende!“
- 128 -
Al escuchar esto, Montmorency dejó de tironear a Saito y soltó un pequeño gemido.

Guiche, el cual estaba conmovido hasta las lágrimas, asintió. Louise, sintiéndose
insegura, se aferró fuertemente a Saito.
El espíritu de agua cambió de forma hasta volver a la forma de Montmorency y luego

le respondió a Saito.
“Está bien”
“¡Sí! ¡En serio?”
“Pero con una condición. Cómo un simple humano que no sabe la razón del mundo,
¿dijiste que harías cualquier cosa?”
“¡Sí! ¡Eso dije!”
“Entonces, repele a aquellos que me atacan, a tus camaradas”
Todos se miraron entre sí.
“¿Repeler?”
“Sí, he elevado el nivel del agua lo más que pude. Ya no tengo energía para luchar
contra ellos. Si puedes eliminarlos, te daré la cantidad de lágrimas que desees”
“No, yo odio pelear”
Al escuchar decir esto a Montmorency, Saito le tocó el hombro y le dijo suavemente.
"¿Entonces, prefieres probar la comida de la prisión?"
Saito una vez más amenazó a Montmorency por haber hecho la poción prohibida, de
esta manera no pudo evitar ceder.
“¡Ya lo sé! ¡Lo voy a hacer!”
Así decidieron buscar la identidad del atacante, para poder ayudar al Espíritu de
Agua.
^^^
- 129 -
E n el lugar donde vivía el Espíritu de Agua, en el fondo del lago, una persona por
medio de magia había estado atacando todas las noches.
Saito y los demás se escondieron detrás de un árbol, en la orilla del lado de Galia, en
un lugar donde el Espíritu les había indicado, y así esperaron en silencio por la venida
del agresor.
Guiche, para animarse antes de la batalla, tomó un sorbo del vino que había traído
Saito. Cuando la ansiedad se había ido, empezaron a cantar.
Louise no estaba en un estado de ánimo muy bueno, eso era por que Saito sólo hablaba
con Montmorency.
¿Por qué es más amable con Montmorency que conmigo? ¿Será que ella le gusta? ¿O sólo me odia?
Mmm… Louise pensaba con rabia mientras se quejaba, estuvo así un buen tiempo.
Saito tuvo que besarle muchas veces las mejillas para tranquilizarla; al final se quedó
profundamente dormida junto a él, respirando suavemente con una manta a su
alrededor. Se preguntaban si cualquiera que tomara esa poción caería tan
profundamente enamorado como ella.
“La gente que atacó al Espíritu de Agua fue hasta el fondo del lago. En ese caso ¿cómo
pueden respirar bajo el agua?”
Saito le preguntó a Montmorency.
Montmorency pensó un rato.
“¿Tal vez sean usuarios de agua? Incluso con una bola de aire creada alrededor de la
cabeza, no sería muy sencillo llegar hasta el fondo. Pero incluso aunque puedan hacer
eso, respirar bajo el agua, es bastante suicida tirarse al agua con el control que tienen
los Espíritus de Agua. Así que tal vez sea un mago de elemento aire, de esa manera
hasta podría evitar tocar el agua”
De acuerdo con el Espíritu de Agua, era atacada todas las noches desde un sitio
regular, y era despojada de trozos de su cuerpo.
“Pero ¿cómo podría alguien hacer eso y pasar casi desapercibido?”
“Los Espíritus de Agua son lentos… Además, si los separas del agua, su magia se
desvanece rápidamente. Con una fuerte llama se podría evaporar gradualmente. Es
imposible que vuelva a transformarse en su forma original luego de pasar a gas”
“¿Es imposible transformarse?”
“El alma de un Espíritu de Agua es como el musgo. A pesar de ser descuartizado puede
regresar a su forma original, siempre y cuando tenga todas sus partes. Es una criatura
muy compleja en comparación con nosotros”
- 130 -
“Hmm…”
Saito ya lo había comprendido.
“Y debido a que el atacante no está en contacto con el agua, El Espíritu de Agua no

puede llegar a él”
“Entonces no es tan fuerte como creíamos”
“Realmente… No sabes lo temible que puede ser un Espíritu de Agua… Si pierdes la

concentración por un segundo y dejas que el agua entre en contacto contigo… lo
siguiente sería terrible. El agua controla la vida de las criaturas, si pierdes el control
del aire y te encuentras en el territorio del Espíritu de Agua… no me imagino ni al
más temerario hacerlo”
Saito suspiró. En realidad, Halkeginia estaba llena de criaturas que nunca había
imaginado.
Dos lunas brillaban altas en el cielo, ya era media noche.
Saito bostezó, y con una mano sujetó a Derflinger que estaba colgado en su espalda.
Montmorency, asustada por la presión repentina, murmuró en voz baja:
“De todos modos, odio las peleas salvajes, voy a dejártelo todo a ti”
“No te preocupes Montmorency. Yo estoy a tu lado. Con valentía defenderé a mi

doncella de la garra de los criminales y los castigaré”
Guiche, quien obviamente había tomado mucho vino, comenzó a inclinarse hacia
Montmorency.
“Escucha, sólo ve a dormir. Hueles a alcohol”
“Guiche, vas a ser el señuelo” Guiche asintió con la nariz roja.
Saito respiró hondo. La intuición de cazador, que había adquirido luego de varias
peleas, le decía que alguien se acercaba. Tenía la boca llena de saliva. ¿Quién será el
enemigo? Pero, estaré bien. Yo soy el legendario Gandálfr. Debo ser capaz de entablar una lucha
contra un mago. ¿Qué importancia tiene en comparación con la cantidad de caballeros dragón que
me han atacado antes?
Sin darse cuenta, Saito estaba siendo muy presumido. Miró el rostro dormido de
Louise. “Sólo espera, te traeré de vuelta” murmuró silenciosamente.
^^^
- 131 -
P asó una hora después de todo eso. Unas sombras aparecieron en la orilla, eran
dos personas. Debido a que estaban con capuchas de color negro azabache, era
difícil saber si eran hombres o mujeres.
Saito apretó la empuñadura de Derflinger. Las runas en su mano izquierda brillaron.

Sin embargo, todavía no había abandonado su escondite, aún no podía saber si eran
los responsables.
Pero sacaron sus varitas a la orilla del agua.
Al parecer estaban recitando encantamientos.
Convencido de que no había error, se levantó de la sombra del árbol y se dirigió hacia
la pareja. Dos personas deben ser un objetivo fácil. Además, yo… derroté a Wardes y a orcos diez
veces más grandes, estos son sólo dos. Ni siquiera están mirando hacia mi dirección. Victoria fácil,
victoria fácil, podría vencerlos con un silbido.
Saito se escondió detrás de otro árbol cerca del par. Al ver esto, Guiche empezó a
conjurar un hechizo.
El terreno donde estaba la pareja se levantó de repente, la tierra se convirtió en

tentáculos alrededor de los pies de los asaltantes.
Silencio.
Saito salió corriendo de entre los árboles. La distancia entre él y los magos era de unos
treinta metros. Saito demostró el poder de Gandálfr, recorriendo esa distancia en tres
segundos.
Sin embargo, la reacción enemiga fue rápida. Los asaltantes empezaron a conjurar
hechizos al mismo tiempo que esquivaban. Unas llamas volaron del extremo de una
varita, quemando el suelo que atajaba sus pies. La sombra más pequeña actuaba de
manera aún más sorprendente. En lugar de apuntar su hechizo hacia Guiche, la
persona apuntaba a Saito, quien no estaba preparado para eso.
La persona dio una vuelta rápida y apuntó con su varita mientras la movía. Al igual
que la anterior lucha con Wardes, un martillo de aire aplastó el cuerpo de Saito. Éste,
que no esperaba tal ataque, fue alcanzado rápidamente por el viento, golpeándose la
frente.
Al poco tiempo, le siguió una fleche de hielo. Saito movió su cuerpo y saltó para
esquivarlo, pero el mago más alto envió una bola de fuego hacia él. Aunque Saito
intentó esquivarlo también, el atacante había previsto sus movimientos de antemano.
“¡Compañero! ¡Levántame!” gritó Derflinger.
Saito detuvo audazmente la bola de fuego con su espada, Pero aunque fue absorbida
por la espada, la explosión lanzó llamaradas a su alrededor.
- 132 -
Saito estaba aturdido y petrificado.
Aunque trataba frenéticamente de superar el dolor, sus ojos le dolían. Las chispas
habían alcanzado sus ojos. Saito se estaba precipitando cada vez más. ¡Demonios! Sus
varitas.
Saito bajó la guardia, pensando que el enemigo se concentraría en atacar a Guiche. Sin
embargo, el enemigo al perecer era experimentado en combate, así que preveía los
ataques de cualquier dirección.
Además, trabajaba con su compañero con mucha habilidad. Mientras uno preparaba
un hechizo, el otro lo lanzaba. Aunque la táctica era simple, los resultados eran
eficaces. No tenían ninguna apertura.
Un viento huracanado sacó la espada de las manos del petrificado Saito.
Su cuerpo pronto se sintió pesado. Con sus ojos no podía ver nada más que una enorme
bola de fuego. Saito se dio por vencido. Su momentánea valentía se había ido.
Aah, soy un novato después de todo. El poder de Gandálfr me dio una confianza más allá de mis
habilidades normales. ¡Ser directo no funciona con todos los enemigos! Aah, Louise, ¡Lo siento!
¡Louise!
Sin embargo, la diosa del destino aún no había abandonado a Saito.
En el momento en que la bola de fuego iba a impactar a Saito, el área completa explotó
destrozando la bola de fuego y lanzado lejos a Saito… ¡Era el ‘Vacío’ de Louise!
“¡No toquen a Saitooo!”
El grito de Louise resonó en la noche. Lo que casi hizo llorar a Saito. Louise me salvó.
Aunque ella estaba dormida… probablemente despertó por el ruido.
Louise esperaba un ataque, pero al parecer se estaban poniendo en guardia, lo que les
dio tiempo para recuperarse. De alguna manera, Saito abrió un poco los ojos y agarró a
Derflinger.
Pero antes de estallar un nuevo combate…
La pareja dejó de moverse. El grito de Louise les hizo darse cuenta de algo. Las dos
sombras se miraron...
Y se quitaron las capuchas.
Los rostros que aparecieron bajo la tenue luz de la luna eran los de…
“¡Kirche! ¡Tabitha!” gritó Guiche sorprendido.
- 133 -
“¿¡Qué?! ¡¿Fueron ustedes?!”
Sintiéndose aliviado, Saito se arrodilló en el suelo.
“¿Tú? ¡¿Querido?!”
Sorprendida, Kirche gritó también.
- 134 -
Capítulo 07
El Anillo de Andvari
aito, quien había sido sanado por un hechizo de agua de Montmorency, empezó a
S cuestionar a Kirche, quien asaba carne con Tabitha en una fogata. Guiche parecía
estar completamente feliz charlando consigo mismo con una botella de vino en la
mano, él parecía el único satisfecho con el viaje. Había pasado ya la medianoche y las
lunas gemelas brillaban intensamente, reflejándose sobre el agua del lago. Era un
espectáculo fabuloso.
Kirche se aproximó a Saito preguntándole si su herida había sanado. Saito se sentía

un poco resentido por la derrota, no podía dejar de admirar su trabajo en equipo.
"Ustedes son realmente buenas, no tuve ninguna oportunidad"
"Tanto la victoria como la derrota dependen también de la suerte. Si tu suerte hubiese

sido, mejor no podríamos haber hecho nada más que correr. Además peleabas solo,
Guiche era inútil, Montmorency sólo miraba y Louise simplemente dio el golpe final"
Kirche con orgullo movió su cabello.
"¿Pero por qué atacan al Espíritu de Agua?" Preguntó Saito, cerca de la hoguera.
"¿Y por qué intentan protegerla?" Kirche contrarrestó la pregunta.
Louise, quien se había acomodado al lado de Saito desde hace tiempo, tiró de las
mangas de su chaqueta con tristeza.
"¿Crees qué Kirche es mejor que yo?"
"¡Ah! No… ¡Eso no es verdad! ¡Estaba preguntando acerca de lo que está pasando! ¿Por
qué no duermes un poco?"
"¡De ninguna manera, no necesito dormir! ¿No quieres hablar conmigo? Es la trigésima
segunda vez que me dices que me vaya a dormir"
Parecía como si Louise estuviera contando las palabras que Saito le decía. Aunque con
un poco de miedo, Saito pensaba que Louise se veía realmente adorable. Pero en ese
momento estaba ocupado, así que puso su mano encima de su hombro y le habló como
si le estuviera hablando a una niña pequeña: "Podemos hablar después, tienes que ir a
dormir. Has lanzado un hechizo muy fuerte, ¿no estás cansada?"
Louise tímidamente empezó a dibujar círculos con su dedo en el pecho de Saito.
"Entonces… pídemelo con un beso"

