Está en la página 1de 5

INSTITUTO EXPERIMENTAL DE EDUCACIÓN MEDIA

DR. CARLOS FEDERICO MORA


CÁTEDRA: COMUNICACIÓN Y LENGUAJE
GRADO: PRIMERO BÁSICO SECCIONES F a la k
CATEDRÁTICA: IRENE CALDERÓN ESTRADA

COMPRENSION LECTORA
El príncipe, el dragón y la princesa.
Cuento de Tania Ruiz

INSTRUCCIONES: Lea cuidadosamente el siguiente fragmento.

«En un lugar que era un reino muy lejano.

El príncipe, el dragón y la princesa se La nube avanzó veloz. El estanque


encontraron. No querían ser presos mágico mostró una segunda silueta
de un cuento tirano pero el Cuentagotas no la vio, ya
Y a la búsqueda de sus anhelos se había salido hacia el bosque.
lanzaron»
El príncipe estaba inquieto sentía que
El Cuentagotas observaba el bosque alguien lo observaba desde el cielo
a través de su estanque de cristal. pero, por más que extendía su
Poco a poco las hojas y los troncos mirada, no veía nada. Continuó su
de los árboles se transformaron en la camino por el Bosque Perplejo, sin
silueta de un apuesto príncipe que hacer caso a sus temores. Estaba
cabalgaba sin saber que alguien lo atento a los sonidos del Bosque,
vigilaba. tenía que encontrar el río que viene
del mar, para seguir su cauce y llegar
-¿Qué haces en esta parte del al manantial de los anhelos. Miles de
bosque? –preguntó el Cuentagotas gotitas de rocío, con forma de ojos,
sin esperar una respuesta. El se deslizaban por las hojas de los
estanque mágico no llevaría sus árboles, vigilando al príncipe.
palabras a los oídos del jinete-.
Estás muy lejos de tu castillo y la El corcel del príncipe se detuvo
princesa que debes encontrar te receloso. Un rayo anaranjado bajaba
espera en otra dirección. del cielo: el príncipe vio que se
El príncipe miró hacia los ojos del trataba de un dragón. ¡Un dragón que
Cuentagotas como si hubiera llevaba entre sus garras a una
escuchado sus palabras. princesa! Las hojas de los árboles
comenzaron a temblar, las gotitas de
El Cuentagotas se deslizó hacia rocío se agitaban furiosas, el
atrás, sorprendido por la mirada del Cuentagotas no podía soportar la
joven. Era imposible que lo hubiera presencia de dos intrusos más.
escuchado. Tendría que investigar al
intruso, eso lo ponía de mal humor. El dragón aterrizó sin problemas en la
copa de un frondoso árbol.
Hacía miles de años que el -Tendremos que caminar –le dijo a la
Cuentagotas no salía de su gruta. Él princesa-, desde el aire no puedo ver
era el último guardián del manantial el río que viene del mar.
de los anhelos y no le gustaba -No tengo ningún inconveniente –
alejarse del lugar que debía proteger. contestó la princesa-. ¿Serías tan
amable de dejarme en tierra firme?
La figura de venerable anciano con Caminar por las ramas de los árboles
largas barbas, que tenía el no es muy seguro.
Cuentagotas en ese momento, se El dragón tomó a la princesa entre
transformó en una nube de gotas de sus garras, sin hacerle daño, y la dejó
rocío. Así se podía mover con mayor en el suelo. Ninguno de los dos se
rapidez. Una parte de la nube de había fijado en el príncipe, que los
rocío se convirtió en un rostro observaba divertido.
arrugado, con nariz ganchuda y ceño -¡Esto es lo más extraño que he visto!
fruncido. –dijo sonriendo-. Un dragón tiene
entre sus garras a una princesa y yo desconocido y ser feliz para siempre.
no tengo que rescatarla. Esperaba que con eso fuera
-Caballero –dijo la princesa tratando suficiente para que el manantial le
de ser amable-, no todas las concediera una gota de su agua.
princesas queremos ser rescatadas.
¿Sería tan amable de informarme La leyenda decía que, si lograbas
