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Juan Loaiza padecía de intolerancia a la sacarosa y la fructosa, lo que requería una estricta dieta sin azúcares ni frutas. Se sintió infeliz hasta que conoció a Juan Esteban Saldarriaga, cuya amistad lo ayudó a superar su enfermedad y le dio ánimos para seguir adelante. Casi nueve años después, su amistad continúa siendo fuerte a pesar de los intentos de otros de separarlos, ya que se cuentan todo y se apoyan mutuamente.
Juan Loaiza padecía de intolerancia a la sacarosa y la fructosa, lo que requería una estricta dieta sin azúcares ni frutas. Se sintió infeliz hasta que conoció a Juan Esteban Saldarriaga, cuya amistad lo ayudó a superar su enfermedad y le dio ánimos para seguir adelante. Casi nueve años después, su amistad continúa siendo fuerte a pesar de los intentos de otros de separarlos, ya que se cuentan todo y se apoyan mutuamente.
Juan Loaiza padecía de intolerancia a la sacarosa y la fructosa, lo que requería una estricta dieta sin azúcares ni frutas. Se sintió infeliz hasta que conoció a Juan Esteban Saldarriaga, cuya amistad lo ayudó a superar su enfermedad y le dio ánimos para seguir adelante. Casi nueve años después, su amistad continúa siendo fuerte a pesar de los intentos de otros de separarlos, ya que se cuentan todo y se apoyan mutuamente.
En la ciudad de Pereira exactamente en el año 2010, vivía juan loaiza un niño
que no era como cualquier otro, el padecía de varios problemas, tales como una enfermedad que lo hacía diferente, tuvo que pasar por varios análisis de distintos especialistas que no todos eran favorables, en ese tiempo él no sabía que era lo que pasaba con su organismo, ya que unas veces le decían que todo va normal, otra veces que está muy mal, era una incógnita que no se resolvía por varios meses, hasta que después de varios estudios médicos que se le realizaron le descubrieron una enfermedad, la cual se llamaba intolerancia a la sacarosa y la fructosa, desde aquel momento él tuvo que ser atendido con una dieta estricta de alimentos, donde no se podía evidenciar ninguna sustancia azucarada he incluso no podía consumir ninguna fruta, él siempre fue juicioso con lo que los médico le recomendaban, pero no era feliz porque deseaba una vida normal, algo que recuerdo que aquel niño oraba todas las noches por curarse más que a nada deseaba ser como los otros niños, con mucho pero demasiado esfuerzo las cosas mejoraban, en aquel entonces el conoce a juan esteban Saldarriaga, alguien que en aquel momento sin darse cuenta lo iba cambiar todo, desde el instante que el entra a la vida de juan loaiza las cosas mejoran, tras cuatro años después de momentos que nunca se olvidaran en las memorias de ambos, logran una amistad sin precedente algo que ayudo tanto a juan loaiza, incluso superando aquella enfermedad ya que su amigo le daba ánimos para salir adelante, siempre le recuerda lo impórtate que él es para su vida logrando un cariño tremendo entre los dos, una amistad que en la actualidad continua existiendo, porque juntos superaron aquella enfermedad, dios le cumplió a juan loaiza le regalo una vida normal, pero su amistad lleva casi nueve años, no ha sido fácil mantenerse unidos en un ambiente donde quienes dicen ser sus amigos inventa cosas, solo para que se dejen de hablar pero nunca ha pasado, porque ellos dos se cuentan todo confiando el uno con el otro, a pesar de que los demás invente o digan cosa al final del día ellos va a estar más juntos que nunca, su amistad no tiene límites de gente, ni de lo malo que pueda haber en su camino, porque hay una cosa que ellos valoran, es estar el uno para el otro siempre en todo momento sin importa la razón.