"¿Qué...?"
"Bésame o no me voy a dormir"
Kirche los miraba con la boca abierta. Mirándose entre sí, Guiche y Montmorency
reían. Kirche y Tabitha no podían creer lo que estaba sucediendo.
Saito besó a regañadientes la mejilla de Louise.
"¡La mejilla no es suficiente!"
Louise hinchó sus mejillas y murmuró sin vacilar.
Saito se sentía muy incómodo, sería muy embarazoso besar a Louise en los labios con
todo el mundo viendo. Se preocupó un rato y, finalmente, la besó en la frente. Louise
estaba satisfecha de mala gana, se arrastró gateando, descansando entre las rodillas
de Saito, recostando su cuerpo contra el pecho de él, cerrando así los ojos. Pronto su
respiración se hizo suave y un leve ruido salió de sus rosados labios ligeramente
abiertos.
"¿Cómo te las arreglaste para domesticar a Louise hasta ese punto? No pensé que eras
del tipo de persona que seduce a una chica, ¡pero ella te trata como a un Dios!" exclamó
Kirche con admiración.
"No es eso, Montmorency preparó una poción de amor y Louise la bebió

accidentalmente. Y la primera persona que vio fui yo, así que se enamoró de mí"
"¿Poción de amor? ¿Por qué hiciste semejante acto?" Kirche preguntó a Montmorency,
quien estaba mordisqueando un trozo de carne.
"Oh, tenía curiosidad y quería ver si podía hacerlo"
Montmorency había evadido la pregunta con una respuesta insustancial...
"Realmente, una mujer que no confía en sus encantos es de lo peor. ¿No estás de
acuerdo?"
"¡Muérete! De cualquier modo es culpa de Guiche, ¡si se lo hubiera bebido no

estaríamos buscando ahora el antídoto!"
"¿Estás diciendo que desde el principio todo ha sido culpa mía?"
Saito le explicó lo acontecido a Kirche. Con el fin de hacer el antídoto, necesitaban las
lágrimas del Espíritu de Agua. A cambio debían detener a los atacantes.
"¿Así que es por eso que defienden al Espíritu de Agua?"
- 136 -
El Anillo de Andvari Lanove & T-F
Kirche miró torpemente a Tabitha, la cual miraba el fuego con una expresión
templada.
"Esto está mal; no podemos pelear con ustedes, pero si no paramos al Espíritu de
Agua, la familia de Tabitha estará en problemas..."
"¿Por qué necesitan deshacerse de ella?"
La impulsividad de la pregunta hizo a Kirche dudar en su respuesta. Era seguro que

no podía contar los asuntos privados de la familia de Tabitha.
"¿No lo ves?, el nivel del agua ha causado daños en el área. La familia de Tabitha ha
sufrido pérdidas importantes, por eso fuimos enviadas para encargarnos del problema"
Así es como era. No podían irse a casa con las manos vacías. En ese caso ¿cómo lo iban
a hacer?...Saito reflexionó un tiempo y encontró la respuesta.
"Está bien, pueden dejar de atacar al Espíritu de Agua, vamos a averiguar por qué
está subiendo el nivel del agua para así detenerla"
"¿El Espíritu de Agua nos escuchará?"
"Esta mañana estuvimos negociando, acordamos que si deteníamos a los atacantes,

nos daría un pedazo de su cuerpo"
Kirche lo pensó por un momento y le preguntó a Tabitha:
“Si paramos las inundaciones y restauramos las tierras a su condición original ¿sería
suficiente?"
Tabitha asintió con la cabeza.
"Genial, ¡está decidido! ¡Podemos llevar a cabo las negociaciones mañana!"
^^^
- 137 -
A la mañana siguiente Montmorency, como lo había hecho el día anterior, lanzó a

su pequeña rana familiar al estanque para llamar al Espíritu de Agua. El agua se
elevó y el Espíritu de agua emergió a través de la niebla mañanera.
"Espíritu de Agua, los atacantes ya no te atacarán y según el acuerdo, usted nos debe
una parte de su cuerpo"
Cuando Montmorency terminó de hablar, El Espíritu de Agua empezó a tambalear su

cuerpo y una porción de éste fue lanzado como una fina hebra hasta un recipiente que
sostenía Guiche.
Con su promesa terminada, el Espíritu de Agua se sumergió en el agua, sin embargo,

Saito le pidió apresuradamente que se detuviera.
"¡Por favor espera! ¡Tengo algo que decirte!"
El Espíritu de Agua se levantó de la superficie del agua, teniendo, para disgusto de

Montmorency, la forma de ella desnuda.
"¿Qué?, simple humano"
"¿Por qué has aumentado el agua? Por favor, si hay alguna razón ¿podrías decírnoslo?
Estaríamos dispuestos a ayudarte si te detienes"
El cuerpo del Espíritu de Agua aumentó de tamaño y se movió tomando varias formas,
concluyendo con la forma de Montmorency con un gesto sentimental. Tal vez su forma
expresaba sus pensamientos.
"Voy a considerar la posibilidad de encomendarte esta tarea. Ya que honraste nuestro

contrato previo, creo que puedo confiar en ti"
De pronto tuvo una apariencia de enfado, el Espíritu de Agua hizo una pausa. Saito no
dijo nada esperando que el Espíritu continuara. Después de varios cambios, volvió a la
misma forma y continuó hablando.
"Hace mucho tiempo, su raza robó mi tesoro"
"¿Un tesoro?"
"Sí, mi posesión más importante fue robada de las profundidades del lago, como
treinta meses antes del cruce de las lunas"
"Aproximadamente dos años..." murmuró Montmorency.
"¿Estás intentando vengarte de los humanos aumentando el nivel de las aguas e

inundando los pueblos?"
- 138 -
"¿Venganza? Los de nuestra especie no entienden ese propósito. Simplemente estoy

tratando de volver a tomar mi tesoro, incluso si me lleva una eternidad y erosiono toda
la tierra. Aunque tenga que hundir el continente entero, voy a recuperar lo que he
perdido"
"¿Estás dispuesta a hacer tantas cosas?"
Iría muy lejos, incluso hasta la instancia de hundir un continente entero con el fin de
volver a tener su tesoro, en un proceso que podía durar cientos e incluso miles de años.
"Eres muy paciente"
"Nuestro concepto del tiempo es diferente, para mí todo es lo mismo que el presente. El
tiempo no existe para mí, sin importar el momento, el futuro siempre vendrá No hay
diferencia dado que siempre existiré"
El Espíritu de Agua parecía no tener el concepto de muerte. El tiempo en esta escala

sería inimaginable para un humano.
"Bueno, podemos ayudarte a recuperar tu tesoro. ¿Qué es?"
"Mi tesoro es el Anillo de Andvari, el cual había sido mío hasta ahora"
"Creo que he oído hablar de él" Montmorency dijo en voz baja.
"Un legendario artilugio mágico de agua. Se dice que da vida falsa a los muertos..."
"Eso es incorrecto, pero la muerte es un concepto que no entiendo, por eso no puedo
entender tu descripción. El Anillo de Andvari no sólo da vida falsa, es la
representación del antiguo ‘Poder del Agua’, no es un simple objeto mágico"
"En ese caso, ¿quién robó algo así?"
"Varios humanos entraron en mi morada con magia de viento. Irrumpieron mi letargo

y robaron mi más preciado tesoro"
"¿Así que no sabes sus nombres?"
"Una de esas personas fue llamada Cromwell"
"Si no entiendo mal, es el nuevo Emperador de Albión" se dijo Kirche a sí misma.
Saito y el resto no pudieron evitar mirarse entre sí con consternación.
"¿Podría ser otra persona? Puede haber dos personas con el mismo nombre... si ha
ganado el poder de la vida falsa, ¿para qué la usaría?"
"Los que son revividos pierden su libertad. Deben obedecer al dueño del anillo"
- 139 -
"Un anillo realmente vil, revivir a los muertos es un poder asqueroso" Kirche dijo esto
en voz baja.
Kirche continuó murmurando para sí misma, sentía como si quisiera recordar algo,
pero no comprendía sus pensamientos.
Saito asintió firmemente y giró hacia el Espíritu de Agua.
"Lo entiendo, por favor deje de subir el nivel del agua y le garantizo que tendrá el
anillo de vuelta"
El Espíritu de Agua vibró.
"Te creo, si vas a traerme el anillo, voy a dejar de subir el nivel del agua"
"¿Cuándo quieres que te lo traiga de vuelta?"
El Espíritu de Agua se estremeció y sacudió.
"Antes de que tu vida termine, lo demás no me preocupa"
"¿No le importa que sea tanto tiempo?"
"No me importa, para mí el mañana no es diferente a cualquier lapso del futuro"

después de decir esto, el Espíritu de Agua volvió a las profundidades del lago.
En ese instante, Tabitha la detuvo al llamarla.
"Por favor, espera"
Todos miraron a Tabitha con sorpresa. Aunque había estado con ellos todo el tiempo,
era la primera vez que abría la boca.
"Espíritu de Agua, quiero preguntarte algo"
"¿Cuál es tu pregunta?"
"Nosotros los humanos siempre los llamamos ‘Espíritus del Juramento’, me gustaría
saber la razón"
"Simple humana, tu existencia y la mía son completamente diferentes. No entiendo tu

pregunta totalmente, pero puedo especular. Mi existencia por sí misma es la razón de
ese nombre. No tengo una forma fija, sin embargo, no cambiaré nunca. Para
incontables generaciones, siempre habré estado aquí junto al agua"
El Espíritu de Agua habló, con un temblor. Y su voz resonó en el aire.
"Dado que eres eternamente inmutable, siempre llevarás nuestras esperanzas"