dónde está el río que viene del mar? encontrar el río que viene del mar,
-¡Qué coincidencia! –Dijo el príncipe-. llegarías al manantial de los anhelos
Yo también lo estoy buscando. y podrías tomar una gota de su agua
-Tenemos que encontrarlo antes de mágica, siempre que conocieras el
que oscurezca –dijo el Dragón-, no secreto de tu corazón, esa gota te
quiero provocar ningún incendio para liberaría de todos tus problemas
alumbrar nuestro camino. dándote la vida que anhelabas.
Antes de llegar al manantial, tendrías
-Así que tenemos tres rebeldes que que mirar hacia adentro.
buscan beber una gota de mi
manantial –dijo en un susurro El El Cuentagotas observaba a través
Cuentagotas. Regresó a su gruta, en de su estanque de cristal, veía el
forma de gotitas de rocío no podía camino que habían recorrido para
hacer nada contra aquellos intrusos, llegar al río, los tres viajeros habían
los esperaría custodiando la entrada soportado diversas pruebas, el
al manantial de los anhelos. príncipe resistió gracias a su
perseverancia, el dragón gracias a su
-Eso es, si me disculpa, algo que no fuerza y la princesa gracias a la
le diré a una desconocida. inteligencia. ¿Tendrían el valor de
Las mejillas de la princesa se mirar hacia adentro?
pintaron de rojo, era la primera vez
que alguien le contestaba de esa El Cuentagotas lo descubriría en
manera. Toda su vida la había cualquier momento.
pasado en el castillo, rodeada de Los viajeros avanzaban rápido.
sirvientes que contestaban cualquier Pronto llegarían a la gruta.
pregunta, ahora un príncipe le hacía
ver que era una impertinente. ¡Y ella El Cuentagotas se transformó en una
que se sentía tan perfecta! La cascada que impedía el paso al
princesita, en silencio, caminó. interior de la caverna. Así los
esperaría. El río que viene del mar se
El dragón volaba sobre el río, hacía más estrecho a cada paso que
pensaba en el secreto de su corazón, daban los viajeros, pronto se
él no sabía si la magia del manantial convertiría en un hilillo de agua.
funcionaba con dragones, pero sí
conocía su anhelo más profundo: El terreno era cada vez más
quería vivir tranquilo, sin tener que escarpado y sinuoso. La princesa
pelear con cada caballero que avanzaba con dificultad, su vestido
buscaba fama y fortuna. Estaba real se atoraba en las raíces de los
cansado de tener que ser el malo. árboles y varias veces estuvo a punto
de caerse.
Él siempre quiso cantar, claro que no -Lo que más deseo es usar otra ropa
podría cantar con público, porque –dijo enojada-, este vestido funciona
cada vez que daba un agudo una en la sala del palacio, se ve precioso
llamarada salía de su boca. Y él no bajo el resplandor de la lámpara, pero
quería quemar a nadie. Le bastaba yo no quiero ser un objeto decorativo.
con vivir en paz. -¿Tan sencillos son tus anhelos,
El príncipe pensaba en la pregunta princesa? –Dijo el príncipe-.
que le hizo la princesa, no le
respondió porque no conocía la Para lograr un cambio de vestuario
respuesta: unos días creía que el no necesitas beber del mágico
anhelo de su corazón era ser el más manantial.
valiente príncipe del mundo y vivir -Llegamos al final de nuestro camino
grandes aventuras, en otros –dijo el dragón desde el aire-,
momentos sólo quería diversión. adelante hay una inmensa montaña y
La princesa sabía lo que no quería: el río llega hasta una violenta
no quería casarse con un cascada.
Cuando el príncipe y la princesa Ese era el anhelo del corazón del
vieron la caída del agua, se quedaron dragón, vivir feliz, vivir en paz.
