Organogénesis Indirecta

http://revistas.uach.cl/index.php/bosque/article/view/6153/7250
Las fases de regeneración del tejido, multiplicación de yemas, alargamiento de brotes y
posterior enraizamiento y aclimatación solo se pueden realizar después del establecimiento
de cultivos asépticos con buen vigor vegetativo (Silva et al.2019). Una de las metodologías
actuales adoptadas como alternativa para la obtención de plantas completas es la
organogénesis indirecta por inducción de callos, y tiene varias aplicaciones, como la
producción de plantas transgénicas.
El uso de organogénesis indirecta permite la formación de brotes adventicios y elongación
de brotes para producir grandes cantidades de microplantas en un período corto y permite el
estudio de diferentes fenómenos morfogenéticos y fisiológicos (Hesami y Daneshvar 2018),
producción de metabolitos secundarios (Mutawil et al.2016), plantas transgénicas,
poliploidía y variaciones somaclonales (Hesami y Daneshvar 2018) y cultivo de callos para
células en crecimiento en suspensión.
La callogénesis y la inducción de yemas ocurren a partir de la rediferenciación de las
células formando tejido nuevo, ya que estos procesos están controlados directamente por
eventos morfofisiológicos que regulan los mecanismos endógenos, las proteínas y la
metilación del ADN.
En la regeneración de un tejido vegetal se deben contemplar distintas fases como:
multiplicación de yemas, alargamiento de brotes y posterior enraizamiento y aclimatación,
las cuales pueden realizarse después del establecimiento de cultivos con un buen desarrollo
vegetativo y asépticos. Actualmente, para la producción de plantas transgénicas se emplean
métodos de regeneración como la organogénesis indirecta por inducción de callos.
Mediante la organogénesis indirecta se puede dar la formación de brotes adventicios y
elongación de brotes, con distintas aplicaciones como son: producción vitroplantas en un
tiempo corto, evaluar aspectos morfogénicos y fisiológico, producción de metabolitos
secundarios y plantas transgénicas y, el cultivo de callos para células en crecimiento en
suspensión.
Este método de regeneración se caracteriza por la presentación de etapas como la
callogénesis e inducción de yemas, lo cual sucede cuando las células atraviesan un proceso
de rediferenciación para dar origen a un nuevo tejido, ya que, dichas etapas están
controladas por eventos morfofisiológicos que regulan los mecanismos endógenos, las
proteínas y la metilación del ADN.
https://revista.ibp.co.cu/index.php/BV/article/view/582/1518
La mejora genética constituye una alternativa para enfrentar los efectos de estos factores
ambientales. En este sentido, el desarrollo de técnicas como la transformación genética
resultan importantes para la obtención de plantas resistentes o tolerantes a estas condiciones
de estrés (Eissa, 2013). Sin embargo, su empleo está condicionado al desarrollo de
protocolos que proporcionen una diferenciación celular adecuada, el desarrollo de brotes, y
la regeneración de la planta completa.
Sin embargo, para validar completamente la organogénesis indirecta como eficiente y
reproducible, se requiere de esfuerzo adicional relacionado con la disminución del tiempo
para obtener plantas transgénicas y la optimización de la selección de tejido transformado.
Para ello, un factor a tener en cuenta es el tipo de explante blanco. En este sentido,
investigaciones preliminares han revelado que una delgada capa de epidermis del eje
embrionario unida a un cotiledón es capaz de desarrollar un callo nodular verde.
Uno de los aspectos de importancia en el sector agrícola es la aplicación de mejoramiento
genético a especies vegetales para que puedan enfrentar los factores ambientales que se
puedan generar, es decir, se hace interesante la producción de plantas que puedan
sobrevivir al estrés provocado por el ambiente, siendo resistentes o tolerantes a estas
condiciones. Es por ello que, el uso de estas técnicas de mejoramiento está ligado al
desarrollo de protocolos que tengan como finalidad una diferenciación celular adecuada, el
desarrollo de brotes, y la regeneración de la planta completa.
Uno de estos métodos de regeneración es la organogénesis indirecta, la cual para ser
calificada como eficiente y reproducible debe producir plantas transgénicas en menor
tiempo, optimizando la selección de tejido transformado; por lo tanto, uno de los factores
fundamentales en este proceso es la elección del tipo de explante.
http://scielo.sld.cu/pdf/bvg/v19n2/2074-8647-bvg-19-02-75.pdf

Otro factor importante a considerar es la vía morfogenética inducida para la producción de

los clones, ya que se sabe que en la organogénesis indirecta o embriogénesis, el desarrollo
de callos reduce la estabilidad genética de los clones, debido a una mayor tasa de mutación
como consecuencia de una fase de diferenciación seguida de divisiones celulares
descontroladas (Krishna et al., 2016). Por tanto, es necesario evaluar la estabilidad genética
de estos materiales vegetales, independientemente de la finalidad del trabajo.
Así mismo, la organogénesis indirecta, al estar mediada por una etapa de formación de
callo, se caracteriza por reducir la estabilidad genética, ya que, se presenta una mayor tasa
de mutación debido a un proceso de diferenciación celular seguido de divisiones celulares
descontroladas; por consiguiente, se hace necesario que en cada trabajo realizado se evalúe
la estabilidad genética de los materiales vegetales sometidos a investigación.