- 140 -
- 141 -
Tabitha asintió y cerró los ojos. Al final ¿por quién habrá hecho su juramento? Kirche
puso suavemente la mano en su hombro.
Montmorency después de ver la apariencia de Tabitha, inmediatamente le dio una

palmada a Guiche.
"¿Qué?"
"Rápido, haz un juramento también"
"¿Qué juramento?"
"¿Por qué crees que hice la poción de amor después de todo?"
"Mmm... ¡Ah! Te juro que no voy a pensar en otra persona que no seas tú
Montmorency..." Ella le volvió a dar un codazo a Guiche. "¡Wow...! ¡Ah...! ¡En serio! ¡Lo
juro!"
"No quiero estar por encima de las demás, quiero ser la única. ¡Jura que seré tu único
amor!"
Guiche fue forzado a decir estas palabras, aunque la mayoría de la gente no lo creería
fácilmente. "Lo juro..."
Louise tiró de la manga de Saito, sus ojos lo miraban.
"Tú también… júramelo"
Saito miró la cara de Louise. Tenía que decir adiós a esa Louise, y no podía evitar
sentirse un poco melancólico. A pesar de que había sido únicamente por la poción de
amor, ¿cuántas veces le había dicho que lo amaba?
Pero Saito prefería a la Louise original. Aunque era golpeado y tratado como un perro
por ella, pensaba que la original era mejor.
"¿No estás dispuesto a jurar por mí? ¿No me amas?"
Las lágrimas llenaron los ojos de Louise.
"Lo siento... no puedo prometerte nada... no puedo hacerte un promesa en la forma en

la que estás"
Cuando Saito dijo esto, ella comenzó a llorar. Saito acarició suavemente su cabello.
- 142 -
Capítulo 08
Reuniéndose con la Falsedad
enrietta estaba en su cama casi desnuda, lo único que llevaba era una fina
H camisa. La habitación era de su padre, el difunto Rey, pero ella empezó a usarla
luego de haberse convertido en reina.
Al lado de la enorme cama estaba la mesa preferida de su padre. Ella movió

silenciosamente su mano y tomó una botella de vino. Sirvió en una copa y tomó todo el
contenido de un solo trago. Antes, sólo bebía ligeramente con la comida... pero desde
que se había convertido en Reina, la cantidad había aumentado.
Para Henrietta, quien no era más que un adorno floral para el gobierno, que le
pidieran que tomara decisiones la ponía nerviosa. La mayoría de las resoluciones eran
traídas a ella casi en un estado decidido, pero aun así, era la que daba la aprobación
final. Es más, a pesar de que este tipo de actividades eran reducidas, la guerra
continuaba.
A pesar que no era más que un gobernante ornamental, numerosas responsabilidades

le habían sido conferidas. Henrietta, alterada por la presión, no podía dormir sin beber
antes. Ella no podía mostrar esto a sus damas de compañía o a sus ayudantes, así que
ella bebía vino a escondidas durante la oscuridad de la noche. Una vez más, se sirvió
una copa de vino. Puede que haya bebido demasiado pensó soñolienta por la intoxicación.
Ella, silenciosamente, recitó un conjuro haciendo un movimiento dirigido a la copa de
vino.
Agua apareció desde la punta de la varita para llenar la copa. Era un hechizo que
convertía el vapor de agua del aire en líquido, un hechizo común de elemento agua.
El agua que salía de la varita colmó la copa. Posiblemente debido a su embriaguez, no

pudo controlar la cantidad que sirvió. Igual se lo bebió todo.
Henrietta, cuyas mejillas se habían teñido de rosa, cayó nuevamente sobre la cama.
Durante su embriaguez, lo que podía recordar eran... los días felices. Esos
resplandecientes días.
Pocas veces se había sentido realmente viva.
El cortó tiempo de verano que había tenido a sus catorce años.
Las palabras que quería escuchar una vez más...
"¿Por qué no las dijiste en ese momento?"

Henrietta se preguntó, cubriéndose la cara con las manos. Pero, la persona que debería
haberlas dicho ya no estaba. En ningún lugar del mundo.
Ella pensó que una victoria podía aliviar su tristeza, pensó que el arduo trabajo de
Reina haría que se olvidara de él.
Sin embargo, no podía olvidarlo. Brillantes victorias, palabras de aprecio, los gritos de
las personas que la llamaban Santa con respeto y amor... no podían compararse con
esas palabras que deseaba escuchar.
Inconscientemente empezó a llorar. Oh no, pensó. Muy pronto será de mañana. Hay
negociaciones con el embajador de Germania. Para Tristain y Henrietta, que querían poner
fin a la tonta guerra lo antes posible, era una negociación muy importante. No puedo
mostrar mi rostro bañado en lágrimas. No puedo mostrar mi faceta más débil a nadie.
Se secó las lágrimas y se acercó la copa de vino una vez más...
Alguien tocó a la puerta.
¿Quién podrá ser a esta hora de la noche? Es muy problemático volver a levantarse, es irritante,
pero no puedo ignorarlo. Albión pudo haber enviado una armada de nuevo. Henrietta se puso un
vestido de mala gana y preguntó desde su cama.
"¿La Porte? ¿O eres tú, Cardenal? ¿Qué pasa esta noche?"
Sin embargo, no hubo una réplica. En cambio, hubo otro golpe. Si no es el elegante
Chamberlain o el Cardenal, ¿Quién será?
"¿Quién es? identifíquese. Para la gente que visita la habitación de la Reina en la

noche, no hay manera que le falte un nombre. Ahora, habla. De lo contrario, llamaré a
alguien"
"Soy yo"
En el momento que esas palabras entraron a sus oídos, toda expresión en la cara de
Henrietta desapareció.
"Parece que bebí demasiado. Eso no es bueno, estoy escuchando alucinaciones tan
claramente..."
Murmurando eso, puso sus manos sobre su pecho. Pero el palpitar intenso de su
corazón no cesaba.
"Soy yo, Henrietta, soy yo. Abre la puerta"
Henrietta se precipitó hacia ahí.
- 144 -
Reuniéndose con la Falsedad Lanove & T-F
"¿Príncipe Wales? De ninguna manera. Deberías haber muerto en manos de un

traidor..." dijo eso con una voz temblorosa.
"Eso fue un error. Estoy vivo"
"Es una mentira. Una mentira. ¿Cómo?"
"Tuve que salir huyendo. El único que murió fue... un imitador"
"Eso... pero si... el Rubí de Viento es..."
Henrietta revisó el anillo, el recuerdo de Wales, el cual estaba en su dedo.
"Para engañar al enemigo, hay que empezar por los aliados, ¿cierto? Bueno, es
comprensible que no me creas. Entonces, permíteme hacerte escuchar la prueba de
que soy yo"
Aunque temblaba, Henrietta esperó las palabras de Wales.
"En la noche que el viento sopla..."
Era la consigna que había escuchado a menudo en el lago Ragdorian.
Olvidándose de responder, Henrietta abrió la puerta. La sonrisa con la que había

soñado muchas veces estaba allí.
"Oh, Príncipe Wales... realmente estás a salvo..."
Lo que siguió no podría describirse con palabras. Henrietta abrazó con fuerza el pecho
de Wales, colocando ahí su cara mientras sollozaba.
Wales acarició suavemente su cabeza.
"Eres la misma de siempre, Henrietta. Llorona"
"Eso es porque, tenía la idea de que habías muerto... ¿Por qué no me visitaste antes?"
"Después de desaparecer, me escapé en un barco y me escondí en el bosque de Tristain

por un tiempo. No podía dejar que el enemigo encontrara mi escondite, así que me
cambié muchas veces. Llegué a las tierra del castillo hace unas dos semanas atrás...
me llevó tiempo investigar el momento en que estarías sola. No había forma de que
esperara en la sala como una audiencia matutina, ¿verdad?" Luego de decir esto,
Wales sonrió burlonamente.
"Como siempre, eres tan malo. No lo entiendes... lo mucho que me dolió... lo sola que
me sentí"
"Lo entiendo, por eso vine a verte"
- 145 -
Durante un tiempo, Henrietta y Wales se abrazaron.
"Puedes venir a este castillo las veces que quieras. Albión no tiene el poder para
invadir Tristain en estos momentos. Después de todo, su fiable armada se ha ido. Este
castillo es el lugar más seguro de Halkeginia. El enemigo no podría ponerte ni un solo
dedo encima"
"No puedo hacer eso"
Wales sonrió alegremente.
"¿Qué piensas hacer?"
"Debo volver a Albión"
"¡Eso es algo estúpido! ¡No tiene sentido arriesgar la vida que tanto te costó salvar!"
"Aun así, debo volver. Para liberar a Albión de las manos de Reconquista"
"¡Es un broma!"
"No es una broma. Por esa razón, he venido por ti"
"¿Por mí?"
"Tus poderes son necesarios para liberar Albión. Hay aliados en el país también,
pero... Más que nunca, necesito una persona en la cual confiar. Vendrás conmigo,
¿cierto?"
"De ninguna manera... estoy feliz por tus palabras, pero eso es imposible. Podría haber
hecho esa clase de aventuras cuando era una princesa, pero ahora soy la Reina. Me
guste o no, el país y el pueblo están sobre mis hombros. Por favor no digas cosas
imposibles"
Sin embargo, Wales no se rindió. Con palabras entusiastas trató de convencer a

Henrietta:
"Sé que es imposible pero, eres necesaria para la victoria. En medio de esa batalla
perdida, me di cuenta. Acerca de lo mucho que te necesitaba. Necesito a la ‘Santa’ para
traer la victoria a Albión"
Henrietta sentía como un calor corría desde su interior. Ella era necesaria para su
amado. La embriaguez y la soledad aumentó el impuso dentro de sí.
Incluso así, Henrietta respondió desesperadamente:
"No me metas en problemas. Espera, llamaré a algunas personas para que te preparen
una cama. Mañana, de nuevo, podremos hablar del tema con calma..."
- 146 -
Wales sacudió la cabeza.
"No vamos a llegar a tiempo mañana"
Entonces, Wales dijo con facilidad las palabras que Henrietta siempre quiso escuchar:
"Te amo, Henrietta. Por eso, ven conmigo"
El corazón de Henrietta comenzó a latir como en la época en la que ella y Wales se

habían conocido en el lago Ragdorian.
Lentamente, Wales juntó sus labios con los de Henrietta, deteniéndolos así de su
intento por decir algo. Los labios de Wales los habían sellado.
Todo tipo de dulces recuerdos vinieron a la mente de Henrietta.
Por ello, no se dio cuenta del hechizo para dormir que le habían lanzado.
Sintiéndose feliz, Henrietta cayó al país de los sueños.
^^^
- 147 -
M ientras tanto, al mismo tiempo...
En una de las habitaciones del dormitorio para niñas de la Academia de Magia de