maravillados, era un espectáculo El dragón entró en el espejo, la
asombroso: la cascada era un arco cascada recuperó su forma de rostro
iris de numerosos colores, el agua de Cuentagotas.
formaba diversas imágenes: caras de -¿Quién es el siguiente? -Las damas
humanos felices daban paso a gestos primero –dijo el príncipe.
de dolor y tristeza, animales La princesa lo vio con un destello de
terrestres se convertían en monstruos rabia. Se enfrentó a la cascada.
alados que dominaban el aire; aldeas -¿Cuál es el anhelo de tu corazón?
que se destruían, castillos que se -No quiero ser una princesa que viva
levantaban sobre verdes campos. encerrada en su castillo.
-¿Tendremos que atravesar por ahí? -Esa no es la respuesta que abrirá
–preguntó la princesa. mis puertas. El manantial de los
-Sí, es el único camino, vamos –dijo anhelos no es para ti princesa.
el dragón volando al ras de la tierra,
cerca de una pequeña flor. La princesa no lo podía creer, sin
saber que hacer se sentó a esperar,
El dragón no quería caminar y si el príncipe atravesaba la cascada
lastimar con su peso la hierba tendría que hacer el camino de
silvestre. regreso sola.
-Yo voy primero –dijo el dragón-, si -¿Cuál es el anhelo de tu corazón? El
algo sale mal, ustedes podrán príncipe se quedó pensativo, sin
regresar sin daños. saber qué responder.
-¿Conoces la respuesta que abrirá
El príncipe y la princesa intentaron mis puertas? -No.
detenerlo pero no pudieron hacer -El manantial de los anhelos no es
nada, el dragón avanzó decidido. para ti.
En la cascada se formó la cara del La cascada se convirtió en un
Cuentagotas, anciana y venerable, remolino entró en la gruta y la
los ojos expresaban la sabiduría de montaña cerró la puerta hacia su
todos los tiempos, la nariz ganchuda interior. El río desapareció. Todo
se arrugó en una mueca de disgusto, quedó en silencio, el príncipe y la
la comisura de la boca se frunció princesa se encontraban entre una
expresando desaprobación. inmensa montaña y un espeso
-Nos volvemos a encontrar, bosque.
legendario amigo –la voz era áspera El caballo relinchó rompiendo el
y profunda-. Aunque la última vez que silencio.
estuviste aquí eras un hombrecillo -Tendremos que empezar de nuevo –
asustadizo que buscaba poder. dijo el príncipe-, hay que caminar
-Aprendí mi lección, Gran Mago, al hasta encontrar el río, cuando eso
principio fue divertido tener esta suceda tendremos una segunda
forma, asustar a los hombres y oportunidad.
acumular riquezas – dijo el dragón, -Comencemos la búsqueda –dijo la
empequeñecido de pronto-. Durante princesa-. Pero no la del río, primero
mucho tiempo olvidé que fui un hay que encontrar nuestros anhelos.
hombre. El príncipe sonrió. La princesa y él
-¿Cuál es el anhelo de tu corazón? - emprendieron la marcha.
Vivir en paz.
-¿Tienes el valor de mirar hacia En el interior de la caverna, el
adentro? –preguntó el Cuentagotas. - Cuentagotas podía ver a los viajeros
Tengo el valor. en su estanque de cristal.
La cara del Cuentagotas se fue -Algún día nos volveremos
estirando, desaparecieron todos los a encontrar –le dijo a las figuras que
bordes del rostro y el agua parecía un se desvanecían.
espejo. El estanque mostró a un niño jugando
El príncipe y la princesa no podían feliz.
ver lo que el dragón vio reflejado en -No olvides tu anhelo cuando
la superficie de la cascada: un niño crezcas, legendario amigo.
que corría en el campo acompañado
de su querida mascota.
El príncipe y la princesa avanzaban FIN
esperanzados, algún día beberían del
manantial.

También podría gustarte