Tristain, Montmorency intentaba mezclar lo mejor posible, mientras que Saito y los
demás observaban.
"¡Hechoー! ¡Fuh! Aun así, fue realmente difícil~!"
Mientras limpiaba el sudor de su sien, Montmorency se dejó caer en una silla. Dentro
del recipiente, situado en la parte superior de la mesa, estaba la poción que acababa de
mezclar.
"¿Estará bien que beba sólo esto?"
"Sí"
Tomando el recipiente, Saito lo puso en la punta de la nariz de Louise. Ella hizo una
mueca debido al olor.
"Bueno entonces, Louise. Bébetelo"
"No. Huele realmente terrible"
Louise negó con la cabeza. Diablos, debí haberla mezclado con algo y luego dársela a beber en
secreto. Como cuando los niños no quieren comer sus zanahorias y se mezclan con la carne.
"Por favor. Tómatelo"
"Si me lo tomo ¿Me besarías?"
Saito asintió, viendo que no tenía otra opción.
"Muy bien. Si te lo bebes, te besaré"
"Entiendo" respondió Louise y agarró el vaso.
Miró el contenido con una expresión poco agradable por un tiempo, pero cerró los ojos y
se lo bebió todo. Montmorency observó esto, y luego miró a Saito.
"Por ahora, ¿No sería mejor que escapes?"
"¿Por qué?"
"Debido a que los recuerdos de cuando estaba locamente enamorada de ti, por beber la
poción de amor, no desaparecen. Ella lo recordará. Recordará todo lo que hizo y lo que
hiciste"
- 148 -
Saito se estremeció y miró con sorpresa a Louise.
"¡Hip!" Louise lo bebió todo, y luego repitió.
"Funya"
Después de eso, como si un espíritu demoníaco la hubiese abandonado, su expresión

volvió a la normalidad. Al ver a Saito de frente, se ruborizó. Mordiéndose el labio,
empezó a temblar.
Saito murmuró un "Oh Dios," y trató de salir de aquel sitio.
"Espera"
"Lo siento, tengo que dar de comer a mis palomas..."
"¡¡¡¡Tú no tienes palomaaaaaaaaaas!!!!"
La voz de Louise retumbó. Esto es malo, voy a ser asesinado.
Saito abrió la puerta y corrió despavoridamente escaleras abajo.
Sin embargo, la presente Louise se movía como un rayo.
Saltando desde el borde de la escalera, apuntó y trató de agarrar la parte inferior del
cuerpo de Saito. Saito hizo un salto mortal, rodando hasta el primer piso y golpeándose
contra el suelo con brutalidad.
Convenientemente, era la entrada del dormitorio para niñas. Trató de escaparse a

rastras, pero como era usual, un pie incrementaba firmemente la fuerza sobre su
cuello.
“¡Yo… no hice nada malo! ¡No podía ayudarte! ¡Es culpa de la poción! ¡Los dos éramos
infelices!”
Sin contestarle, Louise le levantó la chaqueta, para encontrar muchas marcas de

besos, su cara se puso aún más enrojecida. Ella misma había hecho eso. Esto, esto,
esto... hice tal cosa... entonces palpó la parte posterior de su cuello con un dedo. La
marca hecha por Saito estaba allí.
Con la timidez y la ira de haber hecho eso, el razonamiento de Louise se resquebrajó.

Al final, el que recibió toda esa ira, fue el cuerpo de Saito. Sus gritos podían ser
escuchados resonando en el aire.
^^^
- 149 -
E n un banco en el patio de Vestri, Saito estaba flojamente recostado. Había recibido

un daño que lo dejó moribundo, así que estaba medio muerto. De vez en cuando se
movía, así que no lo estaba. Junto a él, la finalmente calmada Louise estaba sentada
en el borde del banco, sonrojada y pensando en algo mientras se mordía el labio como
si estuviera de mal humor.
Las dos lunas estaban en su esplendor y brillaban gentilmente en el cielo. Sin

embargo, la atmósfera entre ellos estaba muy lejos de ser gentil; era muy difícil,
caliente e insensible. En otras palabras, la atmósfera entre ellos había regresado a la
normalidad.
“¿Ya te sientes satisfecha?” murmuró Saito.
“S… si hubiera sido la de siempre, ¡definitivamente no hubiese hecho ese tipo de cosas!
¡En serio! ¡Hmph!”
“Ya lo sé”
Murmuró Saito con una voz agotada. Para ese entonces, finalmente Louise se había
dado cuenta de que Saito no tenía la culpa después de todo. Aun así, él dejó que Louise
hiciera lo que quisiera para descargar su frustración. Sus mejillas están inflamadas.
¿Estará bien? A pesar de que ella misma había infligido esas heridas, se sintió
impulsada a cuidarlo. Pero… era realmente vergonzoso. Los recuerdos del tiempo en
que estaba bajo los efectos de la poción de amor le impedían acercarse a Saito.
Pero, me pregunto por qué este familiar dejó que le hiciera daño.
“Esto es demasiado. No hace falta que seas tan obediente y te dejes golpear por mí
hasta quedar en este estado, ¿cierto? ¡Tsk! ¡Resístete un poco! Fui muy lejos, ¡Y lo
sabes!”
“…Está bien”
Saito murmuró agotado.
“¿Por qué crees eso?”
“Porque si no lo hacías, no te sentirías satisfecha, ¿Verdad? Entiendo lo que sientes.

Después de todo, has perseguido a un chico que ni siquiera te gusta, e incluso haciendo
‘esas cosas’. Para una persona que le gusta ser orgullosa como tú, eso no tiene perdón,
¿Cierto? Además, mirando hacia atrás, yo tengo un poco de responsabilidad por
hacerte enojar… de todas formas, no te preocupes por mí”
Bueno, no fueron palabras groseras. Incluso aunque le duele. Se acercó a él con firmeza. Pero,
las palabras fueron opuestas a sus pensamientos.
“N… no estoy preocupada en lo más mínimo. Realmente quiero que te apures y lo

olvides”
- 150 -
Haaa, ¿Por qué no puedo ser honesta? pensó. Entonces Louise preguntó sobre algo que le
molestaba.
“Oye, ¿Te puedo preguntar algo?”
“¿Sobre qué?”
“Cuando yo era, bueno, cuando estaba en ese estado en que no podía vivir sin ti por
causa de la poción… ¿Por qué no me h… hi… hiciste nada?”
Saito respondió con sinceridad.
“Eso es porque no eras tú. No puedo hacerte nada si en realidad no eres tú. No puedo
dejar que la lujuria contamine a alguien importante para mí”
Dijo que ella era importante, Louise se sonrojó. Sin embargo, ella no quería mostrar su
rostro. Louise giró la cabeza. Pero, ella realmente estaba molesta. ¿Por qué soy
importante? Oye… ¿Por qué?
“¿P… po… por qué soy tan importante?” Ella preguntó con una voz quebradiza.
“Bueno, me provees de alimento y un lugar para dormir”
"Ah..." se sintió decepcionada. Bueno, Tiene sentido. Me avergüenzo de haberme emocionado en

este momento. Louise volvió la cara hacia Saito decididamente, sin darse cuenta que
tenía un poco de rubor.
Aun así, este familiar me llamó a mí, su ama, ‘importante’ luego de haberlo golpeado tanto. Siendo
un poco más honesta, Louise se disculpó entre pucheros.
"...Lo siento. No me volveré a enfadar. Tienes derecho a hacer cosas pues eres libre"
Para ser certeros, no quería decir eso. Ella recordó el momento en que la poción de
amor tuvo efecto. Tal vez pudieron haber sido sus verdaderas intenciones, pensó.
"Está bien. No serías tú si no te enojas. Puedes hacer lo que quieras"
Entonces, ambos quedaron en silencio.
Incapaz de soportar esa atmósfera, Louise cambió el tema de conversación.
"Haa, que nostálgico... el lago Ragdorian"
"¿Has estado allí?"
- 151 -
"Heh. Cuando tenía trece. Fue en una ocasión en que acompañé a la Princesa. Una
extremadamente importante fiesta de apertura en un jardín... era alegre y colorida.
Fue realmente divertido"
Louise recordó desde lo más profundo de sus recuerdos y comenzó a hablar.
"Ya sabes, el lago Ragdorian es donde la Princesa Henrietta y el Príncipe Wales se

conocieron. En medio de la noche, la Princesa me decía ‘quiero dar un paseo, así que
necesito escaparme de la cama. Lo siento mucho, Louise, ¿puedes ocupar mi lugar en
la cama?’ y así actuaba como ella para sustituirla. Y ahora que lo pienso, podría haber
sido cuando los dos se encontraban"
Cuando Louise dijo eso, una voz se pudo escuchar detrás del banquillo. Desde el
agujero escavado por el topo y Louise para espiar a Saito y Siesta, el rojo pelo de
Kirche se asomó. Tabitha estaba a su lado.
"¡Eso es! ¡Ahora lo recuerdo! ¡Era el Príncipe Wales!"
"¡¿D…de qué estás hablando?! ¡Qué! ¿Las dos nos estaban escuchando?"
“Jejeje" Kirche salió del agujero mientras sonreía.
"Iya, quería escucharlos cuando se reconciliaran... un melodrama luego de haberlo

golpeado bastante. ¿No es interesante? Igual a un infierno"
Saito y Louise se ruborizaron. Kirche se acercó a la banca mientras movía su cabeza.
"Es cierto. Me pareció ver su cara en alguna parte. Iya, de modo que así es. Era el
señor heredero de Albión, el Príncipe Wales"
Kirche había visto su cara antes de la Ceremonia de Coronación del Emperador de

Germania. En ese tiempo, él estaba sentado en el asiento de invitados, blandiendo su
brillante y simpática sonrisa.
Finalmente lo recordó, por lo que Kirche se sintió satisfecha.
“¿Qué quieres decir con ‘Ése era el Príncipe Wales’?”
Kirche explicó a Saito y Louise la forma en que apareció un grupo de personas cuando
se dirigían al lago Ragdorian. Recordaba haber visto esa cara en algún lugar, pero no
lo sabía bien.
"Pero, ahora lo recuerdo. Era el Príncipe Wales. Se dio el aviso de que había muerto en
batalla, pero estaba vivo~"
"¡Eso es imposible! ¡Debería de haber muerto! Yo mismo lo vi!"
- 152 -
Kirche no vio al Príncipe Wales morir, así que no sabía bien lo de su muerte. Sin
embargo, le preguntó a Saito como si fuera una broma:
"¿Eh? ¿Es así? Entonces, ¿a quién fue al que vi?"
"¿No lo confundiste?"
"No hay manera de que me pueda confundir al ver a un hombre tan guapo"
En ese momento, algo se conectó en el cerebro de Saito. Y al parecer lo mismo pasó con
Louise. Se miraron entre sí. La palabras que el Espíritu de Agua había dicho... un
nombre peculiar ‘Cromwell’ y un grupo que había robado el Anillo de Andvari.
"El Anillo de Andvari... Así que, Reconquista realmente..."
"Oye, Kirche, ¿dónde viste a ese grupo?"
Louise preguntó sin aliento. Al ser presionada, Kirche respondió:
"Estaban dirigiéndose al lado contrario, así que, a ver, irían hacia la ciudad capital de
Tristain"
Louise salió corriendo, Saito la siguió.
"¡Esperen! ¿¡Qué pasa?!"
Kirche estaba confundida.
"¡La Princesa está en problemas!"
"¿Qué?"
Kirche y Tabitha no sabían nada de la relación secreta entre Wales y Henrietta, por lo
que no sabían el significado detrás de esas palabras. Pero, preocupadas por Saito y las
acciones inesperadas de Louise, Kirche y Tabitha los siguieron.
- 153 -
Capítulo 09
Confrontando la Tristeza
D ontando el dragón de viento de Tabitha, Saito, Louise, Kirche y su dueña volaban

hacia el palacio real después de haberse marchado de la academia de magia hace
dos horas atrás. Era una hora después de la media noche.
El patio del lugar era un alboroto. Louise y Saito sintieron que sus malas
premoniciones se habían vuelto realidad. Cuando el dragón aterrizó en el patio, fue
rodeado al instante por las tropas de guardianes mágicos.
El comandante de los caballeros Manticora les ordenó con fuerza:
“¡Hey ustedes! ¡El palacio real está restringido por ahora! ¡Márchense!”
Sin embargo, reconoció el grupo al verlos. Eran los mismos que habían venido justo
antes de que la guerra contra Albión explotara. El comandante alzó las cejas.
“¡Ustedes nuevamente! ¡Solo se aparecen en momentos problemáticos!”
Louise saltó del dragón, no tenía tiempo para el juego de preguntas y respuestas con el
capitán de los guardias. Le preguntó con una prisa asfixiante:
“¡La princesa-sama! Quiero decir, su majestad, ¡¿se encuentra bien?!”
El patio rezumbaba como una colmena. Los nobles llevaban sus brillantes varitas
mágicas, mientras que los soldados llevaban antorchas, buscando. Era claro que algo
había pasado en el palacio real.
“No tengo que decirte nada, maldición. Váyanse ya”
La cara de Louise se enrojeció de furia, sacó algo de su bolsillo, era el permiso que
Henrietta le había dado antes.
“¡Soy una dama de la corte bajo el mandato inmediato de su majestad! ¡En mi mano
tengo los permisos firmados por la reina! ¡Tengo el derecho de ejercer la jurisdicción de
su alteza! ¡Pido una explicación inmediata de las circunstancias!”
El comandante tomó los permisos de las manos de Louise con una clara sorpresa en su
cara. En efecto eran permisos auténticos firmados por Henrietta que decía ‘Louise
Françoise Le Blanc De La Vallière se presenta con el derecho de ser una representante
de la realeza. Sus demandas deben ser satisfechas’ junto a la firma real anexada.
El comandante miraba con asombro a Louise. Una chica tan joven...tiene esta clase de
documento proveniente de su majestad.
Sin embargo él era un soldado, sin importar como luciese, un oficial superior seguía
siendo un superior. Parándose firme al instante, le reportó la situación concerniente a
su majestad:
“Dos horas atrás, alguien convenció a su majestad de huir. Uno de los guardias fue
noqueado mientras escapaban a caballo. El escuadrón Grifo está en su persecución.
Nosotros hemos permanecido aquí para buscar alguna evidencia”
La expresión de Louise cambió.
“¿Hacia dónde se marcharon?”
“Tomaron el sur hacia el camino principal. Aparentemente, escaparon hacia el distrito

de La Rochelle. Albión tiene algo que ver en esto sin duda. A pesar de que la
instrucción de bloquear el puerto fue enviada rápidamente... el escuadrón de los
caballeros dragón casi fue aniquilado en la última guerra, por lo que la única forma en
la que podemos seguirlos es con grifos o caballos”
Los dragones de viento eran mucho más ligeros que los grifos, por lo que normalmente
se usarían en la persecución...pero por cómo estaban las cosas ahora; era cuestionable
si podrían darles alcance. Louise saltó nuevamente sobre el dragón de viento.
“¡Apúrense! ¡El ladrón que raptó a la princesa-sama escapó hacia la Rochelle!

¡Estaremos en serios problemas si no somos capaces de alcanzarlos antes de que
amanezca!”
Todos al escuchar las circunstancias asintieron, luciendo tensos. Tabitha le dio

órdenes a su familiar, el cual alzó el vuelo nuevamente en la oscuridad de la noche.
Louise le gritó:
“¡Vuela bajo! ¡El enemigo está montando a caballo!”
El dragón de viento se mantuvo volando, siguiendo el camino principal con una

prontitud sorprendente.
Era una espesa y oscura noche, a pesar de que nadie podía ver más allá de unos
cuantos metros, el dragón de viento siguió volando usando su aguda nariz, esquivando
arboles y construcciones.
^^^
- 155 -
Confrontando la Tristeza Lanove & T-F
L a unidad Grifo se había dividido en dos, unos volaban sobre sus bestias a través
del camino, los otros cabalgaban a caballo. Como era de esperarse, los caballeros
Grifo eran los más ligeros de los tres escuadrones y además, podían ver mejor en la
oscuridad, por ello fueron escogidos como la unidad de persecución. Muchos en el
escuadrón estaban ardiendo de furia. El enemigo había atacado la corte bajo el manto
de la oscuridad. Ni en sus sueños más alocados se pudieron imaginar que alguien se
atrevería a atacar el palacio de la capital. Lo que era peor, la joven reina Henrietta era
la abducida, la sucesora del trono. Para los caballeros mágicos, quienes han sido
guardianes de la familia real, no podía haber mayor desgracia que esta.
Los grifos usaban sus alas y patas para avanzar. A pesar de que la partida había sido
retrasada por toda la confusión, el enemigo aún viajaba a caballo. No había razón para
que no pudieran alcanzarlos. El comandante regañaba con severidad a su unidad.
“¡Corran! ¡Alcancen a su majestad tan pronto como sea posible!”
Un grupo de la unidad Grifo aceleró.
Había un gran bullicio entre las unidades Grifo que se encontraban a la cabeza.
Ellos debieron encontrar algo. Bajo la señal del comandante, un usuario fuego se
adelantó y lanzó un hechizo de llamas. Este encendió el camino a cien palmos de
distancia, pudiéndose observar las distantes figuras de los jinetes.
Eran diez veces más en número que ellos.
El comandante puso una sonrisa brutal.
“¡Primero que nada apunten a los caballos! ¡No se atrevan a herir a su majestad!”
Las unidades Grifo aceleraron, lanzando un hechizo tras otro.
Después del muro de hechizos que rodearon a los enemigos, los caballeros lanzaron un
ataque relampagueante.
La bola de fuego, la espada de viento, la lanza de hielo, todas ellas apuntaban a los
caballos que los enemigos montaban. La tierra tembló, haciendo que los caballos
cayeran uno tras otro. El comandante confirmó que la reina Henrietta, con un largo
vestido blanco, estaba cabalgando sobre el primer caballo. En una situación de
emergencia como esta dudó; era necesario recuperar a su majestad sin ninguna herida.
Si ella era lastimada, después obtendría una reprimenda mucho mayor.
Después de murmurar una disculpa, el comandante lanzó su hechizo de viento,

cortando la pata del primer caballo, tirando a la princesa y al jinete al suelo.
Sin piedad, el escuadrón grifo rodeó a los caballeros enemigos. Los cuellos de los
raptores fueron cortados con espadas de viento, y lanzas de hielo atravesaron sus
corazones. Al caballero que estaba encabezando la huida le fue cortada la garganta por
la espada de viento del comandante, eran heridas mortales.
- 156 -
El encuentro fue decidido en un instante.
Cuando el comandante asintió en aprobación, la unidad se detuvo.
Entonces saltó para bajar de su grifo y, en el momento que se acercaba a la reina que
había caído en el césped...
Los caballeros que debían estar muertos, se pusieron de pie uno tras otro.
Los caballeros Grifo, quienes habían bajado la guardia al pensar que el enemigo había
sido aniquilado, fueron tomados por sorpresa por la magia enemiga.
“¡Ah!” gritó el comandante, tratando de sacar su varita, cuando su cuerpo fue envuelto
por un tornado.
Sus extremidades fueron cercenadas por el tornado, terminando con ellos en un

instante, mientras el caballero que debía haber sido asesinado por el comandante se
levantaba, con una clara y visible herida expuesta en su cuello, sonriendo.
Cuando Wales finalmente guardaba su varita en su costado, se aproximó al césped

donde había caído Henrietta.
Ella apenas comenzaba a recuperarse del impacto de haber sido tirada al pasto.
Observó a Wales con unos ojos de incredulidad aproximándose a ella.
“Wales-sama...tú... ¿Qué pasa?”
“¿Sorprendida?”
Henrietta estiró su báculo de cristal que siempre llevaba y apuntó contra Wales.
“¿Quién eres?”
“Soy Wales”
“¡Mentira! Tú asesinaste a la unidad de caballeros mágicos...”
“¿Quieres matarme? Está bien. Entiérrame con tu magia. Atraviesa mi corazón si lo

deseas”
Wales señaló su pecho. La mano de Henrietta que sujetaba su báculo comenzó a

temblar.
El hechizo mágico no se pronunció en su boca. Lo que vino en vez de ello fue un sollozo
entrecortado.
“¿Por qué haces esto?”
“Confía en mi Henrietta”
- 157 -
“Pero... pero... esto...”
“Te diré las razones después. Muchas circunstancias son la causa de esto. Por ahora,
acompáñame sin preguntar”
“N-no lo entiendo. Porque haces esta clase de cosas... ¿Qué estás tratando de hacer?”
Wales contestó suavemente:
“No necesitas entenderlo. No se necesita. Como en un juramento, lo que necesitas es

creer en ello. ¿Recuerdas? Las palabras que dijiste en el lago Ragdorian. Las palabras
que dijiste ante el espíritu de Agua”
“De ninguna forma podría olvidarlo. Lo recordaré hasta el día en que muera”
“Dímelo por favor Henrietta”
“...Yo, Henrietta, la princesa de Tristain, juró ante los espíritus de Agua que siempre
amaré a Wales-sama, por toda la eternidad”
“Una sola cosa ha cambiado desde ese juramento en el pasado. Ahora eres una reina.
Sin embargo, ¿acaso todo lo demás no lo ha hecho? ¿Y acaso no cambiará?”
Henrietta asintió. Lo único que siempre he soñado es que Wales me lleve en sus brazos.
“A pesar de cómo son las cosas ahora, el juramento dicho ante los espíritus de agua no
puede ser roto. En lo único que tienes que creer es en tus propias palabras. Por favor
deja todo en mis manos”
Cada palabra gentil de Wales convertía a Henrietta, cada vez más, en una chica que
no sabía nada. Henrietta continuó asintiendo muchas veces, como una niña. Estaba
completamente engatusada.
Después de eso, Wales se levantó y se aproximó a sus caballeros. Uno podía ver en
ellos heridas mortales abiertas en sus gargantas y pechos.
Y en cambio, se movían como cualquier otro ser viviente, ignorando esas lesiones.
Se dirigieron a revisar los caballos caídos, pero todos estaban muertos.
Entonces se escondieron entre la maleza crecida, uno tras otro desaparecieron de la

escena.
Era una línea de emboscada.
- 158 -
Sin una sola palabra, ellos y Wales formaron una zona de emboscada, permaneciendo
inmóviles, justo como criaturas vivientes.
^^^
- 159 -
S aito y los otros volaban sobre el dragón de viento, siguiendo el camino hasta que
vieron una escena trágica de cuerpos dispersos alrededor. El dragón se detuvo y
ellos saltaron. Tabitha observó atentamente los alrededores sin bajarse del animal.
“Princesa” Murmuró Saito.
Cuerpos quemados, con manos y pies cortados, yacían en el suelo. Grifos y caballos
estaban postrados en charcos de su propia sangre. Esta debía ser la unidad Grifo.
“¡Aquí hay uno vivo!”
Saito y Louise corrieron hacia la voz de Kirche.
A pesar de una profunda herida en su brazo, alguien había sobrevivido.
“¿Estás bien?”
Louise se arrepentía de no haber traído a Montmorency con ellos. En casos de heridas,

su magia de agua era irremplazable.
“Estoy bien... ¿y ustedes quiénes son?”
“Nosotros como tú, venimos persiguiendo a los malhechores que secuestraron a su

majestad. ¿Qué rayos les pasó?”
El caballero contestó con una voz temblorosa:
“Ellos... sus heridas en verdad eran fatales...”
“¿Qué?”
Sin embargo, el caballero no pudo decir nada más. Sintiéndose seguro ahora que la
ayuda había llegado, se desmayó.
En ese momento, un ataque mágico se desató por todas direcciones. Tabitha reaccionó
en un instante, esperando un ataque de antemano, creó un muro de aire sobre ellos
con su magia, dejándolo caer.
Por sobre la maleza, unas sombras se levantaron, balanceándose en movimientos

lentos.
Todos ellos eran nobles de Albión muertos, revividos con el anillo de Andvari.
Kirche y Tabitha entraron en guardia. Sin embargo, por alguna razón, el enemigo no
volvió a lanzar un ataque. La tensión comenzaba.
Y entonces, Saito se asombró al encontrar una sombra bien conocida entre ellos.
“¡Príncipe heredero Wales!”
- 160 -
Pero, él...
Wales, quien había muerto y había sido inducido de falsa vida por Cromwell usando el
anillo de Andvari, que había sido robado al espíritu de agua, había secuestrado a
Henrietta.
Al pensarlo, Saito se enfurecía cada vez más por tan injusto acto, sujetó a Derflinger
que estaba sobre su hombro. Las runas en su mano izquierda comenzaron a brillar.
“Regrésanos a la princesa”
Sin embargo, Wales no desdibujó su sonrisa.
“Estás diciendo cosas fuertes. No puedo hacerlo, ya que ella me siguió por propia
voluntad”
“¿Qué?”
Detrás de Wales, Henrietta apareció con su vestido blanco.
“¡Princesa!”
Louise gritó:
“¡Por favor no vaya! ¡Ese Príncipe Wales no es el auténtico! ¡Es el cuerpo del príncipe,
revivido por las manos de Cromwell con el anillo de Andvari!”
Sin embargo, Henrietta no retrocedió. Simplemente mordió un poco sus temblorosos y

apretados labios.
“¿...Princesa?”
“¿Lo ven? Ahora, ¿qué les parecería un trato?”
“¡¿Un trato?!”
“Así es. A pesar de que nos gustaría pelear un poco con ustedes, hemos perdido
nuestros caballos y, viajar sin ellos en medio de la noche puede ser peligroso, así que
deseo conservar toda la magia que me sea posible”
Tabitha recitó un hechizo.
‘Estalactita de viento’ fue el ataque lanzado por la habilidosa Tabitha.
Justo en medio de sus palabras, las lanzas de hielo se dirigían hacia el cuerpo de
Wales.
- 161 -
- 162 -
Sin embargo y para sorpresa de todos, Wales no fue derribado y las heridas se sanaban
por sí mismas al siguiente instante.
“Es inútil. No puedo ser dañado por sus ataques”
E incluso después de ver esto, la expresión de Henrietta no cambió.
“¡Mire! ¡Él no es el príncipe! ¡Es alguien más! ¡Princesa!”
Pero Henrietta no quería creerlo, agitando su cabeza de un lado a otro. Entonces le

dijo a Louise con una voz contrariada:
“Por favor Louise, baja tu varita. Por favor, hazlo por mí, déjanos ir”
“¿Princesa? ¡¿Qué está diciendo?! ¡Princesa! ¡Esa cosa no es el príncipe heredero Wales!
Princesa, ¡está siendo engañada!”
Henrietta sonrió, era una sonrisa funesta.
“Lo sé. En mi habitación, cuando entrelazamos nuestros labios, lo supe más de cien
veces. Pero no me importa. Louise, todavía no has amado a una persona con tanta
fuerza. Cuando en verdad estás enamorada, estás dispuesta a abandonar todo,
estarías dispuesta a seguirlo a cualquier parte, incluso si es una mentira. No puedes
hacer otra cosa que creer. Lo juré Louise, hice un juramento ante el espíritu de agua
de ‘Prometer un amor eterno a Wales’. Incluso si el mundo entero dice que es una
mentira, mis propios sentimientos no lo son. Por ello, déjanos ir Louise”
“¡Princesa!”
“Es una orden Louise Françoise. La última que te doy. Por favor, quítate del camino”
La mano de Louise que estaba apuntando su varita, la arrojó a un lado. Al entender la

firme decisión de Henrietta, se rindió con impotencia. ¿Cómo podría detener un amor
tan fuertemente proclamado...?
La fila de personas muertas trató de pasar a través de la contrariada Louise.
Pero ante ellos...
Saito les bloqueó el paso, sosteniendo a Derflinger.
Estaba terriblemente triste. Entendía los sentimientos de Henrietta, pero la mente de

Saito no podía permitirlo. Su cerebro gritaba que no debía pasar. Saito le dijo en una
voz que contenía tristeza y enojo:
“Princesa, si me permite decirlo, hablar entre sueños no es bueno...”
Sus hombros y cuerpo temblaban.
- 163 -
“Pasión, amor, estar al lado de una mujer sin importar nada más. ¿Acaso ese es amor
verdadero? No, es una simple ceguera. La sangre se nos sube a la cabeza y no podemos
pensar con claridad”
“¡Vete! ¡Es una orden!” gritó Henrietta con toda la dignidad que le quedaba.
“Desafortunadamente, no soy tu subordinado, tus ordenes no significan nada para mí.

Incluso si siguieras ordenándomelo... no te escucharé. Voy a acabar con ese hechizo
que tienes sobre ti.”
Fue Wales quien se movió primero. A pesar de que trató de completar un conjuro,
Saito saltó hacia él.
Sin embargo, una pared de agua mandó a volar a Saito.
Una Henrietta petrificada, sujetando su báculo, temblaba.
“No permitiré que le pongas un solo dedo encima a Wales”
La aplastante pared de agua se movía nuevamente hacia Saito. Sin embargo, el

espacio frente a Henrietta explotó al siguiente momento. Henrietta fue arrojada por
ello.
Louise había lanzado un hechizo de explosión.
“A pesar de que eres una reina, no permitiré que le pongas un solo dedo a mi familiar
tampoco”
Louise murmuró eso con una voz temblorosa y con su cabello erizado.
Debido a la explosión, Tabitha y Kirche, quienes habían permanecido observando la

escena con sorpresa, comenzaron a conjurar hechizos también.
La pelea comenzó.
Saito seguía bloqueando los hechizos mágicos con su espada, frente a Louise. A pesar
de que la magia se dispersaba hacia los lados, nadie se hería seriamente. Y aunque los
ataques de Tabitha y Kirche derribaban a los enemigos, estos preservaban sus
poderes, esperando debilitarlos poco a poco con hechizos de nivel puntual.
Además, el trabajo en equipo enemigo era sobresaliente. Poco a poco, Saito y los demás
estaban siendo acorralados.
Antes de que se dieran cuenta, Louise, Saito y las otras se encontraban rodeados en un
estrecho círculo.
Estaban acorralados en una posición defensiva. El número de enemigos era demasiado

alto, por lo que no había oportunidad de atacar.
- 164 -
Kirche liberó otra bola de fuego, quemando a un mago.
“¡Las flamas son efectivas! ¡Sólo les queda quemarse!”
Kirche lanzó otro ataque de flamas. Tabitha intercalaba sus ataques para cubrir a
Kirche al mismo tiempo. Saito también volteaba para ayudar, los hechizos que se
dirigían hacia Kirche eran absorbidos por Derflinger.
Los enemigos se recuperaban y trataban de cortarlos con espadas de viento.
Pero las flamas de Kirche incendiaron a otros tres de ellos.
Los enemigos se alejaron del rango de ataque de su magia y se reagruparon.
“A este paso, si los incendiamos poco a poco... tal vez tengamos una oportunidad de
ganar” murmuró Kirche.
Sin embargo, el cielo les dio la espalda.
Poco a poco, Tabitha se dio cuenta de que algo húmedo golpeaba sus mejillas.
Con una expresión de preocupación, volteó a mirar el cielo.
Una enorme nube de tormenta se congregó sobre ellos.
La lluvia, que comenzó como una ligera brizna, pronto cambió a una lluvia a cantaros.
Henrietta les gritó:
“¡Tiren sus varitas! ¡No quiero matarlos!”
“¡Por favor despierta princesa!” gritó Louise, pero su voz fue ahogada por el sonido de
las incesantes y pesadas gotas de lluvia.
“¡Mira! ¡Lluvia, lluvia! ¡Los hechizos de agua siempre ganarán en la lluvia! ¡Gracias a
esto nuestra victoria ha sido decidida!”
“¿En serio?”
Saito gritó con ansiedad. Kirche, quien estaba a punto de decir lo mismo, asintió como
si estuviera expresando su decepción.
“Es cierto, la princesa puede lanzar una pared de agua contra nosotros con la lluvia.
Mi fuego es inútil ahora. El viento de Tabitha e incluso tu espada son incapaces de
dañarlos. Bueno, se acabó, ¡perdimos!”
Louise murmuró con una voz acomplejada:
“A pesar de que no quiero hacer eso, debemos huir. No podemos morir aquí”
- 165 -
“¿Pero cómo lo haremos? Estamos rodeados ¿o no?”
Todos permanecieron en silencio.
Entonces Derflinger expresó sus pensamientos en voz alta.
“Aah”
“¿Qué?”
“Ya recordé. Ellos usan una magia muy nostálgica...”
“¿Y?”
“Cuando vi a ese espíritu de agua, algo cosquilleó en mi mente...No compañero, lo

siento, lo olvidé. ¡No, ya recordé!”
“¡¿Qué?!”
“Ellos y su fuente son del mismo tipo de magia. De todos modos, es diferente de su
base del sistema de los cuatro grandes elementos mágicos; la magia de la ‘vida’”
“¡¿Qué?! ¡Espada legendaria...! ¡Di algo solamente si es algo útil de comunicar! ¡Bueno
para nada!”
“La buena para nada eres tú. A pesar de ser una usuaria del ‘Vacío’, disparas el
hechizo de ‘explosión’ en sucesiones rápidas como una tonta, lo veo y lo recuerdo, a
pesar de que esa persona puede ser muy fuerte, la cantidad de voluntad mágica que se
consume es inmensa. Como hoy, lanzar unas explosiones enormes como esas podrían
requerir un año para volverse a disparar. Hoy necesitamos fuegos artificiales de otro
tipo”
“¡¿Y entonces?!”
“Voltea las páginas del libro de plegarias. El buen Brimir, un gran chico, seguramente
tiene algún contrataque perfecto”
Louise volteó a ver las páginas, como le habían dicho.
Sin embargo, al lado de ‘Explosión’, estaba en blanco, como era usual.
“¡No hay nada escrito! ¡Está en blanco y más blanco!”
“Hojea más. Si estás en necesidad, serás capaz de leerlas”
Louise vio una página que tenía letras escritas. Estaban escritas con runas de un
lenguaje ancestral.
“¿Magia de...Disipación?”
- 166 -
“Es correcto. ‘Liberación’. La poción que tomaste hace tiempo es la razón por la que
puedes leerlo”
Henrietta sacudió la cabeza con tristeza. A pesar que le había pedido a Louise que
huyera, no lo hizo. Más que eso, ella permanecía parada cerca del centro de ese
pequeño círculo.
Alzando la vista, Henrietta comenzó a recitar un encantamiento. Si fuera posible no

quisiera matarlos. Sin embargo, si sigues bloqueando mi camino...
Junto al hechizo aria13 de Henrietta, las gotas de lluvia comenzaron a arreciar.
Sus magos aliados obtuvieron una armadura de agua sobre ellos, uno a uno. La
‘Flama’ del enemigo ahora estaba sellada con esto.
Sumado a esto, Henrietta conjuró otro encantamiento.
El hechizo de Wales se unió al suyo. Wales observaba a Henrietta con una fría sonrisa.
A pesar de que ella se daba cuenta de la falta de calidez, su corazón aún se sentía
acalorado.
Ambos fueron rodeados por un tornado de agua.
Agua, agua, agua y viento, viento, viento.
Un poder de sexto grado; combinación de agua y viento.
Los magos triangulares usualmente no podían realizar hechizos tan fuertes como este,
decir que casi nunca no sería una exageración. Sin embargo, su sangre selecta de la
familia real se los permitía.
Solo las familias reales estaban capacitadas para realizar un hechizo hexagonal.
Su hechizo combinado se incrementó a un tamaño imposible.
Dos magos triangulares se entrelazaron, creando un enorme tornado de nivel seis.
El tornado era como un tsunami. Podría destrozar un castillo si lo golpeaba.
El sonido del encantamiento de Louise se mezclaba con el sonido de la tormenta.
Protegida por Saito, El hechizo de Louise se podía conjurar confortablemente.
Nada era imposible para Louise en estos días. Seguía concentrando su voluntad
mientras pronunciaba los sonidos de runas ancestrales con su boca, unas tras otras.
13 Se refiere a una canción o melodía muy elaborada pensada para un solo de voz.
- 167 -
“¿Qué le pasa a esta chica?”
Preguntó Kirche con una sonrisa.
“Ahh, ella está actuando como una leyenda por ahora” Saito sujetó su espada y
contestó con una voz juguetona. Escuchar a Louise conjurar un hechizo de ‘Vacío’ lo
llenaba de coraje, el cual le permitía sonreír, un coraje que podía cambiar la muerte en
una broma.
“Ya, esto es bueno y todo eso, pero si esta ‘leyenda’ no le provoca al menos una grieta,
no seremos capaces de ganarle a ese tornado”
El enorme tornado de agua se arremolinaba alrededor de Wales y Henrietta, creciendo

rápidamente.
El silencioso encantamiento de Louise todavía continuaba. Como se esperaba del vacío,

era tan largo como podía ser.
“Esto va mal, el bando contrario es más rápido” murmuró Derflinger.
“¿Qué hago?”
“Tú deberías saber qué. Es tu labor detener ese tornado, Gandálfr”
“¿Mi qué?”
La cara de Saito se contorsionó, sin embargo, no estaba asustado. El coraje acumulado

sacudió fuertemente su cuerpo entero.
“No, me pregunto...”
“¿Qué?”
“¿No estás asustado por ese tornado?”
“Puede ser, pero lo malentendiste Gandálfr. Tu trabajo no es atacar al enemigo sino

defender a tu ama mientras su hechizo es recitado. Esa es tu única misión”
“Pero no parece fácil”
“Acabas de ganar coraje mientras escuchabas el hechizo de tu ama. Tu cara se

enrojeció, quieres reír abiertamente, tu pulso se aceleró. Todo ello tiene una razón”
“Te lo encargamos” murmuró Kirche.
Tabitha miró la cara de Saito:
“Victoria segura”
- 168 -
Saito murmuró:
“Soy el familiar del Vacío”
El hechizo de Wales y Henrietta estaba completado. El enorme tornado de agua

ondulante voló hacia Saito y los demás. A pesar de que era inmenso, también era
increíblemente rápido.
Era como un castillo de agua, uno que estaba arremolinándose brutalmente tratando
de tragarlos.
Sujetando a Derflinger, Saito corrió hacia el tornado como practicando unos pasos de
bailarín, empujándolo contra el núcleo del tornado de agua rotatorio.
A pesar de que casi fue engullido, permaneció firmemente equilibrado sobre sus pies.
El dolor asaltó su cuerpo, no podía respirar, el agua lo golpeaba brutalmente,

rasgándole la piel.
Y a pesar de ello, Saito resistió.
Sus uñas fueron arrancadas.
Sus tímpanos desgarrados.
Sus parpados cortados, un furioso dolor corría por sus globos oculares.
Se estaba ahogando.
Su brazo derecho soltó la espada cuando su articulación se fracturó.
Derflinger estaba siendo engullido por el agua.
En el momento que todo parecía fallar, Louise terminó su hechizo.
A pesar de que Saito no pudo escuchar ni ver nada, lo pudo sentir.
“Por fin, tonta” murmuró Saito mientras perdía la conciencia.
Ante los ojos de Louise, quien completaba su hechizo, un enorme tornado rugía. Sin
embargo, no llegó a ella. Saito permanecía de pie en medio del tornado, ella pudo verlo
resistir desesperadamente el dolor.
Con el tiempo, Saito perdió ante la rabiosa fuerza de la naturaleza y colapsó sobre el
suelo, antes de que la masiva cascada dejara un pequeño boquete en sí.
Louise mordió sus labios, a través de ese hueco apuntó su ‘Magia de Disipación’ contra
el enemigo.
- 169 -
El alrededor de Henrietta se llenó de unas deslumbrantes y brillantes luces.
El cuerpo de Wales, que estaba parado junto a ella, cayó al suelo de golpe. A pesar de
que Henrietta trató de correr hacia él, perdió la conciencia, pues la consumación de su
hechizo le había costado toda su fuerza de voluntad, por lo que se derrumbó en el
suelo.
Todo en el mismo momento, ella fue envuelta en el silencio.
- 170 -
Epílogo
enrietta perdió la conciencia por un rato, pero se levantó por cierta voz que la
H llamaba.
Louise estaba mirándola con preocupación.
La lluvia había cesado. El césped de alrededor estaba húmedo y envuelto en una fría
atmósfera.
Es como si la violenta batalla hubiese sido sólo una mentira, pensó Henrietta.
Sin embargo, no lo era. El frío cuerpo de Wales yacía junto a ella.
Los otros cadáveres estaban esparcidos alrededor. Era el final de aquellos que fueron
inyectados con vida falsa por el anillo de Andvari. Esa vida falsa desapareció por la
‘Magia de Disipación’ de Louise, por lo que habían regresado a sus formas originales.
A pesar de que Henrietta no sabía la razón, era justo así, sentía que las cosas que
necesitaban ser así habían regresado a como debían ser. Y eso era suficiente por ahora.
Ella quería pensar que había sido un sueño, pero todo fue como una realidad de
pesadilla. Y ella misma había tratado de abandonar todo y entregarse a ese mal sueño.
Henrietta cubrió su rostro con las manos. Justo ahora, no tenía derecho a permanecer
junto al cuerpo de Wales. Mucho menos tenía cara para mirar a Louise, frente a ella, a
quien había apreciado desde que eran pequeñas.
“¿Qué acabo de hacer?”
“¿Ya despertaste?”
Louise le preguntó a Henrietta con una triste y fría voz, no había signos de enojo.
Había algunas cosas que se necesitaban pensar un poco, pero esa era la Louise de
siempre.
Henrietta asintió.
“¿Qué podría decir para disculparme contigo? ¿Qué podría decir para pedir perdón a
las personas que lastimé? Por favor dímelo Louise”
“Más importante que eso, los poderes de la princesa son requeridos”
Louise apuntó a Saito colapsado.
“Qué heridas tan horribles...”

Zero no Tsukaima Vol. 04 Epílogo
“Él fue engullido por ese tornado. Por favor cúralo con tu magia de agua”
Henrietta asintió y recitó unas runas. Por el poder del báculo de la familia real que
guardaba la fuerza del ‘agua’, las heridas de Saito comenzaron a sanar.
Los ojos de Saito se abrieron con amplitud al observar que quién curaba sus heridas
era ella.
“No tengo palabras para disculparme. ¿No hay otras personas lastimadas?”
Había varios nobles sobrevivientes del escuadrón Grifo. Henrietta sanó sus heridas
uno a la vez.
Y entonces...sin importarles si eran aliados o enemigos, los cadáveres fueron llevados

hacia las sombras de un árbol. Incluso si los cuerpos iban a ser enterrados después, no
podían dejarlos de la forma que estaban.
Louise y los otros, ni siquiera Kirche o Tabitha condenaron a Henrietta, ella había
presenciado un mal sueño, un dulce y tentador sueño. Si ellos tenían que odiar a
alguien, debía ser a la persona que llenó de falsa vida a Wales y tomó ventaja del
corazón de Henrietta.
No podía decirse que ella estaba libre de pecado, pero también era cierto que había
una existencia que se había aprovechado de ello.
Henrietta trató de mover el cuerpo de Wales al final.
Y en ese momento...
Henrietta vio algo que no podía creer del todo.
Quizás su afligido amor había alcanzado este lugar.
Tal vez alguien amable había tocado suavemente la balanza de la vida para curar sus
penas.
Cuando Henrietta tocó las mejillas de Wales, sus párpados se abrieron débilmente.
“¿Henrietta? ¿Eres tú?”
Era una débil y desfalleciente voz, pero era sin duda la voz de Wales. Los hombros de
Henrietta temblaron. Si los milagros existían en Halkeginia, este momento
definitivamente era uno de ellos.
Es por ello que nadie podía dar una razón de por qué la luz de la vida, que debería
haber desaparecido, estaba dando un simple destello.
- 172 -
Epílogo Lanove & T-F
Era posible que, cuando el hechizo de ‘Magia de Dispersión’ de Louise había borrado la
falsa vida, el apenas restante aliento de vida de Wales se había encendido un poco.
Era posible que los sentimientos de Henrietta sentía por Wales fueron escuchados por
capricho de los Dioses. Nadie sabía por qué. Pero simplemente así, Wales abrió sus
ojos, esa es la verdad.
“Príncipe Wales...”
Henrietta pronunció la voz de su amado. Ella lo comprendió, este Wales era el

verdadero, no una marioneta que se movía con vida falsa, sino el auténtico Wales.
Lágrimas fluyeron de los ojos de Henrietta.
“Qué cosas...No sé por cuánto tiempo he esperado este momento...”
El grupo se acercó con rostros de sorpresa.
Los ojos del grupo se abrieron cuando vieron que Wales había abierto los suyos.
En ese momento, Henrietta vio que una mancha roja estaba creciendo sobre la camisa
blanca de Wales. La herida que había causado la cuchillada de Wardes y que había
sido sanada por la vida falsa, se había abierto nuevamente.
En pánico, Henrietta conjuró un hechizo para cerrarla.
Sin embargo... cruelmente, la magia de Henrietta no funcionaba en esa herida. Sin que
la lesión cerrara, la mancha de sangre crecía todavía más.
“Príncipe Wales, no...No... ¿Por qué?”
“Es inútil...Henrietta. Esta herida nunca se cerrará. Los cuerpos que ya han muerto
alguna vez jamás sanaran. Probablemente sólo regresé por un poco, muy poco, tal vez
éste es un capricho del espíritu de agua”
“Príncipe Wales, no... no...¿Planeas volver a abandonarme?”
“Henrietta, tengo un último deseo”
“No digas algo como ‘un último’”
“Quiero que vayamos al lago Ragdorian, donde te conocí por primera vez. Hay algo que
quiero que me prometas ahí”
Tabitha preparó a su dragón. Saito y Kirche colocaron a Wales a su espalda.

Siguiéndolos, Henrietta, quien ya estaba sobre el dragón de viento, acomodó la cabeza
de Wales sobre sus rodillas, sujetando su cuerpo para evitar que cayera.
- 173 -
- 174 -
Cargando al grupo, el dragón de viento remontó el vuelo.
Dirigiéndose al lago Ragdorian, Sylphid voló directamente hacia su destino.
^^^
- 175 -
E n el lago Ragdorian, Wales recargaba su cuerpo sobre Henrietta mientras

caminaban hacia la orilla. El cielo comenzaba a aclarar, la mañana estaba cerca.
“Qué nostálgico”
“Claro”
“Cuando nos conocimos, pensé que lucías como un hada. Ves, estabas nadando por
aquí”
Wales apuntó a un lugar, pero probablemente ya no podía ver. Ese sitio era
completamente diferente al de los recuerdos de Henrietta.
A pesar de esto, Henrietta asintió. Conteniéndose desesperadamente para no llorar.
“Oh, sigues siendo tan habilidoso como siempre”
“En esa ocasión es lo que pensé. Si pudiéramos olvidar todo como si nada, e ir a
cualquier parte, la ubicación no importaba. Sería suficiente tener una pequeña casa
con un jardín. Ah, un invernadero era necesario, uno donde pudieras sembrar flores en
él”
Era como si la fuerza fuese drenada de las piernas de Wales a cada paso que daba.
“Hey, siempre quise preguntarte. En esa ocasión, ¿por qué no me dijiste esas dulces
palabras? ¿Por qué no dijiste que me amabas? Siempre he esperado que ellas lleguen”
Wales sonrió.
“No pude decir esas palabras, sabiendo que te harían infeliz”
“¿Qué dices? Hubiera sido mi júbilo ser amada por ti”
Wales guardó silencio. Henrietta sentía como la vida desaparecía del cuerpo de su
amado Wales poco a poco. Que él durara tanto podría llamarse también un milagro.
Sin embargo, ella no podía llorar, en el tiempo restante, quería intercambiar tantas
palabras con él como fuese posible. Pero aun así, su voz estaba temblando.
Reuniendo su energía, Wales le señaló:
“Júralo Henrietta...”
“Juraré cualquier cosa. ¿Sobre qué tengo que jurar? Por favor dime”
“Olvidarme. Jura que vas a olvidarme y encontrarás otro hombre al cual amar. Quiero
escucharte decir esas palabras en este lago, frente de los espíritus de agua, quiero que
ruegues por eso”
- 176 -
“No digas cosas imposibles, no puedo jurar tal disparate. No hay forma en que pueda
jurar una mentira”
Henrietta se congeló justo donde estaba. Sus hombros estaban temblando.
“Por favor Henrietta. De otra forma, mi alma probablemente vagará por la eternidad.
¿Acaso quieres que sea infeliz?”
Ella sacudió la cabeza.
“No, claro que no lo quiero”
“No queda tiempo. Ya... ya no queda más. Estoy a punto... es por eso que... por favor...”
“Entonces... júralo. Jura que me amas. Ahora ya debes ser capaz de decir eso ¿verdad?
Si tú juras eso, entonces también lo haré”
“Lo haré”
Henrietta, con una triste expresión, pronunció las palabras de su juramento:
“...Yo juro... olvidar a Wales. Y también, encontrar a alguien más a quien amar”
Wales le dijo con satisfacción:
“Gracias”
“Ahora es tu turno, por favor...”
“Lo haré, llévame al agua”
Henrietta llevó a Wales dentro del agua. El sol de la mañana se clavaba entre los
huecos de los árboles. El Lago Ragdorian destellaba con una belleza impensable en el
mundo.
Sus piernas se mojaron en el agua.
Henrietta sujetó los hombros de Wales.
“Dilo ahora, di que me amas. Será suficiente por el momento, lo añoraré por toda la
eternidad. No me importa lo que digas, lo atesoraré. ¿Comprendes?”
Sin embargo... Wales no respondió.
“¿Príncipe Wales?”
Henrietta sacudió sus hombros, pero Wales ya había muerto.
- 177 -
Ella lentamente recordó aquellos días en este lugar, donde había encontrado a Wales
por primera vez. Como si estuviera tomando cada uno de sus recuerdos de su caja de
tesoros y los revisara.
Los divertidos y destellantes días ya no vendrían.
Las palabras de promesas que habían intercambiado en este lago, ya no podían ser
protegidas.
“Qué persona tan grosera...” murmuró Henrietta, mirando directo al frente.
“...al final, nunca dijiste aquellas palabras de juramento”
Lentamente, Henrietta cerró los ojos.
Desde sus párpados cerrados, una línea de lágrimas fluyó por su mejilla.
Saito, quien estaba observándolos desde la sombra, estaba sosteniendo los hombros de
Louise. Ella estaba observando en silencio a Henrietta, ahogando su voz mientras
lloraba.
Mientras sujetaba sus hombros, Saito pensó:
¿Hice lo correcto? En ese momento, haber dejado a Henrietta marcharse como lo había pedido... ¿le
hubiera dado la felicidad? Incluso aunque fuese una vida falsa, a pesar de que fuese un amor falso...
Si la persona cree que es real, ¿no estaría bien para sí?
Mientras tomaba los hombros de Louise, quien estaba llorando como una niña, Saito
seguía pensando sobre eso. Lo que era correcto y lo que no... Incluso después de esto,
probablemente habrá otras cosas que lo preocuparán, pensó Saito débilmente.
Incluso después de eso, probablemente habrá ocasiones en que será presionado a

tomar decisiones como la de esta vez.
Saito abrazó con fuerza a Louise.
Al menos cuando esa ocasión llegue... por mí, por mi persona, no debo dudar. Rogó Saito.
^^^
- 178 -
H enrietta colocó el cuerpo de Wales sobre el agua.
Entonces agitó su báculo ligeramente, recitando unas runas.
El agua del lago se movió, arrastrando lentamente el cuerpo de Wales a las

profundidades del lago, donde se hundió.
El agua era profundamente transparente, por lo que el cuerpo de Wales podía ser visto
claramente mientras se hundía.
Incluso después de que ella fue incapaz de ver a Wales. Henrietta permaneció inmóvil.
A pesar de que la superficie del lago reflejaba la luz del sol y comenzaba a esparcir los
siete colores prismáticos de la luz en el área...Henrietta continuaría mirando por la
eternidad.
Fin del Epílogo — Volumen 04
TRADUCCIÓN: MARCK Y SEARGAMA

CORRECCIÓN: SEARGAMA, TOBERAL, MARCK, DAMIHUS Y KYON
EDICIÓN: DAMIHUS
EDICIÓN DE IMÁGENES: MARCK
- 179 -
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Volumen 04

LOS ESPÍRITUS DEL AGUA DEL JURAMENTO

La primera vez que Henrietta y Wales se encontraron fue precisamente en el Lago

adulada. Ella quería estar sola y tomar un poco de aire fresco.

“Insolente, dime tu nombre” La preocupada voz de la princesa llegó hasta la orilla.

Henrietta estaba ofendida por la manera despreocupada de su respuesta, además del

La figura se mostró sorprendida después de escuchar esto.

“¿Una princesa? Podrías ser… ¿Henrietta?”

Ella estaba sorprendida de la ausencia de su titulo ‘princesa’. Sólo había cinco

La figura rió. Al ser la presa de una mofa, Henrietta se sonrojó.

“Soy yo Henrietta, Wales, de Albion, ¡Tu primo!”

“¿Wales…? Quieres decir, ¿el príncipe Wales?”

Ya con su ropa puesta, Henrietta se volteó hacia Wales.

“Ya puedes voltear”

Wales se había volteado mientras Henrietta se cambiaba. En el instante en que él

“Estoy sorprendido, te has vuelto muy hermosa, Henrietta…”

El estupefacto príncipe arrancó esas palabras de su boca.

“N-no es cierto…” ella miraba hacia abajo, no podía levantar la cara.

“No quería sorprenderte, sólo estaba dando un paseo y oí como salpicaba el

“¿Por qué estabas mirando?”

“Entonces disculpa que haya sido yo”

Rascando su mejilla con una expresión de vergüenza, él dijo de seriamente:

“Claro que no, no he visto algún Espíritu de Agua antes pero…”

“Tú eres mas hermosa, más bella que un Espíritu de Agua”

Henrietta ocultó su cara, avergonzada.

“Las personas de Albion parecen ser muy bromistas”

El pulso de Henrietta se había acelerado como si un hechizo hubiera sido lanzado

Un día en particular, ambos caminaban junto al lago tomados de la mano.

“Has llegado muy tarde Henrieta, ya me estaba cansando de esperar”

“Lo siento, el banquete se alargó. Ya estoy harta de beber sin sentido”

“Pero… ¿realmente está bien que te escapes así cada noche?”

Henrietta rió juguetonamente ante la preocupada cara de Wales.

“Está bien, estoy usando un señuelo”

“¡Un señuelo! Eso es algo muy serio”

“¿Te refieres a esa chica delgada de cabello largo?”

“Pero, ¿no es diferente su color de cabello? Si recuerdo bien, el suyo es rosado,

Wales acarició el cabello de Henrietta con una mano.

“Inventé un tinte mágico de pelo. Pero, me siento un poco culpable, ya que no le he

“¡Eres tan astuta!” Dijo Wales mientras reía.

“¡Shh! No te rías tan fuerte, no sabemos si alguien esté escuchando”

Hinchando los labios, ella le contestó a su amado con un tono alarmado:

“Te amo, Henrietta”

“Yo también te amo” murmuró Henrieta, sonrojándose completamente.

Wales comenzó a hablar tratando de animar el ambiente.

Henrietta cerró los ojos y lentamente se recargó contra el pecho de Wales.

“Entonces haz un juramento”

“Es sólo una superstición. Simplemente una vieja historia popular”

“Aunque sea una superstición, yo la creo. Si por creer, se me garantizará mi

“No seas así Henrietta”

Henrietta se dirigió hacia el agua, levantando el dobladillo de su falda.

“Es tu turno Wales. Has un juramento como el que acabo de hacer“

Wales entró al agua y abrazó a Henrietta. Ella se colgó de sus hombros.

“Tus pies se van a congelar”

“Juramentos indestructibles son simples supersticiones”

“¿Estas diciendo que vas a dejar de amarme?”

Wales permaneció en silencio por un momento, pensando profundamente.

Con una expresión amable, lanzó su juramento al lago:

“Ya hice mi juramento”

Henrietta enterró su rostro en el pecho de Wales y susurró casi para si misma:

“… ¿Así que no prometerás amarme?”

Fin Prologo - Volumen 04

n la calle Bourdonne, que estaba frente al Castillo de Tristain, se festejaba un

“¡Larga vida a la Princesa Henrietta!”